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2019
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Marco Teórico.
El nuevo modelo económico que plantea Asia al mundo se presenta como una
oportunidad de cambio de paradigma para aquellos Estados que no sienten el apoyo de la clásica
potencia, Estados Unidos. El Grupo Africano se está complaciendo de dicho modelo,
percibiendo una mayor presencia de China y Rusia en la región y tomando provecho de eso para
su desarrollo. Paralelamente, en occidente, Estados Unidos y la Unión Europea toman una
postura proteccionista alejándose de las regiones menos desarrolladas del mundo. Es imperante
pensar que en la vivencia de un cambio de modelo se encuentran factores que determinen el
camino a seguir por países más vulnerables, como aquellos componentes del continente africano.
Las relaciones entre la republica China y África se remonta hace muchos siglos atrás, al
punto que en la actualidad en el continente africano se encuentran viviendo aproximadamente 1
millón de habitantes de esta nacionalidad. En el año 2000 se realizó una conferencia en la cual
las relaciones diplomáticas marcaron un antes y un después, al momento este país se ha
convertido en el principal inversor con 220 millones de dólares hasta el año 2008 y se estima que
para el 2020 será un aproximado de 350 millones de dólares. Las palabras de Sanusi Lambido
Sanusi, director del Banco Central de Nigeria, en un artículo de opinión que publicó en
el Financial Times en 2013 dice, “África debe entender que China al igual que Estados Unidos,
Rusia, Reino Unido y Brasil llegaron no por el interés del continente sino por interés de cada uno
de ellos” (p.1)
En el plano discursivo, los gobernantes chinos afirman que su relación con los países
africanos pretende promover la cooperación económica Sur-Sur para la construcción de un nuevo
orden internacional más justo y equitativo, en el cual China asume como un país en vías de
desarrollo y por eso se siente identificada con sus socios africanos.
África exporta a China materias primas e importa manufacturas, es decir que se repite el
patrón tradicional de intercambio Norte-Sur. A pesar de esto, es interesante remarcar la
concentración de estas actividades comerciales en unos pocos socios. 60% de las exportaciones
chinas se destinan a seis países: Sudáfrica (21%), Egipto (12%), Nigeria (10%), Argelia (7%),
Marruecos (6%) y Benín (5%), mientras que 70% de las importaciones chinas provienen de
cuatro países: Angola (34%), Sudáfrica (20%), Sudán (11%) y la República del Congo (8%).
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Como podemos darnos cuenta este país no solo se encuentra realizando inversiones en
África, sino en todo el mundo, un claro ejemplo lo tenemos en el país, ya que desde el año 2007
vienen invirtiendo en hidroeléctricas y petróleo y a futuro lo hará con proyectos de siderúrgica,
Astilleros y farmacéuticas, este proceso lo viene realizando el país sin tomar en cuenta que la
deuda actual es de 4.633 millones de dólares la cual quizá ya adquirió un valor agregado por los
acuerdos firmados.
Rusia así mismo ha intervenido de otra manera apostando por el apoyo militar durante las
guerras de liberación suscitadas en los países de Angola, Etiopia y Mozambique desde la guerra
fría en el año 1953-1962 hasta la disolución de la Unión Soviética y en ese proceso no se vio
enfrentado a Estados Unidos, como fue habitual por décadas, sino con China que tiene en África
el terreno más propicio para su voracidad de recursos naturales.
Durante los primero años de esta década la actitud de Rusia hacia los países del norte de
África ha cambiado sustancialmente. Progresivamente se ha ido mostrando más activa y ha
tratado de estimular las relaciones de colaboración en el ámbito energético (gas y petróleo), así
como en la venta de armamento. En los dos últimos años tal tendencia se ha ido mostrando cada
vez más patente. Argelia está constituyendo el ejemplo más importante de la nueva tendencia de
las colaboraciones de Rusia y, en definitiva, de la política exterior rusa.
Es difícil que se repita una situación parecida a la argelina en Egipto, Marruecos y Túnez,
aunque es previsible una extensión de las relaciones de estos países con Rusia, no sólo en el
ámbito energético sino también en energía atómica y aspectos espaciales.
Para Rusia, Argelia es un país prioritario debido a sus reservas de petróleo y, en especial,
de gas. Libia tiene un renovado interés para Rusia también por su dotación de hidrocarburos y
por su proyección hacia África. Egipto es para Rusia una reserva de gas, que puede jugar un
papel muy activo en los próximos años como camino de transporte de energía entre África,
Oriente Medio y Europa. El papel de Marruecos y Túnez es más marginal y tiene relación con su
papel en el tránsito de hidrocarburos.
Así pues, uno de los aspectos más controvertidos que afectan a esta región es el
energético. La consolidación de las relaciones de Rusia con estos países o su asentamiento en sus
respectivos sectores de gas y petróleo (tanto extracción como transporte) pueden significar el
surgimiento de problemas en la seguridad energética en la Unión Europea (U.E.).
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Lechini, G. (Julio-Agosto 2013). China en África: discurso seductor, intenciones dudosas. Nueva
Sociedad 246, 115-128. Recuperado de www.nuso.org.