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TEMA 38

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL E
INDUSTRIALIZACIÓN
Versión b

La primera revolución industrial


Dos revoluciones acaban con el Antiguo Régimen, las revoluciones liberales o
burguesas en lo político y la Revolución Industrial en lo económico. Su importancia, por
tanto, es trascendental. Se ha dicho, y con razón, que es la transformación más grande que
ha experimentado la humanidad, desde el punto de vista productivo, desde la revolución
neolítica por la cual el hombre empezó a producir sus alimentos con el descubrimiento de
la agricultura y la ganadería. En general supuso la mecanización de la producción y por
tanto el aumento espectacular del volumen de productos, es decir, el paso del taller a la
fábrica. El modo de vida y la sociedad experimentaron una radical transformación.
Pondremos como ejemplo para su estudio al caso inglés, Inglaterra se puso a la cabeza de
estas innovaciones que más tarde pasarían al continente. Podemos considerar como
terminada la Primera Revolución Industrial a mediados del XIX.

I. ¿Qué es la industrialización?
Podemos decir que la palabra revolución se emplea como aceleración, aceleración
lógicamente del proceso productivo, debido a una serie de circunstancias nuevas:
utilización de máquinas, revolución de los transportes, acumulación de capitales... y todo
esto va a producir un aumento espectacular de la producción y una mejora de la calidad de
vida, el hombre va a pasar de una sociedad agraria y rural a una industrial y urbana, los
antecedentes inmediatos de nuestro actual modo de vida se encuentran aquí.
Como protagonista de esta revolución hemos de hablar de la burguesía, era el
único grupo social con capital e iniciativa suficiente como para poner en marcha este
proceso; y es de destacar cómo es esta burguesía la misma que desde el punto de vista
político está reclamando el poder político a través de las revoluciones liberales que ya
hemos estudiado. No es una causalidad que en los dos procesos esté implicado este grupo
social, los fenómenos económicos, políticos y sociales están íntimamente relacionados y en
un régimen político determinado la economía y la política están en consonancia, no van
cada una a su aire.
Tradicionalmente en la Revolución Industrial se distinguen varias fases:
a)Primera revolución industrial (1750-1850). Se da en Inglaterra y se caracteriza
por la aparición de las primeras máquinas y las grandes transformaciones en el sector textil
y la industria siderometalúrgica; también supone una revolución la aparición del
ferrocarril.
b)Segunda revolución industrial(1870-1945).Destaca en ella la sustitución del
carbón por el petróleo y la utilización de la electricidad como nuevas fuentes de energía.
También tuvo importancia la aparición del motor de explosión y la química pesada.
c) Tercera revolución industrial. Llega hasta nuestros días y se caracteriza por la
utilización de energía atómica, la informática y la electrónica de precisión.
II. La revolución industrial en Inglaterra: causas y
desarrollo.

De todos los países del continente era Inglaterra el país más preparado para llevar
a cabo la gran transformación que llevaría del taller artesanal a la gran producción en las
fábricas. Inglaterra partía con ventajas en muchos terrenos: un marco político favorable,
abundancia de capitales, aumento demográfico, disponibilidad de materias primas de sus
colonias y abundantes yacimientos de hulla... y una mentalidad capitalista que no existía en
otros lugares de Europa si exceptuamos Holanda.
La primera Rev. Ind. no se produjo de forma brusca, durante todo el siglo XVIII
Inglaterra ha ido transformando sus estructuras agrarias y financieras y sus frutos se van a
ver a mediados de siglo con la mecanización de la producción. Durante años los ingleses
hicieron el camino en solitario, y a partir de 1830 los cambios saltaron al Continente.

1. Las causas.

Son muchas y variadas, veremos cuáles son las más importantes.

a) El sistema político.

Es fundamental para explicar el porqué en Inglaterra y no en otro país se inició el


proceso de transformaciones económicas.
Desde el siglo XVI el rey inglés ha desamortizado los bienes de la Iglesia (cosa
que no pasaba en el Continente). Inglaterra era el único país europeo que desde finales del
siglo XVII gozaba de una monarquía parlamentaria, frente al absolutismo del resto de los
países europeos. En el Parlamento están representados la nobleza (una nobleza con
mentalidad capitalista), la Iglesia (con poco peso desde el punto de vista económico y
político) y la burguesía con un gran peso en lo político y lo económico. Como vemos la
burguesía, a diferencia del resto de los países europeos, está en el poder y unida por
intereses económicos a la nobleza, no dejará de aprobar leyes que favorezcan el desarrollo
de iniciativas económicas impensables en Francia o en España. Además, el nivel de vida
era más alto que en cualquier país europeo a excepción de Holanda.

b) La Revolución agrícola.

En el campo inglés se van a producir sustanciales transformaciones a lo largo del


siglo XVIII que influirán de manera decisiva sobre la industria al producir una
acumulación de capitales y una liberación de mano de obra que irá a parar al sector
industrial.

El cercado de tierras y la concentración de la propiedad.


Desde el Parlamento la burguesía y la nobleza consiguen que entren en vigor unas
leyes para cercar las tierras y abandonar la explotación comunitaria de los campos: son las
Enclosures Acts o leyes para el cercado de los campos. Como consecuencia de estas leyes
se producirá una concentración de propiedades: los campesinos con escasos recursos no
pueden financiar el cercamiento de sus tierras y no tendrán más remedio que venderlas a
los nobles y burgueses. El Parlamento decreta también la venta de las tierras comunales,
aquellas tierras que pertenecen a la comunidad, estas serán compradas por los únicos que
tienen dinero para comprarlas: burgueses y nobles.

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Las transformaciones de la agricultura: el aumento de la producción.
Una vez concentradas las tierras, la nobleza y la burguesía empezarán a explotarlas
siguiendo una mentalidad capitalista muy distinta a la de los nobles de la Europa
continental. Lo primero que harán es suprimir la rotación trienal y el barbecho, para ello
suprimen la hoja que queda sin cultivar por un cultivo de plantas nitrogenantes como la
alfalfa, las habas, el trébol... que fijan nitrógeno al suelo y lo enriquecen, generándose así
alimentos para el ganado. A la agricultura se le aplicó también algunas innovaciones
técnicas como el arado de Rotherham (removía la tierra en profundidad y sólo lo
arrastraban dos animales en vez de cuatro), de finales del XVIII y principios del XIX son
la utilización de cosechadoras, trilladoras, aventadoras, la selección de semillas que
producían más rendimientos, el uso de abonos y fertilizantes... En la ganadería se produjo
la estabulación del ganado, es decir, el ganado no pastaba libremente por el campo sino
que estaría en los establos donde era más fácil que ganara peso al no moverse. Se produjo
también la selección genética de razas según la finalidad: ganado para carne, para leche...

Consecuencias de las transformaciones agrarias.


En primer lugar se produjo un aumento espectacular de la producción de alimentos,
casi en un 90 %, la escasez de alimentos no se va a dar ya y la población va a experimentar
un crecimiento sin precedentes (revolución demográfica).
En segundo lugar el aumento de la productividad generará unos beneficios
importantes para los dueños de las explotaciones, beneficios que producirán una cantidad
muy importante de capitales sobrantes y que se destinarán a la financiación de la
mecanización de la industria.
Y en tercer lugar el cercado de los campos y la mecanización de la agricultura
liberará una gran cantidad de mano de obra que abandonará los campos y se trasladará a la
ciudad (éxodo rural) en busca de oportunidades en la industria.

c) La revolución demográfica.

A principios del siglo XVIII el régimen demográfico inglés (relación entre la


natalidad y la mortalidad) era igual que en Europa: el régimen demográfico antiguo,
caracterizado por una alta natalidad (los hijos eran un soporte vital en la débil economía
familiar) y una alta mortalidad ( debido principalmente a la falta de higiene en los partos,
el escaso desarrollo médico, la carestía de alimentos en determinadas épocas...); por tanto
el crecimiento era muy lento y la población estaba estancada. Ya veíamos en temas
anteriores lo que era una crisis de subsistencia y cómo afectaba al campesino una mala
cosecha, los alimentos eran, en general escasos.
Con las transformaciones del campo inglés y con los inicios de la mecanización, el
país va a experimentar un importante crecimiento demográfico al que llamamos revolución
demográfica. Ésta es debida al aumento espectacular de la producción en el campo que
garantiza el alimento para toda la población, a las transformaciones en la industria... de tal
manera que aunque la tasa de natalidad sigue siendo alta, la mortalidad se ha frenado en
seco, el crecimiento de la población es, por tanto, espectacular, a este comportamiento
demográfico le denominamos régimen demográfico de transición. Pero veamos cómo el
aumento de la población influye sobre la economía. 1º) En primer lugar podríamos pensar
que al aumentar la población aumentaría la demanda de productos y por tanto los precios
de estos, es cierto, pero como la agricultura es más rentable los productos son más baratos,
con lo cual casi toda la población tiene capacidad adquisitiva suficiente para no morirse de
hambre como antes. 2º) En segundo lugar el aumento de la población significa el aumento
del mercado, y eso es un factor que favorece el desarrollo económico, con un mercado más

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amplio se estimula la producción. 3º) En tercer lugar, al haber mucha población el número
de trabajadores es mayor, la mano de obra será abundante, pero no serán tan abundantes
los salarios que les paguen los empresarios, y eso a la larga producirá un clima social
revuelto.

d) La revolución de los transportes y las comunicaciones.

Tuvo una gran importancia ya que el transporte es clave en la conexión entre los
mercados y los centros productores, así como entre los centros de producción y las
materias primas; a su vez favorecieron la especialización de cada zona en un tipo
determinado de producto agrario.
Desde mediados del XVIII el Gobierno favoreció la creación de una importante red
de carreteras, casi todas llevadas a cabo por la iniciativa privada, a menudo se cobraban
peajes por su utilización. Estas carreteras gozaban ya de un firme resistente, superior a los
antiguos caminos de tierras, ese firme se basaba en un asfaltado inventado por el escocés
Macadam, y en parte es muy parecido al de las carreteras actuales. Con el paso del tiempo
Inglaterra gozó de una densa red de carreteras que interconectaban todos los centros
económicos y ciudades del país, algo inédito en el continente.
Junto a la red de carreteras destacó también el desarrollo de la red fluvial, la
abundancia de ríos y precipitaciones en Inglaterra favoreció la construcción de canales
navegables, cada vez más grandes para barcos de mayor tonelaje, y así se dispuso de un
medio de transporte cómodo, barato y con barcos de gran capacidad de carga, la red de
canales adquirió una gran importancia a partir de 1830.
Los puertos ingleses adquirieron también gran desarrollo, eran los centros de
recepción y exportación de productos, y el nivel comercial inglés era superior al de
cualquier país de Europa. El puerto de Londres adquirió una importancia superior a la de
épocas pasadas, pero junto a él surgieron a lo largo del país otros puertos importantes:
Bristol, Manchester, Liverpool, Plymouth...
Si el comercio era una actividad fundamental podemos ver también cómo se
desarrolló la marina mercante, con barcos cada vez más grandes y de mayor tonelaje. La
aplicación de la máquina de vapor a la navegación, realizada por Fulton a partir de 1807,
supone una verdadera revolución en el transporte marítimo, por primera vez un barco no
tendrá que depender de las velas y podrá navegar incluso contra corriente.
Todas estas infraestructuras redundarán en beneficio de la economía, conectaban
centros mineros con fábricas, puertos con mercados... pero el mundo de los transportes se
vería totalmente revolucionado con la aparición a partir de 1825 del ferrocarril, que
supone la aplicación de la máquina de vapor (de la cual ya hablaremos) a una vagoneta
sobre raíles de hierro. La red ferroviaria inglesa será, con diferencia, de las más densas de
Europa, aportando al país un medio de comunicación, cómodo, barato y con gran
capacidad de carga.
El panorama de los transportes en Inglaterra no podía ser más halagüeño y el país
consiguió, entre otras cosas, la creación de un mercado nacional integrado en el que cada
región o ciudad produjera los productos para los cuáles estaba preparada, como vemos
estamos muy lejos de la economía autárquica del Antiguo Régimen.

e) Los bancos y el sistema financiero.

Ya adelantábamos que en Inglaterra se va a producir una importante acumulación


de capitales debido a los beneficios de la agricultura y a los de un rico comercio. Estos

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capitales serán básicos para la adquisición de maquinaria, clave en la industrialización.
Desde el siglo XVII existe el Banco de Inglaterra, que será clave en la financiación de
operaciones llevadas a cabo por compañías estatales. A partir de mediados del XVIII
proliferaron las instituciones bancarias de carácter familiar o local que incluso acuñaban
billetes, eso duró hasta que el banco central inglés monopolizó la emisión de billetes y la
hizo corresponder con las reservas de oro de que disponía. A partir de la década de los
treinta del siglo pasado, y gracias al ferrocarril, surge la financiación actual, los capitales
de pequeños ahorradores se utilizan para la financiación de grandes proyectos ferroviarios
a través de la compra de acciones.

f) Las nuevas fuentes de energía.

Para concluir con las causas de la revolución industrial en Inglaterra nos


centraremos en las fuentes de energía que revolucionaron la producción, hablaremos en
primer lugar de la hulla y más tarde de la máquina de vapor.

La hulla. En Inglaterra para uso doméstico no se usaba la madera sino la hulla, un


carbón de alto poder calorífico y que era muy abundante. Esta hulla se usará más tarde para
fundir hierrro y en otras aplicaciones. Pero para fundir el hierro había un problema, la hulla
tiene componentes sulfurosos y fosfóricos que vuelven el hierro quebradizo, sería en una
fecha tan temprana como el 1709 cuando Abraham Darby consiguió fundir hierro con
hulla sometiendo a ésta a un proceso de calcinación que eliminaba sus impurezas, así la
hulla se transformó en coque, carbón apto para la fundición del hierro colado, este invento
no se difundió hasta la segunda mitad del siglo
XVIII. Otra innovación importante fue conectar a los hornos inyección de aire que elevaba
su temperatura y así se podían utilizar otros tipos de hulla de peor calidad.
La máquina de vapor utilizó hulla desde sus orígenes, no presentaba ningún
problema en ninguna de sus tres aplicaciones principales: bombas elevadoras de agua en
las minas, generadores de fuerza motriz para la maquinaria industrial (máquina de Watt),
en las locomotoras de ferrocarriles y en los barcos de vapor.

El vapor. Antes de la Revolución Industrial la única manera inanimada de producir


energía era aprovechar la fuerza del viento (molinos) o del agua que tenía aplicaciones en
la industria textil y metalúrgica. Los inconvenientes eran muchos. La corriente de agua
podía secarse o desbordarse y el viento podía dejar de soplar. Los saltos de agua
determinaban la localización a veces en sitios de difícil acceso. Por último la potencia que
generaban era muy débil.
Con todo esto acabó la máquina de vapor que se convirtió en una fuente autónoma
de gran potencia. Tras numerosos experimentos anteriores, el escocés James Watt
perfecciona la máquina de vapor y la convierte en el verdadero motor de la Revolución
Industrial. Muy resumidamente diremos que el funcionamento de ésta se basaba en
calentar a altas temperaturas una caldera de agua, el vapor del agua movía un émbolo y
varios engranajes que producían un movimiento alternativo, al transformar ese movimiento
alternativo en rotatorio consiguió que se puediese aplicar a las máquinas y así éstas
pudieran moverse sin la fuerza humana. Al aplicar la máquina de vapor al movimiento de
máquinas industriales, éstas ya no tenían que depender de la fuerza del viento o de los ríos
y se podían situar en las ciudades. La difusión de la máquina de Watt sería rápida, sobre
todo a partir de 1800 que caducaron sus patentes.
La máquina de vapor fue aplicada también al mundo del transporte con máquinas
cada vez más grandes y potentes, en 1807 el americano Robert Fulton la aplicó a la

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navegación en el navío Clermont que hizo el trayecto entre Nueva York y Albany, con ello
demostraba la rentabilidad de la navegación a vapor y abría todo un mundo de
posibilidades. Richard Trevithick fue el primero que construyó la primera locomotora de
vapor en 1804 y en 1808 el primer ferrocarril de pasajeros, aunque sería Stephenson el que
desarrollaría y perfeccionaría el sistema

2. El desarrollo de la Revolución Industrial en Inglaterra.


Hasta ahora hemos visto las causas que contribuyen al despegue industrial inglés
o las bases sobre las que se asienta, ahora nos centraremos en los dos sectores industriales
más importantes: la industria textil del algodón y la industria siderúrgica, además, por su
importancia y trascendencia hablaremos también del desarrollo del ferrocarril.

a) La industria del algodón.

Los orígenes.
Tradicionalmente dentro de la industria textil ha sido la lanera la más importante en
Gran Bretaña desde la Edad Media, pero desde finales del siglo XVII va adquirir una cierta
relevancia la industria del algodón, algodón procedente de las colonias (Egipto, India o
América) y que se elaboraba en Inglaterra, la moda del algodón se extendió también por
toda Europa. En 1770 la industria del algodón seguía siendo de escasa relevancia, debido al
desajuste entre oferta y demanda y al acabado basto y rudimentario del producto; hacía
falta un cambio tecnológico para atraer al mercado mejorando la calidad del producto y
abaratando su precio.

Fases en el proceso de elaboración de un tejido de algodón.


Para la elaboración del algodón se realizaban tres procesos, el primero era el
cardado, es decir, peinar el algodón y librarlo de impurezas; el segundo era el hilado, el
algodón en bruto se trasformaba en hilo; y tercero el tejido, es decir, entretejer los hilos.
Estos procesos se hacían de forma manual hasta que en 1748 Lewis Paul inventa la
cardadora y en 1760 se generaliza la lanzadera volante de John Kay que duplicaba el
rendimiento del telar manual. Gran Bretaña redujo en la India la elaboración y el tejido de
algodón (era una competencia para su producción), y al dejar de llegar a Europa el algodón
indio elaborado, aumentó la demanda de este producto, la industria inglesa tenía que
responder a ese aumento de la demanda con la creación de nuevas máquinas.

La mecanización.
En 1764 James Hargreaves ideó la hiladora de husos múltiples o spining-jenny, la
producción de hilo se multiplicaba por 6 o por 24, según el número de husos (podían llegar
a 120), además, ya no hacían falta cinco hombres para ese proceso, un solo hombre
controlaba la elaboración de los hilos; el único defecto es que los hilos que producían eran
débiles e irregulares y sólo servían para la urdimbre del tejido y no para la trama. El
siguiente paso en la mecanización fue la hiladora continua o water-frame de Richard
Arkwright en 1769, esta hiladora suponía dos ventajas con respecto a la anterior: el hilo
era resistente y servía tanto para la urdimbre como para la trama, y no era impulsada
manualmente como la anterior sino por la corriente de agua o la máquina de vapor. Por
último Samuel Cropton en 1779 inventó la hiladora intermitente denominada
popularmente mula porque era una mezcla de las dos anteriores, además de hilar torcía el
hilo y variando la velocidad de los rodillos, de los husos y del carro móvil producía hilos
de muy diversos tipos. Con estas tres máquinas el proceso de hilado se revolucionó y la

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producción de hilo se multiplicó, pero el proceso de tejido seguía siendo manual. Esto se
solucionó cuando Edmund Cartwright inventó en 1787 el telar mecánico, debido a
algunos defectos de la nueva máquina esta se difundió muy lentamente hasta su
perfeccionamiento en 1830 cuando sustituyó definitivamente al telar manual.
Además de la mecanización en los procesos de cardado, hilado y tejido, también
hubo una revolución en el teñido y acabado, esto favoreció el desarrollo de la química
industrial.

Las consecuencias de la mecanización.


El algodón sustituyó definitivamente a la lana como principal materia textil, esto se
produjo de manera definitiva hacia 1812, en esa fecha se cree que sólo en el hilado del
algodón trabajaban unos 100.000 obreros y la exportación del producto significaba el 40%
de las exportaciones británicas frente a la lana que sólo alcanzaba el 18%.
Otra consecuencia importante es que el proceso abarató considerablemente el
producto e Inglaterra ofrecía el precio más barato y competitivo del continente y productos
de mayor calidad. Los beneficios empresariales fueron grandísimos, no así el salario de los
trabajadores.
La elaboración de tejidos de algodón se concentró geográficamente en el
Lancashire y sobre todo en las ciudades de Liverpool y Manchester.

b) La industria siderúrgica.

En el siglo XVIII para fundir el hierrro se utilizaba la leña, pero ésta era escasa y de
poco poder calorífico, la solución se encontró al utilizar la hulla que, a través del
procedimiento de Darby, se transformaba en coque. Pero seguía existiendo el problema de
las impurezas del hierro (contenía grandes cantidades de carbono y azufre) que generaba
un metal poco resistente, ésta dificultad inicial se eliminó gracia a Henry Cort que en
1784 inventó un método que se llamaba de pudelado y laminación, y consistía en calentar
el hierro en un horno a altas temperaturas hasta convertirlo en una masa pastosa, se
removía luego con unas grandes barras de acero que hacían salir a la superficie el carbono
y el azufre, eso era el pudelado; venía luego el laminado por el cual el hierro se
transformaba en barras al hacerse pasar por un rodillo de laminación. El hierro resultante
era de una gran resistencia.
Un hecho trascendental fue la utilización de la máquina de vapor en la siderurgia
inglesa, ésta ahorro mucho tiempo y dinero en la producción; para poner un ejemplo
diremos que un martillo de vapor daba 150 golpes por minuto y que la laminadora de Cort,
movida por una máquina de vapor, podía elaborar quince toneladas de hierro en barras, en
el mismo tiempo que antes se requería para una sola.
Con el abaratamiento de la producción de hierro se modificó la oferta siderúrgica y
aumentó la producción. El incremento de la producción de hierro aumentará de forma
espectacular con la llegada del ferrocarril que demanda grandes cantidades de hierro. Otras
aplicaciones de este metal serán: para la elaboración de herramientas, máquinas
industriales, en la navegación, en la industria armamentística...
En Inglaterra se va a producir una concentración geográfica cerca de las minas de
carbón, las dos regiones siderúrgicas por excelencia estaban en los Middlands con centro
en Birmigham y en el sur en el País de Gales con los puertos de Bristol y Cardiff; otras
áreas secundarias se localizarían en Escocia.

c) El desarrollo del ferrocarril.

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Siglos antes de la Rev. Ind. se utilizaba en las minas inglesas un sistema para
transportar el mineral consistente en vagonetas que se desplazaban sobre raíles de madera,
la madera fue sustituida más tarde por el hierro, mucho más resistente, estas vagonetas
eran arrastradas por caballerías. Desde 1760 se planteó la posibilidad de aplicar la máquina
de vapor a las vagonetas, Watt se negó en redondo, y sólo cuando en 1800 caducaron sus
patentes se pudo avanzar en la aplicación, y fue Richard Trevithick en 1804 el primero
que realizó la aplicación con éxito al transporte de pasajeros, una locomotora arrastraba
cinco vagones con 70 personas y 10 toneladas de carga a 8 kilómetros por hora. El invento
fue perfeccionado en 1814 por George Stephenson con una locomotora más potente al
aumentar la corriente de aire sobre la caldera, arrastraba 70 toneladas a 10 km por hora. El
ferrocarril empezó a interesar a los empresarios que decidieron invertir en su construcción,
la primera línea férrea se inauguró en 1825 entre la ciudad minera de Stockton y el puerto
de Darlington, de 39 km. El 15 de septiembre de 1830 se inauguró la línea Manchester-
Liverpool, la rentabilidad y superioridad del ferrocarril con respecto a canales y carreteras
estaba demostrada, esta fecha marca el despegue de la red ferroviaria inglesa.
A partir de esta fecha la expansión del ferrocarril no se produjo de forma gradual
sino según el capital que se invertía en el negocio, capital que acudía de forma irregular
pero que arrojaba grandes beneficios.
El ferrocarril reactivó otros sectores productivos, tanto agrarios como industriales,
sobre todo en los sectores pesados como el carbón y el hierro. El carbón era la fuente de
energía que movía las calderas de las locomotoras, y el hierro forjado la base para la
construcción de los raíles, y más si tenemos en cuenta que los raíles al principio se
cambiaban cada 10 años; por eso la construcción ferroviaria supuso un fuerte estímulo para
la industria siderúrgica.
En el aspecto financiero el ferrocarril demandaba un gran volumen de capitales para
su financiación, esto hizo que el sistema financiero inglés se transformara y aparecieran las
sociedades por acciones que se compraban y vendían en la bolsa, aparecieron bancos más
modernos y fuertes y desaparecieron muchos de los bancos locales, la rentabilidad segura
de la inversión así lo requería.
El desarrollo del ferrocarril también supuso la ampliación del mercado de trabajo y
dio ocupación a un gran número de trabajadores.

3. Consecuencias sociales y económicas de la primera Revolución


Industrial.
Las consecuencias de la primera Rev. Ind. fueron trascendentales en todos los
aspectos. Desde el punto de vista económico todos los sectores productivos se
transformaron y la producción creció en un 90%, el liberalismo económico (mentalidad
capitalista) se va a imponer como doctrina económica. Desde el punto de vista político la
burguesía, que tiene el poder económico, aspira a conseguir el poder político necesario a
través de revoluciones políticas y a establecer regímenes burgueses, liberalismo político.
Pero en lo social las transformaciones no van a ser menos importantes, desaparece la
sociedad estamental, que será sustituida por la sociedad de clases, otra forma de
desigualdad, la clase dominante estará integrada por los burgueses y la dominada por la
clase trabajadora explotada por aquellos, de esta desigualdad surgirá entre la clase obrera el
rechazo a su situación y a la larga el surgimiento de nuevas ideologías que cuestionan la
sociedad burguesa: marxismo y anarquismo principalmente.

a) Las consecuencias económicas.

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La revolución de la producción.
Es la consecuencia más evidente desde el punto de vista económico, al
transformarse las formas de producción así como los sectores productivos se multiplicó la
producción, esto, junto con el desarrollo de los transportes y el comercio, hizo que los
productos llegaran a todos los lugares y se crearan mercados nacionales e internacionales
en los que cada área se especializó en la producción de un determinado producto, es decir,
la economía se hizo más global.

La organización del trabajo.


En cuanto a la forma de organizar el trabajo se pasó del trabajo manual en el taller
al trabajo en las fábricas; las diferencias desde el punto de vista social entre el artesano y el
obrero eran abismales, el artesano podía ser dueño de los medios de producción (taller,
herramientas...) pero el obrero de la fábrica era sólo un asalariado.

Del mundo rural al urbano.


Sería otra transformación importante, la agricultura, principal sector económico en
el Antiguo Régimen, va a ceder paso a la industria y al comercio. La mecanización del
campo liberará un gran número de población que se desplazará a las ciudades donde se
encuentra la industria (principal sector) y el campo iniciará una lenta pero progresiva
despoblación (éxodo rural).

El aumento del nivel de vida.


Aunque la sociedad seguía siendo desigual, las condiciones de vida de la mayoría
de la población se vieron mejoradas con el aumento de la producción, de momento el
hambre ya no era un problema, la elaboración de productos con máquinas aumento el
número de estos, su cantidad, su calidad y abarató los precios. El desarrollo del transporte
puso a disposición de los usuarios unas posibilidades de desplazamiento hasta entonces
inéditas. Con lo dicho anteriormente no queremos decir que toda la población se viera
favorecida por la Rev. Ind. de la misma manera, todo lo contrario, seguían existiendo
pobres viviendo en condiciones precarias, pero si lo comparamos con la situación en el
Antiguo Régimen veremos como el cambio es sustancial.

El aumento de la población.
El impacto combinado de los beneficios de la revolución agrícola y la industrial
generan un aumento espectacular de la población, tal y como hemos comprobado. Este
crecimiento se ve reforzado también por los avances en materia médica y sanitaria que a lo
largo del XIX serían importantes. En este ambiente y basándose en el comportamiento de
la población hubo teóricos como Robert Malthus que por primera vez lanzaron la voz de
alarma sobre la superpoblación del planeta al describir que la población crece de una
manera mucho más rápida que los recursos.

b) Las consecuencias sociales.

Vamos a ver ahora las consecuencias negativas de la Rev. Ind.

La aparición de la sociedad de clases.


Desde el punto de vista social los triunfos de la Rev. Ind. no han sido tan rotundos
como en lo económico. La burguesía que es el grupo social dominante desde el punto de
vista económico, cuando consigue el poder político (ya vimos que en Inglaterra lo tenía)
aprueba leyes que le van a favorecer, basándose en los principios del liberalismo

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económico: jornada laboral de hasta 14 horas, trabajo legal de mujeres y niños por la mitad
del salario... El obrero industrial pagará un alto precio por la industrialización y hará un
enorme esfuerzo por sobrevivir en condiciones de vida tan penosas. Cuando el obrero tome
consciencia de su terrible explotación se empezarán a formar movimientos de protesta que
desembocarán en la creación de sindicatos, prohibidos la mayoría de las veces por la
burguesía gobernante, y más tarde de movimientos políticos, que reclaman una concepción
del mundo mucho más justa, o abiertamente la conquista del poder. En resumen la sociedad
se encuentra polarizada en dos clases sociales irreconciliables que sustituyen a la antigua
división estamental: la clase dominante con la burguesía (patronos) a la cabeza, y la clase
dominada o trabajadora que luchará por cambiar sus condiciones de vida y aspirará, a la
larga, a destruir el poder político o a conquistarlo.

Las condiciones de vida de los obreros.


Basándose en las ideas del liberalismo económico capitalista (máximo beneficio al
menor coste posible) los patronos para conseguir ganancias van a recortar gastos de todos
sitios, pero principalmente a costa del horario de trabajo de los obreros y de su salario.
La jornada laboral era de sol a sol, pero con la luz de gas desde principios del siglo
XIX se podía prolongar todavía más (se llegó a la jornada de 18 horas; el trabajo diario era
tremendamente duro y agotador, sobre todo en las minas, y las condiciones higiénicas y de
seguridad eran nulas, era frecuente ver a obreros inválidos, con afecciones respiratorias y
tuberculosis. En la industria textil la humedad necesaria para que no se rompieran los hilos
era asfixiante y degeneraba en enfermedades respiratorias y pulmonares. Por si fuera poco
no existían fiestas y, como el objetivo era producir más y a menor coste, los domingos
también se trabajaba, no se descansaba casi ningún día al año. Si el obrero estaba enfermo
y no podía trabajar ese día no cobraba.
Al llegar a casa el panorama era desolador, con un salario ridículo no se podía
pretender otra cosa que la supervivencia, pero si existían enfermedades éstas se llevaban el
salario de la familia ya que no existía seguridad social. El hambre no era infrecuente y esto
obligaba a situaciones dramáticas de prostitución, robo... Las casas eran caras y, a menudo,
toda la familia podía vivir hacinada en una misma habitación, no siendo raros los casos de
relaciones sexuales incestuosas.
Pero el panorama no se quedaba ahí. Con la mecanización se podían usar niños para
mover las máquinas, esto generó una explotación atroz de la infancia, al principio con
apoyo del Gobierno, aunque más tarde fuera ilegal no por ello se dejaba de hacer. El sueldo
de un niño era la mitad o menos que el de un hombre y su horario de trabajo legalmente era
como máximo de 14 horas, pero era normal llegar a las 18. Las mujeres también sufrieron
la explotación en unas condiciones parecidas a las de los niños, siendo frecuentes los
abusos sexuales por parte de los capataces. Las mujeres y los niños tenían prohibido
trabajar en las minas, pero al patrono le resultaba rentable y era frecuente que realizaran
trabajos propios de esclavos; si llegaba una inspección eran ocultadas por los capataces.

4. Los inicios del movimiento obrero.

Ante la explotación tan tremenda que soportó el obrero, mayor en unos lugares que
en otros, éste tomo conciencia de su situación y empezó a organizarse para reclamar
mejoras laborales y aumento de sueldo, esto topó con la burguesía que desde el poder,
muchas veces, declaró ilegales estas organizaciones o legisló simplemente que los
alborotadores podían ser fusilados o encarcelados. Veamos las primeras etapas de esta
lucha que continuaremos en el tema siguiente.

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a) El movimiento luddita (de finales del XVIII a 1824).

Se desarrolló desde finales del siglo XVIII hasta el año 1824. Debe su nombre a un
obrero inglés llamado Lud que inició la protesta quemando las máquinas de la industria
textil en Leicestershire, ludismo es sinómimo de mecanoclastia, de destrucción de las
máquinas.
Desde finales del siglo XVIII hay algunos tímidos intentos de asociaciones de
obreros que fueron legalizadas por el gobierno británico y que pedían mejoras laborales. La
bajada de salarios y la agitación social hizo recapacitar al Gobierno y aprobó en 1799 las
Combination Laws por las que se prohibían las asociaciones obreras. Con las asociaciones
ilegalizadas, los obreros reaccionaron con la quema de máquinas, sobre todo a partir de
1810, la respuesta del Gobierno fue la pena de muerte para los culpables. La máquina es el
símbolo de la eliminación de los puestos de trabajo para el obrero.

b) Los primeros sindicatos: las Trade Unions (1824-1835).

Los obreros británicos en 1824 consiguieron que el Gobierno derogara las


Combination Laws y permitiera la existencia de los primeros sindicatos, éstos se
organizaban por oficios y reclamaban exclusivamente mejoras laborales, así surgió el
primer sindicato, las Trade Unions, con líderes como Doherthy y Owen. Owen intentó
crear un sindicato de toda la clase obrera con la intención de que pacíficamente
conquistara el poder, sus propósitos eran muy idealistas (ya hablaremos de él en el
siguiente tema). El año 1834 fue trascendental, gracias a los esfuerzos de Doherthy y Owen
se realizó la primera huelga general para pedir la jornada de ocho horas diarias, el
Gobierno se vio obligado a conceder la jornada de 13 horas, pero a partir de ese momento
iba a reprimir a los obreros y a prohibir que un sindicato fuera para todo tipo de obreros,
tenían que ser por oficios (así la burguesía dividía a los obreros). En 1835 este movimiento
perdió fuerza al ser encarcelados sus líderes.

c) El Cartismo (1835-1848).

En esta nueva etapa los obreros se dan cuenta de que si no se cambia el sistema
político las reformas son imposibles, empieza entonces a pedir reformas políticas. Se
dieron tres tendencias principales.
a) Tendencia reformista. Su objetivo fundamental era pedir el sufragio universal,
sólo votaban las personas con un número determinado de ingresos (sufragio censitario).
Sus peticiones se materializaron en 1838 en una carta que dirigieron al Parlamento
solicitando el sufragio universal, de esa carta procede el nombre del movimiento cartista.
b) Tendencia revolucionaria. Estuvo dirigida por O´Brien que se considera un pre-
marxista. Promovía como medidas de presión de los obreros contra los patronos la huelga
general o la revuelta armada.
c) Tendencia preanarquista. Tuvo como líderes a O´Connor y a Stephens,
propugnaba el abandono de las fábricas y la vuelta al campo tras la destrucción de estas.

El único logro importante de todos estos movimientos de esta etapa (1835-1848) es


conseguir la jornada laboral de 10 horas diarias.

5. El desarrollo del movimiento obrero

En el apartado anterior ya explicábamos cuáles eran las condiciones de vida en que

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vivían los obreros en Inglaterra, y como reacción a su explotación surgieron ciertos
movimientos de protesta contra esa situación: el movimiento Luddita, las Trade Unions y
el Cartismo. En esta parte hablaremos ya de la consolidación del movimiento obrero, pero
este movimiento no es homogéneo ya que aparecen varias tendencias distintas, son esas
tendencias lo que vamos a estudiar.
En esta segunda parte del tema hablaremos del socialismo utópico que era una
forma idealista de entender la sociedad e imposible de llevar a cabo; nos adentraremos más
tarde en la obra de Marx y el marxismo que estarían llamados a tener una gran
trascendencia tras el triunfo de la Revolución Rusa en 1917, su objetivo es que el
proletariado conquiste el poder político; por último hablaremos del anarquismo que es un
movimiento menos coherente que el anterior y que pretende acabar con el poder político y
recurre, con frecuencia al terrorismo como herramienta.

5.1. El socialismo utópico.


5.1.1. Definición.

El socialismo utópico va a ser un intento por parte de una serie de ideólogos, de los
que más tarde hablaremos, de encontrar soluciones ideales a los problemas reales de los
obreros. Las soluciones o son ingenuas o se basan en una creencia ilimitada en la bondad
del hombre y en concreto de los patronos, y a menudo van a chocar con la realidad. La
palabra utopía equivale a una cosa ideal o casi imposible de realizar, y ya de entrada
podemos decir que ese fue el resultado de este movimiento. En general los socialistas
utópicos pretenden cambiar la sociedad para solucionar los defectos del mundo de su
tiempo.

5.1.2. Los principales pensadores.

Charles Fourier (1772-1837).


Siente una gran aversión hacia la gran empresa capitalista, lugar deshumanizado y
donde el obrero es tratado casi como un esclavo, en su lugar proyecta un mundo diferente,
una asociación de cooperativas de trabajadores a las que dio el nombre de falansterio. El
falansterio sería la nueva organización que sustituye a la fábrica y que integra de una
forma armónica el lugar de trabajo y de residencia de los obreros, se organiza en torno a él
toda la vida de los obreros y de sus familias que serían trabajadores y consumidores. En
esta organización todos realizaban las distintas funciones sin ningún tipo de subordinación
y la mujer aparecía en pie de igualdad con el hombre y realizando las mismas actividades.
Desde el punto de vista práctico en pocos sitios se llegó a edificar un falansterio,
edificio diseñado por Fourier y que a grandes rasgos se parecía a un palacio barroco
francés. Fourier pretendía que su modelo se extendiera por todo el mundo y el mundo se
convertiría en una confederación de estas comunas o unidades libres, cada cierto tiempo se
reunirían los delegados de todas para tratar asuntos de interés general: la construcción de
infraestructuras... En ese nuevo mundo no habría nacionalidades, ni fronteras, ni guerras, y
los intercambios comerciales atenderían el interés general.
Evidentemente las ideas de Fourier estaban dotadas de una gran carga idealista y no
triunfaron, entre otras cosas porque la burguesía no consideraba rentable invertir en
edificios que no reportaban beneficios y que sólo generaban la mejora de las condiciones
de los obreros, cosas que no se consideraban rentables.

Robert Owen (1771-1858).


Va a desarrollar su labor en Inglaterra (hemos estudiado ya su labor en las Trade

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Unions). Casado con la hija de un empresario se estableció por su cuenta y engrandeció su
empresa, con lo cual estamos hablando de un hombre que desde el lado de los patronos
defiende los derechos de los obreros. Piensa que la felicidad debe ser el principio supremo
al que pueden aspirar los hombres y entre ellos los obreros, debido a eso va a invertir gran
parte de su capital en mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores. Gracias a su
intervención el Gobierno dictó leyes contra el trabajo de los niños. Entre sus ideas utópicas
destaca la creación de “aldeas de cooperación” que fueron asociaciones de hombres,
mujeres y niños de 500 a 2000 personas que se instalarían en terrenos de 400 a 600
hectáreas, en esas aldeas no existirían salarios y los beneficios serían repartidos entre todos
de forma igualitaria. Se trasladó más tarde a Estados Unidos donde fundó otra comunidad
similar llamada New Harmony, pero tras varios años fracasaría por la rivalidad entre los
colonos. Sus ideas influirían en el mundo obrero y en parte de la burguesía, pero, eran
demasiado utópicas para poder desarrollarse.

Saint-Simon (1760-1825).
Es un pensador más realista que Fourier. Comprendió la gran importancia del
fenómeno industrial, dentro del cual incluía a la agricultura. La idea básica era lograr la
productividad y los objetivos de la sociedad que él proponía estarían subordinados a esa
idea de productividad, pero para que esto funcionase debían desaparecer todos los ociosos
que no aportan nada a la producción y viven a costa del trabajo de otros y, además,
propietarios y trabajadores se igualarían en derechos ante el fin supremo de la producción.
La gestión de la producción sería gestionada por los más capaces elegidos por la voluntad
general. Esto equivalía a defender la común planificación de la sociedad industrial. Saint-
Simon condena la explotación del hombre por el hombre, la frase es suya.

Luis Blanc (1811-1882).


Van a influir sobre él los dos autores anteriores y él se va a dedicar a formular su
teoría sobre el derecho al trabajo y la organización del mismo. Estas ideas fueron básicas
en los meses de febrero a junio de 1848 en París. Su principio fundamental sería “a cada
cual según sus necesidades y a cada cual según sus facultades” serían la base de su libro
La organización del trabajo publicado en 1841. Considera además que el Estado es la
única entidad capaz de garantizar esta máxima, sus ideas serían incorporadas a las
doctrinas socialistas posteriores.

Etienne Cabet (1798-1856).


Poco a poco el movimiento obrero se fue desprendiendo de la carga idealista de los
utópicos para optar por soluciones más realistas a su situación, no obstante, todavía en
1848 Cabet escribió su Viaje a Icaria una obra inspirada en la Utopía de Tomás Moro,
escrita en el siglo XVI. Además se embarcó con un grupo de icarios para fundar una
colonia al otro lado del Atlántico. El que para crear un mundo justo haya que irse a sitios
lejanos no deja de ser un contrasentido, los obreros apuestan por la revolución en el
entorno en que viven, transformando la sociedad existente.

5.2. El Marxismo.

Hasta ahora hemos visto los movimientos y asociaciones obreras que se dieron
antes de la revolución de 1848; y también hemos analizado tanto el origen de estos
movimientos en Inglaterra (Trade Unions, Cartismo...) como los intentos ideales del
socialismo utópico que se desarrolla a principios del XIX.
A partir de ahora vamos a analizar los movimientos obreros que se desarrollan y

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consolidan después de esa fecha, en la que se puso de manifiesto la separación y el
antagonismo entre la burguesía y el proletariado. En el apartado actual trataremos del
socialismo científico o marxismo y en el siguiente del anarquismo, dos formas
contrapuestas de analizar la sociedad y la liberación de la clase trabajadora.
Para situarnos en el contexto histórico analizaremos muy brevemente el entorno
histórico en el que se desarrolló el socialismo científico, más conocido como marxismo.
La sociedad europea ha evolucionado notablemente desde el punto de vista
económico, se ha consolidado y extendido la I Rev. Ind. y en el último tercio del XIX se
inicia la II. Las condiciones de vida del obrero no han mejorado sustancialmente y en
algunos casos sus derechos han disminuido; fruto de esas condiciones sociales el obrero va
tomando conciencia de su pertenencia a una clase social explotada y de su deber de unirse
para acabar con esta situación.
Por si fuera poco la revolución del 48, que aúpa al poder a la media y baja
burguesía y al liberalismo democrático, demuestra el poder de los obreros al convertirse
sus reivindicaciones sociales en una parte importante de los programas burgueses,
programas que serán olvidados una vez que la burguesía consiga el poder político.
Evidentemente, se han dado grandes pasos: sufragio universal, soberanía popular,
proclamación de la República en Francia... pero también se ha producido la consolidación
del poder burgués y la marginación de los movimientos sociales y de la ideología obrera.
La experiencia les demuestra que no pueden contar con la burguesía y que ellos por sí
mismos, organizados, son los únicos que pueden transformar una sociedad injusta.
Es precisamente en este año 1848 cuando Marx y Engels escriben el Manifiesto
Comunista obra de la que arranca el socialismo científico y que se completaría con otras
como El Capital para conformar el marxismo.

5.2.1. El socialismo científico o marxismo.

De todos los pensadores sociales es Marx el de más honda trascendencia. Sus


ideas darán lugar al marxismo, doctrina política obrera de gran importancia posterior y que
ha recibido nombres diferentes: marxismo, socialismo, comunismo... Los principios que
Marx enunció han estado vigentes en muchos países casi hasta nuestros días, hasta la caída
de los regímenes comunistas, todavía hoy sus ideas son la base de algunos estados que se
declaran marxistas, aunque tal vez de forma anacrónica (Cuba, Corea del Norte, China).
Antes de adentrarnos en las ideas fundamentales de Marx hemos de subrayar la dificultad
para interpretar sus obras ya que, a menudo, expone ideas de forma ambigua, con varias
lecturas. Tenemos que remarcar también que Marx no sólo aporta una visión política y
social de la vida sino que también crea una corriente filosófica para analizar la realidad, y,
por último, elabora una manera particular de analizar la Historia que tendrá también una
gran importancia.

5.2.2. La concepción marxista de la Historia: el materialismo histórico y la lucha de


clases.

Para Marx el verdadero motor de la Historia es la economía, ésta es calificada


como infraestructura y está siempre en tensión con la ideología política y jurídica, a la que
llama superestructura. De tal forma que un cambio económico conlleva un cambio
necesario de la política y de las leyes que ordenan una sociedad, es decir, conlleva otra

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superestructura. También un cambio político generaría un cambio económico, pero el peso
de la economía prevalece sobre el de la política, la ideología o la mentalidad.

a) Los modos de producción.


Modo de producción, es la relación que se establece entre los trabajadores (los que
no poseen los medios de producción) y los que poseen los medios de producción como
capital, máquinas... y esta relación determina el sistema político, social y económico.
Para Marx la Historia comienza en contacto con la Naturaleza, de la que depende
el hombre.
La base para la explicación de cualquier fenómeno histórico es la producción
económica de esa época y la estructura social derivada de ella. Según Marx los distintos
estadios de la Historia se llaman modos de producción, de la vida errante de las
sociedades primitivas se pasó al modo de producción esclavista, las tensiones y
contradicciones de este sistema, entre ellas la oposición de los esclavos, originaron el
siguiente modo de producción: el feudalismo. La crisis del feudalismo, debida a sus
contradicciones internas, generó un nuevo modo de producción, el último, el capitalismo.

b) La lucha de clases.
A la idea de modo de producción hay que añadir la de clases sociales, para Marx
existen en todos los modos de producción dos clases sociales, una dominante, que tiene
todos los medios de producción y el poder político, y otra dominada o trabajadora que
lucha por su liberación; estas dos clases están permanentemente enfrentadas y es esa
lucha de clases el motor que mueve la Historia y la que determina la sustitución de un
modo de producción por otro. La clase dominante, que había impulsado el modo de
producción, cae víctima de sus propias tensiones internas y contradicciones, para ceder el
puesto a una clase desposeída y que va a tomar en sus manos el nuevo modo de
producción. En cierto modo, la clase dominante se autoaniquila, pero no de una manera
rápida automática; sin la actividad revolucionaria de la clase emergente no habría
destrucción total de la clase hasta entonces poseedora, y la Historia se estancaría. Por
ejemplo, el modo de producción esclavista entró en crisis debido a la lucha entre los
esclavos y los dueños de los medios de producción, también influyeron las
transformaciones económicas. El modo de producción feudal cayó por la lucha de los
siervos contra sus dominadores. Por último, Marx se encuentra en el modo de producción
capitalista, la burguesía es la clase dominante, cuenta con los medios de producción
(capital, máquinas...) y tiene el poder político; por el contrario el proletariado es la clase
dominada y debe luchar por su emancipación, por su liberación.
La Historia, dice Marx en el Manifiesto Comunista, es una lucha entre opresores y
oprimidos; esta lucha es la palanca que acaba con el modo de producción capitalista y a
esta lucha es a lo que domina materialismo histórico.

5.2.3. La situación del obrero en el modo de producción capitalista.

a) La alienación del obrero.

Ya hemos visto que en el modo de producción capitalista la burguesía es la clase


dominante, tiene el poder político y económico. Político porque está en el poder tras la
Revolución de 1848 y económico porque es la dueña del capital y de los medios de
producción. Por el contrario el obrero constituye la clase dominada, está alienado, es casi
un objeto, cuando el trabajador vende en el mercado su fuerza de trabajo el producto deja

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de pertenecerle, algo que aunque sea frecuente es antinatural, es lo que se llama la
explotación del hombre por el hombre. El obrero lleva una vida deshumanizada y se
convierte en un accesorio más junto a la máquina.

b) La plusvalía.
El proletario, además, tiene unas condiciones de vida lamentables debido a que el
salario que cobra es sólo una parte del que le corresponde, esta diferencia entre lo que
cobra y lo que le corresponde se llama plusvalía y es la clave para el enriquecimiento de la
burguesía.

En esta situación el proletariado debe tomar conciencia de clase explotada y acabar


con esta situación, pero la solución no es negociar con la burguesía que siempre engaña, ni
las alternativas ideales de los socialistas utópicos e incluso del anarquismo, ni que el
Estado garantice medidas sociales, la solución es imitar a la burguesía y que los obreros
conquisten el poder a través de una revolución.

5.2.4. Los fines: la revolución obrera y la dictadura del proletariado.

a) La revolución del proletariado.


Frente a la situación de explotación en la que vive el proletariado Marx propone
como hemos visto la revolución, una revolución con contenido social y político y la última
de las revoluciones por ser la definitiva. Para esa revolución, sobre cuyo desarrollo no
precisa mucho Marx, sólo debe existir un protagonista: el proletariado, el hombre alienado.
Pero ante la lucha de los obreros la burguesía puede reaccionar de dos maneras, o bien
inicia la represión, con lo cual los obreros se reafirman en su conciencia de clase; o bien da
concesiones sociales y políticas, esto será un engaño para apaciguar a los obreros y debe
ser rechazado. De todas formas el movimiento obrero no debe eludir ni la labor
parlamentaria ni la acción electoral. También debe distinguir entre sus posibles aliados
(demócratas, republicanos...) pero no someterse a ellos sino llevar los obreros la dirección
de la revolución, no dejarse embaucar por aliados provisionales.
El pensamiento de Karl Marx se opone al nacionalismo, ideología burguesa, y es
internacionalista, los obreros de todo el mundo son hermanos pero no preconiza, como
algunos pretenden, que la revolución debe estallar en todos los países a la vez, sería
imposible. En su antinacionalismo llegó a decir Marx que los obreros no tienen patria y no
deben participar en las guerras imperialistas para dominar otros pueblos ya que eso sería
hacerle el juego a la burguesía.

b) La dictadura del proletariado.


Una vez que el proletariado se haya hecho con el poder político debe mantenerse de
forma transitoria el Estado hasta eliminar a sus oponentes y desmontar los restos del modo
de producción capitalista, ya que es imposible pasar de la noche a la mañana del modo de
producción capitalista a la sociedad comunista, este Estado se llamará dictadura del
proletariado y en él se garantizará la igualdad entre todos los hombres, la colectivización
de los bienes de producción con la supresión de la propiedad privada, el hombre no estará
alienado y desaparecerán las clases sociales.
Lo que no dicen ni Marx ni Engels es cuánto tiempo durará esta dictadura del
proletariado; tampoco precisan quién estará en el poder, si un partido obrero (parece ser
que Marx se decanta por esta opción), si dirigentes elegidos... así mismo, no habla de si se
garantizarán o no las libertades o si el ejercicio de ese poder será arbitrario... siempre
dijeron que eso se vería cuando llegara el momento.

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c) El fin del Estado y la sociedad comunista.
Una vez que esa dictadura del proletariado haya cumplido sus objetivos el Estado
deberá desaparecer, se habrá logrado la igualdad entre todos, la sociedad comunista. Pero
la desaparición del Estado no quiere decir que reine la anarquía, debe subsistirse por un
“Poder público”, sólo que ese poder público habrá perdido su carácter político, de todas
formas tanto Marx como Engels se muestran muy ambiguos al definir cómo será ese poder
y qué funciones del antiguo Estado conservará.
Un interrogante que plantea la disolución del Estado es saber si se ha llegado al fin
de la Historia, si la Historia evoluciona por la lucha de clases y estas han desaparecido con
la dictadura del proletariado, lo lógico sería pensar que la Historia ha terminado, sobre este
punto también Marx se muestra impreciso y todo lo que digamos es una suposición.

Por último, diremos que las ideas de Marx tendrán un gran peso en la formación de
partidos obreros y que sus seguidores serán muchos. Algunos de ellos, en una época
posterior, revisarán sus ideas, así Bernstein, ya a principios del siglo XX juzgará que es
más realista colaborar con el poder burgués para mejorar las condiciones de vida de los
obreros que conquistar el poder político, algo imposible.

5.3. El anarquismo.
Frente al socialismo marxista representado por Marx y Engels surge otro
movimiento que tendría una gran importancia y trascendencia: el anarquismo. Anarquismo
es un término utilizado por primera vez en 1840 por Proudhon y viene del griego “anarcos”
que significa sin dueño, sin gobernante, es pues una nueva doctrina obrera que al igual que
el marxismo tiene como objetivo la liberación de la clase trabajadora. Pero las diferencias
entre los dos movimientos son enormes y las rivalidades también.
La doctrina anarquista está cargada de idealismo y en muchos aspectos guarda
relación o paralelismos con el socialismo utópico que veíamos anteriormente, aunque el
anarquismo tendrá más peso y trascendencia. Dará respuestas a un gran número de
trabajadores desesperados que se sentirán atraídos por su ideología revolucionaria.
El anarquismo va a adquirir un gran desarrollo en países de base agraria quizá
porque rechaza el desarrollo industrial y mira hacia el campo donde el hombre se mueve en
su medio natural. Tendrá una gran importancia hasta el primer tercio del siglo XX.

Una característica suya es que no aspira a fundar un partido político y se organizará


en sindicatos.

5.3.1. Panorama general del anarquismo.

El anarquismo tiene una carga intelectual más débil y está mucho menos
estructurado que el marxismo. Más que una doctrina coherente y homogénea es un
conjunto de ideas, algunas de ellas contradictorias, con un objetivo común: acabar con el
Estado causa del capitalismo y de todos los males que afectan a los trabajadores. La forma
de actuar contra el Estado y la autoridad en general es muy variopinta, va desde el
pacifismo hasta el terrorismo como forma de acción. Desde el punto de vista religioso se
mueven desde el ateísmo de algunos de sus componentes hasta la aceptación de cultos, lo
que sí subrayan todos es el ataque a la Iglesia que al igual que el Estado y el Ejército son
garantes de una sociedad desigual.
Debido a lo anteriormente expuesto consideramos más útil hablar de las ideas de

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cada pensador que hacer un desarrollo de conjunto de la doctrina anarquista, señalando en
cada caso las aportaciones de cada autor a la ideología anarquista.

5.3.2. Los teóricos del anarquismo.

a) Pierre-Joseph Proudhon (1809-1864).


Se le considera el padre del anarquismo. El término anarquismo apareció por
primera vez en 1840 en su libro “¿Qué es la propiedad?” en el que llega a decir que la
propiedad es un robo ya que mantiene la desigualdad entre los propietarios y los no
propietarios y la subordinación y dependencia de los segundos con respecto a los primeros.
Llegado a este punto hay que matizar la idea, no condena totalmente la propiedad privada,
como parece evidente, sino sus abusos capitalistas. Dicho con otras palabras, la burguesía
era la propietaria y las clases trabajadoras son los no propietarios, dueños exclusivamente
de su fuerza de trabajo, la tensión entre las dos clases era inevitable pero la burguesía
contaba con el poder del Estado que garantizaba el orden y la situación de privilegio y a la
vez imposibilitaba que los trabajadores se hicieran dueños de sus destinos. En definitiva, el
Estado generaba al capitalismo y, por tanto, las desigualdades, por eso es él el enemigo a
batir, el Estado debe desaparecer.
De la misma manera Proudhon rechazaba la participación en el juego parlamentario
ya que bajo la máscara de aparente igualdad los grupos sociales con más medios partirán
de una situación de privilegio, tienen más medios para la propaganda electoral, controlan
los resortes del poder, hacen alianzas con el Ejército y la Iglesia para mantener la
situación... La verdadera democracia debe de nacer de una sociedad nueva en la que todos
los hombres sean realmente iguales.
Frente a esta crítica negativa del papel del Estado Proudhon propone alternativas,
para él una vez desaparecido el Estado sería sustituido por una nueva sociedad
caracterizada por la ausencia de todo gobierno entendido en un sentido clásico.
Desde año 1858 las críticas de Proudhon al Estado fueron más moderadas y se
dirigieron más hacia el centralismo del Estado, es en esta época cuando propone una de sus
ideas básicas, el federalismo. Este federalismo implicaba la autonomía de regiones y
provincias, éstas, a su vez, se formarían por la libre unión de la célula básica de producción
que es la comuna, la unión de esas comunas formarían la provincia, la región... y cada
comuna organizaría la educación, la policía... los representantes de esas comunas serían
elegidos por sufragio universal masculino y femenino y las comunas tendrían capacidad
para asociarse libremente con otras para formas provincias, regiones, naciones... pero
siendo libre cada comuna para abandonar la asociación.
Otra idea de Proudhon es el mutualismo que viene a ser algo así como la
solidaridad social entre todos los trabajadores que forman la comuna.
b) Mijail Bakunin (1814-1876).
Es discípulo y amigo de Proudhon y es él el que va a formular de manera más
sólida los principios del anarquismo, ahondando en algunas ideas ya esbozadas por
Proudhon y apartándose de otras.
Su vida.
La vida de Bakunin es apasionante, abandona la carrera militar en el ejército ruso y
se va a Berlín donde estudia a Fichte y Hegel. En el 1848 está en Praga y es apresado por
los austriacos que le mandan a Rusia, allí es desterrado a Siberia, huye y se instala en
Londres, Italia, Lyon y Ginebra. Serán famosos sus choques con Marx y la rivalidad entre
las dos corrientes obreras.
Sus ideas éticas y morales: el ataque a la Iglesia.
Entre sus escritos hemos de señalar una vertiente moral que se basa en la aspiración

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a la libertad completa del individuo (sólo soy verdaderamente libre, cuando todos los seres
humanos que me rodean, hombres y mujeres, son igualmente libres). Se declara también un
ateo radical, rechaza la Iglesia como institución ya que colabora con el Estado y con la
burguesía, pero acepta la libertad de cultos en la sociedad. Para él tendrá mucha
importancia la educación popular, la cultura es el verdadero motor de la sociedad y la
herramienta básica para el cambio social; basándose en estas ideas muchos anarquistas
hicieron su apostolado político enseñando a leer y escribir a las masas analfabetas.
Sus ideas políticas.
Desde el punto de vista político propugna como Proudhon la eliminación del
Estado, ya que es el instrumento de la opresión, y de los ejércitos que serían innecesarios
una vez que hubiera desaparecido el Estado. Siguiendo a Proudhon profundiza en sus dos
ideas de federalismo y mutualismo como base de las comunas, células de la nueva
sociedad, pero a diferencia del padre del anarquismo él sí está claramente en contra de la
propiedad privada y de la herencia, propone, pues, la propiedad colectiva de los bienes de
producción, pero no de los frutos obtenidos (a cada cual según su trabajo), subrayando que
son los trabajadores los que tienen que controlar la economía. Además está en contra de los
partidos políticos ya que estos pretenden conquistar el Estado y lo que hay que hacer es
destruirlo, el anarquismo más tarde se organizará en sindicatos (anarcosindicalismo) pero
no en partidos políticos como los marxistas.
Los métodos para desarrollar la revolución.
La consecución de todos estos objetivos exigía la lucha revolucionaria contra el
Estado, incluyendo entre esos medios la guerra civil y el terrorismo, esa lucha no debía
llevar a la conquista del poder sino a su destrucción. Justifica la violencia para conseguir
los objetivos de destruir el Estado y la sociedad burguesa, pero un fallo en su teoría es que
esos ataques no responden a una estrategia coherente y organizada, son normalmente
atentados caóticos con el único efecto de desestabilizar el Estado.
Una idea importante es que Bakunin considera que la revolución se producirá en el
campo y no entre los obreros industriales, de hecho su ideología se extendió más por países
de base agraria como España, Italia, Rusia.
c) Otros teóricos anarquistas.
Otros teóricos importantes fueron: el inglés Willian Godwin, el alemán Steiner, el
príncipe Koprotkin, el geógrafo Eliseo Reclus, Dumartheeray, Paul Brousse... y serán
partidarios de colectivizar no sólo los bienes de producción (herramientas) sino también los
frutos, para ellos es imposible en una economía desarrollada determinar cuánto ha
producido cada trabajador. Con respecto a la forma de actuar también hay divergencias,
unos prefieren pasos paulatinos y se les considera pacifistas, como el escritor ruso Tolstoi y
Godwin, otros propugnan abiertamente el terrorismo al que denominan propaganda de
hecho.

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