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Los

aforismos del Ayurveda


es editado por
EDICIONES LEA S.A.
Av. Dorrego 330 C1414CJQ. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
E-mail: info@edicioneslea.com / Web: www.edicioneslea.com

ISBN 978-987-718-123-4

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Prohibida su reproducción total o parcial, así como su almacenamiento
electrónico o mecánico.
Todos los derechos reservados. © 2014 Ediciones Lea S.A.

María de Ezcurra
mariaayurveda@yahoo.com.ar
Facebook: Ayurveda Maria de Ezcurra

Fabián Ciarlotti
ayurvedaciarlotti@gmail.com
Facebook:AyurvedaCiarlotti

www.maimonides.edu
PALABRAS INICIALES

Tengo el placer de compartir la creación de este libro con


una gran amiga y médica Ayurveda: María de Ezcurra,
graduada en Ayurveda de la Universidad Maimónides
(AUM) y luego también en la India (Dev Sanskriti
University). María es médica clínica y ejerció varios años
como médica de emergencias antes de conocer y dedicarse al
Ayurveda, filosofía que ama y le apasiona, según sus propias
palabras.
El término “aforismo” (del griego “definir”) es una
declaración u oración concisa que pretende expresar un
principio de una manera sucinta y coherente. Los aforismos
son llaves; irrumpen y resuenan con y en nosotros a cada
instante. Despliegan una serie de pensamientos que abren
nuevas puertas. Aunque con algunas sutilezas de diferencia,
a los aforismos se los puede llamar también “proverbios”,
“máximas”, “apotegmas”, “dichos”, “refranes”, “sentencias”
o sutras, término sánscrito que denota un método de
enseñanza antiguo y quiere decir “hilo” o “hebra”. Miles de
años antes de Cristo muy pocos sabían escribir o leer, no
había papeles y no había tinta. Las enseñanzas del Yoga, del
Ayurveda, de la Vedanta y de muchas otras filosofías
orientales se hacían en base a aforismos, máximas o sutras.
Cada capítulo es iniciado y comentado con una gran
verdad védica, una máxima sentencia, atemporal, eterna, la
cual es llamada mahavakya (“gran verdad”) o directamente
mahasutra. Luego seleccionamos sutras o aforismos acorde a
ese mahasutra de inicio (hay una buena cantidad de
aforismos entre védicos y no védicos, actuales y antiguos,
tuyos, nuestros y de todos).
Nuestra idea, era hacer un libro corto que dejara alguna
información en cada frase, algo que pensar; que sea híper
compacto, pero que a la vez sirva como disparador y se
complete con aquello que le despierte a cada lector.
Este libro es informativo pero, dependiendo de la voluntad
(atención e intención) de cada uno de nosotros, puede llegar
a ser formativo. Un solo aforismo tiene el poder de
transformar si resuena con nosotros. Los aforismos pueden
abrir puertas, pero depende de cada uno cambiar y seguir
otro camino.
Cada juego tiene sus reglas, si no es imposible jugar. La
vida es un juego y leer los aforismos también lo es; conforme
a esto, leer los aforismos tiene sus reglas, van tres de ellas:
1. Para leer un aforismo hay que bajar considerablemente
la velocidad de lectura, no leer todos juntos.

2. Leer uno y esperar; levantar la vista, cerrar los ojos,


sentirlo, moverlo, pensarlo.

3. Leer en voz alta (o comentarlo), así también lo estamos


escuchando y entra por otra vía.

La importancia de los aforismos es no sólo lo explícito,


sino lo que está oculto en ellos, que lleva a cada persona a un
viaje distinto.
Los comentarios, aforismos, y todo este libro, es una
humilde selección de aquellos que más nos llegaron y que
compartimos con alegría, amor y algo de ciencia.
Vamos entonces por ellos.
Fabián Ciarlotti
AFORISMOS SOBRE “ESO”

TAT TVAM ASI

Tat tvam asi, significa “tú eres eso”. “Eso” o “Aquello” es,
en otras palabras, Brahman, Dios o la fuente universal de
todo ser que se expande, se manifiesta, produce y es origen
de todas las cosas, las cuales están en él como lo finito en lo
infinito, pero no como una parte de él, pues lo infinito no
tiene partes.
Para estas filosofías védicas, a Dios no se lo puede definir.
No se puede definir lo ilimitado con lo limitado de nuestra
mente. Ellos llegan a Dios a través de la negación o neti neti:
no tiene forma, no tiene nombre, no tiene atributos, no es
esto, no es lo otro. Cuando todo es negado (neti neti) lo que
queda es el Ser, cuando el Ser es negado, lo que queda sigue
siendo el Ser. Al ser expresado en esta forma, todas las
definiciones de lo que es Dios o Brahman son erróneas.
Lo que nosotros vemos que sucede en el mundo es una
proyección hecha por nosotros (conocida como vikshepa).
Así, acorde a nuestra mente, sólo vemos violencia y quejas o
total hermosura y servicio. “La muerte es un cambio como
otros, que pertenece al cuerpo y a la mente pero no al
espíritu. La persona sabia no es víctima de la ilusión de que
ella es cuerpo, Arjuna. Ésta es sólo una ilusión del Ego”, le
dice Krishna a Arjuna en la Bhagavad Gita.
Eso es identificarse con el cuerpo y con la mente. La
mente agrega pasado y futuro, agrega tiempo y muerte (kala
es una palabra sánscrita que denota ambas: “muerte” y
“tiempo”).
Dijo Wittgenstein: “La vida eterna pertenece a aquellos
que viven el presente”. Lo único eterno es el ahora, este
momento sin pensar. Entendemos como eternidad un
tiempo muy largo, años que se extienden al infinito pero ese
es un error, lo eterno no es un tiempo perpetuo, sino un sin
tiempo, o sea es el momento presente.
Tú eres “eso”; ¿qué es eso?
Eso está más allá del tiempo, es vivir el presente. El
presente se siente, en él se está, se es conciente y se es eterno.
Nos apegamos al pasado y nos ilusionamos con mañanas.
Cuando desparece la mente, desaparece el tiempo y su
hermana, la muerte.
La memoria es pasado, tiempo petrificado que nos
condiciona. Aunque no vemos el pasado ni lo podemos
tocar, lo podemos recordar gracias a la memoria. Si no la
tuviéramos, ¿existiría el tiempo?
Si uno lee esto sin la mente, lo entiende; si lo lee a través
de la mente encontrará sus propias explicaciones, que no
tienen nada que ver con lo escrito. La mente siempre esta en
el pasado o en el futuro, pero es imposible que esté en el
presente, ¿como se puede pensar en el presente? Ya es
pasado.
La mente son los pensamientos; cada vez que pensamos
agregamos tiempo y, por lo tanto, nos acercamos a la
muerte. Si no pensamos, ¿dónde está la muerte? Tener
miedo de morir implica tener miedo de vivir. El riesgo y la
incertidumbre son parte de la vida.
Para los Vedas, al identificarnos con el cuerpo o con la
mente sufrimos pensando en la muerte, pues sabemos que
ambos dejarán de existir ante su llegada. Si uno se identifica
con el cuerpo o con la mente cree que va a fallecer, y esto
produce angustia o temor; en cambio, si se identifica con “tu
eres eso”, entiende que sólo cambia a otro estado. Todo es
circular, una rueda, un chakra. El fin no es la muerte, sino
un cambio de forma o condición de la energía.
El silencio es un ayuno mental.

El espacio cambia la historia.

En la realidad cuántica no existe la materia ni el


tiempo, ergo nuestro cuerpo cuántico no envejece
nunca.

De nada somos dueños; somos dueños de un


sueño.

No vemos las cosas como son, sino como somos.

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