Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Los tres aspectos del Vinyasa Krama Yoga recomendados por Krishnamacharya se
llaman Vinyasa Chikitsa, Vinyasa Shakti y Vinyasa Adhyatmika.
Vinyasa Chikitsa es Yoga con un enfoque terapéutico, Vinyasa Shakti es el Yoga que
incrementa fuerza y poder y Vinyasa Adhyatmika es el Yoga que nos acerca al campo
de lo sutil, cerca de Dios. Éste último metodo no es una técnica en particular, mas
bien es una indicación de como practicar. A través de los primeros dos métodos
prácticos que podrás comenzar a ofrecer tu práctica en devoción al yo supremo:
adhyatmika espiritu divino. Es llamado también Bhakti Yoga, o Yoga Devocional. No
es simplemente una forma pasiva de entrega, sino una afirmación positiva del
propósito de cada espíritu individual: ascender a la unión con su propio Dios.
La gran mayoría de los practicantes se acerca al Yoga por su tercer miembro: asana.
Pero en casi todos los casos se genera una idea inadecuada del trabajo en las asanas,
¿cúal es su objetivo?
Las tres modalidades del Vinyasa Krama Yoga mencionados por Krishnamacharya se
pueden aplicar en el trabajo de asanas del siguiente modo:
Chikitsa krama: el uso de asana para la terapia, la curación y la resolución de
problemas físicos y psicológicos. Esto es adecuado para aquellos que no pueden
estar interesados en shakti krama o adhyatmika krama, sino que simplemente
quieren alcanzar el bienestar. Posturas y sus variantes se utilizan para llevar al
practicante hacia la armonía y buena salud.
Shakti Krama: la capacidad para desarrollar la fuerza y la concentración.
Esto ayuda al practicante a perfeccionar y lograr posturas. Tradicionalmente, este
no es un fin en sí mismo, sino una meta hacia algo más grande.
Adhyatmika krama: la capacidad de ir más allá de lo físico y desarrollar una
comprensión más profunda con nosotros mismos y con algo mayor que nosotros
mismos. Nos anima a mirar nuestras acciones y desarrollar nuevas relaciones con
nuestros recuerdos del pasado y las emociones actuales y patrones de pensamiento.
Ayudándonos a actuar para modificar y mejorar nuestra situación actual.
Uno de los parámetros que define el asana es la firmeza o buen equilibrio. Tanto si se
está de pie como si se está sobre la cabeza, la firmeza es un ingrediente vital para la
práctica de asanas. El tadasana y sus diversos vinyasas ayudan a mejorar la sensación
de equilibrio considerablemente. Cuando se está nervioso, no se puede permanecer
estable y se tiende a perder el equilibrio. El tadasana, cuando se practica de forma
regular, infunde una sensación de equilibrio y produce una sensación de calma
mental que se manifiesta como firmeza en el ámbito físico.
Con esta secuencia, puedes ejercitar todo el cuerpo de forma exhaustiva y, según los
hatha yoguis, se alinean muy bien los centros del cuerpo (chakras).
La versátil secuencia del tadasana se presta a ciertas subsecuencias innovadoras y
abreviadas. La famosa serie del saludo al sol es una extensión del ciclo del tadasana.
Al mantener posturas tales como la postura sobre los hombros o la postura sobre la
cabeza, conseguirás que tus órganos se muevan hacia su posición original.
Evidentemente, hay que estar al revés suficiente tiempo para que estas posturas
tengan algún efecto. En estas posturas, si puedes respirar bien, lograrás espirar entre
tres y diez segundos bien saludables -incluso más. Durante ese tiempo, si controlas
bien los músculos del recto, los glúteos y los abdominales, puedes utilizar esos
músculos, junto con el diafragma pélvico y el diafragma torácico. para acceder a los
órganos internos, suavemente, pero de forma eficaz, y presionarlos o masajearlos.
Además, al manipular el cuerpo con las posturas invertidas a través de diferentes
vinyasas o movimientos, puedes llegar a un grupo específico de músculos u órganos
internos.
Esto es la teoría. El problema es que estos asanas son difíciles de practicar y
controlar. Sin embargo, para una persona disciplinada como un yogui es posible.
Huelga decir que hay que tener mucho cuidado con el cuello y la columna. No se
puede practicar el yoga sin ser cauto. Con una respiración coordinada, como en el
Vinyasa Krama, mantener la atención requerida es mucho más fácil.
Los vinyasas de diversas dificultades ayudan a quien los practica a alcanzar el asana
siddhi (la perfección en las posturas que se realizan sentado).
Estas secuencias se realizan de pie sobre una sola pierna y contienen muchos vinyasas
que se llaman tapas asanas -posturas de austeridad. Los sabios entregados que
hacían penitencia (tapasvins) recurrían a estas posturas de resistencia durante la
antigua etapa épica puránica. Muchos sabios y devotos solían mantenerse sobre un
pie y meditar.
Los yoguis tradicionales consideran la postura del loto (padmasana) como la postura
más importante de todas las que se realizan sentado. Se pueden encontrar menciones
a esta postura, no solamente en los antiguos textos sobre el yoga, sino también en los
textos épicos y otros libros indios antiguos sobre religión y cultura. Sin embargo,
actualmente a muchas personas que practican el yoga no les gusta esta postura.
Muchos la consideran aburrida, estática y hasta dolorosa. Como hoy por no se presta
mucha atención a la práctica de los ejercicios de respiración o a la meditación, esta
postura no parece importante para la mayoría de la gente. No obstante, si esta
postura se practica como dicta el Vinyasa Krama, según el cual se realizan
movimientos que conducen progresivamente a la postura, seguidos de diversos
detalles, sus contraposturas y la secuencia de retorno, puede ser mucho más
divertida. Además, al seguir el proceso del vinyasa krama, las posibilidades de
adoptar la postura sin dolor durante un largo período aumentan de forma
considerable. Es una gran postura para un yogui, con la que se practican algunos de
los aspectos más sutiles del yoga, como el pranayama y la meditación. Presta atención
a tu respiración, que ha de fluir sincronizada con tus movimientos.
La serie del loto es una secuencia muy bonita. Con las extremidades completamente
flexionadas, el resto del cuerpo se ejercita en diferentes posiciones. Doblado hacia
delante, girado, doblado hacia atrás, saltando y en inversión. Con una respiración
controlada y coordinada, tu mente estará totalmente absorta en la rutina de los
ejercicios, además de más calmada y concentrada.
Además de la postura del loto, existen otras posturas de yoga que se emplean para
prácticas como el pranayama y la meditación. Algunas son posturas muy importantes,
sobre todo el vajrasana, con el que se realizan diversos vinyasas.
El vajrasana o postura del diamente es la postura inicial para muchos vinyasas y
asanas. Es una postura que se alcanza rápidamente y es relativamente fácil. Con un
poco de práctica, serás capaz de permanecer en esta postura durante mucho tiempo.
Muchos yoguis que no se sienten cómodos con la postura del loto prefieren el
vajrasana para sus sadhanas (prácticas espirituales)del yoga.
Se trata de una postura muy compacta y efectiva. El hecho de mantener los tobillos
estirados ayuda a mantener el arco de la columna. Una vez que las rodillas y los
tobillos son flexibles gracias a la práctica de los vinyasas, será mucho más facil
permanecer en vajrasana durante un largo período de tiempo. Todos los yoguis deben
intentar dominar una postura que se realiza sentado -el vajrasana, el virasana,
el padmasana o el siddhasana-, para poder practicar otros angas (ramas) avanzados,
como el dhyana y el pranayama, sin que el cuerpo y la mente se distraigan.