Sei sulla pagina 1di 3

PREJUICIO

-Los prejuicios de otras Žpocas no son incomprensibles cuando los nuestros nos
ciegan.

-Criticar al burguŽs recibe doble aplauso: el del marxista, que nos juzga
inteligentes porque corroboramos sus prejuicios; el del burguŽs, que nos juzga
acertados porque piensa en su vecino.

-Los prejuicios defienden las ideas estœpidas.

-El "racionalismo" del XVIII combati— los "prejuicios" con buena conciencia de
prejuicio inadvertido.
Desde entonces "irracional" no es lo adverso a la raz—n, sino a prejuicios
revolucionarios.

-La imparcialidad cr’tica s—lo puede fundarse sobre la conciencia lœcida del
prejuicio que ordena nuestra visi—n personal.

-Ser racionalista consiste en tomar como postulados inconscientes del raciocinio


los prejuicios de la sociedad contempor‡nea.

-El prejuicio de no tener prejuicios es el m‡s comœn de todos.

-El conservatismo de Burke no es un "irracionalismo" que se enfrenta al


"racionalismo" contempor‡neo, sino frente al AufklŠrung, que llama principios
sus prejuicios, el acta de independencia de la raz—n experimental.

-Los prejuicios incurables pululan cuando los hombres se jactan de opinar


libremente.

-Hay reaccionarios a despecho de sus prejuicios, por simple olfato fino.


Su mejor representante es Hune.

-Gran escritor es el que transforma en razones, inconscientemente, los prejuicios


de sus antepasados.

-La "visi—n objetiva" no es una visi—n sin prejuicios, sino una visi—n sometida a
prejuicios ajenos.

-El pensamiento no parte de una observaci—n o de un experimento, sino de un


prejuicio.
El prejuicio es el —rgano de apropiaci—n intelectual del universo.

-La vida no ense–a nada directamente, s—lo refuta falsos prejuicios.

-Nuestra ciencia no es cada momento sino la hip—tesis que hasta el momento


ningœn experimento falsifica.
La suma cient’fica no ser‡ nunca m‡s que el prejuicio vigente en el instante que
la humanidad se extinga.

-Inteligencia sin prejuicios es s—lo la que sabe cuales tiene.

-Hombre "sin prejuicios" suele significar hombre sin espiritualidad.


Prejuicios, supersticiones, escrupulos, son brotes del esp’ritu naciente en almas
simples. Extirparlos, para liberarlas de lo que "asfixia la libre expresi—n del
esp’ritu" favorece meramente la erosi—n de esos suelos pobres.
Liberar al hombre comœn de las obsesiones mezquinas que lo angustian no es
redimirlo de una existencia espiritualmente sordidas, sino prohibirles la œnica
espiritualidad a su alcance.

-Las prevenciones caprichosas de un historiador molestan menos que sus


prejuicios sistem‡ticos.

-Los juicios de valor, en las Geisteswissenschaften, s—lo se reemplazan con


prejuicios.

- Este mundo empobrecido es producto de una visi—n deformada por prejuicios


ya abrogados.
No debemos ocuparnos en repetir refutaciones sino en inventar ritos propicios a
la catarsis de los sentidos.

- La interpretaci—n hist—rica reclama categor’as Žticas. El historiador que las


alude empobrece su objeto.
Ayer pareci— necesario eliminarlas, porque se confund’an con prejuicios
congŽnitos al aniversario liberal, progresista, dem—crata. Pero es desmesura
suprimir la Žtica para evitar meramente la virtuosa indignaci—n del progresista
con la "inmoralidad del pasado".

- Los prejuicios son postulados que quieren d‡rselas de evidencias.

- Ojal‡ resucitaran los "fil—sofos" del XVIII con su ingenio, su sarcasmo, su


osad’a, para que minaran desmantelaran, demolieran, los prejuicios de este
siglo.
Los prejuicios que nos legaron ellos.

- El modelo contempor‡neo de bobo se caracteriza por el apasionamiento con


que se proclama libre de prejuicios.

- Gracias a la descripci—n fenomenol—gica, la historia de las religiosas se libert


— del esquema evolucionista que la convert’a en ascenso hacia los prejuicios del
historiador de turno.

- Mientras m‡s radicalmente comparta los prejuicios de su tiempo, m‡s f‡cil le es


al historiador creerse due–o de criterios objetivos, para juzgar la historia.
La moda es lo œnico absoluto que nadie suele disfrutar.

- No apelar a Dios, sino a su justicia, nos lleva fatalmente a emplazarlo ante el


tribunal de nuestros prejuicios.

-Temblemos si nos dan raz—n.


Hemos coincidido con los prejuicios del auditorio.

-La civilizaci—n es la resultante de todo lo que parece absurdo al ciudadano sin


prejuicios.

-La dialŽctica sirve para excluir de las causas de un proceso hist—rico las que
da–an la simetr’a de nuestros prejuicios.

-El pensamiento reaccionario ha sido acusado de irracionalismo porque se niega


a sacrificar los c‡nones de la raz—n a los prejuicios del d’a.

-As’ como lo econ—mico surgi— bajo lo pol’tico al rasparle a la historia sus


prejuicios vetustos, as’ surgir‡n lo genŽtico y lo patol—gico cuando le raspen sus
nuevos prejuicios.
-El que se enfrenta "sin prejuicios" a un tema cualquiera s—lo dice bober’as.

-M‡s de un presunto "problema teol—gico" proviene s—lo del poco respeto con
que Dios trata nuestros prejuicios.

-Las opiniones ser’an finalmente sanas si s—lo reflejaran intereses.


Si no las refractara un medio opaco de prejuicios idiotas.

-El tonto llama "prejuicios" las conclusiones que no entiende.

-Lo que el hombre manipula "sin prejuicios" se envilece, o lo envilece.

-El mecanismo psicol—gico del individuo "sin prejuicios" carece de interŽs.

-El que comparte prejuicios ajenos se cree libre de prejuicios.

-Nada m‡s peligroso que herir los prejuicios del que dice no tener ninguno.

-Para entender se necesita, a la vez, tener prejuicios y no substituirlos a la


experiencia.

-Entender suele consistir en falsear lo aparentemente entendido rediciŽndolo a


tŽrminos supuestamente inteligibles porque conciertan con nuestros prejuicios
de momento.

-Desde hace dos siglos llaman "libre pensador" al que cree conclusiones sus
prejuicios.

-La ciencia econ—mica actual, lejos de ser una simple ciencia, es un sistema de
prejuicios larvados.

-La norma del cristianismo es el cristianismo mismo.


Ser cristiano es no aplicarle al cristianismo como norma uno de nuestro
prejuicios.

-Contrariamente al prejuicio moderno, la perfecta educaci—n de un objeto a su


fin se paga siempre con la ausencia de estilo.

-Creer que una verdad patente, claramente expresada, ha de convencer no es


m‡s que prejuicio ingenuo.

-Conocer bien un episodio hist—rico consiste en no observarlo a travŽs de


prejuicios democr‡ticos.

-Sus prejuicios no embrutecen sino al que los cree conclusiones.

-La simple raz—n no puede criticar un "prejuicio", sino mostrando meramente


que contradice otro "prejuicio".

-Los llamados prejuicios de las clases altas suelen consistir en experiencias


acumuladas.

-Lo que no sea prejuicio es corolario de prejuicios.

Potrebbero piacerti anche