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ENSAYO

Depresión y Ansiedad
desde la teoría del Self

Por: Claudia Isabel Obregón Nieto

San Luis Potosí, S.L.P.


Mayo de 2019
Resumen.
En el presente ensayo se plantea la visión de la teoría del Self, buscando cómo a partir de
ésta se explica la conducta o los pensamientos depresivos y ansiosos de una persona; para
ello se hace el planteamiento desde la revisión realizada al texto de Jean-Marie Robine
(1998), y algunos otros referentes teóricos. Se visualiza así la concepción del Self desde la
Terapia Gestalt, llevándonos a verlo como el proceso de contacto que el organismo hace
con lo novedoso de tal manera que logre diseñar para sí ajustes creadores; para ello se
tratará de identificar, dentro de las modalidades concretas del funcionamiento del Self lo
que ocurre para que se gesten las conductas o pensamientos depresivos y ansiosos que
puede experimentar una persona.

Palabras clave.
Terapia Gestalt; Teoría del Self; Depresión; Ansiedad; Ajuste creativo, Contacto
Organismo/Entorno.

Introducción.
La Terapia Gestalt, fue fundada por Fritz Perls a inicios de los años 40´s, poco después de
la segunda guerra mundial, bajo la influencia de diferentes personalidades, siendo en el año
de 1951 cuando finalmente se conformaron las bases de su teoría, en aras de mirar al
individuo como un ser necesariamente dirigido hacia el contacto y viviéndose en el
presente, de tal manera que el principal propósito de la Terapia Gestalt es “atender a otro
ser humano en tal forma que le permita ser lo que realmente es <<con fundamento en el
poder que lo constituye>>, según la frase de Kierkegaard” (Baumgardner, P., 1994, p.19).

Para la Gestalt, desde la mirada humanística existencial, la materia prima siempre


será la experiencia, por lo tanto, el terapeuta Gestalt tiene como tarea principal tratar de
entender al otro, tratar de entender la experiencia del paciente, ya que el ser humano a lo
largo de su vida construye las Gestalten basadas en sus propias percepciones a partir de sus
vivencias, generando así emociones y sensaciones que se deben integrar a la experiencia,
causando en múltiples ocasiones angustia, siendo ésta el motor del cambio. Así pues, la
experiencia construye y co-construye en relación con otros ya que se está en la búsqueda de
ajustes creativos.

Pero ¿qué pasa cuando no se logra el cambio de los ajustes creativos de acuerdo a
las nuevas necesidades que se le presentan a un individuo, sino que antes bien se siguen
empleando los mismos, alejándose de las novedades? Comúnmente se desarrollan las
neurosis, las conductas o pensamientos, entre otros, depresivos y ansiosos. El ser humano
existe gracias a la interacción entre el cuerpo K, representado por lo biológico, y el cuerpo
L, donde se encuentra la experiencia, éste último tiende al crecimiento a partir de los
contactos novedosos por lo que requiere estar en el ciclo del contacto y co-construir su
experiencia viviendo bajo los ajustes creativos que ha adoptado para poder hacerlo.
¿Cómo se explica la conducta y/o pensamientos depresivos y ansiosos de una persona
por medio de teoría del Self?

Hablar del ser humano implica hacerlo desde diferentes aristas; lo tangible, dentro de la
estructura biológica, permite la existencia y subsistencia del hombre, sin embargo no es lo
único que lo sostiene, más allá de la fisiología se encuentra la estructura psíquica, ésta que
hace la diferencia entre cada individuo. Para la Terapia Gestalt “la naturaleza humana
procede tanto de factores fisiológicos y animales como de factores sociales y culturales”
(Robine, J. M., 1998, pp. 27-28), por lo que es importante establecer contacto con el
entorno para constituir relaciones que permitan la incorporación del sujeto en la sociedad,
de tal forma que se requiere hablar del entorno pues como señala dicho autor “no hay
organismo sin entorno” (p. 28), concibiendo al campo como la definición de un organismo,
mimo que es capaz de autorregularse.

Una vez sabido que es en el contacto donde se conecta el organismo con el entorno,
produciendo experiencias, se requiere identificar lo que la frontera de contacto significa, y
en este sentido se puede decir que ésta es la parte esencial de lo que atiende la terapia
Gestalt, debido a que es ahí donde se producen los fenómenos de la frontera-contacto, es
ahí donde se requiere que el organismo logre identificar los ajustes creativos que le
permitan seguir avanzando, alcanzando así la autorregulación. Sin embargo, no es tan
sencillo, ya que para llegar a dicha autorregulación, la persona debe pasar por diferentes
momentos dentro del ciclo de esa frontera del contacto a lo largo del espacio-tiempo, según
Perls (1976) para que se satisfagan las necesidades, la persona “tiene que ser capaz de sentir
lo que necesita y debe saber cómo manejarse a sí mismo y a su ambiente”. (p.23)

Hasta este punto se puede observar que para que el ser humano sea capaz de
autorregularse y encontrar un equilibrio, debe, a partir de sus experiencias, hacerse de
ajustes creativos, los cuales le ayuden a satisfacer sus necesidades; interactuar en el entorno
permite el cumulo de experiencias y en base a ello podríamos pensar que incrementa el
conocimiento de novedades haciendo que sea más fácil crear nuevas soluciones a lo que se
vive, más no siempre resulta de esa manera, los ajustes creativos no siempre son novedosos
o simplemente no se actualizan, la persona ha aprendido a vivir con tal o tales ajustes
creativos respondiendo al mundo como sabe hacerlo aunque no sea necesariamente la mejor
de las alternativas.

En la vida suelen ocurrir lo que Robine (1998) llama Situaciones Urgentes, éstas
son propias de reconocer a partir de las situaciones complejas o difíciles a las que se
enfrenta una persona, y cuando señalo “se enfrenta” pongo en énfasis que está haciendo uso
de ajustes creativos para solventar tal situación, en ocasiones estos podrán ser adecuados
para la persona, restableciendo con ellos su autorregulación, en algunas otras permitirán el
bienestar de manera inmediata, más no necesariamente será el ajuste que requerirá emplear
para enfrentar otras situaciones semejantes. Para ello ser conciente de sí mismo y sus
propias necesidades así como recursos le permitirían poder innovar, “Locke inventa la
noción de conciencia para decir que en el mundo, uno no simplemente vive o actúa; se es
conciente de uno mismo viviendo y actuando” (Páramo, P., 2008, p. 544) Dentro de la
terapia Gestal la conciencia es representada por el darse cuenta.

Estar en una situación de contacto es estar frente a un ajuste creativo entre el


organismo y el entorno (Robine, 1998) cuando se deja de ser creativo la conducta se vuelve
neurótica y se pueden presentar alteraciones en el pensamiento trayendo consigo conductas
depresivas y/o ansiosas pues los recursos creativos se encuentran en stand by, la persona se
encuentra estancada en el ciclo del contacto, el cual está dividido en cuatro momentos:
precontacto, toma de contacto, contacto y poscontacto; Goodman señala que la energía del
organismo se manifiesta a lo largo del espacio- tiempo lo cual se ve reflejado en el ciclo del
contacto, si la persona interrumpe la energía durante la toma de contacto, se presenta la
retroflexión y no hay movimiento, por lo tanto la persona no actúa, no se mueve.

Es importante señalar que si la energía se interrumpe en el último momento del


ciclo del contacto, es decir, en el poscontacto, el bloqueo lleva a la confluencia, en este
sentido, la persona permanece en el contacto pero no lo suelta por lo que no puede pasar al
poscontacto, haciendo que el individuo continúe rumiando la situación, sin llegar a la
asimilación produciéndose pensamientos o conductas ansiosas e incluso depresivas, sin
embargo, ello sigue siendo un ajuste creativo, la manera que dicho ser tiene para enfrentar
la situación de contacto.

Lo anterior expuesto nos lleva a hablar de la importancia del ajuste creativo, éste
como parte esencial del Self, término que ha sido empleado de diferente manera según la
teoría psicológica que lo acoja, para unos se asume “como un ente autónomo, motor de
nuestras acciones, o como resultado de nuestras interacciones con el ambiente”. (Páramo,
P., 2008, p. 544); para la Teoría Gestalt el Self es “el conjunto de las funciones necesaria
para la realización del ajuste creativo […] El self es el proceso de contacto en acción, el
proceso del organismo contactando con la novedad y realizando los ajustes creativos
necesarios”. (Robine, J. M., 1998, p. 51)

El Self está conformado por tres funciones donde se pone de manifiesto el ajuste
creativo, y son la función-esto, la función-personalidad y la función-yo; estas funciones
están íntimamente relacionadas con la secuencia del contacto en sus cuatro fases, señaladas
con antelación. El Self se comporta de diferente manera según donde esté a lo largo del
tiempo; de esta manera se puede determinar que en el precontacto se comporta desde la
función ello donde se manifiesta lo orgánico, lo que tiene que ver con el cuerpo K como
tener hambre, sueño o sed. En este sentido el terapeuta habrá de trabajar con la función ello
la toma de conciencia de lo que emerge de su cuerpo K, de esta manera lo trasporta a la
sensibilización, es decir la vivencia real como se esta presentando.

Por otro lado, durante la toma de contacto el Self se comporta desde la función-
personalidad, en este sentido se trata del cuerpo L, donde se expresa lo que la persona
considera que es o quien es; saber esto ayuda a la persona a reconocer de qué manera poder
satisfacer sus necesidades. Una vez que el individuo logró identificar cómo satisfacer sus
necesidades, el Self se va a manifestar desde la función-yo, llevándolo a emprender la
acción para satisfacer tal necesidad ya que se produce la identificación y la alienación que
le permitirán llevar a cabo la elección; una vez lograda la satisfacción se da el poscontacto
volviendo a la función-personalidad. Más no siempre ocurre de esta manera, puede haber
interrupciones dentro del ciclo de contacto, que si bien algunas son sanas, otras tienden a
producir conductas neuróticas, pues como señala Robine J. M. (1999):

Si consideramos la experiencia del Hombre como fundamentalmente singular ya


que abarca el conjunto de las operaciones de contacto que vinculan al Hombre y a
su mundo, el estudio de las disfunciones de su experiencia pondrá en evidencia
cómo esta experiencia puede dejar de ser singular y presentar una serie de flexiones
que vienen a modificar o interrumpir el continuum de un contacto autorregulado.
(p. 119)

De tal forma que muchas veces puede emerger del cuerpo K algo que la persona no
permite que emerja debido a un introyecto causando un bloqueo en la energía; es entonces
cuando se presentan perturbaciones en el Self. Cuando la perturbación se pone de
manifiesto en la función-personalidad, la persona se encuentra distorsionada de su realidad,
pensando que es alguien que realmente no es. “Cada perturbación de la función-
personalidad intervendrá en las elecciones que efectuemos mediante la función-yo. La
neurosis se manifestará de alguna manera a través de perturbaciones de la función-
personalidad, de representaciones erróneas del <<quién soy>>” (Robine, J.M., 1998, pp.
58-59) Asímismo, cuando la perturbación se encuentra en la función-esto, la función-yo se
encuentra afectada impidiendo la búsqueda de novedades conformándose con volver a
repetir los ajustes creativos que una vez empleó de manera satisfactoria pero que, fuera del
contexto donde ocurrió así, han perdido efectividad.

Si bien a lo largo de este ensayo se ha visto la importancia de que se lleve a buen


término el ciclo de contacto para lograr ajustes creativos novedosos e igualmente se ha
hecho alusión a las consecuencias de que esto no se dé así, es a partir de este punto donde
se denotará con mayor precisión la respuesta a la pregunta que guía este trabajo, cómo
explicar, desde la teoría del Self, la conducta y/o pensamientos depresivos y ansiosos de
una persona; esto debido a que la pérdida de la función-yo genera fenómenos
disfuncionales, los cuales pueden dar paso a tales conductas y/o pensamientos.
Los fenómenos a los cuales hago referencia no necesariamente son disfuncionales,
pero cuando llegan a serlo son propulsores de neurosis y conductas o pensamientos como la
depresión y la ansiedad. Estos son: la confluencia, en ésta cuando se interrumpe la
construcción de la Gestalt impide que surja una figura en la fase de precontacto y por
consecuencia todo quedará en el fondo; la introyección, al no ser adecuada representa lo
que la persona se ha tragado del exterior, y no lo nutre, al contrario, solo le estorba en la
manifestación de su yo real; la proyección no permite que la persona se haga responsable
de sí misma, ya que los pensamientos, sensaciones y/o emociones que le pertenecen los
deposita en otros; finalmente la retroflexión es donde la persona promueve para sí
conductas o pensamientos que inicialmente proveería al entorno sin embargo no es capaz
de hacerlo por lo que se regresa a sí mismo de manera destructiva.

Si los fenómenos antes citados tienen un curso adecuado se permitirá el surgimiento


de una figura la cual causará una excitación, dicha excitación es la fuente de energía que el
ser humano necesita para moverse. Robine, J.M., (1999) señala que…

La excitación se mantiene y se acrecienta a lo largo de la secuencia del contacto.


Pero, por diferentes razones, esta excitación puede ser inhibida, o aun bloqueada, y
entonces es angustia. La angustia es la manifestación de una excitación bloqueada,
resultado de la interrupción de la excitación del crecimiento creativo. (p.22)

La conducta ansiosa es esa angustia provocada de la falta de excitación o bien del


exceso de esta como ocurre en la introyección, ya que en ésta se rompe el contacto con el
mundo real del individuo pues toma para sí lo que otro le ha dado para identificarlo como
propio, lo asume como parte de su existencia y “sustituye su propio deseo por el deseo del
otro” (Robine, J.M., 1998, p.65) dicha situación genera una excitación que puede resultar
ansiógena, como señala Robine, provocando la perdida de la función-yo. Si en el ciclo del
contacto se interrumpe alguna de las fases o una de ellas no cuenta con el soporte adecuado,
se hace evidente la angustia, esta angustia se ve reflejada en los pensamientos o en la
conducta ansiosa impidiendo identificar del entorno las novedades que puede emplear a
través de ajustes creativos.

En palabras de Robine, J.M. (1999) “La identificación y alienación restringen


progresivamente el campo de las posibilidades, pero este ir hacia puede despertar ansiedad
o angustia” (p. 139), por lo tanto lo que estaba destinado para ser vertido en el entorno se
vuelve contra la persona que lo emite, se presenta una retroflexión. Esta ansiedad puede
también manifestarse en conducta depresiva, llevando incluso hacia el suicidio. Según
Tayson y Miller (2003) la Teoría de la Gestalt señala que “la persona neurótica manipula,
tanto a sí mismo como a su entorno y a los demás, más que experimentar y reconocer sus
necesidades de una manera directa” (p. 2), por lo que en la conducta depresiva la persona
tiende a ser incapaz de autorregularse ya que no puede entrar en contacto con el entorno
dificultándosele o auto-impidiéndose el uso de la energía, no consigue ver maneras
creativas de relacionarse positivamente con el entorno. Para la persona depresiva es
necesario que los demás le atiendan sin embargo él no logra o no busca autoayudarse pues
no es capaz de movilizar su energía.

Conclusión.
La vida del ser humano está organizada en aspectos fisiológicos y socioculturales, para
poder tener un equilibrio se requiere hacer uso de la energía que emana de la fusión de
ambos aspectos, de tal manera que surge el contacto organismo/entorno poniendo de
manifiesto el paso de diferentes fases donde interviene de manera inherente el Self, cuyas
funciones representan la estabilidad y/o inestabilidad emocional de la persona.

La conducta o los pensamientos tanto de ansiedad como de depresión son


desarrollados a lo largo del andar del ser humano, estos se forman a partir del
estancamiento de la energía que lo mueve, pues aunque la angustia representa de cierta
forma ese motor que le permite llegar a tomar contacto con el entorno, puede no llegar a ser
empleada de manera tal sino al contrario, se auto-impide ver los recursos novedosos que
existen a su alrededor, conformándose con repetir los mismos ajustes creadores que le
fueron útiles, que conoce de tiempo atrás resultándole en determinado momento
funcionales, pero que con el paso del tiempo han dejado de serlo, su Self se encuentra
obstruido.

El terapeuta, al hacer intervención bajo la mirada de la Terapia Gestalt tiene como


responsabilidad entender al otro a partir de conocer su experiencia y co-construir con éste
su capacidad de establecer contactos organismo/entorno que le lleven a reconocer ajustes
creativos novedosos de tal manera que bajo este escenario logre pasar por cada una de las
funciones del Self llegando adecuadamente a la función-yo a partir de reconocer la
identificación y la alienación que requiere para la toma de decisiones justas para su
estabilidad y energía en el contacto con el entorno.

Referencias.

Baumgardner, P. (1994). Terapia Gestalt Fritz Perls Teoría y Práctica. Una interpretación.
Quinta reimpresión. México: Árbol editorial.

Páramo, P. (2008). La construcción psicosocial de la identidad y del self. Revista


Latinoamericana de Psicología. Vol 40 (3) 539-550

Perls, Fritz (1976). El enfoque gestáltico. Testimonios de terapia. Cuatro Vientos Editorial.
Chile.
Robine, J. M. (1999). Contacto & Relación en Psicoterapia: Reflexiones sobre terapia
Gestalt. 2ª Edición. Santiago de Chile:Cuatro Vientos.

Robine, J. M. (1998). Terapia Gestalt. Gaia Ediciones. Madrid España

Tayson, G. M. y Miller Range, L. (2003) La depresión: comparación entre la Gestalt y otros


puntos de vista. The Gestalt Journal, 4 (1), 1-6.

Otros:
Apuntes tomados en la clase de Teoría Gestalt de la Personalidad, dirigida por el Dr. Carlos
Ricardo Esteve Gutiérrez.

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