Aspectos Venus Marte

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Los aspectos Venus/Marte

Rafa Cañete
54-69 minutos
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1.
2. De acuerdo con Ben Ezra, lo más importante es tener en cuenta

las determinaciones natales, si bien una buena carta electiva
puede eventualmente mejorar las cosas o reducir las posibles
dificultades u obstáculos.
El autor propone en su Libro de los Juicios de las Estrellas una

amplia serie de elecciones, es decir, el estudio de cuáles son los
mejores momentos para iniciar o hacer cualquier cosa de la que
esperemos un buen resultado o, al menos, el menos malo posible.
Y comienza haciendo indicaciones generales que hay que tener en
cuenta para cualquier tipo de elección que se desee hacer, sin
importar el tema, siempre y cuando se conozca la natividad del
individuo. Son las siguientes:
- No elegir para el Ascendente ni la Casa VIII, ni la VI, ni la XII, ni el

lugar de los planetas maléficos, especialmente Marte y Saturno, de
la carta natal.
- Hay que procurar que la Luna esté bien situada, y si, por
necesidad, tienes que hacer algo en un día en el que la Luna está
con algún mal planeta (por conjunción, cuadratura u oposición),
fíjate que ella no esté angular (Casas I, IV, X, VII), mas, si la Luna
se halla en Casa cadente (III, VI, IX, XII) producirá temor, pero no
causará daño. Y si puedes conseguir que la Luna no tenga
dignidad en el Ascendente (que no esté en él, principalmente) será
mejor.
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Veamos, pues, cuáles son los elementos a tener en cuenta cuando

queremos asociarnos con alguien:
"La Casa VII significa las asociaciones, por eso, si quieres elegir
una hora para unirte con alguien, procura que Júpiter se halle en
uno de los ángulos y Marte no esté angular y lo aspecte por
cuadratura u oposición, porque eso significa desacuerdos.
Procura igualmente que la Parte de Fortuna esté en buen lugar (no

en Casas complicadas como la VIII o la XII; que esté en signos
regidos por las Fortunas, es decir, Venus y Júpiter, con buenos
aspectos, etc.). Y, si es posible que el regente del signo en el que
se encuentra dicha Parte le forme aspecto, es mejor."
El hecho de procurar que Júpiter se encuentre angular (Casas I, IV,

VII, X) se debe a que este planeta significa, en palabras del propio
Ben Ezra, "todo honor y justicia, paz y verdad, buen renombre,
franqueza y sinceridad." Este planeta "ama lo justo y aborrece
cuanto es contrario a la justicia". Son significaciones
importantes, creo, cuando se trata de elegir el momento para
asociarse con alguien con quien se va a trabajar en coalición o
cooperación. Y lo de Marte es bastante obvio, pero volvamos a
citar las palabras del autor: "representa batallas, discusiones,
robos, enojos, destrucción, vilipendios, mentiras, acusaciones,
puterío, desvergüenza, falsos juramentos y todos aquellos
hombres que no respetan ni leyes ni fueros". En cuanto a la Parte
de Fortuna, su lugar en el horóscopo es importante pues, de
acuerdo con Juan de Figueroa (siglo XVII) significa un punto donde
el Sol y la Luna "arrojan un rayo de luz": el Sol es la base de la
Astrología por la eclíptica y la Luna es el astro más cercano a
nosotros y el que hace que los planetas actúen en la Tierra
(tomado de Adela Ferrer en http://astrologosdelmundo.ning.com
/profiles/blogs/la-parte-de-la-fortuna-
sus?fbclid=IwAR07srN6jED6ymPSLDvKja1HiPXXkddBTPhnUQJnkTFqZMQsNdK4qK4UCoA
que me ha servido en todo lo relativo al Parte de Fortuna). Y como
esta Parte arábiga significa provecho y buena reputación, es
decisiva para determinar con quién vamos a compartir la tarea o el
trabajo (o al menos es lo que pensaban los antiguos).
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3.
Rubén Darío, poeta nicaragüense introductor del Modernismo
literario en España, escribió un maravilloso libro titulado Cantos de
vida y esperanza (1905) en el que el autor plasma lo personal de
una manera impetuosa: sentimientos de culpa y también gozosos,
pesares y temores, como en este poema, “Melancolía”, del que me
atrevo a hacer un análisis a la luz de su carta natal. Dicho de otro
modo, vamos a ver una correspondencia de algunos factores clave
de su tema natal con los versos de este texto, pues creo que Darío
habló mucho de sí mismo en el poema, y qué mejor retrato de uno
mismo que su propio horóscopo de nacimiento. Reproduzco el
poema y paso a comentar lo que me sugiere, astrológicamente
hablando:
Melancolía
Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía.

Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.
Voy bajo tempestades y tormentas
ciego de sueño y loco de armonía.
Ése es mi mal. Soñar. La poesía

es la camisa férrea de mil puntas cruentas
que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas
dejan caer las gotas de mi melancolía.
Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;

a veces me parece que el camino es muy largo,
y a veces que es muy corto…
Y en este titubeo de aliento y agonía,

cargo lleno de penas lo que apenas soporto.
¿No oyes caer las gotas de mi melancolía?
Y esta es la carta natal de Rubén Darío, elaborada a partir de su

certificado de nacimiento:
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El primer verso es lo que en Retórica se llama un apóstrofe, que

consiste en una invocación a un interlocutor. En este caso, el
interlocutor es alguien a quien se dirige el poeta como “hermano”,
que quizá se trate de la persona a la que dedicó el texto, Domingo
Bolívar, o quizá se trate en realidad de un auto diálogo. No vamos
a entrar en exégesis literarias, pues este no es el cometido de este
artículo, pero sí que en alguna ocasión nos meteremos en ello.
Para mí, el hecho de acudir a alguien que tiene la “luz”, es decir,
que puede alumbrar el camino del autor en medio de su sensación
de ceguera, como él mismo reconoce en el verso siguiente, me
habla mucho de ese Neptuno en la VII como punto focal de una T
cuadrada entre las Casas IV y X, la Casa más personal y la más
pública del horóscopo. Ya los astropsicólogos nos dicen que
Neptuno es el arquetipo de la redención y de la salvación, y que allí
donde se encuentre este planeta es donde tendemos a buscar la
salvación (también nos encontramos ahí con la decepción, por el
exceso de idealización o de dependencia en la idea de que algo o
alguien nos salve). Mucho más que el exceso de Cáncer, que
tiende a debatirse en un dilema entre proteger y ser protegido, creo
que es la posición de Neptuno, muy especial aquí, la que
determina este verso, en el que se pone en otro la capacidad o
responsabilidad de ser guía. Y no es solo por la presencia de
Neptuno en VII, sino también por el hecho de formar parte de una
configuración tan dinámica y que afecta tanto a sus planetas
personales, Mercurio, Luna y Marte (además de contactar con
Urano, en un ciclo generacional, el de Urano y Neptuno, marcado
por la disolución de estructuras establecidas de una manera
desorientadora que pone en tela de juicio supuestos
fundamentales acerca de la objetividad y subjetividad, de lo relativo
y absoluto, de acuerdo con el astrólogo Richard Tarnas, en
Cosmos y psique).
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Los versos siguientes de la primera estrofa, hasta “loco de

armonía”, son una extensión explicativa de lo comunicado en el
verso inicial. La referencia a su propia ceguera, a su ir “sin rumbo y
a tientas”, a su locura (Urano) de sueño (Neptuno, para los
modernos) y de armonía (Venus rige la Casa tradicional de los
sueños, la IX, en un signo expansivo, exótico, que aspira a lo
lejano, Sagitario) nos remite de nuevo a Neptuno, la octava
superior de Venus, que, como hemos comentado, se encuentra en
una posición especial. El hecho de depositar en otro (VII) la
salvación (Neptuno) en medio de una situación de caos y
desorientación marcados por la ceguera y el sueño (la posición de
Neptuno como punto focal de la T cuadrada) está bien explicado,
creo, por estas configuraciones natales.
Nos adentramos en la segunda estrofa, donde el poeta declara

mediante una oración enunciativa que su “mal es soñar”. Se trata
de un mal porque la situación de Neptuno es la de un planeta que
solo presenta malos aspectos, bajo el dominio de un Marte, un
maléfico, bastante débil, y porque forma parte de una configuración
astral muy dinámica pero también muy difícil para el nativo por el
contante desafío y lucha que exige. Pero a partir del punto y
seguido, Darío asimila la causa del sueño con la poesía, algo de lo
que no puede desasirse (es su “camisa”, su vestimenta), pero que
igualmente le atormenta (tal vez se trate de las “tempestades y
tormentas” de la estrofa precedente). El acto de escribir es de
Mercurio, que cuando se conecta con la Luna (de acuerdo con
Adela Ferrer) nos da a escritores (aumentado en este caso con la
portentosa imaginación de su Luna en Cáncer y la precisión
comunicativa de su Mercurio en Capricornio). Y ese acto de
escribir es la causa de su sueño, o está en connivencia peligrosa
con él (cuadratura de ambos con Neptuno). Pero es que, si
seguimos con la lectura de esta estrofa, la poesía rezuma sangre,
pues esta “camisa” está llena de “espinas” que hacen sangrar al
poeta, y la sangre nos remite a todos los astrólogos a Marte, que
no solo está conectado con Mercurio y la Luna, sino que además
es el regente de la Casa III, la comunicación, y el hecho de
encontrarse en el sentimental e imaginativo Cáncer acentúa una
expresión que se debate entre la sangre (se siente pero con dolor)
y la entrega a un sueño del que no puede escapar, pues la poesía
es una camisa que lleva sobre el alma (Mercurio está en la IV, la
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Casa del alma para más de un astrólogo de corte humanista o

psicológico). Neptuno se conecta con Marte (sangre, lo punzante
de las “espinas”), con la Luna (imaginación, quizá sueño también) y
con Mercurio (la comunicación) en un entramado de dolor y de
sentimiento que punza el alma. Y este entramado no es otra cosa
que la “melancolía” que cierra la segunda estrofa, Saturno para los
antiguos, un planeta que aquí se encuentra en un signo de Agua
(emoción) en la Casa III (lo que habla de una persona que o bien
no expresa sus necesidades o percibe su entorno desde lo
negativo o melancólico). Y el exceso de Agua en esta carta es
también un componente importante de su melancolía, como no
podía ser de otra manera.
Comenzamos ya la tercera estrofa, donde vuelve a recordarnos su

locura uraniana y su sueño neptuniano, por “un mundo amargo”, en
un camino que a veces es “muy largo” y a veces “muy corto”. Más
allá de lo comentado hasta ahora, se me viene el hecho de que
Darío es un nativo de Capricornio, un nacido bajo el signo de
Saturno, un planeta que “arrolla encogiendo su triste ideal que
derrumba” (Verlaine, en el poema prólogo de sus Poemas
saturnianos), y un nativo con el Sol feral, libre de aspectos.
Capricornio es un signo serio, responsable, melancólico cuando no
se vuelve cínico o un poco sátiro, que no se permite caer ni hincar
la rodilla, y que ha de hacer las cosas solo siempre. A pesar de la
ayuda que clama en las estrofas anteriores, el poeta va él, solo, en
un mundo demasiado duro y amargo para la sensibilidad de su
Luna en Cáncer. Un Sol sin aspectos no tiene ayuda, los demás
planetas no colaboran para plasmar en el mundo lo que promete,
aunque en este caso no se pueda hablar de que no recibe luz de
los otros planetas, pues el Sol es ya la luz, se basta a sí mismo,
pero a costa aquí de sus planetas en Cáncer. Es como si el texto
fuese una declaración de intenciones de alguien que ya no puede
más, aunque, como veremos, va a persistir en su ser.
Por fin, la última estrofa nos vuelve a poner en su sensación de

estar entre dos aguas, entre el “aliento”, el ánimo para seguir en el
camino, y la “agonía”, el sufrimiento de andar siempre solo
(Capricornio). Pero el penúltimo verso vuelve a remitirnos a la
historia de Capricornio, la de cargar “penas”, aunque apenas las
soporte, en un bello juego de palabras casi derivativo. El hecho de
“cargar” es de Capricornio, así como el de llevar “penas” encima, si
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bien aquí se nos muestra exacerbado por el contraste entre el

exceso de Agua y su Sol en Capricornio. La interrogación que
cierra el poema está elaborada a partir de una impactante imagen
que crea en el lector la sensación de estar oyendo caer gota a gota
la melancolía del poeta, haciéndola corpórea, o visible, tangible,
como si de aquella sangre de la segunda estrofa se tratara,
combinando lo melancólico neptuniano con lo sangriento de Marte,
ambos en cuadratura como sabemos, y siendo Marte el dispositor
de Neptuno. Mercurio en Capricornio es de mente concreta,
corporeiza con facilidad, la presencia de Saturno en la Casa de la
comunicación ayuda en este proceso, y Marte como gobernador de
Saturno pegándose al alma lunar con dolor, todos en su conjunto
conforman la declaración final del texto: el poeta sangra dolor y,
tras haber solicitado ayuda, sigue en él. La petición se ha lanzado,
al vacío quizá, y la imagen final se queda grabada en la mente y el
alma del lector, como si de un estado terminal se tratara. Por el año
1905, Neptuno estaba en Cáncer merodeando entre su Urano y su
Luna, y se encontraba en oposición a Urano en Capricornio (a
continuación se adjunta su horóscopo con los tránsitos de los
planetas lentos de aquel año), activándose su ciclo natal de
cuadratura, es decir, activándose su “disolución de estructuras
establecidas de una manera desorientadora, poniendo en tela de
juicio supuestos fundamentales acerca de la objetividad y
subjetividad, de lo relativo y lo absoluto”, como decía Tarnas. Pero
este difícil ciclo que vivió nos dejó también quizá el más elaborado
y hermoso de sus poemarios.
4. De acuerdo con Ben Ezra, lo más importante es tener en cuenta

las determinaciones natales, si bien una buena carta electiva
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puede eventualmente mejorar las cosas o reducir las posibles

dificultades u obstáculos.
El autor propone en su Libro de los Juicios de las Estrellas una

amplia serie de elecciones, es decir, el estudio de cuáles son los
mejores momentos para iniciar o hacer cualquier cosa de la que
esperemos un buen resultado o, al menos, el menos malo posible.
Y comienza haciendo indicaciones generales que hay que tener en
cuenta para cualquier tipo de elección que se desee hacer, sin
importar el tema, siempre y cuando se conozca la natividad del
individuo. Son las siguientes:
- No elegir para el Ascendente ni la Casa VIII, ni la VI, ni la XII, ni el

lugar de los planetas maléficos, especialmente Marte y Saturno, de
la carta natal.
- Hay que procurar que la Luna esté bien situada, y si, por
necesidad, tienes que hacer algo en un día en el que la Luna está
con algún mal planeta (por conjunción, cuadratura u oposición),
fíjate que ella no esté angular (Casas I, IV, X, VII), mas, si la Luna
se halla en Casa cadente (III, VI, IX, XII) producirá temor, pero no
causará daño. Y si puedes conseguir que la Luna no tenga
dignidad en el Ascendente (que no esté en él, principalmente) será
mejor.
Veamos, pues, qué se debe tener en cuenta si alguien se propone

aprender una ciencia o iniciar estudios:
- El Ascendente ha de caer en domicilio de Mercurio (Virgo o

Géminis) siempre que Mercurio no esté ni combusto ni retrógrado,
y que no haya ninguna infortuna angular.
- Que Marte no se encuentre en Casa III ni en la IX, porque eso es
malo; sin embargo si en alguna de estas Casas se encuentra
Saturno, no te preocupes.
- Si el Sol se encuentra en la Casa IX es beneficioso, pero en la III
es perjudicial. La Luna es buena para estos asuntos cuando se
encuentra en la Casa III, pero mala en la Casa IX.
- Si el regente del Ascendente está unido a Saturno (conjunción) y
le forma aspecto, no perjudicará esta cuestión, pero si esto mismo
ocurre con Marte, es adverso, a menos que la ciencia que se
pretende aprender sea Medicina o algo relacionado con el deporte
o la coordinación motora.
Esto es así por lo siguiente:
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- Mercurio rige las habilidades intelectuales, de ahí que el

Ascendente deba estar regido por él. Tampoco es un obstáculo que
el Ascendente esté en otro lugar, siempre que su regente no tenga
conexión con Marte, que es el incendiario de los planetas y no se
caracteriza tampoco por mantener un esfuerzo en el tiempo. Sin
embargo, Saturno puede dar estabilidad, paciencia,
perseverancia... Por lo mismo, un signo Fijo en el Ascendente
puede dar también fijeza, constancia, sobre todo Tauro.
- La Casa III y la IX son Casas de ciencia, aprendizaje, por eso es
bueno que el Sol esté en la IX, la Casa de su Gozo, y que la Luna
esté en la III, que es la suya de Gozo.
Iremos sacando algunas entradas más sobre cartas electivas.
5.
6.
Con Piscis se completa el ciclo: el individuo arquetípico ha llegado
a la fase final de su evolución. Sin embargo, con la posible
excepción de Virgo, los Piscis son los que peor imagen tienen de
su signo. En realidad, no se trata de que Piscis sea débil, insulso o
falto de energía, sino que simboliza la etapa más difícil de la
evolución humana, la trascendencia del yo. De este modo, Piscis
continúa el proceso iniciado en Acuario, pero de otra manera.
Mientras que Acuario presenta a un yo sumergido en un grupo
social, lo que en ocasiones puede dar como resultado un ego
envanecido que se disfraza de humilde y que utiliza el servicio
social como manera encubierta de lograr algo, en Piscis el ego no
se subordina al grupo social, sino al universo mismo. El ego,
nacido, evolucionado, completado y socializado a lo largo de los
signos anteriores, se entrega ahora, en Piscis, a algo superior. En
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el lenguaje del misticismo, Piscis simboliza la entrega del alma a

Dios. No obstante, esto es algo que muy pocos consiguen. Se trata
en realidad de algo muy difícil de realizar a medias, y una entrega
incompleta de sí mismo puede llevar al desastre.
Por otro lado, Piscis simboliza tanto el final como el comienzo.

Piscis es la última fase de un ciclo que en Aries vuelve a comenzar
desde un nivel superior de conciencia (cuando entramos en la
primavera, e ingresamos en Aries, lo hacemos con una perspectiva
mayor, pues tenemos un año más). Por tanto, Piscis puede
representar el paso previo al nacimiento de un ser nuevo, y es por
esto que se le puede considerar tanto el estado de conciencia que
precede al ego como el que lo sigue.
El símbolo de Piscis son dos peces que nadan en direcciones

opuestas, por lo que se le puede considerar de naturaleza dual,
como a Géminis o Sagitario. En Piscis podemos encontrarnos con
dos tipos: el avanzado (Piscis como etapa final en la evolución
arquetípica del ego) o el primitivo (Piscis como la etapa previa a un
nuevo comienzo en Aries).
En ninguno de los dos tipos existe una fuerte necesidad de

hacerse valer o de ser algo en particular. Los dos tipos son muy
receptivos. Esto puede hacer que el tipo primitivo tienda a la
pasividad o la inacción, y a una actitud de víctima porque el nativo
no está dispuesto a asumir responsabilidades. En el tipo avanzado,
en cambio, puede haber un deseo de conocer la verdad en un nivel
espiritual profundo, e incluso de sacrificarse por ella, lo que da
como resultado al mártir, algo muy diferente de la víctima.
El tipo avanzado suele tener la capacidad de contactar con

realidades alternativas, de ver aspectos del ser que otras personas
consideran imposibles. El tipo primitivo puede acceder también a
este tipo de visiones, pero suele quedarse más atascado en la
confusión que le produce dicha contemplación. No obstante, los
dos tipos poseen una alta capacidad psíquica, capaz de apreciar
sensaciones e impresiones de la gente que la mayoría no puede
ver. Cuando estas sensaciones o energías son muy negativas,
Piscis tiende a debilitarse, pues es como si se contaminara de
tanta energía procedente del entorno. Es tal el nivel de empatía
con los demás, incluso con los ambientes que les rodean, que se
llevan a cuestas toda la energía negativa de fuera, produciéndoles
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una fuerte debilidad emocional o física.
Piscis suele sentirse atrapado en un mundo donde todavía no está

dispuesto del todo a entrar, por lo que es probable que el tipo
primitivo busque cobijo en la fantasía, pero es que incluso el tipo
avanzado suele refugiarse en un mundo privado al que muy pocos
tienen acceso. Este aire de lejanía de muchos Piscis es realmente
resultado de su hipersensibilidad.
Es frecuente que Piscis se entregue a los servicios sociales o el

cuidado de personas con debilidades físicas o mentales. Sin
embargo, hay un peligro en este tipo de servicio. Un Piscis
primitivo puede tratar de fortalecer su ego ocupándose de quienes
le parecen que son menos afortunados que él. El problema es que,
para mantener su posición de primacía, estos nativos tienen que
asegurarse de que aquellos a quienes "ayudan" jamás lleguen a
mejorar. Esto es muy habitual con Neptuno (el síndrome
Munchausen de muchas madres con respecto de sus hijos cuadra
bastante con este arquetipo).
Hay que reseñar que, de la misma forma que ocurre con Sagitario,
ningún sujeto es un tipo primitivo o avanzado, sino que ambos
pueden darse con igual intensidad en el individuo, debido a la
dificultad que tiene el Sol (el ego o la conciencia) de navegar en
tan vasto océano. Por lo común, ya se trate de Piscis que parecen
que entran al mundo o que salen de él, nunca dan la sensación de
estar completamente aquí. Piscis debe llegar a entenderse con los
sistemas convencionales de realidad cuando ellos pueden llegar a
tener algún atisbo de una realidad superior: este es uno de los
dilemas centrales de este signo.
El hecho de tener varios planetas en Piscis tiende a reducir la

fuerza de la personalidad junto con un incremento de su empatía y
receptividad a los demás. Los planetas más emocionales, como la
Luna o Venus, pueden dar un carácter propenso a la ensoñación o
a la fantasía, con la consiguiente pérdida del vínculo con la
realidad. En particular, Venus en Piscis puede ser muy romántico o
enamoradizo, pero es también capaz de ofrecer un amor
desinteresado.
Los planetas más relacionados con la voluntad o la energía tienen

difícil su desenvolvimiento natural cuando están en Piscis. Es lo
que ocurre con Marte o el Sol, que para poder actuar con cierta
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eficiencia, deberían de dedicarse a objetivos que trasciendan los

puramente personales, como el servicio a los demás, por ejemplo.
Saturno, símbolo de la realidad dura e ineludible, tampoco se

encuentra bien emplazado en Piscis. En cambio, Júpiter,
domiciliado en Piscis, se encuentra a sus anchas, por el margen
que este signo da a la necesidad jupiterina de expansión de la
conciencia.
7.
Acuario inicia el último par de signos que completan la evolución
del individuo arquetípico. En Aries empezamos por la afirmación
más puramente individualista del yo. Tras haber ido construyendo
los diversos aspectos del yo, y luego socializándolos, llegamos a
Acuario, donde la socialización se completa.
Acuario es un signo en el que, al menos teóricamente, el ego y sus

necesidades se subordinan a las de la unidad social más amplia de
la que el individuo forma parte. Y decimos teóricamente, porque
esto no siempre suele suceder así.
Es cierto que Acuario está en su elemento formando parte de

alguna clase de grupo social, así como Libra está en el suyo
cuando forma parte de una pareja. Los acuarianos son gregarios y
disfrutan con las interacciones sociales. Valoran las amistades y
respetan lo que se puede lograr mediante el esfuerzo del grupo. Es
como si para ellos ninguna actividad tuviera utilidad si no posee
una clara dimensión social. Pero así como Libra puede llegar a ser
el dominante en una relación, Acuario puede ser el miembro
dominante en un grupo. Como los nativos de Libra, los de Acuario
necesitan de la interacción social para definirse, pero son
individuos fuertes y con tendencia a dominar. No obstante, en
muchos casos, estos nativos, tanto de Libra como de Acuario,
tienen miedo de las relaciones o de los grupos, porque los ven
como amenazantes o capaces de engullir su propia identidad. Los
aspectos de la carta con el Sol pueden arrojar luz acerca de la
forma en que puede canalizarse la energía de la expresión del yo
en estos nativos.
No debemos olvidar cuál es el signo opuesto a Acuario: Leo. El

acuariano representa la completa socialización del ego, un ego
fuerte como el de Leo, pero mientras este deriva su sentimiento del
yo de una exclusiva identificación con él mismo, la conciencia que
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Acuario tiene de sí proviene del grupo, cuyos intereses identifica

como propios. Por este motivo, muchos Acuario se erigen en
portavoces de un grupo o un colectivo, y abrazan su causa, pero
encubriendo una cierta forma de egotismo. Leo puede ser egoico
de manera abierta, pero Acuario puede enmascarar en el servicio
al colectivo un deseo de autoengrandecimiento, aunque en
realidad esté prestando un indudable servicio al grupo.
Acuario es también un signo de orientación social, pero puede

producir pensadores muy radicales o innovadores que parecen
sumamente individualistas o autosuficientes. Sin embargo, aun
cuando el radical o innovador acuariano no necesite estar
vinculado con la sociedad como un todo, necesita siempre algún
tipo de grupo con el cual identificarse. Por lo común, ese grupo
social encarnará un tipo de orden que se aparte del convencional o
del canónicamente establecido, y puede acabar siendo tan tirano
en sus pensamientos acerca de la libertad y del bien para el grupo
como aquello contra lo cual se enfrenta. Acuario ama intensamente
la libertad, pero en realidad se trata de la libertad de cambiar la
sociedad entera para que se convierta en lo que él piensa que
debe ser. No es feliz dejando que los demás sean libres si la idea
de la libertad de ellos difiere de la suya. Después de todo es un
signo Fijo, y por más radicales o innovadoras que sean sus ideas,
una vez que ha llegado a ellas no será fácil que las cambie. Por
supuesto esto no es común en todos los Acuario, pero se da con
bastante frecuencia.
Los acuarianos tienden a tener fuertes ideales respecto de cómo

debe ser la gente, pero no se relacionan fácilmente con los demás
como individuos, salvo quizás en la medida en que estos encarnen
algún tipo de problema o tara social (marginación, exclusión o
apartamiento de la sociedad). Acuario es el signo del humanitario
que ama a toda la humanidad, pero a ningún ser humano
individual. Por ser un signo de Aire, no se encuentra especialmente
cómodo en el dar y recibir emocional que implica una relación
personal de intimidad. Los acuarianos se sienten más a gusto con
la amistad que con el amor.
Pese a estos rasgos que acabamos de mencionar, que describen

lo peor de Acuario, este signo es la representación del Prometeo
mitológico, el héroe que desafió a los dioses robándoles el Fuego
Sagrado para entregárselo a los mortales y permitirles mejorar y
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progresar como especie. Lo que ocurre es que, como Prometeo,

muchos son castigados por ello, y son incomprendidos,
marginados, tachados de locos. La incomprensión de los demás
actúa como el buitre voraz que, mandado por Zeus, devoraba el
hígado de Prometeo encadenado a la roca día tras día, hasta que
aparece Hércules y lo salva del martirio e intercede por él ante su
padre divino. De algún modo, Acuario puede sentir en carne propia
este mito alguna vez en la vida, y tal vez necesite de algún
Hércules que le salve.
Por otro lado, al ser Acuario un signo de Aire, tiene una visión de
las cosas desapegada e imparcial. Se preocupa auténticamente
por el bien del grupo y no solo por el suyo propio. Es un signo
idealista, con un fuerte compromiso con sus creencias. Además,
está excepcionalmente libre de restricciones impuestas por el
pasado y por la tradición, aunque esto puede traer como
consecuencia el castigo mítico de Zeus, para restablecer el
equilibrio divino. Cuando Acuario deja de comprometerse con la
sociedad como ente abstracto y lo haga más por los individuos en
particular, y deje de emplear el bien social como justificación de
sus actos personales, dejará de ser objeto de incomprensiones y
de aislamiento social.
En cuanto a cómo funcionan los planetas en Acuario, Mercurio y

Júpiter funcionan bien, al igual que el corregente de Acuario,
Saturno, que aunque represente la tradición inmutable, tiene más
implicación social en cuanto a lo que supone una contribución al
todo, mientras que Urano, el otro regente del signo, puede ser muy
obstinado e individualista en sus pretensiones.
En cuanto al Sol, que está en detrimento en Acuario, funciona bien

si no se expresa de forma tan centrada en sí mismo. Lo mismo
puede decirse de Marte, que tiende a mostrarse más civilizado en
Acuario que en otros signos.
Los planetas emocionales, como la Luna o Venus, tienen más

dificultades con Acuario. Venus tiende en general más a la
camaradería que al amor, mientras que la Luna se ve presa en una
pugna entre su emotividad natural, su apego al pasado y a lo que
es familiar, y la sequedad emocional del signo. Una Luna en
Acuario perturbada o no nunca será una Luna típica.
8.
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Sentimientos ardientes e impulsivos. Los afectos se consumen

rápidamente. Posible matrimonio precipitado. Generoso y
derrochador en el amor y el placer. Muy extrovertido en el afecto.
La mujer con este emplazamiento asume la iniciativa en el amor.
Inestabilidad sentimental. Afligida: poca armonía en la relación
marital. Brusquedad en los afectos o en la manera de expresarlos.
Falta de consideración involuntaria hacia los demás en cuestiones
de afecto.
Naturaleza afectuosa y amable. Amante del arte, la decoración, la

estética, la escultura, el campo, los jardines. Sentimientos estables,
persistentes, constantes. Atracción por personas estables
materialmente o con alguna faceta artística. Fidelidad amorosa, en
general. El placer por la buena mesa y el buen vestir. Posesividad
en el amor. Afligida: tendencia a la auto gratificación. Sensualidad
y/o sexualidad excesivas. Se agarra demasiado a los afectos,
aunque sean negativos.
Espíritu refinado, amante de las bellas artes y la literatura. Valora la

comunicación en el amor. Los viajes cortos son fuente de disfrute y
placer. Inconstancia de los afectos. Tendencia al flirteo y a tener
intereses amorosos simultáneos si no hay elementos fijos en la
carta que lo contrapesen. Se ama intelectualmente. Atracción por
personas de agudeza mental. Entretenimiento mental como placer.
Afligida: la inconstancia en el amor se acrecienta. Frivolidad y
superficialidad. Profunda dificultad para el compromiso e indecisión
afectiva.
Influenciable en el amor. Muy afectuoso, dulce, afable. Valoración

de un entorno tranquilo. El disfrute se da en el hogar o en la
familia. Voluble y cambiante en el amor pues busca la relación
perfecta para fundar un hogar. Fácil de herir. Beneficios materiales
obtenidos a través de inmuebles, patrimonio familiar. Uniones con
personas de diferente edad. Afligida: sensiblería, excesiva
sentimentalidad, inestabilidad afectiva. Atracciones secretas. El
entorno puede influir notablemente en las elecciones y vivencias
del amor.
Corazón tierno y amante, deseoso de afectos intensos,

apasionados, leales. Fidelidad. Importancia del aspecto exterior y
del vestir. Deseo de ser admirado (sobre todo la mujer). Atracción
por el teatro, los grandes espectáculos artísticos, el lujo. Muy
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selectivo en el amor. Muy atraído por el sexo opuesto.

Demostrativo en los afectos. Amor por los niños. Afligida: posesivo.
Excesivo esnobismo. Vanidad y orgullo en las relaciones íntimas.
Teatralidad y dramatismo en el amor.
Los sentimientos se intelectualizan. Detallista en los afectos. Amor

por los animales y por los que están en situación de inferioridad.
Importancia y valoración de la higiene y limpieza. Los gustos son
sobrios y no ama destacar. Se busca al amante o pareja perfectos.
Amores en el trabajo. Afligida: vida disoluta y bohemia. Búsqueda
de goces y placeres mediocres. Necesidad irrefrenable de sentirse
deseado. Muy crítico en sus relaciones personales.
Afectuoso y sociable. Amor y habilidad hacia lo estético y artístico.

En el amor, evita los conflictos. Atracción por ambientes cultivados,
exquisitos, refinados. Necesidad de contar con un compañero de
vida. Importancia singular del matrimonio. Simpatía que resulta
atrayente. Afligida: frivolidad, vanidad. Muy veleidosa en los
amores. Cede con facilidad a los placeres. No soporta la discordia,
que puede enfermarle.
Gran sensualidad, pasión, intensidad. Exige atención constante en

el amor. Los afectos se vuelven extremistas. El deseo se vuelve
fuerte, al tiempo que es muy inhibido. Serio y fiel en el amor, puede
pecar de excesivo orgullo. Los sentimientos se exageran, son
tormentosos. La sexualidad es intensa y poderosa. El amor es
profundo, trascendente, ávido de fusión. Afligida: las tentaciones
sexuales son fuertes, desmedidas, sin control. El amor y el odio se
balancean con facilidad. Tendencias a los dramas pasionales.
Predisposición a enfermedades venéreas. Domina o es dominado
en el amor.
Sentimientos francos, exuberantes, demostrativos. Atracción por

los viajes, la aventura, en los que se encuentran el placer y el
deleite. Necesidad de libertad y espacio en el amor, no es
dependiente afectivamente. Le atraen la filosofía y los altos
ideales. De jovialidad natural en los afectos. Afligida: puede no
tener en cuenta las emociones de otros. Se idealiza en exceso el
amor. Dogmático o fanático en las relaciones íntimas. Excesivo
interés en el flirteo. Inconstante en los afectos.
El afecto se tiñe de prudencia, reserva, control, pero es fiel. Los

sentimientos son profundos aunque poco visibles. Atracción por
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personas mayores o de diferente edad. Cautela hacia el otro sexo.

Muy poco demostrativo en los afectos. Se valora una buena
posición social. Gusta del arte tradicional. Afligida: frialdad
emocional y marcado interés en los bienes materiales. Se busca un
matrimonio de conveniencia. El amor es trampolín para ascender
socialmente. Desconfianza en el amor. Excesivo tiempo invertido
en amores estériles.
Poco convencional y liberal en el amor. Los sentimientos son muy

directos pero algo intelectualizados. Valora la amistad y la
camaradería. Excentricidad y originalidad afectivas que resultan
muy atrayentes. Las relaciones se inician y terminan bruscamente.
El cariño es desapegado, poco propenso a demostraciones
puramente emocionales. No es celoso, pero tampoco quiere que
se le limite el espacio en la relación. Afligida: el matrimonio puede
limitar el deseo de mayor libertad personal o la realización de
nuevas experiencias. No se compromete del todo. Ahogo en el
contacto emocional constante.
Muy sentimental, tiende a perdonar todo en el amor. Comprensión

innata de los sentimientos del otro. Atracción por la música, el
ballet, la danza, la poesía, el arte en general. Las angustias
amorosas se viven en silencio. Idealiza en exceso en el amor.
Relaciones sacrificadas y/o secretas. Empatía natural en las
relaciones afectivas. Sensibilidad fuerte, vulnerabilidad afectiva.
Afligida: dependiente de los demás, o los demás depende del
nativo. Uniones secretas. Fácil presa de la tentación. Búsqueda
constante de la evasión mediante placeres que embriagan.
9.
10.
Inteligencia viva y espontánea, poco propensa a la duda. La
actividad mental es constante. Réplicas rápidas. Rapidez de
observación y deducción. Es directo y franco en la comunicación.
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Válido para el debate y la dialéctica por su rapidez. De

conversación animada, mueve mucho las manos al hacerlo.
Originalidad en las ideas y en el pensar, pero le cuesta mantener el
ritmo. Afligido: abuso de las propias cualidades intelectuales.
Necesidad de tener siempre la razón. Impulsividad mental sin
orden ni concierto. Irritabilidad, sarcasmo, tendencia a la camorra.
Le cuesta aceptar las indecisiones de los demás pues la lentitud le
exaspera. Predisposición a dolores de cabeza de origen nervioso,
neuralgias o inflamaciones del nervio óptico.
Intelecto tranquilo y ponderado, práctico. Es lento para aprender

pero una vez que lo hace retiene profundamente. Tarda en tomar
una decisión, pero cuando lo hace es irrevocable. Sentido común.
Capacidad de concentración. En general, buena voz. Inclinaciones
artísticas. Poco comunicativo, siempre hay una poderosa
justificación para expresarse. Habilidad para el cálculo o lo
financiero. Afligido, le cuesta cambiar de opinión, poco flexible
mentalmente. Predisposición a defectos de pronunciación o
ronquera. Férrea obstinación que puede llegar a la testarudez.
Cierto materialismo o avaricia.
Inteligencia ágil, capacidad de comprensión y de asimilación.

Facilidad de aprendizaje. Atiende varias cosas a la vez. Gran
versatilidad pero poca firmeza. Curiosidad insaciable que puede
derivar en poca profundidad intelectual. Capacidad para
expresarse. Nervioso, activo, inquieto. Habilidad para tareas
intelectuales, de información, periodismo, publicidad. Afligido:
dispersión que ocasiona un mal uso de la inteligencia pues no se
fija un objetivo claro. A veces habla sin mucha contención.
Predisposición a enfermedades nerviosas o de las vías
respiratorias.
Gran memoria e inteligencia muy intuitiva. Interés por la historia o

el pasado. Se adapta a las costumbres que ve a su alrededor. Las
emociones nublan la inteligencia. Suele aprender más escuchando
a los demás que leyendo. Comprensión de las necesidades de los
demás. Gran imaginación. Habilidad para asuntos relacionados
con la alimentación. Afligido, mente cambiante y caprichosa. Falta
de objetividad, percibe las cosas según su estado emocional.
Tendencia a tener vida errante. Predisposición a dolencias
estomacales de origen nervioso.
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Se expresa con franqueza y énfasis. Mentalidad ambiciosa. Interés

en los juegos, la educación, las diversiones, la Bolsa, el teatro, el
arte, el oropel. Forma de expresarse muy centrada en sí mismo,
contagiando entusiasmo. El lenguaje se carga de corazón y
vehemencia. Oratoria. Tendencia al dogmatismo. Habilidad para
planificar y organizar. Afligido: expresión orgullosa, las ideas
pueden pecar de excesiva rigidez. Impositivo en la comunicación.
Predisposición a trastornos del corazón por temas nerviosos. Falta
de diplomacia. Puede atraer la conversación hacia sí mismo con
mucha frecuencia.
Razonable, inteligente, lógico. Capacidad de discernimiento y

sentido práctico. Analiza, diseca y clasifica. Interés por la
mecánica, la química, la técnica, la industria. Gran resistencia
nerviosa que soporta mucha actividad. Capacidad lingüística. Poco
emprendedor y habilidad para asuntos materiales. Afligido: espíritu
muy crítico y a veces maniático. El detalle puede irritar.
Predisposición a problemas de asimilación y trastornos digestivos a
causa del nerviosismo. Revisa tanto las cosas que las vuelve
estériles. Pedantería.
Concepciones artísticas, estéticas, refinadas. Imparcialidad.

Expresión delicada y elocuencia. Hábil para establecer acuerdos.
Muy buen comunicador pues se interesa por los pensamientos de
los demás. Habilidad para profesiones de juez o asesor. Sentido
del equilibrio y la justicia. Interés por la estética, los ambientes
cultivados. Afligido: tendencia a percibir el lado frívolo de la vida.
Mente inconstante, veleidosa. Exceso de diplomacia que genera
problemas de comunicación y por ello relacionales. Predisposición
a trastornos renales o lumbares por nerviosismo. Indecisión. Ideas
poco firmes.
Inteligencia penetrante y perspicaz. Investigador nato y capacidad

de concentración. Opiniones firmes. Interés por lo oculto.
Mentalidad científica. Percibe las motivaciones ocultas de los
demás. Sabe manejar información reservada. Se expresa sin
tapujos, o si no, prefiere callar. Afligido: espíritu crítico y muy
combativo. Se piensa demasiado en el sexo. Brusco en la
comunicación y falta de discreción. Tendencia a padecer
contracciones nerviosas de los órganos genitales. Conspirador,
confabulador, intrigante.
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Ideas optimistas y concepción de la vida filosófica, moral o

esperanzada. Expresa libremente sus opiniones. Habilidad para el
derecho o la filosofía. Mente viajera, exploradora, interesada en lo
exótico. Fabulador. Inteligencia aguda y despierta, pero dispersa.
Franqueza, versatilidad. Sincero y honesto. Se despista en cuanto
a los detalles. Afligido: juicios erróneos por lo precipitado.
Mentalmente inestable. Pensamiento en ocasiones desconectado
de la realidad. Predisposición a trastornos del nervio ciático.
Poco hablador. Preciso, conciso, minucioso. Mente muy práctica y

ordenada. Habilidad para trabajos de larga duración, para la
ciencia y el cálculo. Capacidad de concentración. Mente aguda y
penetrante. Sentido práctico y atención al detalle. Mente apegada a
lo material. Es más realista que idealista. Afligido: suspicaz,
malhumorado. Se desconecta de las emociones a causa del
interés por trepar. Expresión agria. Predisposición a depresiones
nerviosas, neurastenia, y pensamientos sumamente pesimistas.
Espíritu ingenioso, amante del progreso. Interés por lo

vanguardista, la electricidad, la aviación. De opiniones
independientes y originales, pero también muy centradas en lo
humano. Introduce en su discurso temas siempre inéditos, lo que le
hace sociable. Talento agudo y muy objetivo. Habilidad para la
Astrología. Afligido: sus ideas se enfrentan con lo establecido de
forma poco conveniente para el nativo. Exceso de radicalismo;
revolucionario. Mente escéptica, maniática. Opiniones muy
obstinadas. Predisposición a tener trastornos nerviosos
espasmódicos, movimientos nerviosos inconscientes o dolores
agudos de tipo nervioso en las piernas.
Mente intuitiva. Habilidad para el psiquismo. Interés por lugares

aislados en los que dedicarse a trabajar, a pensar. Mente muy
receptiva al exterior, pero también dispersa y con dificultad para
concentrarse. No analiza, sino que capta en bloque. Mentalidad
poética, con amor por la música. La comunicación es poco clara,
vacilante, indefinida. Las emociones nublan el entendimiento.
Afligido: ideas difusas acerca de la realidad, falseándola en
ocasiones. Mente influenciable y susceptible de obsesionarse.
Predisposición a desequilibrios nerviosos. El exceso de
receptividad hace que no se asiente en opiniones firmes y absorbe
sin medida lo que le rodea.
20 de 29 19/04/2019 2:19
11.
A diferencia de Sagitario, Capricornio es un signo social que sí
puede permitir que el mundo exterior defina sus criterios referentes
a los que es y no es real, importante y aceptable, y una vez que ha
aceptado estas definiciones y que se ha enorgullecido incluso de
aceptarlas, se dedica con entusiasmo a jugar la partida de acuerdo
con esas reglas.
Para comprender de verdad a Capricornio es necesario

comprender el conjunto de símbolos que en el horóscopo
representan al padre, y del cual este signo forma parte. De hecho,
este signo está particularmente sometido a la influencia de figuras
de autoridad, bien desde una posición sumisa o bien rebelde
(aunque esto último es bastante menos frecuente). Su concepción
de la realidad suele partir de una opinión predefinida ya por alguna
figura de autoridad, por lo que su tarea es la de poner en práctica
esa concepción y hacer todo lo posible porque resulte eficaz en el
mundo. De hecho, la eficacia es algo que los capricornianos
desean sobre cualquier otra cosa. La idea de depender de los
demás y de no estar bajo su propio control les aterroriza. Prefieren
ser ellos quienes controlen, aunque generalmente su sentido tan
elevado de la responsabilidad les impide que puedan llegar a
enloquecerse por el poder.
Capricornio busca ante todo construir algo que pueda servir de

monumento a su propia existencia. No se trata del egocentrismo de
Leo, pues Capricornio desea crear algo que sea socialmente
aceptable y eficaz de cara al mundo práctico, en especial el
laboral. Capricornio desea poder decir: "Yo hice eso, yo lo
construí", de forma que pueda sentirse orgulloso de haber
contribuido en algo a la sociedad. El problema es que le falta el
lado juguetón de Leo, y es demasiado serio, tanto que puede
habérsele olvidado lo que es jugar.
Por lo común, Capricornio está bastante sometido durante su

juventud a la autoridad en la determinación de sus opiniones sobre
la realidad, hasta el punto de que en la edad adulta puede
convertirse en la encarnación de esa autoridad. Una vez más
vemos aquí la asociación entre Capricornio y el arquetipo paterno:
la energía que dice al niño que no solo debe estar interesado en su
21 de 29 19/04/2019 2:19
propia vida, sino que también debe llegar a entenderse con lo que
existe fuera y más allá de él. Así como Cáncer es el signo que
manifiesta el sistema de apoyo del niño, Capricornio es el signo
que manifiesta la energía que le empuja a salir del hogar y a
aventurarse en el mundo. Es la versión astrológica de la idea de
que las emociones hay que arrinconarlas cuando uno está
trabajando o desempeñando un rol en sociedad. La cuestión es
que son dos polos de una misma realidad, y el olvido de uno de
ellos hace que la balanza se desequilibre y surjan problemas
emocionales y de depresión en el trabajo.
Tanto Sagitario como Capricornio son signos de orientación social,

pero de naturaleza muy diferente. A Sagitario le interesan los
principios unificadores de la sociedad y las teorías de la integración
social, mientras que a Capricornio no le interesan tanto los
principios como su puesta en práctica. Se podría decir que
Sagitario es como el filósofo académico del orden social y
Capricornio el hombre de negocios. Una vez más, el signo de
Tierra concreta y hace viable la intuición del Fuego.
Sagitario y Capricornio podrían formar un buen equipo, pero su

psicología es tan diferente que les cuesta llevarse bien. A Sagitario
le molesta lo que para él es el tosco materialismo de Capricornio, y
a este le molesta la tendencia de Sagitario a perderse en aéreas
abstracciones, evitando la responsabilidad de tratar con el mundo
"real". No obstante, si consiguen armonizar, la combinación del
entendimiento de Sagitario con la efectividad práctica de
Capricornio es verdaderamente impresionante.
El único problema grave de Capricornio es que está tan empeñado

en ser eficaz en el mundo real que no le resulta fácil jugar. Para él,
una actividad es justificable si es importante. Eso le lleva a ser
exageradamente serio y a racionalizar. Puede haber algo que
Capricornio haga con verdadero placer, pero si solo es placentero
no le basta. Tiene que estar seguro de que, además de placentero,
es socialmente importante. A Capricornio le gusta darse palmaditas
en la espalda por cumplir con su deber, cuando en realidad solo
esta haciendo algo que le gusta. Con frecuencia, identifica el juego
con el trabajo.
A pesar de su naturaleza seria, este signo ha producido una

abundante cosecha de humoristas. El tipo de humor de Capricornio
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es cínico, seco, autocrítico más que juguetón, y esta es la manera

que Capricornio tiene de compensar sanamente su tendencia a
buscar lo importante.
Los planetas en este signo tienden a incrementar la orientación del

nativo hacia la realidad y pueden limitar su capacidad para salirse
del ambiente en que lo educaron. En este signo funcionan mejor
los planetas que no están tan interesados en la libertad o en la
innovación. Urano no suele estar muy a gusto aquí (la generación
de los nacidos en los 90 son un buen ejemplo de esto, que han
encontrado muy difícil integrar el deseo de libertad con el de
disciplinarse). Júpiter tampoco suele estar muy bien en
Capricornio, aunque a Júpiter le puede resultar estimulante el logro
de una posición social. Para muchos, Júpiter en Capricornio es un
índice de problemas con el padre, aunque esto es solo así si hay
aspectos fuertes en la carta que lo corroboren.
Marte está exaltado en Capricornio, lo que hace que la energía

marciana esté más disciplinada. No es como los aspectos Marte/
Saturno, donde Saturno puede bloquear el impulso de Marte. En
Capricornio, la energía de Marte se aparta de su estrecha
orientación hacia el ego y recibe una base social más amplia, de
modo que es más probable que los demás respeten sus
intenciones.
Los planetas sumamente emocionales no funcionan bien en

Capricornio. La Luna no está bien aquí, porque este signo no le
permitirá que disfrute dependiendo de los demás, un modo de
relación que en algún momento de su vida es trascendental para la
Luna.
Venus tampoco va bien en Capricornio, porque es probable que

sus criterios emocionales a la hora de elegir se encuentren
subordinados a criterios prácticos. Venus en Capricornio puede
indicar también atracción por las personas mayores, que pueden
servir tanto de figuras de autoridad como de amantes.
Sean cuales fueren las inclinaciones normales de un planeta, en

Capricornio se ven sometidas a consideraciones prácticas y deben
ponerse al servicio de la necesidad de eficacia del signo, lo que
para los planetas más emocionales puede resultar un lastre para
su natural expresión, y hacer que el nativo sienta soledad y poca
oportunidad para ser espontáneo desde el punto de vista
23 de 29 19/04/2019 2:19
emocional. Si esto no es así, la forma de funcionar del planeta es

tensa y ambigua. De ahí que los jóvenes nacidos con Neptuno en
Capricornio (años 90) se puedan considerar en muchos casos (no
siempre) como una "generación perdida", ya que es muy difícil
hacer algo práctico o eficiente con Neptuno, el planeta de los
músicos, de los artistas o de los escapistas de la realidad.
12. Luna en Aries
La imaginación le lleva a hacer realizaciones espontáneas. Muy

independiente y personal, a la vez que ambiciosa. Vida activa
repleta de cambios que casi siempre son el resultado de las
propias iniciativas. Trata de dominar a otros emocionalmente.
Reacciones muy rápidas. Afligida, da tendencia a la impulsividad
y/o agresividad, aunque los arranques de ira se olvidan pronto. El
carácter es inestable, previene poco. Muy impaciente e irritable
hasta la brusquedad y excesivamente temerario. Puede sufrir de
jaquecas y/o insomnio.
Luna en Tauro
Alegre, amable. Sociable y atraído por los placeres. De reacciones

lentas. Firmeza emocional. Se siente bien en el campo. Amor por
el arte y la música. Las relaciones personales contribuyen al
bienestar material. En buena posición, da holgura económica
aunque no exenta de fluctuaciones. Afligida, puede haber debilidad
de carácter e indecisión. Fuerte orgullo y obstinación, de hábitos
fijos y fuertes deseos. Demasiado apego a los placeres, al
bienestar y al confort. Influenciable sensualmente, ingenuo.
Dificultad para lograr estabilidad material. Predisposición a sufrir
trastornos glandulares en garganta y cuello.
Luna en Géminis
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Despierto mentalmente, curioso y ágil. Reacciones mentales

rápidas. Racionaliza sus emociones, de ahí que a veces no sepa lo
que realmente siente. Se adapta con facilidad a las circunstancias.
Frecuentes cambios de residencia. Amor por el viaje, el contacto
con la gente. Hablador. Disfruta difundiendo la información. Interés
por la literatura y la escritura. Afligida, inestabilidad mental e
indecisión. Rupturas por cambios en los sentimientos. Excesiva
dispersión. Demasiada indiscreción y curiosidad. Superficialidad e
inconstancia. Vida errática. Atención a los pulmones.
Luna en Cáncer
Gran sensibilidad a las condiciones ambientales. Sociable y

apegado al entorno y a la familia. Respeto por la tradición. Aptitud
para tratar con el público. Amor por el agua (ríos, mares). Buena
memoria y fuerte imaginación que inclina al ensueño y la
contemplación. Apego al pasado. Frecuentes cambios de humor.
Muy maternal. A veces, buen cocinero. Condiciones psíquicas en
ocasiones. Afligida, impresionable y susceptible. Inestable,
caprichoso, muy apegado al clan. Excesivo apego al hogar y falta
de voluntad. Imagina siempre cosas muy desagradables para el
futuro. Problemas familiares relacionados con la madre, o con
querer dominar la vida de los hijos, cambios a veces
desagradables de domicilio. Tendencia a sufrir trastornos
estomacales.
Luna en Leo
Todo se plantea desde la grandeza. Amor por los placeres,

espectáculos, bailes, fiestas, diversiones, deportes. Selectivo en
sus relaciones. Vanidad y orgullo; necesidad de ser centro de
atención. Generoso y afectivo. Atracción por las reuniones
sociales. Gustos artísticos. Afligida, fatuidad y atracción por el
oropel. Mucha importancia de la apariencia exterior. Tendencia a
conquistar sin comprometerse. Tendencia a padecer del corazón o
la espalda.
Luna en Virgo
Tímido, reservado y servicial. No gusta de imponerse y tiene cierto

complejo de inferioridad. Cualidades para realizar actividades
subalternas. Importancia de la higiene y/o del confort. Sentido de lo
práctico. Muy crítico y analítico. Afligida, inquietud, nerviosismo,
servilismo, carencia de ambición. Predisposición a padecer
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problemas de asimilación y desarreglos intestinales. Enfermedades

psicosomáticas.
Luna en Libra
La forma de reaccionar es afable, dulce, amable, simpática. Gran

necesidad de relacionarse. Alejamiento de las discusiones.
Diplomacia y habilidad para las relaciones públicas. Gusta de
ambientes selectos donde se respira armonía. Importancia del
aspecto exterior. Atracción por la vida mundana y los placeres.
Afligida, inconstancia, esnobismo. Influenciado por la opinión
pública. Falta de firmeza, voluntad o decisión. Irregularidades en el
funcionamiento renal. Dificultad para apegarse a una persona o
ambiente.
Luna en Escorpio
Predominio de los instintos sobre la razón, sobre todo en materia

sexual. Olfato investigador y sensibilidad hacia las intenciones
encubiertas de los demás. Desconfianza. Se ofende fácilmente.
Rencoroso y/o celoso. Capacidad para afrontar situaciones
intensas y dolorosas. Sentimientos apasionados. Afligida, factor de
tentaciones sexuales. Relaciones familiares complicadas y
enemistades y rivalidades con mujeres en general. Predisposición
a sufrimientos periódicos a causa de las funciones femeninas.
Partos difíciles o riesgo de intervenciones quirúrgicas en los
órganos sexuales.
Luna en Sagitario
Jovial, comunicativo, sincero. Se entusiasma con facilidad.

Necesidad de movimiento. Gusta de la equitación. Amor por el
deporte y las actividades al aire libre. Atracción por los viajes, el
conocimiento, la filosofía, la aventura, la independencia. Posible
vida lejos del lugar natal. Afligida, muy caprichoso, poco serio o
prudente. Rebeldía. Impulsividad, extravagancia, exageración,
excesos. Tendencia a la charlatanería. Vagabundo. Dificultad para
asentar nada por la búsqueda constante de aventura y nuevos
horizontes. Inestabilidad sentimental. Predisposición a padecer de
los muslos o del hígado.
Luna en Capricornio
Prudencia, medida. Sentido del realismo, pero falta de entusiasmo.

Responsable y ahorrador. Quiere sentirse útil y necesario.
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Temperamento melancólico que puede afectar a su vida social. Sus

necesidades pueden ser muy limitadas, pero es ambicioso por su
fuerte deseo de seguridad y buena posición social. Necesidad de
reconocimiento. Afligida, misantropía, pesimismo, tacañería,
frialdad. Posibles desarreglos estomacales, en los huesos, las
rodillas.
Luna en Acuario
Talante original. Muy franco en sus relaciones, sociable.

Sensibilidad hacia los problemas humanitarios. Desapego. Fuerte
intuición, vanguardismo, progresismo, independencia. Reacciones
poco convencionales. Afligida, brusquedad, excentricidad.
Atracción por proyectos difícilmente realizables. Vida errática.
Testarudez, ansia excesiva de libertad. Predisposición a tener
varices, histeria, trastornos cardíacos, artritis.
Luna en Piscis
Gran sensibilidad, receptividad, impresionabilidad. Piedad y

tendencia a que abusen de su generosidad. Capacidad de
sacrificio. Sensibilidad psíquica. Búsqueda de soledad, paz,
tranquilidad. Atracción por el arte y la música. Gusta del mar.
Afligida, influenciable. Busca el camino del mínimo esfuerzo.
Refugio en las adicciones y todo aquello que suponga alejamiento
de la realidad. Excesiva susceptibilidad. Posibles problemas
relacionados con los pies.
13.
14. La comparación de cartas natales, es decir, la sinastría, es una

técnica empleada desde hace mucho tiempo para determinar el
grado de compatibilidad entre dos personas. Esta relación que
queramos evaluar podrá ser de índole amorosa, paterno-filial,
amistosa, de empresario y subordinado, etc. Los factores que
necesitamos analizar y ponderar en cada carta natal son muy
diversos: es importante ver cómo se armonizan las Lunas de
ambos individuos, así como el resto de los planetas unos con otros
en las dos cartas de las personas implicadas, o incluso el efecto de
los planetas de uno en los ángulos del otro. Esto quiere decir que
no nos vale una regla única o aforismo para determinar cómo se
van a llevar dos personas, porque tal vez encontremos otro
aforismo que anule parcial o totalmente lo indicado por el primero,
o más de un aforismo o regla, por lo que el estudio de la sinastría,
27 de 29 19/04/2019 2:19
y de cualquier otro tipo de técnica o arte que queramos abordar

desde la Astrología, se vuelve de una complejidad bastante más
que notable. Sin embargo, el conocimiento de las reglas es
importante, siempre que tengamos en cuenta esto que estamos
diciendo y sepamos cómo juzgar unas influencias con respecto a
otras y cómo establecer la síntesis acerca de lo que todas las
determinaciones que nos encontremos nos quieren indicar. Es por
ello que voy a anotar una serie de reglas que los antiguos,
concretamente el astrólogo de Tudela Abraham Ben Ezra (siglo XII)
que, a su vez, las retomó de autores anteriores a él, manejaban a
la hora de evaluar y juzgar el tipo de amistad que podía
establecerse entre dos personas de acuerdo con las posiciones de
sus respectivos Sol y Luna, del Ascendente, del Parte de Fortuna,
y de las Fortunas e Infortunas de uno y otro.
Mi Sol, al nacer, ocupa un determinado grado en mi carta natal, al

igual que mi Luna. Si otra persona tiene a su Sol en el mismo
grado que mi Luna y a su Luna en el mismo grado que mi Sol,
entre ella y yo existirá una gran amistad natural si por ventura
nuestros caminos se cruzan.
Algo parecido puede afirmarse si mi Sol se encuentra en el mismo

grado del Sol de otra persona, y mi Luna en el mismo grado que la
Luna del otro, aunque aquí la amistad no es tan estrecha como en
el primer caso.
Si solo es mi Sol el que ocupa el grado de su Luna (o de su Sol) o

solo mi Luna la que coincide con el grado de su Sol (o su Luna),
también habrá amistad, aunque no tan grande como en los dos
supuestos anteriores.
Si mi Parte de Fortuna está en el mismo grado que la del otro, la

amistad que pueda haber entre nosotros será por alguna
asociación o por realizar viajes, o por beneficios económicos.
Si mi Ascendente coincide con el del otro, o ambos Ascendente

pertenecen a signos de la misma naturaleza (por ejemplo, que
sean de la misma triplicidad), habrá entre los dos amistad.
Por último, si en el grado donde está un planeta fortuna mío,

pongamos Venus o Júpiter, está un planeta infortuna del otro, es
decir, Saturno o Marte (para abreviar y como ejemplo; el Sol, la
Luna o Mercurio pueden ser fortunas o infortunas según su
ubicación y aspectos, de acuerdo con autores como Doroteo de
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Sidón o Vettius Valens), mi fortuna le hará bien al otro, pero su

infortuna me perjudicará a mí.
Ben Ezra nos habla de la coincidencia de grado. Tal vez la

proximidad de los planetas implicados, es decir, la presencia de un
orbe muy pequeño, tenga su aplicabilidad también, aunque el
grado de amistad quizá sea menor. Lo mismo podría decirse de los
aspectos benignos: el autor nos habla de conjunciones entre mis
planetas y el del otro, pero mi Sol en trígono o sextil con su Luna
es también un factor que se debería de tener en cuenta.
Si vemos que entre las dos cartas se suman varias de estas

posibilidades a favor de una amistad, esta será más fuerte, y si
vemos que una se cumple, como la de mi Sol y su Luna, pero,
además su planeta fortuna coincide con el grado de mi planeta
infortuna, puede darse un contrapeso que anule el efecto benéfico
de lo anterior. Igualmente, la presencia de Saturno de uno
haciendo un mal aspecto a mi Sol, por ejemplo, también va a
cambiar lo indicado por estos aforismos, como hemos dicho al
principio. Es por ello que estas reglas son solo indicaciones que se
han de conocer pero que, por sí solas, no nos van a conducir a la
panacea de la interpretación.
29 de 29 19/04/2019 2:19

Aspectos Venus Marte

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Los aspectos Venus/Marte

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2. De acuerdo con Ben Ezra, lo más importante es tener en cuenta

El autor propone en su Libro de los Juicios de las Estrellas una

- No elegir para el Ascendente ni la Casa VIII, ni la VI, ni la XII, ni el

Veamos, pues, cuáles son los elementos a tener en cuenta cuando

Procura igualmente que la Parte de Fortuna esté en buen lugar (no

El hecho de procurar que Júpiter se encuentre angular (Casas I, IV,

Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía.

Ése es mi mal. Soñar. La poesía

Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;

Y en este titubeo de aliento y agonía,

Y esta es la carta natal de Rubén Darío, elaborada a partir de su

El primer verso es lo que en Retórica se llama un apóstrofe, que

Los versos siguientes de la primera estrofa, hasta “loco de

Nos adentramos en la segunda estrofa, donde el poeta declara

Casa del alma para más de un astrólogo de corte humanista o

Comenzamos ya la tercera estrofa, donde vuelve a recordarnos su

Por fin, la última estrofa nos vuelve a poner en su sensación de

bien aquí se nos muestra exacerbado por el contraste entre el

4. De acuerdo con Ben Ezra, lo más importante es tener en cuenta

puede eventualmente mejorar las cosas o reducir las posibles

El autor propone en su Libro de los Juicios de las Estrellas una

- No elegir para el Ascendente ni la Casa VIII, ni la VI, ni la XII, ni el

Veamos, pues, qué se debe tener en cuenta si alguien se propone

- El Ascendente ha de caer en domicilio de Mercurio (Virgo o

Esto es así por lo siguiente:

- Mercurio rige las habilidades intelectuales, de ahí que el

Iremos sacando algunas entradas más sobre cartas electivas.

el lenguaje del misticismo, Piscis simboliza la entrega del alma a

Por otro lado, Piscis simboliza tanto el final como el comienzo.

El símbolo de Piscis son dos peces que nadan en direcciones

En ninguno de los dos tipos existe una fuerte necesidad de

El tipo avanzado suele tener la capacidad de contactar con

una fuerte debilidad emocional o física.

Piscis suele sentirse atrapado en un mundo donde todavía no está

Es frecuente que Piscis se entregue a los servicios sociales o el

El hecho de tener varios planetas en Piscis tiende a reducir la

Los planetas más relacionados con la voluntad o la energía tienen

eficiencia, deberían de dedicarse a objetivos que trasciendan los

Saturno, símbolo de la realidad dura e ineludible, tampoco se

Acuario es un signo en el que, al menos teóricamente, el ego y sus

Es cierto que Acuario está en su elemento formando parte de

No debemos olvidar cuál es el signo opuesto a Acuario: Leo. El

Acuario tiene de sí proviene del grupo, cuyos intereses identifica

Acuario es también un signo de orientación social, pero puede

Los acuarianos tienden a tener fuertes ideales respecto de cómo

Pese a estos rasgos que acabamos de mencionar, que describen

progresar como especie. Lo que ocurre es que, como Prometeo,

En cuanto a cómo funcionan los planetas en Acuario, Mercurio y

En cuanto al Sol, que está en detrimento en Acuario, funciona bien

Los planetas emocionales, como la Luna o Venus, tienen más

Sentimientos ardientes e impulsivos. Los afectos se consumen

Naturaleza afectuosa y amable. Amante del arte, la decoración, la

Espíritu refinado, amante de las bellas artes y la literatura. Valora la

Influenciable en el amor. Muy afectuoso, dulce, afable. Valoración

Corazón tierno y amante, deseoso de afectos intensos,

selectivo en el amor. Muy atraído por el sexo opuesto.

Los sentimientos se intelectualizan. Detallista en los afectos. Amor

Afectuoso y sociable. Amor y habilidad hacia lo estético y artístico.

Gran sensualidad, pasión, intensidad. Exige atención constante en

Sentimientos francos, exuberantes, demostrativos. Atracción por

El afecto se tiñe de prudencia, reserva, control, pero es fiel. Los