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Reciclar es un proceso por el cual algunos de los residuos reingresan al ciclo productivo
al reciclar ayudamos a reducir la contaminación ambiental ya que disminuimos el uso de
recursos (materias primas, agua y energía). Asimismo, reducimos el volumen de
residuos que van a los botes de basura, los costos de recolección y las emisiones de
CO2 a la atmósfera.
RECICLAJE GENERAL EN LA OFICINA
1. Desconectar cargadores de celulares, ventiladores, computadores y dispositivos
cuando estén cargados.
2. Apagar las luces, computadores y equipos cuando no se estén utilizando y cuando se
termine la jornada laboral.
3. Separar los residuos en Reciclables: papel, cartón, plástico, vidrio y latas y en No
Reciclables: empaques de alimentos, papel sanitario, papel impresión, alimentos y
sobras.
4. Separar los envases de pintura, las pilas, lámparas, baterías de celular y chatarra
electrónica. Hay que hacerlos llegar a puntos especializados en el reciclaje ya que son
materiales peligrosos y deben someterse a tratamientos para evitar que contaminen.
MANEJO DE CONTENEDORES
Para realizar un buen manejo del material a reciclar debemos tener siempre presente la
importante regla de tres: reducir, reutilizar y reciclar.
En la concina la pregunta frecuente que tenemos: Si está manchado, sucio o tiene
restos de comida, ¿es basura orgánica o envase?
En general deberíamos limpiar todo lo posible los envases que se puedan
reciclar, vaciando el contenido y enjuagando bien botes, botellas, tetrabricks, etc.
En el caso del papel es casi imposible limpiar la suciedad, especialmente la grasa, por
eso solo deberían destinarse al contenedor de papeles y cartones totalmente
limpios. Por ejemplo, no podemos echar un cartón de pizza manchado.
• Cualquier papel y cartón de celulosa que tenga restos alimentarios (por ejemplo, de carnicería).
• Tapones de corcho: los tradicionales de las botellas, vigilando que no sean sintéticos.