Discipulado de La Catedral

Discipulado: La Catedral
Nivel I: VIDA RADICAL
Pastor Max Monje

Edición: Ser Salas
DISCIPULADO LA CATEDRAL - NIVEL I: VIDA RADICAL PASTOR MAX MONJE
1 Juan 1 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Introducción
1 Les anunciamos al que existe desde el principio, [a] a quien hemos visto y oído.
Lo vimos con nuestros propios ojos y lo tocamos con nuestras propias manos.
Él es la Palabra de vida. 2 Él, quien es la vida misma, nos fue revelado, y
nosotros lo vimos; y ahora testificamos y anunciamos a ustedes que él es la
vida eterna. Estaba con el Padre, y luego nos fue revelado. 3 Les anunciamos lo
que nosotros mismos hemos visto y oído, para que ustedes tengan comunión
con nosotros; y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo,
Jesucristo. 4 Escribimos estas cosas para que ustedes puedan participar
plenamente de nuestra alegría.[b]
Vivamos en la luz
5
Este es el mensaje que oímos de Jesús[c] y que ahora les declaramos a ustedes:
Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad. 6 Por lo tanto, mentimos si
afirmamos que tenemos comunión con Dios pero seguimos viviendo en
oscuridad espiritual; no estamos practicando la verdad. 7 Si vivimos en la luz, así
como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión unos con otros, y la
sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado.
8
Si afirmamos que no tenemos pecado, lo único que hacemos es engañarnos a
nosotros mismos y no vivimos en la verdad; 9 pero si confesamos nuestros

pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y
limpiarnos de toda maldad. 10

Si afirmamos que no hemos pecado, llamamos a
Dios mentiroso y demostramos que no hay lugar para su palabra en nuestro
corazón.
2 Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si
alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es
Jesucristo, el que es verdaderamente justo. 2 Él mismo es el sacrificio que
pagó[a] por nuestros pecados, y no solo los nuestros sino también los de todo el
mundo.
3
Podemos estar seguros de que conocemos a Dios si obedecemos sus
mandamientos. 4 Si alguien afirma: «Yo conozco a Dios», pero no obedece los
mandamientos de Dios, es un mentiroso y no vive en la verdad; 5 pero los que
obedecen la palabra de Dios demuestran verdaderamente cuánto lo aman. Así
es como sabemos que vivimos en él. 6 Los que dicen que viven en Dios deben
vivir como Jesús vivió.
Un mandamiento nuevo
7
Queridos amigos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino más bien uno
antiguo que han tenido desde el principio. Ese mandamiento antiguo —ámense
unos a otros— es el mismo mensaje que oyeron antes. 8 Sin embargo, también
es un mandamiento nuevo. Jesús vivió la verdad de este mandamiento, y

ustedes también la viven. Pues la oscuridad está desapareciendo, y ya brilla la
luz verdadera.
9
Si alguien afirma: «Vivo en la luz», pero odia a otro creyente, [b] esa persona
aún vive en la oscuridad. 10

El que ama a otro creyente[c] vive en la luz y no hace
que otros tropiecen; 11

pero el que odia a otro creyente todavía vive y camina en
la oscuridad. No sabe por dónde ir, pues la oscuridad lo ha cegado.
12
Les escribo a ustedes, que son hijos de Dios,
porque sus pecados han sido perdonados por medio de Jesús. [d]
13
Les escribo a ustedes, los que son maduros en la fe,[e]
porque conocen a Cristo, quien existe desde el principio.
Les escribo a ustedes, los que son jóvenes en la fe,
porque han ganado la batalla contra el maligno.
14
Les he escrito a ustedes, que son hijos de Dios,
porque conocen al Padre.
Les he escrito a ustedes, los que son maduros en la fe,
porque conocen a Cristo, quien existe desde el principio.
Les he escrito a ustedes, los que son jóvenes en la fe,
porque son fuertes;
la palabra de Dios vive en sus corazones,
y han ganado la batalla contra el maligno.

No amen a este mundo
15
No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece, porque cuando aman al
mundo no tienen el amor del Padre en ustedes. 16

Pues el mundo solo ofrece un
intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y
el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino
que viene del mundo;17 y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente
tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre.
Cuidado con los anticristos
18
Queridos hijos, llegó la última hora. Ustedes han oído que el Anticristo viene, y
ya han surgido muchos anticristos. Por eso sabemos que la última hora ha
llegado. 19
Esas personas salieron de nuestras iglesias, pero en realidad nunca
fueron parte de nosotros; de haber sido así, se habrían quedado con nosotros.
Al irse demostraron que no eran parte de nosotros.
20
Pero ustedes no son así, porque el Santo les ha dado su Espíritu, [f] y todos
ustedes conocen la verdad. 21

Así que les escribo no porque no conozcan la
verdad, sino porque conocen la diferencia entre la verdad y la mentira. 22

¿Y
quién es un mentiroso? El que dice que Jesús no es el Cristo. [g] El que niega al
Padre y al Hijo es un anticristo.[h] 23

El que niega al Hijo tampoco tiene al Padre;
pero el que confiesa al Hijo tiene al Padre también.

24
Por lo tanto, ustedes deben seguir fieles a lo que se les ha enseñado desde el
principio. Si lo hacen, permanecerán en comunión con el Hijo y con el Padre; 25

y
en esta comunión disfrutamos de la vida eterna que él nos prometió.
26
Les escribo estas cosas para advertirles acerca de los que quieren apartarlos
del camino. 27
Ustedes han recibido al Espíritu Santo,[i] y él vive dentro de cada
uno de ustedes, así que no necesitan que nadie les enseñe lo que es la verdad.
Pues el Espíritu[j] les enseña todo lo que necesitan saber, y lo que él enseña es
verdad, no mentira. Así que, tal como él les ha enseñado, permanezcan en
comunión con Cristo.
Vivan como hijos de Dios
28
Y ahora, queridos hijos, permanezcan en comunión con Cristo para que,
cuando él regrese, estén llenos de valor y no se alejen de él avergonzados.
29
Ya que sabemos que Cristo es justo, también sabemos que todos los que
hacen lo que es justo son hijos de Dios.
3 Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso
es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de
Dios, porque no lo conocen a él. 2 Queridos amigos, ya somos hijos de Dios,
pero él todavía no nos ha mostrado lo que seremos cuando Cristo venga; pero
sí sabemos que seremos como él, porque lo veremos tal como él es. 3 Y todos
los que tienen esta gran expectativa se mantendrán puros, así como él es puro.
4
Todo el que peca viola la ley de Dios, porque todo pecado va en contra de la
ley de Dios; 5 y ustedes saben que Jesús vino para quitar nuestros pecados, y en
él no hay pecado. 6 Todo el que siga viviendo en él no pecará; pero todo el que
sigue pecando no lo conoce ni entiende quién es él.
7
Queridos hijos, no dejen que nadie los engañe acerca de lo siguiente: cuando
una persona hace lo correcto, demuestra que es justa, así como Cristo es
justo. 8 Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece
al diablo, el cual peca desde el principio; pero el Hijo de Dios vino para destruir
las obras del diablo. 9 Los que han nacido en la familia de Dios no se
caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de Dios[a] está en ellos. Así
que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios. 10

Por lo tanto,
podemos identificar quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo.
Todo el que no se conduce con rectitud y no ama a los creyentes[b] no pertenece
a Dios.
Amor y odio entre hermanos
11
Este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos
unos a otros. 12
No debemos ser como Caín, quien pertenecía al maligno y mató
a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque Caín hacía lo malo y su hermano lo
recto. 13
Así que, amados hermanos, no se sorprendan si el mundo los odia.
14
Si amamos a nuestros hermanos creyentes,[c] eso demuestra que hemos
pasado de muerte a vida; pero el que no tiene amor sigue muerto. 15

Todo el
que odia a un hermano, en el fondo de su corazón es un asesino, y ustedes
saben que ningún asesino tiene la vida eterna en él.
16
Conocemos lo que es el amor verdadero, porque Jesús entregó su vida por
nosotros. De manera que nosotros también tenemos que dar la vida por
nuestros hermanos. 17
Si alguien tiene suficiente dinero para vivir bien y ve a un
hermano en necesidad pero no le muestra compasión, ¿cómo puede estar el
amor de Dios en esa persona?
18
Queridos hijos, que nuestro amor no quede solo en palabras; mostremos la
verdad por medio de nuestras acciones. 19

Nuestras acciones demostrarán que
pertenecemos a la verdad, entonces estaremos confiados cuando estemos
delante de Dios. 20
Aun si nos sentimos culpables, Dios es superior a nuestros
sentimientos y él lo sabe todo.
21
Queridos amigos, si no nos sentimos culpables, podemos acercarnos a Dios
con plena confianza. 22

Y recibiremos de él todo lo que le pidamos porque lo
obedecemos y hacemos las cosas que le agradan.
23
Y su mandamiento es el siguiente: debemos creer en el nombre de su Hijo,
Jesucristo, y amarnos unos a otros, así como él nos lo ordenó.24 Los que
obedecen los mandamientos de Dios permanecen en comunión con él, y él
permanece en comunión con ellos. Y sabemos que él vive en nosotros, porque
el Espíritu que nos dio vive en nosotros.

Cómo descubrir a los falsos profetas
4 Queridos amigos, no les crean a todos los que afirman hablar de parte del
Espíritu. Pónganlos a prueba para averiguar si el espíritu que tienen realmente
proviene de Dios, porque hay muchos falsos profetas en el mundo. 2 Esta es la
manera en que sabremos si tienen o no el Espíritu de Dios: si una persona que
afirma ser profeta[a] reconoce que Jesucristo vino en un cuerpo humano, esa
persona tiene el Espíritu de Dios; 3 pero si alguien afirma ser profeta y no
reconoce la verdad acerca de Jesús, aquella persona no es de Dios. Tal persona
tiene el espíritu del Anticristo, del cual ustedes oyeron que viene al mundo, y de
hecho, ya está aquí.
4
Pero ustedes, mis queridos hijos, pertenecen a Dios. Ya lograron la victoria
sobre esas personas, porque el Espíritu que vive en ustedes es más poderoso
que el espíritu que vive en el mundo. 5 Esas personas pertenecen a este mundo,
por eso hablan desde el punto de vista del mundo, y el mundo les presta
atención. 6 En cambio, nosotros pertenecemos a Dios, y los que conocen a Dios
nos prestan atención. Como ellos no pertenecen a Dios, no nos prestan
atención. Así es como sabemos si alguien tiene el Espíritu de verdad o el
espíritu de engaño.
Ámense unos a otros
7
Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de
Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios; 8 pero el que no ama
no conoce a Dios, porque Dios es amor.
9
Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que
tengamos vida eterna por medio de él. 10

En esto consiste el amor verdadero: no
en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y
envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.
11
Queridos amigos, ya que Dios nos amó tanto, sin duda nosotros también
debemos amarnos unos a otros. 12

Nadie jamás ha visto a Dios; pero si nos
amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor llega a la máxima
expresión en nosotros.
13
Y Dios nos ha dado su Espíritu como prueba de que vivimos en él y él en
nosotros. 14
Además, hemos visto con nuestros propios ojos y ahora damos
testimonio de que el Padre envió a su Hijo para que fuera el Salvador del
mundo. 15
Todos los que declaran que Jesús es el Hijo de Dios, Dios vive en ellos
y ellos en Dios. 16
Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto
nuestra confianza en su amor.
Dios es amor, y todos los que viven en amor viven en Dios y Dios vive en
ellos; 17
y al vivir en Dios, nuestro amor crece hasta hacerse perfecto. Por lo
tanto, no tendremos temor en el día del juicio, sino que podremos estar ante
Dios con confianza, porque vivimos como vivió Jesús en este mundo.
18
En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo
temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos
experimentado plenamente el perfecto amor de Dios. 19 Nos amamos unos a
otros,[b] porque él nos amó primero.
20
Si alguien dice: «Amo a Dios», pero odia a otro creyente,[c] esa persona es
mentirosa pues, si no amamos a quienes podemos ver, ¿cómo vamos a amar a
Dios, a quien no podemos ver? 21

Y él nos ha dado el siguiente mandato: los que
aman a Dios deben amar también a sus hermanos creyentes.
La fe en el Hijo de Dios
5 Todo el que cree que Jesús es el Cristo [a] ha llegado a ser un hijo de Dios. Y
todo el que ama al Padre ama también a los hijos nacidos de él.2 Sabemos que
amamos a los hijos de Dios si amamos a Dios y obedecemos sus
mandamientos. 3 Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos, y sus
mandamientos no son una carga difícil de llevar.4 Pues todo hijo de Dios vence a
este mundo de maldad, y logramos esa victoria por medio de nuestra fe. 5 ¿Y
quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente los que creen que
Jesús es el Hijo de Dios.
6
Y Jesucristo fue revelado como el Hijo de Dios por medio de su bautismo en
agua y por derramar su sangre en la cruz,[b] es decir, no mediante agua
solamente sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu, quien es la verdad, lo

confirma con su testimonio. 7 Por lo tanto, son tres los testigos[c] 8 —el Espíritu, el
agua y la sangre— y los tres están de acuerdo. 9 Ya que creemos el testimonio
humano, sin duda alguna podemos creer el testimonio de más valor que
proviene de Dios; y Dios ha dado testimonio acerca de su Hijo. 10

Todo el que
cree en el Hijo de Dios sabe en su corazón que este testimonio es verdadero.
Los que no lo creen en realidad llaman a Dios mentiroso porque no creen el
testimonio que él ha dado acerca de su Hijo.
11
Y este es el testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida
está en su Hijo. 12
El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de
Dios no tiene la vida.
Conclusión
13
Les he escrito estas cosas a ustedes, que creen en el nombre del Hijo de Dios,
para que sepan que tienen vida eterna. 14

Y estamos seguros de que él nos oye
cada vez que le pedimos algo que le agrada; 15

y como sabemos que él nos oye
cuando le hacemos nuestras peticiones, también sabemos que nos dará lo que
le pedimos.
16
Si alguno de ustedes ve que otro creyente [d] comete un pecado que no lleva a
la muerte, debe orar por él, y Dios le dará vida a esa persona. Pero hay un
pecado que lleva a la muerte, y no digo que se ore por quienes lo
cometen. 17
Todas las malas acciones son pecado, pero no todos los pecados
llevan a la muerte.
18
Sabemos que los hijos de Dios no se caracterizan por practicar el pecado,
porque el Hijo de Dios los mantiene protegidos, y el maligno no puede
tocarlos. 19
Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo que nos rodea
está controlado por el maligno.
20
Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para
que podamos conocer al Dios verdadero.[e] Y ahora vivimos en comunión con el
Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el
único Dios verdadero y él es la vida eterna.
21
Queridos hijos, aléjense de todo lo que pueda ocupar el lugar de Dios en el
corazón.
Nivel I: Vida
.
Radical
1 Juan
CAPÍTULO 1: Una Carta

confrontadora.
1 Juan 1:1-4
Para poder lograr una vida radical leeremos y nos zambulliremos en un libro bíblico radical: el
libro de 1 JUAN.
Por lo tanto, para empezar es importante preguntarnos para que fue escrito y cuándo fue escrito
el libro y buscar responder estas preguntas. Cuando no sabemos para que una carta fue escrita y
que ocurrió en contexto muchas veces, no entendemos su contenido.
Leamos 1 Juan 1:1-4 en distintas versiones.
Cada texto bíblico debería interpretarnos y leernos, edificarnos, examinarnos, fortalecernos y
afirmarnos en ocasiones y otras veces filtrarnos esas malas enseñanzas que hemos recibido a lo
largo de nuestra vida. La biblia es la única intérprete de lo que somos y lo que hacemos.
Primero, notemos que no es una carta como la mayoría de las cartas del nuevo testamento ya
que no se presenta el autor, no hay identificación del destinatario, ni expresiones de gratitud, ni
despedida.
Es similar a un tratado o una prédica más que una carta. Este libro es bastante confrontador No
tiene grises. Ejemplo de esto lo leemos en los siguientes pasajes:
1 Juan 2:15; 1 Juan 2:22-23; 1 Juan 3:6-9; 1 Juan 3:10-12; 1 Juan 4:6
Ahora respondamos las siguientes preguntas:
¿Por qué sabemos que Juan es el autor?

Por medio de Ireneo, quien fue discípulo de Policarpo y quien fue discípulo a su vez de Juan.
Clemente de Alejandría y Tertuliano "Padres de la Iglesia" también respaldan este punto.
¿Cuándo la escribió?
Unos años antes del año 70 d.C.
¿Para qué la escribió?
1- Contrarrestar enseñanzas herejes que empezaban a tener vida en esa época dentro de la
iglesia (1 Juan 4:1,3; 1 Juan 2:18; 1 Juan 2:22; 1 Juan 2:26)
2- Para que entiendan que cuando cumplen los requisitos que dice la carta tienen VIDA
ETERNA. (1 Juan 5:13)
Ahora avancemos en el Contexto Histórico:

 Gente está abandonando la comunidad de Juan y dentro de la comunidad se preguntaban
¿Eran o no eran seguidores de Jesús? ¿Regresarán a la iglesia?
 Muchos de los que salían lo hacían por el movimiento Gnóstico: gente que creía que te
salvabas por medio de obtener conocimientos y verdades secretas a los cuales tenían
acceso solo un grupo. Solían tener pensamiento platónico: todo lo espiritual es bueno y todo
lo material es malo.
 Muchos otros que salían de la iglesia eran los Doscetistas (del griego que significa: “que se
parece”): creían que Jesús no vino en la Carne sino que se parecía a una persona real y
física. Decía que Jesús vino en la carne pero el espíritu de Cristo vino en el Jordán antes no
estaba en él y que, antes de la crucifixión el espíritu de Cristo se fue de Jesús. AMBAS
IDEAS SON ERRÓNEAS.
Por lo tanto Juan escribe porque no podemos dejar que la verdad caiga, hay que defenderla.
 Volvamos a leer 1 Juan 1:1-4 y nos centremos en el primer versículo.
El libro comienza con: "Lo que existía desde el principio..." Aquí no hay enseñanza nueva. Lo
que enseñamos hoy es lo mismo que enseñamos en el principio. Lo que fue, es hoy y lo que debe
ser 2000 años después también lo es. Resaltamos esto porque muchos quieren nuevas
enseñanzas basadas en sueños y en visiones y la verdad para extraer de esto es que la Palabra de
Dios es la misma ayer, hoy y siempre (Gálatas 1:8).
El versículo 1 sigue con lo siguiente: lo que hemos visto, oído, contemplado (ver detenidamente
y analizar) y tocado (no era un fantasma, el vino en la carne).
Y sigue tocante al verbo de VIDA. Aclaremos que en griego hay dos palabras que significan
vida: BIOS y ZOE. Juan en este texto usa la palabra Zoe: la esencia de la vida. Su significado es
profundo y connota que este es de Jesucristo depende la vida, es quien sostiene la vida, es el
dador de vida y, de este dador de vida soy testigo auditivo, visual y testigo táctil dice Juan.
Lo que hace Juan es sacar sus credenciales para mostrar que es un testigo fidedigno. El no
apela a su apostolado ni a alguna otra posición de liderazgo.
Jesús es presentado en diferentes momentos como el Dador de diferentes tipos de vida:
 el dador de la vida física ____________________________________________
 el dador de la vida espiritual _________________________________________
 el dador de la vida eterna _____________________________________________
 ¿Podemos en conjunto encontrar una historia bíblica o versículo que muestre estos
puntos?
Por todo esto Jesús es la ESCENCIA DE LA VIDA y no solo una persona viva.
Ahora, en base a esto apliquémoslo a nuestra vida: nosotros debemos ser testigos de la vida de
nuestro Señor Jesús y de la vida que fue dada a nosotros por medio de él cuando decidimos
seguirle, de la misma manera como Juan lo hizo.
Tener experiencia de una cosa y no de otra, nos hace testigo de una cosa y no de la otra. No
puedo hablar de lo que no conozco ni interactúo. Con lo que más interactúe, más podré hablar a tal
punto que me llegarán a decir, que soy hartante o que deje de hablar del tema. ¿Nos pasa esto con
Jesús?
Ahora veamos las razones por la cual el autor del libro escribe; leamos 1 Juan 1:2-4.
El versículo 3 menciona “Para que...” Juan da a entender que ellos están proclamando tener una
comunión con el Padre y el Hijo y que lo hacen para que nosotros también sean participantes. Y
tener entre todos una sola comunión. Comunión viene del griego Koinonía. Esta palabra no es
venir a la iglesia y al final hablar con los hermanos, no significa salir a comer con los hermanos, ni
juntarse en la semana con los hermanos. Todo esto, queda bajo el significado, pero no es el
significado. Una vida compartida, es el verdadero significado.
En esta comunión tenemos una vida entrelazada, tu vida es mi vida y mi vida es la tuya y así
nuestra vida es compartida con el Padre y con el Hijo. Esta comunión es una respuesta de Dios a
la soledad de la vida de la persona.
Gozo: Estado de completa satisfacción. Si algo en mí no está satisfecho no estoy en gozo

completo (de la mente, la voluntad y las emociones).
Además Juan escribe para que nuestro gozo de los creyentes sea completo (1 Juan 1:4). Este
gozo tiene que ver profundamente con esta comunión.
Este gozo depende de Dios porque solo Él puede producir gozo y depende también, si tienes o
no comunión con Dios.
Este gozo, produce fuerza y poder. Te permite en el momento malo decir, Dios está
conmigo. Solo ocurre cuando tengo una relación fresca e íntima con Dios.
En este punto es importante aclarar que la minoría de los cristianos viven en completo gozo. Y
esto es una contradicción. Dios viviendo en nosotros improvisto de gozo. Algo en esa ecuación
como que no encaja.
Sino contemplemos: cuando Dios descendió sobre el monte Sinaí el monte se sacudió; cosas
inanimadas responden a la simple presencia de Dios. Más aún debería ocurrir en vidas humanas.
DIOSconvencernos
Debemos NO PUEDE VIVIR ENnoNOSOTROS
de que puede faltar SIN SACUDIR
el gozo NUESTRAS
en alguien VIDAS
donde habita Dios.
Para revelarse en plenitud Dios no usó ni la naturaleza ni la conciencia sino a Jesús.

En Cristo, puedo verlo todo incluyendo su gracia, su amor, su misericordia, TODO. Lo llevó a la
cruz y lo clavó y allí puedo ver su justicia, caminó sobre las aguas, puedo ver su poder, hizo
milagros y ahí puedo ver su poder, habló con sabiduría y Él tomó a su hijo y lo envolvió en una
especie de papel de regalo que era una humanidad y el hombre tomó el regalo y no lo abrió y como
no le gustó, lo tomó, le puso un moño en forma de corona de espinas con lazitos que
representaban su sangre corriendo por su rostro y clavó el regalo en la cruz con moño, sin haberlo
abierto.
José de Arimatea tomó el regalo que nadie quería y lo enterró en un sepulcro y 3 días después,
el regalo no estaba porque estaba caminando y Dios lo había desenvuelto en un cuerpo glorificado.
Dios dio un regalo y la humanidad no lo recibió, tal vez porque les pareció poca cosa o porque
tenían muchos regalos y no se dieron cuenta que este regalo es exclusivo y no se puede copiar.
Este ERA EL REGALO. Algunos lo abrieron ¿Sabés quiénes?
Una prostituta, que seguramente no tenían regalos en sus manos porque los hombres se lo
habían llevado. Sus manos vacías pudieron recibir EL REGALO.
Los leprosos lo abrieron y se dieron cuenta que este Verbo de Vida era capaz de darles vida y
de perdonar sus vidas del pecado y calmar su conciencia. ¡Wow, qué regalo! Nadie tenía con que
pagarlo. Dios sabiendo esto, no lo puso en venta sino que lo entregó y tanto amó Dios al mundo
que nos dio el VERBO DE VIDA, no porque no valía sino porque nadie podía pagarlo. Tan caro
que nadie quería pagarlo, tan barato que nadie quiso abrirlo. Y queríamos ganarlo por nuestras
obras pero nuestras son más baratas aún y no podían comprar EL REGALO.
No solo nos dio la vida, sino que es el perdón de tus pecados, es la sanación de tus heridas, Él
es la dirección para el que está perdido, es el viento debajo de las alas para el que está abatido, el
agua para el sediento, el pan para el hambriento, es la luz para el que está en la oscuridad, es la
calma en medio de la tormenta, es la razón de tu vida y el único propósito de tu existencia.
Cristo no tiene que ser Él es el oasis en el desierto, el compañero fiel, la consolación para
parte de tu mundo. el que está sufriendo, el gozo en medio de la tristeza. ¿Te das
Tiene que SER TU cuenta que clase de regalo Dios nos ha dado?
MUNDO. Y cuando lo es, Algunos lo abrieron y al año y empiezan a jugar con él. Porque no
CRISTO ES TU GOZO. hemos sabido apreciar su regalo con temor y temblor, cuidarlo,
atesorarlo, abrazarlo, porque ya uno es viejo en el cristianismo.
Jesús es la esencia de la vida. Él es el universo aunque no sea el tuyo. El universo gira para su
Gloria. Debemos dar testimonio de Jesús.
 Para concluir busca una hoja y recuerda cuando recibiste ese regalo y glorifícale por
lo que es para vos e hizo en tu vida. Deja que la esencia de la vida te llene una vez
más de gozo.
Nivel I: Vida
.
Radical
1 Juan
CAPÍTULO 2: Su luz ilumina nuestra

oscuridad.
1 Juan 1:5-6
En este pasaje se vislumbran dos grandes verdades. Las desarrollaremos en este capítulo.
En esta parte se presenta le siguiente versus: Frutos de la luz vs frutos de las tinieblas. Antes de
mostrarnos como caminar como discípulo de Jesucristo, Juan nos define el camino.
No comienza con el hombre, comienza definiendo a Dios. Juan nos dice que Dios es Luz
A lo largo de la Biblia se nos define a Dios de a partes:
Deuteronomio 4:24
2 Crónicas 2:5
2 Crónicas 30:9
Job 36:5
Salmos 73:1
Daniel 9:14
Juan 3:33
Juan 4:24
2 Corintios 3:17
1 Corintios 1:18
 Busquemos y escribamos como definen a Dios los pasajes recién mostrados.
De estas características de Dios, algunas nos gusta oír, otras no. A diferencia de estas
características la de que Dios es Luz es más difícil de asimilar en un primer acercamiento.
Dios es Luz
Es un nombre calificando a otro nombre. Profundicemos sobre este concepto:
De tal forma como la luz busca mostrarse, así, es Dios que busca manifestarse. De hecho la
primera vez que Dios se manifiesta lo hace al principio de Génesis: Y Dios dijo hágase la luz y
hubo luz. Es la primera manifestación.
La luz simboliza su esencia, la constancia de su ser. Nosotros decimos que la luz al viajar no
cambia de esa misma manera, Dios no cambia. No hay momento de la eternidad que Dios haya
sido más o menos santo, más o menos recto, más o menos justo.
Desde el punto visual la luz es simbólica de su Gloria (manifestando su Gloria en el monte

Sinaí con Moisés o en la transfiguración de Jesús).
Moralmente hablando la Luz representa la Santidad de Dios. Tanto en el Antiguo Testamento

como en el Nuevo testamento la luz es relacionada con la santidad de Dios de la misma manera
que el pecado es relacionado a las tinieblas. La humanidad reinante que no conoce a Dios es visto
como las tinieblas. Es más, cuando Jesucristo vino como la Luz las tinieblas los rechazaron.
No solo representa su excelencia moral sino la perfección de su excelencia moral. Tan tremenda
es su excelencia moral que Pablo le escribe a Timoteo diciéndole que Dios habita en su luz
inaccesible.
¿Qué tan inaccesible es esa luz? Creo que los judíos tienen una idea de esto. Cuando Moisés
desciende del Sinaí luego de estar en la presencia de Dios y ver su Gloria por detrás, esa Gloria se
refleja en el rostro de Moisés, un hombre pecaminoso, caído, un mero mortal y cuando esa Gloria
es reflejada en su rostro: resplandece. Tanto resplandecía su cara que los israelitas le dijeron que
se cubra la cara porque sino iban a morir los que lo vieran. También los serafines cubren su rostro
con alas de la luz de Dios; así de inaccesible es su luz. Este Dios es el que Juan trata de
presentar en este libro.
Sí hay luz, las tinieblas se desvanecen, tengan en cuenta esto para más adelante. A medida que
la luz del evangelio se propaga las tinieblas se van replegando de las naciones y de las mentes de
las personas.
La luz no sufre corrupción al igual que la Santidad de Dios. Por eso, Jesús puede estar donde
están los ladrones y las prostitutas y no se corrompe, porque es la Luz.
A lo largo de la Palabra de Dios encontramos una constante tensión entre el pecado y la
santidad; el reino de las tinieblas y el reino de la luz (1 Pedro 2:9). Un día la victoria será de Cristo y
las tinieblas desaparecerán pero hasta entonces la Trinidad misma permite esta tensión. Porque de
alguna manera que no conocemos sirven a los propósitos de Dios.
De alguna forma la Luz representa nuestra vida.
 Leamos Salmos 36:9 y expresemos lo que entendemos con nuestras palabras:
...............................................................................................................................................................
...............................................................................................................................................................
Esta expresión es idiomática y quiere decir que en Dios experimentamos la vida; en su luz
experimentamos la vida. Se puede ilustrar como en las flores apuntan hacia el sol, ellas necesitan
la luz.
Además Dios es Luz quiere decir, sin la luz de Dios no podemos ver nada más de la realidad
espiritual que nos rodea.
C.S. Lewis decía “Yo no solo creo que el sol existe porque lo veo sino porque gracias al sol veo
todo lo demás. De esa misma forma yo creo en Dios, porque al verlo puedo ver la realidad
espiritual que nos rodea.” Anterior a eso, éramos ciegos, no veíamos como deberíamos ver.
La mejor forma de ver esto es que antes de venir a los pies de Cristo el pecado alrededor de
nosotros y en nosotros no nos molestaba. Hasta a veces lo disfrutábamos.
Efesios 5:8: Acá Pablo dice, que éramos tinieblas, no solo que estábamos en tinieblas. Éramos
ciegos hacia afuera y hacia dentro. Si Dios no está en mí, la luz que hay en mi es oscuridad. Juan
al mencionar que Dios es luz busca que entendamos que implica esto y todo lo anteriormente
mencionado.
 ¿Qué consecuencia tiene esto que aprendimos de Dios? Mencionemos alguna

consecuencia.
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...............................................................................................................................................................
...............................................................................................................................................................
Dios no desea tener comunión en lo más mínimo con alguien que esté relacionado a lo que es
el pecado y la oscuridad.
Para salvarnos de las tinieblas y llevarnos a Dios, Dios mismo ideó la cruz de tal forma que
cuando Cristo pagó nuestras tinieblas en ella, hubo tres horas de tinieblas que cubrieron la Tierra
representando así la gravedad del pecado, el juicio de Dios sobre el pecado. Estas tinieblas no son
sólo simbólicas ya que esto hace que Jesús exclame: “Dios mío, Dios mío porque me has
desamparado.” (¿Por qué ha volteado el rostro de su Hijo? Por su inhabilidad de ver las tinieblas)
La cruz es la solución, si no has recibido la cruz, no has recibido a Cristo y sí es así, estás en
tinieblas no tenés comunión con Él porque no tenés regeneración, y sí no hay regeneración no hay
salvación y si no hay salvación estoy en perdición todavía.
Cómo el discípulo debe andar en base de lo que Dios es

En el versículo 6 Juan empieza a entrar en las implicaciones de lo que se viene mostrando.
Leamos este versículo. Recordemos que Juan está buscando desenmascarar a aquellos que
decían ser discípulos sin serlo.
Características de una persona nacida de nueva (empezamos a verlas esta clase):

Comunión Dios. “Sí decimos que tenemos comunión con Él...”
¿Cómo lo sé? - Lo mínimo es Leer la Biblia y orar.

Juan va más allá, los fariseos Leían la Para tener comunión con Dios yo debo andar en la
Palabra de Dios y oraban y aun así no verdad. Es una verdad que nos plantea de llevar una
tenían comunión con Dios. vida de acuerdo a la revelación de Dios en todas sus
dimensiones.
Amós 3:3 menciona que sí no estoy andando de acuerdo a Dios no puedo andar con Él. La
Santidad se refiere de ser de un mismo sentir con Dios de acuerdo a cómo su mente ha sido
revelada en las Escrituras. En otras palabras, es el hábito de ponernos de acuerdo con los
preceptos de Dios, es amar lo que él ama, odiar lo que el odia y es evaluarlo todo conforme al
estándar de su Palabra.
Sí algún pecado en el mundo te resulta atractivo no te estás poniendo de
acuerdo con Dios.
Si no estás de acuerdo con Dios, no estás en comunión con Dios, por lo que no estás en la
verdad y por lo tanto no tenés salvación. No te engañes.
La consecuencia de esta gracia barata, en donde Dios solo da bendiciones sin ninguna
obligación de nuestra parte, no es bíblica.
Un verdadero discípulo anhela conocer más de Dios. Y su anhelo es traducido en horas, en
esfuerzo invertidas en conocer más de Dios. Aquellos que lo anhelan hasta a veces dejan de
dormir para conocerle más. La Luz me va ayudar a caminar bien porque alumbra mi camino. Hay
una relación entre la luz que experimento y mis conductas (Juan 3:20-21)
¿Amas realmente a Dios? si amas más el mundo o algo más que a Dios, no le amas lo
suficiente, en comparación odias a Dios y amas eso otro.
Es posible andar en tinieblas y pensar que andamos con Dios. Recordemos que Juan no
reconoce “zonas grises”, así lo muestra la carta. Eres luz o eres tinieblas, no hay intermedio.
Hay solo dos reinos: el de la Luz y el de las tinieblas. Pero podemos estar sinceramente
engañados. Puede ocurrir que cuando abracé a Cristo lo hice en un momento que estaba mal y me
abrace a Jesús como salvavidas. Por lo que puede ocurrir que yo siga a Jesús salvavidas en vez
del Cristo de la Biblia. ¿Cómo lo sé? sí solo voy a Él cuando estoy mal.
O puede ocurrir que desde bebé estuviste en la iglesia y desarrollamos deseo por actividades
cristianas buenas y saludables que me llenan de propósito temporal y confundo pasión por esas
actividades con pasión por Dios. No es lo mismo.
Otros pueden estar en su buena moralidad, crecí en un buen hogar con buenos valores, en mi
casa siempre se creyó en Dios. Los demonios creen también en Dios. Eso solo no te califica para
ser un discípulo.
O pueden pensar bueno ya me bauticé, pero el seguir a Cristo no es solo eso.
 ¿Te has preguntado alguna vez cómo te ven los que te rodean? ¿Te definirían como
cristiano o no? ¿Alguno de estos casos te definen? Ahora es el momento de
cambio.
Que el Señor con esta palabra te permita dar luz a tus zonas oscuras y a poder avanzar como
discípulo en la Luz. Que puedan ver a Jesús en mí.
Nivel I: Vida
.
Radical
1 Juan
CAPÍTULO 3: Comunión con Dios,

comunión con el hermano.
1 Juan 1:6-7
Seguimos donde dejamos en el capítulo anterior...

Mi comunión con Dios la tengo que ver como un privilegio que Adán y Eva perdieron en el Jardín
del Edén.
El primer privilegio restablecido es su compañía.
Hemos sido creados para vivir en comunidad
Dios no concibe en su mente un ser humano que viva en aislamiento.
Y el segundo privilegio restablecido es la comunión con el hermano.
Cuando yo no tengo comunión con Dios no puedo

tener comunión con el hermano
 ¿Coincidís con la frase del recuadro? ¿Qué comentario podes compartir? Lee
Proverbio 16:7 y saca conclusiones
......................................................................................................................................
.......................................................................................................................................
Dios siempre vio la comunión con Dios en relación con la comunión con el hermano. Nunca las
ve separadas. Cuando Jesús definió la vida, definió toda la Biblia en término de estas dos
relaciones (Mateo 22:37-39). Juan es más particular y habla de la relación con tu hermano y
hermana en Cristo, no solo con tu prójimo.
No solo adquiero sentido de compañía sino que adquiero sentido de propósito, propósito que
Adán y Eva perdieron al dejar el jardín.
Yo no puedo descubrir mi propósito sí no estoy en comunión con Dios y no

puedo llevar a cabo mi propósito sí no estoy en comunión con mis hermanos.
Porque mi propósito, por el cual fui creado, está enteramente relacionado con mi relación hacia
mis hermanos. Debo llevarlo a cabo junto con él o ella o en su vida.
Adán y Eva cuando dejan el Edén se enfocan en lo temporal y eso llega a nosotros donde lo
temporal llega a estorbar nuestra comunión con Dios. Se nos olvida que nuestra ciudadanía está
en el Cielo y que nuestro enfoque debería ser en lo eterno y no lo temporal. Dios puso en nuestros
corazones el sentido de eternidad (Eclesiastés 3:11), esa eternidad se completa en Dios, Él es
eterno. Cuando nosotros experimentamos este sentido de comunión hay algo que busca que nunca
se acabe como cuando Juan, Jacobo y Pedro contemplaron la transfiguración. La comunión con
Dios logra satisfacer hasta lo más profundo de nuestras necesidades.
 Busquemos el episodio de la transfiguración y por un momento imagine ser Pedro,

Jacobo o Juan.
Además, nacemos buscando aprobación. Adán y Eva fueron desaprobados por Dios y eso nos
llega a cada uno de nosotros. El Único que puede darnos ese sentido correcto de aprobación
es Dios. El inconveniente de buscar este sentido de aprobación hace que busquemos el aplauso
de la gente y que nos terminemos vendiendo al mundo por un aplauso. De esta forma, pierdo la
comunión con Dios porque empiezo a caminar en tinieblas. Juan entiende que ser salvo tiene que
ver con la comunión que establezco con Dios.
En el versículo 7 notamos que se completa la idea de este rompecabezas: La comunión con

Dios y el andar en luz nos genera automáticamente comunión entre hermanos. Sí yo ando en
tinieblas no puedo ponerme en comunión con alguien que anda en la luz. Dios estableció una
comunión con vos y entonces ahora nos corresponde ir y establecer este tipo de comunión con mi
hermano.
Si no tenés comunión con tu hermano, probablemente no tengas

comunión con Dios.
Así de ligados están estas dos comuniones. Cuando interrumpo mi comunión con Dios
seguramente interrumpo mi comunión con mis hermanos del mismo modo. En otras palabras, no
existe posibilidad alguna de que tenga buena relación con Dios y mala relación con mis hermanos;
esa posibilidad no existe y tampoco existe modo alguno de que tenga una mala relación con Dios y
una buena relación con mis hermanos. Tan fuerte es este punto que Juan dice que el que no ama a
su hermano no ha nacido de nuevo (1 Juan 4:20).
Revisamos nuevamente los primeros versículos de 1 Juan (los de los capítulos anteriores),
menciona que sí nos apropiamos de las verdades de Dios de este libro logrará una relación
genuina con el Padre y con el Hijo y como consecuencia con los hermanos. Todo el esfuerzo de
Juan de escribir esta carta es para lograr comunión tanto vertical como horizontal.
La verdad de la comunión es un tema tan actual ya que generalmente en toda iglesia hay gente
que solo busca recibir y nada más sin darse cuenta que cada persona que es miembro de la iglesia
de Dios TIENE un compromiso con el otro, con su hermano y hermana, un compromiso
compartido.
Mira como lo explica Juan en 1 Juan 3:10: El que no ama a alguno de sus hermanos y
hermanos es hijo del diablo, así lo menciona Juan.
Esta característica de hermandad no es característica de la iglesia del Siglo XXI, la iglesia actual
termina siendo como un archipiélago, cada uno de sus miembros como una isla. Esto no debe ser
así. La iglesia primitiva era marcada en su comunión con Dios y con sus hermanos.
 Leamos Hechos 2:43-47 y describamos en pocas palabras características de la Iglesia

Primitiva:
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...............................................................................................................................................................
...............................................................................................................................................................
Hay ciertas condiciones que permitieron una iglesia en comunión y que es bueno resaltar para
poder de alguna forma lograr comunión en nuestros días:
1. Era una iglesia en necesidad. La necesidad nos humilla y nos vuelve vulnerables. Nos
enseña lo que es realmente necesario y que es lo superficial. Nos quita el aire de
sofisticados y nos impulsa a hermanarnos. Los muros personales se caen. La sofisticación
termina atacando a nuestra comunión con el otro.
2. Era una iglesia perseguida. La persecución te enseña lo que es realmente importante.
3. Era una iglesia con necesidad económica. No tratamos de decir que sea malo o bueno.
Muchas veces la abundancia económica nos distrae y entretiene con sus “juguetes”. Esta
abundancia demanda emociones. Divide nuestro corazón y nos queda poco corazón para el
hermano. Genera que las cosas secundarias en nuestras vidas pasen a ser las más
importantes y relega las prioritarias. El libro de Hechos menciona que la iglesia primitiva
tenía sencillez de corazón. Esta sencillez permitía la comunión entre hermanos. Porque es
un corazón que no se cree más de lo que es, es perdonador (sabe cuánto le han
perdonado), no se ofende fácilmente porque es el orgullo que se ofende con facilidad, es
sumiso, no demanda del otro, no es cuestionador, no exige privilegios especiales, está
contento cuando sirve y cuando no sirve, está contento cuando le invitan y cuando no le
invitan. Cuando nuestra mente y fuerzas se gastan en cosas no primordiales, las cosas
secundarias se vuelven vitales en mi vida.
¿Cuánto te importa tu hermano para pasar por alto todas sus nimiedades (o alguna
palabra más chiquita sí la hay)?
La relación con mi hermano es muy importante, debería ser importantísimo para cada
uno.
SÍ NACÍ DE NUEVO, QUIERO UNA RELACIÓN CON DIOS, Y SÍ ES

ASÍ QUIERO UNA RELACIÓN CON MI HERMANO.
La primera persona que se duele sí no considerás la comunión con Dios, es el mismo

Dios porque estás perdiendo los privilegios que también perdió Adán y Eva. Para tener esos
privilegios que tratamos en este capítulo solo hay una forma de obtenerlos: en la presencia
de Dios y en su comunión.
¿Qué hago sí no tengo buena relación con mi hermano?

Es simple, procure una buena relación con Dios y por fruto natural tendrá una buena
Comunión con cada uno de los hermanos y hermanas.
 Procura examinarte ahora y ver cuál relación estas descuidando ¿Con Dios? ¿Con
mis hermanos? Replantea tus prioridades como discípulo de Cristo. Y atrévete a
amar a tu hermano y hermana esta semana de una manera que antes no hayas
hecho. Por último medita en el siguiente versículo: Hebreos 10:24
¿Estás listo para lo que se viene? Entonces necesitas de tu hermano.

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Discipulado: La Catedral

Nivel I: VIDA RADICAL

Pastor Max Monje

1 Juan 1 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Él es la Palabra de vida. 2 Él, quien es la vida misma, nos fue revelado, y

nosotros lo vimos; y ahora testificamos y anunciamos a ustedes que él es la

con nosotros; y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo,

Jesucristo. 4 Escribimos estas cosas para que ustedes puedan participar

plenamente de nuestra alegría.[b]

Dios es luz y en él no hay nada de oscuridad. 6 Por lo tanto, mentimos si

afirmamos que tenemos comunión con Dios pero seguimos viviendo en

oscuridad espiritual; no estamos practicando la verdad. 7 Si vivimos en la luz, así

sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado.

nosotros mismos y no vivimos en la verdad; 9 pero si confesamos nuestros

pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y

limpiarnos de toda maldad. 10

Dios mentiroso y demostramos que no hay lugar para su palabra en nuestro

1 Juan 2 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Jesucristo, el que es verdaderamente justo. 2 Él mismo es el sacrificio que

mandamientos. 4 Si alguien afirma: «Yo conozco a Dios», pero no obedece los

mandamientos de Dios, es un mentiroso y no vive en la verdad; 5 pero los que

obedecen la palabra de Dios demuestran verdaderamente cuánto lo aman. Así

vivir como Jesús vivió.

es un mandamiento nuevo. Jesús vivió la verdad de este mandamiento, y

ustedes también la viven. Pues la oscuridad está desapareciendo, y ya brilla la

aún vive en la oscuridad. 10

que otros tropiecen; 11

la oscuridad. No sabe por dónde ir, pues la oscuridad lo ha cegado.

porque conocen a Cristo, quien existe desde el principio.

Les escribo a ustedes, los que son jóvenes en la fe,

porque han ganado la batalla contra el maligno.

porque conocen al Padre.

Les he escrito a ustedes, los que son maduros en la fe,

porque conocen a Cristo, quien existe desde el principio.

Les he escrito a ustedes, los que son jóvenes en la fe,

porque son fuertes;

la palabra de Dios vive en sus corazones,

y han ganado la batalla contra el maligno.

No amen a este mundo

mundo no tienen el amor del Padre en ustedes. 16

Cuidado con los anticristos

Al irse demostraron que no eran parte de nosotros.

ustedes conocen la verdad. 21

verdad, sino porque conocen la diferencia entre la verdad y la mentira. 22

Padre y al Hijo es un anticristo.[h] 23

pero el que confiesa al Hijo tiene al Padre también.

principio. Si lo hacen, permanecerán en comunión con el Hijo y con el Padre; 25

en esta comunión disfrutamos de la vida eterna que él nos prometió.

verdad, no mentira. Así que, tal como él les ha enseñado, permanezcan en

comunión con Cristo.

Vivan como hijos de Dios

cuando él regrese, estén llenos de valor y no se alejen de él avergonzados.

hacen lo que es justo son hijos de Dios.

1 Juan 3 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Dios, porque no lo conocen a él. 2 Queridos amigos, ya somos hijos de Dios,

sigue pecando no lo conoce ni entiende quién es él.

que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios. 10

Todo el que no se conduce con rectitud y no ama a los creyentes[b] no pertenece

Amor y odio entre hermanos

a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque Caín hacía lo malo y su hermano lo

pasado de muerte a vida; pero el que no tiene amor sigue muerto. 15

que odia a un hermano, en el fondo de su corazón es un asesino, y ustedes

saben que ningún asesino tiene la vida eterna en él.

hermano en necesidad pero no le muestra compasión, ¿cómo puede estar el