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Sri Sivananda
Lugar de meditación
Ten una habitación separada para la meditación y mantenla bajo llave. No permitas
que nadie entre en ella. Enciende incienso a la mañana y a la noche. Mantén una
imagen del Señor Krishna, el Señor Shiva, Shri Rama o Devi. Ubica tu asiento frente a
la imagen. Mantén también algunos libros como el Guita, el Ramayana, el
Mahabharata, los Upanishads, el Yoga Vasishtha o el Bhagavata. Cuando repitas el
Mantra, poderosas vibraciones cargarán el éter de la habitación. En seis meses,
sentirás paz y pureza en la atmósfera de la habitación. Siempre que tu mente se
perturbe mucho por las influencias mundanas, siéntate en la habitación y repite el
Nombre del Señor por media hora, inmediatamente sentirás un total cambio en la
mente. Practica y siente la influencia calmante y espiritual. ¡No hay nada como la
Sadhana espiritual! Encontrarás un Mussuri local en tu propia casa.
Preparación para la meditación
Mantén la cabeza, el cuello y la espalda en una línea recta. Lee los Shlokas 11 y 13 del
Capítulo VI del Guita donde se da una descripción de Asana. Extiende una manta
doblada en cuatro y coloca sobre ella una tela suave y blanca. Esto está muy bien. Si
puedes conseguir una buena piel de tigre completa, con las garras, etc., es lo mejor.
La piel de tigre tiene sus propias ventajas. Genera electricidad en el cuerpo
rápidamente y no permite que se escape corriente eléctrica del cuerpo. Está llena de
magnetismo.
Siéntate de frente al Este o al Norte. Un neófito espiritual debería observar esta regla.
Mirando al Norte, está en comunión con los Rishis de los Himalayas y es beneficiado
misteriosamente por sus corrientes.
Siéntate en Padma, Siddha, Svástica o Sukha Asana por media hora para empezar.
Luego incrementa el período a tres horas. En un año puedes tener Asana Siddhi.
Cualquier postura fácil y cómoda es Asana.
Pon el pie derecho sobre el muslo izquierdo, el pie izquierdo sobre el muslo derecho.
Pon las manos sobre los muslos cerca de las rodillas. Mantén la cabeza, el cuello y el
tronco en línea recta. Cierra los ojos y concéntrate en el Trikuti, el entrecejo. Esto se
llama postura del loto o Kamalasana. Es muy buena para la meditación.
Esta es una hermosa Asana para la meditación. Pon el talón contra el ano o Guda, la
abertura Terminal del tubo digestivo o canal alimentario a través de la cual se arroja
la materia fecal. Mantén el otro talón contra la raíz del órgano reproductor y las
manos sobre las rodillas. Cierra los ojos. Concéntrate en el Trikuti o en la punta de la
nariz. Mantén la cabeza, el cuello y el tronco en línea recta. Coloca las manos como en
Padmasana, cerca de las rodillas.
Svastikasana
Svástika es sentarse cómodo con el cuerpo derecho. Ubica el pie derecho cerca del
muslo, trae el pie izquierdo y empújalo entre el muslo y la pantorrilla derechos. Esto
es Svastikasana.
Sukhasana
Toma una pieza de tela de cinco codos y dóblala a lo largo. Levanta las rodillas al nivel
del pecho. Mantén un extremo de la tela cerca de la rodilla izquierda. Toma el otro
extremo, llévalo hacia atrás por el lado izquierdo y la rodilla derecha, tráelo hacia la
rodilla izquierda y haz un nudo allí. Mantén las manos entre las rodillas. Como las
piernas, las manos y la columna están sostenidas, uno puede sentarse en esa Asana
por un largo tiempo (para instrucciones más detalladas con respecto a las Asanas,
consulta mi libro “Yoga Asanas”).
¿Cuándo meditar?
Levántate a las 4 A. M., medita en el Brahma Muhurta que es muy favorable para la
contemplación espiritual y comienza con Bhajan. A la mañana temprano, la mente
está calma, pura y bastante refrescada después del sueño. La mente es como una hoja
de papel en blanco y, comparativamente, está libre de Samskaras mundanos. En ese
momento, puede ser moldeada muy fácilmente. La atmósfera también está cargada
con más Sattva en ese momento en particular. Si encuentras difícil tomar un baño,
lava tus manos, pies y cara con agua fría. Esto será suficiente.
¿Dónde concentrarse?
Meditación Saguna
Esta es la meditación en un Murti ya sea del Señor Krishna, de Rama, Shiva o Devi.
Esta es una forma concreta de meditación para las personas que están en el Bhakti
Marga. Esta es meditación con Gunas, atributos de Dios. Repite Su Nombre también.
Piensa en Sus atributos – Omnisciencia, Omnipotencia, Omnipresencia, etc. Tu mente
se llenará de pureza. La imagen del Señor Krishna con la flauta en la mano y la
imagen del Señor Vishnu con la caracola, el disco, la masa y el loto son excelentes
para la meditación concreta. Entrónalo en el loto de tu corazón en medio de una luz
brillante. Mentalmente piensa en Sus Pies de Loto, la ropa de seda amarilla, el collar
con la piedra Kaustubha, los aros, la corona, los brazaletes, la caracola, el disco, la
masa y el loto, y luego vuelve nuevamente a Sus Pies. Repite este proceso una y otra
vez.
Meditación Nirguna
Esto equivale a la mediación en OM. Puedes tomar los Mahavakhyas “Aham Brahma
Asmi” o “Tat Tvam Asi”, y meditar en su significado. Niega o despójate de las Koshas,
e identifícate con la Esencia única que yace detrás de ellas.
Cuando te sientes en un Asana para practicar Japa, contrae el esfínter anal. Esto se
llama Mula Bandha en la práctica de Hatha Yoga. Ayuda a la concentración. Esta
práctica evita que Apanavayu se mueva hacia abajo.
Kumbhaka en meditación
También retiene el aliento tanto como te resulte confortable. Esto es Kumbhaka. Esta
práctica aquietará la mente considerablemente y ayudará a la concentración. Sentirás
intensa dicha espiritual.
Regularidad en la Sadhana
Cualquiera sea la práctica espiritual que hagas, ya sea Japa, Asana, meditación
concreta en Sagunamurti o Pranayama, hazlo sistemática y regularmente todos los
días. La recompensa de esta práctica es inmensa. Lograrás inmortalidad o vida eterna
(Amritattvam). Todos los deseos se fundirán allí. Obtendrás Nitya Tripti.
Del mismo modo en que comes cuatro veces por día – mañana, mediodía, tarde y
noche – también deberías meditar cuatro veces diarias si quieres tener la Experiencia
del Ser rápidamente. Debes ser sistemático y regular en tu meditación.
Así como la cannabis índica, el opio o el alcohol te intoxican incluso si consumes una
pequeña cantidad que dura algunas horas, también la intoxicación de Dios que
obtienes en la meditación regular dura varias horas si meditas media hora diaria. Por
lo tanto, sé regular.
Ten un pensamiento de fondo, ya sea concreto de tu Ishta Murti junto con el Mantra
o un trasfondo abstracto de la idea de Infinitud con OM si eres un estudiante de
Jñana Yoga. Esto destruirá todos los otros pensamientos mundanos y te llevará a tu
fin. Por la fuerza del hábito, la mente descansará inmediatamente en este trasfondo
cuando la liberes de las actividades mundanas.
Una y otra vez retira la mente de los objetos mundanos cuando se aleje del Lakshya
y fíjala allí. Este tipo de lucha continuará por algunos meses.
Salpica agua fría en la cara para ahuyentar la somnolencia. Párate por 15 minutos.
Ata el mechón de cabello con un hilo a un clavo. Tan pronto como empieces a
cabecear, el hilo te tirará hacia arriba y te despertará. Hace las veces de madre. O
bien descansa en una hamaca improvisada por 10 minutos moviéndote de un lado a
otro. Haz de 10 a 12 Kumbhaka Pranayamas suaves (retención del aliento). Practica
Shirshasama (postura sobre la cabeza) o Mayurasana (postura del pavo real). Por
la noche, toma leche y come frutas solamente. Mediante estos métodos puedes
combatir el sueño. Da un paseo durante 10 minutos. Si viene el sueño, mantén la luz
prendida.
Cuando enciendes un fuego, apilas paja, trozos de papel y finos leños. El fuego se
extingue rápidamente. Lo soplas otra vez varias veces con la boca o con una
cerbatana. Después de cierto tiempo, comienza a arder una llamarada. Difícilmente
puedas apagarla entonces aún con grandes esfuerzos. Así también, al comienzo de la
meditación, algunos neófitos salen de la meditación y entran en sus viejos
recorridos mentales. Tendrán que elevar su mente una y otra vez, y fijarla en su
Lakshya. Cuando la meditación se vuelve profunda y firme, eventualmente ellos se
establecen en Dios. Entonces, la meditación se vuelve Sahaja (natural). Se vuelve
habitual. Usa la cerbatana de Tivra Vairagya y de la intensa meditación para
encender el fuego de Dhyana.
Si una abeja encuentra que sus patas están atascadas en la miel, lentamente lame
sus patas varias veces y luego vuela con regocijo. Así también apártate, mediante
Vairagya y meditación, del apego mental al cuerpo y los hijos (fuertemente
desarrollado como miel debido a Raga y Moha), aléjate con regocijo de esta jaula de
carne y hueso, y dirígete al origen, Brahma o el Absoluto.
Aclara tus ideas una y otra vez. Piensa claramente. Ten un pensamiento recto,
profundo y concentrado. Haz introspección en soledad. Purifica tus pensamientos a
un grado considerable. Calma los pensamientos. Silencia la ebullición de la mente.
Así como en una clínica de cirugía, el asistente del cirujano permite que entre sólo
un paciente al consultorio y la sala de operaciones del hospital, también tendrás que
permitir que sólo una onda de pensamiento se eleve en la mente y descienda
lentamente. Luego, permite que entre otro pensamiento. Aleja todos los
pensamientos extraños que no tengan nada que ver con el tema en cuestión. Un
control eficiente de los pensamientos mediante la práctica prolongada es una gran
ayuda en la meditación.
Algunos practican meditación por un período de quince años y aún así no hacen
ningún progreso espiritual. ¿Por qué? Eso se debe a la falta de fervor, de Vairagya,
de un anhelo entusiasta por alcanzar la liberación y de una Sadhana intensa y
constante. Eres dominado por Viparita Bhavana (concepción errónea de que el
cuerpo es el Ser y de que el mundo es una realidad sólida) y Samshaya Bhavana
(duda). Así como el agua se filtra por los huecos hechos por las ratas en los campos
de agricultura, también la energía se gasta yendo por los canales equivocados por
medio de Raga (atracción) por los objetos y los deseos sutiles y ocultos que están al
acecho. Los deseos suprimidos también se manifiestan y te acosan. Te vuelves una
víctima inconsciente de esos deseos.
Cuando avances en la práctica espiritual, será muy difícil para ti hacer al mismo
tiempo ambas cosas, meditación y trabajo diario en la oficina o tribunales. Porque
la mente estará sometida a una doble tensión. Durante Dhyana, trabaja en
diferentes surcos o canales con diferentes Samskaras. Encuentra muy difícil
ajustarse a las distintas clases de actividades desagradables, tan pronto como baja
de un estado elevado de pensamiento sublime. Ahora, la mente tiene que moverse en
un polo diametralmente opuesto. Tiene que trabajar en diferentes surcos y canales.
Tantea en la oscuridad. Está desconcertada, confundida y perpleja. Habrás notado,
cuando vas a un lugar desconocido, cómo la mente se confunde incluso en las
cuestiones comunes de la vida diaria, en cuanto a comida, baño, descanso o atender
el llamado de la naturaleza.
Corresponde, por lo tanto, que los practicantes de Yoga que sean Grihasthas
(hombres de familia) dejen todas las actividades mundanas. Cuando avanzan en
meditación, si quieren avanzar más y son realmente sinceros, se sentirán forzados a
dejar todo trabajo. El trabajo es un obstáculo en meditación para los practicantes de
Yoga avanzados. Esa es la razón por la cual el Señor Krishna dice en el Guita (VI –
3): “Para un sabio que está buscando Yoga, se dice que la acción es el medio; para el
mismo sabio, cuando está establecido en Yoga (el estado de Yoga Arudha Sthiti), se
dice que serenidad (Shama) es el medio”. El trabajo y la meditación se vuelven
absolutamente incompatibles como lo ácido y lo alcalino, o el fuego y el agua, o la
luz y la oscuridad. Algo más, ¡Oh Saumya! Los aspirantes necesitan un Maestro
espiritual o Guru (pero no aparentes Gurus). “Conoce esto postrándote,
preguntando y sirviendo. El sabio que ha experimentado la Verdad te instruirá en
ese conocimiento” (Guita, IV – 34).
Algunos meditan en forma independiente por algunos años. Más tarde sienten una
intensa necesidad de un Guru. Enfrentan muchos obstáculos en el camino. No saben
cómo seguir avanzando y cómo sortear estos impedimentos u obstáculos. Entonces
comienzan a buscar un Maestro. Un extraño en una gran ciudad encuentra difícil
volver a su residencia en una pequeña avenida incluso a plena luz del día, aún si ha
hecho el recorrido media docena de veces. Si surge la dificultad en el caso de
encontrar el camino en calles y rutas, ¡qué decir del sendero espiritual que se
asemeja al filo de una navaja y que uno camina solo y con los ojos cerrados!
Los siguientes son los beneficios que obtiene el estudiante de Yoga cuando practica
meditación sistemáticamente: Shanti (paz), Santosha (contentamiento), coraje, un
peculiar Ananda (felicidad), un estado mental inmutable ante las dificultades
mundanas, Nishchala Sthiti (firmeza), inspiración, percepción intuitiva, cualidades
sáttvicas y ausencia de ira, de egoísmo y de Raga-Dvesha.
No permitas que la mente se mueva por los viejos surcos y canales. Cuando cae
durante la meditación, elévala otra vez. Genera nuevas vibraciones y ondas de
pensamientos divinos. Ora. Repite los Guita Shlokas.
Llena la mente una y otra vez con pensamientos Sáttvicos, divinos. Se formarán
nuevos surcos y avenidas. Así como la púa de un gramófono traza un pequeño surco
en el plato, el pensamiento Sáttvico trazará nuevos surcos en la mente y el cerebro.
Se formarán nuevos Samskaras.
Así como cultivas en tu jardín jazmines, rosas, lirios, orquídeas y flores para el
templo, deberías cultivar las flores de los pensamientos de paz, amor, compasión,
bondad, pureza, etc., en el vasto jardín de tu Antahkarana. Mediante la
introspección, tendrás que regar este jardín de la mente con meditación y
pensamientos sublimes, y quitar la mala hierba de los pensamientos vanos, inútiles
y discordantes.
Prana es el abrigo para la mente. Las vibraciones de Prana psíquico sutil dan
surgimiento a la formación de pensamientos. Mediante Pranayama puedes mejorar
en la meditación, ya que aquieta la mente.
Aquellos que practican meditación tienen un rostro calmo, sereno y encantador, una
voz dulce y ojos lustrosos y brillantes.
Del mismo modo en que el agua que, en vez de correr por los canales apropiados en
los campos de cultivo, se filtra por los agujeros hechos por las ratas se convierte en
un desperdicio y no ayuda al crecimiento de las plantas, los árboles frutales, los
granos, etc., también se convierten en un desperdicio los esfuerzos hechos por un
aspirante en meditación si no tiene la virtud de Vairagya. No obtiene ningún
progreso en meditación.
Cuando hay un solo Vritti, alcanzas el Savikalpa Samadhi. Cuando este único Vritti
también muere, alcanzas el Nirvikalpa Samadhi.
Vive de leche y frutas solamente durante una semana. Tendrás una hermosa
meditación. Esta dieta te hace liviano y Sáttvico. A la noche, asegúrate de tomar
medio vaso de leche solamente. Tendrás una buena meditación. Puedes superar el
sueño con bastante facilidad. La comida pesada a la noche genera somnolencia
rápidamente.
Cuando ves las flores en un árbol de mango, sabes muy bien que pronto tendrás
mangos. Del mismo modo, si tienes Shanti en tu mente, es seguro que muy pronto
tendrás una buena meditación y el fruto de Jñana.
Las cosas semejantes se atraen. Esta es una gran ley. Mantén buenos pensamientos.
Practica meditación. Atraerás a Sadhus, Yoguis y Siddhas. Te beneficiarás con sus
vibraciones. Tus nuevas vibraciones espirituales los atraerán.
Sivananda
Cuando logras vislumbres del Ser, cuando vez una luz resplandeciente o tienes
alguna otra experiencia espiritual extraordinaria, no te asustes. No dejes la
Sadhana. No la confundas con un fantasma. Sé valiente. Marcha audazmente con
alegría.
Siéntate en una postura apropiada. Cierra tus ojos. Imagina que nada existe. Luego
imagina que sólo está Dios en todas partes.
Si quieres entrar en Samadhi rápido, corta toda conexión con amigos, parientes, etc.
Observa Akhanda Mauna por un mes. Vive solo. Come poco pero comida nutritiva.
Vive sólo de leche. Sumérgete en meditación profunda. Profundiza. Estarás inmerso
en Samadhi. Practica constantemente. Sé cuidadoso. Usa tu sentido común. No
tengas luchas violentas con la mente. Camina solo. Deja el estudio. Trata a la mente
muy amablemente. No leas periódicos. No escribas cartas a nadie.
Fuente: "Lecciones Espirituales" - Sri Swami Sivananda
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Pero la meditación no es una función de esta clase, y es diferente de las actividades con las
cuales el hombre generalmente está familiarizado. Si en algún momento nos sentimos cansados
de la meditación, solo tenemos que concluir que hemos estado involucrados en otra clase de
actividad que, aunque llamemos meditación, realmente no lo es.
Debemos hacer una distinción cuidadosa entre nuestro ser y la acción que procede de nuestro
ser. Lo que en ocasiones fatiga a la persona es ésta última, y no la primera.
Podemos cansarnos del trabajo, pero no podemos cansarnos de nosotros mismos. Se sigue
naturalmente que cuando quiera que estemos cansados de un trabajo o función, ésta no es
parte de nuestra naturaleza, sino extraña a ella. Si la meditación se va a convertir en un trabajo
o función de nuestro ser, también estará por fuera de nuestra naturaleza y algún día, no solo
estaremos cansados, sino hastiados de ella, puesto que se impone como un elemento extraño a
nuestro ser o naturaleza, y es una característica del ser esencial
deshacerse por varios métodos de cada cuerpo extraño.
Los aspirantes del sendero espiritual generalmente están familiarizados con el hecho de que la
meditación es la cima del Yoga, así como la consumación del esfuerzo espiritual. Pero en
realidad son muy pocos los que acceden a su significado central, pues la mayor parte de su
esencialidad se pierde en una confusión, que generalmente sucede por equiparar la meditación
con una clase de trabajo o actividad de la mente, razón por la cual, la mayor parte de las
personas encuentra difícil sentarse en meditación por largo tiempo, y
son vencidos tanto por el sueño, como por el cansancio general del sistema psicofísico. Es
curioso que aquello a lo que uno apunta como la meta de su vida se convierta en causa de
fatiga, frustración y, aun en ocasiones, de disgusto.
Las personas intentan conocer los secretos de la meditación a causa de la insatisfacción con las
actividades normales de la vida y al detectar un vacío en el valor de la existencia terrenal. Si aun
este remedio que se buscó para llenar el vacío de la vida crea la sensación de otro vacío, defecto
o insatisfacción, y si hay factores que pueden presionar a la persona hasta pensar que ya es
‘suficiente’ la meditación y la hacen cambiar a otra actividad, tal como una diversión, se debe
concluir que existe un serio defecto en nuestro
concepto de meditación.
La pregunta fundamental es: '¿Cómo sabe uno que la meditación es el remedio para los defectos
de la vida?'
Para una respuesta a esta pregunta se necesita saber qué es aquello de lo que realmente
carecemos en la vida, debido a lo cual buscamos ayuda en la meditación. Por lo general, la
insatisfacción es causada por un sentimiento que nos invade después de haber vivido la vida un
número suficiente de años, y ver que los deseos del hombre parecen no tener fin; que entre más
posesiones se tenga, también es mayor la ambición y la codicia; que aquellos que parecen ser
amigos, también son capaces de abandonarlo a uno en horas
cruciales de la vida; que los objetos de los sentidos nos enredan en complejidades mecánicas en
lugar de aliviarnos de la tensión, la ansiedad y el deseo; que nuestro anhelo de felicidad excede
todos los conceptos finitos, y nunca será satisfecho por nada de lo que contiene el mundo por la
limitación que causa una cosa excluyendo la otra, y la capacidad de una cosa de incluir a otra en
su estructura; que los llamados placeres de la vida parecen ser solo irritación del sistema
nervioso, sumisión a impulsos involuntarios y esclavitud de los instintos, en vez del logro de una
libertad real, la cual es la única cosa a la que el hombre aspira finalmente.
Si éstas y muchas otras cosas son los defectos de la vida, ¿cómo espera uno corregirlos mediante
la meditación? Los defectos parecen ser realmente horrorosos, más de lo que la mente humana
ordinaria puede comprender y contener. No obstante, surge la esperanza de que la meditación
pueda enmendarlos, y si esta esperanza tiene algún significado o realidad, entonces el rango de
la meditación se extenderá más allá de todas las limitaciones de la vida humana.
La actividad del alma no florece bajo condiciones normales. Durante la mayor parte de la vida el
hombre está confinado solo a ciertos aspectos de sus manifestaciones cuando piensa, entiende,
siente, quiere, recuerda, etc. Sin duda todos estos son una expresión parcial de la individualidad
humana, pero de ninguna manera se acercan a la verdadera manifestación del alma. La
diferencia entre las funciones humanas normales y la actividad del alma, es que en el primer
caso, cuando una función se lleva a cabo, las otras están aparte, ignoradas o suprimidas, de tal
forma que el hombre no puede hacer todas las cosas al mismo tiempo; en el segundo caso, la
totalidad del hombre en su esencia surge ante la ocasión que sea, y nada de él queda excluido
de esta actividad. Por rareza el alma actúa en la vida humana, pero cuando lo hace, aun en
forma leve o distorsionada, uno olvida todo el mundo incluyendo la conciencia de la propia
personalidad y disfruta una felicidad por siempre incomparable. Las manifestaciones leves de
alma a través de los canales de la personalidad humana pueden observarse en los extáticos
entusiasmos del arte, particularmente de las
bellas artes, tales como la música elevada y la satisfacción derivada de la apreciación de los
grandes genios de la literatura. En tales momentos la persona se olvida de sí misma y se vuelve
una con el objeto de apreciación. Esta es la razón por la cual el arte es capaz de llamar
poderosamente la atención del hombre haciéndolo, por así decirlo, olvidarse de todo. Pero en la
vida diaria de un individuo hay al menos tres
ocasiones cuando el alma se manifiesta externamente y lo inunda de incomparable felicidad;
estas son ocasiones cuando satisface (1) el hambre intensa; (2) el apetito sexual; (3) el sueño. En
estas tres instancias, especialmente cuando los impulsos son muy intensos, la totalidad del ser
de una persona actúa, y aquí la lógica del intelecto y las etiquetas del mundo no sirven para
nada. La razón es simple: cuando el alma actúa, aun a través de los sentidos, la mente y el
cuerpo, los cuales son sus expresiones distorsionadas, su presión es irresistible, porque el alma
es la esencia del ser total y no meramente de ciertas facultades funcionales de una persona.
En tanto que puede sacrificarse la felicidad que ofrecen ciertos aspectos de la personalidad en
aras de otras
insistentes exigencias, no puede haber tal compromiso cuando el alma presiona a la acción.
El resultado de la anterior investigación muestra que cuando el alma actúa normalmente, no hay
conciencia de lo externo, ni aún de la propia personalidad, y la felicidad experimentada es
arrobadora y extática. Y hemos observado que la meditación es el comienzo de la acción del
alma, y no solo una función de la mente, esto también explicará por qué, cuando se practica
correctamente, la meditación es placentera y no puede ser fuente de fatiga o tedio. Sin
embargo, la meditación difiere totalmente de las manifestaciones del espacio y el tiempo del
alma enumeradas en párrafos anteriores. En meditación la manifestación del alma no es a través
de los sentidos, la mente, ni el cuerpo, aunque su impacto pueda sentirse en alguno de éstos
antes de que se revele por completo en el proceso llamado meditación.
Para la concentración se escoge un punto externo, sea símbolo, imagen o retrato, con el
propósito de que la mente no se sienta despojada de repente de los objetos de los sentidos, y
siga ligada al menos a un objeto. Algunos buscadores concentran sus mentes sobre un punto en
una pared, la llama de una vela, una flor, el retrato de algo que les simpatiza mucho, o la imagen
concreta de una deidad escogida por uno para culto. Todo esto, en últimas, tiene el mismo
efecto sobre la mente y ayuda a concentrar los rayos mentales desde la diversidad de objetos en
un solo y fuerte rayo enfocado sobre un objeto dado. La intención de tal concentración es
desasir la mente de su complicación entre la maraña de objetos. Cada pensamiento es un
síntoma de complicación, puesto que el pensamiento recae sobre un objeto, y cada objeto está
relacionado con todos los demás objetos por similitud, comparación o contraste. Aparte de este
sistema lógico de pensamientos, un objeto físico está sutilmente relacionado con otros objetos
físicos mediante vibraciones invisibles, de ahí que pensar sobre un objeto es al mismo tiempo
estimular sus vibraciones, las cuales son
inseparables de las formas físicas de los objetos. La concentración sobre una forma dada rompe
el hilo que une la mente con las cosas externas, y el objeto de tal concentración, finalmente, es
la separación entre el
pensamiento y el sentido de externalidad, que es la esencia de la existencia de un objeto.
Cuando el pensamiento se libera de la atadura de la externalidad, a la vez se libera de la calidad
de Rajas o fuerza que lo empuja hacia el objeto, así como de Tamas, que es una reacción
negativa de la actividad Rajásica. De esta manera la concentración lleva a la liberación de Rajas y
Tamas, que coincide con la aparición de Sattva o transparencia de la conciencia al reflejarse a
través de la mente. Es en el estado de Sattva cuando el verdadero ser de todas las cosas,
llamado Atman, se revela a sí mismo como aquello que comprende toda existencia y que es
incomparable en esplendor y felicidad.
Los Sadhakas también practican la concentración sobre centros internos de acuerdo con sus
predilecciones
especiales de temperamento. El proceso de liberación psicológica alcanzado es similar al que se
obtiene mediante la concentración sobre puntos o formas externas, siendo la única diferencia
que en la concentración interna los objetos son solo formas de pensamiento, en vez de cosas o
lugares físicos. La idea de 'externo' e 'interno', realmente hace referencia al propio cuerpo físico,
de tal manera que es más un procedimiento adoptado por conveniencia, que un sistema con un
objetivo último significativo. Cualquier cosa sobre la que uno se concentre exteriormente,
cuando se usa en la concentración interna se considera como una imagen
psicológica. Una característica especial que solo se descubre en la concentración interior, es que
en este método se puede concebir a gusto cualquier forma de realidad, así no corresponda a
nada del mundo físico, como las ideas de contenerlo todo, felicidad en la unión, unidad,
armonía, suprema abundancia y aun ideas tales como el Infinito, la Eternidad y la Inmortalidad.
Sin embargo, estas tres últimas ideas mencionadas trascienden la idea de interioridad y abren el
concepto de lo Universal.
Cada unidad de existencia puede concebirse como un todo en sí misma, es decir, un organismo
autodeterminado en todo sentido. Puede haber muchos de estos organismos en una serie de
pequeños a grandes, y el más grande de ellos es el Universo. Concebir el universo como él se
concebiría a sí mismo, es ser capaz de pensar el Universal. En meditación esta técnica envuelve
gran esfuerzo de pensamiento y voluntad para mantener la conciencia de la transcendencia de
la relación entre sujeto y objeto en alguna de las formas sugeridas arriba. Puesto que la
individualidad corporal como organismo psicofísico se mantiene por la tensión entre ella misma
y los demás, a los cuales considera objetos, cualquier procedimiento que supere o libere esa
tensión, será un método bienvenido de contemplación universal. Los buscadores que están en
esta última categoría ciertamente son muy raros y escasos en número, puesto que este
pensamiento superior al normal no es dado a todo el mundo, a causa del hábito de la mente de
confiar en los objetos de los sentidos, al aislarlos de su verdadera posición. Las Upanishads y el
Bhagavadgita están repletos de
descripciones de este estado de conciencia, cuando se contempla el multiforme universal. Se
deben mencionar especialmente los capítulos 3° y 4° de la Upanishad Brihadaranyaka; los
capítulos 5° y 7° de la Upanishad Chandogya; el capítulo 11 del Bhagavadgita, así como la
descripción del Absoluto que encontramos en el capítulo 13.
El sendero del Bhakti también tiene métodos de concentración de la mente mediante Sravana o
escuchar las
glorias de Dios, Kirtana o cantar Sus nombres, Smarana o recordar a Dios mediante Japa, etc.,
Padasevana o adoración de Sus pies en sus manifestaciones o Su ser esencial, Archana o
adoración formal mediante métodos rituales, Vandana u oración ofrecida a Dios, Dasya o la
actitud de ser un sirviente de Dios, Sakhya o actitud de amistad hacia Dios y, finalmente, Atma-
Nivedana o rendirse a Dios. Estos son diferentes medios de alcanzar la consumación del amor
divino, por medio del cual la mente se ata a la existencia de Dios y a sus atributos asociados,
tales como omnisciencia, omnipotencia, compasión y similares.
Un sistema espiritual de vida conocido como Karma-Yoga rara vez se asocia con la meditación.
No obstante, el KarmaYoga es realmente meditación en acción y es un Yoga por sí mismo. Sin
embargo, para los principiantes en la vida espiritual es difícil imaginar cómo una acción puede
también ser meditación, ya que la acción se asocia con el movimiento tanto físico, como
psicológico, mientras que la meditación se considera como una atención en la cual todo
movimiento se detiene. La acción que es el Karma Yoga se diferencia de la usual definición de
acción en cuanto se distingue de la concentración o atención de la mente. Principalmente en el
Bhagavadgita se encuentra una exposición de este método, donde la habilidad para la acción se
identifica con el equilibrio en la actitud de la conciencia. El Yoga no solamente es suprema
habilidad en la acción perfecta, sino al mismo tiempo estabilidad de conciencia o ecuanimidad
de mente.
Los dos aspectos de esta técnica particular no pueden reconciliarse en tanto la acción esté
limitada a las actividades personales provenientes del deseo. El Karma-Yoga es acción sin deseo,
la cual es solo consistente con la conciencia espiritual. El Ser, que es puro equilibrio de
existencia, es coextensivo a la realidad cósmica y, por lo tanto, puede ser reconciliable con la
acción cuando ésta se transforma en un
proceso impersonal de existencia espiritual, en lugar de una actividad personal de deseo
individual. Este concepto de acción espiritualizada es un paso avanzado en Yoga y no puede
prescribirse a los novicios, que no pueden imaginar nada más allá de su personalidad corporal.
Pero una vez ha aprehendido el espíritu, el buscador pasa incólume por la vida, sin que lo
afecten las simpatías o aversiones, y contempla la divinidad en todas las acciones, las cuales él
identifica con el proceso del universo. En conceptos menores del Karma Yoga, se define éste
como la actitud hacia toda actividad, como una forma de movimiento de las propiedades de la
Naturaleza externa, de las cuales uno permanece como testigo impasible. También es
considerado el Karma Yoga, como acción ejecutada en espíritu de servicio a Dios, o aun de
servicio a la humanidad y todos los seres vivientes, acción cuyos frutos el ejecutor no desea, sino
que los ofrece enteramente a Dios.
Una característica especial dentro de las formas de meditación interna es un sistema conocido
como Kundalini Yoga. Aquí el sistema humano en su sutil carácter interior se considera como
una muestra microscópica del universo, y se intenta manipular las fuerzas de la Naturaleza por
la regulación de las fuerzas que existen dentro de uno mismo.
Los reinos del cosmos se corresponden con los centros del individuo, los cuales, se acepta, son
siete. La concentración sobre esos puntos en el microcosmos estimula las fuerzas allí alojadas,
las cuales tienen una relación íntima con los centros relativos en el macrocosmos. Por lo tanto,
la meditación sobre dichos centros es equivalente a la meditación sobre la realidad del cosmos.
Sobre estas meditaciones hay enormes detalles formulados en un grupo de textos llamados
Tantras, los cuales enuncian métodos para sobrepasar gradualmente las formas más densas de
la Naturaleza, a través del ritual, la adoración, la recitación de fórmulas, la regulación de la
respiración y la concentración de la mente. Puesto que algunas de las formas prescritas en los
Tantras llevan al buscador a los objetos de los sentidos y a la Naturaleza material, aunque con la
vista puesta en trascenderlos en una experiencia espiritual, el peligro de retroceso o caída para
los
inexpertos o incautos es mayor en éste, que en los demás senderos del Yoga. La técnica es muy
científica, pero cuando se intenta por parte de mentes no purificadas, no está completamente
libre del peligro de caer en tentación y retrogresión.
Todos los procesos de meditación son, en últimas, formas de despertar la conciencia del Alma, la
cual es en el fondo conciencia de Dios. En la meditación practicada correctamente, aquello que
en apariencia es extraño y externo a nuestro propio cuerpo, se entreteje vitalmente con el tejido
de nuestro propio ser. En resumen, meditación es el arte de unirse con la Realidad.
Existen dos técnicas de este grupo que resultan muy útiles para practicar el control
abdominal, a fin de todavía potenciar más su acción. Se trata del jalandhara-
bandha, o llave del mentón, que se aplica especialmente durante la retención del
aire, y del mulabandha, o contracción anal, que también con frecuencia se aplica
durante la retención.
A menudo, pues, durante la retención se aplican las dos técnicas simultáneamente.
Las explicamos en el apartado de mudras y bandhas, que sigue.
Mudras y bandhas:
Técnicas de aprovechamiento energético y de control neuromuscular
Técnica
Siéntese en el suelo con las piernas juntas y estiradas. Flexione la pierna izquierda y
comprima el ano con el talón. Seguidamente, a la vez que expulsa todo el aire de los
pulmones, inclínese hacia delante hasta que la frente descanse sobre la rodilla. Con
ambas manos debe agarrar los dedos del pie derecho. Una vez la cabeza repose sobre
la rodilla, inhale, efectúe la retención del aire aplicando la «llave del mentón» (que se
explica a continuación) y regrese a la posición inicial.
La mente se mantiene concentrada en la base de la espina dorsal y la mirada se dirige
al entrecejo. La retención del aire se prolonga hasta donde se pueda, pero evitando
cualquier esfuerzo excesivo. Durante la ejecución de esta técnica, también puede
aplicarse, cuando se está reteniendo el aire, la técnica denominada «control anal»,
que explicamos en este apartado. En ese caso, durante la retención del aire, acoplada
entre la inhalación y la exhalación, se ejecutan simultáneamente la «llave del
mentón» (jalandhara-bandha) y el «control anal» (mulabandha)
Esta técnica puede ser practicada media docena de veces sobre cada pierna.
Beneficios
. Purifica todos los canales energéticos.
. Mejora el funcionamiento de los órganos abdominales.
. Permite un considerable control sobre la musculatura abdominal.
. Facilita la introversión y serena la actividad mental.
. Controla la energía en los niveles físico, energético y psicomental.
. Previene las hemorroides, los cólicos, la tuberculosis, la constipación, la gastritis y
la dilatación del bazo.
Técnica
Presione firmemente el mentón contra la hendidura yugular o la raíz del tórax, con lo
que se provoca un cierre parcial de la glotis. La «llave del mentón» juega un papel
destacado en la práctica de las técnicas avanzadas de control respiratorio.
Con la columna vertebral totalmente erguida, durante la retención del aire, se inclina
la cabeza y se presiona firmemente la barbilla contra el pecho, generándose así una
«llave» que controla estrechamente el aire, como -poniendo un ejemplo
intencionadamente muy burdo- un grifo que se puede cerrar para controlar el agua.
Hay yoguis que recomiendan deglutir antes de aplicar la «llave del mentón»,
seguramente para intensificar aún más el control que desencadena.
Algunos de los ejercicios de control respiratorio que hemos incluido en esta obra
pueden complementarse con la ejecución de esta técnica durante la retención del aire,
tales como: la respiración solar y la respiración alternada.
Beneficios
. Previene determinadas dolencias de la garganta.
. Mejora el funcionamiento de la glándula tiroides.
. Influye beneficiosamente sobre el plexo laríngeo.
. Fortalece las vértebras cervicales.
. Tonifica los músculos y nervios del cuello
. Facilita la introversión mental.
. Intensifica el control sobre el aliento.
Técnica
Esta técnica de control neuromuscular puede llevarse a cabo en una postura de
meditación o simplemente sentado, o incluso de pie cuando se tiene la práctica
suficiente. Se puede aplicar durante la retención del aire, como técnica
complementaria del ejercicio de control respiratorio o bien con los pulmones vacíos
de aire y acompañada entonces de cierto control abdominal.
Si la técnica se quiere aplicar con control abdominal, se procede del siguiente modo:
Tras exhalar totalmente el aire de los pulmones, se contraen vigorosamente los
esfínteres anales, a la vez que el vientre se pliega hacia dentro (la técnica denominada
uddiyana-bandha o «control abdominal», que explicamos en este apartado). De este
modo se combinan simultáneamente el «control anal» con el «control abdominal»,
durante el tiempo que pueda mantenerse la retención del aire a pulmón vacío. Se
puede repetir el ejercicio un buen número de veces, sin forzar.
Beneficios
. Rige las distintas energías y elementos del organismo.
. Facilita el control sexual.
. Colabora en la transmutación de la energía sexual en psicomental.
. Previene las hemorroides.
. Combate la constipación y facilita la evacuación.
. Favorece el colon.
. Ayuda a controlar el epidídimo.
Técnica
Existen dos modos de ejecutar el uddiyana-bandha, que es una eficaz técnica para el
estrechísimo control de la musculatura abdominal. Es preferible ejercitarse un
tiempo en la técnica que denominamos estática, antes de proceder a ejecutar la
dinámica.
Método estático: de pie, separe ligeramente las piernas y flexiónelas hasta que pueda
apoyar las manos en los muslos, cerca de las rodillas. El cuerpo debe permanecer en
una posición de semicuclillas, con la columna vertebral curvada. La cabeza puede
mantenerla recta o inclinada sobre el pecho. Inspire profundamente, exhale a
continuación todo el aire de los pulmones y después, presionando firmemente las
manos sobre los muslos, lleve el vientre hacia dentro tanto como pueda. Mantenga la
contracción abdominal hasta que experimente la necesidad de respirar. Cuando así
sea, relaje los músculos abdominales, yérgase y realice unas cuantas respiraciones
ordinarias. Descanse el tiempo que requiera y repita el ejercicio. Las primeras
sesiones de práctica pueden incluir seis o siete contracciones, que gradualmente
pueden aumentarse hasta veinte. La contracción dura justo el tiempo que uno puede
retener el aliento a pulmón vacío. Cuando mejor se va ejecutando la técnica, más va
provocando una marcada depresión abdominal. Cuando el ejercicio se domina,
también se puede hacer sentado en una postura de meditación.
Técnica
Siéntese en el suelo con las piernas juntas y estiradas. Flexione la pierna izquierda y
lleve el talón contra el ano, presionándolo con firmeza. Doble la pierna derecha y
sitúe el pie derecho sobre el muslo izquierdo. A continuación, tras exhalar todo el
aire, efectúe simultáneamente las tres técnicas siguientes: «control anal», «control
abdominal» y «llave del mentón».
Mantenga estas técnicas simultáneamente aplicadas mientras le sea posible retener el
aliento a pulmón vacío. Cuando necesite respirar, hágalo, y luego aplique de nuevo el
ejercicio, que puede repetir una decena o más de veces, pero evitando cualquier
esfuerzo excesivo.
Además, esta técnica puede aplicarse si se desea asociada a la respiración,
poniéndose en marcha unos instantes tras la exhalación
Beneficios
. Tiende a reunificar las energías ya armonizarlas y canalizarlas saludablemente.
. Reporta los beneficios propios de cada una de las técnicas que se aplican.
. Desarrolla la conciencia y potencia todas las facultades mentales.
Técnica
Aunque este ejercicio puede ser ejecutado sentado o en un asana de meditación, la
manera más eficaz de aplicarlo es en la posición de cuclillas, rodeando firmemente las
piernas con los brazos. Consiste este procedimiento en alternar vigorosas
contracciones de los esfínteres anales con vigorosas propulsiones de los mismos, o
sea, se contrae y luego se impulsan tanto como se puedan los esfínteres. Se puede uno
fijar un tiempo para cada contracción y cada propulsión, por ejemplo, cuatro
segundos.
Entonces se procede así: se contraen vigorosamente los esfínteres cuatro segundos;
se propulsan vigorosamente cuatro segundos, y así sucesivamente en un ciclo de
quince o veinte veces, o más.
Beneficios
. Purifica los intestinos.
. Combate la pereza intestinal y facilita la evacuación.
. Favorece el sistema simpático.
. Previene los trastornos del recto, de la próstata y las hemorroides.
Ramiro Calle
SHATKARMAS.
Hay varios procedimientos para higienizar y favorecer los ojos, pero dos son los más
utilizados:
2) Mirar fijamente un punto sin parpadear y permitir que las lágrimas vayan
fluyendo. No solamente se higienizan los glóbulos oculares, sino que se fortalecen los
ojos y se mejora la visión.
Después de permanecer varios minutos observando sin parpadear, se cierran los
párpados y se rotan los ojos numerosas veces en una y otra dirección y luego de arriba
abajo y de abajo arriba.
En cuanto a la limpieza de las fosas nasales, hay tres métodos tradicionales y eficaces
para despejarlas de toda impureza:
2) Con la ayuda de una tetera (en la India hay un recipiente adecuado a tal fin que se
denomina lota) se ejecuta esta eficaz técnica. Después de llenar la tetera de agua tibia,
ladeando e inclinando adecuadamente la cabeza (cada uno irá encontrando el punto
apropiado para ello), se inserta el orificio de la tetera en una de las fosas nasales y se
deja que el agua vaya cayendo en la misma para ir fluyendo hacia el exterior por la
otra fosa. Después se invierte el proceso. El agua entra por una fosa y emerge por la
otra, limpiando todas las impurezas y residuos
Para la higienización del estómago, los yoguis se sirven de una sencilla técnica que
emplean cada varias semanas, pues no debe ser ejecutada demasiado a menudo.
Consiste, en ayunas, en ingerir gran número de vasos de agua tibia. Después se aplica
la técnica del «control abdominal» o se hacen algunas posturas de yoga, y por último,
unos minutos después, con la ayuda de un masaje en la raíz de la lengua, se expulsa el
agua. Deben evitar esta práctica las personas con hernia de hiato o úlcera.
Los yoguis limpian minuciosamente el ano y el recto, ya sea con los propios dedos y
agua fresca o con un delicado tallito.
También para favorecer el ano y el recto se sirven habitualmente de la técnica que
hemos descrito de «control de los esfínteres anales».
También con minuciosidad se limpian los genitales, y las mujeres pueden fácilmente
aprender a succionar agua en la vagina y luego expulsarla, haciendo así una higiene
muy completa.
El enema sigue siendo un procedimiento muy válido. Hay yoguis que lo realizan con
agua ligeramente tibia mezclada con miel, aceite y nata líquida (o sólo alguno de estos
ingredientes).
Se purifica el colon, se previene el estreñimiento y se limpian los intestinos.
Pero para favorecer todo el paquete intestinal y fortalecer los músculos rectos y
oblicuos del vientre, los yoguis recurren a una técnica que se denomina nauli y que no
es difícil de ejecutar cuando se ha practicado y perfeccionado el uddiyana-bandha o
«control abdominal». Merece la pena describir el nauli (que puede aprenderse
fácilmente de la mano de un instructor y luego con la misma facilidad ponerlo el
practicante en acción). La postura corporal que se adopta para el nauli consiste en
flexionar levemente las piernas, con el tronco y la cabeza erguidos, y colocar con
firmeza las palmas de las manos (con los dedos hacia la cara interna de los muslos)
sobre la cara alta de los muslos, cerca de las ingles. Tras una profunda exhalación por
la boca, se presionan firmemente las manos contra los muslos, se ejecuta la vigorosa
contracción de las paredes abdominales (que es el uddiyana-bandha o método de
«control abdominal») y a continuación, controlando los músculos rectos del
abdomen, se aíslan y se proyectan hacia delante; éstos sobresalen destacada y muy
visiblemente desde el pubis hasta el diafragma. Cuando se ha aprendido esta parte de
la técnica, el practicante puede aprender a rotar los músculos y controlar así una y
otra parte de los rectos y oblicuos abdominales; para ello basta con presionar más o
menos una u otra mano sobre los muslos.
Reseñar, asimismo, que los yoguis practican una técnica que se lleva a cabo en
ayunas, por la mañana, y que consiste en ingerir agua con una solución aceitosa o
salada, realizar varios
ejercicios ya estudiados a tal fin y expulsar ese agua por el ano.
Así el agua va limpiando absolutamente todo el tracto intestinal y purificándolo.
Estas técnicas tan naturales sirven para prevenir trastornos y, sobre todo, para
eliminar residuos e impurezas. Se considera que son métodos muy eficientes incluso
para rejuvenecer el organismo y asegurarle una mayor capacidad de resistencia y
bienestar y aun favorecer su longevidad.
Uno de los apéndices que incluimos en esta obra es a propósito de la influencia de las
técnicas del yoga psicofísico sobre los diferentes sistemas orgánicos, y también
facilitamos una breve relación de trastornos y las técnicas que se pueden aplicar para
prevenirlos.
LA RELAJACION
. Reporta energías.
. Enriquece interiormente.
. Sincroniza la unidad psicosomática.
. Estimula la atención mental.
. Alivia la tensión neuromuscular.
. Facilita la interiorización y equilibra psicosomáticamente.
. Cultiva la actitud de serenidad y nos enseña a ser más resistentes a los factores que
producen ansiedad procedentes del exterior.
. Tranquiliza la mente y el sistema emocional.
. Previene diversas alteraciones psíquicas y psicosomáticas.
Para la práctica de la relajación es mejor tener el estómago vacío. Hay que utilizar
unas prendas cómodas, que no presionen, y elegir una estancia en lo posible
tranquila, evitando ser molestado durante la práctica. Es preferible una luz suave y
hay que seleccionar una superficie ni demasiado dura ni demasiado blanda, pudiendo
ser una manta doblada en cuatro, una moqueta, una alfombra o similar. Durante la
práctica hay que tratar de no dejarse vencer por el sueño. Nunca hay que abandonar
precipitadamente la relajación; hay que efectuar varias respiraciones profundas e ir
moviendo poco a poco las distintas partes del cuerpo antes de salir de la relajación. Si
el practicante requiere algún cojín para ponerlo debajo de la cabeza o de la zona renal
u otra parte del cuerpo, puede hacerlo. No hay que preocuparse en absoluto si se
presentan síntomas propios de la relajación, como sensación de peso, calor o
liviandad; pérdida de la noción del tiempo, del espacio o de alguna parte del propio
cuerpo, sensación de caída, etcétera.
Una sesión puede durar quince o veinte minutos e incluso más tiempo. Lo importante
es ir sintiendo cada parte del cuerpo y tratar de soltar. Es simplemente una cuestión
de ejercitación.
En primer lugar, dirija la atención mental a los pies y a las piernas; sienta todos los
músculos de estas zonas y aflójelos profundamente. Se van poniendo flojos, muy
flojos,
completamente flojos y relajados; sueltos, muy sueltos, totalmente sueltos,
abandonados, más y más abandonados, más y más abandonados.
Ahora relaje el estómago y el pecho. Todos los músculos del estómago y del pecho se
sumen en un estado de laxitud y abandono, laxitud y abandono.
Y a medida que los músculos del estómago y del pecho se van aflojando, también lo
van haciendo los de la espalda, los brazos y los hombros. Todos los músculos de la
espalda, los brazos y los hombros se relajan más y más, profundamente, más y más,
profundamente.
Dirija la atención mental al cuello. Los músculos del cuello, blandos, suaves, sin
tensión, sin rigidez; blandos, suaves, sin tensión, sin rigidez.
La mandíbula, ligeramente caída, floja y suelta, abandonada; los labios, fláccidos; las
mejillas, blandas; los párpados, profundamente relajados; la frente y el entrecejo,
lisos, sin tensión, sin rigidez.
Todos los músculos del cuerpo se van aflojando más y más, profundamente, más y
más, profundamente. Y cada día la relajación irá siendo más profunda y más
reparadora,
más profunda y más reparadora. Todos los músculos se van sumiendo en un estado
de profunda relajación, bienestar y descanso, profunda relajación, bienestar y
descanso.
Ramiro Calle
Concentración en el entrecejo
Se selecciona una zona del cuerpo y se mantiene la mente fija en la misma, evitando
divagaciones o reflexiones. Cada vez que la mente escapa y uno lo advierte, se retoma
la atención y se focaliza sobre la zona seleccionada.
Se trata de oscurecer tanto como sea posible el campo visual interno. El practicante se
puede servir de una imagen a tal fin, como el cielo negro, un velo negro, o una
pantalla negra, a fin de ir cultivando esa “noche mental” donde las ideas sobran.
Concéntrese en la luz blanca y refulgente, como una nube que va saturando toda su
mente y reabsorbiendo todos los pensamientos.
La respiración es un proceso que se repite de quince a veinte veces por minuto y que,
así pues, siempre está presente. No hay que confundir estos ejercicios con los de
control respiratorio (pranayama) del yoga físico.
Como la respiración nos es tan cercana, los yoguis se han servido de ella (como
también lo hiciera el mismo Buda y otros grandes maestros) para cultivar
metódicamente la atención,
tranquilizarse psicosomáticamente y liberar la mente de pensamientos hostiles o
parásitos.
Vamos a clasificar estos ejercicios de meditación en dos grupos: el de los que se sirven
de la cuenta y el de los que prescinden de la misma. Hay, como verá el lector, gran
número de estos ejercicios y, por supuesto, no se trata de utilizarlos todos, sino que se
puede seleccionar alguno de ellos para la práctica. Unos maestros o escuelas optan
por unos u otros, pero todos son válidos para lo que se pretende, si bien hay que decir
que los dos
más antiguos y seguramente más eficaces son el de atención a la sensación táctil de la
respiración y el de atención al punto de encuentro entre la inhalación y la exhalación
y viceversa.
Para llevar a cabo estos importantes ejercicios de meditación se toman como soporte
de la atención y la exploración la propia organización psicosomática y todos sus
procesos: las sensaciones, los estados mentales, las emociones.
En este tipo de ejercicios hay que mantener muy viva la atención mental, para
registrar sin reaccionar, ni analizar, ni interpretar. Se utiliza la atención desnuda, es
decir, libre de interpretaciones o reflexiones. Hay que aplicar una inquebrantable
ecuanimidad, por lo que lo observado ni se aprueba ni se desaprueba, ni está uno a
favor ni en contra.
Existen diversas técnicas para la captación lúcida y arreactiva de las sensaciones. Hay
que tratar de estar muy atento y ecuánime para ir registrando sensaciones sin
juzgarlas ni interpretarlas. Se limita uno a captar lúcida y ecuánimemente la
sensación, sin apegarse a ella ni rechazarla. Exponemos y describimos algunos de los
métodos más sobresalientes de perceptividad de sensaciones.
No hay ningún tipo de urgencia. Haga el ejercicio con lentitud, deteniéndose cuando
sea necesario para tratar de sentir, si no lo ha podido conseguir, pero no imagine. Se
siente o no se siente. Si no se siente, se sabe que no se siente y se sigue adelante. Se
requiere máxima atención vigilante e inquebrantable ecuanimidad, es decir, firmeza
de mente para captar sin reaccionar, sin estar a favor ni en contra.
El recorrido del cuerpo también se puede realizar cuando uno está más ejercitado y
establecido en la atención, eligiendo dos zonas del cuerpo simultáneamente y
pasando por ellas el foco de atención para sentir. Por ejemplo: la parte anterior y la
posterior de la cabeza; un brazo y otro brazo; el pecho y la espalda, etcétera.
En este ejercicio, pues, no hay un soporte definido en el que fijar la atención. Se está
atento aquí y ahora a lo que se es en cada momento, sin ningún tipo de elecciones o
preferencias. O sea, la actitud de atención es el soporte mismo del ejercicio. Estar
atento: eso es todo.
Son técnicas muy antiguas que tienen por finalidad inhibir los pensamientos y
cultivar un espacio interior de absoluta quietud, donde se desarrollan la inteligencia
personal y una presencia de ser no egocéntrica ni personalista.
Cuando los pensamientos se inhiben, la mente se funde con su fuente. Existen
diversas técnicas para ir consiguiendo este silenciamiento o vaciamiento interior,
pero exponemos algunas de las más importantes.
Ahora enfóquese hacia usted mismo, ignorando las actividades cotidianas, el cuerpo y
los pensamientos. No luche siquiera abiertamente contra los pensamientos.
Ignórelos. Dirija todo su interés y energía hacia dentro, hacia la fuente de los
pensamientos, cultivando un espacio interno de calma, silencio, quietud perfecta. Si
los pensamientos vienen, son como nubes que no le perturban; no se deje identificar
por ellos. Ignórelos y continúe penetrando en lo más íntimo de usted mismo,
disfrutando de un espacio interno de paz, ecuanimidad y silencio, en la presencia de
ser, conectado con su naturaleza más genuina e íntima.
De igual forma que al hablar hay pausas entre las palabras y al escribir hay espacios
en blanco o intervalos, en la mente, por muy apiñadamente que sobrevengan los
pensamientos, también hay intervalos o espacios en blanco, por fugaces que resulten.
Este ejercicio consiste en captar los espacios o pausas entre los pensamientos, para lo
que se requiere una gran atención.
La mirada en el infinito
Tratando de parpadear lo menos posible, pero sin realizar esfuerzos excesivos, pierda
la mirada en el infinito, haciendo caso omiso de cuantos pensamientos surjan en la
mente y tratando de ir cultivando un estado mental de calma y silencio. Los
pensamientos, si surgen, son como nubes que vienen y parten, pero sin perturbar la
quietud interior.
Sentimiento de espaciosidad
Cualquiera de los ejercicios expuestos en este grupo puede practicarse diez o quince
minutos. Todos ellos ayudan a neutralizar o suspender los pensamientos mecánicos
ya crear una experiencia de silencio interior y de ser. También se purifica el
subconsciente y se transforma la conciencia.
Las técnicas de visualización se basan en recrear toda una imaginería mental, más o
menos sofisticada, para desencadenar emociones y pensamientos positivos que
impregnen saludablemente el subconsciente, pues sabemos bien hasta qué punto la
representación mental crea unos u otros estados anímicos; no produce el mismo
sentimiento imaginar algo hermoso que algo feo.
La visualización es, pues, un medio para generar un sentimiento o emoción, con la
intención de ir modificando la realidad psíquica. Hacemos referencia a algunas
visualizaciones relativamente sencillas, muy antiguas y notablemente útiles.
Visualización de la infinitud
Visualice el firmamento inmenso, sin límite, claro y despejado y permita que todo su
ser se vaya fundiendo con la bóveda celeste, para ir potenciando un sentimiento de
infinitud, totalidad, cosmicidad. Mediante esa plena identificación con la bóveda
celeste, uno va perdiendo su sentimiento egocéntrico y va cultivando un sentimiento
oceánico. Igual que el azúcar se funde con el agua, hay que propiciar este sentimiento
de fundirse con el ilimitado firmamento.
Visualización de la energía
Visualice un punto de luz verde que brota de su corazón; visualice que este punto de
luz comienza a desarrollarse y cubre de luz verde su pecho, sus miembros y su cuerpo
en general. A continuación, visualice su cuerpo como un cuerpo de luz verde.
Impregne su mente de la luz verde y cultive un sentimiento de quietud e
imperturbabilidad.
La explico tal y como nos la mostró mi respetado amigo el venerable Piyadassi Thera
cuando acudió a nuestro Centro de Yoga y Orientalismo a impartirnos un curso
intensivo de meditación y nos dirigió en la práctica de la meditación deambulante,
que es asiduamente practicada en Sri Lanka como complemento de la meditación
sentada. Consiste en lo siguiente:
Colocarse de pie con los pies bien juntos. Hay que tomar una clara conciencia de que
uno se está poniendo de pie y cómo se coloca.
Se dejan los brazos sueltos a lo largo del cuerpo. Hay que tomar conciencia de la
postura adoptada (de pie).
Se adelanta lentamente el pie izquierdo, con perfecta conciencia del movimiento, sin
que se despegue la punta del pie del suelo. Un pie sigue lentamente al otro, con la
cabeza y el tronco erguidos, y los brazos sueltos a lo largo del cuerpo.
Se va caminando lentamente, con suma atención a cada movimiento del pie. Cada fase
del movimiento del pie debe concienciarse muy atentamente. Las fases son: levanto
(excepto la
punta del pie), desplazo y poso.
Cuando se llega al final del recorrido hay que proceder a darse la vuelta, con plena
conciencia de que se está girando. Al irse uno a detener hay que tomar conciencia de
la intención de detenerse y de la detención. A su vez, cuando uno va a comenzar a
caminar, hay que ser consciente de la intención de comenzar a caminar. Si uno se
distrae, se puede tomar durante unos instantes conciencia de la respiración.
La meditación en la acción
Se puede ejecutar cada actividad, aun la más simple, con atención, ecuanimidad y
afecto: desde comer una ensalada hasta beber una taza de té, desde colgar la ropa en
el armario hasta hacer una llamada telefónica. Se permanecerá más atento hasta lo
que se piensa, se dice y se hace, para ir así elevando el umbral de la conciencia e ir
logrando un establecimiento más estable de la atención mental.
También hay que desplegar el sentido de la ecuanimidad, o sea, una visión más
amplia, imparcial y firme de las situaciones y acontecimientos, evitando precipitarse
tanto en los extremos de euforia o exaltación como en los de abatimiento o depresión;
es decir, se ha de ganar en firmeza y equilibrio mental.