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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

UNIVERSIDAD FINIS TERRAE

Derecho Civil III: “Teoría de los


bienes y de los derechos reales”.
Autor: Alex Carreño Sandoval.
Versión 2019

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

TEORÍA DE LOS BIENES Y DE LOS DERECHOS REALES .1

Alex Carreño Sandoval2**

Generalidades.
En la vida del derecho existen 2 grupos: “O están las Personas o están las
Cosas”.

Para efectos de este curso, se debe hacer una distinción para tratar de determinar
si existe alguna diferencia entre la cosa y el bien (esto dado porque nuestro Código Civil
los hace términos sinónimos conforme a lo dispuesto en el artículo 5653); así las cosas, la
doctrina ha querido buscar alguna diferencia entre estos términos estableciéndose una
relación de género/especie; en donde el género es la cosa y la especie son los
bienes.

Concepto de cada uno de ellos.

 Cosa (Género): Aquello que ocupa un lugar en el espacio pudiendo ser


percibida por los sentidos o el intelecto.
 Bienes (Especie): Son aquellas cosas que prestan una utilidad al hombre
siendo susceptibles de apropiación.

Podríamos buscar una aproximación respecto de aquellas cosas que no tengan la


calidad de bienes, así pensar que existen ciertas cosas que no presten utilidad al hombre
o no sean susceptibles de apropiación; en consecuencia, la diferencia entre ambas es la
apropiación que se puede tener de ellas (entre cosas y bienes).

- Ejemplo de cosa: El aire, el mar que no se puede apropiar de ellos;


- Ejemplo de bienes: Una mesa, casa, celular, etc.

Clasificación de las Cosas.


El artículo 565 del Código Civil además de lo precedentemente señalado clasifica las
cosas en:

 Cosas Corporales: Son aquellas que tienen un ser real y que pueden ser
percibidas por los sentidos, como una casa o un libro.
 Cosas Incorporales: Consisten en meros derechos como los créditos o las
servidumbres activas (No tienen un ser real, pero se perciben por la inteligencia).

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El presente apunte (en construcción) ha sido elaborado conforme al programa de estudios entregado por
la Universidad Finis Terrae en base a libros, publicaciones, apuntes de clases y notas tomadas por quien
suscribe de los siguientes profesores: Juan Andrés Orrego (UFT), Andrés López Aranguiz (UFT), Juan David
Terrazas Ponce (PUC) y Alejandra Gormaz Rosas (UBO).
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Egresado de derecho, Universidad Finis Terrae. Tutor de estudiantes (Oficina de Educación del Derecho
UFT). Ayudante de Derecho Civil. Para correcciones y sugerencias, enviar correo a: acarrenos@uft.edu
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Art. 565. Los bienes consisten en cosas corporales o incorporales.
Corporales son las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, como una casa, un libro.
Incorporales las que consisten en meros derechos, como los créditos, y las servidumbres activas.

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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Las Cosas Incorporales.

Estas cosas se clasifican en Derechos reales y en Derechos personales.

 Derechos Reales.

Según el artículo 5774 del Código Civil, el derecho real es aquel que tenemos sobre
una cosa sin respecto de determinada persona. El titular del derecho real puede ser una o
varias personas en este último caso estaremos frente a una comunidad. La cosa objeto
del derecho real debe estar siempre determinada a lo menos en cuanto a su género.

De esta definición han surgido ciertas críticas a propósito de la “cosificación del


Derecho”, pues al hablar de derechos reales estamos haciendo referencia a relaciones
jurídicas, estas se presentan ENTRE SUJETOS (sea sujeto activo, objeto y sujeto
pasivo), de aquí respecto a esta definición no existiría un segundo sujeto (sea sujeto
pasivo); así para contrarrestar dicha critica se señala que el sujeto pasivo es la sociedad
toda, existiendo entonces un sujeto pasivo, PERO que este no se encuentra Determinado
(y no es que prescinda de él) y por tanto no existiría la llamada “cosificación del Derecho”
pues el derecho real como su definición lo indica “Es aquel que se tiene sobre una cosa
SIN RESPECTO de determinada persona”.

Elementos de los derechos reales.

 1º Sujeto Activo: O sea el titular del derecho quien puede aprovecharse de la


cosa sea de manera total o de manera parcial, así el dueño puede aprovecharla
totalmente y el usufructuario parcialmente.
 2º El Objeto: Es la cosa objeto del derecho la que debe estar a lo menos
determinada en cuanto a su género.
 3º Sujeto Pasivo: Es quien debe respetar el derecho real, o sea, la comunidad
toda.

Clasificación de los Derecho Reales.

Distinguimos los derechos de Goce y garantía:

 Goce: Permiten la utilización directa de la cosa, por ejemplo el dominio y el


usufructo.
 Garantía: Permiten la utilización indirecta de la cosa, o sea por su valor de
cambio, el titular puede con el auxilio de la fuerza pública obtener el cumplimiento
forzado de la obligación, por ejemplo la hipoteca y la prenda.

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Art. 577. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona.
Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de servidumbres
activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones reales.
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Taxatividad de los derechos reales.

Nos preguntamos si la enumeración de los derechos reales es o no taxativa, ello


por el tenor literal del artículo 577 del Código Civil. Concluimos que dicha enumeración no
es taxativa toda vez que en el artículo 5795 del mismo cuerpo legal se agrega otro
derecho real, que es el derecho real de Censo; además, encontramos fuera del Código
Civil, los llamados derechos reales administrativos, como son el derecho de
aprovechamiento de aguas y el derecho del concesionario. (Derechos reales que emanan
de leyes especiales).

En definitiva, la taxatividad de los derechos reales pasa porque solo pueden ser
creados por ley, no por la voluntad de las partes. (Los particulares no pueden crear
derechos reales, si pueden crear derechos personales en infinitas posibilidades).

 Derechos Personales o Créditos.

Según el artículo 5786 del Código Civil, son aquellos que solo pueden reclamarse de
ciertas personas, que por un hecho suyo o la sola disposición de la ley han contraído las
obligaciones correlativas.

Se puede concluir que esta noción de derechos personales existe una relación de una
persona con otra. No debe cometerse el error de sacar el concepto de derecho personal
por descarte del derecho real. Los derechos reales se ejercen sobre la cosa y los
derechos personales se reclaman sobre ciertas personas. (Solo pueden reclamarse
sobre ciertas y determinadas personas)

Los derechos personales son ilimitados, porque emanan de las fuentes de las
obligaciones (Contratos, cuasicontratos, delitos, cuasidelitos, la ley).

Elementos Constitutivos del Derecho Personal.

En primer lugar, tenemos un sujeto activo llamado acreedor; en segundo lugar,


un sujeto pasivo denominado deudor y en tercer lugar el objeto del derecho
denominado “prestación” que puede consistir en dar, hacer o no hacer.

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Art. 579. El derecho de censo es personal en cuanto puede dirigirse contra el censuario, aunque no esté en
posesión de la finca acensuada, y real en cuanto se persiga ésta.
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Art. 578. Derechos personales o créditos son los que sólo pueden reclamarse de ciertas personas, que, por
un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las obligaciones correlativas; como el que tiene
el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De estos
derechos nacen las acciones personales.
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Paralelo entre los Derechos Reales y Derechos Personales.

1) En cuanto a las personas que intervienen: Así en el derecho real, el sujeto


activo está determinado; mientras que en el derecho personal tanto sujeto activo
como pasivo están perfectamente determinados. Recordemos que en el derecho
real el sujeto pasivo es indeterminado porque es la comunidad toda.
2) En cuanto al objeto de la relación jurídica: En el derecho real el objeto es
una cosa, mientras que en el derecho personal el objeto es un acto humano que
puede consistir en dar, hacer o no hacer.
3) En cuanto a la eficacia: El derecho real es absoluto, porque puede oponerse a
todas las personas; mientras que el derecho personal es relativo ya que solo se
puede reclamar respecto de ciertas y determinadas personas.
4) En cuanto a su número: Los derechos reales son taxativos porque emanan de
los modos de adquirir el dominio, los derechos personales son ilimitados porque
emanan de las fuentes de las obligaciones.
5) En cuanto a las acciones que los protegen: En los derechos reales se
protegen por acciones reales; así por ejemplo la acción reivindicatoria del derecho
de dominio y la acción hipotecaria; mientras que en los derechos personales se
protegen por acciones personales, por ejemplo, la acción resolutoria.

Las Cosas Corporales.

Según el artículo 565 del Código Civil son aquellas que tienen un ser real y pueden
ser percibidas por los sentidos. Por otro lado, según el artículo 566 del Código Civil; estas
se dividen en muebles e inmuebles cuyo factor de distinción conforme al artículo 567
del mismo cuerpo legal se hace en si pueden trasladarse o no de un lugar a otro sin sufrir
detrimento de su sustancia.

 Las Cosas Corporales Muebles: Estas a su vez se clasifican en muebles por


naturaleza y muebles por anticipación.

 Cosas Corporales Muebles por Naturaleza: Según el artículo 5677 del


Código Civil, son aquellas que pueden trasladarse de un lugar a otro sin sufrir
detrimento de su sustancia. A su vez, estas se dividen en:
 Semovientes: Cuando se trasladan por sí mismo.
 Inanimados: Cuando requieren de una fuerza externa.

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Art. 567. Muebles son las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellas a sí mismas,
como los animales (que por eso se llaman semovientes), sea que sólo se muevan por una fuerza externa,
como las cosas inanimadas.
Exceptúanse las que siendo muebles por naturaleza se reputan inmuebles por su destino, según el artículo
570.
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 Cosas Corporales Muebles por Anticipación: Según el artículo 5718 del


Código Civil, son bienes inmuebles, que se reputan muebles para el efecto de
constituir un derecho sobre ellas en favor de una persona distinta del dueño, aun
antes de la separación del inmueble del que forman parte o al cual están
destinados.

Ejemplos: La venta de la madera de un bosque, o la fruta de una plantación, antes de


derribar los árboles o cosechar la fruta.

Comentario final a la clasificación de los bienes muebles: En todos los casos en


que la ley utilice la palabra mueble; sin otra calificación se entiende hacer referencia a los
muebles por naturaleza.

 Las Cosas Corporales Inmuebles: Estos se clasifican en los inmuebles por


naturaleza, adherencia e inmuebles por destinación.

 Inmuebles por Naturaleza: Según el artículo 5689 del Código Civil son aquellas
cosas que no pueden trasladarse de un lugar a otro sin sufrir detrimento de su
sustancia. En este caso de inmuebles por naturaleza son solo el suelo y las
minas (subsuelo).

Los inmuebles por naturaleza se denominan predios que se agrupan en predios


rústicos y predios urbanos.

- Los predios rústicos: Son aquellos que se encuentran fuera del radio urbano y
que tienen destinación agrícola, ganadera o forestal.
- Los predios urbanos: Son aquellos que se encuentran dentro del radio urbano.

Importancia entre predios rústicos y predios urbanos.

1) En materia de arrendamiento: Así los predios rústicos se rigen por el Decreto


Ley 993 (solemne), mientras que los predios urbanos se rigen por la Ley 18.101
(consensual).

2) En materia de sociedad conyugal: Para arrendar predios urbanos por más de 5


años o predios rústicos por más de 8 años el marido requiere de autorización de la
mujer, salvo que se trate de sus bienes propios.

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Art. 571. Los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a ellos, como las yerbas de un campo, la
madera y fruto de los árboles, los animales de un vivar, se reputan muebles, aun antes de su separación,
para el efecto de constituir un derecho sobre dichos productos o cosas a otra persona que el dueño.
Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una mina, y a las piedras de una cantera.
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Art. 568. Inmuebles o fincas o bienes raíces son las cosas que no pueden transportarse de un lugar a otro;
como las tierras y minas, y las que adhieren permanentemente a ellas, como los edificios, los árboles. Las
casas y heredades se llaman predios o fundos.
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3) El arrendamiento de los bienes del hijo sujeto a patria potestad está


sometido a las mismas limitaciones anteriores.

4) En materia de compraventa, las reglas relativas a la cabida de los predios sólo


se aplican a la venta de predios rústicos (artículo 1831 y siguientes).

 Inmuebles por Adherencia: Son aquellos bienes muebles que se reputan


inmuebles por encontrarse adheridos permanentemente a un inmueble por
naturaleza o a otro inmueble por adherencia. Por ejemplo: Los árboles y las
plantas siempre que se encuentren adheridas al suelo por sus raíces.

Requisitos de estos inmuebles:

a) El bien se debe adherir a un bien inmueble (sea por naturaleza o por adherencia),
b) Se debe adherir permanentemente, pero no se exige perpetuidad.

 Inmuebles por Destinación: Según el artículo 57010 del Código Civil son
aquellos bienes muebles que la ley reputa inmuebles por una ficción a
consecuencia de estar destinados permanentemente al uso, cultivo o beneficio de
un inmueble, aunque puedan separarse sin detrimento. Como por ejemplo: Los
utensilios de labranza en un campo, los abonos de la tierra, ejemplo las sillas de
una universidad.

Requisitos:

1) La cosa mueble debe colocarse en un inmueble


2) La cosa mueble debe destinarse al uso, cultivo o beneficio del inmueble
3) Esa destinación debe ser de manera permanente

Respecto al artículo 570 del Código Civil realizaremos las siguientes


observaciones:

- Según tenor literal seria de carácter copulativo, debiendo decir “O” y no “Y”
respecto del uso, cultivo o beneficio.
- El código nombra o da ejemplos que son erróneos.

Cesación de la calidad de Inmueble por Destinación.

Estos inmuebles no dejan de serlo, por su separación momentánea del inmueble al


que acceden, pero desde el momento en que se separan con el objeto de darles diferente
destino dejan de ser inmuebles.

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Art. 570. Se reputan inmuebles, aunque por su naturaleza no lo sean, las cosas que están
permanentemente destinadas al uso, cultivo y beneficio de un inmueble, sin embargo de que puedan
separarse sin detrimento. (ver ejemplos en articulo)
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Derechos Muebles y los Derechos Inmuebles.

Nada impide que los derechos se puedan clasificar en muebles o inmuebles, esto
depende respecto de lo cual recaiga. Así, por ejemplo: El derecho real de hipoteca es un
derecho inmueble, al igual que el de servidumbre. El usufructo puede ser mueble o
inmueble. El único derecho real que escapa a esta clasificación es el derecho real de
herencia, pues la herencia es una universalidad jurídica (inicialmente no son cosas
muebles ni inmuebles).

Respecto de los derechos personales, tendremos que distinguir en atención al


objeto de la obligación, si la obligación es de dar será mueble o inmueble (artículo 58011
del Código Civil), el problema se da respecto de las obligaciones de hacer, acá el código
señala que los hechos que se deben se reputan muebles (artículo 58112 del Código Civil).

De estos derechos surgen acciones que pueden ser muebles o inmuebles de


acuerdo a lo ya indicado.

Importancia de la Distinción entre Bienes Muebles e Inmuebles.

1) En cuanto a la Compraventa: El contrato de compraventa de bienes muebles es


un contrato consensual porque se perfecciona por el solo consentimiento de las
partes, en cambio el contrato de compraventa de inmuebles es un contrato
solemne y su solemnidad es que debe constar por escritura pública.

2) En lo que respecta a la tradición: La tradición de los muebles, de acuerdo al


artículo 684 del Código Civil, se efectúa significando una de las partes a la otra
que le transfiere el dominio, esto es demostrando la intención de adquirir y
transferir; mientras quela tradición de los inmuebles según el artículo 686 del
Código Civil se efectúa a través de la inscripción del título respectivo en el registro
conservatorio correspondiente.
3) En lo que respecta a la prescripción Adquisitiva Ordinaria: Para los bienes
muebles se requiere de un plazo 2 años para adquirir el dominio, en cambio de los
inmuebles dicho plazo es de 5 años (ambos respecto a la prescripción adquisitiva
ordinaria). En la prescripción adquisitiva extraordinaria no importa esta distinción
ya que existe un plazo único de 10 años.

4) En materia de Cauciones: Hay cauciones que recaen sobre bienes inmuebles


como por ejemplo la hipoteca y otras sobre muebles como la prenda.

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Art. 580. Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo sea la cosa en que han
de ejercerse, o que se debe. Así el derecho de usufructo sobre un inmueble, es inmueble. Así la acción del
comprador para que se le entregue la finca comprada, es inmueble; y la acción del que ha prestado dinero,
para que se le pague, es mueble.
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Art. 581. Los hechos que se deben se reputan muebles.
La acción para que un artífice ejecute la obra convenida, o resarza los perjuicios causados por la inejecución
del convenio, entra por consiguiente en la clase de los bienes muebles.
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5) En materia de Sociedad Conyugal: El marido puede disponer libremente de los


bienes muebles sociales y de los propios de la mujer, en cambio para enajenar y
gravar bienes inmuebles (raíces sociales y propios de la mujer), requiere de su
autorización.
6) En lo que respecta a los Modos de Adquirir: La ocupación opera
exclusivamente de bienes muebles, todos los demás operan sobre muebles,
inmuebles y en algunos casos hasta universalidades.
7) En lo que respecta en cuanto la competencia de tribunales: De las acciones
inmuebles conoce el juez del tribunal donde se encuentra ubicado el inmueble, si
la acción es mueble conoce el juez del lugar donde se contrajo la obligación, esto
es generalmente el del domicilio del demandado.
8) La acción rescisoria por lesión enorme sólo procede en la venta o permuta de
bienes raíces (artículo 1891).
9) En lo concerniente a los efectos de la condición resolutoria cumplida, el
Código Civil distingue entre los bienes muebles (artículo 1490) y los inmuebles
(artículo 1491) enajenados a los terceros.
10) Tratándose de los bienes familiares, sólo puede afectarse en esa calidad un
inmueble, aquél que sirva de residencia principal de la familia (artículo 142). En
cambio, pueden afectarse como bienes familiares una pluralidad de bienes
muebles, específicamente todos aquellos que guarnecen la residencia principal de
la familia.
11) En materia posesoria, la ley sólo protege a los inmuebles mediante las acciones
posesorias (artículo 916). La posesión de los muebles sólo podría recuperarse
mediante la acción publiciana, que la ley franquea exclusivamente al poseedor
regular (artículo 894).

Cosas de género y de especie o Cuerpo Cierto.

Esta distinción se efectúa en atención a la determinación de la cosa. La cosa


de género corresponde aquel individuo indeterminado, pero de un género determinado;
mientras que las cosas de especie o cuerpo cierto son aquellas que corresponden a un
individuo determinado dentro de un género también determinado.

Importancia de la Distinción.

1- El deudor de especie o cuerpo cierto tiene la obligación de conservar la cosa y


restituirla, mientras que el deudor de género no debe conservarla porque su
obligación consiste en entregar cualquier individuo de una calidad a lo menos
mediana del mismo género.

2- Una segunda importancia es que el modo de extinguir llamado “Perdida fortuita de


la cosa debida”, solo opera en las obligaciones de especie o cuerpo cierto;
mientras que en las obligaciones de género no opera ya que el género no perece,
salvo el caso del género limitado.

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Cosas Consumibles y No Consumibles.

 Las cosas consumibles Son aquellas que en razón de sus caracteres específicos
se destruyen natural o civilmente al primer uso. La destrucción civil implica:
“Enajenación”, de esta manera los alimentos son naturalmente consumibles,
mientras que el dinero es civilmente consumible.
 Las cosas no consumibles Son aquellas que en razón de sus caracteres
específicos no se destruyen a su primer uso, como un bien mueble o un inmueble.

Importancia de esta distinción:

Radica en que existen ciertos contratos que no pueden recaer sobre cosas
consumibles, por ejemplo: el arrendamiento o el comodato.

Cosas Fungibles y Cosas no Fungibles.

 Las cosas fungibles Son aquellas que pueden sustituirse por otras por tener el
mismo poder liberatorio, o sea un carácter y valor similar.
 Las cosas no fungibles Son aquellas que no pueden sustituirse por otras, puesto
que no tienen el mismo poder liberatorio.

Nuestro Código en el artículo 57513 confunde las cosas consumibles con las
fungibles; por regla general las cosas consumibles son a la vez fungibles, pero hay cosas
consumibles que pueden ser no fungibles. Por ejemplo: Un último ejemplar de botella de
vino. A la inversa existen cosas fungibles que no son consumibles, por ejemplo un Código
Civil.

Cosas Principales y Cosas Accesorias.

 Las cosas principales Son aquellas que pueden subsistir por sí mismas sin
necesidad de otras.
 Las cosas accesorias Son aquellas que se encuentran subordinadas a otras sin
las cuales no pueden subsistir.

Ejemplos:

En el ámbito de las cosas corporales el suelo es una cosa principal y los inmuebles
por adherencia o destinación son accesorios.

En las cosas incorporales el derecho real de dominio es principal y la servidumbre


que sobre el recae es accesorio. El mutuo constituye una obligación principal mientas que
la hipoteca es una obligación accesoria puesto que lo garantiza.

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Art. 575. Las cosas muebles se dividen en fungibles y no fungibles.
A las primeras pertenecen aquellas de que no puede hacerse el uso conveniente a su naturaleza sin que se
destruyan.
Las especies monetarias en cuanto perecen para el que las emplea como tales, son cosas fungibles.
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Criterios para determinar cuál es la cosa Principal y cuál es la cosa Accesoria.

1) Un primer criterio con el concepto dice relación con la posibilidad que tienen las
cosas de subsistir o no por sí mismas.
2) Un segundo criterio dice relación con la finalidad siendo accesoria la cosa que
adhiere o está destinada al uso, cultivo o beneficio de otra cosa. las cosas por si
misma pueden subsistir, pero lo que lo califica como principal o accesorio es si
sirve o no.
3) un tercer criterio se encuentra determinado por el mayor o menor valor de las
cosas; así en la adjunción la cosa principal será aquella que tenga mayor valor.
(relación con el modo de adquirir “accesión”)
4) otro criterio puede resultar ser el volumen cuando no se puedan aplicar los
criterios anteriores.

Importancia de la clasificación:

La importancia radica en la aplicación del aforismo que lo accesorio sigue la suerte


de lo principal, pero no a la inversa.

Cosas Divisibles y Cosas Indivisibles.

Concepto.

Desde la perspectiva corporal todo es divisible, sin embargo, desde un punto


de vista jurídico hay cosas que son materialmente indivisibles, porque su división implica
que la cosa deje de ser lo que es, así por ejemplo si varios deudores tienen la obligación
de entregar una especie o cuerpo cierto cada uno de ellos debe cumplir íntegramente la
obligación, aunque solo deba una cuota.

Hay otras cosas que son jurídicamente o intelectualmente indivisibles como,


por ejemplo: La hipoteca, este de derecho real recae sobre todo el bien raíz y garantiza el
total del crédito no siendo posible solicitar alzamientos parciales, cada peso del crédito
está garantizado con el 100% de la hipoteca.

Divisibilidad del derecho de dominio.

El derecho real de dominio es divisible, porque admite que el titular se desprenda


de una o más facultades, así por ejemplo si el dueño entrega la cosa en usufructo
mantiene solo la facultad de disposición, la llamada “nuda propiedad”. Las facultades de
uso y goce las tendrá el usufructuario.

También es divisible este derecho puesto que varias personas pueden ser dueñas
de una misma cosa, en la llamada “Copropiedad”; sin embargo, se estima que en este
caso no existiría división del dominio ya que cada comunero se ve limitado por el derecho
de los demás comuneros.

Importancia de la clasificación:

Tiene importancia en la partición de bienes, en el dominio, en las obligaciones


divisibles e indivisibles y en la prenda y la hipoteca.

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Cosas Presentes y Cosas Futuras.

 Las cosas presentes Son aquellas que tienen existencia real al momento de
constituirse la relación jurídica.
 Las cosas futuras no tienen existencia al constituirse la relación jurídica, pero se
espera racionalmente que la tengan con posterioridad.

Cosas Singulares y Cosas Universales.

 Son cosas singulares Aquellas que constituyen una unidad natural o artificial,
simple o compleja, pero con existencia real en la naturaleza.
 Las cosas universales Son agrupaciones de cosas singulares sin conexión física
entre sí pero que forman un solo todo y reciben una denominación común.
Ejemplo: Un rebaño.

Las cosas universales se clasifican:

a) Universalidades de Hecho: Es aquel conjunto de bienes MUEBLES, de


naturaleza idéntica o diferente que conservan su propia individualidad, pero
forman una sola cosa por estar vinculadas por el lazo de su común destinación
económica. Ejemplo: Una biblioteca.
b) Universalidades de Derecho: Es un conjunto de relaciones jurídicas que reúnen
a bienes muebles, inmuebles corporales, incorporales, activos y pasivos que
forman un todo indivisible. por ejemplo: La herencia o el patrimonio reservado de
la mujer casada en sociedad conyugal.

Características de las universalidades de derecho:

Contiene elementos tanto activos como pasivos, entre estos elementos existe una
relación funcional de manera tal que el activo se da precisamente para responder del
pasivo, dentro del conjunto de bienes opera el principio de la subrogación real, por el cual
los bienes que ingresan a la universalidad ocupan la situación jurídica de aquellos que
salen.

Diferencias entre las Universalidades de Hecho y las de Derecho:

a) Las universalidades de hecho solo están compuestas por muebles y solo tienen
activos, mientras que las universalidades de derecho tienen toda clase de cosas y
tanto activos como pasivos.
b) Las universalidades de hecho no tienen un tratamiento jurídico especial, en
cambio las universalidades de derecho SI.

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Cosas Comerciables y Cosas Incomerciables.


Las cosas se clasifican en comerciables e incomerciables, según puedan o no ser
objeto de relaciones jurídicas.

 Las cosas comerciables son las que pueden ser objeto de relaciones jurídicas
privadas, de manera que sobre ellos puede recaer un derecho real o puede
constituirse a su respecto un derecho personal (artículos 1461 y 2498). Pueden
incorporarse por ende, al patrimonio de una persona.
 Las cosas incomerciables o no comerciables son las que no pueden ser objeto
de relaciones jurídicas por los particulares. No puede existir a su respecto un
derecho real ni personal. Por ende, no pueden incorporarse a patrimonio alguno.

Clases de Cosas Incomerciables:

1) Están las cosas incomerciables según su naturaleza, las llamadas “cosas


comunes a todos los hombres” como el aire y el altamar.

2) En razón a su destinación, se trata de cosas que son naturalmente comerciables


pero que han sido excluidas por ser declaradas para algún fin público, por ejemplo
“Los bienes nacionales de uso público.” Nada impide sin embargo que ellas
puedan se desafectadas de esta destinación pasando a ser cosas comerciables.
ejemplo: la llamada desafectación de los bienes nacionales de uso público, así una
plaza que no está siendo ocupada se desafecte y pase a ser un bien particular
como por ejemplo un conjunto de viviendas.

La característica de las cosas incomerciables es no poder ser objeto de ningún


derecho privado, por lo tanto, no debemos confundirlas con las cosas no enajenables, por
ejemplo los derechos personalísimos que son comerciables porque se radican en un
patrimonio y tienen un titular pero son inalienables porque su titular no puede transferirlos
ni transmitirlos. En resumen, todas las cosas enajenables son comerciables, PERO
hay cosas comerciables que son INALIENABLES.

Finalmente diremos que son también incomerciables las cosas consagradas al


culto divino, norma que emana del derecho canónico y se refiere aquellos bienes
muebles e inmuebles que mediante la consagración han sido dedicadas al culto divino.

Cosas apropiables y Cosas inapropiables.


Relacionada con la clasificación anterior, pero en base exclusivamente al dominio, las
cosas se clasifican en apropiables e inapropiables, según sean o no susceptibles de
propiedad.

 Las cosas apropiables Son aquellas que pueden ser objeto de apropiación, y se
dividen en:
- Apropiadas, las cuales actualmente pertenecen a un sujeto de derecho.
- Inapropiadas, las cuales no pertenecen a nadie sea por nunca han tenido un
dueño (Res nullius), o porque han sido abandonadas por su dueño (Res
delelictae).

 Las cosas inapropiables Son aquellas que no pueden ser objeto de apropiación,
como las cosas comunes a todos los hombres.

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Cosas Particulares y Cosas Nacionales.

 Las cosas particulares Las primeras pertenecen a personas naturales o a


personas jurídicas de derecho privado o a personas jurídicas de derecho público
distintos de la nación o el Fisco.

 Las cosas nacionales Pertenecen a la nación toda; los bienes nacionales se sub-
clasifican:
o En bienes nacionales de uso público, que son aquellos que pertenecen a la
nación y son utilizados por todas las personas;
o Por su parte los bienes fiscales, son aquellos que pertenecen a la Nación pero
que solo pueden ser utilizados por el Fisco, esto es el Estado patrimonialmente
considerado. (Ejemplo: edificios fiscales, camionetas municipales, etc.).

Sobre los bienes nacionales de uso público se pueden establecer concesiones con la
cual se autoriza el aprovechamiento exclusivo en favor del concesionario.

El derecho del concesionario se estima como un derecho real distinto a los


numerados en el código civil, pues todas las cargas que existen en dicha concesión
pueden pasar de una persona a otra pero estas no son dueñas del bien nacional de uso
público sino del derecho real que recae sobre estos.

En cualquier caso, los bienes nacionales de uso público pueden ser desafectados,
incorporándose al concepto o categoría de bienes apropiables.

Derecho Real de Dominio artículo 58214 del Código Civil.

Concepto.

“El dominio que se llama también propiedad es el Derecho real en una cosa
corporal para gozar y disponer de ella arbitrariamente no siendo contra la ley ni
contra derecho ajeno.”

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Art. 582. El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una cosa corporal, para gozar
y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o contra derecho ajeno.
La propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad.
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Observaciones al concepto.

1) Asimila el concepto de dominio con el de propiedad, algunos estiman que el


dominio solo se aplicaría a las cosas corporales y el concepto de propiedad
abarcaría también a las incorporales, en todo caso nuestro Código utiliza de
manera indistinta ambos términos. (observación)

2) En segundo lugar se detecta una crítica al concepto ya que solo se hace


referencia al derecho real sobre una cosa corporal, excluyéndose a las cosas
incorporales sobre las cuales resulta indudable que también son
susceptibles de dominio como el que tiene el dueño del crédito o el dueño del
derecho real de hipoteca, más aun, en el artículo 58315 del Código Civil se señala
que sobre las cosas incorporales existiría una especie de propiedad por lo que,
resulta incomprensible lo señalado en la disposición. Nuestra Constitución política
de la República en el artículo 19 N°2416 se hace cargo de esta observación y
garantiza el derecho de propiedad en todas sus formas y sobre toda clase de
cosas corporales e incorporales.

3) Se critica que solo menciona las facultades de gozar y disponer excluyendo


a la de uso, algunos autores explican dicha omisión señalando que dentro de la
facultad de goce se encuentra necesariamente la de uso. Estimamos que esto no
es del todo preciso ya que la facultad de goce es distinta a la de uso, es más,
quien tenga la facultad de goce para poder hacerse dueño de los frutos civiles por
ejemplo: rentas de arrendamiento; debe necesariamente desprenderse del uso, lo
que demuestra que él quien tiene el goce no siempre tiene el uso.

4) Al utilizar la expresión “arbitrariamente” quiere decir sin límite alguno ósea a


total discreción del titular; sin embargo, inmediatamente se establecen límites
que son la Ley, por ejemplo, una cosa embargada por decreto judicial, y en
segundo lugar pone como limitante el derecho ajeno; así por ejemplo: los
derechos de los copropietarios. Sin embargo, se estima que la inclusión de esta
expresión se justifica para indicar lo absoluto de las facultades del propietario.
(observación)

15
Art. 583. Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el usufructuario tiene la
propiedad de su derecho de usufructo.
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Artículo 19.- La Constitución asegura a todas las personas:
24º.- El derecho de propiedad en sus diversas especies sobre toda clase de bienes corporales o
incorporales.
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Características del Dominio.

1) Es un derecho real (el principal de los derechos reales), y tiene su propia acción
de carácter real la cual es la acción reivindicatoria.
2) Es un derecho absoluto ya que el dueño puede ejercer sobre la cosa todas las
facultades posibles y en ese ejercicio tiene un poder arbitrario sin que nadie pueda
impedírselo. Se entienden como únicos límites naturales a la ley y el derecho
ajeno.
3) Es un derecho exclusivo porque supone a un único titular facultado para usar,
gozar y disponer de la cosa y por lo tanto impide la intromisión de cualquier otro
sujeto. No puede haber más de un propietario sobre una misma cosa con
facultades exclusivas.

Pueden surgir dudas acerca de esta característica cuando analizamos la figura de la


copropiedad donde varias personas tienen el derecho de dominio sobre una misma cosa;
en este caso debemos entender que cada propietario no es que sea dueño de la
cosa común, su dominio recae en la cuota y respecto de dicha cuota, el puede usar,
gozar y disponer de ella. En consecuencia, es dueño exclusivo de su cuota pero no
tiene facultades exclusivas sobre la cosa común. (Esta es la llamada facultad de
“excluir”, por la cual puede impedir a los demás el uso y goce de la cosa por parte
de los demás sujetos.)

4) Es un derecho perpetuo, en el sentido en que el derecho no está sujeto a


limitación de tiempo, puede durar tanto como la cosa misma; el propietario de
una cosa no pierde el dominio por no usarla, eventualmente podría perderlo
si es que otra persona inicia posesión sobre ella y si operan los requisitos
para su adquisición a través de la prescripción adquisitiva.

Facultades del Dominio.

Se distinguen 2 clases de facultades; “las facultades materiales” que son el uso,


goce y disposición material y, “las facultades jurídicas” que es la facultad de disposición
jurídica.

1) Facultades Materiales:

A) USO (Iusutendi): “Es aquella facultad que permite al propietario utilizar la


cosa o servirse de ella pero sin tocar los frutos y sin generar la destrucción
de la cosa.” (esta última es propia de la facultad de disposición material); en la
práctica resulta inusual que esta facultad se presente separada del goce, salvo y
por ejemplo en el contrato de comodato, el cual es un préstamo de uso. Además,
en el contrato de arrendamiento se puede prohibir la facultad de subarrendar en
particular en los predios urbanos, lo que faculta al arrendatario solo para usar la
cosa.

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B) Goce (Iusfruendi): “Habilita al titular para apropiarse de los frutos y


productos que genere la cosa”; al respecto se han hecho diferencias respecto
de los frutos y de los productos señalando que “Los frutos” “son aquellos que
genera la cosa con una cierta periodicidad”, ósea no menoscaba ni destruye la
cosa, mientras que “el producto” “Es aquel que genera la cosa sin periodicidad
porque su producción acarrea la destrucción o menoscabo de la cosa”.

En estricto rigor entonces quien tiene solo la facultad de goce puede


aprovecharse de manera exclusiva de los frutos, NO de los productos porque la
generación de estos últimos acarrea la destrucción de la cosa, facultad que solo
tiene el dueño, así las uvas de una parra son frutos, mientras que la leña es un producto.
Excepcionalmente el usufructuario tendrá derecho a los productos cuando el derecho
recaiga por ejemplo: En un rebaño. Porque puede destruir los animales pero
reponiéndolos.

C) Disposición Material (IusAbutendi): “Es la que permite al titular destruir


materialmente la cosa, transformarla o degradarla”, es la facultad más
característica del dominio y solo tiene algunas limitaciones para proteger el interés
del mismo propietario o los intereses generales. Por ejemplo: Tratándose de
edificios declarados como patrimonio histórico, que si bien es cierto son de
particulares se les restringe la facultad de disposición de modificarlos pues hay un
interés general.

2) Facultad de Disposición Jurídica.

En un sentido restringido, es el poder del sujeto para desprenderse del derecho que
tiene sobre la cosa, sea o no en favor de otra persona, y sea por un acto entre vivos o por
un acto por causa de muerte. Son formas de disposición la renuncia, el abandono y la
enajenación.

Sistematizando:

- La renuncia supone que el poseedor de un bien o titular de un derecho, en lugar


de realizar un acto en virtud del cual puede incorporar efectivamente a su
patrimonio una cosa, opta por no hacerlo. Así ocurre, por ejemplo, cuando el
poseedor de una cosa, en lugar de alegar prescripción y adquirir así su dominio,
renuncia a hacerlo o cuando un heredero, en lugar de aceptar la herencia, opta por
repudiarla. Cuando media la renuncia, en verdad se debe entender que el que
optó por ella nunca fue dueño o titular del derecho. Lo mismo ocurre si la mujer o
sus herederos renuncian a los gananciales una vez disuelta la sociedad
conyugal, caso en el cual se entenderá que el marido es y ha sido el único
dueño de los bienes “sociales”. Dicho esto, podría afirmarse que no
estamos, stricto sensu, ante un acto de disposición, pues si la cosa no
estaba en nuestro patrimonio, mal podríamos disponer de ella. Con todo, el
Código asimila la renuncia a un acto de disposición, cuando en las normas de
la prescripción, señala que “No puede renunciar la prescripción sino el que
puede enajenar” (art. 2495).

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- Distinto es el caso del abandono. Aquí, el dueño de una cosa manifiesta su


voluntad de desprenderse de ella. Tal es el caso de una cosa mueble que
abandona por su dueño, se transforma en res derelictae. Se trata
efectivamente de un acto de disposición. Cabe advertir que no todo
abandono, en la terminología del Código Civil, implica un acto de disposición.
En efecto, el abandono de la finca hipotecada a que se refiere el art. 2426 no
supone transferencia del dominio, pues el dueño de la misma podrá recobrarla
“mientras no se haya consumado la adjudicación” (es decir, mientras no se
haya procedido a la subasta del inmueble). A su vez, el abandono de bienes a
que aluden los arts. 1614 a 1624 más bien es una dación en pago, es decir, un
acto que produce como efecto la ulterior enajenación de las cosas.
- La enajenación podemos visualizarla en un sentido amplio o en un sentido
estricto.

 En un sentido amplio, la enajenación es todo acto de disposición entre vivos, por


el cual el titular transfiere su derecho a otra persona, o constituye sobre su
derecho un nuevo derecho real en favor de un tercero, nuevo derecho que viene a
limitar o gravar el derecho del propietario. Ejemplo: Persona que grava su casa
con una hipoteca, es una enajenación en sentido amplio pues restringe la
enajenación material de la cosa.

 En un sentido estricto, y más propio, la enajenación es el acto por el cual el


titular transfiere su derecho a otra persona. En otras palabras, es el acto que hace
salir de un patrimonio un derecho para que pase a formar parte del patrimonio de
otra persona. Por ejemplo, en los arts. 393, 1135, 1490, 1754; en estos casos, el
legislador no comprende los gravámenes dentro de la enajenación.

Esta facultad de disposición puede encontrarse restringida por efectos de la ley, así
por ejemplo el articulo 1464 n°3, o por voluntad del hombre cuando por ejemplo el
constituyente prohíbe la enajenación de la propiedad fiduciaria al propietario fiduciario.

Facultad y capacidad de disposición.


 La capacidad de disposición es la aptitud de un sujeto para disponer libremente
de sus derechos, sin el ministerio o autorización de otra persona, se identifica por
tanto con la capacidad de ejercicio. (Sin el ministerio o autorización de otra, esto
es más bien genérico)
 La facultad de disposición es el poder para disponer de un derecho
determinado, nuestro código hace la diferencia en el artículo 67017 cuando define a
la tradición, en donde se distingue claramente entre la facultad de disposición
(exigida al tradente) y la capacidad de disposición (exigida al adquirente). Igual
acontece en los arts. 672; 706, inc. 2º; 1575, inc. 2°; 2387, etc.

Importante: De los conceptos mencionados existe una relación de género especie,


así la facultad de disposición es más restringida que la capacidad de disposición.

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Art. 670. La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la entrega que el dueño
hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el dominio, y por otra la
capacidad e intención de adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales.
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Requisitos Facultad de Disposición.

1) Debe tener la capacidad de disposición. Excepcionalmente en el caso de los


menores adultos, cuando se trate de los bienes muebles de su peculio profesional
o industrial, pues podrán disponer de ellos (el artículo 251, dispone que se mirarán
como mayores de edad para la administración y goce de estos bienes);
2) La titularidad del derecho de que se trata o la calidad de representante del
titular o la autorización de este o de la ley.
3) La aptitud del derecho para ser objeto de la disposición, en consecuencia, no
puede disponerse por ejemplo de los derechos personalísimos.
4) La ausencia de un agente legítimo y extraño que impida el acto de
disposición, por ejemplo, cuando se embarga una cosa.

Debe tenerse presente que: Estos 4 requisitos son copulativos, de lo contrario no


estaremos en presencia de la facultad de disposición.

Irrenunciabilidad a la Facultad de Disposición.

El principio de la libertad de disposición forma parte de un principio más amplio y


de orden público llamado libertad de comercio, y constituye la regla general en nuestro
Derecho.
Por ello, la ley advierte, en algunos casos, que no podrá restringirse la facultad de
disposición, y si ello ocurre, la cláusula en cuestión será ineficaz. Algunos ejemplos:

 Así, está prohibida la constitución de dos o más fideicomisos o usufructos


sucesivos (arts. 745 y 769), precisamente porque entraban la libre circulación de la
riqueza, de manera que si, por ejemplo, se constituye un fideicomiso y se prohíbe
al fideicomisario disponer de sus bienes, a pesar de haberse cumplido la condición
que se le impuso para adquirirlos, dicha prohibición será ineficaz;
 Se tiene por no escrita la cláusula de no enajenar la cosa legada, siempre que la
enajenación no comprometiere ningún derecho de tercero (art. 1126);
 El pacto de no enajenar la cosa arrendada sólo tiene el alcance de facultar al
arrendatario para permanecer en el arriendo hasta su terminación natural (art.
1964);

Casos en los cuales la ley autoriza establecer una prohibición de


enajenar.
En algunos casos, el legislador otorga eficacia a las cláusulas que contienen
prohibiciones de enajenar:
 Art. 751, inc. 2º, en el fideicomiso, el constituyente puede prohibir la enajenación
de la propiedad fiduciaria;
 Art. 793, inc. 3º, el constituyente de un usufructo puede prohibir al usufructuario
ceder su usufructo;
 Art. 1432 N° 1, en la escritura pública de donación, el donante puede prohibir la
enajenación de la cosa donada.

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Respecto a las prohibiciones convencionales de Enajenar existe un debate


con diversas Doctrinas:

Existen ciertos casos en que la ley reconoce la facultad de prohibir la enajenación


de una cosa, como acontece en el caso de la propiedad fiduciaria; en ese sentido, resulta
evidente la plena validez de la prohibición impuesta por el autor o las partes de un acto o
contrato. El problema surge en los casos en que no hay autorización expresa del
legislador. No preguntamos al respecto: ¿Pueden en tales casos el autor o las partes
imponer la prohibición de enajenar? ¿Son válidas tales estipulaciones limitativas de la
facultad de disposición? De todas estas interrogantes entran en conflicto dos principios:
por un lado, el de la libertad de comercio y libre circulación de la riqueza; por otro
lado, la autonomía de la voluntad y dentro de ella la libertad contractual, que permite
pactar cualquier convenio. Al respecto, en la doctrina existen posiciones contrapuestas.

Sistematizando:

 Doctrina en favor de la validez de la cláusula de prohibición de enajenar


(consideran valida la prohibición de no enajenar)

Argumentos:

1) Indica que en derecho privado puede hacerse todo lo que la ley no prohíbe y la ley
no prohíbe la cláusula convencional de no enajenar.
2) El hecho que el legislador la prohíba en determinados casos demuestra que la
regla general es la libertad para establecerla, como por ejemplo acontece en los
artículos 196418 y 203119 del Código Civil, el primer caso en materia de
arrendamiento y el segundo en cuanto al censo.
3) El dueño puede desprenderse de todas las facultades del dominio, como ocurre
cuando lo transfiere; por tanto, conforme al aforismo “quien puede lo más, puede
lo menos”, con mayor razón puede renunciar al ejercicio de una sola facultad, la de
disponer.
4) Por último, se sostiene que la legislación chilena reconoce implícitamente la
validez de las cláusulas convencionales de no enajenar: en efecto, el DFL llamado
“Reglamento del Registro Conservatorio de Bienes Raíces”, establece que pueden
inscribirse las prohibiciones convencionales de no enajenar: art. 53 N° 3 del
Reglamento.

Para esta doctrina en caso de infringirse la prohibición el acto no es nulo, sino


que hay infracción de una obligación de no hacer que permite resolver el contrato
con indemnización de perjuicios. (Artículos 10, 1466, 1555 y 1682 base jurídica para
dicha conclusión). Pues señalan que no hay normas que prohíban estas cláusulas.

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Art. 1964. El pacto de no enajenar la cosa arrendada, aunque tenga la cláusula de nulidad de la
enajenación, no dará derecho al arrendatario sino para permanecer en el arriendo, hasta su terminación
natural.
19
Art. 2031. No vale en la constitución del censo el pacto de no enajenar la finca acensuada, ni otro alguno
que imponga al censuario más cargas que las expresadas en este título.
Toda estipulación en contrario se tendrá por no escrita.
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 Doctrina en contra de la validez de la cláusula de prohibición de enajenar


(consideran no valida la prohibición de no enajenar)

Argumentos:

1) Existe el principio general de la libre circulación de la riqueza, norma de orden


público que no puede ser alterada por los particulares. Únicamente el legislador
puede establecer las excepciones que no comprometen seriamente esa regla; en
consecuencia, cuando las partes acuerdan una cláusula de no enajenar que no
está expresamente autorizada por la ley, la cláusula no produce ningún efecto: es
nula y se mira como no escrita.
2) Si libremente se pudiera establecer estas cláusulas el legislador no tendría por qué
haberlas autorizados en ciertos casos.
3) El reglamento del registro conservatorio no tiene rango de ley, por lo tanto no
puede pasar por sobre una regla de orden público.

Para esta segunda doctrina la vulneración de la cláusula implica que el acto es


nulo, de nulidad absoluta por objeto ilícito.

 Doctrina Ecléctica:

La cual acepta la cláusula de no enajenar, siempre y cuando sea relativa, o sea que
no imponga una prohibición perpetua y que se base en un interés legítimo como por
ejemplo la donación de un inmueble a un disipador a quien se le prohíbe enajenar en 5
años o se lega una cosa declarándose que el legatario no podrá enajenarla a fin de
asegurar el servicio de una renta vitalicia en favor de una tercera persona.

Para esta tercera doctrina la sanción no es la nulidad, sino que la resolución con
indemnización de perjuicios. Si se trata de un contrato bilateral, se aplica el art. 1489:
se resuelve el contrato que contiene la cláusula, por incumplimiento de la misma, con
indemnización de perjuicios. Atendiendo a esto último, se dice que la cláusula implica una
verdadera condición resolutoria, que opera cuando el obligado a no enajenar, enajena.
Entonces, respecto del tercero adquirente, le alcanzarán o no los efectos de la resolución,
de conformidad a lo previsto en los arts. 1490 y 1491. Será determinante en tal caso, si el
tercero estaba de buena o mala fe.

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Contenido Pasivo del Derecho de Propiedad.

 Las obligaciones reales: Son aquellas que incumben al propietario o


poseedor de una cosa por el solo hecho de serlo. Presentan dos
particularidades fundamentales:
1- El deudor se determina atendiendo a la persona que es propietario o poseedor de
la cosa; el deudor es tal por ser dueño o poseedor de la cosa. De ahí el nombre de
obligaciones propter rem, o sea, en razón o por causa de la cosa.
2- La obligación se traspasa al sucesor particular en forma automática: cambia
el titular de la posesión o del dominio, y cambia también, al mismo tiempo, el
sujeto pasivo de la obligación, sin que sea necesaria ninguna estipulación especial
de transferencia o declaración del causahabiente de hacerse cargo de la
obligación.

Esta obligación sigue a la cosa y grava a los adquirentes sucesivos,


desvinculando por lo general al enajenante. Por ello, la obligación real es una especie
de obligación “ambulatoria”.
Ejemplos de obligaciones propter rem:
Art. 614, obligación que tienen los dueños de las tierras contiguas a la playa a favor de
los pescadores, en una franja de ocho metros; Art. 858, obligación de contribuir, a prorrata
de sus derechos, en las expensas de construcción, conservación y reparación del
cerramiento; Art. 859, acerca de los árboles medianeros; Art. 942, en relación a la acción
posesoria especial, que puede interponerse si un árbol extiende sus ramas sobre suelo
ajeno o penetra en él con sus raíces; Art. 1962, obligación de respetar el contrato de
arrendamiento.

 Las cargas reales: Son gravámenes de carácter periódico pero reiterados


aunque sean intermitentes que nacen de la ley o de un contrato y que pesan
sobre el dueño o poseedor de una cosa. Ejemplos de carga real de la ley son las
contribuciones de bienes raíces, la obligación que tiene el dueño de un
departamento de pagar los gastos comunes, los derechos de aseo o de
pavimentación.

Se debate en la doctrina las diferencias entre las obligaciones reales y las cargas
reales, al punto de que muchos son partidarios de refundirlas en una sola figura, la de la
obligación real. Sin embargo, podríamos destacar dos diferencias:

1- Las obligaciones reales sólo tienen por fuente la ley, mientras que las cargas
reales pueden tener por fuente la ley o el contrato; y
2- Las cargas reales tienen un carácter reiterado, mientras que las obligaciones
reales no, podrían presentarse por una sola vez.

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 La Responsabilidad por la Propiedad: Aparte de las obligaciones reales, la ley


impone una responsabilidad específica al propietario de una cosa, Esta
responsabilidad se puede generar por ejemplo en la responsabilidad que tiene el
dueño por un animal artículos 232620 y 232721 del Código Civil, como así también
la responsabilidad del dueño de un edificio sea por la ruina o por las cosas que
caen o si son arrojadas de él. Artículo 232322 del Código Civil. Ambos casos son
de responsabilidad extracontractual. (no son los únicos que trata el Código
Civil chileno)

Clases de Propiedad.

1) En primer lugar, Plena propiedad y nuda propiedad: Según su extensión o


integridad de facultades.
 La plena propiedad es aquella propiedad en que el titular tiene todas las
facultades que entrega el dominio sea uso, goce y disposición.
 La nuda propiedad es aquella en que el dueño solo conserva la facultad de
disposición desprendiéndose del uso y del goce. Por ejemplo: En el usufructo.

2) En segundo lugar, Propiedad absoluta y Propiedad fiduciaria: Según su


duración.
 La propiedad absoluta es aquella que no se encuentra limitada por un periodo de
tiempo.
 La propiedad fiduciaria es aquella que está expuesta a terminar si es que se
cumple una condición (art. 733 y 739 C.C)

3) En tercer lugar, en atención al número de titulares o sujetos activos


encontramos a la propiedad individual, que es aquella que tiene un solo titular y
la propiedad colectiva que es aquella en que el dominio se encuentra distribuido
entre varios titulares (que es la copropiedad).

4) En cuarto lugar, en atención a la naturaleza del objeto sobre el que recae el


derecho encontramos a la propiedad civil, mercantil, intelectual, minera, etc.

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Art. 2326. El dueño de un animal es responsable de los daños causados por el mismo animal, aun después
que se haya soltado o extraviado; salvo que la soltura, extravío o daño no pueda imputarse a culpa del
dueño o del dependiente encargado de la guarda o servicio del animal.
Lo que se dice del dueño se aplica a toda persona que se sirva de un animal ajeno; salva su acción contra el
dueño, si el daño ha sobrevenido por una calidad o vicio del animal, que el dueño con mediano cuidado o
prudencia debió conocer o prever, y de que no le dio conocimiento.
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Art. 2327. El daño causado por un animal fiero, de que no se reporta utilidad para la guarda o servicio de
un predio, será siempre imputable al que lo tenga, y si alegare que no le fue posible evitar el daño, no será
oído.
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Art. 2323. El dueño de un edificio es responsable a terceros (que no se hallen en el caso del artículo 934),
de los daños que ocasione su ruina acaecida por haber omitido las necesarias reparaciones, o por haber
faltado de otra manera al cuidado de un buen padre de familia.
Si el edificio perteneciere a dos o más personas proindiviso, se dividirá entre ellas la indemnización a
prorrata de sus cuotas de dominio.
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

La Copropiedad.

Generalidades.

 Existe comunidad cuando un mismo derecho pertenece a dos o más sujetos


conjuntamente. (relación género-especie entre la comunidad y la copropiedad);
 La copropiedad es aquel dominio en el cual existen varios titulares que tienen
derechos proindiviso sobre la cosa común, en donde el derecho de cada
comunero se extiende a toda y cada una de las partes de la cosa común.

Existe una relación género-especie entre la comunidad y la copropiedad en donde la


comunidad es el género y la copropiedad es la especie.

Existen 2 tipos de comunidades o Copropiedad.

1) La comunidad Prodiviso: Donde el derecho de cada comunero recae sobre una


parte físicamente determinada de la cosa única; parte que le pertenece de manera
exclusiva al titular. (estricto rigor no hay división)
2) La comunidad Proindiviso: Se genera cuando varias personas tienen sobre la
totalidad de una misma cosa y sobre cada una de sus partes un derecho el que es
de carácter intelectual o ideal (ósea no se encuentra físicamente determinada).
Se dice que la verdadera comunidad es la Proindiviso.

Ejemplos de ambos conceptos:

En un edificio de departamentos cada comunero es propietario de unidad (departamento),


siendo en ese sentido una comunidad prodiviso, sin embargo, la cosa común (el edificio);
en lo que respecta a las aéreas comunes como pasillos escaleras o aéreas verdes si
existe una comunidad proindiviso donde la cuota de cada comunero es ideal o intelectual.

Concepto de Copropiedad.

“Es el derecho de propiedad que sobre el total de una misma cosa y sobre
cada una de sus partes tienen dos o más personas conjuntamente”.

La comunidad en el Código Civil chileno corresponde al “concepto de


comunidad romanista”, donde hay una distinción entre la cuota ideal que le corresponde
a cada comunero y la cosa misma; cada copropietario es dueño exclusivo de su cuota
pudiendo disponer de ella sin el consentimiento de los demás copropietarios, pero sobre
la cosa común carece de derechos de carácter exclusivo porque se encuentra limitado por
los derechos de los demás comuneros. En la llamada “comunidad germánica”, la cosa
objeto del derecho común pertenece a todos los comuneros considerados
colectivamente como un solo titular. (Existe una suerte de mandato tácito y
reciproco en donde los miembros pueden usar y gozar de la cosa mas no de
disponer; tienen el denominado iusprohibendi como limitación, en donde todos
chocan en su derecho exclusivo de querer hacer algo en la cosa común, y donde
cada uno deberá hacer respetar el iusprohibendi).

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Fuentes de la Indivisión.

Podemos encontrar 3 fuentes:

1) Un hecho jurídico, el más común de ellos es la muerte de un causante que deja


varios herederos;
2) El contrato, Cuando dos o más personas adquieren en común una cosa;
3) La ley, por ejemplo tratándose de las servidumbres legales o la comunidad
forzada que existe sobre los bienes comunes según la ley de copropiedad
inmobiliaria.

Nuestro Código Civil recoge el llamado “efecto declarativo de la adjudicación”, por


el cual al momento de hacerse la partición se entiende que el bien asignado a cada
comunero en pago de su cuota se considera que siempre fue de él (ósea desde el inicio
de la comunidad) y sobre los demás bienes nunca tuvo derecho alguno. En este aspecto
nuestro código se aparta de la concepción romanista que le otorga a la partición y
adjudicación un efecto atributivo Ósea se atribuye el dominio de la cosa adjudicada
desde el momento en que se efectúa la partición y no desde el inicio de la
comunidad.

La adjudicación dice relación con que hay una comunidad que se liquida y a
cada comunero se le debe asignar un bien en pago de su cuota, en dicho acto se le
adjudica el bien. , en materia procesal el termino adjudicación procesalrelación con
la pública subasta (el termino correcto es una compra venta forzada)

Derechos de los Copropietarios.

Sobre su cuota hemos dicho que cada copropietario es dueño exclusivo, pero
respecto de los actos materiales cada comunero puede servirse para su uso personal de
las cosas comunes siempre que se emplee según su uso ordinario y no entrabe los
derechos de los demás comuneros.

Extinción de la Comunidad.

La comunidad se extingue por los siguientes mecanismos:

1) Por la reunión de las cuotas de los comuneros en una sola persona (Cesión de
derechos sea por donación, compra o causa de muerte)
2) Por la destrucción de la cosa común (Comunidad de cosas singulares)
3) Por la división de haber común (Partición de la comunidad). El artículo 1317
del Código Civil autoriza a los comuneros a solicitar la partición en cualquier
momento salvo algunas excepciones:
a) Cuando se ha pactado la indivisión (Pacto que no puede durar más de 5 años
aunque renovables)
b) Caso de las comunidades legales forzadas como la ley de copropiedad
inmobiliaria, las tumbas y mausoleos.

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Los Modos de Adquirir el Dominio.


Generalidades.

En la doctrina y el Derecho comparado, se distinguen dos teorías sobre esta


materia: 1) Teoría tradicional la cual exige un título y un modo para la adquisición del
dominio y los demás derechos reales; 2) otras que rechazan la distinción entre el título y
el modo de adquirir (De las cuales no haremos alusión por no ser las teorías recogidas
por nuestra legislación).

Como se adelantó, la primera teoría aludida se le denomina tradicional la cual,


tiene sus orígenes en el Derecho Romano (y a la que adscribe nuestro Código Civil).
Distingue entre un título o causa remota de adquisición y un modo de adquirir o causa
próxima de la misma.

Anteriormente, señalamos que en nuestro sistema los derechos reales emanan de


los modos de adquirir; mientras que los derechos personales emanan de las fuentes de
las obligaciones (en particular de los contratos). Para que surja el derecho de dominio no
solo basta el modo de adquirir, sino que también se exige la presencia de un título; este
último “Es el hecho o acto jurídico que sirve de antecedente para adquirir el dominio y los
demás derechos reales”. Por su parte, Los modos de adquirir el dominio son “Aquellos
hechos o actos jurídicos que producen efectivamente la adquisición del dominio y los
demás derechos reales”.

En la práctica, la dualidad título-modo de adquirir no siempre se visualiza con


nitidez. Así, por ejemplo: Tratándose de la compraventa de cosa mueble, que es
consensual, el modo sigue tan inmediatamente al título, que casi se confunden.

Los títulos que habilitan para la posterior transferencia del dominio son llamados
títulos traslaticios de dominio. Son innumerables, no son taxativos y pueden revestir la
forma y características que acuerden los particulares. Generalmente, adoptan la forma
de contratos: compraventa, permuta, donación, aporte en propiedad a una sociedad, etc.
También podría tratarse de una convención que no sea contrato, como acontece con la
dación en pago (aunque veremos en “La tradición”, que algunos rechazan la dación en
pago como título traslaticio de dominio).

Adelantamos desde ya que, en algunos modos de adquirir existe solo este (el
modo); haciendo este último a veces de título sin ningún requisito adicional. En ese
sentido, el modo por sí mismo por regla general no opera, pero lo que no es discutido es
que el título de ninguna manera sirve para adquirir el dominio (este último se identifica con
los contratos y de ahí a los derechos personales los cuales no implican por si solos la
adquisición).

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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Enumeración de los Modos de Adquirir.

Según el artículo 58823 del Código Civil se enumeran los siguientes modos de adquirir:

1) La Ocupación (Articulo 606 C.C)


2) La Accesión (artículo 643 C.C)
3) La tradición (artículo 670 C.C)
4) La sucesión por causa de muerte (951 C.C)
5) la Ley (doctrina agrega esta)
6) La prescripción adquisitiva (2492 C.C)

Clasificación de los Modos de adquirir.

1) Modos de adquirir originarios y modos de adquirir derivativos:

 El modo de adquirir es originario cuando hace adquirir la propiedad


independientemente de un derecho anterior de cualquiera otra persona. Son la
ocupación, la accesión, y la prescripción adquisitiva. (Basta con analizar al titular
actual).

 El modo de adquirir derivativo es aquel que hace adquirir el dominio fundado en


un derecho precedente pasando el derecho del antecesor al nuevo dueño en las
mismas condiciones que lo tenía. Son la Tradición y la Sucesión por causa de
muerte. (Para saber qué derecho se tiene se debe analizar a los antecesores).

La importancia de esta distinción radica en determinar el alcance del derecho que se


tiene, en los originarios solo basta con analizar al actual titular; mientras que en los
derivativos habrá que revisar el derecho del antecesor. (La ley no queda contemplada en
esta clasificación pues este modo es agregado por la doctrina).

2) Modos a titulo Singular y a Modo Universal: En cuanto a la singularización de


los bienes que se adquieren.
 Sera modo a titulo singular cuando solo se puedan adquirir este tipo de cosas
como ocurre exclusivamente en la ocupación y la accesión y; generalmente en la
tradición, sucesión y prescripción.

 Los modos a titulo Universal permiten adquirir universalidades jurídicas o una


cuota de ellas, por regla general es la sucesión por causa de muerte y,
excepcionalmente la tradición y prescripción cuando se refieren al derecho real de
herencia.

23
Art. 588. Los modos de adquirir el dominio son la ocupación, la accesión, la tradición, la sucesión por causa
de muerte, y la prescripción.
De la adquisición de dominio por estos dos últimos medios se tratará en el Libro De la sucesión por causa de
muerte, y al fin de este Código.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

3) Modos de adquirir a título gratuito y a título Oneroso: Normalmente, se suele


decir que los modos de adquirir son onerosos o gratuitos, según si exigen o no un
sacrificio pecuniario o contraprestación al adquirente.

 El modo de adquirir es a título gratuito cuando el que adquiere el dominio no


hace un sacrificio pecuniario directo para adquirir el dominio. Se suelen incluir en
esta categoría la ocupación, la accesión (por regla general), la prescripción, la
sucesión por causa de muerte y eventualmente la tradición.
 El modo de adquirir es a título oneroso cuando el adquiriente debe realizar una
contraprestación pecuniaria con el objetivo de adquirir dominio; solo la tradición
será de carácter onerosa cuando el titulo translaticio también lo sea, por ejemplo:
Compraventa, permuta, o el mutuo. Como ya se señaló, todos los demás modos
de adquirir son de carácter gratuito.

4) Modos de adquirir por acto entre vivos y por Causa de Muerte.


Son modos de adquirir por acto entre vivos, aquellos que no presuponen para
operar la muerte de la persona de la cual deriva el derecho. Se agrupan en esta
clase todos los modos de adquirir, con excepción de la sucesión por causa
de muerte, en la cual el traspaso del dominio no se opera sino por la muerte del
causante.

Naturaleza jurídica de los Modos de Adquirir.

Al definir al modo de adquirir, hemos señalado que se trata del hecho o acto jurídico
que produce efectivamente la adquisición del dominio u otro derecho real. Corresponde
entonces analizar en qué caso estamos ante un modo constitutivo de un hecho jurídico, y
en qué situaciones podemos afirmar que corresponde a un acto jurídico, advirtiendo que
según concluiremos, ambas naturalezas pueden confluir en un mismo modo de adquirir:

 La ocupación contempla un hecho jurídico que es la aprensión material de la


cosa y un acto jurídico unilateral consistente en la intención del ocupante de
hacerse dueño; por lo tanto, su naturaleza es mixta.
 La accesión tiene como naturaleza jurídica ser un hecho jurídico porque en nada
interviene la voluntad del adquirente.
 La tradición se desprende claramente del concepto legal, contenido en el artículo
670 del Código Civil, que estamos ante un acto jurídico bilateral, que requiere del
consentimiento del tradente y del adquirente.
 La sucesión por causa de muerte es de naturaleza mixta, el hecho jurídico es la
muerte y el acto jurídico unilateral es la aceptación por parte del asignatario.
 La prescripción adquisitiva es de naturaleza mixta donde el hecho jurídico es la
posesión y el transcurso del tiempo, el acto jurídico unilateral es que debe ser
alegada por el prescribiente.

28
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Ámbito de aplicación de los modos de adquirir.

 La ocupación solo nos permite adquirir el dominio exclusivamente de cosas


corporales muebles.
 La accesión permite adquirir solo el dominio de cosas corporales muebles e
inmuebles.
 La tradición permite adquirir todas las cosas corporales, muebles e inmuebles, y
todas las incorporales, sean derechos reales o personales. Excepcionalmente, no
pueden adquirirse por tradición los derechos personalísimos, cuando el tradente
sea el titular de los mismos, porque tales derechos son inalienables. Sin embargo,
si pueden adquirirse por tradición, cuando se constituya un derecho real de uso o
de habitación. Dicho en otras palabras, cuando nazca el derecho real, opera la
tradición. Después, ya no puede operar, pues el derecho es personalísimo.
 La sucesión por causa de muerte se pueden adquirir no sólo las cosas
corporales e incorporales, sino también las universalidades jurídicas, esto es, todo
el patrimonio transmisible de una persona. Excepcionalmente, no pueden
adquirirse por este modo los derechos intransmisibles (por ejemplo, los derechos
personalísimos; o los derechos que tenía el comodatario a consecuencia del
contrato de comodato, pues éste se extingue con la muerte de aquél; o el derecho
real de usufructo, que se extingue con la muerte del usufructuario).
Excepcionalmente, es posible adquirir universalidades jurídicas por medio de la
tradición y de la prescripción: ello sucede tratándose del derecho de herencia.
 La prescripción adquisitiva opera respecto de todo tipo de cosas corporales e
incorporales; derechos reales (con excepción de las servidumbres discontinuas e
inaparentes, art. 882 C.C y de los derechos personales o créditos). Se plantean
dificultades cuando se podría adquirir por prescripción un derecho personal pues,
es imposible iniciar posesión de créditos; tal vez el único caso que podría darse es
en el caso del cual el titulo conste en un documento escrito.

Se puede adquirir un derecho sólo por un modo de adquirir.


Aunque resulta evidente o de toda lógica, los tribunales han debido precisar que
no es posible adquirir un bien por dos o más modos. La aplicación de uno de ellos hace
innecesario otro. Así, se adquiere por prescripción o por sucesión por causa de muerte,
pero no por ambos modos a la vez. Diversas sentencias de la Corte Suprema y de las
Cortes de Apelaciones han declarado que “si bien se puede poseer una cosa por varios
títulos, el dominio se adquiere por uno solo, y en consecuencia, basta un modo de
adquirir; no pueden concurrir varios respecto de unos mismos bienes. No puede
pretenderse pretenderse que se reúnan dos títulos, como venta y prescripción, y dos
modos de adquirir, tradición y prescripción, relativamente a un mismo bien. Y así, para
adquirir las cosas heredadas o legadas, es suficiente la sucesión por causa de muerte; la
tradición no es necesaria.”

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Exigencia del título y modo en los modos de adquirir el dominio.

Concluimos que la dualidad “titulo-modo” solo es visible en la tradición y la


sucesión por causa de muerte; en los demás modos de adquirir el modo cumple una
doble función o sea, ser título y modo. En todo caso cualquier modo de adquirir que no
opere de manera perfecta no hará nacer el derecho de dominio pero servirá de titulo
para iniciar una posesión que nos servirá para adquirir por prescripción adquisitiva.

Modo de adquirir: La ocupación, artículo 60624 y siguientes.


Según el artículo 606 del Código Civil, “Es un modo de adquirir el dominio de
las cosas corporales muebles que no pertenecen a nadie a través de su aprehensión
material con la intención de adquirirlas siempre que la adquisición no es te prohibida por
las leyes patrias o el derecho internacional”. Este modo de adquirir no opera para los
bienes inmuebles, pues estos siempre tienen un dueño que es el Estado fisco. (Se puede
prescribir en contra del fisco en caso de inmuebles abandonados)

Requisitos.

1) Debe tratarse de cosas que no pertenecen a nadie, sea porque nunca han
tenido dueño (res nullius), o que han sido abandonadas por su dueño con la
intención de que el primer ocupante las haga suyas (Res delelictae); o bien por
haber permanecido largo tiempo ocultas.
2) Que la adquisición de esas cosas no esté prohibidas por las leyes patrias o
el derecho internacional.(Las leyes patrias pueden señalar limitaciones de
ciertas especies o ciertas épocas como por ejemplo las vedas).Las leyes patrias
pueden por ejemplo prohibir la caza y la pesca de ciertos bienes y además en
ciertas épocas del año; el derecho internacional prohíbe el pillaje25, o sea la
apropiación individual que hace un particular respecto de los bienes del Estado
vencido o de sus nacionales.
3) Aprehensión material de la cosa con la intención de adquirirla, se distingue un
elemento objetivo que es la aprehensión material y uno subjetivo consistente en el
ánimo de adquirirla. (ambos son de carácter copulativo)

Características de la ocupación.

1) Es modo de adquirir originario


2) Es un modo de adquirir a título gratuito
3) Es un modo de adquirir a título singular
4) Es un modo de adquirir que opera de acto entre vivos
5) Es de naturaleza mixta (pues requiere de un hecho y de un acto jurídico).

24
Art. 606. Por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no pertenecen a nadie, y cuya
adquisición no es prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho Internacional.
25
Pillaje es la apropiación vandálica de las cosas en virtud de una ocupación militar.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Clases de ocupación.

1) Ocupación de cosas animadas (artículo 60726 del Código Civil): Se


encuentran las figuras de la caza y de la pesca; así el artículo 60827 del Código
Civil clasifica las cosas animadas en: Animales salvajes o bravíos; animales
domésticos y animales domesticados. Esta disposición nos permite concluir que
las únicas cosas animadas que pueden adquirirse por ocupación son los animales
bravíos y los domesticados cuando han salido de la dependencia del hombre; no
operando anterior respecto de los animales domesticados. El Artículo 609 y
siguientes disponen reglas relativas a la caza.

2) Ocupación de cosas Inanimadas: Encontramos las siguientes figuras:

a) La invención o hallazgo (Encontrar algo), artículo 62428 del Código Civil:


Consiste en una especie de ocupación por la cual se encuentra una cosa
inanimada que no pertenece a nadie y se adquiere el dominio respecto de ella por
la aprehensión material de la misma.

b) El descubrimiento de un tesoro (artículos 62529 y 62630 del Código Civil):


Debe tratarse de cosas muebles consistentes en monedas, joyas u otros objetos
preciosos fabricados por el hombre que se encuentren escondidos por largo
tiempo y que no exista indicio del dueño del tesoro.

26
Art. 607. La caza y pesca son especies de ocupación por las cuales se adquiere el dominio de los animales
bravíos.
27
Art. 608. Se llaman animales bravíos o salvajes los que viven naturalmente libres e independientes del
hombre, como las fieras y los peces; domésticos los que pertenecen a especies que viven ordinariamente
bajo la dependencia del hombre, como las gallinas, las ovejas; y domesticados los que sin embargo de ser
bravíos por su naturaleza se han acostumbrado a la domesticidad y reconocen en cierto modo el imperio del
hombre.
Estos últimos, mientras conservan la costumbre de volver al amparo o dependencia del hombre, siguen la
regla de los animales domésticos, y perdiendo esta costumbre vuelven a la clase de los animales bravíos.
28
Art. 624. La invención o hallazgo es una especie de ocupación por la cual el que encuentra una cosa
inanimada que no pertenece a nadie, adquiere su dominio, apoderándose de ella.
De este modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras substancias que arroja el mar y que no
presentan señales de dominio anterior.
Se adquieren del mismo modo las cosas cuya propiedad abandona su dueño, como las monedas que se
arrojan para que las haga suyas el primer ocupante.
No se presumen abandonadas por sus dueños las cosas que los navegantes arrojan al mar para alijar la nave.
29
Art. 625. El descubrimiento de un tesoro es una especie de invención o hallazgo.
Se llama tesoro la moneda o joyas, u otros efectos preciosos, que elaborados por el hombre han estado
largo tiempo sepultados o escondidos sin que haya memoria ni indicio de su dueño.
30
Art. 626. El tesoro encontrado en terreno ajeno se dividirá por partes iguales entre el dueño del terreno y
la persona que haya hecho el descubrimiento.
Pero esta última no tendrá derecho a su porción, sino cuando el descubrimiento sea fortuito o cuando se
haya buscado el tesoro con permiso del dueño del terreno.
En los demás casos, o cuando sean una misma persona el dueño del terreno y el descubridor, pertenecerá
todo el tesoro al dueño del terreno.
31
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Atribución del dominio.

Por regla general el tesoro que ha sido encontrado se divide en mitad para el
descubridor y la otra mitad para el dueño del terreno siempre y cuando el descubridor lo
haya encontrado fortuitamente o haya contado con la autorización del dueño del terreno,
de no ser así al descubridor no le toca nada.

c) La Captura bélica: Es el despojo de los bienes del vencido en provecho del


Estado vencedor.

Atribución del dominio: Pertenecen de manera exclusiva al Estado, el derecho


internacional establece que en un conflicto bélico no solo se debe respetar la vida de los
particulares sino también sus bienes.

d) Las cosas muebles al parecer perdidas (Articulo 629 al 639 del Código Civil):

Estas cosas, en principio, no pueden ser objeto de ocupación, porque no son res
nulliuso res derelictae. Pero como el dueño de estas especies no se conoce y puede
suceder que no se presente a reclamarlas, la ley ha establecido que después de
realizadas las diligencias necesarias para averiguar quién es el dueño, si éste no se
presenta o no hace valer sus derechos, pueden estas cosas ser adquiridas en la
forma que la misma ley indica. Cabe precisar que no deben confundirse las especies al
parecer perdidas y las res derelictae: éstas últimas son cosas que su dueño abandonó
voluntariamente para que las hiciera suyas el primer ocupante; en cambio, las especies
pérdidas son cosas respecto de las cuales su propietario no ha manifestado en forma
alguna la intención de desprenderse del dominio que tiene sobre ellas: su separación de
las cosas es involuntaria. Los arts. 629 a 639 reglamentan esta materia. En ellos, se
establece que, si después de publicados avisos no se presenta el dueño a reclamar las
especies, éstas se subastarán y el producto del remate se repartirá en partes iguales
entre el que las encontró y la municipalidad respectiva (en el caso de las especies al
parecer perdidas) o entre el que las encontró y el hospital de la respectiva zona (en el
caso de las especies náufragas). Cabe indicar que los arts. 629 a 639 están
complementados o modificados por numerosas disposiciones especiales,
particularmente del ámbito del Derecho Administrativo. Entre ellas, el DS número
2.385, del Ministerio del Interior, publicado en el Diario Oficial de 20 de noviembre de
1996, que fija texto refundido del DL número 3.063 de 1979, sobre Rentas Municipales;
establece en su art. 43 que entre las rentas variables de las municipalidades se encuentra
el precio de las especies encontradas; dispone la norma que el plazo para reclamar las
especies encontradas será de un mes contado desde la fecha en que hubieren llegado a
poder de la municipalidad. Si dentro de los 6 meses siguientes a la fecha del remate el
dueño de la especie perdida lo reclamare, la municipalidad estará obligada a entregarle el
valor que hubiere obtenido en el remate, menos los gastos.

32
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Modo de adquirir: La accesión, artículo 643 31 y siguientes.


Concepto.

“Es un modo de adquirir el dominio por el cual el dueño de una cosa pasa a serlo
de todo lo que ella produce o de lo que se junta a ella”.

Según este concepto existen dos especies de accesión:

 La accesión discreta o de frutos, por la cual el dueño de una cosa pasa a serlo
de todo lo que ella produce.
 La accesión continua o también llamada por unión o propiamente tal, por la
cual el dueño de una cosa pasa a serlo de todo lo que se junta a ella.

Naturaleza jurídica.

Nos preguntamos si ambos tipos de accesión son efectivamente modos de adquirir


el dominio; así (en nuestra postura) la accesión discreta NO ES un modo de adquirir
puesto que constituye esta facultad una mera extensión del dominio ya existente y
consiste en la facultad de goce. La segunda especie si es una verdadera accesión (sea
accesión continua), puesto que existen dos dominios que han generado una cosa nueva.

En el derecho comparado, cabe señalar que la accesión generalmente no está


reglamentada como un modo de adquirir, sino como una consecuencia del derecho de
propiedad.

Características como Modo de Adquirir de la Accesión.

1) Es un modo de adquirir originario


2) Es un modo de adquirir a título gratuito
3) Es un modo de adquirir a título singular
4) Opera por acto entre vivos
5) En cuanto a su naturaleza jurídica es un Hecho Jurídico.

Sistematizando:

 Accesión discreta o de Frutos:

Aclaración de conceptos: El art. 643 señala que los productos de las cosas son
frutos naturales o civiles. Esta disposición confunde sin embargo productos y frutos. Los
frutos son aquellas cosas que periódicamente genera una cosa sin ocasionarle
destrucción a la cosa principal, a diferencia de los productos que no se generan
periódicamente porque menoscaban la cosa principal.

31
Art. 643. La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa a serlo de lo que ella
produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las cosas son frutos naturales o civiles.
33
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Existen 2 clases de frutos:

a) Los frutos Naturales (artículo 64432 del Código Civil): Son aquellos que da la
naturaleza ayudada o no de la industria humana.

Estos frutos pueden encontrarse en diversos estados según se desprende del artículo
64533 del Código Civil, así:

- Se encontrarán pendientes mientras todavía se adhieren;


- Percibidos cuando se separan y;
- Consumidos cuando se destruyen materialmente o sean enajenado.

b) Los frutos civiles: Corresponde a la utilidad equivalente que el dueño de una


cosa obtiene al conceder a un tercero el uso y goce de una cosa. El Código Civil
no nos entrega una definición, pero sin nos entrega ejemplos conforme al artículo
64734.

Importante: Se indica que los frutos naturales los genera la cosa y los frutos civiles se
generan con ocasión de la cosa.

Los frutos civiles pueden encontrarse en los siguientes estados:

a) Pendientes mientras se deben


b) Percibidos desde que se cobran (desde que se pagan)
c) * Algunos alegan los frutos devengados.

Dominio de los frutos.


De acuerdo con el art. 646, aplicable tanto a los frutos naturales como civiles conforme
al art. 648, los frutos pertenecen al dueño de la cosa que los produce por el solo hecho de
su producción. Sin embargo, hay casos en que los frutos pertenecen a un tercero:

 Sea por disposición expresa de la ley; en este caso, cabe mencionar, por ejemplo:
Los usufructos legales; el caso del poseedor de buena fe que hace suyos los
frutos (artículo 907); el comprador que tiene derecho a ciertos frutos celebrada que
sea la compraventa (artículo 1816); en la prenda (el acreedor podrá apropiarse de
los frutos para imputarlos al pago de las deudas, artículo 2403 del Código Civil); y

 Sea en virtud de un hecho voluntario del propietario; pueden indicarse, por


ejemplo: el arrendamiento; el usufructo convencional; y la anticresis (art. 2435).

32
Artículo 644: “Se llaman frutos naturales los que da la naturaleza ayudada o no de la industria humana”
33
Art. 645. Los frutos naturales se llaman pendientes mientras que adhieren todavía a la cosa que los
produce, como las plantas que están arraigadas al suelo, o los productos de las plantas mientras no han sido
separados de ellas.
Frutos naturales percibidos son los que han sido separados de la cosa productiva, como las maderas
cortadas, las frutas y granos cosechados, etc.; y se dicen consumidos cuando se han consumido
verdaderamente o se han enajenado.
34
Artículo 647: “Se llaman frutos civiles los precios, pensiones o cánones de arrendamiento o censo, y los
intereses de capitales exigibles, o impuestos a fondo perdido.
Los frutos civiles se llaman pendientes mientras se deben, y percibidos, desde que se cobran”.
34
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Accesión Continua o Propiamente tal:

Existen 3 clases de accesiones continuas:

1) La accesión de inmueble a inmueble (también llamada accesión natural)


2) La accesión de mueble a inmueble o industrial y;
3) La accesión de mueble a mueble.

Sistematizando:

1) La accesión de inmueble a inmueble (también llamada accesión


natural): Encontramos las siguientes figuras:

a) Aluvión: Este corresponde a aquel aumento que experimenta un predio que es


ribereño por el lento imperceptible pero definitivo retiro de las aguas, articulo 649 35
del Código Civil.

Para que opere esta figura es necesario que el retiro de las aguas sea lento e
imperceptible pero además definitivo, el dominio del terreno corresponderá a cada
predio ribereño prolongando sus líneas de demarcación hasta topar nuevamente con el
agua.

b) Avulsión: Consiste en el acrecimiento de un predio por la acción de una avenida u


otra fuerza violenta de carácter natural que transporta una porción del suelo a un
predio de otra persona. (Artículos 65236 y 65337 del Código Civil)

El dueño del predio que ha sufrido la avulsión conserva su dominio sobre el para el solo
efecto de poder llevárselo, pero si no lo reclama dentro del subsiguiente año se hará dueño
del sitio aquel dueño del sitio beneficiado por la avulsión.

Situación especial, por inundación de un predio: se refiere a ella el art. 653. Puede
suceder que a consecuencia de un fenómeno natural una heredad haya sido inundada; en
este caso, si el terreno es restituido por las aguas (o sea, si éstas se retiran) dentro de los 5
años subsiguientes, vuelve al dominio de su antiguo dueño (si éste sólo era poseedor, durante
el tiempo que la heredad estuvo inundada, se produce la suspensión del cómputo del plazo de
posesión para prescribir, encontrándonos ante un caso en el que se hizo imposible el ejercicio
de actos posesorios durante el aludido lapso, art. 2502 número 1); pero si pasan los 5 años sin
que las aguas se retiren y sea devuelto el terreno, el dueño pierde su dominio en forma
definitiva, y si queda en descubierto el terreno con posterioridad, se le aplican las reglas de
accesión por aluvión (art. 651).

35
Art. 649. Se llama aluvión el aumento que recibe la ribera de la mar o de un río o lago por el lento e
imperceptible retiro de las aguas.
36
Art. 652. Sobre la parte del suelo que por una avenida o por otra fuerza natural violenta es transportada
de un sitio a otro, conserva el dueño su dominio, para él solo efecto de llevársela; pero si no la reclama
dentro del subsiguiente año, la hará suya el dueño del sitio a que fue transportada.
37
Art. 653. Si una heredad ha sido inundada, el terreno restituido por las aguas dentro de los cinco años
subsiguientes, volverá a sus antiguos dueños.
35
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

c) Cambio de cauce de un rio, artículos 65438 y 65539del Código Civil: La también


denominada mutación del álveo puede generar las siguientes circunstancias.
 El río varía su curso, cargándose a una de las riberas, dejando a la otra
definitivamente en seco: la parte que queda en descubierto, accede a los
propietarios riberanos, como en el caso del aluvión (art. 654,1º y 650).
 El río varía enteramente de cauce: para atribuir el dominio del terreno que queda
en descubierto, se traza una línea longitudinal que divida el cauce abandonado en
dos partes iguales, y cada una de éstas accede a las heredades contiguas, dentro
de sus respectivas líneas de demarcación (art. 654, 2º).
En los dos casos anteriores, los propietarios riberanos tienen derecho de hacer las
obras necesarias para volver el río a su antiguo cauce, con permiso de la autoridad
competente (municipalidad competente).
 El río se divide en dos brazos que no vuelven a juntarse: el art. 655 aplica las
normas de los dos casos anteriores.

d) Formación de una nueva Isla, artículo 656 del Código Civil: Se puede formar
una isla en medio de ríos o lagos, siempre que sea de carácter definitivo. Si la isla
se forma porque un rio se abre en dos brazos que vuelven a juntarse no se
alterara el anterior dominio de los terrenos comprendidos en la nueva isla, lo que
quede en seco en una parte del lecho del rio se atribuirá el dominio a las
heredades contiguas, como en el caso de aluvión.

2) La accesión de mueble a inmueble o industrial: Opera cuando alguien


edifica, planta o siembra los materiales de un dueño en un predio de otro dueño.
Es fundamental que no exista acuerdo entre los dueños de los materiales y del
predio, de lo contrario podría haber tradición y no accesión. Los materiales deben
incorporarse de manera definitiva al predio; el dueño de lo principal se hará dueño
de lo accesorio (como lo principal siempre es el inmueble por naturaleza el dueño
del predio se hará de todo lo edificado, plantado o sembrado independientemente
del valor de los materiales, pero pagando la correspondiente indemnización).

38
Art. 654. Si un río varía de curso, podrán los propietarios riberanos, con permiso de autoridad
competente, hacer las obras necesarias para restituir las aguas a su acostumbrado cauce; y la parte de éste
que permanentemente quedare en seco, accederá a las heredades contiguas, como el terreno de aluvión en
el caso del artículo 650.
Concurriendo los riberanos de un lado con los del otro, una línea longitudinal dividirá el nuevo terreno en
dos partes iguales; y cada una de éstas accederá a las heredades contiguas, como en el caso del mismo
artículo.
39
Art. 655. Si un río se divide en dos brazos, que no vuelven después a juntarse, las partes del anterior cauce
que el agua dejare descubiertas accederán a las heredades contiguas, como en el caso del artículo
precedente.
36
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Indemnizaciones, así veremos 2 situaciones:


I) Se edifica, planta o siembra con materiales ajenos en suelo propio,
caso en el cual debemos distinguir:
En primer lugar, el dueño de los materiales no tenía conocimiento de la incorporación
en el predio, caso en el cual pueden ocurrir 3 situaciones:

a) El propietario del inmueble procedió con justa causa de error, se debe indemnizar
al dueño de los materiales con el justo precio de ellos o entregarles otros de
similar valor.
b) El propietario del suelo empleo los materiales sin justa causa de error, además de
pagar el valor de los materiales deberá indemnizar a su dueño por los perjuicios
causados.
c) El dueño del Predio procedió a sabiendas que los materiales eran ajenos, aparte
de todas las indemnizaciones anteriores quedara expuesto a las eventuales
sanciones penales por los delitos de robo, hurto o el delito que se configure en
dicha hipótesis.

En segundo lugar, el dueño de los materiales tuvo conocimiento del uso que de ellos
hacia el propietario del inmueble. En este segundo caso no habrá accesión resultando
indiferente la mayor o menor condena a la actitud del propietario aunque si será obligado
a pagar el justo precio de los materiales, en realidad estaremos frente a una compraventa
en la cual el dueño del suelo deberá pagar el precio de los materiales existiendo
tradición y no accesión.

II) Se edifica, planta o siembra con materiales propios en suelo ajeno.

Debemos distinguir en primer lugar si el dueño del suelo no tenía conocimiento de la


incorporación de los bienes a su inmueble.

Si no sabía tiene un derecho alternativo:

a) A hacer suyo lo edificado, plantado o sembrado pagando al dueño de los


materiales las correspondientes indemnizaciones, en este aspecto tendrá
importancia si esta de buena o mala fe, si el dueño de los materiales estaba de
buena fe se deberán indemnizar las mejoras necesarias y las útiles, si estaba de
mala fe solo tendrá derecho a las mejoras necesarias.
b) Derecho a obligar al que planto o edifico a pagarle el justo precio por el terreno
más los interés legales por todo el tiempo que estuvo en su poder, el que sembró
deberá pagarle la renta y a indemnizarle los perjuicios.

Nos encontramos frente al primer caso a una verdadera venta forzada y en el segundo
caso frente a un arrendamiento forzado.

El dueño del suelo tuvo conocimiento de lo que hacía el propietario de los materiales:

No podremos hablar de accesión sino que de tradición porque existe a lo menos un


consentimiento tácito; el dueño del predio tendrá que pagar la edificación, plantación o
siembra.

37
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

3) La accesión de mueble a mueble:

1- La adjunción, artículo 65740 del código civil: Opera cuando se juntan dos cosas
muebles de distinto dueño que pasan a formar una cosa nueva pero conservan su
fisonomía, el dueño de la nueva cosa que se forma será aquel de la cosa principal
pero pagando el valor de la otra cosa. (NO debe haber ausencia de voluntad).

Factores para determinar cuál es la cosa principal:

a) El valor de la cosa (puede ser incluso de carácter afectivo de lo contrario será el


económico)
b) Sera accesoria aquella que sirva de complemento a la otra
c) El de mayor volumen será considerado como principal
d) finalmente, a falta de todos los anteriores será el juez quien lo determine.

2- La especificación: Es la creación de una cosa nueva empleando materia ajena


sin el consentimiento del propietario, por ejemplo, una persona que toma un lienzo
y realizo un óleo. En otros términos, se tiene el trabajo de una persona y la
creación de una nueva obra. De lo expuesto nos preguntamos: ¿Se hace dueño el
dueño de la materia o el artífice de la obra? Desglose del artículo 66241 del
código civil: El dueño de la cosa nueva será el propietario de la materia pero
debiendo pagar la hechura, pero si el valor de la obra creada es sustancialmente
mayor al de la materia es el artífice quien se hará dueño pagando el valor del
material.
3- La mezcla, artículo 66342 del código civil: Es la unión de dos o más cuerpos
sólidos o líquidos que se confunden dejando de ser reconocibles, no habiendo
conocimiento por una de las partes ni mala fe por la otra se formara una
comunidad entre ambos dueños a prorrata del valor de sus materiales. En estricto
rigor acá no existe una verdadera accesión (por la copropiedad).

40
Art. 657. La adjunción es una especie de accesión, y se verifica cuando dos cosas muebles pertenecientes a
diferentes dueños se juntan una a otra, pero de modo que puedan separarse y subsistir cada una después
de separada; como cuando el diamante de una persona se engasta en el oro de otra, o en un marco ajeno
se pone un espejo propio.
41
Art. 662. Otra especie de accesión es la especificación, que se verifica cuando de la materia perteneciente
a una persona, hace otra persona una obra o artefacto cualquiera, como si de uvas ajenas se hace
vino, o de plata ajena una copa, o de madera ajena una nave.
No habiendo conocimiento del hecho por una parte, ni mala fe por otra, el dueño de la materia tendrá
derecho a reclamar la nueva especie, pagando la hechura.
A menos que en la obra o artefacto el precio de la nueva especie valga mucho más que el de la materia,
como cuando se pinta en lienzo ajeno, o de mármol ajeno se hace una estatua; pues en este caso la nueva
especie pertenecerá al especificante, y el dueño de la materia tendrá solamente derecho a la indemnización
de perjuicios.
Si la materia del artefacto es, en parte, ajena, y, en parte, propia del que la hizo o mandó hacer, y las dos
partes no pueden separarse sin inconveniente, la especie pertenecerá en común a los dos propietarios; al
uno a prorrata del valor de su materia, y al otro a prorrata del valor de la suya y de la hechura.
42
Art. 663. Si se forma una cosa por mezcla de materias áridas o líquidas, pertenecientes a diferentes
dueños, no habiendo conocimiento del hecho por una parte, ni mala fe por otra, el dominio de la cosa
pertenecerá a dichos dueños proindiviso, a prorrata del valor de la materia que a cada uno pertenezca.
A menos que el valor de la materia perteneciente a uno de ellos fuere considerablemente superior, pues en
tal caso el dueño de ella tendrá derecho para reclamar la cosa producida por la mezcla, pagando el precio de
la materia restante.
38
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Modo de adquirir el Dominio: La tradición, artículo 670 43 y


siguientes del Código Civil.
Concepto.

“Es un modo de adquirir las cosas y que consiste en la entrega que el dueño hace
de ellas a otro habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el dominio y por
otra la capacidad e intención de adquirirlo”.

Del concepto legal, es posible formular las siguientes observaciones


fundamentales:

1- La sola entrega es insuficiente para que se verifique la tradición, pues resulta


esencial el elemento psicológico, consistente en la intención de transferir el
dominio, por parte del tradente, y en la intención de adquirirlo, por parte del
adquirente.

2- La ley es más exigente con el tradente, pues ha de tener la “facultad” para


transferir el dominio, mientras que al adquirente sólo se le exige la “capacidad”
para celebrar válidamente la convención. Nos remitimos a lo expuesto a propósito
de la facultad de disposición, dentro del estudio de “La propiedad”.

3- La tradición no sólo opera para transferir el dominio, sino que también los demás
derechos reales e inclusive los derechos personales (artículo 699).

Características.

1- Es un modo de adquirir derivativo.

El derecho no nace con el adquiriente sino que viene de otra persona llamada
tradente en las mismas condiciones que este último lo tenía, este modo no transfiere más
derechos de los que tenía el tradente, por lo tanto si el tradente no era dueño el
adquirente tampoco lo será.

Importante: La tradición es el único modo derivativo que opera entre vivos.

2- No solo sirve para adquirir el dominio sino también los demás derechos
reales y los derechos personales, se excluyen los derechos personalísimos
que tienen el carácter de intransferibles e intransmisibles (inalienables).

43
Art. 670. La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la entrega que el dueño
hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el dominio, y por otra la
capacidad e intención de adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

3- Es un modo de adquirir por regla general a título singular. Excepcionalmente


puede ser a título universal en el caso de la tradición del derecho real de herencia.
Al respecto, debemos hacer dos precisiones:
o No se transfiere el patrimonio del tradente, sino el del causante; tratándose
del patrimonio del tradente, jamás la tradición puede ser a título universal.
o Hay tradición del derecho de herencia, cuando el heredero, habiendo
fallecido el causante, cede su derecho. Pero el traspaso de los bienes del
difunto al heredero opera por la sucesión por causa de muerte y no por la
tradición.

4- Puede ser a título gratuito o a título oneroso dependiendo del título translaticio
que lo antecede, si el título es una donación la tradición será gratuita, si fuera una
compraventa será onerosa.

5- Opera por acto entre vivos.

6- Es un acto jurídico bilateral, ósea es una convención la tradición no es un


contrato porque no crea derechos ni obligaciones, sino que transfiere y extingue
obligaciones, quien hace la tradición efectúa un pago.
7- La tradición sirve de justo titulo para prescribir Cuando quien hace la tradición
no es dueño.

Diferencia entre Entrega y Tradición.

La entrega es el traspaso material de una cosa de manos de una persona a otra; la


tradición por su parte es aquella entrega que se hace con la intención de transferir el
dominio; existe por tanto una relación de género a especie, donde el género es la
entrega y la especie es la tradición, la sola entrega implica la existencia de un título de
mera tenencia, mientras que la tradición requiere de un título translaticio de dominio.

Requisitos de la Tradición.

Cuatro requisitos deben cumplirse copulativamente, para que opere la tradición:

a) Presencia de dos partes (tradente y adquirente);


b) Consentimiento del tradente y del adquirente;
c) Existencia de un título traslaticio de dominio;
d) La entrega de la cosa, con la intención de transferir el dominio.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Sistematizando:

1) La presencia de dos partes (sea tradente y adquirente): Como la tradición es


un acto jurídico bilateral, requiere de la presencia de dos partes, el tradente y el
adquirente. El art. 671, inc. 1° define qué se entiende por tradente y adquirente:
“Se llama tradente la persona que por la tradición transfiere el dominio de la cosa
entregada por él o a su nombre, y adquirente la persona que por la tradición
adquiere el dominio de la cosa recibida por él o a su nombre”.

Circunstancias que debe reunir el tradente:

a) Debe ser dueño de la cosa que entrega o del derecho que transfiere, si el
tradente no fuera dueño la tradición es válida pero no transfiere el dominio
colocando al adquirente en calidad de poseedor. Pero, por otro lado, quien recibe
la cosa, puede llegar a adquirirla más adelante por prescripción adquisitiva. Los
arts. 68244 y 68345 se refieren a este caso.
b) Debe tener facultad de disposición: Ósea debe ser capaz de ejercicio, tener la
libre administración de sus bienes pero en particular de la cosa tradida, no debe
haber un agente externo que impida la tradición.

Circunstancias que debe reunir el adquirente:

Capacidad del adquirente:

La ley es más exigente con el tradente que con el adquirente en materia de


capacidad, pues al tradente se le exige facultad e intención mientras que al adquirente se
le exige solo la capacidad e intención de adquirir.

Existe una discusión doctrinaria respecto a la “capacidad”, así nos preguntamos:


¿La capacidad que se le exige al adquirente es de goce o de ejercicio?: Para algunos es
solo la capacidad de goce pero nosotros estimamos es la capacidad de ejercicio.

Para algunos autores solo se exige la capacidad de goce (Alessandri), porque solo
requiere de aptitud para incorporar bienes a su patrimonio, sin embargo estimamos que
se refiere a la capacidad de ejercicio ya que la tradición es un acto jurídico bilateral y en
todo acto jurídico se exigen los requisitos de existencia y de validez, la capacidad de
ejercicio es un requisito de validez, Además la tradición exige capacidad e intención de
adquirir el dominio, intención de la que carecen los incapaces absolutos, solo será válida
la tradición hecha a un incapaz absoluto que actúa válidamente a través de sus
representantes. (Somarriba y Kiverstein).

44
Art. 682. Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por él o a su nombre, no se
adquieren por medio de la tradición otros derechos que los transmisibles del mismo tradente sobre la cosa
entregada.
Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá haberse éste transferido desde el momento
de la tradición.
45
Art. 683. La tradición da al adquirente, en los casos y del modo que las leyes señalan, el derecho de ganar
por la prescripción el dominio de que el tradente carecía, aunque el tradente no haya tenido ese derecho.
41
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

2) El consentimiento entre el tradente y el adquirente: Es también consecuencia


de que la tradición sea un acto jurídico bilateral, este consentimiento se puede
manifestar tanto personalmente como a través de los representantes de ambas
partes. En este punto cabe mencionar el consentimiento en las ventas
forzadas, o sea las que se hacen por medio de la justicia, podemos estimar que
no hay tal consentimiento porque precisamente es forzada, lo que podría
acarrear la nulidad de la venta y la nulidad de la tradición. En este caso no existe
vicio alguno, las ventas forzadas son un verdadero contrato de compraventa
donde es el juez quien asume la representación legal del vendedor
(demandado), se dice que el consentimiento fue otorgado por el deudor al
momento de contraer la obligación en virtud del derecho de prenda general
consagrado en el artículo 2465 del Código Civil, porque toda persona sabe que si
no cumple la obligación el acreedor podrá sacar a remate todos sus bienes. Otro
aspecto de suma importancia en cuando al consentimiento entre tradente y
adquirente se desprende de los artículos 67246y 67347 del Código Civil. El primero
se refiere a la voluntad del tradente, y el segundo se refiere a la voluntad del
adquirente. De ambos artículos, queda en evidencia ser necesaria la voluntad de
ambos; sin embargo, surge dificultad al analizar la segunda parte de ambos
artículos los cuales prescriben que si falto la voluntad del tradente o
adquirente se pueden ratificar. En relación con lo anterior, desde la perspectiva
de la teoría del acto jurídico, tales actos (para algunos) debiesen ser inexistentes o
para otros, la sanción debiese ser la nulidad absoluta (la cual no se puede
ratificar). Al respecto no queda más que sostener que Don Andrés Bello dio
prioridad a la transferencia del dominio y al principio de libre circulación de los
bienes.

¿Sobre qué debe recaer el consentimiento?:

1- En primer lugar, de la cosa objeto de la tradición,


2- En segundo lugar, sobre el título que le sirve de causa,
3- En tercer lugar, sobre la persona a quien se le efectúa la tradición. (Estas son
hipótesis de error que se tratan de manera especial, por ende los vicios de fuerza
y dolo se aplican según las reglas generales.

Como todo acto jurídico, la tradición debe estar, en lo que a la voluntad de las partes
se refiere, exenta de vicios. En el título de la tradición, el legislador no reglamentó los
diversos vicios del consentimiento, excepto en lo relativo al error (arts. 676 a 678),
de manera que respecto del dolo y de la fuerza se aplican las reglas generales (arts. 1452
y siguientes).

46
Artículo 672: “Para que la tradición sea válida debe ser hecha voluntariamente por el tradente o por su
representante. Una tradición que al principio fue inválida por haberse hecho sin voluntad del tradente o de
su representante, se valida retroactivamente por la ratificación del que tiene facultad de enajenar la cosa
como dueño o como representante del dueño”.
47
Artículo 673: “La tradición para que sea válida requiere también el consentimiento del adquirente o de su
representante. Pero la tradición que en su principio fue inválida por haber faltado ese consentimiento, se
valida retroactivamente por la ratificación”.
42
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Hipótesis de error:

 Error en la cosa tradida: El artículo 67648 del Código Civil está en perfecta
armonía con el artículo 1453 del mismo cuerpo legal, por lo que no tiene
sentido que el consentimiento recaiga sobre un objeto distinto (error esencial),
no siendo válida por tanto la tradición. En nuestra opinión, esta situación no
merece una regulación especial por cuanto ya se encuentran tratadas en las
normas relativas al error (esencial, substancial y accidental) de los artículos
1452 y siguientes. Habrá nulidad en este caso.

 El error en el titulo (Artículo 67749):Al igual que en lo referido en el error de la


cosa tradida, acá tampoco existe una regulación especial pues igualmente nos
encontramos ante la hipótesis de error esencial, recayendo esta vez en el titulo
como acontece por ejemplo cuando ambas partes entienden que existe un título
translaticio pero se equivocan en cuanto a la naturaleza del título, así una parte
supone venta y la otra supone donación. También puede ocurrir que una parte
entienda que hay un título translaticio y la otra crea que es de mera tenencia,
como si uno cree que es donación y el otro que es comodato; en ambos casos
habrá error esencial que como señalábamos a juicio de la mayoría se sanciona
con nulidad absoluta.

 Error en la persona (Artículo 676): Constituye una excepción a las reglas


generales que indica que el error en la persona no vicia el consentimiento. En la
tradición, el error en la persona vicia el consentimiento. En particular cuando
se trata del adquirente, ello porque la tradición implica un pago y si alguien se
equivoca en la persona a quien se le hace el pago habrá pagado mal por lo tanto
ese pago será ineficaz para extinguir la obligación. (el que paga mal paga dos
veces). Sobre este particular, más lógico que hablar de nulidad, sería decir que en
este caso hay pago de lo no debido, y por lo tanto, podría repetirse lo pagado. En
todo caso, si el error no recae en la persona sino sólo sobre el nombre, la tradición
es válida (arts. 676, inc. 2º, 1057 y 1455).

48
Art. 676. Se requiere también para la validez de la tradición que no se padezca error en cuanto a la
identidad de la especie que debe entregarse, o de la persona a quien se le hace la entrega, ni en cuanto al
título.
Si se yerra en el nombre sólo, es válida la tradición.
49
Art. 677. El error en el título invalida la tradición, sea cuando una sola de las partes supone un título
translaticio de dominio, como cuando por una parte se tiene el ánimo de entregar a título de comodato, y
por otra se tiene el ánimo de recibir a título de donación, o sea cuando por las dos partes se suponen títulos
translaticios de dominio, pero diferentes, como si por una parte se supone mutuo, y por otra donación.
43
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

3) La existencia de un Título Translaticio de Dominio:

Los títulos translaticios de dominio son aquellos que conforme al artículo 70350 del
Código Civil sirven para transferir el dominio y otros derechos reales. De lo anterior se
desprende entonces que estos son el antecedente jurídico para que opere la adquisición a
través del respectivo modo de adquirir. Además, el titulo debe ser válido porque si es nulo,
la tradición también lo será. La nulidad del título impide que la tradición pueda operar,
pues todo defecto de aquél repercute en ésta. La nulidad de la tradición procede
normalmente como consecuencia de que sea declarada la nulidad del contrato que le
sirve de título traslaticio de dominio. Son títulos translaticios: (enumeración no taxativa)

a) Compraventa
b) Permuta
c) Donación
d) El aporte en Propiedad en una sociedad
e) El mutuo
f) El cuasiusufructo
g) El depósito irregular (entrega de cosas fungibles Ej: deposito en el banco)
h) La transacción cuando recae sobre la cosa no disputada.
i) La dación en pago

4) La entrega de la cosa con la intención de transferir el dominio

El hecho material es el traspaso de la cosa de manos de una persona a otra, pero


además, existe un elemento psicológico que es la intención de transferir el dominio.

Efectos de la Tradición.

Debemos realizar las siguientes distinciones:

1) La tradición hecha por el dueño ocurre el efecto ideal cual es que se transfiere
el derecho del tradente al adquirente quien se hará dueño de la cosa en las
mismas condiciones que la tenía el tradente. (Arts. 670,671,1575 del C.C)
2) Cuando el tradente no es dueño: Se pueden presentar 3 situaciones:
a) El tradente es poseedor regular de la cosa entregada: en este caso, si el
adquirente está de buena fe y adquiere con justo título, también adquiere la
posesión regular de la cosa entregada. Pero esto no significa que la posesión
se haya transferido del tradente al adquirente, porque como veremos más
adelante, la posesión no se transfiere ni se transmite, pues es un hecho y no
un derecho, y sólo los derechos pueden traspasarse de un patrimonio a otro.
En este caso, el contrato que antecede a la tradición desempeña el papel de
justo título y sirve al adquirente para iniciar una posesión regular.

50
Art. 703 (incisos 1° al 3°): El justo título es constitutivo o translaticio de dominio.
Son constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la prescripción.
Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo, como la venta, la permuta, la
donación entre vivos.
44
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

b) El tradente es poseedor irregular: si el adquirente está de buena fe y tiene


justo título, mejora el título que tenía su tradente y el título y la tradición
servirán de justo título para la posesión regular. En este caso, no le conviene al
actual poseedor agregar la posesión de su antecesor, porque si lo hace, la
posesión regular del primero se transformará en irregular, pues la agregación
de posesiones opera con sus calidades y vicios.

c) El tradente es un mero tenedor de la cosa entregada por él o a su


nombre: siendo el tradente un mero tenedor, jamás puede llegar a
adquirir la cosa por prescripción, porque la mera tenencia excluye la
posesión (con la excepción contemplada en el artículo 2510 regla tercera).
Pero aún en este caso, el adquirente sí tendrá el derecho de ganar por la
prescripción el dominio, aunque el tradente no haya tenido ese derecho (art.
683). Si el adquirente está de buena fe al momento de recibir la cosa (o sea,
ignora que el tradente sólo es mero tenedor de la cosa tradida) y tiene justo
título, será poseedor regular y podrá llegar a adquirir la cosa por prescripción
ordinaria. Si le falta el justo título o carece de buena fe inicial, será poseedor
irregular y podrá llegar a adquirir la cosa por prescripción extraordinaria. En
estos casos, por cierto, a diferencia de los dos anteriores, no hay accesión de
posesiones que pueda operar, pues siendo el tradente mero tenedor, ningún
tiempo de posesión pudo acumular.

Adquisición del dominio por el tradente, con posterioridad a la tradición.

Ello puede ocurrir en cualquiera de los tres casos recién analizados. Nos remitimos
a los arts. 682, inc. 2º y 1819, en virtud de los cuales se entiende que la transferencia del
dominio ha operado desde el instante en que se hizo la tradición.

¿Cuándo puede pedirse la Tradición?

Lo normal es que la tradición se efectué inmediatamente de celebrado el contrato


(artículo 68151 del Código Civil), sin embargo, existen algunas excepciones:

1) Cuando el titulo está sujeto a condición suspensiva, recordemos que esta


condición hace nacer el derecho.
2) Cuando exista plazo pendiente para el pago de la cosa, estamos frente a un plazo
suspensivo, esto es un hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio de un
derecho.
3) Cuando ha intervenido un decreto judicial en contrario, o sea ha recaído un
embargo o una medida precautoria sobre la cosa.

51
Art. 681. Se puede pedir la tradición de todo aquello que se deba, desde que no haya plazo pendiente para
su pago; salvo que intervenga decreto judicial en contrario.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Formas de Hacer la Tradición.

Para saber las formas de hacer la tradición debemos distinguir:

1) Tradición de los derechos reales sobre una cosa corporal mueble;


2) Tradición de los derechos reales sobre una cosa corporal inmueble;
3) Tradición del derecho de herencia.;
4) Tradición de los derechos personales.

Sistematizando:

1- La tradición de derechos reales sobre Cosa Corporal Mueble: Se aplican


los artículos 68452 y 68553 del Código Civil; el primero se refiere a los muebles por
naturaleza y el segundo a los muebles por anticipación.

Esta tradición puede ser de dos clases: Real y ficta.

 Tradición real o verdadera, es la que se hace física o materialmente, sea


entregando la cosa el tradente al adquirente, sea permitiendo el primero al
segundo la aprensión material de la cosa tradida, y manifestando uno la voluntad
de transferir y el otro la voluntad de adquirir el dominio: art. 684, inc. 1º.
 Tradición ficta o simbólica es la que se hace por medio de una ficción, símbolo o
señal, que representa la cosa tradida y la pone bajo el poder o acción del
adquirente.

Tradición de los Bienes Muebles por Naturaleza.

En definitiva, conforme al artículo 684 del Código Civil la tradición de los


derechos reales en cosas corporales muebles se hará SIGNIFICANDO una de las
partes a la otra que le transfiere el dominio, esta demostración se manifiesta a
través de uno de los siguientes medios:

1) Permitiendo la aprensión material de una cosa presente, se requiere en este


caso la presencia simultánea de ambas partes.

2) Mostrando la cosa tradida en la llamada tradición de “longa manu”.

52
Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las partes a la otra
que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por uno de los medios siguientes:
1º. Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente; 2º. Mostrándosela; 3º. Entregándole las llaves
del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en que esté guardada la cosa; 4º. Encargándose el uno de
poner la cosa a disposición del otro en el lugar convenido; y 5º. Por la venta, donación u otro título de
enajenación conferido al que tiene la cosa mueble como usufructuario, arrendatario, comodatario,
depositario, o a cualquier otro título no translaticio de dominio; y recíprocamente por el mero contrato en
que el dueño se constituye usufructuario, comodatario, arrendatario, etc.
53
Art. 685. Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos pendientes u otras
cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el momento de la separación de estos objetos.
Aquél a quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá entrar a cogerlos, fijándose el
día y hora de común acuerdo con el dueño.
46
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

3) entregando las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera donde
se encuentre la cosa.

4) Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar


convenido, estamos frente a un verdadero mandato donde el tradente se obliga a
entregar la cosa en el lugar acordado, sin embargo, la tradición ya se efectuó
con la sola celebración del contrato. Por lo tanto, a partir de ese momento el
tradente queda como mero tenedor de la cosa debiendo ponerla a disposición de
su dueño en el lugar convenido.

5) Por la venta, donación u otro título de enajenación, conferido al que tiene la


cosa mueble como mero tenedor. Es la llamada “tradición por breve mano”,
opera cuando el mero tenedor se trasforma en dueño por ejemplo cuando el
arrendatario o el comodatario compran la cosa que tenían en su poder. (Hipótesis
contenida en la primera parte del N°5 del 684 del Código Civil).

6) Por el mero contrato en que el dueño se constituye en mero tenedor, es la


denominada “constituto posesorio”, lo que implica lo que el dueño enajena la
cosa pero la mantienen en su poder ahora en una calidad distinta, o sea, como
mero tenedor. (Hipótesis contenida en la segunda parte del N°5 del 684 del Código
Civil).

Consideración final: Cabe subrayar la importancia de la expresión


“SIGNIFICANDO”, que utiliza el citado precepto. En efecto, es un error sostener de
buenas a primeras que la tradición de cosa corporal mueble se verifica mediante la
entrega de la cosa, porque dicha entrega puede o no hacerse con la intención de
transferir el dominio. No existirá tal intención en los contratos que sólo proporcionan la
mera tenencia de la cosa; sí existirá dicha intención en los contratos representativos de
títulos traslaticios de dominio. El problema se presentará cuando una de las partes crea
que la entrega se efectúa a título de mera tenencia y la otra a título traslaticio, hipótesis
que configura error esencial en la convención y por ende permite alegar nulidad. De ahí la
importancia de interpretar adecuadamente la voluntad de las partes. La sola entrega,
entonces, no es suficiente para deducir que operó tradición. La mayoría de la
doctrina nacional, considera como tradición real la del número uno y aún, para algunos,
las de los números 2 y 3 del art. 684. Otros, en cambio (Barros Errázuriz, Peñilillo),
estiman que todos los numerales del art. 684 se refieren a casos de tradición ficta, y que
la real no está mencionada explícitamente en el precepto.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Tradición de los Bienes muebles por Anticipación artículo 68554 del Código
Civil.

Se refiere a permitir que el adquirente separe las cosas muebles del inmueble en
que se encontraban, se requiere de un simple permiso del dueño para esta separación.
Ejemplo: Frutas pendientes del árbol, estas actualmente son inmuebles por adherencia
(respecto del árbol), pero para efectos de venderlos se les anticipan la calidad de mueble
por naturaleza, así una vez celebrada la compraventa se hará bajo la reputación de
bienes muebles, así la tradición será aquella que le permita hacer la separación de la
cosa respecto del inmueble.

Valor comparativo entre la Tradición Real y la Ficta.

El problema se plantea cuando una persona hace tradición de una misma cosa a
dos o más personas, en ese orden de cosas, lo que puede ocurrir cuando haga una
tradición ficta por ejemplo a través de una “constituto posesorio”, inmediatamente
después, realiza una tradición real de la misma cosa a un segundo adquirente. Nuestro
Código resuelve esta problemática NO otorgándole mayor valor a una tradición que
a la otra, encontrando la solución el artículo 181755 del Código Civil a propósito del
contrato de compraventa, disposición que señala será preferido aquel comprador que
primero haya entrado en posesión de la cosa, en el ejemplo será preferido el comprador al
que se le hizo la tradición ficta del constituto posesorio.

2- La tradición de derechos corporales sobre cosas corporales


inmuebles.

Según el artículo 68656 del Código Civil, la tradición de derechos reales constituidos
sobre bienes inmuebles, se efectúa con la inscripción del título en el registro del
conservador de bienes raíces.

Excepción: Tratándose de la tradición del derecho real de servidumbre, que se


realiza en la forma prescrita en el artículo 69857 del Código Civil, vale decir, por escritura
pública, en la que el tradente exprese constituirlo, y el adquirente aceptarlo.

54
Art. 685. Cuando con permiso del dueño de un predio se toman en él piedras, frutos pendientes u otras
cosas que forman parte del predio, la tradición se verifica en el momento de la separación de estos objetos.
Aquél a quien se debieren los frutos de una sementera, viña o plantío, podrá entrar a cogerlos, fijándose el
día y hora de común acuerdo con el dueño.
55
Art. 1817. Si alguien vende separadamente una misma cosa a dos personas, el comprador que haya
entrado en posesión será preferido al otro; si ha hecho la entrega a los dos, aquel a quien se haya hecho
primero será preferido; si no se ha entregado a ninguno, el título más antiguo prevalecerá.
56
Art. 686. Se efectuará la tradición del dominio de los bienes raíces por la inscripción del título en el
Registro del Conservador.
De la misma manera se efectuará la tradición de los derechos de usufructo o de uso constituidos en bienes
raíces, de los derechos de habitación o de censo y del derecho de hipoteca.
Acerca de la tradición de las minas se estará a lo prevenido en el Código de Minería.
48
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Finalidades de la Inscripción en el Derecho Chileno.

1- Realización de la tradición de los derechos reales constituido sobre inmuebles


(artículo 686).
2- Sirve como publicidad de la propiedad del bien raíz, permite mantener la historia
de un inmueble, pudiendo conocer sus eventuales gravámenes y prohibiciones,
evitando de esta manera engaños a terceros.
3- Requisito, garantía y prueba de la posesión de los bienes raíces:

a) Requisito: Según el artículo 72458 del Código Civil se requiere de la inscripción


“para iniciar” una posesión sobre bienes raíces. (Mientras no se inscriba, no se
inicia posesión sobre el bien raíz, de ahí que sea requisito para iniciar la posesión)
b) Garantía: Según los artículos 72859 y 250560 del Código Civil, mientras se
mantenga inscrito el inmueble a nombre del poseedor, se encontrará garantizada
su posesión, pues contra título inscrito no corre prescripción adquisitiva. (Mientras
esté inscrito se presume el “corpus y el animus” respecto a ese bien y de ahí que
si otra persona ocupa ese inmueble por cierta cantidad de tiempo no podrá
adquirirlo por prescripción, pues la inscripción da la garantía de que no perderá la
posesión del bien; dicho en otras palabras, mientras no se cancele la
inscripción anterior no empieza a correr ninguna nueva posesión.
c) Prueba; Posibilita probar la posesión, según el artículo 92461 del Código Civil, la
posesión de los inmuebles inscritos se prueba por la inscripción.

4- En algunos casos, se afirma que la inscripción es solemnidad de un acto o


contrato: en ciertos casos, desempeñaría además el papel de solemnidad de
algunos actos jurídicos que recaen en bienes raíces:
 Donaciones irrevocables (art. 1400);
 Constitución de usufructo por acto entre vivos (art. 767);
 Constitución del derecho de uso y habitación (arts. 812 en relación con el art. 767);

57
Art. 698. La tradición de un derecho de servidumbre se efectuará por escritura pública en que el tradente
exprese constituirlo, y el adquirente aceptarlo: esta escritura podrá ser la misma del acto o contrato.
58
Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el Registro del
Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este medio.
59
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se cancele, sea por voluntad de
las partes, o por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o por
decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título inscrito, no adquiere
posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
60
Art. 2505. Contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes raíces, o de
derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título inscrito; ni empezará a correr sino
desde la inscripción del segundo.
61
Art. 924. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras ésta subsista, y con
tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna prueba de posesión con que se pretenda
impugnarla.
49
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Constitución de fideicomisos, sea que se constituyan por acto entre vivos o por
testamento (art. 735);
 Constitución del censo (art. 2027);
 Constitución de la hipoteca (arts. 2409 y 2410).

Cabe precisar que en algunos de estos casos –usufructo o hipoteca, por ejemplo-, se
discute la función de la inscripción, señalando algunos que no sólo opera como tradición,
sino como solemnidad del propio contrato. Otros, en cambio, afirman que el contrato sería
válido con el otorgamiento de la escritura pública, siendo la inscripción la tradición del
derecho real de hipoteca.

En verdad, en todos los casos mencionados, en los que la inscripción actuaría,


supuestamente, como una solemnidad del acto o contrato, creemos que en verdad nos
encontramos ante la tradición del respectivo derecho. Resulta discutible por tanto, ha
dicho nuestra doctrina, esta última finalidad. Cabe señalar que las inscripciones que
ordenan los arts. 688 (respecto de la sucesión por causa de muerte) y 689 (respecto de la
sentencia que declara la prescripción adquisitiva), responden a la finalidad de publicidad,
puesto que aquí no hay tradición. Otros modos de adquirir operan. De lo dicho respecto
de los fines de la inscripción, podría desprenderse, en principio, que en nuestro Derecho,
la inscripción es prueba del dominio. Ello no es así, sin embargo. Si bien la inscripción es
la única manera de efectuar la tradición de los derechos reales inmuebles y aunque la
tradición constituye un modo de adquirir el dominio, la inscripción no prueba este derecho:
sólo prueba la posesión. En nuestra legislación, la forma de probar un dominio
indubitado es a través de la prescripción; de ahí la importancia del estudio de los
títulos de los inmuebles, por un lapso no inferior a 10 años de posesión inscrita. Por
la misma razón, el Mensaje del CC. dice: “No dando a la inscripción conservatoria otro
carácter que el de una simple tradición, la posesión conferida por ella deja subsistentes
los derechos del verdadero propietario, que solamente podrían extinguirse por la
prescripción competente”

Conservador de Bienes Raíces.

En derecho comparado, existen dos tipos de registro; el “registro personal”


y el “registro real”.

 Registro personal es aquél que se organiza tomando como pauta los nombres de
las personas a quienes afecta cada anotación o inscripción. El registro personal
obliga, para conocer la historia de un predio, encontrar el nombre de los
propietarios anteriores y revisar sus inscripciones. Materialmente, las inscripciones
se realizan en libros distintos, ordenados cronológicamente. (Sistema utilizado en
Chile)
 Registro real es el que se lleva por predios. Cada uno de estos se matricula con
un número de orden y le corresponde una hoja especial, que constituye su
registro. En dicho registro se van anotando todos los actos jurídicos que afecten el
inmueble.
El registro real permite conocer efectivamente de un solo golpe de vista todas las
mutaciones y gravámenes de una propiedad, revela de inmediato la situación
jurídica de un predio.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Principio de Legalidad Registral (Origen Australiano).

Se entiende por legalidad registral el carácter de seguridad absoluta,


eventualmente con garantía estatal de que los titulares de los derechos inscritos
efectivamente tienen tal calidad, según este principio, el interesado deberá llevar todos los
títulos al registro donde son estudiados por el conservador y si están de acuerdo se
procederá a inscribirlo. La inscripción será en este caso de prueba de dominio.

Comentario final: El conservador en Chile realiza un examen formal (básico), a


diferencia de los demás países que tiene este principio que el estudio de los títulos es
total, incluso tan exhaustivo que tiene garantía estatal (Si el conservador se equivoca,
responde el Estado). La inscripción en Chile no prueba el dominio solamente
acredita posesión.

Sistema Registral Chileno.

Está conformado por el Registro Conservatorio de Bienes Raíces. Las normas


legales fundamentales sobre la materia están contenidas en los artículos 686 y siguientes
del Código Civil y en virtud de lo dispuesto en el artículo 695, en el Reglamento del
Registro Conservatorio de Bienes Raíces (del 24 de junio de 1857). Se ha resuelto por la
jurisprudencia que se trata de un DFL dictado por mandato del artículo 695, ley
delegatoria. Su organización y funcionamiento están consignados fundamentalmente en el
citado Reglamento. Sus características son:

1- Funciona como una oficina en las comunas o agrupaciones de comunas que


constituyan el territorio jurisdiccional de un juez de letras (artículo 447 del
Código Orgánico de Tribunales), sin perjuicio que en el territorio
jurisdiccional de la Corte de Apelaciones de Santiago, el oficio está a cargo
de tres funcionarios (artículo 449 del Código Orgánico de Tribunales). En
aquellos territorios en que sólo exista un notario podrá disponerse que también
ejerza el cargo de Conservador de Bienes Raíces.

2- Los libros fundamentales que allí se llevan son el Repertorio, el Registro y el


Índice General. Pero es el Registro el que constituye el sistema, siendo los otros
dos complementos de aquél. Creado originalmente para los inmuebles, leyes
posteriores han entregado al Conservador el mantenimiento de otros registros
para ciertos bienes o actos, como el Registro de Comercio y el Registro de Minas.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Sistematizando los tres libros fundamentales en el conservador de bienes raíces


distinguimos:

 El Repertorio: Es una especie de libro de ingreso, en el cual, deben anotarse


todos los títulos que se presenten al conservador de cualquier naturaleza y por
orden cronológico.
 Los Registros: Son tres 1° el Registro de Propiedad, 2° el Registro de Hipotecas
y Gravámenes Y; 3° el Registro de Prohibiciones de Enajenar.
 Índice General: Permite el funcionamiento del sistema, porque mediante el se
ubican las inscripciones por orden alfabético.

3- El Registro es público, y el Conservador está obligado a dar las copias y


certificados que se le soliciten (arts. 49 a 51). Los más usuales son los certificados
de dominio vigente y de gravámenes y prohibiciones. Pedir dichos certificados por
un lapso mínimo de 10 años, resulta indispensable en todo Informe de Títulos.

4- Respecto a la responsabilidad del Conservador, en su desempeño no tiene


atribuciones para examinar la validez y eficacia de los títulos ni la
correspondencia entre las declaraciones sobre los predios y sus reales
características. Por lo mismo, en Chile el Estado no garantiza ni esta congruencia
entre el título y los caracteres materiales del predio ni la calidad de auténtico
propietario que puede tener quien aparece como dueño en la inscripción. En otras
palabras, nuestro sistema carece de “legalidad” registral. Tiene sí responsabilidad
el Conservador por la negligencia, dolo y abuso que cometa en el cumplimiento de
sus funciones; la responsabilidad civil por daños se rige por las reglas generales
de la responsabilidad extracontractual (arts. 2314 y siguientes del CC). La
responsabilidad funcionaria se rige por el COT.

Importancia de la Inscripción en el Repertorio.

El conservador no se puede negar a recibir una inscripción. Una vez anotado


el título en el repertorio, existe una “inscripción presuntiva” la que caduca a los dos
meses desde su fecha si no se convierte en inscripción. Una vez ingresada al
repertorio puede que el conservador la rechace la inscripción, caso en el cual, el
solicitante deberá corregir el reparo antes que trascurran los dos meses.
Si corrige, la fecha de inscripción será la anotación en el repertorio y no la fecha de
la corrección, si NO corrige, y trascurre los dos meses caducará la anotación
debiendo nuevamente presentarlo al repertorio. Esto tendrá importancia, ya que, si
después de la solicitud de inscripción han ingresado por ejemplo gravámenes u otra
trasferencia de dominio, estas prevalecerán por sobre la anotación primitiva, ya que han
caducado, si se corrigiere dentro del plazo los gravámenes o trasferencia solicitados
posteriormente serán rechazados, porque no había sido solicitado por el poseedor
inscrito, sino, por el antiguo poseedor.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

En cualquier caso, ante un reparo hecho por el conservador, el solicitante puede


reclamar ante el juez civil territorialmente competente de su resolución, se puede también
reclamar ante la corte de Apelaciones respectiva. Durante estos reclamos el plazo de dos
meses se suspende. Si por resolución judicial se acoge el reclamo, el conservador
deberá inscribir, pero, dejara constancia que lo hace por orden judicial.

Las causales de negativa para inscribir están contempladas en los arts. 13 y 14. El
art. 13 sólo contempla una causal genérica, explicitada en diversos ejemplos: “Si la
inscripción es en algún sentido legalmente inadmisible”. En la doctrina, se señala
que ésta fórmula es muy imprecisa, para una materia tan importante. En primer lugar,
puede constatarse que los ejemplos se refieren a defectos formales del título, no a la
sustancia del acto jurídico contenido en él. Son los siguientes:

 Si no es auténtica o no está en el papel competente la copia que se le presenta;


 Si no está situada en la Comuna o agrupación de comunas (en la que tiene
competencia el Conservador de Bienes Raíces) la cosa a que se refiere el título;
 Si la cosa a que se refiere el título no es inmueble;
 Si no se ha dado al público el aviso prescrito en el artículo 58 (se refiere a la
primera inscripción de un inmueble);
 Si es visible en el título algún vicio o defecto que lo anule absolutamente; o
 Si no contiene las designaciones legales para la inscripción.

Esta observación induce a concluir que la expresión “en algún sentido


legalmente inadmisible” está referida, en general, a ese campo: infracciones legales
en la forma de los títulos. Sólo uno de los ejemplos permite dudar sobre la naturaleza
formal o sustancial de la causal: “si es visible en el título algún vicio o defecto que lo anule
absolutamente”; el ejemplo es bastante amplio sin embargo, subsistiendo la duda, porque
podría entenderse sólo referido a vicios formales del título que provoquen nulidad
absoluta. Además, en el Reglamento, el término “título” se emplea principalmente en el
sentido de instrumento, vale decir formal, y no como referencia al acto jurídico en él
contenido (art. 1901 en ambos sentidos, por ejemplo). Pero por otra parte, podría
estimarse que se refiere a defectos de toda naturaleza, formales o sustanciales del acto,
que provoquen nulidad absoluta, ya que la norma no distingue. La jurisprudencia lo ha ido
entendiendo en el último sentido. En todo caso, interpretando el art. 13 en sentido
amplio o restringido, el precepto presenta dos limitaciones:
- 1º Para negarse a inscribir el Conservador, debe tratarse de un defecto que
provoque nulidad absoluta;
- 2º De acuerdo a diversas sentencias que se han pronunciado sobre el sentido
de la expresión “visible en el título”, debe tratarse de vicios o defectos que
puedan percibirse con el solo examen del título respectivo, sin que sea
necesario confrontarlo con otros antecedentes (la causal resulta equivalente en
consecuencia a la del art. 1683, cuando el juez puede declarar de oficio la
nulidad absoluta, al aparecer de manifiesto en el acto o contrato).

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

El art. 14 contempla por su parte dos causales específicas. Se trata de


objeciones formales: (Estas son negativas a inscribir más no a recibir en el
repertorio)

- 1º Cuando inscrito un predio por una compraventa, se presenta una persona


solicitando inscripción en su favor, invocando otro título de compraventa,
emanado del mismo vendedor;
- 2º Cuando un fundo es vendido por persona que según el Registro, no es su
dueño o actual poseedor.

Conclusiones: Una apreciación del conjunto de las causales de negativa, permite


concluir que las atribuciones de control entregadas al Conservador son limitadas, y
circunscritas principalmente a las formas de los títulos, en relación con el orden y
funcionamiento del Registro, y con la eventual excepción apuntada a propósito del art. 13.

El sistema registral chileno carece de control sobre la sustancia, sobre los defectos
de fondo de los actos contenidos en los títulos, labor de control que en definitiva recae en
el juez. El sistema existente carece de “legalidad registral” por ende, al no controlar la
validez y eficacia de los actos que sirven de antecedente a la inscripción, lo que le resta
seguridad, permitiendo frecuentes litigios.

Plazo para inscribir.

El reglamento no trata expresamente desde cuándo y hasta cuándo se puede


inscribir. Algunos principios generales pueden enunciarse en esta materia:

1- Como la inscripción es consecuencia del título, es éste el que debe examinarse


para concluir desde y hasta cuando procede inscribir.
2- En ese examen, la indagación fundamental tendrá que orientarse a su eficacia en
el tiempo en que se pretende inscribir. Por ejemplo, si se trata de una compraventa
de inmueble, se podrá inscribir desde que sea exigible la obligación de efectuar la
tradición, lo que acontece generalmente desde que se perfecciona el contrato. En
cambio, si se pide inscribir un contrato de arrendamiento, pactado por dos años y
sin cláusula de renovación automática, y dicho plazo ya está cumplido al pedirse la
inscripción, el Conservador de Bienes Raíces debiera rehusarla. Otra razón que
podría llevar al Conservador competente a negar la inscripción, podría ser el largo
tiempo transcurrido desde la fecha del contrato, habida cuenta que el mandato
otorgado en la escritura a persona indeterminada, para que requiera la inscripción,
bien puede haberse extinguido por la muerte de alguno de los mandantes (partes
del contrato), a menos que expresamente se hubiese advertido que se confería
para ser ejecutado incluso después de la muerte de cualquiera de ellos. Dicho
mandato a persona indeterminada suele redactarse en los siguientes términos: “Se
faculta al portador de copia autorizada de la presente escritura para requerir del
Conservador de Bienes Raíces respectivo las inscripciones, subinscripciones y
anotaciones que procedan.” Para evitar dificultades, conviene agregar, si quienes
celebraron el contrato fueron personas naturales: “Este mandato se confiere para
ser ejecutado aún después de la muerte de una o ambas partes contratantes, de
conformidad a lo previsto en el artículo 2169 del Código Civil”.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Títulos “Que pueden” y “Que deben” inscribirse en el Conservador de


Bienes Raíces

1º Titulo que deben inscribirse: Se encuentran en el artículo 52 del reglamento del


conservador. Casos:

 Titulo traslaticio de dominio sobre bienes raíces.


 Título de usufructo, uso, habitación, censo e hipoteca, constituido sobre
inmuebles.
 Los Fideicomiso constituido sobre inmuebles.
 La sentencia ejecutoriada que declare la prescripción adquisitiva del dominio sobre
un inmueble o de cualquiera de los derechos mencionados en el numeral
precedente;
 La constitución de usufructos que recaen sobre inmuebles por acto entre vivos;
 La constitución del uso y habitación que recaen sobre inmuebles por acto entre
vivos;
 La constitución, división, reducción y redención del censo;
 La constitución de censo vitalicio;
 La constitución de la hipoteca;
 La renuncia de cualquiera de los derechos enumerados anteriormente;
 Los decretos de interdicción provisoria y definitiva;
 Los decretos que rehabilitan al disipador y al demente;
 Los decretos que confieren la posesión definitiva de los bienes del desaparecido;
 Los decretos que concedan el beneficio de separación de bienes, según el art.
1385 del CC. A estos casos, deben agregarse otros que establece el CC. y el
propio Reglamento, por ejemplo, en el art. 688 en relación al art. 55 del
Reglamento, respecto a la sucesión por causa de muerte.

2º Titulo que pueden inscribirse: Se encuentra en el artículo 53º del reglamento del
conservado. Ejemplos:

 Toda condición suspensiva o resolutoria del dominio sobre inmueble.


 El arrendamiento sobre inmuebles.
 Las prohibiciones convencionales de enajenar.

Respecto de este último punto, nos preguntamos ¿Qué sucede si existe una
prohibición convencional de enajenar y se presenta ante el conservador un título
traslaticio sobre ese inmueble?, ¿Debe inscribir el conservador o puede negarse
hacerlo? Estimamos, que el conservador igualmente debe inscribir (NO puede negarse el
conservador a inscribir), ya que, la prohibición no es legal (no emana de la ley), sino que
es convencional, por lo tanto, esta segunda trasferencia no sería nula, sino que solo
existe una infracción a la obligación de “no hacer”, la cual dará origen a una
indemnización de perjuicio, pero, no a la nulidad del acto. (La prohibición solo obliga a las
partes)

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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Confección y Contenidos de las Inscripciones.

La inscripción, es un extracto o resumen del título, como nuestro registro es


personal debe hacerse una inscripción por cada titular. Toda inscripción tiene dos
designaciones fundamentales:

1º Los linderos o deslindes, porque de esta manera se identifican los inmuebles y no


por su dirección, ya que, esta puede cambiar. Los linderos son la forma de determinación
del objeto del acto.
2º Los datos de la inscripción precedente, su función es de mantener el
encadenamiento de las inscripciones, lo que resulta útil para el estudio de títulos.

Importante: Si cualquiera de estas dos menciones se omitiere el conservador


rechazara las inscripciones.

Subinscripciones.

Todos los errores, omisiones o modificaciones que tenga lugar una vez practicada
la inscripción se salvan al margen derecho, si la subinscripción se basa en un nuevo
título, deberá practicarse una nueva inscripción.

Cancelaciones.

Cancelar una inscripción es dejar sin efecto, de ellas también se deja


constancia mediante una sub-inscripción.

1º La Cancelación Convencional, cuando las partes rescilian el titulo vigente “reviviendo


la inscripción anterior”. La resciliación, por la cual el acreedor y deudor consienten en
dejar sin efecto.(Artículo 1567 del Código Civil.)
2º La Cancelación Legal, opera, cuando el actual poseedor inscrito enajena el bien, por
el solo ministerio de la ley se cancela la inscripción anterior.
3º La Cancelación Judicial, Es aquella que opera por sentencia judicial por ejemplo en
virtud de una nulidad, resolución, acción reivindicatoria.

Reinscripciones.
En la práctica, se ha llegado a configurar un mecanismo denominado de
“reinscripciones”, consistente en volver a inscribir inmuebles ya inscritos en el Registro,
sin cambiar el titular de los mismos. Se ha recurrido a ellas, por ejemplo cuando un
heredero ha enajenado un inmueble sin cumplir con las inscripciones prescritas en el art.
688 del CC. y en el art. 55 del Reglamento; el adquirente logra inscribir a su nombre, pero
dicha inscripción es ineficaz, conforme al art. 696 del CC, para conferir la posesión sobre
el inmueble (además, en el Registro, la inscripción que antecede a la del adquirente será
la del causante, en lugar de la inscripción hecha en favor del heredero, que no se ha
efectuado, presentándose por ende un corte en la lógica continuidad de la posesión
inscrita).

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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Posteriormente, para subsanar la situación, el heredero efectúa aquellas


inscripciones. Luego, el adquirente solicita se “reinscriba” el inmueble a su nombre, de
manera que ahora quede su inscripción debidamente encadenada a la del heredero y las
anteriores. La reinscripción también opera en los casos llamados de “formación de
fundos” o de fusión de inmuebles, en que el propietario de dos o más inmuebles
contiguos, inscritos cada uno a su nombre, los reinscribe mediante una minuta, fundiendo
las inscripciones en una sola inscripción. Debe advertirse, sin embargo, que para todos
los efectos legales, la “inscripción vigente” no está conformada sólo por la inscripción que
refleja la fusión, sino que por ésta y las inscripciones que se hicieron cuando el actual
propietario adquirió los inmuebles. Otro caso, en que operan reinscripciones, es aquél
en el que se crean nuevos conservadores de bienes raíces, siendo necesario
realizar el traslado de las inscripciones, al nuevo Conservador. Dicho traslado no es
automático y sólo se realizará a petición de parte interesada, solicitando para ello al
antiguo Conservador copia autorizada de la inscripción con certificación de vigencia y
certificado de gravámenes y prohibiciones, que otorgará refiriéndolo a la fecha en que
cesó su competencia. Si en dicho certificado figuran gravámenes y prohibiciones, también
deberá pedirse copia de las respectivas inscripciones, para su reinscripción en el nuevo
Conservador.

Tradición de las Cuotas.

Debemos distinguir si la cuota recae en una cosa singular o en una cuota de cosa
universal.

En primer lugar, la tradición de cuota de cosa singular será mueble o inmueble


dependiendo de la cosa sobre la cual recaiga. Así, si se vende por ejemplo una cuota
sobre un bien raíz su tradición debe hacerse en conformidad a lo dispuesto en el artículo
686 del Código Civil. Si la cuota es de cosa mueble se hará por las reglas del artículo 684
del Código Civil.

En segundo lugar, Tradición en cosa universal, existe discusión en la doctrina


en cuanto a la calificación de la cosa universal, una primera doctrina reconoce que
perfectamente puede existir una cuota en una cosa universal, independientemente de las
cosas singulares que la compongan, para estos autores la tradición de cuota en cosa
universal deberá efectuarse aplicando las reglas generales, o sea de acuerdo al artículo
684 del Código Civil aplicable a los muebles, ya que basta que se demuestre las
intenciones de transferir y de adquirir, esta regla se aplica aunque la universalidad existan
inmuebles. (Opinión mayoritaria)

Para una segunda doctrina no se acepta la cuota en la universalidad, por tanto


habrá que separar los bienes que la componen, de ahí entonces si la universalidad solo
tiene muebles la tradición se hace según el artículo 684 del Código Civil, si solo contiene
inmuebles o es de carácter mixto, o sea muebles e inmuebles la tradición de la cuota se
hará según el artículo 686 del Código Civil, por cuanto requiere de la inscripción
conservatoria.
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Inscripciones a que da lugar la sucesión por Causa de Muerte.

La inscripción, además de su objetivo primordial de servir de tradición de los


derechos reales inmuebles, tiene otras finalidades, como la de dar publicidad a la
propiedad raíz. Tal ocurre con las inscripciones que se requieren a propósito de la
sucesión por causa de muerte y la prescripción adquisitiva. Tal es el fin general buscado
por las inscripciones exigidas por el artículo 68862 del Código Civil.

En la mencionada disposición se consagran las inscripciones hereditarias que


tienen aplicación cuando los herederos pretendan disponer de los inmuebles que
han adquirido por sucesión por causa de muerte. En ese orden de cosas, los
herederos no pueden disponer de esos bienes mientras no se cumplan con las
inscripciones descritas. Cabe precisar que el heredero adquiere el dominio y la posesión
legal de los bienes por el modo de adquirir sucesión por causa de muerte en el mismo
momento del fallecimiento del causante; por lo tanto, para adquirir el dominio de los
bienes NO requiere de las inscripciones del artículo 688 del Código Civil. (Estas como ya
se señaló, se exigen para disponer de los bienes inmuebles.)

Sistematizando:

 1º Decreto Judicial o Resolución Administrativa que da la posesión efectiva


de la herencia (Artículo 688 N°1): Al respecto debemos tener presente que el
decreto judicial procede cuando la sucesión es testada, y la resolución
administrativa cuando es intestada.

El decreto judicial se inscribirá en el Registro de Propiedad del Conservador de la


Comuna o agrupación de comunas, en que se encuentre el tribunal que lo dictó;
La resolución administrativa se inscribirá en el Registro Nacional de Posesiones
Efectivas, que depende del Servicio de Registro Civil e Identificación, según lo dispone el
artículo 8º de la Ley N° 19.903; asimismo, el Director Regional del Registro Civil
correspondiente, emitirá un certificado, dando cuenta de haberse otorgado la posesión
efectiva de la herencia intestada, certificado que debe acompañarse al Conservador de
Bienes Raíces del último domicilio del causante, para inscribir también la resolución
administrativa, en el Registro de Propiedad.

62
Art. 688. En el momento de deferirse la herencia, la posesión efectiva de ella se confiere por el ministerio
de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al heredero para disponer en manera alguna de un
inmueble, mientras no preceda:
1º. La inscripción del decreto judicial o la resolución administrativa que otorgue la posesión efectiva: el
primero ante el conservador de bienes raíces de la comuna o agrupación de comunas en que haya sido
pronunciado, junto con el correspondiente testamento, y la segunda en el Registro Nacional de Posesiones
Efectivas;
2º. Las inscripciones especiales prevenidas en los incisos primero y segundo del artículo precedente: en
virtud de ellas podrán los herederos disponer de consuno de los inmuebles hereditarios, y
3º. La inscripción prevenida en el inciso tercero: sin ésta no podrá el heredero disponer por sí solo de los
inmuebles hereditarios que en la partición le hayan cabido.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

El decreto judicial también se inscribirá en el Registro Nacional de Posesiones


Efectivas. Para la inserción en el Registro Nacional de Posesiones Efectivas de las
resoluciones judiciales que confieren las mismas, tratándose de las sucesiones testadas,
deberá darse cumplimiento a lo preceptuado en el artículo 882, inciso 3º, del Código de
Procedimiento Civil, que reza: “Hechas las publicaciones a que se refieren los incisos
anteriores y previa agregación de una copia autorizada del inventario, el tribunal ordenará
la inscripción de la posesión efectiva y oficiará al Servicio de Registro Civil e Identificación
dando conocimiento de este hecho.”

Conclusión: Conforme a lo expuesto, nos queda en claro que tras la vigencia de la


Ley 19.903, toda posesión efectiva tendrá siempre dos inscripciones, una en el Registro
Nacional de Posesiones Efectivas, a cargo del Registro Civil e Identificación, y otra en el
Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces competente.

 2° Si la Sucesión es Testada, se debe inscribir también el Testamento en el


Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces en que se hubiere
inscrito el Auto de Posesión Efectiva. Solo a partir de estas dos inscripciones
(Esta segunda de carácter eventual), los herederos podrán disponer de los bienes
muebles de la sucesión.
 3° La inscripción Especial de Herencia (Artículo 688 N°2) que consiste en
inscribir los inmuebles de la sucesión a nombre de todos los herederos en el
Registro de Propiedad del Conservador de la Comuna o agrupación de Comunas
en que está situado el inmueble; si abarba el territorio de dos o más
Conservadores, la inscripción debe efectuarse en el Registro de todos ellos. Con
esta inscripción se reemplaza a la inscripción del causante quedando el inmueble
inscrito ahora a nombre de la comunidad hereditaria. Si los herederos son varios a
partir de este momento podrán disponer del inmueble siempre que lo hagan de
consuno (unanimidad).
 4° La inscripción del acto o acta de partición (Artículo 688 N°3) por el cual se
adjudica a un heredero el inmueble, esta partición puede hacerse de común
acuerdo o bien por resolución del juez partidor. Esta cuarta inscripción es
también eventual ya que solo opera cuando los herederos no están todos de
acuerdo en disponer del bien raíz.

Sanción por la Omisión de las Inscripciones Hereditarias.


La ley no ha señalado cual es la sanción que opera cuando un asignatario dispone
de los inmuebles sin practicar las inscripciones del artículo 688 del Código Civil. Algunos
estiman que es la nulidad, sin embargo, no podemos estar de acuerdo ya que esta
sanción sea absoluta o relativa se sanea por el transcurso del tiempo lo cual resulta
inadmisible en este caso.

Se ha llegado a la conclusión que se trata de una sanción especial llamada


“Transitoria Ineficacia”. De la sanción en comento, el acto de disposición no será
eficaz sino hasta que se efectúen las inscripciones del 688 63, en la práctica se
recomienda resciliar el contrato de compraventa, efectuar las inscripciones y
celebrar un nuevo contrato. (Lo anterior amparado en la expresión “mientras no
proceda”)

63
Art. 688. En el momento de deferirse la herencia, la posesión efectiva de ella se confiere por el ministerio
de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al heredero para disponer en manera alguna de un
inmueble, mientras no preceda.
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

3- La Tradición del Derecho Real de Herencia.


Solo a partir del fallecimiento del causante el heredero puede disponer de sus
derechos hereditarios, si lo hace antes estaríamos frente a un “pacto de sucesión futura”
que adolece de objeto ilícito sancionándose con Nulidad Absoluta (arts. 1463, 1466, 1204
y 1682). Una vez que el heredero puede enajenar su derecho de herencia, se plantea el
problema acerca de la forma como debe hacerse la tradición.

Forma como se efectúa la tradición del Derecho Real de Herencia.

Nuestro Código no señalo la forma de como se efectúa esta tradición, solo indica
la tradición de los muebles y de los inmuebles. Al ser la herencia una universalidad
surge una discusión doctrinaria.

La discusión doctrinaria es la siguiente:

Primera Doctrina:

Según esta primera opinión la tradición de la herencia no exige inscripción


conservatoria aun cuando ella contenga inmuebles. Enunciada por Leopoldo Urrutia,
se basa en que la universalidad no comprende bienes determinados sino que es un
patrimonio no pudiendo calificarse como mueble o inmueble. Como no existen reglas
particulares, corresponde aplicar entonces las reglas generales de la tradición. Debemos
comparar el artículo 670 del Código Civil con los artículos 684 y 686 del mismo cuerpo
legal. En esta comparación, la regla general es el artículo 684 porque basta con el
significando una de las partes a la otra que le transfiere el dominio. Por otro lado, el
artículo 686 es una excepción y dentro de él se mencionan algunos derechos reales
dentro los cuales NO se encuentra la herencia. Para esta doctrina bastaría con la
escritura pública de cesión de derechos hereditarios, en la cual se manifiesta la
intención del heredero y del adquirente.

Segunda Doctrina:

Formulada por José Ramón Gutiérrez, la cual señala que el derecho real de
herencia será mueble o inmueble según sean las cosas singulares que lo
componen; por tanto, si solo se compone por muebles la herencia también lo será
efectuándose la tradición según el artículo 684.

Si la herencia contiene muebles e inmuebles o solo inmuebles se aplicarán las


reglas del artículo 686 del Código Civil, o sea se requiere inscripción conservatoria.

La doctrina y jurisprudencia mayoritaria se inclina por la primera opinión


concordando con que la tradición se efectúa en la escritura pública de cesión de derechos
hereditarios. Ahora bien, si hay que inscribir cuando existan inmuebles pero no para hacer
la tradición sino para mantener la historia de la propiedad raíz y para disponer, mas no
adquirir de los inmuebles hereditarios; de esta manera se estaría cumpliendo con las
inscripciones del artículo 688 del Código Civil.

Conclusión: En consecuencia, para hacer tradición del derecho real de herencia


no se exige que se cumplan previamente con las inscripciones hereditarias del artículo
688 del texto en comento; estas solo se exigen para disponer de bienes inmuebles
determinados de la herencia.

60
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Inscripción del Legado de un Inmueble.


El legado es una asignación a título singular. Por sucesión por causa de muerte
una persona puede adquirir herencias o legados; si la sucesión es testada habrá legado
en la medida que el causante lo efectuara (por cuanto estos solo operan en la sucesión
testada, jamás pudiéndose presumir un legado). Para que existan legatarios tiene que
haber entonces un testamento.

Nos preguntamos si es necesario inscribir el legado sobre un bien raíz, para lo cual
debemos distinguir si el legado es de especie o cuerpo cierto o de género.

La importancia de lo anterior radica para determinar qué modo de adquirir opera (si es
por la sucesión por causa de muerte o por tradición) y si es necesario hacer
inscripciones o no.

Sistematizando:

El legatario de “Especie o Cuerpo Cierto” recibe una bien (cosa) determinado


dentro de un género también determinado; por ejemplo un inmueble ubicado en X lugar y
cuyos deslindes sean los siguientes. El legatario de especie adquiere el bien legado al
solo fallecimiento del causante por el modo de adquirir sucesión por causa de
muerte. En consecuencia, no es necesario inscribir el inmueble a su nombre para que
pueda adquirir. Para poder disponer de ese inmueble algunos estiman que no es
necesario inscribir porque las inscripciones del artículo 688 del Código Civil solo se refiere
a los herederos (Inscripciones hereditarias), no siendo este el caso al estar en presencia
de un legado; sin embargo, se recomienda hacer la inscripción del testamento donde
consta el legado para que de esta manera se mantenga la historia del inmueble.

El Legatario “de Género” recibe una cosa indeterminada dentro de un género


determinado (Por ejemplo, una casa en la playa). Al fallecimiento del causante el solo
tiene un crédito en contra de la sucesión para que ellos cumplan con el legado
entregando cualquier individuo de una calidad a lo menos mediana.

Estos legatarios adquieren el bien por la tradición que le hace la comunidad


hereditaria. El legatario de género puede disponer de su crédito (de su “derecho al
legado”, siguiendo las expresiones del art. 1909), sin esperar a que se efectúe inscripción
alguna, aunque lo legado sea un inmueble indeterminado y de acuerdo al art. 580 sea un
crédito inmueble. Ello, porque las inscripciones del art. 688 sólo se exigen A LOS
HEREDEROS.

4- Tradición de los Derechos Personales.


Para hacer tradición de un crédito se requiere de un título que podrá ser una venta,
donación, permuta, etc. Según el artículo 69964 del Código Civil la tradición se verifica por
la entrega del título hecha por el cedente al cesionario. Dicha entrega solo producirá
efectos entre cedente y cesionario, pero no contra el deudor ni contra otros
terceros mientras no les sea notificada.

64
Art. 699. La tradición de los derechos personales que un individuo cede a otro se verifica por la entrega del
título hecha por el cedente al cesionario.
61
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

En este precepto (Art. 699), se entiende por título el instrumento en el que consta el
crédito, vale decir, el documento en el que se encuentra escriturado (sin perjuicio de la
interpretación más amplia dada por la jurisprudencia, según veremos). En el artículo
190165 del Código Civil, por su parte, se utiliza la expresión “título” tanto como
antecedente jurídico cuanto como materialidad.

La tradición de los derechos personales es también un acto solemne, según se


desprende del artículo 190366 del Código Civil: debe anotarse en el título el traspaso
del derecho, designar al cesionario (o sea, al nuevo acreedor) y debe llevar la firma
del cedente. Los arts. 1901 y siguientes indican los efectos de la cesión. La expresión
“cesión” no alude a la idea de título o contrato, sino a la de tradición del crédito. Por ende,
el título debe anteceder a la cesión, y servir de fundamento a la misma. Por la entrega del
título, la tradición produce sus efectos entre el cedente o tradente y el cesionario o
adquirente (arts. 699 y 1901). Pero la cesión no produce efecto contra el deudor ni
contra los terceros, mientras no ha sido notificada por el cesionario al deudor o
aceptada por este (art. 190267). Cabe señalar que la jurisprudencia ha concluido que el
art. 699 no se refiere sólo a la entrega MATERIAL del título, pues lo que se transfiere no
es la cosa corporal, el documento en que consta el crédito, sino éste último, que es un
derecho y por tanto una cosa incorporal, que existe con independencia del título que lo
contiene. Una conclusión contraria, significaría la imposibilidad de ceder créditos que no
constan por escrito, pues faltaría el documento para hacer la entrega material.

En consecuencia, la tradición no sólo puede efectuarse por la entrega física del


título, sino que también de una manera simbólica, como sería permitiendo o
autorizando al cesionario para tener el crédito por suyo. Así sucede cuando por
medio de una escritura, se traspasa el crédito que consta en otra escritura pública de
mutuo, expresando el dueño del crédito su voluntad de transferirlo y el cesionario la suya
de aceptarlo, verificándose la entrega por ese instrumento de cesión y no por la entrega
de copia de la escritura de mutuo (en la práctica sin embargo, se entrega copia de la
misma, dejando constancia de ello en la escritura de cesión, para despejar cualquier
riesgo). La tradición de un crédito no escriturado conlleva sin embargo un evidente riesgo
para el cesionario: la dificultad que puede tener para acreditar la existencia del crédito y
obligación correlativa, cuando cobre al deudor, considerando que el Código Civil le impide
valerse de la prueba de testigos (artículos 1707 y siguientes del Código Civil). Por ello, en
lo posible, el cesionario debe exigir que concurra al contrato el deudor, reconociendo su
calidad de tal y la respectiva obligación.

65
Art. 1901. La cesión de un crédito personal, a cualquier título que se haga, no tendrá efecto entre el
cedente y el cesionario sino en virtud de la entrega del título.
66
Art. 1903. La notificación debe hacerse con exhibición del título, que llevará anotado el traspaso del
derecho con la designación del cesionario y bajo la firma del cedente.
67
Art. 1902. La cesión no produce efecto contra el deudor ni contra terceros, mientras no ha sido notificada
por el cesionario al deudor o aceptada por éste.
62
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

La Posesión.
Concepto.
La significación vulgar de la palabra posesión denota la ocupación de una cosa, el
tenerla en nuestro poder, sin que importe mayormente la existencia de un título o derecho
para ello. El sentido natural y obvio de posesión denota el Acto de poseer o tener una
cosa corporal con ánimo de conservarla para sí o para otro 68.
En sentido técnico, varía la noción de posesión en el derecho comparado. En
algunas legislaciones (suiza, alemana), se da al concepto el mismo contenido que
expresa la acepción vulgar, se considera la posesión como la potestad de hecho sobre
una cosa. Nuestro Código Civil, siguiendo otras tendencias, destaca no sólo la
relación de hecho existente entre una persona y una cosa, sino un elemento
intelectual o psicológico: el animus (excepto, según veremos, en el “extraño” caso del
artículo 722, que consagra la posesión legal de la herencia, donde puede haber posesión
sin corpus ni animus).

Se define por el Código Civil con ocasión del artículo 700 en los siguientes
términos:
“La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o
dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por otra
persona que la tenga en lugar y nombre de él”.
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo.

Observaciones al Concepto.

 1º Hay dos elementos esenciales en toda posesión, el corpus y el animus;


 2º La posesión, debe recaer sobre cosas determinas, no se puede poseer
indeterminadamente cualquier cosa, ya que respecto a esa cosa, se alegará la
prescripción;
 3º El poseedor también puede ser el dueño (que es la situación normal), pero
también puede no serlo (situación excepcional), o sea, aquel que se comporta
como dueño. Por eso el Código dice “…sea que el dueño o el que se da por tal
tenga...”;
 4º El poseedor puede tener la cosa bajo su dependencia inmediata, lo que ocurrirá
cuando “tenga la cosa por sí mismo”; o puede tenerla otra persona, pero a nombre
del poseedor, o sea, “por otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él”. En
este último caso, el mero tenedor de la cosa podrá ser, por ejemplo, un
arrendatario, comodatario, etc., vale decir, un mero tenedor;
 5º Todo poseedor es considerado por la ley como dueño, sin perjuicio de que un
tercero puede probar lo contrario (porque la presunción de dominio a favor del
poseedor, es simplemente legal, no de derecho).

68
Diccionario de la lengua española, vigésimo segunda edición, año 2001, Tomo II, p. 1.809, primera entrada.
63
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Naturaleza jurídica de la Posesión.

Entre las múltiples discusiones que suscita la posesión, está la que se refiere a si
ella es un hecho o un derecho.
Savigny sostiene que originariamente, considerada en sí misma, la posesión es
un mero hecho, porque se funda en circunstancias materiales (corpus), sin las cuales no
podría concebirse; pero agrega que es a la vez un derecho, por las consecuencias
jurídicas atribuidas al hecho, que son la prescripción y las acciones posesorias, y porque
hay casos en los cuales los derechos del poseedor son independientes del hecho mismo.
Ihering afirma que la posesión es un derecho, porque es un interés jurídicamente
protegido.
Las disposiciones de nuestro Código Civilse orientan a concebir la posesión
como un hecho, partiendo de la propia definición.

Concluimos entonces: La posesión no es un derecho porque cada vez que el


Código Civil define un derecho, dice que es una “facultad” o un “derecho” (artículo 582),
mientras que al definir la posesión dice que es la “tenencia”, la que constituye un hecho.
Hoy día, la doctrina considera infecunda esta disputa y resuelve la cuestión
diciendo simplemente que la posesión es un estado de hecho protegido por el
derecho.

Elementos de Toda Posesión.


Existen dos elementos que son el “Corpus y el Animus”.

 1º El Corpus es un poder físico o potestad de hecho sobre la cosa. Consiste en la


manifestación de un poder de dominación, en la posibilidad física de disponer
materialmente de la cosa, en forma directa e inmediata, con exclusión de toda
intromisión de extraños.

Por ello, si la cosa está temporalmente en manos de un mero tenedor (un arrendatario
o un comodatario, por ejemplo), el corpus continúa radicado en el poseedor, pues el mero
tenedor carece de la facultad para disponer materialmente de la cosa, pues expirado el
derecho en virtud del cual detenta la cosa, debe restituir la cosa al poseedor. Dicho en
otras palabras: quien tiene la obligación de conservar y restituir, no sólo carece del
ánimus, sino también del corpus. Concebir el corpus no sólo como tenencia física
sino también como una posibilidad de disponer de la cosa, aunque eventualmente
no se tenga un contacto directo con ella, se relaciona con las formas simbólicas de
tradición de cosa corporal mueble (artículo 684).

 2º El Animus es el elemento psicológico y consiste en tener la cosa como dueño,


o sea, la intención para tener la cosa para sí.

Para la mayoría de la doctrina nacional, nuestro Código Civil da un papel


preponderante al animus, afirmándose que si bien para adquirir la posesión se necesita el
corpus y el animus, para conservarla basta el último.

64
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Paralelo Entre Posesión y el Dominio. (Semejanzas y diferencias)

1- Se asemejan en que ambas recaen sobre una cosa determinada;


2- Ambas son exclusivas es decir, sólo admiten un propietario o un poseedor, lo cual
no excluye por supuesto las figuras de copropiedad y coposesión, pero en estos
casos los copropietarios y los co-poseedores están limitados en sus acciones;
3- Las ventajas entre ambas son más o menos idénticas, ya que, la faculta para usar,
gozar, y disponer. Pero, las consecuencias de la disposición jurídicas son distintas;
si lo hace el dueño trasfiere el dominio. Si lo hace el poseedor; el adquirente
iniciara una nueva posesión;
4- El dominio es un derecho, en cambio, la posesión es un hecho protegido por
el derecho. El dominio supone una relación jurídica entre el propietario y la cosa;
la posesión sólo entraña una relación de hecho; este distingo incide en la
posibilidad de que el derecho de dominio, por ser tal, puede transferirse y
transmitirse, mientras que la posesión, por ser sólo un hecho, no se transfiere ni se
transmite;
5- El dominio se puede adquirir por un modo, en cambio se puede poseer una cosa
por varios títulos (artículo 70169 del Código Civil);
6- El dominio está protegido por una acción real que es la acción reivindicatoria;
mientras que la posesión de los inmuebles está protegida por las acciones
posesorias; en algunos casos la posesión de los muebles e inmuebles está
amparada por la acción reivindicatoria (acción publiciana).

Ventajas que Entrega la Posesión.

1- Habilita para adquirir el dominio de la cosa por prescripción (artículos 683 y 249870
y siguientes) una vez trascurrido ciertos plazos;
2- De acuerdo al inciso final del artículo 700 del Código Civil, existe una presunción
de dominio a favor del poseedor, que según dijimos era simplemente legal, porque
admite prueba en contrario;
3- Se encuentra protegida la posesión de los inmuebles con las acciones posesorias
y en ciertos casos con la “acción publiciana”, que es la “acción reivindicatoria” que
tiene el poseedor regular (artículo 89471);
4- En algunos casos, el poseedor de buena fe puede hacer suyos los frutos de la
cosa poseída (art. 907, inciso 3º).
5- El poseedor tiene acción para ser indemnizado por los delitos o cuasidelitos
cometidos por terceros (artículo 231572).

69
Art. 701. Se puede poseer una cosa por varios títulos.
70
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o muebles, que están en el
comercio humano, y se han poseído con las condiciones legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente exceptuados.
71
Art. 894. Se concede la misma acción, aunque no se pruebe dominio, al que ha perdido la posesión regular
de la cosa, y se hallaba en el caso de poderla ganar por prescripción.
Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o mejor derecho.
65
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Cosas Susceptibles de Posesión.

La posesión supone cosas sobre las cuales se puede tener ánimo de señor o
dueño, es decir, cosas susceptibles de apropiación. O sea, debe tratarse de cosas
comerciables. En consecuencia, no se puede tener posesión respecto a las cosas
comunes a todos los hombres, sobre los bienes nacionales de uso público y en general,
sobre las cosas incomerciables. Del propio art. 700, queda en claro que la posesión ha de
recaer sobre cosas determinadas, como acontece también con el dominio. No es posible
concebir la posesión sobre cosas inciertas o individualizadas sólo por su género. A pesar
de que nuestro Código al definir la posesión se refiere a la tenencia de una cosa
determinada, con lo cual parece dar a entender que sólo se aplica a las cosas
corporales, puesto que la palabra tenencia denota una ocupación material, el mismo
Código admite la posesión de las cosas incorporales, los meros derechos: art.
71573.Sobre este punto no existe duda, de que es posible poseer la cosa incorporal
llamada derecho real puesto que ellos recaen sobre una cosa; así, si a una persona se le
constituyo un usufructo por alguien que no era dueño de la cosa tendrá la calidad de
poseedor del derecho real de usufructo.
Se discute si sobre los derechos personales puede haber posesión. La respuesta en
principio es negativa, ya que estos se reclaman de ciertas y determinadas personas; sin
embargo para algunos si podría haber posesión en virtud del artículo 157674 del Código
Civil, solo, aplicable a quien detenta materialmente el documento en el cual consta el
crédito.

Finalmente, sobre este punto destacar:


No todos los derechos reales son susceptibles de posesión: las servidumbres
discontinuas de todas clases y las continuas inaparentes, no pueden adquirirse por
prescripción (art. 882) y por ende no pueden poseerse. A ellas cabe aplicar la mencionada
frase otros derechos reales que –en este caso- están especialmente exceptuados.

Clases de Posesión.

En primer lugar, cabe distinguir entre posesión útil e inútil en razón a si sirven o
no a su titular para adquirir la cosa por prescripción.

72
Art. 2315. Puede pedir esta indemnización no sólo el que es dueño o poseedor de la cosa que ha sufrido el
daño, o su heredero, sino el usufructuario, el habitador o el usuario, si el daño irroga perjuicio a su derecho
de usufructo o de habitación o uso.
Puede también pedirla en otros casos el que tiene la cosa con obligación de responder de ella; pero sólo en
ausencia del dueño.
73
Art. 715. La posesión de las cosas incorporales es susceptible de las mismas calidades y vicios que la
posesión de una cosa corporal
74
Art. 1576. Para que el pago sea válido, debe hacerse o al acreedor mismo (bajo cuyo nombre se entienden
todos los que le hayan sucedido en el crédito, aun a título singular), o a la persona que la ley o el juez
autoricen a recibir por él, o a la persona diputada por el acreedor para el cobro.
El pago hecho de buena fe a la persona que estaba entonces en posesión del crédito, es válido, aunque
después aparezca que el crédito no le pertenecía.
66
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 La Posesión Útil (que sirve para adquirir la cosa por prescripción)


puede ser a su vez de 2 clases:
1- Posesión Regular es aquella que requiere de justo título, buena fe y tradición si el
título es traslaticio de dominio. Esta posesión permite adquirir el dominio por
prescripción adquisitiva ordinaria de 2 años para los bienes muebles y 5 años
para los bienes inmuebles.
2- Posesión Irregular es aquella que carece de alguno de los requisitos de la
posesión regular. Ella conduce la prescripción adquisitiva extraordinaria que es
de 10 años independiente del tipo o clase de bien.

 La Posesión Inútil (que no sirve para adquirir la cosa por prescripción)


puede ser a su vez de 2 clases:

Enunciadas por el artículo 709 del Código Civil. Son las viciosas, es decir, la
violenta y la clandestina.

1- La Posesión Violenta, Es aquella que se ejerce por la fuerza.


2- La Posesión Clandestina, Es aquella que se oculta de quien tiene derecho a
reclamar la cosa.

Sistematizando:

 Posesiones útiles.
 La Posesión Regular.

De acuerdo al artículo 70275 incisos 2° y 3°; es aquella que reúne los requisitos de:
1)Justo título, 2) buena fe inicial y 3) la tradición si el título es traslaticio de dominio. Cabe
acotar que para calificar la buena fe se atiende sólo al momento inicial de la posesión y
que la tradición sólo es necesaria cuando se invoca un título traslaticio de dominio.

1- Justo Titulo.

La ley no lo define. Se explica su denominación, según enseña Pothier, porque da


a las personas que por su intermedio adquieren la posesión de la cosa, un justo
motivo para creerse propietario, sin que permita adivinar que carecía de esta
calidad la persona de la cual se adquirió la cosa. Para calificar el título de justo no se
toma en consideración si la persona de la que emana era verdaderamente propietario;
no es necesario que el título, para ser justo, sea otorgado por el dueño de la cosa.

75
Art. 702. La posesión puede ser regular o irregular.
Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe; aunque la buena fe
no subsista después de adquirida la posesión. Se puede ser por consiguiente poseedor regular y poseedor de
mala fe, como viceversa el poseedor de buena fe puede ser poseedor irregular.
Si el título es translaticio de dominio, es también necesaria la tradición.
La posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obligó a entregarla, hará presumir la tradición; a
menos que ésta haya debido efectuarse por la inscripción del título.
67
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Concepto.
“Justo Titulo es todo hecho o acto jurídico que por su naturaleza y por su carácter
de verdadero y valido es apto para atribuir el dominio”.

Características del justo título.

Se pueden deducir, interpretando a contrario sensu el artículo 704, que señala los
casos de títulos injustos:

 Debe tener aptitud suficiente para atribuir el dominio: la tiene, por ejemplo, el
título translaticio de dominio, como la compraventa o la permuta; no la tiene, el
título que importa reconocimiento de dominio ajeno, como el del arrendatario, el
del comodatario, etc., es decir, el título de mera tenencia.
 Debe ser verdadero: debe ser un título con existencia real. Por eso, son títulos
injustos el falsificado (art. 704 N° 1) y el meramente putativo, como el del heredero
aparente que no es en realidad heredero (art. 704 N° 4).
 Debe ser válido: según se desprende por antítesis del Art. 704, N° 2 y N° 3, que
declaran título injusto, respectivamente, el que emana de un falso representante
(nulidad absoluta por falta de voluntad) y el que adolece de un vicio de nulidad
(nulidad absoluta por otra causa y nulidad relativa).

Clasificación de los Títulos.

La ley distingue dos clases de títulos que son el titulo constitutivo y el titulo
traslaticio; doctrinariamente se agrega el titulo declarativo de dominio.

Sistematizando:

1- Titulo Constitutivo, Son aquellos que dan origen al dominio, o sea lo crean como
la ocupación y la accesión cuando no operan de manera perfecta;
2- Titulo Traslaticio, Son aquellos que por su naturaleza sirven para trasferir el
dominio como la compraventa, la permuta, la donación. Recordemos que ellos no
trasfieren el dominio; solo sirven para transferirlo, porque requieren de un modo de
adquirir;
3- Titulo Declarativo, Son aquellos, que no crean no trasfieren, sino que se limitan a
reconocer derechos preexistentes.

Algunos ejemplos de título declarativo:

 Las sentencias que resuelven a cerca de derechos litigiosos por ejemplos aquella
que acoge una acción reivindicatoria.
 La Transacción cuando recae sobre la cosa disputada. Recordemos que la
transacción si recae sobre la cosa no disputada es un título traslaticio.
 La sentencia de adjudicación en juicio divisorio (contenciosos) y los actos de
partición (no contencioso).

68
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

La Sucesión por Causa de Muerte en relación a la Posesión.


La herencia está establecida en nuestro Derecho tanto como un derecho real (art.
577), como también un modo de adquirir el dominio de los bienes específicos que
pertenecían al causante (art. 588). Se distinguen: 1) La posesión legal de la herencia;2)
La posesión efectiva de la herencia y;3) La posesión real o material de la herencia.

1) La Posesión Legal de la Herencia (Arts. 68876 y 72277):De acuerdo al artículo


688del Código Civil con el solo fallecimiento del causante la herencia pasa a
posesión de los herederos por el ministerio de la ley aunque estos lo ignoren.
Constituye una excepción puesto que es la única posesión que no requiere
de “corpus”, ni de “animus”.

2) Posesión efectiva de la Herencia: Es aquel decreto judicial o resolución


administrativa por la cual se reconoce la calidad de aparente heredero. El decreto
judicial opera cuando la sucesión es testada y la resolución administrativa
otorgada por el registro civil cuando la sucesión es intestada.

Cabe señalar que el legislador, erróneamente, asimiló la posesión legal a la posesión


efectiva, conforme a la modificación del inciso 1º del artículo 688, por la Ley 19.903,
publicada en el Diario Oficial de fecha 10 de octubre de 2003. Decimos que tal asimilación
es errónea, porque la posesión efectiva debe otorgarse por una resolución judicial o
administrativa, mientras que la posesión legal se entiende conferida por el solo ministerio
de la ley.

3) Posesión real (material) de la Herencia: Es aquella que corresponde a quien


detenta la herencia en calidad de heredero (pudiendo o no ser verdadero
heredero), entendiéndose que se posee la herencia poseyendo los bienes del
causante.
En cuanto a la herencia, el verdadero heredero puede tener estas 3 clases de
posesión. Respecto al falso heredero, es posible que tenga la posesión real de la
herencia; caso en el cual el verdadero heredero puede ejercer la acción de petición de
herencia que es “la acción reivindicatoria” que la ley concede al heredero para recuperar
la universalidad de bienes. (El problema de esto es que el falso heredero podría adquirir el
derecho real de herencia por prescripción adquisitiva)

Importante: No debe confundirse la figura del falso heredero con la del heredero
putativo.

Así por ejemplo, en materia de prescripción para adquirir el derecho real de herencia
el plazo del falso heredero es de 10 años; mientras que el plazo del heredero putativo es
de 5 años. Lo anterior se debe a que el heredero putativo tiene la posesión legal de la
herencia; mientras que el falso heredero tiene solo la posesión material de la herencia.

76
Art. 688. “En el momento de deferirse la herencia, la posesión efectiva de ella se confiere por el ministerio
de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al heredero para disponer en manera alguna de un
inmueble, mientras no preceda...” (ver numerales).
77
Art. 722. La posesión de la herencia se adquiere desde el momento en que es deferida, aunque el
heredero lo ignore.
El que válidamente repudia una herencia se entiende no haberla poseído jamás.
69
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Títulos Injustos.

La ley no da una definición general de título injusto, limitándose a enumerar


taxativamente los casos de título injusto, en el art. 704 78. Esta enumeración, si bien
taxativa, es genérica y no específica, es decir, no contempla casos especiales, sino
hipótesis generales, que a su vez pueden contener variadas situaciones. Los títulos
injustos se caracterizan en general, porque adolecen de vicios o defectos que
impiden la transferencia del dominio, por causas que miran a la regularidad del acto
mismo y no a la calidad de dueño que pueda investir el otorgante (pues la venta de
cosa ajena vale, y por ende, constituye título justo).

No es justo título:

1) El Titulo falsificado, esto es, no otorgado por la persona que se pretende:


Quedan comprendidas para la doctrina las hipótesis de:
 Creación completa de un instrumento inexistente (falsificación propiamente tal);
 El instrumento que existe pero que se altera su contenido material mediante
adiciones o enmiendas (falsificación material) y;
 La falsificación intelectual o ideológica, la cual consiste en ser falsos los hechos
declarados o certificados por el funcionario.

La jurisprudencia ha declarado que es falso un título cuando no ha sido realmente


otorgado por las personas que aparecen interviniendo en él; o cuando no ha sido
efectivamente autorizado por los funcionarios competentes que aparecen interviniendo en
su otorgamiento; o cuando ha sido adulterado en condiciones que alteran o cambian su
naturaleza jurídica.

2) Titulo conferido por una persona en calidad de mandatario o representante


legal de otra sin serlo. Hipótesis:
 Cuando no exista mandato o representación legal de la persona que se dice
representar. (el acto será nulo por falta de consentimiento del representado;
siendo su sanción la nulidad absoluta);
 Cuando, a pesar de haber existido, han cesado antes del otorgamiento del título;
 Cuando debiendo actuar dos o más mandatarios conjuntamente, sólo lo hace uno
o algunos de ellos. (Ello, porque en este caso sólo puede entenderse que tienen la
calidad de mandatarios en la medida en que actúen colectivamente, y no en forma
independiente o aislada)

78
Art. 704. No es justo título:
1º El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende; 2º El conferido por una
persona en calidad de mandatario o representante legal de otra sin serlo; 3º El que adolece de un vicio de
nulidad, como la enajenación que debiendo ser autorizada por un representante legal o por decreto judicial,
no lo ha sido; y 4º El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad heredero; el
del legatario cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario posterior, etc.
Sin embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial o resolución administrativa se haya otorgado
la posesión efectiva, servirá de justo título el decreto o resolución; como al legatario putativo el
correspondiente acto testamentario que haya sido legalmente ejecutado.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

¿Queda comprendido en este numeral el caso de un mandatario que se


extralimita en sus facultades? Así lo habíamos sostenido, siguiendo cierta
jurisprudencia. Sin embargo, un mejor estudio nos ha hecho cambiar de opinión. En
efecto, aquí sí se trata de un verdadero mandatario, y si se excede en las facultades que
se le confirieron por su mandante, el acto será válido y el título justo, pero inoponible al
mandante, quien podrá ratificarlo. Cabe hacer presente que si alguien vende una cosa
ajena pero como propia el título es justo por aplicación del artículo 1815 del Código Civil,
pero si vende una cosa ajena diciendo ser representante del dueño sin serlo el título es
injusto.

3) Título que adolece de un vicio de nulidad: Se comprenden las hipótesis de


Nulidad absoluta y Nulidad relativa. Cabe precisar que en este último caso es
posible la ratificación (y por lo tanto validar retroactivamente el titulo según se
desprende del artículo 70579).El Código da un ejemplo de nulidad relativa (una
enajenación que debiendo haber sido autorizada, no lo fue: se omite por ende una
formalidad habilitante; por otra parte, si un título que adolece de nulidad relativa es
injusto, con mayor razón debe serlo uno que adolece de nulidad absoluta.
Nos preguntamos si es necesario que exista una sentencia judicial que declare la
nulidad o por el contrario si solo basta con la existencia del vicio para que el titulo
sea injusto. Estimamos que la primera opinión es la correcta por cuanto la
nulidad produce sus efectos solo cuando esta es declarada judicialmente; la
validez del acto se presume mientras no sea declarada judicialmente la
nulidad.

4) El titulo putativo o aparente: Se refiere a que el título en cuya existencia cree la


persona que lo invoca cuando en realidad no existe. Encontramos acá una
aplicación del error, ya que quien apela a este título cree que es verdadero. Así
por ejemplo es meramente putativo el título del heredero aparente o del legatario
cuyo legado ha sido revocado por un testamento posterior. En conclusión, no se
trata de un título defectuoso, sino de uno inexistente. Sin embargo -agrega la ley,
al heredero putativo a quien se haya dado la posesión efectiva, servirá de
justo título el decreto; e igual sucederá con el legatario putativo si el
testamento hubiere sido judicialmente reconocido.

Ya hemos señalado los efectos respecto de la prescripción del derecho real de


herencia si se obtiene el decreto de posesión efectiva. (Sirve para disponer y no para
adquirir el dominio)

En cuanto al legatario, basta cualquier reconocimiento judicial del acto testamentario,


sea en vía contenciosa o voluntaria. Servirá, por ejemplo, la resolución judicial que
concede la posesión efectiva al heredero testamentario si en el mismo testamento se
encuentra instituido el legado. La doctrina precisa que el acto testamentario judicialmente
reconocido sólo sirve de justo título al legatario de especie o cuerpo cierto, pues el
legatario de género sólo tiene un crédito contra la sucesión o contra el heredero a quien el
testador impuso la obligación de pagar el legado, y adquiere el bien legado desde la
entrega. Dicho en otras palabras: puesto que el legatario de género sólo tiene un crédito o
derecho personal, no puede considerarse poseedor, pues según hemos expresado, la
mayoría de la doctrina entiende que no hay posesión sobre derechos de esta naturaleza.

79
Art. 705. La validación del título que en su principio fue nulo, efectuada por la ratificación, o por otro
medio legal, se retrotrae a la fecha en que fue conferido el título.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

2- La Buena fe.

Buena fe es uno de los conceptos fundamentales del Derecho Civil, y constituye


un principio básico del C.C. En doctrina, se distingue una noción subjetiva y otra
objetiva de buena fe.

 Desde un punto de vista objetivo, se estima a la buena fe como una actitud


ordinaria o normal de un hombre corriente y que es socialmente exigible a los
particulares. Considerada objetivamente, debe apreciarse “en abstracto”,
comparando la conducta del sujeto con lo que normalmente se considera como
actuación de buena fe.
 Considerada como convicción subjetiva o psicológica, la buena fe debe
examinarse en cada caso particular.

Concepto de buena fe en Materia Posesoria.

A diferencia del justo título, la ley sí define la buena fe en materia posesoria, y lo


hace desde un punto de vista subjetivo conforme a lo dispuesto en el artículo 70680 del
código civil. “La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la
cosa por medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio. / Así en los
títulos traslaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de haberse recibido
la cosa de quién tenía la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude ni otro
vicio en el acto o contrato”.

La creencia que importa la buena fe debe ser firme, el que duda de la legitimidad
de la adquisición posee de mala fe. Así queda de manifiesto en las palabras que usa la
ley: “conciencia” y “persuasión”; ambas exigen una convicción en el adquirente,
excluyendo un juicio vacilante.

En efecto, el legislador chileno sólo exige para la posesión regular que esta haya
sido adquirida de buena fe (O sea que esta sea inicial); si con posterioridad se pierde la
buena fe, esa sola circunstancia no hará perder la posesión regular. Por consiguiente, se
puede ser poseedor regular y poseedor de mala fe, y a la inversa, el poseedor de buena
fe puede ser poseedor irregular (si le falta alguno de los otros requisitos de la posesión
regular): art. 702, inc. 2º. La buena fe es un elemento personal y exige examinar los
antecedentes en cada caso debiendo determinar solo la posesión de quien se pretende
calificar como poseedor regular sin importar la situación de los antecesores.

80
Art. 706. La buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios legítimos,
exentos de fraude y de todo otro vicio.
Así en los títulos translaticios de dominio la buena fe supone la persuasión de haberse recibido la cosa de
quien tenía la facultad de enajenarla, y de no haber habido fraude ni otro vicio en el acto o contrato.
Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe.
Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en
contrario.

72
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

El Error en la Buena Fe.

Un justo error en materia de hecho no se opone a la buena fe (art. 706, inc. 3º).
Cabe notar que la ley no acepta cualquier error de hecho, sino un “justo error de hecho”.
Se entiende por tal aquél que tiene un fundamento o motivo plausible, aceptable a los
principios de justicia.
El error de derecho constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba
en contrario: art. 706, inciso final. Tal presunción es una consecuencia del principio de
que nadie puede alegar ignorancia de la ley después que esta haya entrado en vigencia
(art. 8).

Presunción de buena fe en materia posesoria.

Se establece en el art. 707: “La buena fe se presume, excepto en los casos en


que la ley establece la presunción contraria. / En todos los otros la mala fe deberá
probarse”. En consecuencia, si se quiere alegar posesión regular, no es necesario que el
poseedor acredite su buena fe; basta que exhiba justo título y pruebe que se verificó la
tradición, si invoca un título traslaticio de dominio.

Quien impugne la buena fe deberá probar la mala fe del poseedor. A contrario sensu,
sólo excepcionalmente la ley establece presunciones de mala fe, como acontece, por
ejemplo, en el último inciso del art. 706; en el art. 94 regla 6ª; en el artículo 143 inciso 2°;
en el art. 2510 regla tercera; en el artículo 968 número 5; y en el artículo 1301, todos del
Código Civil.

La jurisprudencia y la doctrina mayoritaria no limitan la presunción de buena fe a la


posesión, y la extienden a todo el ámbito del Derecho y no sólo al del Derecho Privado o
del Derecho Civil. Ello, porque la ley presume lo normal, lo corriente, que es la actuación
de buena fe de las personas.

3- La Tradición.

Este requisito es eventual ya que solo opera cuando el justo título sea
translaticio. Se justifica lo anterior, considerando que el título traslaticio de dominio
confiere sólo derechos personales, siendo imprescindible la tradición para colocar la
cosa en poder del adquirente. Si el título es constitutivo, no podrá haber operado la
tradición como acontece por ejemplo tratándose de la ocupación o la accesión;
recordemos que si estos modos de adquirir no operan de manera perfecta sirven de justo
título para iniciar una posesión.

73
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 La Posesión Irregular.

Concepto.

Es aquella que carece de uno o más requisitos de la posesión regular (Artículo 70881
del Código Civil), inclusive al punto de omitirse todos ellos; sin embargo, lo que no puede
faltar son los elementos de toda posesión, esto es el corpus y el animus.

Comparación entre la Posesión Regular y la Irregular.

1) Ambas permiten adquirir el dominio por prescripción adquisitiva. La posesión


regular permite adquirir el dominio por prescripción ordinaria de 2 o 5 años
(muebles en el primer caso e inmuebles en el segundo); mientras que la posesión
irregular lo hará a través de la prescripción adquisitiva extraordinaria de 10 años.
(independiente del bien que se trate)
2) Solo el poseedor regular puede ejercer la acción publiciana que es la acción
reivindicatoria exclusiva de este poseedor; acción que no se puede ejercer contra
el verdadero dueño o contra el que posea con igual o mejor derecho (artículo 894
del Código Civil). El poseedor irregular no puede valerse de esta acción.
3) A ambas posesiones les favorece la presunción de dominio mientras otra persona
no justifica serlo.
4) Ambos poseedores pueden entablar los interdictos posesorios. (Denuncia de obra
nueva y la denuncia de obra ruinosa)
5) El poseedor regular vencido y el poseedor irregular de buena fe vencido tienen
derecho a conservar los frutos percibidos antes de la contestación de la demanda.
En consecuencia, el poseedor de mala fe debe restituirlos al reinvindicante.
(artículo 907 C.C)

 Posesiones Inútiles o viciosas.


 Posesión Violenta.
Es aquella que se adquiere por la fuerza; la cual puede ser actual o inminente según
se desprende del artículo 710. Vale decir, puede tratarse de fuerza física (vías de hecho)
o amenazas (vis compulsiva) El artículo 71182 del Código Civil dispone que si alguien se
apodera de una cosa en ausencia del dueño y volviendo este lo repele por la fuerza es
también poseedor violento. La violencia puede ser ejercida tanto contra el verdadero
dueño, contra el poseedor o incluso contra el mero tenedor (artículo 71283 del Código
Civil).En todo caso, es la fuerza inicial la que vicia la posesión. Si el origen es pacífico
y después se emplea la fuerza para mantenerse en la posesión, ella no deja de ser
pacífica.

81
Art. 708. Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados en el artículo 702.
82
Art. 711. El que en ausencia del dueño se apodera de la cosa, y volviendo el dueño le repele, es también
poseedor violento.
83
Art. 712. Existe el vicio de violencia, sea que se haya empleado contra el verdadero dueño de la cosa, o
contra el que la poseía sin serlo, o contra el que la tenía en lugar o a nombre de otro.
Lo mismo es que la violencia se ejecute por una persona o por sus agentes, y que se ejecute con su
consentimiento o que después de ejecutada se ratifique expresa o tácitamente.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Características del vicio de la violencia.

 En primer lugar, es un vicio relativo, o sea solo puede ser alegado por la
víctima. Otros autores estiman que es absoluto, pudiendo alegarlo cualquier
persona ya que la violencia afecta a toda la comunidad (erga omnes) pudiendo ser
impugnada la posesión por cualquiera que tenga interés en ello.
 En segundo lugar, destacamos que es un vicio temporal, puesto que cesando
los hechos que constituyen la fuerza quita el carácter de vicioso a la posesión,
transformándose en útil; habilitando a adquirir el dominio por prescripción. Será, en
todo caso, un poseedor irregular, pues le faltará la buena fe inicial. Una parte
minoritaria de la doctrina estima que el vicio es perpetuo porque queda
contaminada la posesión desde que se inició por la fuerza.

 La Posesión Clandestina.

Es aquella que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho para oponerse a ella
(artículo 71384 del Código Civil). Por tanto, no es necesario que la posesión se oculte a
todo el mundo. Este es un vicio que contamina la posesión en cualquier momento y no
solo al adquirirlo ya que la ley señala que es aquella “que se ejerce”.

Características del vicio de la clandestinidad.

 Es un vicio relativo porque solo puede alegarlo la persona que tiene derecho a
oponerse a la posesión.
 Es un vicio temporal porque puede cesar la clandestinidad dejando de ser
viciosa. Por razones obvias la posesión clandestina es más aplicable
respecto de los bienes muebles.

Ambas posesiones ya vistas se consideran inútiles en dos aspectos:

1) No permiten adquirir el dominio por prescripción;


2) No facultan al ejercicio de las acciones posesorias.

Sin embargo, algunos sostienen que de acuerdo al tenor del Código Civil, los vicios de
la posesión pueden acompañar tanto a la posesión regular como a la irregular; una
posesión regular puede ser al mismo tiempo viciosa, sin dejar de ser regular: tal ocurriría
con el que detenta clandestinamente la posesión después de haber iniciado la misma
con los tres requisitos de la posesión regular. La clandestinidad posterior constituye una
mala fe sobreviniente, que por no concurrir al momento de adquirir la posesión, no afecta
su carácter “regular”. Se agrega que con mayor razón la clandestinidad puede acompañar
a una posesión irregular, como ocurre al comprar una cosa al ladrón (conociendo tal
hecho) y desde un comienzo ejercer la posesión ocultándola al legítimo dueño de la cosa.

84
Art. 713. Posesión clandestina es la que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho para oponerse a
ella.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Además, respecto de la violencia, se dice que si bien es cierto nunca puede concurrir
en la posesión regular, pues no habría buena fe inicial, nada impide que tal vicio
acompañe a la posesión irregular y el poseedor violento pueda llegar a prescribir
extraordinariamente cuando posee sin título, pues ninguna disposición del Código Civil,
permite sostener lo contrario. En efecto, el art. 2510, regla tercera, niega la prescripción
adquisitiva extraordinaria al poseedor violento y al clandestino sólo cuando existe un título
de mera tenencia, y no niega la posibilidad de prescribir cuando no hay título, como ocurre
con el ladrón, quien aunque conoce el dominio ajeno, no lo reconoce.

La Mera Tenencia.
Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino en
lugar o a nombre del dueño (art. 71485). El mero tenedor sólo tiene el corpus, más no el
ánimus. Posesión y mera tenencia son conceptos excluyentes. La mera tenencia
nunca conduce a la prescripción, porque para prescribir es necesario poseer y el que
tiene la mera tenencia no posee. El art. 714 proporciona algunos ejemplos de meros
tenedores: acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario, el usuario, el que tiene el
derecho de habitación, etc.

Fuentes de la mera tenencia.

a) La mera tenencia puede emanar de un derecho real, como es el caso del


usufructuario, del usuario o habitador y del acreedor prendario quienes tienen un
derecho real sobre la cosa pero son poseedores o dueños de ese derecho real.
b) Puede también emanar de un derecho personal que vincula al mero tenedor
con el dueño de la cosa, así por ejemplo son meros tenedores el comodatario,
depositario y arrendatario quienes tienen un vínculo contractual con el dueño o
poseedor de la cosa.
c) Puede tener la mera tenencia, sin reclamar derecho alguno sobre la cosa. Es
el caso del precarista (art. 2195, inc. 2° del Código Civil).

Características de la Mera Tenencia.

1) Es absoluta, esto significa que se es mero tenedor no solo respecto al dueño o


poseedor sino que también ante terceros. Se es mero tenedor tanto respecto del
dueño de la cosa como ante los terceros. Por ello, por regla general si el mero
tenedor pierde la tenencia de la cosa no podrá entablar acciones posesorias,
salvo, según expresamos, si al mismo tiempo fuere titular de un derecho real,
como el usufructuario, por ejemplo (excepcionalmente, si el mero tenedor es
despojado violentamente de su tenencia, podrá interponer la querella de
restablecimiento, en el plazo de 6 meses, art. 928).

85
Art. 714. Se llama mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no como dueño, sino en lugar o a
nombre del dueño. El acreedor prendario, el secuestre, el usufructuario, el usuario, el que tiene el derecho
de habitación, son meros tenedores de la cosa empeñada, secuestrada, o cuyo usufructo, uso o habitación
les pertenece.
Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio ajeno.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

2) Es perpetua, en el sentido de si el causante es mero tenedor su causahabiente


también lo será. Ello, porque la condición jurídica del causahabiente (heredero o
legatario, por ejemplo), será la misma que tenía su causante. Sin embargo, esta
característica puede desaparecer en el caso de los herederos, cuando fallezca el
mero tenedor y los primeros entren a detentar la cosa bajo la creencia de que
pertenecía al fallecido. En tal caso, los herederos serán poseedores de la cosa y
podrán adquirirla por prescripción. Serán poseedores de buena fe y por ende
tendrán posesión regular. En cambio, si al fallecimiento del causante sus
herederos entran a detentar la cosa en calidad de poseedores pero a sabiendas
de que no le pertenecía al fallecido, serán poseedores de mala fe y por ende
irregulares.

3) Es inmutable, lo que significa que la mera tenencia no puede transformarse en


posesión ya que nadie puede mejorar su propio título. Esta regla tiene dos
supuestas excepciones, más bien aparentes y no reales:
a) La del artículo 730 del código civil
b) La del artículo 2510 regla tercera.

La Posesión no se transfiere ni se transmite.

Hemos indicado que la naturaleza jurídica de la posesión es ser un hecho


protegido por el derecho, los hechos no se transmiten ni se transfieren.

La demostración de que no se transmite podemos encontrarla en el artículo 688


del Código Civil referido a la posesión legal de la herencia, relacionado con el artículo 717
del Código Civil (Agregación o accesión de posesiones).

Hay ciertas normas que indican que la posesión no se transfiere como el ya citado
717 del Código Civil, el artículo 2500 del texto en comento y el artículo 683.

Agregación de la posesión.

El artículo 71786 del Código Civil permite al poseedor agregar a la suya la posesión
de su antecesor o antecesores. La doctrina denomina esta situación “unión” o
“accesión” de posesiones. Los arts. 920 y 2500 hacen también referencia a esta
situación, que estudiáremos en la prescripción. El principio fundamental es el siguiente: si
se opta por añadir la posesión o posesiones del o de los antecesores, ésta o estas se
añaden con sus calidades pero también con sus vicios. Es por esto mismo que para
quien decide acceder posesión no puede elegir cuales posesiones agregar y cuáles
no, en el sentido que NO puede “saltarse”, una posesión.

86
Art. 717. Sea que se suceda a título universal o singular, la posesión del sucesor, principia en él; a menos
que quiera añadir la de su antecesor a la suya; pero en tal caso se la apropia con sus calidades y vicios.
Podrá agregarse en los mismos términos a la posesión propia la de una serie no interrumpida de
antecesores.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Adquisición, Conservación y Pérdida de la posesión.


Generalidades. La posesión puede adquirirse personalmente o también por intermedio
de otra persona: art. 72087. El artículo no es más que una aplicación del principio general,
contemplado en el art. 1448 del Código Civil.

Capacidad del adquirente.

 Capacidad para adquirir la posesión de cosas muebles. Puesto que la


posesión está constituida por el corpus y el ánimus, es decir, la aprehensión
material y la voluntad para poseer, las personas que carecen de razón o del
discernimiento necesario para darse cuenta del acto que ejecutan, no
pueden adquirirla. Por lo tanto, los dementes y los infantes son incapaces de
adquirir la posesión; sólo lo podrán hacer a través de sus representantes: art. 723,
inc. 2º.
Pero las personas que tienen el suficiente discernimiento pueden adquirir la
posesión de las cosas muebles sin autorización alguna, no obstante, ser
incapaces: art. 72388, inc. 1º (entre ellos, los impúberes mayores de 7 años). Sin
embargo, estas personas no pueden ejercer los derechos de los poseedores, sin
la autorización que corresponda, conforme a las reglas generales acerca de la
actuación de los incapaces.
 Capacidad para adquirir la posesión de cosas inmuebles. En cuanto a la
adquisición de la posesión de las cosas inmuebles, se exige plena capacidad de
ejercicio o que el relativamente incapaz actúe autorizado, o que el absolutamente
incapaz, lo haga representado.

Momento en que se entra en la posesión, adquirida por intermedio de otro.


Distinguimos al efecto:

 Si la posesión se adquiere por medio de mandatario o representante legal:


art. 72189, inc. 1º. Principia la posesión en el mismo acto, aún sin conocimiento del
mandante o representado.
 Si la posesión se adquiere por medio de un agente oficioso: art. 721, inc. 2º.
Se requiere conocimiento y aceptación del interesado, caso en el cual se retrotrae
la posesión al momento en que fue tomada a su nombre. Si el mandatario adquirió
la posesión fuera del ámbito de sus facultades, se aplica la misma regla que para
el agente oficioso.

87
Art. 720. La posesión puede tomarse no sólo por el que trata de adquirirla para sí, sino por su mandatario,
o por sus representantes legales.
88
Art. 723. Los que no pueden administrar libremente lo suyo, no necesitan de autorización alguna para
adquirir la posesión de una cosa mueble, con tal que concurran en ello la voluntad y la aprensión material o
legal; pero no pueden ejercer los derechos de poseedores, sino con la autorización que competa.
Los dementes y los infantes son incapaces de adquirir por su voluntad la posesión, sea para sí mismos o para
otros.
89
Art. 721. Si una persona toma la posesión de una cosa en lugar o a nombre de otra de quien es mandatario
o representante legal, la posesión del mandante o representado principia en el mismo acto, aun sin su
conocimiento.
Si el que toma la posesión a nombre de otra persona, no es su mandatario ni representante, no poseerá ésta
sino en virtud de su conocimiento y aceptación; pero se retrotraerá su posesión al momento en que fue
tomada a su nombre.
78
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Posesión de los Bienes Muebles:


a) Adquisición: Opera a través de las reglas generales, o sea con la reunión del
corpus y del “animus”. Recordemos que el corpus puede implicar la
aprehensión material o ficta del bien mueble.
b) Conservación: Basta con conservar el “animus” aunque no se tenga el
corpus. La ley supone que se conserva el “animus” mientras no aparezca una
voluntad contraria; si el poseedor se desprende únicamente de la tenencia
mantendrá la posesión ya que el otro sujeto reconocerá el dominio ajeno.
c) Perdida: Distinguimos 3 hipótesis:
 Cuando hay pérdida simultanea de corpus y animus:
- Cuando hay enajenación;
- Cuando se abandona la cosa, con la intención de renunciar a ella: la cosa pasa
a ser res derelictae.
 Con la pérdida del corpus:
- Cuando otro se apodera de la cosa con ánimo de hacerla suya. Consigna el art.
726: “Se deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo
de hacerla suya; menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan”.
- Cuando sin pasar la posesión a otras manos, se hace imposible el ejercicio de
actos posesorios: caso del art. 2502 N° 1 (heredad permanentemente inundada,
respecto a los muebles). Art. 608, inc. 2º (cuando un animal domesticado pierde
la costumbre de volver al amparo y dependencia de quien lo poseía); art. 619
(cuando un animal bravío recobra su libertad natural).
 Con la pérdida del animus, aunque se mantenga el corpus, como es el caso de
la “constituto posesorio” del artículo 684 del Código Civil.

Posesión de los Bienes Inmuebles (Bienes Raíces): Debemos distinguir.

1) Posesión de los inmuebles no inscritos:


 Adquisición:
a) Se invoca el simple apoderamiento de la cosa con ánimo de señor y dueño:

La posesión se adquiere por ese hecho (arts. 726 y 729). Ya citamos el art. 726 (Se
deja de poseer una cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de hacerla suya;
menos en los casos que las leyes expresamente exceptúan”). El art. 729, dispone por su
parte: “Si alguien, pretendiéndose dueño, se apodera violenta o clandestinamente de un
inmueble cuyo título no está inscrito, el que tenía la posesión la pierde”. Cabe recordar
que no podemos hablar de ocupación, como modo de adquirir, pues no cabe
respecto a los inmuebles (art. 590). Por eso se alude al “simple apoderamiento”. En
cuanto a la necesidad de inscribir, hay opiniones contrapuestas en la doctrina: Algunos
estiman que no se requiere inscripción, considerando el tenor de los arts. 726 y 729.
Otros, sin embargo, estiman que sí se requiere inscripción, atendiendo a los preceptos
que configuran la “teoría de la posesión inscrita” (fundamentalmente, los arts. 686, 696,
724, 728 y 2505 para efectos de prueba y de protección de la posesión). En todo caso, la
posesión será irregular, ya que el poseedor estará de mala fe (se presume que conoce
el art. 590), y porque carece de título.

79
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

b) Se invoca un título no translaticio de dominio:

Son tales, la sucesión por causa de muerte (se dice que no es traslaticio, sino
transmisivo de dominio), y los títulos constitutivos de dominio. En ninguno de estos
casos es necesario inscribir, para adquirir la posesión del inmueble.

En efecto, tratándose de la sucesión por causa de muerte, el heredero, aunque lo


ignore, adquiere la posesión de la herencia por el solo ministerio de la ley, desde el
momento en que le es deferida (arts. 688 y 722); además, recordemos que las
inscripciones prevenidas por el art. 688 no tienen por objeto otorgar al heredero la
posesión de los bienes hereditarios, sino habilitarlos para disponer de los mismos. En
cuanto a los títulos constitutivos de dominio, debemos circunscribir el punto sólo a la
accesión, pues no es posible adquirir la posesión por ocupación tratándose de los
inmuebles y porque la prescripción no es un título de adquisición de la posesión, sino por
el contrario, la posesión conduce a la prescripción. Tratándose de la accesión, tampoco
es preciso que se realice inscripción conservatoria alguna, pues lo accesorio sigue la
suerte de lo principal: si se posee lo principal, también se posee lo accesorio, sin
necesidad de ningún acto especial, como acontece por ejemplo con las hipótesis de
aluvión o avulsión.

c) Se invoca un título translaticio: Debemos distinguir, según se trate de la


posesión regular o irregular.
 Para adquirir la posesión regular de los predios no inscritos cuando se
invoca un título traslaticio de dominio, es necesario realizar la inscripción
conservatoria, para cumplir con el requisito de la tradición (art. 686, que por lo
demás no distingue entre inmuebles inscritos o no inscritos).

 No hay unanimidad en la doctrina, cuando se trata de la posesión irregular


de un predio no inscrito, en cuanto a si es necesario inscribir.
- Doctrina mayoritaria: Postula la necesidad de inscribir, en base a las
siguientes razones:
1) El tenor del art. 72490: la norma no distingue en cuanto a la naturaleza
de la posesión, regular o irregular.
2) Como la ley no efectúa tal distinción, resulta que la inscripción, cuando
se invoca un título traslaticio de dominio, no es simplemente un
elemento de la posesión regular, sino un requisito indispensable para
adquirir toda clase de posesión.
3) El espíritu del legislador apunta a obtener que todas las propiedades se
inscriban, de manera que posesión y propiedad sean conceptos
sinónimos.

90
Art. 724. Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el Registro del
Conservador, nadie podrá adquirir la posesión de ella sino por este medio.
80
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

- Doctrina minoritaria: Postula que no es necesario inscribir para entrar en


posesión irregular de un inmueble:
1- Porque el art. 724 se refiere sólo a los bienes raíces que ya han
entrado al régimen de la propiedad inscrita. Así lo confirmarían el art.
728, inciso 2º y el art. 729. Estos artículos dejan en claro que la
garantía que otorga la inscripción es para el poseedor inscrito
exclusivamente. Si se reconoce que la posesión no inscrita se pierde
por el apoderamiento violento o clandestino, es lógico suponer que
también se pierda en virtud de un título traslaticio de dominio.
2- El art. 73091 confirmaría que no es necesario inscribir: el inciso 1º no
hace distinción alguna entre muebles e inmuebles, y el inciso 2º exige
la inscripción a nombre del tercero adquirente sólo en el caso de que el
usurpador tenga la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito. Y
no cabe otra interpretación del art. 730, porque si se pretendiera que en
su inciso 1º exige inscripción, forzosamente habría que conducir que el
inciso 2º estaría de más.

 Conservación y pérdida de la posesión de los inmuebles no inscritos:

Se encuentran en la misma situación que los bienes muebles. Por tanto, para
conservarla habrá que mantener el corpus y el animus. De ahí que su posesión se pierde
si falta el corpus o el ánimus, y con mayor razón si faltan ambos. Se aplican aquí los arts.
726 y 729. En ambos, se pierde el corpus. Además, es evidente que si el dueño enajena
la cosa, pierde también la posesión, ya que se desprende del corpus y el ánimus.
También se pierde la posesión en la hipótesis contemplada en el art. 730, inc. 1º.

Sintetizando, el poseedor de un inmueble no inscrito puede llegar a perder su


posesión:

1- Cuando la abandona, sin importar que otro entre a poseer.

2- Cuando se enajena el inmueble: en cuanto al adquirente del inmueble, adquirirá


la posesión sin necesidad de inscribir, según algunos, o sólo si inscribe, según
otros, conforme a la discusión doctrinaria mencionada.

3- Cuando un tercero le usurpa el inmueble: art. 729. En este caso, el afectado


dispone de un año para ejercitar las acciones posesorias, y si recupera legalmente
su posesión, se entiende que nunca la perdió (art. 73192).

91
Art. 730. Si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de otro, la usurpa dándose por dueño de ella, no se
pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra; a menos que el usurpador enajene a su propio
nombre la cosa. En este caso la persona a quien se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la
posesión anterior.
Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito, se da por dueño de ella y la
enajena, no se pierde por una parte la posesión ni se adquiere por otra, sin la competente inscripción.
92
Art. 731. El que recupera legalmente la posesión perdida, se entenderá haberla tenido durante todo el
tiempo intermedio.
81
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

4- Cuando el mero tenedor del inmueble no inscrito lo usurpa, se da por dueño


y lo enajena (art. 730, inc. 1º). Si el mero tenedor que usurpa simplemente se da
por dueño, el poseedor no pierde su posesión. Pero si luego de darse por dueño el
mero tenedor usurpador enajena el inmueble no inscrito como si fuere el
propietario, el adquirente obtiene la posesión y pone fin a la posesión anterior (en
cuanto a si el adquirente requiere o no inscripción, nos remitimos a lo dicho).

2) Posesión de los inmuebles inscritos:


 Adquisición:

Las disposiciones que la integran son los artículos 686, 696, 702 inciso final, 724
(llamado “la llave maestra de la posesión inscrita”), 728, 730, 924 (posesión de los
derechos inscritos) y 2505 (no hay prescripción contra título inscrito). Cabe señalar que
las disposiciones sobre posesión inscrita no se aplican a los inmuebles por
destinación: los artículos citados se refieren a los inmuebles por naturaleza.

Para determinar cómo se adquiere la posesión de inmuebles inscritos debemos


distinguir la clase de título que se invoca:

a) Se invoca un título no translaticio de dominio:

O sea, accesión y sucesión por causa de muerte. Tratándose de la accesión no es


necesario inscribir para adquirir posesión al igual que respecto de la sucesión por causa
de muerte por los mismos argumentos señalados anteriormente. Como se indicó en su
oportunidad, en la accesión se sigue la suerte de lo principal mientras que en la sucesión
por causa de muerte opera la posesión legal de la herencia. En todo caso razones de
conveniencia jurídica aconsejan inscribir para incorporar la historia de la propiedad
raíz.

Recordemos que en la sucesión por causa de muerte de acuerdo al artículo 688 del
Código Civil exige inscripción, pero para disponer.

b) Se invoca un título translaticio: Debemos distinguir.


 Tratándose de la posesión regular se requiere de inscripción cuando el título es
translaticio arts. 702, inc. 3º; 686; 724;

 Si es posesión irregular nuevamente surge discusión doctrinaria.


 Doctrina minoritaria: Sostiene que no es necesaria la inscripción. Se dice que la
exigencia perentoria del art. 724 sólo comprende la posesión regular, pues sólo
en ella se necesita esencialmente la tradición. La posesión irregular, la violenta y
la clandestina no requieren de la tradición, pueden existir sin la inscripción, según
se deduce de diversas disposiciones (arts. 702, 708, 729 y 730).
 Doctrina mayoritaria: Sostiene que se requiere inscripción, igual como acontece
respecto de la posesión regular.

82
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Fundamentos:

1- Es verdad que la posesión no necesita de tradición, de inscripción; pero también lo


es que la ley declara reiteradamente que el poseedor inscrito no pierde su
posesión mientras subsiste la inscripción en su favor, y para que ésta no subsista
es preciso que el adquirente obtenga una nueva inscripción en su favor (artículos
728, 729 -interpretado a contrario sensu-, 730 y 2505). Sin una nueva inscripción,
no se adquiere ninguna clase de posesión. De seguir la opinión contraria,
resultaría que el poseedor inscrito conservaría la posesión regular y al mismo
tiempo el que adquiere materialmente el predio, tendría una posesión irregular.
Tal situación es inadmisible, resultando absurdo admitir la posibilidad que existan
simultáneamente dos poseedores, uno regular y el otro irregular, sobre la misma
cosa.
2- Se infringiría el art. 2505: si la posesión irregular pudiera adquirirse sin la
inscripción, habría prescripción contra título inscrito, invocándose prescripción
extraordinaria. El art. 2505 rechaza sin embargo tanto la prescripción ordinaria
como la extraordinaria, contra título inscrito.
3- Atendiendo al Mensaje del C.C.: “La inscripción es la que da la posesión real,
efectiva; y mientras ella no se ha cancelado, el que no ha inscrito su título no
posee: es un mero tenedor”. Dicho de otro modo: el que no ha inscrito, no es ni
siquiera poseedor irregular.
4- Todo el sistema del Código tiende a que los inmuebles se incorporen al régimen
conservatorio, y sería absurdo pensar que el legislador ha dejado las puertas
abiertas para que un inmueble pudiera salir del régimen mediante la adquisición de
la posesión sin mediar inscripción.

Cabe hacer presente que el solo apoderamiento material no sirve para adquirir
una posesión de inmueble inscrito.

 Conservación y pérdida de la posesión de inmuebles inscritos:

Según se ha dicho el solo apoderamiento material es ineficaz ante una posesión


inscrita; ello según lo dispuesto en el artículo 72893 del Código Civil porque para que
termine la posesión es necesario que se cancele la inscripción y mientras ello no suceda,
el que se apodera materialmente no adquiere su posesión ni pone fin a la posesión
existente. Frente a una posesión inscrita no vale de nada el acto material de
apoderamiento; por lo tanto, la conservación de la posesión se consigue manteniendo
vigente la inscripción.

93
Art. 728. Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción se cancele, sea por voluntad de
las partes, o por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a otro, o
por decreto judicial.
Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título inscrito, no adquiere
posesión de ella ni pone fin a la posesión existente.
83
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

En cuanto a la perdida de la posesión del inmueble inscrito se produce con la


“cancelación” de la inscripción del título, (también señalado en el artículo 728 del Código
Civil).

Existen 3 tipos de Cancelación: Convencional, legal y judicial.

 Cancelación Convencional: Que se logra con la convención celebrada para dejar


sin efectos una inscripción. Por ejemplo, con la resciliacion de un contrato de
compraventa la que se otorga por escritura pública y una vez ingresada al
conservador dejará sin efecto la actual inscripción “reviviendo la antigua”. De esto
se deja anotación marginal.
 Cancelación Legal: Opera por una nueva inscripción en que el poseedor actual
inscrito transfiere su derecho a otro, es la llamada “cancelación virtual” porque
opera de manera automática por el solo ministerio de la ley. Constituye el caso
más usual de cancelación también se deja anotación marginal.
 Cancelación Judicial: Opera cuando se ha seguido un juicio en el que se obtiene
en favor de una de las partes el reconocimiento de la posesión ordenando dejar
sin efecto la inscripción de la parte vencida. Por ejemplo, a raíz de una acción
reivindicatoria o una sentencia de nulidad o de resolución de un acto o contrato.
También se debe dejar constancia con anotación marginal.

Ficción y presunciones de la prueba de la posesión.

 Ficción acerca de la continuidad de la posesión: El artículo 73194 del Código


Civil establece que el que recupera legalmente la posesión perdida se entiende
haberla tenido durante el tiempo intermedio. El art. 250295, inciso final, repite la
misma regla.

La ley concede las acciones posesorias para conservar o recuperar la posesión de los
bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos. Además, otorga la acción
publiciana, que ampara según vimos al poseedor regular, y que le permite, mediante su
interposición, recuperar también la posesión de bienes muebles. La ficción legal del art.
731, cobra importancia para la prescripción adquisitiva, que se funda en un estado
posesorio continuado, sin interrupción durante el tiempo fijado por la ley. Una de las
especies de interrupción natural de la posesión es el haberla perdida por haber entrado en
ella otra persona (art. 2502 Nº 2). Pero si se recupera legalmente, se entenderá que no
hubo interrupción.

94
Art. 731. El que recupera legalmente la posesión perdida, se entenderá haberla tenido durante todo el
tiempo intermedio.
95
Art.2502 inciso final: La interrupción natural de la primera especie no produce otro efecto que el de
descontarse su duración; pero la interrupción natural de la segunda especie hace perder todo el tiempo de
la posesión anterior; a menos que se haya recobrado legalmente la posesión, conforme a lo dispuesto en el
título De las acciones posesorias, pues en tal caso no se entenderá haber habido interrupción para el
desposeído.
84
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Presunciones: Se encuentran consagradas en el artículo 71996 del Código Civil y


son presunciones simplemente legales (admiten prueba en contrario).

 719 inciso 1: Si se ha empezado a poseer a nombre propio se presume que esta


posesión ha continuado hasta el momento que se alega. Se puede destruir esta
posesión acreditando a la contraria que la posesión inicial se transformó en mera
tenencia.
 719 inciso 2: Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno (mero tenedor), se
presume igualmente la continuación del mismo orden de cosas. (Situación inversa
breve manu, se pasa de mero tenedor a poseedor y es carga del que era mero
tenedor probar que ahora es poseedor).

 719 inciso 3: Es la presunción de posesión en el tiempo intermedio debiendo


probar que se inicio como poseedor y que actualmente lo es. Se entiende que en
el tiempo intermedio esta situación no ha variado.

La Prescripción.
Concepto.

El artículo 2492 define la prescripción en los siguientes términos: “La prescripción


es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones y derechos ajenos,
por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido dichas acciones y derechos durante
cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales. Una acción o derecho
se dice prescribir cuando se extingue por la prescripción”.

De la definición legal, se desprende que la prescripción puede ser adquisitiva


(llamada también, por los romanos, usucapión) y extintiva (llamada también liberatoria).
La primera produce la adquisición de la propiedad y se incluye entre los modos de adquirir
el dominio. La segunda produce la extinción de las acciones y derechos ajenos y se
incluye por ende entre los modos de extinguir las obligaciones (en estricto rigor, sólo se
extinguen por la prescripción las acciones y no los derechos, porque siempre cabe la
posibilidad de ejercer los últimos y retener lo dado o pagado por el deudor, quien habrá
cumplido una obligación natural).

96
Art. 719. Si se ha empezado a poseer a nombre propio, se presume que esta posesión ha continuado hasta
el momento en que se alega.
Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno, se presume igualmente la continuación del mismo orden de
cosas.
Si alguien prueba haber poseído anteriormente, y posee actualmente, se presume la posesión en el tiempo
intermedio.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Crítica de la reglamentación conjunta de la prescripción adquisitiva y extintiva y


justificación de la prescripción.

El legislador se ha ocupado conjuntamente de ambas prescripciones, en los


artículos 2492 a 2524. Algunos autores critican este tratamiento conjunto, señalando que
habría sido más lógico tratar la prescripción adquisitiva entre los modos de adquirir el
dominio. Sin embargo, la ubicación de la prescripción en el Código Civil tiene sus
justificaciones:

a) Desde ya, hay reglas comunes que se aplican a las dos clases de prescripción.
b) En ambas, hay un elemento común: el transcurso del tiempo.
En todo caso, la tendencia en los códigos modernos es tratarlas separadamente.

En cuanto a su ubicación al final del Código Civil, ello obedece a dos razones:
1) Una razón histórica, pues tal ocurre en el Código Civil francés, modelo del nuestro.
2) Al carácter consolidador de los derechos que exhibe la prescripción, institución
que de esta forma, viene a concluir toda la obra codificadora. Este último aspecto
justifica precisamente la importancia práctica de la institución de la prescripción.

Ella apunta a la certidumbre de los derechos, a resolver de manera definitiva las


relaciones jurídicas. Para beneficio de toda la sociedad, la prescripción precede a
consolidar situaciones luego de cierto plazo, que no podrían quedar indefinidamente
inciertas, pues si tal ocurriera, habría un evidente perjuicio para la convivencia de las
personas. Adicionalmente, la difícil prueba del dominio de los bienes muebles se ve
facilitada mediante la prescripción adquisitiva.

Paralelo entre la Prescripción Adquisitiva y la Prescripción Extintiva.

1) Naturaleza jurídica: La prescripción adquisitiva es un modo de adquirir el dominio


de las cosas ajenas; mientras que la prescripción extintiva es un modo de extinguir
las acciones y derechos ajenos;

2) Sustento del por qué ocurre: La prescripción adquisitiva ocurre por haber
poseído las cosas; mientras que la prescripción extintiva ocurre porque no se
ejercieron esas acciones o derechos ajenos;

3) Durante un cierto lapso de tiempo. (requisito común ambas prescripciones);

4) Demás requisitos legales sean: No interrupción y no suspensión (requisito


común ambas prescripciones).

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Reglas comunes a toda prescripción.

Establece el Código Civil algunas reglas de carácter general, aplicables tanto a la


prescripción adquisitiva como la extintiva. Son ellas:

1) La prescripción debe ser alegada (artículo 249397 del Código Civil):

Tratándose de un beneficio que podría ser renunciado, se justifica que se exija su


alegación. El juez de oficio no puede declarar las prescripciones; solo puede hacerlo a
petición de parte en un juicio seguido contra legitimo contradictor que sería el dueño en el
caso de la prescripción adquisitiva y del acreedor tratándose de la prescripción extintiva.
Solo excepcionalmente el juez puede declarar de oficio ciertas prescripciones extintivas:

- Sea la prescripción de la acción penal;


- La prescripción de la pena y;
- La prescripción de la acción ejecutiva.

En cuanto a la forma procesal de alegarla, cabe formular un distingo, según se trate


de la prescripción extintiva o adquisitiva:

I. Prescripción extintiva puede alegarse tanto como acción cuanto como excepción
perentoria. El artículo 310 del Código de Procedimiento Civil incluye precisamente
la prescripción entre las excepciones de esta índole;

II. Prescripción adquisitiva es insuficiente alegarla como excepción perentoria, ya


que la prescripción necesita de una declaración positiva por parte del
tribunal, así si por ejemplo el poseedor es demandado de acción reivindicatoria y
a su juicio ya adquirió por prescripción se recomienda oponer la excepción
perentoria de prescripción adquisitiva y conjuntamente la demanda reconvencional
de prescripción para que el tribunal se pronuncie positivamente.

2) La prescripción puede renunciarse (artículo 249498 del Código Civil):

Como en la aplicación de la institución hay un interés general comprometido, se


impide por la ley renunciar anticipadamente a la prescripción. Mientras la prescripción no
se cumple, no estamos en presencia de un derecho que mire al interés individual de una
persona, sino que frente a una institución establecida en el interés de toda la comunidad.
Pero desde el momento en que la prescripción se ha cumplido, la situación cambia
por completo: de un derecho establecido en el interés general, se transforma en un
derecho de interés particular, que puede renunciarse (artículo 12).

97
Art. 2493. El que quiera aprovecharse de la prescripción debe alegarla; el juez no puede declararla de
oficio.
98
Art. 2494. La prescripción puede ser renunciada expresa o tácitamente; pero sólo después de cumplida.
Renúnciase tácitamente, cuando el que puede alegarla manifiesta por un hecho suyo que reconoce el
derecho del dueño o del acreedor; por ejemplo, cuando cumplidas las condiciones legales de la prescripción,
el poseedor de la cosa la toma en arriendo, o el que debe dinero paga intereses o pide plazo.
87
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

La renuncia puede ser expresa o tácita. Será expresa, cuando se declare


explícitamente la voluntad de no ampararse en la prescripción reconociendo un poseedor
el dominio ajeno o un deudor la obligación. Será tácita, cuando el que puede alegarla
realiza un hecho o acto que implica reconocer el derecho del dueño o del acreedor.
A pesar de que la renuncia de la prescripción no es una enajenación (se dice
que es un acto “abdicativo” y no de enajenación, ya que ésta importa hacer salir del
patrimonio un derecho, y si no se prescribe, mal puede haber un derecho al que
renunciar), la ley, considerando que tal renuncia importa rechazar una ventaja
patrimonial evidente, señala que no puede renunciar a la prescripción sino el que
puede enajenar (artículo 249599). La ley exige pues el poder de disposición del derecho
de que se trate (o sea, del derecho al que se renunció adquirir). La ley no exige sin
embargo capacidad de ejercicio (aunque lo normal sea que la capacidad de disposición
contenga a la capacidad de ejercicio, o sea, que la última sea uno de los elementos de la
primera), pues de lo contrario, habría que llegar a la conclusión, por ejemplo, de que el
hijo menor adulto, relativamente incapaz, que conforme a la ley puede enajenar los bienes
muebles de su peculio profesional o industrial (artículo 250 Nº 1 y artículo 254), no podría
renunciar a la prescripción adquisitiva de esos mismos bienes en razón de carecer de la
plena capacidad de ejercicio, lo que constituye una conclusión errónea. En efecto, si tal
fuera la conclusión, le estaría permitido lo más –enajenar un mueble de ese peculio-, pero
no lo menos –renunciar a la usucapión de esa misma cosa, lo que constituye un absurdo
jurídico.
La doctrina se ha planteado la siguiente interrogante acerca de la renuncia a la
prescripción: ¿Puede un representante legal renunciar a la prescripción adquisitiva o
extintiva que ha corrido a favor de su representado? Se ha planteado una respuesta
respecto de la prescripción adquisitiva:
a) Respecto de los inmuebles, se necesitaría autorización judicial (considerando que
la ley así lo exige para enajenar bienes raíces, aún aquellos pertenecientes al
peculio profesional del menor);
b) Respecto de los muebles, no existiría ninguna traba (como tampoco existe para
enajenarlos).
También en relación a la renuncia de la prescripción extintiva, el artículo 2496 100 dispone
que ella es inoponible al fiador, quien podrá oponer al acreedor la prescripción que el
deudor principal no alegó. No podría ser de otra forma, puesto que la renuncia de un
derecho tiene efectos relativos, sólo empecé a quien la hace.

3) La Prescripción corre a favor y en contra de todas las personas(artículo


2497101 del Código Civil):Esta regla pone término a una situación de desigualdad
en cuanto privilegios que tenían el fisco o las iglesias respecto a los plazos de
prescripción. Se puede prescribir por tanto en contra de cualquier persona sea
privada o pública; encontramos acá una manifestación del principio de igualdad
ante la ley.
Lo anterior, sin perjuicio de la suspensión de la prescripción, que puede favorecer
a determinadas personas (artículo 2509).
Comentario: Se propone a través de las expresiones “CORRE, PUEDE Y DEBE”
desglosar las reglas comunes a toda prescripción.

99
Art. 2495. No puede renunciar la prescripción sino el que puede enajenar.
100
Art. 2496. El fiador podrá oponer al acreedor la prescripción renunciada por el principal deudor.
101
Art. 2497. Las reglas relativas a la prescripción se aplican igualmente a favor y en contra del Estado, de las
iglesias, de las municipalidades, de los establecimientos y corporaciones nacionales, y de los individuos
particulares que tienen la libre administración de lo suyo.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

La Prescripción Adquisitiva.
Concepto.
“Es un modo de adquirir el dominio de las cosas comerciables ajenas por haberlas
poseído durante cierto tiempo y concurriendo los demás requisitos legales”.
(Fundamentalmente que se trate de una posesión útil y que la prescripción no se
encuentre suspendida ni interrumpida)

Dos son los supuestos o condiciones esenciales de la prescripción adquisitiva:


 Permanencia de la posesión por el plazo necesario e inacción del
propietario. Es decir, por una parte una conducta activa del poseedor, y por otro
lado una conducta pasiva, una abstención del dueño. Si falla cualquiera de estos
supuestos, opera, según veremos, la interrupción de la prescripción, perdiendo el
poseedor todo el tiempo transcurrido.

Características como modo de adquirir:


1) Es un modo de adquirir originario puesto que el derecho nace con el prescribiente.
2) Es por regla general a título singular, excepcionalmente es universal cuando se
refiere al derecho real de herencia.
3) Es un modo de adquirir a título gratuito según la doctrina imperante. Nosotros
creemos que la prescripción puede ser un modo a título gratuito o a título oneroso,
según la naturaleza del título posesorio.
4) Opera por acto entre vivos
5) Sólo sirve para adquirir el dominio y los demás derechos reales, a excepción de
las servidumbres discontinuas e inaparentes. No sirve, en consecuencia, para
adquirir los derechos personales (sin perjuicio de aquellos que sustentan la
doctrina que postula que también es posible adquirir por este modo créditos).
6) Es un modo de adquirir que tiene naturaleza mixta: supone un hecho (la posesión
por un cierto tiempo) y un acto jurídico unilateral (alegar la prescripción).

Requisitos de la Prescripción Adquisitiva:


1) Que la cosa sea susceptible de ser adquirida por prescripción: La regla
general es que todas las cosas se pueden adquirir por prescripción.

Excepciones:

a) Los derechos personales;


b) Los derechos de la personalidad (como la privacidad, la honra, la imagen);
c) Los derechos reales expresamente exceptuados como las servidumbres
discontinuas y las inaparentes;
d) Las cosas incomerciables, como las cosas comunes a todos los hombres y los
bienes nacionales de uso público, si pueden adquirirse los bienes fiscales;
e) Los derechos personalísimos;
f) Las cosas indeterminadas, porque el fundamento de la prescripción es la
posesión, y ésta necesariamente debe recaer sobre una cosa determinada (como
se enfatiza en el artículo 700, al definir la posesión);
g) Las cosas propias (pueden ser probadas por prescripción);

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Se ha discutido en la doctrina si es posible adquirir una cosa de la cual se es


comunero. O en otras palabras, si la comunidad puede expirar porque un comunero
adquiere por prescripción el dominio exclusivo.

Para algunos autores, un comunero no puede adquirir por prescripción la cuota de otro
comunero, aunque haya gozado de la misma como único dueño. Dan las siguientes
razones:
 La imprescriptibilidad de la acción de partición establecida en el artículo 1317.
 La exclusividad de la posesión que supone la prescripción, exclusividad que no
existiría en la posesión de los comuneros, porque cada uno de ellos posee la
totalidad de la cosa común y ninguno tiene posesión exclusiva sobre una porción
de la cosa o sobre una cuota determinada de ella.
 La naturaleza incorpórea de la parte cuotativa en la cosa indivisa, pues los
derechos en ésta no constituyen una cosa corporal, susceptible de posesión
material.

Otros autores cuyos argumentos acogemos, en cambio, aceptan que un comunero


pueda prescribir la cuota de otro comunero, argumentando:
 Es innegable que la acción de partición tiene carácter imprescriptible, pero sólo
mientras se mantienen los fundamentos de la comunidad, mientras ésta subsiste.
Si se extingue la comunidad, igual suerte corre la acción de partición, y es
indudable que si un comunero posee con ánimo de dueño exclusivo durante el
plazo requerido por la ley sin que los demás copartícipes hagan valer la acción de
partición, la comunidad desaparece.
 La coposesión de la cosa por todos los comuneros se desvanece desde el
momento mismo en que uno de ellos se desvincula de la comunidad no
reconociendo el derecho de los otros y pasa a gozar de la cosa a título privativo y
no de simple comunero.
 Intelectualmente, la cuota de cada comunero aparece delimitada y sobre ella tiene
dominio y posesión exclusiva, advirtiéndose además que el Código Civil admite en
forma expresa la posesión de las cosas incorporales (artículo 715).
 Si se puede ganar por prescripción la totalidad del dominio de una cosa, no hay
razón para denegar la adquisición por prescripción del dominio de una cosa que
sólo es ajena en cierto porcentaje.

La jurisprudencia se ha pronunciado mayoritariamente por la primera doctrina, pero


tiende a aceptar que un comunero pueda prescribir en contra de otro, cuando no invoca
su título de tal, sino que alega posesión exclusiva, desvinculada de la comunidad. En tal
caso, sin embargo, creemos que sólo podría tratarse de la prescripción adquisitiva
extraordinaria, por ausencia de buena fe inicial.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

2) Posesión:

Nos atenemos a lo expuesto sobre esta materia con anterioridad, al tratar del capítulo
referido a la posesión. El Código Civil indica, sin embargo, ciertas reglas posesorias al
tratar de la prescripción, a las que también hemos aludido. Sólo resta mencionar la que
señala el artículo 2499102, respecto de los llamados actos de mera facultad y actos de
mera tolerancia. Se llaman actos de mera facultad los que cada cual puede ejecutar
en lo suyo, sin necesidad del consentimiento de otro. El no ejecutar un acto al cual
faculta el derecho de que se es titular, nada puede envolver a favor de un extraño.

El inciso 2º del artículo 2499 proporciona un ejemplo sobre el particular: el que durante
muchos años dejó de edificar en un terreno suyo, no por eso confiere a su vecino el
derecho de impedirle que edifique. En otras palabras, un no hacer del dueño, no entraña
que se reconozca un derecho para un tercero. Los actos de mera tolerancia no están
definidos por la ley, pero puede decirse, desde el punto de vista del que los tolera,
que son aquellos que para él entrañan el ejercicio de un derecho, como es
permitirlos o no, y a cuya ejecución no se opone por benevolencia y considerando
que no atenta contra su derecho. Desde el punto de vista del tercero, son actos de
mera tolerancia los que él realiza sin la intención de ejercitar un derecho propio, sino
basándose en la condescendencia del titular del derecho ejercitado. Por ejemplo, el que
tolera que el ganado de su vecino transite por sus tierras eriales o paste en ellas, no por
eso se impone la servidumbre de éste tránsito o pasto. En otras palabras, un dejar hacer
por parte del dueño, no implica que nazca con ello un derecho para un tercero.

3) El transcurso del tiempo: Ello dependerá del tipo de posesión, si la posesión


es regular conduce a la prescripción adquisitiva ordinaria y según veremos exige 2
años de posesión para los muebles y 5 para los inmuebles. Si la posesión es
irregular conduce a la prescripción adquisitiva extraordinaria de 10 años.

Agregación de posesiones.

La ley no exige que toda la posesión sea personal, sino que permite agregar o
juntar a la posesión del actual poseedor de la cosa la de los antecesores. Consiste en
agregar las posesiones anteriores para computar el plazo de prescripción adquisitiva y
también para ejercer las acciones posesorias que requieran posesión de un año completo
para poder deducirlas. Así se desprende de los artículos 2500103, inciso 1º, y 920.

102
Art. 2499. La omisión de actos de mera facultad, y la mera tolerancia de actos de que no resulta
gravamen, no confieren posesión, ni dan fundamento a prescripción alguna.
Así el que durante muchos años dejó de edificar en un terreno suyo, no por eso confiere a su vecino el
derecho de impedirle que edifique.
Del mismo modo, el que tolera que el ganado de su vecino transite por sus tierras eriales o paste en ellas, no
por eso se impone la servidumbre de este tránsito o pasto.
Se llaman actos de mera facultad los que cada cual puede ejecutar en lo suyo, sin necesidad del
consentimiento de otro.
103
Art. 2500. Si una cosa ha sido poseída sucesivamente y sin interrupción por dos o más personas, el
tiempo del antecesor puede o no agregarse al tiempo del sucesor, según lo dispuesto en el artículo 717.
La posesión principiada por una persona difunta continúa en la herencia yacente, que se entiende poseer a
nombre del heredero.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Requisitos.

Deben cumplirse los siguientes requisitos para que opere la accesión de posesiones:

 Que exista un vínculo jurídico entre el actual poseedor y su antecesor: en otras


palabras, una “causa legal” por la cual una posesión deriva de la otra;
 Que las posesiones que se suman sean contiguas y no interrumpidas;
 Que las posesiones que se junten sean útiles para prescribir.

Reglas que gobiernan la accesión de posesiones. Son las siguientes:

 Es facultativa: así se desprende de las expresiones “quiera” y “podrá”, utilizadas


en los artículos 717, 718 y 2500. Cabe señalar que el sucesor a cualquier título
puede usar la accesión de posesiones, sea sucesor a título universal o a título
singular (artículo 717); del mismo modo, es indiferente que se trate de un
poseedor a título oneroso o a título gratuito. La ley (artículos 717 y 2500) no hace
ninguna distinción en cuanto a la naturaleza de los títulos de los poseedores;
 Tiene lugar respecto de antecesores inmediatos y mediatos, pero la serie de
posesiones debe ser ininterrumpida (artículo 717 inciso 2º);
 La posesión de los antecesores accede con sus “calidades” y “vicios” a la del
sucesor que agrega aquélla (artículo 717). La “calidad” de la posesión, apunta a si
ésta es regular o irregular. Los “vicios”, son la violencia y la clandestinidad de la
posesión. De ahí que nuestra jurisprudencia ha dicho reiteradamente que la
posesión irregular del antecesor, si se agrega a la del actual poseedor regular,
hace irregular la posesión de éste último. A su vez, si se agrega una posesión
viciosa, la posesión actual también lo será. En este caso, reiterando lo que dijimos
en el estudio de la posesión, la violencia inicial que caracterizó a la posesión
viciosa, afectará también a la posesión actual, aunque ésta no haya sido una
posesión violenta. De esta manera, hay un caso en que la posesión puede ser
violenta, aunque al adquirirse, no haya existido tal violencia: cuando el actual
poseedor agrega a su tiempo de posesión, el de un poseedor violento;
 El sucesor o actual poseedor no puede escoger sólo a los antecesores que le
convengan: no puede elegir, por ejemplo, al antepenúltimo, y saltarse al penúltimo.

La Interrupción de la Prescripción.
Concepto.
Se entiende por tal “Todo hecho que, destruyendo una de las dos condiciones
esenciales de la prescripción adquisitiva (permanencia de la posesión e inacción del
propietario), hace inútil todo el tiempo transcurrido”.
Es la pérdida del tiempo corrido para ganar por prescripción, en virtud de un hecho al que
la ley le atribuye ese mérito, acaecido antes de que el lapso para prescribir se cumpla.

El Código Civil distingue entre interrupción natural y civil. (arts. 2502 y


siguientes).

92
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Interrupción Natural.
Se entiende por tal todo hecho material, sea del hombre o de la naturaleza, que
hace perder la posesión de la cosa (artículo 2502). Puede ser entonces de dos
clases:1) Interrupción natural por un hecho de la naturaleza y 2) Interrupción natural por
un hecho del hombre.

1) Interrupción natural por un hecho de la naturaleza:

Tiene lugar “Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho
imposible el ejercicio de actos posesorios” (artículo 2502 número 1). Nuestro Código
entrega el caso de la heredad permanentemente inundada. Agrega el precepto en su
inciso 3° que la interrupción natural de esta clase no produce otro efecto que el de
descontarse su duración. Mientras dure la imposibilidad de ejercer actos posesorios, no
se computará dicho plazo para los efectos de la prescripción.

Pero una vez que cese dicha imposibilidad:

 Recomenzará el cómputo (si la heredad inundada deja de estarlo antes de 5 años,


retirándose definitivamente las aguas, vuelve a sus antiguos dueños;
 Pero si la inundación permanente dura más de 5 años, una vez que cese no sólo
hace perder la posesión del terreno, sino que también el dominio de éste, el
cual no vuelve a sus antiguos propietarios, sino que, conforme a las reglas
de la accesión, accede a los propietarios riberanos, artículo 653).

Comentario: Cabe hacer presente que en el primer caso descrito no se produce


entonces, con la interrupción natural por un hecho de la naturaleza, el efecto propio de
toda interrupción, cual es el hacer inútil todo el tiempo transcurrido. Sólo se produce en
verdad el efecto propio de la suspensión de la prescripción. (El tiempo se paraliza
mientras dure la causa suspensiva)

Cabe preguntarse en esta materia lo siguiente: ¿Se aplica la interrupción natural de la


prescripción por obra de la naturaleza a los inmuebles inscritos?:

 Algunos opinan negativamente, aludiendo a que la inscripción conservatoria


representa el corpus y el animus y ésta jamás se perdería mientras subsista la
inscripción;
 Otros (como Somarriva) estiman que es posible, ya que el artículo 2502104 Nº1
no distingue entre predios inscritos y no inscritos; y porque su tenor literal deja en
claro que hay interrupción natural por obra de la naturaleza cuando se hace
imposible el ejercicio de actos posesorios, vale decir, de actos de posesión
material, y esto ocurre por imperativo de causas físicas, siendo indiferente que el
inmueble esté inscrito o no.

104
Art. 2502. La interrupción es natural:
1º. Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible el ejercicio de actos
posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente inundada;
2º. Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella otra persona.
La interrupción natural de la primera especie no produce otro efecto que el de descontarse su duración;
pero la interrupción natural de la segunda especie hace perder todo el tiempo de la posesión anterior; a
menos que se haya recobrado legalmente la posesión, conforme a lo dispuesto en el título De las acciones
posesorias, pues en tal caso no se entenderá haber habido interrupción para el desposeído.
93
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Comentario: Una vez más la solución de esta controversia la decide la posición que
se adopte respecto a aceptar o no que la inscripción es símbolo de la posesión, o si ésta
exige, además, del corpus y del ánimus.

2) Interrupción natural por hechos del hombre:

Opera “Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella otra persona”
(artículo 2502 número 2). En el mismo sentido, dice el Código, “se deja de poseer una
cosa desde que otro se apodera de ella con ánimo de hacerla suya, menos en los casos
que las leyes expresamente exceptúan” (artículo 726). Se trata del apoderamiento de los
bienes muebles y de los bienes inmuebles no inscritos.

En cambio, sabemos que el simple apoderamiento de un inmueble inscrito no hace


perder la posesión existente ni confiere posesión a quien se apodera del predio.

Comentario: Tratándose de la interrupción natural por un hecho del hombre (sea


muebles e inmuebles no inscritos), sí se produce el efecto propio de la interrupción que es
perder todo el tiempo de la posesión anterior. Sin embargo, la ley deja una salida al
antiguo poseedor: si recobra legalmente la posesión interponiendo la acción posesoria
que corresponda, se entenderá que nunca hubo interrupción. Por el contrario, si recupera
la cosa por vías de hecho, la interrupción habrá producido todos sus efectos, con el
agravante que la nueva posesión podría ser violenta y por ende inútil para prescribir.

Interrupción Civil de la Prescripción.


Concepto.
De conformidad al artículo 2503105, interrupción civil “Es todo recurso judicial
intentado por el que se pretende verdadero dueño de la cosa, contra el poseedor”. La
expresión “recurso judicial” debemos entenderla referida a la interposición de cualquiera
acción –reivindicatoria fundamentalmente, mediante la cual el dueño pretende recuperar
la posesión e impedir así que un tercero, poseedor del bien, adquiera el dominio por
prescripción y no como un mecanismo de impugnación de una resolución judicial.

Requisitos.
1) No basta de una gestión privada o de carácter extrajudicial, sino que debe
deducirse una acción ante los Tribunales de Justicia.
2) La acción judicial del que se pretende dueño debe notificarse al actual poseedor,
solo a partir de este momento se entiende interrumpida la prescripción.
3) Conforme a la doctrina y jurisprudencia mayoritaria, es necesario que la demanda
se notifique antes de que haya transcurrido el plazo de prescripción. Aducen que
este principio resulta de la norma según la cual no puede alegar la interrupción de
la prescripción ni aun el que ha intentado el recurso judicial ‘si la notificación de la
demanda no ha sido hecha en forma legal. (C. Civil, art. 2503, N° 1)

105
Art. 2503. Interrupción civil es todo recurso judicial intentado por el que se pretende verdadero dueño de
la cosa, contra el poseedor.
Sólo el que ha intentado este recurso podrá alegar la interrupción; y ni aun él en los casos siguientes:
1º. Si la notificación de la demanda no ha sido hecha en forma legal;
2º. Si el recurrente desistió expresamente de la demanda o se declaró abandonada la instancia;
3.º Si el demandado obtuvo sentencia de absolución.
En estos tres casos se entenderá no haber sido interrumpida la prescripción por la demanda.
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Nos preguntamos: ¿Se interrumpe la prescripción por una demanda intentada ante
un tribunal incompetente?

o La jurisprudencia mayoritaria estima que esta notificación igualmente interrumpe la


prescripción, ya que lo fundamental es que el dueño cese su inactividad,
independientemente si lo hace ante tribunal incompetente.
o Una posición minoritaria sostiene que la demanda interpuesta ante tribunal
incompetente no interrumpiría la prescripción, habida cuenta que estaríamos ante
una notificación ilegal de la demanda.

Casos en los cuales ni aún la notificación de la demanda, interrumpe la


prescripción.
De conformidad a lo dispuesto en el artículo 2503, se entenderá que el recurso
judicial no ha tenido la eficacia de interrumpir la prescripción, en los siguientes casos:

 Notificación ilegal de la demanda;


 Desistimiento de la demanda o declaración de abandono del procedimiento;
 Sentencia absolutoria a favor al demandado.

Efecto de la interrupción.

La regla general, es que la interrupción hace perder todo el tiempo anterior que se
lleva de posesión. Si el prescribiente continúa en posesión de la cosa, empezará a
prescribir de nuevo, como si se tratara de la primera ocasión en que lo hace. Esta regla
general tiene su excepción en el caso de la interrupción natural contemplado en el
número uno del artículo 2502. En este caso, la interrupción no hace perder el tiempo
anterior, sino que se descuenta el plazo durante el cual no han podido ejercerse actos
posesorios (artículo 2504, inciso 4º). Este caso excepcional presenta semejanzas con la
suspensión de la prescripción (artículo 2509), pero se diferencia de ella en dos puntos:

1º La interrupción obra tanto en la prescripción ordinaria como extraordinaria; la


suspensión sólo opera en la primera;
2º La interrupción puede alegarla todo el que tenga interés en ella, mientras que la
suspensión sólo puede alegarla aquél en cuyo favor el legislador la ha establecido.
Por su parte, en el caso del número dos del artículo 2502, se produce el efecto propio de
la interrupción, con una excepción: si el poseedor, por medio de acciones posesorias,
recupera la posesión perdida, no se entiende haber interrupción para el desposeído
(artículo 2502, inciso final). Este precepto guarda armonía con el artículo 731. Ambas
disposiciones amparan al poseedor que recupera su posesión por medios lícitos. Por el
contrario, si la posesión se recupera por vías de hecho, se produce la interrupción, y el
que nuevamente empieza a poseer, comienza una nueva posesión, con un nuevo plazo
para prescribir, por ende. Sin embargo, como expresamos, si las vías de hecho se
traducen en el empleo de la violencia, la nueva posesión será violenta y en consecuencia
inútil para adquirir por prescripción.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Personas que pueden invocar la interrupción de la prescripción.


Debemos distinguir según se trate de la interrupción natural o de la civil.
o Interrupción natural: puede alegarla cualquiera persona que tenga interés en ello;
o Interrupción civil: sólo puede alegarla aquél que entabló la acción, porque los actos
judiciales son de efectos relativos. Excepcionalmente, la interrupción que favorece
a un comunero, se extiende a los demás (artículo 2504).

Ámbito de aplicación de la interrupción.


La interrupción opera tanto en la prescripción ordinaria como en la extraordinaria.
Se apoya tal aseveración, en los siguientes fundamentos:
o La interrupción de la prescripción está tratada en los artículos 2501 a 2504,
mientras que sólo en el artículo 2506 se divide la prescripción en ordinaria y
extraordinaria. Por ende, si el legislador se ocupa de la interrupción antes de
clasificar la prescripción, demuestra con ello que pretende aplicarla a las dos
clases de prescripción.
o Tratándose de la suspensión (artículo 2509), el legislador se refiere expresamente
a la prescripción ordinaria; en cambio, respecto a la interrupción, no hace
distinción alguna.
o El artículo 2510, refiriéndose a la prescripción extraordinaria, también requiere
que la posesión sea ininterrumpida.

Clase de Prescripción Adquisitiva.


Conforme al artículo 2506106, se distingue entre prescripción adquisitiva
ordinaria y extraordinaria.

Sistematizando.

1) Prescripción Adquisitiva Ordinaria.

Además de los requisitos generales a toda prescripción adquisitiva (cosa susceptible


de adquirirse por prescripción y posesión no interrumpida), la prescripción ordinaria
necesita de dos requisitos propios:

1º Posesión regular por lo cual debe existir: 1) justo título; 2) buena fe y 3) tradición si
es título traslaticio.
2º Trascurso del tiempo de 2 años para los muebles y 5 para los inmuebles. Se trata
de un plazo de días continuos. En cuanto al cómputo del plazo, debemos aplicar las
reglas generales (artículos 48 y 50). Es por tanto un plazo de días continuos (no se
suspende en días feriados ni festivos) y de días completos.

106
Art. 2506. La prescripción adquisitiva es ordinaria o extraordinaria.
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

La suspensión de la Prescripción.
Concepto y ámbito de aplicación.
“Se entiende por suspensión la paralización del transcurso del plazo de la
prescripción, durante el tiempo que dure la causa suspensiva”. Conforme a lo anterior,
extinguida que sea la causal de suspensión, se reanuda el cómputo del plazo de la
prescripción o comienza dicho cómputo, en algunos casos. La suspensión, a diferencia de
la interrupción, no suprime o borra el plazo de prescripción que ya había transcurrido, sino
que simplemente lo “congela”, abre un paréntesis en el cómputo.
Cabe tener presente que la suspensión no sólo puede operar en el decurso de un
plazo, sino que también puede presentarse desde el momento mismo en que se
inicia la posesión, como acontece cuando una persona adquiere un bien de un incapaz,
caso en el cual la prescripción sólo comenzará a correr una vez que dicho incapaz
obtenga la plena capacidad. Sin embargo, lo anterior tiene un límite: 10 años. En efecto,
la suspensión opera sólo en la prescripción ordinaria, como lo deja en claro el art.
2509107. Por tal razón, si hubiere transcurrido un plazo de 10 o más años de posesión, no
es posible impugnar la prescripción que ha servido de modo de adquirir al poseedor. Así,
si el representante legal del demente no reacciona y demanda la nulidad del contrato de
compraventa celebrado por el demente, el que le compró al incapaz habrá consolidado su
dominio después de 10 años de posesión ininterrumpida, no violenta ni clandestina. Dicho
de otro modo: transcurridos 10 años, no sólo se extingue la causal de suspensión, sino
que además el incapaz, aunque se mantenga en tal condición, carece ya de acción.

El fundamento de la suspensión.
Tradicionalmente, se ha señalado que el fundamento o razón de ser de la
suspensión de la prescripción es la injusticia que supondría dejar correr tal prescripción en
contra de personas que se encuentran imposibilitadas de defender por sí mismas sus
derechos, sea porque se trata de incapaces, sea porque no están en condiciones de
apreciar con claridad qué actos jurídicos se han realizado en su perjuicio, como ocurre
con la mujer casada en sociedad conyugal, respecto a los contratos celebrados por su
marido, administrador de los bienes sociales y de los bienes propios de aquella. Pero
otros rechazan tal fundamento, señalando que más bien es el interés social el que justifica
la suspensión de la prescripción
De cualquier manera, se trata de un beneficio jurídico excepcional, que sólo
existe en favor de las personas que la ley determina.

107
Art. 2509. La prescripción ordinaria puede suspenderse, sin extinguirse: en ese caso, cesando la causa de
la suspensión, se le cuenta al poseedor el tiempo anterior a ella, si alguno hubo.
Se suspende la prescripción ordinaria, en favor de las personas siguientes:
1º. Los menores; los dementes; los sordos o sordomudos que no pueden darse a entender claramente; y
todos los que estén bajo potestad paterna, o bajo tutela o curaduría; 2º. La mujer casada en sociedad
conyugal mientras dure ésta; 3º. La herencia yacente.
No se suspende la prescripción en favor de la mujer separada judicialmente de su marido, ni de la sujeta al
régimen de separación de bienes, respecto de aquellos que administra.
La prescripción se suspende siempre entre cónyuges.
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Causales de Suspensión.
El art. 2509 enumera las causales de suspensión de la prescripción. Señala el
precepto que se suspende la prescripción ordinaria, en favor de las personas siguientes:

1. Los menores, los dementes, los sordos o sordomudos cuando no puedan


darse a entender claramente y en general todos los que estén bajo potestad
paterna o bajo tutela o curaduría.

Cabe señalar que gozan del beneficio los menores, estén o no emancipados (por regla
general, los menores están bajo patria potestad, pero puede ocurrir que el menor se
emancipe, por ejemplo si se casa, pero ello no implica que deje de ser incapaz). De igual
forma, los dementes y los sordos o sordomudos que no puedan darse a entender
claramente estarán favorecidos con la suspensión, estén o no bajo interdicción.

2. La mujer casada en sociedad conyugal, mientras dure ésta.

La suspensión opera respecto de los bienes sociales y también de los bienes propios
de la mujer que administra el marido. Esto significa que mientras esté vigente la
sociedad conyugal, no corre prescripción alguna en favor de un tercero que haya
entrado en posesión de un bien social o en favor del propio marido, sea que éste
pretenda alegar dominio exclusivo -ante la mujer- de un bien social, sea en lo
relativo a los actos jurídicos ejecutados por el marido sin cumplir con la formalidad
habilitante de haber obtenido previamente la autorización de la mujer (por ejemplo,
compraventa de un inmueble que pertenecía a la sociedad conyugal, y que el marido
enajena sin contar con la autorización de la mujer, art. 1749). Por tal razón, en el último
caso, el plazo que la ley confiere a la mujer o a sus herederos, para deducir la acción
destinada a declarar nula la compraventa, sólo comenzará a partir de la disolución de la
sociedad conyugal, o a partir del momento en que cese la incapacidad de la mujer o sus
herederos, aunque no podrá extenderse más allá de 10 años, contados desde la
celebración del contrato, pues no se puede invocar la suspensión ante la prescripción
extraordinaria (art. 1757)

3. La herencia yacente.108

Esta es una de las disposiciones que ha llevado a algunos a calificar la herencia


yacente como persona jurídica, atendido a que el inciso 2º del art. 2509 dice que “Se
suspende la prescripción ordinaria en favor de las PERSONAS siguientes...”, incluyendo
entre tales “personas” a la herencia yacente. Sin embargo, debemos descartar tal
posibilidad. En verdad, quien posee es el heredero cuya identidad ignoramos o que
conociéndolo, aún no manifiesta su voluntad en orden a aceptar o repudiar la
herencia.

108
Comentario: La prescripción se suspende no a favor de la herencia yacente sino a favor de los potenciales
herederos que no han aceptado la herencia. Si en definitiva ningún heredero la aceptare puede ser
declarada vacante caso en el cual, pasara al fisco en su calidad de último heredero.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

A pesar de lo anterior, reiteramos que quien posee es tal heredero (artículo 722,
posesión legal de la herencia), a través del curador que se le designa a la herencia
yacente. Cabe tener presente que de conformidad al art. 1240 109, es posible pedir que se
declare yacente la herencia, transcurridos apenas 15 días desde la apertura de la
sucesión (es decir, desde el fallecimiento del causante, por regla general, art. 955).

El art. 2509, tras advertir que no se suspende la prescripción en favor de la mujer


separada judicialmente de su marido, ni de la sujeta al régimen de separación total de
bienes o al régimen de participación en los gananciales, respecto de aquellos que
administra (lo que implica entonces que si un tercero entra en posesión de esos bienes,
comenzará de inmediato el plazo de prescripción en su favor, a diferencia de lo que
acontece si la mujer está casada en sociedad conyugal), concluye señalando que la
prescripción se suspende siempre entre cónyuges. Esto significa que cualquiera que
sea el régimen de bienes existente entre los cónyuges, ni uno ni otro podrá adquirir el
dominio de bienes que pertenezcan al otro de los cónyuges por prescripción. Se
fundamenta tal disposición, en las siguientes razones:

1- Si la prescripción corriera entre los cónyuges, sería causa de conflictos,


amenazándose el clima de armonía que debe prevalecer en toda relación
conyugal.
2- En el caso de la sociedad conyugal, el marido tiene el usufructo legal de los bienes
de la mujer, y por tanto es un mero tenedor de dichos bienes, lo que excluye toda
prescripción.
3- El legislador prohíbe las donaciones irrevocables (artículo 1147) y la compraventa
(artículo 1796) entre cónyuges; de permitirse que hubiere prescripción entre
cónyuges, podría encubrirse una donación o compraventa. Bastaría simplemente
con la inacción del marido o de la mujer para que el otro de los cónyuges
adquiriera por prescripción el bien subrepticiamente donado o vendido.

Se ha discutido si la suspensión de la prescripción entre cónyuges se aplica tanto en la


prescripción ordinaria como en la prescripción extraordinaria.

Algunos sostienen que sólo tiene lugar en la prescripción ordinaria, conforme al


principio general ya enunciado, en base a las siguientes razones:

1- El precepto está ubicado al tratar el CC. de la prescripción ordinaria.


2- El art. 2511110 reitera que la prescripción extraordinaria no se suspende a favor de
las personas enumeradas en el art. 2509, debiendo entenderse por “enumeradas”
no sólo las personas a las que se alude en los números 1, 2 y 3 de este artículo
(en el entendido que al aludir a la herencia yacente, se quiso referir la ley a los
herederos), sino también a todas las mencionadas en la disposición, como
acontece con los cónyuges.

109
Art. 1240 inciso 1°. Si dentro de quince días de abrirse la sucesión no se hubiere aceptado la herencia o
una cuota de ella, ni hubiere albacea a quien el testador haya conferido la tenencia de los bienes y que haya
aceptado su encargo, el juez, a instancia del cónyuge sobreviviente, o de cualquiera de los parientes o
dependientes del difunto, o de otra persona interesada en ello, o de oficio, declarará yacente la herencia; se
insertará esta declaración en un diario de la comuna, o de la capital de la provincia o de la capital de la
región, si en aquélla no lo hubiere; y se procederá al nombramiento de curador de la herencia yacente.
110
Art. 2511. El lapso de tiempo necesario para adquirir por esta especie de prescripción es de diez años
contra toda persona, y no se suspende a favor de las enumeradas en el artículo 2509.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

3- La suspensión es un beneficio excepcional, que debe interpretarse


restrictivamente, y que por ende no cabe extenderlo a otras situaciones no
señaladas explícitamente por la ley.
4- Cuando se dice en el inciso final del art. 2509 que la prescripción se suspende
SIEMPRE entre cónyuges, el legislador no quiere decir que la suspensión opera
tanto en la prescripción ordinaria como en la extraordinaria, sino que está
destacando que a diferencia de lo establecido en el inciso anterior, ENTRE
CONYUGES la prescripción siempre se suspende, cualquiera sea el régimen de
bienes del matrimonio. En cambio, FRENTE A TERCEROS, la prescripción
establecida en favor de la mujer no se suspende, en lo concerniente a los bienes
que ésta administra como separada de bienes.

Otros sostienen que la suspensión de la prescripción entre cónyuges rige tanto


en la prescripción ordinaria como en la extraordinaria, argumentando:

1- Donde existe la misma razón, ha de aplicarse la misma disposición: las razones


que ha tenido el legislador para suspender la prescripción ordinaria, se presentan
también en la prescripción extraordinaria.
2- Cuando el art. 2509 concluye que se suspende “siempre” entre cónyuges la
prescripción, se entiende la expresión precisamente referida a que se suspende,
sea ordinaria o extraordinaria la prescripción.
3- Cuando el art. 2511 dispone que la prescripción extraordinaria no se suspende a
favor de las personas “enumeradas” en el art. 2509, se entiende la expresión
literalmente, referida sólo a las personas mencionadas en los números 1 y 2 y a
los herederos comprendidos en el número 3. Por lo tanto, los cónyuges no quedan
comprendidos en la referencia del artículo 2511, pues no están “enumerados” en
el artículo 2509.

Posición adoptada: Creemos que la primera doctrina parece ser la más acertada,
atendiendo a la seguridad jurídica, aunque no podemos desconocer que, como dice un
autor, permanece como muy fuerte la razón de fondo de la suspensión, por las
características del matrimonio, que valen para todo tipo de prescripción.

En todo caso, cabe señalar que por su carácter excepcional, el precepto que indica las
personas a cuyo favor se suspende la prescripción, es taxativo. En los demás casos,
correrá el plazo de prescripción a favor del actual poseedor.

También deben considerarse otros casos, distintos de los mencionados en el artículo


2509, en los cuales la ley contempla algunas hipótesis de suspensión de la prescripción.
Así ocurre, por ejemplo, en el artículo 2489, último inciso, respecto de los créditos valistas
subordinados.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

2) Prescripción Adquisitiva Extraordinaria.

Requisitos.
Deben cumplirse los requisitos generales a toda prescripción (cosa susceptible de
prescribirse y posesión no interrumpida) y los específicos de la extraordinaria:

1- El que la alega debe haber sido al menos poseedor irregular de la cosa,


descartándose por ende al mero tenedor, salvo en el caso excepcional al que
aludiremos.
2- Exige 10 años de posesión continua: artículos 2510 y 2511.
3- Corre contra toda persona y no se suspende (art. 2511, sin perjuicio del caso
dudoso de la prescripción entre cónyuges).

Acerca de si el poseedor vicioso o si el que era mero tenedor puede prescribir .

a) Situación del poseedor vicioso.

La teoría tradicional sostiene que aunque la posesión sea irregular, en ningún caso
debe ser viciosa, porque ésta no es útil para prescribir, mientras subsiste el vicio de
violencia o clandestinidad. Sin embargo, se ha hecho ver, en contra de la teoría
tradicional, que no hay en el CC ninguna disposición que permita afirmar que el poseedor
vicioso no puede prescribir. El art. 2510 sólo lo impide al poseedor vicioso que alega la
prescripción cuando existe un título de mera tenencia en virtud del cual detenta la cosa
(era arrendatario de la misma, por ejemplo, y después pretende alegar haberla adquirido
por prescripción). De lo anterior se desprendería que si el poseedor vicioso tiene a su
favor un título de posesión o simplemente carece de título, podría adquirir el dominio por
prescripción adquisitiva. En otros términos, la posesión viciosa sólo sería un
obstáculo para prescribir, cuando existe un título de mera tenencia; la disposición
restrictiva no podría extenderse más allá de sus términos.

b) Situación del mero tenedor.

Se plantea en esta materia, lo dispuesto en la regla del número tres del art. 2510 111.
La doctrina y el texto legal (art. 716) establecen que la mera tenencia es inmutable, el solo
transcurso del tiempo no la transforma en posesión, y no obstante que el precepto citado
pareciere anunciar una excepción al axioma anterior, puede observarse que en realidad
no hay tal excepción.

111
Art. 2510. El dominio de cosas comerciales que no ha sido adquirido por la prescripción ordinaria, puede
serlo por la extraordinaria, bajo las reglas que van a expresarse:
1a. Para la prescripción extraordinaria no es necesario título alguno.
2a. Se presume en ella de derecho la buena fe, sin embargo de la falta de un título adquisitivo de dominio.
3a. Pero la existencia de un título de mera tenencia hará presumir mala fe, y no dará lugar a la prescripción,
a menos de concurrir estas dos circunstancias:
1a. Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos diez años se haya reconocido expresa
o tácitamente su dominio por el que alega la prescripción;
2a. Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia, clandestinidad ni interrupción por el
mismo espacio de tiempo.
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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

En efecto, la ley exige, para considerar al mero tenedor como poseedor, la


concurrencia de otras circunstancias, no dependientes de la voluntad del tenedor, que
deben sumarse al transcurso del tiempo. Si en definitiva opera la mutación de la mera
tenencia en posesión, es porque se han realizado actos de parte del mero tenedor
como también de parte del propietario, que alteran por completo la situación
jurídica de ambos. Concurriendo las dos circunstancias indicadas al final del artículo
2510, la mera tenencia se convierte en posesión, no sólo por la voluntad del tenedor ni
por el simple transcurso del tiempo, sino también, principalmente, por la negligencia del
dueño, que no logra acreditar que el mero tenedor reconoció en los últimos diez años el
dominio que pretende el primero. Para que pueda operar la hipótesis de la regla 3ª del
artículo 2510, deben cumplirse entonces dos requisitos, uno negativo y otro positivo:

 El negativo: que el que se pretende dueño de la cosa, no pueda probar que en


los últimos diez años el que recibió la cosa como mero tenedor y ahora pretende
alegar la prescripción, reconoció expresa o tácitamente el dominio del primero; y

 El positivo: que el que alega la prescripción (es decir, quien inicialmente recibió la
cosa como mero tenedor) pruebe haber poseído sin violencia, clandestinidad ni
interrupción por el mismo espacio de tiempo, o sea, diez años.

Así, por ejemplo, Juan prestó unos libros a Pedro en el año 1995, documentándose un
contrato de comodato por dos años. Dicho contrato expiró por ende en el año 1997, y no
consta haberse prorrogado por las partes. Hoy, se presenta Juan y exige a Pedro o a sus
herederos la restitución de los bienes. El o los demandados perfectamente podrían
recurrir a la regla 3ª del artículo 2510, y negarse a restituir. Aunque parezca injusto el
despojo del dominio que sufra el propietario, la ley vela por la seguridad jurídica,
presumiendo el legislador que si han transcurrido más de quince años desde que expiró el
contrato son que el dueño hubiera reclamado las cosas, es porque virtualmente ha
operado una voluntad de no perseverar en el dominio y admitir que las cosas las haga
suyas el prescribiente. Cabe consignar que en la práctica (aunque no en la letra de la ley),
el caso que explicamos operará respecto de cosas muebles, considerando el sistema de
inscripción registral que protege la posesión de los inmuebles. Con todo, también es
cierto, como advierten algunos autores, que la regla tercera del artículo 2510 viene a
debilitar el rigor del principio de que el mero tenedor no podría nunca transformarse en
poseedor.

102
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Prescripción de otro derecho Reales que no sean el Dominio.

El artículo 2498112 establece que se ganan por prescripción, de la misma manera


que el dominio, los otros derechos reales que no están especialmente exceptuados. De
acuerdo al artículo 2512113, la regla general es que en la prescripción de los demás
derechos reales se aplican las mismas reglas y plazos del dominio. Así, la prescripción de
los siguientes derechos, se regirá por las normas aplicables al dominio:
o Derecho de hipoteca;
o Derecho de usufructo;
o Derecho de uso y habitación.

El mismo artículo 2512 señala las siguientes excepciones:

 El derecho de Censo: rige la prescripción extraordinaria de 10 años;

 El derecho de Herencia: se puede adquirir de dos formas:


1- De acuerdo al artículo 2512, por la prescripción extraordinaria de 10 años;
2- De acuerdo a los artículos 704 y 1269114, por la prescripción ordinaria de 5 años,
tratándose del heredero putativo a quien por decreto judicial o por resolución
administrativa, se haya dado la posesión efectiva de la herencia, pues en tal caso
el decreto o resolución administrativa servirá de justo título. En todo caso, no basta
con éste, pues también debe cumplir con el requisito de la buena fe, como todo
poseedor regular;

 El derecho de Servidumbre: conforme al artículo 882115, distinguimos:

1º Las servidumbres discontinuas de todas clases y las continuas inaparentes, sólo


pueden adquirirse por medio de un título; ni aún el goce inmemorial bastará para
constituirlas;

2º Las servidumbres continuas y aparentes se adquieren por prescripción, pero


ésta siempre será de 5 años, haya posesión regular o irregular.

112
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o muebles, que están en el
comercio humano, y se han poseído con las condiciones legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente exceptuados.
113
Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera que el dominio, y
están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1a. El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción extraordinaria de diez años.
2a. El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 882.
114
Art. 1269. El derecho de petición de herencia expira en diez años. Pero el heredero putativo, en el caso
del inciso final del artículo 704, podrá oponer a esta acción la prescripción de cinco años.
115
Art. 882. Las servidumbres discontinuas de todas clases y las servidumbres continuas inaparentes sólo
pueden adquirirse por medio de un título; ni aun el goce inmemorial bastará para constituirlas.
Las servidumbres continuas y aparentes pueden adquirirse por título, o por prescripción de cinco años.
103
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Efecto de la Prescripción.

El efecto esencial de la prescripción es hacer adquirir el dominio al poseedor, una


vez que ella se ha cumplido. La adquisición de la propiedad se produce retroactivamente,
y sólo si el poseedor consiente en la adquisición. Es decir, se reputa dueño al poseedor
no sólo a partir del día en que se cumplió el plazo de la prescripción, sino también a
contar del momento en que empezó a poseer. Este efecto no está expresamente
enunciado por la ley, pero se deduce, por ejemplo, del artículo 1736 número uno y del
artículo 1792-8 número uno.

La retroactividad de la prescripción tiene consecuencias:


a) Los frutos producidos por la cosa desde el comienzo de la posesión, pertenecen al
poseedor que ha prescrito, aún cuando haya estado de mala fe. Se explica lo
anterior, porque si entendemos que se hizo dueño –retroactivamente- desde que
entró en posesión, los frutos que produjo la cosa los adquirió por accesión.
b) Los gravámenes impuestos por el prescribiente durante su posesión, quedan a
firme. También se explica esto, porque si retroactivamente entendemos que era
dueño desde que entró en posesión, podía en tal calidad constituir los gravámenes
sobre la cosa.

Acciones Protectoras.
El dominio y los demás derechos reales necesitan de protección jurídica, cuando
un tercero pretende vulnerarlos o efectivamente los vulnera. El ordenamiento jurídico
consulta varios instrumentos de los que el titular dispone para la preservación de su
derecho. Distinguiendo: 1) Medidas generales de protección del dominio; 2) Medidas de
protección en el derecho privado.

Sistematizando:

1) Medidas generales de protección del dominio:


a) La legítima defensa: opera en el Derecho Penal, y cubre no sólo a la persona, sino
también a los bienes (art. 10 N°4 del C.P.)
b) Garantía constitucional de inviolabilidad de la propiedad privada. La excepción es
la expropiación por causa de utilidad pública (art. 19 N° 24 C.P.R.). En el marco de
esta garantía, la Constitución otorga a los afectados el recurso de protección (art.
20 C.P.R.)
c) Los delitos contra la propiedad, cuya tipificación constituye otra forma de
protección del dominio (art. 432 y ss. C.P.)

2) Mediadas de protección en el derecho Privado.

Se han configurado ciertas acciones tendientes a la protección del dominio y demás


derechos reales que se denominan genéricamente “acciones protectoras”.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Existen dos grupos:

1- Son las acciones de dominio propiamente tales que lo protegen de forma


directa; la principal de estas es la acción reivindicatoria que busca recuperar la
posesión perdida. Otras de estas acciones están destinadas a prevenir un daño
que se teme, evitando que se consume, como las llamadas acciones posesorias (o
interdictos) de obra nueva y obra ruinosa; las acciones de demarcación y
cerramiento; la tercería de dominio (art.518 y ss. Código de Procedimiento Civil);
2- Protege del dominio de manera indirecta, al proteger la posesión como las
llamadas acciones posesorias, “la acción publiciana” y la tercería de posesión. Si
bien estas acciones protegen la posesión cuando el poseedor lo es como
consecuencia de ser dueño, lo que generalmente ocurre, al protegerse la posesión
se está protegiendo el dominio.

Comentario: Estos dos grupos de protección, son de carácter real, pero hay
acciones personales que también protegen en definitiva el dominio, cuando la
perturbación a este derecho deriva de una relación contractual, así por ejemplo, si al
terminar el comodato, el comodatario no restituye la cosa al comodante, éste puede
ejercitar la acción personal para lograr judicialmente la restitución; lo mismo puede
acontecer en el arrendamiento.

Acción Reivindicatoria.

Concepto.

De conformidad al art. 889 del Código Civil, “La reivindicación o acción de dominio
es la que tiene el dueño de una cosa singular, de que no está en posesión, para que el
poseedor de ella sea condenado a restituírsela”.

Requisitos.

a) Que la cosa sea susceptible de reivindicarse:

El artículo 890 del Código Civil establece que pueden reivindicarse las cosas
corporales, sean raíces o muebles, con la excepción contemplada en el inc. 2°: aquellas
cosas muebles compradas en una feria, tienda, almacén u otro establecimiento industrial
en que se vendan cosas de la misma clase (En este caso, habrá que reembolsar al
poseedor el valor de la cosa incluyendo en tal valor lo que se pagó por ella y lo que se
gastó en repararla y mejorarla). De esta generalidad, respecto a la cosa también debe
tenerse presente que:

 La cosa debe ser singular. Como ha dicho la Jurisprudencia, es condición


esencial para que pueda prosperar la acción reivindicatoria que se determine y
especifique de tal manera la cosa singular que se reivindica, que no pueda
caber duda en su individualización, a fin de que la discusión de las partes
pueda recaer sobre una cosa concreta y que los Tribunales resuelvan el litigio
con pleno conocimiento de los hechos. No pueden reivindicarse las
universalidades.
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 También pueden reivindicarse los derechos reales que signifiquen cosas


corporales singulares (artículo 891116 C.C). Luego, el derecho de herencia no
puede reivindicarse (y así lo excluye expresamente el art. 891, inc. 2°) porque
es una universalidad jurídica y está amparado por la acción de petición de
herencia (arts. 1264, 1268, 1269 del CC).
 También se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso de una
cosa singular (art. 892117 del CC). La comunidad puede recaer sobre una
cosa singular, en cuyo caso se habla más bien de copropiedad, pero también
puede recaer sobre una universalidad jurídica, caso en el cual algunos hablan
de comunidad propiamente tal. Tratándose del primer caso no cabe duda que
la cuota (por ejemplo 1/5 de una cosa determina) puede reivindicarse: es el
caso del art. 892 del CC. El problema reside en saber si cabe la reivindicación
en el segundo caso, es decir, cuando la cosa común es una universalidad
jurídica (por ejemplo, cuando se reivindica el tercio de una cosa que forma
parte de una herencia). Aquí tiene incidencia la discusión doctrinaria referente
a la naturaleza jurídica de la comunidad y concretamente el punto de si los
derechos de cada comunero se comunican cuotativamente a cada uno de los
objetos que la componen o por el contrario, permanecen como cuota abstracta,
sin que ningún comunero pueda pretender derecho sobre cada objeto. Si
seguimos la primera doctrina (romana) podrá admitirse que pueda el comunero
reivindicar su cuota en una cosa singular de la comunidad; de aceptarse la
segunda doctrina, en la que se tiene una cuota ideal, la conclusión ha se ser
negativa. Cabe señalar que el art. 1268 del CC, regulando la acción de petición
de herencia, concede también al heredero la acción reivindicatoria para
perseguir un objeto de la herencia; no afirma si que puede reivindicar una
cuota del objeto. La jurisprudencia ha emitido fallos en ambos sentidos. En
todo caso, como la cuota debe ser “determinada”, el actor tiene que precisar a
cuanto asciende.

NO se pueden reivindicar.

1) El derecho de herencia: el heredero está amparado por la acción de petición de


herencia. Por ella, no se discute el dominio sino la calidad de heredero. Puesto
que la acción reivindicatoria se dirige a recuperar la posesión de una cosa
singular, no cabe tratándose de una universalidad jurídica como es la herencia. El
heredero sí puede intentar la acción reivindicatoria para reclamar cosas singulares
que están dentro de una universalidad (art. 1268 del CC);

2) Los derechos personales; sin perjuicio de la hipótesis de reivindicar el


documento en el cual conste un crédito;

116
Art. 891. Los otros derechos reales pueden reivindicarse como el dominio; excepto el derecho de
herencia.
Este derecho produce la acción de petición de herencia, de que se trata en el Libro III.
117
Art. 892. Se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso, de una cosa singular.
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

3) Las cosas muebles compradas por su poseedor en feria, tienda, almacén u


otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la misma
clase (art. 890, inciso 2° y artículo 3° del CC).
Lo que se busca en este caso es la restitución del valor. Por otra parte, se ha
aplicado la disposición del art. 890 inciso 2° del Código Civil a establecimientos no
mencionados en ella, toda vez que el texto es ejemplificativo y genérico;

4) En el pago de lo no debido hay un caso en que no puede reivindicarse. Se ha


pagado una cosa que se creía deber y el supuesto acreedor la enajena. Hay
acción contra el tercero adquirente, si adquirió a título gratuito o si a título oneroso
y de mala fe: art. 2302 del CC. No hay acción contra el tercero de buena fe que
adquirió a título oneroso (artículo 2303118);

5) No hay acción reivindicatoria cuando el tercero adquirió la cosa por


prescripción;

6) Cuando se ha declarado resuelto un contrato no hay lugar a la acción


reivindicatoria en contra de terceros poseedores de buena fe (arts. 1490 y 1491
del CC);

7) Cuando el heredero o legatario indigno transfirió bienes hereditarios o legados a


un tercero de buena fe (artículo 976 del Código Civil).

b) Que el reivindicante sea dueño de la cosa.

Puede reivindicar cualquier propietario (su calidad), sea este pleno, nudo, absoluto o
fiduciario. Solo de manera excepcional puede reivindicar el poseedor cuando se ejerce la
“acción publiciana” (artículo 894 del Código Civil) que se concede al poseedor regular que
ha perdido la posesión y que se encontraba en vías de adquirir la cosa por prescripción.
(acción que en ningún caso puede ser ejercida contra el verdadero dueño ni contra quien
poseía con igual o mejor derecho)

Quien demande deberá probar su calidad de dueño 119, porque al demandar reconoce
al demandado la calidad de poseedor y como tal se presume que es dueño según se
desprende del artículo 700. De la situación en comento se presenta la mayor
dificultad de la acción que consiste en probar el dominio en la llamada “Probatio
diabólica”.

118
Art. 2303. El que pagó lo que no debía, no puede perseguir la especie poseída, por un tercero de buena
fe, a título oneroso; pero tendrá derecho para que el tercero que la tiene por cualquier título lucrativo, se la
restituya, si la especie es reivindicable y existe en su poder.
Las obligaciones del donatario que restituye son las mismas que las de su autor según el artículo 2301.
119
La situación se altera sin embargo, cuando reivindica el Fisco, conforme a la presunción del art. 590 del
CC.
107
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

En la prueba del dominio tendrá importancia determinar si el reivindicante adquirió la


cosa por un modo de adquirir originario o derivativo.

 Si es por modo originario (ocupación y accesión), habrá que probar que se


cumplieron todos los requisitos de estos modos, por ejemplo en la ocupación
probar que es una cosa mueble, que nunca tuvo dueño; que existió la aprehensión
y que ella no está prohibida.
 Si el modo de adquirir es derivativo (tradición o sucesión por causa de muerte); no
será suficiente acreditar que se cumplieron los requisitos del modo ya que no
sabemos qué naturaleza tenía el derecho del antecesor (tradente o causante).

En definitiva, para sortear la dificultad se acude a la prescripción adquisitiva,


con más seguridad la extraordinaria (recordemos que puede recurrirse también a la
agregación de posesiones, aunque con sus calidades y vicios).

En lo concerniente a la acción publiciana, se ha planteado un problema muy


discutido en la doctrina, consistente en determinar si para estar en condiciones de
ejercitar esta acción es necesario tener cumplido el plazo para ganar por
prescripción ordinaria o basta con tener sólo algún tiempo de posesión. Se ha
sostenido que es necesario haber completado el plazo porque al apoderarse otro de la
cosa se produce una interrupción natural de la prescripción del primero, que hace perder
todo el tiempo anterior, con lo que ya no queda “en vías de ganar por prescripción”
(Alessandri). Ahora bien, ¿por qué sería necesario deducir la acción publiciana y no
derechamente la acción reivindicatoria si ya se completó el plazo de prescripción? Una
respuesta posible sería porque si bien se completó el plazo, la prescripción no ha sido
declarada por sentencia judicial.
Otros piensan que no es necesario el cumplimiento del plazo de prescripción: si ya está
cumplido, no es necesaria la acción publiciana, pues bastaría alegar la prescripción y
entablar la acción reivindicatoria, no la publiciana. Quien enteró el plazo es dueño, no
poseedor.
Por lo demás, así lo denotan el texto del precepto y la historia de su
establecimiento, pues Andrés Bello tomó esta institución íntegramente del Derecho
Romano y allí estaba establecida sin requerir el cumplimiento del plazo. Rozas adhiere a
esta doctrina, agregando que la prescripción, a su juicio, opera de pleno derecho, sin
necesidad de sentencia judicial. De ahí que se afirma que al completarse el plazo de la
prescripción adquisitiva, se es dueño, aunque tal prescripción no se haya declarado
judicialmente. Por lo demás, el artículo 894 dice que la acción no puede deducirse contra
el dueño. Ahora bien, si se hubiere completado el plazo, el poseedor habría pasado a ser
el dueño, de manera que no podría haber otro que también sea dueño al mismo tiempo.
Es interesante mencionar que algunos fallos han concluido que cuando el reivindicante no
ha logrado probar el dominio, pero sí ha demostrado mejor derecho que el demandado, la
demanda debe ser acogida sobre el supuesto que el actor, implícitamente, ha ejercido la
acción publiciana.

108
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

c) Que el reivindicante este privado de la posesión de la cosa.

Punto dedicado en esta materia es saber si corresponde entablar acción


reivindicatoria siendo un poseedor inscrito en contra de quien le ha arrebatado solo
materialmente el inmueble. La respuesta dependerá del valor que le demos a la
inscripción conservatoria.

 Si estimamos que la inscripción es suficiente prueba de la posesión; o sea


representa el “corpus y el animus” no procede ejercer la acción
reivindicatoria porque la sola aprehensión material no es apta para iniciar una
posesión, correspondiendo ejercer una acción de precario (artículo 2195 120 del
Código Civil), y penalmente una querella de usurpación;
 Pero puede también sostenerse que no obstante tener posesión inscrita, al
privarse al dueño de la tenencia material se le ha privado de una parte
integrante de la posesión, su fase material, y podría el dueño en el caso
planteado, reivindicar, al no ser íntegramente poseedor. Hay fallos que así lo
han resuelto (y tendría también acción posesoria, de amparo o restitución, según
veremos).

Conclusión: Determinar si se aplica la primera o la segunda doctrina tiene


importancia para el propio demandado, en cuanto a la posibilidad que pueda reclamar las
prestaciones mutuas reguladas en los artículos 904 y siguientes: si se trata de un
poseedor, podrá reclamarlas, pero si se trata sólo de un mero tenedor, no podrá invocar
las normas que lo favorecen, para los efectos de retener frutos y exigir el reembolso de
mejoras.

Contra Quien se puede Reivindicar.

De acuerdo al artículo 895121 del Código Civil, la regla general es que la acción se
dirija contra el actual poseedor. El reivindicarte deberá saber quién es el poseedor porque
es en contra de él que debe dirigir su acción. Este punto resulta fundamental
considerando el principio del efecto relativo de las sentencias.

Si existen dudas acerca de la identidad del poseedor, la ley establece las siguientes
medidas en favor del reivindicante:

1- Lo dispuesto en el artículo 896122 del Código Civil, esto significa que la acción se
puede dirigir excepcionalmente en contra del mero tenedor quien tiene la
obligación de declarar a manos de quien tiene la cosa.

120
Art. 2195. Se entiende precario cuando no se presta la cosa para un servicio particular ni se fija tiempo
para su restitución.
Constituye también precario la tenencia de una cosa ajena, sin previo contrato y por ignorancia o mera
tolerancia del dueño.
121
Art. 895. La acción de dominio se dirige contra el actual poseedor.
122
Art. 896. El mero tenedor de la cosa que se reivindica es obligado a declarar el nombre y residencia de la
persona a cuyo nombre la tiene.
109
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

2- Lo preceptuado por artículo 897123 del Código Civil, se refiere al caso del poseedor
ficto, este es aquel que se hace pasar de mala fe por poseedor, por este hecho se
verá obligado a indemnizar todos los perjuicios causados.

Puede ocurrir que el poseedor haya fallecido, dejando varios herederos. La acción
reivindicatoria tiene por objeto no sólo la entrega de la cosa, sino también el pago de otras
indemnizaciones como deterioros, devolución de los frutos o de su valor, etc. El art. 899124
resuelve este caso: mientras la acción para obtener la entrega de la cosa es indivisible (no
es posible cumplirla por partes), la de indemnizar es perfectamente divisible (en relación a
lo anterior, arts. 1526 N°2, art. 1354), el pago de las deudas hereditarias se efectúa a
prorrata por los herederos.

Casos en que la acción reivindicatoria no se dirige contra el actual poseedor.

a) Se puede dirigir contra el que dejó de poseer, ya de buena fe (artículo 898 125),
ya de mala fe (artículo 900126).

a.1) De buena fe: cabe la acción en su contra, siempre que a consecuencia de la


enajenación, se haya hecho imposible o difícil la persecución de la cosa (por ejemplo,
artículo 2231, en el contrato de depósito). En este caso, no se persigue la cosa, sino
que el dueño exige para sí el precio que recibió el poseedor al enajenarla, y si éste
enajenó de mala fe (aunque inicialmente adquirió de buena fe, al enajenar lo hizo a
sabiendas de ser ajena la cosa), para que se le pague la indemnización de todo
perjuicio. El reivindicador, al aceptar el precio, confirma la enajenación, ratifica un acto
que le era inoponible (caso de voluntad presunta). Se produce aquí una figura de
subrogación real (la cosa se reemplaza por el precio).

123
Art. 897. Si alguien, de mala fe, se da por poseedor de la cosa que se reivindica sin serlo, será condenado
a la indemnización de todo perjuicio que de este engaño haya resultado al actor.
124
Art. 899. La acción de dominio no se dirige contra un heredero sino por la parte que posea en la cosa;
pero las prestaciones a que estaba obligado el poseedor por razón de los frutos o de los deterioros que le
eran imputables, pasan a los herederos de éste a prorrata de sus cuotas hereditarias.
125
Art. 898. La acción de dominio tendrá también lugar contra el que enajenó la cosa, para la restitución de
lo que haya recibido por ella, siempre que por haberla enajenado se haya hecho imposible o difícil su
persecución; y si la enajenó a sabiendas de que era ajena, para la indemnización de todo perjuicio.
El reivindicador que recibe del enajenador lo que se ha dado a éste por la cosa, confirma por el mismo
hecho la enajenación.
126
Art. 900. Contra el que poseía de mala fe y por hecho o culpa suya ha dejado de poseer, podrá intentarse
la acción de dominio, como si actualmente poseyese.
De cualquier modo que haya dejado de poseer y aunque el reivindicador prefiera dirigirse contra el actual
poseedor, respecto del tiempo que ha estado la cosa en su poder tendrá las obligaciones y derechos que
según este título corresponden a los poseedores de mala fe en razón de frutos, deterioros y expensas.
Si paga el valor de la cosa y el reivindicador lo acepta, sucederá en los derechos del reivindicador sobre ella.
Lo mismo se aplica aun al poseedor de buena fe que durante el juicio se ha puesto en la imposibilidad de
restituir la cosa por su culpa.
El reivindicador en los casos de los dos incisos precedentes no será obligado al saneamiento.
110
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Conforme a lo anterior, distinguimos entonces:

a.1.1) Si el demandado enajenó de buena fe: sólo responderá por el precio que
recibió al enajenar la cosa.
a.1.2) Si el demandado enajenó de mala fe: responderá tanto por el precio que
recibió como de todo otro perjuicio.

a.2) El poseedor estaba de mala fe: Se trata de la “reivindicatoria ficta”, que se dirige
contra aquél que desde un comienzo poseía de mala fe y por hecho o culpa suya, ha
dejado de poseer. Aquí, el demandado además del pago del precio y de indemnizar
todo perjuicio, responderá por los frutos, deterioros y expensas de acuerdo a las
reglas del poseedor de mala fe vencido, en las prestaciones mutuas (se encuentra en
esta situación, por ejemplo, el asignatario indigno, art. 974). Cabe consignar que el
inciso final del art. 900 dispone que la obligación de saneamiento a que tiene derecho
el comprador que ha sido privado de la cosa, no pesa sobre el reivindicante, sino que
recae sobre el poseedor de mala fe que dejó de poseer.
En doctrina, se ha discutido si en los casos de los arts. 898 y 900 puede hablarse de
acción reivindicatoria. Algunos sostienen que se trata sólo de acciones personales,
porque no se pretende reivindicar una cosa, sino obtener el pago de una suma de dinero.

b) Se puede dirigir también contra el mero tenedor, que retenga la cosa


indebidamente.

Dispone el art. art. 915: “Las reglas de este título se aplicarán contra el que
poseyendo a nombre ajeno retenga indebidamente una cosa raíz o mueble, aunque
lo haga sin ánimo de señor”.
El Título es el XII del Libro 4°, “De la reivindicación”. A su vez, dicho Título XII se
divide en cuatro párrafos: el primero: “Qué cosas pueden reivindicarse”; el segundo:
Quién puede reivindicar”; el tercero: Contra quién se puede reivindicar”; y el cuarto:
“Prestaciones mutuas”.

El alcance de este artículo ha motivado discusiones.


- Por una parte, se han planteado tres teorías que han intentado explicar qué
debemos entender por la frase “el que poseyendo a nombre ajeno”, que alude al
sujeto pasivo de la acción y que validarían la posición de enderezar la acción
reivindicatoria contra el mero tenedor;
- Por otro, existen autores que no creen en la procedencia de esta acción (la
reivindicatoria) contra el mero tenedor que retenga indebidamente la cosa.

Trataremos brevemente cada una de estas posturas.

111
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Postura de quienes admiten la procedencia de la acción reivindicatoria


contra el mero tenedor.
Como adelantamos, a este respecto existen 3 corrientes127.
 Para una primera corriente –la que otorga una mayor amplitud a la acción-,
procede la acción reivindicatoria contra el injusto detentador, entendido este como
un mero tenedor o simple detentador que retiene indebidamente una cosa. Se
admitiría entonces, de manera excepcional, la acción reivindicatoria contra un
mero tenedor.
 Una segunda doctrina postula que procede una acción personal o restitutoria
especial, según corresponda, contra el mero tenedor que retenga indebidamente
una cosa, y en el marco de ellas, cabe aplicar las normas relativas a las
prestaciones mutuas. La excepción aquí estaría dada en aplicar a un mero tenedor
vencido tales reglas, que el Código Civil contempla para un poseedor vencido.
Pero lo anterior se entiende sin que por ello se admita la acción reivindicatoria
contra el mero tenedor. El demandante deberá deducir la acción que corresponda
–por ejemplo, la restitutoria que emana de un comodato que ha expirado-, y en el
marco de ella, impetrar la aplicación en ese juicio de las reglas de las prestaciones
mutuas. Como puede observarse, para este doctrina sólo se aplicarían las reglas
del cuarto párrafo del Título XII del Libro 4°, y no las que corresponden a los tres
primeros párrafos.
 Para la tercera opinión –la más restrictiva en cuanto a los alcances de la acción-,
las reglas del Título XII del Libro II del Código Civil se aplican contra el “poseedor a
nombre ajeno que retenga indebidamente una cosa”, siempre que aquel se
entienda sólo en conformidad a las hipótesis contempladas en los arts. 719 inc. 2°,
720 y 721 del CC. Sólo respecto de estos meros tenedores se aplicarían las
aludidas reglas. Cualquier otro mero tenedor no comprendido en estos tres
preceptos legales, quedaría excluido del art. 915.

Postura de quienes rechazan la procedencia de la acción reivindicatoria


contra el mero tenedor.
En ese orden de cosas, y contrario a los postulados expuestos, la profesora
Gormaz Rosas señala: “Hay autores y jurisprudencia que creen que, conforme lo dispone
el artículo 915, procede la acción reivindicatoria contra el mero tenedor o detentador de la
cosa. Estiman que la expresión “poseyendo a nombre ajeno” que usa ese artículo significa
“mero tenedor de la cosa”.

Agrega en ese sentido, “…no pensamos así ya que poseer a nombre ajeno no
significa ser mero tenedor de una cosa. La mera tenencia requiere que se reconozca
dominio ajeno y es incompatible con la posesión.
“…pensamos que el artículo 915 solo establece que cuando se recupera la cosa
del mero tenedor, se aplican las reglas de la reivindicación relativas a las prestaciones
mutuas (frutos, expensas, deterioros, etc.)”.

127
Para profundizar cada una de estas corrientes, se recomienda consultar la obra del profesor Juan Andrés
Orrego Acuña, “las acciones protectoras”, cuya última modificación es de fecha 12 de enero de 2017.
112
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Actitudes que puede asumir el demandado de reivindicación y que suponen


debate.

a) Sostener que el demandante no es dueño (simplemente negarlo, o agregar que lo


es cierto tercero);
b) Que no es (el demandado) poseedor de la cosa (con la salvedad del art. 915, en
virtud del cual el actor puede ejercitar la acción en contra del injusto detentador);
c) Alegar que él (el demandado), es el dueño.

Extinción de la Acción Reivindicatoria por Prescripción.

Se desprende del artículo 2517128 del código Civil que la acción reivindicatoria no
se extingue por prescripción extintiva, ello porque es una acción de dominio y según
vimos, el dominio es un derecho perpetuo que no se extingue por el no ejercicio. La
acción reivindicatoria se extingue a consecuencia de haberse perdido el dominio
cuando otra persona ha iniciado posesión de ella y han transcurridos los plazos.
Por lo tanto, la acción se extingue por la prescripción adquisitiva que corre a favor del
poseedor.

Medidas Precautorias.

La acción reivindicatoria se tramita en juicio ordinario. En el intertanto el


demandado se encuentra protegido por la presunción de dominio del artículo 700. En
consecuencia, podría enajenar la cosa burlando las expectativas del reivindicante; es por
ello que en los artículos 901 y 902 lo facultan para solicitar ciertas medidas precautorias
pendientes a asegurar el resultado práctico de la acción deducida.

Si la cosa es mueble, puede pedirse el secuestro, es decir, el depósito hecho por


orden judicial en manos de un tercero (art. 901129). Si la cosa es inmueble puede
solicitarse prohibición de celebrar actos o contratos, medidas para evitar el deterioro de la
cosa, nombramiento de interventor, etc. (las últimas también para cosas muebles según
consta en el art. 902130).

128
Art. 2517. Toda acción por la cual se reclama un derecho se extingue por la prescripción adquisitiva del
mismo derecho.
129
Art. 901. Si reivindicándose una cosa corporal mueble, hubiere motivo de temer que se pierda o deteriore
en manos del poseedor, podrá el actor pedir su secuestro; y el poseedor, será obligado a consentir en él, o a
dar seguridad suficiente de restitución, para el caso de ser condenado a restituir.
130
Art. 902. Si se demanda el dominio u otro derecho real constituido sobre un inmueble, el poseedor
seguirá gozando de él, hasta la sentencia definitiva pasada en autoridad de cosa juzgada.
Pero el actor tendrá derecho de provocar las providencias necesarias para evitar todo deterioro de la cosa, y
de los muebles y semovientes anexos a ella y comprendidos en la reivindicación, si hubiere justo motivo de
temerlo, o las facultades del demandado no ofrecieren suficiente garantía.
113
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Prestaciones Mutuas.
Concepto.

“Son aquellas devoluciones e indemnizaciones que recíprocamente se deben


entre el reivindicante y el poseedor que ha sido vencido en un juicio
reivindicatorio”.

Esta institución se trata a raíz de la acción reivindicatoria, pero son aplicables a


otras instituciones donde existe la acción de restituir, como es la acción de nulidad, la
acción resolutoria y la acción de petición de herencia (artículo 1266), la acción resolutoria
(artículo 1487), entre otras. Se reglamentan a partir del Art. 904 y constituyen una
manifestación del principio de reparación del enriquecimiento sin causa.

Obligaciones que tiene el poseedor vencido a favor del reivindicante.

1- Debe restituir la cosa (arts. 904131 y 905132 C.C).


Esta restitución deberá hacerse dentro del plazo que el juez señale. Estamos frente a
un caso excepcional de plazo judicial (art. 1494 inciso 2° C.C).

2- Indemnización por los deterioros que se hubiere ocasionado a la cosa (art.


906133 C.C).
Hay que distinguir entre el poseedor de buena fe y el de mala fe, situación que debe
ser analizada en el momento en que se produjeron los deterioros (aplicando el art. 913
C.C por analogía). Hay que tener presente además que después de contestada la
demanda el poseedor de buena fe se transforma en poseedor de mala fe.

Importante: La mala fe opera solo con la contestación de la demanda; en


consecuencia, ni la notificación de la demanda u otras posibilidades actitudes del
demandado tales como no hacer nada, allanarse o inclusive impetrar demanda
reconvencional deben considerarse.

131
Art. 904. Si es vencido el poseedor, restituirá la cosa en el plazo que el juez señalare; y si la cosa fue
secuestrada, pagará el actor al secuestre los gastos de custodia y conservación, y tendrá derecho para que el
poseedor de mala fe se los reembolse.
132
Art. 905. En la restitución de una heredad se comprenden las cosas que forman parte de ella, o que se
reputan como inmuebles por su conexión con ella, según lo dicho en el título De las varias clases de bienes.
Las otras no serán comprendidas en la restitución, si no lo hubieren sido en la demanda y sentencia; pero
podrán reivindicarse separadamente.
En la restitución de un edificio se comprende la de sus llaves.
En la restitución de toda cosa, se comprende la de los títulos que conciernen a ella, si se hallan en manos del
poseedor.
133
Art. 906. El poseedor de mala fe es responsable de los deterioros que por su hecho o culpa ha sufrido la
cosa.
El poseedor de buena fe, mientras permanece en ella, no es responsable de estos deterioros, sino en cuanto
se hubiere aprovechado de ellos; por ejemplo, destruyendo un bosque o arbolado, y vendiendo la madera o
la leña, o empleándola en beneficio suyo.
114
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Distingue el 906 C.C:

a) Poseedor de mala fe: Responderá por todos los deterioros que por su hecho o
culpa sufrió la cosa, o sea no responderá cuando el deterioro proviene de caso
fortuito o fuerza mayor.
b) Poseedor de buena fe: solo responde cuando se aprovechó de los deterioros,
por ejemplo; taló los bosques y vendió la madera de un predio que después
debió restituir).

3- Restitución de los frutos (arts. 907134 y 913135 C.C), debemos distinguir:


a) Poseedor de mala fe: debe restituir todos los frutos naturales y civiles, si
estos ya no existen deberá restituir el valor de ellos al momento de su
percepción. Incluso debe restituir aquellos frutos que no se generaron, pero
que el dueño con mediana inteligencia y actividad pudo haber generado.
b) Poseedor de buena fe: no restituye los frutos, pero si contesta la demanda
a partir de ese momento se aplica la regla del poseedor de mala fe. La
buena o mala fe se refiere al tiempo de la percepción (artículo 913).

4- Indemnización por los gastos de custodia y conservación de la cosa durante


el juicio reivindicatorio.
Puede ocurrir que durante la secuela del juicio reivindicatoria se disponga el secuestro
de la cosa que se demanda. En tal caso, se generarán gastos de custodia y conservación.
De conformidad al artículo 904, esta obligación de indemnizar sólo pesa sobre el
poseedor de mala fe.

Obligaciones que tiene el reivindicante a favor del poseedor vencido.

Sólo se indemnizan los gastos ordinarios, no aquellos extraordinarios. Tanto el


poseedor de mala fe como el de buena fe, tiene derecho al pago de estos gastos (artículo
907, último inciso).

1- Indemnización por las mejorar introducidas en la cosa.


“La mejora es toda obra ejecutado por el poseedor para conservación de la cosa o
para aumentar se valor venal o para fines de ornato, lujo o recreo”.

134
Art. 907. El poseedor de mala fe es obligado a restituir los frutos naturales y civiles de la cosa, y no
solamente los percibidos sino los que el dueño hubiera podido percibir con mediana inteligencia y actividad,
teniendo la cosa en su poder.
Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hubieran tenido al tiempo de la percepción: se
considerarán como no existentes los que se hayan deteriorado en su poder.
El poseedor de buena fe no es obligado a la restitución de los frutos percibidos antes de la contestación de
la demanda: en cuanto a los percibidos después, estará sujeto a las reglas de los dos incisos
anteriores.
En toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los gastos ordinarios que ha invertido en
producirlos.
135
Art. 913. La buena o mala fe del poseedor se refiere, relativamente a los frutos, al tiempo de la
percepción, y relativamente a las expensas y mejoras, al tiempo en que fueron hechas.
115
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Se distinguen por lo tanto las siguientes136:

a) Mejoras Necesarias (art. 908137 C.C):“Son aquellas realizadas con el objeto


de conservar la cosa” y pueden ser obras materiales, por ejemplo; cercar un
predio, o inmateriales, por ejemplo; defender judicialmente el inmueble. Las
mejoras necesarias se les restituyen siempre, sea que el poseedor este de
buena o mala fe. (siempre se indemnizan)
b) Mejoras Útiles: “Son aquellas que se realizan con el objeto de aumentar el
valor venal (valor de venta comercial) de la cosa”. Debemos distinguir entre
poseedor de buena o mala fe. En este caso, se atiende, para considerar al
poseedor de buena o mala fe, al momento en que fueron hechas las mejoras.
(artículo 913).
b.1) Poseedor de buena fe (art. 909138 C.C): Tiene derecho a que se le
reembolsen estas mejoras (Inciso 1° y 2°) mientras estuvo de buena fe. En
todo caso el reivindicante tendrá un derecho alternativo o pagar el valor de los
materiales o pagarle el aumento de valor que experimento la cosa (Inciso 3°).
b.2) Poseedor de mala fe (art. 910139 C.C): No tiene derecho a que se le
reembolsen, pero podrá llevarse los materiales que hubiere invertido en la
cosa siempre que:
 Puedan separase sin detrimento de la cosa y;
 En la medida que el reivindicante se negare a pagar.

El artículo 912140 C.C determina cuándo se puede efectuar esta separación de los
materiales. Se deduce de esta norma que, si los materiales no pueden sacarse sin
detrimento de la cosa, el poseedor de mala fe pierde estas mejoras.

136
El artículo 908 se refiere a las mejoras necesarias. Los artículos 909, 910, 912 y 913 a las mejoras útiles. El
artículo 911 a las mejoras voluptuarias.
137
Art. 908. El poseedor vencido tiene derecho a que se le abonen las expensas necesarias invertidas en la
conservación de la cosa, según las reglas siguientes:
Si estas expensas se invirtieron en obras permanentes, como una cerca para impedir las depredaciones, o un
dique para atajar las avenidas, o las reparaciones de un edificio arruinado por un terremoto, se abonarán al
poseedor dichas expensas, en cuanto hubieren sido realmente necesarias; pero reducidas a lo que valgan las
obras al tiempo de la restitución.
Y si las expensas se invirtieron en cosas que por su naturaleza no dejan un resultado material permanente,
como la defensa judicial de la finca, serán abonadas al poseedor en cuanto aprovecharen al reivindicador, y
se hubieren ejecutado con mediana inteligencia y economía.
138
Art. 909. El poseedor de buena fe, vencido, tiene asimismo derecho a que se le abonen las mejoras útiles,
hechas antes de contestarse la demanda.
Sólo se entenderán por mejoras útiles las que hayan aumentado el valor venal de la cosa.
El reivindicador elegirá entre el pago de lo que valgan al tiempo de la restitución las obras en qué consisten
las mejoras, o el pago de lo que en virtud de dichas mejoras valiere más la cosa en dicho tiempo.
En cuanto a las obras hechas después de contestada la demanda, el poseedor de buena fe tendrá solamente
los derechos que por el artículo siguiente se conceden al poseedor de mala fe.
139
Art. 910. El poseedor de mala fe no tendrá derecho a que se le abonen las mejoras útiles de que habla el
artículo precedente.
Pero podrá llevarse los materiales de dichas mejoras, siempre que pueda separarlos sin detrimento de la
cosa reivindicada, y que el propietario rehúse pagarle el precio que tendrían dichos materiales después de
separados.
116
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

c) Mejores Volupturias (art. 911141 C.C):“Son aquellas que se realizan con la


finalidad de ornato, lujo o recreo” .Ni el poseedor de buena fe ni el de mala fe
tiene derecho a su reembolso, pero pueden retirarlas si es que con ello no se
genera detrimento en la cosa y siempre que el reivindicante no se allane a
pagarlas, ejemplo piscina.

Derecho de retención del poseedor vencido.


El poseedor vencido tendrá un derecho legal de retención decretado por
resolución judicial que lo faculta a no restituir la cosa mientras el reivindicante no pague o
asegure el pago de las prestaciones a favor del poseedor (Artículo 914142 C.C).

Las Acciones Posesorias.


Concepto.

Según el art. 916 C.C “Son aquellas que tienen por objeto conservar o recuperar la
posesión de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos”. (Mecanismos de
protección de carácter indirecto)

Características.

1) Son acciones inmuebles (art. 916 y 580 C.C);


2) Son acciones reales, Se ha discutido este carácter, partiendo del supuesto que la
posesión es un hecho para la mayoría de las doctrinas, mientras que el artículo
577 dispone que las acciones reales nacen de los derechos reales. Sin embargo,
se afirma que deben incluirse entre las acciones reales, porque pueden ejercerse
sin respecto a determinadas personas y en contra de cualquiera persona que turbe
o arrebate la posesión, sin que importe la existencia de un vínculo preestablecido
con ella (art 927, inc. 1°);
3) En el ámbito procesal, su ejercicio generalmente deja a salvo el derecho a discutir
posteriormente el dominio entre las mismas partes (arts. 563 y 576 del Código de
Procedimiento Civil).
En el caso de la querella de restablecimiento (cuyo carácter de acción posesoria
se discute) quedan a salvo incluso las acciones posesorias comunes (artículos 928
del Código Civil y 564 del Código de Procedimiento Civil);

140
Art. 912. Se entenderá que la separación de los materiales, permitida por los artículos precedentes, es en
detrimento de la cosa reivindicada, cuando hubiere de dejarla en peor estado que antes de ejecutarse las
mejoras; salvo en cuanto el poseedor vencido pudiere reponerla inmediatamente en su estado anterior, y se
allanare a ello.
141
Art. 911. En cuanto a las mejoras voluptuarias, el propietario no será obligado a pagarlas al poseedor de
mala ni de buena fe, que sólo tendrán con respecto a ellas el derecho que por el artículo precedente se
concede al poseedor de mala fe respecto de las mejoras útiles.
Se entienden por mejoras voluptuarias las que sólo consisten en objetos de lujo y recreo, como jardines,
miradores, fuentes, cascadas artificiales, y generalmente aquellas que no aumentan el valor venal de
la cosa, en el mercado general, o sólo lo aumentan en una proporción insignificante.
142
Art. 914. Cuando el poseedor vencido tuviere un saldo que reclamar en razón de expensas y mejoras,
podrá retener la cosa hasta que se verifique el pago, o se le asegure a su satisfacción.
117
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

4) Debe intentarse dentro de cierto plazo, Así como se exige un año de posesión
para tener acción posesoria, se concede el mismo plazo para ejercitarla; al
cumplirse el año, se extingue la acción: art. 920143.
En cuanto al cómputo del plazo, distingue la ley entre las acciones tendientes a
conservar y aquellas cuya finalidad es recuperar la posesión. Las primeras
prescriben al cabo de un año contado desde el acto de molestia o embarazo; las
segundas al cabo de un año contado desde que el poseedor anterior ha perdido la
posesión. En caso de nueva posesión violenta, el año se cuenta desde el último
acto de violencia; en caso de posesión clandestina, desde que ésta cesa.
La prescripción de las acciones posesorias, por ser plazo especial, no se
suspende (art. 2524), en favor de las personas indicadas en el art. 2509.

Diferencias con la acción reivindicatoria.


 La acción reivindicatoria ampara el domino, o sea un derecho; las acciones
posesorias amparan la posesión, o sea un hecho;

 El titular para ejercitar la acción reivindicatoria es el dueño y excepcionalmente el


poseedor regular cuando está en vías de ganar la cosa por prescripción (acción
publiciana). Las acciones posesorias pueden ejercitarlas el poseedor y aún el
mero tenedor en la querella de restablecimiento. El derecho real de herencia no
puede ampararse por acción posesoria, desde el momento que es una
universalidad jurídica, pero nada impide que se pueda amparar un inmueble
determinado de la sucesión.

El art. 922 consagra la acción en favor del usufructuario, el usuario y el habitador,


quienes si bien son menos tenedores de la cosa, son poseedores de sus respectivos
derechos. Por otra parte, se dice que entre comuneros no puede entablarse acción
posesoria, puesto que, entre ellos, en opinión de parte importante de la doctrina y de la
jurisprudencia, no corre prescripción. Respecto de los bienes nacionales de uso público,
como no pueden ganarse por prescripción, ni siquiera pueden poseerse, se ha concluido
que no procede acción posesoria. Pero, a su vez, si un particular adquiere un derecho de
uso y goce sobre ellos, de parte de la autoridad, puede proteger ese derecho (para
algunos real) con la correspondiente acción posesoria (teoría de los derechos reales
administrativos).

143
Art. 920. Las acciones que tienen por objeto conservar la posesión, prescriben al cabo de un año
completo, contado desde el acto de molestia o embarazo inferido a ella.
Las que tienen por objeto recuperarla, expiran al cabo de un año completo contado desde que el poseedor
anterior la ha perdido.
Si la nueva posesión ha sido violenta o clandestina, se contará este año desde el último acto de violencia, o
desde que haya cesado la clandestinidad.
Las reglas que sobre la continuación de la posesión se dan en los artículos 717, 718 y 719, se aplican a las
acciones posesorias.
118
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Prueba de la posesión.

Quien entabla la acción posesoria debe probar:

1) Que tiene una posesión tranquila e ininterrumpida de 1 año a lo menos. El


artículo 924144 establece que la posesión de los derechos inscritos se prueba con
la inscripción y el artículo 925145 establece que la posesión del suelo se prueba por
hechos posesorios positivos, esto puede ocurrir en alguno de los siguientes
casos:1) cuando existan dos inscripciones paralelas, 2) cuando los deslindes no
son exactos o 3) cuando el poseedor inscrito tenga menos de 1 año de inscripción.

2) Debe probar que se ha turbado o privado su posesión. Quien interponga la


acción posesoria, deberá acreditar estos hechos y cuándo acaecieron, para dejar
en claro si se interpuso en tiempo oportuno.

Acciones Posesorias en Particular.


Son las siguientes:

1) Querella de Amparo (Art.921146 C.C).


Es aquella que tiene como objeto conservar la posesión de bienes raíces o de
derechos reales constituidos en ellos. Según se desprende del artículo 921, se
persigue: 1) Que no se turbe o embarace la posesión, o sea, realizar actos que supongan
discutir el derecho del poseedor como así mismo; 2) Que se indemnicen los perjuicios
causados y 3) Que den garantías contra el daño que se teme. Prescribe en el plazo de un
año contado desde el acto de molestia o embarazo inferido al poseedor (art.920). Su
procedimiento se rige por los artículos 549 y siguientes del código de procedimiento civil.

2) Querella de Restitución (Art.926147 del Código Civil y artículo 549del Código


de Procedimiento Civil).
Es aquella que tiene como objeto recuperar la posesión de bienes raíces o de
derechos reales constituidos sobre ellos.

En cuanto a sus objetivos, no solo persigue la restitución, sino que también se


indemnicen los perjuicios.

Para saber si hubo despojo o no nuevamente tendrá importancia saber qué posición
se tome acerca de la relevancia de la inscripción conservatoria. Si estimamos que ella
representa el corpus y el animus no habrá lugar al ejercicio de esta acción. Prescribe en el
plazo de un año contado desde la privación.

144
Art. 924. La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción y mientras ésta subsista, y con
tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna prueba de posesión con que se pretenda
impugnarla.
145
Art. 925. Se deberá probar la posesión del suelo por hechos positivos, de aquellos a que sólo da derecho
el dominio, como el corte de maderas, la construcción de edificios, la de cerramientos, las plantaciones o
sementeras, y otros de igual significación, ejecutados sin el consentimiento del que disputa la posesión.
146
Art. 921. El poseedor tiene derecho para pedir que no se le turbe o embarace su posesión o se le despoje
de ella, que se le indemnice del daño que ha recibido, y que se le dé seguridad contra el que fundadamente
teme.
147
Art. 926. El que injustamente ha sido privado de la posesión, tendrá derecho para pedir que se le
restituya, con indemnización de perjuicios.
119
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

3) Querella de Restablecimiento (artículos 928148 del Código Civil y 549 del


Código de Procedimiento Civil).
Es la que se concede a quien ha sido despojado violentamente de la posesión o
de la mera tenencia de un inmueble a fin de que sea restituida. (Es también llamada
la querella de despojo violento).

Se dice que esta no es una acción posesoria propiamente tal, porque también puede
ejercitarla el mero tenedor.

No es necesario entonces probar posesión; basta acreditar el despojo. Tampoco es


necesario que el actor carezca de acción posesoria de amparo o restitución, como
pareciera sugerirlo el tenor literal del art. 928.

En cuanto a sus objetivos, persigue tanto recuperar la cosa como indemnizar los
perjuicios causados. Prescribe en el plazo de seis meses contados desde el despojo
violento, plazo que no se suspende (conforme al art. 2524)

4) Acciones Posesorias Especiales: Los denominados Interdictos Posesorios.


Reglas comunes:
a) La jurisprudencia ha resuelto que no es aplicable a estas acciones especiales el
art. 918149, que exige un año completo de posesión tranquila, en atención a que
está comprometido el interés público.

b) El art. 946150 contempla el caso en que haya pluralidad de querellados o de


querellantes. Cuando hay pluralidad de sujetos activos, también distinguimos dos
situaciones:
 Cada uno podrá pedir la prohibición, destrucción o enmienda de la cosa;
 Cada uno podrá pedir indemnización, pero sólo por el daño que haya sufrido.

c) Estas acciones no tendrán lugar contra el ejercicio de una servidumbre


legítimamente constituida: art. 947.

148
Art. 928. Todo el que violentamente ha sido despojado, sea de la posesión, sea de la mera tenencia, y que
por poseer a nombre de otro, o por no haber poseído bastante tiempo, o por otra causa cualquiera, no
pudiere instaurar acción posesoria, tendrá sin embargo derecho para que se restablezcan las cosas en el
estado que antes se hallaban, sin que para esto necesite probar más que el despojo violento, ni se le pueda
objetar clandestinidad o despojo anterior. Este derecho prescribe en seis meses.
Restablecidas las cosas, y asegurado el resarcimiento de daños, podrán intentarse por una u otra parte las
acciones posesorias que correspondan.
149
Art. 918. No podrá instaurar una acción posesoria sino el que ha estado en posesión tranquila y no
interrumpida un año completo.
150
Art. 946. Siempre que haya de prohibirse, destruirse o enmendarse una obra perteneciente a muchos,
puede intentarse la denuncia o querella contra todos juntos o contra cualquiera de ellos; pero la
indemnización a que por los daños recibidos hubiere lugar, se repartirá entre todos por igual, sin perjuicio
de que los gravados con esta indemnización la dividan entre sí a prorrata de la parte que tenga cada uno en
la obra.
Y si el daño sufrido o temido perteneciere a muchos, cada uno tendrá derecho para intentar la denuncia o
querella por sí solo, en cuanto se dirija a la prohibición, destrucción o enmienda de la obra; pero ninguno
podrá pedir indemnización, sino por el daño que él mismo haya sufrido, a menos que legitime su personería
relativamente a los otros.
120
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Sistematizando los casos:


Denuncia de obra nueva:
Es aquella que tiene por objeto conseguir que se prohíba toda obra nueva
sobre el suelo que se está en posesión, como así mismo aquella que embarace el
goce de una servidumbre legítimamente constituida. Los artículos 930, 1° y 931, 1°,
indican estos dos objetivos. El art. 930, incisos 2° y 3°, alude a obras nuevas no
denunciables.

 Denuncia de obra ruinosa:


Es aquella que tiene por objeto evitar que el mal estado de los edificios o
construcciones entorpezcan el ejercicio de la posesión. Los art. 932 y 935 se refieren
a las obras ruinosas denunciables Puede perseguir:

- Destrucción del edificio ruinoso;


- Su reparación si es posible;
- Si el daño que se teme no fuere grave, obtener que el dueño rinda caución de
resarcir todo perjuicio que sobrevenga por el mal estado del edificio.

Las reparaciones deben ser hechas por el querellado; pero si éste no las hace, las
hará el querellante en la forma indicada en el art. 933151.

El art. 934152 se pone en el caso que el edificio se derrumbe:

 Si se derrumbó antes de notificarse la demanda, no hay derecho a


indemnización (sanción al querellante negligente); cabe consignar que no sólo
el o los vecinos colindantes con el edificio ruinoso pueden accionar, sino que
cualquier persona, según lo establece por lo demás el artículo 149 de la Ley
General de Urbanismo y Construcciones.
 Si se derrumbó después de notificada la demanda distinguimos:
o Si se debió a caso fortuito, no habrá lugar a indemnización a menos de probarse
que el caso fortuito, sin el mal estado del edificio, no lo hubiera derribado.
o Si hubo dolo o culpa, se indemnizará de todo perjuicio a los vecinos. La acción
para pedir la destrucción de la obra ruinosa no prescribe mientras haya justo temor
de que el edificio u obra pueda derrumbarse: art. 950 Los artículos 2323 y
siguientes se refieren a la responsabilidad extracontractual por la ruina de un
edificio.

151
Art. 933. En el caso de hacerse por otro que el querellado la reparación de que habla el artículo
precedente, el que se encargue de hacerla conservará la forma y dimensiones del antiguo edificio en todas
sus partes, salvo si fuere necesario alterarlas para precaver el peligro.
Las alteraciones se ajustarán a la voluntad del dueño del edificio, en cuanto sea compatible con el objeto de
la querella.
152
Art. 934. Si notificada la querella, cayere el edificio por efecto de su mala condición, se indemnizará de
todo perjuicio a los vecinos; pero si cayere por caso fortuito, como avenida, rayo o terremoto, no habrá
lugar a indemnización; a menos de probarse que el caso fortuito, sin el mal estado del edificio, no lo hubiera
derribado.
No habrá lugar a indemnización, si no hubiere precedido notificación de la querella.
121
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Acción popular (arts. 948 a 950 C.C):

La municipalidad y cualquier particular tendrá, en favor de los caminos, plazas u


otros lugares de uso público, y para la seguridad de los que transitan por ellos, los
derechos que la ley concede a los dueños de heredades o edificios privados. Si a
consecuencia de haber interpuesto una acción popular, haya de demolerse o enmendarse
una construcción, o de resarcirse un daño sufrido, se recompensará al actor, a costa del
querellado, con una suma que no será inferior a la décima parte ni superior a un tercio, de
lo que cueste la demolición o enmienda, o el resarcimiento del daño. Adicionalmente, si se
castiga el delito o la negligencia con una pena pecuniaria, se adjudicará al actor la mitad.

Prescripción de las acciones posesorias especiales: artículo 950153.


Distinguimos:

 Las que tiene por objeto indemnizar un daño, prescriben para siempre al cabo de
un año completo;
 Las dirigidas a precaver un daño, no prescriben mientras haya justo motivo de
temerlo (por ejemplo, denuncia de obra ruinosa; o la acción que confiere el artículo
937, cuando se trata de obras que corrompan el aire y lo hagan conocidamente
dañoso);
 La denuncia de obra nueva prescribe en un año, pero queda a salvo el derecho
para entablar la acción reivindicatoria, salvo que la obra nueva se haya construido
en virtud de una servidumbre legítimamente constituida.

153
Art. 950. Las acciones concedidas en este título para la indemnización de un daño sufrido, prescriben
para siempre al cabo de un año completo.
Las dirigidas a precaver un daño no prescriben mientras haya justo motivo de temerlo.
Si las dirigidas contra una obra nueva no se instauraren dentro del año, los denunciados o querellados serán
amparados en el juicio posesorio, y el denunciante o querellante podrá solamente perseguir su derecho por
la vía ordinaria.
Pero ni aun esta acción tendrá lugar, cuando, según las reglas dadas para las servidumbres, haya prescrito el
derecho.
122
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Derechos Reales Limitados154.


Generalidades.

El dominio estará limitado cada vez que le falte alguna de sus características
esenciales. Estas limitaciones pueden ser legales (por ejemplo: el usufructo o derecho
legal de goce del padre o madre sobre los bienes del hijo; las servidumbres legales) o
voluntarias, cuando han sido establecidas por un hecho del hombre en virtud de un acto
jurídico. En general, se puede decir que el dominio se encuentra limitado toda vez que se
haya constituido sobre una cosa un derecho real a favor de una persona que no sea el
dueño.

El artículo 732155 alude a los variados modos en que puede ser limitado el dominio.
Estas limitaciones son derechos reales que debilitan los elementos que caracterizan al
dominio, el más completo de los derechos reales. Se habla de “derechos reales limitados”,
por dos razones fundamentales:

1. Porque estos derechos limitan el dominio; y


2. Porque considerados en sí mismos, estos derechos confieren sobre la cosa en
que recaen, facultades más limitadas que aquellas que otorga el dominio.

Son “derechos reales limitados”, según se desprende del artículo 732, la propiedad
fiduciaria, el usufructo, el uso o la habitación y las servidumbres. Los estudiaremos en el
mismo orden.

1- La Propiedad Fiduciaria.

Definición.
El artículo 733156 define la propiedad fiduciaria como aquella “que está sujeta al
gravamen de pasar a otra persona, por el hecho de verificarse una condición”. Como
puede observarse, el elemento esencial de la propiedad fiduciaria es la existencia de
una condición.

Constitución del fideicomiso.


Requiere la concurrencia de tres requisitos:
a) Que los bienes sean susceptibles de darse en fideicomiso;
b) Que existan tres personas (constituyente, fiduciario y fideicomisario)
c) Que exista una condición en virtud de la cual pase la propiedad del fiduciario al
fideicomisario.

154
El presente acápite constituye una sistematización de los aspectos más relevantes del apunte del
profesor Juan Andrés Orrego Acuña, cuya última fecha de modificación es del 29 de febrero del año 2016 y
de la obra del profesor Daniel Peñailillo Arévalo “Los Bienes, la propiedad y otros derechos reales”.
155
Art. 732. El dominio puede ser limitado de varios modos:
1º. Por haber de pasar a otra persona en virtud de una condición; 2º. Por el gravamen de un usufructo, uso o
habitación, a que una persona tenga derecho en las cosas que pertenecen a otra; y 3º. Por las servidumbres.
156
Art. 733. Se llama propiedad fiduciaria la que está sujeta al gravamen de pasar a otra persona, por el
hecho de verificarse una condición.
La constitución de la propiedad fiduciaria se llama fideicomiso.
Este nombre se da también a la cosa constituida en propiedad fiduciaria.
La translación de la propiedad a la persona en cuyo favor se ha constituido el fideicomiso, se llama
restitución.
123
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Sistematizando:

a) Que los bienes sean susceptibles de darse en fideicomiso.


Cosas que pueden darse en Fideicomiso art. 734157 C.C.
El fideicomiso puede recaer en muebles o inmuebles. Las cosas
consumibles no pueden ser objeto de fideicomiso; pero si éste se constituye sobre
una herencia o sobre una cuota determinada de ella, no hay inconveniente para que
algunas de las cosas que integran dicha herencia sean consumibles. La cuestión se
plantea cuando el fideicomiso se establece sobre una cosa singular; entonces debe ser
una especie o cuerpo cierto y no consumible.

De acuerdo al art. 735158, la constitución del fideicomiso es un acto


esencialmente solemne.

 Por acto entre vivos, deberá constituirse por escritura pública;


 Por acto de última voluntad, se hará por testamento.

Además, como lo dispone el artículo citado (art.735) y lo repite el número 2 del


artículo 52 del Reglamento del Conservador, la constitución de todo fideicomiso que
comprenda o afecte un inmueble, deberá inscribirse en el Registro de Hipotecas y
Gravámenes.

Cuando se constituye por acto testamentario.


Es claro que la inscripción no significa tradición de la propiedad fiduciaria, porque
el modo de adquirir es la sucesión por causa de muerte.
Para algunos autores (Alessandri, Somarriva, Vodanovic) la inscripción (al tratarse
de inmuebles) es en este caso solemnidad de la constitución del fideicomiso, en tanto que
para otros (Claro Solar) tiene por finalidad mantener la continuidad de las inscripciones y
para dar publicidad a las mutaciones del dominio.
En síntesis: Si se constituye por acto testamentario, es solo solemnidad, aunque
algunos piensan que simplemente cumple la función de mantener la continuidad de las
inscripciones.

Cuando se constituye por acto entre vivos.


La inscripción tiene el rol de tradición de la propiedad fiduciaria, del
constituyente al propietario fiduciario. Para algunos, es éste el único papel que
desempeña la inscripción (Claro Solar), mientras que según otros, es además,
solemnidad del acto constitutivo, acto que no estaría perfecto en tanto dicha inscripción no
se efectúe (Alessandri). En términos prácticos, esta última posición implica afirmar que no
sería posible exigir el cumplimiento de las obligaciones derivadas del acto, entre otras la
entrega del inmueble, ya que mientras no se inscriba no estaría constituido el fideicomiso.
En síntesis: La inscripción es tradición y solemnidad, aunque algunos estimen
que solo es tradición.

157
Art. 734. No puede constituirse fideicomiso sino sobre la totalidad de una herencia o sobre una cuota
determinada de ella, o sobre uno o más cuerpos ciertos.
158
Art. 735. Los fideicomisos no pueden constituirse sino por acto entre vivos otorgado en instrumento
público, o por acto testamentario.
La constitución de todo fideicomiso que comprenda o afecte un inmueble, deberá inscribirse en el
competente Registro.
124
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

En todo caso, conviene precisar la situación registral:


La propiedad fiduciaria (el inmueble fiduciario) debe inscribirse (a nombre del
propietario fiduciario) en el Registro de Propiedad (arts. 686 y 735 del C.C; y arts. 32 inc.
2 y 52 N°2 del regl.); la condición (de la cual pende la restitución) puede inscribirse en el
Registro de Hipotecas y gravámenes (arts. 32 inc. 2° y 53 N°1 del regl.).

¿Es posible adquirir el fideicomiso por prescripción?


La posibilidad de adquirir la propiedad fiduciaria por prescripción es también
discutida.
Se rechaza por algunos (Alessandri), sosteniéndose:
 Que no puede concebirse que alguien reciba una cosa en posesión, con el ánimo
de restituirla al cumplirse una condición;
 Además, al decir el art. 735 que el fideicomiso no puede constituirse sino por los
dos medios allí contemplados, quedan excluidos otros medios, porque el precepto
sería prohibitivo, con las dos excepciones en él señaladas;
 Por último, en el usufructo se indica expresamente que puede adquirirse por
prescripción (artículo 766 N° 4), mientras que en las normas del fideicomiso nada
se dice.
Sin embargo, otros autores (Claro Solar) aceptan la posibilidad de adquirir el
fideicomiso por prescripción.

Lo anterior, se fundamenta principalmente según lo dispuesto en los artículos 2498 159


y 2512160 C.C, que no lo excluyen. Tiene lugar, por ejemplo, cuando en la constitución de
la propiedad fiduciaria hubo algún vicio y en consecuencia el propietario fiduciario es sólo
poseedor de su derecho, como ocurre cuando el fideicomiso se constituyó sobre cosa
ajena. Cabe acotar que lo anterior sería válido para la adquisición del fideicomiso por
prescripción, más no para la constitución del mismo ya que en éste último caso sólo podrá
serlo por una de las dos formas establecidas en el art. 735.

b) Que existan tres personas (constituyente, fiduciario y fideicomisario)


 Constituyente:

Es el propietario del bien, que por testamento o por acto entre vivos declara
transmitirlo o transferirlo a otro, con una condición de la esencia del fideicomiso.

159
Art. 2498. Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales raíces o muebles, que están en el
comercio humano, y se han poseído con las condiciones legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente exceptuados.
160
Art. 2512. Los derechos reales se adquieren por la prescripción de la misma manera que el dominio, y
están sujetos a las mismas reglas, salvas las excepciones siguientes:
1a. El derecho de herencia y el de censo se adquieren por la prescripción extraordinaria de diez años.
2a. El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 882.
125
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Propietario fiduciario:

Es la persona que recibe el bien dado en fideicomiso, sujeto al gravamen de


traspasarlo a otro si se verifica la condición. El art. 742 161 permite que el constituyente
nombre varios fiduciarios o fideicomisarios. Ellos pueden ser de llamado simultaneo o en
forma de substitutos, pero estos no pueden ser sucesivos, es decir, no pueden ser
llamados al goce de la cosa uno en pos de otro, sino que todos los fiduciarios nombrados
deben gozar de la cosa conjunta o simultáneamente y todos los fideicomisarios deben
adquirirla de la misma forma (artículo 745162). Como adelantamos, el constituyente puede
designar propietarios fiduciarios sustitutos, ya que si bien el Código no lo señala
expresamente del tenor de los arts. 742, 743 y 744 parece no haber inconveniente.

Falta de fiduciario.

Si el constituyente no designó propietario fiduciario, el silencio está suplido por el art.


748163 C.C

El o los propietarios fiduciarios deben existir en el momento de constituirse el


fideicomiso. La falta del fiduciario produce diversos efectos, según falte antes o después
que se le defiera el derecho:

1. Si falta antes que se le defiera el fideicomiso, hay que atender a si el


constituyente designó o no sustitutos.
1.1 Si falta el fiduciario y se ha designado sustituto (o sustitutos), la propiedad
fiduciaria pasa a éste (o a éstos).
1.2 Si no se designó sustitutos, es necesario distinguir si hay o no lugar al
acrecimiento: artículo 750164, lo que supone la designación de varios propietarios
fiduciarios.
1.2.1 Opera el acrecimiento: De conformidad al art. 1148, el acrecimiento tiene lugar
cuando han sido designados varios propietarios fiduciarios y han sido llamados
todos juntos a la totalidad de la asignación fiduciaria, sin indicación de cuota.
En virtud del acrecimiento, la porción del que falta se junta con las
demás.
1.2.2 No opera el acrecimiento: Si el constituyente no ha designado sustituto ni hay
lugar a acrecimiento (ya sea porque hay un solo fiduciario, o habiendo varios,
ha sido determinada la cuota de cada uno de ellos), dispone el art. 748 que el
constituyente, que es dueño absoluto, pasa a ser propietario fiduciario si
viviere, o sus herederos.

161
Art. 742. El que constituye un fideicomiso, puede nombrar no sólo uno, sino dos o más fiduciarios, y dos o
más fideicomisarios.
162
Art. 745. Se prohíbe constituir dos o más fideicomisos sucesivos, de manera que restituido el
fideicomiso a una persona, lo adquiera ésta con el gravamen de restituirlo eventualmente a otra.
Si de hecho se constituyeren, adquirido el fideicomiso por uno de los fideicomisarios nombrados, se
extinguirá para siempre la expectativa de los otros.
163
Art. 748. Cuando en la constitución del fideicomiso no se designe expresamente el fiduciario, o cuando
falte por cualquiera causa el fiduciario designado, estando todavía pendiente la condición, gozará
fiduciariamente de la propiedad el mismo constituyente, si viviere, o sus herederos.
164
Art. 750. Siendo dos o más los propietarios fiduciarios, habrá entre ellos derecho de acrecer, según lo
dispuesto para el usufructo en el artículo 780, inciso 1º
126
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

2. Si falta el propietario fiduciario después de deferido el fideicomiso, se


transmite la propiedad fiduciaria a sus herederos, con el gravamen de restituirla al
fideicomisario, si se cumple la condición (art. 751165). La propiedad fiduciaria es
pues transmisible.

 Fideicomisario:

Es la persona que tiene la expectativa de ser dueño absoluto del bien, si se cumple la
condición. Es un acreedor condicional, bajo condición suspensiva.

No es necesario, a diferencia del propietario fiduciario, que el fideicomisario


exista al tiempo de constituirse el fideicomiso, basta con que se espere que exista
(art. 737166). Pero sí se requiere que el fideicomisario exista al tiempo de la restitución,
condición ésta que siempre se entiende en el fideicomiso (art. 738 167).

Los fideicomisarios nombrados pueden ser varios (igual que los propietarios
fiduciarios), art. 742; que existan o se espere que existan (art. 746168). Pueden ser de
llamado simultáneo (art. 742) o en forma de sustitutos (art. 743 169). Si hay sustitutos, debe
tenerse presente el art. 745, prohibición de fideicomisos sucesivos.

Falta de fideicomisario:
Debemos distinguir si falta antes o después de cumplirse la condición.
 Si falta antes que se cumpla la condición.
 Se ha designado sustituto, la expectativa pasa a éste: es el sustituto quien pasa
ser el fideicomisario.

165
Art. 751. La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y transmitirse por causa de muerte, pero
en uno y otro caso con el cargo de mantenerla indivisa, y sujeta al gravamen de restitución bajo las mismas
condiciones que antes.
No será, sin embargo, enajenable entre vivos, cuando el constituyente haya prohibido la enajenación; ni
transmisible por testamento o abintestato, cuando el día prefijado para la restitución es el de la muerte del
fiduciario; y en este segundo caso si el fiduciario la enajena en vida, será siempre su muerte la que
determine el día de la restitución
166
Art. 737. El fideicomisario puede ser persona que al tiempo de deferirse la propiedad fiduciaria no existe,
pero se espera que exista.
167
Art. 738. El fideicomiso supone siempre la condición expresa o tácita de existir el fideicomisario, o su
substituto, a la época de la restitución.
A esta condición de existencia pueden agregarse otras copulativa o disyuntivamente.
168
Art. 746. Si se nombran uno o más fideicomisarios de primer grado, y cuya existencia haya de aguardarse
en conformidad al artículo 737, se restituirá la totalidad del fideicomiso en el debido tiempo a los
fideicomisarios que existan, y los otros entrarán al goce de él a medida que se cumpla respecto de cada uno
la condición impuesta. Pero expirado el plazo prefijado en el artículo 739, no se dará lugar a ningún otro
fideicomisario.
169
Art. 743. El constituyente puede dar al fideicomisario los substitutos que quiera para en caso que deje de
existir antes de la restitución, por fallecimiento u otra causa.
Estas substituciones pueden ser de diferentes grados, substituyéndose una persona al fideicomisario
nombrado en primer lugar, otra al primer substituto, otra al segundo, etc.
127
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Si no hay sustituto, el fideicomisario, con arreglo al art. 762170, nada transmite a


sus herederos, ni siquiera su expectativa de llegar a ser alguna vez dueño de la
cosa; lisa y llanamente se consolida la propiedad del fiduciario, porque ha fallado
la condición. Dado que el fiduciario es dueño de la cosa bajo condición resolutoria
y ha fallado ésta, pasa a ser dueño absoluto. Los arts. 743 y 744 dan normas para
el caso que se haya designado sustitutos.

Finalmente señalar sobre este punto que, las sustituciones se entienden vulgares
(1156), es decir, sólo operan cuando el fideicomisario o el fiduciario faltan antes de
que se defiera su derecho. Si falta el fideicomisario, después que la condición se ha
cumplido, el sustituto no tiene derecho alguno, porque el fideicomisario ya ha adquirido la
propiedad absoluta de la cosa, y a su muerte se transmite a sus herederos. Si se
aceptara sustitutos vulgares o no vulgares o “fideicomisarios” después de deferido
el derecho al fideicomisario (1164), en el hecho significaría establecer fideicomisos
sucesivos, infringiendo el art. 745.
No hay más sustitutos que aquellos que expresamente ha designado el constituyente.

 Si falta el fideicomisario después que se ha verificado la condición, no se


presenta ningún problema: traspasa el derecho a sus sucesores, de acuerdo a las
reglas generales de la sucesión por causa de muerte.

c) Que exista una condición en virtud de la cual pase la propiedad del


fiduciario al fideicomisario.
El fideicomiso lleva en si la incertidumbre y ésta es su fundamental diferencia con el
usufructo, pues éste siempre termina, mientras que la terminación de fideicomiso es
eventual, ya que la restitución no siempre es seguro que se verifique.

La condición impuesta en el fideicomiso es resolutoria para el propietario


fiduciario y suspensiva para el fideicomisario. De cumplirse, se resuelve el derecho de
aquel y nace el de éste, el cual estaba en suspenso mientras la condición pendía.

El art. 738 dispone que en el fideicomiso siempre va envuelta una condición expresa o
tácita: que exista el fideicomisario o su sustituto, a la época de la restitución. Es ésta la
condición esencial a todo fideicomiso. A dicha condición, pueden agregarse otras,
copulativa o disyuntivamente171 (738, inciso 2º).

170
Art. 762. El fideicomisario que fallece antes de la restitución, no transmite por testamento o abintestato
derecho alguno sobre el fideicomiso, ni aun la simple expectativa, que pasa ipso jure al substituto o
substitutos designados por el constituyente, si los hubiere.
171
Las condiciones copulativas son aquellas que están destinadas a cumplirse conjuntamente: si una falla, no
tiene lugar la restitución. Las condiciones disyuntivas por su parte, son aquellas que están destinadas a
cumplirse la una o las otras.
128
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

En cuanto al tiempo en que debe cumplirse la condición, el art. 739 172 soporta
como máximo 5 años que la condición esté pendiente. Si transcurrido dicho plazo no
se ha cumplido, de pleno derecho se entiende fallida. Si la condición falla y no se cumple
en el tiempo hábil dentro de los 5 años siguientes a la delación de la propiedad fiduciaria,
se extingue el fideicomiso (763, Nº 5).

Extinguido el fideicomiso, desaparece la condición resolutoria que afectaba al


derecho del fiduciario, se consolida su derecho y adquiere la propiedad absoluta de
la cosa. Por eso no se afirma que el fiduciario tiene que restituir la cosa, sino que se dice
que puede encontrarse en situación de tener que restituirla, lo que sucederá, si la
condición se cumple; si la condición falla, no habrá restitución. En el mismo art. 739 se
establece una excepción al plazo de 5 años: cuando el evento de que pende la restitución
es la muerte del fiduciario.

Efectos de la propiedad fiduciaria.


a) Derechos y deberes del fiduciario.
Siendo dueño de la cosa tiene sobre ella una serie de derechos. Para empezar el art.
893173 le otorga expresamente la acción reivindicatoria para defender su propiedad. Sin
embargo, a cada momento el legislador le va recordando que su derecho es temporal. De
ahí resultan sus deberes.
1- En cuanto a sus derechos, el propietario fiduciario puede:
 Enajenar la cosa por acto entre vivos y transmitirla por causa de muerte: art.
751. La facultad de enajenar tiene una excepción: cuando el constituyente
prohibió la enajenación art. 751, inciso 2º.
A su vez, no podrá transmitirse por causa de muerte, cuando el día prefijado para
la restitución es el de la muerte del fiduciario. Si en este caso el fiduciario hubiere
enajenado la cosa en vida, el adquirente deberá restituirla al fideicomisario, al
fallecer el fiduciario (la misma regla en el usufructo, artículo 793, inciso 3).

 Gravar su propiedad fiduciaria: art. 757174. Con todo, con el fin de proteger al
fideicomisario, la ley ordena cumplir ciertos requisitos para que el gravamen sea
oponible al fideicomisario.
 Autorización judicial dada con conocimiento de causa; y
 Audiencia de las personas mencionadas en el art. 761.

172
Art. 739. Toda condición de que penda la restitución de un fideicomiso, y que tarde más de cinco años
en cumplirse, se tendrá por fallida, a menos que la muerte del fiduciario sea el evento de que penda la
restitución.
Estos cinco años se contarán desde la delación de la propiedad fiduciaria.
173
Art. 893. La acción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la propiedad plena o nuda,
absoluta o fiduciaria de la cosa.
174
Art. 757. En cuanto a la imposición de hipotecas, censos, servidumbres, y cualquiera otro gravamen, los
bienes que fiduciariamente se posean se asimilarán a los bienes de la persona que vive bajo tutela o
curaduría, y las facultades del fiduciario a las del tutor o curador.
Impuestos dichos gravámenes sin previa autorización judicial con conocimiento de causa, y con audiencia
de los que según el artículo 761 tengan derecho para impetrar providencias conservatorias, no será
obligado el fideicomisario a reconocerlos.
129
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Administrar el bien de que fiduciariamente es dueño: artículo 758175. Debe sí


conservar su integridad y valor. Siendo un administrador responde de los
menoscabos y deterioros que provengan de su hecho o culpa. Como el legislador
no indica el grado de culpa de que responde el fiduciario debemos concluir que
responde de culpa leve (art. 44, inciso 3º). La propiedad fiduciaria es
inembargable (1618 Nº 8 del Código Civil y 445 Nº 14 del Código de
Procedimiento Civil), pero sí pueden embargarse los frutos.

 Gozar de los frutos de su propiedad fiduciaria: 754176, 781 y 790.


Consecuencia de su calidad de dueño (norma de reenvío al aludir al usufructo).

2- En cuanto a sus Obligaciones, el propietario fiduciario debe:

 Practicar inventario solemne de los bienes que ha recibido, en las mismas


condiciones que el usufructuario. (art. 775, respecto al último). Sin embargo, no
está obligado, como el usufructuario, a rendir caución de conservación y
restitución, salvo que las personas indicadas en el art. 761 lo exijan y el juez
acceda (providencia conservativa): art. 755177 C.C.

 Conservar la cosa y restituirla en el momento de verificarse la condición de


la cual pende su derecho. La cosa debe conservarse indivisa y sujeta
siempre al gravamen de restitución. Esta indivisión forzada tiene por objeto
proteger las expectativas del fideicomisario, y como tal, constituye una excepción
a la regla del art. 1317.

En cuanto a las mejoras y expensas que hubiere hecho, para saber quién debe
pagarlas debemos distinguir:

 Mejoras ordinarias de conservación y cultivo o fructuarias (es decir


aquellas necesarias para hacer producir la cosa), son de cargo del fiduciario,
sin que pueda exigir nada por ellas al fideicomisario (artículos 795 y 796, en
relación con el 754). También debe pagar el fiduciario las cargas y pensiones
periódicas, los impuestos fiscales y municipales que pesan sobre la cosa
(artículos 796 y 754).

175
Art. 758. Por lo demás, el fiduciario tiene la libre administración de las especies comprendidas en el
fideicomiso, y podrá mudar su forma; pero conservando su integridad y valor.
Será responsable de los menoscabos y deterioros que provengan de su hecho o culpa.
176
Art. 754. El propietario fiduciario tiene sobre las especies que puede ser obligado a restituir, los derechos
y cargas del usufructuario, con las modificaciones que en los siguientes artículos se expresan.
177
Art. 755. No es obligado a prestar caución de conservación y restitución, sino en virtud de sentencia de
juez, que así lo ordene como providencia conservatoria, impetrada en conformidad al artículo 761.
130
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Mejoras extraordinarias o mayores (definidas en el art. 798 como “las que


ocurran por una vez o a largos intervalos de tiempo, y que conciernen a
la conservación y permanente utilidad de la cosa fructuaria”), que pueden
ser de dos clases, materiales e inmateriales: art. 756. Debe pagarlas el
fiduciario, pero llegado el evento de la restitución, tiene derecho a que
previamente se le reembolsen por el fideicomisario (con las rebajas que
expresa el art. 756178). En este caso, el fiduciario tiene derecho de retención
(754- 800).

Las reglas son entonces las siguientes:

i. El fiduciario está obligado a pagar todas las expensas extraordinarias para la


conservación de la cosa, incluyendo el pago de las deudas y de las hipotecas;
ii. Pero llegado el caso de la restitución (o sea, cuando habiéndose cumplido la
condición, deban entregarse las cosas al fideicomisario), tendrá derecho el
fiduciario a que previamente se le reembolsen por el fideicomisario dichas
expensas;
iii. El reembolso, sin embargo, se reduce a lo que con mediana inteligencia y
cuidado debieron costar las expensas (la ley, entonces, alude a la diligencia de
quien responde de culpa leve);
iv. Aún más, el reembolso se efectuará con las rebajas siguientes:

1º Si las expensas se invirtieron en obras materiales, como diques, puentes, paredes,


sólo se reembolsará lo que estas obras valgan al tiempo de la restitución;
2º Si las expensas se invirtieron en objetos inmateriales, como el pago de una
hipoteca, o las costas de un pleito que no hubiera podido dejar de sostenerse sin
comprometer los derechos del fideicomisario, se rebajará de lo que hayan costado una
vigésima parte (o sea, un 5%) por cada año de los que desde entonces hubieren
transcurrido hasta el día de la restitución; y si hubieren transcurrido más de veinte, nada
se deberá por esta causa (en este último caso, y atendido lo dispuesto en el artículo 739,
la ley parece aludir a la muerte del fiduciario, como hecho que origina la obligación de
restituir, pues sabemos que de tratarse de una condición, ésta debe cumplirse dentro de
los cinco años contados desde que fue deferido el fideicomiso al fiduciario).

178
Art. 756. Es obligado a todas las expensas extraordinarias para la conservación de la cosa, incluso el pago
de las deudas y de las hipotecas a que estuviere afecta; pero llegado el caso de la restitución, tendrá
derecho a que previamente se le reembolsen por el fideicomisario dichas expensas, reducidas a lo que con
mediana inteligencia y cuidado debieron costar, y con las rebajas que van a expresarse:
1º. Si se han invertido en obras materiales, como diques, puentes, paredes, no se le reembolsará en razón
de estas obras, sino lo que valgan al tiempo de la restitución;
2º. Si se han invertido en objetos inmateriales, como el pago de una hipoteca, o las costas de un pleito que
no hubiera podido dejar de sostenerse sin comprometer los derechos del fideicomisario, se rebajará de lo
que hayan costado estos objetos una vigésima parte por cada año de los que desde entonces hubieren
transcurrido hasta el día de la restitución; y si hubieren transcurrido más de veinte, nada se deberá por esta
causa.
131
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Restitución de la cosa, si la condición impuesta se cumple 179: deberá


efectuar la tradición de la cosa dada en fideicomiso al fideicomisario.
Excepciones: los arts. 749180 y 760181 establecen tres situaciones que hacen
excepción a las obligaciones antes enunciadas:

 Tenedor fiduciario: art. 749. Está obligado también a restituir los frutos.
 Irresponsabilidad de todo deterioro: artículo 760, 1º.
 Fideicomiso de residuo: el fideicomisario sólo podrá reclamar lo que quede al
momento de la restitución: artículo 760, 2º.

b) Derechos y obligaciones del Fideicomisario.


1) En cuanto a sus derechos182, el fideicomisario tiene los siguientes:

 Derecho de solicitar medidas conservativas: art. 761183, en relación al art.


1492. Entre otras, puede exigir caución de conservación y restitución (art. 755);

 Se ha sostenido que podría vender su expectativa (art.1813184). Se trataría de


una venta de cosa futura;

 Derecho a ser oído cuando el propietario fiduciario desea gravar la cosa;

179
En otros términos, el art. 733 inc. final señala que la traslación de la propiedad a la persona en cuyo favor
se ha constituido el fideicomiso, se llama restitución. Esta obligación nace al momento de cumplirse la
condición.
180
Art. 749. Si se dispusiere que mientras pende la condición se reserven los frutos para la persona que en
virtud de cumplirse o de faltar la condición, adquiera la propiedad absoluta, el que haya de administrar los
bienes será un tenedor fiduciario, que sólo tendrá las facultades de los curadores de bienes.
181
Art. 760. Si por la constitución del fideicomiso se concede expresamente al fiduciario el derecho de gozar
de la propiedad a su arbitrio, no será responsable de ningún deterioro.
Si se le concede, además, la libre disposición de la propiedad, el fideicomisario tendrá sólo el derecho a
reclamar lo que exista al tiempo de la restitución.
182
Recordemos que, el fideicomisario es un acreedor condicional, quien tiene la simple expectativa de llegar
a ser dueño de la cosa (art. 761 inc.1° C.C). Si fallece antes de cumplirse la condición, nada transmite. Sin
embargo, en consideración al germen de derecho que tiene, se le otorgan las facultades que a continuación
sistematizamos para proteger su posible derecho.
183
Art. 761. El fideicomisario, mientras pende la condición, no tiene derecho ninguno sobre el fideicomiso,
sino la simple expectativa de adquirirlo.
Podrá, sin embargo, impetrar las providencias conservatorias que le convengan, si la propiedad pareciere
peligrar o deteriorarse en manos del fiduciario.
Tendrán el mismo derecho los ascendientes del fideicomisario que todavía no existe y cuya existencia se
espera; los personeros de las corporaciones y fundaciones interesadas; y el defensor de obras pías, si el
fideicomiso fuere a favor de un establecimiento de beneficencia.
184
Art. 1813. La venta de cosas que no existen, pero se espera que existan, se entenderá hecha bajo la
condición de existir, salvo que se exprese lo contrario, o que por la naturaleza del contrato aparezca que se
compró la suerte.
132
Alex Carreño Sandoval
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 Derecho a solicitar indemnización de los perjuicios que sufriere la cosa a


consecuencia de hecho o culpa del fiduciario (salvo en el caso del artículo 760,
inciso 1º: “Si por la constitución del fideicomiso se concede expresamente al
fiduciario el derecho de gozar de la propiedad a su arbitrio, no será responsable
de ningún deterioro”). En este caso, ¿El fiduciario así facultado, no responderá ni
siquiera por los deterioros causados a las cosas por su dolo o culpa grave? No
parece razonable aceptar esto, pues en caso contrario, sería el propio legislador el
que “condone” anticipadamente un dolo futuro o una grave negligencia, como
implica la culpa lata o grave, cuyos efectos se equiparan a los del dolo. Así por lo
demás lo entiende Luis Claro Solar, al expresar que en este caso, el fideicomisario
impetrar medidas conservativas (por ejemplo, imponer ciertas prohibiciones o
incluso el secuestro de las cosas: “En caso de haberse dado al fiduciario el
derecho de gozar de la propiedad a su arbitrio, podría también el fideicomisario
impetrar medidas conservativas si el fiduciario manifiestamente procediera con
dolo o culpa lata, porque aunque no responda de ningún deterioro, esta excepción
de responsabilidad no lo autoriza para proceder en esa forma. Iguales medidas
conservativas podría solicitar contra el fiduciario a quien, además, se le hubiera
dado la facultad de disponer libremente de los bienes del fideicomiso, y el
fideicomisario sólo tenga el derecho de reclamar lo que exista el día de la
restitución, porque tiene interés en que lo que existe aún se conserve y no se
pierda o deteriore por culpa grave o dolo del fiduciario, y abusando de la facultad
de libre disposición que se le ha otorgado”.

 Derecho a exigir del fiduciario la entrega o restitución de la cosa, cumplida la


condición. Este es su derecho fundamental, y puede ejercerlo judicialmente si el
fiduciario se niega.

2) En cuanto a sus obligaciones, el fiduciario tendrá las siguientes:

 Reembolsar al fiduciario las mejoras que sean de cargo del fideicomisario,


según lo expuesto (o sea, las extraordinarias o mayores).

 Reintegrar al propietario fiduciario los pagos que éste hubiere hecho a


consecuencia de las deudas y cargas hereditarias y testamentarias que
pesaban sobre la cosa dejada en fideicomiso por el causante. La materia está
regulada por el artículo 1372, en los siguientes términos:
i. El propietario fiduciario y el fideicomisario se considerarán como una sola
persona, respecto de los demás asignatarios, para la distribución de las
deudas y cargas hereditarias y testamentarias (tengamos presente que frente a
los acreedores del causante, quienes han de responder son sus sucesores, a
prorrata de su participación en la herencia, y subsidiariamente los legatarios);
ii. A su vez, la división de las deudas y cargas hereditarias y testamentarias entre
el propietario fiduciario y el fideicomisario se hará del modo siguiente: 1° Debe
afrontar el pago, en primer lugar, el propietario fiduciario, pero con el derecho a
que el fideicomisario le reintegre lo pagado, aunque sin interés alguno; 2° Pero
si se trata de cargas periódicas, las sufrirá (o sea, las pagará) el fiduciario, sin
derecho a indemnización alguna por parte del fideicomisario.

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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Extinción del fideicomiso.


Están indicadas las causales de extinción en el art. 763:

 Por la restitución. Ocurrirá, cuando habiéndose cumplido la condición, se


extingue el dominio que tenía el propietario fiduciario y nace el derecho de dominio
a favor de quien era hasta ese momento fideicomisario;

 Por la resolución del derecho del constituyente. Resuelto el derecho del


causante, también se resuelve el derecho del causa habiente; así, por ejemplo, si
el constituyente del fideicomiso había adquirido la cosa por compraventa seguida
de la tradición y se resuelve la primera por no haberse pagado el precio, se
extinguirá también el derecho del propietario fiduciario; o, como señala el Código
Civil en el artículo 763, si el fideicomiso se hubiere constituido sobre una cosa que
se compró con pacto de retroventa (o “retrovendendo”, como dice el Código), y se
verifica la retroventa (pues en este caso, se entiende que la compraventa quedó
sujeta a una condición resolutoria ordinaria);

 Por la destrucción de la cosa (art. 807). La destrucción debe ser total; si la cosa
sólo se destruye parcialmente subsiste el fideicomiso sobre el resto;

 Por renuncia del fideicomisario antes del día de la restitución, sin perjuicio
de los derechos de los sustitutos (porque la renuncia sólo afecta a las personas
que la han hecho);

 Por fallar la condición o no haberse cumplido en “tiempo hábil”, es decir, si


tarda más de 5 años en cumplirse; en este caso, se produce la consolidación del
dominio en manos del propietario fiduciario, que pasa a ser dueño absoluto; queda
comprendido en esta hipótesis, el fallecimiento del fideicomisario antes de
cumplida la condición;

 Por confundirse la calidad de único fiduciario con la de único fideicomisario:


por ejemplo, se deja un inmueble a Juan, predio que pasará a manos de su hijo
José, si éste se recibe de médico. Fallece Juan y como el fideicomiso es
transmisible, pasa a su hijo José, que era fideicomisario.

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2- El Usufructo.
Concepto.

De conformidad al artículo 764 del Código Civil, “El derecho de usufructo es un


derecho real que consiste en la facultad de gozar de una cosa con cargo de conservar su
forma y substancia, y de restituirla a su dueño, si la cosa no es fungible; o con cargo de
volver igual cantidad y calidad del mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es
fungible”.

Características.

a) Es un derecho real, específicamente un derecho real de goce (a diferencia de


otros derechos reales, llamados “de garantía”, como la hipoteca y la prenda).
Siendo el usufructuario propietario de su derecho real, podrá intentar la
acción reivindicatoria y las acciones posesorias, si el usufructo recae sobre
inmueble. En el usufructo coexisten dos derechos reales: el del nudo propietario,
titular del derecho real de dominio, y el del usufructuario, que tiene un derecho de
uso y goce. En este aspecto, el usufructo se distingue del fideicomiso, en el cual
sólo existe un derecho, radicado primero en el fiduciario y luego en el
fideicomisario. El derecho real de usufructo puede ser mueble o inmueble, según
lo sea el bien sobre que recaiga (artículo 580).
b) Es un derecho real principal, en lo que se diferencia de la prenda y de la
hipoteca, que son derechos reales accesorios, que sirven para asegurar el
cumplimiento de una obligación principal. Con todo, no es un derecho
autónomo, pues necesita la existencia simultánea del derecho de dominio en otro
titular.
c) El usufructuario es mero tenedor de la cosa dada en usufructo, ya que
reconoce el derecho del nudo propietario; en cambio, tiene la propiedad y la
posesión de su derecho real de usufructo.
d) El usufructo es temporal, limitado en el tiempo (artículo 765, inciso 2º). Su
duración la fija generalmente un plazo; puede ser también una condición y en todo
caso dura a lo más por toda la vida del usufructuario.
e) El usufructo es un derecho intransmisible, no se transmite por causa de muerte
(artículo 773); pero sí puede enajenarse, aunque bajo ciertas condiciones (es
transferible, en la medida que el constituyente no haya prohibido la enajenación,
conforme lo establece el artículo 793).
f) El usufructo debe recaer sobre una cosa que no pertenezca al usufructuario:
artículo 732 número 2.

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Elementos del usufructo.

a) Bien susceptible de usufructo.

Cosas sobre las cuales puede recaer el usufructo.

El legislador nada ha dicho al respecto. En consecuencia, puede recaer el


usufructo sobre la universalidad de una herencia o una cuota de ella; sobre una o más
especies o cuerpos ciertos o sobre una cuota de ellos; sobre cosas determinadas por su
género; sobre cosas fungibles o no fungibles; y sobre derechos personales.

El usufructo y el cuasiusufructo.

 Cuando el usufructo recae sobre cosas no fungibles, estamos en presencia de un


usufructo propiamente tal.
 En cambio, cuando se constituye sobre cosas fungibles, se denomina
cuasiusufructo.

La existencia de estas dos modalidades, se desprende de la propia definición de


usufructo (artículo 764).
Con todo, debemos precisar que el Código Civil ha empleado la expresión
“fungible” queriendo aludir a las cosas “consumibles”, y por ende, habría
cuasiusufructo si la cosa es consumible. En efecto, parece ser esta la interpretación más
razonable, porque tratándose de cosas fungibles no consumibles, bien puede
establecerse la obligación de restituir la misma, aunque haya otras con igual poder
liberatorio.

El usufructo propiamente tal y el cuasiusufructo tienen las siguientes diferencias:

 El usufructo es un título de mera tenencia, pues el usufructuario reconoce


dominio ajeno, mientras que el cuasiusufructo es un título traslaticio de dominio, el
cuasiusufructuario se hace dueño del bien que recibe (artículo 789).

 Llegada la época de la restitución, el nudo propietario puede ejercer la acción


reivindicatoria, para recobrar la cosa dada en usufructo (terminado el
usufructo, el antiguo usufructuario será un “injusto detentador”, artículo 915),
mientras que en el cuasiusufructo, quien tiene derecho a la restitución sólo tiene
un crédito, por tanto una acción personal en contra del cuasiusufructuario, para
exigir la entrega de la cantidad debida o del valor.

 En cuanto a los riesgos, en el usufructo, como recae sobre una especie o


cuerpo cierto, si la cosa perece por caso fortuito o fuerza mayor, el usufructuario
se libera de la obligación de restituir la cosa. En el cuasiusufructo, en cambio,
habiendo una obligación de género, el cuasiusufructuario no puede exonerarse, ya
que el género no perece.

136
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

A su vez, conviene comparar el cuasiusufructo con el mutuo, porque se trata de


figuras muy similares, aunque por cierto no idénticas.

En ambas:

 Se entregan una o más especies con cargo de restituir otras tantas de igual
cantidad y calidad;
 Ambas son títulos traslaticios de dominio.

Diferencias:

 El cuasiusufructo puede tener su origen en la ley, lo que nunca ocurre con el


mutuo, siempre de origen contractual;
 El mutuo es un contrato real, mientras que el cuasiusufructo, cuando se constituye
por acto entre vivos, es consensual;
 La caución y el inventario se exigen en el cuasiusufructo y no en el mutuo;
 Tienen distintas causales de extinción.

b) Concurrencia de tres personas.

Tres personas intervienen en el usufructo: el constituyente, el nudo propietario y el


usufructuario.

Constituyente.

Es quien crea el usufructo, sea porque se despoja sólo del uso y goce,
conservando la nuda propiedad, sea porque enajena o trasmite el usufructo a una
persona y la nuda propiedad a otra.

Nudo propietario.

Es quien tiene la propiedad de la cosa fructuaria, despojada del uso y goce. Puede
ser el mismo constituyente, en cuyo caso conserva la nuda propiedad, o un tercero a
quien se le atribuye. La nuda propiedad está definida en el inciso 2º del artículo 582: “La
propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad”.

Usufructuario.

Es el titular del derecho real de usufructo, quien detenta el uso y goce de la cosa.
No hay inconveniente para que haya pluralidad en cada categoría de estos sujetos. Los
constituyentes pueden ser dos o más propietarios; puede atribuirse la nuda propiedad
a dos o más personas que la adquieren en común, y puede haber dos o más
usufructuarios (artículo 772). Pero en este último caso, lo importante es que todos los
usufructuarios han de ser llamados simultáneamente o como sustitutos, pues al igual que
en el fideicomiso y por las mismas razones, están prohibidos los usufructos sucesivos o
alternativos (artículo 769). Cabe señalar que entre el usufructuario y el nudo propietario no
existe una comunidad, debido a que si bien los derechos de ambos recaen sobre el
mismo objeto, son de distinta naturaleza.

137
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

c) El plazo.
Se desprende del artículo 770 que todo usufructo contiene un plazo de duración.
Aparece sin embargo cierta confusión, cuando el Código Civil permite que se establezca
una condición de cuyo evento dependerá la extinción del usufructo. Los artículos 770185,
771186, 773187 y 804188, han de entenderse así:

 El usufructo dura, a lo más, toda la vida del usufructuario: si se estipula un plazo o


una condición que estén pendientes a la muerte del usufructuario, estas
modalidades no producen efecto alguno, pues con el fallecimiento, se extingue el
usufructo. Si no se establece plazo del usufructo, dura toda la vida del
usufructuario. El inciso final del artículo 770 establece que el usufructo a favor de
una corporación o fundación cualquiera, no podrá exceder de treinta años. Nada
impide constituir un usufructo en favor de una sociedad, y en tal caso, sin el límite
de tiempo señalado. En tal sentido, en una sentencia de la Corte de Valparaíso del
año 1901, se concluye que el artículo 770 no se aplica a las “sociedades
industriales”, pues sólo se refiere a las citadas personas jurídicas de derecho
privado sin fines de lucro.

 Si se establece una condición, habrá que atenerse a ella y expirará el usufructo


cuando se cumpla, pero también con la limitación de la muerte del usufructuario.
Debe tratarse, por ende, de una condición resolutoria.

Cabe señalar que el artículo 768 impide constituir un usufructo bajo una condición o
plazo que suspenda su ejercicio, por la posibilidad de encubrir tal situación usufructos
sucesivos, ya que pendiente la condición, podría usufructuar la cosa un tercero,
restituyendo el usufructo al cumplirse la aludida condición. Si de hecho se constituye un
usufructo en la forma descrita, no tendrá valor alguno. Con todo, el inciso 2º del artículo
768 advierte que si el usufructo se hubiere constituido por testamento, y al momento de
fallecer el testador la condición se había cumplido o el plazo hubiere expirado, valdrá el
usufructo (esta disposición se relaciona con los artículos 1072 y 1082, en el ámbito de las
asignaciones por causa de muerte).

185
Art. 770. El usufructo podrá constituirse por tiempo determinado o por toda la vida del usufructuario.
Cuando en la constitución del usufructo no se fija tiempo alguno para su duración, se entenderá constituido
por toda la vida del usufructuario.
El usufructo constituido a favor de una corporación o fundación cualquiera, no podrá pasar de treinta años.
186
Art. 771. Al usufructo constituido por tiempo determinado o por toda la vida del usufructuario, según los
artículos precedentes, podrá agregarse una condición, verificada la cual se consolide con la propiedad.
Si la condición no es cumplida antes de la expiración de dicho tiempo, o antes de la muerte del
usufructuario, según los casos, se mirará como no escrita.
187
Art. 773. La nuda propiedad puede transferirse por acto entre vivos, y transmitirse por causa de muerte.
El usufructo es intransmisible por testamento o abintestato.
188
Art. 804. El usufructo se extingue generalmente por la llegada del día o el evento de la condición
prefijados para su terminación.
Si el usufructo se ha constituido hasta que una persona distinta del usufructuario llegue a cierta edad, y esa
persona fallece antes, durará sin embargo el usufructo hasta el día en que esa persona hubiera cumplido esa
edad, si hubiese vivido.
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Constitución del usufructo.


189
El artículo 766 C.C refiere a ellas. Sin embargo, la doctrina ha de señalar que
las fuentes del usufructo son: a) la ley, b) la voluntad del propietario, c) la prescripción y d)
la sentencia judicial.
Analizaremos a continuación cada una de estas fuentes.

a) La ley.
 El artículo 810190 se refiere a dos usufructos legales191, o derechos legales de goce:
 El usufructo legal del padre o de la madre o de ambos conjuntamente sobre ciertos
bienes del hijo no emancipado (erróneamente, el artículo continúa aludiendo al
padre o madre “de familia”). El artículo 250 establece qué bienes del hijo quedan
excluidos del derecho legal de goce del padre o madre que ejerza la patria
potestad;
 El usufructo legal del marido, como administrador de la sociedad conyugal, sobre
los bienes de la mujer.
 El caso de la donación revocable o del legado, cuando la cosa se entregó en vida del
donante o testador (artículo 1140192).
 Algunos agregan el caso de los poseedores provisorios de los bienes del
desaparecido, conforme al artículo 89. Con todo, otros han señalado que los
poseedores provisorios no tendrían un usufructo, sino la propiedad sujeta a condición
resolutoria.

b) Por voluntad del propietario.


Puede constituirse voluntariamente el usufructo por testamento o por acto entre
vivos.
 Si se constituye por testamento, se someterá el usufructo a las formalidades del
testamento. No se requiere inscripción, aunque recaiga sobre inmueble.
 Si se constituye por acto entre vivos, la formalidad depende de la naturaleza de
la cosa fructuaria:
- Si recae sobre muebles, es consensual;
- Si recae sobre inmuebles, es necesario instrumento público inscrito (artículo
767193). Se ha discutido el rol de la inscripción en este caso.

189
Art. 766. El derecho de usufructo se puede constituir de varios modos: 1º. Por la ley; 2º. Por testamento;
3º. Por donación, venta u otro acto entre vivos; 4º. Se puede también adquirir un usufructo por
prescripción.
190
Art. 810. El usufructo legal del padre o madre de familia sobre ciertos bienes del hijo, y el del marido,
como administrador de la sociedad conyugal, en los bienes de la mujer, están sujetos a las reglas especiales
del título De la patria potestad y del título De la sociedad conyugal.
191
En realidad, no son propiamente un derecho real de usufructo, sino uno derecho legal de goce.
192
Art. 1140. Por la donación revocable, seguida de la tradición de las cosas donadas, adquiere el donatario
los derechos y contrae las obligaciones de usufructuario.
Sin embargo, no estará sujeto a rendir la caución de conservación y restitución a que son obligados los
usufructuarios, a no ser que lo exija el donante.
193
Art. 767. El usufructo que haya de recaer sobre inmuebles por acto entre vivos, no valdrá si no se
otorgare por instrumento público inscrito.
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Se sostiene por algunos que desempeña el doble papel de solemnidad del


acto constitutivo y de tradición del derecho real de usufructo. En ese sentido,
para quienes sostienen esta posición, la inscripción que debe hacerse en el
registro de hipotecas y gravámenes del Conservador de Bienes raíces, es
solemnidad y tradición del derecho real de usufructo;

 Para otros, sólo desempeña esta última función (tradición), quedando perfecto
el acto constitutivo, con el sólo perfeccionamiento del instrumento público y sin que
haya un plazo para proceder a la inscripción.

En tal posición, Claro Solar: “La inscripción no es una solemnidad del acto de
constitución del usufructo que queda perfecto con el otorgamiento de la escritura pública
(…) pero es necesario además que se realice el modo de adquirir, esto es, la tradición del
derecho que se constituye, sin la cual el usufructuario no puede llegar a ser propietario de
su derecho de usufructo.” Lo mismo piensa Rozas Vial: “Si se considera que la inscripción
es una solemnidad del acto constitutivo del usufructo sobre inmuebles su omisión
acarrearía la nulidad absoluta del acto constitutivo, pero ¿en qué momento? No hay duda
que la inscripción hay que hacerla después de otorgada la escritura pública, pero
¿cuándo? Si el que debe practicar la inscripción se demora en hacerlo, estaría ratificando
un acto nulo absolutamente. Todo ello nos parece ilógico. Creemos que del contrato
otorgado por escritura pública nace el derecho personal para exigir la inscripción de la que
nacerá el derecho real de usufructo.” La inscripción, en todo caso, debe efectuarse en el
Registro de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes Raíces donde esté
ubicado el inmueble (artículos 686 del Código Civil y 52 N° 2 del Reglamento del Registro
Conservatorio). Si el usufructo se constituye por testamento, y recae sobre inmuebles, no
es necesaria su inscripción, tanto porque ella se exige para el usufructo constituido por
acto entre vivos, como porque en este caso, la adquisición del derecho real de usufructo
se efectuaría por sucesión por causa de muerte. En la práctica, sin embargo, se inscribe.

c) Por prescripción.
Esta posibilidad, contemplada expresamente en el artículo 766 N° 4, no es muy
frecuente, ya que lo usual es que quién posee una cosa, lo haga con ánimo de señor y
dueño sobre el bien en su integridad. Sin embargo, podría tener aplicación cuando se
constituye el usufructo sobre una cosa ajena, o cuando el título de constitución es nulo.
Las reglas y plazos para adquirir el usufructo por prescripción, son las del dominio
(artículo 2512 del Código Civil).

d) Por sentencia judicial.


Dispone el artículo 9º de la Ley número 14.908 sobre Abandono de Familia y Pago de
Pensiones Alimenticias, que el juez que esté conociendo del correspondiente juicio de
alimentos “podrá fijar o aprobar que la pensión alimenticia se impute total o parcialmente a
un derecho de usufructo, uso o habitación sobre los bienes del alimentante, quien no
podrá enajenarlos ni gravarlos sin autorización del juez. Si se tratare de un bien raíz, la
resolución judicial servirá de título para inscribir los derechos reales y la prohibición de
enajenar o gravar en los registros correspondientes” (inciso 2º). A juicio de algunos, otro
caso sería el del artículo 1337 N° 6 del Código Civil, en la partición de bienes, que permite
al partidor constituir el usufructo, “con el legítimo consentimiento de los interesados”, lo
que más bien llevaría a un usufructo originado por voluntad de las partes.

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Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Efectos del usufructo.


El usufructo produce derechos y obligaciones tanto para el usufructuario (los más
importantes), como para el nudo propietario. Trataremos los efectos de cada uno.

1- En cuanto al usufructuario.

a) Derechos del usufructuario.


 Derecho a usar la cosa fructuaria.
Si bien el artículo 764, al definir el usufructo, no alude a la facultad de uso o Ius
Utendi, debemos entender que dicha facultad se encuentra comprendida dentro de la
expresión “facultad de gozar de una cosa”, aunque en rigor el goce se vincule con la
obtención de frutos. Detentar el Ius Utendi significa que el usufructuario puede
utilizar o servirse de la cosa. La facultad de uso se traduce en aplicar la cosa misma a
todos los servicios que es capaz de proporcionar, sin tocar sus productos ni realizar una
utilización que implique su destrucción inmediata. Constituyen una manifestación de la
facultad de uso, los siguientes artículos:
- Artículo 782, referido a las servidumbres;
- Artículo 785, que establece que el usufructo de una heredad se extiende a los
aumentos que ella reciba por aluvión u otras accesiones naturales; y
- Artículo 787, que alude precisamente al derecho del usufructuario de cosa mueble
para “servirse de ella según su naturaleza y destino”.

 Derecho a gozar de la cosa fructuaria.


Llamada también Ius Fruendi, es la facultad que habilita para apropiarse los frutos que
da la cosa. El usufructuario tiene derecho tanto a los frutos naturales y civiles, que
la cosa produzca.
Constituyen una manifestación de esta facultad los siguientes artículos:
- Artículo 781, en virtud del cual pertenecerán al usufructuario todos los frutos
naturales que produzca un inmueble, incluyendo aquellos que estaban pendientes,
al momento de deferirse el usufructo. Como lógica contrapartida, aquellos frutos
pendientes al momento de terminar el usufructo, serán del propietario;
- Artículo 790, conforme al cual los frutos civiles pertenecen al usufructuario día por
día; esto implica que aquellos que se encontraban devengados al momento de
deferirse el usufructo, pero no pagados, no pertenecen al usufructuario; en el
mismo sentido, el artículo 792 establece que pertenecen al usufructuario, desde
que principia el usufructo, las rentas de arrendamiento por aquellos contratos
celebrados por el propietario antes de la constitución del usufructo;
- Artículo 793, que permite al usufructuario dar en arriendo el usufructo, y obtener
por ende frutos civiles;
- Artículo 794, que permite al arrendatario o cesionario del derecho de usufructo,
disponer del tiempo que necesite para la próxima percepción de frutos, antes de
restituir la cosa al propietario (norma similar a la del pacto de retroventa, en la
compraventa).

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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Por regla general, el usufructuario no tiene derecho a los productos, salvo


algunos que detallan los siguientes preceptos:
- Artículo 783 (puede derribar árboles, pero reponiéndolos);
- Artículo 784 (minerales y piedras de una cantera en actual laboreo); y
- Artículo 788 (animales que integran rebaños o ganados, pero reponiéndolos).

En todo caso, para determinar la extensión de las facultades del usufructuario,


habrá que estar al acto constitutivo (artículo 791194), siendo supletorias las normas del
Código Civil. El usufructuario gozará de su derecho de usufructo como un buen padre de
familia, respondiendo por ende de culpa leve (artículos 787, 788 y 802).

 Derecho de administrar la cosa fructuaria.


Así se establece en el artículo 777 C.C, que deja en claro que previamente, el
usufructuario deberá cumplir con ciertas obligaciones, a las que más adelante aludimos.

 Derecho a hipotecar el usufructo.


Establece el artículo 2418195, que la hipoteca podrá tener lugar sobre inmuebles “que
se posean” en usufructo. En verdad, el usufructuario sólo es mero tenedor del
inmueble, debiendo entenderse que lo hipotecable es su derecho real de usufructo.

 Derecho de arrendar y ceder el usufructo.


Dispone el artículo 793196 que el usufructuario, en principio, puede dar en arriendo el
usufructo y cederlo a quien quiera, a título oneroso o gratuito. Cabe consignar que el
usufructo podría arrendarse incluso al nudo propietario, sin que por ello cambie su
calidad, o sea, sin que por ello opere la consolidación de su dominio y se transforme en
pleno propietario. Puede ocurrir, sin embargo, que el constituyente del usufructo
hubiera prohibido arrendarlo o cederlo. En tal caso, si el usufructuario contraviniere la
prohibición, “perderá el derecho de usufructo”. Esta frase se ha interpretado por algunos
en el sentido que el acto sería nulo absolutamente, por adolecer de objeto ilícito, al
infringirse una prohibición del constituyente, que la ley haría suya (artículos 1464 Nº 2,
1466 y 1682), con lo que debe retornarse al estado anterior al acto que produjo la
infracción, volviendo el derecho arrendado o cedido al usufructuario, terminando acto
seguido el usufructo.

194
Art. 791. Lo dicho en los artículos precedentes se entenderá sin perjuicio de las convenciones que sobre
la materia intervengan entre el nudo propietario y el usufructuario, o de las ventajas que en la constitución
del usufructo se hayan concedido expresamente al nudo propietario o al usufructuario.
195
Art. 2418. La hipoteca no podrá tener lugar sino sobre bienes raíces que se posean en propiedad o
usufructo, o sobre naves.
Las reglas particulares relativas a la hipoteca de las naves pertenecen al Código de Comercio.
196
Art. 793. El usufructuario puede dar en arriendo el usufructo y cederlo a quien quiera a título oneroso o
gratuito.
Cedido el usufructo a un tercero, el cedente permanece siempre directamente responsable al propietario.
Pero no podrá el usufructuario arrendar ni ceder su usufructo, si se lo hubiese prohibido el constituyente; a
menos que el propietario le releve de la prohibición.
El usufructuario que contraviniere a esta disposición, perderá el derecho de usufructo.
142
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

No compartimos esta interpretación. Pensamos que se trata de una hipótesis de


infracción de una obligación de no hacer, que habilita al constituyente o al nudo
propietario, para pedir que se declare el término del usufructo. No creemos que se
trate de nulidad absoluta, porque la ley no lo dijo expresamente, siendo de derecho
estricto los casos de objeto ilícito. Por lo demás, el constituyente podría relevar al
usufructuario de la prohibición, y al respecto, ¿qué inconveniente hay en que lo releve
después de arrendar o ceder el usufructo? No podrá ceder ni arrendar su derecho de
usufructo, aquél en cuyo favor se hubiere constituido, de conformidad al artículo 9, inciso
4º, de la Ley número 14.908, sobre abandono de familia y pago de pensiones alimenticias.

 Si se trata de un cuasiusufructo, el cuasiusufructuario podrá disponer de la


cosa fructuaria.
Recordemos que en este caso, el cuasiusufructuario se hace dueño de las cosas
consumibles que recibió en usufructo, de manera que resulta lógico que la ley le
reconozca la facultad de disposición, como cualquier propietario.

 Ejercitar las acciones destinadas a proteger su derecho.


Para la protección de su derecho, dispone el usufructuario de la acción reivindicatoria
(artículo 891), y si recae sobre inmuebles, de las acciones posesorias (artículos 916 y
922). Incluso, se ha resuelto que puede entablar la acción de precario del artículo 2195 y
aún contra el nudo propietario, porque el usufructuario es dueño de su derecho de
usufructo. En todo caso, el usufructuario no puede impedir que sus acreedores
embarguen su derecho, salvo si se tratare de un usufructo legal (artículos 803 y 2466).

 Derecho a ser indemnizado, por los deterioros que se ocasionaren a las


cosas que recibe en usufructo.
Establece el artículo 774 que el usufructuario tendrá derecho para ser indemnizado de
todo menoscabo o deterioro que la cosa sobre que recae su derecho de usufructo hubiere
sufrido por culpa o dolo del propietario, desde el momento en que se produjo la delación
del usufructo.

 Derecho a retener la cosa fructuaria, aunque haya expirado el usufructo.


De conformidad a lo dispuesto en el artículo 800, el usufructuario podrá retener la
cosa fructuaria hasta el pago de los reembolsos e indemnizaciones previstas en la ley. Se
trata de un derecho legal de retención.

b) Obligaciones del usufructuario.


Distinguimos entre las obligaciones que el usufructuario tiene antes de entrar en el
goce de la cosa, al momento de entrar en el usufructo, durante el usufructo y después de
su extinción.

143
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Obligaciones previas al usufructo.


El usufructuario debe practicar inventario y rendir caución de conservación y
restitución (artículo 775).

- Obligación de hacer inventario.


El inventario debe ser solemne (artículo 858 del Código de Procedimiento Civil),
y no se exige tratándose de los usufructos legales. En el caso del usufructo
contemplado en la Ley N° 14.908 sobre abandono de familia y pago de pensiones
alimenticias, sólo se exige inventario simple.
Se ha discutido la posibilidad de que el constituyente pueda liberar al
usufructuario de la obligación de facción de inventario, frente al silencio de la ley,
que a su vez autoriza expresamente tal posibilidad respecto de la caución. Predomina
la opinión que es posible tal exención, en base a la autonomía de la voluntad, salvo
casos excepcionales, como el del artículo 1407 (cuando el título es la donación), o el
del artículo 379 (guarda testamentaria).

- Obligación de constituir caución.


En cuanto a la caución, la ley no da mayores especificaciones respecto a su
naturaleza ni a su monto. Generalmente se conviene entre usufructuario y nudo
propietario, regulándola el juez en desacuerdo de aquellos. Excepcionalmente,
algunos usufructuarios están liberados de la obligación de rendir caución:

 Tratándose de los usufructos legales;


 Cuando el usufructo se ha constituido por donación y el donante se ha reservado
el uso de la cosa donada (artículo 775, inciso 3º);
 Cuando el constituyente o el nudo propietario hayan exonerado de esta obligación
al usufructuario (artículo 775, inciso 2º);
 Cuando la ley así lo dispone: por ejemplo, Ley N° 14.908; artículo 86 número 9 y
artículo 87, ambos de la Ley General de Bancos, que permite a éstas instituciones
ser administradoras de bienes gravados con usufructo, cuando así se haya
establecido en el acto constitutivo.

El objeto de la caución difiere, según se trate de usufructo o de cuasiusufructo:

o En el usufructo: garantiza la obligación de conservación y restitución de la cosa


en el tiempo oportuno. La caución garantiza entonces una obligación de especie o
cuerpo cierto;
o En el cuasiusufructo: garantiza la restitución de otras tantas cosas del mismo
género y calidad que las recibidas, o el valor que tuvieren al tiempo de la
restitución. La caución garantiza, en este caso, una obligación de género.

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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Sanción por la omisión de inventario y caución.


No ocasiona dicha omisión la pérdida del derecho del usufructuario, sino los
efectos previstos en los artículos 776 y 777. Son tales:
 El usufructuario no podrá entrar en la administración de la cosa, la que en el
intertanto, corresponderá al propietario. Este, sin embargo, estará obligado a dar el
valor líquido de los frutos al usufructuario (artículo 776197);
 Si después de fijado un plazo al usufructuario por el juez, a petición del nudo
propietario, no se rinde por el primero caución, se adjudicará la administración al
último, quien mantendrá la obligación de dar al usufructuario el valor líquido de los
frutos, pero ahora el nudo propietario tiene derecho a deducir una suma fijada por
el juez, proporcional al trabajo y cuidados de la administración (artículo 777198,
inciso 1º);
 En la misma hipótesis anterior, pero de acuerdo con el usufructuario, el nudo
propietario puede realizar diversos actos jurídicos (artículo 777, incisos 2º, 3º y 4º):
Tomar en arriendo la cosa fructuaria o tomar prestados a interés los dineros
fructuarios;
Arrendar la cosa fructuaria y dar los dineros a interés;
comprar o vender las cosas fungibles y tomar o dar prestados a interés los
dineros que de ello provengan.
 Tratándose de los bienes muebles comprendidos en el usufructo, que fueren
necesarios para el uso personal del usufructuario y de su familia, le serán
entregados bajo juramento de restituir las especies o sus respectivos valores
(artículo 777, inciso 5º): se trata de la llamada “caución juratoria”, figura
excepcional que permite al usufructuario recibir los bienes aludidos, no obstante
no haber cumplido con las obligaciones de inventario y caución.
 El usufructuario, en todo caso, podrá reclamar la administración en todo tiempo,
prestando la caución a que lo obliga la ley (artículo 777, inciso 6º). Esto implica
que su derecho a reclamar la administración, es imprescriptible.

197
Art. 776. Mientras el usufructuario no rinda la caución a que es obligado, y se termine el inventario,
tendrá el propietario la administración con cargo de dar el valor líquido de los frutos al usufructuario.
198
Art. 777. Si el usufructuario no rinde la caución a que es obligado, dentro de un plazo equitativo,
señalado por el juez a instancia del propietario, se adjudicará la administración a éste, con cargo de pagar al
usufructuario el valor líquido de los frutos, deducida la suma que el juez prefijare por el trabajo y cuidados
de la administración.
Podrá en el mismo caso tomar en arriendo la cosa fructuaria, o tomar prestados a interés los dineros
fructuarios, de acuerdo con el usufructuario.
Podrá también, de acuerdo con el usufructuario, arrendar la cosa fructuaria, y dar los dineros a interés.
Podrá también, de acuerdo con el usufructuario, comprar o vender las cosas fungibles y tomar o dar
prestados a interés los dineros que de ello provengan.
Los muebles comprendidos en el usufructo, que fueren necesarios para el uso personal del usufructuario y
de su familia, le serán entregados bajo juramento de restituir las especies o sus respectivos valores,
tomándose en cuenta el deterioro proveniente del tiempo y del uso legítimo.
El usufructuario podrá en todo tiempo reclamar la administración prestando la caución a que es obligado.
145
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Obligaciones del usufructuario, al momento de entrar en vigencia el


usufructo.
- Debe respetar los arriendos de la cosa fructuaria.
Conforme al artículo 792, el usufructuario debe respetar los arriendos de la cosa
fructuaria, contratados por el propietario antes de constituirse el usufructo o después de
constituido, en las hipótesis del artículo 777. Igual ocurre con otras cargas reales o
personales, impuestas sobre las cosas antes de constituirse el usufructo (artículo 796).
Cabe consignar que respecto de los contratos de arrendamiento, le serán oponibles al
usufructuario, aunque se hubieren convenido por instrumento privado, pues el artículo 792
prevalece por sobre el artículo 1962, en el título del arrendamiento. Como contrapartida,
según lo expresamos, pertenecen al usufructuario, desde que principia el usufructo, las
rentas de arrendamiento por aquellos contratos celebrados por el propietario antes de la
constitución del usufructo.
- Debe recibir la cosa en el estado en que se encuentre, al momento de la
delación de su derecho de usufructo (artículo 774).
Como contrapartida, según lo indicamos, tendrá derecho para ser indemnizado de
todo menoscabo o deterioro que la cosa sobre que recae su derecho de usufructo hubiere
sufrido por culpa o dolo del propietario, desde el momento en que se produjo la delación
del usufructo.

 Obligaciones del usufructuario, durante la vigencia del usufructo.


- Debe mantener la cosa fructuaria.
Se desprende de la propia definición de usufructo, que el usufructuario debe conservar
la forma y substancia de la cosa fructuaria (artículo 764). Esta obligación es de la
esencia del usufructo.
Se ha discutido en la doctrina el contenido o alcance de esta obligación. Deben
examinarse factores tales como la estructura física, el aspecto externo, el destino de la
cosa, etc. Determinar cuál o cuales características de la cosa debe respetar el
usufructuario y qué cambios en ella pueden ser aceptables, implica estudiar cada caso,
con la constante de que es deber del usufructuario respetar el “ser esencial” de la cosa.
Para examinar y juzgar la conducta del usufructuario, habrá que considerar también las
posibilidades que tuvo de consultar al nudo propietario, la magnitud de las facultades que
le otorgó el título, etc. El Código Civil, en todo caso, admite un criterio flexible, al
aludir en el artículo 764 a la “forma y substancia”, en el artículo 783 a “conservarlos
en un ser” y en el artículo 787 a “su naturaleza y destino”.
- Pagar las expensas y las mejoras que se requieran, para la conservación de
la cosa.
El usufructuario está obligado al pago:
De las expensas ordinarias de conservación y cultivo (artículo 795);
De las pensiones, cánones y en general las cargas periódicas con que de
antemano haya sido gravada la cosa fructuaria y que se devenguen durante el
usufructo (artículo 796);
De los impuestos periódicos fiscales y municipales, que graven la cosa fructuaria,
en cualquier tiempo que se hayan establecidos (artículo 796). Por ende, si fuera un
impuesto “extraordinario” y no periódico, no sería de cargo del usufructuario;
De las deudas hereditarias y testamentarias, en la proporción que establece el
artículo 1368 y demás normas de la sucesión por causa de muerte, si el usufructo
se hubiere constituido por testamento.

146
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Obligaciones del usufructuario, una vez extinguido el usufructo.

- Debe restituir la cosa fructuaria.


Así lo hemos visto, conforme a los artículos 764 (usufructo) y 787
(cuasiusufructo). Si no lo hiciere, el propietario podrá reivindicar la cosa (artículo 915).
En cuanto al cuasiusufructo, lo que debe restituirse es otro tanto de igual cantidad y
calidad o su valor al tiempo en que expira el usufructo (artículos 764 y 789). La elección
corresponderá al cuasiusufructuario.
Excepcionalmente, el usufructuario podrá negarse a restituir, invocando el derecho de
retención legal, al que hicimos referencia (artículo 800).

2- En cuanto al nudo propietario.

a) Derechos del nudo propietario.


 Derecho de dominio sobre la cosa fructuaria.
Como dueño de la cosa puede enajenarla (artículo 773), respetando el adquirente
el usufructo; puede hipotecarla (artículo 2416), respetando el acreedor hipotecario el
usufructo; y puede transmitirla (artículo 773). Está premunido también de la acción
reivindicatoria (artículo 893); y si se trata de inmuebles, dispondrá también de las
acciones posesorias (artículo 916). Atendido el carácter real de tales acciones, puede
ejercerlas contra toda persona y al término del usufructo contra el usufructuario.

 Derecho a los frutos pendientes al momento de la restitución.


Así lo dispone el artículo 781, al que ya aludimos.

 Derecho a indemnización por pérdida o deterioro de la cosa fructuaria.


El usufructuario deberá indemnizar al propietario, por aquellos daños causados
en la cosa fructuaria, que provengan de su dolo o culpa (artículo 787). En el mismo
sentido, si los animales dados en usufructo mueren o sufren daños imputables a hecho o
culpa del usufructuario, deberá indemnizar al propietario (artículo 788); por su parte, el
artículo 802 advierte que el usufructuario es responsable no sólo de sus propios hechos u
omisiones, sino de los hechos ajenos a que su negligencia haya dado lugar (aplicación de
las reglas de la responsabilidad extracontractual).

 Derecho a percibir intereses, por dineros ocupados en ciertas inversiones.


Cuando deben hacerse obras o refacciones mayores necesarias para la conservación
de la cosa fructuaria, será el propietario quien deba solventarlas, pero con derecho a
obtener del usufructuario el pago de los intereses legales de los dineros invertidos en
ellas, mientras dure el usufructo (artículo 797).

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 Derecho al tesoro que se descubre en el suelo dado en usufructo. Ningún


derecho tiene el usufructuario, sobre los tesoros que se descubran en el
inmueble que tiene en usufructo (artículo 786).
Por lo tanto, serán el descubridor y el propietario, quienes se repartan el tesoro, o sólo
el último, conforme lo estudiamos en la ocupación.

 Derecho a pedir anticipadamente el término del usufructo.


Tiene esta facultad, conforme a lo dispuesto en el artículo 809199, en los siguientes
casos:
 Por haber faltado el usufructuario a sus obligaciones en materia grave;
 Por haber causado daños considerables a la cosa fructuaria. El juez, según la
gravedad del caso, podrá ordenar:
o Que cese absolutamente el usufructo; o
o Que vuelva al nudo propietario la cosa fructuaria, con cargo de pagar al
usufructuario una pensión anual determinada, hasta la terminación del
usufructo.

 Derecho de reclamación de la cosa fructuaria.


Tradicionalmente se le reconoce también al nudo propietario, una acción
personal de restitución, distinta de la reivindicatoria, que encuentra su fundamento
en el acto constitutivo del usufructo. Tal acción personal se dirige contra el
usufructuario al extinguirse el usufructo. Se dice que esta acción personal presenta la
ventaja para el nudo propietario, de que mientras en la acción reivindicatoria debe probar
su dominio, en aquella sólo le sería necesario probar el acto constitutivo, exhibir el acto
que dio origen al usufructo .

b) Obligaciones del nudo propietario.

Se reducen al pago de las expensas extraordinarias mayores que se hayan ejecutado


(art. 797 y 798, art. 801). Se entienden por tales expensas (798), las que reúnen dos
requisitos:
- Ocurren por una vez o a largos intervalos de tiempo; y
- Conciernen a la conservación y permanente utilidad de la cosa fructuaria.

Recordemos que las expensas ordinarias de conservación y cultivo, son de cargo del
usufructuario, sin derecho a reembolso.

199
Art. 809. El usufructo termina, en fin, por sentencia de juez que a instancia del propietario lo declara
extinguido, por haber faltado el usufructuario a sus obligaciones en materia grave, o por haber causado
daños o deterioros considerables a la cosa fructuaria.
El juez, según la gravedad del caso, podrá ordenar, o que cese absolutamente el usufructo, o que vuelva al
propietario la cosa fructuaria, con cargo de pagar al fructuario una pensión anual determinada, hasta la
terminación del usufructo.
148
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Extinción del Usufructo.


Se extingue el usufructo por las siguientes causales:

a) Por la llegada del día o el cumplimiento de la condición establecidos (art.


804).
En todo caso, cualquiera que sea el plazo o la condición, el usufructo no puede
continuar después de la muerte del usufructuario.

b) Por muerte del usufructuario; arts. 806, 773, inciso 2°.


Ya hemos dejado en claro que el derecho de usufructo es intransmisible. Al fallecer el
usufructuario, se entiende extinguido de pleno derecho el usufructo, de manera que si
éste recaía sobre un inmueble y se encontraba inscrito en el Registro de Hipotecas y
Gravámenes del Conservador de Bienes Raíces respectivo, bastará exhibirle a éste un
certificado de defunción del usufructuario, para que proceda a cancelar la aludida
inscripción.

c) Por resolución del derecho del constituyente; art. 806.


Esta causal se relaciona con los artículos 1490 y 1491, que limitan los efectos de la
resolución de un derecho, pues dicha resolución no puede afectar a los terceros que
tengan el dominio de los bienes que habían sido objeto del contrato resuelto, o sean
titulares de los derechos reales mencionados en el artículo 1491. Según estudiaremos en
las Obligaciones, se ha planteado si la enumeración del artículo 1491 es taxativa o si por
el contrario, la regla debe hacerse extensiva a otros derechos reales, como los de
usufructo, uso o habitación, no mencionados en la disposición. La enumeración sería
taxativa, atendido el carácter excepcional del artículo 1491, norma que deroga en favor de
los terceros de buena fe el principio general de la retroactividad de la condición resolutoria
cumplida. Como disposición excepcional, debe interpretarse restrictivamente. Para los
gravámenes no mencionados en el artículo 1491 regiría entonces el principio general: los
usufructos y el derecho de uso o de habitación siempre se extinguirán por la resolución
del derecho de quien los constituyó, aunque los titulares de tales derechos reales estén
de buena fe.

d) Por consolidación del usufructo con la nuda propiedad; art. 806.

e) Por prescripción (art. 806).


Esta causal ha dado lugar a discusiones desde el punto de vista de la prescripción
adquisitiva. Ciertamente que si un tercero posee el derecho de usufructo, puede llegar a
ganarlo por prescripción, y entonces, para el primer usufructuario se habrá extinguido su
usufructo por prescripción adquisitiva del tercero (art. 2.517) Otro tanto ocurre si el tercero
adquiere por prescripción la cosa misma sobre el cual había usufructo. Pero el problema
consiste en establecer si podría terminar por prescripción extintiva, es decir, por el simple
no ejercicio del derecho de usufructo, que en tal eventualidad se iría a consolidar con la
nuda propiedad.

149
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Algunos aceptan esta posibilidad: siendo una importante limitación al dominio pleno, si
el usufructo no se ejercita, aparece como inútil y es justificable su extinción; en esto, se
agrega, el usufructo y demás derechos reales difieren del dominio que es perpetuo (Claro
Solar). Otros niegan la aplicación de la prescripción extintiva; la acción por la que se
reclama un derecho sólo se extingue por la prescripción adquisitiva del mismo derecho
(art. 2.517). Además, como en el esquema del código el usufructuario tiene el derecho de
dominio sobre su usufructo, debe aplicársele la regla correspondiente y por lo tanto el
usufructo no se extinguiría, puesto que el dominio no se extingue por la sola circunstancia
de no ejercerlo (Alessandri).

f) Por renuncia del usufructuario (artículo 806).


La renuncia, si se refiere al usufructo de un inmueble, debe constar en escritura
pública y anotarse al margen de la inscripción del usufructo, para cancelarla (artículo 52
número 3 del Reglamento Conservatorio).

g) Por destrucción completa de la cosa fructuaria (artículos 807 y 808).


Si la destrucción es parcial, el usufructo subsiste en la parte que resta.

h) Por sentencia judicial.


Ocurre lo anterior, en los dos casos del artículo 809, a los que hicimos referencia.

Diferencias entre el usufructo y el fideicomiso.

 En cuanto a la naturaleza de ambas instituciones.


1- En el usufructo existen dos derechos reales; mientras que en el fideicomiso uno
solo;
2- En el fideicomiso es indispensable la existencia de una condición, aun cuando solo
sea la existencia del fideicomisario; en el usufructo se requiere plazo, que es por
toda la vida del usufructuario si nada se dice;
3- En el fideicomiso no es segura la restitución; mientras que en el usufructo siempre
la hará.

 En cuanto a su constitución.
1- En el fideicomiso se limitan las cosas sobre las cuales pueden recaer; mientras
que en el usufructo no se limitan las cosas sobre las cuales puede recaer.
2- El fideicomiso entre vivos siempre es solemne; mientras que el usufructo entre
vivos sobre mueble es consensual;
3- El usufructo constituido por testamento sobre inmueble no requiere inscripción;
mientras que el fideicomiso de esas características si lo requiere;
4- No hay fideicomisos por ley ni por sentencia judicial; mientras que, si hay
usufructo, sea por ley o por sentencia judicial.

150
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 En cuanto a sus efectos.


1- El usufructo requiere inventario y caución; mientras que el fideicomiso sólo
inventario, y excepcionalmente caución cuando se obliga a ello por sentencia
judicial;
2- El usufructo es embargable; mientras que el fideicomiso no es embargable;
3- La propiedad fiduciaria es transmisible; mientras que el usufructo no es
transmisible;
4- En el fideicomiso, el fiduciario debe hacer las expensas extraordinarias mayores,
las cuales deben ser reembolsadas por el fideicomisario de acuerdo a las reglas
vistas; mientras que, en el usufructo, debe hacerlas el nudo propietario, pero el
usufructuario debe pagarle el interés por los capitales invertidos durante todo el
usufructo.

 En cuanto a su terminación.
1- El derecho del fideicomisario no termina por su muerte; mientras que el del
usufructuario si termina por su muerte.
2- El fideicomiso no puede terminar por sentencia judicial; el usufructo sí.

3- El derecho de uso y de habitación.

Definición.
Conforme al artículo 811, “El derecho de uso es un derecho real que consiste,
generalmente, en la facultad de gozar de una parte limitada de las utilidades y productos
de una cosa. Si se refiere a una casa, y a la utilidad de morar en ella, se llama derecho de
habitación”. Los términos del Código Civil dan a entender que estamos ante dos derechos
(artículo 819). En estricto rigor, sin embargo, estamos ante un solo derecho, el
derecho real de uso, que al recaer sobre una casa, toma el nombre de derecho de
habitación200. Ello no significa que el derecho de uso no pueda recaer en un inmueble, un
predio agrícola, por ejemplo, sin considerar el habitar la casa que en él pueda
encontrarse.

Características.
 Es un derecho personalísimo. Establece el artículo 819 que los derechos de uso
y habitación son intransmisibles a los herederos, y no pueden cederse, prestarse
ni arrendarse. Pero están en el comercio humano, y por ende pueden adquirirse
por prescripción (artículo 2498). Recordemos que no hay total identidad entre las
cosas incomerciables e inalienables. En este caso, estamos ante un derecho
comerciable, pero inalienable.
 Es un derecho inembargable. Así lo establecen los artículos 2466 y 1618 del
Código Civil y 445 número 15 del Código de Procedimiento Civil.

200
Se dice que el uso y la habitación son usufructos más restringidos.
151
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Se constituye y extingue según las reglas del usufructo. Así lo establece el


artículo 812201, sin perjuicio de excluir en esta asimilación a los usufructos legales.
En cuanto al usufructo de origen judicial, la Ley 14.908 permite también al juez
constituir un derecho de uso o habitación en la sentencia de alimentos.

 Por regla general, el titular no tiene las obligaciones de hacer inventario y


constituir caución. Con todo, en dos casos se exige inventario (artículo 813 202):
- Al habitador;
- Al usuario, si el uso se constituye sobre cosas que deban restituirse en especie.

 Básicamente, el uso o la habitación se limitan a las necesidades personales


del usuario o habitador.
Dentro de tales necesidades personales, se comprenden las de la respectiva familia
(artículo 815203). En todo caso, la extensión del derecho se determinará, en primer
lugar, por el título que lo constituyó (artículo 814204).

 El usuario o habitador deben ejercitar su derecho con la moderación y


cuidado de un buen padre de familia (artículo 818205).

Semejanzas entre el usufructo y los derechos de uso y habitación.

Ambos son derechos:

- Reales;
- Temporales;
- Intransmisibles;
- Limitativos del dominio.

201
Art. 812. Los derechos de uso y habitación se constituyen y pierden de la misma manera que el usufructo.
202
Art. 813. Ni el usuario ni el habitador estarán obligados a prestar caución.
Pero el habitador es obligado a inventario; y la misma obligación se extenderá al usuario, si el uso se
constituye sobre cosas que deban restituirse en especie.
203
Art. 815. El uso y la habitación se limitan a las necesidades personales del usuario o del habitador.
En las necesidades personales del usuario o del habitador se comprenden las de su familia.
La familia comprende al cónyuge y los hijos; tanto los que existen al momento de la constitución, como los
que sobrevienen después, y esto aun cuando el usuario o el habitador no esté casado, ni haya reconocido
hijo alguno a la fecha de la constitución.
Comprende asimismo el número de sirvientes necesarios para la familia. Comprende, además, las personas
que a la misma fecha vivían con el habitador o usuario y a costa de éstos; y las personas a quienes éstos
deben alimentos.
204
Art. 814. La extensión en que se concede el derecho de uso o de habitación se determina por el título que
lo constituye, y a falta de esta determinación en el título, se regla por los artículos siguientes.
205
Art. 818. El usuario y el habitador deben usar de los objetos comprendidos en sus respectivos derechos
con la moderación y cuidado propios de un buen padre de familia; y están obligados a contribuir a las
expensas ordinarias de conservación y cultivo, a prorrata del beneficio que reporten.
Esta última obligación no se extiende al uso o a la habitación que se dan caritativamente a personas
necesitadas.
152
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

4- Las servidumbres.
Concepto.

Es otro derecho real limitado, enumerado en el art. 577, desde el punto de vista del
predio dominante; es una limitación al dominio, desde el punto de vista del predio
sirviente. Esta doble faceta origina las servidumbres activas y pasivas.

El art. 820 contiene la definición legal: “Servidumbre predial, o simplemente


servidumbre, es un gravamen impuesto sobre un predio en utilidad de otro predio de
distinto dueño”.

Elementos.

Se desprenden de la propia definición los elementos fundamentales de toda


servidumbre:

a) Dos predios de distinto dueño.

Se ha discutido la clase de inmuebles que pueden quedar comprendidos en el


concepto de “predios”. La jurisprudencia no es uniforme al respecto. Se ha sostenido que
se trata no sólo de inmuebles por naturaleza, sino también por adherencia o por
destinación. En otra oportunidad, se ha resuelto que sólo es posible constituir servidumbre
respecto de los inmuebles por naturaleza, pues el artículo 568 llama “predios” a las casas
y heredades. En cuanto a la diferencia de dueño, es una característica fundamental,
porque como ha dicho la jurisprudencia, no se puede ser a la vez sujeto activo y pasivo de
una relación jurídica.

b) Un gravamen.

Que pesa sobre uno de los predios, para favorecer al otro, y que origina en el uno la
denominación de predio sirviente y en el otro la de predio dominante.

Características.
 Para el predio sirviente, la servidumbre significa un gravamen de carácter
real, porque tal naturaleza tiene el derecho que es su extremo opuesto. Las
mutaciones de propietario, no alteran dicha carga.

 Para el predio dominante, es decir en cuanto servidumbre activa:


- Es un derecho real. (art. 577);

- Es un derecho inmueble: algunos derechos pueden ser muebles o inmuebles,


según la cosa en que se ejercen (art. 580). En el caso de la servidumbre, sin
embargo, siempre será un derecho inmueble, porque es inconcebible ejercerla
sobre una cosa mueble.

153
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

- Es un derecho accesorio: cabe señalar que la accesoriedad no está tomada aquí


en la acepción común, contenida en el art. 1442; la servidumbre no tiene por
finalidad asegurar el cumplimiento de ninguna obligación principal. Es
accesoria, en cuanto no puede subsistir sin los predios sobre los cuales recae
(artículo 825). De ahí que a diferencia de lo que ocurre con otros derechos reales,
como el usufructo o el uso, se tiene un derecho real de servidumbre como
consecuencia de ser propietario de un predio (el dominante) y no directamente,
como el usufructuario, el usuario, el habitador. Consecuencia de lo anterior es que
el derecho de servidumbre no puede ser cedido, embargado o hipotecado
independientemente del predio dominante y por otra parte, llega a integrar el goce
de la propiedad a que accede (arts. 782, 1.120, 1.125, etc.).

- Es un derecho perpetuo: en el sentido que subsiste mientras objetivamente


existan los predios a que se refiere y la necesidad o justificación del gravamen. Sin
embargo, debe tenerse presente que no hay impedimento para que se
establezcan por las partes con duración limitada (artículo 885 N° 2) y que pueden
extinguirse por el no uso (artículo 885, número 5).

- Es un derecho indivisible: la servidumbre no puede adquirirse, ejercerse o


extinguirse parcialmente; se tiene o no se tiene (arts. 826, 827 y 886).

Clasificación.

a) Según su origen (artículo 831206): pueden ser naturales, legales y voluntarias.

b) Según sus señales de existencia (artículo 824207): pueden ser aparentes e


inaparentes.
Se suele objetar a esta clasificación su débil consistencia, pues depende
solamente de ciertas circunstancias materiales más o menos accidentales. De ahí que
haya muchas servidumbres que pueden ser aparentes o inaparentes (de tránsito, de
acueducto); hay otras sin embargo que siempre serán inaparentes, como aquellas que
consisten en un no hacer en el predio sirviente.

c) Según su ejercicio (artículo 822208): continuas o discontinuas.

206
Art. 831. Las servidumbres o son naturales, que provienen de la natural situación de los lugares, o legales,
que son impuestas por la ley, o voluntarias, que son constituidas por un hecho del hombre.
207
Art. 824. Servidumbre aparente es la que está continuamente a la vista, como la de tránsito, cuando se
hace por una senda o por una puerta especialmente destinada a él; e inaparente, la que no se conoce por
una señal exterior, como la misma de tránsito, cuando carece de estas dos circunstancias y de otras
análogas.
208
Art. 822. Servidumbre continua es la que se ejerce o se puede ejercer continuamente, sin necesidad de
un hecho actual del hombre, como la servidumbre de acueducto por un canal artificial que pertenece al
predio dominante; y servidumbre discontinua la que se ejerce a intervalos más o menos largos de tiempo, y
supone un hecho actual del hombre, como la servidumbre de tránsito.
154
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Para calificar a una servidumbre de continua o discontinua, se atiende a la forma


natural como se ejerce, se aprecia de manera objetiva y universal, y no al hecho que se
ejerza continuamente y sin intermitencia, es decir se prescinde del ejercicio real que en un
caso determinado puede observarse. Así, una servidumbre continua puede ejercerse con
intermitencia, como la de acueducto por la cual pasa el agua de tiempo en tiempo; pero
será siempre continua porque siempre estará allí el canal o cañería apto para el paso de
agua, aún cuando ello ocurra esporádicamente. En cambio, las servidumbres
discontinuas, no pierden su carácter de tales, aunque se ejerzan sin intermitencia alguna.
Así, una servidumbre de tránsito será discontinua porque necesita de un hecho actual del
hombre, aunque se esté transitando continuamente por el predio sirviente.

d) Según su objeto o carácter (artículo 823209): positivas o negativas.


La Servidumbre impone al dueño del predio sirviente la obligación de dejar hacer, por
regla general, y en tal caso, estamos ante una servidumbre positiva (servidumbre de
acueducto o servidumbre de tránsito); en otras ocasiones, impone la prohibición de hacer
algo (por ejemplo, elevar las paredes hasta cierta altura), y en tal caso estamos ante una
servidumbre negativa. Pero como puede observarse, en ningún caso la servidumbre
puede imponer la obligación de hacer. El que sufre la servidumbre debe dejar hacer o
abstenerse de hacer, pero él nada está obligado a hacer en razón del gravamen. La
actividad la despliega el dueño del predio dominante, no el dueño del predio sirviente.

Importancia de las clasificaciones de servidumbres aparentes e inaparentes,


continuas y discontinuas.

a) En materia de prescripción adquisitiva.


- Únicamente pueden adquirirse las servidumbres continuas aparentes.
- Las discontinuas de todas clases y las continuas inaparentes, solo pueden
adquirirse por medio de un título; ni aún el goce inmemorial bastará para
constituirlas (art. 882210).

b) En materia de extinción por el no uso: artículo 885211 Nº 5. El plazo de 3 años,


se cuenta de distinta manera, según se trate de servidumbres continuas o
discontinuas.

209
Art. 823. Servidumbre positiva es, en general, la que sólo impone al dueño del predio sirviente la
obligación de dejar hacer, como cualquiera de las dos anteriores; y negativa, la que impone al dueño del
predio sirviente la prohibición de hacer algo, que sin la servidumbre le sería lícito, como la de no poder
elevar sus paredes sino a cierta altura.
Las servidumbres positivas imponen a veces al dueño del predio sirviente la obligación de hacer algo, como
la del artículo 842.
210
Art. 882. Las servidumbres discontinuas de todas clases y las servidumbres continuas inaparentes sólo
pueden adquirirse por medio de un título; ni aun el goce inmemorial bastará para constituirlas.
Las servidumbres continuas y aparentes pueden adquirirse por título, o por prescripción de cinco años.
211
Art. 885. Las servidumbres se extinguen: 5º Por haberse dejado de gozar durante tres años.
En las servidumbres discontinuas corre el tiempo desde que han dejado de gozarse; en las continuas, desde
que se haya ejecutado un acto contrario a la servidumbre.
155
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

- En las continuas, como la de acueducto, se cuenta desde que se realiza un acto


contrario a la servidumbre (por ejemplo, si se llena de tierra el canal);
- En las discontinuas, se cuenta desde la fecha del último acto que supone gozar de
la servidumbre (por ejemplo en la servidumbre de tránsito, desde la última vez que
el propietario del predio dominante pasó por el predio sirviente).

c) En materia de constitución “por destinación del padre de familia”: solo


procede en las servidumbres continuas y aparentes (art. 881212).

Ejercicio del derecho de servidumbre.


Para saber los derechos del dueño del predio dominante y los del predio sirviente
hay que atenerse a su fuente originaria: art 884213. De todas maneras, hay que tener
presente lo dispuesto en los artículos 828, 829, y 830. Esta última disposición, y otras,
como por ejemplo el artículo 833, se encuentran inspiradas en el principio romano
denominado comportamiento civiliter, por el cual, en el ejercicio de un derecho, el
dueño del predio dominante debe procurar el mínimo de perjuicio, evitando toda
molestia o embarazo innecesario en el predio sirviente. Es la contraparte de la
conducta que se pide al dueño del predio sirviente: debe abstenerse de efectuar obras o
actos que perturben el ejercicio de la Servidumbre.

Ordenanza sobre servidumbres.


Señala el Art. 832 que: “Las disposiciones de este título se entenderán sin perjuicio
de las ordenanzas generales o locales sobre las servidumbres.

Clases de servidumbre según su origen.


Recordemos que estas pueden ser: naturales, legales y voluntarias.

Sistematizando:
 Servidumbres naturales, art. 833214.
Son aquellas que derivan de la natural situación (es decir, ubicación) de los predios; el
predio sirviente no tiene derecho a indemnización alguna: debe soportarlas. Actualmente,
el código contempla sólo una servidumbre natural, la denominada de libre descenso y
escurrimiento de las aguas.

212
Art. 881. Si el dueño de un predio establece un servicio continuo y aparente a favor de otro predio que
también le pertenece, y enajena después uno de ellos, o pasan a ser de diversos dueños por partición,
subsistirá el mismo servicio con el carácter de servidumbre entre los dos predios, a menos que en el título
constitutivo de la enajenación o de la partición se haya establecido expresamente otra cosa.
213
Art. 884. El título, o la posesión de la servidumbre por el tiempo señalado en el artículo 882, determina
los derechos del predio dominante y las obligaciones del predio sirviente.
214
Art. 833. El predio inferior está sujeto a recibir las aguas que descienden del predio superior
naturalmente, es decir, sin que la mano del hombre contribuya a ello.
No se puede por consiguiente dirigir un albañal o acequia sobre el predio vecino, si no se ha constituido esta
servidumbre especial.
En el predio servil no se puede hacer cosa alguna que estorbe la servidumbre natural, ni en el predio
dominante, que la grave.
Las servidumbres establecidas en este artículo se regirán por el Código de Aguas.
156
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Servidumbres legales: 839 a 879.


Son aquellas impuestas por la ley, aún contra la voluntad del dueño del predio
sirviente. El artículo 839215 las subclasifica en servidumbres de utilidad pública y de interés
privado.

- Servidumbres de utilidad pública:


El artículo 839 hace una referencia especial a una de estas servidumbres, la del uso
de riberas para menesteres de navegación o flote, remitiéndose en su regulación al
Código de Aguas. El mismo artículo 839 agrega que hay otras de estas servidumbres,
para cuya reglamentación se remite a los reglamentos y ordenanzas respectivas (por
ejemplo, las contempladas en la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades). Estas
servidumbres constituyen verdaderas limitaciones al dominio por necesidad social
y se regulan generalmente en textos orgánicos de una institución o servicio
público.
Las características más importantes de esta clase de servidumbres son:
 Carecen generalmente de un predio dominante, lo que en tales casos hace
desestimable su carácter de servidumbre.
 Están fuera del comercio, lo que excluiría la posibilidad de extinguirse por
prescripción;
 No conceden indemnización al dueño del predio gravado, salvo expresa
disposición.

- Servidumbres de interés privado.


El gravamen en esta especie de servidumbre reporta una utilidad tan solo al
propietario del predio dominante. El código regula las de:
1- Demarcación;
2- Cerramiento;
3- Medianería;
4- Tránsito;
5- Acueducto;
6- Luz y;
7- Vista.

Todas ellas entre los arts. 842 al 878 C.C.

Importante: Las disposiciones relativas a las servidumbres de acueducto han sido


suprimidas, rigiendo las contenidas en el Código de Aguas.

Analizaremos a continuación los aspectos más relevantes de cada una de las


servidumbres de interés privado reguladas en el Código Civil.

215
Art. 839. Las servidumbres legales son relativas al uso público, o a la utilidad de los particulares.
Las servidumbres legales relativas al uso público son: El uso de las riberas en cuanto necesario para la
navegación o flote, que se regirá por el Código de Aguas; Y las demás determinadas por los reglamentos u
ordenanzas respectivas.
157
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

1- Servidumbre de demarcación: art. 842216 C.C.

Concepto de demarcación.
Es la operación que tiene por objeto fijar la línea que separa dos predios
colindantes de distintos dueños, señalándola por medio de signos materiales.

Sujeto activo.
Como no se exige prueba del dominio, puede entablar la acción de
demarcación no solo el dueño, sino todo poseedor regular o irregular, y también el
nudo propietario, el propietario fiduciario, el usufructuario, el cesionario y en
general, todo el que tenga la posesión de un derecho real sobre la cosa. Pero si
ejercida la acción, por ejemplo por el usufructuario, y el dueño se considera perjudicado,
parece razonable permitirle volver a discutir el deslinde (porque podría existir colusión
entre el vecino y el titular del derecho real de usufructo). Se ha resuelto que cualquier
comunero puede demandar de demarcación al vecino sin que sea necesario que
concurran todos los comuneros (el fallo parece aplicar la doctrina de que en la comunidad
habría entre los comuneros un mandato tácito y recíproco, que permitiría a cualquiera
pedir la demarcación como acto de administración o de conservación).

Sujeto pasivo.
Todos los que pueden demandar, pueden ser demandados. Pero a diferencia
de lo dicho en la comunidad respecto al sujeto activo, se ha resuelto que si el predio
vecino pertenece a una comunidad, para que el fallo afecte a todos, deben ser todos
incluidos en la demanda. Se tiene entendido también que la acción de demarcación es de
las llamadas dobles, con lo que se quiere dar a entender que en estos juicios ambas
partes están en una misma posición procesal ante el juez; no la de uno como demandante
y el otro como demandado.

Naturaleza jurídica.
Se dice que la demarcación es una servidumbre positiva que, como lo
dispone el artículo 823 inciso 2º constituye una excepción a las servidumbres de
esa especie, ya que impone una obligación de hacer.
En doctrina sin embargo, se dice que no constituye en realidad una servidumbre,
pues no existen los elementos para ello: predio dominante, predio sirviente ni gravamen.
Se trata sólo de una facultad derivada del dominio, por la cual el dueño puede
desplegar actividades tendientes a precisar el objeto de su derecho. Eso, desde un punto
de vista activo; desde un punto de vista pasivo, de los vecinos, la obligación de concurrir a
la demarcación, resulta del cuasicontrato de vecindad.
La acción de demarcación se tramita en juicio sumario.

216
Art. 842. Todo dueño de un predio tiene derecho a que se fijen los límites que lo separan de los predios
colindantes, y podrá exigir a los respectivos dueños que concurran a ello, haciéndose la demarcación a
expensas comunes.
158
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Etapas de la demarcación.
Son dos: primero, una intelectual de fijación de la línea imaginaria que separa
los dos predios, confeccionando para tal efecto un plano; en segundo lugar, una etapa
material, construcción en el terreno del los hitos o señales físicas que indican la línea
limítrofe.

Imprescriptibilidad de la acción:
Como emana del dominio, se tiene mientras se tenga la calidad de dueño del bien.
No se extingue por el no uso.

2- Servidumbre de cerramiento: 844217 a 846218.

Consiste en el derecho de todo propietario de cerrar su predio y de obtener que


contribuyan a esa actividad los dueños de los predios colindantes. Al igual que la
demarcación, emana del dominio, y por lo mismo, la acción respectiva es real e
imprescriptible. Por la misma causa no es propiamente una servidumbre. El cerramiento
es con frecuencia una operación que queda involucrada en la demarcación, que sigue a
ésta.

3- Medianería.
Concepto.
219
Los artículos 851 a 859 la regulan. Aquí tampoco existen los elementos de toda
servidumbre.
En doctrina, la medianería se explica como un caso de comunidad forzosa y
perpetua y es una consecuencia de la copropiedad de la pared divisoria.

Importante: No toda pared divisoria es medianera: art. 846. Lo es cuando el


cerramiento se ha hecho a expensas comunes. Sin embargo, aún cuando una pared
divisoria no sea medianera, el artículo 854220 da derecho al dueño del predio que no ha
construido este cerco, para hacerse medianero, pagándole al vecino los gastos
correspondientes.

217
Art. 844. El dueño de un predio tiene derecho para cerrarlo o cercarlo por todas partes, sin perjuicio de
las servidumbres constituidas a favor de otros predios.
El cerramiento podrá consistir en paredes, fosos, cercas vivas o muertas.
218
Art. 846 inc. 1°. El dueño de un predio podrá obligar a los dueños de los predios colindantes a que
concurran a la construcción y reparación de cercas divisorias comunes.
219
Art. 851. La medianería es una servidumbre legal en virtud de la cual los dueños de dos predios vecinos
que tienen paredes, fosos o cercas divisorias comunes, están sujetos a las obligaciones recíprocas que van a
expresarse.
220
Art. 854. En todos los casos, y aun cuando conste que una cerca o pared divisoria pertenece
exclusivamente a uno de los predios contiguos, el dueño del otro predio tendrá el derecho de hacerla
medianera en todo o parte, aun sin el consentimiento de su vecino, pagándole la mitad del valor del terreno
en que está hecho el cerramiento, y la mitad del valor actual de la porción de cerramiento cuya medianería
pretende.
159
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Prueba de la medianería: 852 y 853


 Por medio de un título: con el contrato en que ha quedado constancia de que la
muralla ha sido construida a expensas comunes (art. 852 C.C “Cuando consta”);
 Por medio de señales exteriores: “o por alguna señal aparece que han hecho el
cerramiento de acuerdo y a expensas comunes” (art. 852 C.C);
 Por medio de presunciones: “Toda pared de separación entre dos edificios se
presume medianera, pero sólo en la parte en que fuere común a los edificios
mismos.
Se presume medianero todo cerramiento entre corrales, jardines y campos,
cuando cada una de las superficies contiguas esté cerrada por todos lados: si una
sola está cerrada de este modo, se presume que el cerramiento le pertenece
exclusivamente” (art. 853 C.C).

Efectos de la medianería.
 Derecho a edificar sobre la pared medianera: art. 855221 C.C;
 Derecho a elevar la pared medianera: art. 857222 C.C;
 Derechos recíprocos de los colindantes: art. 858223 C.C. Este artículo está en
armonía con el artículo 2.309, de la comunidad.

Arboles medianeros: art. 859224.

4- Servidumbre de Tránsito.

Definición (art. 847225 C.C).


Es la servidumbre que tiene derecho a imponer un predio cuando está desprovisto de
toda comunicación con un camino público.

221
Art. 855. Cualquiera de los dos condueños que quiera servirse de la pared medianera para edificar sobre
ella, o hacerla sostener el peso de una construcción nueva, debe primero solicitar el consentimiento de su
vecino, y si éste lo rehúsa, provocará un juicio práctico en que se dicten las medidas necesarias para que la
nueva construcción no dañe al vecino.
En circunstancias ordinarias se entenderá que cualquiera de los condueños de una pared medianera puede
edificar sobre ella, introduciendo maderos hasta la distancia de un decímetro de la superficie opuesta; y que
si el vecino quisiere por su parte introducir maderos en el mismo paraje o hacer una chimenea, tendrá el
derecho de recortar los maderos de su vecino hasta el medio de la pared, sin dislocarlos.
222
Art. 857. Cualquiera de los condueños tiene el derecho de elevar la pared medianera, en cuanto lo
permitan las ordenanzas generales o locales; sujetándose a las reglas siguientes (…)
223
Art. 858. Las expensas de construcción, conservación y reparación del cerramiento serán a cargo de todos
los que tengan derecho de propiedad en él, a prorrata de los respectivos derechos.
Sin embargo, podrá cualquiera de ellos exonerarse de este cargo, abandonando su derecho de medianería,
pero sólo cuando el cerramiento no consista en una pared que sostenga un edificio de su pertenencia.
224
Art. 859. Los árboles que se encuentran en la cerca medianera, son igualmente medianeros; y lo mismo
se extiende a los árboles cuyo tronco está en la línea divisoria de dos heredades, aunque no haya
cerramiento intermedio.
Cualquiera de los dos condueños puede exigir que se derriben dichos árboles, probando que de algún modo
le dañan; y si por algún accidente se destruyen, no se repondrán sin su consentimiento.
225
Art. 847. Si un predio se halla destituido de toda comunicación con el camino público por la interposición
de otros predios, el dueño del primero tendrá derecho para imponer a los otros la servidumbre de tránsito,
en cuanto fuere indispensable para el uso y beneficio de su predio, pagando el valor del terreno necesario
para la servidumbre y resarciendo todo otro perjuicio.
160
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

Naturaleza jurídica.
Es una verdadera servidumbre, pues existe un predio dominante (el desprovisto de
toda salida al camino público), un predio sirviente (el que se atraviesa para llegar al predio
dominante) y el gravamen (dejar pasar a las personas, animales, vehículos, etc.).

Características.
- Es positiva, porque el dueño del predio sirviente debe dejar hacer al dueño del
predio dominante;
- Es discontinua, porque para ejercitarla se requiere un hecho actual del hombre.
Jamás podrá adquirirse por prescripción ni por destinación del padre de familia:
sólo puede constituirse por medio de un título;
- Es aparente o inaparente, art. 824.

Condiciones para establecerse: art. 847.


1º Que el predio que trata de imponer la servidumbre esté desprovisto de toda
comunicación con el camino público.
2º Que esta comunicación con el camino público sea indispensable para el uso y
beneficio del predio.
3º Que se indemnice previamente al propietario del predio sirviente (el valor del
terreno necesario y todo otro perjuicio). Si no hay acuerdo entre las partes, el conflicto se
resolverá por informe de peritos, quienes determinarán tanto el monto de la indemnización
como la forma de ejercer la servidumbre (art. 848226).

Derecho para pedir que cese la servidumbre (art. 849227).


Son requisitos:
1º Que la servidumbre no llegue a ser indispensable para el predio dominante, por
la adquisición de terrenos que le dan un cómodo acceso al camino, o por otros medios.
2º Que el dueño del predio sirviente restituya lo que se le hubiera pagado al
establecer la servidumbre.
Caso del artículo 850228 C.C.
Se trata de la constitución de una servidumbre de tránsito, sin indemnización
alguna, cuando el adquirente o el adjudicatario del predio, era comunero con el tradente o
con los demás que intervienen en la partición. Así, por ejemplo, si tres comuneros
acuerdan dividir el fundo en tres lotes, y uno de esos lotes queda desprovisto de salida al
camino publico, tendrá derecho a la servidumbre de tránsito, sin que medie pago alguno.
Como ha dicho nuestra doctrina, esta disposición, más que todo, tiene por objeto
defender los derechos de los otros propietarios vecinos, a quienes por la ley, el dueño del
predio sin comunicación, podría obligar a soportar la servidumbre de tránsito. En cambio,
más justo resulta que el problema se solucione entre quienes eran comuneros.

226
Art. 848. Si las partes no se convienen, se reglará por peritos, tanto el importe de la indemnización, como
el ejercicio de la servidumbre.
227
Art. 849. Si concedida la servidumbre de tránsito en conformidad a los artículos precedentes, llega a no
ser indispensable para el predio dominante, por la adquisición de terrenos que le dan un acceso cómodo al
camino, o por otro medio, el dueño del predio sirviente tendrá derecho para pedir que se le exonere de la
servidumbre, restituyendo lo que, al establecerse ésta, se le hubiere pagado por el valor del terreno.
228
Art. 850. Si se vende o permuta alguna parte de un predio, o si es adjudicada a cualquiera de los que lo
poseían proindiviso, y en consecuencia esta parte viene a quedar separada del camino, se entenderá
concedida a favor de ella una servidumbre de tránsito, sin indemnización alguna.
161
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

5- Servidumbre de acueducto.

Concepto.

Es el medio que tienen los propietarios no ribereños para servirse de las aguas
corrientes, y consiste en que puedan conducirse las aguas por la heredad sirviente a
expensas del interesado: art. 861229.

Naturaleza jurídica.

Es una verdadera servidumbre. El predio dominante puede ser:

- 1º.- Una heredad que carezca de las aguas para el cultivo de las sementeras,
plantaciones o pastos;
- 2º.- Un pueblo que requiere las aguas, para el servicio doméstico de los
habitantes.
- 3º.- Un establecimiento industrial que requiera de estas aguas para el movimiento
de sus máquinas.

Características.

- 1º.- Es una servidumbre continua y positiva, porque impone al dueño del predio
sirviente la obligación de dejar hacer algo;
- 2º.- Puede ser aparente o inaparente. Generalmente será aparente.

Reglas especiales para la servidumbre de desagüe y drenaje (art.870 C.C).

Este precepto (art. 870230 C.C) reglamenta dos servidumbres:

- 1° Desagüe: Obligación de construir canales para que salgan las aguas sobrantes;
- 2° Drenaje: Recibir las aguas que provienen de la desecación de los pantanos.

Importante: La diferencia con la de acueducto es que en éstas, las aguas no tienen


ninguna aplicación útil.

229
Art. 861. Toda heredad está sujeta a la servidumbre de acueducto en favor de otra heredad que carezca
de las aguas necesarias para el cultivo de sementeras, plantaciones o pastos, o en favor de un pueblo que las
haya menester para el servicio doméstico de los habitantes, o en favor de un establecimiento industrial que
las necesite para el movimiento de sus máquinas.
Esta servidumbre consiste en que puedan conducirse las aguas por la heredad sirviente a expensas del
interesado; y está sujeta a las reglas que prescribe el Código de Aguas.
230
Art. 870. Las reglas establecidas en el Código de Aguas para la servidumbre de acueducto se extienden a
los que se construyan para dar salida y dirección a las aguas sobrantes, y para desecar pantanos y
filtraciones naturales por medio de zanjas y canales de desagüe.
162
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

6- Servidumbre de Luz.
Objeto.

Dar luz a un espacio cualquiera cerrado y techado; pero no se dirige a darle vista
sobre el predio vecino, esté cerrado o no. Art. 873.

Características.

- 1º Es continua, porque para su ejercicio no requiere un hecho actual del hombre.


- 2º Es aparente, porque se manifiesta por señales exteriores;
- 3º Es positiva.

Cuándo existe servidumbre de luz: art. 874231, incisos 1º y 2º.

Condiciones a que esta sujeta la servidumbre legal de luz: art. 875232.

Disposición que viene a destruir en el hecho la servidumbre de luz: art.


876233.

7- Servidumbre de Vista.
Concepto:

La servidumbre de vista tiene por finalidad prohibir que se vea lo que pasa en el
predio vecino.

Características.

- 1º Es negativa, porque impone al dueño del predio sirviente la obligación de


abstenerse de hacer una cosa.
- 2º Es continua, porque no requiere en su ejercicio un hecho actual del hombre.
- 3º Es aparente, porque se manifiesta por la ausencia de balcones, azoteas,
ventanas

Prohibiciones (art.878234 C.C).

231
Art. 874. No se puede abrir ventana o tronera de ninguna clase en una pared medianera, sin
consentimiento del condueño.
El dueño de una pared no medianera puede abrirlas en ella, en el número y de las dimensiones que quiera.
232
Art. 875. La servidumbre legal de luz está sujeta a las condiciones que van a expresarse.
1ª. La ventana estará guarnecida de rejas de hierro, y de una red de alambre, cuyas mallas tengan tres
centímetros de abertura o menos.
2ª. La parte inferior de la ventana distará del suelo de la vivienda a que da luz, tres metros a lo menos.
233
Art. 876. El que goza de la servidumbre de luz no tendrá derecho para impedir que en el suelo vecino se
levante una pared que le quite la luz.
234
Art. 878. No se pueden tener ventanas, balcones, miradores o azoteas, que den vista a las habitaciones,
patios o corrales de un predio vecino, cerrado o no; a menos que intervenga una distancia de tres metros.
La distancia se medirá entre el plano vertical de la línea más sobresaliente de la ventana, balcón, etc., y el
plano vertical de la línea divisoria de los dos predios, siendo ambos planos paralelos.
No siendo paralelos los dos planos, se aplicará la misma medida a la menor distancia entre ellos.
163
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Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

 Servidumbres voluntarias.

Fuente legal.

El art. 880235 señala la norma general para esta clase de servidumbres, dando margen
a la autonomía de la voluntad para que se pacte cualquier gravamen, con tal que no
contravenga las leyes y el orden público.

Constitución.

Pueden constituirse de cuatro formas:

1. Por título: artículos 882, 883 y 884.


“Título” debe entenderse no en su acepción de instrumento material, sino como acto
jurídico, que puede dar origen a la servidumbre Como se trata de servidumbres
voluntarias, el título es la fuente de mayor aplicación en esta clase de servidumbres.
El título puede ser un acto entre vivos o un testamento; puede ser gratuito u oneroso.
Por título se puede constituir toda clase de servidumbres (882, inc. 1º).
En cuanto a las formas del acto, se entiende que la regla general es que no está
sometido a solemnidades especiales. De todas maneras, debe examinarse el acto
específico por el que se constituye. Así, si se constituye por acto entre vivos a título
oneroso, se configurará una compraventa, para la cual se exige expresamente por la ley
escritura pública (1801). Si se constituye por testamento, obviamente deben cumplirse las
solemnidades de éste.
En todo caso, el título puede ser suplido por un reconocimiento expreso del dueño
del predio sirviente (883). Este reconocimiento viene a importar una verdadera
constitución de la servidumbre, por lo que debe contener las precisiones necesarias para
su ejercicio.

Tradición del derecho real de servidumbre:


El artículo 698, como regla excepcional, dispone que se efectúa por escritura
pública, que puede ser la misma del acto o contrato. En este último caso, se agrega a
la escritura en que se acuerda la servidumbre, una estipulación destinada a efectuar la
tradición de ella, con las declaraciones que señala el citado artículo 698. Consecuente
con lo anterior, el reglamento del Conservador incluye la constitución de la servidumbre,
entre los títulos que pueden (y no que deben) inscribirse (artículo 52 Nº 2).
Excepcionalmente, la tradición de la servidumbre de alcantarillado sobre un predio
urbano, debe efectuarse mediante la inscripción del título respectivo.

235
Art. 880. Cada cual podrá sujetar su predio a las servidumbres que quiera, y adquirirlas sobre los predios
vecinos con la voluntad de sus dueños, con tal que no se dañe con ellas al orden público, ni se contravenga a
las leyes.
Las servidumbres de esta especie pueden también adquirirse por sentencia de juez en los casos previstos
por las leyes.
164
Alex Carreño Sandoval
Derecho Civil, Teoría de los bienes y de los derechos reales.

2. Por sentencia judicial: artículo 880.


Las leyes, en general, no contemplan casos de servidumbres a establecerse por
sentencia judicial, dado que las sentencias son declarativas y no atributivas de derechos.
Por lo demás, en tales situaciones, no podría hablarse en realidad de servidumbres
voluntarias, pues se impondrían por el sentenciador. En el Código Civil se encuentra un
caso de servidumbre establecida por sentencia, tratándose del fallo que recae en la
partición de bienes (1.337, regla 5ª). En todo caso, no hay en nuestro Derecho una
formula general que autorice al juez imponer servidumbres.

3. Por prescripción.
Sólo las servidumbres continuas y aparentes pueden adquirirse por
prescripción. Las discontinuas y las continuas inaparentes exigen título (882). Como
justificación de la imposibilidad de prescripción, se señala que tratándose de las
servidumbres discontinuas, los actos que las constituyen pueden ser considerados por el
propietario del predio sirviente como de su simple tolerancia (2499), y tratándose de las
inaparentes, la explicación se encontraría en la falta de posesión pública.
El plazo de posesión para prescribir es de 5 años (882). El art. 2512 señala a la
prescripción de las servidumbres como una situación de excepción a las normas
generales. La excepción consiste en que no se distingue entre posesión regular e
irregular; indistintamente, con cualquiera de ellas, se adquiere a los 5 años.

4. Por destinación del padre de familia


Esta forma de constituir servidumbre es un acto por el cual el dueño de dos predios
establece un “servicio” o gravamen sobre uno en beneficio del otro, originándose la
servidumbre posteriormente y de pleno derecho al enajenarse uno de ellos o ambos, a
propietarios distintos (artículo 881). En otras palabras, el “servicio” se transforma en
“servidumbre”. Dos son los casos en que tiene lugar:

 Objetivamente, sobre todo cuando se trata de dos predios contiguos, puede


decirse que existe servidumbre desde que se constituye el gravamen, pero como
la institución exige que los predios pertenezcan a distintos dueños, ésta se
configura al producirse la diferencia de propietarios y mientras ello no ocurre, el
establecimiento del gravamen permanecerá como un simple acto de ejercicio del
derecho de propiedad o como dice el precedente romano que le dio nombre, como
un acto de padre de familia que administra como tal su propiedad.

 Es aplicable también esta forma de constitución en el caso de que, existiendo la


servidumbre, ambos predios se reúnen en un solo propietario y continúa éste
manteniendo el gravamen, ahora como un simple servicio dentro de los bienes de
su dominio y posteriormente, al enajenar uno de ellos, vuelve a aparecer la
diferenciación de dueños. La servidumbre reaparece, constituida ahora por la
destinación que mantuvo el propietario mientras era dueño de ambos.

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Requisitos.
 Que los predios que actualmente estén separados hayan pertenecido a un mismo
dueño;
 Que el servicio se hubiere constituido por el mismo dueño;
 El servicio que originará la servidumbre, debe ser continuo y aparente. (881).
 Que en el acto de enajenación o de la partición no se haya establecido
expresamente otra cosa.

Extinción de las servidumbres.


Los arts. 885 y 886 señalan las causales:

a) Por resolución del derecho del que las ha constituido (artículo 1491):
Este medio se aplica sólo a las servidumbres voluntarias, ya que las otras están
impuestas por la naturaleza o por la ley.

b) Por la llegada del plazo fijado o el cumplimiento de la condición pactada.


Cabe la misma observación que en el caso anterior.

c) Por la confusión, es decir, la reunión perfecta e irrevocable de ambos predios en


manos de un mismo dueño.

d) Por la renuncia del dueño del predio dominante.

e) Por el no uso: por haberse dejado de gozar la servidumbre durante tres años. La
servidumbre se extingue, cualquiera que sea la causa de este no ejercicio pues la
ley no hace distinción alguna (ya se hizo referencia al cómputo del plazo).
El artículo 886 se pone en el caso que el predio dominante pertenezca a una
comunidad: el goce de uno de los comuneros interrumpe la prescripción respecto de
todos.

La suspensión que beneficia a uno beneficia a todos. La regla anterior, es una


consecuencia del carácter indivisible que presentan las servidumbres.

f) Por imposibilidad de ejercicio: art. 887. La imposibilidad debe mantenerse por 3


años. Si cesa antes, revive la servidumbre.

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