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R C E R A E D I C I Ó N

EMILIO MIRA Y LÓPEZ


Queda hecho el depósito que previene Ex-Profesor de la Universidad de Barcelona
la ley. Reservados todos ios derechos. Presidente electo del XI Congreso Internacional de Psicología

PROBLEMAS
SICOLÓGICOS
ACTUALES

I M P R E S O E N L A A R G E N T I N A

Se acabó de imprimir este libro el día 10 de


noviembre de 1947, en la Imprenta de F. y LIBRERÍA Y EDITORIAL "EL ATENEO"
M. Mercatali, Av. Acoyte 269, Buenos Aires. FLORIDA 344 - CÓRDOBA 2099 - BUENOS AIRES
PROLOGO
por • el

Pro/. Dr. GONZALO BOSCH

El legendario denuedo hispánico se estrelló en Jes-


igual refriega en pos de distintos ideales. El talento y el
arrojo al servicio de convicciones antagónicas, han dejado,
en apariencia, un saldo ruinoso de maldición bíblica y
bajo sus escombros. . . más de un millón de muertosl.
Nuestro cariño de hermanos no concibió nunca '-que
bien de este mal vendría". La sesuda conciencia del em-
pirismo popular, se nos antojaba vano estribillo sin sen-
tido. Hoy, rojas aún las brasas de la hoguera, siderado
el odio por la pena, el genio humano incide sobre este
campo de experiencia.
El dolor es, psicológicamente, el hecho positivo, se-
ñala Schopenhauer y la fuente eterna de nuestro cono-
cimiento útil, nada puede reemplazarlo como maestro del
espíritu. De tan dura lección ¿qué podría quedar?...
Los años venideros irán dando la razón a la sabiduría po-
pular y confirmarán la noble tradición de nuestra pu-
jante raza. Entretanto, llega hasta nosotros el eco de esta
enseñanza: Sereno en el fragor, por encima de la pasión
y de la lucha y aun sobrepuesto al caudal incalculable
de sú propia vena emotiva, un estudioso de España,
>—'aunque no sea su hijo nativo-—' observa. Las páginas
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que siguen son el fruto imponderable de su labor. Capí-


tulos nutridos con observaciones sutilísimas muestran la
garra del autor que, en este trabajo como en otros, revela AUTO]UST1F1C ACIÓN
la vastísima erudición psicológica que posee, puesta siem-
pre al alcance de los que gustan estudiar la personalidad
humana, ya sea para satisfacer exigencias culturales o Una observación superficial podría despertar la sospecha,
para la mejor aplicación del Derecho o de la Medicina. en cualquier lector, de que el libro ahora objeto de su quehacer
Los tipos de la revolución en sus más distintas modali- no tiene entre sus páginas más coherencia que la prestada por
dades desfilan con realismo impresionante y el íntimo su encuademación. No obstante, un primer factor que las en-
juego de su psiquismo es puesto' a la vista, con la extra- garza ideológicamente es la unidad conceptual que produjo su
ordinaria habilidad de un disector que fuera capaz de la contenido literal; un segundo, no menos importante, radica en
proeza de mostrarnos la substancia viva. el hecho de que los problemas que en él se discuten tienen
Quijote y Sancho nacidos del ingenio de la pluma idéntico e inequívoco aire de familia: a través de sus diversas
hispánica, han trazado los moldes sobre los que se ins- nominaciones se impone su actualidad, su situación central en
cribe media humanidad. Los tipos psicológicos del revo- el campo de la dialéctica psicológica, su enorme potencial de
lucionario descritos por E. Mira, son desde ya univer- excitación (todos son "escandalosamente" subjetivos) su cambio
de orientación bajo el enfoque dinámico que hoy se diseña defi-
sales. Quiere el azar que se gestaran en la misma tierra
nitivamente en todos los sectores de la investigación antropoló-
fecunda y dolorida. El hombre de letras y el estudioso,
gica. . . Y un tercer elemento que justifica la publicación con-
en admirable consorcio, los tomó de la realidad palpi-
junta de trabajos como los que siguen es, también, la similitud
tante y viven en sus páginas como entes transhumantes de la técnica con que han sido tratados, técnica que trata de
que pasan y . . . se quedan. utilizar e integrar todos los recursos posibles —vengan de donde
Emilio Mira y López, de renombre mundial, por su vinieren, con tal que sean eficaces— para llegar a una mejor
descollante y fecunda actuación, en el campo psicológico comprensión. En efecto, ni una sola escuela psicológica debe
puro o en el psiquiátrico, es muy conocido de nuestros ser desdeñada en la elaboración de temas tan complejos como
estudiosos y no necesita ser presentado, pero, si alguien éstos, pero aquí surge, precisamente, la necesidad de evitar que
se vincula a él a través de estas páginas, su enjundiosa del eclecticismo intencional resulte un confusionismo descriptivo.
obra anterior —-que figura en la bibliografía universal—' Mal juez es de su obra el autor, pero puede en este respecto
no será desmerecida. ' afirmar honestamente que la ambición de conseguir una aprecia-
ble síntesis en cada capítulo, no ha dejado de acuciarle ni un
momento a lo largo de los seis años requeridos para la plasma-
dón del presente volumen.
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Azares cíe la vida determinan que sea en Hispanoamérica ,su supervivencia en esta época crítica, cuyo equivalente histórico
en donde va a ser primero sometido a la crítica. No podía ima- hay que buscarlo muchos siglos atrás. El Hombre, hasta hace
ginarse mejor oportunidad ya que el público sudamericano posee, poco preocupado en dominar la Naturaleza, ha vuelto a encon-
como el español, un amplio teclado emocional que le capacita trarse a sí mismo y vive angustiado por el problema de acertar
especialmente parala intuición psicológica a la vez que le im- su misión en la vida. Ya no lucha para vivir sino que vive y
pulsa a desbordar con relativa facilidad los cauces de la rutina lucha para un Algo que trasciende de su limitada esfera exis-
intelectual y le permite adentrarse resueltamente en todos los tencia!. Saber qué es ese Algo, sin el cual su afán carece de
campos vírgenes de roturación sin perder por ello su orientación Sentido, es su mayor problema.
ni su concepto de la medida, cual sucede con frecuencia a los Reacción pasajera contra él es la tendencia a sumergirlo en
más sesudos lectores de otros pueblos. el anonimato de la "masa social" y convertirlo en simple nú-
Nuestros ensayos empiezan con el eterno problema del do- mero, cual se observa en los países sometidos al régimen totali-
lor y siguen prendidos en el centro mismo de la vida afectiva tario, en los que desde el vestido hasta la vida más íntima han
al considerar sucesivamente los factores psicológicos determinan- de ser pasados por el uniforme y tosco molde del Credo dicta-
tes de la conducta moral, de la sociabilidad y de los estados pa- torial. Pero cualquiera que sea el aparente triunfo actual de
sionales, para terminar con un intento descriptivo y comprensivo esta tentativa de defensa y de soslayo, el proceso sigue su mar-
de la conducta revolucionaria. cha imperturbable y se encamina fatalmente hacia su fin ciclo-
Quizá este último parezca un tanto extraño al resto de la mórfico. De aquí la necesidad de acometer su estudio, procu-
obra. Quizá lo sea, pues no hay duda que las vivencias de rando aplicarle el criterio científico. A quien arguya el peligro
de que la pasión pueda mezclarse en ello, habrá que recordarle
los últimos dos años y medio de permanencia en España han
la frase de Goethe: es peor la hipocresía que la pasión. De otra
debido por fuerza influir en nuestra manera de concebir los
parte, tampoco sería honesto publicar este libro "ad usum Del-
problemas humanos. IVo obstante, creemos sinceramente que no
phini", tratando solamente aspectos parciales de la cuestión.
hay alteración esencial de criterio ni de técnica y sí, en todo
caso, cambio circunstancial de los contenidos de interés. Por lo Esperamos y deseamos la crítica, incluso severa, de las ideas
demás, si existe en la actualidad un tema palpitante, en el que sustentadas a condición de que sea sincera y concreta. Ojalá
la intervención científica puede contribuir, quizá decisivamente, de ella y de todas las demás pudiesen brotar una mejor com-
a mejorar el Destino de la Humanidad, es precisamente éste. prensión y nuevas direcciones constructivas de la futura Socie-
Quiérase o no la Humanidad vive una fase revolucionaria. Todos dad humana que, para ser justa, requiere ser basada en una
concepción psicológica de sus elementos integrantes.
los valores se hallan sujetos no sólo a revisión sino a transforma-
ciones que podían parecer inconcebibles hace apenas unos de-
C. MIRA T LOVEZ.
cenios. Esta precipitación del devenir psicológico se manifiesta Londres, julio de 1939.
en todos los campos: La Ciencia y el Arte, la Religión y el
Derecho, la Política y la Moral luchan y padecen desesperada-
mente para hallar nuevas formas de cristalización que permitan
CAPÍTULO I

ENSAYO PSICOLÓGICO ACERCA DEL DOLOR

DIFICULTADES PARA EL ESTUDIO DEL DOLOR. —


O P I N I O N E S DE LOS FISIÓLOGOS, NEURÓLOGOS Y
CIRUJANOS ACERCA DEL DOLOR. r-' E L DOLOR
VISTO "POR DENTRO". —< DIFERENCIAS ENTRE
EL DOLOR, LA PENA Y EL SUFRIMIENTO Y
OTROS ESTADOS VIVENCIALES ANÁLOGOS. — C Ó -
MO ENTABLAR LA LUCHA CONTRA EL SUFRI-
MIENTO.

Pocos temas hay que ofrezcan al hombre un interés


más general y profundo que éste. Iniciamos la vida con
dolor, nos separamos de ella *--Ia mayor parte de las ve-
ces.-- sufriendo, por lo menos, las alteraciones físicas cau-
santes de la muerte y mientras deambulamos por este
"valle de lágrimas" es el más fundamental de nuestros
impulsos, el de huir de sus tormentos. No en vano el
hombre es un aprendiz cuyo maestro es el dolor •—> dicen
que afirmó ya Aristóteles, confirmó Schopenhauer y
repitió Alfredo de Musset en versos románticos.
Diversas escuelas filosóficas, de todos los tiempos,
han construido su concepción del mundo en derredor su-
yo, mostrándose más o menos pesimistas respecto de su
esencia y significación. Los biólogos por su parte nos con-
firman que el hombre, instintivamente, huye del dolor
y busca el placer y que tan sólo es capaz de resistir el.
primero cuando se promete de esta resistencia la obten-
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ción de un placer ulterior más intenso (satisfacción de intervención activa y eficaz y de ninguna manera toleraría
un ideal). que se le tomase por un conejillo y se le sometiese a
Pero ahecho paradójico^- a pesar de la atención un experimento científico. De otra parte,' el médico (ni
constante que los nombres científicos o profanos han cuando es especialista en neurología) no se encuentra
dedicado al dolor y sus problemas, a despecho de las preparado para hacer observaciones útiles desde el punto
toneladas de papel que han sido escritas o impresas para de mira psicológico. Es por esto, que solamente algunos
estudiarlo, nos encontramos ahora, en pleno siglo XX, profesionales han querido y han podido aprovechar la
faltos de una definición precisa, desprovistos de una clasi- ocasión que la patología les ofrecía para penetrar en el
ficación aceptable de sus formas, e inermes prácticamente, misterio del dolor.
para combatirlo en sus manifestaciones más violentas. Un segundo factor ciertamente no el menos impor-
¿A qué se debe la enorme desproporción existente tante, el confusionismo existente, es la enorme impreci-
entre los esfuerzos realizados y los resultados obtenidos? sión terminológica observada en el campo de la psico-
Tres causas parecen explicarlo: la más fundamental es logía afectiva, que nos hace confundir conceptos que
quizá, la imposibilidad en que se han encontrado hasta deberían estar cuidadosamente limitados y diferenciados.-
ahora los hombres de ciencia, de manipular con el dolor No se pueden utilizar indistintamente los términos de:
como objeto de experimentación. La ética más elemental Dolor, Pena, Sufrimiento, Disgusto, Malestar, Angustia,
impide, en efecto, someter al hombre al sufrimiento para Ansiedad, Mal, etc., ni es lícito tampoco hacer sinónimos
satisfacer una curiosidad especulativa o, incluso, para el dolor y el desplacer, como ha sido propuesto y aceptado
encontrar una fórmula bienhechora aplicable a sus seme- con demasiada frecuencia.
jantes. Por esto la inmensa mayoría de biólogos y psicó- Finalmente, el tercer motivo de nuestra actual igno-
logos que han' querido intentar el estudio experimental rancia en este aspecto, hay que buscarlo en la hetero-
del dolor, se ha tenido que contentar con provocarlo en geneidad de las actitudes con que han atacado el
sus manifestaciones más leves y en sus formas menos problema del dolor los diversos investigadores que se han
interesantes. Existen, sí, unos hombres que por motivos creído en la necesidad de estudiarlo: Filósofos, Teólogos,
profesionales se encuentran diariamente ante el verdade- Sociólogos, Biólogos, Cirujanos, Fisiólogos, Psiquiatras
ro dolor: los médicos. Pero precisamente. también las y Psicólogos, no bolamente hablan lenguajes diferentes,
circunstancias que motivan su intervención impiden que sino que tienen concepciones apriorísticas demasiado di-
puedan aprovechar con fines experimentales, de investi- versas para realizar un trabajo común provechoso. Pre-
gación, su valioso material de estudio. cisa en lo posible poseer una formación equilibradamente
El enfermo llama, en efecto, al médico para que éste biológica, psicológica, psiquiátrica y filosófica para poder
le quite cuanto antes su sufrimiento; quiere de él una conservar una acertada línea directriz en la investigación
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PftOB LEMAS PSICOLÓGICOS ACTUAL 1:S 17
de temas como éste, que por ser profundamente vitales , .sensitiva global, es decir, de la totalidad del organismo.
desbordan el estrecho y rígido marco de las aisladas Le niega unidad y cree que precisa establecer una "tipo-
disciplinas científicas. Precisa, sobre todo, no dejarse logía áígica". No es posible admitir que el dolor provocado
fascinar por la Fácil atracción de algunos esquemas con- por una neuralgia del trigémino, sea igual que el que
ceptuales "que éstas nos proporcionan, a base de interpre- sufre un enfermo afecto de asma, o una persona atacada
taciones fragmentarías, de visiones limitadas, microscópi- de rabia, o un pobre canceroso de la piel, o un enfermo
cas y, como tales, deficientes del complejo fenómeno que de cólico miserere. Precisa tan sólo recoger las manifes-
queremos explicar. taciones reaccionales de estos tipos de pacientes, para
Por ello nos na parecido útil intentar una revisión convencerse de que se encuentran frente a experiencias
de los datos que noy poseemos y nacer un ensayo ^pro- sensibles totalmente diversas. Siguiendo este criterio
visional y modestos de síntesis de los conocimientos establece un cuadro cuyas principales divisiones son las
actuales sobre el dolor, considerándolo en su verdadera siguientes:
esencia* es decir, como un Kecno psíquico.
Con el fin de realizar mejor nuestro trabajo, consi- / gravitativa
L de tensión
deraremos primero el dolor desde fuera, objetivamente; r-i r .. ] de constricción
después intentaremos ver cuál es su fenomenología
subjetiva, interna. Finalmente, trataremos de llegar a
una concepción unitaria. Veamos, pues, lo que de él nos
S
• -j
Ue causa mecánica . . < ,
I de
/ de
\de
torsión.
divulsión
pulí
lsación
dicen, para empezar, los anátomo-fisiólogos, los ciruja- calor
De causa térmica ardor (prurito)
nos y médicos, los psicólogos conductistas. . .
(río
a) Snerrington --fisiólogo puro^-- desprecia como
De diiversas Iocali:
localizacio- sensación de vacío, des-
tal el dolor y nos afirma que es "un epifenómeno que se Molestias fallecimiento, vcrtigo,
nes topográficas más
presenta nabitualmente en los reflejos desencadenados o menos precisas . . . mareo, inquietud, etc.
por estímulos capaces de perjudicar la vitalidad orgáni-
indolencia, postración,
ca (reflejos nociceptivos) que se manifiesta mediante la de cansancio aburrimíenío, cansan-
ejecución de movimientos de defensa los cuales tienen cio, desesperación.
igualmente lugar sin la intervención psíquica, es decir, decepción, perplejidad,
en el animal descerebrado' . Dolor psíquico ¡ cíe detención vergüenza, sorpresa,
b) Beaunis —en su magistral trabajo sobre las confusión.
sensaciones orgánicas— nos dice que el dolor como el I confusión.
hambre, el sueño, la fatiga, etc., representa una reacción de inacción < ansiedad, insuficiencia,
f temor.
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PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES . 19

No precisa ser un técnico en Psicología para ver que bles al dolor. Para demostrar que éste es conducido por
Beaunis no na tenido ningún éxito en su ensayo de cla- vías distintas a las que transmiten las restantes formas
sificación de los dolores psíquicos; en cambio, nos da de la sensibilidad, V. Frey aduce el hecho, que es posible
una visión mucho más extensa de los dolores sensuales observar en diversas enfermedades y provocar experi-
y -—hecho importante^- nos indica la existencia de esta- mentalmente, de una "disociación" sensitiva, en forma
dos de transición entre las dos íormas (física y moral) que unas impresiones sensibles aumenten y otras dis-
del fenómeno álgico. Las "molestias" son, en erecto, minuyan independientemente de la intensidad de sus
una especie de "no man's land" que separa y une los correspondientes estímulos. Así por ejemplo, en la sirin-
territorios en apariencia distanciados de la somatoalgia y gomielia se pierde la sensibilidad térmica y dolorosa y
la psicoaígia. se conserva, en cambio, la táctil; en la anestesia local se
c) V. Frey —el fisiólogo que más lia tiataao de observa lo mismo ai principio de la acción cocaínica. Hí
diferenciar el dolor de las otras formas de la sensibi- mentol es analgesiante y sin embargo tiene una acción
lidad— afirma que el fenómeno álgico corresponde a la hipercriestesianie (excita las zonas frías). Por otra parte
actividad de un sexto sentido: el sentido del dolor, cuyos los tiempos de reacción son totalmente distintos en Jas
órganos receptores estarían constituidos por las termina- diversas sensaciones cutáneas (que se clasifican por este
ciones nerviosas intraepiteliales libres y cuyas vías de orden: táctiles, de frío, de calor y de dolor, siendo éstas
transmisión subirían por los cordones posteriores hasta un las más lentas en producirse) lo que representa un nue-
supuesto centro algógeno, situado en el tálamo y conec- vo argumento a favor de la hipótesis de que cada una
tado con la corteza por fibras centrífugas que llegarían de ellas tiene uña vía propia de transmisión.
hasta las circunvoluciones parietales. En la piel la sensi- d) loteyko y Stefanawslía creen que el retraso de
bilidad dolorosa se encuentra concentrada en pequeños recepción de las impresiones dolorosas es debido a que
territorios llamados "puntos dolorosos", cuya superficie es el fenómeno álgido resulta de la excitación química de
de orden de O'l mm.2, produciendo su excitación "siem- las terminaciones nerviosas por unas substancias "algó-
pre" una impresión de dolor, independiente de la íorma genas , engendradas siempre que existen procesos vivos
y naturaleza del estímulo. La mayor o menor sensibilidad de desintegración celular (hecho patológico). Estas im-
dolorosa de la piel estaría en razón directa con el nú- presiones tomarían estado consciente en centros nervio-
mero de estos puntos, muy abundantes en la córnea y sos bilaterales, con la particularidad de que la- mitad
glande (faltando en cambio, los puntos táctiles) y ausen- izquierda del cuerpo es más sensible a ellas que la dere-
tes en la mucosa de la mejilla, al nivel del segundo mo- cha. La fatiga, la atención y el miedo exageran *-<según
lar inferior y en la extremidad libre de la uvula, por las mencionadas investigadoras^ la percepción del dolor.
cuyo motivo dichas partes son fisiológicamente insensi- Además, ésta se encuentra siempre aumentada en las
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excitaciones correspondientes a la mitad izquierda del afectivos y no como Kasta aKora se Kabía KecKo, entre
cuerpo, lo cual indicaría no sólo la existencia de centros las sensopercepciones.
nerviosos1- especiales para el dolor, sino una asimetría f) Storring adopta una posición intermedia entre
funcional de éste. los unicistas y los dualistas: niega la existencia de órga-
e) GoldscKeider, en su libro sobre las sensaciones nos receptores específicos de la impresión dolorosa, pero
dolorosas, s e opone a la idea de que haya puntos admite, en cambio, la existencia de una vía especial
exclusivamente dolorosos, así como niega también la de conducción, que es excitada por la energía que Ka
existencia de los llamados "corpúsculos del placer desbordado las vías ordinarias de transmisión de la
(WoIIustkorpcKen de Krause, identificados por Finger y sensibilidad. Según esta concepción, el dolor sería, pues,
confirmados por WertKeimer y Dogiel). Según él, existen producido por un exceso de estimulación sensorial o ce-
dos sistemas cutáneos: uno capaz de responder con una nestésica y representaría un fenómeno de irradiación,
impresión táctil para las excitaciones débiles y una impre- totalmente comparable a los de resonancia que se obser-
sión dolorosa para las fuertes y otro que además de dar van en la acústica.
la sensación de contacto, respondería con una sensación K) Kulenkampff afirma que el dolor es percibido
álgica a la presión. a través de vías simpáticas, es decir, de fibras, no mie-
Iinizadas, en las que la velocidad de conducción del
Las ideas de Goldscneider Kan fructificado en otras
impulso es mucKo más lenta; eso explicaría el retraso de
concepciones "dualistas" de la sensibilidad dolorosa que
percepción que se observa siempre en las excitaciones
tan sólo citaremos (TKunberg, AIrutz, Head, Pieron). algógenas. Todos los dolores van acompañados del cua-
Todas ellas tienen de común la distinción entre la sensi- dro de excitación del simpático (midriasis, aumento de la
bilidad cutánea superficial, viva, delimítame y específica tensión arterial y de las contracciones cardíacas, sensación
al pincKazo (para la cual Pieron propone el nombre del calor y congestión facial, evacuación de los esfínteres,
de sens de la piqüre") y las multiformes impresiones piel de gallina, etc.). Claro es, no obstante, que la
álgícas (de compresión, distensión, avulsión, escozor, presencia de este cuadro ^-ya previamente descrito por
etc.) derivadas de las llamadas sensibilidades profundas. Cannon— no indica el papel específico del sistema vege-
Pieron <--eI más destacado de los actuales dualistasi-- tativo en la transmisión de las impresiones álgicas, ya
cree que el verdadero dolor es en esencia, una reacción que es imposible separar el dolor de la emoción de miedo
emocional, talámica, que se produce tardíamente y o de cólera que le acompaña y en ambas Ka demostrado
de vez en cuando en la escala zoológica (por necesitar Cannon la producción de una descarga adrenalínica
una cierta complejidad estructural y funcional psico- i--secundaria^-- que podría ser la única fuente productora
nerviosa) y que debe estudiarse entre los fenómenos del síndrome somático acompañatorio del dolor.
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Kulenkampff cree que las excitaciones algógenas si- aparición del dolor y el peligro orgánico a que responde
guen hasta los centros mesencefálicos, tres vías: 1*, la o del cual es signo) es suficiente para destruir todas las
de ías fibras simpáticas de los órganos internos: 2*r la de teorías finalistas que pretendían hacerle el guardián de la
íos íiletes simpáticos perivasculares (los más importantes integridad orgánica, el centinela que advierte al espíritu
de acuerdo con Leriche) ; 3*, la de las fibras, simpáticas ae los peligros físicos que le amenazan.
antidrómicas, que caminan con los nervios cerebroespi- Si pretendemos sacar algún provecho del estudio de
nales, contundidas con las raíces motoras. los fenómenos somáticos que acompañan a íos grandes
Como vemos, pues, no puede decirse que naya un dolores (alteraciones pupilares, vasomotoras, excretoras,
acuerdo entre los fisiopatólogos y los anatomorisiólogos respiratorias, hemáticas, etc., etc.) caeremos en un nuevo
respecto a la base orgánica del dolor. Unos afirman que océano de confusiones, toda vez que, según los estímulos
se trata de una forma de sensibilidad específica, otros que han sido adoptados, las particulares características
creen que es una modalidad afectiva común a múltiples de los sujetos del experimento y la técnica empleada, los
formas sensibles. Algunos creen que la producción del diversos autores han obtenido los resultados más diversos
dolor se encuentra condicionada por un factor de inten- e imaginables. Apenas si parece haberse comprobado
sidad de excitación, mientras que otros admiten la ne- con cierta constancia el hecho de que el dolor aumenta
cesidad de una cualidad especial del estímulo. Unos afir- micialmente la tensión sanguínea y acelera los latidos del
man que el dolor se" transmite por las raíces posteriores, corazón, excepto cuando es tan fuerte que provoca fenó-
otros (Bell-Mangendie) nos dicen que camina por las menos colapsales. Además, la imposibilidad en que se
raíces anteriores y otros opinan que lo nace por los cor- encuentran los psicofisiólogos para separar los síntomas
dones laterales, no faltando quien asegure que lo nace somáticos concomitantes del dolor y los de las reacciones
por la cadena simpática extramedular. . . emocionales que éste despierta (miedo, cólera, etc.) hace
Por otra parte, recientes experimentos de Pieron Kan que tampoco pueda esperarse una mayor coherencia en
demostrado que los tiempos de reacción ^-en la misma los resultados de los experimentos futuros en este aspecto.
región cutáneas- son diferentes para las diversas formas Finalmente, queda el estudio más externo del dolor,
de estímulos algógenos; así, por ejemplo, se puede admitir es decir: la investigación de las "expresiones" álgicas
que la onda reacciona! al pinchazo va a una velocidad (gestos, actitudes corporales o faciales). ¿Qué nos dice
de 16 metros por segundo, mientras que la de la incisión la observación directa de ías personas afectas de grandes
lo hace a ía velocidad cíe 12 metros y la de la quemadura, dolores? ¿Cómo se caracteriza ía expresión de un dolor
mucho más lenta, a la de 4,5 metros por segundo (el con- intenso? Digámoslo de una vez: de ninguna manera.
tacto, en cambio, se transmite a 40 metros por segundo). En el capítulo sobre el dolor del "Tratado de Psicología"
Esté hecho (proporción, inversa entre la velocidad de de Dumas, el curioso lector podrá ver algunas fotografías
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impresionantes y guiñolescas de personas martirizadas como- algo bien diferente del "desplacer . Dice que el
^-en otras épocas y lugares--- y podrá, nacerse cargo de dolor tiene las cualidades de una sensación y el desplacer
cómo la faz y la actitud de un mismo sujeto cambian las de un sentimiento. Nos añade que es posible la coexis-
extraordinariamente de un momento a otro bajo la in- tencia de una sensación acompañada de un tono afectivo
fluencia del dolor paroxístico: tan pronto se crispan como desagradable y de un sentimiento de placer. Nos afirma
se relajan sus músculos; su cara, ahora toma una expre- también que el dolor no es necesariamente molesto o
sión de rabia, añora de miedo, ahora de estúpida indife- desagradable, aunque resulte así la mayor parte de las
rencia, ahora de estática beatitud. . . Si se trata de sujetos veces. Wolgemum nos aclara finalmente, por vía intros-
.con libertad de movimientos según la Iocalización y el pectiva, otro problema: la pretendida génesis del dolor
curso de dolor toman posiciones de las más diversas, sensorial por excitaciones específicas de intensidad anor-
realizan los movimientos más disparatados o bien per- mal, o desproporcionadas al deseo especiante del sujeto,
manecen inmóviles, con o sin tensión. . . Es decir, no hay no existe; lo que en tales condiciones se presenta es un
manera de llegar por fuera a la descripción y caracte- sentimiento de desplacer (ligado a una sorpresa o, de-
rización del fenómeno1 doloroso como algo específico y cepción) .
aislable en el campo de las experiencias psíquicas. Reconociendo el interés de estas conclusiones, hemos
de confesar, no obstante, que no bastan para satisfacer
DOLOR VISTO POR DENTRO
nuestras ansias inquisitivas. Precisa, pues, librarnos a la
exploración fenomenológica con nuestras propias armas.
Intentemos ahora seguir un camino inverso, es decir, Y en tal caso, ¿qué es lo que en primer término resalta
estudiemos el dolor de dentro a fuera, subjetivamente, sin en nuestras experiencias y en los testimonios que recoge-
perder, no obstante, la actitud puramente descriptiva, mos, espontáneos o provocados, actuales o retrospectivos,
fenómeno lógica, para ver si así obtenemos mejores resul- de sanos o de enfermos? Pues el primer hecho compro-
tados. En primer lugar: ¿qué nos dicen los psicólogos bado es la diferente "cualidad" de los dolores físicos,
que nos han precedido en esta vía? Sería larga tarea la sensuales, tópicos y de los dolores psíquicos, morales,
de resumir sus opiniones; por eso nos limitaremos a citar globales. Esta diferente cualidad de ambos tipos de viven-
la del autor que más recientemente .--aprovechando todo cia hace necesaria su separación terminológica: precisa
lo que ya se ha hechor ha sometido esta cuestión a un reservar la palabra dolor para expresar la vivencia que
tal análisis: Wolgemuth. Este fino investigador inglés tiende a producir el sufrimiento físico, externo origina-
en su monografía (Pleasure-Unpleasure. Analysis of the riamente a la conciencia del "Yo" y que se acusa en ella
feeling elements. Dritish Journal of Psychology. Monogr. en un momento dado con mayor o menor intensidad y
n. 2) mantiene con energía que el dolor se acusa al sujeto extensión de sus elementos procedente de la denominada
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área somática. Mientras que precisa dar el nombre de das circunstancias (éxtasis religioso, excitación genésica,
pena a la vivencia originaria del sufrimiento psíquico satisfacción de impulsos toxicomaníacos) es posible que
propiamente dicho, engendrado primitivamente en el un sujeto pueda soportar grandes dolores y, no obstante,
yo , que llena desdé el primer momento de su aparición no sufra, sino que disfrute del momento en que lo expe-
na totalidad de la conciencia, .hasta el punto de hacer rimenta. Análogamente podemos imaginar que una pena
desaparecer de ella a todo otro elemento o de teñirlo (muerte de un ser querido) al coincidir con la satisfacción
con su especial cualidad en ciertos casos. En el dolor de un deseo intensísimo (consecución de un ideal social,
físico, podemos decir que el sujeto y la vivencia, álgica se político, religioso, etc.) no cause sufrimiento. Por otra
oponen mutuamente y destacan la bipolaridad psicofísica parte, si el dolor y la pena son los factores que con mayor
hasta el punto de querer "separarse" por medios físicos. frecuencia causan el sufrimiento, no son los "únicos" que
En la pena, esta bipolaridad desaparece y el sujeto no pueden determinarlo. Existen, en efecto, otras causas de
recibe" el dolor sino que "es" él mismo dolor. Por esto padecer: por ejemplo, el sentimiento de "vacío" (senti-
en los casos más violentos es él "íntegramente" quien ment du vide de Janet) de que se quejan los enfermos
busca la muerte como único remedio. La misma diferencia psico-asténicos, puede llegar a ocasionar sufrimientos ho-
perceptiva que debe existir entre la joroba (propia) y rribles. (Así una de las pacientes observadas por este
un saco cargado a la espalda (añadido) existe entre autor le escribe: Es espantoso lo que sufro; no puedo
el dolor (siempre centrípeto respecto al ' yo ) y la pena resistir ni un momento más esta vida sin impresiones, sin
(siempre centrífuga respecto de él). Esta diferencia expli- color ni afectos; soy "una muerta" que "sufre"; todo lo
ca la posibilidad de que la pena se engendre con toda veo como a través de una niebla, irreal, extraño; no tengo
la intensidad imaginable por hechos pasados o futuros ánimos de nada ni puedo emocionarme por nada; es
(remordimiento o presagio, recuerdo .o temor) mientras horrible no poder sufrir cuando me dan una mala noti-
que el dolor tan sólo es vivido como presente. cia", ni alegrarme cuando mi hijo llega del colegio tan
contento con sus buenas notas; preferiría mil veces cual-
Dolor y pena por sí mismos proyocan el sufrimiento
quier enfermedad, a estos trastornos. . . " ) . Inversamente,
pero éste es en realidad un producto final (Endprodukt)
se han observado casos en los cuales el dolor o la pena
resultante de la interacción de las diversas experiencias
son únicamente "percibidos" por el sujeto "sin sufrirlos";
sensibles producidas en un * momento determinado y,
se trata de enfermos, que han sido descritos por Schilder,
principalmente, derivado e-como pronto veremos--- de la
afectados de una alteración del "gyrus marginalis" (cen-
actitud prospectiva de reacción que el sujeto adopte ante
tro receptor en la corteza de las impresiones álgicas). Este
él. Podemos decir, pues, que el dolor o la pena son con-
autor designa el trastorno bajo el nombre de "asimbolia
diciones necesarias, pero no suficientes, para provocar el
álgica , y los sujetos que lo padecen son, sin duda, dignos
sufrimiento. De hecho, todos sabemos que en determina-
28 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 29

de la mayor curiosidad de observación- cuando se les' vivencias pueden existir independientemente la una de
provoca un dolor violento lo notan perfectamente, lo des- la otra, incluso en personas normales (tal es el caso de
criben con tocto detalle y valoran su intensidad y cualidad los sujetos sometidos a violentas y perdurables conmocio-
con perfecta justeza, pero no exhiben la más pequeña nes morales, que afirman al final, agotados y vencidos,
reacción de defensa y afirman que tal dolor, por fuerte que ya no pueden sutrir mas, a pesar que continúan
que sea "no les Race sufrir". Análogamente, en ciertas sintiendo las mismas penas, como presentes en sus
personas esquizoides se observa una indiferencia sorpren- conciencias). AhoTa bien, si el dolor y la pena tienen
dente ante las desgracias morales, lo que no impide que un interés excepcional para el humanista, es precisa-
reaccionen incluso exageradamente a ellas. En un caso mente en función del sufrimiento que pueden ocasionar.
observado por nosotros el sujeto (E. L. R.) asistió impa- Esta afirmación incluye, por tanto, una esperanza, la de
siKIe a la muerte de su madre, conversó fríamente con los poder ahorrar .--mediante una intervención oportuna^ el
presentes, mientras la familia daba muestras del mayor sufrimiento cuando no sea posible actuar sobre las causas
desconsuelo- Fue el único que cenó aquella noche e in- productoras del dolor y la pena. Y, en efecto, esta espe-
cluso cogió un libro y estuvo leyendo indolentemente cerca ranza ha sido ya convertida parcialmente en realidad en
de una hora. A las once se encerraba en su habitación y el campo de la Medicina: el terapeuta dispone de un
se suicidaba con tres tijeretazos en la región cardíaca, uno arsenal de substancias que pueden mitigar el. sufrimiento
de los cuales le fracturó el esternón. Interrogados a poste- de los dolores: los analgésicos. Pero las penas no pueden
riori los hermanos, nos dijeron que E. había sido siempre tratarse tan fácilmente. Ante ellas, el hombre utiliza ^-co-
un "lunático" y que todas las manifestaciones de su afec- mo pronto veremos^ múltiples recursos psicológicos,
tividad parecían paradojales y artificiosas. A veces, de pero le faltan,, en cambio, los medios físico-químicos
pequeño, cuando su madre le reñía, él decía: Siento que eficientes. para hacerlas soportables. Los anestésicos ge-
he de estar triste y hasta me parece que lo estoy pero no nerales, los hipnóticos y los sedantes más intensos, no
puedo llorar ni sufro". Estos detalles no son excepciona- evitan el sufrimiento que la pena ocasiona, sino en la
les; todos los psiquiatras sabemos que en los tempera- medida en que suprimen y ofuscan ía conciencia del
mentos esquizoides las reacciones afectivas no se desarro- sujeto, es decir, que le privan de su vida psíquica (en
llan como en las otras personas en la escala diatésica forma más o menos duradera); existen, es verdad, ciertas
(alegría-tristeza; placer-sufrimiento), sino en la escala substancias (protóxido de nitrógeno o gas hilarante, mus-
psicoestesica (insensibilidad-hiperestesia). caína, benzedrina) que pasajeramente y :en ciertos indi-
viduos pueden cambiar el tono afectivo, proporcionándo-
Vemos, pues, que el "sufrimiento" debe ser diferen-
les una alegría ' artificial , sin perturbar en forma apre-
ciado como vivencia cteí dolor y la pena, sí se quiere
dable las funciones perceptivas, pero la inseguridad y
introducir un poco de precisión en este estudio. Las tres
28 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 29

de la mayor curiosidad de observación; cuando se les vivencias pueden existir independientemente la una de
provoca un dolor violento lo notan perfectamente, lo des- la otra, incluso en personas normales (tal es el caso de
criben con todo detalle y valoran su intensidad y cualidad los sujetos sometidos a violentas y perdurables conmocio-
con perfecta justeza, pero no exbiben la más pequeña nes morales, que afirman al final, agotados y vencidos,
reacción de defensa y afirman que tal dolor, por fuerte que ya "no pueden" sufrir más, a pesar que continúan
que sea "no les hace sufrir". Análogamente, en ciertas sintiendo las mismas penas, como presentes en sus
personas esquizoides se observa una indirerencia sorpren- conciencias). Ahora bien, si el dolor y la pena tienen
dente ante las desgracias morales, lo que no impide que un interés excepcional para el humanista, es precisa-
reaccionen incluso exageradamente a ellas. En un caso mente en función del sufrimiento que pueden ocasionar.
observado por nosotros el sujeto (E. L. R.) asistió impa- Esta afirmación incluye, por tanto, una esperanza, la de
sible a la muerte de su madre, conversó fríamente con los poder ahorrar ---mediante una intervención oportuna.-— el
presentes, mientras la familia daba muestras del mayor sufrimiento cuando no sea posible actuar sobre las causas
desconsuelo. Fue el único que cenó aquella noche e in- productoras del dolor y la pena. Y, en efecto, esta espe-
cluso cogió un libro y estuvo leyendo indolentemente cerca ranza ha sido ya convertida parcialmente en realidad en
de una hora. A las once se encerraba en su habitación y el campo de la Medicina: el terapeuta dispone de un
se suicidaba con tres tijeretazos en la región cardíaca, uno arsenal de substancias que pueden mitigar el sufrimiento
de los cuales le fracturó el esternón. Interrogados a poste- de los dolores: los analgésicos. Pero las penas no pueden
riori los hermanos, nos dijeron que E. había sido siempre tratarse tan fácilmente. Ante ellas, el nombre utiliza ^-co-
un "lunático" y.que todas las manifestaciones de su afec- mo pronto veremos--- múltiples recursos psicológicos,
tividad parecían paradojales y artificiosas. A veces, de pero le faltan,. en cambio, los medios físico-químicos
pequeño, cuando su madre le reñía, él decía: Siento que eficientes para hacerlas soportables. Los anestésicos ge-
he de estar triste y hasta me parece que lo estoy pero no nerales, los hipnóticos y los sedantes más intensos, no
puedo llorar ni sufro". Estos detalles no son excepciona- evitan el sufrimiento que la pena ocasiona, sino en la
les; todos los psiquiatras sabemos que en los tempera- medida en que suprimen y ofuscan la conciencia del
mentos esquizoides las reacciones afectivas no se desarro- sujeto, es decir, que le privan de su vida psíquica (en
llan como en las otras personas en la escala diatésica forma más o menos duradera) ; existen, es verdad, ciertas
(alegría-tristeza; placer-sufrimiento), sino en la escaía substancias (protóxido de nitrógeno o gas hilarante, mus-
psicoesresica (insensibilidad-hiperestesia). caína, benzedrina) que pasajeramente y 'en ciertos indi-
viduos pueden cambiar el tono afectivo, proporcionándo-
Vemos, pues, que el "sufrimiento" debe ser diferen-
les una alegría "artificial", sin perturbar en forma apre-
ciado como vivencia del dolor y la pena, si se quiere
ciable las funciones perceptivas, pero la inseguridad y
introducir un poco de precisión en este estudio. Las tres
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PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 31

rapidez de estos efectos no justifican su uso en general, personas que tienen angustia requieren la presencia del
tanto más cuanto que sus efectos tóxicos secundarios pue- médico y se quejan de molestias físicas, las que sufren de
den ser perjudiciales para el organismo. ansiedad piden la favorable resolución de la situación
Sigamos, no obstante, la diferenciación terminoló- psíquica que la provoca.
gica: nos falta aún precisar *--si podemos^ el contenido Si quisiéremos apurar los términos, aun podríamos,
fenoménico correspondiente a las vivencias de la angustia con mucha más facilidad, añadir las diferencias de otros
y la ansiedad que por sí mismas pueden determinar estados distímicos que son causa frecuente de sufrimiento,
también un sufrimiento intenso. Para los profanos, angus- (la tristeza, el disgusto, el remordimiento, la aversión,
tia y ansiedad son términos sinónimos mas para los etc.) ; pero no es ésta la tarea que hemos de hacer, sino
psicoanalistas ortodoxos significan Lechos diferentes: la la de ver qué orientaciones podemos sacar de lo que
angustia sirve para designar un estado en el cual se hasta ahora hemos dicho. Nos parece haber puesto en
asocian diversas impresiones de malestar orgánico /—'prin- claro que precisa establecer una duplicidad terminoló-
cipalmente localizadas en la caja torácica (opresión del gica para designar la vivencia del dolor orgánico (dolor
pecno, paraestesias >—-frío, pinchazos, etc.'—' del corazón, propiamente dicho) y la del hasta ahora llamado dolor
sudor frío por todo el cuerpo) y una vivencia de miedo moral o psicalgia, para el cual proponemos la utilización
"indeterminada" ;fla ansiedad, en cambio, nos presenta en de la palabra "pena". Análogamente, creemos haber
primer plano un estado de inquietud y agitación molestas, precisado el hecho de que el dolor y la pena son condi-
que siempre aparecen ligadas con la presencia de una ciones y "nada más que condiciones" elementales deter-
intensa tendencia ^apetitiva o repulsiva»-- "anticipadora minantes del sufrimiento, el cual, por otra parte, puede
de un resultado". La ansiedad aparece, pues, ligada ser determinado por otras causas. Sabemos que el estado
siempre a un determinado contenido de conciencia, es de ánimo resulta en definitiva de la interacción de los
decir, a una idea concreta de algo que el sujeto considera diversos sentimientos presentes en un momento dado, y
próximo a realizarse y que desea o rechaza intensamente por tanto es factible que el dolor o la pena coexistentes
con su personalidad psicofísica. Si, por virtud de un con otras vivencias de tonalidad afectiva diferente, no
esfuerzo intenso de represión, desaparece el elemento lleguen a poner al sujeto en estado de sufrimiento, no
ideológico de la ansiedad y se refuerzan las vivencias obstante destacarse (el primero ¡ocalmente, y la segunda
orgánicas que le acompañan, veremos aparecer en su globalmente) en el campo consciente del sujeto.
lugar la angustia. Inversamente, si con una terapéutica Eso nos induce a profundizar un poco en el estudio
psicoanalítica descubrimos el complejo causal de una de las condiciones que regulan el estado de ánimo en un
angustia, la transformaremos en ansiedad. Prácticamente, momento determinado. En este aspecto hemos de confe-
la diferencia entre los dos estados es sencilla: mientras las sar con rubor que tenemos algunas ideas originales, hijas
i
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PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 33
de nuestra experiencia clínica, pero no aptas para recibir
servar íntegras sus funciones perceptivas, y a un maníaco-
sencilla demostración por la vía psico-experimental siste-
(delirio de grandezas de la parálisis general, por ejem-
maticé a nuestro juicio, el "presente psíquico1 es prácti-
plo), nada hay que lo haga sufrir. Falta añadir que es
camente inexistente en la vida afectiva de los sujetos
asimismo de una importancia predominante en la deter-
normales que generalmente aparece orientada hacia el
minación del sufrimiento o del placer subjetivos, el grado
"futuro" (tendencia prospectiva determinante de la acti-
de concordancia existente entre los "propósitos" (ten-
tud de reacción previa), con ligeras. incursiones en el
dencias pasadas a la fase conativa) y la apreciación
"pasado". Dicho más claro: la "constelación psíquica
subjetiva del porvenir; en tanto una tendencia activada
resultante de la experiencia inmediatamente precedente
de reacción domina en el campo consciente, y la actividad
y la tonalidad afectiva derivada del conjunto de pros-
personal orientada por ella y -subordinada a la consecu-
pecciones" {previsiones del futuro subjetivo inmediato)
ción de su descarga se desarrolla en forma que el or-
tienen mucha más importancia que el tono de las viven-
ganismo "prejuzga" segura la obtención de su objetivo,
cias presentes para la determinación del sufrimiento o del
se puede afirmar que ni las causas físicas ni las morales
placer inherentes a la total actividad psíquica en un mo-
que de una manera intercurrente pueden actuar sobre él,
mento determinado. Si fuese posible experimentar un
serán suficientes para determinar su sufrimiento. Este
dolor o una pena de inusitada violencia pero de "duración
. empezará automáticamente, tan pronto como >— por cir-
instantánea" quedaríamos admirados de lo insignificante
cunstancias que en este momento no hemos de analizara
que sería el sufrimiento provocado. El sufrimiento ocasio-
se altere la sintonía entre el propósito y la prospección, es
nado por uno u otro crecería, enormemente, tan pronto
decir, entre aquello que el organismo "quiere que suceda
como su persistencia llegara a establecer la fusión entre
y ío que "piensa" que sucederá. Ello es tan cierto que'
el tono afectivo de la constelación ( dirección afectiva
sin miedo a decir un disparate podemos afirmar que la
preestablecida) y el de la experiencia actual. Y aun
Humanidad sufre más a consecuencia de los conflictos
aumentaría mucho más si el tono sentimental de las
que ella se crea artificialmente (Fantasía) que de las
"prospecciones" (siempre más intuitivas que lógicas)
desgracias a las cuales objetiva e inexorablemente se ve
coincidiera con ellas. Es tan sólo entonces cuando se
expuesta (Realidad).
engendra propiamente el "estado de sufrimiento". Todos
hemos visto la influencia que la previa actitud afectiva La posibilidad que tiene nuestra mente de avanzar
ejerce sobre la vivencia de la actualidad. Mil veces se ha a los acontecimientos nos lleva a vivir casi siempre orien-
repetido que sentimos la realidad no como es, sino como tados hacia el futuro, y bajo este aspecto el sufrimien-
esperamos sentirla (proceso catatímico) ; por eso a un to por un hecho presente sólo se desencadena cuando
melancólico nada hay que le dé alegría, a pesar de con- éste se integra en el flujo (prospección) o en el reflu-
jo (retrospección) de los procesos psíquicos que por su
34 E M I L I O M I R A Y
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 35
propia esencia huyen del estatismo del momento. De ia para poder escoger los estímulos más efectivos para reac-
misma manera que para el conductor de un auto lan- tivar las tendencias cuya satisfacción contrarrestará su
zado por una ruta, el camino que ajusta sus reacciones sufrimiento.
presentes es aún un futuro para las ruedas, y el que En definitiva, hay que lograr engendrar en el sujeto
pasa debajo ellas ni tan sólo es visto (disociación entre el convencimiento de que la causa de su sufrimiento
el presente de dentro y el de fuera del coche) así también, puede aportarle, al mismo tiempo, una satisfacción
en el dinamismo de los procesos conscientes, el camino ulterior más intensa ("no Kay mal que por bien no
de la vida es visto como presente, cuando en realidad es venga ) ; éste y no otro es el mecanismo de "consolación
futuro para el organismo, y el que en éste se acusa más de la pena , que equivale prácticamente a la desapari-
tarde como presente es ya "pasado" para el psiquismo ción del sufrimiento ocasionado por ella. Así el operado
que, cual centinela de avanzada, realiza la mayor y más soporta los dolores con la esperanza de que con ellos se
típica parte de su trabajo en forma de previsión, abando- libra de otros mayores; el Rijo se conforma con la muerte
nando en gran parte a los automatismos subconscientes de la madre, pensando que ésta le ha evitado sufrir más
la ejecución material de las decisiones. tiempo; el amante engañado se alegra de que el sufri-
Mil hechos podríamos aducir para confirmar lo que miento le haya servido para arrancarse una venda de
acabamos de decir, pero quizá será más interesante los ojos y le haya permitido recobrar la libertad de acción;
acabar el desarrollo de nuestra tesis antes de tratar de el hombre robado pensará que, gracias a una pérdida
demostrarla: si es verdad lo que llevamos dicho, la lucha relativa, ha evitado una más grande, que se habría pro-
contra el sufrimiento será preciso iniciarla procurando que ducido tal vez si al darse cuenta del robo hubiese enta-
la constelación y la prospección (antecedente y con- blado una lucha con el ladrón. En resumen: la gente dice
secuente afectivos) sean agradables, es decir, satisfagan que: quien no se consuela es porque no quiere" y esto
plenamente las tendencias más básicas del "yo' • La pri- en parte es cierto en el sentido, de que casi siempre es
mera parte de esta tarea sólo podrá realizarse cuando se posible encontrar el medio de hacer que resulte agradable
pueda prever el momento en que se na de provocar el la prospección de la persona desconsolada.
sufrimiento (así se explican ciertas costumbres que su-
perficialmente pueden parecer absurdas tales como las
de servir grandes banquetes a los condenados a muerte, LA LUCHA CONTRA EL SUFRIMIENTO
organizar fiestas para despedir a los que marchan a la
Después de todo cuanto hemos escrito, ha llegado la
guerra, prometer regalos antes de las operaciones, etc.).
hora de intentar una síntesis que permita obtener un
La segunda, pero la más importante, podrá nacerse siem-
criterio práctico para iniciar con eficacia la lucha contra
pre, a condición de que conozcamos al sujeto lo suficiente
el sufrimiento en general (sea motivado por el dolor, por
3(5 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PitOBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES .37

la pena, por la angustia o por la ansiedad.) No cabe ción) extrayectora en estos casos? Esto equivale a pre-
duda que si logramos enunciar algunos principios gene- guntarnos: ¿cómo lograr que el sujeto adopte una actitud
rales de actitud y de conducta para evitar o disminuir los prospectiva" (es decir, una actitud basada en prospeccio-
sufrimientos mímanos, nuestras divagaciones anteriores nes) satisfactoria? pues Kay que tener en cuenta que no
dejan de serlo y tomarán una coherencia" y una significa- precisa qué la acción se realice objetivamente y material-
ción que aliora no tienen. mente, para que ejerza efectos sedantes en el sufrimien-
Añora bien: de todo ío dictio parece deducirse que to. Basta que la acción sea implícita y quede detenida
en cualquier momento existe en la conciencia tina incom- en estado de conación: estado que se reflejará en la zona
patibilidad entre los procesos generales de recepción intelectiva en forma de "creencia", en la afectiva en
(actitud centrípeta) y de reacción (actitud centrífuga) o forma de "presentimiento" y en la motriz en forma de
más exactamente, entre Ia^ actitud de interiorización y propósito , adoptando con más claridad una u otra
la de extrayección. Si esto es cierto, todo cnanto tiende según sea la fase en que se encuentre la actividad cons-
a disminuir la violencia de las reacciones motrices y a ciente en un momento determinado. Tan pronto como el
favorecer la percepción de las impresiones sensibles sujeto llega a adoptar esta actitud prospectiva (acción
aumentará la capacidad de sufrimiento y recíprocamente. potencial que se desarrollará en los tres planos de actua-
La mejor defensa contra el sufrimiento será, pues, la ción, consciente) sabemos que su sufrimiento desapare-
acción r en virtud de la cual el potencial movilizado en' cerá si ella pone en juego Iá energía de una tendencia
el acto dé conocimiento no quedará estancado (perdónese primitiva de reacción (tal es por ejemplo, la explicación
el simbolismo) en los centros sensibles afectivos (corteza de la sonrisa de satisfacción que surge en la faz, nasta
parietal para los dolores; ¡mesencéralo para las emociones entonces contraída por el sufrimiento, del prisionero que
penosas, la angustia y la ansiedad), sino que siguiendo Ka logrado planear su última venganza).
su trayectoria a través de las vías nerviosas, irá a descar- Así podemos contestar a la pregunta con que hemos
garse en las vías efectoras cerebroespinales. Si no es así, empezado el párrafo: conseguiremos dominar el sufri-
esta energía se consumirá en los mismos centros sensibles miento si logramos favorecer la rápida adopción de la
y afectivos y derivará lentamente nacía el campo del sis- actitud de extrayección —presentando al sujeto el mayor
tema nervioso vegetativo, creando -—en su descarga en número de posibilidades (estímulo) para despertar sus
Jas visceras^- las perturbaciones orgánicas características tendencias combativas, que lo lleven a una superación
y propias de los "estados" de sufrimiento (alteraciones activa de las causas de sufrimiento, o bien sugiriéndole
cardíacas, circulatorias, respiratorias, digestivas, glandu- una prospección agradable (invocación de influencias
lares, cenestésicas, etc.) ajenas que conduzcan al mismo resultado), sin su inter-
¿Cómo, pues, asegurar la acción (es decir: la reac- vención activa. Es por esto que.ante personas débiles de
38 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES JV

espíritu habrá que utilizar una argumentación mágica remonte por encima de los animales, sin tener que experi-
(Divina Providencia) "mientras que una argumentación mentar sus inconvenientes. Ve en el dolor y en la pena
realista será más eficaz para consolar a los sujetos dota- estímulos internos poderosísimos para la acción, No se
dos de intenso convencimiento de su propio valer. Cuanto resigna: lucha; no se aparta de la realidad: intenta so-
mayor sea la agresividad individual, menor seta la capa- meterla (como si fuese un pequeño Dios) a sus designios.
cidad de sufrimiento. Cuanto más pequeño sea el coefi- No se interioriza: se extrayecciona.
ciente intelectual, más limitado será el número de causas Revive en forma de actos la energía introducida en
productoras del sufrimiento, pero en cambio resultará el aparato psiconervioso por las sacudidas del ambiente
también más difícil el superarlo,sin la intervención de la vital. Y como consecuencia de esta "souplesse funciona!/
mágica (actitud irracional de fe, derivada de ía creencia de esta ausencia de represiones no derivadas (por subli-
submisiva en poderes incontrolados). mación) y de esta simplificación general de su actividad
Por consiguiente tenemos dos vías para dominar el psíquica, que fluye libremente como el agua en las fuen- •
sufrimiento y la utilización de una u otra nos conducirá tes naturales, llega a tener tina satisfacción de sí mismo
a idéntico resultado aparente. Pero, ¿son equivalentes en más perenne y más real que el anterior. (Pensemos en ía
definitiva? De ninguna manera: la vía mágica (religiosa) desesperación que sigue a los estados de éxtasis y recor-
nos llevará a la 'resignación" o, incluso al "estoicismo". demos aquel' 'muero porque no muero de Santa i eresa).
La vía realista nos conducirá a la actitud combativa y Siguiendo la escala evolutiva de las reacciones emo-
por ella a la total extrayección del "yo"» Q^e culminará cionales, tanto en la serie filogénica como en la onto-
en la satisfacción, propia y en la verdadera posición amo- génica, encontramos como más primitiva y básica la
rosa (entiéndase altruista, cordial, afectiva y sincera) reacción emocional, inmovilizadora, suspensora de la
ante el mundo. El nombre que adopte la primera, con- actividad vital y destructora de la individualidad psico-
tinuará pensando que "hemos venido al mundo para org'ánica que conocemos con los nombres de pánico,
sufrir y tan sólo querrá hacerse digno de ulteriores be- terror o miedo" (según su intensidad). Le sigue la reac-
neficios apurando hasta el fin el "cáliz de la amargura". ción extensiva, de afirmación de la individualidad y de
Actitud pasiva, contemplativa o mística de disolución del dominio de la situación que designamos con los nombres
yo , que trata de encontrar su felicidad identificándose de "cólera o rabia". Finalmente aparece la reacción más
con algo (Dios, Espíritu, Principio o Fuerza) superior a él. efectiva para el desarrollo de la vida intelectual, la reac-
Inversamente, el hombre que adopta la segunda po- ción atractiva, afectuosa, social, integradora y superadora
sición, conceptúa el sufrimiento como un signo de imper- de la antinomia sujeto-objeto, que conocemos con eí nom-
fección biológica contra eí cual hay que luchar. Quiere bre de "amor", durante la cual el sujeto, una vez resuelto
tener todas las ventajas de una sensibilidad que lo eí problema interno de su existencia inmediata, trata de
E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 41

extenderse en el espacio y en el tiempo, estableciendo miento-—' en el momento preciso en que el sujeto se da


vínculos con el mundo que le rodea y comenzando a dis- cuenta de su omnipotencia (real o imaginaria) reacciona'.
frutar de la serenidad imprescindible para dar lugar al Y de la misma manera como los atletas deportivos
pensamiento (por esto la primera rase de esta reacción afirman que la alegría del triunfo la han experimentado
emocional es conocida con el nombre de "interés simpáti- cuando han visto éste asegurado <--unos segundos antes
co")."Nos parece justificado después de todo lo que lleva- de llegar a la rñeta^-- así también el sujeto experimenta
mos dicho, afirmar que a la primera reacción emocional y vive la satisfacción creada por su nueva adaptación,
corresponde integralmente la génesis del sufrimiento, a la en el preciso momento en que ésta es determinada y
segunda la Iuclia contra él y a la tercera su superación. fijada prospectivamente .
El sufrimiento no es un mal necesario ni el fruto de una Falla ahora ocuparnos brevemente de las relaciones
maldición divina, sino la consecuencia de uña ley general que con el problema del sufrimiento pueden tener otros
de la evolución, en virtud de la cual se expresa que la factores que a menudo han sido invocados como princi-
"capacidad de impresión" y de sensibilidad es anterior pales elementos reguladores del mismo. Nos referimos
durante un largo período de tiempo a la ' capacidad de de una parte, a los llamados estados "optimistas" y "pesi-
reacción adecuada". Cada vez que la persona se en- mistas" del a-Ima, y de la otra, a las llamadas actitudes
cuentra ante situaciones y problemas para cuya solución "sadista y masoquista" (consideradas no desde el punto
no cuenta con una reacción habitual o predeterminada, de vista sexual, sino como tendencias generales de reac-
habrá de crearla pasando por un estado emocional y éste ción al ambiente vital).
le determinará un sufrimiento tanto más intenso cuanto Durante mucho tiempo se ha creído que las personas
más básicas sean las tendencias afectivas comprometidas, se dividían respecto al sufrimiento en tres clases: I9, las
es decir, cuanto más cerca al núcleo vital del yo el optimistas, que todo lo veían "de color de rosa" y sufrían
conflicto que surge (de naturaleza libidinosa, económica, poco o casi nada; 2*, las normales; 3?, las pesimistas que
morbosa, ideológica, lo mismo da). todo lo veían "dé color negro" y sufrían exageradamente.
El proceso dé aprendizaje de una adaptación impli- Esta creencia ya no puede mantenerse desde el momento
ca un ' potencial de sufrimiento", de valor variable, como que se ha demostrado ampliamente que la primera y la
es natural, según los casos, pero siempre positivo y evi- tercera clase correspondían a momentos distintos de la
denciable. A medida que las dificultades son vencidas actividad psíquica de las "mismas" personas, es decir,
(y en la misma proporción en que se establece el dominio que el que es optimista es a la vez pesimista y viceversa.
del sujeto sobre la situación), la resonancia emocional va Optimismo y pesimismo, teniendo en cuenta que son
disminuyendo y cambiando el tono afectivo de la expe- cualidades primarias del alma (y no resultantes de fac-
riencia total hasta surgir el placer *—en oposición al sufri- tores experimentales) representan dos aspectos de un mis-
42. E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z

mo temperamento, que es conocido con el nombre de


"ciclotímico" y que se caracteriza, precisamente, por la
mayor facilidad con que el alma de sus poseedores reco-
rre la escala *--en ellos más extensa^-* de la alegría a la CAPÍTULO II
tristeza, del goce al sufrimiento, del placer al desplacer.
Otro concepto que queremos combatir. y que es LA NUEVA CONCEPCIÓN EXPERIMENTAL
también dualista, se refiere a creer que existen personas DE LA CONDUCTA MORAL
(masoquistas) que disfrutan padeciendo y otras que dis-
frutan (sadistas) cuando nacen padecer a los demás. L A S TESIS NATIVISTA Y SOCIAL DE LA MORAL. -—
Pues bien: igualmente se Ka demostrado que sadis- LAS TESIS UNITARIA Y DUALISTA DE LOS ORÍGE-
mo y masoquismo son "aspectos" opuestos, pero comple- NES DE LA MORAL, w LAS TESIS GENERAL Y
ESPECIAL DE LA CONDUCTA MORAL. —' R E S U L T
mentarios, de una misma manera de ser, es decir: no hay TADOS PERSONALES OBTENIDOS EN NUESTROS
masoquistas que en un momento dado no se comporten EXPERIMENTOS. — INTEGRACIÓN DE ESTOS RE-
como sadistas y viceversa. En efecto:, sadismo-masoquis- . SULTADOS EN LA CONCEPCIÓN GENERAL DE LA
CONDUCTA MORAL.
mo son sencillas modalidades de lo que los psicólogos
llaman instinto agresivo (Agressionstrieb), instinto lu-
chador, instinto destructor, instinto dominador, etc., que
busca en todo momento afirmar el poder del yo ' (vville El. estudio psicológico de las acciones humanas no
zar Machi), adoptando según las' circunstancias una puede considerarse completado si no se acompaña de la
actitud ofensiva o defensiva, de ataque o de resistencia, investigación de sus motivos. Mientras el "conductista"
para mostrarlo (de la misma manera que los boxeado- se limita a establecer una simple relación cronológica en-
res se valoran no sólo por su "punching", sino por su tre el estímulo y la respuesta, su tarea es sencilla; pero
capacidad de encajar ). presenta el defecto de no permitir comprender <--y mucho
menos explicar^-' los fenómenos más esenciales e intere-
Como vemos, pues, no es por este camino que en-
contraremos la solución a los problemas, mucho más com- santes de la vida psíquica. De otra parte, si con un gesto
plejos, de la distimia. Mucho nos tememos que tampoco de audacia intenta penetrar en el estudio de los valores
se haya llegado a encontrarla en todo lo que llevamos ^-sagrado recinto reservado hasta ahora a la actividad
escrito. Y por esto decidimos suspender aquí este ensayo de los íilósorosf—, se ve bien pronto envuelto en la sutil
y esperar para continuarlo, el tiempo necesario para en- red de la especulación, se adormece su objetividad y
focar nuestra atención en este campo desde un nuevo pierden eficacia sus mejores armas: el experimento y el
punto de vista. cálculo estadístico.
44 EMILIO MIRA Y, t'OPEZ PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 4J

Este dilema se presenta con una particular violencia Desde 1931 hemos dado la preferencia a los tests
cuando se trata de someter a la investigación el aspecto del último tipo, y en especial a los denominados "blood-
moral de la conducta humana. Y, no obstante, nuestra transfusion test" y "poisoned candy test", (pruebas de "la
moderna ciencia, estrictamente experimental, tampoco transfusión sanguínea" y del "bombón venenoso") en los
puede resignarse a dejar abandonado el estudio de las que el sujeto se ve obligado a tomar resoluciones rápidas
más altas manifestaciones de la vida en manos de los en condiciones de gran emoción, capaces de poner de ma-
"arm-chair's psychologists" que, como todo producto hí- nifiesto las raíces afectivas de su personalidad. La técnica
brido o de transición, ofrecen los inconvenientes y care- de estas pruebas ha sido descrita en diversos artículos
cen de las ventajas inherentes a los filósofos y a los publicados en la Revista de Pedagogía, en la Revista
psicólogos propiamente dichos (del mismo modo como Médica de Barcelona, en los Compfe-Rendas de la VI
el sidecar, por ejemplo, concentra los defectos de la mo- Conjerence Internationale de Psychotecnnique, en los
tocicleta y el automóvil). Procéedings del IX International Congress of Psychology
La Psicología americana ha tenido la fortuna de ser y en mi libro de Psicología jurídica (Legal Psychology).
la primera en no arredrarse ante estas dificultades y en Ahora no es el momento de exponerla, sino de presentar
acometer el estudio experimental de los valores conside- seriadamente los hechos que con su empleo hemos puesto
rándolos desde el punto de vista objetivo, es decir, no de manifiesto, y de intentar después una sistematización
como realidades a priori, sino como productos finales de de los mismos, con el objeto de ver si llegamos a una
la evolución psíquica, capaces de ser apreciados y reco- nueva concepción de la conducta moral que se halle más
nocidos por el hombre tan sólo en la estricta medida en de acuerdo con la realidad experimental que la imperante
que trascienden en su conducta. Los actos estimativos, es hasta ahora.
decir, los que resultan de establecer una elección entre Pero antes nos será permitido plantear, con la mayor
diversas conductas posibles, son la base que la moderna brevedad posible, el problema en sus términos actuales,
Psicología experimental puede utilizar para el estudio del pasando revista a las opiniones más recientes y autori-
proceso de valoración. zadas respecto al mismo.
Desde hace cuatro años venimos realizando diversos
experimentos, destinados al estudio experimental de tales
LAS TESIS NATIVISTA Y SOCIAL DE LA MORAL
actos, recurriendo sucesivamente a diversos tipos de tests:
a) De clasificación de acciones inmorales, b) De motiva- Desde tiempo inmemorial han luchado en la Etica
ción de deberes, c) De penalización de delitos, d) De la tesis que postula el origen congénito de la tendencia
conducta espontánea ante situaciones que crean un con- o del sentido moral (moral sense) y la que afirma su
flicto entre las tendencias primitivas y las adquiridas. adquisición en el curso del desarrollo, haciéndola derivar
46 PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 47
E M I L I O M I R A Y L Ó-P E Z

necesariamente del contacto social. Hoy en día, a pesar ciadas (democráticas), por la disminución de la vigilan-
del apoyo que la tesis nativista recibió de los intuicionistas cia del grupo sobre el sujeto. "Plus la societé est complexe,
ingleses, parece en franca y definitiva derrota. Tan sólo plus la personalité est autonome et plus importants sont
algunos psiquiatras sajones (Maudsley, Tredgold) si- les rapports de coopération entre individus égaux.
guen defendiéndola con más buena fe que acierto. (Durltheim, Sociologie et Philosophie, págs. 65 y sig.)
La inmensa mayoría de los psicólogos está, pues, de Los psicoanalistas (Freud, Ferenczi, Rank) también
acuerdo en que el nombre no tiene más moralidad al se muestran unicistas y hacen derivar el origen de toda
nacer que la de cualquier otro animal. El niño es pri- moral de la evolución constante de los impulsos destruc-
mitivamente amoral, y sólo empieza a exhibir una con- tores (instinto de la muerte), que primitivamente dirigidos
ducta moral en la medida en que actúan sobré él las contra el medio (sadismo), se revuelven después contra
prohibiciones y las coacciones de los mayores. La moral el propio yo y se convierten en su censor más impla-
penetra entonces .--de fuera a dentro, como una cuña--- cable. Según esta teoría, cuanto mayor ha sido la vio-,
en el infante, en forma de regías de conducta, impuestas lencia primitiva del "ello" y cuanta mayor intensidad
por la fuerza. (Los niños de cuatro a seis años, cuando haya alcanzado el compiejo de Edipo, tanta mayor faci-
son preguntados acerca del motivo por el cual no hacen lidad existirá para que se forme im super-yo o con-
ésta o aquella travesura, contestan: "No puedo. Mamá ciencia moral robusta. El tránsito de la primera a la
no me deja".) segunda fase (sadismo-masoquismo) tiene lugar en vir-
tud del proceso denominado de "introyección", mediante
el cual la imagen paterna es fijada e identificada en el
LAS TESIS UNITARIA Y DUALISTA DE LOS ORÍGENES "yo", infligiéndose entonces el sujeto a sí mismo las mis-
DE LA MORAL mas penas que antes había intentado dar al padre (con-
siderado como símbolo de la autoridad social). El meca-
Mientras que los nativistas postulan el origen único nismo de la introyección (identificación en el "yo") falla
de la conducta moral, los partidarios de la tesis empirista a veces, y entonces persiste a través de la edad adulta
se hallan divididos en dos grupos: unicistas y dualistas. una actitud de hostilidad para la sociedad, y en especial
En el primero de ellos figuran Durlíheim y sus discípulos, para todos los signos representativos de la autoridad
para quienes el desarrollo de la moralidad individual (reyes, magnates, jefes, o incluso agentes de Policía). Así,
pasa por diversas fases, pero sin que exista la menor Ferenczi ha demostrado con el psicoanálisis de diversos
solución de continuidad entre ellas. Este autor explica la criminales anarquistas, acusados de haber asesinado a
transformación del "conformismo obligatorio" que rige personas de gran significación social, que en todos ellos
en las sociedades primitivas (segmentarias) a la solidari- el complejo de Edipo se hallaba aún en plena evolución,
dad orgánica que se observa- en las sociedades diferen-
48 E M i l J O MIRA Y LÓPEZ PROB LEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 4<?

de suerte que el supuesto delito político o social que ha- tan; solamente domina el yo, calculador y perfectamente
bían cometido representaba" en realidad un parricidio adaptado al principio de Iá realidad. I Lo peor es que
simbólico, es decir, una venganza desplazada contra la entre este tipo de seres incapaces de delinquir (por miedo
tiranía primitiva y opresora de su progenitor. aí castigo) e incapaces también de sacrííicarse (por mie-
En cambio, el mecanismo introyectivo ^-que da lugar do al sufrimiento) incluyen los psicoanalistas a una ma-
a la formación del "super-yo"-— se encuentra exagerado yoría de intelectuales y de hombres de ciencia!
en los denominados neuróticos compulsivos. Estos sujetos Afortunadamente para nosotros, existen otras con-
viven siempre atormentados por el sentimiento de una cepciones psicológicas más suaves y merecedoras de igual
gran responsabilidad y tienen un verdadero pánico a la atención que las consideradas hasta ahora para explicar
acción (Peur de Taction de P. Janet), por creer que sus el origen de la conducta moral. Nos referimos a las tesis
actos tendrán malas consecuencias. Siempre creen obrar dualistas ^igualmente empíricas—, pero menos pronun-
mal y necesitan desarrollar una religión privada, a base ciadamente materialistas.
ae ceremoniales y prácticas expiatorias, para puriticax su Entre ellas, sólo citaremos <—>en passantj—1 la desarro-
conciencia de culpa" ("Schuldbewustsein"). Esta es Hada por Bergson en su obra más reciente, Les deux
tan grande, que en los casos extremos conduce al deno- sources de la Mora/e et de la Religión (F. Alean, 10* ed.
minado "delirio autopunitivo", en virtud del cual el sujeto París, 1952). Este autor reconoce también el origen pri-
se acusa de faltas que no ha cometido y pide ser casti- mitivamente amoral del hombre cuando dice (L c,
gado con severidad, o se castiga él mismo, con autolesio- pág. 4): "C'est en notant ses propres faiblesses quon
nes capaces de llegar al suicidio. arrívé a plaindre ou a mépriser lnomme. L numanité dont
En suma, la conducta moral, según la concepción on se détoume alors est celle qu on a decouverte au joña
psicoanalítica, dependería solamente del grado de des- de soi". Pero al mismo tiempo afirma que existen en el
arrollo del "super-yo'\ y éste, a su.vez, representaría una hombre dos conductas morales que obedecen a orígenes
fuerza oscilante, derivada del fondo sádico del instinto distintos: en la primera, la obligación representa la pre-
destructor (coincidente con la fase anal del erotismo). sión que los elementos de la sociedad ejercen mutuamente
Una persona socialmente buena lo sería en la medida entre sí, mientras qué en la segunda, la obligación toma
en que era mala para sí misma. La oposición clásica entre su fuerza en el propio impulso vital. ( Dans la seconde
malo y bueno queda, según esto, reducida a estos tér- Fobligation est la forcé d'une aspiration ou d un élan, de
minos: Malo para los demás o malo para nosotros. Claro I'élan méme qui a abouti á I'espece numaíne, a la vie
está que los psicoanalistas admiten la existencia de perso- sociable." Lbid., pág. 52). A la primera forma de moral,
nas indiferentes, es decir, ni malas ni buenas; éstas care- resultante de la presión del grupo sobre el individuo, la
cen de vida afectiva, el "ello" y el super-yo casi no cuen- 'denomina Bergson moral cerrada (morale fermée), y a
50 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 51

la segunda, moral abierta (morale ouverte), porque en sonal muy demostrativa: Se trataba de un niño, de ocko
ella el individuo, libre de las trabas sociales, asciende en años que se acusaba de las faltas antes de cometerlas;
busca del bien absoluto, adoptando abiertamente la que recibía pacientemente el castigo, y entonces realizaba la
denomina actitud mystique, *en oposición a la primitiva falta con entera satisfacción, porque —según dijo— la
actitud mecanique. había pagado ya. Así, por ejemplo, un día de fiesta dijo
Todavía más claro aparece el dualismo empírico de a su madre que se kabía comido el postre preparado para
la moral en el libro de Piaget, Le Jugement moral chez unos invitados. Fue castigado con dos bofetones, que re-
l'enfant (F. Alean, 1932, París). Este fino investigador cibió sin pestañear. Entonces fue a buscar a su kermanita
suizo no se ka limitado a estudiar ¡a conducta del niño y le dijo.si quería comer el postre —que tenía escondi-
ante los mayores, sino que Ka observado y ka experi- do—; ella le contestó que sí, y él, muy serio, le dio un
mentado las reacciones que mostraba el infante ante sus bofetón y le dijo: Akora podemos comer tranquilamente,
camaradas, cuando se constituían espontáneamente en porque ya kemos sido castigados".)
sociedad para realizar distintos tipos de juegos colectivos. El segundo tipo, diferenciado por Piaget como re-
Y con una técnica mucko mejor que la seguida en sus sultado de sus experiencias, es el que denomina autóno-
experiencias anteriores (acerca de la evolución del pen- mo, en el que ya no se obedece a una regla externa, sino
samiento infantil) Ka podido demostrar que en los mu- a un impulso libre, de cooperación, que surge en el sujeto
ckackos de seis a catorce años coexisten dos tipos de y se basa en la existencia de un respeto bilateral entre el
conducta moral, a los que denomina Keterónomo y autó- individuo y el grupo. En este segundo tipo, la conducta
nomo. El primero, primitivo, se basa en el respeto unila- moral obedece también a ciertas normas, pero éstas no
teral (del niño para él adulto y la sociedad en general), son fijas ni inexorables, sino que surgen -—y pueden ser
fundamentado en la fuerza y en la-coacción. En esta fase, modilicadas a cada instante*—< por un acuerdo mutuo
la regla (ley) es inmutable, sagrada, y la noción de jus- entre el sujeto y la colectividad en que vive, entonces,
ticia se encuentra vinculada con el resultado de la acción democráticamente. Los niños que Kan alcanzado esta fase
(según esté o no de acuerdo con la regla correspondiente, de autonomía moral juzgan los actos, no por su resultado,
un acto resulta justo o injusto). La moral keterónoma sino por su intención, y prefieren .--como dice Piaget— la
que estamos describiendo entraña, por consiguiente, el justicia distributiva a la retributiva.
concepto del deber y del castigo, asociados en relación Finalmente, el resumen que estamos kaciendo de las
causal. Toda infracción del deber (no cumplimiento de opiniones predominantes acerca de la génesis y tipología
una regla) tiene que ser castigada; pero una vez que lo de la conducta moral no sería completo si omitiésemos
Ka sido, queda reparada y restablecido el equilibrio de la la teoría desarrollada por J. M. Baldwin en sus libros
justicia. (A este propósito recuerdo una observación per- (Psychologie et Sociologie, Interpretation sociale et mo-
52 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 53

rale du developpement mental, Theorie genetique de Id Psicología era, desde luego, la de que la bondad o la
réalité. Trad. Francaise de Girad. Duprat et Alean). maldad eran cualidades que actuaban de un modo cons-
Como es sabido, este gran investigador sostiene también tante en cada individuo, tiñendo todos sus actos con una
un punto de vista natural, niega la existencia de deberes intensidad uniforme. Por consiguiente, se creía que cuan-
innatos y afirma que la conciencia moral aparece siem- do un sujeto había llegado a ser muy bueno o muy malo,
pre que existe una oposición entre las diversas tendencias tenía que comportarse muy bien o muy mal, en la misma
internas constituyentes del yo. Esta falta de armonía se medida, frente a todas las situaciones morales. Esta idea
engendra en el momento en que el niño realiza el primer conducía ta imaginar una distribución colectiva de las
acto de obediencia (que no es ni simple imitación ni personas respecto a los standards" morales, enteramente
eyección). La obediencia crea, en efecto, un nuevo yo, comparable a la que puede obtenerse respecto a un
es decir, una parte de la personalidad que domina a las índice o factor biológico de tipo corporal, tal como el
demás, que se denomina ' yo ideal . Para ganar tiempo, peso, la altura, la fuerza muscular, etc.
no descenderemos a exponer en detalle esta doctrina Pertenece también a los modernos psicólogos ame-
^-que, de otra parte, es muy conocida^--, y sólo insisti- ricanos el mérito de haber destruido tan errónea concep-
remos en señalar que, en realidad, ocupa una posición ción, que parecía apoyarse últimamente en la existencia
intermedia entre la tesis sociológica de Durkheim y Ja de un factor conativo general (Factor "w" de Spearman
tesis dualista de Piaget; este autor critica, sobre todo, y Webb). Los resultados obtenidos por investigadores
la superficialidad con que Baldwin trata el difícil pro- como Voelker, Cady, Hartshorne and May, Barr, Slaght,
blema del paso del estado "syndoxique" al estado "syn- Raubenheimer, Watson, Terman, Hart, Kohs, Thorndike
nomique . y Vernon Jones (resumidos por este último en el capítulo
acerca de la "Children's Moráis", en el Handhook of
Gruid Psicnology. Ed. por Cari Murchison. Clark Univ.
LAS TESIS GENERAL Y ESPECIAL DE LA CONDUCTA MORAL
Press, 1931), conducen a creer que la teoría de la espe-
Prescindiendo de si la moral se halla preformada cificidad del aprendizaje (Thorndike) se aplica también
o es adquirida y de.si reconoce un origen único o doble, para el caso de la conducta moral y, por consiguiente,
se plantea otro problema de gran interés, y es el de saber que es imposible aplicar un calificativo ético a una per-
si, una vez adquirida, es un factor que interviene general sona, sin precisar inmediatamente cuáles son las reaccio-
y uniformemente en todas las acciones o si, por el con- nes concretas que han servido para dárselo.
trario, representa la abstracción de una serie de factores En Europa, las investigaciones de Cyril Burt, Hen-
concretos y específicos, independientes entre sí. La con- ning, Marta Moers, W . Peters y Aloys Fischer, aun
cepción imperante antes de la época experimental de la cuando no son tan concluyentes, parecen conformar
54 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 55

también la idea de que lo que podríamos denominar RESULTADOS PERSONALES OBTENIDOS EN NUESTROS
moralidad media de un sujeto no pasa de ser el valor que EXPERIMENTOS
obtendríamos sumando las cifras expresivas del grado de
moralidad exhibido por él en todas sus reacciones éticas AKora que hemos expuesto, aunque sea breve e
y dividiendo dicha suma por el número de dichas reaccio- incompletamente, el estado actual de la problemática
nes. En cuyo caso, esa media aritmética >—>"mean'V- no empírica de la moral, es cuando podemos dar a conocer
sería más expresiva de la fisonomía moral del individuo algunos de los hechos deducibles de nuestra investigación
que lo es del clima de una población su temperatura me- personal, para relacionarlos con las distintas cuestiones
dia. Habría, en efecto, que conocer el valor de dispersión cuya resolución no está todavía conseguida en este aspec-
("standard deviation") de los datos ^—y, lo que es más to de nuestra ciencia.
importante, habría que saber en virtud de qué causas se En cuanto hace referencia al primer problema (na-
producen las variaciones en una misma ciase de datos*-- tivismo o empirismo moral), puede afirmarse que escapa
para poder llegar a un juicio práctico acerca del carácter esencialmente a nuestras posibilidades resolverlo, pues
moral del sujeto en cuestión. desde un punto de vista teórico es bien sabido que se
Por consiguiente, el problema parece bailarse plan- admite la posibilidad de que ciertas características geno-
teado Koy respecto a la moralidad como lo está respecto típicas (heredadas) no aparezcan en el fenotipo sino en
a las demás aptitudes reaccionales del sujeto, ninguna un período relativamente tardío de su evolución. Por ello,
de las cuales se considera como facultad general, sino el hecho de que el infante nazca totalmente amoral no
como resultado específico y concreto de la evolución ex- significa que no contenga en forma de disposición ( An-
perimental de los primitivos mecanismos emocionales de Iage") la capacidad de llegar a ser moral, bajo la acción
reacción (y así como 'es posible, por ejemplo, que un de influencias paratípicas oportunas.
mismo individuo sea simultáneamente valiente frente a Nuestra experiencia psiquátrica nos ha proporcio-
unas situaciones y cobarde ante otras, inteligente para nado casos en los que, en un momento dado .—<persis-
estos trabajos y torpe para aquéllos, impaciente con ciertas tiendo las mismas influencias ambientales y sin que sea
personas y paciente con otras, etc., así también es po- posible invocar una lesión de los centros nerviosos (como
sible que la bondad, la ecuanimidad, la sinceridad y, ocurre, según luego veremos, en ios casos de neuraxitis
en general, todas sus características y defectos morales infecciosa) <—> se ha observado un brusco cambio de las
cambien de un momento a otro según cuales sean los reacciones morales ante situaciones concretas que pare-
objetos sobre los que ejerce su acción y los estímulos que cían haber determinado ya un proceso de reacción per-
la determinan). . fectamente habitualizado y casi automatizado en el sujeto.
No hay duda que en tales casos siempre queda abierta
56 EMILIO MIRA Y LÓPEZ PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 57

la posibilidad de admitir la brusca entrada en acción que hemos formado con arreglo a la profesión, edad,
de una disposición genotípica «--hasta entonces latentes sexo y otras características de los sujetos de experimenta-
que Ka perturbado la marcha de todo el proceso de la ción nos han permitido denotar una mayor coherencia
conducta moral: en los resultados. Prácticamente, cada acción ha sido
Mas también es cierto que los otros dos problemas incluida en todos los grados posibles. Pero aun se pro-
son mucho más interesantes desde el punto de vista prác- duce otro hecho más paradójico, y es que la dispersión
tico, y acerca de ellos podemos opinar con un mayor de ios valores medios ("ranks deviations") es menor en
fundamento experimental: ¿Existe en los sujetos una el conjunto de observaciones realizadas en los niños dé
sola motivación moral o varias? ¿Es comprensible la lucha diez a doce años (869 casos) que en el antes citado
de los filósofos para descubrir la última Tallo de la con- grupo de adultos d'élite (en el primer caso, la ordenación
ducta moral, o no existe tal última razón, sino que es media de las siete acciones oscila entre 2,17 y 5,42,
igualmente lícito y humano el fundar la moral en la mientras que en el segundo sólo varía entre 2,12 y 5,09,
utilidad, en el placer, en el imperativo categórico, en la lo que significa, evidentemente, una mayor variedad del
piedad, en la justicia, etc., según los casos? criterio juzgador en los adultos).
Veamos acerca de este punto los resultados que he- En realidad, dada la estructura de la prueba y la
mos obtenido sometiendo a un selecto grupo de filósofos, a ausencia de toda información previa respecto a la moti-
otro selecto grupo de abogados, a otro de médicos, a otro vación de las distintas acciones, no podía esperarse otro
de comerciantes y a otro de psicólogos a un test aparente- resultado más que el obtenido, toda vez que "cada sujeto
mente inofensivo. <—' "The John's pencil test">—•, que empe- juzga en virtud de las intenciones que supone que existen
zamos a ensayar en los niños de Athens (Ohío), en 1929. en John, pero que, en realidad, no conoce y, por tanto,
La prueba, en cuyo detalle no podemos entrar ahora, es libre de elegir a su antojo. La conducta ideal de
se reduce a hacer clasificar por orden de Maldad o Bon- nuestros sujetos habría sido la de negarse a efectuar una
dad siete variantes de la conducta que el pequeño John ordenación para establecer la cual carecerían de los sufi-
sigue para quedarse con un lápiz que no es suyo. Una ciente elementos de juicio. Mas este caso no se ha pro-
vez realizada la ordenación (de peor a mejor) de las ducido ni una sola vez; al contrario, todo el mundo ^-una
siete malas acciones, se pide al sujeto que escriba los vez establecida su ordenación^-* la ha defendido ardoro-
motivos por los que ha realizado esa ordenación y no samente, y no ha salido de su sorpresa al saber que
otra. ÍNuestrós 458 adultos d'élite han tenido una sola 1 nadie! había coincidido exactamente con él.
coincidencia en sus ordenaciones, y aun ésta ha sido La deducción que de estos hechos se deriva es la de
fundamentada diversamente por sus autores! Ni existe un <$ue el denominado juicio moral (que sirve de aparente
criterio central en la totalidad del "grupo, ni los subgrupos rhotivación lógica a la conducta moral) no pasa, en la
58 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 59

inmensa mayoría Je los casos, Je ser una pobre raciona- "Además, se le ruega que escriba usted debajo cuál es la
lización de intuiciones, preferentemente determinadas por solución que usted cree que daría al caso si fuese usted el propio
interesado. Tal solución puede coincidir o no con una de las
actitudes afectivas (que son tanto más hábiles cuanto diez que se le han ocurrido al protagonista.
menos Jirectamente interesa el conflicto planteado al "Debe usted proceder con absoluta sinceridad e ingenuidad,
núcleo de los mecanismos primitivos Je reacción). Como toda vez que esta prueba solamente sirve para saber cómo opina
vemos, esta conclusión es bastante pesimista y Jeprimente respecto a este problema moral el mayor número posible de per-
sonas en nuestro país."
para quienes creen en la existencia Je un criterio moral,
objetivo y trascenJente. Y, a Jemas, la extraordinaria En la página que sigue, al volver la hoja, se encuen-
varieJaJ Je las motivaciones que conscientemente aJu- tra impresa la situación y las Jiez soluciones a clasificar:
jeron los sujetos Je experiencia nos pone Je manifiesto "Pedro está casado y adora a su mujer. Un día encuentra
que, incluso tratánJose Je personas inteligentes y cultas, una carta de ésta, dirigida a su amigo Luis, y por la redacción
no es posible establecer tampoco un íipo medio de moti- de la misma infiere que éste mantiene relaciones íntimas con ella.
vación que se Jé con una frecuencia máxima en un grupo "En esta situación, Pedro puede realizar una de estas diez
acciones, que usted' ha de ordenar de mejor a peor, tal como se
JeterminaJo Je personas. le ha dicho en la página anterior."
Se nos poJríá objetar que esta dispersión Je los I* Vengar su honor desafiando a muerte a Luis.
resuItaJos Ka siJo JebiJa a que el test era inaJecuaJo, 2^ Matar directamente a Luis.
excesivamente artificial, y las acciones a juzgar dema- 3* Matar directamente a su esposa.
siado semejantes para poder establecer entre ellas dife- - 4^ Vengarse de la afrenta haciendo el amor a la mujer de
Luis, hasta conseguir la misma intimidad con ella.
rencias morales apreciables. Por ello voy a permitirme 5* Procurar sorprender a los dos amantes in jraganti y en-
exponer los datos obtenidos con otra prueba, a la que tablar demanda de divorcio, con ayuda de ía autoridad.
tales objeciones no pueden ser aplicadas: el denominado 6* Separarse privadamente de su mujer, habitando los dos
test de la infidelidad conyugal, que na sido ensayado en eí mismo domicilio y apareciendo unidos ante la sociedad.
7* Separarse privadamente de su mujer, marchando cada
por nosotros en 578 matrimonios. He aquí, resumiJa, su uno por su lado, y justificando tal separación ante la sociedad
técnica. Se Ja a caJa sujeto una hoja impresa, en cuya con otros motivos.
primera página se contienen las instrucciones: 89 Procurar por todos los medios que Luis quede en ridículo
ante su esposa, para reconquistar el cariño de ésta.
"En la página siguiente encontrará usted expuesto un con- 9* Analizar las causas que han podido mover a su esposa
flicto moral, con diez soluciones, que usted deberá clasificar con a serle infiel y procurar corregirlas, si es posible.
arreglo al criterio personal de usted, señalando con el número 1 10^ Plantear a los dos amantes el problema, y si se convence
la que conceptúe mejor de todas, es decir, preferible y aconse- de que su amor es sincero e indestructible, suprimirse él, emi-
jable; a la siguiente en orden de bondad ía señalará usted con grando a lejanas tierras'. *• •
el número 2; luego pondrá usted un 3 en la siguiente, o sea
en la mejor de las ocho que quedan, y así sucesivamente, hasta (Para mayor brevedad, suprimimos el texto para las mujeres,
marcar con el número 10 la que usted crea peor cíe todas. fácil de intuir.)
60 E M I L I O M I R A . Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 61

Es evidente que esta situación i-^posible infidelidad moral y la existencia de múltiples puntos de vista, igual-
conyugal—- interesa al sujeto casado más que el TODO de mente respetables, para la fundamentación del criterio
un lápiz; acerca de ella parece que na de tener un criterio moral individual, no sólo frente a situaciones abstractas e
más definido. De otra parte, las soluciones propuestas imaginarias, sino ante casos concretos. Para demostrar
(posibles conductas) son lo suficientemente diversas para esta última parte de nuestra afirmación, transcribimos
permitir una elección precisa. Pues, a pesar de ello, liemos los resultados que bemos obtenido ensayando en 156
vuelto a ver clasificadas dichas acciones en todos los enfermeras diplomadas una * prueba de discriminación
lugares posibles en las 1.156 contestaciones recibidas. ética profesional", en la que la elección de la conducta
Y no solamente esto, sino que varios grupos de las so- tenía que efectuarse ante una situación profesional muy
luciones Kan tenido una votación sensiblemente igual, a precisa. He aquí, por ejemplo, el texto de una de las
pesar de ser esencialmente diferentes. Véase si no el partes de la prueba, junto con el número de sujetos que
resultado exacto: escogieron cada solución:
NÚMERO DE LA ACCIÓN H. M. TOTAL " "Una enfermera se halla al cuidado de seis hospitalizados
en un pabellón instalado en plena zona palúdica, lejos de las
1. Desafío al amante 49 18 67 vías de comunicación. El servicio de aprovisionamiento tiene
2. Agresión al amante 8 5 13 lugar cada veinticuatro horas, por la vía aérea. De los seis
3. Agresión a la mujer 21 11 32 enfermos, hay tres muy graves; todos tienen marcadas sus dosis
4. Venganza similar 14 23 37 de quinina y demás medicamentos. Por un accidente involun-
5. Separación legal 187 102 289 tario se estropea ía mitad justa de los sellos de quinina destina-
6. Separación parcial 7 24 31 dos a los enfermos. No hay posibilidad material de conseguir
7. Separación total privada . . 103 185 288 más substancia hasta el día siguiente. En tales circunstancias,
8. Triunfo moral 96 143 239 dicha enfermera puede:
9. Análisis de causas 48 23 71 Reducir cada una de las dosis a la mitad hasta el día
10. Eliminación ambiental . . . . 45 44 89 siguiente 35
Dejar sin quinina a los tres enfermos menos graves y
* •' 578 578 1.156
darles la dosis conveniente a los tres más graves . . . 19
¡De nuevo na vuelto a producirse el sorprendente Dejar sin quinina a los más graves y darles la dosis con-
veniente a los que lo están menos 14
resultado de que no Ka existido ni un solo caso de coin- Atender con la dosis suficiente a los enfermos más jó-
cidencia absoluta de las ordenacionesl ¡ venes, prescindiendo de su estado y teniendo en cuenta,
No podemos exponer más detalles, que nos lleva- nada más, que por su edad pueden vivir más tiempo
rían demasiado lejos en el análisis y no son añora ne- ^-si se salvan-— que los otros 14
Atender con la dosis suficiente a los enfermos que ten-
cesarios para demostrar lo que nos proponíamos, o sea gan mayores obligaciones sociales que cumplir (que
la ausencia ole un criterio standardizado de judicación tengan mujer e hijos, por ejemplo), en perjuicio de
62 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 63

aquellos.cuya muerte pudiese ser menos sentida (in- "buscando" en los bolsillo de la americana de uno de los
dividuos sin familia) 29 experimentadores (II). Esto demuestra la imposibilidad
Atender de preferencia a los enfermos de mayor autori-
dad o prestigio 15 de juzgar en sí misma una conducta moral sin conocer
antes si sirve de medio o de fin para el sujeto, es decir,
156
si obedece a un propósito egoísta e inmoral o a un ver-
Como vemos, teníamos razón al decir que también dadero deseo de realizar el bien.
ante situaciones precisas, para las cuales cuenta el sujeto En síntesis, pues, podemos afirmar: 1° Que perso-
con el auxilio de un aprendizaje especializado, se sigue nas dotadas de una capacidad intelectual, de una cultura
observando la misma multiformidad de .criterios que se y de una experiencia social sensiblemente iguales, difie-
encuentra ante los problemas de moral abstracta. ren, no obstante, en gran manera, respecto al modo de
Nuestra contribución experimental al problema de juzgar o enjuiciar precisos problemas de conducta moral.
Ja unidad o la pluralidad de orígenes del criterio moral 29 Que la simple observación-de la conducta, es decir,
na puesto de manifiesto también otro hecho, ya conocido, de los actos externos de un sujeto, no es suficiente para
pero no suficientemente apreciado, a saber: que una con- poder apreciar el grado de moralidad de su reacción per-
ducta moral explícita puede obedecer a motivos y propó- sonal en un momento dado.
sitos que en sí mismos son inmorales. Así, por ejemplo, De aquí a considerar que la conducta moral se halla
un tanto por ciento de los jóvenes que en nuestro "Blood- determinada esencialmente por impulsos afectivos y que
transfusion test" se ofrecieron con gran generosidad apa- todo el complicado proceso intelectual que la acompaña
rente para dar su sangre en provéenosle las pobres vícti- es ^como dice Pareto en su Traite de Sociologie Gené-
mas del simulado accidente, confesaron más tarde que rale'—', "une sorte de bavardage inconsistant, destiné en
lo habían necno con la esperanza de ser introducidos en sa fonction a renforcer I action, mais dont le contenu peut
el gabinete médico, en donde suponían que verían a étre dépourvu de toute signification inteligible", no ha-
alguna muchacha ligera de ropa (II). Un soldado que bría más que un paso. Y quizá lo habríamos dado ya si
en la experiencia realizada en el cuartel de Sanidad insis- no fuese que lo que Pareto denomina bavardage, con-
tió más para que le fuese extraída la máxima cantidad* sistant en dérivations multiformes et arbitraires, fondees
posible de sangre en favor del oficial de su compañía, sur les residus affectifs des actions non Iogiques", sería,
nos dijo ^--después de un interrogatorio a presión*-' que nada menos, i el conjunto de las teorías morales I
odiaba a dicno oficial y esperaba poder contagiarle así su Veamos ahora los resultados de nuestras experien-
antigua sífilis (Ü). Y en el Asilo del Parque, una joven- cias en cuanto hace referencia al tercer problema plantea-
cita que también quiso donar su sangre en favor de los do, o sea, el de la naturaleza general o especial de las
supuestos heridos, fue sorprendida en el gabinete médico actitudes morales: algunas de las correlaciones parciales
64 . E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 65

obtenidas (utilizando el método de los ranks ) en un de la "Bíood-trans." y del "Poisoned Candy" en grupos
grupo de 56 estudiantes que fue sometido sucesivamente, ae personas con características morales bien definidas
en el transcurso de dos años, a nuestros tests de informa- por la experiencia. Como es sabido, en la primera de
ción moral, discriminación ética abstracta, sinceridad, estas pruebas la generosidad del sujeto se evalúa en
espíritu de sacrificio (generosidad) y honradez, han sido función de la cantidad de sangre que se halla dispuesto
la siguientes: a dar, voluntariamente, para salvar a unos heridos de
Correlación entre el "ranlt" medio de un supuesto accidente de la circulación. El porcentaje de
las pruebas de información moral y sujetos capaces de dejarse sacar la sangre para la trans-
de las pruebas de d i s c r i m i n a c i ó n fusión, en la totalidad de nuestras observaciones normales
ética + .33 (P. E. ± 0.061)
(2.578) ha sido de 10 por 100. Pero este valor medio .
Correlación entre íos "ranks" medios en
las pruebas de sinceridad y de espí- sufre notables oscilaciones cuando se consideran los dis-
ritu de sacrificio * + .43 JP. E. ± 0.13) tintos grupos ambientales. Véase sí no el siguiente cuadro,
Correlación entre los "ranks" obtenidos en el que.resumimos los resultados generales de las ex-
en la prueba de altruismo (Blood.
tr.) y en la prueba de discriminación
periencias realizadas en un grupo de más de mil sujetos
ética de Fernald-Jacobsokn + .09 (P. E. ± 0.026) sqcialmente normales, en otro de unos ochocientos en-
Correlación entre los "ranlcs" obtenidos fermos mentales y en un tercero de unos ciento cincuenta
en dos pruebas de espíritu de. sacri- delincuentes vulgares (que fueron examinados en la cár-
ficio ("Blood-transf." y "poisoned
candy tests") 4- .78 (P. E. ± 0.04)
cel modelo de Barcelona).
Conducta de los sujetos en porcentajes
La simple consideración de estos datos demuestra cuali y cuantitativos
que la correlación entre las pruebas de conducía teórica Lugar de la experiencia . J£de Negat I / 4 on2 _ 4 / 8 o n z > 8/12 Totrt

es escasa, entre las pruebas de conducta teórica y conducta % % % . % %


reaí.es prácticamente nula, y entre dos pruebas de con- Asilo del Parque 345 74 6 16 4 26
Agrupación Deportiva
ducta real ante situaciones que exigen la posesión de una
S. U. B 78 24 24 3! 11 76
misma característica moral (espíritu de sacrificio), pero Cuartel Militar S 635 35 38 * 19 8 65
expresada en dos formas diferentes: acción (donación de Clin. Psiquiátrica S. B.
sangre) en un caso e inhibición (no pedir contraveneno) Oligofrénicos 48 68 6 1 15 32
Epilépticos 82 7 9 36 . 48 93
en el otro, es altamente satisfactoria. Paranoicos 36 91 0 6 3 9
Pero las mayores sorpresas nos aguardan cuando Maníacodepresivos . . . 245 " 68 8 16 8 _ 32
consideremos los porcentajes de las utilidades generosas Esquizofrénicos 286 58 4 14 24 42
(de sacrificio) que hemos observado con nuestras pruebas Psicópatas constit. 18 95 5 0 0 5
Prisión celular C. M. . 142 34 11 32 23 66
66 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 67

Sin que estas cifras expresen nada definitivo, es evi- moralidad: me refiero a los resultados que con mis cola-
dente, no obstante, que conducen a reflexiones interesan- boradores los doctores Fuster y Quirós hemos obtenido
tes: la primera de ellas es que los grupos.sociales menos ensayando nuestra prueba de penalización de delitos en
generalmente apreciados aparecen como poseedores de los estudiantes y licenciados de la Facultad de Derecho y
mayor generosidad que los restantes; es decir, que los en los presos de la Prisión Modelo, de Barcelona. En
enfermos mentales, los delincuentes, los pobres (asila- dicha prueba se entrega al sujeto un cuaderno, en el que
dos) y los soldados nos han dado un porcentaje mayor hay impresas las narraciones detalladas de diez delitos
de dadores de sangre que el promedio de la población. _ típicos, hurto, robo simple, homicidio simple, robo con
La segunda, más aparentemente paradójica, es que entre el agravante de reiteración y codelincuencia, homicidio
los enfermos mentales ban sido los epilépticos, es decir, con circunstancia de adulterio in fraganti, estafa en can-
aquellos cuyas reacciones agresivas son más violentas y tidad y calidad de géneros alimenticios, estupro simple,
peligrosas, los que nos ban dado el mayor porcentaje parricidio con atenuante de arrebato y obcecación, estupro
absoluto de dadores incondicionales de sangre. con circunstancias morales agravantes y robo con asesi-
Es lástima que no bayamos tenido ocasión todavía de nato y agravantes que indican alta perversión moral. Las
ensayar esta prueba en un presidio, donde exista un buen instrucciones piden al sujeto de experiencia que ' debajo
contingente de criminales; pero ios escasos datos parciales de cada delito escriba la pena o castigo que daría al autor
de la cárcel celular de B. nos autorizan a sospechar que o autores, sin tener para nada en cuenta las penas que
también el grupo de delincuentes de sangre se muestra la ley tenga establecidas, es decir, actuando solamente
más generoso que el de los delitos contra la propiedad y de acuerdo con la apreciación que su conciencia personal
contra la honestidad. La conclusión final que parece de- tenga de la gravedad de la falta" (para más detalles,
ducirse de esto (y también de la prueba del "Poisoned véase mi libro de Psicología jurídica, Ed. Salvat, Barce-
candy test", cuyos resultados no puedo exponer en deta- lona, 1932, o la descripción de la técnica y resultados que
lle, para no alargar demasiado este trabajo) es la de que el doctor Fuster Pomar ha hecho en los números 2 y 3 del
los sujetos considerados como menos sociables o más anti- t. XII de Archivos de Neurobiología,'Madrid, 1932).
sociales son los más capaces de llevar a cabo una acción Clasificados los resultados individuales y colectivos,
altruista, o dicho más brevemente, que los peores pueden se deduce que para un mismo sujeto varía en gran ma-
ser los mejores y, que los extremos se confunden asimismo nera la severidad con que juzga transgresiones morales
cuando se trata de apreciar una cualidad moral en con- de distintas clases. Es curioso, por ejemplo, el hecho de
diciones situacionales diversas. que los criminales han juzgado con rigor excesivo los de-
Finalmente, por otra vía experimental tenemos tam- litos sexuales; los ladrones han penalizado excesivamente
bién confirmada la inexistencia de un factor general de los delitos de sangre, y los perversos sexuales proponen
68 E M I L I O M í R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 69

castigos desproporcionados para las demás clases de de- actitud crítica frente a los diversos tipos de acciones inmo-
lincuentes. Este hecko era ya empíricamente conocido por rales, e) Existen grupos humanos que son colectivamente
los empleados de Prisiones, que han tenido ocasión de juzgados como deficientes éticos y que, no obstante, en
observar el desprecio o el odio que los presos tienen para pruebas de conducta, se han mostrado más generosos que
sus compañeros de cárcel que pertenecen a "otra clase" los considerados como normales.
de delincuencia que la suya. (Un asesino reincidente se ¿Cómo pueden hacerse compatibles éstos *—y otros
echó a llorar desesperadamente porque se le acusó -—in- hechos experimentales no citados— con una concepción
justamente por cierto^- de haber sustraído unos cigarrillos. sistemática (genérica) de la conducta moral? He aquí
Con gran"energía decía: "Yo soy un criminal, a mucha nuestra propuesta de solución:
honra, pero no soy un ladrón. ) Las condiciones esenciales para considerar una con-
Por lo demás, y a título de curiosidad, recordaremos ducta como moral o inmoral (es decir, como buena o
que no ha mucho fue preso un Juez en nuestro país, que mala), no dependen' solamente de sus resultados (apa-
se había distinguido por su rectitud y honradez acrisola- rentes o definitivos), sino del propósito que tenga su
da, lo cual no le impidió cometer un repugnante estupro. actor durante la ejecución de la misma. Una conducta
En el sumario confesó que toda su vida había sido un merece el nombre de moral, en "strictus sensus", sola-
perverso sexual. mente cuando el sujeto que la realiza se propone libre-
mente conseguir con ella un mayor bien '—'material o
INTEGRACIÓN DE NUESTROS RESULTADOS PERSONALES EN psíquico-—<, sin tener en cuenta el provecho propio que de
LA CONCEPCIÓN GENERAL DE LA CONDUCTA MORAL él pueda derivarse. La acción realizada bajo esta actitud
(moral) será psicológicamente considerada como buena,
Los hechos que hemos expuesto en el capítulo prece- aun cuando sus resultados puedan ser discutidos desde el
dente nos han confirmado que: a) La conducta moral no punto de vista de la utilidad social.
obedece a la existencia de un solo factor general, o) En Si aceptamos, pues, este criterio, podremos definir
su determinación intervienen mucho más eficazmente las la conducta moral diciendo que es la consecuencia di-
actitudes afectivas que él juicio lógico, c) No existen recta e inmediata de vivir en actitud moral; pero como
criterios morales estandardizados que permitan una valo- esta actitud, a su vez, la hemos definido como expresiva
ración ética constante de los distintos tipos posibles dé del propósito de realizar el bien por el bien, eliminando
conducta moral frente a situaciones concretas, a) No sólo de la acción los intereses egoístas, deduciremos que todo
varía considerablemente el criterio juzgador de los actos sujeto en el cual no se encuentren moderadamente satis-
morales de unas y otras personas, sino que en una misma fechos los impulsos vitales esenciales, que son de natu-
se observan notables diferencias de rigor al colocarse en raleza egoísta", sería incapaz de adoptar dicha actitud,
70 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES • 71

aun cuando podrá realizar ^-por la coacción del medio-—' fundamentales antes dichas, existen tres conductas hu-
actos que resulten aparentemente morales desde el punto manas totalmente distintas: la primera es la de la inhibi-
de vista social. ción, la segunda es la de la destrucción y la tercera es la
La Kistoria de Iá evolución (onto y filogénica) nos de la creación. Cada una de estas conductas tiene su
confirma que los mecanismos primitivos de la conducta aspecto moral: la primera da paso a la clásica y primitiva
de los seres vivos se encuentran ligados al sucesivo des- moral de que nos hablan Piaget y Bergson, bajo los
arrollo de los tres estados emocionales fundamentales: calificativos de moral disciplinaria o cerrada. El lema
miedo, cólera y afecto. (Preferimos ésta última palabra de esta moral es no hacer nada que esté prohibido o, si se
a la de "amor", porque ésta Ka sido demasiado empleada quiere, no hacer nada que sea considerado como malo.
en sentido estrictamente sexual). En la serie vital aparece La segunda conducta ^-propiamente vital, revolucionaria
primera la actitud defensiva, basada en la inhibición y anárquicas nos da la denominada moral utilitaria, en
(retorno a la previda). A continuación aparece la actitud el sentido peyorativo de la palabra. La tercera nos da lo
ofensiva o agresiva, en la que el individuo, en vez de huir que Piaget denomina moral de cooperación, Bergson lla-
del ambiente, trata de dominarlo absoluta y violentamen- ma moral abierta y yo denominaría verdadera moral o
te. En estos dos estadios se agota, por así decirlo, la moral humana. Es interesante que la segunda y la tercera
lucha del ser contra el medio. Ellos constituyen las armas moral introducen ya el concepto del bien; pero existe
de la vida elemental. Pero un poco más tarde, una vez iina radical oposición entre ambas, pues en la primera
satisfecha la primitiva violencia del impulso centrífugo, el el sujeto hace solamente lo que le conviene (es decir,
sujeto se deja ya impresionar por el medio sin miedo ni realiza lo que es bueno para él), mientras que en la
rabia, se siente penetrado e invadido por la influencia segunda realiza lo que cree mejor para el mundo psíquico.
cósmica (concretada en una persona, en un paisaje, en Si ahora reflexionamos en que el ciclo emocional no se
un concepto, lo mismo da) y experimenta entonces una cumple uniformemente frente a todos los posibles estí-
nueva necesidad, que le hace adoptar una actitud radi- mulos en ningún sujeto y nos damos cuenta, por consi-
calmente opuesta a las anteriores: la actitud placentera guiente, que todos nosotros tenemos a lo largo de nuestra
y afectuosa, en virtud de la cual el ser tiende a fundirse vida una imbricación de las actitudes miedosa, colérica
y confundirse en un todo con el ambiente, se considera y afectuosa, no nos extrañará tampoco que todos y cada
ligado a él, solidario de su suerte, parte de algo que lo uno de nosotros viva siendo, a la vez inofensivo para
atrae en vez de repelerle. ciertos seres y principios, malo para otros y bueno para
unos terceros, según que la actitud emocional en que se
Pues bien; nosotros postulamos que tan sólo en esta haya fijado frente a ellos le lleve a adoptar una con-
actitud es posible fundamentar la verdadera conducta ducta de inhibición (obediencia sumisa a la fuerza, física
moral. Correspondiendo, en efecto, a las tres emociones
E M I L I O - M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 73

o psíquica), de destrucción (anteposición del impulso Y en el terreno de la patología, siempre qué una
egoísta) o de creación (fusión generosa con el "no yo" causa o conjunto de causas detiene la normal evolución
e integración del valor individual en el cósmico). psíquica, se nota la misma ley, en virtud de-la cual la
Cada edad de la .vida se caracteriza por el predomi- moral cambia al compás del tono vital en un momento
nio de una actitud emocional, y así también exhibe~pre- dado. Pero esta nueva concepción de la moial requiere
dominantemente una moral: en la infancia predomina unas cuantas explicaciones suplementarias para poder
el miedo al más fuerte, es decir, el miedo al adulto, y ser mejor comprendida: en ía individualidad consciente
por ello la moral del niño es objetiva, de respeto a ía existe un proceso, el pensamiento, que por fuerza na de
regla. En la pubertad prima el impulso vital agresivo, y modificar de algún modo la marcha automática de los
por ello es la época de la máxima rebeldía, del máximo primitivos mecanismos emocionales de reacción. Nuestras
anarquismo fisiológico y de la mayor revolución concep- experiencias han demostrado una vez más el escaso valor
tual. En la juventud se nota una ambivalencia entre las de la argumentación lógica en la determinación de la
dos formas de actitud centrífuga: colérica y amorosa,. conducta moral. Pero de ello no ha de deducirse la abso-
es decir, la destructora y la creadora. Por ello es Ja época luta esterilidad del pensamiento en éste aspecto. Porque
en que se cometen las peores y las mejores acciones; en además del frío juicio lógico existe aquel inlelleto a amare
que ^como dice Goethe^ se.es más natural: generoso que entreveía Spinoza. En virtud de esta nueva modali-
y egoísta, malo y bueno, sincero y pérfido a la vez. Viene dad del pensar, el denominado modernamente intuir, le
luego la adultez, período de estabilidad, en el que se es posible al ser librarse de las cadenas del tiempo y vivir
alcanza el máximo desarrollo normal de la actitud crea- en el pasado o en el futuro. Singularmente el desplaza-
dora. Pronto se inicia la regresión vital y,, siguiendo un miento hacia adelante, es decir, en sentido prospectivo, es
orden inverso, notamos en la madurez la reaparición de sumamente importante para la modificación de la con-
la actitud colérica, teñida, no obstante, añora de un cierto ducta moral, toda vez que gracias a él se forman los
pesimismo (hipercrítica destructiva, escepticismo). Final- ideales del yo .
mente, en la vejez reaparece la actitud miedosa, subli- Y es precisamente el conflicto de esos ideales con
mada- más o menos, en la forma de prudencia, descon- las realidades subjetivas lo que determina en el sujeto
fianza y.tacañería propias de una mayoría de ancianos. adulto la adopción secundaria de actitudes emocionales
Las mismas líneas evolutivas notamos en la historia que resultan incomprensibles para quien trata de explicar
de ios pueblos: primero sometidos al terror de una tiranía, en términos puramente mecanicistas (no psicológicos) el
después revolucionarios e iconoclastas y, finalmente, li- aspecto moral de la conducta humana. ¿Cómo se cree
bres, democráticos y animados de un amplio espíritu de que es el sujeto? ¿Cómo le parece que es juzgado? ¿Có-
fraternidad universal. mo se imagina que los demás quieren que sea? ¿Cómo
E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z

querría ser? He aquí cuatro datos fundamentales para


resolver la ecuación de la conducta moral desde el punto
de vista subjetivo. Desde el punto de vista objetivo exis-
ten otros tantos: ¿Cómo creen los demás que el sujeto CAPÍTULO III
se juzga a sí mismo? ¿Cómo creen que es? ¿Cómo que-
rrían que fuese? ¿Cómo creen que él querría ser? PSICOPEDAGOGIA DE LA SOCIABILIDAD
Nunca comprenderemos totalmente el aspecto bu-
mano de una conducta si no conocemos aproximadamen- PSICOGÉNESIS DE LA ORGANIZACIÓN SOCIAL. —
te la interacción que sobre lo que el sujeto es en realidad CONSECUENCIAS PEDAGÓGICAS. *— U N DECÁLO-
ejercen esas intuiciones. Por ellas se explican los bruscos GO DE PSICOPEDAGOGIA SOCIAL.
cambios de moralidad conseguidos con la transplanta-
ción de un individuo a un ambiente que lo aprecie mejor.
Por ellas comprenderemos la acción que un falso con- Entendemos por sociabilidad la capacidad de vivir
vencimiento de sí mismo puede ejercer en el porvenir de en sociedad sin dar lugar a conflictos y sin sufrir ín-
un individuo. Su estudio es un deber para el psicólogo timamente a consecuencia de la adaptación al mundo
moderno, que no debe renunciar en su tarea a ningún humano.
método que »—por difícil y enojoso que sea*-- le permita Durante algún tiempo se Ka- llegado a creer que el
ampliar, aun cuando sea poco,, el campo de conocimiento hombre era un animal que poseía, de manera espontá-
de esa misteriosa Realidad que se llama personalidad nea y natural, el don de ser sociable. No ha faltado
humana. tampoco quien na creído encontrar en él un misterioso y
congénito "instinto social". Y hasta-ha habido naturalista
que ha pensado en la posibilidad de que • tal instinto
fuera el residuo del llamado "instinto gregario", descrito
y admitido sin discusión en muchas especies^ inferiores
de la fauna vertebrada.
Pero es el caso que en la actualidad muchos psicó-
logos —entre los cuales nos contamos— piensan que la
especie humana no tiene, genotípicamente hablando, nin-
guna disposición que pueda ser estrictamente referible a
la capacidad social. Hablemos claro: somos muchos los
que creemos que hemos nacido medianamente prepara-
76 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 77

dos para afrontar la vida, concebida como una lucha in- que la horda- y el clan son muy anteriores ^-desde el
individual contra el medio, pero sin poseer en el momento punto de vista de la psicologías al idilio familiar y
del nacimiento nada que pueda ser considerado, ni tan paradisíaco.
sólo remotamente, como un elemento o arma de provecho Hemos dicho que bajo la influencia del miedo, o,
para la vida en común. más bien dicho, del temor, los hombres primitivos se
El hombre primitivo no es un animal gregario, sino vieron impulsados a realizar acciones conjuntas que cons-
anárquico. En este aspecto es perfectamente comparable tituyeron la primera manifestación de vida colectiva.
a los felinos. El primer tipo de vida social, o mejor dicho, Pero la mejor defensa es el ataque, y por tanto hemos de
de vida en grupo, no ha sido la vida de familia. Con to- suponer que no pasarían muchos milenarios de la época
da probabilidad, las primeras acciones que el hombre cuaternaria sin que la inesperada agrupación, formada
ha realizado colectivamente no han sido inspiradas por durante la huida de un peligro, fuese conservada para
el amor, ni por la simpatía, sino por una necesidad de hacerle frente y destruir su causa: he aquí la segunda
defensa contra peligros circunstancial mente comunes al fase ^-militar o guerrera— de la vida social. En ella se
grupo Wmano en el cual, quizás por azar, se encontrar presenta forzosamente la necesidad de una especializa-
ba (ataque de animales u otros hombres salvajes, tem- ción del trabajo, porque si todo el mundo servía para
pestades, inundaciones, etc.). Solamente con una fina- huir o esconderse, no todo el mundo sirve para atacar y
lidad defensiva, es decir, bajo la actitud del pánico, los vencer, puesto que éstas son acciones que ponen en juego
hombres prehistóricos iniciaron la colaboración social y aptitudes mucho más complejas, la variabilidad de las
el trabajo en común (para cerrar, por ejemplo, los agu- cuales es muy grande en el género humano..Poco a poco
jeros de las cuevas donde se escondían). Pero tan pronto los débiles y los cobardes quedan atrás y se destaca en
como la situación dejaba de ser amenazadora, se sepa- la lucha el grupo de los fuertes y valientes; entre ellos
raban para buscar alimento, y una vez solos en pleno uno, el que va delante, encendido de ardor y de agresi-
campo, cada uno de ellos no veía en los otros más que vidad: el futuro tirano. En el momento en que, después
al enemigo rival que tendría que disputarle la pieza lo- de una lucha feroz para repartirse el botín, fue pro-
grada. La necesidad sexual tampoco ha sido un motivo clamado dentro del grupo el derecho del más fuerte,,
de enlace entre los ejemplares humanos durante muchos podemos decir que se plasmó definitivamente la estructura
siglos, puesto que hemos de suponer que el hombre pri- social, puesto que lué implícitamente reconocida la di-
mitivo la satisfacía ocasionalmente con la misma ingenui- ferenciación de las individualidades en el seno de la
dad y despreocupación que hoy observamos en los canes. colectividad, de acuerdo con su eficiencia biológica.
Mucho antes que la pareja humana llegara a tener esta- Centenares y quizás miles de lustros después se plas-
bilidad, había nacido ya una vida colectiva, de manera mó el pensamiento: un lenguaje primitivo empezó a servir.
78 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 70

toscamente de vehículo para la expresión-de ideas ele- produjese, no tenía más remedio que procurar descubrir
mentales. El pánico cósmico, todavía no extinguido, una técnica eficiente para conseguir de una manera se-
pudo concretarse en supersticiones comunicables. Todo gura la realización de su predicción (triunfo sobre la hor-
esto era necesario para la aparición del tercer elemento de da enemiga, recolección abundante de caza, desaparición
organización social: el factor mágico. Ya no es añora la de una peste, alejamiento de una fiera, etc., etc.), o bien
fuerza física, sino la potencia mágica, la que determina decir previamente que él no podía mandar las fuerzas
el dominio de unos individuos sobre los otros, tanto en con las cuales trataba, sino que era un simple represen-
la horda como en la tribu. Seres quizá más débiles pero tante de ellas y. que éstas en todo momento podían variar
indudablemente más vivos, desarrollaron una liturgia su disposición, de acuerdo con cualquier circunstancia no
extravagante que ejercía una profunda impresión sobre dependiente de él, sino del comportamiento de los miem-
el grupo; el brazo del guerrero i—todavía temblorosos bros de la tribu. Así, si la previsión no se realizaba, en
encontraba un soporte en los gestos y fórmulas del mago, vez de Ser sacrificado, el mago veía su cueva llenarse de
que le aseguraba el favorable refuerzo de potencias más presentes y dádivas con las cuales los crédulos salvajes
o menos sobrenaturales. No obstante, la vida de estos que le rodeaban querían aplacar la cólera e implorar el
intermediarios entre las fuerzas materiales y las divinas perdón a las divinidades ofendidas. No solamente esto,
era muy dura. Se les temía y respetaba en tanto que la sino que le era dado un medio cómodo y sencillo para
suerte les era propicia, pero se les mataba tranquilamente librarse de todos aquellos sujetos i—más astutos o des-
cuando algún fracaso evidenciaba al grupo que Rabian confiados--- en la mirada de los cuales hubiese podido
perdido su influencia mágica. adivinar una sospecha respecto a la eficacia de su inter-
No cuesta mucho imaginarse la angustia y el te- vención^enemistarse con el mago equivalía a ser, en un
rror del pobre mago (modesto comerciante al fin y al ca- término no muy largo, acusado por éste y juzgado por la
bo) durante los intervalos, a veces largos, que transcu- tribu como responsable de cualquier desgracia.
rrían entre el momento de sus predicciones y el instante Es de suponer que los magos no viesen una incom-
en que éstas tenían que ser confirmadas por la realidad. patibilidad entre los dos medios de adaptación que aca-
Momentos difíciles en los cuales la primitiva inteligen- bamos de describir, y que,.por consiguiente, tratasen a la
cia de aquellos nombres tenía que buscar afanosamente vez de transformarse en sacerdotes y en hombres de cien-
un medio de librarse del conflicto en que se encontraba. cia. ¿No podría ser ésta una explicación del hecho in-
No nos parece demasiado audaz afirmar que de esta si- dudable que las actividades científicas en la cultura euro-
tuación surgieron los fundamentos de la Ciencia, y de la pea de la antigüedad tuviesen un matiz sacerdotal y. fue-
Religión. En efecto, si el mago quería evitar un probable sen cultivadas en los templos? En todo caso no hay duda
fracaso o eludir su responsabilidad en caso que éste se de que la transformación científico-religiosa del mago
80 EMILIO MIRA Y LÓPEZ PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 81

fue de una importancia inmensa para el porvenir de la la curiosidad, activamente investigadora y acompañada
Humanidad, y más concretamente, para la fundamenta- de reacciones exploradoras, las cuales, a su vez, repre-
ción de una nueva estructura social. Porque fue él quien sentan la resultante de la inteíectualízación de la primi-
por primera vez hizo germinar la semilla del amor en el tiva reacción agresiva o colérica, y finalmente, una vez
corazón de los hombres. Para esto le fue necesario recu- asimilado el conocimiento y dominio de la situación, sur-
rrir al artificio de asegurarles la existencia de un más allá, ge la autosatislacción (residuo narcisista), que es la con-
es decir, de una vida ultraterrena en la cual serían com- dición indispensable para la adopción de las actitudes
pensados debidamente todos los fracasos, las injusticias cordiales, generosas y casi superhumanas del afecto, de
y las desgracias sufridas por el grupo. Así, surgió la no- la simpatía y del amor.
ción de una justicia inmanente y trascendente a la vez, 1 eniendo en cuenta esta descripción, hemos de creer
que impedía al hombre tomársela a capricho con su ma- que el niño no puede llegar a presentar una conducta
no, y así el hombre dejó de ser salvaje para transformar- verdaderamente social, es decir, altruista, mientras la evo-
se en un ser moral. lución de sus tendencias primitivas de reacción no haya
Quizás aparentemente todo cuanto acabamos de de- terminado el círculo natural antes indicado. Y este círcu-
cir tiene poca relación con nuestro tema; pero una consi- lo requiere, para cumplirse, la existencia forzosa de un
deración atenta de éste nos hará ver que el niño en el período en el cual la tendencia agresiva se libere o des-
curso de su desenvolvimiento como ser social, pasa por cargue hasta producir en el sujeto un estado de sereni-
las mismas fases que hemos dicho y considerado como dad, o mejor dicho, de tranquilidad emocional, acom-
propias de la Humanidad. El recién nacido posee tan pañado en la esfera intelectual de un convencimiento de
sólo tres mecanismos reaccionales globales, que son los la propia potencia y superioridad ante el medio ambiente.
correspondientes a las emociones de pánico (reacción ca- Pero hay que tener en cuenta que este medio ambiente,
tastrófica), de cólera (reacción agresiva) y de placer no tiene que ser comprendido en términos geográficos
(reacción narcisista)'. Tales mecanismos aparecen pre- (objetivos), sino en términos psicológicos (subjetivos),
cisamente en este orden durante la vida de todos los, variables para cada sujeto y a cada momento, según sean
niños, y conservan el mismo plano de estratificación du- sus vivencias.
rante toda su existencia. Por esto, el hombre adulto, de- Otro corolario que se desprende de las anteriores
lante de una situación nueva, inesperada por lo que tie- afirmaciones es el siguiente: si sometemos a un suje-
ne de ignota, reacciona con sorpresa, lo cual no es más to humano .—niño o adulto^-* a un régimen de coacción,
que el residuo del choque emocional del pánico. Detrás asegurado por el férreo cumplimiento de una severa disci-
de la sorpresa se fija la actitud tensa y escrutadora de la plina externa, podremos aspirar a conseguir que i—>vivien-
prudencia ^-derivada del miedos-, después se despierta do bajo la inhibición miedosa^- ¿.eje de realizar las accio-
82 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 83

nes que creemos antisociales o inmorales, pero nunca objetivo de la educación social, la cual podríamos consi-
conseguiremos que efectúe una sola acción esencialmente derar como adscrita a ía moral negativa, de no hacer da-
buena. Aquí es donde aparece precisamente con mayor ño a nadie (sea por miedo al castigo externo o sea por
claridad la diferencia que separa la que podríamos deno- miedo al remordimiento resultante de la infracción de
minar concepción empírica o social de la moral, y la un deber moral), puede ser útil ^y es al principio nece-
concepción propiamente psicológica de la ética. Efectiva- saria^- la pedagogía coactiva, basada únicamente en la
mente, no hay duda de que si un sujeto deja de realizar autoridad, en la disciplina y en el respeto a la ley. Pero
actos antisociales su conducta podrá ser considerada co- si se quiere alcanzar la verdadera finalidad de ía edu-
mo satisfactoria o, por lo menos, indiferente, desde el cación social (sinónima, psicológicamente hablando, de
punto de vista social. Para que resulte beneficiosa para educación moral o ética), es decir, si se quiere conseguir
la comunidad será necesario solamente que el efecto de que el sujeto se comporte en todo momento con la inten-
dicha conducta sea favorable para el conjunto, es decir, ción de hacer el mayor bien posible a todo el mundo, tal
que sus resultados sean aprovechables para obtener un pedagogía es contraproducente y solamente es aceptable
mayor progreso, material o moral, de la colectividad, (uti- y efectiva la que se funda en el respeto de la libertad.
litarismo moral). Esta segunda dirección educativa, ya iniciada por Rous-
En cambio, considerada la cuestión desde el punto seau, trata de favorecer el desarrollo material del niño
de vista estrictamente psicológico, para que esta conduc- limitándose a darle los materiales y las técnicas conve-
ta resulte realmente social y ética, será necesario ade- nientes para conseguir que domine, cuanto más pronto
más, que sea ejecutada libremente por el sujeto, es decir, mejor, las dificultades de la vida, lo que equivale a obte-
será necesario que éste actúe bajo la presión del amor y ner que desaparezca rápidamente su complejo de infe-
no del miedo, bajo el influjo de un altruismo espontáneo rioridad y encuentren una canalización adecuada los
y no de un deber artificial, que ha sido introducido, de impulsos de su voluntad de poder o tendencia agresiva
la misma manera que un clavo en una pared, de fuera (conquistadora y centrífuga, correspondiente a la segun-
a dentro, en su conciencia. da fase del ciclo emocional de todo proceso psíquico).
He aquí el porqué si desde un punto de vista ma- Siguiendo este sistema, el niño deja muy pronto de tener
terial e inmediatamente utilitario, tienen defensa las dicr miedo del mundo, supera después su hostilidad hacia el
taduras ^-políticas y pedagógicas^- desde el punto de ambiente y se sitúa en el camino de la vida, seguro de
vista psicológico y ético son totalmente, absolutamente y sí mismo y dispuesto a dar el sobrante de su energía vital,
definitivamente inaceptables. es decir, preparado para desbordarse amorosamente en,
por y sobre la vida.
Sintetizando y al mismo tiempo precisando el con-
cepto, diremos que para alcanzar la primera parte del Considerando la evolución general de la personan-
84 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 85

dad psíquica con un criterio cronológico, podemos decir países que luchan y viven bajo la confluencia de las di-
que en la infancia domina la actitud miedosa, en la pu- versas causas antes mencionadas como responsables de la
bertad la colérica (rebeldía contra la opresión familiar regresión psíquica.
y proceso de indepéndización más o menos violento y
exteriorizado) ; en la juventud aparece la actitud amorosa
DERIVACIONES PEDAGÓGICAS DEL CONCEPTO PSICO-
general, la serenidad afectuosa que caracterizará la edad
EVOLUTIVO DE LA SOCIABILIDAD
adulta, y perdura también la actitud hostil, iconoclasta y
revolucionaría que proviene de la pubertad. AI empezar ¿Cuáles son las consecuencias pedagógicas que po-
el período regresivo de la personalidad psíquica, el carác- demos deducir de esta concepción evolutiva de las acti-
ter se vuelve agrio y adusto (reaparición de la actitud tudes Rumanas? No sé si Labré acertado en la exposi-
colérica, hipercrítica y escéptica durante la madurez y los ción de lo que podría denominarse embriología de la so-
principios de la vejez). Finalmente, la senectud espiritual ciabilidad, reducida a la superación de las dos actitudes
da lugar a la reaparición de la primitiva actitud miedosa, primitivas, defensiva y ofensiva de oposición al medio.
más o menos sublimada bajo la forma de prudencia o Pero aquellos lectores que hayan seguido mi pensamiento,
desconfianza. no se extrañarán cuando les diga que es necesario borrar
No hay duda que existen numerosas excepciones in- en el terreno de la psicología experimental la idea de que
dividuales de esta ley, pero si las analizamos servirán la sociabilidad (lo mismo que la bondad, la maldad y en
para confirmarla. Efectivamente, siempre que por cir- general todas las llamadas cualidades éticas) puedan ser
cunstancias internas (disminución de la salud corporal, aptitudes o propiedades consubstanciales del espíritu, que
debilidad psicofísica) decrece el tono y la energía poten- vayan desarrollándose de una manera general y paula-
cial de la personalidad o siempre que por circunstancias tina, impregnándolo uniformemente y actuando con idén-
externas (crisis económicas, políticas o sociales), se diri- tica intensidad, en un momento dado, ante todas las po-
culte la actuación del sujeto en el medio, se observa el sibles situaciones de reacción. Por el contrario hemos de
mismo proceso de regresión que se instala normalmente creer que no pasan de ser fases terminales de la evo-
al iniciarse el declive natural de las energías vitales en la lución de los procesos psíquicos, que se desarrollan con-
época involutiva. Así puede explicarse, por ejemplo, el cretamente para cada tipo de situación y, por consiguien-
actual descenso de la moral colectiva en el mundo y la te, que es perfectamente posible la coexistencia de valo-
substitución de la actitud fraternal y afectuosa entre los res éticos diferentes, y si queremos, contrapuestos, en un
pueblos por una conducta llena de recelos. Por la misma mismo sujeto. Dicho más crudamente: no es posible afir-
razón se observa el aumento de los delitos de sangre y mar que un sujeto es muy sociable, poco o nada socia-
la difusión de la angustia colectiva en el interior de los ble, muy bueno, muy malo, etc., sin referirse inmediata-
86 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 87

mente a Ja situación psíquica o al tipo de reacción que de la formación de esta aptitud abstracta que llamamos
na servido para juzgarlo con tales calificativos. sociabilidad.
Un mismo sujeto puede haber terminado el círculo Se nos dirá, con cierta razón aparente, que todo
evolutivo de sus actuaciones emocionales ante un conjun- cuanto hemos dicho es aplicable solamente a los casos
to de estímulos o situaciones, y encontrarse en cambio en los cuales el deficiente desarrollo de la inteligencia
retardado en aquella evolución en otros campos. Enton- conceptual, sintética o abstracta, no permite al sujeto la
ces se dará el caso que dicho sujeto actúe alternativa- comprensión ni la adopción de normas generales de con-
mente o simultáneamente en actitudes de miedo (recelo), ducta (que puedan ser aplicadas uniformemente en to-
agresión o afecto, mostrándose asocial, antisocial y social, das las situaciones). A esto contestaremos que la expe-
según sean los estímulos desencadenantes de su reac- riencia nos muestra a diario una sorprendente disociación
ción. Fácilmente se comprende, por la limitación expe- entre el pensamiento y la acción. El primero puede ele-
riencial de nuestra vida, que es imposible alcanzar la varse, situándose en el plano de la abstracción y llegando
fase final (afectuosa) del ciclo emocional en todas las si- a juicios o conclusiones que tengan el carácter de leyes
tuaciones, es decir, que no puede haber ningún sujeto universales. Pero la segunda es siempre concreta y deter-
capaz de reaccionar siempre y delante de todo el mun- minada; no existen acciones abstractas; no hay tampoco
do en forma cordial y altruista. Ni los santos más excel- la posibilidad de esperar que la acción concreta surja
sos se nos aparecen en la tradición religiosa como perso- adecuadamente -conformada en todos sus elementos al
nas absolutamente impregnadas de tal "bonhomie". To- esquema intelectual que parece servirle de fundamento.
dos ellos pecaron, y algunos no poco, por cierto. Todo lo contrario: es necesario realizar un gran es-
Si, por lo tanto, la adopción de la actitud social ha fuerzo »--no siempre efectivo^- para adaptar y hacer coin-
de establecerse, no de una manera global, sino concre- cidir estos dos planos tan distintos de la actividad perso-
tamente y específicamente —obedeciendo la ley general nal como son los del pensamiento y la acción. Todos los
de especificidad de todos los aprendizajes, formulada por maestros saben que su tarea en cualquier enseñanza no
Thorndike—, es evidente que la tarea inicial del peda- ha terminado cuando han enunciado y explicado una ley,
gogo será la de obtener que sus alumnos lleguen a fijar una técnica o un criterio de actuación. Suponiendo que
y realizar habitualmente actitudes y. conductas sociales en los alumnos hayan comprendido y asimilado ampliamen-
respuesta al mayor número y a la mayor variedad posible te el significado de la explicación general, teórica, tan
de situaciones concretas, es decir, de individualidades o pronto como se ven delante de un ejemplo concreto du-
colectividades humanas determinadas. Solamente en la dan y se equivocan, requiriendo ^-quizás todavía más
medida en que aumente el caudal de los actos sociales, que antesi—< la ayuda y el consejo concretos del pedago-
habitualizádos "(perdónese el neologismo) se podrá hablar go. Lo mismo podemos decir que, en la mayoría de los
EMILIO MIRA Y LÓPEZ PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 89

casos, (a conducta inicial de aplicación particular de un aparece, así considerada, como un elemento intermedio
concepto o regla general, requiere la creación de un tipo entre dos series de hechos prácticos. La primera, inicial,
de reacción para favorecer el cual sirven mucho más las es la natural o empírica, y la segunda, 'secundaria, es la
experiencias de aplicación de otras reacciones concretas lógica o racional.
parecidas, que la simple posesión <--tan clara como se Así también, a partir de un conjunto de reacciones
quiera--- del esquema conceptual de la mencionada reac- sociales establecidas necesariamente en los primeros años
ción. En todo momento la acción ha precedido al pensa- de la infancia por el contacto del individuo con el ambien-
miento en el curso de la psicogénesis. Es por esto que la te humano, es posible elaborar una serie de actitudes
acción social na de preceder a la conciencia social, o mentales generales de reacción, tanto más perfectas cuan-
dicho más claramente: toda tentativa de hacer surgir. to mayor haya sido el trabajo de intelectualización (ela-
d'emblée la sociabilidad en virtud de una serie de consi- boración teórica secundaria) que se haya efectuado con
deraciones teóricas (lógicas o sentimentales, especulativas ellas. Este trabajo repercutirá evidentemente en la educa-
o científicas, lo mismo da) está anticipadamente conde- ción y valorización de las ulteriores reacciones que el
nada al fracaso si previamente no existe en el sujeto un sujeto pueda efectuar ante situaciones análogas; creará
fondo experiencial suficientemente amplio y denso para en él un convencimiento que le será una gran ayuda para
que tal enseñanza abstracta no represente más que una resistir el efecto de influencias sugestivas perjudiciales.
explicación a posteriori, que permita al sujeto darse cuen- No debemos sin embargo exagerar su importancia, puesto
ta (conscienciar sería la palabra apropiada) de las ca- que en realidad su intervención no ha creado esencial-
racterísticas comunes a todos los elementos integrantes mente nada que no estuviese ya implícitamente contenido
de dicho conjunto experiencial. en el sujeto. No ha hecho más que ampliar y reforzar
En realidad, con todo lo que ya llevamos dicho, no todo cuanto había en él.
hemos hecho más que explicar un aspecto dejas relacio- Nos sería fácil aducir pruebas experimentales de este
nes que en todas las modalidades de la actividad hu- aserto. Nos limitaremos a recordar la ineficacia absoluta
mana se han de establecer ,—y de hecho se establecen-—' de los razonamientos (discursos, sermones, conversacio-
en cada caso entre la teoría y la práctica. No es, como nes, etc.), para modificar en sentido favorable la con-
pretenden algunos, que la teoría y la-práctica sean con- ducta social en las personas que por motivos diversos
ceptos opuestos, que se excluyen mutuamente; lo que no se adaptan normalmente a la vida colectiva. En este
pasa es que no hay un solo teórico que en sus especula- aspecto se dan casos curiosísimos como, por ejemplo, el
ciones más abstractas, no se funde ^-más o menos cons- de cierto presidente de Liga de Higiene Mental de una
cientemente o inconscientemente^-' en datos experiencia- nación vecina, al cual todos sus cursos docentes no han
íes, concretos y, por tanto, prácticos. La teoría se nos servido lo más mínimo para modificarle una existencia
90 EMILIO MIRA Y LÓPEZ PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 91
que es la negación constante de los principios que en propia experiencia personal en los campos psicológico,
ella defiende. O el de un elocuente y brillante propa- psiquiátrico y pedagógico ha proporcionado la ocasión
gandista antialcohólico de un país septentrional, que ce- de dicha finalidad. Todo cuanto hasta ahora Ke dicho
lebra los éxitos obtenidos con sus discursos yendo.a su no es ni más ni menos que el resultado de plasmar ver-
casa a beber toda clase de licores, basta emborracharse balmente un oscuro pero sólido núcleo reáccional resul-
por completo. Y no Rabiemos de la contradicción obser- tante de mi actitud mental frente al problema. Pero esta
vada por todas partes entre las ideas y la conducta per- plasmación ha tenido lugar, de una manera deliberada,
sonal de una mayoría de políticos, moralistas, escritores insistiendo en el aspecto genético y en los antecedentes
y en general intelectuales de toda clase a los cuales una teóricos que me Kan parecido más convenientes para lle-
constante roturación especulativa no Ka servido lo más gar a la justificación de las conclusiones que aKora voy a
mínimo para modificar sus malas costumbres y ni tan formular.
siquiera Ka sido eficaz, a veces, para cubrir las apa-
riencias.
DECÁLOGO DE PSICOPEDAGOGÍA SOCIAL
A todos los educadores modernos les sobra razón
cuando proclaman la ineficacia absoluta de las lecciones Para mayor claridad he dado a mis normas la es-
de moral explicadas teóricamente, como una de tantas tructura de un decálogo. Helas aquí:
materias destinadas a una asimilación, más o menos me- 1. Para conseguir el desarrollo normal de la socia-
morística, pero siempre inefectiva para el sujeto. Apa- bilidad de los niños es necesario, antes que todo, clasifi-
rentemente por debajo, pero, en realidad, muy por encima car éstos en grupos de acuerdo no solamente con su nivel
de todos estos conocimientos y reglas ético-social es, se intelectual, sino con sus peculiaridades afectivas y carac-
encuentran, por una parte, las tendencias espontáneas terológicas. La distancia entre los niveles de sociabilidad
de los discípulos, y por otra, la influencia directa y con- de cada individuo y el grupo con el cual conviva, no ha
creta que sobre ellos ejerce la misma vida con la innu- de ser superior a las posibilidades de adaptación de aquél
merable variedad de sus ejemplos. en un momento dado; es por esto que es necesaria una
Pero ya es hora que dejemos de incurrir en el defecto selección cuidadosa *--especialmente caracterológica--- de
que estamos criticando. Si este trabajo ha de tener alguna los escolares que Kan de constituir cada una de las co-
eficacia, ha de ser precisamente la de conducirnos a munidades integrantes de trabajo, al mismo tiempo que
establecer una serie de regías prácticas que sirvan al del conjunto o unidad pedagógica. Siempre que exista
maestro para favorecer el desarrollo de la sociabilidad un desnivel entre un sujeto y su grupo, se producirá inexo-
de sus alumnos. Estas reglas no podrán, evidentemente, rablemente una actitud agresiva o de recelo por parte del
ser dictadas por mí más que en la medida en que la elemento (sujeto o grupo) menos evolucionado social-
92 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 93

mente. Esta actitud solamente podrá ser superada, como una evolución de las relaciones sociales entre las perso-
ya Hemos dicho, dentro de ciertos límites, pasados los nas de ambos sexos, muy superior a la observada entre
cuales, la persistencia de la convivencia únicamente ser- nosotros. (En España el hombre y la mujer se consideran
virá, para exagerarla en lugar de corregirla. mutuamente con recelo, y tan pronto como éste se ha
vencido, el primero, con contadas y apreciables excep-
2. Aunque pueda parecer una perogrullada, es ne- ciones, se lanza a la conquista de la segunda, con el
cesario insistir en el hecho ae que el desarrollo normal mismo ardor que un maorí va a la captura de un habi-
de la sociabilidad requiere intensificar la vida social de tante de la selva. La astucia o la violencia, pero casi
los niños, aumentando las ocasiones de vivir libremente nunca la sinceridad y el verdadero afecto, acompañan las
en comunidad. El individualismo todavía imperante en relaciones sociales entre el hombre y la mujer españoles,
la enseñanza primaria ,—solamente corregido (y todavía hasta tal punto que la conciencia pública de nuestro país
parcialmente) en los escasos momentos de recreo^- na considera sinónimos los términos de relación "social" y
de ser sustituido por un socialismo escolar, nó solamente relación "sexual" entre las parejas, y por esto esta pala-
dentro de cada unidad pedagógica (escuela), sino entre bra pareja" solamente es concebida en este ambiente,
todas las unidades posibles capaces de ser puestas en rela- cuando se refiere a personas de sexo distinto, como si
ción. Los métodos del "self-government", del trabajo me- estuviese vinculada con la ineludible existencia de un
diante proyectos colectivos (Dalton, Winnetlca, Dewey) enlace erótico).
y de la cooperación social interescolar, son en este as-
pecto los más necesarios y apropiados para el desarrollo 4. Cuando se trata de establecer una relación so-
normal de la aptitud social del niño. Es necesario culti- cial entre un sujeto y otro de mayor potencia social (efec-
var especialmente los intercambios escolares, no solamen- tividad dentro del grupo), p entre un individuo y el con-
te nacionales, sino internacionales, no esperando para junto integrante de un ambiente social (ante el cual
hacerlo a que los alumnos sean ya mayores, puesto que aquél se considera en estado de inferioridad) habrá que
'Suanto más éstos lo sean y más se hayan condensado procurar que la iniciativa de las relaciones sociales surja
las características egoístas en el núcleo de su personali- del elemento que se conceptúa inferior, y que el supuesto
dad, tanto más pequeño será el provecho que sacarán. elemento superior (individual o colectivo) procure mos-
trarse frente a él como si en realidad no lo fuese, es
3. Solamente la práctica de la coeducación permi- decir, estableciendo el trato de igual a igual. (Por igno-
tirá el desarrollo normal de la sociabilidad en los niños. rancia de esta regla, las familias no comprenden cómo
En este aspecto los países en los cuales el niño no ha una criatura que se muestra habladora, cordial y socia-
sido separado ni diferenciado inicialmente de la niña, y ble entre los suyos, adopta en cambio, delante -de los
han sido, tratados lo mismo el uno que la otra, presentan extraños, una actitud fiera, de reserva y de mutismo, tanto
94 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 95

más acentuada,-cuanto más intensa sea la coacción que cuanto menos sea comprendida y contrarrestada aquella
sobre ella traten de ejercer, para la iniciación de la nueva conducta.
relación social bajo un pie forzado. Si en lugar de tener 7. Para el desarrollo de las relaciones sociales entre
que saludar ceremoniosamente al visitante, pudiera ini- el sujeto y el grupo, es necesario que exista no solamente
ciar con él un juego naciéndolo rodar por tierra, con toda un mínimo de intereses comunes o de intereses recíprocos
seguridad que la amistad se establecería en seguida). entre ambos, sino también que su satisfacción pueda
Probablemente preguntarán cuál es la razón de esta tener lugar, o cuando menos parezca desarrollarse, de
paradoja, ya que a primera vista parece que na de ser una manera equitativa. No hay nada que altere tan rápi-
mucko más fácil seguir una relación social que nos es damente una relación social normalmente establecida,
ya iniciada, que establecerla por nosotros mismos. La como la percepción de una injusticia (real o supuesta)
explicación es clara: en el primer caso se nos priva de por parte de cualquiera de sus elementos.
la libertad de elegir fines y medios, y en el segundo no.
Hay que recordar que solamente cuando el individuo se 8. Si las circunstancias en que se desarrolla la vida
siente libre ,—<e$ decir superior y no coaccionado-—, es social de un sujeto (niño o adulto) en un grupo, hacen
cuando puede adoptar la actitud verdaderamente social. imposible que ésta pueda tener lugar en forma normal,
engendrándose, por consiguiente, una fricción creciente
5. Teniendo en cuenta la imposibilidad de que el entre aquél y éste, no queda más recurso que compensar,
elemento superior en toda relación social se mantenga si es posible, el desnivel existente o realizar una trans-
constantemente .--de una manera artificial-— en un plano plantación del individuo a otro grupo. Toda tentativa de
inferior al que le corresponde, será preciso procurar tam- confiar al tiempo la solución del conflicto o de ejercer una
bién restablecer el equilibrio estimulando Kábilmente el coacción sobre cualquiera de los elementos en relación,
amor propio y la vanidad del elemento que se juzga sub- está condenada anticipadamente al fracaso.
yugado. Este estímulo no tiene que consistir en halagos
ni adulaciones, sino en darle ocasión para que se muestre 9. La permanencia normal ilimitada de un sujeto
superior en algún aspecto. en un grupo humano con el cual constituye una unidad
social, si bien tiene la ventaja de disminuir los esfuerzos
6. Es necesario no olvidar que, recíprocamente, el adaptativos del primero, ofrece el inconveniente de per-
elemento inferior intenta muchas veces captarse la sim- judicar de antemano su capacidad de relación y adapta-
patía y el afecto del superior siguiendo exactamente el ción social frente a otros grupos con los cuales en teoría
mismo procedimiento, es decir, mostrándose ante él en podría relacionarse. Para un mismo individuo puede
una actitud exagerada de humildad, tras la cual, no afirmarse que en este aspecto lo que se gana en profun-
obstante, se esconde un resentimiento tanto más prorundo didad se pierde en extensión de las relaciones sociales
96 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 97

(quien tiene un amigo del alma difícilmente entabla otras es la aplicación de los derechos del hombre ^-proclama-
relaciones de amistad, no solamente por falta de tiempo, dos hace ya dos centurias^ al campo de la técnica pe-
sino por tener ya satisfechas sus capacidades afectivas dagógico-sociaí. Libertad, Igualdad y Fraternidad siguen
con una tan íntima 'relación). El afecto tiende a con- siendo los tres conceptos básicos que han de orientar al
centrarse y a exclusivizar sus objetos: el hombre ha na- maestro en el ejercicio de su misión. Pero precisa con-
cido celoso; por lo tanto es necesario que su vida psico- cretarlos en términos compatibles con la profunda diver-
lógica tenga una cierta movilidad si queremos mantener sidad de aptitudes y-defectos humanos. No han de ser
abiertas las puertas al mayor número posible de sus tomados al pie de la letra, sino en su profundo sentido
actitudes afectuosas, sin que éstas lleguen a excluirse mu- filosófico: libertad, por el dominio de la razón sobre las
tuamente. pasiones; igualdad, por el imperio universal de la Justi-
10. Condición final, necesaria para el desarrollo de cia sobre los privilegios de casta o de dinero; fraternidad,
la sociabilidad, es que cada uno tenga un ideal de vida por la supremacía de la actitud altruista sobre los primi-
propia y que encaje en el marco de la organización social tivos mecanismos reaccionaíes, egoístas, del miedo y de
en que se encuentra. En ningún caso se ha de propugnar, la cólera, que solamente son propíos Je los organismos
el ejemplo ajeno concreto como estímulo social: cada uno débiles, no evolucionados, que todavía luchan contra el
ha de tender a ser mejor de lo que es, sin compararse medio que los rodea, en lugar de sentirse solidarios y
con nadie, sin envidiar ni menospreciar a nadie, puesto fusionarse con él para constituir, en una síntesis suprema,
que la última razón de su existencia consiste precisa- nada menos ni nada más que lo que el psicólogo deno-
.mente en realizar su propia vida y no la de los otros. mina "personalidades conscientes".
Bajo este aspecto, un hombre es tanto más sociable, cuan-
to más seguro se siente de la finalidad de su existencia,
es decir, cuanto más sabe adonde va y por qué va.
Solamente entonces se verá libre del recelo, de la envidia
y también de la vanidad. Porque saber que se va a algún
sitio es saber que todavía no se na llegado, y por con-
siguiente, es saber que todavía no se puede estar plena-
mente satisfecho de sí mismo.

Hasta aquí llega mi decálogo. Si se reflexiona un


poco, veremos que en el fondo no representa nada nuevo:
CAPÍTULO IV

CONCEPTO GENERAL DE LAS


PASIONES

CONCEPTO DE LA PASIÓN A TRAVÉS DEL TIEMPO

L A BASE SOMÁTICA Y LA BASE PSÍQUICA DE LOS


ESTADOS PASIONALES. •— LÍMITES ENTRE LA
PASIÓN NORMAL Y LA PATOLÓGICA.

Con todo y ser los estados pasionales Jos que más


intensas vivencias psíquicas producen y con mayor fuer-
za sé acusan en la conciencia individual; con todo y ha-
ber sido también el tema preferente de estudio de filósofos,
moralistas, psicólogos y médicos desde la más remota an-
tigüedad, puede decirse que continúa aún en el misterio
la solución de las cuestiones fundamentales que plantea
el estudio de su problemática. En efecto, sigue todavía
noy empleándose la palabra pasión de un modo casi má-
gico, con significaciones multívocas e incluso contrapues-
tas. Por ello Ka de resultar interesante todo intento de
revisión conceptual en este campo.
Desde los primitivos trabajos de Aristóteles y de los
peripatéticos (Crisipo, Posidonio, Hecato, Sphaerus, Dio-
nisio, etc.) kasta los más recientes de los psicólogos
modernos, principalmente condensados en el symposium
100 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 101
"Feelings and Emotion" reunido por Murchison en la de los fenómenos pasionales los partidarios de ellas: por
Universidad.de Clark (1950) Kan luckado con encono regla general los adeptos a la concepción racionalista de
dos tesis irreconciliables: la que considera la pasión co- Descartes, kan intentado analizar —a frigore'—' la pasión
mo un producto del "alma inferior", es decir, como una colocándose frente a ella de un modo semejante a como
manifestación del fondo animal y demoníaco del nombre, el geólogo lo kace ante un trozo de tierra que desea in-
que ka de ser en todo momento dominada por la razón vestigar; en cambio los partidarios de la tesis sensualis-
o incluso destruida por la voluntad (tesis racionalista y ta (incluyendo, a pesar suyo, a San Agustín) kan vivido
voluntarista) y la que, inversamente, opina que la pasión sus pasiones y se kan quemado en ellas íntegramente,
representa la principal fuente creadora de la vida espi- renunciando de antemano a toda actitud analítica que
ritual, el motor fundamental de nuestros actos, el elemen- llevaría implícita la desaparición de las mismas. Siendo
to sin el cual el nombre no alcanzaría jamás las cimas así, los contenidos descritos por ambos tipos de investiga-
de la inmortalidad y, por consiguiente, la coloca en el pri- dores son enteramente distintos y nada tiene de particu-
mer piano y nace de ella el valor más destacado de la lar que con la mayor sinceridad kayan llegado a con-
vida espiritual. clusiones opuestas.
La primera tesis ka tenido su defensor más acérrimo Hoy en día, sin embargo, se empieza a entrever la
en Descartes, el cual llegó a afirmar que el kombre más posibilidad de una síntesis fecunda que supere tales dis-
débil puede, si quiere, dominar y esclavizar sus pasiones. cusiones. En el terreno filosófico, la moderna antropolo-
Del "cogito ergo sum" descartiano ka derivado toda una gía existendal, y. en el terreno biológico, la psicología
filosofía intelectualista que siguiendo la trayectoria de la dinámica y la psicología constitucionalista, totalitaria
filosofía estoica ka postulado "el dominio de la carne , (Gaenzkeitpsyckologie) kan puesto de manifiesto la im-
es decir, la Iucka contra las pasiones, como condición ne- posibilidad de querer establecer separadones y jerarquías
cesaria e incluso a veces como finalidad sustantiva de la en los aspectos funcionales de la vida personal. La vieja
existencia kumana. polémica del materialismo y del idealismo ka sido ya
La segunda tesis, en cambio, kalló sus principales superada y los estados pasionales kan dejado de ser un
defensores en los discípulos de Epicuro (partidarios del pretexto de discusión metafísico-religiosa para convertirse
kedonismo), fue apoyada indirectamente por Séneca y en un material inapreciable de estudio científico del kom-
Plutarco y alcanzó su definitiva concreción en los estudios bre y su conducta.
de Hume y los empiristas ingleses, defensores del sen- Suponed que preguntaseis qué es el mar a un viejo
sualismo. marino, patrón de un pesquero norteño, y a una joven
En el fondo, la oposición entre ambas tesis deriva campesina que de vez en cuando pasa sus vacaciones
de la distinta actitud con que kan procedido al estudio en una tranquila cala del mediterráneo. Las definiciones
102 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 103

de ambos, aun siendo sinceras, os conducirán a concep- luntaristas y a los psicólogos materialistas, explica la
ciones distintas, pues mientras el viejo marinero tiene vi- irreconciabilidad de sus respectivos puntos de vista y el
vas en su retina las imágenes de terribles tempestades y exceso de simplista ingenuidad de sus afirmaciones. En
naufragios en los quc'el mar se le apareció con toda su realidad ambos kan querido crear una psicología de las
indomable fuerza y fiereza; la mucbacha recuerda exclu- pasiones considerando a éstas como algo adventicio y ex-
sivamente la visión de un pequeño lago en el que se re- terno a la mismidad dei ser (concepto simbolizado en la
flejaba su imagen nocturna bajo la plateada luz lunar, o imagen de un trigal azotado por el viento) cuando a decir
en el que veía retozar durante el día alegres pequeñuelos. verdad no kay tal psicología de las pasiones sino el estu-
¿Quién diría que la suave caricia del agua que muere dio científico de la vida del nombre en estado de pasión.
en la orilla besando los pies de esa joven es movida por Tal estudio requiere tanto el análisis de los cambios neu-
el mismo impulso que en días aciagos arrebató seres que- rofisiológicos y hormonales de su organismo, como la cui-
ridos del lobo de mar? Así también, ¿quién diría que el dadosa investigación de las vivencias personales y el sis-
sereno razonar que conduce a la lógica demostración de temático protocolo de la conducta individual durante toda
'un teorema matemático o a la bella formación de unas la duración de esa fase existencial. Solamente así se lle-
normas morales, obedece esencialmente al mismo prin- gará a un conocimiento pluridimensional de los estados
cipio animador y a las mismas leyes biológicas que de- pasionales y a una comprensión aproximadamente exac-
terminan la agitada creación de una obra artística, que ta de los mismos.
llevan a extravíos sexuales o mueven el brazo del homi- Situándonos en este plano de enfoque, nos damos
cida? Y no obstante, cierta es en ambos casos la unidad cuenta ante todo de que resulta tan absurda la pretensión
indivisible de lo que en el primero llamamos mar y en de otorgar un valor ético "positivo o negativo a las pa-
el segundo actividad psíquica. Así, en la actualidad, los siones, como la de clasificar las enfermedades en buenas
estados pasionales acornó el resto de las actividades psí- y malas. Aun kay gentes que creen, por ejemplo, que tener
quicas^- kan de ser considerados por nosotros como as- una neurastenia o una diabetes es de mejor tono que su-
pectos o fases de la vida individual que requieren para frir de una tuberculosis o de una sífilis. Y así también no
su comprensión el conocimiento de todas las estructuras falta quien cree que la pasión amorosa, por ejemplo, es
funcionales del nombre vivo, desde aquellas más ele- de más alta categoría moral que la pasión colérica. Tal
mentales que estudia la fisiología celular Kasta las más criterio tiene su traducción jurídica en el kecko de que en
complejas que constituyen el objeto de preocupación de una mayoría de códigos se establecen penalidades dife-
la ética. rentes para delitos iguales realizados bajo la influencia
La falta de una visión totalitaria del nombre vivo, de estados pasionales distintos. Se admite en esos códi-
imputable por igual a los filósofos racionalistas y vo- gos que ciertas pasiones pueden abolir el discernimiento
104 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 105

u ofuscarlo más que otras y consiguientemente se pre- sult'a cierta la clásica afirmación de que el placer es la
vén para ellas diversos grados de responsabilidad en ausencia de dolor" (formulada exactamente debería,
la conducta resultante. Lo cierto es, sin embargo, que pues, decir: el goce pasional es la satisfacción obtenida
los' denominados "crímenes pasionales" deberían com- por la liberación de la dolorosa acumulación y retención
prender no solamente los delitos por amor o por celos, de la "carga" pasional) ; conste, sin embargo, que es da-
sino los realizados por envidia, avaricia, guia, etc. y si da al espíritu la posibilidad de sentir otros goces más
se admite que el estado pasional de la cólera o del mie- positivos y excelsos que éste.
do es un atenuante o un eximente ¿por qué no na de ser Si el estado pasional es pues, ante todo, pasividad
considerado así también el delito resultante de un deseo y sufrimiento (recuérdese la "pasión" del Redentor) fá-
incoercible? cilmente se comprende que propenderán a él de un mo-
Son propias, en efecto, de todos los estados pasio- do especial las personas en las que predomine la sensi-
nales estas dos características: a) la creciente pasividad bilidad sobre la acción, la actitud centrípeta, de introver-
en que se encuentra durante ellos el núcleo energético re- sión, sobre la centrífuga, de extraversión. Propiamente
presor que, en la parte yoica del sector consciente de la Rabiando los espíritus tímidos, contemplativos, reconcen-
personalidad, se designa con el vago nombre de "esfera trados o ensimismados son los más pasionales. En cam-
voluntaria". Todas las personas que se Rallan en estado bio, los denominados "hombres de acción", impetuosos,
pasional se quejan precisamente de la impotencia en que audaces y decididos son los más a-pasionados (es decir,
se debaten para salir de él: "no soy dueño de mis actos , privados de pasión). En este sentido tenía perfecta ra-
"he perdido mi voluntad", "quiero sin querer", "me veo y zón Kant cuando oponía el impulso a la pasión y consi-
no me reconozco", "estoy como paralizado", "me siento deraba al primero como un torrente "que rompe el dique
arrastrado por una fuerza superior a mí", etc. son expre- de la continencia" y a la segunda como "un charco que
siones típicas que reflejan la reacción subjetiva ante este cava su tumba infiltrándose paulatinamente en el suelo".
kecho; b) el estado de tensión, de sufrimiento (patrios) Esta paulatina inmovilización del potencial psíquico en
y angustia desbordante en que vive el yo. su estado los estados pasionales conduce en ocasiones a la detención
pasional, en tanto no realiza los actos (positivos o nega- de la vida psíquica (estancamiento o ' éxtasis") con la
tivos) a los-que tal estado periódicamente le impele. El consiguiente pérdida de la noción del tiempo (insepa-
denominado goce pasional en realidad no es otra cosa rable de la del movimiento en el espacio, es decir, de la
más que la pasajera vivencia de triunfo que el sujeto ex- noción de acción).
perimenta cuando, a consecuencia de la realización de Tan falto de sentido como la pretensión de clasifi-
uno de tales actos, se libera momentáneamente del * pa- car las pasiones .--fenómeno natural^- en buenas y ma-
thos" pasional. En este aspecto i--y solamente en é j ^ re- las, resulta el intento de establecer una rígida línea de
106 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 107

separación entre las denominadas pasiones normales En otro capítulo de este libro y con ía extensión que
(sanas) y las "morbosas" (patológicas). La vida nos de- merece el problema, hemos estudiado desde el punto de
muestra constantemente cómo estos conceptos entrañan vista ético-experimental la aparente paradoja resultante
juicios de valor completamente subjetivos y por demás de la confluencia y simultaneidad de tales antinomias
arbitrarios. En efecto, el estudio a rondo de esta cuestión efectivas que tienen su traducción caracterológica en la
nos llevaría a ocuparnos del antiguo problema de las re- bipolaridad de la conducta humana y se reflejan ahora,
laciones entre el genio y la locura y veríamos una aquí en la ambivalencia fatal de los estados pasionales
vez más cómo en una misma persona pueden darse en en sus dos vertientes normal y patológica. La "razón de
todos los grados de intensidad las pasiones más diversas la sinrazón tan donosamente invocada por el manco de
(de las artificialmente denominadas buenas y malas, nor- Lepanto es, a nuestro modo de ver, la expresión literaria
males y patológicas) ofreciendo su conducta, simultánea- que más felizmente define esta "síntesis de contrarios"
mente, rasgos del más diverso valor ético (desde la zona que imposibilita todo intento de diferenciación jerárquica
supernumana a la infrahumana y viceversa) sin que ni o de delimitación biológica de los diversos estados pasio-
por un momento se altere la unidad consubstancial de su nales en cuanto a su valor.
individualidad; (empleando el lenguaje puesto de moda Tres afirmaciones rotundas llevamos hechas hasta
por Heidegger, podríamos decir que en tales casos la ahora: a) que la pasión es un estado del hombre en su
identidad esencial de los aspectos existenciales de la mis-
totalidad y como tal no debe ser objeto de interpretación
midad ("Selbstheit") del ser es la última ratio que explica
fragmentaria (mecanicista o espiritualista); b) que sien-
ios vaivenes de su angustiosa conducta, tendiente a la
do tal estado un fenómeno natural no cabe aplicarle un
traída de sí mismo y a ía búsqueda de la Nadedad
criterio ético de diferenciación (no hay pasiones buenas
("Nichtheit"). La raíz común a la vida de los genios y
ni malas) ; c) y que tampoco es posible separar biológi-
a la de los locos (paralelismo entre Cervantes y su Qui-
jote) encuentra su mejor imagen representativa en la de camente los estados pasionales en normales y patológi-
esas estrellas errantes que en las noches calurosas de cos, sanos y morbosos. Unos ejemplos nos permitirán re-
verano se desorbitan y abandonan su tranquila ruta ce- forzar tales afirmaciones con la concreta evidencia de los
leste para lanzarse refulgentes en brazos de la oscuridad hechos:
y consumir su luz en breves instantes. Tales estrellas por *a) Sabido es que el fisiólogo ruso Pavlow ha pues-
su "genio" consiguen iluminar sectores ignotos del fir- to de manifiesto en sus experimentos, realizados en diver-
mamento, pero con su "locura" pierden para siempre el sos animales, que cuando en el curso de una respuesta
lugar que les correspondía en el perpetum mohile del refleja primaria incide un estímulo perturbador que,
Universo. en circunstancias normales determinaría otra respuesta;
108 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 109

su presencia sólo sirve ahora para intensificar la respues- permite con frecuencia la aparición de actitudes y la for-
ta en curso. Por así decirlo, la energía contenida en la mación de cualidades caracterológicas excelsas. La prác-
excitación perturbadora es absorbida e incorpora Ja al tica nos proporciona a diario la confirmación de que las
centro nervioso en acción, el cual se nutre entonces, a consecuencias de los estados pasionales y su propia evolu-
expensas de los obstáculos que se le oponen. Así, por ción intrínseca no dependen tanto del matiz de su con-
ejemplo, todas las excitaciones que se apliquen a dos ra- tenido como de las disposiciones latentes de reacción que
nas durante su cópula solamente sirven para aumentar la aquellos reactivan o, por el contrario, inhiben durante su
fuerza de su reflejo de abrazamiento. Esta ley, denomi- curso. Así una pasión amorosa provocará en este sujeto
nada por su descubridor, ley de la prepotencia del centro la creación de una obra de arte, en otro, un generoso
en actividad, explica de un modo insospechado la para- sacrificio, en otro un crimen por celos, en otro una degra-
dójica conducta de muchas personas que, en estado de dación por abusos sexuales; una envidia intensa llevará
pasión, se sumergen cada vez más en su conducta pasio- a tal sujeto a la calumnia, a tal otro a una emulación,
nal a medida que se le oponen dificultades para ello. a estotro a una renunciación mística, etc. En tales con-
Ocurre aquí con la pasión como con la tromba marina diciones resulta evidente que el estado pasional, en cuan-
que, en su girar, crece constantemente -—Hasta un límite^ to tiene de pático, es neutro éticamente hablando y que
precipitando hacia su centro de aspiración cuanto se en- el valor moral, positivo o negativo, de la conducta re-
cuentra cerca de ella. Pues bien, a pesar del innegable sultante no se halla implícito en aquél.
valor que este descubrimiento tiene para la comprensión c) Si las figuras más excelsas de la historia uni-
de algunas particularidades de la conducta durante ios versal son sometidas a una disección psicológica por bió-
estados pasionales, sería pecar de ingenuidad el querer grafos dotados de distinta formación profesional veremos
aplicar dicha ley de un modo sistemático al campo de inmediatamente cómo los mismos datos que resultan su-
acción psicológica de los mismos, pues en tal caso, siendo perhumanos y excelsos para los historiadores que los en-
por ejemplo, toda actuación psicoterápica opuesta, a prio- focan desde un ángulo social, político, moral o religioso,
TÍ, al libre desarrollo de los actos pasionales éstos habrían son considerados como producto de procesos patológicos
de intensificarse por ella. . . y la práctica nos demuestra por aquellos que los analizan bajo un prisma psiquiátri-
que no sucede así, sino al contrario. co. Así, los estados pasionales de Sta. Teresa serán juz-
gados como muestras de un amor inefable y divino o
b) Había dicho, ya hace muchos años, La Bru-
como síntomas de una ninfomanía en una histérica lite-
yére: "Les vertus ne sont, souvent, que des vices degui-
rata, la tozudez y la indomable energía napoleónicas serán
sés". Recientemente Freud y sus discípulos han puesto
interpretadas como signo de un espíritu genial y de una
de manifiesto cómo una sublimación conveniente de los
voluntad de coloso o como expresión de una constitución
instintos y las tendencias más inmorales o antisociales
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 111
no E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z

epileptoide; "la astuta doblez diplomática, la sarcásiica Situados pues, desde el punto de vista teórico, en
ironía y la fría serenidad de un Maquiavelo serán puestas ei plano antropológico totalitario, cualquier orden o se-
como modelo a imitar para los aprendices de la política riación de los estados pasionales nos sería aprovechable
internacional o, por el contrario, citadas como confirma- para intentar comprender la psicopatología de los mismos,
ción del diagnóstico de esquizoidia, etc., etc. puesto que a través de cualquiera de ellos nos enfrenta-
"¡Buena la hemos hechol ^-pensarán algunos lecto- ríamos rápidamente con la compleja y multiforme unidad
res, un tanto malhumorados— después de haber pasado de la vida humana. Es prudente sin embargo en este as-
siglos enteros los más sesudos varones entreteniéndose en pecto conservar todavía en sus líneas generales la no-
aportar "claridad y distinción" a la confusa maraña de menclatura vulgar de las pasiones que por su tradición
la vida psíquica y, más concretamente, al estudio de religiosa las enlaza en gran parte con los denominados
las diversas pasiones, resulta, añora, vano su empeño. "pecados capitales". No hay duda de que para una ma-,
¿No es esto un retroceso al primitivismo psicológico? ¿Qué yoría de las gentes constituyen los contenidos vivenciales
se puede salir ganando con borrar los límites tan peno- correspondientes a éstos, centros de singular interés y
samente trazados en este campo?" Conceptúo imprescin- por tanto podemos esperar que así conseguiremos cuando
dible aportar un consuelo a quienes así piensen: si hasta menos asegurar la atención del promedio de nuestros lec-
añora hemos combatido la falsedad natural de aquellos tores en mucho mayor medida que si adoptásemos para
límites cuando se intenta realizar una labor verdadera- nuestro estudio una clasificación más científica y moder-
mente científica en los problemas que plantea la com- na, la de Jaspers por ejemplo.
prensión de los estados pasionales, no hemos de oponer- Asimismo vamos a respetar el criterio empírico que
nos a la aceptación de su establecimiento artificial, con establece la separación entre la pasión normal y la pa-
finalidades puramente didácticas. El peligro que desea- tológica basándose en los efectos que para la salud indi-
mos evitar es el de confundir tales construcciones artifi- vidual o la normalidad social tienen ambos: en tanto un
ciales, tales aspectos fragmentarios de la realidad que el estado pasional no da lugar a la producción de un tras-
docente aísla, a placer, según sus específicas apetencias torno que requiera la intervención del médico o a la rea-
profesionales, para facilitar su labor, con la propia rea- lización de un acto que demande la intervención del pe-
lidad esencial de los procesos vitales que le sirven de nalista, será considerado como normal, y será tenido como
"víctima propiciatoria" para su actuación. Por ello mis- patológico en el caso contrario; así, por ejemplo, un
mo el tan debatido asunto de la enumeración y la clasi- hombre cuyo estado de enamoramiento ío lleve a un in-
ficación de las pasiones nos tiene bastante sin cuidado y somnio pertinaz, a una anorexia rebelde, a síntomas de
no comprendemos por qué discuten este punto con tanto desequilibrio funcional cardíaco, a robar la caja de la ofi-
ahinco las diversas escuelas psicológicas. . . cina en que trabaja, a agredir a su futura suegra, etc.,
112 E M I L I O M I R A Y L O P E Z

será juzgado de acuerdo con este pedestre criterio como


si se Rallase bajo los efectos de un enamoramiento pato-
lógico; en cambio si ese mismo sujeto no sufriese nin-
guna de las alteraciones antes citadas o no realizase los
CAPÍTULO V
anormales actos reseñados sería considerado como afecto
de un enamoramiento normal.
LA CONQUISTA DE LA SERENIDAD
EFICIENTE

Y EL SUFRIMIENTO AUMENTA...

Tema sobradamente comentado por los ensayistas y


humanistas de los últimos tiempos es el de la relación
directa que parece haberse establecido entre el progreso
de las técnicas (físicas, químicas, industriales, biológicas,
psicológicas, etc.) y el aumento del sufrimiento, colec-
tivo e individual, del Hombre.
Que ese progreso técnico existe nadie puede du-
darlo: cada vez hay mayores adelantos en el dominio
de los obstáculos que nacían incierta y difícil la vida
kumana prehistórica: el bombre dominó los males "na-
turales y ya no teme la oscuridad, ni el frío, ni las
rieras, ni las pestes, ni las tempestades. Come mejor y
más higiénicamente, se traslada a velocidades fantásti-
cas, se informa cómodamente de cuanto le interesa, etc.
Pero, al compás de la disminución de tales molestias
naturales, crecieron otras "artificiales", impuestas por la
complejidad de la vida cultural y social, por el entrecrío-
114 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 115

que de Jos intereses políticos e ideológicos, por los con- cualquiera que sea el tipo de patrón vital y cultural
flictos morales y económicos. establecido Iegalmente en ellos.
Consecuencia de ello es que el nombre ya no se
muere de infecciones pero se muere de disgustos; figu- ¿ Q U É HACER PARA EVITARLO?
ran en los primeros lugares de la mortalidad civilizada
las dolencias del corazón, de ros nervios y del trorismo Entre los coros de voces plañideras que en forma más
celular, que acornó es sabido^ se hallan predominan- o menos dramática comentan periódicamente esa reali-
temente influenciadas por las tensiones emocionales. dad y proponen remedios heroicos,.ha estado, hasta hace
Y no solamente esa mortalidad "de motivación social muy poco, ausente el personaje que más debía ser oído:
indirecta" aumenta sino que también lo hace la morta- el psicohigienista. ¿Qué es un psicohigienista?: un médico
lidad por guerras, revoluciones, crisis económicas, y otros dotado de conocimientos y de plasticidad y equilibrio per-
males de naturaleza directamente psicosocial. sonal suficientes para establecer las bases de una profi-
Morirse, al fin y al cabo, no sería tanto ^-pues en laxis individual y colectiva de los "sufrimientos evitables".
cierto modo representa asegurar para muchos su "eterno Así como la Medicina somática demostró que hay daños
reposo' '>—i si no fuese porque antes de esa muerte trans- corporales que pueden prevenirse con la observancia de
curre una vida de sufrimientos, que justifica cada vez más ciertas reglas de vida, la Medicina psicosomática también
el calificativo de "valle de lágrimas*' aplicado a nuestro ha demostrado que hay daños personales que pueden
terráqueo esferoide. En efecto: el sufrimiento vital es de prevenirse si se aprende a vivir éticamente, de acuerdo
tan alto nivel, que multitud de personas "físicamente sa- con ciertas normas de filosofía social, basada en los cono-
nas" buscan la muerte como refugio y realizan el suicidio, cimientos de la moderna Psicología.
es decir, la autoanulación voluntaria. Como dice el popular personaje de la zarzuela:: "hoy
Otras se anulan lentamente, cayendo en los denomi- las ciencias adelantan que es una barbaridad": y entre
nados "vicios" o hábitos tóxicos (bebida, uso y abuso de ellas, la Psicología puede servir para corregir los efectos
hipnóticos, excitantes, anestésicos, analgésicos, etc.). malsanos de algunos de esos "adelantos .
Otras, en fin, hartas de sufrir, se dedican a repartir Proporcionar a cualquier lector, medianamente culto,
el sobrante de sus sufrimientos y hacen sufrir a los demás, inteligente e interesado en el problema, los medios para
convirtiéndose en delincuentes y en agentes hociceptivos resolverlo en su caso y ayudar a resolverlo en sus seme-
sociales, de un modo más o menos consciente y voluntario. jantes es el propósito que nos guía al emprender este
Es así como los gráficos de criminalidad, de alienación trabajo. Bueno será, no obstante, a quien desee leerlo
mental, de fricción social y de miseria psicológica aumen- con provecho, hacer una previa consulta al homólogo ca-
tan'de un modo alarmante en todos los rincones del globo, pítulo de la edición anterior de este libro (Psicopatología
116 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES '117

d& los estados pasionales) o, mejor, leer nuestro más re- sámente piden, de día y de noche, tales "gracias" se
ciente ensayo descriptivo de la dinámica afectiva, que creen, a su vez, capacitadas para darlas ^-en cantidad
liemos publicado bajo el título de: "Los Cuatro Gigantes abundante-—' a sus semejantes. En tiempos antiguos, la
del Alma , en esta misma Editorial. conducta era más racional y solamente se hallaban autori-
¿Qué plan seguir en este empeño? Primero vamos a zados para dar (las) gracias los Reyes, Papas y demás
tratar de aclarar el significado de algunas palabras cuya Magnates de la Humanidad. Hoy, en cambio *—progresos
confusión lleva a muchas gentes a sufrimientos no sola- y contradicciones de la Democracia--* cualquier pelagatos
mente evitables sino estúpidos. Luego, dividiremos la tarea nos da muchísimas gracias por una insípida nadería,
en dos grandes fases: a) la conquista de la paz interior; tal como la de dejarle pasar a ocupar el vecino asiento en
b) la obtención de la eficiencia vital. Empecemos, pues, un cinema, al cual, de otra parte, tiene perfecto derecho,
por la tarea de introducir "claridad y distinción dialéctica desde que ha pagado su entrada.
en el maremagnum de los adjetivos truculentos con que se Mas si analizamos esta costumbre de dar las gracias
bañan a diario los devotos del sufrimiento evitable. (en la cual incluimos hasta el propio Dios Nuestro Señor,
ya que la Iglesia acepta los regalos y actos votivos de
agradecimiento) veremos que ella se explica por la cada
EL CONCEPTO DE "DESGRACIA"
día mayor urgencia de creerse "lleno de gracias" para
Sin forzar exageradamente la verdad podemos atri- poder vivir.
buir el concepto de desgracia a una interpretación pura- Dicho de otro modo: en la medida en que creemos que
mente teística. de la vida: si partimos de la hipótesis de "vivimos de'milagros" nos alegra recibir esos millones de
que la vida nos fue concedida como una "gracia" especial, gracias que nuestros semejantes prodigan y -como pre-
tras de la cual precisan infinidad de otras "gracias para cisa dar para recibir-—' no tenemos inconveniente en pros-
mantenerla, es evidente que tan pronto como una o va- tituir el sagrado significado de la palabra y convertirla
rias de éstas fallen, entraremos en el campo, de las des- en pleno fonema automático, análogo al "Hola", "Adiós",
gracias. etcétera, que también descendieron de su elevada alcurnia
Esa interpretación, especialmente grata a los profesio- religiosa para hacerse locuciones populares.
nales de la Religión, lleva a la idea de que precisa renovar De acuerdo con esta realidad, un hombre o una mujer
a diario la petición de las "gracias divinas, para asegu- desgraciados son personas a quienes falta un número,
rarnos, en forma de concesión y especial favor, no sola- más o menos grande, de las gracias que se requiere poseer
mente la propia vida sino "el pan", la ausencia del mal, para vivir sin aflicción. Entre tales gracias o "dones" se
el perdón de las deudas, etc. citan: la salud, la riqueza, la tranquilidad, el cariño, el
Curiosa paradoja: multitud de personas que fervoro- hogar, etc., etc.
118' E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 119

Quiere esto significar que quien está enfermo, pobre, entonces se alza en el ánimo de quienes escuchan un
angustiado, abandonado y sin techo merece, evidente- sentimiento de conmiseración o de simpatía y atracción
mente, ser llamado desgraciado. compasiva. ¿Por qué esta diferencia de actitud popular
Inversamente: quien está sano, rico, vive en paz, que- ante dos palabras que muchas personas cultas confunden
rido por sus semejantes y bien establecido puede ser con- y mezclan indistintamente? Sin duda porque la admirable
siderado como agraciado, aun cuando este calificativo, intuición del hombre de la calle se dio cuenta de que
en lenguaje castellano, parece ser reservado a las perso- si a nadie alcanza responsabilidad directa por sus desgra-
nas que tienen mayor número de gracias estéticas que el cias (¡no confundir con sus fracasos!) en cambio cada
promedio. cual es autor responsable de su infelicidad. Una persona
En todo caso, una cosa es cierta: el concepto de gracia infeliz es, propiamente a-feliz, es decir, falta de fe, de
o desgracia es objetivo y, en cierto modo, ajeno a la volun- con-fianza y de seguridad. Esa fe, en última instancia,
tad y la acción de aquel a quien se aplica. Considerando depende de la consideración de los propios recursos per-
las coordenadas vitales de cualquier ser humano podemos sonales para afrontar las situaciones exteriores y no pode-
clasiricarlo <--de acuerdo con su ambiente cultural y so- mos pretender que los demás nos concedan un valor que,
cial^ en la escala de la "gracia" (bienaventuranza) o la al negárnoslo nosotros mismos, invalidamos, en el supuesto
desgracia" sin grave error de apreciación. El criterio de de que existiese.
clasificación se regirá, claro es, por el valor de la resta al- La "infelicidad" es, por tanto, el estado de falta de fe,
gebraica de sus dones y déficits, no considerados momen- de ausencia de crédito y autoestima personal. Un hombre
tánea sino permanentemente, o sea, a lo largo de su curva enteramente infeliz es un hombre enteramente des-espe-
vital. Por ello se afirma de alguien que "es" y no que rado, es decir, sin esperanza: quien espera algo de su vida
"está" agraciado o desgraciado. tiene algo de fe en sí o en ella y no se siente infeliz, ni lo
es, propiamente hablando. Se trata, pues, de un concepto
eminentemente subjetivo. Si es posible ser desgraciado
EX CONCEPTO DE INFELICIDAD
sin saberlo, sólo es posible ser infeliz cuando el sujeto
Aparentemente confundido con el anterior es, no obs- se cree serlo. Y consiguientemente: cada cual se labra su
tante, bien distinto y hasta, en cierto modo, opuesto. Si propia felicidad o infelicidad, en tanto nada o bien poco
nos fijamos en el significado de su acepción popular espa- tiene que ver con sus gracias y desgracias.
ñola, notaremos que se haya envuelto en un halo peyo-
rativo: decir que alguien es "un infeliz*' supone despre-
ciarlo, considerarlo sin valor moral ni social. No así
sucede cuando se afirma que alguien es desgraciado, pues
120 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 121
sin remordimiento: ¿acaso no es conocida la irase de tan-
LA ANTÍTESIS TRIUNFO-FRACASO
tas personas que dicen: "ahora" puedo morir (o sólo me
Hemos lanzado una advertencia, en passant para resta morir) porque ya obtuve lo que deseaba?
no confundir las desgracias y los fracasos. También Remos Inversamente: un idealista revolucionario puede sentir
de hacerla para no Kacer sinónimo el estado de felicidad reforzada su fe tras el fracaso exterior de una tentativa
con el de triunfo. La antítesis triunfo-iracas o es apenas subversiva: él interpreta tal falla como una prueba más
coincidente con los aspectos marginales de la antítesis de la necesidad de vencer la fuerza reaccional que se
felicidad-desgracia, ya que ésta en realidad, no es tal opuso a su aparente triunfo. Y entonces se afirma y afianza
antítesis sino una pseudoantítesis: las verdaderas antítesis en sus raíces vitales, para sacar de esa lallida experiencia
son: felicidad-infelicidad; gracia-desgracia. Por qué y en un renovado ardor combativo. . .
qué medida coinciden la impresión de triunfo y el senti-
miento de felicidad, de una parte, y la impresión de LA ANTÍTESIS OPTIMISMO-PESIMISMO
fracaso y el sentimiento de desgracia, de otra, depende
pura y simplemente del grado y forma en que coincidan He aquí otro par de conceptos que precisa ser dife-
en el sujeto sus ideales ambiciones y sus deseos de presti- renciado nítidamente de los que estamos manipulando en
gio o reconocimiento social por sus realizaciones. Dicho el presente trabajo: optimismo y pesimismo son dos dis-
más claro: depende de que el sujeto sea puramente con- tintos modos de sentirse el ánimo, en el primero de los
templativo" o activamente "narcisista" en el campo de sus cuales predomina la alegría y en el segundo la tristeza.
prospecciones. Ambas, empero, son totalmente irracionales y primarias,
Imaginémonos a una persona afectada de un profun- pudiendo por tanto variar de uno a otro instante e inclusive
do remordimiento, por haberse apoderado de un secreto coincidir (en los llamados estados mixtos de la psicosis
de invención de un amigo fallecido. Patenta el invento y manía codepres iva).
adquiere con él cuanto éxito podría apetecer cualquier Muchas gentes se esfuerzan en establecer una rela-
mortal: dinero, fama, amor. . . ; no obstante, en la medida ción de causa a efecto entre el optimismo-felicidad y el
en que triunfa en la consecución de su inicial propósito pesimismo-desgracia. Tales ingenuos se preguntan, por
crece también en lo hondo de sus entrañas mentales un ejemplo, si fulanito es optimista porque es feliz o es feliz
malestar y una angustia que le hacen sentirse profunda- porque es optimista y si menganito es pesimista porque es
mente infeliz. . . tanto, que es factible *~<e históricamente desgraciado o sufre desgracias por ser pesimista. La reali-
cierto-—' que tal personaje se suicide -—desesperado^ en dad es que tales preguntas están desfocadas. El optimismo
el mismo momento en que recibe, en pleno triunfo, el como el pesimismo brotan de lo más profundo del Ser y
fruto de sus anteriores desvelos. Y lo mismo puede ocurrir pueden, o no, proyectarse al exterior y ser influenciados
122 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 123
por éste. Con alegría y con tristeza es posible conservar datos: muchas son las personas cuya vitalidad desborda
una visión ecuánime de la propia suerte. Sin ellas también y estalla no en sentimientos de felicidad sino de cólera,
es factible perderla. Porque, como ya expresamos, alegría celos, disgusto o remordimiento. Y no menos numerosas
y tristeza son -—por esencia^- irreflexivas, en tanto los son aquellas cuya debilidad y baja tensión vital es com-
conceptos de felicidad y desgracia tienen una raíz lógica. patible con un bienestar moral, con una paz psíquica,
serena y agradable, desde la cual se deleitan en la con-
LA ANTÍTESIS PLACER-DOLOR templación y el goce de excelsas virtudes o en la humilde
y suave dedicación amorosa a un Ideal o a un Ser, que
¿Será la felicidad definible por un placer permanente les colma de real felicidad.
y la infelicidad por un dolor persistente? Evidentemente,
no. El placer y el dolor son dos cualidades afectivas pri-
marias (antes se creía que el dolor era una sensación , II
pero correspondió al Prof. Henri Pieron el mérito de de-
mostrar irrefutablemente que se trata de un 'sentimien- DE QUE FACTORES O CONDICIONES DEPENDE
LA INFELICIDAD
to") ; la felicidad o la infelicidad son siempre resultados
finales, de la integración de complejas experiencias aní- Si la infelicidad no puede confundirse con la des-
micas. Confundir la felicidad con el placer es un error gracia, ni es sinónima del mero dolor o pena, ni de la
tan grosero como confundir, por ejemplo, el amor con la depresión o tristeza, ni del fracaso, ni del pesimismo. . .
excitación orgiástica, o el canto con el grito. Personas hay ¿cuáles son sus fuerzas motivantes? Responder a esta pre-
que cifran su felicidad en el sufrimiento y otras que con- gunta equivale a trazar el diagrama vectorial de su estruc-
sideran una desgracia sucumbir al hedonismo. Tal error, tura dinámica. Y a ello vamos, aunque, como es natural,
pues, no va a ser cometido por ninguno de nuestros lecto- sabemos que en este empeño no podemos aspirar a la
res. Sólo hallaría su justificación en el campo de una misma precisión de resultados que si se tratase de un
psicología animal, infrahumana. análisis cinemático de fenómenos físicos.

LA ANTÍTESIS EXALTACIÓN-DEPRESIÓN EL PRIMER "INGREDIENTE" DEL ESTADO DE INFELICIDAD:


EL SUFRIMIENTO "GLOBAL"
¿Tendrá algo que ver la felicidad con la "elación' o
"plenitud" de fuerzas vitales y la. infelicidad con la de- En cualquier instante de nuestra vida podemos —-ana-
presión o "vacío" de las mismas? Pronto se alcanza a lizando transversal mente el haz de nuestras "vivencias"--'
comprobar que nada hay de común entre esos pares de sorprender en él zonas de tonalidad afectiva agradable y
124 E M 1 L I 0 M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 125

promisoria y otras de contenido sentimental (existencial o Por ello los mártires cristianos veían sus carnes des-
vital) desagradable o penoso; Mas, como ya Remos visto al trozadas y trituradas o se pudrían en cavernarias prisiones
ocuparnos de la Psicología del Dolor, la Pena y el Sufri- con la sonrisa en los labios y la expresión de un éxtasis
miento, lo que importa para valorar el bienestar o malestar feliz.
individual en ese peculiar momento es, solamente, el signo Por ello el suicidio y la desesperación acostumbran
y valor de la integral afectiva que de ese conjunto de datos ser más fáciles en quienes mantienen un total escepticismo
se deriva. Ese sufrimiento, a su vez, puede sentirse de un respecto al mundo de post-mortem.
modo más o menos global, es decir, extenso y profundo. Mas, claro es, la ausencia de esa fe religiosa no im-
Cuando alcanza ambos requisitos y toda la individualidad plica la total carencia de otras fes, capaces de sustituirla,
vive sufriendo o padeciendo, tenemos la primera condición ya que, incluso el materialista más empecinado, confía,
para que1 se engendre el estado de infelicidad. cuando menos, que la muerte le traerá el eterno reposo y
ello es, ya, un buen consuelo para sus actuales tribula-
ciones.
UN SEGUNDO REQUISITO: LA PERENNIDAD PROSPECTIVA
Hay quien, empero, no tiene fe en la ultravida y en
DEL SUFRIMIENTO
cambio cree que vivirá permanentemente sometido r-aun
A la anterior condición Ka de agregarse añora otra, cuando su cuerpo se disgregue^- al tormento celular y al
de naturaleza temporal: el sujeto, que se vuelca y revuelca sufrimiento existencia! que constituye la nota permanente
bañado en sufrimiento, ve invadir de ese sufrimiento el de su conciencia. Tal ocurre, por ejemplo, al melancólico
área de su imaginario futuro: concibe su pena como grave y precisamente por eso es tal tipo de enfermo el más
eterna >—-cual el infierno. Sin ese requisito, evidentemente, apto para desesperarse. Incluso si es creyente fervoroso
no podría ser considerado como infeliz ya que, por lo se cree irremediablemente condenado al infierno y prevé
menos, tendría fe en la transitoriedad de sus penas y, que su muerte física sólo aportará un cambio de lugar a
por consiguiente, esperanza en un alivio o rescate de ellas su desesperada infelicidad.
con futuros goces. Y aquí desvelamos /—casi inadvertida-
mente-—- la enorme fuerza psicoterápica de todas las Reli- E L TERCER ELEMENTO DE LA INFELICIDAD: LA INJUSTICIA
giones: afirmar a cada creyente que, cualesquiera sean su DEL SUFRIMIENTO
desgracia y sufrir terrenales, con ellos puede conquistar
la bienaventuranza eterna es, de becbo, inyectarle la fe Vase precisando, cada vez más nítidamente, la estruc-
en ese premio a sus actuales males y, por tanto, darle una tura del estado de infelicidad: sufrimiento global, perma-
base de felicidad que, aunque ilusa y promisoria, se bace nente . . . e injusto, es decir, no merecido. Esta tercera
para él real en la medida en que la espera. condición resulta tan necesaria como las antecedentes, ya
126 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 127

que si alguien considera que con su conducta se hizo cidad radica precisamente en la ineluctabilidad, es decir,
acreedor de su negra suerte, considerará también que ella en la inquebrantable creencia de que "no tiene remedio":
le depara una expiación o castigo, capaz de purificar su el destino de infelicidad estaba "escrito" en la ruta vital
conciencia y librarla o aliviarla del re-mordimiento, cuya del sujeto, al nacer, con la misma fatalidad que lo está su
deletérea acción sobre el Ser a quien acosa es peor que propia constitución. Por ello, claro es, quien es infeliz no
la de cualquier otro grande mal. busca consejos, ni los atiende; se lamenta una y otra vez
Interesante por demás es la influencia que esta noción por serlo, mas piensa que ello es tan inevitable como la
de "justicia" tiene en la autoestima de la felicidad o la Muerte.
infelicidad: cada cual se siente o no infeliz según eí saldo
favorable o adverso entre el sufrimiento que siente y ULTIMO INGREDIENTE: LA INUTILIDAD DEL PADECER
anticipa y el que cree que debiera corresponderle. Si una
prospección excesivamente optimista anticipó rosas sin He aquí el vagón de cola de la infelicidad: su inutili-
espinas y sólo se consiguen con ellas, el contraste puede dad, es decir, su falta de provecfio para nadie. Si alguien
hacer al sujeto infeliz, por considerarlo injusto: nosotros ve en su propia infelicidad un adarme de beneficio para
mismos fabricamos en cierto modo esta condición de un semejante; si cree que su padecer tiene alguna utilidad,
felicidad o infelicidad, cuando aportamos el juicio ético a ya empieza, así, a salir de su círculo de Kierro. Dicho de
la discriminación de la equidad de nuestras penas, fraca- otro modo más claro: para que una persona se sienta real-
sos y males. Por ello, dase la paradoja de que quien más mente infeliz es preciso que juzgue estúpido su vivir. De
ambiciona, más puede sentirse infeliz cuando falla en el aquí que surja un atisbo de psicoterapia de la infelicidad
logro, y quien menos ambiciona también puede llegar a la cuando (bajo la1 acción de ciertas prédicas morales, reli-
infelicidad por ausencia de propósito ^laeaium viiae—' giosas, ascéticas, etc.), el infeliz piensa que el sufrimiento
que convierte su existencia en una perpetua y fatigosa ' purifica", o "endurece" y "templa" su alma .--como el
deambulación de un cuerpo con un cadáver psíquico. ruego al acero—-; entonces se aplica el proverbio de que
no hay mal que por bien no venga" y también consigue
CUARTA CONDICIÓN: LA INELUCTABILIDAD ("FATALIDAD") desasirse, cuando menos parcialmente, de la órbita de su
DEL SUFRIMIENTO infelicidad.

La globalidad, eternidad e injusticia del sufrimiento AuTOCOMPENSACIONES


serían, aún, superadas si quien lo siente fuese capaz de
entrever una solución ^-por remota y quimérica que iue- Los antes enumerados elementos, cuya combinación
se^ para evitarlo. Mas la otra característica de la infeli- infinita asegura las innúmeras variantes y gradientes de
128 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PRODLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES
129
la infelicidad Rumana, todavía complican sus efectos al
SÍNTESIS ESTRUCTURAL DE LA INFELICIDAD
enfrentarse con los denominados procesos de autocompen-
sación mental, capaces de nacer variar los efectos de este Nos Rallamos, aRora, en condiciones de intentar una
"sentirse infeliz" sobre la conducta del sujeto. La resig- visión panorámica, sintética, del territorio que vamos a
nación, el suicidio o cualquier tipo de acción antisocial y recorrer. Claro es que nos faltan, todavía, los análisis
arbitraria pueden derivarse indistintamente de una misma de las motivaciones del sufrimiento, mas éstas, a pesar
"carga" de infelicidad; del propio modo como una misma de su aparente diversidad, son reducibles a un número
carga de dinamita, al explotar, puede liberar a un preso, -de categorías relativamente escaso: siempre que se da
abrir un cauce nuevo a un torrente o, a la inversa, empare- una persistencia contumaz del desacuerdo entre los afa-
dar inocentes víctimas, romper un dique, etc. nes y los logros, entre las intenciones y los resultados de
Afortunadamente parece que existe, en efecto, una la acción, entre los sueños y la realidad, comienza la
especie de Rabituación o inmunidad progresiva para las pena y, con ella, si no Ray nada positivo en la balanza
causas de sufrimiento, de suerte que las personas que son afectiva, capaz de compensarla, se inicia el camino del
más vulnerables para sentirlo se Rallan mejor dotadas sufrimiento.
para compensarlo: por ello los animales que no tienen A veces, la distancia intrapsíquica de esas fuerzas con-
fuertes colmillos o garras acostumbran a poseer escamas, rlictivas es tal que el Yo pierde su base de sustentación
caparazones o púas. y naufraga, pese a sus ardorosos esfuerzos, sumergiéndo-
Y así podemos imaginar .--por ejemplo.-- la paradoja se entonces en el mar de las sin-razones, los de-lirios y
de un.ser Rumano que labre activamente todas las moti- des-varios, en donde, locamente (?) trata de reconstruir
vaciones de su infelicidad, apartándose de las rutas fáciles un mundo artificial que le permita renovar su IucRa.
del placer, el éxito y la honestidad para Rundirse en las Otras, en cambio, la nave es fuerte y resiste los em-
del dolor y el oprobio, buscando con ello ^--inconsciente- bates: nocRes en blanco y días en turbio no bastan para
mente-— no tanto una satisfacción de impulsos masoquis- el triunfo de la insania y entonces, cual ascua ardiente
tas, como .una irradiación o "contagio" de su propia infe- cuya mecRa se renueva a medida que se consume, el alma
licidad a quienes lo rodean y odia. Así sucede a no pocos que en dicRa nave se aprisiona se llena y satura de todos
toxicómanos, automutiladores e incluso suicidas. ios ingredientes de la infelicidad, embebiéndose en ella.
O podemos, también, pensar en quien apura Rasta la Tres factores, en suma, son responsables del curso
última gota "el cáliz de la amargura" para lograr así la de la IucRa: a) la capacidad y el signo de la tonalidad
"anestesia moral" ante imprevistos reveses, procediendo, afectiva predominante en el sujeto; b) las situaciones
de esta suerte, a una especie de autovacunaclón afectiva. extra e intrapsíquicas; c) su juicio auto estimativo. El pri-
mero de tales factores depende, a su vez, de otros dos:
130 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 131
Ja energía vital (ergasia) y el grado de ambición o "pre- retrospección) deliberativa deí sujeto, no hay duda de
tensión' de felicidad que la persona alberga. Aquél con- que su influencia es, asimismo, evidente en la génesis del
diciona la intensidad y tensión de la "carga afectiva' , sentimiento de felicidad o de infelicidad. De Kecbo, es
en tanto este último le proporciona signo y sentido. Así, tan importante que gracias a él se bace imposible una
por ejemplo, quienes tienen un exagerado orgullo .—nat- psicoterapia en los casos en que resulta vano intentar la
cisista o vanidoso^— serán propensos a la envidia y al modificación de los restantes factores (temperamentales,
resentimiento, viviendo amargados porque en vez de fijar- circunstanciales, etc.).
se en lo que poseen pensarán en lo que les falta y tienen Para ello basta con lograr que se desplace el punto
los demás. Mas no Kay duda que el grado de intensidad de mira" desde el cual el sujeto procede a su auto-obser-
del ánimo, la plenitud de los llamados "sentimientos vi- vación, modificando, así, el enfoque del panorama intra-
tales' tiene asimismo enorme influjo sobre la ulterior psíquico. De esta suerte se opera una especie de selec-
felicidad e infelicidad de cada Ser. Los psiquiatras nos ción calitrópica y catatóroba: el sujeto atiende más a sus
bailamos familiarizados con esos enfermos denominados buenas intenciones y a sus belíos propósitos que a sus
cicloides' , que recorren su línea exisiencial en continuo errores y aviesas tendencias; cié abí que el saldo de su
vaivén o bamboleo entre los polos del entusiasmo y la enjuiciamiento moral le resulte favorable .-^ aun cuando
desesperación, sin que tales oscilaciones anímicas bailen no llegue a permitirle fundar una actitud narcisista.
otra justificación que las obscuras variaciones de su bio-
tono, en relación, quizás, con alteraciones del equilibrio
electrolítico, zimático y metabólíco. Así es fácil ver alter-
nar el "tant mieux" y el "tant pís" de una a otra semana,
ante una situación que permanece idéntica. La montaña VARIEDADES Y GRADOS DE LOS ESTADOS
se convierte en grano de polvo, o éste en cordillera, según DE INFELICIDAD
que en tales psicópatas soplen los vientos que binchan o
Quienes se consideran infelices (es decir, se atribuyen
abaten las velas de su ánimo.
el calificativo de "desgraciados sin remedio", de víctimas
Del segundo factor-situación (objetivo o subjetivo) de una "suerte negra", de una "maldición permanen-
propiamente diclio, o sea, del campo conflictivo, ambien- te", etc.) pueden llegar a tal conclusión por rutas Iiarto
tal, espiritual y tísico, nada bemos de señalar para justi- diferentes, cuya diversidad depende, en modo principal,
ficar su inclusión en nuestro análisis, pues son obvias las de los motivos dominantes en sus respectivas penas,
razones que lo justifican. desengaños, decepciones o disgustos. Por esto no estará
En cuanto al tercero <—-el estimativo o éticos juicio demás, antes de. intentar desvelar las soluciones —bue-
de valor que emerge tras cada introspección (o, mejor, nas, medranas y falsas^- de la infelicidad, pasar en rápi-
132 E M I L I O M I R A V L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 133

da revista esos "tipos" de personas infelices que con ma- bemos de la inmensa pena que supone verse lefos de la
yor frecuencia se encuentran en la vida diaria. patria, teniendo que empezar de nuevo a vivir, en con-
diciones deprimentes y adversas. Mas para esté tipo ae
E L INFELIZ "DESPOSEÍDO"
infelicidad conviene aplicar la famosa frase: Wherever
is an Englishman, tnere is England"; en efecto, quien
Este es el más tonto y menos digno de compasión: de veras ama a e'se dulce conjunto de recuerdos los lleva
su infelicidad surgió el día en que desapareció, perdió consigo y, por tanto, impone sus características en cual-
o le fue arrebatado el "Lien" en cuya posesión cifraba quier suelo que pisen sus pies. Propiamente ñamando
su bienestar existencial para el resto de su vida: quebró solamente podríamos sentirnos desolados mientras diése-
su negocio, de secular tradición familiar, o se murió su mos vueltas en el espacio, entre un avión y la Tierra. Por
amada, o le birlaron un puesto, apetecido desde la infan- esto", la infelicidad del expatriado, refugiado o desolado
cia y nunca más optable, etc., etc. 'tiene fácil tratamiento: su consuelo está, precisamente,
A este infeliz desposeído basta con hacerle ver que en su nuevo suelo, al que precisa transplantar su íntegra
el sentido de tradicionalismo .exclusivista se pierde, nor- personalidad.
malmente, en la segunda infancia: solamente algunos
niños testarudos se empecinan en que su juguete pre- E L INFELIZ "DISTÍMICO"
ferido, su perro o su amigo les duren siempre y no acep-
tan posible sustituto. Pero para un joven, adulto o viejo, Este tipo tiene, ya, motivos suficientes para juzgarse
siempre es factible elaborar un nuevo afecto, ambicionar desgraciado y sentirse infeliz: en él se da, de un modo
otra posesión o alcanzar un nuevo bien que compense el más o menos permanente, un intolerable e indefinible
perdido y si en esa empresa se fallase, siempre es factible, malestar existencial, que La sido denominado diversa-
cuando menos, cifrar la felicidad en nacer ^-en vez de mente por los autores, literarios y científicos; "spleen",
en poseer.— el bien. taedium vitae", "depresión vital". Sobre este fondo se
producen crisis de disgusto, de angustia, de rabia contra
sí o contra los demás y, también, fases de arrepentimien-
'X INFELIZ DESOLADO
to, de indecisión, de duda; de ese modo el sentimiento
Se queja de haber sido desprovisto de su casa, su existencial deviene progresivamente insufrible y la vida
paisaje, sus afectos y su "suelo", es decir: de la base en resulta una carga, cada vez más difícil de arrastrar.
la que edificó sii vida y cristalizó sus kábitos, ensueños, En suma: el infeliz dístímico no siente lo que quiere
triunfos y luchas. Se Ralla fuera del "hilo de su existen- sentir ni siente como quiere sentir y, en cambio, siente
cia" y por ello es también llamado exilado. Mucho sa- lo que no quiere sentir. La Psiquiatría afirma que los
134 E,M 1L IO M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 135

llamados sentimientos vitales derivan de la eudinamia medios de adaptación: súplicas, amenazas, huidas y
orgánica y se hallan condicionados por factores que tras- agresiones se suceden, produciendo siempre un aumento
cienden la razón y la voluntad individuales. En parte, de la distancia que la separa afectivamente del ambiente.
tal concepto es exacto :-v muchas veces acornó afirmaba Al ocuparnos de la corrección de tal situación vere-
graciosamente Pierre Janet— "les maladies de la foi mos que en realidad deriva de una "proyección" de los
sont des maladies du foie" (Las enfermedades de la fe propios sentimientos de agresividad hacia el Mundo so-
son dolencias del hígado). Mas no siempre es así: puede cial y demostraremos que es factible restablecer la con-
suceder >—<y de hecho sucede en muchos casos»-- la recí- fianza en los demás cuando se logra la confianza en sí
proca (Las enfermedades de la fe engendran dolencias propio. Ahora nos interesaba solamente describir esta
del nígado) o, lo que es más importante, ocurre una va- forma de ser infeliz, cuya escala de intensidades va desde
riación concomitante: el desajuste individual provoca a la simple "sospecha" hasta la angustiante impresión de
la vez una alteración de la fe y otra del hígado. De aquí,' "estrangulación yoica", que casi siempre conduce a ten-
pues, que ante el infeliz de variedad distímica (también tativas de suicidio.
llamada hipocondríaca") la fórmula comprensiva haya
de ser, más que en ningún otro caso, de tipo mixto: INFELIZ FRACASADO
psicosomático.
En la segunda mitad de su vida, cuando ve acercarse
E L INFELIZ "PERSEGUIDO" la hora del viaje hacia el infinito, esta persona contempla
la ruta de su historia individual y se da cuenta, con meri-
Progresando en la gravedad del sentimiento de infe- diana claridad, de que se equivocó en los caminos a se-
licidad topamos ahora con un tipo muy común de per- guir para el logro de sus más caras ilusiones: eligió mal
sona que sufre y se considera infeliz por sentirse alvo de su trabajo, peor, su compañía amorosa, no supo educar
la hostilidad circundante: el Mundo la odia y la trata los frutos de esa unión, etc. Es demasiado tarde para
persistentemente mal. Si va por la calle, 'las gentes la reparar tales errores y tampoco cree que pudiese hacerlo,
miran como si fuese "un bicho raro" y hacen despectivos aún si el tiempo estuviese a su favor. Su vida talló: él
comentarios a su paso; si lee un periódico, hay alusiones mismo puede ser elegido como ejemplo de Ser fracasado.
veladas a su caso; si trata de establecer una amistad o ¿Para qué seguir, pues, viviendo, si la existencia no tiene
cariño, una relación profesional o social, pronto nota se- nada que ofrecerle, a no ser una renovación diaria de
ñales de burla, menosprecio o perversidad en quienes con la conciencia de sus irreparables equivocaciones? ¿"A
ella se relacionan. Cual una fiera progresivamente aco- quoi bon luchar, si se sabe que se está vencido de ante-
rralada, este tipo de infeliz ensaya —y fracasa— diversos mano? A este infeliz no le queda ni el recurso de culpar
136 ErM I L I O M I R A Y- L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 137

a otros por su mala posición; tampoco puede invocar su que no existe. Es así como sus triunfos >—<si los tiene'—'
mala suerte: lo que le ocurre le parece conclusión natu- los achaca a su capacidad de simulación o a l a ingenui-
ral y lógica de los modos como se comportó; peto ya no dad ajena, pero, en cambio, sus fallas y errores los carga
puede desandar lo andado ni se ve con fuerzas de cortar por entero a su saldo personal y así aumenta su débito
r-campo a través^-- la ruta vital para acercarse a Ja meta a medida que avanza en la'vida. Incapaz de aceptar el
ambicionada. Este infeliz realiza un suicidio simbólico: imperativo de "ser quien es' , tampoco cree posible dejar
en vez de vivir, decide "dejarse llevar por su vida" y de ser quien es y vive, de esta suerte, en perpetua con-
comportarse rutinaria y automáticamente, por inercia pre- tradicción consigo, alcanzando su angustia existencia! los
aaquirida, en tanto en. su interior siente aumentar el vacío límites máximos del humano padecer.
sepulcral de su cadáver yoico.

EL INFELIZ QUE "ODIA SU SER" ' "


IV
CONSIDERACIONES PREVIAS A TODA
He aquí el peor de todos los infelices: el que senalla PSICOTERAPIA DE LA INFELICIDAD
opuesto a sí mismo, en perpetua guerra mental una y
otra mitad de su Ser, sin poder conseguir la Paz, pues ¿LA VIDA, ES UN DON O UN CASTIGO?
parece su triste destino IucKar eternamente por hallar una
forma de conciliar los antitéticos núcleos de tendencias De acuerdo con cierta interpretación ortodoxa de los
que permanecen aprisionados por su envoltura corpórea. textos bíblicos, la vida terrenal ha de ser penosa, pues
Aquí el problema es radicalmente insoluble, aun todos nacemos con la carga del "pecado originar.' de
cuando puede ser atacado con ciertas posibilidades de nuestros antecesores Adán y Eva. Claro, es que desde
alivio, si se trata de persona joven o que tiene alguna el punto de vista estrictamente jurídico tal concepción
plasticidad mental. En efecto, si alguien odia su modo es, simplemente, monstruosa y justificaría un buen sus-
ae Ser (se considera irremisiblemente tonto, perverso, etc.) penso en Derecho a quien la ideó. Mas su insensatez
hay que tratar de conseguir que se imponga un modo no es óbice para que haya tenido adeptos, dentro y fuera
de Hacer, en consonancia con el Ser que bubiese que- de los prados litúrgicos.
rido ser... Por esto no está de más que antes de emprender la
No obstante, el infeliz que sufre de este tipo de infe- tarea de restablecer la fe, que es requisito del estado fe-Iiz,
licidad propende a profundizar su grave herida psíquica, intentemos ver qué hay de firme en esa secular discusión
escarbando siempre, con los dedos mentales de su intros- de optimundos y pesimundos que caracteriza la historia
pección, en la afanosa tarea de descubrir la pepita de oro filosófica.
138 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 139

Las respuestas a la simple pregunta ¿Cómo es la ción la dieron los Vedas, en Oriente, y la Escuela de los
Vida? (Qué es, no puede ni siquiera discutirse seriamen- Estoicos, en Occidente, y cuya más moderna presentación
te, hasta añora) son clasificables en tres categorías: a) ^-después del psicoanálisis freudiano, entronizador del
pesimistas; b) optimistas; c) neutras. Las primeras ante- triunfo de Taños sobre Eros— nos la han proporcionado
ceden y desbordan a las demás; según ellas la vida no Heidegger y Satre) se alzan" las concepciones según las
pasa de ser una carrera hacia la Muerte, un tránsito cuales la Vida es el mejor y más preciado de los Dones.
entre dos mitades de Eternidad, un destello entre dos Quienes así opinan, optimísticamente, la juzgan una es-
infinitos de obscura vaciedad, un error de la Naturaleza pecie de "apoteosis de la evolución", "obra maestra de
o una transitoria agonía (dando a esta palabra la acep- la Naturaleza", síntesis imperfectible de energías, fuente
ción de "lucha" que postuló nuestro Miguel de Unamu- inagotable de placer y de energía, etc. Sentirse vivir
no). Los sostenedores de tan deprimentes concepciones equivale a bañarse en la "joie de vivre" y retozar conti-
mantienen que el impulso y motor de la humana concien- nuamente en Ja adquisición de nuevas sensaciones, cono-
cia es el dolor, el sufrimiento y la angustia: sólo nos cimientos y posibilidades de goce. El motor o impulso
damos cuenta de que vivimos cuando "topamos" con vital por excelencia -—según los partidarios de esta visión,
algún obstáculo que interrumpe nuestro fluido y prima- rosa y almibarada de la existencia humanan sería la cu-
riamente inconsciente curso vita!. Enfrentar, un problema, riosidad, la búsqueda de lo nuevo y la consecución de
engendrar un deseo (que es carencia Je algo) o colum- más y más elevados bienestares: en ello se cifraría el
brar una meta son situaciones aptas para hacer brotar Progreso.
la chispa de la autognosis y, si llegamos a solucionar Y siguen afirmando: nuestra razón y nuestra inteli-
aquél, satisfacer éste o alcanzar estotra, podemos sentirnos gencia aspiran a la mayor perfección y al mayor bien,
i—-por breves instantes—- felices. Mas, aun así, Icuán efí- por esencia: imaginan y crean constantemente nuevos
mero es ese gocel: en seguida lo enturbian el cansancio afanes, ideales, goces y oportunidades de triunfo, en tan-
del esfuerzo, el temor de perderlo o el aburrimiento y to poseen poderosos dispositivos de represión y olvido
desinterés de lo "y a " pasado. El ayer "huele a cadáver" de sus fracasos, decepciones, sufrimientos o errores. De
y el mañana es siempre "amenazante incógnita". El "hoy" aquí se deduce que todo Ser vivo se esfuerza en seguir
<—O ' sea,^ el presente , fugitivo e inasible-— apenas si siéndolo y actúa no solamente para conservarse siente
ofrece base de atractivo reposo. Por ello la mayor parte sino para ser más, o sea: para prolongar, ultrapasar,
de la Humanidad considera un bien ese pequeño ensayo trascender y mejorar sus "formas" de vida. Estas teorías
de muerte que a diario hacemos al recogernos en la cama sostienen que todo cuanto es o resulta ser espontánea-
y conciliar el sueño. mente agradable es también "sano" y "natural". Desde
En oposición a esas doctrinas (cuya inicial formula- los primitivos epicureístas y hedonistas hasta los moder-
140 EMILIO MIRA. Y LÓPEZ PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 141

nos instintivistas, anarquistas, vitalistas y algunos teóso- considerarnos agraciados o desgraciados, relices o inreii-
fos, existen innúmeras variantes cíe estas concepciones ces. Así, pues, de acuerdo a este segundo criterio la vida
fáustícas de la vida humana. numana es, ante todo, empresa, es decir: obra. Y como
Entre tales tesis sy antítesis surgen r-como era de tal tiene altibajos, debes y haberes, triunfos y fallas, bie-
esperar,—* intentos de síntesis, esbozados en las teorías nes y males. . . mas siempre, mientras existe, es capaz
que podríamos denominar neutras, eclécticas o anróteras de adquirir nueva forma, es capaz, inclusive, de trans-
de la Vida. Según ellas la vida tiene diversos aspectos, mutarse. Mientras hay vida, hay esperanza <—'tal es el
ofrece varios planos de paisaje y puede ser considerada "motlo" de estas tesis intermedias, a una de las cuales
parcialmente desde cualquiera de ellos, más no Ka de ser nos vamos a adscribir, para el desarrollo de nuestras
confundida con ninguno: así, desde el observatorio estric- ideas psicoterápicas de los estados de imelicidaa.
tamente biológico la vida no es ni don ni carga, ni buena
ni mala, ni placentera ni dolorosa, sino •— pura y simple-
mente--- más o menos evolucionada, compleja y equili- V
brada. Concebida como la resultante de un cierto nivel
FALSAS VÍAS PARA EL DOMINIO
tensionaí de procesos de intercambio nutritivo en orga- DE LA INFELICIDAD
nismos celulares, la vida no se opone ni se anticipa a la
muerte, ya que ésta ---biológicamente hablando^- no es Estamos attora en condiciones de emprender la parte
sino su fase desintegrativa individual para preparar otra positiva (benéfica) de nuestro trabajo, mas antes de ka-
fase reintegrativa múltiple. cerlo es conveniente algunas "words of caution , o sea,
La teoría del eternel retour , de la transmigración formular unas advertencias para evitar que alguien pueda
y la ' metempsicosis" puede, en cierto modo, ser consi- seguir rutas atrayentes, pero falsas, en su búsqueda de
derada como una precoz intuición de lo que boy se acepta la felicidad. Vamos, pues, a precisar lo que no se na de
como cierto en este enroque de la Vida. intentar en este terreno, para así comprender mejor lo
Mas bay otro plano desde el cual podemos conside- que hay que hacer en él.
rarla y es: el plano social, ético, espiritual y propiamente
humano. Entonces el fin de la vida no puede ser mera- E L PSEUDOAJUSTE "CONFORMISTA" O "RESIGNANTE"
mente inmanente: la consigna no puede,ser: vive y sigue
viviendo sino que precisa, a tal imperativo, acerca del Nos ocupamos de él, para descartarlo, al tratar de la
cual nada podemos interferir, añadirle una interrogación; lucka contra el dolor y la pena. No creemos en la eficacia
¿para qué? ¿Cuál va a ser nuestra misión vital? Según de las actitudes estoicas, incluso cuando éstas consiguen
cómo respondamos a ella y cómo la realicemos podremos un éxito aparente. Conformarse es "adoptar la forma de '
142 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 143

y resignarse es reafirmar el signo de" >—> si tenemos en y, cual pavo real, pasea con jactancia su inútil cola poli-
cuenta sus acepciones etimológicas. Conformarse o re- cromada, en la que cada mérito no tiene mayor peso que
signarse a la infelicidad es, pues, enclaustrarse en ella el de la pluma que representa ni más valor que el de
en vez de superarla y "combatirla. Una persona confor- ella misma. Ese sujeto, por regla general; finge una satis-
mada o resignada es, propiamente hablando, una perso- facción y una felicidad que no tiene, en espera de que
na vitalmente anulada en la zona de su conformidad o su ficción sea aceptada y sus elogios confirmados desde
resignación. Y, de hecho, o quien así procede lo hace el exterior; en el fondo es un pobre de espíritu que implo-
porque espera de ello el "buen negocio" de merecer un ra una Iimosma de aprecio social y para ello no vacila,
premio en la ultravida o porque, de momento, no tiene a menudo, en aplicar esa misma conducta a los demás,
a mano otro remedio. Pero ni en un caso ni en otro cons- llenándolos de no sentidas frases de admiración para que
tituye esta actitud solución definitiva o aconsejable, pues ellas provoquen la réplica elogiosa, que llena un poco
tal actitud implica consumir una gran parte de las ener- el atroz vacío interno de su persona.
gías individuales en la tarea de represión del resto y, Con razón las gentes desprecian a esos seres vanidosos
consiguientemente, crea dos peligros: a) la rotura brusca y, a la vez, aduladores, cuya falsa actitud los lleva a la
del dique represor y b) la descomposición, alteración hipocresía doble: hacia sí y hacia sus prójimos; además,
y perversión de las tendencias reprimidas, que procuran claro es, tales personas no consiguen tampoco vivir en paz
su descarga de modo patógeno »—> del propio modo como ni felices y con frecuencia caen en crisis de rabia o depre-
un pus no evacuado crea una fístula interna. sión, producidas por la íntima concienciación de la este-
rilidad y doblez de su actitud.

EL PSEUDOAJUSTE "VANIDOSO"
£L PSEUDOAJUSTE OLVIDADIZO
Este es el más falso, porque llega a simular y apa-
rentar una autosatisfacción y felicidad realmente inexis- Otro modo, precario, de intentar ser feliz es adiestrar-
tentes. Quien sigue esta equívoca ruta se perfecciona en se en el "olvido" de las penas, sufrimientos, males, de-
el autoengaño y deja sistemáticamente de considerar los cepciones, disgustos, fracasos y, en general, cuanto haga
aspectos negativos de su persona y su conducta para hi- daño al sentimiento de autosatisfacción existencial. Para
pertrofiar y elogiar sus aspectos positivos, no tanto en lograr este olvido artificial hay quien se emborracha, quien
cuanto tienen de realmente favorables sino en cuanto se intoxica con hipnóticos, quien se lanza ardorosamente
parecen serlo. al juego, a una vida social frivola, a viajes sin tregua, etc.
El sujeto vanidoso se alaba y gratifica constantemen- Esta política del "avestruz", consistente en convertirse
te, exhibe y repite sin oportunidad sus "performances" en ciego y sordo para amplios sectores de la vida exterior
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 145
144 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z

e íntima tampoco es aconsejable, aun cuando Kabitual- EL PSEUDOAJUSTE "QUEJUMBROSO"


mente la nacemos, sin darnos cuenta, mucKos de quienes
no nos consideramos infelices. Sus inconveniente son ios He aquí una variante paradójica de los falsos ajustes
de posponer la real solución de los problemas personales para lograr salir de la infelicidad: hundirse en ella, ha-
y, además, conducir a una cierta insensibilidad y super- cerse campeón de la misma, proclamarse el más infeliz
ficialidad de la vida consciente, que, tarde o temprano, de los mortales, "urbi et orbi", suscitar la compasión de
conduce a una hipomnesia y olvido de lo que quisiera cuantas más personas sea posible, contándoles."con pe-
y debiera recordarse para cumplir los inmediatos com- los y señales" las propias desventuras y, así, lograr vivir
promisos vitales. de consuelos y ayudas, de ternuras y simpatías suscitadas
por la exageración del propio desvalor y Kumillación.
¿Quién no Ka conocido a uno de esos ciudadanos que
EL PSEUDOAJUSTE "IRÓNICO" se jactan de Kaber acumulado en su vida más desgracias
y sinsabores que el más infeliz de los condenados infer-
Tampoco es satisfactorio ni eficiente: tomarse la vida
nales sufre? ¿Quién no recuerda algún ejemplo de per-
en chunga", consideraría como una "comedia" y prepa-
sona que "goza pudiendo sorprender con el relato de
rarse para deambular en ella con la íntima tristeza del
nuevas Jes venturas, tanto como el Dn. Juan disfrutaba
escepticismo'y la falsa alegría de una estereotipada son-
narrando sus aventuras? Ciertamente: existen masoquis-
risa y una fingida amabilidad, ribeteadas de un sarcás-
tas de la infelicidad, que sólo sufren cuando se enteran
tico y bilioso Kumorismo, es algo que ciertos "inteligen-
que alguien ^-*a cien leguas en la redondas presenta un
tes (?) intentan nacer, mas que pocos consiguen mante-
balance, real o supuesto, de mayores motivos de infelici-
ner Kasta el fin, pues todo ello se apoya en una profunda
dad que los suyos. Mas, es obvio, tales sujetos Kan errado
insuficiencia creadora, en una cobardía de ánimo que les
su vocación: podrían Kaberse distinguido, quizás, como
impide enfrentar noblemente las dificultades y seguir su
escritores de tragedias truculentas o, inclusive, como acto-
curso existencial con los brazos abiertos, en actitud noble
res de Grand Guignol; aKora, tarde o temprano, cansan,
y amorosa, sincera y firme.
aburren y son aislados de tal modo que terminan por ser
Quien baya leído las vidas privadas de los más cé- víctimas de su propia arma.
lebres Kumoristas podrá comprobar que Kan sido profun-
damente infelices y que algunos Kan terminado suicidán-
dose, por no poder representar más tiempo ese papel EL PSEUDO AJUSTE "ENERGUMÉNICO"
trágico de "payaso fino" que se Kan autoadjudicado en
Menos, todavía, puede ser recomendada la actitud
la vida.
reaccional que algunos supuestos caracteres tuertes to-
146 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 147

man ante la adversidad o ante el tambaleo de su fe en sí: Para definir mejor esta área de la pseudofelicidad nos
considerarse en. combate perpetuo contra Todo y contra parece, por ello, conveniente acudir a la parábola y esque-
Todos, para nacer triunfar tal o cual supuesto Ideal o matizar algunos de los tipos más comunes de personas
ambición; insistir empecinadamente, una y otra vez, en que "aparentan" ser felices, cuando en su propia intimi-
darse los mismos golpes y, luego, propinarlos a bolea, dad ni lo son ni pueden llegar a serlo, sin cambiar pro-
naciendo sufrir a quienes nada tienen que ver con el fundamente su estilo vital.
asunto... es seguir la vía, errónea, de un falso keroísmo El primero de estos tipos es el del
y de una pseudoenergía que sólo puede conducir, tarde
o temprano, a la pérdida de las reales posibilidades de HOMBRE GELATINA
felicidad.
Todos sabemos que el mejor militar no es aquel que, Se trata de una Kembra o varón, casi siempre con
en la batalla, grita estentóreamente, increpa al enemigo, buen panículo adiposo, de media edad, deí cual sus ser-
gesticula desaforadamente y quiere lanzarse, el primero, vidores, familiares y amigos afirman que es buenísimo .
al combate cuerpo a cuerpo, sino aquel otro que, ante el Esa persona "no tiene enemigos", vive en constante pla-
peligro, conserva su calma y da sus órdenes con la misma cidez y recibe a todo el mundo con idéntica sonrisa, afable.
Nunca se la vio enojada. Nunca, tampoco, nizo nada de
mesura que si se tratase de jugar una partida de ajedrez
provecno: cuanto pueda contarse en el HABER de su
o de unas simples maniobras de guerra.
vida fue puesto en él por ajenas voluntades. Su mente y
Esos caracteres llamados "fuertes" no son lo que pare- su personalidad no tienen forma propia y pueden ser
cen y quienes tratan de imitarlos en su actitud de Iucfia comparadas a una amorfa masa de gelatina. La gelatina
no pueden conseguir esa serenidad* eficiente, esa paz es, también, buenísima y maleable pues no tiene un
creadora, que define esencialmente al Hombre que es feliz. natural estado físico: no es sólida, ni líquida ni gaseosa y
ello le permite adaptarse a cualquier recipiente y servir
SÍNTESIS DE LOS TIPOS "PSEUDOFELICES" de aderezo a cualquier plato, pero ella nunca logra ser
un plato. Así el "nombre-gelatina" es una especie de
Los defectuosos modos de buscar la felicidad que aca- "robbot", sin iniciativa ni valor creador, numano, que llega
bamos de exponer no se excluyen totalmente entre sí, antes a conseguir la paz en su cabeza por el simple procedi-
bien, a veces se asocian y combinan dando lugar a com- miento de no usarla, lo que equivale ^-naturalmente^- a
plejas pautas de conducta, cuyo común denominador es, no tenerla. Y, en erecto, un sinnúmero de tales personas
solamente, su ineficiencia o fracaso en el logro que las pueden ser clasificadas en la zona de los débiles mentales.
incentiva.
148 E M I L I . 0 M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 149

HOMBRE CORCHO
HOMBRE-PLOMO
Aparentemente puede confundirse este tipo con el an-
He aquí otro tipo de persona "pseudofeliz". Habitual-
terior, mas en realidad es contrapuesto en su estructura,
mente se dice de ella que es "sangre gorda", que "por
aun cuando tiene el mismo desvalor. Se diferencia de él,
nada se altera", que "siempre consigue, calladamente, lo
empero, porque éste no lleva una vida apacible, retirada
que quiere , que "no hay quien la haga cambiar de opi-
o tranquila, sino que, por el contrario, emerge y sobresale
nión , etc. Y en efecto: el hombre-plomo resulta incon-
siempre que se agitan los mares de la pasión política o
movible tan pronto como lanza su ancla en cualquier
social: es el "comodín" que sirve para completar los
problema o situación: su técnica consiste en la "iteración",
triunfos de cualquier baza, en cualquier juego oportunista.
es decir, en la tozuda repetición de las mismas reacciones
De ese hombre-corcho hay gentes que se admiran, pues no
hasta que, por cansancio o descuido, agota a sus adversa-
comprenden su "habilidad" para mantenerse a flote tras
rios. Ciertamente, si la vida se considerase' meramente
las más violentas tempestades o sacudidas, cuando en
como un combate de "resistencia", el hombre-plomo po-
realidad su aparente éxito se debe ---como el propio cor-
dría candidatarse al calificativo de afortunado y, por ende,
cho^- a su liviandad, es decir, a su falta de densidad o
podría pretender una motivación para ser realmente feliz.
peso específico. Ese hombre no tiene ni buena ni mala
Mas no es ése el caso: la vida requiere una agilidad y
vida porque a decir verdad no tiene vida (psíquica) al-
una plasticidad incompatibles con la técnica del "pontón".
guna: ni siente ni padece — pero no sentir ni padecer
En realidad ese tipo psicológico, como sus anteriores ho-
cuando se goza de atributos humanos es el mayor de los
mólogos, vive una falsa existencia y carece de la vibración
castigos que podamos desear a un semejante. De hecho,
anímica que caracteriza la felicidad. Consumir las ener-
quien pretenda adquirir esa cualidad (?) le es relativa-
gías en no moverse, en no dejarse mover, en "quedar
mente fácil obtenerla —pues siempre es más fácil des-
plantado , mientras la corriente históricovital sigue hacia
cender los escalones de la anestesia moral que subirlos—
adelante, empujada por los vientos de la evolución, no es
mas a la postre de su tentativa sólo habrá conseguido
—no puede ser— ideal aconsejable. ÍHarto lo logramos
despojarse de su más preciado valor para convertirse "en
cuando nos sumergen en un cajón a pocos metros bajo
un "muñeco", que es solamente mimado mientras sirve de
tierral
sustituto a un ser realmente vivo. De aquí la paradoja
conceptual: quien llama "vivo" a uno de tales hombres-
corcho está cometiendo el mismo error que quien confunde HOMBRE-VIDRIO
una flor artificial -—-por bella que parezca— con una
e^ flor silvestre. Estamos frente al último tipo psicológico de persona
que parece haber resuelto. la problemática vital, sin que
150 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 151

lo naya logrado. La característica esencial del hombre- Naturalmente que no bastará la lectura de las siguien-
vidrio es su "fragilidad", que se halla ligada a su apa- tes páginas para llegar a la meta, del propio modo como
rente "dureza" y a la singular "transparencia de su vida: no bastaría la lectura de un manual del perfecto electricista
ese hombre-vidrio1"acostumbra a encontrarse bien adap- para convertirse en tal. Pero, cuando menos, creemos que
tado e insertado en el engranaje social: ha construido en la posesión de una pauta en este aspecto es tan útil
su derredor una pequeña "obra" familiar, profesional y como la de un buen mapa para el turista ávido de llegar a
cultural; tiene quien le quiere, quien solicita sus servicios un lugar de ensueño en región desconocida.
y, hasta, sigue sus consejos. Intimamente, a veces, se siente
satisfecho de su éxito en la vida. Mas tiene una ralla: PRIMERA FASE: ILUMINACIÓN DE LA AUTOIMAGEN
carece de "maleabilidad" o "plasticidad": no tiene, tam-
poco, elasticidad. Por ello, ante cada situación solamente La primera meta que ha de alcanzarse en la conquista
tiene "una" posible reacción y cualquier cambio circuns- de la propia felicidad es la del autodiagnóstico, es decir:
tancial en la constelación de sus estímulos lo lleva a el Nosce Te Ipsum. Cada cual tiene de sí una opinión,
quebrarse, con igual estrépito que se quiebra el objeto de formada en parte por intuición, en parte por experiencia,
cristal al cual queremos cambiar de forma. Ese hombre- de sus defectos y cualidades. Mas tal opinión sólo puede
vidrio no resiste una depresión económica, una guerra, un ser justa y exacta cuando es obtenida después de haber
accidente, una enfermedad, una revolución, un revés: se sido colocado cada cual en las condiciones experimen-
deshace y desmorona en pedazos, que difícilmente podrán tales propias para desvelar todas sus posibilidades de
;
ser de nuevo aglutinados, cuando le falta o se bambo- reacción. Quien nunca navegó es difícil que sepa si es o
lea el pedestal sobre el que se insertó. Por esto, no pode- no buen marinero, quien nunca tuvo ocasión de tener que
mos considerarlo representativo de la felicidad, cuya pri- enfrentar la muerte tampoco sabe si va a tener o no coraje
mordial cualidad es ser independiente de los avatares ante ella, y así sucesivamente: tan sólo en la medida en
que la vida ^-o un proceso de examen experimental sis-
de la vida.
temático^- nos brinda la ocasión oportuna, se desvelan
nuestras disposiciones reaccionales.
VI Es raro que una persona haya tenido la fortuna de
LAS FASES DE LA ELABORACIÓN FELIZ hallar en su vida todas esas ocasiones y por ello mismo
resulta excepcional que alguien pueda afirmar que conoce
Por fin podemos, ya avisados de los recodos del ca- todos sus propios valores y desvalores. A lo sumo tendrá
mino, emprender la ruta descriptiva del proceso de ela- una opinión formada acerca de los que se manifestaron",
boración" de la felicidad en cada ser humano, mas no podrá juzgar acerca de los que se hallan latentes,
152 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 153

virtuales o en potencia, a la espera de la chispa situacio- ello, no es una fórmula fríamente matemática la que per-
nal que los ponga en marcha. mitirá llegar al concepto del propio valor sino, más bien,
Esto significa, pues, la necesidad de proceder a un una integración psicológica que, para ser justa, habrá de
autoexamen psicológico sistemático, ayudado por personas ser hecha por el mayor número posible de personas que
peritas en la difícil actividad de la exploración mental. O conozcan la historia individual y la confronten con ios
dicho de otro modo: precisa obtener el "retrato psicocarac- datos de sus disposiciones naturales de reacción.
terológico", para poder situarse en la escala de valores y Si esto no es posible siempre, cuando menos es facti-
desvalores de sus semejantes, llegando de esta suerte a ble intentar una evaluación aproximada, a base de hacer
poder responder a la pregunta: ¿Cómo soy? el inventario de las realizaciones personales en los diversos
Hoy posee la Psicotécnica baterías de pruebas (lla- campos de la vida cultural, profesional, social y ética. Ese
madas "tests") y escalas suficientes para satisfacer objeti- balance de las "gestas"---buenas y malas, provechosas y
vamente esa necesidad de autoconocimiento de aptitudes adversas, acertadas y erróneas<-- se escribe en varias hojas
o defectos, no solamente en relación con el trabajo sino grandes, sintéticamente, a doble entrada, con anotación
ante los demás requerimientos de la vida social. cronológica. Terminada la enumeración de las mismas es
más fácil concederles una ponderación >-*de acuerdo a
una escala de 1 a 5 y llegar a una conclusión provisional
SEGUNDA FASE: EVALUACIÓN DE LA AUTOIMAGEN
acerca del valor .medio y de las desviaciones morales espe-.
Una vez que se ha conseguido llegar a un autojuicio cíficas de la personalidad.
lo más completo y exacto posible, precisa responder a una
segunda cuestión, más difícil: ¿Cuánto valgo? Parecería TERCERA FASE: VISIÓN DEL MUNDO
que un tal valor resultaría de la simple suma algebraica de
las aptitudes y defectos, más no es así, porque unas y otras Respondidas las preguntas: ¿quién soy? ¿qué val-
se desarrollan en vectores heterogéneos y que no pueden go? precisa ahora preguntarse: ¿dónde estoy? ¿Cómo es el
ser homologados. Además: el auténtico valor de un ser ambiente en que vivo y voy a seguir viviendo? ¿Qué es
humano no depende de lo que es capaz de hacer sino el mundo? ¿Qué posibilidades me ofrece? Contestar a
de lo que ha hecho y de lo que está haciendo con esas esto requiere una visión objetiva de la realidad circun-
capacidades. Podríamos escribir la siguiente igualdad: dante, una síntesis de esta visión, ordenada en una con-
Valer — Ser + Hacer. Pero también esto sería simplificar cepción filosófica de la misma (la denominada "Weltans-
excesivamente el problema, pues el Hacer no depende chauung" de los iluministas alemanes).
exclusivamente del Ser sino de las circunstancias ambien- Para conseguir eso se requiere, evidentemente, com-
tales (familiares, educativas, económicas, etc.). Por todo pletar las lagunas culturales que cada cual tenga. ICuán-
154 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 155

tas veces la lectura de un libro, o una simple nota a pie La relatividad se impone no solamente en el campo
de página de una obra aparentemente intrascendente nos de la Física sino en todos los aspectos epistemológicos de
conmueve y señala un error de juicio interpretativo que la concepción universal.
habíamos dejado crecer durante lustros!; corregido ese No bastaría, empero, lograr una visión del universo
error, puede transformarse totalmente nuestra concepción en su estatismo, o sea, en su imagen instantánea. Precisa
de la vida y del mundo en que vivimos, ofreciéndonos adquirirla en su dinamismo, es decir, en su historia.
entonces el futuro nuevas perspectivas. Por ello, junto a los conocimientos de Geografía y
Un resultado inmediato e importantísimo va a obte- Geopsiquía, de Astronomía y de Biología, precisa a cada
nerse con el logro de esa visión del Mundo: la noción de cual tener un conocimiento de la Historia Universal, que
nuestra enorme pequenez e insignificancia individual. exige la lectura detenida de varios libros. En este aspecto
Cualquiera de nosotros, por importante que se juzgue, pueden recomendarse los de Wells y Tonybee.
resulta ser apenas una partícula perdida en un infinito
universo —si se considera desde el enfoque espacial— o CUARTA FASE: HALLAR LA MISIÓN EN EL MUNDO
un destello vital perdido en la infinita eternidad —si se
considera desde el enfoque temporal. , No precisa destacar la singular importancia de supe-
Otro, no menos importante, es el siguiente: a pesar rar correctamente este problema individual: ¿Qué voy a
de esta enorme pequenez, cada uno de nosotros posee un hacer? ¿Cuál es mi tarea o misión vital? Dados mi Ser y
"valor humano" inestimable e inapreciable, pues nunca su Valor y el Ambiente y las Circunstancias, tengo que
ni en ningún lugar, nadie —a no ser un supuesto Dios elaborar un plan de acción, proponerme una serie de
Todopoderoso— sería capaz de crear otro ser igual a él. objetivos, alcanzar determinadas metas, cumplir preci-
Se trata de un ejemplar humano único y por ello precisa, sos requisitos u obligaciones. Y esto he de hacerlo, no
en su transcurso existencial, cuidar con singular respon- tanto para satisfacer las presiones exteriores como para
sabilidad, pues no hay posibilidad de sustituir, compensar ponerme de acuerdo conmigo, es decir, obtener mi Paz
o reparar sus actos. No es solamente el "tiempo" lo que no Interior.
se recupera; es, también, la vida, el valor malgastado, ¿Cómo acertar esa Misión? ¿Cómo fijar el mapa de las
el amor no atendido, la oportunidad no aprovechada. . . propias ambiciones? ¿Cómo elegir entre los innúmeros
Un tercer resultado de la adquisición de tal "visión posibles caminos aquellos pocos en los que podemos y
universal" es un manejo más. prudente o parco de los debemos avanzar? ¿Cómo señalar, en su decurso, los hitos
adjetivos: nada es totalmente despreciable ni admirable; en que debemos detenernos? Difícilmente se consigue res-
nada es totalmente perfecto o,defectuoso; nadie es total- ponder a esa problemática por el solo esfuerzo del auto-
mente malo o bueno, perezoso o activo, criminal o Santo. análisis y la meditación individual. Es, siempre, bueno
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PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 157

asesorarse con ajenas opiniones, siempre que éstas proce- gaciones ambientales. Mas en ningún caso hay motivo
dan de personas cuyo nivel de inteligencia, de moral y de suficiente para la renuncia total de los ideales vocacio-
experiencia no sea inferior al que, en justicia, podemos nales. Estos han de ser cultivados, precisados y satisfechos,
adjudicarnos. Mas, las decisiones, en definitiva, hemos de en cada instante, en la medida factible, que puede ser
elaborarlas nosotros mismos, no por vencimiento sino por mínima mas nunca será nula. La renuncia total ^—aun
convencimiento. cuando sea temporal, es decir, pasajera^- a esa satisfac-
Esta fase es tan importante que precisa dedicarle todo ción aparta al Ser de su cauce natural, lo enfrenta con
,el tiempo necesario y no querer resolverla apresurada- fricciones y prepara, tarde o temprano, su infelicidad.
mente. Todos llevamos en lo más profundo de nuestro Podría parecer que estamos defendiendo una ética
Ser la intuición de nuestro Destino, la inclinación natural hedonista, materialista o instintivista mas, aunque parezca
y espontánea nada determinadas realizaciones y objetivos paradojal, dadas las circunstancias actuales de la organi-
vitales; mas para desvelarla y reconocerla hemos de reco- zación social, se requiere mucho mayor dosis de idealismo,
gernos eri el silencio y en la obscuridad y emprender el de capacidad de sacrificio y de entusiasmo para seguir
viaje interior, hacia el encuentro del paisaje anímico, que auténticamente la propia vocación que para renunciar a
desaparece tan pronto como nos volcamos en la realidad ella, sustituyéndola por intereses o incentivos derivados
circundante y atendemos a ella. Entonces, colocándonos de las circunstancias ambientales y sociales.
en actitud de auto observación meditativa, a la espera de Cada vez cuesta más el imperativo: ' Sé quién eres .
que surja del fondo de nuestra mismidad ese paisaje, lle- O cumplir con la bella sugerencia de Hebbel: "Si te atrae
garemos a percibir, cual débil vocecita, esa o esas apeten- una lucecita, sigúela. ¿Que te conduce a un pantano? Ya
cias, esas ilusiones, cuyo conjunto constituye lo que se saldrás de él. Pero si no la sigues, toda la vida te mar-
llama: vocación (de "vocatio", a su vez derivada de tirizará el pensamiento de que, acaso, era tu estrella .
"vox", o sea, voz). Desvelar esa vocación equivale a
superar el escollo más difícil que precisa salvar para ven- QUINTA FASE: PLANEAMIENTO DE LA ESTRATEGIA Y EL
cer esta fase. ESTILO VITAL
Supongamos que lo hemos conseguido: sabemos cuál
es nuestra vocación, es decir, qué conjunto de objetivos Quien sabe cómo es, en qué mundo vive y qué va a
apetece más a nuestro Ser. Con ello no hemos terminado hacer en él, tiene, ya, resueltos los problemas fundamen-
todavía la tarea autoanalítica. Porque precisa ahora ver tales de su problemática vital y, por ende, tiene asentada
si nos hallamos equipados, o no, para realizar totalmente sobre firme base la elaboración de su felicidad.
esa serie de apetencias. Ello depende de la apreciación de Mas ahora precisa enfrentar, todavía, otra serie de
nuestras aptitudes y, también," de nuestros recursos y obli- problemas: ¿cómo lograr hacer lo que nos proponemos?
158 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 159

O sea: ¿cómo alcanzar el éxito en la misión que nos y la delincuencia (DoIIard, Rosezweig, Doob, Miller,
liemos asignado? Mowrer, Sears, etc.).
Esto requiere considerar nuevamente el medio en que Quienes sienten tal angustia pierden, aparentemente,
vamos a desenvolver nuestra obra, pero, esta vez, enfo- lo que habían conquistado (su paz intrapsíquica) pero no
cándolo en relación a sus posibles influjos, favorables y se distancian irreversible o irremediablemente del logro
adversos: dónde vamos a encontrar ayuda y dónde vamos de su felicidad, ya que éste se encuentra bien iluminado
a Rallar resistencia; quiénes pueden favorecernos y quié- y firmemente concretado en la obtención de objetivos que
nes pueden perjudicarnos; cuáles son nuestros propios obs- siguen siendo inconmovibles. Otro sería el caso si tales
táculos y recursos. . . qué actitudes personales hemos de objetivos no hubiesen sido elegidos con tanta precisión y
tomar, a lo largo de nuestra ruta, para lograr la máxima acierto, cual ocurre con las personas "mariposas' , que se
eficiencia de nuestras aptitudes y esfuerzos. enardecen y decepcionan con igual facilidad en sus em-
presas, por la simple razón de que éstas no corresponden
Cual un general que planifica una batalla y distribuye
a sus reales posibilidades.
el uso de sus fuerzas de combate y de reserva, calculando
Lo curioso del caso es que, por regla general, quienes
no sólo sus objetivos sino los del enemigo, conociendo las
sufren de frustración propenden a explicar su fracaso
flaquezas y los méritos de sus auxiliares y contando con
atribuyéndolo esencialmente a una insuficiencia de apti-
todo género de posibles eventualidades, así también cada
tudes o a un exceso de obstáculos, cuando en la mayor
cual debe analizar su estrategia vital y, una vez fijadas
parte de los casos el factor primordial radica en errores
sus líneas generales, proceder a la elección de las tácti- de táctica, es decir, en defectos cíe la técnica de conducta
cas" o técnicas conducentes al éxito de aquélla. apficada para cada caso concreto.
Tales tácticas pueden ser o no ajustadas y oportunas, En erecto, no basta "poder" y "querer" ser amable
en relación con las "nuevas" situaciones y, de esta suerte, para resultar agradable. No basta, tampoco, poder y
puede malograrse —aun cuando sea episódicamente—' querer triunfar: precisa saber canalizar aquel poder, im-
toda la planificación y la acción precedentes. La paz inte-, pulsado por este querer, sobre los rieles de la táctica
rior, lograda al sentirse orientado y en buen camino es adecuada. Este "modus faciendi" o ' modus operandi"
así, alterada nuevamente y pueden surgir secundarias resulta tanto más difícil de establecer cuanto que el sujeto
angustias por la concienciación de fracasos no previstos, apenas si es capaz de autoobservarse en el curso de su
menos deseados y peor tolerados. Surge entonces la deno- acción y, por ende, no puede corregir sus defectos tácticos
minada "angustia de frustración", en cuyo estudio se una vez establecidos.
han especializado diversos autores modernos y de la que Las personas que sufren de esta frustración acostum-
pueden derivarse no sólo la infelicidad sino la neurosis bran a decir: "sufro porque proyecto mis actos bien y me
160 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 161

salen mal" o bien: "hago mis actos perfectamente pero no resulta suficientemente eficiente o, inclusive, que po-
obtengo resultados contrarios a los previstos"... Si a demos superarlo.
tales individuos se les arguye que no ban de sufrir por la Así, por ejemplo, puede ocurrir que nos nieguen ayu-
falta de éxito siempre que ellos Layan procurado obte- da cierlas personas que tenían la obligación ética de
nerlo correctamente, replican que en esta vida lo que hacerlo y en las que confiábamos, o puede suceder que un
cuenta, es decir, el valor máximo apetecible, es precisa- imprevisible accidente nos prive de poder desarrollar todo
mente el éxito, el resultado social final. o parte esencial de un plan y fallando así ese eslabón
En modo alguno podemos aceptar esa tesis, pues como quede comprometido el éxito apetecido, etc. Pues bien:
dijo humorísticamente Eugenio d'Ors, "Iá caza es infini- ante tales emergencias no podemos desanimarnos ni ame-
tamente superior a la liebre" y es mucho más importante drentarnos: la primera decisión a tomar para ello ^-y ha
y valioso el puro afán que el puro logro. Mas eso no debe de serlo previamente^ es la de saber que toda empresa
llevarnos a despreciar Iá" liebre, ni cualquier otro logro. implica un riesgo y que el bienestar no se logra solamente
Y entonces hemos de procurar .que las tácticas operacio- con éxitos sino con la satisfacción de superar fracasos
nales no desmerezcan de los planes estratégicos. mediante bien intencionados, oportunos, adecuados y per-
severantes esfuerzos.

SEXTA FASE: REALIZACIÓN DE LOS ACTOS "INTERNOS"


SÉPTIMA FASE: REALIZACIÓN DE LOS ACTOS "EXTERNOS"
AI llegar a este momento puede decirse que se halla
Si la reestructuración de las actitudes fue bien lograda,
preparada y a punto de marcha la conquista de la felici-
el individuo puede lanzarse, ya, a la ejecución de sus pla-
dad, mas para no sufrir durante su prosecución conviene
nes de acción, pues se halla inmunizado contra los peli-
que antes de comenzar a actuar "fuera" lo hagamos
gros de la impaciencia, de la vulnerabilidad, de la timidez
dentro*' de nosotros mismos: mediante un autoanálisis
o del exceso de confianza y, en general, de los excesos o
minucioso hemos de llegar a reconocer los puntos débiles faltas de la llamada "Anpassungsfáhiglceit" (capacidad
de nuestras.actitudes o posturas mentales, hemos de reajus- de ajuste o adaptación) a las nuevas condiciones vitales
tar la línea de nuestras decisiones y hemos de afianzarla, que con su conducta van a surgir. En la medida en que
sin por vello perder la plasticidad necesaria para poder avance, con su nuevo estilo caracterológico en la ruta
cambiarla en cualquier instante, si un nuevo análisis de existencial cosechará los frutos de su reforma: no bastará
ulteriores situaciones y circunstancias así lo justificase. que los demás "le den ocasiones de disgusto para que él
Tan importante como saber elegir un plan de ataque es, "las tome"; no bastará que sus buenos propósitos fallen,
en efecto, poder1 modificarlo, si la experiencia prueba que ocasionalmente, para que se crea incapaz de realizarlos;
162 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 163

no bastará que la desgracia se cebe en su Destino para tica moral no puede ser homeopática. AI daño precisa
que él se sienta impregnado y vencido por ella. disolverlo .—como aconseja Leibniz^- en superabundancia
¿Qué normas podemos dar a quienes se hallan en esta de bien.
fase, para ayudarles a'superarla? He aquí algunas de las Seguid en vuestra vida la máxima: "suaviter in forma,
que nos parecen más efectivas: rortitur in ré ' (suave en la forma, firme en el propósito).
Poned el esfuerzo máximo en conseguir la mejor con-
ducta posible y no os intereséis tanto por el resultado, que
IMAGEN DEL HOMBRE FELIZ
siempre depende de causas ajenas a la propia voluntad.
Dedicad más tiempo a gozar de lo que tenéis y de ¿Cómo es el hombre feliz? Ciertamente no podemos
lo que lográis que a sufrir por lo que carecéis y lo que confundirlo con el exaltado, ni con el optimista insensato,
perdéis. ni con el fanático a outrance, ni con el tonto conformista.
Recordad que "no Kay mal que por bien no venga : El hombre feliz es aquel que, en primer lugar, se
no kay error ni fracaso del que no se pueda obtener, siente nombre, es decir, vive en toda su plenitud su
cuando menos, una lección provechosa para el futuro. dignidad humana, sin orgullo ni humildad.
Tomad la vida "sin pausa y sin prisa", es decir, sin El hombre feliz es, además, aquel que tiene fe en sí
paradas ni saltos bruscos. y en la obra que realiza, a la que no compara con las de
Preferid la agilidad a la fuerza, la tolerancia a la los demás sino consigo misma, teniendo en cuenta, siem-
testarudez, ser acreedores que deudores de gratitud. pre, la ecuación de aptitudes, créditos y resistencias que la
Buscad el equilibrio entre las pulsaciones, pasiones y condicionan.
razones. El hombre.feliz es aquel que cada día renueva su
Buscad el equilibrio entre trabajos, distracciones y tarea con la serenidad eficiente de que' quien no teme ni
reposos. la vida ni la muerte, pues se siente discurrir en el nivel
Interesaos más por "Hacer el bien" que por quedar que le corresponde y en el que no se mantiene por la
bien". gracia de los demás ni, tampoco, a expensas de ellos, sino
Recordad que no sois ni "ángeles" ni "diablos ' sino por el desarrollo perseverante de su plan vital, concienzu^
meros nombres, que tienen en su Ser un poco de ambos. damente elaborado.
No sigáis la ruta de "querer ser comprendidos sino El hombre feliz es el que ha desarrollado un carácter
la de ' querer comprender . flexible y sin embargo inquebrable, como el acero.
No pidáis ayuda para vivir sino intentad ayudar para El hombre feliz es aquel que sabe, también, crear
vivir o, mejor, vivir para ayudar. con su ejemplo paz, confianza y bienestar en su derredor,
No intentéis combatir un daño con otro. La terapéu- sin exageraciones místicas.
164 EMILIO MIRA Y LÓPEZ

El hombre feliz es el que supo seguir la serie de


pasos ascendentes, que le llevaron a merecer su bienestar
y que podemos resumir así: CAPÍTULO VI
Estudió, para saber. Supo, para hacer. Hizo, para
valer. Valió, para servir. Sirvió para merecer... vivir DIALÉCTICA DE LA CIENCIA Y DEL ARTE
feliz".
Es, pues, quien tiene: Fe en la razón y razón en su re.
En estos tiempos de apresurado y difícil vivir, tiempos
en los que el logro de la comodidad parece ser el objetivo
final de una mayoría de los bípedos terráqueos, para
quienes resultan sinónimos el éxito y el bienestar '--o, si
se quiere, el rendimiento y el dineroi—- puede parecer un
caprichoso antojo que alguien se pare a ociar y se
dedique a ' perder su tiempo", esto es, a perder su dinero
^-ya que nos dicen que "time is money'V^ para escuchar
y comprender, no las voces de los mercaderes sino los
silenciosos diálogos que, en planos más sutiles y trascen-
dentes, vienen realizando ciertas "entelequias", ni visibles
ni corpóreas, a las que solamente puede llegarse a percibir
con ojos, oídos y dedos afectivos.
Y, no obstante, aun cuando sólo fuese para renovar,
por contraste, nuestro interés por Iá vida, precisa y con-
viene, de vez en cuando, dedicar alguna hora a esa tarea,
ya que al así hacerlo'salvamos, nada más ni nada menos,
que el atributo más noble de nuestro Ser: el pensamiento
abstracto, y nos alejamos de la zona de la inmediata utili-
dad para ingresar en el etéreo territorio de la pura sa-
biduría.
Vamos, pues, a entretenernos escuchando uno de esos
diálogos, entre dos Diosas representantes de la Verdad y
de la Belleza: Minerva y Venus; antes, empero, echemos
166 EMILIO MIRA Y LÓPEZ PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 167

una ojeada a sus representantes en nuestro planeta, para mo, en tanto el artista cree que el cientista es otro ser que
ver-qué contradicciones nos ofrece el doble enfoque que vive de espaldas al mundo natural, enfrascado en especu-
nos aprestamos a seguir: laciones frías y abstrusas, que le conducen a teorías y
Tales representantes se denominan añora "dentistas" doctrinas más o menos racionales, pero ^--en todo caso-—>
y artistas : aquéllos se bailan empeñados en darnos una inoperantes para mejorar la vida del espíritu.
visión mensurable del Universo y éstos, en cambio, se En consecuencia, los profesionales de una y otra clase
esfuerzan en deleitarnos con las inefables impresiones de se organizan en círculos y asociaciones cuya actividad no
sus inconmensurables obras. Los primeros usan la razón se intersecta y discurre dentro del quiste mural ^—de la
como arma esencial de su tarea; los segundos consumen la "tour d'ivoire"'-' de sus academias y cenáculos.
pasión, como fuerza propulsora de la suya. AI dentista Y así los bombres.de inteligencia se disocian y contra-
no le interesa que la Verdad sea fea o bella, agradable o ponen, dando lugar a culturas tabicadas, fragmentarias y
cruel, deprimente o alegre, con tal que sea cierta. AI artista esquizofrenoides, tras de las que resulta fácil la germina-
tampoco le interesa que su obra sea real ó imaginaria, ción de actitudes anárquicas, solipsistas, narcisistas y, en
cierta o equívoca, triste o exaltada, con tal que sea bella. definitiva, humanamente estériles.
Cualquier ente, examinado por un dentista o por un Ascendamos, no obstante, hacia el Olimpo y echemos
artista, se desdobla en dos contenidos no solamente di- una ojeada a los ascendientes teúrgicos de nuestras clases
versos sino hasta, en muchas ocasiones, inconciliables: la intelectuales. Observemos allí, en su prístina y radical
Luna, un torso, una rosa o el mar nos son'descritos y pre- originalidad, cómo transcurre su existencia. Y, sobre todo,
sentados bajo formas y aspectos antitéticos por el astró- aprestémonos a sorprender su dialéctica, es decir, sus
nomo y por el poeta, por el anatómico y el escultor, por el diálogos, sus polémicas, sus aparentes contradicciones, de
botánico y el pintor, por el geógrafo y el literato. las que se deriva su constante y eterno devenir.
Los artistas se prenden principalmente de la "forma"
y los cientistas de la "substancia"; aquéllos, empero, dis- LA DIALÉCTICA DEL ARTE
curren con juicios de valor y éstos* con juicios de forma
asiendo ésta una de tantas paradojas que nos ofrece la Desde que emergió en la espuma de las aguas se pre-
actual cultura Rumana. De ello se deriva una oposición gunta Afrodita ^-y aun no halló acertada respuesta--- si
>—-una real antítesis.— entre los modos de ver y de con- su maravillosa belleza radica en una misteriosa armonía y
cebir, de pensar y de actuar, entre el cientista y el artista, proporcionalidad de su cuerpo o si, por el contrario, obe-
que les lleva a ignorarse mutua y recíprocamente, cuando dece tan sólo a una peculiar coincidencia de goces con-
no a despreciarse: el cientista considera al artista como a templativos en sus subditos. También en la Tierra, mentes
un ser que sólo se nutre de fantasía y cultiva el sensualis- geniales buscan la "Razón de Ser" a la Belleza: Heráclito
168 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 169

y Platón, Luca Pacioli y Leonardo de Vinci se esfuerzan nes económicas en que se engendró. El arte aplicado no
en desvelar los cánones o normas absolutas de la impre- es arte ^gritarán los clasicistas, platonianos y fanáticos
sión estética. Se discute la "Teoría del Arte" y se ñama academicistas. AI arte le está reservada una misión edu-
de secciones áureas, de divinas proporciones, de equilibrio cativa, arguyen unos; error grave, replican otros: el arte
de valores, etc. El Arte cantes mera expresión natural es efecto y no causa de la educación.
de la emoción numana^ se torna añora estudio y
angustiante búsqueda de la verdad estética; descuida la
LA DIALÉCTICA DE LA CIENCIA
forma, la apariencia, el "pnaenomenon" y se adentra en
el simbolismo, en la abstracción e, inclusive, en la Filo- Entretanto, ¿qué ocurre con los amigos de la Verdad
sofía. y argonautas de la sabiduría? También en ellos se pro-
Engéndrase así una antítesis en la tesis estética: el dujo idéntico proceso de escisión, porque es fatal que
Arte escapa de su primitiva espontaneidad -—intuitiva e en el devenir histórico toda aparente unidad se disocie
irracional--- y se dicotomiza, ya en la Edad Media, en dos en sus dos primarios componentes para constituir, más
actividades contrapuestas: la de servir de válvula de tarde, la síntesis que la eleve a un plano categorial supe-
escape a las tensiones emotivas de sus cultores: Arte rior. Así, la Historia de la Ciencia se convierte en histo-
por amor al Arte", arte subjetivo <—solipsista y salvaje^-- ria de las ciencias. Estas se desgajan paulatinamente del
y la de dar, con determinadas técnicas, formas agradables tronco común de la Filosofía, al paso que surge, también
y útiles a obras, productos y objetos vinculados al bumano desde el medioevo, una diferenciación entre los cultores
vivir, en todos los niveles de sus satisfacciones materiales. de la Ciencia pura (afanosos por desvelar secretos del
De esta suerte solamente una parte de sus modalidades Universo y almacenar conocimientos, para satisfacer me-
sigue cultivando el Ideal estético: las llamadas Bellas ramente un ansia de curiosear) y los trabajadores de las
Artes" en tanto otra, quizás la más numerosa, se pone al ciencias aplicadas, que se empeñan en resolver proble-
servicio de la Industria, del Comercio y de cuantos traba- mas técnicos, en relación con el dominio de las fuerzas
jos emprende la Kumanidad progresiva. Quienes cultivan naturales para ponerlas al servicio de la Humanidad.
las Bellas Artes se siguen denominando "artistas", quie- Aquéllos se denominan "investigadores" y éstos quedan
nes se dedican a las Artes Industriales se designan como reducidos a puros "técnicos" científicos.
"artesanos". Y surge la polémica, periódicamente reno- Mas otra antítesis surge dentro del propio campo de
vada, entre unos y otros: ¿Kay que hacer Arte puro o la investigación científica, antítesis que Poincaré ha seña-
precisa bacer Arte aplicado? El arte puro no existe -—afir- lado, modernamente, con singular clarividencia: cuanto
marán más tarde los marxistas^-- porque no existe Cultura más profundamente se trata de penetrar en la búsqueda
que sea autóctona, es decir, independiente de las condicio- de las más esenciales e importantes verdades del conocí-
170 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PKOBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 171

miento científico, tanto menos efectiva resulta la razón mente en. la medida en que aparentemente se oponen:
y más lo es la intuición. Aquélla usa la lógica para lograr, exactamente como el varón y la hembra se funden con
penosa pero seguramente, sus resultados; ésta biota es- tanta mayor fuerza cuanto más se diferencian sexual-
pontáneamente e ilumina el panorama conceptual de mente. Esa fusión de la Ciencia y el Arte, esa síntesis
súbito, con íogoso resplandor, sorprendiendo ai propio creadora, no es, después de todo, más que la etapa final
sujeto, que tiene Ja impresión de ser más espectador de un ciclo del ' Eternel Retour", pues ambas salieron,
que autor de sus ideas. Los artistas conocen bien ese es- ya, fundidas de la cabeza de Júpiter, cuando nació Mi-
tado en que tal maravilla ocurre y lo llaman inspiración . nerva, que era tan inteligente como hábil, es decir, tan
Mas no es privativo de ellos: los grandes cientistas nos dueña en el pensamiento como en la acción.
afirman que también lo suelen vivir y que a él deben Oigamos, acerca de este particular, a una de las
sus mejores descubrimientos. Con esto entra lo irracio- más esclarecidas mentes de la España Peregrina, la del
nal" ^-por la puerta grande-— en el campo .--frío, metó- filósofo García Bacca que, en su Filosofía de las Ciencias
dico, ordenado y lógico»— de la investigación científica. proclama: La física moderna no es "ciencia natural",
Con esto se establece que la Ciencia requiere también es arte . Todas las ciencias modernas son, en rigor,
su pasión.,- como el Arte su razón y que la busca tan artes , artes intelectuales, reconstrucción «—según plan
afanosamente como éste. original (el Entwurf, ¿e Kant) y originario del nombre
en cuanto trascendental^- de lo real que, frente a tal
plan categorial, se presenta como puramente dado, como
DIALÉCTICA DE LA CIENCIA Y EL ARTE
material en bruto".., y un poco más adelante, en la
AKora que liemos entrevisto las contradicciones ínti- misma página 10 de esa obra, añade: "Se equivocó las-
mas de la Ciencia y el Arte podemos comprender mejor timosamente el gran Galileo a! pensar que lo real está
ías que regulan aparentemente sus interrelaciones for- escrito en caracteres matemáticos: entendiendo por esta
males, Y nos Rallaremos así en condiciones de arirmar célebre frase que lo matemático es constitutivo de lo real
no solamente la posibilidad sino la necesidad de que se y que lo real no tiene más legalidad esencial que lo ma-
•produzca una síntesis, gracias a la cual en el futuro exis- temático . Y aun agrega, antes de terminar la misma
tan "artistas científicos" y "cientistas artísticos , cuya página: las ciencias modernas, en cuanto modernas, es
diferenciación no sea categoría! o esencial sino meramen- decir, en cuanto trascendentales, son artes científicas, muy
te marginal o circunstancial, marcada por el acento esti- semejantes en su estructura al arte arquitectónico". Este
iístico y no por la actitud fundamental de reacción y criterio no es producto de un capricho dialéctico '>—ya que
enfoque ante los problemas. nadie sería en este aspecto menos sospecKoso que el pro-
Ciencia y Arte se llaman y complementan, precisa- pio García Bacca — ex-fraile pero actual católico prac-
172 E M I L I O MIRA, Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 173

ficante; es el resultado de una rigurosa consideración del mando ni si lo que decimos es cierto). ÍQué tremendo con-
panorama actuaí de las Ciencias físiconaturales, que le traste con la primitiva pretensión de exactitud, rigor y
lleva a concluir (pág. 284 libid) : "El tipo de ciencia realismo de la Ciencia en la Antigüedad!
física es irreductible á la lógica y a las matemáticas por- Bien comprobado está, por tanto, que los casos de
que la realidad íísica posee una estructura óntíca propia De Vinci, de Goethe, de Schiller, de Borodin o de Pérez
y original". O dicho todavía con mayor crudeza: el Gafaos, de "Alejandro. Korn, José Ingenieros, Euclides
orden "real" se somete nada más "probablemente" al da Cunha y de tantos otros varones que supieron triunfar
orden de lo "posible" . (pág. 286, Ibid). indistintamente en las actividades científicas y en las be-
Veamos, también, cómo discurre otro genial pensa- llas artes, pueden multiplicarse hasta el punto de lograr
dor moderno: Havelock Ellis, en su célebre libro The que cualquier ser humano normal posea una equilibrada
Dance of Life. En el capítulo sobre lo que él llama "el y equivalente capacidad para descubrir verdades y para
arte de pensar" {The art of thinfcing, pág. 75) después crear obras bellas, para propulsar conocimientos y para
de sostener que la Filosofía -—madre de las Ciencias-^ ocasionar goces estéticos.
no aspira a ser un sistema de nociones y sí, meramente, ¿Cuáles serían las ventajas de una tal síntesis, de
una actitud y un modo de vivir, y después de citar a una tal armonía reintegradora del Hombre? Si se nos
Nietzsche al decir que debemos leería más por su verdad muestran apxeciables, valdrá la pena calcular el modo
poética que por su verdad histórica, llega a esta concreta de lograrla. Nada mejor, para contestar a esa pregunta^
afirmación: "The supreme men of science are recognísabíy que aducir algunos ejemplos de los írutos conseguidos
artists, and tfie earliest forms of art were doubtless con la recíproca intersección de la Ciencia y del Arte en
associated with magic, which was primitive man. s science algunos sectores del Humano Hacer.
(Los supremos cientistas son artistas manifiestos y las Citemos, en primer lugar, por ser ejemplo obvio, el
rormas iniciales del arte se bailan indudablemente aso- caso del Cinema: inicialmente considerado como el Sép-
ciadas con la magia, que era la ciencia de los hombres timo Arte, ¿quién duda que hoy su actividad sirve por
primitivos). igual r-y^es servida a su vez— en los ámbitos del Arte
Pero escuchemos todavía la opinión de otra mente y ele las Ciencias? Gracias a éstas progresaron sus técni-
representativa del máximo saber actual: Bertrand Rus- cas y gracias a aquél pudo servir mejor para la difusión
sell, en su célebre trabajo: Mysticism and Logic, escribe de las Ciencias- Por ello, también, ha triunfado con tan
que las matemáticas pueden ser definidas diciendo que enorme rapidez y le está reservado un lugar de elección
son 'tfie subject in which we never Icnow wnat we are en todos los campos de la humana actividad.
talking about, ñor whether what we are saying is trae' Ejemplos de la perfecta hermandad de la Ciencia y
(el asunto en el cual nunca sabemos de qué estamos ha- el Arte cinematográficos nos lo dan films como el de la
E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 175
174

expedición Byrd ai Polo Sur, Las maravillas de la Cien- perfección, la teoría y las técnicas psicoterápicas, pero
cia, Paisajes submarinos, La vida de las estrellas y un careciese del imponderable arte de ' seducción personal
sin fin de documentales didácticos, en los que se advierte sería tan inefectivo como el que tuviese éste, pero no
un perfecto maridaje entre la fidelidad y la belleza ex- supiese aprovechar el crédito con él logrado, por carecer
positiva. de visión acerca de las rutas, criterios y actitudes qué
Mas veamos otro campo en el*que también se na precisa crear en sus consultantes.
logrado la síntesis que estamos postulando: la denomi- Y así podríamos ver que también se requiere una com-
nada "Arquitectura funcional". Esta concibe la casa co- pleta fusión de Ciencia y Arte en las actividades políticas,
mo ambiente destinado a solucionar las necesidades y educativas, nistoriográficas, e inclusive en las tareas in-
apetencias primordiales del nombre, mas también como dustriales. Quien tuviese duda acerca de éstas puede
medio de proporcionarle placer y bienestar psíquicos, consultar, por ejemplo, la extraordinaria obra de Richards
favoreciendo su actitud contemplativa y sus goces esté- "Art in Industry" (MacMilIah).
ticosensuales. Le Corbussier y su escuela pertenecen
precisamente a esa categoría de cientistas artísticos y de VENTAJAS QUE SE DERIVAN DEL MÁS INTIMO CONTACTO
artistas científicos, que devienen una u otra modalidad DE ARTISTAS Y CIENTISTAS
según el tipo de problema que enfrentan. Y ¿qué duda
cabe que esa nueva dirección ofrece- soluciones insospe- El proceso de síntesis, que hemos visto definirse cla-
chadas y felices para el Homo Domesticus? ramente en algunos aspectos importantes de la actual
Otro territorio ^-<de mayor proyección todavía.-- en el cultura occidental, llama a muchos de los integrantes de
que se está operando la síntesis Ciencia-Arte es el de una cualquiera de sus raíces y los lleva a querer obte-
la Psicología y, en especial, de la Psicoterapia: Un psico- nerlo mediante individuales iniciativas: así, pongamos
terapeuta es tanto un nombre de ciencia como un nombre por caso, un médico decide dedicarse, a novelista o can-
de arte; su tarea de esculpir >—'sobre la tambaleante y tante, en tanto un escultor se apasiona por la geología,
quebradiza individualidad que demanda su auxilioi—< una o un ingeniero se dedica a tocar el violín y un literato
nueva, recia y eficiente personalidad, requiere por igual emprende en su jardín investigaciones de genética vege-
el uso de las más severas técnicas de exploración y diag- tal. Todo eso puede aceptarse y hasta recomendarse,
nóstico científico y de las más imprevisibles <—y en oca- porque es sabido que, además del trabajo, quien más
siones fictivas^- Labilidades de trato personal, en el que quien menos, requiere un hobby . Pero ello nada tiene
la gracia, la pantomima, la empatia y. otras cualidades que ver con la actitud que tratamos de inculcar en este
estrictamente artísticas determinan el éxito de la obra ensayo: lo que precisa no es tanto que cada uno de
emprendida. El psicoterapeuta que sólo poseyese, a la nosotros trate de desdoblarse e improvisarse en lo que no
E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 177
176

es, sino que cada cual contraste e intercambie sus opinio- ¿CÓMO LOGRAR ESA. COMBINACIÓN DE VALORES?
nes, sus conocimientos y sus creencias, respecto a punios
álgidos de la vida cultural, escuchando precisamente a La síntesis dialéctica: Ciencia y Arte, Verdad y Be-
quienes nunca oyó, ni apreció, o sea, a quienes se apar- lleza, Sabiduría y Goce, sólo puede conseguirse sí quienes
taron de él en los albores de la adolescencia y se encajo- pretenden lograrla saben colocarse en una postura tras-
naron en sectores existenciales diversos, en los que elabo- cendente y superior a los enfoques parciales *—de tesis y
raron concepciones quísticas, Fragmentarias, mas no me- antítesis,- de contradicción aparente y de oposición técni-
nos reales que las por él conseguidas desde su especial ca— que separan a esas dos categorías <íe la vida espi-
enfoque profesional. ritual.
Se requiere, pues, el diálogo, porque sólo esa conver- Ello equivale a colocar el valor humano sobre todos
sación dia-Iogada (es decir, penetrante a través de la los demás: el Hombre no sólo es la medida de todas las
envoltura palabresca, para alcanzar el sentido profundo cosas sino, en cierto modo, su creador y su propietario
de sus conteníaos conceptuales) podrá darle una visión, natural: antes que al valor "local" del conocimiento o la
más aproximada y completa del Mundo y de la Vida. habilidad técnica precisa atender al valor "global" de
Entonces, el dentista instruirá al artista en los rigores del quien los adquiere y éste vendrá determinado por el uso
razonamiento lógico, de la precisa objetivación estadístico- que de ellos haga; la jerarquía personal está por encima
experimental, de la interpretación biológica pluridimen- de la instrumental y la condiciona; así, un cuchillo intro-
sional de los KecKos; en tanto el artista iluminará y con- ducido en un vientre puede ser puñal asesino o bisturí
moverá al cientista con sus intuitivas observaciones, con salvador de una vida en peligro, y un cultivo de bacilos
sus apasionadas creencias y comentarios, en los que siem- puede convertirse en vacuna benéfica o en ponzoña bé-
pre se evidencia algo que lleva el signo de la profunda y lica destructiva de una nación. . . toda adquisición cul-
eterna sabiduría natural: le descubrirá «--con otras pala- tural es un arma de dos filos y precisa decidir cuál de
bras, gestos o acciones*— aspectos basta entonces inconsi- ellos se emplea antes de calificar a quien la maneja. Si
derados de la propia realidad sobre la que el cientista tra- éste no la emplea y la mantiene guardada i—cual polvo-
baja . . . y no rara vez le sugerirá soluciones sencillas y riento libro en inconsultada mesa*-< entonces ¿para qué
efectivas /--verdaderas "perogrulladas''*-> para problemas la adquirió? ¿Puro placer de acaparar o "coleccionar"
que éste consideraba de enorme dificultad técnica. poder sapiente? ¿Puro goce de "curiosear" y absorber
resultados de ajenos esfuerzos mentales, para jactarse de
ser "superior" a los demás? No: evidentemente, la ciencia
y el arte de museo ^-envueltos en naftalina y en vacua
pretensión de autosuficiencias no pueden combinarse ni
178 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 179

sintetizarse, porqué-ofrecen apenas productos cadavéricos, García Lorca de Río de Janeiro, se congreguen todos los
deshumanizados, tanto más aparentemente puros cuanto amigos y cultivadores de los valores intelectuales, para
más vacuos. contemplar, comprender, difundir y defender, conjunta-
Para que la Ciencia y el Arte se combinen precisa que mente, las esencias profundamente vitales y populares de
sean vivientes, que se Rallen prendidos de las angustias y una cultura milenaria y siempre actual, como es la cultura
necesidades del hombre que los engendró, no como lujo hispánica. El español Rabia con acento universal porque
ni pasatiempo, sino como respuesta a un ansia de perrec- ha sido siempre su Tierra el punto nodal, de encuentro y
ción y de elevación, de superación de miserias y dolores, lucha de las culturas y ambiciones Rumanas universales;
de mejoramiento en sus condiciones, individuales y socia- invadida por todos los pueblos conquistadores, supo que-
les, de vida. Y entonces sí: el saber adquiere tanta finali- darse con lo más firme de cada uno de ellos y sacudir
dad y sentido como el crear; la verdad se Race tan con- después, displicentemente, con el lomo de su táureo
veniente y benéfica como la belleza. El investigador y el cuerpo, el resto parasitario de los mismos. Y esto explica
artista ya no se sienten ajenos ni opuestos, puesto que un por qué no Ray ciudad española en la que no se encuen-
fin común los une y abraza, es decir los liga y religa: la tren organizadas "tertulias", "peñas" y "Ateneos" en
verdadera y auténtica Religión,-basada en el amor a sus donde a diario se intercambian, con chachara intrascen-
semejantes, no en un amor condescendiente y caritativo dente o con académicas conferencias, las grandes ideas de
sino en un cariño auténticamente espontáneo y admirativo, los más diversos campos culturales. Y esto explica, tam-
que Race sentir la obligación de dar de sí antes que pen- bién, por qué cuando el propio Ser Nacional se vio ame-
sar en sí. nazado por la misma combinación de fuerzas reacciona-
Un camino para esa vivificación de las Artes y las rias que ahora ^-con otros nombres pero con ios mismos
Ciencias es, precisamente, el que rompe los quistes en que hombres-- amenazan al Mundo, todos sus habitantes
se Rallan aprisionadas y funde sus contenidos en el am- <—y con ellos confundidos sus hermanos dentistas y artis-
plio crisol de una federación de trabajadores de la inte- tas^- sintiesen el imperativo categórico de la lucha por la
ligencia, tal como '--según el fascinante testimonio de defensa de la Libertad y de la Cultura.
Duhamel-—< Ra ocurrido en la inmortal Francia, bajo la Perdida temporalmente la batalla, esa maravillosa
imperativa consigna de "renovarse o morir ', que actua- unidad, templada por el fuego y el dolor, la muerte y el
lizó el rigor de la ocupación nazista. hambre, llevó a nuestros mejores intelectuales, confundi-
Otro camino, menos ambicioso y análogamente efecti- dos con sus camaradas, a los campos de concentración
vo para los climas amenos bélicos y organizados'—' del y luego, los más afortunados, constituyendo la España
Continente austral, es el de crear y multiplicar Ateneos, Peregrina, se esparcieron por el orbe, haciendo rebrotar
Sociedades y Agrupaciones en las que, como en el Ateneo en revistas tales como Romance, Sol y Luna, Cuader-
180 EMILIO MIRA Y LÓPEZ

nos de América, etc., la síntesis rmmanista que estamos


elogiando.
En esa síntesis se contiene, a nuestro entender, la
CAPÍTULO VII
esperanza de una mejor Humanidad, en la que ía Sabi-
duría y la Bondad, la Razón y la Pasión, la Verdad y PSICOLOGÍA DE LA CONDUCTA
la Belleza, se encuentren por igual desarrolladas. Una REVOLUCIONARIA
humanidad en que la ambición, el afán desmesurado
de poder, el egotismo, las supersticiones, la cobardía, la
hipocresía y ía desfachatez, no tengan Lase ni pretexto
para medrar, porque cada cual se sentirá, por primera
JUSTIFICACIÓN DEL TEMA — L A REVOLUCIÓN CO-
vez en la Historia, realmente hermano de toaos los de- MO FENÓMENO HISTÓRICO ¥ COMO FENÓMENO
más, pues Labra logrado alcanzar la plenitud de su Ser PSICOLÓGICO. — RASGOS FUNDAMENTALES DE LA
humano, dando a este calificativo la bella y precisa acep- CONDUCTA REVOLUCIONARIA. ~- POSICIÓN CIEN-
TÍFICA ANTE EL HECHO REVOLUCIONARIO.
ción en que lo definió el dilecto espíritu de ese gran
dentista-artista que se llamó Paul Valery, cuando escri-
bió: "Etre humain, c'est sentir vaguement qu'il y a de Afirman los naturalistas modernos que el aforismo
tous dans chacun, et de chacun dans tous. II y a de la de Linneo: ' Natura non facit saltus" tiene importantes
victime dans le bourreau et du burreau dans ía victime, excepciones: en el terreno de ía evolución geológica, los
du croyant dans l'iricroyant. grandes cataclismos terráqueos; en el de la evolución de
las especies animales, la aparición de nuevas formas por
II y a de quoi poasser de í'un á Lautre, et c'est peut- "mutación brusca"; en el de la evolución humana, la
étre cette puissance de transrormation qui est I essence creación de nuevas culturas revolucionarias. Podrá, pues,
méme du veritable Moi . discutirse si cabe o no mantenerlo como válido pero re-
sulta innegable que el ritmo de los procesos vitales se
acelera en ocasiones de tai modo que éstos adquieren
una peculiar fisonomía y dejan de poder ser compren-
didos y estudiados con las pautas, técnicas y criterios
habituales en la Historia Natural.
Ocurre no obstante un hecho paradójico y es el de
que los hombres de Ciencia, aferrados a la idea de apor-
tar sistematización y dar una estructura lógica a su ma-
terial de estudio, han descuidado lamentablemente la in-
182 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 183

vestigación de tales "excepciones" y las Kan considerado menos que mayormente contribuyen a justificar la donosa
como ajenas a su interés, como hechos anómalos y mor- afirmación de que el Mundo "es un valle de lágrimas".
bosos que no son dignos de mayor atención. Así, en Físi- Averiguar por qué causas sufren y padecen los hombres,
ca, hay miles de trabajos sobre la acústica de los sonidos determinar los obstáculos con que tropieza su Progreso,
y en cambio apenas si se encuentran publicaciones acerca crear las soluciones técnicas que permitan superarlos y
de los ruidos. En Biología se observa algo parecido, hasta —lo que es más importante— asegurar su eficaz y justa
el punto de que se considera como un acontecimiento el aplicación... he aquí la misión augusta de la Ciencia.
desplazamiento voluntario de un equipo de bacteriólogos Se argüirá que estamos definiendo el campo de las
a un lugar en donde exista una violenta epidemia, por Ciencias Aplicadas y que la Ciencia pura ha de aspirar
ejemplo, cuando en realidad estos especialistas deberían solamente al conocimiento de la Verdad quedando al
acudir a él y concentrarse como moscas sobre un plato margen de los problemas concretos del "homo politicus",
de natilla, en vez de estudiar las bacterias "domestica- pero a esto hay que contestar que las grandes verdades,
das!' tras años de permanencia "in vitro". las verdaderas y eternas verdades —permítasenos el pleo-
Sin duda es por esto que los hombres que se espe- nasmo— que precisa descubrir y revelar son las que ha-
cializan en el estudio de las reacciones humanas dedican cen referencia al Ser y al Destino del Hombre en el
en tiempos normales miles de volúmenes a su descripción Mundo. Y éstas no pueden abandonarse cómodamente
y en cambio en tiempos de guerra o de revolución tales a las elucubraciones metafísicas sino que han de ser con-
psicólogos de "laboratorio" acostumbran a sumergirse quistadas atravesando el largo camino de los ensayos y
discretamente en la penumbra del silencio y de la ce- errores con la única y definitiva ayuda del método ex-
guera voluntaria. Consecuencia de ello es que en la perimental.
actualidad en los índices bibliográficos más completos de Así concebidas las cosas, se comprende pero no se
la ciencia psicológica pueden contarse con los dedos de justifica que las llamas de la Guerra y de la Revolu-
la mano los trabajos referentes a tales aspectos de la ción Española ahuyentasen a los psicólogos que debían
investigación de la conducta humana. haberse reunido en Madrid, en abril de 1937, para cele-
Y no obstante, si la Ciencia aspira a conseguir el brar su XI Congreso Internacional. iQué lástima!; podían
aprecio de la Humanidad y a ser algo más que un objeto haber aprendido, en una semana, más Psicología viviendo
de lujo, que un precioso pero estéril malabarismo intelec- las incidencias de la defensa de la capital de España
tual, ha de enfocarse en el plano de las necesidades so- que la que han conseguido saber en luengos años de
ciales y proponerse, nada menos ni nada más, ser la teóricos estudios y experiencias de "laboratorio" en sus
llave maestra de la felicidad humana. Para lo que, en tranquilas y apacibles Universidades.
primer término, ha de estudiar los problemas y los fenó- A nosotros nos ha sido dada, en cambio, la ocasión
184 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 185

de asistir; como espectadores unas veces y como actores, tencial del espíritu humano, del alma universal que sin-
otras, a las diversas fases de la gigantesca conmoción tiéndose angustiada por la discordancia, cada vez ma-
que na removido hasta sus más íntimas raíces la vida del yor, entre sus anhelos y sus logros decide, en primer
pueblo español. Y de ella hemos entresacado materiales término, desprenderse de sus ya achacosas y caducas ves-
y experiencias suficientes para intentar, por vía de ensa- tiduras, es decir, desnudarse y librarse de cuantas es-
yo, algo que hasta ahora nos parece que no ha sido tructuras y organizaciones la oprimen y molestan, para
hecho: un ensayo de descripción científica de la conduc- ver si así, sola y libre, es capaz de rehacer su auténtica
ta revolucionaria, concebida, desde luego, como proble- personalidad y acertar el camino que la conduzca a ob-
ma psicológico. tener su paz interior. Del mismo modo, no obstante, que
cuando alguien que se halla preocupado en resolver un
LA REVOLUCIÓN COMO FENÓMENO HISTÓRICO Y COMO problema mecánico se quita la americana para tener más
FENÓMENO PSICOLÓGICO libertad de movimientos ^-sin que por ello avance real-
mente un ápice en su solución^- los pueblos tiran por
De dos maneras principales cabe,' en efecto, consi- la borda sus gobiernos e instituciones cuando viven con
derar los movimientos revolucionarios: como procesos demasiado disgusto ^-> sin que con ello consigan tampoco
históricos y como procesos psicológicos. Desde el primer superar la dificultad de sus problemas. Por eso el gesto
punto de vista la Revolución se presenta como un período, espectacular de quedarse en mangas de camisa, o de ha-
más o menos largo de la historia de un pueblo, durante cer añicos al Estado, puede atraer la atención de los
el cual se producen una serie de cambios en su organi- historiadores y servir de punto nodal para sus estudios,
zación políticosocial originados por el asalto al poder de pero no pasa de ser un incidente y casi un epifenómeno
minorías audaces (o incluso de individualidades dotadas para el psicólogo a quien interesa, sobre todo, la com-
de ingente fuerza sugestiva sobre las masas) que, con un prensión del largo proceso psíquico colectivo que le pre-
programa de acción relativamente bien definido en su cede y le sigue.
aspecto destructivo y todavía nebuloso en el constructi-
vo, intentan improvisar sobre la marcha la ruta histórica, Estas consideraciones nos hacen ya ver que mien-
siempre erizada de cambios de dirección, de dificultades tras la Revolución para el historiador no pasa de ser un
sin cuento y, lo que es peor, de revueltas sangrientas y problema de Orden Público o, todo lo más, de modifica-
de penalidades de todo género para una o más gene- ción estatal y social ribeteado por unas cuantas fechas
raciones. . * ' sangrientas y unas cuantas disposiciones audaces, para
Pero desde el punto de vista psicológico la Revolu- el psicólogo representa en cambio una fuente inextin-
ción es algo totalmente distinto, a saber: una crisis exis- guible de problemas y un copioso caudal de experiencias
186 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 187

de las que cabe extraer —si se aprovechan para el es- De un hombre que a su vez será creador de toda una
tudio científico— inapreciables enseñanzas. cultura. Por eso es tan difícil hacer una revolución. Por
Así, puede parecer que la Revolución Francesa se eso ha habido tan pocas revoluciones" (La rotación de
inicia con el asalto a la Bastilla y se termina con el co- los grupos sociales. Rev. de Psicología y Pedagogía.
ronamiento de Napoleón ---tal sería la verdad histórica— N9 18. 1937). G. Le Bon afirma: "La vida de un pue-
cuando en realidad, desde el punto de vista psicológico, blo, sus instituciones, sus creencias, su ciencia y sus ar-
tai período no es más que un episodio del largo proceso tes son la trama visible de su alma invisible. Para que
o ciclo que conduce a la Humanidad desde el.nivel má- un pueblo transforme sus instituciones, sus creencias, sus
gico al lógico y cuyo hecho más significativo no es la artes, necesita antes transformar su alma" (Psychologie
abolición de los privilegios de casta sino la proclamación des Peuples. Pág. 137).
de los Derechos del Hombre. En efecto, muchas veces Podemos, pues, considerar que desde el punto de
antes de 1789 habían sido derribados los tiranos pero vista histórico todo ciclo biosocial aparece limitado por
nunca hasta entonces había intuido la Humanidad las dos fechas revolucionarias (el ciclo biosocial burgués,
bases de la Democracia. Por esto si desde el punto de por ejemplo, se inicia aparentemente con la.toma de la
vista histórico basta con poco más de dos decenios para Bastilla y termina con el asalto al Palacio de invierno:
agotar el "asunto" de la Revolución Francesa, desde el 1789-1917) pero en realidad, desde nuestro punto de
punto de vista psicológico no es suficiente todo un siglo vista psicológico, cada ciclo biosocial lejos de encajarse
para abarcarla. exactamente en tales límites los desborda y cabalga so-
Unas citas recogidas al vuelo nos confirmarán có- bre ellos, de suerte que dichas fechas, más que un final
mo, para quien considera al proceso revolucionario con y un principio, representan puntos nodales en los que se
un criterio científico-psicológico, su aspecto histórico- invierte la dirección y el sentido de la corriente afectiva
espectacular pierde todo interés y en cambio lo gana el que conduce las aspiraciones colectivas. Es dura ley de
estudio de los cambios de la conciencia colectiva. Luis la vida psíquica la de hallarse en perpetua transforma-
Andre, por ejemplo, dice: Antes de que el pollo rompa ción y en constante devenir: apenas conseguida la reali-
el cascarón ha de incubar el huevo la gallina. El sentido zación de una estructura y de una cultura social empieza
íntimo de una revolución social es la conciencia del des- a dibujarse el perfil de otra que luchará contra ella has-
equilibrio, de la disconformidad, entre lo que es en un ta vencerla y sustituirla. Así pasan en interminables des-
orden jurídico dado y lo que debiera ser según las exi- files las teorías filosóficas, los estilos artísticos, los regíme-
gencias de la justicia" (pág. 257. Revolución. Españo- nes jurídicos, las organizaciones políticas. . . . ni la Reli-
lismo. Prasología). Gallegos escribe: "La revolución au- gión ni la Ciencia se libran tampoco de este "perpetuum
téntica es nada menos que la creación de un hombre. mobile" aun cuando aparentemente parezcan más esta-
188 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 189

bles. La razón de estos cambios es obvia: el hombre, co- de la Humanidad) — el espíritu revolucionario es ge-
nuinamente creador".
mo ser vivo, se halla en continua evolución y al compás
¿Qué diríamos de un fisiólogo que al estudiar la
de sus íntimas transformaciones altera sus creaciones. Si
' revolución o crisis puberal" se fijase solamente en la
fuese posible imaginar una época en la que el conjunto
desaparición de los rasgos infantiles, entonase un canto
de los Hombres hubiese satisfecho plenamente sus anhe-
jeremíaco a las deformaciones orgánicas que en ella se
los, en la que la organización social fuese tan modélica
observan, se asustase ante. la aparición de pelos, la mo-
que no existiesen descontentos que conspirasen contra
aincación de Ja voz, la disminución del rendimiento inte-
ella, en la que la Cultura hubiese llegado a su total sa- lectual, etc., y no viese ni investigase, en cambio, lo que
turación. . . la vida psíquica se marchitaría; la afectivi- constituye la esencia de esa conmoción biológica, es de-
dad se embotaría y todas las funciones intelectuales se cir, la puesta en marcha de la actividad genésica que
verían sustituidas por automatismos que harían del hom- pronto iluminará con sus fulgores todo el ser juvenil?
bre un ser desespiritualízado y de la Humanidad una Las revoluciones sociales constituyen un fenómeno
monstruosa colmena de bípedos. tan natural como las crisis biológicas de crecimiento y
Pero esta consideración no impide creer en la real por ello no cabe aplicarles un criterio ético ni es posible
efectividad del Progreso. Entre la horda y la tribu hay interpretarlas "per se" sino engarzadas con los dos mo-
diferencias de valor, como las nay entre el feudalismo y dos existenciales a los que sirven de puente. Resulta asom-
el régimen burgués, y como las hay también entre el ré- broso que un espíritu tan sagaz como el de J. Ortega y
gimen capitalista y el régimen socialista. Sin creer en Gasset haya podido escribir (La Rebelión de las Masas.
tales diferencias es imposible adoptar otra actitud frente Obras Completas. Pág. 115): "Lo que es inconcebible
a la vida que la de un aburrido y mortal escepticismo. y anacrónico es que un comunista de 1917 se lance a
Cierto que "no todo lo nuevo es lo mejor' , pero sin lo hacer una revolución que es en su forma idéntica a to-
nuevo no habría lo mejor''. Por ello hemos de ver en la das las que antes ha habido y en que no se corrigen lo
sucesión de los ciclos biosociales no solamente un hecho más mínimo los defectos y errores de las antiguas". Tal
fatal, derivado de la ley evolutiva, sino un hecho favo- juicio tendría razón si fuese posible "dirigir" la revolu-
rable y esperanzados Y en los procesos revolucionarios ción como se dirige un buque en las tranquilas aguas de
que, en forma explosiva impulsan de vez en cuando ta- un puerto, es decir, obedeciendo exactamente a las indi-
les ciclos, no hemos de esforzarnos en percibir solamente caciones de una ruta previamente estudiada en un mapa
cuanto tienen.de morboso y de tánico sino que, por el invariable. ¿Corregir los defectos y errores de las anti-
contrario, hemos de estudiar y destacar cuanto encierran guas revoluciones en las nuevas?; ello equivaldría a po-
de valor ya que —como afirma Valois (Una nueva edad der hacer una revolución "a la medida", a poder mover
190 E M I L I O . M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 191

las masas con la seguridad de quien mueve las piezas so- RASGOS FUNDAMENTALES DE LA CONDUCTA
bre un tablero de ajedrez. . . y aun así ¿no vemos en la REVOLUCIONARIA
práctica de este juego cómo los grandes campeones incu-
rren a diario en las fallas que ellos mismos Kan criticado ¿Cuáles son los rasgos fundamentales de la conduc-
en sus Tratados? Pretender que la experiencia de una ta revolucionaria? Desde luego, antes de ensayar defi-
revolución sirva para modificar otra es tanto como pre- nirlos precisa que hagamos una salvedad: no entendemos
tender que una criatura deje de subirse a una silla por- por conducta revolucionaria la del que vive durante la
que en su día vio caerse de ella a su hermanito, es tanto revolución, ni mucho menos la del que vive ae la revo-
como exigir de unos pocos Kombres lo que no puede con- lución, sino la del que vive la revolución sintiéndola con-
seguirse de la Naturaleza con todo su poder: la recti- substancialmente en su ser y es, por lo tanto, una parte
ficación de la filogenia en la ontogenia; el dominio del de su Todo. Claro es que en este vivir ía revolución cabe
inconsciente por la conciencia. Cuando oímos de los la- distinguir un vivir para, un vivir contra y un vivir en
bios de sesudos y doctos varones que, por ejemplo, los ella. Lo primero corresponde al revolucionario auténtico,
responsables de una revolución popular Kabrían de evi- lo segundo al contra-revolucionario también auténtico y
tar su período "catastrófico" porque la experiencia de- lo tercero al hombre indeciso y fluctuante que, aun sin-
muestra que es el más peligroso y el menos efectivo para tiéndose absorbido por la vorágine revolucionaria y hon-
el logro de sus objetivos, no podemos por menos de con- damente conmovido por ella, no acierta a vincularse con
testarles: ¿y por qué no pasan ustedes sus Kijos direc- una dirección de conducta determinada y aparece absor-
tamente, cuando nacen, al 2° año de su vida y así les
to y desorbitado, pagando con sus íntimas tribulaciones
evitan 12.meses de peligros y de torpezas? Con la misma
la falta de adopción de ésta.
fatalidad que cada hijo de vecino tiene que Kacer su'
aprendizaje en la vida, tiene que hacerlo cada pueblo y Pues bien, si tomamos como pauta inicial para nues-
tiene también que sufrirlo cada revolución. tro estudio el caso típico del que podríamos denominar
revolucionario cien por cien veremos que, aun recono-
No obstante, algo puede hacerse para favorecer el
ciendo la gran variedad de sus posibles pautas de reac-
encauce de las conductas revolucionarias y este algo es,
precisamente, estudiarlas científicamente, de un modo ción, que más adelante clasificaremos, es posible dedu-
objetivo, sin apriorismos o prejuicios. De tal estudio —y cir de éstas, como rasgos generales- y característicos de
sólo de él^- es posible extraer algunas normas que equi- su conducta en el período álgido los siguientes:
valgan en el terreno de la Sociología a lo que en el de I9 La trascendencia del ser. >—• En efecto, el revo-
la Paidología representan las normas de puericultura. lucionario se halla "fuera de sí", es decir, trascendido.
Y a este intento vamos. Toda su conducta no aparece orientada por motivos per-
192 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PKOBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 193
sonales y concretos sino por normas genéricas dogmáticas do sabe que la justicia revolucionaria solamente maneja,
y abstractas. Incluso cuando tales normas descienden a cuando es típica, esos dos términos y envía a sus incul-
la categoría pedestre de ' consignas circunstanciales, el pados a la calle o al cementerio. Pedirle a un revolucio-
revolucionario las aplica con tan implacable rigor y ho- nario que introduzca distingos y matices en su conducta
mogeneidad que las eleva nuevamente al plano imper- es pedirle tanto como que la mixtifique y pierda una de
sonal dogmático en que se desarrolla su actividad. sus más esenciales características, derivada, además, de
29 La desaparición de la ecuanimidad y de la re- la que hemos citado en primer lugar. Porque resulta evi-
latividad en las junciones judicativas, con la consiguiente dente que por hallarse trascendido y "fuera de sí" sus
abolición de los matices reaccionóles, — Falta, en efecto, normas de actuación han de resultar impersonales y por
en la conducta revolucionaria la ponderación nabitual en tanto su conducta ha de serlo también.
las actividades de los tiempos normales. El revoluciona- y Aumento desmesurado de la ambición y de la
rio, que echa sobre sus hombros la tarea ingente de trans- conciencia del poder. <—< Corolario de los rasgos anterio-
formar el Mundo, se ve obligado a sacrificar a ella cuan- res es el hecho característico de que cada revolucionario
to pueda representar un retraso o una limitación de efi- en funciones se siente engrandecido en su poder y capaz
cacia y adopta, aun sin proponérselo, la Ley del Todo o de emular en cualquiera de sus gestas al jerarca más
Nada como norma y guía en su actuación. Esta ley, por dominador. No obstante, conviene hacer notar que esta
lo demás, sabemos que rige todas las actividades pri- sed de poder y esta creencia en su poder que exhibe
marias de la vida, es decir, las que tienen por objeto ase- el revolucionario no tiene -—salvo en los especiales casos
gurarla fundamentalmente; así, en el organismo, el co- en que representa una reacción ante un previo complejo
razón —órgano vital por excelencia^- responde de acuer- de inferioridad— un significado de egolatría. En reali-
do con ella a las excitaciones y se contrae con el máximo dad el revolucionario solamente se siente omnipotente en
esfuerzo o no se contrae. Así también el revolucionario la medida en que se juzga parte integrante de ía revo-
en acción no responde a la llamada o lo hace con toda lución y depositario de su gran potencial de acción. Si se
la energía de que es capaz en todos los aspectos de su atreve a cada momento a tratar de igual a igual, o inclu-
Ser. Debido al imperio de tal Ley todo el contenido so de más a menos, a las autoridades y magnates es por-
psíquico se reestructura y simplifica de acuerdo' con el que en aquel momento prescinde de su personalidad y
criterio dicotómico: cum me o contra me . Las gentes encarna el impersonal e invencible espíritu de la revolu-
se alinean en dos grupos bien precisos: hermanos y ene- ción. Pero basta con coger a cualquiera de estos revolu-
migos, creyentes y apóstatas, héroes y traidores. No pue- cionarios y transportarlos en vuelo más allá del área o
de haber soluciones intermedias en ningún caso: o triun- zona de su directo y libre influjo para que, sin que se
fo o derrota, o salvación o muerte. Por ello todo el mun- produzca como es natural en ellos el menor cambio ideo-
194 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 195

lógico, se modifique su conducta y su actitud hasta el Esta compresión del tiempo, asegurada por la ace-
punto de que su mayor anhelo sea entonces el pasar leración del curso de los procesos psíquicos, y de la dis-
inadvertido. tancia, afianzada por el mayor vigor y rapidez de sus
Y es que si analizamos a fondo este rasgo veremos movimientos, determina en conjunto un acercamiento de
que lo que verdaderamente satisface al revolucionario no los objetivos y una "facilitación" de los resultados que
es, como al dictador, el poder "per se' , es decir, el poder causan sorpresa a quien contempla tales sucesos en un
como fin y como "goce", sino el poder como medio o clima marginal. En suma, la conducta revolucionaria no
arma del "hacer", del crear o del obrar. En este sentido solamente es dinámica sino dinamizante y tiene la virtud
puede decirse que sí. bien no todos los obreros son revo- de "sacar de quicio" al más flemático observador.
lucionarios, todos los revolucionarios son obreros. Y obre- 59 Modificación y frecuente inversión de la actitud
ros que llevan con tal fuerza incrustada en su ser la ne- reaccional frente a las situaciones habituales. •—> Este es,
cesidad de su trabajo que ni por un momento descansan sin duda, el rasgo más objetivo y característico de la con-
de él y lo efectúan con obsesionante ardor. De este ardor ducta revolucionaria. Se observa, en cualquiera de sus
y de esa fe derivan en buena parte la seguridad de su rases, no solamente la alteración de las reacciones inte-
elicacia y la creencia en su poder. lectual y afectiva sino de la actitud conativa. Resultado
49 Compresión del tiempo y de la distancia por de ello es una reorientación de los círculos de interés y
aceleración del curso reaccionad >—> He aquí uno de los de los planes de vida: el trabajo profesional es general-
rasgos más curiosos de la conducta revolucionaria que la mente relegado a un plano secundario o totalmente su-
asemeja a la conducta hipomaníaca. El revolucionario primido, se cambian las horas de la vida doméstica, que
vive de prisa y no tiene espera. Cada minuto es una bora asimismo se reduce a su mínima expresión, se sustituyen
para él; si conduce un auto lo lleva a velocidades fan- amistades, se trastruecan también las pautas de la vida se-
tásticas, si come lo Kace de un modo atropellado, cuando xual, en una palabra, se produce individualmente una
habla se le escapan las palabras sin apenas poderlas en- "revolución de la propia conducta", no siempre de acuer-
garzar sintácticamente y puede incluso resultar un tanto do con las normas que se quiere imponer a los demás.
incoherente su discurso. . . pero la falta de precisión de Esto da lugar a contradicciones aparentes y a críticas acer-
su contenido es de sobras compensada por la riqueza ex- bas por parte de quienes pretenden analizar la conducta
presiva de sus gestos y ademanes. Quien le ve y le es- revolucionaria bajo el prisma de la lógica fría e inmedia-
cucha no puede permanecer indiferente y siente bullir ta. Tales sujetos acostumbran a calificar de "vida des-
y pulsar nuevas inquietudes; su valor de excitación (de ordenada este conjunto de modificaciones y contrastes
' agitación" se dice en el argot revolucionario) resulta que caracterizan la existencia revolucionaria; en realidad
inmenso. tal desorden es solamente superficial y debe ser conside-
196 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 197
rado más Lien como otro orden' . Así, es cierto, por requisados ' por un procedimiento similar y, 2", dar
ejemplo, que un sin fin de actitudes de inhibición son X 4~ Z de esos bienes a la viuda del condenado, con el
añora sustituidas por reacciones de excitación y viceversa, fin de aliviar su situación pecuniaria; o que con igual
a la vez que se producen no pocas reacciones paradójicas brevedad de tiempo sospeche y haga detener a un anti-
y otras siguen invariables, pero lo importante del caso es guo amigo por creer que dada su anterior ideología cons-
que con el tiempo tales cambios se afianzan y estabilizan, tituye ahora un estorbo y dé crédito en sus manifestacio-
de suerte que en líneas generales el futuro "modo exis- nes a un desconocido que se le presenta como un exal-
tencial del revolucionario se apoyará básicamente en las tado adicto a la Causa. Unas veces implacable y otras
directrices o vectores de acción que ahora se nos presen- excesivamente tolerante, unas veces receloso y otras cau-
tan, por contraste, como elementos de desorden. Por ello to, tan pronto ingenuo como maquiavélico, ora generoso
se encuentra perfectamente justificado hablar de un "or- ora egoísta, el revolucionario nos muestra en el curso de
den revolucionario" en oposición al "orden habitual" un día tal variedad de actuaciones antinómicas que no
hasta entonces, pero no están en lo cierto los que por es posible aplicarle un calificativo moral, ni siquiera li-
sistema oponen el "desorden y el caos" de la Revolución mitándolo al área personal en que las realiza. Ello es
al "orden mirífico" de los llamados tiempos de Paz. una prueba más del hecho, ya señalado anteriormente
69 Inestabilidad y contradicción de la ética. <—< Co- por nosotros, de que la conducta moral no obedece a pau-
rolario de la característica anterior, que merece no obs- tas lógicas y universales y sí, directamente, a la actitud
tante destacarse por su importancia, es la profunda y afectiva dominante en cada momento y lugar. Por el
compleja" alteración que experimenta la denominada "es- hecho de vivir el revolucionario una existencia pasional y
fera moral' de la personalidad revolucionaria o, dicho hallarse reactivada su afectividad, este rasgo se revela con
más exactamente, el aspecto ético de sus motivaciones mayor nitidez pero puede, por lo demás, ser comprobado
práxicas. Esta aparente contradicción en realidad no pa- a cada paso en cualquiera de los demás existires hu-
sa de ser el reflejo de la dualidad de mundos en que
se desarrolla toda la actividad del revolucionario, pero manos.
aquí se manifiesta de un modo tan impresionante que
constituye una de las características más discutidas e in- POSICIÓN CIENTÍFICA ANTE EL HECHO REVOLUCIONARIO
comprendidas de su conducta. Así, es normal, p. ej., que Por otro lado más peligroso y menos veraz cabría
con pocos minutos de diferencia un auténtico revolucio- asimismo llegar a idéntica conclusión: considerada desde
nario decida: I9, someter a pena de muerte a un cama- el punto de vista biológico en todas sus dimensiones la
rada que ha sido sorprendido cogiendo X cantidad del- Revolución es un proceso Natural, que desborda los
cajón donde se guardan X8 bienes que acaban de ser límites de la conciencia individual y trasciende a los do-
198 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 199

minios de la vida cósmica, exactamente lo mismo que so, por lo general, que decidirse a actuar de un modo
las epidemias, los terremotos o las inundaciones. En la intuitivo, es decir, dejándose llevar por la tendencia afec-
vida Natural no cabe,, aplicar la medida ética, que es tiva prepotente en aquel instante. De aquí las múltiples
propia solamente del campo de las categorías y valores contradicciones y las infinitas rectificaciones de su con-
del mundo inextenso. Hemos dicho, no obstante, que tal ducta.
concepción, justa en su primera parte, es peligrosa y, ade- En suma, del propio modo como la rata en el labe-
más, inexacta en la segunda. ¿Por qué? Sencillamente, rinto de Porteus aprende a fijar un nuevo esquema reac-
porque de un modo encubierto supone una negación ab- cional mediante los ensayos y errores motores, el revolu-
soluta de valor moral al movimiento revolucionario, con- cionario se ve obligado a elaborar sus nuevas pautas de
siderándolo en su conjunto como un paréntesis en la vida conducta a base, también, de ensayos y errores de acción.
del espíritu. Y esto no es cierto: en ninguna otra época Por eso puede afirmarse científicamente que todo autén-
como durante la Revolución los hombres sienten una tico revolucionario ha de ser un nombre de acción. Si in-
mayor preocupación por los motivos morales de su con- tenta realizar una Revolución con la única ayuda de su
ducta. Es más: quizás más que como cambio de una Cul- pensamiento lógico, fracasará tan ruidosamente como el
tura la Revolución se presenta y anuncia como el cam- que se eche al agua sin haber nadado nunca y no cuen-
bio de una Moral. te con otra ayuda que el conocimiento teórico de los
Si la preocupación (Sorge) parece ser uno de los movimientos que precisa hacer para mantenerse y pro-
hechos fundamentales de la existencia humana, la pre- gresar en ella.
ocupación ética lo es, sin duda, de la existencia revo- Si esto es cierto ^-y creemos que lo es^- cabría pre-
lucionaria. Precisamente lo es porque el revolucionario guntar a los puritanos y espantadizos que abominan de la
para cambiar la organización social no dispone de nue- Revolución por las transgresiones que de sus principios
vas reacciones sino de las antiguas que ahora aplica con y consignas cometen quienes la impulsan en sus primeras
arreglo a un criterio distinto, es decir, de acuerdo con rases: por ventura todo aprendiz de una técnica ¿no rea-
una nueva motivación. liza a diario mil y un errores y disparates al aplicarla?
Este cambio le plantea a cada momento el problema ¿Acaso se renuncia a las operaciones quirúrgicas por-
ingente de aplicar de un modo equitativo y ecuánime, an- que algunos enfermos sufran las consecuencias del in-
te la concreta e inmediata realidad, una serie de abstrac- evitable aprendizaje de los cirujanos? O dicho aun más
tas aspiraciones y principios que ahora han de traducirse crudamente: si no hay parto sin dolor ni creación sin
en actos ejemplares. Y claro es, por muy desarrollada que sufrimiento, ¿puede aceptarse a ciegas la teoría de que
se encuentre en él la autocrítica y por muy aficionado se ha de evitar la creación de un Mundo y de un Hom-
que sea a utilizar su aparato lógico, no tiene otro recur- bre nuevos, por las penalidades inmediatas que entrañe
200 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z

inevitablemente tal obra? Toda creación técnico-natural


presupone víctimas (la vacunación, ía aviación e incluso
el sencillo hornillo de gas pueden probarlo) y no obstan- lí
te el nombre la propugna convencido de que es factor ESTUDIO PSICOLÓGICO DE LA CONDUCTA
de Progreso. REVOLUCIONARIA •
Además, y aun contra todas las apariencias, la Re-
volución no es un fenómeno que pueda producirse o in- E S Q U E M A VECTORIAL DE L A R E V O L U C I Ó N " S T A N -

hibirse a voluntad por un genio o por un grupo audaz D A R D " . *-> A N Á L I S I S D E L A S A C T I T U D E S Y R E A C -


CIONES INDIVIDUALES Y COLECTIVAS EN LAS FA-
sino un proceso biológico que se prepara y estalla mo- SES DE INICIACIÓN, LATENCIA, EXPLOSIÓN, AS-
vido por fuerzas y favorecido por circunstancias que des- CENSO, ANFIBOL1A Y DECLIVE DEL PROCESO RE-
bordan el campo de la voluntad humana. Desde este VOLUCIONARIO.
punto de vista estrictamente biosocial, cabe considerarla
un hecho tan fatal y natural como los grandes cataclismos Una Revolución, considerada como proceso bioso-
geológicos. La posición científica y justa no es, pues, la cial, comprende, según ya hemos señalado, un largo pe-
de juzgarla buena o mala, conveniente o contraprodu- ríodo de la vida humana. Su estudio científico debe dis-
cente, sino la de estudiarla de un modo objetivo para tinguir en ella diversas fases evolutivas y analizar las
procurar obtener de ella, si sobreviene, los máximos pro- causas de esta "evolución de la revolución' en sus mo-
vechos con el mínimo de inconvenientes. mentos decisivos. AI fin y al cabo un ciclo revolucionario
puede ser considerado como una época de-transforma-
ción, conflicto y readaptación de enormes cantidades de
energía psíquica potencial en "energía circulante e in-
cluso es susceptible de ser objeto de representación grá-
fica o mecánica, a condición de que no caigamos en el
grosero error de confundir la abstracción del esquema con
la realidad del fenómeno. Toda representación gráfica en
Biología es, en efecto, tan falaz y artificiosa y da tan va-
ga idea de ía realidad vital como un mapa orográfico de
los Pirineos nos la da de la indefinida variedad y gran-
deza de sus paisajes.
Con estas salvedades vamos a intentar condensar
en unas cuantas líneas la que podríamos denominar "ima-
202 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 203

gen vectorial de la Revolución "standard" o descono- volucionario. A cada una de estas fases corresponde un
cida . A su través intentaremos descubrir las variaciones tabicamiento vertical en nuestro esquema pero alguna de
del inestable equilibrio de los factores psicológicos que ellas, sobre todo las iniciales, hay que dividirlas en sub-
ía determinan. fases para su mejor comprensión y para ello recurrimos
Si aplicamos el método dialéctico a la construcción a marcar con línea continua la separación interfásica y
de este esquema veremos que en él han de reflejarse las con línea de trazo discontinuo la separación intrafásica.
oscilaciones (e inversiones) de la Tesis y la Antítesis Re- Pasemos ahora a estudiar con detalle el período de "la-
volucionaria que pueden conducir a una Síntesis triun- tencia ' revolucionaria considerándolo en sus dos aspec-
fante o a una Catatesis decadente. Como en todos los tos: individual y colectivo, es decir, reflejándolo a través
esquemas, la línea de las ordenadas mide la intensidad y de las vivencias y experiencias del revolucionario en po-
la dirección de los fenómenos representados y la línea de tencia y de las variaciones de la vida en el ambiente
las abscisas marca su desarrollo cronológico. Señalamos social.
con gruesa línea continua los cambios de la conducta so-
cial media a lo largo del proceso revolucionario; con del- CÓMO NACE Y CRISTALIZA LA ACTUALIDAD REVOLUCIONARIA
gadas líneas continuas los correspondientes ai grupo pro- INDIVIDUAL
pulsor de la revolución y de la contra-revolución; con lí-
neas de trazos las alteraciones de la actitud (íntima) de Toda vida individual presupone un proceso cons-
ambos grupos y con línea de puntos las oscilaciones ideo- tante de adaptación entre los deseos y ambiciones per-
afectivas de la denominada "masa neutra", bastante dis- sonales y las dificultades que el medio psicológico exter-
tintas de su pauta media de conducta. no opone a su realización. En tanto estas dificultades son
Analizada en la línea del tiempo (abscisas) toda opuestas concretamente, por determinadas personas, al
revolución pasa por una fase de latencia y preparación, sujeto, éste se limita generalmente a sentir una cierta
por otra de desencadenamiento y revelación, más o me- antipatía hacia ellas y a hacerlas responsables de sus
nos explosiva; por otra de ascenso, por otra -— anfibólica— decepciones y fracasos. Pero cuando tales personas se
de estabilización, plagada de oscilaciones, desviaciones, encuentran ligadas por una común característica social,
avances y retrocesos y por otra de condensación y de apa- cuando las heridas morales sufridas por el sujeto son re-
rente declive nacía la nueva normalidad en la que pre- feridas por él a agresiones que se repiten con tesón desde
cisamente se definen y concretan las verdaderas creacio- zonas o sectores bien delimitados de su horizonte psíquico
nes revolucionarias y maduran las obras de la nueva cul- colectivo, o cuando aquél -—por su especial constitución
tura, a la vez que se extiende y afianza la nueva ética mental— propende a "irradiar" y a "generalizar" los es-
social implícita en todo movimiento auténticamente re- quemas de motivación de sus actitudes, trascendiendo de
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 205

la inmediatez personal y remontándose paulatinamente a


los planos, más impunemente ofendibles, de instituciones
y estructuras sociales más amplias y genéricas, puede
afirmarse que se engendran las condiciones favorables
para la existencia del primer factor de la actitud revolu-
cionaria, a saber: la hostilidad contra el "modo dé vi-
vir' vigente.
Entonces el revolucionario en ciernes no arremete
contra Juan o contra Pablo por ser éstos como son sino
que propende a invertir los términos del problema y a
considerarlos así por formar parte de una determinada
organización social. "Los empleados de Aduanas", "los
militares o los Jueces , son ios objetos de furia. De aní
a considerar que todos los males que le afligen se deben
al "Gobierno", "a la asquerosa Política", a la "corrup-
ción del Estado" o a la falta de "Justicia Social" no hay
más que un paso, tanto más fácil de dar cuanto que si
Juan o Pablo, o incluso los empleados de Aduanas, son
capaces de contraopinar concreta y corpóreamente, no íiay
peligro que "la Política", "el Gobierno" o "el Estado" se
presenten en su casa y le contradigan.
Pero, naturalmente, no basta con esta actitud de in-
satisfacción y de Kostilidad generales para engendrar la
posición revolucionaria. Precisa en segundo lugar que el
sujeto elabore o adopte una fórmula salvadora que a su
juicio permita la supresión radical de los males que afli-
gen a la Sociedad de nuestros tiempos (esquema utópico
de organización social) y apunto esencial^- precisa, ade-
más, que la experiencia dolorosa de sus intento fallidos
de aplicación práctica de tal esquema le convenza de la
imposibilidad de realizarlo por las vías que Iegalmente
206 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 207

se le ofrecen y por las vías de la violencia o rebeldía in- ya de su alivio o supresión pasajera, sino de su total y
dividual. Veamos con un poco de detalle como tienen definitiva desaparición. Así se comprende —dado el ca-
lugar en una gran parte de los casos esos cambios: rácter absoluto y global de sus intenciones— que el re-
La elaboración del' "esquema utópico de organiza- volucionario no conciba "arreglos" ni "componendas" ni
ción social"1 se efectúa generalmente de un modo mixto, transformaciones' evolutivas" en la Sociedad. Tales
es decir, tomando por base ideas y tendencias brotadas parches podrían servir para un ser que no hubiese al-
como reacción a desagradables experiencias personales y canzado ese grado de pretensión que entraña la actitud
engarzándolas con otras, de tipo más abstracto, que son revolucionaria, pero son a todas luces inaceptables para
sugeridas por lecturas o conversaciones o contacto con él: se trata de crear una Sociedad nueva, enteramente
propagandas políticofilosóficas. Así, preguntando indivi- distinta de la anterior y por ello es inevitable, en primer
dualmente a muchos incipientes revolucionarios los pro- término, proceder a la total destrucción de los resortes
pósitos y proyectos que tienen veremos como en esta la- vitales de la organización actual. No es la forma, es la
se inicial de su postura mezclan del modo más ingenuo esencia, no es el vestido sino la carne y las entrañas de
ambos tipos de datos y "su revolución contiene en pro- la estructura social lo que el revolucionario pretende cam-
yecto, al lado de medidas trascendentes de orden general, biar; para ello requiere, como es natural, una concepción
imposibles de llevar a cabo, otras estrictamente perso- del Hombre y del Mundo, de fines y medios, de males
nales que podrían ser realizadas sin tener que alterar las y de remedios no ensayados, cuya eficacia se extienda
normas sociales ad usum. Pero de todas suertes algo esen- hasta aquellos que no quieren beneficiarse de ellos.
cial Kay que diferencia la actitud del sujeto insatisfecho Es, en efecto, uno de los rasgos más salientes de la
de la del rebelde y de la del revolucionario. El primero actitud revolucionaria •—'en su aspecto teórico— esta tras-
se limita a vivir molesto y malhumorado, criticando todo cendencia de sus propósitos que lleva continuamente a
lo existente; el segundo vive protestando y oponiéndose, quien la siente a intervenir y a meterse en lo que, según
en cuanto puede, a las consignas vigentes. El tercero, en las normas de una moral utilitaria, no habría de impor-
cambio, en la fase en que lo estamos estudiando, no con- tarle. Ese impulso quijotesco, "desfacedor de entuertos",
cede apenas valor a las incidencias de la vida diaria ni es consubstancial de todo revolucionario auténtico, el cual
a las consecuencias que sobre él tiene el régimen social lo siente como verdadera "sed de justicia" y subordina
imperante sino que se encuentra colocado, ya, en el pla- a su satisfacción todo quehacer.
no de un pequeño Dios, es decir, de un Ser casi uni- Pero junto a su ambición reformadora o, mejor, en
versal que enfoca en su conjunto la vida de la Humani- contraposición compensadora, surge también, en la con-
dad y siente como propios los sufrimientos ajenos, pre- ciencia del hombre que se halla en este período cristali-
ocupándose en forma progresivamente obsesionante, no zador, la clara percepción de su insuficiencia y desvalidez
208 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 209

para llevar a cabo proyectos tan ingentes. De aquí ía ne- su actividad diurna, profesional, social, etc., pasa a ser
cesidad imperiosa de encontrar "hermanos de Ideal con un puro sueño o, más exactamente, una pesadilla, en
quienes agruparse y establecer íntimo contacto de afectos tanto que su actividad clandestina *--casi siempre noc-
y propósitos. Obedeciendo a una misma inspiración, los turna^- constituye su "razón de existir" y representa para
grupos revolucionarios se reúnen y "conspiran , es decir, él su única y vigilante realidad.
trazan concretamente sus inminentes planes de acción. En ningún otro período de su existencia se producen
Tan pronto como el individuo se convierte en conspirador en el revolucionario con mayor vigor y claridad los fenó-
se observa un manifiesto cambio en su conducta: deja menos psicológicos esenciales de su actitud, que habrán
de expresar abiertamente su oposición al régimen so- de explicar más tarde las aparentes paradojas y contra-
cial vigente, se reconcentra y aisla de la lucha aparente dicciones de su conducta. Bien puede decirse que el día
y cumple externamente mejor que antes con las normas y antes de empezar, explosivamente, su actuación pública
requisitos legales. Este abandono de su anterior conduc- para la conquista del poder es cuando la distancia entre
ta se explica, de una parle, por el convencimiento adqui- los polos de la actuación aparente y la real llega a su
rido de la esterilidad de sus esfuerzos de lucha individual máximo y cuando el resorte que lanzará al sujeto a su
y, de otra, por el deseo de sustraerse a persecuciones agitado y típico existir de la creación revolucionaria ad-
que le impidan colaborar en la preparación y desenca- quiere su grado de saturación tensionaí.
denamiento del "movimiento" liberador colectivo.
Es durante ese período de "doble vida cuando aca- CÓMO SE INICIA Y CONDENSA LA ACTUACIÓN REVOLUCIO-
ba la cristalización individual de la actitud revoluciona- NARIA COLECTIVA
ria, iniciada por la vivencia de la "iluminación , es decir, Si ahora enfocamos nuestra atención en el plano de
por el momento conmocional en que el sujeto se dio cuen- la vida nacional, colectiva, veremos que el período de
ta de que solamente podía ser feliz si llegaban a seno Iatencia revolucionaria pasa por fases casi superponibles
todos los demás y para ello precisaba acometer la trans- a las que hemos estudiado en la vida individual, si bien
formación del conjunto social. Lo que nos señala el tér- presenta algunas variantes, de fondo y de forma, que
mino de tal cristalización es el desplazamiento de la conviene precisar.
atención del sujeto en el plano prospectivo: del propio
En primer lugar, en la que podríamos denominar
modo como el creyente conceptúa la vida terrenal como
predisposición revolucionaria" de cada pueblo intervie-
un "tránsito" miserable que le lleva a la verdadera vida
nen un factor racial y otro ambiental que son de capital
inmortal, celeste, así el hombre cuya actitud revolucio-
importancia para su comprensión. La Historia demuestra,
naria ha cristalizado ya, vive con su anhelo y su vista
por ejemplo, que hay pueblos más sumisos que otros y
fijos en la nueva vida que va a crear. Puede decirse que
que hay lugares en los que, prescindiendo de quienes
210 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 2íl

sean sus habitantes, se dan con mayor frecuencia e inten-


de superar en todo momento las limitaciones impuestas
sidad que en otros los movimientos revolucionarios. Desde
por las fronteras que estancan la evolución del espíritu
el punto de vista étnico parece poder afirmarse que los
humano. El más ignorante de nuestros aldeanos se exta-
pueblos que habitan en territorios en los que confluyen
sía ante la belleza de los ballets rusos, se entusiasma ante
diversas razas, adquieren por este hecho una mayor pre-
los ritmos estridentes de un jazz, se enardece ante un paso-
disposición a los movimientos revolucionarios. La expli-
doble torero, se abstrae escuchando la 5* Sinfonía en un
cación es compleja: de una parte, la combinación de
concierto de música clásica... es capaz de pasar 20 años
genes procedentes de plasmas germinales étnicamente
moviéndose a una velocidad de 5 kilómetros por hora y
diferenciados produce en los habitantes una tendencia a
en pocas semanas aprende el manejo de una "mosca" que
la interior contradicción, una mayor dificultad de realizar
le lanza por los espacios a una velocidad 100 veces supe-
la síntesis personal y, por tanto, una predisposición a la
rior; ignora las más elementales reglas de la mecánica y
inquietud y a la labilidad que se traduce en un menor
desmonta, en cambio, con rapidez inverosímil, las más
temor al cambio existencial. De otra parte, la interpene-
complicadas máquinas balísticas; no sabe apenas coger
tración de las corrientes culturales y de las concepciones
el lápiz y produce dibujos cuya pureza y seguridad de
del mundo procedentes de los países confluyentes en tales
trazo envidian los mejores representantes del arte. En
territorios lleva también a sus habitantes a reforzar su in-
una palabra: el habitante indígena de los países fronte-
terna inquietud y a interesarse de un modo más directo en
rizos a varias razas humanas es un hombre "condensa-
los problemas de tipo universal. Tales hombres adquie-
do , en el que se acusan con mayor relieve todos los de-
ren, por así decirlo, una dimensión cósmica que les hace
fectos y cualidades de la especie y al que está reservado
sufrir y gozar no sólo con sus dolores y alegrías locales
por el Destino Histórico el papel de protagonista en todos
sino con las de todo el mundo. Así, el español, situado en
los fundamentales cambios de su línea evolutiva.
el punto nodal euroafricano, posee una plasticidad psí-
quica y una capacidad de empatia y consentimiento que De otra parte, nadie niega tampoco la influencia de
le lleva a poder vivir en todas las latitudes sin adaptarse las condiciones de ambiente en la determinación del ca-
definitivamente en ninguna, a poseer una rara habilida'd rácter colectivo. El hombre estepario es esencialmente
para adoptar los modos y maneras de vivir exóticos y distinto del bosquimano y del hombre fluvial. Infinita-
para sufrir durante años los efectos de un ambiente cual- mente más guerrero, audaz y rebelde aquél que éstos, es
quiera conservando, sin embargo, intacta en su fondo, la en cambio menos perseverante y constructivo. Por esto,
esencia de sus características raciales. dentro de los pueblos, las regiones más inhóspitas acos-
tumbran a producir con mayor prodigalidad los tipos
España debe a sus continuas invasiones y evasiones revolucionarios.
el poseer un pueblo eternamente joven, primitivo, capaz
Pasando ahora al estudio de los factores determi-
212 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 213
nantes y desencadenantes de las actitudes revoluciona- capacidad de satisfacer una tendencia que ha adquirido
rias colectivas Labremos de conceder, desde luego, un en su conciencia el carácter de permanente necesidad,
papel esencial a los de orden económico. Mas, contra puede asegurarse que se engendra el clima psicológico
lo que se Ka dado en suponer, no es la cantidad de propicio para la adopción de una actitud revolucionaria.
riqueza media del pueblo ni siquiera, tampoco, la forma Lo difícil resulta, desde luego, que ^-dada la variabilidad
(regular o irregular) de su distribución lo que ejerce una de los anhelos individuales^- se llegue a perfilar y a
influencia más decisiva en este aspecto sino el desacuerdo difundir suficientemente esta "concienciación" del móvil
entre las necesidades vitales colectivas y sus posibilidades revolucionario. Por ello no es de extrañar que antes de
de satisfacción en el régimen económico vigente. En eiec- la invención de la imprenta no hubiese grandes revo-
to, un pueblo puede ser modelo de sumisión y estar con- luciones; por ello, en cambio, éstas son mucho más fáci-
tento con su suerte", aun cuando viva en pésimas condi- les hoy, cuando el cine, la radio y todos los grandes
ciones, si en su conciencia colectiva no se Kan engendrado recursos publicitarios permiten difundir en 24 horas noti-
anKelos y pretensiones que le lleven a formular un pro- cias y consignas a todos los rincones de un país.
grama de reivindicaciones políticosociaíes. Del propio Si esta hipótesis nuestra es cierta, significa en defi-
modo como el paria, el esclavo y el intocable no se rebelan nitiva que el móvil que impulsa con mayor firmeza a un
contra las afrentas que reciben, tampoco una tercera par- pueblo para adoptar la actitud revolucionaria es el de
te, aproximadamente, de los habitantes de la tierra siente asegurar su libertad y no el de conseguir un vegetativo
bullir en su ser los fermentos de la actitud revolucionaria, bienestar. Libertad, ¿para qué?: para realizar sus ape-
aun cuando su existencia se desliza entre los topes de la' tencias vitales en un momento dado.
miseria y del sufrimiento. A ello contribuye, desde luego,
Estas han de adquirir un carácter de necesidad orgá-
la general creencia en un "más allá compensador y,
nica, capaz de poner en marcha los dispositivos primarios
quizás también, un íntimo sentimiento de impotencia y
de reacción, los reflejos absolutos, la conducta instintivo-
de inferioridad.
emocional. Unas veces será el hambre y otras la sed, no
Precisa, pues, un móvil que desencadene las posibi- sólo de alimentos sino de Justicia, de Cultura, de Paz o
lidades de una diferenciación colectiva y permita al pue- de Amor, lo que integrará el contenido de sentido de tales
blo adquirir lo que los técnicos marxistas denominan la necesidades. En este aspecto no hay que olvidar, en efec-
"conciencia de clase". ¿Cuál es éste? No quisiéramos to, que la insatisfacción sexual colectiva constituyó el
equivocarnos al afirmar que fundamentalmente consiste incentivo de la primera revolución. (Parricidio primitivo)
en la limitación súbita y forzada de la autodeterminación y sin duda es uno de los factores menos estudiados pero
y la acción colectiva. Tan pronto como en una masa hu- más dignos dé ser tenidos en cuenta en el capítulo de la
mana se forma un grupo social que siente cohibida su etiología revolucionaria. Sagazmente ha dicho el fvumo-
214 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 215

rista norteamericano Findley que "resulta más efectiva verdadero y real modo de ser. Es en los primeros días
para la propaganda revolucionaria en las fábricas la vi- de la conmoción revolucionaria cuando se revela con cla-
sita de la dueña bien vestida que la lectura del Capital ridad, de un modo brutal pero inequívoco, lo que cada
de Marx". hombre lleva dentro de sí. Nunca como entonces se evi-
dencia el desnudo psíquico : el núcleo más íntimo de
La "explosión" revolucionaria. •—• Hemos presentado la mismidad se muestra desamparado de todas las for-
a los móviles y a las incidencias que caracterizan la lase maciones habituales que lo visten y enmascaran, sustra-
de Iatencia del proceso revolucionario, en su doble aspec- yéndolo al conocimiento ajeno. Convivir con alguien du-
to, individual y colectivo. Vamos añora a ver cómo emer- rante esa lase explosiva supone, por mediano observador
ge todo su conjunto, explosivamente, en la superficie so- que se sea, recoger en pocos días un mayor caudal de
cial. La fecha de tal emergencia es señalada por los nislo- experiencia psicológica que el que pudo obtenerse en
riadores como dato inicial para su estudio, con la misma años de anterior y normal convivencia.
manifiesta injusticia que se ha convenido en señalar el Desgraciadamente, los resultados obtenidos por el
día del parto como principio de nuestra vida, ya existente psicólogo que analice un tal período son bastante des-
meses antes. consoladores si se les considera puramente desde un
El período explosivo, que hemos de analizar, no se punto de vista cuantitativo: una inmensa mayoría de
caracteriza propiamente por una transformación sino por personas se deja arrastrar por el más desenfrenado egoís-
una inmersión de las normas y valores de la vida social y, mo y se ocupa solamente de eludir los daños o de obtener
sobre todo, por un cambio de lugar de las personas. Quie- las ventajas que el movimiento revolucionario pueda re-
nes estaban en las cárceles pasan a ocupar los sitios pre- portarles individualmente. Sin exagerar los porcentajes
eminentes del poder y viceversa; el criterio de juaicación podemos afirmar que la captura o la ocultación del valor
ética y de valoración social no sufre cambio en su estruc- . riqueza ocupa las actividades de las nueve décimas
tura y sí, tan sólo, en la dirección o sentido de las normas partes de la población revolucionada. Existe, sin embar-
con que se aplica; continúa habiendo acciones buenas go un grupo de hombres *--en el que cabe ver el verda-
y malas, opresores y oprimidos, ricos y pobres, jueces y dero exponente del valor humano^- que encarnan digna-
reos; la única diferencia consiste ahora en que, realizado mente, desde el primer momento, la Tesis y la Antitesis
un giro de 180° al enfrentarse unos con otros, cada cual revolucionaria. Este grupo lardosa paradoja! se halla
ocupa la posición de su anterior oponente. compuesto por personas que se odian y que trabajan, con
Internamente cada individuo reacciona en este pe- actitudes y propósitos opuestos, en quehaceres aparente-
ríodo de acuerdo con su anterior postura ideológica, en mente incompatibles, a saber: los del revolucionario y
parte, pero también, más que todo, ae acuerdo con su los del contra-revolucionario auténticos. Pero por encima
E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 217
216
de la irreconciliabilidad de sus puntos de vista e inclu- La fase de "ascenso" de la curva revolucionaria, i-*
so por encima de su aparentemente opuesta conducta La rápida aceleración del curso revolucionario hace que
hay algo que los une y los destaca: el Keclio de que en el transcurso de pocas semanas quede completamente
unos y otros obedecen, generosamente, a motivaciones terminado el proceso de inversión que caracteriza la fase
supra-personales y se hallan dispuestos a sacrificar cuanto explosiva que es, sin duda, la más caótica, impresionante
son y cuanto tienen al triunfo de la ideología que consi- y sangrienta. Las posiciones de los diversos grupos ac-
deran más justa. En realidad, amóos son igualmente ne- tuantes en ese momento son asimismo claras: de entu-
cesarios en el proceso dialéctico de la Revolución. siasmo y optimismo desbordante en los propulsores de la
Debido a la conquista del poder y a la inversión del Reyolución triunfante; de recelo y desorientación en la
sentido de la organización social ocurre que quienes antes masa "neutra"; de odio y concentración para la revancha
constituían en ella una remora son ahora propulsores en en el grupo contra-revolucionario, que todavía no actúa
la misma y viceversa. Así, para evitar el grupo revolucio- de un modo coherente. Sobre la marcha y en previsión
nario el lastre que supone la persistencia de los antiguos de injustificados excesos el grupo dirigente de la Revo-
dirigentes del régimen social caduco, optan generalmente, lución ha creado su fuerza coactiva y ha improvisado
por su supresión. Mas, con todo, siempre queda un núcleo sus órganos de Justicia Popular. Por desgracia una y
superviviente que constituye el aglutinante de cuantos, otros carecen todavía de ecuanimidad y de grandeza; en
en progresión creciente, adoptarán en esta fase una acti- la vorágine revolucionaria las intenciones preceden toda-
tud contra-revolucionaria, por motivos puramente perso- vía más que en los tiempos normales a los resultados e
nales (es decir, por haberse sentido perjudicados) o por incluso no es raro que sean contrarias a éstos; en tal
motivos ideológicos. paradoja hallarán sin duda los contra-revolucionarios
abundante material y poderosos argumentos para su cre-
Externamente el panorama resulta claro: una mayo- ciente propaganda denigrante.
ría aparente de la población se comporta de un modo
acorde con los postulados de la revolución, en tanto una Asimismo se procede en esta fase, con singular rapi-
minoría se inhibe y oculta, perseguida por aquélla. Pero dez y audacia, a legislar en todos los aspectos, iniciándose
la realidad es muy otra: dentro de aquella mayoría existe, con ello la verdadera transformación, es decir, el cambio
a su vez, una mayoría que solamente ha adoptado el cualitativo de la organización social que constituye la esen-
"vestido" revolucionario por miedo a las represalias y en cia del movimiento revolucionario. Pero ---otra paradojas
el fondo se conserva neutral o, incluso, hostil al nuevo nunca como ahora son menos cumplidas las leyes dicta-
régimen. Por eso en nuestro esquema distinguimos y colo- das; entre otras razones porque es típica de esta fase la
camos en niveles distintos el comportamiento y la actitud fragmentación y autonomización del poder estatal, en
(íntima) de la masa de opinión. virtud de la que cada sedicente "responsable" se cree
218 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 219

arbitro de la situación y decide a su manera el criterio . ciendo así terreno propicio para la obra de los contra-
para interpretarlas. De akí deriva uno de los más pro- revolucionarios; 4^ los revolucionarios auténticos empie-
fundos motivos de preocupación de los dirigentes revolu- zan, asimismo, a darse cuenta de los defectos de su
cionarios: ¿cómo mantener la disciplina en las desatadas actuación y a discutir, con espíritu crítico, las rectificacio-
y exaltadas filas de sus segundos y terceros mandos?, es nes que cabe introducir en ella, señalándose a este res-
decir, abusando del "argot" revolucionario: ¿cómo con- pecto diferencias cada vez más profundas en su seno;
trolar a los controladores ? 5\ los contra-revolucionarios supervivientes se deciden a
De otra parte, apenas terminada la tarea destructo- actuar y empiezan asimismo su crítica, mas no con fina-
ra, en la cual Kan rivalizado con sin igual unanimidad lidades constructivas sino derrotistas; su leit-motiv en esta
los grupos revolucionarios, surge, en pleno ascenso del fase es: "no valía la pena de armar tal barullo para estar
movimiento, la inevitable diferenciación entre ellos, res- peor que antes".
pecto de la prelación y la extensión que cabe otorgar a
Fase anjibólica , de estabilización. •—< Esta es, sin
la satisfacción de las diversas tendencias constructivas.
Empieza ya a operarse en este período la cristalización duda, la más interesante, desde el punto de vista psico-
de los distintos matices revolucionarios que, más tarde, lógico, de cuantas tiene el largo proceso revolucionario.
ocasionará inexorablemente una pugna, casi siempre En ella, en efecto, van a enfrentarse de un modo claro
cruenta, entre los protagonistas del movimiento. Al lina' y casi a la luz del día la tesis y la antitesis revolucionaria.
de esta fase de ascenso puede decirse que la situación Hasta entonces el combate Kabía sido siempre desigual,
psicológica es la siguiente: I9, Ka quedado completada pues Kabía dominado de un modo casi absoluto una u
"en el papel" la obra revolucionaria en su fase destruc- otra; aKora, en cambio, si bien los dirigentes de la revo-
tiva y se encuentra, también en el papel, en plena pro- lución continúan en el pináculo de su potencia, verdade-
ducción la obra constructiva; 29, se Ka realizado, es decir, ramente dictatorial, los oponentes a ella encuentran un
se Ka KecKo en realidad, el desquiciamiento de la organi- terreno abonado para su propaganda y consiguen Kacer
zación social pre-existente, pero no se han sustituido mella en el ánimo de aquéllos, los que, a su vez pu-
eficazmente sus servicios, lo que produce una visible dis- diendo tener más tiempo para el desarrollo de sus planes,
minución en el resultado y una perturbación que ocasiona reobran sobre las convicciones de la masa y aun de los
molestias y perjuicios en la vida social de la mayoría de contra-revolucionarios, Kaciéndoles percibir los destellos
los habitantes a beneficio de los cuales se Kace la Revolu- de la nueva vida prometida. En resumen: es en esta fase
ción; 3 \ como corolario de esta situación, la denominada cuando en continuo estira y afloja, en perpetuo vaivén
"masa neutra" empieza a sufrir las consecuencias de la de la opinión pública, empieza la síntesis que permitirá
conmoción social y a decepcionarse respecto a ella, ofre- superar la IucKa existente. AKora el revolucionario autén-
tico se convence de que no todo lo nuevo es mejor y que,
220 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 221

cuando menos temporalmente, hay que resignarse a la en que la lucha se desarrolla asiste al paulatino acorta-
persistencia de algunos valores, técnicas y organizaciones miento de la distancia que inicialmente separaba, en el
pre-revolucionarios. En tanto el contra-revolucionario terreno ideológico, los elementos revolucionarios y los
acepta que tampoco todo lo antiguo es lo mejor y que contra-revolucionarios. Acortamiento favorecido por brus-
en el nuevo orden existente hay algo aprovechable. cos pasos individuales, de elementos inestables, de uno a
La opinión pública aparece desorientada y refleja otro bando.
claramente las oscilaciones y las crisis que ocurren en la Precisamente en el modo como se efectúa esa inter-
intimidad de la conciencia de los dos grupos extremos penetración y en la forma como se realiza el viraje ideo-
que disputan su conquista. Sigue, es claro, aproximada- lógico del grupo revolucionario auténtico que, convencido-
mente lo mismo, el que podríamos denominar "rito exter- de la imposibilidad de alcanzar d'emblée su esquema
no de la Revolución", pero los tópicos, ya gastados, de utópico de organización social, se decide a transigir y a
sus discursos, de sus consignas y de sus gestos, no con- limitar sus aspiraciones, a la vez que a desarrollarlas con
mueven como antes; en compensación a este desgaste del mayor mesura (evolución de la revolución) hemos de
inicial impulso revolucionario, se observa también que la ver las posibilidades de triunfo o de fracaso del proceso,
masa social neutra empieza a deshabituarse de sus ante- es decir, su final en síntesis o en catatesis.
riores costumbres y a volver la espalda a los que antes El momento en que tiene lugar la renuncia a lo que
merecían su atención. La capacidad sugestiva del tipo constituye durante muchos años la ilusión de vida del
medio de habitante es tal, que a fuerza de ver encum- revolucionario auténtico es tan impresionante en su gran-
bradas y alabadas en la prensa y en la vida pública a deza psicológica como lo fue la vivencia de la "ilumina-
determinadas personas y a fuerza de escuchar determi- ción" que la engendró. Podemos imaginarnos «--por ejem-
nadas consignas llega, casi automáticamente, a creer en plo--- qué terrible lucha no hubo de sostener consigo mismo
su valor. Por eso el nuevo régimen revolucionario no Lenin antes de decidirse a proclamar la N.E.P.; pero,
desatiende la propaganda y persiste en una locura exhi- justamente, el tránsito entre el rigorismo conceptual y la
bicionista >--poI¡cromática y estridente^- de sus propósitos plasticidad y adaptación a las exigencias de la realidad
y obras. presente es lo que caracteriza el fondo humano de los
En tales condiciones el encaje mutuo entre la tesis verdaderos revolucionarios (Humanum errare est, sed non
y la antitesis social revolucionaria se afianza y llega hasta persistere in erruml).
el punto de que en plena fase de estabilización se observa A pesar de esta labor, en parte inconsciente, de acer-
la paradoja de que líos propulsores de una y otra empie- camiento, continúa imposible de salvar la barrera afectiva
zan a tomar como propios los argumentos de su adversa- existente entre los grupos dirigentes de la revolución y la
rio! Así, el espectador situado fuera del círculo pasional contra-revolución. La decepción producida por su recí-
222 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 223

proca impotencia para destruirse aviva su odio y de ello programa de actuación, de acuerdo con un criterio relati-
es prueba el.hecho de que casi de un modo fatal se pro- vista, .sin perder por ello la línea general de sus concep-
ducen en el transcurso de esta rase choques sangrientos ciones y propósitos. Su trabajo reconstructivo conduce a
y se observan recrudecimientos pasajeros ae las vengan- la creación de formas nuevas, no implícitas en el régimen
zas personales. De otra .parte, el grupo revolucionario, anterior ni tampoco, totalmente, en el esquema utópico
consciente de que a sus expensas y en sus propias filas inicial. 29 El grupo contra-revolucionario, decepcionado
ha recogido elementos indeseables que han desacreditado en sus intentos de un completo retorno al estado anterior,
la moral revolucionaria ---si bien han sido útiles en las transige con algunas de las" conquistas revolucionarias si
•primeras fases para acelerar la destrucción del sistema bien no admite que éstas representen en realidad nada
social existente.-^ procede a su liquidación, dando con ella nuevo y que no hubiese podido realizarse "sin necesidad
un motivo de tranquilidad y de agradecimiento a la opi- de tanta tragedia". 39 La opinión de la masa social se
nión pública, que empieza así a moverse cada vez más, adapta, en la intimidad y de un modo constantemente
aun cuando lentamente, en la dirección que él le marca. progresivo a las realidades revolucionarias, disminuyendo
Otro hecho, de singular importancia, ocurre ahora: -wen la medida en que se siente más compenetrada con
ios hombres inteligentes pero cautos, capaces de realizar ellas^-' su primitiva actitud de recelo y su aparente e hi-
una buena labor constructiva, que habían estado un poco pócrita exhibición de pseudofilia revolucionaria.
al margen del movimiento en sus fases iniciales, en parte Tal ocurre cuando la "evolución de la revolución
por su falta de agresividad y en parte porque los "grupos se ha operado normalmente en esta fase y ha permitido,
de acción ' los consideraban poco aptos o, incluso, algo según hemos visto, la síntesis y la conciliación de la inicial
tibios en algún aspecto del credo ideológico, pasan a antinomia. Pero puede ocurrir también que el proceso se
ocupar un lugar destacado, siéndoles reconocida su efica- encamine hacia una catatesis, es decir, hacia un fracaso.
cia técnica. Es en este período cuando el más perfecto Esto sucede en aquellos casos en los que los grupos diri-
revolucionario de todos ios tiempos, Lenin, llegó a escribir gentes de la revolución se obstinan en no realizar su
esta frase lapidaria: "un buen técnico vale por cien co- autocrítica y en mantener de un modo rígido sus cua-
munistas . dros y sus consignas (no eliminando de su seno ni a
AI final de la fase anfibólica, según nos indica el los indeseables ni a los utópicos) o, viceversa, cuando
esquema que estamos explicando, las posiciones vectoria- perdida su fe y vacilante su moral, tratan de ganar el
les son las siguientes: V El grupo revolucionario ha llega- sosiego y de "cubrirse la retirada" con claudicaciones ver-
do a una depuración de sus valores y a una reorientación gonzantes.
de sus cuadros que le da más eficacia en sus actuaciones; En el centro del período anfíbólico un observador
también ha renunciado a fines utópicos y adoptado un atento puede ya predecir con grandes probabilidades de
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acierto si el proceso evolucionará nacia la síntesis o hacia un modo parecido a como, al principio de la revolución, se
la catatesis: basta con ver los programas que ofrecen determinó la ocultación de la riqueza monetaria.
como bandera ideológica los partidarios de la tesis y los Pues bien, en la fase anfibólica se observa el hecho,
de la antitesis revolucionaria. Aquel que utiliza para su verdaderamente típico, de la coexistencia de regímenes y
propaganda más ideas y consignas del adversario es, sin principios económicos distintos y aun contrapuestos en un
duda, el que ^-sintiéndose ya vencido en su interior^ va mismo ámbito. La inseguridad en que vive el ciudadano
a perder la partida. Así, suponiendo que en una revolu- acerca de cuál será la suerte definitiva que quepa al papel
ción social, al llegar a este período, viésemos que los ele- moneda que tiene en su poder, el escaso valor adquisitivo
mentos dirigentes de la misma sostenían que era necesario "real" que éste posee y, de otra parte, el temor a las
devolver a los antiguos patrones su autoridad "técnica' consecuencias desagradables que le pueda ocasionar su
en las fábricas y despachos, no hay duda de que habría- acaparamiento, le llevan a sentir un hasta entonces igno-
mos de considerarla fracasada; en cambio nos llevaría a rado desprecio al dinero que, sin duda, ha de contri-
creer que ha triunfado, el hecho de que los contra-revolu- buir bastante á" las posibilidades de reestructurar la eco-
cionarios admitiesen que nunca más habría de volverse a nomía, toda vez que <—-aun cuando sea de un modo pasa-
instalar un régimen de explotación de los obreros. jeros aleja un motivo de pugna y favorece la adopción
No debemos terminar la descripción de la fase anfi- de una actitud desinteresada en este aspecto. Pero en
bólica del proceso revolucionario ^-Ia más densa en expe- ello va envuelto un enorme peligro y es: la extensión del
riencia psicológica^- sin decir algo acerca de la influencia desinterés hasta la zona de las actividades productivas.
que sobre sus oscilaciones y curso ulterior ejerce la re- El falso razonamiento que puede hacer caer al trabajador
oríentación económica. Efectivamente, la fase explosiva en este error se expresa en forma de pregunta incontesta-
y la fase de ascenso revolucionario se caracterizan, desde da: ¿para qué voy a trabajar si nada consigo con el
el punto de vista económico, por el desquiciamiento y mayor rendimiento monetario de mi trabajo?
hundimiento del sistema de crédito, con lo que se produ- En la medida en que los dirigentes de la revolución
ce, de una parte, la desvalorización de la moneda, de hacen comprender a las masas, cuando llega este mo-
otra, la abolición de los índices de coste de producción ' mento, que las leyes económicas exigen <—en la nueva
y, al propio tiempo, la caída casi vertical de ésta. Todos organización!-- un período de trabajo agotador y no fruc-
estos factores conducen a la necesidad de una reconstruc- tífero para restablecer el crédito a base de la creación de
ción económica y entretanto sumergen a la gran masa de nueva riqueza (no hipotecada) puede decirse que se
la población enun nivel primitivo de organización, reapa- salva uno de los más graves escollos con que tropieza la
reciendo el sistema de "intercambio" en la compraventa nave revolucionaria para llegar a su puerto de final des-
de productos y engendrándose la ocultación de éstos de tino. Por esto aquéllos insisten cada vez más en su cam-
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paña "pro cultura popular", pues saben que, a su más nes iniciadas en las anteriores fases tienen ahora, ya, la
amplio conocimiento y a su más profunda visión del sentidez y la madurez necesarias para poder ser ventajo-
mundo, el palurdo o el peón ignorantes deberán la adqui- samente comparadas con las que han sustituido. El
sición del convencimiento de esta triste y exacta paradoja, mundo social al principio de esta fase se parece en su
capaz -—cuando no es comprendida-— de dar al traste con panorama externo al que ofrece una casa en la que su
mucKas revoluciones: "para estar mejor hay que empezar habitante estuviese remozando el mobiliario con arreglo a
por estar peor", es decir, no hay triunfo sin esfuerzo, ni un plan pero no hubiese aun terminado su tarea: junto
victoria sin lucha. Y lo que es más trágico: en la vida, a habitaciones totalmente nuevas y bien decoradas y
como en la geometría, la línea recta tampoco es la dis- amuebladas se observan otras en las que hay muebles
tancia más breve entre dos puntos; se impone el rodeo antiguos repintados y otras en las que trabajan febril-
y por consiguiente, la renuncia a la satisfacción directa e mente los operarios. Pero ya el visitante puede darse
inmediata y a la rectitud de la línea de conducta . Del cuenta de lo que va a ser el resultado de la obra empren-
propio modo como el sujeto que va a saltar empieza por dida y por lo tanto puede formar acerca de ella un defi-
encogerse, el revolucionario que quiere liberarse ha de nitivo juicio de valor.
comenzar por encadenarse con las argollas de una disci- Al llegar a este punto el ciclo revolucionario, sus
plina rígida y ha de estar dispuesto a aceptar que en características externas son las siguientes: I9 Orden so-
muchos casos la . marcha hacia atrás es el mejor medio cial asegurado. 2* Programa de actuación claramente
de asegurar la "marcha hacia adelante". Si así no lo definido y aceptado por los diversos núcleos dirigentes y
hace, si no deja a los dirigentes el margen de confianza por la masa de opinión simpatizante. 3* Órganos sociales
necesaria para que con habilidad táctica esquiven >—-sin progresivamente eficientes y en los que la estructuración
perder el rumboi— los escollos de la ruta, compromete en funcional jerárquica tiene lugar, cada vez más, de acuer-
la fase anfibólica el éxito del movimiento y contribuye a do con los rendimientos dados por sus componentes.
que el dilema planteado: Todo o Nada se resuelva en
En cuanto a las posiciones íntimas de los elementos
Nada.
actores del proceso revolucionario pueden resumirse así:
Fase de condensación y declive. <—< Henos aquí fren- V Existe un núcleo superviviente de revoluciona-
te a la última fase del período revolucionario: ya fijada rios utópicos, eternos descontentos que se consideran
la línea no utópica sino factible de su Ideal, una vez esta- abandonados e incluso traicionados por los dirigentes que
bilizado del vaivén subsiguiente a la pérdida del impulso han modificado la línea inicial de sus aspiraciones. Este
inicial, el proceso de la Revolución, si ha conseguido evi- núcleo adopta casi siempre una posición de crítica resen-
tar el escollo del peligro catatético asciende rápidamente tida y es, inconscientemente, un aliado de las fuerzas
en su aspecto más excelso: el constructivo. Las realizacio- reaccionarias. No obstante, en este período su postura
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afectiva es de amarga tristeza y su actitud es de inhibi- dades de la antigua tesis. De tal apreciación se deriva el
ción y escepticismo, por lo que prácticamente no cuentan hecho de que en este período el contra-revolucionario sin-
en la dinámica social. cero se adapte mejor al régimen social vigente que el
29 La mayor parte de los auténticos revolucionarios super-revolucionario despechado. En realidad, el prover-
se encuentra adaptada a las circunstancias de ambiente. bio "no hay peor cuña que la de la propia madera'
Trabaja disciplinadamente y se considera satisfecha no tiene aquí una brillante confirmación.
sólo por lo hecho sino por lo que se va a hacer; ha pasado En el transcurso de esta fase se originan también
su exaltación y empieza a discurrir existencialmente de oscilaciones que complican el declive de la línea revolu-
un modo habitual, no obedeciendo ya al criterio de abso- cionaria, pero que son ya casi insignificantes. De otra
lutismo (Todo o Nada) de las primeras fases. parte, en su final se produce la intersección de la línea
39 La gran masa de opinión, primero estupefacta, que marca la pauta de la conducta del grupo revolucio-
luego aterrorizada, más tarde desorientada o, incluso, nario y la del promedio de la población, con la que puede
disgustada por las consecuencias inmediatas de la Re- considerarse terminado el ciclo, estudiado desde el punto
volución, acepta ahora, ya, sus direcciones fundamenta- de vista externo. Pero el acontecimiento más importante
les y empieza a temer las molestias que le reportaría otra que ahora ocurre es la impregnación de una nueva gene-
conmoción semejante, aun cuando ella fuese para retro- ración, desde su nacimiento, por las esencias ideológicas
gradar al período pre-revolucionario. Además, gracias a de la Revolución. En efecto, los resultados creadores de
la información y propaganda persistentes, está más im- ésta solamente pueden apreciarse en toda su amplitud
puesta y conoce mejor los beneficios posibles »•—y algunos cuando se considera cómo es y cómo vive el nuevo ser
ya presentes--^ del movimiento efectuado. Por ello se in- engendrado y educado por ella. Este ha de ser el verda-
corpora con rapidez creciente a la nueva ideología social. dero hombre nuevo que plasmará y realizará el nuevo
49 Los contra-revolucionarios auténticos se han dado sentido existencial, la nueva cultura y la nueva fórmula
ya perfecta cuenta, en primer término, de que tienen per- reguladora de las relaciones inter-humanas. Cuando una
dida la partida y, en segundo lugar, de que inconscien- Revolución consigue este resultado, es decir, cuando al-
temente, con su intolerante conducta de las primeras canza la madurez necesaria para poder fecundar y dar
rases, han contribuido y han colaborado eficazmente al a luz los verdaderos "hijos de la Revolución", puede
mejoramiento del movimiento revolucionario. En el fondo decirse que ha terminado el devenir de su ciclo evolutivo
su actuación ha resultado también revolucionaria ya que y el nuevo período que a este hecho sigue hay que con-
con ella se na asegurado la posibilidad de una síntesis siderarlo ya como post-revolucionario. Precisa no obstante
fecunda en vez del entronizamiento de una pura antítesis, advertir que estos "hijos de la Revolución" no son propia-
que hubiese tenido <—invertidos^- los defectos y las cuali- ' mente toaos los hijos engendrados durante ella por quie-
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nes la viven sino los nacidos de padres en los que se ha


llegado a obtener íntegramente el cambio del modo exis-
tencíal al que ella aspira (fenotipos revolucionarios III
100 %) con la consiguiente modificación de los planos ESTUDIO PSICOLÓGICO DE LOS "TIPOS" REVOLU-
normativo, apetitivo, prospectivo y práxico de sus respec- CIONARIOS NORMALES Y PATOLÓGICOS
tivas individualidades. En efecto, son muchos los padres
que, aun titulándose revolucionarios y tomando parte EL MÍSTICO. —< E L TEÓRICO. — E L IMPULSIVO. >-•
E L ORGANIZADOR. •— S u IMBRICACIÓN E N LA DI-
activa en el proceso de transformación social, no consi- NÁMICA REVOLUCIONARIA. <-> ANÁLISIS DE LOS
guen desprenderse de los prejuicios y KáLitos propios del TI PO s "CONTRA-REVOLUCIONARIOS". — D E S -
régimen social periclitado, con lo que inconscientemente CRIPCIÓN DE LOS "PSEUDO-REVOLUCIONARIOS":
educan a sus hijos de un modo distinto o incluso contra- EL TIPO PEDANTE; EL DELINCUENTE; EL EN-
FERMO MENTAL.
rio de las concepciones que sustentan y a las que creen
defender (así, p. ej., son bastantes los padres revolu-
cionarios que abominan de-las recomendaciones y privi- Esbozada en líneas generales la evolución del pro-
legios, ensalzan las ventajas de la igualdad de derechos ceso revolucionario, nos corresponde ahora enfocar con
sociales y se declaran <--p. ej.^- comunistas acérrimos, mayor prurito de detalle el dinamismo de sus principales
pero no vacilan en procurar para sus nijos ventajas y actores. AI fin y al cabo, estudiando las figuras humanas
halagos que los diferencian y separan a cada paso, social- en las que anida y se desarrolla la esencia vital de la
mente, de sus semejantes). Revolución comprenderemos mejor su Psicología que si
nos limitamos a la descripción de su desarrollo externo.
Por ello ocurre a menudo que los hijos psicológicos Si empleamos un símil mecánico podríamos decir que,
de la Revolución no son sus hijos cronológicos o reales una vez conocido el proceso general de fabricación, vamos
sino los nietos o quizás los tataranietos de quienes la ahora a analizar los órganos fundamentales de su ma-
iniciaron y así se comprende que esta fase final del pro- quinaria, sin cuya precaución podríamos caer en lamen-
ceso revolucionario pueda requerir para su total transcur- tables errores de interpretación de las cualidades y defec-
so un lapso secular. tos del producto manufacturado.
Desde luego, este análisis para ser completo en
nuestro caso no ha de limitarse al grupo dirigente de la
Revolución sino que ha de alcanzar también a los hom-
bres representativos de la Contra-Revolución. Puede pa-
recer una excesiva pretensión, ésta de atreverse a señalar
a priori y de un modo genérico las características de.los
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diversos tipos Rumanos, concretos, de uno y otro grupo. fe creadora del Nuevo Mundo, redentora del Hombre y
Se argüirá, sin duda, que no es posible llevar tan lejos salvadora de su destino. Por ello el místico revolucionario
el afán determinista y que cada Revolución tiene sus es, ante todo, un Ser que vive una existencia religiosa y,
nombres representativos, productos de los afanes de la como tal, ascética. El momento de la "iluminación , que
época suficientemente diversos entre sí para poder ser aviva fugazmente la mente del revolucionario "standard"
reducidos a categorías uniformes. y le desvía de su ruta habitual para lanzarlo a la búsque-
No obstante, esta objeción se ve invalidada por la da de una nueva fórmula vital colectiva, adquiere en el
realidad: los móviles de la actuación revolucionaria indi- místico revolucionario un valor de eternidad. Como si su
vidual son múltiples, pero las características personales curso existencial se hubiese detenido y concentrado, vive
que determinan en cada caso particular la eficiencia en en perfecto éxtasis, alejado de la realidad circundante.
la tarea revolucionaria son Iimitables a un número redu- "Todo lo ve sin mirar y cuando parece mirar no ve"; su
cido de tipos psicológicos y por ello cabe predecir que en vida, es ante todo, ejemplo y símbolo; su valor revolucio-
cada ciclo revolucionario éstos aparecerán y se revelarán nario no radica tanto en la eficiencia social de su con-
ante las masas con la misma regularidad y fatalidad con ducta como en la pureza y santidad de su actitud.
que reaparecen, en la bóveda celeste, determinadas cons- El verbo de los místicos revolucionarios se halla
telaciones estelares. impregnado de imágenes y parábolas; su fuerza de su-
En síntesis, podemos clasificar a los dirigentes de gestión radica precisamente en el hecho de su primiti-
la Revolución en dos grandes grupos: idealistas y realis- vismo, que le hace asequible a las masas. Los pensa-
tas. El primero comprende dos subgrupos: místicos y mientos no aparecen sometidos al férreo yugo de la lógica,
dogmáticos. El segundo, otros dos: organizadores y com- sino ágil y suavemente engarzados por el hálito de la
bativos. intuición. No hay duda que la figura del místico revolu-
Caracteriza, en general, al grupo idealista el hecho cionario ejerce un poder de atracción personal mucho
de orientar su conducta con mucha mayor medida por el mayor que el del convencimiento persuasivo; este hecho
influjo de sus apriorísticas prospecciones que por el análi- es, no obstante, contraproducente en sí mismo, pues si
sis de la objetividad presente. Veamos cómo se perfila bien facilita y agranda enormemente su radio de acción
la imagen del subgrupo primero, o sea, el de los "místicos inmediata, entraña el peligro de que la adhesión conse-
revolucionarios , cuya figura más representativa y excelsa guida lo sea ad hominem y no ad res. Así ocurre con
la encontramos en la Historia bajo el nombre de Iescnou frecuencia que en la dialéctica realista del proceso revo-
bar Iossef, el judío conocido en Religión con el apodo de lucionario, este tipo de idealista místico ---dejando aparte
"Jesucristo": es el místico revolucionario un Ser trascen- su valor estético y decorativo^- resulta de una eficiencia
dido, que alberga en lo más profundo de su mismidad la muy inferior al promedio de la de los demás; entre otras
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razones porque su goce no radica en el hacer sirio en el mente tan iguales como los uniformes militares. Y ello
contemplar o, todo lo demás, en el'sugerir. sucede así porque, en suma, el teórico no nace otra cosa
Otro y muy distinto es el caso del Idealista Dogmá- más que aplicar el patrón conceptual de su teoría al
tico. •—• A éste le sobra lo que a aquél le falta: capacidad infinito contenido fáctico, marcándolo con la indeleble
de persuasión lógica, conocimiento teórico-racional y afán huella de su pensamiento abstracto. Por esto, salvo el
de captación. Su grado de convencimiento, es decir, su reducido cenáculo de los "iniciados ', la masa revolucio-
fe en las excelsitudes de la Revolución, no es inferior a la naria comprende con dificultad la "última ratio de sus
del místico, pero aparece aquí, tamizado a través de un aseveraciones. Y sin embargo, la figura del teórico revo-
rígido aparato intelectual, en forma de actuación . cons- lucionario aparece en la realidad rodeada del mismo
tante, verbal y escrita, de labor docente y orientadora, nimbo de prestigio y es tratada por las masas con unción
especialmente dirigida a un núcleo relativamente selecto similar a la del místico revolucionario. Ello es debido, sin
de discípulos que, teniendo a su cargo tareas de alta duda, a la acción personal y directa de los discípulos
responsabilidad en el movimiento revolucionario, acuden selectos que, empapados de sus enseñanzas, las predican
a él en consulta cada vez que sienten vacilar sus con- y realizan ---a través de sus posibilidades organizadoras
vicciones o se hallan frente a dificultades insolubles. El y combativas^- cuidando de ser el nexo entre el pueblo
teórico les sirve entonces a modo de oráculo: aislado co- y su dogmático rector. Incumbe así al revolucionario idea-
mo está del diario bullicio, conserva con toda lucidez su lista teórico un papel progresivamente simbólico, casi
visión panorámica del curso histórico y se eleva fácil- mítico, que le acerca insensiblemente a la esfera religiosa.
mente del plano de la anécdota circunstancial. Puede Tal Ka sucedido con la figura de Wladimir Hiten Ulia-
parecer, a un observador superficial, que este idealista nov (Lenin) noy en día venerada con una adoración que
dogmático es un ser inflexible y estratificado en el terreno podría resultar difícilmente comprensible si la enfocáse-
conceptual, un ser cuya evolución ideológica se encuentra mos puramente desde un punto de vista histórico, es
tan detenida y en suspenso como lo está el curso afectivo decir, desprovista del enorme caudal de crédito psico-
del místico; a tal error contribuye el hecho de que en el lógico" que sobre ella kan depositado sus más inmediatos
curso de la Revolución este tipo de dirigente repite tozu- seguidores y discípulos.
damente las mismas apodícticas aseveraciones. Mas en Veamos ahora, sin comentarios ni transición, para
realidad no es así: su pensamiento trabaja incansable- mayor fuerza del contraste, cómo se caracterizan los dos
mente y en cada instante su razón se aplica a resolver, tipos más frecuentes de revolucionarios realistas: el pri-
con arreglo al criterio que le es yálido, contenidos pro- mero de ellos, en sucesión cronológica, es el denominado
blemáticos distintos. Lo que ocurre es que las soluciones realista combativo o de choque. Un rasgo esencial del
resultan, a través de su verdadera variedad, aparente- mismo es su impulsividad. Independientemente de su
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grado de inteligencia y de sensibilidad, este nombre se ante nada ni ante nadie, siempre tenso para la acción, su
define por la facilidad con que salva el largo trecho que propio dinamismo le impide entretenerse para completar
media entre el "dicKo" y el "hecho". Del deseo al pro- y perfilar sus obras. Su mayor satisfacción consiste en-
pósito, de éste a la decisión y de ésta a la acción pasa el realizar la transformación inmediata y total del ambiente
revolucionario combativo con una rapidez y una seguri- en que circunstancialmente convive, sin parar mientes en
dad asombrosas; de ahí su enorme eficiencia como agente las probabilidades de superviviencia o de estabilización
"agitador" social y su extraordinario valor como instru- de cuanto realiza. El revolucionario de choque difícil-
mento de acción destructiva sobre el régimen que la Re- mente puede por ello permanecer ligado a un estrecho
volución viene a suceder. marco ambiental más allá de unos días. Necesita el cam-
El revolucionario de este tipo es el que mejor encar- bio, requiere nuevas empresas que calmen su "sed de
na la figura popular, la imagen mítica, del "vengador , acción '; su figura transhumante aparece por doquier en
es decir, del hombre que siempre está dispuesto a tomarse los primeros tiempos, cual si se hallase dotada del don
la justicia por su mano y que recurre no sólo a la acción de ubicuidad. Más tarde, cuando la violencia del movi-
sino a la acción directa para dirimir todos sus conflictos. miento revolucionario disminuye y por la fuerza de su
(Imágenes representativas de él: Danton, Saint Just). ciclomorfosis se ve obligado a ceder el paso al tipo del
Desde un punto de vista psiquiátrico no es raro sor- revolucionario organizador , no es raro verle sumer-
prender en él rasgos hipomaníacos o comiciales; no girse en una depresión reactiva, a menos que se le se-
obstante, no debe creerse, en modo alguno, que tales pa aprovechar para otras tareas duras, que calmen su
rasgos constituyan el elemento fundamental para la ex- inquietud' y sublimen su tendencia dominante. En el
plicación de su conducta, pues todo lo más pueden expli- rondo este revolucionario de choque constituye el obli-
car algunos aspectos de su estilo. En realidad, el revo- gado nexo entre los dos círculos psíquicamente opuestos
lucionario de choque es casi siempre un hombre en el de la Revolución y la Guerra; por él se han equivocado
que la ideología del nuevo régimen social ha adquirido muchos al creerlos semejantes. Y es que, si bien se mira,.
tal fuerza de convencimiento que no sólo le parece justa en la intimidad de su ser bulle el amor pero descendido
sino fáctí de realizar. Tan fácil que en todo momento se de su pureza por un intenso componente de odio; cuando
halla dispuesto a llevarla a la práctica y a lanzarse a! éste aumenta puede llegar incluso a la inversión del signo
cumplimiento concreto de sus consignas sin tomar en con- de su sentidez existencial y transformarlo, pura y simple-
sideración ninguna circunstancia que pueda modificar- mente, en un "guerrero revolucionario", cuando inicial-
las. Pero, de otra suerte, también posee el revolucionario mente pudo llegar a ser un revolucionario guerrero".
de choque una eficacia singular y un ímpetu contagioso No hay duda de que, desde el punto de vista psico-
en sus audaces actuaciones. Hombre que no retrocede lógico, el revolucionario de choque presenta una perso-
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nalidad de escasa complejidad, principalmente domina- sa, cuando el tipo organizador, con su maravillosa capa-
da por el sensualismo -—en el aspecto anímico*-- y por cidad de combinación e integración, con su extraordina-
el pragmatismo, en su vertiente práxica. De aquí la faci- ria plasticidad y facilidad de readaptación, nace el mila-
lidad con que puede en cada caso comprenderse su vida gro de consolidar y dar cima a lo que hasta aquel mo-
mental, ingenua y primitiva. De aquí, también, su pro- mento no pasaba de ser una pretensión, un ensayo o
pensión al exhibicionismo (infantil) y a las antinomias un atisbo de nueva organización social. Y lo hace del
morales. único modo como le es posible: en una esfera limitada
Finalmente, nos queda por describir el cuarto y me- y concreta, si bien se inspira ---desde luego.—' en el absr
nos conocido tipo de revolucionario: el organizador. Su tracto esquema conceptual del teórico. Su trabajo, de
característica esencial radica, precisamente, en no parecer especialista, tiene sin embargo particularidades que pre-
que es un revolucionario sino, simplemente, un técnico cisa destacar para no confundirlo con el de un técnico
que vive absorto y preocupado por los problemas de cualquiera. Este, por regla general, es un hombre habi-
orden práctico que continuamente pleantea la nueva cons- tualizado hasta el grado de saturación, es decir, una per-
trucción social. Su papel en el drama que se desarrolla sona cuyo enfoque profesional le lleva a realizar siempre,
es algo parecido al de tramoyista teatral, también aparen- con rigidez y ordenación casi mecánicas, la misma serie
temente alejado de las incidencias de la pieza escénica de intervenciones. Aquél, en cambio, conserva toda la
que se representa y, no obstante, factor esencial de ella. libertad de acción que le proporciona el hecho, de poseer
En tanto el revolucionario místico crea la fe, el dogmático, un criterio nuevo, es decir, una visión original del sentido
la teoría y el de choque, el impulso, el organizador crea y de las formas de la vida a la que se esfuerza en adaptar
la obra o, por mejor decir, el aparato mismo de la Revo- los viejos materiales de que dispone. Singularmente, el
lución, sin el cual de nada serviría la actuación de sus técnico clásico y el organizador trabajan con los mismos
camaradas. Su intervención aumenta en la medida en que elementos, pero divergen sus fines y sus métodos hasta el
disminuye la de éstos; su eficacia crece, precisamente, punto de que mientras el primero aspira a reproducir
cuando parece extinguirse el eco del clarín agitador, modelos ya preexistentes el segundo, siempre trata de
cuando la masa social tiende, por su anterior inercia, a crear algo sin precedentes. De ahí que haya de poseer
reemprender el camino de sus antiguos modos existen- cualidades de intuición e improvisación, de tenacidad y
ciales y cuando, para decirlo de una vez, comienzan a de "souplesse" que no son imprescindibles a aquél. (Una
resultar anacrónicas las demás figuras representativas de figura de este tipo la hallamos, por ejemplo, en Luna-
la Revolución. charslcy, impulsor del resurgir cultural en la Europasia).
No precisa ser muy lince para darse, ahora cuenta
Es entonces y sólo entonces, al final de la fase anfi- de que los cuatro tipos que acabamos de describir tienen
bólica, bajo la presión de una contra-revolución podero-
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entre sí relaciones que los ligan y complementan dos a ñera de la ponderación y el equilibrio que se establezca
dos. En efecto, de una parte, los revolucionarios idealistas entre ellos. Si predomina, en un movimiento revolucio-
místicos y los realistas de cKoque, se complementan: los nario, el primer par asistiremos a una brillante fase de
primeros poseen la propiedad de constituir un estimu- ascenso pero hay muchas probabilidades de que, ven-
lante específico de los segundos; en ambos predomina cidas las resistencias externas, la Revolución fracase en
Ja pasión y se establece una vinculación afectiva, de última instancia por falta de medida, de trabazón y de
simpatía y admiración recíprocas. Unidos constituyen la cohesión internas; en cambio, sin la existencia de aquél
fuerza propulsora <--P¿S genitrixr-> del proceso revolu- resultarían también estériles los discursos del dogmático
cionario. y los planes del organizador, constante y efectivamente
De otra parte, entre el idealista dogmático y el contrarrestados por la activa propaganda y resistencia de
realista organizador se establece también una comuni- las fuerzas contra-revolucionarias. De ahí la necesidad
dad de intereses y de acciones que aseguran el buen de que exista un cerebro ordenador, un poder casi genial
aprovechamiento de la fuerza revolucionaria contenida en que sea capaz de manejar, acoplar, combinar, compensar
el par anterior. Tanto el dogmático como el organizador y dirigir la actuación de esos cuatro magníficos instru-
se interesan fundamentalmente por los problemas de tipo mentos psicológicos de la Revolución, evitando su pugna,
intelectual; son hombres en los que la pasión no desborda eligiendo el momento de su oportuna intervención y deli-
el cauce de su existencia y discurre, canalizada por el mitando su radio de acción respectivo. No es posible
trabajo, con mayor uniformidad y regularidad; son ^per- una Revolución "acéfala" pero tampoco es deseable una
dónese la expresión*— los corredores de fondo" o de ' multicéfaía", si entre esa variedad de cabezas conducto-
resistencia de la revolución, en tanto aquéllos son los ras no se incluye una que sea capaz de coordinar sin-
sprinters", cuya acción, fulminante, es en sí misma ines- téticamente la actuación de las demás. No es ajeno al
table y fugaz. El dogmático y el organizador —-ligados fracaso psicológico de la Revolución Francesa y al triun-
por la coincidencia de sus actitudes temperamentales, de fo psicológico de la Revolución Rusa, el hecho de que la
sus propósitos y de sus métodos de trabajo^-' constituyen primera careció del equivalente histórico de Wladimir
así la fuerza que paradójicamente podríamos denominar Ilitch Ulianov, aun cuando quizás tuvo, en cambio, figuras
conservadora del movimiento revolucionario, ya que es superiores a las de la segunda, tanto en valor intelectual
ella la que al estructurarlo y estabilizarlo asegura su como en grandeza y dramatismo humanos. Conste, empe-
pervivencia y afianza su triunfo definitivo. ro, que ello no supone la menor concesión al mesianismo,
Así concebida la distribución y la misión de los cuatro pues esta labor -—centralizadora de la máxima responsa-
tipos principales de revolucionarios, se comprende que el bilidad directivaí-- no debe confundirse, sino al contrario
éxito o el fracaso del proceso total depende en gran ma- oponerse a la de la actuación individualista y tiránica, de
242 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 243

caudillaje, que fatalmente adoptan los dictadores, esen- te el período triunfante de la Revolución un papel se-
cialmente contra-revolucionarios. Fenómeno lógicamente mejante al de aquéllos en la fase de Iatencia revolucio-
nada Kay tan opuesto como estas dos actitudes psicológi- naria. Sin embargo, no es así. En primer lugar separa
cas: el dictador, tirano, imperialista, megalómano y so- a ambos el hecho mismo de su actitud: francamente re-
Iipsista, desprecia profundamente a la masa que escla- novadora y orientada hacia el futuro en unos, y típica-
viza y la utiliza tan sólo como pedestal para elevarse, en mente conservadora y orientada hacia el pasado en otros,
tanto el director de una auténtica Revolución vive sa- pero además existe el hecho diferencial de su opuesta
crificado, renunciando a todo, en beneficio del pueblo a experiencia vital y, también, del diverso marco ambien-
quien sirve. Aquél se rodea de segundones que le rinden tal que rodea a ambos en sus actuaciones.
sistemático acatamiento y le sirven de marco para su En realidad no puede casi hablarse de místicos ni
vanidosa y continuada exhibición personal, mientras que de teóricos contra-revolucionarios, pues la contra-revolu-.
éste procura rodearse de los mejores hombres, con quie- ción no aspira en suma a otra cosa más que al retorno
nes en plan de igualdad discute y elabora las decisiones del estado anterior y por tanto se apoya en todo mo-
más provechosas para el bien común. El primero se con- mento sobre una base pragmática y concreta. Si los más
sidera el amo absoluto del país; el segundo, uno de sus acusados contra-revolucionarios utilizan en sus campañas
más devotos servidores que, por la especial naturaleza imágenes y conceptos nuevos lo hacen como medio y no
de su misión, dispone de recursos excepcionales. Así ve- como fin, es decir, que tratan de combatir al enemigo
mos, por ejemplo,' a Napoleón restaurar el fausto y el adoptando sus propias armas y ropaje pero sin, en modo
boato de Versalles, coronarse emperador y disponer a alguno, aceptar .—cuando menos en principio^- su pos-
capricho de los bienes del Estado, mientras que Lenín tura ideológica. Tres son los principales caminos que se
duerme y vive en una modesta habitación, casi celular, abren en cambio a la actividad contra-revolucionaria: la
come austeramente y ni por un momento se concede me- crítica, el saboteo y la conspiración. La primera oscilará,
jor trato que el de cualquiera de sus camaradas de los según las circunstancias, entre la simple polémica y la
que no se diferencia externamente por ninguna insignia más aviesa murmuración y calumnia; el segundo va-
o distintivo. riará entre la resistencia pasiva y la provocación orga-
nizada del desorden catastrófico dentro del nuevo orden
Análisis de los tipos contra-revolucionarios, ^- Una
revolucionario; la tercera, más sutil y compleja desde el
consideración superficial podría hacer suponer que no
punto de vista psicológico, aprovechará las fuerzas des-
cabe establecer una esencial diferencia psicológica en-
contentas de la Revolución, se infiltrará en las propias
tre los representantes de la Revolución y de la Contra-
entrañas del aparato político revolucionario y manejará
Revolución, ya que estos últimos tienen asignado duran-
244 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 245

maquiavélicamente sus resortes con arreglo a la antigua . El contra-revolucionario, saboteador. <—< Este tipo no
técnica de "divide y vencerás . hay duda que es el menos frecuente pues entre otras
Correspondiendo a estos tres tipos de actuaciones condiciones requiere para concretarse una audacia y des-
halíamos otros tantos perfiles psicológicos. Veamos bre- precio de la vida que difícilmente pueden conciliarse con
vemente sus principales características de acción. la posesión de un espíritu conservador y reaccionario. De
hecho la mayor parte de los "actos" de saboteo realiza-
El contra-revolucionario crítico. <—• Este es, sin duda,
dos por las organizaciones contra-revolucionarias son eje-
el más corriente y, también, el más diverso. En sus gra-
cutados por mercenarios cuyo único y principal estímulo
dos leves resulta en realidad útil a la Revolución pues
es el dinero ganado con su actuación. No obstante, es
sirve para señalar sus defectos y, por tanto, indirecta-
posible hallar algunos casos en los que se alian la buena
mente colabora con ella (si quienes la dirigen saben ha-
ie, el coraje y el deseo de un retorno al estado anterior.
llarse atentos a las palpitaciones del espíritu popular)
Tales casos se encuentran generalmente entre personas
pero, como ya puede suponerse, tal comedimiento es ra-
que por uno u otro motivo han sufrido algún perjuicio
rae avis" y en la mayoría de los casos el factor catatímico
directo durante la Revolución y actúan movidos por un
o, simplemente, el deseo de obtener un resultado más
impulso de venganza más bien que por consideraciones
rápido e intenso en su! campaña, lleva a este tipo ver-
ideológicas generales. Así, tampoco es raro que alguna
bal " de contra-revolucionario (casi siempre del sexo fe-
vez hayan sustentado previamente ideas incluso contrarias
menino, más o menos acusado) a la difamación y a la
a las que ahora tratan de ayudar (y en ello radica preci-
calumnia, a través del puente del rumor (el se dice
samente su mayor peligrosidad, ya que pueden ser bien
puede en ocasiones ser de efectos peores que el propio
considerados en el ambiente revolucionario, en el que go-
"hacer"). Una característica común a todas las modali-
zan de buena libertad de acción). Tampoco es excepcio-
dades de este tipo es el hecho de gozar de un buen co-
nal el caso del psicópata que se ve atraído por el peligro
eficiente de sociabilidad y de un mimetismo expresivo
y que fatalmente adopta en todo momento la actitud
capaz de adaptarse fácilmente a todos los ambientes en
antitética, llegando en ella a la acción destructora con
que desarrolla su labor: unas veces mordaz, otras jocoso,
mayor facilidad por hallarse impulsado por las tenden-
unas veces aparentando una objetiva imparcialidad y
cias tánicas (es curiosa la frecuencia con que este tipo
frialdad, otras dramatizando y explotando la "cuerda sen-
se suicida si fracasa su propósito). Se comprende, de
sible" de sus oyentes, el contra-revolucionario crítico des-
otra parte, que exista una considerable diferencia entre
arrolla sus dotes histriónicas en forma casi siempre fugaz,
los actos de saboteo activo y pasivo; los primeros en su
procurando especialmente actuar en ambientes inconsis-
mayoría son cometidos por hombres y los segundos por
tentes en donde su personalidad pueda quedar más fácil-
mujeres.
mente desdibujada (mercados, colas, cafés, etc.).
246 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 247

El contrarrevolucionario conspirador. i—> L a activi- de una Cultura que complacientemente ha sido puesta
dad conspiradora contra-revolucionaria no difiere esen- a su servicio por el antiguo régimen ; éste, en cambio,
cialmente en cuanto a sus técnicas de la que exhiben los ha de luchar casi siempre para adquirir los conocimien-
revolucionarios en la fase de latencia de su movimiento. tos necesarios para su obra y constituye el tipo del self-
No obstante, el tipo y la actitud psicológica de ambos made man", para acercarse al cual precisa previamente
son fácilmente diferenciables: en primer lugar, el contra- saltar no sólo la barrera de su desconfianza sino la mu-
revolucionario que conspira tiene a su favor el hecho de ralla de sus personales y originales concepciones. De aquí
que el nuevo régimen que trata de derribar se halla que las discusiones y las diferencias suscitadas incluso
todavía en plena formación y por lo tanto sus resortes entre los más fraternales conspiradores revolucionarios
represivos carecen del preciso ajuste necesario para su sean siempre mucho más intensas que las habidas entre
eficacia; de otra parte, su antiguo poderío le permite dis- sus homólogos contra-revolucionarios: aquéllos para po-
poner todavía de influencias aisladas pero efectivas, que nerse de acuerdo han de sacrificar gran parte de sus in-
ejerce a través de secundones adictos, diestramente infil- dividuales creaciones ideológicas, mientras que éstos tan
trados en lugares estratégicos de información. En cam- sólo requieren para ello no tener ninguna, es decir, are-
bio el revolucionario conspirador encuentra un Estado rrarse rígidamente a la tradición y desear el retorno del
propiamente dicho, es decir estabilizado, cuyo aparato pasado. (Claro es, no obstante, que esto no supone, ni
represivo no tiene otras tareas de mayor enjundia que mucho menos, que a priori la mentalidad del revolucio-
la de vigilarlo y esterilizarlo. El primero, apoyándose en nario sea superior en jerarquía intelectual a la del contra-
la enorme fuerza que le presta la innata tendencia de revolucionario sino, simplemente, que le excede en inquie-
la masa a conservar sus hábitos (por algo se ha definido tud afectiva y en originalidad).
al Hombre como un animal de costumbres) encubre sus
propósitos destructivos bajo la mirífica fórmula del "re- Los fipos pseudo-revolucionarios. >—> Por lo hasta
torno a la normalidad", mientras que el segundo, forzo- ahora expuesto se comprende cuan difícil ha de ser el
samente, se ve obligado a pronosticar luchas y dificulta- triunfo definitivo o, mejor dicho, la completa realización
des, tras de las cuales sólo puede ofrecer la promesa de de la ciclomorfosis revolucionaria. De una parte la in-
una realidad imaginada mejor. gente empresa de crear un nuevo orden espiritual recla-
De aquí se deduce que mientras el contra-revolu- ma la conjunción de los mejores cerebros de una época.
cionario puede permitirse el lujo de aparecer como "un De otra, la misma esencia del acto revolucionario im-
hombre de Paz", el revolucionario en su actitud conspi- pone, durante un cierto tiempo cuando menos, el domi-
radora (pre-revolucionaria) adquiere, a su pesar, un tin- nio de la "masa humana , a través de sus más bastos y
te bélico. Aquél tiene a su favor generalmente los recursos típicos representantes. Pero, con todo y ser tan difícil con-
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seguir el equilibrio tras el "salto mortal" revolucionario, si así se elimina del ambiente; lo peor es que casi siem-
la enorme vitalidad de quienes lo inician es capaz de lo- pre trata de resarcirse de los perjuicios habidos y se ven-
grarlo si saben unirse y eliminar implacablemente de su de al mejor postor como cualquier cortesana despechada.
hermandad el verdadero germen del fracaso. Este, contra Hombre de pico de oro y de pluma cálida, puede ser
lo que podría creerse en un principio, no ba de buscarse nefasto su viraje en un momento dado. Existe sin em-
en la acción de las fuerzas conservadoras sino, pura y bargo un fácil medio para reconocerlo: investigar cómo
simplemente, en el nefasto influjo de los pseudo-revolu- vive en la intimidad y cómo reacciona al halago y a la
cionarios. Del propio modo como en la existencia pasional crítica.
hallamos a veces mezcladas y confundidas las más opues-
Eí gángster pseudo-revolucionario. i—> H e aquí sin
tas cualidades y lacras del Hombre, también en la exis-
duda el más poderoso aliado de la contra-revolución:
tencia revolucionaria vemos convivir los más distales va-
perezoso para el trabajo, abierto a todos los vicios y
lores éticos. Mas es tarea urgente y necesaria separarlos
carente de escrúpulos, casi siempre comienza siendo un
si no se quiere dar al traste con el esfuerzo realizado y
delincuente vulgar hasta que un buen día descubre con
para ello precisa, ante todo, despistar y extrapolar los
satisfacción ingenua que sus inmoralidades pueden encu-
tres tipos principales del pseudo-revolucionario: el snob
brirse bajo la capa protectora de "actos de reivindicación
pedante, el "gángster" criminoide y el "psicópata anti-
social . Entonces el robo, el crimen, la delación, el chan-
social. Veamos cómo se caracterizan:
tage y cuantos delitos puedan ser imaginados toman nom-
El pseudo-revolucionario pedante. >—• Es casi siem- bres eufónicos, a condición de que sean cometidos en
pre un pseudo-intelectual o, más exactamente, un hom- nombre de tal o cual teoría revolucionaria y llevando en
bre que aun siendo, si se quiere, culto e inteligente en el bolsillo el carnet de tal o cual organización político-
determinados aspectos, no sabe o no puede aplicarse el social. Hombre de acción, siempre qué esta acción sea
criterio moral que desea imponer a los demás. Se incor- para satisfacer sus más primarios deseos, no tarda en im-
pora al movimiento ideológico revolucionario por lo que ponerse dondequiera que encuentra gentes pacíficas.
tiene de atrayente y espectacular: le gusta oírse tratar Para él la Revolución no es más que un breve lapso de
d'enfant terrible y coquetea con los dos opuestos Mun- tiempo en el que puede dar impunemente salida a todos
dos para en definitiva satisfacer mejor su narcisismo. No sus impulsos, satisfacer todos sus rencores y conseguir
siente en lo más íntimo la causa que aparenta defender sus materiales apetencias sin el riesgo de la Justicia So-
y basta con que, llegada la hora, sufra el zarpazo revo- cial que dice defender y que en realidad habría de ac-
lucionario en sus propias carnes para que salga aullando tuar en contra suya si en tal período poseyese los órganos
y renegando de sus anteriores convicciones. Y menos mal adecuados a su función. Considerado psiquiátricamente
250 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 251
este tipo es, unas veces, un débil mental asocial y otras gentes que buscan en ellas, más que una posibilidad de
un esquizoide, pero también puede tratarse simplemente encuadrarse en el marco de una realización' ideológica,
de un perverso, es decir, de un sujeto sin Super-Yo, sin la,oportunidad de atender parcialmente a la satisracción
posibilidad estimativa- del valor ético, capaz tan sólo de de su Libido. Resulta por demás significativo, por ejem-
llevar una existencia animal, estúpidamente autoególatra. plo, la asociación de las convicciones naturistas, anar-
Eí psicópata pseuao-revolucionario. <—' Siendo el psi-
quistas, teosóficas y esperantistas que Ke tenido ocasión
de comprobar en jóvenes esquizofrénicos con incipiente
cópata esencialmente un desadaptado de la vida social,
delirio de influencia; algunos de ellos Kan enviado su
tiene ya un iactor predisponente para "sentir más que
producción literaria a periódicos revolucionarios que la
el resto de los mortales la Revolución. Insensiblemente
Kan publicado mientras los autores estaban sometidos
busca los extremos como pauta de su conducta social y
a una cura de insulina en una Clínica Psiquiátrica.
por ello puede incorporarse con mayor facilidad a las
organizaciones revolucionarias o contra-revolucionarias. Otro tipo psicopático sumamente peligroso para to-
Singularmente el psicópata con tendencias Komosexuales do movimiento revolucionario es el del oligofrénico de
variedad erética que Kalla, durante la fase explosiva de
reprimidas se siente impulsado a la actuación espectacu-
aquél, oportunidad de satisfacer su odio Kacia el género
lar en tales momentos. Con ella, de una parte, satisface
Kumano, al que sólo pertenece en forma y no en esencia.
sus tendencias exhibicionistas y de otra, descarga su po-
Si fuese posible realizar un examen intelectual de los ex-
tencial sádicomasoquista. Tanto en las organizaciones
tremistas" actuantes en tal fase no Kay duda que el re-
fascistas como en las marxistas y anarquistas, es decir,
sultado daría una edad mental francamente inferior al
.en los grupos que postulan los métodos de acción como prometido normal, debido a la concentración de los indi-
remedio a la crisis social, destaca con singular frecuencia viduos de este tipo en tal situación.
este tipo resentido. Nunca puede, desde luego, confun-
Por desgracia no es presumible esperar que el tra-
dirse con el verdadero revolucionario ya que éste, como
bajo revolucionario pueda ser sometido a los beneficios
anteriormente se Ka indicado, requiere para serlo la pre-
de una selección basada en los datos de un examen psi-
via saturación de su impulso amoroso. Aquél, por el con-
cotécnico y psiquiátrico que permitiese separar las dos
trario, propende a buscar por todos los medios una com-
clases de 'desadaptados" que lo realizan: la de los que
pensación a su falta de satisfacción erótica propiamente están "por debajo" y la de los que se bailan "por enci-
dicKa. He podido observar en este aspecto la curiosa coin- ma" de las normas sociales que tratan de alterar. Entre
cidencia de que tanto en las organizaciones juveniles anar- los primeros se Kallan, sin duda, los pseudo-revoluciona-
quistas como fascistas, de jóvenes cristianos, etc., se ven rios que acabamos de señalar.
con mayor frecuencia que en el promedio de la población,
CAPÍTULO VIII

LOS PROBLEMAS DE LA CIENCIA


DEL TRABAJO

Vamos a intentar una condensación de las contribu-


ciones que la Psicología actual puede ofrecer a la ergolo-
gía, en su afán de mejorar el nivel de la vida humana.
Ante todo precisa recordar que la palabra "trabajo
y el calificativo "profesional" son usados en Psicología
para designar "toda actividad (serie de actos personales)
ejercida técnicamente con el fin de obtener un rendi-
miento económico". En nuestra actual organización social
el ser humano normal dedica a ese ejercicio aproximada-
mente el 65 % de su vida productiva (o sean 8 de las
12 Koras de actividad de vigilia que no se consume en
satisfacer urgencias instintivas y necesidades de trans-
porte). Es, pues, no la tercera parte de la jornada diaria
sino más de la mitad de nuestro existir consciente y libre-
mente, propositivo lo que dedicamos al trabajo profesional.
La Psicología Aplicada parte de la afirmación que
siendo el trabajo un medio puesto al servicio del mejora-
miento existencial de la vida humana, el Trabajo ha de
adaptarse al Hombre y no éste a aquél. Del propio modo
como, en Pedagogía, ya no se discute que es la Enseñan-
za la que ha de adaptarse al alumno (la llamada "Ecole
sur mesure") y no éste a aquélla.
254 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 255
No hay dos Seres humanos iguales y por ello tampo- nal discreta, al mejor empleo de su liempo de formación
co • pueden realizarse dos quehaceres idénticos si no es pre-profesional.
mediante un esfuerzo de ajuste que hace del trabajo así
c) Orientación profesional, realizada por el sistema
concebido lo que la Biblia señaló: una maldición divina,
mixto, crónico y concéntrico: que guíe, aconseje y cana-
es decir, un castigo. Por ello, etimológicamente, la palabra
lice cada alumno, según sus especiales condiciones de
trabajo en varios idiomas significa "pena", "sujeción",
esfuerzo . Si, empero, el Ser puede realizar el quehacer aptitud, vocación y ambiente, hacia el tipo de trabajo pro-
que más le cuadra a su peculiar estructura personal ^-o fesional más adecuado.
sea, si puede auscultar su vocación (voz interior) y se- d) Estudio profesiográfico, destinado al conocimien-
guirla, entonces no precisa que se reprima ni se conforme, to de los normotipos profesionales, no solamente con fines
que se adapte ni se esfuerce: la obra brotará de él con de la elaboración de las correspondientes fichas de apti-
la misma naturalidad que la luz emerge del Sol y el agua tud sino para permitir su clasificación de acuerdo a las
mana de las fuentes. características comunes.
Pues bien: toda la contribución de la Psicología al e) Profesiotecnia pedagógica, o sea: estudio de los
campo del Trabajo Profesional puede resumirse diciendo mejores procedimientos para la formación de artífices pro-
que tiende a conseguir que éste resulte no solamente más fesionales, introduciendo los mismos métodos (adapta-
útil sino más agradable de lo que ahora es para muchos, dos) que han triunfado en el resto de las enseñanzas, a
gracias al cumplimiento de todas las normas científicas base de la individualización del aprendizaje. Entran aquí,
que sirvan para procurar la mejor adaptación posible, en especialmente, los estudios de cinepedagogía profesional
cada momento, de la peculiaridad del Quehacer a la na- y el aprovechamiento de las actividades Iúdricas para
turaleza del Ser y a la circunstancia del Estar profesional. compensar la fatiga del aprendizaje profesional.
Para esto se requiere, fundamentalmente, propulsar
los siguientes objetivos: f) Psicotecnia objetiva (Objektspsychotecnilc) o sea:
estudio de las mejoras que han de ser introducidas en el
a) Información sistemática, hecha al finalizar la es- instrumental y en el ambiente físico del trabajo, con el
cuela primaria, de los principales tipos de trabajo profe- fin de facilitar el máximo rendimiento con el mínimum
sional existentes en el territorio nacional. de esfuerzo.
h) Observación sistemática, hecha durante todo el g) Psicohigiene del trabajo, o sea: estudio de los rit-
período escolar, de las aversiones e inclinaciones, defectos mos y pausas y de las condiciones mentales opimas para
y aptitudes profesionales de los futuros aprendices, con conseguir el mínimum de fatiga y la máxima satisfacción
el fin de ayudarlos, mediante una orientación educacio- compatible con el mejor rendimiento. Aquí se incluye el
256 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 257
uso de distracciones coetáneas con el trabajo (música, Veamos ahora, con un poco más de profundidad, qué
etcétera) y la creación de un ambiente psicológicamente puede proporcionar prácticamente cada una de estas apli-
grato (elección de compañeros, ajuste caracterológico de caciones de la Psicología y cuáles han sido, en general,
jefes y empleados, etc.). los resultados ya obtenidos.
h) Selección profesional, o sea: juicio previo del po- a) En cuanto a la presentación de las oportunidades
tencial de eficiencia relativa de un grupo de aspirantes o posibilidades de trabajo. Es obvio que tal información
a una determinada tarea, con el fin de elegir "The best precisa ser hecha con un criterio psicológico, pues resulta
men for tne job". materialmente imposible poner en contacto al adolescente
i) Epitimología profesional, o sea: estudio de los in- con las 20.000 ocupaciones ya catalogadas. Hay que hacer
centivos y factores de orden afectivo capaces de acrecen- una selección informativa y dar uniformidad a las des-
tar el interés o entusiasmo del trabajador por su obra. cripciones profesionales, de suerte que cada joven sepa,
Se incluyen aquí la elección de premios y sanciones, de grosso-modo, cuáles son los grandes tipos del trabajo
un sistema de salarios equitativo, etc. (el stajanovismo profesional.
es un ejemplo de tal estudio en la U.R.S.S. La partici- AI propio tiempo, es posible aprovechar tal presenta-
pación en los beneficios es otro ejemplo, en países de tipo ción para destacar los campos profesionales en los que la
capitalista).
economía nacional necesita mayor aporte humano (orien-
j) Análisis psicológico de los desajustes, fracasos y tación profesional colectiva) evitando así la irregular dis-
accidentes del trabajo. Esta parte de la Psicotécnica, a la tribución de las demandas de aprendizaje, en relación
que denominamos "Catapsicoergología" (estudio del tra- con las posibilidades.de colocación ulterior. Tal informa-
bajo o esfuerzo mal flecho) sirve no sólo de fundamento ción puede ser realizada de diversos modos; preferente-
al reajuste o readaptación profesional sino a la preven- mente convirtiendo el último año escolar primario en año
ción de los accidentes y enfermedades profesionales, vestibular, en el que se tratan todos los aspectos relacio-
nados con la Producción. En tal caso no solamente se da
IÍ) Estudio de la racionalización, planificación y orga-
al escolar informes acerca de los procesos de trabajo
nización i—horizontal y vertical-—' del trabajo profesional
esenciales a la vida comercial, industrial, agrícola, artísti-
colectivo, en empresas o instituciones'oficiales y privadas.
ca, social, cultural, económica, estadual, etc., sino que se
I) Estudio de la denominada "terapéutica ocupacio- le ofrecen films, visitas, conferencias ilustrativas, etc., me-
nal", o sea: aplicación del trabajo profesional como re- diante las cuales completa el conocimiento del panorama
curso no sólo económico sino eugénico y psicoterápico, en profesional" y la situación del "mercado de trabajo".
el productor enfermo, delincuente o parcialmente inválido. Merecen citarse en este aspecto los esfuerzos realiza-
258 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 259

dos por los Science Research Associates norteamericanos . c) Las ventajas de la O. P. no son ya, hoy, discutidas.
con una serie de publicaciones periódicas destinadas a Esta actividad, empero, no puede basarse exclusivamente
esta linalidad (Guidance news ietters, Guide Post, Tra- en la Psicología sino que requiere el auxilio de la Medi-
des, Vocational guiderOccupations, Occupational briefs, cina, la Sociología y la Profesiotecnia; debe concebirse
etcétera). como un medio de realizar, además, una obra de higiene
b) En cuanto a la observación sistemática de las apti- mental general en el individuo, pues no solamente per-
tudes y defectos personales durante el período escolar, mite darle consejos acerca de sus rumbos profesionales
no limitada al rendimiento escolar sino extendida a todos sino —'lo que no es menos importantes señalarle también
los aspectos de la vida productiva del niño o joven, ha sus mejores rumbos vitales, teniendo en cuenta que a veces
constituido la base de serios estudios de O. P. (singular- el trabajo profesional ha de ser escogido no tanto para
mente de los llevados a cabo bajo la dirección del Prof. aprovechar ciertas desviaciones o hipertrofias de caracte-
Otto Lipmann, en el "Instituí zur Angewandte Psycho- rísticas personales como para compensarlas y conseguir
Iogié" de Berlín y sistematizados bajo el calificativo de una mayor armonía y equilibrio en el modo de vivir indi:
' Beobachtung methode zur Berufsberatung"). Esta acti- vidual.
vidad puede no limitarse a ser diagnóstica sino servir de Las mejores estadísticas de resultados obtenidos con
punto de partida para la evocación o puesta en marcha la O. P. han sido publicadas por el National Institute of
de ciertas aptitudes y pautas reaccionales, de gran interés Industrial Psychology de Londres y el Instituto Psicotéc-
profesional, que espontáneamente no se evidencian hasta nico de Barcelona.
momentos ulteriores de la evolución, ante los que ya pre- d) El estudio profesiográfico puede ser hecho con
cisa decidir el rumbo a tomar. Es así como Baumgarten, diversos criterios: a) descriptivo de los actos fundamen-
Giese y Tramm han aconsejado el uso de los llamados tales del trabajo profesional; b) jerarquizador de su imT
juegos profesionales" para la detectación de las ulterio- portancia; a') tomando por pauta lo que el trabajo es,
res inclinaciones y disposiciones profesionales de los esco- en un anibiente determinado; b ) tomando por base lo
lares. En Uruguay hemos ensayado una ficha de obser- que el trabajo debería ser, en un sentido ideal; a ) reali-
vación psicopedagógica aplicable a la construcción del zando un enfoque analítico; b") siguiendo un enfoque
perfil vocacional y profesional, con resultados alentadores. global. Todo estudio profesiográfico, cualquiera sea el
Tal ficha no ha de ser llenada directamente por el maestro criterio con que esté hecho, no puede limitarse a presentar
que ejerce la misión de enseñanza directa sino por un una sección horizontal (transversal y estática) del trabajo
maestro observador (semejante al "vocational teacher" sino que precisa, a la vez, relacionarlo longitudinalmente,
americano) que permanece al margen de la rutina diaria en su devenir y en sus conexiones con los influjos ambien-
del proceso pedagógico. tales. Así, por ejemplo, ya no cabe hacer in abstracto
260 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 261

ía profesiografía médica a base de diferenciar algunas torios si se ve nadar en un film lentificado que si escucha
especialidades, sino que precisa distinguir también los solamente las críticas de un buen profesor. En el Instituto
fines de su actividad y las circunstancias (Iiospital, domi- Psicotécnico de Cataluña recibimos, en 1924, algunos
cilio, consultorio, ciudad o campo, tiempos de paz o de films de Frank y Lilian Gilbreth, elaborados bajo la
- guerra, etc.) en que se realiza. técnica de "The One Best Way to do the Job" de esos
En la actualidad hay cerca de 200 monografías refe- autores; tales films sirvieron de inspiración a la sección de
rentes a estudios profesiográficos cuya eficacia na sido profesiopedagogía para introducir ^-a base de tomavistas
contrastada por la vía experimental. Además, se na reali- Kodak corriente^-' el uso del control kinético en diversas
zado la profesio grafía puramente intuitiva, sin control secciones de la Escola del Treball, logrando así acorta-
adecuado, con fines de O. P. en cerca de 2.000 ocupa- mientos del período de aprendizaje que oscilaron entre el
ciones. 40 y el 260 % en los alumnos de primer año de mecá-
e) La profesio tecnia pedagógica es un campo de ac- nica (trabajos de serraje y de torno).
tuación en el que cabe introducir numerosas mejoras. La enorme experiencia acumulada por los psicotécni-
Precisa incorporar a la enseñanza profesional todos los cos del ejército norteamericano en la enseñanza de téc-
conceptos ya en vigencia para los demás tipos de ense- nicas bélicas altamente especializadas es descrita en el
ñanza primaria y secundaria. Precisa dar nociones de cap. X de "Psychology for the Fighting Man" y sirve
psicopedagogía a todos los profesores de enseñanza pro- para ilustrar cuánto puede obtenerse de esta modalidad
fesional y no seleccionarlos solamente a base de su com- de aplicación de la psicología a" un tipo de trabajo pro-
petencia técnica o cultural sino de sus condiciones didác- fesional.
ticas. Además, se requiere usar mejores medios de demos- f) La psicotecnia objetiva es otro prometedor campo
tración para el aprendizaje de las técnicas, especialmente de la psicotecnia érgica, ergológica, ergasiológica o profe-
a base del cine lentificado y de la obtención de pequeños sional. Consiste en adecuar todo el material y el ambiente
films de cada aprendiz, de suerte que éste, pueda ver sus físico del trabajo a las peculiaridades organísmicas del
movimientos analizados por el profesor en tanto toma una trabajador. En general la rutina ha impuesto el uso de
actitud de espectador de sí mismo. La regla de oro del instrumentos y de herramientas uniformes en trabajos
aprendizaje práxico es la que afirma que éste no se reali- hechos por hombres dispares; precisa hacer instrumentos
za a base de la repetición de las series kinéticas y la a la medida —igual que se hacen trajes a la medidas
busca, por tanteo, del éxito en la performance sino de la para facilitar su uso. Precisa, además, que tales instru-
comprensión de los defectos de adecuación en la integra- mentos y objetos (sillas, mesas de trabajo, lámparas, cua-
ción de las pautas reaccionales. Así, por ejemplo, un mal dros de distribución, etc.) no sean fabricados con un cri-
nadador corrige diez veces más pronto sus defectos nata- terio estrictamente mecánico o puramente fisiológico sino
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 263
262 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z

psicofisiológico. La facilidad de manejo de los medios téc- trabajadores. Regímenes políticos tan opuestos como el
nicos y las condiciones opimas del ambiente físico (luz, fascista italiano y el comunista soviético coincidieron
humedad, temperatura, ventilación, topología del material ya hace un cuarto de siglo en organizar la vida de los tra-
manipulado, etc.) pueden determinar aumentos o dismi- bajadores bajo algunos principios científicos, que no eran
nuciones notables en el rendimiento de grupo, prescin- atentatorios a su libertad individual: a) facilitación de
diendo de la, técnica usada y de todos los demás factores los transportes, mediante la construcción de viviendas
que actúan como variables en la ecuación del trabajo. cerca de los lugares de trabajo; b) facilitación de la ali-
Una enorme cantidad de trabajos profesionales pue- mentación adecuada, mediante la creación de cantinas
den ser hechos con menor esfuerzo, mayor comodidad y y restaurantes de fábrica; c) facilitación del perfeccio-
mínima fatiga si se emplean las técnicas de la "Objekts- namiento profesional y del autoconocimiento mediante la
psychotechnik" que fueron expuestas en 1925, por Fritz creación de bibliotecas, cursos, demostraciones, etc., refe-
Giese, en el correspondiente volumen que, con dicho títu- rentes a problemas de trabajo y a los aspectos de biología,
lo, publicó en la "Enzyldopadie der Arbeitswisselschaft". higiene y medicina con ellos relacionados; d) divulga-
ción de reglas de higiene del vestido, del sueño, del ejer-
Recientemente, una de las profesiones que más na
cicio físico, etc.; e) facilitación de distracciones (Obra
podido aprovechar de los beneficios de la psicotécnica
del dopolavoro italiano y de los clubes de fábrica sovié-
objetiva ba sido la cirugía de guerra; la elaboración de
ticos) colectivas.
un instrumental.de intervenciones de urgencia adecuado
na permitido convertir rápidamente en cirujanos eficien- Cada organización en el mercado de la producción de-
tes a centenares de médicos que habrían requerido años bería contar con un consultorio especializado de higiene
de aprendizaje si hubiesen tenido que operar con las anti- del trabajo, en donde trabajasen en equipo el servicio
guas técnicas e instrumentos quirúrgicos. En esta ocasión médico y el servicio psicotécnico y social, para resolver in-
el trabajo en equipo de cirujanos, mecánicos e ingenieros. dividualmente estos problemas. Secundariamente se in-
especializados y psicotécnicos ha realizado sorprendentes cluyen en este campo el uso de dispositivos protectores
avances. contra los riesgos del trabajo ("safety first") o sea, de
g) Psiconigiene del trabajo. Saber trabajar no signi- medios profilácticos de la fatiga, el accidente o la enfer-
fica solamente el dominio de una técnica profesional sino medad profesional, y lo que es más importante, ía crea-
el uso adecuado de las energías personales a lo largo de ción del interés de los trabajadores para su empleo.
toda la jornada existencial, para conseguir el mejor ren- g) Selección profesional: to pick the right man for
dimiento posible de esa técnica. Ello quiere decir que tne right job ha sido un slogan desde los tiempos de
una buena psicohigiene del trabajo ha de contemplar Taylor en todos los países que han vivido bajo la fiebre
también normas para la distracción y el reposo de los del aumento de la producción. Los procedimientos selec-
264 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 265

tivos kan cambiado bastante, de acuerdo a la nueva tests, convendrá procurar complementarla mediante la
orientación de la Psicología actual, que es más caracte- introducción de técnicas y dispositivos de exploración,que
rológica y menos racionalista, más personalista y menos proporcionen un mejor conocimiento de las condiciones
atomista, más evolutiva y menos estructural que antes. caracterológicas y personales, capaces de introducir una
Es así como los métodos de selección de comandos en los variable de gran valor entre el rendimiento espectable (o
ejércitos modernos kan cambiado revolucionariamente, previsible, de acuerdo al coeficiente de validez general
en relación con los de la guerra mundial N 9 1, en las del test) y el obtenible (de acuerdo al uso concreto que
Naciones Unidas y en los países del Eje. Leyendo los el sujeto puede kacer de sus posibilidades) en el ambien-
• libros de Somoneit -—autoridad máxima de la psicotecnia te concreto de trabajo.
selectiva militar nazi^-, de Luria .--uno de los psicotéc- Esa técnica mixta —de agregación de datos<—> no limi-
nicos soviéticos de mayor renombre actual-—' y los traba- tada al juicio instantáneo del rendimiento superficial sino
jos norteamericanos de Allport, Betckold, FauIImer, Fry- a la valoración cuatridimensional del rendimiento kistó-
klund, Gutkrie, Harrell, Knopp, Scofield, Stouport, o re- rico del sujeto, es fácil de adaptar y constituye una garan-
pasando los capítulos III y IV de mi libro "Psychiatry in tía de mejora en el uso de los procedimientos clásicos de
War" (Ed. Norton. New York, 1943) puede verse que selección profesional.
el medio de seleccionar los mejores kombres en trabajos i) La epitimología profesional es uno de los más nue-
de responsabilidad, no es, ya, concentrarlos en una sala vos capítulos, y quizás el más difícil y peligroso, de la
y someterlos a una serie de tests sino convivir con ellos, psicotécnica ergológica. El estudio de los medios de obte-
observarlos y someter a valoración objetiva sus rendimien- ner lo que se llama una buena "moral de trabajo", o sea,
tos integrales frente a situaciones reales, previamente pre- de una buena fe en la producción implica la resolución
paradas, en relación con el trabajo que de ellos va a exi- de problemas axiológicos que desbordan las posibilidades
girse. Naturalmente que este proceder no invadida sino de acción del tecnopsicólogo. Se trata de crear la satis-
que complementa la selección kecka a base de tests, pero facción del obrero o del profesional empleando no sola-
precisa no olvidar que la excesiva divulgación de la téc- mente recursos económicos, de estímulo (premios en me-
nica de tests en algunos países ka creado un tipo de tálico, aumento de salarios, etc.) o de sanción (multas,
sujeto que se prepara especialmente, no tanto para kacer suspensiones, despidos, etc.) sino, sobre todo, obrando
bien el trabajo como para kacer bien los tests de selec- en la profundidad de su núcleo personal y naciéndole
ción, que son previos a él. r sentirse ligado a la empresa u obra de que forma parte.
En dondequiera pues, que sea preciso, por circuns- Hay que convertirlo en soldado voluntario de la produc-
tancias de apremio temporal o de número máximo de ción", es decir, incorporarlo al entusiasmo y a la alegría
oportunidades, seguir recurriendo a la selección mediante creadora, no por vencimiento sino por convencimiento. Es
266 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 267

ésta una tarea para la que no caben reglas fijas y deman- . - k) Sobre la contribución de la psicología ai Scien-
da aptitudes muy difíciles de reunir, pero que kan de tific Management", "Business organization", etc., no pre-
aglutinarse en el buen director de empresa o de organi- cisa extenderse, por ser sobradamente conocida. En un
zación profesional. Con todo, si se considera lo que la terreno similar al de actuación del DASP está la obra
moderna psicología ofrece como posibilidades de conoci- de la Civil Service Comission norteamericana, cuyo psi-
miento de los móviles o incentivos humanos, en relación cotécnico impulsor, O'Rourke, tiene abundante docu-
con las peculiaridades ideológicas, prospectivas y con los mentación publicada acerca de este particular. En Es-
conflictos conscientes y subconscientes, se verá que es paña, en 1932, se organizó bajo nuestra dirección y la
siempre posible levantar el ánimo y crear el entusiasmo o de A. Clileussebairgue un curso de planificación psico-
la alegría del trabajador por recursos estrictamente psico- técnica de servicios estaduales en la Escuela de Funcio-
lógicos o psicoterápicos, a condición de que no se parta narios de Administración Local, de la Generalidad de
del pre-concepto de que él sea el único en realizar el es- Cataluña, que tuvo por efecto un cambio substancial y
fuerzo de adaptación a la organización de que forma provechoso en las rutinas burocráticas del organismo ad-
parte, sino que se considere también la necesidad de que ministrativo catalán.
ésta sea lo suficientemente flexible como para que, mo- 1) La llamada terapéutica ocupacional na sido hasta
mentáneamente, pueda adaptarse a él, Kasta que consiga ahora empleada casi exclusivamente en el dominio de la
lentamente absorberlo y amoldarlo a su dinamismo orga- psicología patológica, para la recuperación de enfermos
nísmico general. e inválidos mentales, mas sus principios son válidos en el
Utilizando los principios válidos para la readaptación dominio de la psicología profesional normal. El trabajo
puede, además de ser un factor de rendimiento económi-
social de los sujetos vagos, difíciles o delincuentes se
co, convertirse en causa de consuelo, de bienestar y de
pueden obtener grandes éxitos en el campo de la epiti-
satisfacción personal, llegando, de esta suerte, a ser un
mología profesional normal.
fin, además de un medio, en ciertos casos en los que la
j) El análisis de los fracasos ilustra tanto como el de vida familiar, social o Iúdrica no puede ofrecer compensa-
los éxitos y constituye una excelente contraprueba de la ciones ni alicientes. A menudo se ven casos de personas
eficacia de cualquier procedimiento psicotécnico. Modelo que caen afectas de diversas enfermedades cuando dejan
de este tipo de estudio lo constituye el trabajo de Bing- de trabajar, porque su posición económica (jubilación o
nam sobre los tranviarios de Boston. Otro estudio, menos renta asegurada) ya no requiere el aporte diario de un
conocido y por demás ilustrativo, en este aspecto, es el sueldo. Estas personas usaban, muchas veces sin saberlo,
debido a Luria (v. A. R. Luria: The Nature of Human el trabajo como sustitutivo de otros goces. Y bien, la psi-
Conflicts. Liverigbt, 1932). cología puesta al servicio de la producción, puede llegar
268 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z

a utilizar el trabajo como elemento terapéutico, de un


modo científico, evitando que llegue en algunos casos a
ser odiado y en otros, por el contrario, a ser necesitado CAPÍTULO IX
como recurso vital •.
El nombre no debe ser ni vago ni fanático, ni debe PS1COHIGIENE DEL ESTUDIO (*)
convertirse en imagen del perezoso ni en réplica de la
DIVERSOS TIPOS DE ESTUDIANTES. — L A C U L T U -
"termita". Por ello el trabajo ha de ser regulado psico- RA COMO MEDIO Y COMO FIN. i— Q u É , POR QUÉ,
lógicamente, además de económica, jurídica, médica o PARA QUÉ, CÓMO, CUÁNTO, CUÁNDO Y DÓNDE
socialmente. Con estos comentarios llegamos a los límites ESTUDIAR. — L A ESTERILIDAD DE LA MNEMO-
voluntariamente automarcados para esta exposición pa- TECNIA. — C U L T U R A TABICADA Y CULTURA I N -
TEGRAL.
norámica de posibilidades y de realidades de la Psicolo-
gía aplicada del campo del Trabajo.
Brasil cuenta con numerosos organismos, servicios e Voy a intentar retener vuestra atención hablando de
instituciones interesados en este campo y que Kan reali- un tema que me es grato y al que he visto dedicar pocas
zado ya contribuciones de tal valor que lo colocan a la contribuciones. El estudio es sin duda la más difícil de
cabeza de los países del Continente, en cuanto a preocu- las labores a que podemos someter nuestra persona. To-
pación por la introducción de un criterio científico en la dos o casi todos los que estamos reunidos aquí hemos
organización de la producción. dedicado años de nuestra vida a esa tarea y vosotros, jó-
venes discípulos de esta Universidad, debéis a ella el ca-
No creemos, por ello, Kaber aportado nada de interés
lificativo con que se os designa en la sociedad: se os lia-,
esencialmente nuevo al criterio ya existente. Sin embar-
ma estudiantes, porque se supone que el estudio es vues-
go, si en algún momento hemos hecho algún avance ima-
tro quehacer primordial. Bien es verdad que la gente
ginativo y hemos adelantado un tanto nuestra visión a la
ya distingue entre estudiantes que estudian <--a los que
cronología actual, nos excusaremos con la misma frase
llama "estudiosos"-—' y estudiantes holgazanes, que no
que empleó, hace 20 años, el malogrado psicotécnico
estudian o casi no estudian y a los que califica i—no sé
francés J. M. Lahy, con el Ministro" de Trabajo que co-
ciertamente por qúé<-- de "malos estudiantes". Sin duda
mentó uno de sus proyectos. Díjole éste: "Mr. Lahy,
alguna hay una cierta confusión, derivada, entre otras
votre travail est éxcellent mais vous dévancez de 50 ans".
razones, del hecho de que la terminología de los valores
Y Lahy le respondió: "Mr. le Ministre, étant donné le
se halla todavía en período de formación, pero sobre todo
but que je poursuis je ne regrette qu'une chose: ne pou-
voir devanee de 50.000". (*) Conferencia pronunciada en el Aula Magna de la
Universidad de La Habana. Enero 1940.
270 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 271

— me parece— del hecho, no menos importante, de que de mantenerse tensamente dirigida hacia la captación y
una mayoría de personas —entre la que incluyo a los elaboración del nuevo caudal de hechos implícitos en su
propios estudiantes— no sabe exactamente qué es estu- aprendizaje. Ahora bien, los matriculados en una Uni-
diar. La misma palabra se aplica para designar la acción versidad cualquiera pueden clasificarse aproximadamente
de pasarse unas horas sentado mirando de vez en cuando así: una cuarta parte de pasivos e irregulares asistentes a
las letras de un libro de texto, para calificar la inquieta los monólogos profesorales, capaces de realizar la difícil
búsqueda de la solución de un problema, la absorción tarea de simular que atienden a ellos mientras su pensa-
memorística —papagayesca— de unos nombres más o miento vaga por otros derroteros. Otra cuarta parte de es-
menos raros o el paciente y metódico esfuerzo de pene- cuchantes" intermitentes, que "van y vienen" en el campo
trar en el sentido esotérico de un antiguo libro filosófico, atentivo, captando aquí y allá fragmentarios conocimien-
la alegre y placentera discusión de un tema interesante tos, bien sea durante la clase magistral, bien sea durante
entre condiscípulos y la ardua y desagradable meditación las demostraciones y clases prácticas, pero en todo caso
monologada. . . Para evitar confusiones y equívocos de- incapaces de asociarlos y de combinarlos en una con-
rinamos, pues, primeramente qué es el estudio. A nuestro cepción sistemática de la asignatura. Naturalmente que
criterio, estudio es el acto de concentrar toda la actividad este cincuenta por ciento del alumnado no merece el cali-
personal para la adquisición de nuevos conocimientos y ficativo de estudiante. En cuanto a la otra mitad, podemos
su integración en el ámbito de la cultura individual. •descomponerla en dos partes irregulares: la mayor está
Cuando esta adquisición e integración han de efectuarse integrada por alumnos que conciben el estudio como una
mediante la asimilación de símbolos verbales impresos en pesada obligación, variante del trabajo que, según infor-
hojas encuadernadas tenemos el tipo más corriente de es- man los textos religiosos, es nada menos que una maldi-
tudio: el bibliográfico. Cuando se realiza mediante la ción divina" y se someten a ella resignados y obedientes,
manipulación directa de un material cuyas peculiaridades relativamente disciplinados y con el único propósito de al-
de sentido y relación se revelan bajo una técnica de ob- macenar en el menor tiempo posible la mayor cantidad de
servación o experimentación directa tenemos otro tipo datos que le sirvan de mérito para conseguir pasar , con
de estudio: el auténtico, pero desgraciadamente el menos mayor o menor brillantez, los exámenes de fin de curso y
extendido todavía en nuestros centros docentes. Y cuando acercarse a la posesión del codiciado papelote que los ha-
se efectúa con la ayuda verbal directa de un maestro, ins- bilite para su futuro negocio profesional. Cuando a esta
tructor o repetidor, nos hallamos frente al tercer tipo de actitud se suman una buena memoria y un cierto prurito
estudio: el de seminario. Característica común a todos de exhibicionismo personal se tienen los ingredientes que
ellos ha de ser, desde luego, la activa participación del determinan el tipo que el vulgo califica de "buen estu-
interés y el esfuerzo mental del alumno, cuya actitud ha diante, como estudiante aplicado y que en el argot estu-
272 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 273

diantil se designa, a mi entender con mayor acierto, con el de precisar un poco más, con la ayuda de la Psicología
calificativo de "empollón". Dinámica, las condiciones y los factores que intervienen
Finalmente nos queda la menor parte, no incluí- en la determinación del resultado apetecido. Y para ello
ble en ninguna de las anteriores, que se halla in- habremos de empezar por determinar el qué, el por y el
tegrada por el pequeño núcleo de alumnos que acu- para qué, el cómo, el cuánto, el cuándo y el dónde, es
den a la Universidad para satisfacer una necesidad de decir los 7 puntos esenciales de la psicohigiene del estudio.
su espíritu, "sedientos de saber", anhelantes de rasgar
.--siquiera sea en una mínima extensión.-- el velo que ¿ Q U É ESTUDIAR?
cubre la Verdad y apreciarla, tal cual es, en su ente-
ra desnudez y en su completa hermosura. Estos, los que Es curioso que cuando cualquier persona trata de
ahora podríamos denominar estudiantes verdaderos , no utilizar con provecho una estructura mecánica •—-una plan-
se satisfacen en modo alguno con el simple almacenaje cha eléctrica o una máquina de afeitar, pongamos por
de datos sino que inquieren afanosamente lo que tras ellos caso— no lo hace nunca sin enterarse previamente de las
se oculta, tratan de leer en su interior: inte-ligere, es de- instrucciones que para su manejo da el constructor. Pero
cir, se comportan de un modo inteligente ante el problema todo el mundo se cree autorizado de antemano para usar
del estudio y adquieren el entusiasmo necesario para con- del modo que mejor le venga en gana una estructura tan
vertir en fuente de goce lo que para los demás es puro sutil y complicada como la de su cerebro sin tener en
pasatiempo o, peor, enojosa obligación. Se preocupa este cuenta para nada sus aptitudes. Y del propio modo como
selecto grupo mucho más de la cultura como Fin que como Malinowski nos cuenta que los uangueses utilizaron su
Medio y consciente de la verdadera acepción de este tér- reloj para cascar nueces, con lo cual evidentemente le
mino, que significa cultivo, es decir, roturación espiritual, sacaron1'poco provecho, hay por ahí quien usa su cerebro
utiliza los materiales del conocimiento como simples pun- para menesteres tan absurdos como ése, relativamente.
tos de apoyo para su verdadero propósito de llegar al "No todos los caminos son para todos los caminantes"
descubrimiento de verdades universales, es decir, de leyes dijo Goethe y en efecto, no todos los estudios son para to-
y, a su vez, usa éstas para comprender —y si es posibles- dos los cerebros. Antes, pues, de elegir qué se va a estu-
explicar hechos concretos. Inducción y deducción son dos diar precisa conocer qué se puede estudiar dado el po-
fases de este proceso intelectual mediante el cual el verda- tencial intelectual ele que se dispone. En igualdad de
dero estudioso avanza en el campo de su interés cultural. circunstancias no hay duda que una vocación firme y
Ahora bien, si queremos conseguir que su tarea se efec- constante puede compensar un cierto defecto de aptitud,
túe en las óptimas condiciones de rendimiento y si desea- mas esta compensación —que se consigue utilizando la
mos evitar al máximo su fatiga, física y mental, habremos fuerza o energía personal de reserva— es parecida al equi-
274 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 275
librio que durante un corto trecho consigue mantener, for- que los griegos designaban con el nombre de ocio la ac-
zando su motor, el propietario de un coche pequeño cuan- tividad espiritual más pura, dedicada a la contempla-
do otro de más fuerza le pide paso; pequeña satisfacción ción y al estudio de los más grandes enigmas filosóficos;
de una vanidad que se paga Lien pronto en la cuenta en cambio llamaban nec-ocio (no-ocio o negocio) a las
de reparaciones del garage. Hoy en día la técnica psico- actividades lucrativas directas, que para ellos resultaban
experimental se halla lo suficientemente avanzada para prácticamente despreciables. Nuestra civilización ha per-
permitir determinar con suficiente acierto cuáles son las vertido el sentido de estas palabras de tal modo que ha
aptitudes mentales más desarrolladas en un determinado invertido su valor y hoy se juzga, al negocio superior al
sujeto y para clasificarle, bajo este aspecto, en determina- ocio, tanto más cuanto que éste se concibe como simple
do nivel, comparándolo con el promedio. Precisamente vegetar existencial, en vez de considerarlo como pura
uno de los cursillos que voy a tener el honor de desarrollar meditación y búsqueda de las más excelsas vivencias.
en esta Universidad hace referencia a esta materia y ello Pero vosotros, amigos míos, no debéis caer en ese error.
me excusa de ser ahora más extenso. Para vosotros el tiempo no ha de ser oro, sino saoer, es
Baste, pues, con decir que, en cuanto sea posible, a decir, Cultura. Y esta cultura, a su vez, no la habéis de
la pregunta ¿qué se na de estudiar? se debe contestar: poner nunca al servicio de intereses bastardos sino que
aquello para lo que se cuenta con mejores aptitudes, a habéis de verterla generosamente sobre vuestros seme-
menos que exista una específica aversión vocacional. jantes y habéis de bañaros cada día en ella para salir for-
talecidos y dignos de vosotros mismos. No quiero decir
con esto que hayáis de vivir del "aire del cielo , pero sí
¿PARA QUÉ ESTUDIAR?
_ - • -j •
que habréis de supeditar en todo momento el interés de
La segunda pregunta: para qué se ha de estudiar, es Riqueza al interés de Verdad, o con palabras más cru-
decir, cuál es la finalidad del estudio, es de suma impor- das: que habréis de saber para gozar y, más adelante,
tancia pues plantea la que podríamos denominar ética habréis de trabajar con vuestro saber en provecho de la
del estudio. En efecto, por desgracia, una gran parte de sociedad y aceptar el negocio lícito tan sólo en la medida
estudiantes atraviesan las aulas, como ya he indicado an- que os asegure los medios para poder dedicaros a vues-
tes, con la única intención de conseguir un certificado tro activo ocio cultural, que ha de ser la verdadera fuente
que los habilite para instalar un negocio profesional; ha- y raíz de vuestra aspiración vital. Ocio con el que pro-
cen sacrificios de tiempo y dinero con la esperanza de duciréis un valor estético o científico, jurídico o religioso,
que de ellos han de obtener luego un beneficio económico. social o incluso económico, pero siempre, y en todo caso
Esclavos de la tiranía del dinero, podríamos decir que en estado de " p u r e z a " • Sólo así podréis sustraeros a las
estudian para negociar en vez de ociar; vosotros sabéis bajas pasiones que envenenan las denominadas luchas y
276 EMILIO MIRA Y LÓPEZ PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 277

rivalidades profesionales; sólo así podréis vivir en paz cación de ellos. 39 Elaboración e integración de los con-
con vosotros mismos, aquellos de vosotros que seáis dig- ceptos y criterios resultantes. 49 Aplicación de los mismos
nos habitantes, temporales o permanentes de esta Alma a la resolución de nuevos problemas.
Mater. El primer aspecto o fase del estudio, es decir, la
aprehensión de los datos debe hacerse por el mayor nú-
* ¿POR QUÉ ESTUDIAR? mero posible de vías sensoriales y desde el mayor número
La tercera cuestión, es decir, el porqué del estudio, también de planos de enfoque o percepción. La vía prin-
cipal dependerá del tipo psicológico del alumno: visual,
aun siendo la más trascendente en su apariencia, es la
auditivo, verbal, motor, mixto, y del material que haya
más sencilla de contestar: el hombre estudia porque no
de ser asimilado. No obstante hay que procurar, siempre
tiene otro procedimiento más sencillo para llegar a saber.
que se pueda, dar una base motriz, activa, a todos los con-
Es dura ley de su Naturaleza la de que todo aprendizaje
tenidos de sentido. Esto es lo que trata de conseguirse con
haya de ser activo, requerir esfuerzo y perseverancia, es-
el uso de esquemas, gráficos y diagramas, pero todavía
pecialmente si se trata ^como en nuestro caso-— de apren- es mejor realizarlo mediante el tipo de construcción plás-
der 'relaciones y conexiones de sentido" a través de un tica *—tridimensionali-- tal como el que usa mi amigo el
material mixto, sensorial y simbólico. profesor Adolfo Meyer en su cátedra de Psiquiatría de la
John Hopkins University (Baltimore) para la enseñanza
¿CÓMO ESTUDIAR? de la Psicobiología. Cuando ello sea factible se utilizará el
cinematógrafo por ser éste un medio que asocia perfec-
Detengámonos en cambio en la cuarta cuestión, so- tamente los estímulos visuales, auditivos y cinéticos. El
bre la que la psicohigiene tiene mucho que decir: ¿cómo valor pedagógico de las películas culturales es inmenso
se ha de estudiar? Existen técnicas diversas para obtener y sólo plácemes merece, dicho sea de paso, la. feliz ini-
el máximo rendimiento con el estudio; tales técnicas han ciativa del profesor Roberto Agramonte que ha sido sin
de seleccionarse en cada caso teniendo en cuenta el tipo duda uno de los primeros docentes que ha dotado a su
psicológico del estudiante, la materia que ha de aprender cátedra de un selecto material de este tipo. La cinemateca,
y los medios de que dispone. En suma, aquí como en todo es pues, tan indispensable o más que la biblioteca en
problema biológico, no caben generalizaciones excesivas cualquier centro moderno de enseñanza. De otra parte,
ni afirmaciones absolutas. No obstante, mucho puede de- para favorecer la concentración atentiva, conviene supri-
cirse con garantías de exactitud y a ello vamos: En pri- mir estímulos innecesarios y por ello se procurará que el
mer lugar enumeraremos los aspectos del proceso: I 9 sitio de estudio sea lugar tranquilo y silencioso. Este pun-
Aprehensión o captación de los datos, 29 Retención y evo- to, así como el de la postura de estudio lo trataremos sin
278 EMILIO MIRA Y LÓPEZ PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 279

embargo al ocuparnos de contestar la pregunta dónde se qué nos serviría tener un almacén de ladrillos si careciéra-
Ka de estudiar. mos del talento arquitectónico para disponerlos y orien-
La segunda rase, de retención y evocación, es suma- tarlos de manera que constituyesen un Todo capaz de ser-
mente importante. Se sabe noy en día que los engramas o virnos de habitación? En cambio, si poseemos ese talen-
huellas anímicas de cualquier clase se mantienen en con- to seremos capaces de construir una bella casa aun cuan-
diciones de reviviscencia durante toda la vida del sujeto. do no tengamos ladrillos, sustituyéndolos por cualquier
Teóricamente hemos¿ pues, de admitir que todo lo apren- otro material. Así hace el hombre culto; puede haber ol-
dido es posible recordarlo. Mas este proceso de extrayec- vidado casi todo o todo lo que aprendió en sus mocedades
ción na de verse sumamente favorecido si el alumno se pero ha adquirido en cambio la actitud y el poder de in-
acostumbra, al final de cada sesión de estudio, a escribir tegrar los datos experienciales de una Verdad que le sir-
^-sin consulta alguna^- cuando menos el resumen de sus ve cíe apoyo y sostén en su vida. Con razón decía nuestro
adquisiciones. No se trata, pues, solamente de tomar no- gran Cossio: cultura es lo que queda cuando no queda
tas de las explicaciones profesorales o de subrayar deter- nada. Ahora bien, para conseguir ese resultado ya no
minados pasajes del libro de texto sino de reconstruir y basta el esfuerzo individual. Precisa la discusión y el diá-
seriar sistemáticamente a través del criterio personal esos logo socrático. El hombre que piensa por sí solo se parece
datos y expresarlos del modo más claro y coherente que se al caminante en el desierto que tras mucho andar vuelve
pueda. Haciendo esto, que en sí ya constituye una evo- al1 punto de partida, porque el predominio de los múscu-
cación, se labran las vías y se acondicionan los disposi- los de una mitad de su cuerpo le ha hecho recorrer una
tivos sinapsiales para ulterior reproducción de tales con- circunferencia cuando él se imaginaba andar en línea
tenidos de conocimientos. Mas esta fase debe engarzarse recta.
sin solución de continuidad con la siguiente, o sea, con la Así ^salvo geniales excepciones^1 el hombre que
integración del conjunto conceptual, así adquirido, en el quiere formarse por sí solo, el selr-made man sucumbe
más amplio campo total de la disciplina que se estudia. Si inconscientemente a la acción de sus tendencias que po-
no se efectúa a cada paso esta labor se corre el peligro de larizan su pensamiento y mediante los procesos de cata-
convertir la mente en un "almacén de ideas"; se podrá timia, de racionalización y de proyección, entre otros, lo
ser un erudito pero en modo alguno un hombre culto. deforman y amoldan al a priori de su mismidad. Hay que
Conviene destacar aquí que la Cultura se expresa ante ventilar pues, nuestra inteligencia y abrir las puertas de
todo en forma de "Weltanschauung", es decir, de con- nuestra intimidad espiritual a todos los vientos. Leer todas
cepción del Mundo y de actitud ante él. Los datos ele- las opiniones, conocer las más contrapuestas teorías, in-
mentales que le sirven de material no tienen más impor- vestigar desde todos los planos y, sobre todo, contrastar
tancia que los ladrillos en la construcción del edificio. ¿De nuestras convicciones con las de los demás, no por simple
280 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 281

placer polémico, sino en Lusca de esa integración de que profesional individual en los aspectos siempre concretos y
os hablo. Nuestra concepción del Mundo será tanto más dramáticos de la realidad vital. Por ello pueden ser téc-
sólida y exacta cuando más amplia sea la Lase gnóstica nicos aceptables, pero no son, a mi entender, dignos de
y experimental soLre la' que se apoye. llamarse Hombres Cultos. Una Ciencia, un Arte o una
Y llegamos a la cuarta fase del proceso del es- Cultura aisladas, estatuarias, encerradas en la torre de
tudio: aplicación de los conceptos adquiridos a la re- marfil de su narcisismo son como un árbol sin frutas, es-
solución de nuevos proLIemas. Por desgracia esta fase tériles y deleznables.
es la más descuidada y ello es la causa del divorcio El profesional que copia este ejemplo mata su Es-
que en el Mundo se oLserva entre los denominados píritu aun cuando quizás engorde su cuerpo. Puede que
hombres de pensamiento o teóricos y nombres de ac- viva más tranquilo, pero lo dudo, porque allá en lo íntimo
ción o prácticos. De nada sirve el conocimiento de de su conciencia, en las noches solitarias, una voz sin du-
la verdad si luego no se ajusta la acción vital a este da le musitará a su oído: icobarde! dudas de tus convic-
conocimiento. El médico que a un tuberculoso poLre le ciones, no tienes el valor de terminar tu ruta, no te ajustas
receta alimentos costosos, estancia en clima de altura y a tu verdad, no buscas más que su apariencia y te asustas
reposo, aun a saLiendas que nada de ello puede cumplir ante las consecuencias que tendría tu sometimiento a su
el enfermo; el criminólogo que llega a la conclusión de entera esencia.
que la literatura truculenta es un factor predisponente al Pero dejemos por el momento esta cuestión y sigamos
aumento de la delincuencia y se limita a anotarlo en un nuestros análisis psicohigiénicos: ¿cuándo, cuánto y dón-
rolleto... el higienista que conoce la acción depaupe- de estudiar?
rante de las avitaminosis y no lucha para evitarla en las
masas... todos estos KomLres que se han quedado a
¿CUÁNDO, CUÁNTO Y DÓNDE ESTUDIAR?
medio camino de su evolución cultural, son medio-Hom-
bres, con mayúscula, porque no han sabido, no han'que- Es preferible siempre estudiar con luz natural que
rido o no han podido tener lá fe de seguir en el camino de artificial, a distancia de las comidas que recién comido,
la Verdad hasta su último fin. Les ha faltado esta Prác- en pequeños períodos con intervalos de distracción o de
tica de la Verdad, esta adecuación y ajuste de su Ser a las ejercicio físico que en períodos continuos, de larga inmo-
Ideas que caracterizan-al auténtico homLre culto. Y les ha vilidad. No solamente la fatiga atentiva sino las altera-
faltado eso porque se han detenido en la tercera fase, ciones vasomotoras resultantes del incumplimiento de es-
una vez llegados al dominio de las aLstracciones, sin pro- tos preceptos pueden llegar a comprometer seriamente el
gresar hasta la cuarta, que es precisamente la aplicación rendimiento intelectual a no ser que se goce de una re-
de esos criterios abstractos a las pautas de la conducta sistencia personal privilegiada y aun así resulta lástima
282 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 283

malgastarla inútilmente. Levantarse temprano y ponerse juzgar a los alumnos por el esporádico resultado de tales
a estudiar tras el baño o la ducha matutina un material pruebas finales. Hay, por ejemplo, en nuestra Facultad de
levemente preparado la tarde anterior es sin duda mu- Medicina de Barcelona un profesor de los que están he-
cho más preferible que la extendida costumbre de tras- chos a prueba de todos los regímenes, que al explicar en
nochar y someter a la disciplina de ese esfuerzo un' cuer- clase a sus alumnos, cada vez que quiere recalcar una
po cansado y un cerebro que propende a inhibirse para de sus vaciedades advierte: "recuerden esto solamente a
reparar sus gastos energéticos del día. Las consecuencias los efectos del examen", . . con esa frase viene a decir:
de tal proceder son a la larga el insomnio, el mal humor apréndanlo para "pasar"; si luego lo olvidan, no im-
y la aprosexia, es decir, la falta de concentración que se porta. . .
traduce en una pérdida aparente de la capacidad retenti- Y llegamos al último punto: dónde estudiar. Nos ha
va. El cuantum del estudio dependerá, naturalmente, de enseñado Ja Psicología de la Forma que todo acto psí-
las condiciones individuales y del tipo de estudio. No obs- quico, por elemental que parezca, hay que estudiarlo en
tante y como regla general puede afirmarse «--a juzgar por relación con el campo ambiental en que se desarrolla.
los resultados experimentales obtenidos con las curvas Y nos ha demostrado Kurt Lewyn ^-<el antiguo discípulo
de trabajo mental— que una sesión de estudio no debe de Koehler, hoy propulsor de la denominada psicología
prolongarse más de dos horas, introduciendo pequeñas topológicaf—i que las aptitudes y rendimientos del hombre
pausas de 3 a 5 minutos cada media hora y, a ser posi- son siempre resultados de un proceso de interacción recí-
ble, cambiando una o dos veces el tema o material de proca de las fuerzas vectoriales que se desenvuelven en
estudio. Si se trata de un trabajo que requiere manipu- su estera de acción. Ahora bien, si el estudio presupone
lación activa de materiales y su proceso implica pausas esencialmente abstracción y concentración, podría apa-
durante las cuales cabe distraerse, entonces es factible recer que salvo las condiciones puramente sensoriales:
prolongar hasta tres o cuatro horas su duración sin con- buena luz situada en el lado izquierdo, silencio y postura
travenir las reglas psicohigiénicas. Pero, desde luego, en cómoda, el ambiente como tal había de tener escasa im-
todo caso es absurdo y contraproducente encerrarse como portancia. Mas no es así. Una gran parte de estudiantes
hacen no pocos estudiantes y opositores en vísperas de sus e intelectuales acostumbra a guiarse tan sólo por aquellas
pruebas finales, horas y más horas en una habitación tra- condiciones y especialmente por la ausencia de ruido para
tando de forzar sus posibilidades y no consiguiendo otra elegir su cuarto de estudio; en muchos casos dicho cuar-
cosa más que "prender con alfileres unas nociones que to es un desván o casi la peor habitación de la casa. Pro-
no han de poder resistir la crítica de un examinador dis- fundo error que parte del falso supuesto de que para el
creto. Claro es que de tales abusos tienen muchas veces la estudio se requiere inmovilidad cuando es todo lo contra-
culpa los propios profesores, que se empeñan en querer rio. Hoy sabemos que el pensamiento tiene un substrae-
284 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 285

tum esencialmente motor. Hasta las más abstractas rela- gún aprendizaje es posible. Los resultados de esta dina-
ciones de sentido requieren para poder ser establecidas, mización son maravillosos y nadie los discute. ¿Por qué,
apoyarse en movimientos más o menos imperceptibles. pues, empeñarse en que los "niños grandes", es decir, los
Durante el acto del estudio pueden observarse no sólo al- jóvenes y adultos, aprendan todavía en condiciones que
teraciones de las cronaxias musculares sino diferencias de ya han sido juzgadas como inconvenientes? Nada de
tensión o tono postural revelables mediante el electro- grandes bibliotecas centradas en un salón monumental
miograma. Tan pronto como se instala el trabajo psíquico donde con gesto fiero y ceñudo los lectores reconvienen al
surge también, al cabo de un cierto tiempo de concentra- infeliz que entra con zapatos nuevos. Nada de sillas rectas
ción, incluso sin que haya un obstáculo específico, la ne- y mesas de tabla horizontal que predisponen al sujeto a
cesidad de liberación kinética que es la responsable de torcerse y a adoptar posiciones musculares difíciles que fa-
todos. los raros dibujos que se hallan en el suelo de las vorecen los defectos visuales y encorvan el tronco de suerte
aulas tras una conferencia (dibujos que los angloamerica- que la imagen del intelectual aparece siempre reñida con
nos designan con el término "dodless") y de los pintarrá- la estética. AI contrario, amplia habitación, con escaso
jeos de los pupitres y de las figuritas de papel, en una moblaje pero confortable. Buena luz, temperatura y ven-
palabra: de las manifestaciones de la actividad motriz su- tilación, abundantes cuartillas y lápices para tomar notas
pletoria, que sirve de base al pensamiento y aumenta a y construir esquemas, diagramas, y cuadros sinópticos; po-
medida que éste se fatiga y se pasa del dinamismo pos- cos libros pero bien seleccionados; uno, dos o hasta tres
tural al contráctil. La teoría motriz de Ja conciencia tiene compañeros con los cuales conversar al final del estudio,
aquí sin duda una de sus más bellas confirmaciones, pero discutir y complementar puntos de vista y, sobre todo,
si esto es así y la inmovilidad durante el estudio no es más exponer de un modo sistemático lo adquirido. O en su
que aparente *—y aun entonces lo es truncada^- nos damos defecto, ejercicios como los que se colocan al final de los
cuenta de que en realidad el "encajonarse para estu- libros de texto anglosajones y en especial de los textbooks
diar resulta absurdo. Aire libre, buen espacio, vestidos norteamericanos que obligan al alumno a reestructurar el
holgados que permitan libre respiración y movimientos, material aprendido y a elaborarlo en nuevas formas ex-
cómodo asiento de respaldo que alternativamente se toma- presivas . . . Todo eso debe formar parte del ambiente o
rá o se dejará al compás de las pulsaciones motoras. . . lugar de estudio.
Los maestros de la escuela primaria se han dado cuenta Y ahora, recorridos brevemente los siete punitos enun-
ya del absurdo que representaba querer mantener inmó- ciados como base de la problemática del estudio, nos
viles a sus muchachuelos durante las clases; y ahora en damos cuenta que con ello no hemos agotado ni mucho
el colegio moderno «--llamado colegio activo.-- los niños menos el tema. Deliberadamente, por ejemplo, hemos de-
han recobrado su libertad de movimientos sin la que nin- jado de ocuparnos de la denominada "mnemotecnia",
286 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 287

es decir, de los procedimientos especiales para recordar "tabicada" hasta el punto de que son muchos los que
con mayor facilidad los contenidos perceptivos. Y no es poseyendo un buen caudal de conocimientos de todas y
que neguemos importancia al asunto: la asociación de cada una de las materias de una carrera determinada son
términos nuevos a otros ya conocidos que le sirven de en cambio incapaces de utilizarlos adecuadamente cuando
puntos de apoyo en forma anagrámica es un recurso que precisa hacerlos converger en la práctica sobre un proble-
indudablemente resulta útil entre otros muchos de los ma concreto de la misma. La creación de exámenes de
que dispone esta rama de la psicotecnia. Pero es que por conjunto o por grupos es un remedio parcial e insuficiente
una cuestión de principio no consideramos psiconigiénico si no se le hace preceder de un trabajo de integración y
recomendar la conservación artificial de un recuerdo. Nos combinación de tal suerte que el grupo de materias se
pronunciamos decididamente en contra del aprendizaje funda en una concepción total e indivisa, en vez de ser
memorístico y por lo tanto hemos de manifestarnos tam- una mera adición de sumandos. Y eso solamente puede
bién contrarios a todo cuanto trate de favorecerlo. Si el
conseguirse bajo la dirección conjunta de diversos pro-
material que se desea conservar es de tal naturaleza que
fesores que tracen las líneas transversales ^-los puentes si
no cabe.integrarlo activamente y de un modo natural en
la experiencia individual pero por especiales circunstan- se quiere-— para permitir el libre paso de uno a otro sis-
cias, precisa, no obstante, tenerlo a disposición en un mo- tema longitudinal de conocimientos (asignatura aislada).
mento dado. . . nuestra opinión es que una libreta y un Esto, no obstante, trasciende ya del tema y pertenece más
lápiz son superiores a todas las reglas mnemotécnicas. Si bien a la psicotecnia de la enseñanza que a la psico-
no es así, es decir, si se trata realmente de algo que inte- higiene del estudio.
resa vivamente al sujeto (es decir, de ün contenido fáctico No deseo, precisamente por motivos psicohigiénicos,
y no puramente nominal) entonces la mnemotecnia es alargar más esta disertación. Vuestra generosa atención
innecesaria. no debe de ser puesta a prueba de resistencia por mí y
Otro punto, de sumo interés, que no hemos de tra- voy por tanto a terminar sintetizando las regías funda-
tar ahora es el de extender a la enseñanza superior y al mentales del estudio, considerado desde el punto de vista
estudio de las más difíciles materias el método denomina- que nos ocupa:
do de los "centros de interés" que tan excelentes resul- I9 El estudio debe constituir en sí mismo un fin, no
tados proporciona en la escuela primaria para la integra- un medio.
ción y estructuración armónica de las diversas series de
conocimientos. No hay duda, bajo este aspecto, que la 2° El estudio ha de concebirse como un proceso ac-
forma aislada en que se estudian las asignaturas univer- tivo, no limitado a una recepción sino a una asimilación
sitarias propende a crear en el alumnado una cultura de datos.
288 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z PROBLEMAS PSICOLÓGICOS ACTUALES 289

y Estos datos no solamente Kan de seriarse y orde- en sí y lo discutáis, aun cuando después no quede de
narse entre sí sino que han de situarse y jerarquizarse ellas ni una sola en pie, me sentiré honrado y satisfecho
en el unitario conjunto de los conocimientos individuales porque Labré pagado, siquiera sea en mínima parte, la
y ser el punto de partida de las actitudes y actuaciones deuda de gratitud que Le contraído esta noche con todos
personales: a una. concepción del Mundo La de corres- los que habéis venido a escucharme.
ponder un determinado Ser y Actuar en el Mundo si se
quiere que el sujeto pueda obtener su Paz interior.
49 El estudio no puede ser monologado sino .dia-
logado.
59 El estudio La de ser periódico y ajustarse a las
curvas del olvido", variables para cada materia y para
cada sujeto, pero fáciles de someter a exploración y con-
trol experimental.
69 El estudio na de realizarse en un adecuado mar-
co ambiental.
79 El estudio na de ser concebido como un goce y
no como un obligado esfuerzo; para ello se requiere en
lo posible adaptarlo, a las peculiaridades de aptitud y
vocación que pueden ser también determinadas con la
ayuda de la Psicótecnia.
8? Hay que crear un tal sistema de becas que per-
mita a quien posea aptitud y vocación escalar las posicio-
nes superiores de la cultura sin tener que comprometer su
salud con un ingente esfuerzo para superar su eventual
indigencia económica.
Si con estas conclusiones consigo que uno solo de
vosotros, amigos estudiantes, incremente su rendimiento
cultural, en pro de este kermoso país y, todavía más, si
determino que con ellas cobréis conciencia del problema
ÍNDICE
Página

Prólogo por el Prof. Dr. Gonzalo Bosch 7


Auto justificación por E. Mira y López 9

CAPITULO I
ENSAYO PSICOLÓGICO ACERCA DEL DOLOR 13
El dolor visto "por dentro" 24
La lucha contra el sufrimiento 35

CAPITULO II
LA NUEVA CONCEPCIÓN EXPERIMENTAL DE LA CONDUCTA MORAL 43
Las tesis nativista y social de la moral . / 45
Las tesis unitaria y dualista de los orígenes de la moral 46
Las tesis general y especial de la conducta moral . . . 52
^ Resultados personales obtenidos en nuestros experi-
mentos 55
Integración de nuestros resultados personales en la
concepción general de la conducta moral 68

CAPITULO III
PsiCOPEDAGOGÍA DE LA SOCIABILIDAD 75
Derivaciones pedagógicas del concepto psico-evolutivo
de la sociabilidad .'. 85
Decálogo de psicopedagogía social 91

CAPITULO IV
CONCEPTO GENERAL DE LAS PASIONES 99
Concepto de la pasión a través del tiempo ' 99
292 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z Í N D I C E 293

CAPITULO V IV. Página


Página
LA CONQUISTA DE LA SERENIDAD EFICIENTE 113 Consideraciones previas a toda psicoterapia de la. in-
felicidad 137
¿La vida es un don o un castigo? 137
I.
Y el sufrimiento aumenta 113 V.
¿Qué hacer para evitarlo? 115
Eí concepto de "desgracia" 116 Falsas vías para el dominio de la infelicidad 141
El concepto de "infelicidad" . . : 118 El pseudoajuste "conformista" o "resignante" 141
La antítesis triunfo-fracaso 120 El pseudoajuste "vanidoso" 142
La antítesis optimismo-pesimismo 121 El pseudoajuste 'olvidadizo' 143
La antítesis placer-dolor 122 El pseudoajuste "irónico" 144
La antítesis exaltación-depresión 122 El pseudoajuste "quejumbroso" 145
El pseudoajuste "energuménico" 145
Síntesis de los tipos "pseudoíelices" 146
II. Hombre gelatina 147
De qué /actores o condiciones depende la infelicidad 123 Hombre-corcKo • 148
El primer "ingrediente" del estado de infelicidad: el Hombre-plomo 149
sufrimiento "global" 123 Hombre- vidrio '. 149
Un segundo requisito: la perennidad prospectiva <3el
sufrimiento ; 124 VI.
El tercer elemento de Ja infelicidad: la injusticia del
sufrimiento 125 Las fases de la elaboración feliz 150
Cuarta condición: la ineluctabiliclad ("fatalidad") del Primera fase: Iluminación de la autoimagen 151
sufrimiento • 126 Segunda fase: Evaluación de la autoimagen 152
Ultimo ¡agrediente: la inutilidad del padecer 127 Tercera fase: Versión del Mundo 153
Autocompensacíones . 127 Cuarta fase: Hallar la Misión en el Mundo 155
Síntesis estructural de la infelicidad Í29 Quinta fase: Planeamiento de la estrategia y el estilo
vital 157
Sexta (ase: Realización de los actos "internos" 160
III. Séptima fase: Realización de los actos "externos ' . . 161
Variedades y grados de los estados de infelicidad . • 131 Imagen del bombre feliz 163
El infeliz "desposeído" 132
El infeliz "desolado" 132
El infeliz "distímico" 133 CAPITULO VI
El infeliz "perseguido" 134
El infeliz "fracasado" 135 DIALÉCTICA DE LA ESENCIA Y DEL ARTE 1G5
El infeliz que "odia su Ser" 136 La dialéctica del arte r 167
La dialéctica de la ciencia 169
294 E M I L I O M I R A Y L Ó P E Z Í N D I C E 295

Página
Página
Dialéctica de la ciencia y el arte 170
Ventajas que se derivan del más íntimo contacto de El contra-revolucionario conspirador 246
artistas y cientistas 175 Los tipos pseudo-revolucionarios 247
¿Cómo lograr esa combinación de valores? 177 El pseudo-revolucionario pedante 248
El "gángster" pseudo-revolucionario 249
El psicópata pseudo-revolucionario 250
CAPITULO VII
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCTA REVOLUCIONARIA 181 CAPITULO VIII

I. LOS PROBLEMAS DE LA CIENCIA DEL TRABAJO 253

Justificación del tema 181


La evolución como fenómeno histórico y como fenó- CAPITULO IX
meno psicológico 184
Rasgos fundamentales de la conducta revolucionaria 191 PSICOHIGIENE DEL ESTUDIO 269
Posición científica ante el hecho revolucionario . . . . 197 ¿Qué estudiar? 273
¿Para qué estudiar? 274
. II. ¿Por qué estudiar? 276
¿Cómo estudiar? 276
Estudio psicológico de la conducta revolucionaria .201 ¿Cuándo, cuánto y dónde estudiar? 281
Cómo nace y cristaliza la actitud revolucionaria in-
dividual 203
Cómo se inicia y condensa la actuación revolucio-
naria colectiva 209
La explosión revolucionaria 214
La fase de ascenso de la curva revolucionaria 217
Fase anfibólica, de estabilización 219
Fase de condensación y declive 226

III.
Los cuatro tipos revolucionarios:
El místico 232
El dogmático 234
El combativo 235
El organizador 238
Análisis cíe los tipos contra-revolucionarios 242
El contra-revolucionario crítico 244
El contra-revolucionario saboteador 245

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