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Esbozo general para el estudio de

la tradición histórica de las literaturas


peruanas

Enrique Ballón Aguirre

No hay historia sino simplemente prácticas his-


tóricas; no hay saber de la historia sino sola-
mente el conocimiento de las prácticas. Es la
dialéctica como teoría de las formas, es decir,
proceso de abstracción, de reducción de lo di-
verso a la unidad, de especificaciones de los
contenidos en cuanto prácticas históricas, que
la dialéctica determina lo histórico y permite
concebirlo.

G. Mairet

Entre las preocupaciones cognitivas sobre las relaciones de la disciplina histórica y


el arte literario, en nuestro medio, ya se ha tocado el tema "bastante conocido y complejo"
de "los referentes o referencias históricas en la literatura" 1• Sin embargo, el fenómeno in-

E. Quiroz Paz Soldán. "Historia y literatura". Libro de homenaje a Aure/io Miró Quesada Sosa
II. Lima: Talleres Gráficos P. L. Villanueva S. A. Editores, pp. 691-703; cf. E. Bailón Aguirre .
"El Pizarro de Beethoven" (en prensa).

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verso, los referentes o referencias literarias en la historia o, en otras palabras, los fundamen-
tos cognitivos que permitan redactar disciplinariamente la tradición histórica de las litera-
turas peruanas, no han sido aún esbozados. Este asunto se ha vuelto apremiante en los úl-
timos años debido a que se insiste -obtusa y empecinadamente- en promocionar so lo la mó-
nada histórica de "la" literatura peruana castellana, no obstante su obvio ahacro ni smo y
atraso respecto de los conocimientos actuales en la materia.
Nuestro propósito es, entonces, poner en tela de juicio un proyecto -tambi én com-
plejo, como lo exige la naturaleza de las cosas- para la redacción de la tradición histórica
de las literaturas producidas, difundidas y recepcionadas en la sociedad multinacional
(multiétnica), multilingüe y pluricultural peruana. Para a lcanzar nuestros fines seguiremos
un breve programa con dos secciones: en la primera plantearemos el objeto de conocimiento
de la tradición histórica de las literaturas peruanas a partir de un intento por enumerar los
rasgos caracterizadores del arte literario producido en esta sociedad desde el punto de vis-
ta de su identidad linguocultura/2 ; proseguiremos con los fundamentos para emprender
el estudio de dicha tradición histórica enfrentada a la historia de "la" literatura peruana a l
uso 3 ; y en tercer lugar nos ocuparemos de la organización textual y contextual del corpus
de trabajo en vista de su interpretación. En la segunda parte se propondrán algunos temas
para encauzar el debate centrado en esa misma tradición.

J. El objeto de conocimiento de la tradición histórica de las literaturas peruanas

Preguntémonos, ante todo, ¿cuál es el objeto de conocimiento de la tradición hi stó-


rica de las literaturas peruanas? Digamos que se trata de describir el sistema literario de la
sociedad multinacional (multiétnica), multilingüe y pluricultural peruana 4 y, en él, su función
verbal en correlación con la vida social integral, es decir, su.función sinnoma opuesta dia-

2 Si se tiene en cuenta los factores multinacional (multiétnico), multilingüe y pluricultural que cons-
tituyen la identidad peruana, ésta no es, como quiere cierta vis ión conservadora. un a ente lequ ia
abstracta, pues nuestra identidad nunca es fija ni intangib le sino evo lutiva (im agínese los camb ios
de la identidad peruana entre los siglos XIII , XVI, XIX y XXI. .. ). Además, aquí no cabe e l argu-
mento racista según el cual la lengua está li gada a la identid ad de la población, ni tampoco e l
determinismo lingüístico por el que un hombre se define por su lengua: la diversidad linguocultu ral
peruana se encuentra en el corazón mi smo de nuestra identid ad. Si podemos hablar de esta id en-
tidad peruana es sólo en referencia a los valores multinaciona les (multiétnicos), a una hi storia (por
investigar y redactar) en la que todas las naciones peruanas han contribuido sin so lu ción de con-
tinuidad y al destino común que permanentemente hemos compartido y compartiremos. En con-
secuencia, el hecho de que el Estado peruano sea uno no justifica la hegemoní a de una so la na-
ción, la castellanohablante, ni el estereotipo que aquí debe haber una sola literatura .
3 Advertimos que dicho discurso sólo ha merecido intentos quimerino s, obra de hi storiadores
autodidactos, por ejemplo, J. Higgins. Historia de la literatura peruana. Lima: Universid ad Ri-
cardo Palma, 2006.
4 Entendemos por sistema literario el conjunto de textos orales y/o escritos que forman un todo y
que se caracteriza por su independencia relativa (el texto acabado siempre entra en relación con
otros textos), su coherencia (que le permite formar parte de las series literarias y no litera ri as .
preservando su propiedad estésica; cf. nota 12) y su permanencia (los te xtos una vez ate stados
filológicamente no cambian).

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_ _ _ _ _ _ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

metralmente a una peregrina función autónoma (la írrita "autarquía" literaria castellana) o,
en otras palabras, que el estudio y conocimiento de nuestro sistema literario deberá ocu-
parse de mostrarnos la secuencia retrospectiva, correlativa y proyectiva de los datos lite-
rarios en la evolución de su producción, difusión y recepción, datos literarios organizados
como modos de cristalización textual oral (textos grabados, transcritos y/o traducidos) y
escrita (textos tiposcritos y/o digitalizados) que han adquirido y van adquiriendo las diversas
formaciones literarias en el transcurso de la tradición histórica de cada comunidad social y
su convergencia en la tradición histórico-literaria integral del país.
Reiteramos, sin embargo, que esta organización es actualmente monopolizada por los
autores individuales de literatura escrita en lengua castellana, autores que luego son
apelotonados por la historia de "la" literatura peruana en ciertas parcelas aislables que reci-
ben el nombre de períodos y generaciones, todo según criterios arbitrarios -ideológicos-
para cada caso. De esta suerte se construyen "conjuntos sincrónicos" de autores-obras que,
puestos en comparación, no obedecen a los mismos principios de determinismo emotivo,
psicológico, estético, anecdótico, etc. Los textos literarios escritos -o lo que es mucho peor,
"trozos selectos" entresacados ad libitum- terminan por ser tomados como subterfugios,
pues no son coordinados con ningún análisis discursivo intratextual e intertextual y, mucho
menos, extratextual (demográfico, sociológico, étnico, económico, estadístico, etc.) preciso
dentro de la misma Institución Literaria que tratan de consolidar. Por esta razón , la crítica
literaria peruana ha demostrado ser impotente para establecer la relación entre los estudios
del medio socio-histórico-cultural y los del texto literario que siempre quedan yuxtapuestos.
Los períodos y las generaciones , fijados como ideales por esa historia de "la" lite-
ratura peruana, se suceden soldados unos a otros de manera tan heteróclita e hipostasiada
que al final solo se obtiene una visión sumamente incoherente de la "historia" de la pro-
ducción literaria castellana global. Por ende, al no haber hilos de inteligibilidad a seguir de
un período a otro, o de una generación a otra, cada uno de ellos se presenta como una mó-
nada ideal. No es de extrañar, por eso mismo, que allí la monografia sea el género corrien-
temente empleado 5 y que su peso discursivo sea tal que, para la historia de "la" literatura
peruana, el sol sigue dando vueltas alrededor de la tierra. Si en vez de esta visión literaria
geocéntrica se proyectara constituir una visión histórica heliocéntrica (copernicano-
galileana) del fenómeno literario, sería, sin duda, imprescindible abandonar el exagerado cen-
tralismo autorial y estudiar solo los textos literarios, teniendo siempre muy presente que los
períodos no son divisiones de la evolución universal de la humanidad o de parte de ella sino
secciones temporales marcadas:
en la tradición oral , por sistemas textuales migratorios de variantes y motivos; y
en la tradición escrita, por sistemas textuales igualmente migratorios pero de estilos,

5 Las monografías autoriales de "la" historia de la literatura peruana poseen, además, contex tura
hagiográfica. En efecto, es una escritura calcada de los repertorios beatíficos, por ejemplo, de las
monografías de santoral que, para reconcomio de la Beatita de Humay y Sarita Colonia, alcan-
zan hasta a los críticos encumbrados como lo demuestra, ejemplarmente, ese paradigma de se r-
vilismo que es la monografía dedicada a reseñar la vida edificante, los portentos aleccionadores
y los milagros aerógrafo-heterogéneos del venerable A. Cornejo por su sacristanesco hagiógrafo
oficial (oportunista, arribista, rastrero y . . . candoroso).

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de formas, de convenciones literarias (los movimientos, las escuelas, las generacio-


nes, los modelos y epígonos, etc.) cuya aparición, expansión, diversificación, inte-
gración y desaparición deben ser descritos.
Veamos a continuación los tópicos más acuciosos a que invita esta problemática.
\

1.1 Los rasgos caracterizadores del atributo <literaturas peruanas>

Observemos que si en la palabra <historia> se confunde la disciplina y su objeto de


conocimiento 6 , con el empleo de la palabra <literatura> sucede algo semejante. La historia de
"la" literatura peruana, al no definir su objeto de conocimiento -ni la "historia" ni mucho
menos la "literatura"-, incurre inevitablemente en una doble repetición viciosa: ¿qué estudia
la historia de "la" literatura peruana? Pues la historia de "la" literatura peruana. Allí la < lite-
ratura>, como Dios, es la que es; su manejo nocional debe ser, decididam ente, irracional ,
metafísico y ontológico. Es de este modo que el proceso ritual de la crítica mitifica nuestra
literatura escrita, presupone la existencia de "un algo" cuyos fundamentos nunca se defin en
ni se discuten poniendo en juego criterios racionales; jamás se habla de la noción misma de
lo literario peruano. La Literatura Peruana termina por ser un icono áfono, un ídolo mudo y
oscurantista, una saga de las prosas o poesías caste llanas peruanas consagradas en nuestro
Panteón Literario ... pero, insistimos, solo es lo que es; no tiene otra definición que la tauto-
logía ni otra función que el pleonasmo: replicar indefinidamente su oucría, su esencia 7 . Ahora
bien , si esto es así, preguntémonos ¿cómo se puede escribir la historia -que por fuerza debe
ser anagógica- de un ente metafisico y ontológico como lo es "la" literatura peruana, tan
semejante a las entelequias, los endriagos, los centimanos o ... la santísima trinidad? Reco-
nozcamos que semejante cuadratura del círculo (la historización de un fantasma, de un es-
panto, de un espectro), a ser aplaudida sin reticencia, es la meritoria quimera de las actuales
historias autodidactas de "la" literatura peruana donde se confunde, sin más, las actividades
intelectuales de tipo emotivo con las de tipo reflexivo.
Anulados los dogmas, prejuicios, principios pseudo-clasificatorios y preceptos ya
encallecidos que constituyen los presupuestos implícitos o explícitos de la crítica oficial -
"la literatura", "las bellas letras"- , las <literaturas peruanas> son a concebir:
como artes primarios en lengua, escritura y digitalización ; y
como bienes de cultura de una sociedad multinacional (multiétnica), multilingüe y
pluricultural con rasgos absolutamente propios, idiosincrás icos, como lo son todos
los del me/ting poi de la sociedad peruana.

6 A diferencia de la lingüística que estudi a la lengua o la sociología que estudi a la soc iedad , ¿qué es-
tudia la historia? Pues la hi stori a. De este embarazo epistemológico nació la necesidad de la
historiografía que es el conocimiento que busca describir los mecani smos de fun cionami ento ele
las obras históricas a fin ele elaborar una teoría ele la historia como disciplina autónom a.
7 La pennanencia y vigencia actua l ele la esencia literaria ele tocias las naciones peruanas conclensacl,1
en y representada por una y so la un a nación castellanohablante, asegura la función ontogónica
unívoca a sus autores y, con ella, la supuesta permanencia ele nuestra presupuesta esencia litera ri a.
Al mismo tiempo, la tesis de la unidad en sí de las lenguas castellanas ribereiia y andina hab ladas en
el Perú implica la negación ele su naturaleza dig/ósica y, con ello, nada menos que la ele los mund os
andino y amazónico que se considera sólo son representados en y por dicha unidad en sí.

12 Revista Andina
______ Enrique Bailón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

Así, este punto de vista requiere que dicha noción no sea ni general ni inmanente,
ni generativista ni universalista, sino, al contrario,
adecuada a esta nuestra sociedad multinacional (mutiétnica), multilingüe y pluricultural,
elaborada inductivo-deductivamente a partir de sus múltiples soportes materiales
(los textos); y
teniendo en cuenta tanto sus evoluciones genéticas como conceptuales tradicionales,
su resistencia diglósica ("motosa") a las normas del castellano (uso de la replana, los
diversos argots, los "sabires" andinos, la agramaticalidad, etc.), su discursividad oral y
escrita en las múltiples lenguas peruanas e igualmente su coherencia y cohesión.
A partir de este marco de restricciones propiamente peruanas, en particular del he-
cho de que todo texto literario es, a la vez, obra de lenguaje y obra de arte y que la idea de
literatura evoluciona en función de la evolución misma de nuestra sociedad, todo lo cual
se halla muy alejado de la idealidad romántica sobre la literaridad persistente en la
precognición de nuestra Institución Literaria8 , precisemos en su funcionamiento -no en su
esencia- los rasgos caracterizadores del atributo literaturas peruanas.
La locución fijada <literaturas peruanas> es a entender nocional y funcionalmente , del
modo más simple y por enumeración de rasgos caracterizadores9 , como un sintagma nominal que
designa el arte del lenguaje practicado en la multinacional (multiétnica), multilingüe y pluricultural
sociedad peruana y, a partir de él, la asignación a ciertos discursos colectivos o individuales, ora-
les o escritos 1°, del macrovalor socioideológico de (re)presentación 11 de orden estésico- 12

8 Como se sabe, desde fines del siglo XIX el concepto de literatura tiene tal amplitud de sentido
que no se ha prestado a un a definición más o menos precisa, tanto que hoy J. Lacan no habla
más de literatura sino de lituratierra.
9 Advertimos que el acto de definir fue e l procedimiento mayor del positivismo lógico (fórmula en
expansión que plantea la equivalencia entre una signi ticación y la significación de una unidad más
pequeña, por ejemplo, la del lexema <literatura> o la de la s inapsia <arte del lenguaje>). Sin embar-
go, como nuestras caracterizaciones no dependen de una supuesta "naturaleza de las cosas" en cuan-
to simple objetivación de los presupuestos multinacionales (multiétnicos), multilingües y pluricul-
turales, la enumeración que sigue, cuyos dispositivos (rasgos caracterizadores) se afinan al oponer-
se (Fichte), se adapta a nuestros objetivos histórico-tradicionales de orden linguoliterario. Advir-
tamos, además, que las <literaturas peruanas> por ser artes en y del lenguaje no son ni un "pensa-
miento por imágenes" (Chklovski) ni un arte sin referente como la arquitectura o la música.
1O Por <discurso> entendemos, con F. Rastier, los tipos de usos lingüísticos codificados que corres-
ponden a las prácticas sociales diferenciadas, por ejemplo, de orden literario, y articulan domi-
nios semánticos propios. Insisto en advertir que los dominios semánticos de los discursos litera-
rios no son interpretables como categorías trascendentales, metafísicas, propias de la crítica li-
teraria pues, como veremos más adelante, cada discurso se textual iza en una tradición, en una prác-
tica y en una situación determinadas .
11 E. Morin anota al respecto que "el conocimiento del cerebro, en el siglo XX, confürna a su manera
la concepción kantiana: nuestra percepción no es un reflejo de la realidad sino una traducción/
reconstrucción cerebral de los estímulos recibidos por nu estros se ntidos. Nuestra percepción de lo
real e~siempre representación" (Entrevista en N.O. 2210, 15-21 de marzo de 2007, p. 14).
12 Optamos por el término desalienante <estesia> en contradicción al término <estética> enyuga-
do por el logocentrismo al uso. <Estesi a> proviene del gr. ai:crEh1cn~ y aícr0TJnxó,;, lo estésico. lo
que tiene la facultad de comprender y sentir al mismo tiempo; es lo perceptible e inteli gible en
relación a la sensación y a la emotividad compartidas por cada comunidad linguoculturalmente

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- 1í9oc; 13 del[os] informante[s] y del[os] escritor[es]-, organizado en elocuciones emotivamente 14


valorizadas (discursos sobre lo sensible al actualizar lo sensible mismo) luego de un proceso de le-
gitimación social y actualizadas en series linguales monoglósicas, diglósicas o triglósicas, consi-
deradas estas últimas -en tanto en cuanto producción 15- como trabajo enuncivo y enunciativo 11'
de orden semántico aferente (o connotativo) 17 dirigido a un público -n:á8o~ 18 dttl[os] oyente[s]
y del[os] lector[es]) 19- mediante actos de difusión y recepción consensualmente admitidos por
cada comunidad.
En consecuencia, la sociedad peruana no produce 20 , difunde y recepciona en
monobloque una sola literatura castellana sino una gama de literaturas, tantas cu antas

considerada (de ahí que F. Rastier diga que la estesia es "la pareja artística de la episteme", !I ris el
sciences du texte. París: Presses Universitaires de France, 2001 , p. 166). Se opone léx icamentc
a ávuícr9TJTO~que significa insensible e indi ferente, lo anestésico propio de los discursos no litera-
rios de esas mismas comunidades. De este modo, la estesia comprende el inventario general de
las relaciones y de las mutaciones de valores que articulan las asociaciones de tropos privileg ia-
dos por cada época en los textos literarios orales y escritos. En cuanto a la estesia fitndam emal.
ésta define el sustrato o zócalo de valores artísticos compartidos por cada comunidad peruana y
sobre el cual se edifican todas nuestras literaturas; ella, desde luego, no tiene nada en común con
cualquier "función" estética, quiero decir, con los problemas del gusto y de lo bello.
13 < Ethos>: en lo relativo a las elocuciones soc iolectal, etnolectal e idiolectal comprende, indi s-
tintamente, los rasgos definitorios costumbre o uso, manera de se r o carácter y ét ica e loculi-
va; equivale, en cierto modo, a lo que Tomachevski llamaba "motivación composicional" de
los elementos de un texto literario.
14 Del lat. emovere -formado por ex (hacia fuera) y movere- , remover, sacar de un lu ga r. retirar.
sacudir, como suele hacer la emoción en el ánimo; y del fr. émotion , derivado cu lto de émouvo-
ir, emocionarse o conmoverse.
15 < Producción> en el sentido de hacer, fabricar, crear, im aginar, inventar, componer (rrou\o) urte
(TÉXVT]) aplicándolo (TEXVtKóc;), renovándolo y anticipándolo en su mi grac ión dialéctico-dinúmica
( µí~tr¡cn~) (Agamben).
16 C. Vallejo fue e l primero, entre nosotros, en plantear al trabajo como deontología literari a de base: "E l
trabajo se erige así en sustancia primera, génesis y destino sentimental del arte ... El trabajo, el gran
recreadordel mundo, el esfuerzo de los esfuerzos, el acto de los actos ... El trabajo es el padre de la vida.
e l centro del arte" (cf. E. Bailón Aguirre. Poetología y escritura. las crónicas de César Vallejo. Méxi-
co: UNAM , 1985, p. 254); véase igualmente .l. C. Mariátegui. Siele ensayos de interpre1ació11 de la
realidad peruana. Santiago de Chile: Editorial Universitaria S. A., 1955, pp. 113-114, 116. R. Bar-
thes indica, en el mismo sentido, que la producción literaria consiste en "la gran argamasa de l len guaj e"
que los hombres "trabajan y que los trabaj a, ya sea que reproduzca la diversidad de socio lectos. o bi en
que a partir de esta diversidad , cuyo desgarramiento experimenta, im?gine y trate de elaborar un lc11-
guaje-límite que constituiría su grado cero" (l'obvie et /'obtus. Paris: Editions du Seuil, 1982, p. 125 ).
17 Respecto a las nociones de presentación , representación semántica y sernas aferentes o connota-
tivos en los discursos, véase el glosario en E. Bailón Aguirre y R. Cerrón Pa lomino Terminología
agraria andina-Nombres quechumaras de la papa. Cuzco : CE RA "Bartolomé de Las Casas", 2002 .
18 < Pathos>: lo que se experimenta o prueba, experiencia; estado de ánimo elocutivamente conmovido
y susceptible de despertar humores o disposiciones afectivas de base (categorías tímicas euloricas u
disfóricas como las sensaciones de placer, amor, ira, tristeza, etc.) : lo patético o asunto emocionante.
19 F. Rastier (!bid. p. 43 n. 2) afirma, por ejemplo que en el caso de la tradición ora l la coincidencia
del ethos del orador y del pathos del oyente descansa, sin duda, en la sincronización rítmica de los
flujos emocionales, observación que sin duda puede ser extendida a la tradición escrita y digital.
20 En el sentido que da Marx (El Capital) al ll amado "modo de producción de la vida material" qu e
preside en general el desarrollo de la vida social, política e intelectual.

14 Revista Andina
_ _ _ _ _ _ Enrique Bailón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

formaciones sociales y prácticas de difusión y recepción literari as tradicionales son capa-


ces de atestar su propia producción de bienes de cultura literaria, en evolución discontinua
(durable y variable) 21, y cuya virtud renovadora -propiedad común de toda obra de arte
auténtica, sin la cual el arte deviene automatismo- en relación a los bienes de cultura litera-
ria que los preceden es, a la vez, desorganizar e innovar la estesia sedimentada en la con-
ciencia emotiva y cognitiva de cada comunidad , inaugurando y abriendo allí nuevas zonas
de sensibilidad, esto es, el surgimiento de una nueva interacción en dich a estesia.

1.2 La descripción y explicación dialéctico-dinámicas de las tradiciones históricas li-


terarias peruanas

A partir de la descripción sumaria de los rasgos caracterizadores de las < literaturas


peruanas>, veamos ahora lo concerniente a su tradición histórica. Tomando como punto de
partida el criterio elaborado por E. Morin para quien "la historia no es otra cosa que el vín-
culo aleatorio, complementario, concurrente y antagonista entre desorden y proceso de
complejización" 22 , la tradición histórica de las literaturas peruanas tratará de describir, cons-
tituir y explicar el funcionamiento evolutivo de los fenómenos literarios acontecidos en la
multinacional (multiétnica), multilingüe y pluricultural sociedad peruana. Se trata, con este
proyecto, de poner un poco de orden en el turbión de las historias de "la" literatura perua-
na al uso, turbión infestado por mayúsculas confusiones de ideas, delirios autoriales, lec-
turas ignaras o extravagantes, intereses inescrupulosos, periodizaciones efímeras ...
Ya al interior de este campo de conocimiento comencemos por advertir que, por ejem-
plo, hablar de la escritura como tecnología fundadora única de la literatura supone, en ca-
lidad de antecedente, el hecho de que en la historia del lenguaje debe privilegiarse tanto la
evolución de los soportes tecnológicos como la evolución de los tratamientos, por ejem-
plo, los literarios. Esta afirmación nos permite constatar, al contrario, que
en primer lugar, históricamente y de acuerdo a las demandas sociales de cada épo-
ca, un nuevo soporte o un nuevo tratamiento no anula los precedentes, por ejem-
plo, la introducción de la tecnología escrita, mediante los libros, y de los géneros li-
terarios de la civilización occidental en la civilización andina y amazónica, no impli-
có la desaparición ni de los relatos míticos o la escansión etnopoética ni de los cuen-
tos , leyendas, fábulas , creencias populares, etc . sino su convivencia (literaturas
ancestrales, populares, institucionalizadas) y
en segundo lugar, "cada nuevo soporte permite nuevos tratamientos, pero no los
determina" ya que una nueva tecnología define solo "un nuevo modo de interacción
entre un tratamiento y un soporte" 23 prevaleciendo su coexistencia (la tradición oral:
onda recepción literarias tradicionales son capaces deonora, comunicación colec-
tiva e interpersonal , prosodia, gestualidad, escucha; y, paralelamente, la tradición es-

\
21 Cf. T. Todorov. "Poétiqu e et his.toire littéraire" en Qu'est- ce que le stru ctura/isme 7 l e
structuralisme en poétique. París: Editions du Seuil, 1968, pp. 92-109.
22 E. Morin. le paradigme perdu: la nature humaine. París: Editions du Seuil, 1973, p. 147.
23 F. Rastier, op cit. pp. 74-75.

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crita: tabletas, pergaminos , papel y tinta, máquina de escribir, imprenta, libros, ·


computadoras, lectura en voz alta y en silencio).
La introducción -con la conquista y la colonia- de la tradición escrita y los soportes
que la acompañaron (papel y tinta, libros), no determinó, por ende, la "aparición" de la li-
teratura en los Andes y en la Amazonía; las literaturas andinas y amazónicas ciertamente
ya preexistían en su tradiciones orales -muy abundantes y diversas- con sus propios gé-
neros . Con la eversión y genocidio colonizadores, que como cualquier régimen tiránico pri-
vilegió la lengua castellana imponiéndola, instrum entalizándola y aniquilando las len guas
ancestrales, lo único que se agregó fue un modo distinto de interacción entre e l tratamien-
to literario ya milenario y el nuevo soporte (a los géneros de la tradición oral se sum aron
los géneros literarios de la tradición escrita), pero de ninguna manera se introdujeron , por
primera vez, discursos de naturaleza inédita para la civilización amerindia, como lo pretende
la historia corriente de "la" literatura peruana que liga el destino del tratamiento literario úni-
camente al de su soporte escrito. Los discursos literarios no dependen , para su continui-
dad y pervivencia, de la aleatoria aparición o desaparición histórica de sus soportes tec-
nológicos ; en efecto, los discursos literarios no "desaparecerán" cuando no subsistan más
los libros, soporte ya anacrónico a comienzos del siglo XXI -como en su mom ento lo fue-
ron la escritura en tabletas y pergaminos o la máquina de escribir- pero ahora todavía en
existencia simultánea con las pantallas de las computadoras. En la actual etapa transitoria
de tecnologías, la literatura aprovecha, sin percances , ambos soportes y así, como a todos
consta, miles de personas utilizan la digitación electrónica para expresar sus narraciones,
poesías, ensayos , etc. que luego son divulgados, a la vez, por los libros y la red.
Si se pone en juego las consideraciones precedentes, se estará en capacidad de cons-
tituir esas totalidades relativas que alguna vez L. Goldmann llamara "estructuras signifi cat i-
vas" o sea la tradición histórica de las literaturas peruanas como prácticas socia les di scursivas
significantes, específicas y concretas, donde se observe, por ej emplo, en la tradición hi stó-
rica literaria escrita, los procesos que sufren sus categorías genéricas más o menos establ es
( en el caso de la lírica y de la novela, la evolución de los códigos semánticos , retóri cos ,
monoglósicos, estilísticos, temáticos, etc.) y, en la tradición histórica literari a oral , la evolu-
ción de los motivos en relación a sus actualizaciones en los motifemas temporal y espacia lm ente
considerados 24 . Ello deriva del hecho de que, como lo hemos dicho y prevé J. Basadre, la
tradición histórica de las literaturas peruanas es solo un sector de nuestra(s) hi stori a(s)
social(es) y cultural(es) y, por lo tanto, e l universo semántico de cada texto literario es so lo
homologable en la logósfera o sistema de valores culturales que regulan, controlan y sanc io-
nan la mentalidad del grupo social para el que dicho texto es plenamente intelig ibl e 25 . Se

24 Este último, fenómeno altamente dialéctico dinámico propio de la evo lu ción de la tradición oral.
concuerda con la conocida denuncia de E. Sa'id y H. K. Bhabha sobre el falaz inmovilismo y ho-
mogeneidad plena atribuida a las cul\uras y civilizaciones colonizadas, falacia que hoy pervive.
en nuestro caso, entre los prejuicios de la historia de "la" literatura peruana (a pesar de sus arres-
tos heterogéneos) y el poder de las instituciones univers itari as y académicas al reterirse a las prüc-
ticas literarias de las formaciones sociales ancestrales y populares peruanas.
25 En cambio, las hipótesis sobre la logósfera integral peruana que puedan sugerirse {por ejemplo.
como propondremos enseguida, que nuestra tradición histórico-literaria es un po/isistema) no son

16 Revista Andina
______ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

trata, en resumidas cuentas, de una visión ecológica de este fenómeno cultural tal cual la
explica C. Moisan :

"Si la literatura forma parte integrante de su medio, es necesario que la historia


de la literatura rinda cuentas de ello más allá de simples menciones históricas, alu-
siones a algunos movimientos de ideas, a clasificaciones sociales defectuosas o a
simplificaciones económicas. la literatura y la historia de la literatura deberán
definirse como sistemas que mantienen relaciones vitales con su medio y, por lo
tanto, forman parte de otros sistemas "26 •

A partir de esta propuesta ecológica, el fenómeno literario global y las prácticas so-
ciales peruanas literariamente significativas deberán organizarse en polisistemas (sistema
de sistemas o pluralidad compleja de sistemas) 27 que participan entre ellos, en estado de
tensión o aplomados, para la constitución y acondicionamiento de las literaturas peruanas.
Dichos polisistemas pueden ser complementarios y/o recíprocos, homólogos y/o conexos,
separados y/o inconciliables, coexistentes y/o paralelos, dominantes/dominados, etc. Ade-
más, cada uno de nuestros sistemas literarios (o conjuntos empíricos y orgánicos -no me-
cánicos- de textos literarios interrelacionados) es autoreferencia1 28 ya que se le reconoce
tanto por sus fronteras relativamente estables y los agentes que lo delimitan como .por su
reconocimiento social (vrg. la tradición oral quechua) al cumplir allí una función que no tiene
otro sistema (vrg. la tradición escrita quechua); consecuentemente, solo se puede consti-
tuir enfrentado a los objetos textuales de otro sistema (vrg. tradición oral popular castella-
no-peruana vs . tradición escrita castellano-peruana institucionalizada) pues ambos se ha-
llan cruzados por normas pluriculturales de regulación cuyo ejercicio es conflictivo: dere-
cho/costumbre, ciencia/creencias, política/moral , instrucción/analfabetismo, etc. Es de fun-
damental importancia, en este punto, referirnos al hecho de que como se trata de sistemas
de comunicación interactiva, en los sistemas literarios peruanos y sus transferencias al in-
terior de nuestro medio multilingüe interviene, como factor decisivo, la traducción oral y

ni verdaderas ni falsas; ell as pueden servir de punto de partida o de ideas directrices para la dilu-
cidación de, por ejemplo, detenninado fenómeno literario peruano. Su propósito será analítico
en sentido eti mológico, esto es, disolver los preconceptos, los prejuicios ideológicos y las opera-
ciones intelectuales puestas en práctica en la redacción de la hi storia de "la" literatura peruana
(ella conserva de una a otra versión, de la de Riva Agüero a la de Higgins y a pesar de "decir" que
quieren distingui rse entre ellas, los mismos marcos de reproducción e imitación como encuadres,
datos y patrones especulativos) e igualmente una liberación de la apreciación de los fenómenos
literarios coercidos por la Institución Literaria Peruana.
26 C. Moisan. Qu'est-ce que l'histoire littéraire?. París: Presses Universitaires de France, 1987, p.
16. Tynianov coincidía, ya en 1927, en el mismo propósito; él escribía entonces que "el estudi o
de la evo lución literaria sólo es posible si la consideramos como una serie, un sistema puesto en
correlación con otras series o sistemas y condicionada por ellos" ("De la evo lución literari a" en
T. Todorov. Théorie de la /ittérature, textes des forma listas ruses. París: Édi tions du Seuil , 1965.
p. 136).
27 Cf. l. Even-Zohar. Papers in Historical Poetics. Tel-Aviv: Tel-Aviv University Press [The Porter
lnstitute for Poetics and Semioti cs], 1978.
28 Se trata del llamado "Autopoetik System" de N. Luhmann.

Nº 46, primer semestre de 2008 17


Estudios y Debates

escrita en doble sentido, tanto de la lengua castellana dominante (formalizante) hacia las ·
ancestrales dominadas (aglutinantes) como de éstas últimas hacia la primera. Como se sabe,
cuando se traduce se visita el corazón del texto, se percibe su musculatura temática, el sis-
tema sanguíneo de su estilo que se debe reinventar en la lengua traductora. Desde la tra-
ducción castellana del Manuscrito de Huarochirí por F. de Ávila, la presencia o la ausen-
cia de traducciones en determinada época, la selección, los métodos de traducción 29 , cum-
plen funciones determinantes en la constitución de la hénada o Gran Todo literario perua-
no y la tradición histórica de nuestras literaturas debe, por consiguiente, tenerlos muy en
cuenta en el devenir de sus vicisitudes temporales 30 .
De todo ello se deduce que la interrelación entre los sistemas de producción litera-
ria dialéctico-dinámicos peruanos (nunca series de códigos particulares separados) tiene
una función constitutiva. Es nada menos que la organización de las literaturas peruanas,
ya que esa interrelación permite estudiar y generalizar el funcionamiento o comportamien-
to de tales sistemas: orden, desorden y entropía. En esta perspectiva de inteligibilidad lite-
raria racional -organicista, empírica, dinámica y funcional- si bien los elementos de cada sis-
tema no son de importancia histórico-tradicional semejante ni tienen un estatuto similar, pues
uno de ellos predomina socialmente sobre los otros o se subordina a ellos , sin embargo allí
no hay progreso, apogeos o decadencias. Solo se encuentra movimientos en constante
cambio, desarrollos, organizaciones diferentes según la situación estratégica o dinámica de
los elementos englobadores en presencia, vale decir, acontecimientos socio-históricos y
actos literarios cuya periodización no puede reclamar una validez exclusiva ya que las "ac-
titudes selectivas" (Escarpit) proyectan varias maneras de repartir las fases de cambio, es-
tableciendo, en consecuencia, diferentes dataciones o momentos de comienzo y fin de di-
chas fases . En este sentido debemos aclarar que, por ejemplo, para la periodización de la
tradición literaria escrita no está prohibido -de ningún modo- partir, en tanto en cuanto hi-
pótesis, de las divisiones de la historia oficia1 31 , ya que el fin para determinar los momen-
tos de cambio no es convalidar o invalidar esa periodización sino verificar el funcionamiento
de un sistema literario determinado por comparación con otra etapa del mismo y con las
periodizaciones de los otros sistemas.
En este sentido, la colación causali sta entre los acontecimientos soc io-históricos y
los actos literarios deberá ser reexaminada fuera de las apropiaciones (o confiscaciones) y
exclusiones literarias actualmente institucionalizadas, abriéndose a la idea braudeleriana de
las periodizaciones concurrentes en los ritmos largos y cortos de cada longitud polihistórica

29 Cf. E. Ballón Aguirre, 2006, pp . 207-214; F. Arango-Keeth. "Algunos criterios utili zados en la
traducción de etnolileratura". Escrilos 11-12, 1995 , pp . 357-379.
30 F. Rastier escribe que "más allá de las metáforas biológicas hoy recurrentes, la hum an idad no puede
definirse únicamente por su genoma: el plurilingüismo y la traduccion son pruebas cotidianas que
la humanidad existe 'por construcción' y se constituye ante lodo en su dimensión cultural[ . .. ] las
obras traducidas han contribuido más que las otras a la edificación de un a cultura plurilin güe"
("Éloge paradoxal du plurilingui sme" . Texto , vol. XII , nº3, julio 2007, p. 10).
31 Entendemos por <hi storia oficial> aquella que desde la conquista dispone de plenos poderes e n
las instituciones educativas del Estado y as í ha adquirido un definido carácter canónico y dogmü-
tico .

18 Revista Andina
_ _ _ _ _ _ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

en la sociedad peruana integral. Una vez acordados tales dispositivos y la descripción de


su mutación , el primer paso será, a no dudarlo, abolir de una vez por todas las directrices
vigentes del "humanismo corrompido" (Lévi-Strauss) 32 universitario, académico y periodís-
tico que desde mediados el siglo XX ha dirigido y aun determina el destino de los estudios
literarios de la sociedad peruana y fundar nuevas directrices sustentadas en los auténticos
aportes de nuestras ciencias sociales que intentan responder al grave problema abandonado
por los especialistas de "la" literatura peruana -los límites de la "autonomía histórica" de
nuestra producción literaria oficial- y usufructuar, en cambio, los notables legados del pen-
samiento peruano desalienado, en particular los de M. González Prada, J. C. Mariátegui , C.
Vallejo, A. Hidalgo, L. E. Valcarcel , E. Morote Best, J. M. Arguedas, J. Basadre, G. Lohmann
Vi llena, C. Aranibar, P. Macera y A. Escobar, todos unidos solidariamente por la revisión crí-
tica de nuestra etapa colonial y que gracias a su aversión del poder académico, la acogida
al pensamiento disidente, el desprecio de los valores que engolosinan la intelectualidad pe-
queño-burguesa, pudieron tomar distancia y pensar desprejuiciadamente ; por último, uni-
dos también por el criterio de que las literaturas peruanas no son autónomas ni como fe-
nómenos artísticos ni como sistemas "autárquicos" de conocimiento. De ahí que para ellos
la crítica literaria y el comentario de textos deben ser siempre un arma ética, entre otras, en
la lucha por una mejor sociedad peruana integral.
Abordar esta tarea implica constituir -irrefragablemente- un equipo interdisciplinario
de científicos sociales con historiadores de formación y profesión, lingüistas especializa-
dos en la descripción de los textos y los discursos, conocedores de nuestras lenguas
ancestrales, semióticos especializados en la producción Iinguocultural peruana integral , so-
ciólogos y antropólogos con vasta experiencia de trabajo de campo en las grandes y pe-
queñas ciudades , en las comunidades ribereñas , andinas y amazónicas 33 . Este equipo, asis-
tido en el trabajo de campo por los informantes de las lenguas ancestrales y de las distin-
tas áreas diglósicas y triglósicas debidamente entrenados en la descripción de los fenóme-
nos y problemas de tradición histórica de la sociedad peruana, procederá a trabajar partiendo

32 Cabe mencionar, entre otras directrices, el Autodidactismo, la Improvisación, el Muestreo (los


trozos literarios se leccionados), el Solipsismo aerógrafo , el Amateurismo crítico. la Adulación
autoría! , la Complacencia narcisista, el Chantaje intelectual, la Indiferencia frente a las tradicio-
nes orales y escritas de las naciones ancestrales . .. Por ellas se ha creado una frontera que separa
la historia de "la" literatura del resto de la sociedad y entonces, como preveía C. Lévi-Strauss.
en esa "historia" sólo "se reivindica, en provecho de una minoría cada vez más restringida, el pri-
vilegio de un humanismo corrompido". F. Vernier anota al respecto que "e l discurso "histórico"
sobre la literatura (un discurso sobre la literatura como historia) se presenta como una configu-
ración ideal de lo humano, de sus valores admitidos (¿por quién?), una especie de orquestación
fonnal (verbal) de ideas-nociones, de actitudes y de creencias que vehiculan e ilustran el discurso
mismo". (l 'Écriture et les textes. París: Éditions Sociales, 1972, p. 216).
33 No se trata, en nuestro caso, como se acostumbra, de adosar especialistas de épocas, de autores.
de movimientos, de obras, sino de un equipo cuyos miembros reflexionen sobre el marco teórico
de su trabajo investigatorio, sobre su funcionamiento metodológico, sobre los procedimientos esen-
ciales del análisis e interpretación de los textos históricos y literarios y sobre la redacción de sus
resultados, sin ser manipulado por los presupuestos, las concordancias o discordancias con sus pro-
pios puntos de vista o la lógica o la no-lógica de la construcción acordada pero donde el aporte
individual -ajeno a los egotismos acostumbrados- se diluya plenamente en el es fu erzo colectivo.

Nº 46, primer semestre de 2008 19


Estudios y Debates

de los criterios hipotético-deductivos del racionalismo empírico que presiden el punto de


vista propuesto. Ellos consideran la articulación y registro 34 especialmente de dos tipos de
datos,
a) los acontecimientos históricos confirmados y
b) los textos literarios orales y escritos producidos por las comunidadeJ peruanas que
les sean atinentes, según tres relaciones:
fundadora, en el sentido de que los acontecimientos historiográficamente (teó-
rica y metodológicamente) convalidados son el fundamento de la(s) historia(~)
y presiden su redacción;
hermenéutica material, pues considera a la semiolingüística (y sus disciplinas
conexas: manuscriptología, filología, ecdótica, retórica, textología, análisis del dis-
curso) como intérprete de los actos de lengua y de literatura constitutivos de los
textos producidos, difundidos y recepcionados por nuestra sociedad multinacio-
nal (multiétnica), multilingüe y pluricultural;
descodificadora-clasificatoria, que dispone (registra, conserva, ordena, distri-
buye) y selecciona (la selección consiste en pasar de la complejidad de la totali-
dad a la simplicidad de la constatación) 35 los acontecimientos micro-históricos 31'
y macro-históricos 37 articulándolos con los actos literarios según una visión
discontinua y dialéctico-dinámica de las tradiciones culturales peruanas ponde-
radas antropológica y sociológicamente en su evo lución temporal.

34 Adoptamos el sentido que el vocablo <registro> tiene en las ciencias acústicas y fisicas donde sig-
nifica recoger con precisión los efectos de un fenómeno a tin de estudiarlos o de reproducir e l
fenómeno.
35 Un texto literario seleccionado es un texto históricamente legitimado por una instancia cualquiera ;
por lo tanto, los pecados de omisión por prejuicio, pereza, incomprensión, mala fe . interés. tor-
peza, inquina, precipitación, rutina, etc. son los mús reprensibles en este asunto.
36 Lo que F. Braudel llama las "duraciones o lapsos cortos" (Ecrils sur /'histoire. París: Flammari on.
1969). A . .1. Greimas apunta que el parecer histórico de la histori a [de la tradición hi stórica de
las literaturas peruanas] se constituye desde la dimensión de supe,jicie compuesta por "esta mul-
tiplicidad de micro-sucesos a partir de la cual se efectúa la selección de los acontecimientos que.
dado que son considerados significativos, adquieren la dignidad de acontecimientos hi stóricos y.
encadenados unos a otros, constituyen series de eventos integrables en el discurso hi stórico"
(Sémiotique et sciences sociales. París: Editions du Seuil, 1976, p. 163). En la tradición oral pe-
ruana esa dimensión de superficie está constituida por la serie de variantes y los molije111as res -
pectivos y, en la tradición escrita, por la serie de textos literarios escritos y di gitalizados produ-
cidos por la sociedad peruana globalmente considerada.
37 Equivalente en F. Braudel a las "duraciones o lapsos largos". Frente al parecer histórico de la di-
mensión de supe1ftcie se encuentra, siempre según Greimas y aplicando nuevamente su idea al caso
peruano, la dimensión projúnda [de la tradición histórica de nuestras literaturas] en que ya no se
encuentran las variantes o los textos literarios aislados sino, por ejemplo, los motivos en tradi-
ción ora l y en la tradición escrita los acontecimientos colectivos como los períodos, los mo vi-
mientos literarios, las generaciones diacrónicamente consideradas (como sostiene Vallejo en la cit,1
de la nota 60), las escuelas, los grupos, las etapas, las clases, etc. R. Estivals encuentra, por ejemp lo.
en los casos que él estudia, que "existen fluctuaciones económicas y fluctuacion es literarias de am-
plitud comparable" (Analyse de la périodisation lilléraire. París: Editions Universitaires, 1972.
p. 86).

20 Revista Andina
_ _ _ _ _ _ Enrique Bailón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

En consecuencia las disciplinas sociales fundamentales, básicas, que permiten el


acceso coherente y en lo posible riguroso a la tradición histórica de las literaturas perua-
nas son la historiografía, la semiolingüistica, la antropología y la sociología. Ellas plantean
el principio de que es en las diversas formaciones socio-culturales peruanas que se mate-
rializan los fenómenos de producción, difusión y recepción literaria a registrar dentro de sus
respectivas tradiciones históricas 38 . El trabajo interdisciplinario que las congregue tendrá,
pues, como tarea insoslayable la elaboración del modelo hipotético y del modelo confir-
mado de las organizaciones sistemáticas de esa producción, difusión y recepción de las li-
teraturas peruanas en dichas tradiciones histórico-culturales 39 .
Pero ¿qué es un modelo? En todas las disciplinas consideradas -historiografía, se-
miótica, lingüística, antropología y sociología- se entiende por modelo40 un simulacro abs-
tracto de conceptos homogéneos construido que permite representar un conjunto de fenó-
menos sistematizados, simulacro que se considera capaz de describir, analizar y explicar un
conjunto dado de hechos, vale decir, en nuestro caso, acontecimientos históricos y actos
literarios. Puesto que los modelos deben adecuarse tanto a las exigencias teóricas como
al objeto de conocimiento que pretenden modelizarl 1, son los criterios inductivo-deductivos
de demostración (confirmación y refutación) los que permiten verificar su plausibilidad. Por
lo tanto, es en y desde la axiomática del campo englobador de la tradición pluricultural pe-
ruana -donde encuentran su razón de ser todos nuestros bienes aculturales, desculturales
y asimilados por la cultura oficial, comenzando por las lenguas y literaturas ancestrales y
populares 42 - que se justifica construir la teoría por vía deductiva.
En efecto, necesitamos idear un modelo hipotético que por lo menos articule el pla-
no teórico de la organización sistemática de la tradición histórica de las literaturas perua-

38 R. Estivals apunta también que "la sucesión de concepciones del mundo no sólo se exp licarú por
la evolución soc iopolítica, en el nivel de las ideas y del contenido, sino por los elementos cons-
titutivos del género en el plano de las fomias significantes" (!bid., p. 88).
39 C f. R. Tanaka. Systems Modelsfor Literary Macro-Theory. Lisse (Bélgica): The Peter De Ridder
Press, 1976.
40 Cf. A. J. Greimas y .l. Courtés. Semiótica. Diccionario razonado de la teoría del lenguaje. Ma-
drid: Editorial Gredos S. A., 1982, pp. 264-265 .
41 B. Walliser sostiene que "todo modelo, cualquiera sea e l nivel en que se sitúe, puede ser conside-
rado como un mediador entre un campo teórico del cual es una interpretación y un campo em-
pírico del cual es una síntesis" (Systemes et modeles. lntroduction critique á /'analyse des systemes .
París: Editions du Seuil, 1977, p. 153 ).
42 Sobre las relaciones entre cultura y lenguaje, E. Coseriu escribe que "el lenguaj e es actividad crea-
dora y, por ello mismo, actividad cultural infinita. Al mismo tiempo, es una fon11a de la cultura
y la base de la cultura, especialmente como tradición cultural" ("Diez tesis sobre la esencia del
lenguaje y el significado". Hueso húmero 50, mayo 2007, p. 4). De ahí que ningún sistema lite-
rario exhte in vacuo. Su presencia se encuentra en relación estrecha con un cuerpo de bienes cul-
turales y con la serie de vectores conceptuales e institucionales que prevalecen en un momento
dado. De este modo la pluricultura fünda o se encuentra en la base (lenguas, instituciones políti-
cas, educativas, administrativas, jurídicas, religiosas, etc.) de la producción literaria peruana ínte-
gra: ella garantiza la unidad de los textos y de su sistemas.

Nº 46, primer semestre de 2008 21


Estudios y Debates

nas y el plano empírico de la organización sistemática correlacionada mas no causa/43 en-


tre los acontecimientos históricos atestados y los actos literarios igualmente confirmados,
ambos obtenidos por análisis cuantitativos (análisis de datos), cualitativos (aná li s is de los
contenidos) y comparativos. Veamos su esquematización inici al:

TRADICIÓN PLURICULTURAL PERUANA

AXIOMATIZACIÓN

Plano teórico de organización sistemática de la(s)


Historia(s) de las Literaturas Peruanas

INDUCC IÓN , <------------------------------------:>


~ DEDUCCIÓN
t '',,,' 11
,'
1
MOD ELO CONF IRM ADO'',, /M ODELO HIPOT tT ICO
' I
' I

',,, /,,'
I
'
Plano empírico de, '
organización/~istemática entre
I
' I

~
I
I
los acontecimientos micro- y los actos literarios (produ c-
I

macro- históricos acaecidos


<E- CORRELACIÓN -¿ ción , difu sión y recepc ión)
en nuestra sociedad orales, escritos y di g ita li za-
PLURICULTlJRAL
MULTINACIONAL zados de nuestra soc iedad
(MULTINÉTNfCA) MlJLTILINGÜE

43 Los acontecimientos históricos no son la causa eti ciente o fin al de los actos literari os; so n sus
correlatos necesarios. As í, un escritor o un infonnanle son age/1/es correlacionados de lns t<.: x-
tos mas no sus ca usas final es pues mu chos otros agentes participan en el sistema de la tradición
literari a escrita: críticos, libreros, editores. profeso res, pedagogos. comentari stas de di,1rio s. ra-
di o o televi sión, promotores de inform ac ión y propaganda litera ri a, etc.; cf. E. Ba ilón Agu irrc.
"Al margen de una encuesta: de las contradicciones intern as de la crítica litera ri a en el Perú". /-lueso
húmero 50. 2007, pp. 159-160: P. Bourdieu . l'an10ur de /'ar /. París: Ed iti ons de Minuil , 1966).

22 Revista Andin a
_ _ _ _ _ _ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

Una vez enfocado este objetivo centralizador a paitir del modelo confirmado propor-
cionado por los acontecimientos micro- y macro- históricos acaecidos en nuestra sociedad
multinacional (multiétnica) 44 , se procederá, en primer lugar, a diseñar un programa para abor-
dar la periodización tluctuante 45, los ciclos de nuestras tradiciones histórico literarias 41, ,
advirtiendo, ante todo, por principio general, que ellos pueden ser comparados pero no pue-
den ser absolutamente calcados sobre la actual historia oficial del Perú -como hoy se acos-
tumbra: establecimiento de coincidencias y colaciones analógicas entre los períodos de las
expresiones literarias escritas con los períodos históricos de la historia oficial (por ejemplo,
período colonia l---,,literatura colonial; período de la independencia ----';> literatura indepen-
dentista, etc.)-47 sino organizarse sistemáticamente merced a la descripción y explicación dia-
léctico-dinámica -el por qué- del funcionamiento pancrónico (sif!crónico-sistemático48 ; dia-
crónico-evolutivo) variable, discontinuamente seriado49 , de las tradiciones literarias perua-
nas y sus índices : alusiones, ósmosis, comparaciones, migraciones temáticas y remisiones
inter- y extra-textua les entre los momentos de "resurgencias", "equilibrios" y "desequili-
brios" o "saltos", "rupturas" y "quiebras" discursivos de cada una, los "deslizamientos",

44 Es la decisión metodológica premeditada que en el análisis decide la bifurcación (la 11:poaípEm<;)


entre los acontecimientos micro- y macro-históricos y los actos literarios con la precedenci a co-
rre lativa ele los primeros. Este procedimiento es exactamente contrario al de la hi stori a de "la"
literatura peruana que só lo pretende nimb ar a l autor (no los textos) con hechos hi stóricos
analógicamente di spuestos.
45 Recordemos que para evitar lo arbitrario ele una periodi zación ele la literatura in stituida a partir
ele criterios extraliterarios o no literarios, los formalistas rusos recurrí an a otros conceptos como
sistemas o series. Actualmente la periodización se instituye, por lo común, a partir clt! los géne-
ros literarios y sus dest!quilibrios, translonnaciones, equilibrios, transiciones, etc.
46 Aquí subyace la ideología ele la temporalidad cíclica: comienzo, apogeo y diso lu ción .
47 Hay una observación sustancial desde el momento en que la periodi zac ión hi stórica no coincide
con sus alcances espaciales: ¿en qué medida la independencia proclamada en 1821 afectó a la tra-
dición literaria oral ag uaruna ?, ¿este período fue parejo en todo el territorio nacional y por lo
tanto tuvo consecuencias para toda la producción de bienes de cultura del país?; en fin , ¿ los ci-
clos de la historia oficial repercuten y coinciden con los "coites epistemológicos" (Althusser) de
la evolución tradicional de la cultura y civilización peruana integral? .. .
48 R. .lakobson seiiala que "la descripción sincrónica enfoca no sólo la producción literaria de una
época ciada sino también esa paite de la tradición literaria que ha quedado viva o ha sido revivida
en la época en cuestión( ... ). A manera de la historia del lenguaj e, la poética histórica, si qui ere
ser verdaderamente comprensiva, debe ser concebida como una superestructura, construida sobre
una serie de descripciones sincrónicas sucesivas" (Questions de poétique. París : Éditions du Seuil,
1973 , p. 212).
49 Advertía G. Canhuilgem que "esta historia no puede ser una colección de biografias ni un pano-
rama a la manera de la hi storia natural. Debe ser una historia de las filiaciones conceptuales . Pero
esta filiación tiene un estatuto de discontinuidad como la herencia mendeliana" (Études d'hiswire
el de phi/osophie des sciences. París: Yrin , 1968, p. 184). Las series se afincan en la evolución
diacrónica y dependen de ell a para su constitución y su funcionamiento; ellas se pertilan en fun-
ción deptras series, literarias o no pues remiten a lugares axiológicos identificables como educa-
ción, política, moral , costumbres, etc. cuyas relaciones representan un sistema de va lores y así
han escapado a la organización periódica de la historia de "la" literatura peruana. En referencia
directa a la producción literaria general, Y. Tynianov escribe que "el sistema de la seri e literaria
es, ante todo, un sistema de las funciones de la serie literaria que se encuentra en perpetua corre-

Nº 46, primer semestre de 2008 23


Estudios y Debates

las "anticipaciones" (el estereotipo de los precursores y los continuadores), las "s uperv i- ·
vencias" o los "anacro nismos", las "tension es ", las "invariancias" y las "variac io nes "5º,
los "cortes" y "transformaciones" (paso de una forma a otra), las "degradaciones" y "a l-
ternativas", las "concepc iones ", las "tendencias" , las "partidas" o los "cierres" latera les ,
las "permanencias" , las "corrientes" 51, los "blancos" y los "retornos" e "in\ve rsion es" , la
cambiante "cotización" 52 que presenta e l devenir de nu estras distintas invenciones litera-
rias, tanto la ideo log ía que soporta nuestra Institución Litera ri a 53 como la base soc io lingüís-
tica, nada fortuita, de las prácticas culturales en la tradición histórica de las fo rmaciones
sociales peruanas.
Se tratará, en resumidas cuentas, de que la tradici ón hi stórica de las literaturas pe-
ruanas se funde en e l axioma de la interdependencia (coherencia, recurrencia, nive les de
pertinencia) de sus sistemas, esto es, que uno de los sistemas de nuestras literaturas (por

!ac ión con las otras seri es . La serie cambi a de componentes, pero la difere nciac ión de las act ivi-
dades hum anas perm anece. La evo lución litt:raria como la evo lu ción de las otras seri es cultura-
les, no co incide ni e n su ritm o ni en su carácter (en razón de la natu ra leza especí li ca del material
que maneja) con las seri es que le son correlati vas. La evolución de la tirnción constru ctiva inte r-
viene rápidamente , la de la limción literari a se produce de un a época a otra. la de las füncion es
de toda la serie literaria e n relación a las otras seri es reclama siglos" (!bid . p . 130).
50 Las invari anci as y las va ri ac iones textu ales deben indexa rse en ej es de relaciones paramétricas (i .e
un a constante de la cual de pende un a seri e de vari abl es) o en relac ión isomé tri ca (un a con stante
sin vari ables ).
5I La atemporalidad de las corrientes artí sticas es un fenómeno constante: e l romanticismo. e l ba-
rroco. e l clasici smo son períodos más o menos delimitados pero también son categorí as perma-
nentes y así se habl a del romantic ismo de los clás icos o del clas icismo de los román ti cos, de l ro-
manti cismo de los surreali stas. del baiToco industri al (del cual, según .l . Cassou. la poes ía de Va llej o
sería la más representativo de esta con·i ente). e tc. Ello sucede tambié n con categorías discursivas
pe nmmentes como relato en que, a diterencia de la narración, los eventos parecen contarse por
sí mi smos, sin intervención de nin gún enunciador; el relato , que presenta as í el grado cero de la
enun ciac ión, se encuentra en e l mito, la leye nd a, la epo peya. la traged ia, el drama. la co media.
la fábula, el cuento, la nove la, la hi storia, la pantomima. el cuadro escéni co. e l vitral, e l cinema.
las hi stori etas, las noti cias po li ciales, la conversación, e tc. (cf. R. Barthes. "Analyse stru ctu n1k
du réc it" . Poétique du récit. París: Ed iti ons du Seuil. 1977, p. 7).
52 Se trata de la literatura como negocio (de esta tus socia l -m ecenazgo lite rari o de empresas, indu s-
trias, bancos, etc.-, editoriales, cátedras de li teratura, cargos públicos, conferencias exces ivame nt e
remuneradas, críticos y comentaristas a sueldo, tirndaci ones, speech writers, congresos de Iitera-
tura, concursos flo rales, premi aciones pecuniari as y publi caciones -o ambas-, co ndecorac io nes.
becas, etc.) . En palabras de P. Valé ry, "la literatura es el botín perpetuo de un a acti vi dad muy pa-
recida a la de la Bolsa. Allí só lo se trata de va lores qu e se introd uce, que es tá n a la suba o a la
baj a, como s i titesen comparables entre ellos como lo son en la Bolsa las indu stri as y los nego-
cios más diferentes de l mun do un a vez sustituidos por los signos" (cit. por J. Charpi e r. Es.m i sur
Pa11! Valély. París: Seghers. 1956, pp. 172-173).
53 ¿C uáles son los modos de inserci ón socia l de los escritores profesionalizados como autores?, ¿cuáles
son las fu entes docum entales (borradores, palimpsestos. bocetos, e tc.)?, ¿cuáles son las circun s-
tancias de composición y publicación?, ¿cuáles los circuitos de ed ició n y d ifüsió n'I, ¿y las re la-
ciones o no relaciones entre los grupos, los mov imientos. los cicl os?. ¿cu ál es e l papel que a ll í
desempeña la críti ca periodísti ca y reviste ril?, ¿qué hace r con el temor, e l ten-ora las grand es sín-
tesis? ... ; ell o sin contar con los acontecimientos secretos, los pensamientos, las intenciones, los
propós itos deducidos de los hechos, los fin es no decl arados o dec larados ...

24 Revista Andina
_ _ _ _ _ _ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

ejemplo, la tradición literaria escrita y digital) no puede "existir" sin la concurrencia de los
otros (por ejemplo, la tradición literaria oral); y que demuestre así la ilación diversificada de
nuestra producción, difusión y recepción literaria global, a través de los cambios tanto
institucionalizados como desinstituciona lizados.
En lo pertinente a la hénada de la producción literaria peruana, ella procede al enfo-
carse el examen y descripción de los principales rasgos caracterizadores ( ora de motif'emas
y motivos ora de orden semántico, filológico , retórico, estilístico, temático, etc.) de los tex-
tos orales, escritos y digitalizados, producidos por la sociedad peruana a lo largo de su de-
venir tradiciona1 54 . La visión coherente y cohesionada a lograrse permitirá preservar los tex-
tos defi nidos por sus contenidos discursivos literarios (estésicos) descartando los qu e no
lo son (anestésicos) y constituir así nuestro gran corpus de referencia literario peruano . Ya
en poses ión de esta masa textual literaria, que será el auténtico objeto de estudio de la tra-
dición histórica de las literaturas peruanas, se podrá derivar los diversos corpus literarios
tanto de trabajo como de referencia precisados por los enfoques investigatorios especia-
les de cada disciplina social pertinente (la interdisciplinaridad controlada en los corpus li-
terarios de orden cognitivo restante: lingüístico, sociológico, semiótico y antropológico) .
En todo este trayecto no se tratará de averiguar más ¿qué quiere decir el texto? sino ¿qué
dice el texto literario en estudio?, ¿cómo está hecho?, ¿de qué formación social provien e?,
¿cuáles son sus conexiones, sus ataduras discursivas, en fin , su territorio intra- , ínter-, ex-
tra-textual?, ¿qué textos literarios alógenos han participado en él, qué corrientes literari as
extranjeras lo afectan de algún modo, qué temas y motivos universales Jo informan?, ¿a qué
valores ideológ icos se adhiere? 55. ..

54 Hoy contamos con instrumentos e lectrónicos di gi tali zados aptos para esta tarea, por eje mplo.
los utilizados por la American Standard Codefor lnformation lnterchange (ASCII ; la 1101111a ASC II
es empleada para la codificación de caracteres en informática), e l Centre Nationa l d'é1ude des
Télécommunications, el lnstilut Na tional de l'Audiovisue/, etc.
55 Como se sabe, un corpus de trabajo lilerario oral está compuesto por las variantes textuales de
una o más etnias que contienen un mi smo motivo mientras que un corpus de trabajo literario es-
crito comprende el conjunto de escritos de un escritor o atribuidos a él, identificados. repertoriados.
escrupulosamente establecidos en los archivos conservados (antetextos (borradores y bosquejos)
y pretextos o fuentes de la tradici ón genética que le corresponde). Desde G. Lanson, las princi-
pales preguntas a responder para obtener un conocimiento de l tex to lo menos in completo so n:
¿e l texto es auténti co?, ¿e l tex to está completo?, ¿tiene vers ion es?, ¿cuál es la fecha del te xto
(si es pos ible la fecha de composición y no solamente de publicación)'/, ¿cómo se mod ificó i;I tex -
to desde la edición prínceps hasta la últim a edición dada por e l escritor?, ¿cuál es el sentido lite-
ral del texto (historia de la lengua, tradición hi stórico-cultural)?, ¿cuáles fu eron los va lores so-
ciales (la dimen sión política del acto de escribir) , intelectuales (historia de las ideas), emotivos y
artísticos (estésicos) que despertaron su recepción?, ¿es atendible para la exp licac ión de l texto
algún dato del memento cronológico de la vida del escritor?, ¿cuál fue la influencia literaria y soc ial
de l tex to estudiado al darse a conocer y posteriormente (la circulación del texto: criterios sin gu -
lares empleados en sus ediciones críticas y reimpresiones)?, y la "originalid ad " del texto ¿q ué in-
tluencii:ll'>, préstamos (plagios o clonaciones) temáticos, de tropos, de estilo, etc. pueden identili-
carse en é l como parle de un movimiento literario intranacional e intern ac ional ?, ¿qué hechos
de la tradición hi stórica de la comunidad que produjo el tex to son atinentes para su comprensión'? ...
En todo ello hay que tener en cuenta que la erudición no es un fin en sí sino un medio legítimo
para sustentar el conocimiento de l texto.

Nº 46, primer semestre de 2008 25


Estudios y Debates

Todo lo dicho puede ser hipotéticamente diagramado del siguiente modo :

Informantes
y
escritores a B
Acontecimientos
1
socio-hi stóricos
Ni oyentes A
ni lectores Actos de
producción,
difusión y
11 Oyentes
y
lectores
/ recepción

Con este diagrama se trata de proponer una perspectiva cognitiva caleidoscópicu


en la que, si bien no es posible sostener la vigencia de cualquier acto de producci ón litera-
ria (producción de textos no directamente utilitarios) fuera del respectivo proceso de una
sólida pero contrastada tradición literaria 56 siempre en equilibrio inestable, ciertos hec hos
socio-históricos pueden coincidir con determinados actos de producción, difu sión y recep-
ción literaria. Es el caso IDA : por ejemplo, la primera etapa de la conquista y la coloniza-
ción española coinc ide con la introducción en los Andes de las formas, géneros, est il os,
etc. literarios escritos vigentes en la Europa de la época, pero inicialmente ellos se difun-
den muy poco y su recepción comprende solo una elite minú scula) 57 . Los acontecimientos
socio-históricos de un segundo período, por ejemp lo, el afianzamiento institucional y ad-
ministrativa de la colonia, no explican necesariamente la efectiva extinción del género
cronístico: 1108. En cambio, aque ll os correspondientes a un tercer período no casarán, en
su representación , con los actos en las prácticas de producción, difusión y recepción Iite-
raría pertenecientes o bien a otro o bien al siguiente período de otra serie: es el caso 1108
en que, por ejemplo, las formas , géneros, estilos, etc . literarios escritos de fina les de la co-

56 P. Audiat hacia notar que "el pecado original de la historia ele la literatura es el análisis ele la obra
como un producto cuando ella debe ser considerada como un acto. y un acto no se puede recons-
tituir con los elementos materiales que contiene, un acto no puede ser identificado con elemen-
tos aislables y discretos, esos átomos ele realidad anotados en las fich as. En la obra literaria co11H1
acto, todo el pasado está virtualmente presente y allí el determin ismo no tiene caso" (Cit. po1·
A. Compagnon. la troisieme République des lettres. De Flaubert e) Prous/ . París: Éditions du Seuil.
1983, p. 208).
57 Un ejemplo ele primera hora: ¿cuántos lectores peruanos de las publicaciones originales de la Mis-
celánea Austral de Diego Dávalos y Figueroa. los Comen/lirios del Inca Garcilaso de la Vega o el
Apologético de Espinosa y Meclrano las entendieron y apreciaron su alcance?. ¡,cuál fue su re,1c-
ción como "lectores de literatura"')

26 Revista Andin a
_ _ _ _ _ _ Enrique Bal/ón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

lonia pervivieron en el período independentista, pero el ensayo político (vrg . los de


Viscardo) y de crítica social (vrg. el de Tristán) surandinos coinciden (IIDB) con los hechos
históricos de ruptura del legado cultural colonial. Advertiremos, no obstante, que esta co-
lación solo puede ser reconstruida anacrónicamente: la Carta a los españoles americanos
de Viscardo tuvo en su origen (1799) una difusión francesa (la primera edición castellana
data de 1801 y la inglesa de 1808) y Peregrinaciones de una paria de Tristán fue traduci-
da al castel !ano más de un siglo después ( 1946) de su publicación en francés ( 183 8); en todo
caso, ambas obras solo alcanzaron un "horizonte de espera" receptivo estrictamente
elitista58 .
A diferencia de la historia de "la" literatura peruana que enfoca las rupturas de una
detenninada época o período con el pasado detectando solo diferencias externas (movimien-
tos, autores vs. autores, paralelismos) y no las diferencias de los textos en relación con los
marcos de invención literaria vigentes y con las normas y códigos preexistentes, impidien-
do así toda posibilidad de comprensión del fenómeno, desde el punto de vista de la tradi-
ción histórica de las literaturas peruanas la significación y valor de los textos literarios no
se encuentran en las generalizaciones que se apoyan en acontecimientos externos coordi-
nados causa/mente sino que, en vía genético-comparativa, residen en las relaciones entre
los elementos y niveles internos de un texto y entre esos elementos y niveles (u otros) frente
a las normas y códigos de otros textos, a lo que se agrega ahora, en las vías genética y
mimética, los factores socioculturales externos que inciden en cada texto en conjunto o por
separado, como veremos más adelante.
De ahí que en lo que toca a los textos literarios mismos, la tradición histórica de las
literaturas peruanas debe averiguar por qué un género literario domina en una determinada
época, qué relaciona tal género a tal público receptor, cuáles son las vinculaciones entre
géneros, temas y motivos (un tema puede requerir un género determinado; un género pre-
supone necesariamente el tratamiento de un tema). Debe tenerse muy presente que la in-
novación en un nivel es acompañada por retornos a los modos literarios precedentes en otro
nivel, como sucede en Tri/ce donde esta capital innovación formal del discurso poético pe-
ruano mantiene no obstante tópicos sentimentales comunes a la invención poética anterior,
detectables no solo en los heraldos negros. De esta manera se operan los cambios forma-
les en relación a las persistencias temáticas. Tales desplazamientos entre las formas y los
contenidos no son simultáneos y solo se detectan mediante el proceso evolutivo de la
diacronía literaria o sea, dado el caso, en la tradición histórica de las literaturas escritas pe-
ruanas, pudiendo, entonces, reconocerse las normas y los códigos literarios contta los que
insurgen los textos rebeldes , subversivos, y cómo apreciar sus disidencias.
A ello concurren igualmente otros indicios de la difusión y recepción literarias como
los cambiantes fenómenos de analfabetización y alfabetización linguocultural, de ambientación

58 En este caso hay que tener presente, además, que respecto a la producción de los bienes cultura-
les anc~trales el período independentista no cambió en nada su situación tradicional de opresión .
El estamento social que los producía sólo cambió de amo: como se dice en Fedra de Racine (1 ,
15: la fábula Asinus egregius cordatus): "cuando el poder cambia de manos, por lo común para
los pobres no cambia otra cosa que el nombre del amo" ; así , para los nativos peruanos su situa-
ción de expoliados permaneció idéntica cuando no empeorada.

Nº 46, primer semestre de 2008 27


Estudios y Debates

ideológica, de expoliaciones etnoliterarias, de escrituralidad y legibilidad, de migracion es


internas y externas, de estereotipac ión literaria, de renovación de las prácticas sociales como
el inicialmente paulatino pero cada vez más veloz emp leo de la digitalización por las comuni-
dades y etnias 59 , de las políticas de educación masiva y de enseñanza privada, etc. Así, la
periodización literaria60 exige la descripción cíc lica de los valores significativos contenidos
en los textos orales y escritos -si n discriminación ni minusva lía entre la masa anónima de
informantes o de los escritores ninguneados por la crítica y los escritores consagrados- y su
correlación con la problemática socio-histórica regional (micro-histórica) y general (macro-
histórica), advirtiendo, desde luego, que no necesariamente la segmentación de esta últim a
problemática deberá coincidir con la primera ya que puede excederla o quedar corta.
Se tratará, en suma, de describir y exp licar dos paralelismos dialéctico-dinámicos -e l
universo imaginario de la tradición escrita y/o el universo mítico-simbólico ancestral y po-
pular de la tradición oral frente al universo sociohistórico que les corresponde a cada uno-
y las producciones, difusiones y recepciones de diversa naturaleza, pues el fin esencia l ya
mencionado es hacer corresponder y aclarar mutuamente actos de orden literario ora l o es-
crito y acontecimientos históricos de orden ideológico ( creencias, doctrin as : conciencia
mistificada), político, institucional (aparatos hegemónico-represivos del Estado), etc ., ocu-
rridos en las formaciones socioculturales concernidas.
Es claro, en este orden de ideas, que la regularidad en la sucesión de los procesos
de las prácticas literarias propias de las diversas comunidades del país no está garantizada
solo por las generaciones de escritores e informantes , cosa de la cual dio acertada cuenta
C. Vallejo en su artículo dedicado a estas fluctuaciones en la literatura francesa de su épo-
ca. Escribe Vallejo 61 :

"Muy conocido es el criterio que clasifica a los escritores por edades. los críticos
.franceses han llegado hasta clas[ficarlos en generaciones de menos de 20 años, de
menos de 30, de menos de 40, de menos de 50, etc. Nada más necio y.falso si con ello
se busca determinar el carácter dominante de una década o de una época. l a edad

59 < Kumputarura>, entre los quechuas, aimaras y chipayas de hoy en día.


60 En la redacción periodística de nuestra sagrnda hi storia de "la" literatura peruana. tanto en la del
Viejo Testamento (los profetas: Riva Agüero. Sánchez. Tam ayo) como la del Nuevo Testam en/0
(los evangelistas: los Cornejo, García Bedoya. 1-li ggins), se emplea caóticamente esto s criterios
que por lo menos deberían permitir una organización más o men os coherente: los siglos. con sus
movimientos (premovimiento, movimiento, posmovimiento) y escuelas. que acompafian las no-
ciones de nacimiento, apogeo y declin ación o decadenci a: los períodos propi amente dichos. por
ejemplo, para la tradición literaria escrita pe ruana: la cronística, el barro co, e l ensay ismo. e l
costumbrismo, el reali smo, el naturali smo. etc.: las ideas como e l dogmati smo, la ilustración. e l
independ entismo, el positivi smo. etc. y estos otros auxi li ares qu e deberían interve nir para ilkar
subdivi siones: los escritores sin gulares (cuya obra debe ser seccionada en tantos géneros como los
que practica) que representan una corriente o un movimi ento o las generaciones de escritores y
los géneros como la poes ía. la novela, el teatro. e l ensayo. etc. con sus combin ac iom;s como l.1
prosa poética, e l relato vers ificado, etc.
61 Crónica "E l caso Paul Morand". Variedades No. 1076, 13 de octubre de 1928: véase. en co ntra-
rio, e l me lifluo intento de J. J. Arrom. Esquema generacional de las letras hispa11oa111erica11as.
Ensayo de un mé1odo. Bogotá: IC C. 1963.

28 Revista Andin a
_ _ _ ___ Enrique Bal/ón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

común a un grupo de escritores no determina el espíritu común de su producción.


Muchas veces este espíritu común existe más bien entre escritores de diversas eda-
des y aun de diferentes épocas. En la generación de avant-guerre -que hoy está entre
los de más de 50 años- no todos son reaccionarios, y en la generación d'apres-guerre
-que hoy está entre los de menos de cuarenta años- no todos son revolucionarios. El
hecho de que Paul Morand tenga ahora cuarenta años no significa que sea un es-
critor d'apres-guerre, es decir, un espíritu nuevo y revolucionario. Su obra, repito,
es más bien reaccionaria y vieja pues ella se emparenta estrechamente a la genera-
ción de avant-guerre cuyo máximo representante fue [Anatole} France".

Pues bien, si en el caso de la tradición literaria escrita las estadísticas de edición, di-
fu sión y lectura ayudarían mucho a resolver el problema, no obstante sabemos las dificul-
tades para obtenerlas dado el "secreto profesional" de editores y libreros, más preocupa-
dos por sus intereses financieros que por colaborar con una investigación histórico-litera-
ria seri a. Queda, sin embargo, desde el punto de vista de la sociolingüística de las literatu-
ras escritas peruanas, la estadística lingüística intratextual. Ella es muy rentable para fij ar
los períodos literarios de las tradiciones escritas, siempre y cuando se aplique modelos ade-
cuados a los fines perseguidos. Paralelamente, en el caso de la tradición literaria oral cabe
notar el registro de las variantes de un relato de literatura ancestral en una determinada et-
nia y en una época, así como su paso a las variantes de literatura popular oral en la misma
o en otra comunidad por medio del cambio de figuras y moléculas sémicas e incluso su
transvasamiento a la textualidad escrita y digitalizada.

1.3 Organización textual y contextual del corpus de trabajo en vista de la interpreta-


ción de las tradiciones literarias peruanas

Al poner manos a la obra en este proyecto y tratar de abordar con cierta pertinencia
las vías textuales y discursivas de acceso al corpus literario de trabajo, he ideado un esque-
ma teleológico simple y ciertamente hipotético capaz de integrar, por ejemplo, los tropos a ser
repertoriados en los modos de generación de los textos que integran dicho corpus. Como
ningún texto existe de modo solitario, pues es comprado, prestado, leído o escuchado, ense-
ñado, conservado o desechado, criticado, estudiado, etc., es siempre puesto en relación con
otros textos similares o diferentes . En consecuencia, la reconstrucción analítica del texto lite-
rario no procurará obtener la imagen de un monumento inmóvil (unidad y añadidos) cons-
truido en el pasado sino como un signo dinámico de correlaciones e integraciones, esto es,
un conjunto de operaciones, de movimientos en interacción, conjunto en el cual un elemento
cohesionador (por ejemplo, una isotopía) o un grupo de elementos dispersos (por ejemplo,
una molécula sémica) de ese corpus de trabajo sea destacado predominantemente en rela-
ción a los otros62 . Así, el enfoque abarcará un sistema discursivo
paradigmático, pues ha de comprender en las "duraciones cortas" la sucesión tem-
poral de momento o lapsos de la tradición literaria oral: las variantes recogidas en

62 Se trata de inventariar las modificaciones posibles de cada elemento: reducción, amplificación.


deformación, invención, inversión, intensificación o debilitamiento, sustitución interna, etc.

Nº 46, primer semestre de 2008 29


Estudios y Debates

una comunidad o en una etnia espacialmente determinadas ; y, en la tradición litera-


ria escrita, una determinada etapa de los movimientos, los períodos, las corrientes,
etc., sin perder de vista siempre la producción de las formaciones sociales situadas
en las distintas zonas del país63 ; y
sintagmático, que observe las "duraciones largas" de nuestra prodJcción literari a
en su tradición oral, principalmente con el inventario de motivos y su migración en
el territorio nacional y fuera de él y en su tradición escrita la secuencia temporal de
las corrientes y movimientos literarios, sus prolongaciones o interrupciones, la apa-
rición y desaparición de escuelas, etc.
Los componentes semántico-interpretativos del diagrama general propuesto son los
siguientes:
MODO MIMÉTICO
Perspectiva mimética: efec to s de se ntido e impresión
referencial y cultural general : étnica, filológi ca, histórica, po-
lítica, religiosa, biográfica, psicológica, filosófica, estésica, etc.

MODO GENÉTICO

Perspectiva ge11ética:

(tradición textual (manusaitos, TRABAJO (textos subse-


oral y escrita) ediciones, etc.) (.prototexto ruentemente
y textos co- generados)
lacionados)

Perspectiva hermenéutica: enunci ados, ni ve les discursivos


(dialectal , soc iolectal e idiolectal) y sentidos como recorridos
entre atractores o comportamientos semánticos estabilizados.

MODO HERMENÉUTICO

Una vez dispuesto este nuevo diagrama, preguntémonos, ¿qué se entiende por tex-
to como elemento constituyente del corpus de referencia general? Desde la perspectiva de
su organización interna, un texto es una serie lingüística relativamente autónoma que cons-

63 Compárese, por ejemplo, la diferente producción literaria escrita en los primeros cuatro lustros
del siglo XX: trujillana (Vallejo, Orrego, Espejo, etc.), arequipei'ia (Hidalgo, Rod ríguez, Mostajo.
Guillén, etc.), punei'ia (Churata, el grupo Orqopata, etc.), limei'ia (Valdelomar, González Prada,

30 Revista Andina
_ _ _ _ _ _ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

tituye una unidad empírica de habla oral o escrita acabada y fijada en un soporte material
de registro (onda acústica y grabación, papel y tinta, digitalización), unidad lograda mediante
su textualización, es decir, merced a la obtención de un estado provisorio, establecido y
consolidado, a partir de cierta serie de transformaciones igualmente materiales: el intertexto
interno o cotejo de sus variantes (oralidad) o sus versiones (escritura y digitalización). Un
texto consignado en el corpus de referencia no representa, consecuentemente, siempre des-
de el punto de vista de su intertexto interno, las cosas ni el mundo sino solo ciertas con-
venciones orales, escriturales, digitales, sociales y académicas. Cada texto es, por ende, el
lugar de encuentro de las dos operaciones que lo constituyen:
de un lado la textualización que acabo de mencionar -el enfoque enunciativo- y
de otro la escucha y lectura -el enfoque interpretativo- que hace surgir de esa
textualización un conjunto de efectos de sentido e impresiones referenciales.
Por ello el contexto englobador de cualquiera texto es siempre elegido por una de-
terminada estrategia que decide las condiciones de interpretación :
la intervención de su situación particular y
la tradición en que se le inserta.
Finalmente, un texto así consolidado no es ni verdadero ni falso, es solo plausible
y por eso válido para su descripción e interpretación dentro de las condiciones de herme-
néutica material establecidas, ahora, por el corpus de trabajo que lo admite.
Estas condiciones de interpretación comprenden , sin duda, los modos de generación
(genético, mimético y hermenéutico) del corpus de trabajo y sus perspectivas de descrip-
ción, a fin de proceder a organizar los textos consolidados que lo integran a partir de la mise
en abyme64 que los intertextualiza: por ejemplo, la repetición en espejo tanto del tema como
de la acción poetizada en cada uno de ellos. En efecto, para ordenar entre sí los textos de
dicho corpus se precisa fijar una j erarquía clasificatoria que partiendo de su mutua inter-
pretación decida hipotéticamente el prototexto (o texto tutor), o sea aquel texto "central"
que en la escala de precedencia cumpla, gracias a sus propiedades de semiosis textual, esas
condiciones de tipicidad con el máximo grado de pertinencia; al mismo tiempo, los otros tex-
tos consolidados pero "periféricos" que componen el corpus de trabajo quedarán acopla-
dos al prototexto, según sea su mayor o menor grado de pertinencia clasificatoria, la repe-
tición del tema y la acción indicados.
Por lo tanto y de acuerdo al diagrama precedente, los modos de generación que per-

Eguren , Mariátegui , etc.), cuzqueiia (cf. A. Avendaiio. Historia de la literatura del Qosqo: del tiem-
po mítico al siglo XX. Cuzco: Municipalidad del Qosqo, 1993 ; Y. López Lenci . El laboratorio
de la Vanguardia literaria en el Perú . Lima: Editorial Horizonte, 1999, pp. 113-167), loretan a.
etc. En este caso como en los restantes habrá de tenerse en cuenta los textos de los escritores
ex ilados voluntariamente dentro del país o füera de él. los nómadas, los vagabundos, aquellos que
siendo peruanos aducen no pertenecer a ningún lugar o pertenecer al mundo entero, los proscri-
tos , etc.
64 La espaci'alización de "abyme" que en heráldica francesa designa el centro del escudo ( 1671 ), ins-
piró al novelista A. Gide la expres ión "mise en abyme" que a la vez que restablece la etimología.
remite a un procedimiento de repetición en espejo del tema o de la acción ; cf. R. Barthes (lo
Préparation du roman I et 11. Co urs et séminaires au Collage de France (/9 78-1979 et /9 79-
/ 980)). París: Éd itions du Seuil - IM EC. 2003 , p. 232 n. 21).

Nº 46 , primer semestre de 2008 31


Estudios y Debates

miten describir el corpus de trabajo, son los siguientes:


(a) Genético65 , que procura pasar de la contingencia a la certidumbre textual al resol-
ver, en lo posible, lo que parece accidental, fortuito, incierto, eventual o dudoso. Este
modo decide, entonces, la textualización, el establecimiento textual o "cierre" de cada
texto del corpus de trabajo -lo que no supone ni su momificación ni ~u fajamiento- ,
a partir de la recensión o sea el estudio y jerarquización de los testimonios de la tra-
dición textual en que se insertan mediante los llamados metamo1jismos intrate.xtuales
o antetextos (manuscritos, bocetos, ediciones, alteraciones, etc.) y los pretextos que
les corresponde (serie de textos que anteceden en el tiempo al corpus de trabaj o),
constituyendo así el marco de tradición oral o escrita (retórica, temática, argumental,
etc.) y artística (literaria, pictórica, escultórica, musical, etc.) de la que dicho corpus
de trabajo y específicamente su prototexto forma parte indisociable. En este pun-
to, las llamadas bibliografias críticas y las críticas bibliográficas son esenciales.
(b) Mimélico, que proporciona la impresión referencial o sea la impres ión que justifica la
descripción e interpretación de los efectos de se ntido referenciales de la cadena
intertextual (pre-textos, ante-textos y pos-textos) a pai1ir de su eslabón directriz, los tex-
tos del corpus de trabajo. Si bien la semiosis textual determina, a su vez, el modo mim é-
tico, los datos extratextuales que se congregan en el entorno intertextual condicionan -en
último término- los efectos de sentido cultural general en la descripción, la interpretación
y la explicación textuales (comentarios, notas, introducciones, aclaraciones, descripcio-
nes, agniciones, etc.)66 . En consecuencia, los modo de generación genético y mimético
determinan el contexto integral del modo hermenéutico, modo este último qu e se
contextualiza con los datos enciclopédicos generalmente recogidos en las notas a pie de
página (un criterio de mesura evitará aquí los apuntes supererogatoriosf'7;
(c) Hermenéutico, que permite describir la significación de cada texto consolidado, gra-
cias a la interpretación de sus respectivos enunciados no so lo alegóricos o simbóli-
cos. En efecto, cada texto determina el sentido de las palabras que contiene a partir de
su significación en lengua o en diglosia, pero desde el punto de vista discursivo di-
cho sentido se elabora -enriqueciendo o restringiendo esa significación- mediante la

65 En semántica interpretat iva y diterencial , el modo genético "determina o al menos coacta la pro-
ducción del texto; este modo es a su vez regu lado por la situación y la práctica" (F. Raslier. op. cit..
pp. 233-234). A. J. Gre imas y J. Courtés (op. cit. , p. 190) adv ierten al respecto que "la apro xi ma-
ción genética [... ] considera a la génesis de un objeto como situada en la línea del ti empo y cu m-
pliéndose en una serie de formas sucesivas, por lo general en relación con las circunstancias ex te-
riores que han podido condicionar el desarrollo"; de esta manera, la noción de génesis se atiene ,11
estatuto sociocultural del texto literario y no debe ser comprendida en el sentido restricti vo posi-
tivista (el reflejo) y el formalismo estricto si n remisión a un mús allú mimético y herm enéut ico.
66 Según L. Go ldmann, el estudioso de la literatu ra debe hacer ca usa común con los hi stori adores ck
las ideas y de las costumbres (Marxisme et Sciences hwnaines. París: Gallimard , 1970, p. 66). pues
"la obra literaria no es el simple reflejo de una conci encia colectiva real y dada sino la cu lmina-
ción, en un nivel de coherencia muy elevado, de las tendencies propias de la conciencia de un grupn
u otro, conciencia que debe concebirse como una realidad dinámica. orientada hacia cierto esta-
do de equilibrio" (Pour une sociologie du roman. París: Gallimard. 1964, p.41 ).
67 Estos apuntes supererogatorios abundan en la historia de "la" literatura peruana en uso: la literatura
es el refl ejo de nu estro pueblo. de nuestro país, del ethos na cional, de nuestras asp iraciones. ele.

32 Revista Andina
_ _ _ _ _ _ Enrique Bailón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

acción de las "normaciones" genéricas y situacionales propiamente andinas o


amazónicas, como también merced a las "normaciones" idiolectales (los llamados
"estilos de autor") a determinar68 . Ahora bien, los criterios que presiden este modo
hermenéutico en el corpus de referencia y en los corpus de trabajo a que dé lugar69 ,
dependen tanto de la "normalización" de dichos textos (los textos son producidos e
interpretados como ocurrencias de su propio tipo) como de su "normación", enten-
diendo por ello el hecho de que tales textos son producidos e interpretados en cali-
dad de transformaciones de sus propias fuentes linguo-culturales superestráticas,
sustráticas y adstráticas : las diglosias (o la triglosia quechumara) andina s y
amazónicas 70 . Tanto en este último caso como en aquellos, mayoritarios, en que la
"normación" discursiva castellana de época es relativamente homogénea, se tendrá
en cuenta los niveles discursivos dialectales, sociolectales e idiolectales intervinientes,
producidos e interpretados también como transformaciones textuales de sus propias
fuentes linguo-culturales hispanas, andinas o amazónicas . Se procederá, en conse-
cuencia, a describir e interpretar los órdenes del sentido articulados en cada texto
desde ambas perspectivas solidarias, o sea como textos "normalizados" y "normados".
Según los presupuestos metodológicos adoptados, en los modos de generación que
acabo de mencionar el modo hermeneútico se rige por el modo genético, ambos interpreta-
dos tanto por las condiciones de producción como por las normas del sistema discursivo
y genérico al que pertenecen, por ejemplo, el motivo de los entes originados o la poesía
barroca colonial andina. De esta manera, el modo de existencia y funcionamiento del cor-
pus de trabajo en su conjunto y en particular la "eficacia literaria del texto" (Lotman) de-
penderán de la aplicación de los procedimientos que presiden los modos de generación arri-
ba diagramados. Al mismo tiempo, la red relacional temática justificará considerar a ese cor-
pus de trabajo establecido (compuesto ahora, he dicho, por textos afirmados) como un ítem
independiente en la clasificación general del corpus, corpus a entenderse entonces no más
como de trabajo sino como de referencia.

2. Propuestas para el estudio y debate sobre la tradición histórica de las literatu-


ras peruanas

En resumen, desde nuestro punto de vista, el polisistema de las producciones, di-


fus iones y recepciones literarias advertidas en la tradición histórica peruana será examina-

68 Por ejemp lo, al no haberse detemiinado la autoría precisa de los poemas caviedanos. cuando ha-
blamos de "estilos de autor" este "autor" es tanto individual como colectivo; cf. E. Bailón Aguirre.
Los corresponsales peruanos de Sor Juana y otras digresiones barrocas. México: UNAM , 2003 ,
pp. 209-247.
69 Puesto que el modo hermenéutico preside igualmente los recorridos de interpretación de nuestro
corpus de trabajo, éste conduce la perspectiva descriptiva fundamental a partir de la perspecti -
va genétifa. como veremos enseguida.
70 Es el caso de los poemas atribuidos a Caviedes que parodian lo que J. L. Rivarola (La formación
lingüística de Hispanoam érica. Lima: PUC. pp. 183-193) llama "lengua de indio", es decir. la
di g losia linguoliteraria andina; cf. R. Cerrón -P alomino (Castellano andino . Aspee /os
sociolingiiísticos, pedagógicos y gramaticales. Lima: PUC, 2003. pp. 83-106).

Nº 46, primer semestre de 2008 33


Estudios y Debates

do pancrónicamente (diacrónica y sincrónicamente) en dos dimensiones:


Textual : compuesta por los textos de cada etapa en la evolución literaria de las cua-
tro regiones hipotéticamente planteadas (1-11 ; A-B). Se trata de dar una visión cohe-
rente, cohesionada e integral de cada fenómeno literario examinando donde se pon-
drá los textos coetáneos en relación intertextual. Los discursos literarios de los tex-
tos-muestras serán analizados intratextualmente a fin de destacar en ellos sus pro-
piedades literarias singulares y aquellas que permitan ubicarlos pancrónicamente en
la evolución de la tradición histórico-literaria peruana, latinoamericana y mundial; y
Contextual: que comprende tanto un marco general de orden macro-hi stór ico como
los marcos micro-históricos atinentes, social y culturalmente delineados para cada
etapa estudiada. Dentro de esos marcos se describirá y explicará, de modo más pre-
ciso, las prácticas literarias correspondientes a las formaciones literarias vigentes en
cada período determinado, tanto en la larga como en la corta duración histórica. Allí
se estudiará los modos de emisión y recepción literarios propios de cada etapa o lap-
so de tiempo decidido por la tradición polihistórica peruana, destacando los valo-
res dominantes de la ideología que dictaminan los criterios políticos y estésicos acep-
tados en forma de movimientos literarios propios de las tradicion es orales y esc ri-
tas . Igualmente, y como reacción dialéctica fundamental en cada una de estas eta-
pas, se expondrá los valores utópicos o anti-institucionales propios de las literatu-
ras marginales y clandestinas así como las ósmosis extra-textuales.
A fin de relacionar las dimensiones descritas -textual y contextual- teniendo en cuen-
ta que en una sociedad multinacional (multiétnica), multilingüe y pluricultural no hay so lo
una macro-historia lineal -y menos si se trata de unificar la evo lución pancrónica de las
micro-historias de las etnias y comunidades peruanas- sino historias múltiples en cada zona
deslindada (por ejemplo, en la zona triglósica castellano-quechumara del sur del Perú) y,
además, diversas prácticas literarias al interior de ellas (por ejemplo, en esa misma zo na
surandina, la evo lución paralela y divergente, a la vez, de las Iiteraturas ancestrales, popu-
lares e institucionalizadas, tanto orales como escritas), deben considerarse como facto res
participativos los dos tipos de ideología que dirigen las prácticas literarias peruanas actuales:
la ideología "explícita" como superficie de la representación más o menos exacta de
las relaciones sociales, como legitimación de las relaciones de dominac ión, por ejem-
plo, las Instituciones que condicionan la actividad literaria (enseñanza escolar y uni-
versitaria, academia, premios, concursos, congresos, etc .) y
la ideología "implícita" como componente, en buena parte, del armazón interno de
las relaciones sociales, por ejemplo, entre muchos otros ideologemas, lo "decible"
(y lo "indecible"), lo "escribible" (y lo "inescribible"), lo "legible" (y lo "ileg ibl e") ,
en otras palabras, los valores ideológicos que obran -por fuera y más allá de las In s-
tituciones- en tanto en cuanto alienación generalizada: por ejemplo, los estereoti-
pos vigentes para la actividad literaria peruan a actual: "los profesores de literatura
son capaces de calificar el saber literario de los alumnos" 71 ; "los premios literarios

71 A pesar de que las obras de arte pluriculturales -y la s de literatura lo son - pertenezcan al orden de
la apreciación ora personal ora comunal.

34 Revista Andina
_ _ _ _ __ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

garantizan la calidad de la obra premiada" ; "los autores clásicos (que se estudian en


clase) y los incluidos en los programas de estudios, valen per se"; "el profesor y el
crítico de literatura, por el hecho de ser tales, son el referente decisorio legítimo del
saber literario" , etc .72
A partir de estos presupuestos, será preciso dilucidar por lo menos los siguientes
puntos teóricos y darles una respuesta práctica y operatoria:
(a) ciertos textos escritos u orales son considerados como soportes de "discursos lite-
rarios" no por los valores que tienen en sí mismos (su valor literario es , de hecho,
puramente imaginario) sino por presentar y/o representar valores literarios (estésicos,
pedagógicos, políticos, artísticos, etc .) para las prácticas literarias de determinada for-
mación social peruana ;
(b) al interior de cada tradición histórico-literaria peruana, los actos literarios solo co-
bran sentido dentro de la perspectiva del devenir tradicional transformador: un he-
cho literario (o contingencia irreductible) a registrar es siempre, funcionalmente , una
innovación y a la vez una recuperación de las manifestaciones literarias preceden-
tes ;
(c) el sistema de la hénada literaria global (o, hemos dicho, Gran Todo englobador de la
producción literaria) de la sociedad peruana, constituido por la producción de he-
chos literarios registrables en cada mónada étnica o comunal está, recordemos, en
equilibrio inestable -pancrónico- constante consigo mismo ;
(d) los correlatos internos u horizontales: la transformación o dinámica interna de las re-
laciones sociales tanto en los textos como en los contextos indicados ;
(e) los correlatos externos o verticales: los efectos o dinámica externa de las relacion es
sociales de producción dominantes en los contextos sobre las relaciones sociales de
producción en los textos ;
(f) los cambios sociales y la controversia ideológica en la tradición histórica dirigen los
cambios de la superestructura ideológica; por lo tanto, la compatibilidad o coheren-
cia entre las relaciones sociales de los textos escritos y orales y sus contextos ha-
cen posible la correlación en las diversas situaciones de producción: los modos o
contingencias de existencia en cada ocasión (fuente de dependencias, obligaciones,
explotaciones, alien ación política y cultural, etc.) condicionan los modos de pen sa-
miento e invención literaria, esto es, las funciones sociales jerarquizadas que hacen
que existan -en determinada zona y tiempo- tales prácticas literarias y no otras.

* * *
Frente a estos planteamientos sucintamente expuestos, las historias de la literatura
peruana actualmente en uso yerran ante todo por su agnosia radical sobre la naturaleza
multinacional (multiétnica), multilingüe y pluricultural de la sociedad peruana y, en ella, de

72 Estos sint'agmas parad ójicamente ideologizados son comparables con otras estereotipaciones muy
usuales en nuestro medio : "justicia militar", "comercio equitativo" , "moral ecl es iástica", "ej érci-
to de salvación" , "pundonor académico", "sendero lumin oso ", "mentira piadosa", "santa inqui si-
ción" , "ciudad de los reyes", "guerra preventiva", "academi a de la len gua", "casa de tolerancia".
"opus dei" . "arqueólogo huaquero". etc.

Nº 46 , primer semestre de 2008 35


Estudios y Debates

cada etapa de la evolución de las prácticas literarias en continua pugna y controversia di a-


léctico-dinámica. Al suprimir abiertamente nada menos que el devenir constitutivo de la tra-
dición histórica de las literaturas peruanas, para dicha "historia" la significación literari a
depende de las convenciones institucionales antes que de la instancia de enunciación en
sí de los textos literarios orales y escritos. Ella obedece a modos de informa~ión, de oculta-
ción y de tergiversación específicos estrechamente ligados a su acción tanto de placebo
autodidacto como de dominación intelectual universitaria y, por lo tanto, claustral.
Cabe referirse, además, a la evidencia paradójica por la cual el nacionalismo literario
es una de las convicciones literarias y políticas universalmente compartidas. Sin embargo,
en el Perú dicho nacionalismo es pensado contradictoriamente por sus adeptos como un a
particularidad inalienable e indefectible, única: la literatura peruana. Pero siendo nuestra
sociedad, se ha constatado mil y una veces, multinacion al (multiétnica), multilin güe y
pluricultural, es absurdo pretender sostener hoy esa monomanía que niega la naturale::.a
eminentemente plural de las literaturas peruanas y, con ello, la característica concurren-
te/controversia! de este fenómeno. En efecto, la descripción de los mecani smos de apari-
ción, afirmación y prolongación del lazo literaturas-naciones (etnias), es decir, la probl e-
mática de las naciones-etnias peruanas en su vertiente literaria exige, en la medida de lo po-
sible, cruzar las tradiciones históricas , los métodos de investigación y las teorías que per-
miten pensar ese lazo, a fin de esbozar un modelo condensador que determine cada espa-
cio-tiempo literario peruano (con sus "efectos objetivos") y el grado de autonomía del es-
pacio literario considerado, en otras pal abras, el lugar que ese espacio nacional-étnico ocupa
en el espacio literario integral de la República Peruana.
Antes que la reivindicación de las especificidades de cada una de nuestras tradici o-
nes literarias, lo que define de facto cada nacionalismo-etnicidad literario peruano es la forma
y la historia de la lucha dialéctico-concurrente que ese campo literario particular libra con
los otros. En esta vía el estudio de nuestros diversos nac ionalismos-etnicidades literari os
constituye un capítulo central en el conocimiento de las tradiciones histórico-literarias pe-
ruanas. Y en cuanto fenómeno cultural, el análisis y comprensión de los funcionamientos
de los espacios literarios peruanos no pueden ser aislados de sus contextos artísticos y so-
ciales de los cuales son solo una parte, aunque inalienable.
Por lo tanto, no es legítimo reducir este hecho altamente complejo a una sola dimen-
sión o a una causalidad simple. Las naciones peruanas y, correlativamente, sus nacion ali s-
mos-etnicidades literarios, no son ni iguales entre ellos ni simétricos; no tienen el mi smo
peso según las épocas ni el mismo sentido ni la mi sma forma ni la misma fuerza , pues difie-
ren notablemente según el lugar que ocupan. Así, el conocimiento de cada caso particular
implica su comprensión dentro de la globalidad de la producción literaria integral peruana .
En adelante las literaturas peruanas deberán ser abordadas como un hecho multinacional-
multiétnico solidario (donde se encarnan las tradiciones históricas particulares) y, a la vez,
como un hecho relacional conjunto e integrador donde se libran las controversias literarias
dialéctico-dinámicas entre ellas.

Enrique Bailón Aguirre


lnstitut Ferdimuul de Saussure - (Comité Scieutffique)
París-Ginebra
enrique. ba/1011-agu irre@a.rn. ed11

36 Revista Andin a
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Nº 46, primer semestre de 2008 39


Estudios y Debates

COMENTARIOS

Celi" Rubin" V"rg"s titución Literaria. Más allá de la adjetivación con


Pontificia Universid"d Católic" del Perú la que el autor caracteriza a los híticos "aerógra-
c"l"rco@1maut".rcp.net.pe fos" y sus trabajos "monográficos" y "autodidac-
tas", lo que les reclama es la ausencia de un ca-
rácter científico y ri guroso. la falta de defi nici ón
La conciencia de lo que significa el multilin- conceptual. la fa lta de un verdadero análisis inter-
güismo en el Perú, sus implicancias políticas. so- textual e intratextual y correlativamente su des-
ciales y educativas requieren -para no quedarse conocimiento y desdén por todo lo que proven-
en un mero discurso ideológico- del apoyo y la ga de nuestras lenguas ancestrales y de las distin-
solidez de una propuesta de trabajo como la que tas producciones colectivas etnopoéticas y na-
defiende en el presente artículo, el reconocido se- rrativas. En suma. les reclama la carencia de fun-
miótico peruano, Enrique Bailón Aguirre para el damentos epistemológicos, teóricos y metodoló-
estudio del fenómeno literario en nuestro país. gicos al abordar un realidad multilingüe y pluri-
Este muy rico y denso artículo tiene como cultural como la peruana.
precedentes varios estudios que desde la década Lo interesante en este art ícul o es que no sólo
de los ochenta viene trabajando Bailón Aguirre hay una crítica tirndamentada a dichas publicacio-
acerca de la etnoliteratura y literatura oral perua- nes sino que presenta una propuesta de trabajo
nas, la hi stori ografia de sociedades plurilingües, de gra n envergadura. La tesis central del artícul o
estudios de caso de motivos etnoliterar ios andi- propone las pautas sobre las que se debería fun-
nos y amazónicos, la producción narrativa perua- damentar. bajo una perspectiva científica. un es-
na, entre otros 1• La mayoría de esos estudios han tudio de la tradición histórica de las literaturas
logrado su articulac ión y sistematización en los peruanas. Por eso sigue un plan muy estructura-
dos volúmenes de su libro Tradición Oral Pe- do en su presentación: en primer lugar, estable-
ruana. Literaturas ancestrales y populares ce los rasgos caracterizadores de este objeto de
(2006). estudio plural que es el de las literaturas perua-
Este artículo se estructura en su parte inicial nas; luego, establece los fund amentos para su es-
en una marcada oposición entre dos objetos de tudio y fin almente señala las pautas de la orga-
estudio que se anclan en posiciones antagó nicas: nización textual y contextual de l corpus de estu-
la de "la" literatura peruana y la de las literatu- dio.
ras peruanas. ésta última defendida por el inves- Al definir el arte literario en el Perú como "ar-
tigador. El cambio del singular al plural tiene con- tes primarios en lengua" , y como "bienes de cu l-
secuencias considerables pues es en esta variación tura de una sociedad multinacio nal (multiétnica).
que se teje todo el desequi li brio de los tradicio- multilingüe y pluricultural" subraya uno de los
nales estudios literarios en el Perú. La conside- aspec tos más interesantes de su propuesta. I.:: 1
ración de ''la" literatura peruana tanto por la ll a- estudio de las tradiciones hi stóricas está pensa-
mada crítica literaria como por los responsables do no en los términos universalistas de la "litc-
de las distintas hi storias de "la" literatura perua- raridad" , noción adaptable a cualq uier época y
na es ásperamente criticada por E. Bailón por cultura sino que está planteado en fun ción a lo
haberse concentrado en la producción escrita en propiamente peruano. Esta co ncepc ión bu sca
lengua castellana y por centrarse en el estudio adecuarse a nuestra soc iedad pues tom a en cuen-
particular de los autores consagrados por la !ns- ta la pluralidad de los discursos orales y escritos.
las producc iones individuales y co lect ivas. la
realidad diglósica y triglósica de nuestras comu-
Sus estudios han sido publicados en revistas aca- nidades. las situaciones de conflicto lin güísti co e
démicas de prestigio como: Revista Andina, incluso la resistenc ia a la norma castella~ia que se
Amazonia Peruana. Hueso Húmero. Escritos, refleja en distintos textos que bajo otra perspec-
Mester. entre otras. tiva sería considerada como un anti va lor. En .:sta

40 Revista Andin a
_ _ _ _ _ _ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

caracterización resulta muy esclarecedor, como particularidades lingüísticas y culturales de cada


en otras oportunidades lo ha subrayado Bailón, comunidad, se puede emprender un estudio com-
el valor de lo estésico frente a lo estético. Lo es- parativo y cohesionado a pesar de la diferencia
tético como la preocupación por el "buen gusto" geográfica y temporal de los documentos (por ~jem-
y lo "bello" que impregna la crítica literaria pe- plo, los relatos etiológicos en los que aparece la
ruana, se contamina desde el momento en que se figura del "zorro" se encuentran no sólo en la rela-
toma como un único paradigma el canon literario ción colonial quechua de Huarochirí, sino también
en lengua castellana. En cambio, lo estésico (Fon- en los relatos populares del sur andino (Morote
tanille, Rastier) sirve para subrayar lo inteligible Best), de una comunidad cuzqueña (ltier) y de los
de nuestras sensaciones, lo perceptivo y lo emo- distritos del Valle del Colea (Valderrama y Esca-
tivo que se manifiesta en los textos literarios y lante). Asimismo, estudiar las variantes de un re-
que es valorizado socialmente2 . La caracterización lato como "La leyenda de los siete cabritos" (Gar-
de los textos de las literaturas peruanas se com- cía) del universo mítico contemporáneo de los
pleta con la valoración que el público oyente o shipibo-conibo para establecer su estructura na-
lector le da a los textos y todo el circuito que su- rrativa y su densidad semántica permite estable-
pone la producción, difusión y recepción en cada cer nexos con otros universos discursivos de la
comunidad peruana. Aunque no lo menciona en amazonía peruana.
este artículo, E. Bailón ha propuesto al respecto Con relación a la propuesta de formar un
un cuadro sumamente didáctico que esclarece las equipo interdisciplinario que asuma el proyecto
relaciones de producción y legitimación de los de estudio y de escritura de una -otras se pueden
textos usando las nociones sociológicas del endo- prever en el futuro- historia de las literaturas pe-
grupo y el exogrupo 3 . ruanas, es sin duda una tarea que no puede echar-
Bailón tiene la virtud de delimitar los territo- se al hombro de un solo investigador. Sin embar-
rios en los que hay mucho por estudiar como el de go, considero que un equipo constituido por hi s-
las "estructuras significativas" tanto de la tradi- toriadores. lingüistas, semióticos. sociólogos y
ción histórica literaria escrita como de la tradición antropólogos no debería excluir a los literatos de
histórica literaria oral, en la que subraya particu- formación. Pienso en mis colegas de la universi-
larmente "la evolución de los motivos en relación dad, en particular, los que siendo especialistas en
a sus actualizaciones en los motifemas temporal un ámbito literario particular (por ejemplo en li-
y espacialmente considerados". Habiendo perso- teratura colonial peruana o en el teatro colonial o
nalmente estudiado el motivo de la "petrificación" en literatura comparada) tienen una sólida forma-
en el Manuscrito de Huarochirí para mi tesis doc- ción teórica, manejan modelos de análisis textual
toral, he comprobado lo provechoso que resulta tanto a nivel intratextual (aunque no utilicen ne-
abordar otros universos discursivos de las litera- cesariamente los conceptos y herramientas de la
turas peruanas a la luz del estudio de la recurren- semiótica discursiva (Greimas, Courtés) y la se-
cia de motivos y variantes de cuentos tipos. En el miótica interpretativa (Rastier), como intertextual
Seminario de tradición oral peruana que tengo a (Genette, Bajtin). Incluir y no excluir a los que
mi cargo. hemos podido trabajar con los estudian- tenemos la responsabilidad de hablar de literatu-
tes la recurrencia de motivos y variantes en las ra en los claustros universitarios, es necesario
distintas recopilaciones de tradición oral contem- para que los cambios se logren de manera progre-
poránea. Teniendo en cuenta que "cada texto lite- siva e integral.
rario es sólo homologable en la logósfera o siste- Uno de los aportes más significativos de esta
ma de valores que regulan, controlan y sancionan propuesta de trabajo radien no sólo en la defini-
la mentalidad del grupo social para el que dicho ción conceptual previa al trabajo de campo sino
texto es plenamente inteligible" y partiendo de las en la construcción de un modelo que sirva de base
para explicar la relación entre lo histórico y lo li-
terario, entre la determinación de los aconteci-
2 Sobre la relación entre lo sensible y las valora- mientos históricos significativos y la producción.
ciones colectivas se puede consultar Landowski difusión y recepción de los actos literarios. Por
( 1999). ello, el esquema que recoge la "Tradición pluricul-
3 Bailón (2006, 93-94 ). turnl peruana" no sólo explica los mecanismo s

Nº 46, primer semestre de 2008 41


Estudios y Debates

de ida y de venida en el quehacer deductivo e in- futuro la reproducción una y otra vez de histo-
ductivo de todo aquel que trabaja con textos (sean rias de la literatura peruana como las ya existen-
orales o escritos) sino que además sitúa con cla- tes que son un obstáculo para el avance en el es-
ridad la relación de los conceptos de tal modo que tudio científico de lo múltiple y plural del fenó-
lo "pluricultural" se establece como una correla- meno literario en el Perú. 1
ción entre lo que depende de lo histórico (lo "mul- Más allá de la viabilidad de un proyec to
tinacional" y lo "multiétnico") y lo que depende como éste que implicaría el consenso y el com -
de lo literario (lo "multilingüe"). promiso de distintas instituciones particulanncn-
En el centro del proyecto de E. Bailón está te comprometidas con el vínculo entre la inves-
lo que ha preocupado a la semiótica discursiva: tigación y el desarrollo integral del país. su im ple-
el estudio del texto como "elemento constitutivo mentación y culminación serían en primer lugar
del corpus" . Por ello no nos preguntamos por lo una contribución científica de ri go r que acarrea-
que quiso decir el autor sino por lo que efectiva- ría una revolución en la enseñanza universitaria de
mente dice el texto. De ahí que su construcción lo literario peruano. Además podría contribui r a
y su estudio en distintos niveles de generación que seamos más conscientes dt: la necesidad de
discursiva sean necesarios. La constitución del aprender una lengua andina o amazónica, a escu-
"gran corpus de referencia Iiterario peruano", nos charnos más, a leernos más, a conocernos más. en
ayudaría a determinar los rasgos caracterizadores suma. a vivir mejor nuestra pluriculturalid ad y
en las tradiciones orales (el universo mítico-sim- que nuestras diferencias no signifiq uen barreras
bólico gracias al estudio semántico de motivos y mientras estemos dispuestos a cruzar, de ida y de
motifemas) y en la tradición escrita (el estudio vuelta, los puentes de las lenguas y las cu lturas
semántico de las isotopías en lo estilístico. lo re- peruanas.
tórico, etc). De este modo, el análisis intratextual
e intertextua se complementan y permiten des- BIBLIOGRAFÍA
cribir y explicar los dos paralelismos propuestos
con el correspondiente universo socio-hi stórico, BALLÓN AGUIRRE. Enrique
es decir, lograr de este modo dar el salto a lo ex- 2006 Tradición Oral Peruana. Literaturas An-
tratextual. cestrales y Populares. Vol. 1 y 2. Lima :
Completa la propuesta un modelo que per- Fondo Editorial PUC P.
mitiría jerarquizar los textos según su modo de
generación genético, mimético y hermenéutico. MANNH EIM. Bruce
Con ello la descripción lograría abarcar otros as- 1999 "Hacia una mitografía andina".Tradición
pectos de la vida de un texto literario: su génesis oral andina y amazónica. Métodos de
(muy distinta según se trate de la tradición oral análisis e interpretac ión de textos. Com-
o la escrita). su relación referencial y la interpre- pil ador. Juan Carlos Godt:n zz i. Cuzco:
tación de sus enunciados según se trate de una CERA Bartolomé de las Casas/Programa
manifestación idiolectal, sociolectal o dialectal. Al de formación en Educación lntercultural
respecto. sería muy ilustrativo saber según lo Bilingüe para los Países Andinos. pp. 47-
propuesto por Bailón, cómo es que se delimita- 80.
rían y se estudiarían estos tres modos de genera-
ción textual en el caso de la "narrativa conversa- LANDOWSKL Erick
cional" de la que habla Bruce Mannheim 4 . 1999 "Diana: in vivo". En Osear Quezada (Edi-
No tener en cuenta una propuesta tan seria tor) Fronteras de la semiótica. Lima: Uni-
y rigurosa como la de E. Bailón aca rreará en el versidad de Lima/FCE. pp. 237-256.

4 Mannheím señala que "La estructura conversa-


cional y coparticipatíva de la narrativa del que-
cima sureño forma parte de un patrón más ge-
neral en el uso del lenguaje en las comunidades
quechuas sureñas" (50)

42 Revista Andin a
_ _ _ _ _ _ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

ción genera en la comunicación cotidiana y lite-


Eduardo Hopkins Rodríguez raria. Es una forma de legitimar artísticamente las
Pontificia Universidad Católica del Perú diferencias y peculiaridades estilísticas y lingüís-
ehopkin@pucp.edu.pe ticas en el horizonte de expresión de las obras Ii-
terarías peruanas. Las relaciones entre la literatura
Ha habido en la crítica peruana desde el siglo oral y la escrita incluyen apropiaciones, rechazos.
XIX al presente diversas maneras de afrontar el incorporaciones, negociaciones, etc., cuya histo-
tema de la historia literaria peruana. Algunos pun- ria requiere ser examinada. Para comprender esta
tos de vista excluían el pasado indígena y colonial problemática, basta tomar nota del aspecto de l
de la historia literaria peruana. Situación superada lenguaje en un texto peruano literario oral o es-
actualmente al asumir el proceso histórico en con- crito, territorio de contactos lingüísticos múlti-
junto. Durante el siglo XX, el pasado prehispáni- ples, de respeto o menosprecio por las peculia-
co suele estar presente en las historias literarias, ridades locales del habla.
aunque aceptado como una entidad poco accesible. El autor señala como uno de sus principios
Por su parte, el universo literario indígena contem- la necesidad de reconocer la coexistencia de las
poráneo apenas se encuentra aludido por los his- tradiciones literarias oral y escrita y la valoración
toriadores de la literatura. Obviamente, porrazo- equitativa de ambas. En consecuencia, no acepta
nes de acceso al material, por limitaciones lingüís- la definición generalizadora y unificadora que su-
ticas, por prejuicios raciales, por el centralismo pone la denominación de "literatura peruana"
político, por el interés ideológico y pragmático para este conjunto y propone el cambio al plu-
para definir una nación mestiza hispanohablante, ral "literaturas peruanas". Estas serían aquellas
el espacio de estudio predominante en las historias "producidas, difundidas y recepcionadas en la
de la literatura peruana era el de la literatura en len- sociedad multinacional (multiétnica), multilingüe
gua castel lana, con la consecuente visión urbana y y pluricultural peruana".
limeña de esta literatura. No obstante, desde la So- Desde este punto de partida, se propone, en
ciedad de Amantes del País hasta José Carlos Ma- primer lugar, una descripción del "sistema litera-
riátegui y sus seguidores, siempre estuvo presen- rio" peruano que permita establecer correlaciones
te el tema indígena como motivo de preocupación entre la sociedad y los textos orales y escritos que
en tomo a la tradición literaria peruana, aunque era aquella produce y consume. Más específicamen-
una preocupación que no encontraba una solución te, entre las operaciones a llevar a cabo en dicho
pertinente. proyecto se incluye la retrospección, correlación
Los intentos de sistematización histórica de y proyección de los textos literarios en el proceso
la literatura peruana pasaron por perspectivas de producción, difusión y recepción en la histo-
basadas en el positivismo, el "método" de las ge- ria de cada grupo social y en la historia general
neraciones, el historicismo, el marxismo, etc. del país. Si bien el autor insiste en el rango plu-
Desde la historia social y con resultados disími- ral de esta historia, reconoce que todo el conjun-
les, Alejandro Losada y Antonio Cornejo plan- to debe converger en una visión histórica integral
tearon la necesidad de utilizar el principio de sis- en la que se vincule los "acontecimientos socio-
tematicidad en el estudio de los diversos y con- históricos" y los "actos literarios".
tradictorios conjuntos literarios peruanos con el Para este proyecto es importante examinar
objetivo de incorporarlos en una totalidad que las influencias entre las tradiciones oral y escri-
permitiera comprender su articulación, establecer ta. El estudio de la tradición oral estará concen-
clasificaciones, precisar su posición respecto a la trado en la descripción de los "sistemas textua-
sociedad. les migratorios de variantes y motivos". En cuan-
En su "Esbozo general para el estudio de la to a la tradición escrita, importan "los sistemas
tradición histórica de las Iiteraturas peruanas", textuales migratorios" de estilos, formas y con-
Enrique Bailón utiliza el concepto de polisistemas venciones. Si la sociedad peruana produce "una
y asume la conformación del país como entidad gama de literaturas", la historia que se encargue
cultural, étnica y lingüística múltiple. Asume de su estudio deberá cumplir los objetivos de
como urgente comprender la diversidad lingüística descripción y explicación de su constitución y
y las relaciones de interinfluencia que esta situa- funcionamiento evolutivo.

Nº 46, primer semestre de 2008 43


Estudios y Debates

Consecuencia de la elaboración de esta nue- genética (pretextos, antetextos, prototexto o tex-


va historia de "las literaturas peruanas" será la to tutor, textos colacionados, postextos), henne-
determinación de la tradición literaria peruana néutica (significación). Las perspectivas genética
como un conjunto de "prácticas sociales discur- y mimética dan lugar al contexto de la perspec-
sivas significantes, específicas y concretas". tiva hermertéutica. Las tres perspectivas se harán
Reconociendo la relativa autonomía de cada cargo de los procesos lingüísticos ( diglosias, tri-
sistema literario, Bailón plantea una organización glosias), niveles discursivos dialectales. sociolec-
en poli sistemas b~jo los principios de complemen- tales e idiolectales. Asimismo, será necesario ob-
tariedad, reciprocidad, homología, conexión, sepa- servar los aspectos multiculturales. los ejes ideo-
ración, inconciliabilidad, coexistencia, paralelismo, lógicos explícitos (representación. legitimación de
dominación, subordinación. Las vinculaciones relaciones sociales) e implícitos (factores alienan-
entre estos sistemas ponen en práctica un princi- tes genera li zados). Bajo estas cond iciones. se
pio fundamental basado en la condición multilin- podrá describir, interpretar, clasificar los textos
güe de la sociedad peruana: el principio de traduc- materia de estudio.
ción. Todos estos principios contribuyen a la de- En el equipo interdisciplinario que se encar-
limitación de cada sistema individual, al mismo garía de realizar esta investigación se incluye a
tiempo que at ienden a la totalidad. Nos hallamos científicos sociales, historiadores, lingüistas. se-
ante una interrelación que tendría una "función mióticos. antropólogos. Curiosamente, no se
constitutiva", que permitiría comprender la orga- menciona a los expertos en literatura. es decir. a
nización y el comportamiento de estas literaturas los críticos literarios. La investigación literaria es
en sus vectores de orden, desorden y entropía. una especialidad rica y compleja, con tradiciones
Una vez recopilado el corpus literario perua- efectivas y dinámicas. Sabemos que quienes no
no, que es el objeto de estudio del proyecto de son especialistas en literatura tienden a asum ir los
la historia de las literaturas peruanas. Bailón in- textos literarios como documentos sociales o bio-
dica que se podrá responder a las siguientes pre- gráficos, ignorando sus condiciones específicas
guntas: "¿qué dice el texto literario en estudio?, como textos ficcionales. con lo cual generan con-
¿cómo está hecho?, ¿de qué formación social pro- fusiones y lecturas absurdas.
viene?, ¿cuáles son sus conexiones, sus ataduras Por otro lado, se requiere que los textos Iite-
discursivas, [ ... ] su territorio intra-, inter-, extra- rarios no sean considerados como totalmente de-
textual?, ¿qué textos literarios alógenos han par- pendientes de circunstancias hi stóricas. En lite-
ticipado en él, qué corrientes literarias extranje- ratura no todo puede ser explicado por correla-
ras lo afectan de algún modo, qué temas y moti- ciones históricas o sociales. El azar. la casualidad.
vos universales lo informan?, ¿a qué valores ideo- el error, lo irracional. tienen también una enorme
lógicos se adhiere?". participación en los fenómeno s literarios. De
De esta manera, la tradición literaria será un acuerdo a las preocupaciones contemporáneas.
factor de referencia al que se aplicará principios igualmente relevante es la observación de los va-
de contraste internos y externos dentro del sis- lores, de las subjetividades no so lamente colecti-
tema literario y en relación con acontecimientos vas, sino también individuales en los textos lite-
sociales e históricos, tomando en cuenta el cam- rarios de cualquier procedenci a y condición .
po de difusión y recepción, persistencia en e l La noción de modelo que utili za el autor con-
tiempo, desfases temporales, relaciones con nor- serva una cierta dependenci a de la teoría vigente
mas literarias vigentes. en los años 60-70, cuya operatividad se basa ba
La investigación persigue "hacer correspon- en la posibilidad de una investigación deductiva
der y aclarar mutuamente actos de orden litera- y totalizante, sustentada en hipótes is limi tadas.
rio oral o escrito y acontecimientos históricos de orientadas hacia la confirmación del modelo teó-
orden ideológico [ ... ], político, institucional [ ... ], rico en el fenómeno empírico. En la investigac ión
ocurridos en las formaciones socio culturales actual el concepto de modelo tiene un campo de
concernidas". Para esto, el análisis abarcará obje- aplicación flexible, sus frontera s son borrosas, no
tivos paradigmáticos (de corta duración) y sintag- pretende ser totalizante ni único y está obligado
máticos (de larga duración), de acuerdo con tres a aceptar múltiples posiciones ante la complej i-
perspectivas: mimética (efectos referenciales), dad de la realidad. Algo semejante ocurre con e l

44 Revista Andina
_ _ _ _ _ _ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

concepto rígido de método, que puede resultar Lo obvio y lo obtuso. 1 A propósito de un


útil en ciertos contextos, pero cuya intervención artículo de Enrique Ballón Aguirre
en literatura ha sido abandonada por limitante e
inadecuada. Los textos literarios requieren para Carme/a Zanel/i
su estudio de una gran amplitud de criterio, sen- Pontificia Universidad Católica del Perú
tido de adaptación y creatividad. Los patrones czanelli@pucp.edu.pe
metodológicos rígidos han quedado reducidos en
su utilización a los aspectos menos relevantes de En este sesudo trabajo de Enrique Bailón, el
la obra literaria. autor pretende establecer "los fundamentos cog-
El axioma que asume como necesaria la inter- nitivos que permiten redactar disciplinariamente
dependencia de los sistemas de las literaturas pe- la tradición histórica de las Iiteraturas peruanas"
ruanas requiere ser regulado aceptando que las (1 ). Esta tarea necesaria, se vuelve apremiante-
relaciones entre sistemas pueden darse o no y señala el autor-debido a la postergación sistemá-
que es posible la plena autonomía en algunos ca- tica de otras literaturas, que no sean la variante
sos. Por ejemplo, es claro que el sistema de la tra- castellana, desconociéndose así la naturaleza de
dición oral no siempre se vincula con el sistema una sociedad, que es necesario advertir y aceptar,
de la tradición escrita o viceversa. de una vez por todas, como multinacional (mu l-
En cuanto al estudio de cada sistema y del tiétnica), multilingüe y pluricultural.
conjunto de sistemas sería pertinente observar si El artículo que comento consta de tres par-
actúan relaciones jerárquicas internas y externas, tes y objetivos: alcanzar una definición comple-
así como las categorías de lo culto y popular, al- ta y viable de lo que se entiende por literaturas
teridad, pluriculturalidad, entre otros elementos peruanas (siendo el plural, e lemento clave de tal
que la crítica ha detectado en varias de nuestras definición). Este propósito es alcanzado parcial-
tradiciones.
Finalmente, si la crítica y la teoría de la lite-
ratura poseen su propia historia, deben ser tam- Me refiero a L'obvie et l'obtus, co lección de
bién parte del objeto de investigación de las lite- ensayos críticos ~e Roland Barthes, publicados
raturas peruanas. en 1982 (París: Editions du Seu il, 1982). Reto-
Actualmente, la teoría literaria asume plena- mo del título de la obra de Barthes el sentido
mente la producción de las vertientes orales y cotidiano de ambos tém1inos, lo obvio, es de-
escritas, así como sus respectivas conexiones. cir, entendido como evidente y verdadero y lo
Tratándose del Perú, se reclama una mayor deci- obtuso, en el alcance, por lo contrario, de inin-
sión en el manejo y desarrollo de estos concep- teligible y abstruso. No obstante, en dicha obra.
tos. El esbozo general que propone Enrique Ba- Barthes distingue precisamente tres niveles de
ilón es una toma de posición radical al respecto, sentido: el primero, un nivel informativo, co-
y ha sido elaborado procurando establecer con rrespondiente a la comunicación. Un nivel
rigor los criterios a seguir respecto a la conside- simbólico o de la significación sería el segun-
ración del corpus literario peruano oral y escrito do. Pero, hay un tercer nivel, más difícil de
como objeto de estudio histórico, así como en lo nombrar, aquel de la signi fiance, o 'significan-
concerniente a los métodos que corresponden a cia' (como aparece traducido en la versión es-
tal investigación. pañola). Para Roland Barthes, el sentido sim-
bólico es intencional y se impone al receptor
Todo proyecto tiene propósitos que están
del mensaje, es un sentido que "va delante de
fuera de sus límites específicos de acción produc- mí [en tanto receptor]" y que el semiótico
tiva. Lo que está más allá del programa de Enri- francés define como el sentido obvio; en cam-
que Bailón y que, al mismo tiempo, es su sopor- bio, ese tercer nivel de sentido, aquel que vie-
te, radica en la certidumbre de que es indispen- ne aiiadido como un suplemento que el intelec-
sable la aceptaciqn de nuestra riqueza multicul- to no capta del todo, sería el sentido obtuso. Si
tural para construir, dentro de la diversidad, cir- nos atenemos a lo planteado por Barthes, qui-
cuitos de comunicación y comprensión mutuas, zá sea más por desconocimiento mío que aque-
típicos de lo que podríamos llamar una sociedad llos conceptos que llamo obtusos en el trab~jo
civilizada. de Bailón no los capte del todo.

Nº 46, primer semestre de 2008 45


Estudios y Debates

mente, debido, creo, al abuso de una terminolo- que ahora comento. Pero, y esta es la parte ob-
gía que dificulta la comprensión de los aportes del via del artículo, parte con la cual no puedo s ino
autor. En segundo lugar, se trata de plantear pre- estar de acuerdo con lo señalado por Enrique Ba-
supuestos básicos para el estudio diacrónico his- ilón. También es, además de obvio, necesario y
tórico de las tradiciones literarias peruanas, as- verdadero, entender y admitir1 que la sociedad
pecto que me apela por dedicarme al estudio de peruana "no produce, difunde y recepciona en
la producción textual del periodo colonial. Final- monobloque una sola literatura castellana sino una
mente, se propone una organización textual y gama de literaturas" (7), dada la realidad pluricul-
contextual del corpus de trab~jo, conducente a una tural y plurilingüe de nuestra sociedad. Esa es la
interpretación de las tradiciones literarias perua- realidad cultural de nuestro país y de todas sus
nas. Me concentro en el comentario de las dos distintas manifestaciones culturales, incluida la
primeras partes ya que no tengo objeciones al literaria. El desconocimiento sistemático de bue-
conjunto de esclarecedores esquemas y cuadros na parte de dichas manifestaciones. por no estar
de ia última parte. escritas (el caso de la literatura oral) o ser trans-
Comparto el reclamo del lingüista Bailón por mitidas en otras variantes lingüísticas, distintas
incidir en que, a pesar de la hegemonía de una na- del castellano (en alguna lengua ancestral como el
ción, no debe, ni, en verdad, puede haber una sola quechua. aimara o alguna de las más de 40 varian-
literatura debido a la diversidad linguocultural que tes lingüísticas pertenecientes a las 12 familias de
se constituye ( o debería constituirse) en rasgo lenguas de la Amazonía), o del castellano coste-
identitario de lo peruano. Por ello, Bailón denun- ño, en su variante limeña las más de las veces
cia un monopolio en la escena literaria, de "auto- (consideremos, por ejemplo, las importantes y
res individuales de literatura escrita en lengua muy difundidas variantes del castellano andino o
castellana" y que luego son organizados "en pe- el de la selva), revelan muchas veces la ignoran-
ríodos y generaciones, todo según criterios arbi- cia del crítico o estudioso de la literatura perua-
trarios-ideológicos-para cada caso" (3). Peor aún- na o un determinado sesgo ideológico. El estado
en base, no al análisis integral de estos textos ele- de la cuestión-trazado por el autor-es. por cier-
gidos sino sobre la base de "trozos selectos". que to, bastante pes imista, pero muy acertado en lí-
se interpretan y reinterpretan ad libitum, se ob- neas generales.
tiene-en palabras del autor-"una visión sumamen- Ahora bien, al momento de ir cerrando la pri-
te incoherente de la <<historia>> de la produc- mera parte del artículo y de buscar obtener una
ción literaria castellana global" (3), donde no se definición completa y viable de la locución de li-
encuentran "hilos de inteligibilidad a seguir de un teraturas peruanas, se advierte que dicha concep-
periodo a otro o de una generación a otra" (3). ción del objeto-ha de ser "adecuada a esta nu es-
Predomina la monografia como el género crítico tra sociedad ... elaborada inductivo-deductiva-
más usado, hecho que va de la mano con un mar- mente a partir de múltiples soportes materiales
cado centralismo autorial y el estudio, por tanto, (los textos) y teniendo en cuenta tanto sus evo-
só lo de los textos literarios, sin adoptar, como luciones genéticas como conceptuales tradiciona-
recomienda el autor, no solo una nueva metodo- les" (5). Pero. reproduzco completa la definición
logía de estudio y análisis más objetivos. sino los propuesta. Así, segú n Ba ilón. literaturas perua-
presupuestos de la semiótica, marco teórico en el nas es:
cual se inscribe y apoya la propuesta del autor.
En tal sentido, se puede apreciar a lo largo de todo un sintagma nominal que designa e l arte del
el trabajo no solo una aplicación rigurosa de tal lengu~je practicado en la multinacional (mul-
modelo sino el profundo conocimiento del autor, tiétnica), multilingüe y pluricultural sociedad
tanto del modelo empleado como de las distintas peruana y, a partir de él, la asignación a cier-
vertientes de la literatura peruana (la tradición tos discursos colectivos o individuales, ora-
oral y la escrita y sus manifestaciones en las dis- les o escritos, del macrova lor soc ioideológi-
tintas lenguas ancestrales peruanas). Se trata, en- co de (re)presentación de orden estés ico-
tonces, de recuperar y reivindicar las literaturas .nflru; del [lo s] inform a nte[s ] y del[o s J
peruanas (en plural), verdadero propósito de al escritor[es]-, organizado en elocuciones emo-
menos la primera de las tres partes del trabajo tivamente valorizadas (discursos sobre lo

46 Revista Andina
______ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

sensible al actuali zar lo sensible mismo) lue- autores dentro de una categoría textual original (la
go de un proceso de legitimación social y ac- crónica, la relación, el comentario filológico, el
tualizadas en serires linguales monoglósicas, discurso neoplatónico) cuya pertinencia a l cam-
diglósicas o triglósicas, consideradas estas úl- po li terario, histórico, filosófico, etc . ha variado
timas-en tanto producción-como trabajo con el transcurrir de los siglos (sobre todo debi-
enuncivo y enunciativo de orden semántico do a los intereses independentistas de l siglo XIX
aferente (o connotativo) dirigido a un públi- por buscar raíces nacionales y eventualmente "in-
co- mx6oc; del[os] oyente[s] y del[os] ventarlas") que han convertido a esos mismos tex-
lector[es]-mediante actos de difusión y recep- tos en los textos fundadores de las di stintas tra-
ción consensualmente admitidos por cada co- diciones literarias nacionales de Hispanoamérica.
munidad. (6-7) Así, los Comentarios reales se convierten en el
texto fundador de las letras peruanas y su autor
La definición debía ser "del modo más sim- en e l "primer mestizo" o "primer peruano" , de
ple y por enumeración de rasgos caracterizado- acuerdo más a un proceso de mitificación del per-
res" , pero tras leerla con atención y citarla en ex- sonaje que no a un entendimiento pleno de la en-
tenso, termina resultando farragosa y dificil de vergadura de la obra del cronista cuzqueño. En
comprender. Entramos, lamentablemente, a lo suma, sostiene Zamora, es necesario reconocer
obtuso del artícu lo. Enrique Bailón confunde a sus que considerar buena parte del corpus de textos
lectores y pierde lo ganado cuando paradójica- coloniales como literatura del periodo colonial es
mente intenta delimitar con precisión de cirujano una decisión, hasta cierto punto, arbitraria, ejer-
los alcances de lo que se debe comprender bajo cida por una comunidad de lectores. Zamora su-
el rótulo de literaturas peruanas, cuando ya ha- giere, entonces, una estrategia crítica bipartita, es
bía establecido con fuerza suficiente la necesidad decir, que sitúe el texto estudi ado dentro de su
de acabar con los terribles prejuicios que domi- contexto socio-cu ltu ra l original y que tambi én
nan-a su parecer-el quehacer intelectual del inves- ilumine el contexto que ha determinado su clasi-
tigador de la literatura peruana, dentro y fuera del ficación como "literatura colonial" para revelar las
país. distintas lecturas e interpretaciones que dicho
Ateniéndome ahora al segundo objetivo, es texto ha sufrido a través del tiempo.
decir, el propósito de alcanzar una caracteriza- Finalmente, y a modo de apretada conclu-
ción histórica de las tradiciones literarias perua- sión, creo que es importante-como señala Ballón-
nas, reconozco que no basta-como advierte opor- "disolver los preconceptos, los prejuicios ideoló-
tunamente Enrique Ballón--el establecimiento de gicos y las operaciones intelectuales puestas en
"coincidencias y colaciones analógicas entre los práctica en la redacción de la historia de <<la>>
periodos de las expresiones lite rarias escritas con literatura peruana" ( 1O, nota 25), cosa que lamen-
los períodos históricos de la historia oficial (por tablemente no hace nuestro autor al menos al en-
ejemplo, periodo colonial a literatura colonial ; carar el llamado periodo colonial. Es cierto que la
periodo de la independencia a literatura indepen- introducción de la escritura no determinó la apa-
dentista, etc.)" ( 18), aunque e l autor reconoce rición de la literatura en los Andes y en la Ama-
que "para la periodización de la tradición litera- zonia y que las literaturas andinas y amazón icas
ria escrita no está prohibido ... partir, en tanto ya preexistían en sus tradiciones orales, pero con-
en cuanto hipótesis, de las divisiones de la his- vendría realizar un acopio de los materiales te x-
toria oficial" ( 12). Ahora bien, lo problemático de tuales producidos en las lenguas indígenas durante
un rótulo como el de literatura colonial peruana- la época colonial como hace James Lockhart para
por poner un ejemplo-reside en que muchas ve- Mesoamérica, especialmente en la zona nahua,
ces incorporamos automáticamente dentro de los
corpus de la(s) literatura(s) peruana(s) produc-
ciones textuales producidas en la colonia o inclu- 2 Me refiero al iluminador artícu lo de Margarita
so durante el lncaho, cuando en sentido estricto Zamora. "Historicity and Literariness : Proble-
el Perú no existía aún. Creo, además, y como acla- ms in the Literary Criticism of Spanish Ame-
ra Margarita Zamora,2 que los textos producidos rican Colonial Texts." Modem Language No-
en el periodo colonial fueron concebidos por sus tes 102.2 (marzo 1987): 334-346.

Nº 46, primer semestre de 2008 47


Estudios y Debates

quien demuestra no solo la existencia de una tra- tradiciones lingüísticas ancestrales realizado pcir
dición escrituraría en dicha lengua, paralela a la el brillante trabajo de especialistas como Roclol-
castellana en The Nahuas after the Conquest, sino fo Cerrón Palomino y el propio Enrique Bailón
la utilización aprovechada de toda estrategia que Aguirre, pero que aún falta integrar a los esfuer-
fuera útil. 3 Ahora bien, en el caso de las lenguas zos hecho s por historiadores y literatos para
andinas, al carecer de un soporte escrito con e l construir un panorama más comp leto de cómo se
que sí contaban el nahua y el maya, estas lenguas generaba la producción textual de los grupos in-
fueron más rápidamente invadidas por el impac- dígenas y mestizos durante la colonia y cuáles las
to de la lengua europea. 4 Por ello, un documento coordenadas históricas, textuales y filosófic as en
como el Manuscrito de Huarochirí, de principios la que se inscribían dichos textos.
del siglo XVII, muestra una penetración más Por otro lado, percibo, en el valioso trabajo
fuerte del español en la mayor cantidad de hispa- que comento, una mirada esquemática y prejui-
nismos que documentos nahuas muy posterio- ciada del periodo co lonial en quien encaminó mi s
res.5 Un trabajo semejante está aún por realizar- primeros pasos por la investigación literaria y
se para la zona andina, a pesar del valiosísimo quien me permitió descubrir e l mundo andino. la
trabajo de estudio y recuperación de las distintas época colonial y sus comp lejidades. 6 Porque
creo-y por ello, sigo abocada a l estudio de dicho
periodo con espec ia l interés en la crónica mesti-
za e indígena-que desentrañar la producción tex-
3 Me refiero al monumental trabajo del historia- tual en dicho periodo es crucial para entender la
dor norteamericano James Lockhart. The Na- lucha que significó la supervivencia y persiste n-
huas after the Conquest. A Social and Cultural cia ele modos originarios de las tradiciones pre-
History of the Indians of Central Mexico, Six- hispánicas a los que se superponen y conviven
teenth through Eighteenth Centuries (Stanford:
modos europeos y crio ll os que nos permitan en-
Stanford University Press, 1992), donde se de-
muestra, a partir del análisis de documentación
mundana producida por ellos en su propia len-
gua (el náhuatl), es decir, testamentos. compra- 6 Agradezco la paciencia y estímu lo del proteso r
ventas, matrimonios, juicios, etc., que las co- Enrique Bailón, quien fue asesor de mi tes is de
munidades indígenas absorbieron todo aquello Bachillerato entre 1988 y 1989, en un anúli-
que les fue útil y que fueron capaces de mante- sis semiótico del Manuscrito de Huarochirí, que
ner mucho más de su identidad anterior a la intentaba desentraiiar la naturaleza del relato
conquista de lo que se había creído hasta ahora. en función al papel del héroe c ivili zador y
4 Me refiero a los códices y a la escritura que na- "único padre" (huc yayayuc) , el huaca Pariaca-
huas y mayas practicaban y que aseguraron una ca en "El ciclo mítico de Pariacaca. Análisis en
rápida transición y la adopción del sistema de lingüística del discurso" (Memoria de Bachi ll e-
escritura europeo, mientras que las naciones an- rato. Facultad de Letras y Ciencias Humanas ele
dinas carecían de un instrumento equiva lente, la Pontificia Universidad Católica del Perú.
considerando incluso los quipus, que cronistas 1989), trabajo que obtuvo el premio de Con-
como el Inca Garcilaso, sindica no sólo como cytec a la mejor tesis de pregrado de ese ai1 o.
un sistema contable, sino como un medio "es- Gracias a este trab~jo. descubrí un texto valio-
crito" para registrar e l pasado. Entonces, como sísimo, único documento quechua del s ig lo
aclara Lockhart, "los Nahuas, como los otros XVII en su género, el Manuscrito es una reco-
pueblos mesoamericanos y más que los andinos pilación de tradiciones y mitos de la sien·a cen-
que desconocían el papel, estuvieron listos para tral andina que es resultado directo del vio len-
intentar escribir en e l nuevo estilo y apropiarse to proceso de extirpación de idolatrías. donde.
del importante papel jugado en el sistema espa- si bien se destruyeron costumbres, creencias y
ñol de los notarios y letrados" (The Nahuas 326; objetos rituales, paradójicamente se propició la
mi traducción del inglés). recolección de testimonios como este qu e se
5 Esto lo explica de manera clara James Lockhart constituye en una ventana privilegiada hacia el
en un artículo publicado en 1992, "Three Ex- proceso de configuración y superposición de
periences of Culture Contact: Nahua, Maya. variados estadios de construcción de la identi-
and Quechua" (Mester 21.2 [ 1992]: 5-21 ). dad de los pueblos andinos. Se articul an tres

48 Revista Andina
_ _ _ _ _ _ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

tender el proceso de cómo va surgiendo una nue- los syl labi de los cursos de literatura co loni al
va identidad plural, mestiza, múltiple que toda- pero también la poesía de homenaje y circunstan-
vía no empezamos a aceptar del todo. 7 Pero, in- cias de los más dedicados cultores de la adulación
tentar alcanzar un entendimiento de dicho perio- en las cortes virreinales, sino de la necesidad de
do y sus particulares y cambiantes coordenadas estar conscientes de que todo intento de apro xi-
culturales, obliga al investigador a man"jar varios mación al análisis (en este caso) de nuestra lite-
códigos-lingüísticos (e l necesario conocimiento ratura debe siempre ser abierto. honesto e infor-
del quechua, pero también del latín, además del mado, pero a la vez consciente de que toda lec-
castellano) y cu lturales (históricos, filosóficos, tura e interpretación contiene siempre un trasfon-
entre otros). do ideológico del que debemos estar conscientes
Por ende, no creo que se trate únicamente de y del que no es ajeno, siquiera, el presuntamen-
"arrestos heterogéneos" (1 O, nota 24) en el po- te aséptico instrumental semiótico que el profe-
der de las instituciones universitarias e l incluir el sor Bailón preconiza.
estudios de textos como el Manuscrito de Hua-
rochirí o la Nueva coránica de Guarnan Poma en
Jean-Philippe H11sso11
CRLA (Centro de Investigaciones
latino-Americanas)
7 Me encuentro desde hace varios años estudian- Universidad de Poitiers
do la segunda parte de los Comentarios reales Jean-Philippe.Husso11@Jang.11-cergy.fr
del Inca Garcilaso, la obra póstuma del cuzque-
ño, que apareció con el título apócrifo de His- Por su ambición al nivel temático -cuantas
toria general del Perú (Córdoba, 1617). Mi in-
manifestaciones literarias nacieron de las lenguas
vestigación titulada, "Garcilaso y el final de la
usadas en el territorio del Perú- y cronológico -
historia: tragedia, providencialismo y genealo-
gía en la propia historia. Una investigación a los cinco siglos que transcurrieron desde la Con-
partir de los repertorios literarios, históricos y quista-, pero también por su carácter pluridisci-
filosóficos de los Comentarios reales de los In- plinario, el amplio programa de investigaciones
cas (segunda parte)", busca releer la crónica que Enrique Bailón Agu irre expone en su artícu-
póstuma del cuzqueño a partir de las conven- lo suscita numerosas interrogaciones. En este bre-
ciones de la "tragedia", tal como ésta se enten- ve comentario, me limitaré a formular dos obser-
dió en el Renacimiento, es decir, como un re- vaciones que concibo como una contribución a un
lato histórico caracterizado por inesperados proyecto de notable interés pero que su misma
cambios de fortuna, como se lamenta Atahual- envergadura hace necesariamente inacabado y
pa, apresado ya por los espafio les, al ver un destinado a enriquecerse mediante el debate. tanto
cometa en el cielo: "estoy triste, porque estas en lo que se refiere a sus bases teóricas como a
sefiales no se muestran sino para anunciar gran- las condiciones de su realización práctica.
des calamidades, muertes de reyes y destrucción El punto de partida del estudio planeado es
de imperios" ( 1944 [ 1617]: 1, XXXIV: 91 ). la constatación por Enrique Bailón de graves in-
Pero, leer e interpretar la segunda parte de los sufic iencias y, sobre todo, postulados de base
Comentarios reales como una tragedia rena- erróneos en la gran mayoría de los trabajos exis-
centista exige replantear y entender en distin-
tentes sobre la literatura peruana. Uno de estos
tos y más enriquecedores ténninos el proyec-
defectos es la ausencia de definición del objeto
to historiográfico total-al menos la obra dedi-
cada al Perú-del cronista mestizo y considera- "literatura peruana"; otro la reducción de la lite-
da fundacional y clave para la construcción del ratura peruana a su componente de lengua caste-
imaginario nacional. En esta segunda parte, llana; un tercero el carácter arbitrario de las cla-
Garcilaso ensaya una lectura trágica y desenga- sificaciones existentes, especialmente en lo que se
ñada del la historia del Perú, que es quizás más refiere a la identificación de ciclos, períodos o ge-
realista y más útil que la representación utópica neraciones. Tales observaciones, cuyo acierto no
y detenida en el tiempo de la "ejemplar" épo- discuto, constituyen innegablemente una crítica
ca incaica, descrita en la más conocida, celebra- radical de los presupuestos de los estudios ante-
da y leída primera parte de 1609 .. nores.

Nº 46, primer semestre de 2008 49


Estudios y Debates

En estas condiciones, no sería inadmisible lejos de per:judicar al proyecto ideado por Enri -
preguntarse si no convendría dar un paso más y que Bailón, sin duda se revelarán provechosos
cuestionar la misma noción de "literatura perua- cada vez que una tradición literaria -cualquiera
na" o "literaturas peruanas". En efecto, tratándo- que sea la lengua en la que se exprese- se haya
se de un concepto que abarca todas las literatu- tomado la libertad de franquear las fronteras del
ras amerindias del Perú, tendría que ser válido Estado.
para cada una de ellas, y esto es precisamente lo El lugar notable que el proyecto reserva a la
que me parece dudoso. Así, por ejemplo, la idea filología será el motivo de mi segunda observa-
de una literatura quechua peruana, concebida ción. Esta dimensión se transparenta en el último
como esencialmente distinta de las literaturas que- de los tres esquemas que sintetizan los plantea-
chuas boliviana y ecuatoriana, está desmentida mientos metodológicos del autor. Las desi gnacio-
por la realidad. Citaré a este respecto el caso de nes de "pretextos" y "antetextos" que figuran en
los dramas tradicionales de la muerte del Inca dicho esquema, centrado en la organización del
Atahualpa, que en la actualidad se escenifican en corpus de trabajo en la perspectiva de su inter-
dos grandes áreas situadas, la una en el Perú cen- pretación, son reveladoras de la influencia de la
tral (departamentos de Lima, Ancash, Junín, Pas- disciplina habitualmente denominada "crítica ge-
eo, Huánuco y La Libertad), la otra en el suroeste nética". a la que Enrique Bailón no se refiere ex-
de Bolivia (departamentos de Cochabamba, Oru- plícitamente pero que visiblemente le es familiar.
ro y Potosí). Las versiones de cada grupo tienen Más precisamente, los referidos términos re-
en común una serie de rasgos (presencia de deter- miten a los antecedentes de la obra literaria, qu e
minados personajes y episodios, elementos for-
males) que contrastan con los rasgos distintivos
del otro grupo, lo que podría darnos la impresión
Gavino Pacheco Zegarra, en la introducción de
de una oposición entre los dramas peruanos y
su edición francesa del drama Ollantay. evoca
bolivianos. Pero la pertinencia de tal oposición se la eventual publicación ulterior de otras obras
desvanece cuando abandonamos un enfoqu e pu- sobre la lengua y literatura quechua: "Los vo-
ramente sincrónico para adoptar un punto de lúmenes siguientes del TESORO incluirían el
vista diacrónico : muy pronto, entonces, surgen Diccionario quechua, la Gramática, los Yaravis
testimonios históricos 1, pero también huellas li- o Cantos elegíacos indios, y varios dramas. ta-
terarias (el poema titulado Apu lnka Atawal/pa- les como La muerte de Atahuallpa. Usca-Pau-
man, más conocido como "elegía anónima a Ata- car y otros, que son posteriores a la conquis-
hualpa") y folklóricas (la mascarada llamada ku- ta" (Gavino Pacheco Zegarra (ed.), OllantaY:
chuy que se representa cada año en la localidad drame en vers quechuas du temps des Incas, Pa-
de Pucyura, provincia de Anta, a unos veinte ki- rís , Maisonneuve, 1878, p. XXX, nota 1: la
lómetros del Cuzco) que delatan la presencia pa- traducción es mía). En otro pasaje (p.
sada de representaciones de la muerte de Atahual- LXXXIX), el mismo autor indica que tale s
pa en el Perú meridional; y, sobre todo, indican obras teatrales estaban conservadas en la igle-
sin lugar a dudas una vinculación más estrecha sia de Ayaviri.
con el componente boliviano de la tradición, se- 2 Sobre la afinidad que une la Elegía anónima con
ñal, según podemos suponer, de una contracción las versiones bolivianas de la muerte de Ata-
hualpa, especialemente la de Chayanta, véase :
del área sureña en los últimos siglos 2 .
.lean-Philippe Husson, La mort d'Ataw Wallpa
En definitiva, este ejemplo -que ciertamente
ou la fin de l'Empire des Incas. Tragédie anon-
no debe ser generalizado, pero no por ello care-
yme en langue quechua du milieu du XVle siecle
ce de significado-, no sólo hace vana la idea de ; édition critique tri lin gue (quechua - espagnol
oponer dos supuestas literaturas quechuas, la una - franc;;ais), Ginebra, Ediciones Patiiio (co lec-
peruana y la otra boliviana, sino además ilustra ción " Littératu res et cultures latino-américai-
la posibilidad de llegar a cierto conocimiento de nes "), 2001 , pp. 157-1 60 . Sobre la relación
un patrimonio literario de origen peruano, hoy entre el kuchuy y las mismas versiones, véase:
extinto (las antiguas versiones surperuanas), me- Jean-Philippe Husson, " La mort d'Atawallpa
diante sus derivados bolivianos actua les. Más a Pucyura (Cusco) ", Joumal de la Société des
generalmente, tales recorridos supranationales, Américanistes (París) 85. 1999. pp. 147- 174.

50 Revista Andina
_ _ ____ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

pueden corresponder a distintos grados de la ela- vista, de do s artículos sob re su aplicación a


boración de dicha obra (borradores, manuscritos, obras maestras de la literatura quechua: el del que
primeras ed iciones), o simplemente documentos esta líneas escribe sobre la Tragedia del fin de
(ge neralmente epistolares) que maniti esta_n las Atahualpa 4 y e l del investigador español Juli o
intenciones del autor. Tras la recolecci ón y el aná- Calvo Pérez sobre Ollantay. Añadiré que no es-
lisis de estas primicias, la crítica genética, ciencia casean los conjuntos de textos que esperan al es-
reciente -su aparición se remonta sólo a algunos tudioso que se digne prestarle su atención, como
decenios-, ap unta a reconstituir el proceso de -entre otros- el poema quechu a Manchay puytu y
creación literaria y, en esta calidad, está hoy re- las numerosas versiones del mito de lnkarrí.
conocida como un componente esencial de la crí- A quien me objete que al recomendar el recur-
tica literari a en genera1 3 . Que Enrique Bailón le so de la crítica genét ica para los textos de auto-
haya dado derecho de ciudadanía en su programa res y el de la crítica textual para los textos tradi-
de investigación es, pues, a la vez justo y perfec- cionales, estoy reintroduci endo una di stinción
tamente lógico. entre dos clases de literatura, una mayor y otra
Con todo, la crítica genética probablemente menor, que precisamente Enrique Bailón se ha
no sea el único ramo de la filolog ía de que pueda esforzado por abolir -lo que ciertamente consti-
aprovec harse el proyecto. No olvidemos que di- tuye uno de los aspectos más interesantes y no-
cha disciplina es heredera de la crítica textual que vedosos de su proyecto-, contestaré que los dos
se desarrolló en el siglo XIX a partir de los tra- procedimientos pueden combinarse, como lo de-
bajos del eminente filólogo alemán Karl Lach- muestra una magnífica edición de Martín Fierro,
mann sobre los manuscritos latinos. Sin duda, la que evidenció a la vez la suma calidad poética de
crítica textual y la crítica genética actúan en dos esta obra y la omnipresencia de sus raíces orales6
perspectivas di símiles: mientras qu e la última En resumidas cuentas, el proyecto de estudio
toma por objeto la obra literaria acabada y, segú n presentado en el artículo de Enrique Ba ilón apa-
hemos visto, se interesa por el proceso de su crea- rece legítimo y alentador. Legítimo porque, una
ción, la primera parte de una serie de variantes vez reconocida la validez de las objeciones del
consideradas como imperfectos reflejos de una autor contra los esquem as anteriores, nada se
virtual obra primigenia y trata de conseguir su opone a que se exploren nuevas vías : alentador
reconstitució n o, en su defecto. la de un texto hi- porque la coherencia de sus planteamientos te ó-
potético ll amado arquetipo. A tal efecto, los fi- ricos permite esperar que dichas nuevas vías con-
lólogos decimonónicos elaboraron como modus duzcan a resultados de notabl e interés.
operandi una verdadera ciencia del error que les
permitiera derrumbar los obstáculos erguidos en
la ruta hacia el origen.
Ahora bien, para el estudio de las literaturas 3 Me gustaría evocar a este respecto la labor pio-
peruanas, incluyendo la de lengua castellana. re- nera de la colección Archivos vinculada con el
sultan de gran interés diversos textos de origen Centro de Investigaciones Latino-Americanas
popular, tradicional, que por cierto difieren no- (CRLA) de la Universidad de Poitiers, que re-
tablemente de los manuscritos latinos pero que curre sistemáticamente a la crítica genética en
comparten con éstos una característica funda- su tarea de edición de los grandes textos lite-
mental : su reproducción periódica por vía de co- rarios hispanoamericanos y brasileiios.
4 Jean-Philippe Husson. "Mentalidad y prácticas
pia, y por consiguiente se prestan al tipo de aná-
de los copistas de textos tradicionales. El caso
lisis que idearon Lachmann y sus discípulos. La de la Tragedia del tin de Atawallpa", Revista
"máquina de remontarse en el tiempo", claro está, andina (Cuzco) (42), 1er semestre 2006, pp.
tiene que ser adaptada a esta nueva clase de tex- 57- 77.
tos, pero los principios generales de la crítica tex- 5 Julio Calvo Pérez, "En busca del manuscrito
tu a l permanecen 1v igentes. El beneficio para el perdido de Ollantay", Revista andina (Cuzco)
proyecto de Enrique Bailón me parece indudable. (43), 2º semestre 2006, pp. 195-213.
Me alegro de ver que este método de investiga- 6 José Hernández, Martín Fierro, édición crítica
ción parece despertar cierto interés, a juzgar por de Élida Lois y Ángel Núiiez, Nanterre. Allca
la presencia, en los últimos números de esta re- XX (colección "Archivos", 51 ), 200 l.

N2 46, primer semestre de 2008 51


Estudios y Debates

RESPUESTA

Enrique Bailón íbamos a sacar nosotro s d¡:l cándido so 1n-


brero reflexivo, de buenas a primeras. un¡¡
Agradezco a la redacción de la Revista An- larva definitoria! Sin embargo, neces itamo s
dina que ha tenido a bien poner en debate mis saber de qué hablamos cuando nos ret'erimos
proposiciones y sugerencias para el estudio de a las literaturas peruanas y puesto que en
la tradición histórica de las literaturas peruanas. razón de los factores proteicos y meduseos
Quiero expresar igualmente mi reconocimiento a señalados no es posible obtener una defini-
las observaciones de los profesores Eduardo ción conceptual . solo es dable es tablecer.
Hopkins, Jean-Philippe Husson, Celia Rubina y gracias a un haz de rasgos semánticos rela-
Carmela Zanelli que solidariamente destacan la tivamente preci sos, un cerco nocional que
complejidad del desafío a la vez que no tratan justifique la pertinencia obj etiva de esas re-
de simplificar su problemática como suele ocu- misiones4.
rrir, por lo común, cuando cierta crítica Iitera ria Pues bien, quien me lleva la contraria asevera
frívola del medio aborda las cuestiones de la pro- que los rasgos iniciales son prístinos y el resto
ducción literaria en la sociedad peruana. Debo "obtusos", palabra sinónima de oscuridad e
también subrayar mi reconocimiento por haber ileg ibilidad ; ellos, los ra sgos " obtusos··. la
confirmado en sus intervenciones que el artícu- extravían y confunden a pesar de que cada
lo, como consta en su título, es un «esbozo» y, término ha sido prec isado en las notas. Pero
en ese extremo, de lo que allí se trata es de plan- como no se dice qué es lo que queda ininteli-
tear una hipótesis plausible, a ser ciertamente gible, no nos es dable ensayar disipar nebli-
redargüida y afinada, a partir de reflexiones teó- nas no expresadas 5 . Ahora bien, ya que di-
ricas surgidas de las casuísticas pertinentes 1• cha opacidad comienza con el paréntesis ( la
Paso a responder únicamente los puntos legitimación social) presumo que la lobre-
controvertidos, con un objetivo en mente: el afán guez nace del escotoma corriente de la crítica
compartido de, así se dice, «adelantar el horario» y de «la» historia de la literatura peruana parn
de los conocimientos en esta materia. las cuales la difitsión y la recepción literarias
1. El cerco nocional de las literaturas perua- (venta de libros, re gistro de variantes ; lectu-
nas. Doy por sentado el hecho de que no ra. audición , etc.) simplemente no existen.
me he propuesto, en ningún momento, " de- Así, ¿es posible proyectar, en nuestro moli-
finir" las literaturas peruanas en sí y por sí. no. el estudio de la tradición histórica de las
No es posible «definir» un objeto de cono- literaturas peruanas sin prever ( consignar.
cimiento cuyos vectores semánticos provie- describir y explicar) en la producción litera-
nen de horizontes epistémicos diversos , ria los polos fundamentales de orden social
cambiantes. inestables y que dependen de que son la difi,sión y la recepción de los tex-
cada área cultural. Tengamos en cuenta, una tos literarios orales y escritos vigentes en la
vez más, que el sentido en uso del vocablo sociedad monoglósica castellana. di glósica
< literatura> sólo entró a formar parte del hispanoquechua y triglósica hispanoquechu-
léxico corriente en las lenguas occidentales a mara, eso sin excluir, doy por sabido, la pro-
fines del siglo XIX (Littré) 2 . Dicho uso alu- ducción literaria del área amazónica? Este
de hasta hoy a una muy vaga impresión re- rasgo caracterizador capital para determinar
ferencial ("arte que emplea como instru- los actos literarios ha sido registrado en su
mento la palabra". DRAE) , impresión refe- lugar6 e incluido también en el segundo diagra-
rencial que obra como preconcepto jamás ma. En cuanto a los palos ele ciego que. a cau-
exl?lícito en la crítica literaria no disciplina- sa ele tal extravío, se nos aplica serán comen-
daJ. Luego del inmenso esfuerzo teórico he- tados en el siguiente punto.
cho desde entonces para obtener una acep- 2. Leyenda rosa vs. leyenda negra, el proceso
ción manejable, tarea finalmente vana, ¡no de difitsión del quechua colonial y los pre-

52 Revista Andina
______ Enrique Ba/lón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

juicios ideológicos. Partiendo de una contra- justifica su impugnación como sucede aquí
dicción que tlagra7 , la profesora Zanelli me mismo con las observaciones hech as.
atribuye inusitadamente una « ideología » Semejante control es compartido con los
prolongadora de la leyenda negra sobre la procedimientos norm a les de la disciplina
Conquista, maniobra acusadora descomedi- lingüística, cosa inimaginable por la crítica li-
da utili zada para descalificar y despachar teraria oficial acostumbrada a esco nder bajo
sumariamente cualquier intento de objetiva- la alfombra de la autoridad sus obstinados
ción de la cultura colonial , tic nervioso lige- prejuicios axiológicos, ideológ icos y utópi-
ro de ciertos testa-duros ya advertido, entre cos. Es con hábitos consuetudinarios como
muchos otros, por N . Wachtel 8 . Este no es, éste que la Institución Literaria Peruana se
desde luego, el sitio para exponer mi punto perpetúa s in corregirse jam ás. Además,
de vista sobre la grave controversia entre la como lo recuerdan los maestros Hopkins y
leyenda rosa de la conquista andina creada Rubina, el estudio que he propuesto prevé
por la histori a oficial hispanizadora 9 y la un control científico social compartido inter-
estigmatizada leyenda negra con que se in- disciplinariamente (historiografia, lingüística,
juria y se nin g unea a los que se atreven a semiótica y antropología) lo cual me exime
pedir pruebas y demostraciones no aliena- del solipsismo cognitivo petulante y engreí-
das; solo me remito a la bibliografía históri- do que insidiosamente se me cuelga 13 .
co-demográfica que aquí apoya mi s afirma- 3. El contexto espacio-temporal amerindio. Si
ciones y que, ampliada, es di scutida al fun- por razones de identidad y dignidad étnica
damentar mi s criterios en otro lugar 1°. Res- es todavía legítimo tratar de circunscribir los
pecto a las investigaciones del quechua co- objetos de cultura de una soc iedad determi-
lonial, remito al lector de buena fe a mis tex- nada -en literatura occidental se viene ha-
to s sobre la materia, ampliamente difundi- ciendo desd e, por lo menos, la fuerte im-
dos pero desconocidos por quien asevera pronta del rom anticismo alemán a fine s del
dedicarse a " la producción textual del perío- siglo XVIII - , 1.1 0 es menos cierto que todo
do colonial" 11 . Finalmente, la maestra Zane- nac ionalismo cultural es frágil por principio
lli me asigna un despropósito : dice que me y lo es más aún en el caso de una sociedad
escudo con impunidad en un " presupuesta- altamente intercultural como la peruana. En
mente ascéptico (sic) instrumental semióti- este extremo y a partir del punto de vista
co". El lector podrá decidir por sí mismo contextual espacio-temporal amerindio ele la
dónde, en qu é lugar sostengo semejante dis- tradición oral quechua peru a na, estamos
late que se me condecora con una gratuidad muy lejos ele sostener que la nuestra sea
e insolencia tales que da grima. Por el resto, "esencialmente distinta" ele las literaturas
las personas remotamente enteradas del que- pan-andinas boliviana o ecuatoriana; y no lo
hacer semiolingüístico saben bien que los es porque sencillamente el sistema ele la len-
paradigmas de objetivación en esta di scipli- gua quechua, que permite considerarlas
na no evitan - merced a alguna inspiración como manifestaciones artísticas en esa len-
celestial- los errores de interpretación de los gua, es uno y uno solo pese a sus vari aci o-
textos , ora debido a su aplicación deficiente nes dialectales 14 . Pero también, como sabe-
ora a la falta de sindéresis, idoneidad y per- mos, en el pl ano del di scurso los temas y
tinencia cognitiva 12 ora a cualquier otro de- motivos llegan a cruzar los sistemas de las
fecto de la condición humana (distracción, lenguas y así es dable encontrar un mi smo
falta de lucidez, olvidos, etc.). C uando tales motivo actualizado en las literaturas nahu a.
paradigmas son correctamente aplicados, sus quechua y griega 15 ; o entre relatos comple-
ventajas menores son, no obstante, a) que tos pertenecientes a tradiciones orales popu-
los procedimientos de verificación del aná- lares. lingüística, espacial temporalmente
lisis, permiten \m grado de coherencia racio- 6
muy distanciadas entre s í 1 .
nal y empíricamente plausible y b) que cual- Si, entonces, el bagaje literario no so lo ances-
quiera de sus errores y deslices interpreta- tral es mundialmente compartido, ¿cómo es
tivos son advertidos de inmediato, lo cual posible hablar de literaturas nac ionales? Cada

Nº 46, primer semestre de 2008 53


Estudios y Debates

sociedad se apropia, por ejemplo, de la heren- que ciertamente debe ser cotejada un a ve z
cia común de géneros, de métricas, de temas, preci sadas las coerciones que la tradición
etc. coposeídos en su evolución histórica oral peruana sufre al participar de lleno en
compartida y la unce a sus condicionamien- la combinatoria de nuestros multilingüi smo
tos propios; de esta manera, las Iiteraturas de y pluricultura, los mismos 1que, si son com-
las lenguas indoeuropeas ahormadas por una parables a los de Ecuador y Bolivia, tienen
vieja tradición cohesionada, se distinguen en- rasgos diglósicos y heteroglósicos peculiares
tre ellas no por los géneros ni las métricas ni debido a la particular (no singular) evolución
siquiera los temas (cada innovación en una li- tradicional histórico-lingüística y cultu.ral ele
teratura nacional es inmediatamente asumida la sociedad peruana, especialmente en los
por las demás, desde las sagas, las epopeyas, mencionados planos figurativo y semánti-
los romances o el petrarquismo 17 ; las nove- co22. Pues bien, la maestra Zanelli observa
las de viaje, las novelas históricas, las nove- a l respecto que en la etapa precolombina y
las de dictadores, etc.). En esos planos las colonial los límites del Estado peruano no
fronteras literarias nacionales apenas pueden eran los de la etapa republicana y el profe-
ser precisadas. Es, en cambio, en los niveles sor Husso n encuentra que en los dramas tra-
figurativos y semánticos del texto que se en- dicionales de la muerte de Atahualpa. que
cuentra el perfil relativamente independiente atraviesan el área andina, hay una solidaridad
de tales distinciones: cada nación, cada etn ia, sincrónica que se diluye diacrónicamente.
ahonna sus figuras léxicas y sus orbes semán- Estos fenómenos que, en principio. desbor-
ticos según su experiencia sociolectal inme- dan los límites literarios del conglomerado
diata (efectos de sentido e impresiones rct'e- de naciones peruanas actua les deberán ser
renciales locales). Un par de ejemplos míni- examinados, a no dudarlo, juntamente con la
mos. El motivo del «fuego trasladado» se cen- descripción de la articulación tradicional en-
tra en los objetos donde se contiene ese fue - tre nuestros acontecimientos micro- y ma-
go: en la tradición oral griega será en un cro-hi stóricos y los actos literarios (pro-
'cuenco de arci ll a', una ' férula ' o un ' ha- ducción. difusión y recepción) correspon-
chón ' 18 pero en la tradición oral chipaya ac- dientes y puesto que ahora se trata, por un
tual, en una 'caja de fósforos ' 19 . Es obvia- lado, de problemas de evolución y cambio
mente imposible encontrar la figura ' caja de en la extensión territori at23 y, por otro, de
fósforos ' en la tradición oral griega antigua o correspondencia entre literaturas compara-
a la inversa. Por lo tanto, los relatos, a pesar das intercstatales 24, se rá preci so idear es-
de participar de un programa narrativo com- quemas complementarios que di spongan sus
parable, se tipifican en cada caso de pertenen- alcances.
cia nacional o étnica de modo intransferibl e 4. La crítica genética y la semántica inte1pre-
gracias a sus figuras 20 . En cuanto al estrato tativa. Los fundamentos filológicos en el tra-
semántico, las tradiciones escritas académicas tamiento de los corpus de trabajo propues-
española (San Juan de la Cruz, Cervantes, tos (tercer diagrama) se inspiran, ciertamen-
etc.), mexicana (Sor Juana Inés de la Cruz) y te, en e l proyecto de crítica ge nética habi-
peruana (el corpus caviedano) inscriben en tual, ta l cual lo he consignado en la versión
sus obras la frase proverbial «un no sé qué» original de dicho esquema 25 , pero e l aporte
y el la sirve, en los dos primeros casos, para esencial proviene de la semántica interpreta-
significar " un algo especial pero inexpresable" tiva y diferenci al allí consignado que me ha
mientras que en el último sirve para marcar el permitido co lacionar al modo genético -ex -
habla diglósica (motosa) de los peruanos an- clusivo y excluyente de la crítica genética-
dinos, algo inimaginable en las literaturas es- los modos mimético y hermenéutico de qu e
pañola o mexicana de época, constatación que carece y qu e, a mi man era de ver, so n im-
sirve entonces de rasgo tipificador de nuestro prescindibles para imbricar los actos litera-
barroco colonial 21 . rios en los acontecimientos históricos re s-
Una cosa similar ocurre, en mi se ntir, con la pectivos, que es el objetivo final de nu estro
tradición oral ancestra l y popular aledaña esbozo. En esta misma vía es, de sde luego.

54 Revista Andina
_ __ _ _ _ Enrique Bailón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

impresc indible embo nar al fe nómeno estu- mod ificac iones (ampliacio nes, correccio nes,
d iado los grand es apo rtes de la tradi c ió n fi - redu cciones) o bien a su sustitución fu nc io-
lológica y hermenéuti ca, tradi ción hoy remo- nal inmediata si deja de dar co rrecta cue nta
zada por la ling üí stica del disc urso, la lin- del objeto de conocim iento que trata de mo-
güí sti ca cogniti va, la narratología, la textolo- deli zar y, en consecuencia, es plenamente de-
g ía y, de prefe renc ia, la semántica in te rpre- pendi ente de ese obj eto de conoc imiento2 8 .
tati va26. A pro ve chan do tambi é n de ese nin g un eo
5. La historización literaria, la modelización y modéli co, frente al que lamentab lemente no
la sistematización. N ad ie, en fati zo, nad ie se propo ne a ltern ativa alguna salvo la lab i-
pretend e la barbarid ad de pensar que el en- lidad crítica, se intenta (¡a esta hora! ) meter
fo que tradi ciona l hi stórico so bre las literatu- a empe ll ones por la ventana lo qu e a moji-
ras peru anas agota e l co ntenid o de los tex- cones se sacó hace mu cho por la puerta de
tos sin dejar sitio a las dimens io nes enunc ia- la casa de los estudios li terari os, alentándo-
tivas de ord en connotati vo (sensible, emoti- se, co n nuevos puj os, la panacea de la críti-
vo, onírico, inconsciente, etc.) pues ell as so n ca literari a peru ana. Primero, en coinc iden-
precisamente la enjundi a literari a que trato de c ia co n la profesora Ru bin a, hay so rpresa
conocer y describir desde hace unos 40 años po r qu e no se incluya entre los encargados
y qu e capto como rasgo caracter izado r capi- del estudio de la trad ic ión histórica de las li-
ta l del ce rco nocio nal mencio nado, al m ismo teratu ras peru anas a " los ex pertos en Iitera -
ti empo qu e incluyo su ubicac ión en e l modo tu ra, es dec ir, a los críti cos literari os" y más
hermenéutico del tercer diagrama. ade lante, en seg un do lu gar, se nos ense ii a
D icho esto, no de bemos perder de vista qu e qu e '' los textos literarios requi eren para su
aq uí y ahora se trata de de limitar afortiori estudi o una gran ampli tud de criteri o, se nti-
nuestro actu al o bjeto de conoc im iento: nos do de adaptac ión y creati vidad" . A hora ve-
pro po ne m os úni cam e nte organizar - ¡no mos po r qu é e l profeso r Ho pki ns, a di fe ren-
priv ilegiar y, menos, excluir algo !- la trad i- cia de la profesora Ru bina, omite referi rse a
ción hi stórica de las literaturas peruanas a fin los puntos I y 1. 1 de nu estro tex to do nd e
de enfre ntar las hoy omnisc ientes y abso lu- se expone ap retadamente la fu tilidad de la
ti stas hi sto ri as de «la» literatu ra peru ana . hi stori a de «la» literatu ra peru ana redactada
Enseguid a, si po r un lado el profesor Hus- por « hi storiado res» ae rógrafos autoclidac -
son nos insta atin adamente a refo rzar nu es- tos29 y de dond e, ev identemente, se exc lu-
tra propos ició n con la filol ogía de los siglos ye n po r sí solos los estudiosos disciplinados
XY lll-XI X, e l profesor Hopkins nos ac ha- (no los críti cos) de literatu ra peru ana, pro-
ca desatinadamente una fij ac ión monolítica y fes io nales responsabl es de su q uehacer. ele
anac róni ca res pecto al empl eo de l conce pto cuyos sustanciales apo rtes, espec ia lmen te
operatorio de modelo co rri ente en los años en los de los últim os aiios, so mos deudo res
60-70 de l sig lo XX cuand o, lo adve rtim os todos; e ll os han ay ud ado y coady uvan ya
o po rtun ament e, usamos ese cri te ri o desde en mucho a la renovación de los in ve terados
su caracteri zac ió n en ciencias sociales 27 . co nocimientos literari os pe ru anos.
U n m ode lo no es, e n este se nti do , ni un No podemos dej ar de se ñalar, empero, qu e
cepo ni una ge latin a o mal -agua ni un mani- la «experti cia literari a crítica oficial» aj ena a
quí ni un mold e, mej or, un jlubber fo rm a li- esas ex igencias, en más de cien años de es-
zante como se pretende (" un campo de apli- pec ul aci ones so lamente se ha dedi cado co n
cac ión fl ex ible, sus fronteras so n bo rrosas, de nu edo, es c ierto, a po ner notas a pie ele
no pretend e se r tota li za nte ni úni co y está pág ina a la altanera, rac ista co nce pción riva-
obligado a aceptar múltipl es pos iciones ante güerina estrictamente hi span izan te ele la pro-
la complejidad de la rea lidad" ) sino un clus- ducción li terari a peru ana, co mo lo reco noce
ter o, re iterambs, simulacro cog ni t ivo, des- el mi smo profeso r Hopk ins 30 . Si estamos de
cripti vo y exp li cati vo, siempre prov is io na l acuerdo e n que esta prác ti ca tend enc iosa es
po r su carác ter hipotético-deducti vo, suj eto así y que todo está po r hace rse en e l enfo -
a la concurrencia de otros mode los, o bien a que tradicional hi stórico mu ltinac ional (mul-

Nº 46, primer semestre de 2008 55


Estudios y Debates

tiétnica), multilingüe e intercultural de la pro- contrad ice al comentarista: no se trata de


ducción literaria peruana, ¿a qué pervertir el que, por ejemp lo, en todo caso necesaria-
conjunto interdisciplinario científico-social mente un sistema literario intervenga en el
deontológicamente pertinente (e l someti- otro ya que, de facto, el sistema literario cas-
miento a validaciones internas o externas que tellano donde funciona la qbra de Vallejo no
para ese conjunto tienen el papel de princi- recibe ninguna intervención del sistema lite-
pio de realidad) con esa recalcitrante labili- rario ship ibo-conibo, pero ambos coexisten
dad (la crítica-merengue) que no tiene idea paralelamente en el Perú en el momento ele
de las técnicas de trabajo de campo ni del su producción, difusión y recepción: es esa
análisis del discurso? 31 . Desde nuestro pun- coexistencia la que debe ser considerada y
to de vista, se trata de defender todo lo que registrada en la tradición histórica de las li-
investiga y produce contra todo lo que es- teraturas peruanas. Y en cuanto al estereo-
pecula; tal es la actual «lucha de frases» al tipo de las «jerarquías» (ya me extrafiaba que
interior de la república de las letras perua- no brincara por algún lado), ¿quién determi-
nas. na el parangón de esa jerarquía?, ¿debe ser
Aparte de ello, lo que importa al maestro establecido por los historiadores autodidac-
Hopkins es, por un lado, so lidarizarse con tos o los críticos delicuescentes? i Vamos'
el axioma «la sociedad peruana es multina- Desde la perspectiva shipi bo-conibo, ¿Tri/-
cional (multiétnica), multilingüe y pluricul- ce es jerárquicamente superior o inferior a
tural» pero, por el otro, promover un ludi- cualquiera de sus mitos? Por lo visto, ele
brio contra el mínimo esfuerzo concreto para modo opuesto a Minerva ll amando a la puer-
sistematizar la real " riqueza multicultural " ta de casa de la Envidia (mito bien estudia-
literaria peruana 32 . Como de costumbre, se do por el maestro Hopkins)33, la democra-
invoca una evidencia para claudicar mejor cia y la '"sociedad civilizada" no han tocado
ante el trabajo disciplinado que trata de co- las puertas de la Institución Literaria Perua-
nocerla y demostrarla. na Oficial (tan semejante a la morada ele lil
A estos tan circunspectos pasos de danza y Envidia) donde sefiorea, concuerdo natural-
contradanza académica, se suma ahora una mente, el despotismo caste ll ano limeiio.
reconvención: las relaciones entre los siste- En conclusión quiero reconocer, otra vez, las
mas literarios peruanos pueden darse o no contribuciones de mis generosos interlocuto-
darse y, además, hay que despejar las jerar- res a la impostergable dialéctica dinámica ele
quías internas y externas entre dichos siste- autocrítica y autorefutación 34 del bosquej o
mas. Lo que defendemos en este aspecto arriba presentado.

NOTAS de cu ltu ra distintos y hasta en tonces plena-


1 En este punto actualizo el principio semio lin- mente independientes : poesía, novela, teatro.
güístico según el cual todo planteamiento teó- ensayo. Así se les reunió bajo el rubro ' litera-
rico debe superar sus fa lencias desde la descrip- tura' que hasta entonces era una acepción muy
ción pragmática, lo más precisa posible, de vasta: como dice el DA (1732), ' li teratura ·
los textos organizados en corpus de trabajo y era '·el conocimiento y ciencia de las letras",
de referencia bien constituidos con el propó- entendiendo por ' letras' una tautología ecumé-
sito de pern1itir una fonnulación solvente que, nica: "las ciencias, artes y erudición''.
con la economía de medios deseable, abarque 3 Si la base material (" instrumento") de la lite-
el fenómeno estudiado con un grado de plau- ratura es la "palabra", su conocimiento legí-
sibilidad aceptable. timamente discip linado se encuentra en la lin-
2 Y ello solo por razones administrativas pues güística y la semiótica.
la universidad napoleónica, dividida en facul - 4 Respecto de la muy rancia acusación de abu-
tades, necesitaba agrupar el estudio de objetos sar de la terminología (véase más adelante la

56 Revista Andina
_ _ __ _ _ Enrique Ballón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

nota 32) y de lanzar mi radas sesgadas (fe li z- se desvanece para los in dios es e l sentid o mi s-
mente ni fi sgonas ni furti vas ... ). hago muti s. mo de la vid a social ( .. . ), la organi zac ión es-
5 Como escribe F. Vaucluse (L 'am itié des pein- tata l e imp oni endo a través de la v io le ncia
tres. Chalons en C hampagne : l-l apax (2008) un a cu ltura radi ca lm ente ex traiia. Desde en-
34 ). "en todo tex to, e l se ntido que no quere- tonces. las institu ciones supe rviv ientes sirven
mos comprender, lo ll amamos oscuridad'. Si como apoyo para la dom in ac ión co lon ial, qu e
no se nos dice lo que no está claro, a nuestro las integra en un contexto nuevo y desprov is-
turno no está claro lo que no está claro. to de sen tido para los ind ios". etc. (Los ven-
6 Cf. E. Ball ón Aguirre. 71-adición oral perua- cidos. los indios de l Perú f rente a la conquis-
na. Literaturas ancestra les y populares l. ta española ( / 530- 1570) . Mad ri d: A li anza
Li m a: PUC P (2006) 162-1 77. Editoria l, ( 1976 (1 97 1)) 135 -2 11 , 266,3 14.
7 En efecto, se sostiene que mi punto de v ista 9 Ta l es la denomin ac ión que le da la hi sto ri a-
es " la divers id ad lin guocul tura l que se consti- dora C laudi a Rosas en " Nuestros odi os v ienen
tuye (o deber ía co nsti tui rse) en rasgo identi - de muy atrás". Supl emento « El Domini cal »
tario de lo peru ano'· a la vez que se me obj e- del di ari o El Comercio, 6 de octubre de 2006.
ta un a " mi rada esquemáti ca y prej ui ciada de l p. 6.
perío do co loni a l" . Mi pos tu ra, co he rente y 1O Me re fi ero a El Pizarra de /Jeethoven. Vicisi-
co nsecuente, es vapul eada desde un a impostu- tudes artísticas de un emblema histórico pe-
ra ireni sta ( ireni smo, reco rde mos. es la acti- ruano (en prensa); cf. A. García. l a découver-
tu d inte lectua l según la cual se to lera de ma- te et la conquéte du Pérou d'apres les so ur-
nera tranquil a errores graves por deseo exage- ces originales. Parí s: Kl incks ieck. 1975: G
rado de paz y concili ació n; as í, a la " paz ro- Agamben, Enjánce et histoire - Destruc/ion de
mana" sucedi eron en e l Perú la ''paz españo- / 'expérience et origine de / 'histoire. París: Pa-
la" , la ·'paz bl anca" y la " paz cho la" ): e l co- yo!, 2002; Ch. C. Mann , Ch. / 49 / : New Re-
rri ente en fo que hi spani zador es exactamente ve/ations of /he Americas befare Co lumbus.
lo esquem áti co y prejuiciado desde la perspec- UK: Vintage, 2006; "Fo und & Lost" . Natio-
ti va de la diversidad linguocultu ra l pe ru ana. nal Geographic Vol. 2 11 , 5 (2007) 32-55 ; K.
Todos los peruani stas están dispu es tos hoy a E. Lange, K. E. "W hat wou ld yo u take to de
confirm ar la realid ad más pedestre, que la so- New World?" . Nat ional Geographic Vo l. 2 11 .
ciedad peru ana es multin acional (multiétni ca), 5 (200 7) 56-67; S. Sobrequés Vida!. "La épo-
multilin güe y pluri cultu ra l, pero no qui eren ca de los Reyes Católi cos". Historia social y
asu mir todas las consecuencias; e ll o ocas iona económica de España y América 11. Barce lo-
situac iones de oportuni smo cíni co qu e se orea na: Te id e. 1957; Y. Terno n. El Estado crimi-
en públi co sin e l menor recato, por eje mpl o, nal. Barce lona : Edi c iones Pe nín sul a, 1995.
e n la pág in a de la Acade mi a Pe ru ana de la etc.
Lengua en la red (we b). 1 1 Ell a escribe: " parece desconocer Ballón que la
8 Escribe Wachte l: ''no se trata de retom ar aqu í di fu sión del quechu a (en desmedro, cie1iamen-
las có modas afinn aci ones de la «leyend a ne- te, de otras le nguas indí genas) se co nso lidó
gra»; lo que queremos decir es que la violen - grac ias a políti cas co loni ales e in clu so a las
cia, a través de su penn anencia, caracte riza a campaii as de evange lización que privileg iaron
la sociedad co loni al como un hecho estructu- dicha lengua sobre las demás" . Mi ignorancia
ral [ ... J. Los españoles impus ieron bruscamen- sobre este tema puede ser. de hecho. medid a
te, desde el exteri or, un grupo social de cultu- en E. Ballón Aguirre, R. Cerrón-P alomin o y
ra totalm ente extraña (re li gión cri sti ana, eco- E. Chambi A paza. Vocabu lario razonado de
nom ía de mercado, etc.) [ ... ]; e l sector espa- la acti vidad agraria andina. Terminología
ño l so lo pudo sobrev ivir extrayendo su sustan- agraria quechua. C uzco: CE RA " Barto lomé
c ia de l sector indí gena, prec isamente, por el de las Casas", 1992; E. Bail ón Aguirre y R.
juego de la domin aci ón y la vi o lencia ( .. .]. Es Ce rrón Palomin o. Termino logía agraria an-
un hec ho innega bl e qu e la domin ac ión es pa- d ina . Nom bres quech umaras de la papa.
iio la se trad uce en un a opres ión mortal [ . . . ]. C uzco: CERA "Bart o lom é de Las Casas ..
La des integrac ión social resulta, en prim er tér- (2 00 2) 19-53; E. Ball ón Agui rre. " De la se-
min o. de la ca tás trofe demog rá fi ca ( ... ], e l mánti ca co mpone nc ial a la se mánt ica inter-
domini o espaiio l se manti ene por la violencia pretati va (e l léx ico agrari o andin o)". Pe,jiles
des nuda [ . . . ]. Destru ida esta tota lid ad, lo que semióticos 1 (2 003) 17-4 1; ''Léx ico ancestra l

Nº 46 , primer semestre de 2008 57


Estudios y Debates

de un ingrediente precolombino en la región tas a l margen a la ubicación exacta de los


andina: la papa" . Sara Poot Herrera (ed.) En huacas [ .. .] el gran provecho que este docu-
gustos se comen géneros - Congreso Interna- mento iba a representar para la identificación
cional Comida y literatura l. México: Insti- de los huacas locales y la extirpación de su
tuto de Cultura de Yucatán (2003) 369-416 ; culto''. cf. Ritos y tradiciones de Huarochirí.
"Evolución léxica y área enunciativa original Lima: 1FEA , Banco Central de Reserva del
del vocablo quechua papa" . Javier Flores Es- Perú. UPRP (1999) XIV. XVI , XX; e ll o e s
pinoza y Rafael Varón Gabai (eds.) El hombre ampliamente confirmado por P. Duviol s e n
y los Andes - Homenaje a Franklin Pease C. " Francisco de Ávila, extirpador de la idola-
Y l. Lima: PUCP (2002) 237-254. Confieso tría" . J. M. Arguedas y P. Duviols. Dioses .,·
que mi falta de instrucción es mucho mayor hombres de Huaro chirí. Narración quechua
que la imaginada por mi empecin ada denosta- recogida por Francisco de Ávila (¿ 1598 .?)_
dora: ignoro sus propios estudios sobre el que- Lima: IEP (1966) 2 19-220. 222. 224, 226.
cima y especialmente sobre la difusión de l que- 237. J. M. Ossio ha llam ado la atención sobre
chua coloni al. este asunto: " traducir de una lengua a otra -
12 Cf E. Bailón Aguirre. " Semiolingüística colo- escribe- es a lgo que muy penosamente esta-
nial andina y crítica literaria (a propósito del mos tratando de hacer. en la actualidad, los
discurso autodidacto)" . Revista Andina 43 antropólogos con modernos recursos metodo-
(2006) 161 -194. lógicos. Si este es el caso para el presente.
13 Una notita al ca lce sobre e l evhemerismo (o imagínense qué va lor puede tener la interpre-
proclividad a deformar los acontecimientos tación de un so ld ado o de un funcionario de la
históricos) obvio de esta actitud: se sostiene corona espai1ola del siglo XVI. Qué valor pu e-
que a pesar " del vio lento proceso de extirpa- de tener. inclusive, la interpretación de un sa-
ció n de idolatrías", en que " se destruyeron cerdote que, aunque letrado, su interés en las
costumbres, creencias y objetos rituales·· (no costumbres indígenas estaban en relación a su
se dice palabra sobre e l genocidio consigui en - propósito de errad icarlas" (' ' Mito logía inca y
te) . " se propició la recolección de testimo- cosmovis ión andina andina· '. En M . Curatola
nios·· que hoy nos permiten ' 'contar con de- y F. Si lva-Santisteban (eds.) Historia y cultu -
tallados recuentos de dichas creencias" . La ra del Perú. Lima: Universidad de Lima -
verdad histórica es que la supervivencia actual Museo de la Nación , p. 206).
del 1'vlanuscrito de Huarochirí no es resultado 14 Cf. R. Cerrón -P alomino. Lingüística que-
de una providencial y clarividente política del chua. C uzco: CERA " Bartolomé de La s Ca-
Estado co loni al, como lo deja entender nues- sas" , 2003, especialmente los caps . 2 y I O.
tra impugnadora; al contrario, a partir del 111 Como lo tengo demostrado , sucede lo mismo
Concilio de Lima ("Para assentar la doctrina con el resto de literaturas ancestrales perua-
del Evange li o en cua lqui er nacion donde se nas: no es posible hacer una escisión «nacio-
predica de nuevo, del todo es necesario quitar nalista » entre la tradición oral aguaruna (pe-
los errores contrarios q(ue) los infieles tienen ruana) y shuar (ecuatoriana) pues no solo
[ ... ] es necesario que el que tiene a cargo la comparten e l mismo sistema de len gua s ino
doctrina haga diligencia y se informe bien de que la plena trabazón de sus motivos lo impi-
las supersticiones que entre los indio s se de; cf. Tradición oral peruana - literaturas
vsan"), Ávi la recogió esos relatos con e l fin ancestrales y populares 11. Lima: PUCP.
de que, puesto que era cura párroco y extirpa- 2006, pp. 181-396. Este fenómeno. sabemos.
dor de idolatrías, al conocer de primera mano abarca prácticamente el globo entero como lo
la tradición oral quechua, la extirpación de demostraron hace mucho Aarnc y Thompson .
idolatrías y destrucción de las creencias del Lévi-Strauss, Morote Best. etc.: cf. E. Frc n-
mundo ancestral andino fuera más eficaz. G . zel. Diccionario de motivos de la literaturn
Taylor escribe al respecto: " El conocimiento universal. Madrid: Gredos. 1980.
del cu lto dedicado a los huacas y de sus para- 15 E. Bailón Aguirre. Tradición oral peruana
deros permitirían el fácil descubrimiento de los literaturas ancestrales y populares Il. Lima :
santuarios con todo lo que este hecho impli- PUCP (2006) 43-91.
caba no sólo para la destrucción de los ídolos 16 Cf. E. Bailón Aguirre. 71-adición oral perua-
sino también para acaparar sus tesoros . Hay na - Literaturas ancestrales y populares l . pp .
frecuentes referencias en el texto y en las no- 274-278 .

58 Revista Andin a
_ _ _ _ _ _ Enrique Bal/ón: Esbozo general de la tradición histórica de las literaturas peruanas

17 El petrarquismo parangonado por el poeta pe-


ninsular Garcilaso de la Vega o por Dávalos y
Figueroa, vate avec ind ado en la capitanía de
24 Correspondenci as no necesariamente opuestas
si no ora complementarias (interinfluenciables)
ora divergentes en pancronía.
'
Charcas . Algo semej ante sucede con las tradi- 25 Ahí me remito sobre todo a los trabajos e.l e .l.
ciones orales y escritas de las literaturas chi- Bellemin-Noel, B. Brun , .1.-L. Lebrave. P.
na, j aponesa y coreana, las del área eslava, las Delcambre, B. Cerquiglini y especialmente A.
del Asia menor, las de las naciones balcánicas, Grésillon; cf. E. Bailón Aguirre. " Sobre la de-
germánicas, etc. cepción amorosa (sentimientos y poes ía ba-
18 Cf. Hesíodo. Teogonía . 71-abajos y días. Escu- rroca colonial andina)". Lexis XXVII , 1-2
do. Certamen. Madrid: Alianza Editorial (2003) 19 n. 3: ldem. E. Bailón Aguirre (co-
(1986) 71. ord.). Simulacros de la fantasía. Nuevas in-
19 Cf. R. Cerrón-Palomino. El chipaya o la len- dagaciones sobre arte y literatura virreinales.
gua de los hombres del agua. Lima: PUCP Hom enaj e a Jos é Pascual Buxó. México:
(2006) 290-291. UNAM (2007) 436, n. 3.
20 Otro ejemplo: en el caso del motivo de «la 26 Cf. F. Rastier. Arts et sciences du texte. París:
doncella fecundada» , el objeto fecundante en PUF.2001 (trad. castellana de E. Bailón Agui-
la tradición oral nahua es fa ·saliva ' del dios , rre , en prensa, Editorial Siglo XXI). Ese orden
en la griega es la ' lluvi a de oro', en la andina investigatorio está renovando. sin duda, los es-
la 'lúcuma'; no es posible encontrar el lexe- tudios literarios coloniales peruanos, espec ial-
ma ' lúcuma ' en la tradición oral griega porra- mente con los aportes de .1. Calvo Pérez, L.
zones espacio-temporales obvias como tam- .J. Cisneros, E. Hopkins, .1.-Ph . Husson , C.
poco la ' lluvia de oro' o la 'saliva ' en la tra- ltier, B. Mannheim , .J . L. Riv aro la, .l. A. Ro-
dición oral andina; cf E. Bailón Aguirre. Tra- dríguez Garrido, C. Rubina, C. Zanelli y G. Ta-
dición oral peruana - Literaturas ancestrales ylor; cf. E. Bailón Aguirre. Los corresponsa-
y populares 11, pp. 43-91. les peruanos de Sor Juana y otras digresio-
21 Cf. E. Bailón Aguirre. "La categorización nes barrocas. México: UNAM, 2003. Adver-
contrastiva en una comedia caviedana". Lexis tire mos , sin embargo, que en este extremo
XXX. 1 (2006): 39-40, n. 154. Son innume- preferimos emplear el término ' invención li-
rables los casos semejantes a reseñar en las li- teraria ' . más afín a la producción colectiva.
teraturas académicas franco-quebequense o que ' creación literaria' inclinado a destacar
ti-aneo-haitiana en relación a la que se produ- los avatares biográficos de los autores.
ce en e l hexágono . 2 7 En el texto sólo he citado la bibliografia ori-
22 Las num erosas muestras textuales recopiladas gin al. A mayor abundamiento, O. Koening ex -
en e l área por R. Howard son suficientemen- pi ic a la pertinencia actual del concepto no
te ilustrativas , cf. Por los linderos de la len- só lo en ciencias sociales sino en las ciencias
gua. Ideologías lingüísticas en los Andes. cognitivas en general: "La construcción de un
Lima: PUCP, IF EA, IEP, 2007. modelo del sistema cognitivo normal es el ob-
23 Sin negar lo que hoy es un patrimonio ances- j etivo principal que persi gue la neuroci encia
tral común, las histori as de las literaturas ecua- cognitiva. Hoy está plenamente admitido el
toriana, boliviana y chilena, reivindican cada hecho de que las actividades cognitivas como
una por su lado la literatura producida en su el lenguaje o la percepción no corresponden
territorio durante la vigencia de l virreinato de a actividades globales e indiferenci adas si no
Nueva Castilla, por ejemplo, la boliviana La que, al contrario, e llas son posibles merced al
miscelánea austral de Dávalos y Figueroa (a fun cionamiento de múltiples subsistemas don-
pesar de haber sido publicada en Lima) ave- de cada uno realiza un proceso de tratamien-
cindado en el Alto Perú, la chilena la Arauca- to elemental. La elaboración de un modelo del
na de Ercill a, etc., as í como las tradicion es funcionamiento cognitivo consiste en identi-
ora les ancestra les y populares de esos Estados. ficar esos procesos y definir la man era como
Ell o no implica que se menospreci e e l estudio los subsistem as correspondientes son orga ni-
comparado dá una o más tradi c ion es hi stóri- zados entre ellos a fin de cumplir la actividad
cas regionales o con tin enta les s in o todo lo cognitiva correspondiente. El modelo de fun-
contrario pues ésta es una labor de contextua- cionamiento se co nvi erte, entonces, en una
li zac ión esencial. descripci ón de su bsistemas organizados en ar-
quitectura funcional " (H. Houd é. D. Kayser.

Nº 46 , primer semestre de 2008 59


Estudios y Debates
f

O. Koening, J. Proust, F. Rasti er. Vocabulai- 3 1 La crítica literari a peru ana ca rece de un org:
re de sciences cognitives: neuroscience, psy- am1111 teó rico-metodo lóg ico, pues no posee u11
chologie, intelligence artiflcielle, linguistique tecnol ec lo o metal e nguaj e de co ntrol noc io-
et phi/osophie. Parí s: PUF ( 1998) 268-269) ; nal ni pautas descriptivas y exp licati va s pro-
cf. K.-0 . Apel. " La dim ension herm éneutique badas: de ahí qu e su discurso ad mita la contra-
des sc iences sociales et sa fondation norm ati- dicción , la labilidad irresprn1sab le, el descon-
ve" . J .-M. Sa lankis , F. Ras ti e r, R. Sc hep s trol enunci ati vo , lo cualitativo antes qu e lo
(eds.). /-lerménelllique: textes, sciences. París: cuantitativo, e tc . En e ste sen tid o e nti e nd o
PUF ( 1997) 163-198; C. F. Feldman. "Les que , por principio deontológico. los hu aque-
genres du discours comme modeles mentaux et ros no son invit ados a participar en las in ves -
culturels: l' interprétation dan s une commun- ti gac iones arqueo lógicas. los curanderos. ensal -
auté culturelle" . F. Rastier, S. Bouquet (co - madores. sanado res o macumberos no practi-
ord .). Une inlroduclion aux sciences de la can ni en c línic as ni hos pitales, tampoco los
cullure. Parí s : PUF (2002) 215-228 , e tc .: tinterill os en los tribun a les ni los astró logos
todo e ll o s in co ntar con e l mu y impo rtante en los observator ios astronómicos, ni v id en-
aporte di agramático de los te xtos Iiterari os de tes ni zahorí s ni eo mechad os ni carlomúnti-
F. Morelli , Graphes, car/es et arbres. Modé- cos ni adivinos ni ni gro man tes ni hec hi ceros
/es abstraits pour une autre hisloire de la litté- dictan en las cátedras de til oso l1a u ofician en
rature. París: Editions Les Prairi es ordinaires, los templos , etc. ; ¿o ... s í?
2008. 32 Siempre ocurre lo mi smo con las posturas de
28 Véase la nota l. los Janos académ icos, es decir, de compromi-
29 Cf. E. Bailón Aguirre. " Al margen de una en- sos circunstancial es ambi guos: ahora result,1
cuesta: de las contradicciones intern as de la que " todo lo que puede objetivi zar la literatu-
crítica literaria en e l Perú" . Hueso húmero 50 ra, lograr un corpus de estudi os críticos some-
(2007) 154 -1 67. tidos a debates y conjeturas, aparece como un
30 Copio a la letra: " el uni ve rso literario indí gena sacrileg io rastrero. Mi e ntras uno se manten-
contemporáneo apenas se encuentra a ludid o ga en e l co me ntario mús o me no s d evo to.
por los hi storiadores de la literatura. Obvia- todo va bien: pero desde qu e se trata de escru-
mente por razones de acceso al materia l, por tar la letra o se tiene la osad ía de sa lir del es-
limitaciones lingüísticas, por prejuicios rac ia- pacio de la oración académica o se apoye en
les, por e l centralismo po lítico, por el interés di agramas. en fi guras, peor tod av ía, en cifras.
ideo lógico y pragmático para de finir una na- todo no es más que jerga" (F. Rastier. Arts e l
ción mesti za hispanohablante, el espacio de sciences du lexte, p. 5).
estudio predominante en las historias de la li- 33 E. Hopkins Rodríguez. '·Recusación de la en-
teratura peruana era [¿o es?] el de la literatu- vidi a en el Apologético afavor de don Luis de
ra en lengua castellana, con la consecuente Góngora, de .luan Espinoza Medrana " . E. 13a-
visión urbana y limeña de esta litera tura" . llón Aguirre (coord.). Simulacros de /afa111a -
Luego se menciona los intentos marginales de sia. Nuevas indagaciones sobre arte y litera-
acceder a una visión abarcadora del fenóme- tura virreina/es. Homenaje a José Pascual
no pero se reconoce que " era una preocupa- Buxó . Méxi co: UNAM (2007) 523-534 .
ción que no encontraba una so lución pertinen- 34 C f. l. Lakatos. Proofs and Refi1talions. Cam -
te" . A co nfes ión de parte re levo de prueb a, brid ge : Cambrid ge University Press. 1976.
dice el aforismo jurídico.

60 Revista Andina

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