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SENTIMIENTO

-Al corregir la natural ambivalencia de los sentimientos, la razón los corrompe y

mutila el universo.
Quien suprime las secretas conveniencias entre sus amores y sus odios, se
vuelve un fanático que camina entre esquemas.

-La autenticidad del sentimiento depende de la claridad de la idea.

-Nadie tiene capital sentimental suficiente para malgastar el entusiasmo.

-Los sentimientos son atributos del objeto, como las sensaciones.

Atribuírselos ambos al sujeto es un sutíl artificio metodológico, pero una
insolencia metafísica.

-El moderno ambiciona a reemplazar con objetos que compra lo que otros
tiempos esperaban de la cultura metódica de los sentimientos.

-El sentimiento de lo trágico salva del sentimentalismo al historiador.

-Hay escritores con quienes no compartimos ni una idea, pero en quienes, sin
embargo, presentimos un hermano; y hay otros que suscitan, a la vez, nuestro
asentimiento y nuestro recelo.

-La tristeza es percepción del rostro triste del mundo, el tedio de faz tediosa, la
dicha de sus aspectos dichosos, el júbilo de sus rasgos jubilantes.
Remitamos a la epistemología de los sentimientos.

-El consentimiento popular es indicio de legitimidad, pero no causa.

En el debate sobre la legitimidad del poder no cuentan ni su origen en el voto, ni
su origen en la fuerza.
Legítimo es el poder que cumple el mandato que las necesidades vitales y éticas
de una sociedad le confieren.

-Mientras no posea todo, el hombre no posee nada, ya que en toda posesión sólo
sentimos los límites.

-Las pruebas de la existencia de Dios son la ideología del sentimiento de su

presencia en el alma.

-Entre religión y ciencia hay más bien antipatia sentimental que oposición
lógica.

-Desde la aparición del surrealismo, la retórica cambio de resorte sin cambiar de

índole.
Tradicionalmente la mala poesíaa era retórica intelectual, hoy es retórica
sentimental.

-Contemplando a la luz de nuestra tristeza o nuestra dicha, de nuestro

entusiasmo o nuestro desdén, el mundo muestra un textura tan sutil, una tan
fina esencia, que toda visión intelectual, compara a esa visión de los
sentimientos, apenas parece una vulgaridad ingeniosa.

-Ante el hombre inteligente que se vuelve marxista sentimos lo mismo que el

incrédulo ante la niña bonita que entra al convento.

-El sentimentalismo democrático aplebeya el alma popular y la predispone al

crimen,
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Los emolientes del alma la vuelven sedienta de sangre.

-Peor que el sentimentalismo de la virtud es el sentimentalismo del vicio.

Siglo XIX - siglo XX.

-Si los altoparlantes culturales callaran un momento, el público retornaría a la

pintura oficial del siglo pasado.
El ascético admirador de cuadros abstractos volvería a colgar en las paredes de
su casa, sus suspiros de descanso, cuadros anecdóticos, sentimentales o
discretamente pornográficos.

-Clérigos y periodistas han embadurnado de tanto sentimentalismo el vocablo

"amor" que su solo eco hiede.

- A medida que suben las aguas de este siglo, los sentimientos delicados y
nobles, los gustos voluptuosos y finos, las ideas discretas y profundas se
refugian en unas pocas almas sereñas, como los sobrevivientes del diluvio sobre
algunos picos silenciosos.

- En la inmensidad del espacio nos sentimos también enjaulados.

El misterio es el único infinito que no parezca prisión.

- El feudalismo se fundó sobre sentimientos nobles; lealtad, protección, servicio.

Los demás sistemas políticos se fundan sobre sentimientos viles: egoismo,
codicia, envidia, cobardía.

- Si el burgués de ayer compraba cuadros porque su tema era sentimental o

pintoresco, el burqués de hoy no los compra cuando tienen tema pintoresco o
sentimental.
El tema sigue vendiendo el cuadro.

- Tragedia griega o dogma cristiano son meditaciones de adulto sobre el destino

del hombre, frente al sentimentalismo adolescente de la filosofía moderna.

-Temblemos si no sentimos, en este abyecto mundo moderno, que el prójimo,

cada día, es menos nuestro semejante.

- Todo sentimiento noble debe esconderse.

Para no molestar al demócrata.

- Aún cuando la definición construya en realidad la clase parece construir la

definición.
Basta construir una clase, en efecto, eligiendo una relación cualquiera común a
varios individuos, para despertar en ellos un sentimiento de coparticipación, que
convierte la definición de la clase en clase definida.
La conciencia de clase no es reflejo de una situación, sino reflexión sobre ella.

-El actual sentimentalismo social es tan grotesco como el sentimentalismo

erótico de antaño.
El intelectual revolucionario es la dama de las camelias del nuevo teatro.

-El público no tiene sosiego, mientras los periodistas no atribuyen al

contemporáneo ilustre rasgos de sentimentalismo ñoño.

-Hay instantes durante los cuales, tanto en nuestra alma, como en nuestro
cuerpo, nos sentimos meramente posar.

-La ética que pierde su dureza heteronómica acaba en onanismo sentimental.

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-Hay sentimientos inteligentes y sentimientos imbéciles.

Porque el sentimiento no es mero estado subjetivo.

-El sentimentalismo del idealista no cabe en quienes nos postramos ante la

silueta de un patíbulo.

-Las conquistas intelectuales son precarias mientras no se logre envenenar las

fuentes de aprovisionamiento sentimental del adversario.

-Mientras más vivaz e intensa sea nuestra percepción de lo visible, mejor

sentimos la realidad de lo invisible.

-Sentimentalista es el que adopta un sentimiento porque la opinión pública lo

aplaude.

-Frente a los verdaderamente grandes nunca nos sentimos humillados, sino

misteriosamente afines.

-Las virtudes al servicio de errores no merecen la complacencia enternecida con

que el sentimentalismo fofo las mira.

-Tan peligroso como creer lo deseable posible es creer lo posible deseable.

Utopías sentimentales y automatismos de la técnica.

-No desdeñemos la religiosidad, aún sentimental y verbosa.

Es el homenaje nostálgico del incrédulo.

-El demócrata es capaz de sacrificar hasta sus intereses a su resentimiento.

-El que cree disculpar un sentimiento vil diciendo que es sincero lo agrava
meramente.

-La retórica excrementicia falsifica tanto como la sentimental.

-La idea profunda no suscita nuestro asentimiento inmediato sino una paulatina
derrota de nuestra renitencia.

-Delante del que no nos entiende nos sentimos frente a una pared.
Delante del que nos entiende nos sentimos dentro de una cárcel.

- Una pudibundez ridícula no le permite hoy al escritor inteligente tratar sino

temas obscenos.
Pero ya que aprendió a no avergonzarse de nada, no debiera avergonzarse de
los sentimientos decentes.

-Ante la fatuidad de toda "explicación" nos sentimos sacudidos de indignación y

náusea.

-La fé no es asentimiento a conceptos, sino repentino resplandor que nos postra.

- El consentimiento no funda la autoridad, la confiesa.

-La sensualidad es legado cultural del mundo antiguo.

Las sociedades donde la huella greco-romanan se borra, o donde no existe, sólo
conocen sentimentalismo y sexualidad.

-El moderno invierte el rango de los problemas.

Sobre la educación sexual, por ejemplo, todos pontifican, pero a quién preocupa
la educación de los sentimientos?.
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-Desconfiemos del que no sea capaz, en determinadas circunstancias, de

sentimentalismo fofo.

-Sin rutinas religiosas las almas desaprenden los sentimientos sutiles y finos.

-No es en los conflictos contemporáneos en donde nos sentimos

necesariamente más enredados.
La gravedad intelectual de un conflicto no depende del calendario.

-El moderno es viscoso y pétreo alternativamente.

Cuando deja de ser sentimental se vuelve despiadado.

-La validez gnoseológica del sentimiento fue el gran hallazgo intelectual del
romanticismo.

-El Orfismo y Rousseau ocupan en la historia una posición semejante.

Si ambos, por una parte, impulsaron el movimiento democrático y la religiosidad
gnóstica, ambos, por otra parte, propiciaron el sentimiento religioso y la actitud
reaccionaria.
Difícil explicar a Burke sin el clima rousseauniano o a Platón sin el clima órfico.

-Nos sentimos a veces culpables de frustrar concesiones que degradan.

-El sentimentalismo, la benevolencia, la filantropía, son las incubadoras de las

grandes matanzas democráticas.

-Lo que es favorable al sentimiento religioso lleva consigo la capacidad de

pervertirlo.
Pero un renuevo religioso, por otra parte, puede brotar de planta impía.

-Al releer la literatura contemporánea de nuestra juventud nos sentimos como

ante caricaturas de nuestros recuerdos.

-Un sentimiento no es sincero si sus manifestaciones no engañan al psicólogo

profesional.

-No es entre pequeños en donde nos sentimos grandes, es en la luz de los

grandes en donde nos sentimos crecer.

-Desagradecimiento, deslealtad, resentimiento, rencor, definen el alma plebeya

en toda época y caracterizan este siglo.

-Nada más ominoso que el entusiasmo del siglo XIX por la "unidad", la
"solidaridad", la "unanimidad", de la especia humana.
Esbozos sentimentales del totalitarismo contemporáneo.

-De una inteligencia ajena pronto sólo sentimos los límites.

-La fé no es asentimiento irracional a una proposición, es percepción de un orden

especial de realidades.

-El "coriolanismo" es sentimiento que el triunfo de la plebe acaba despertando

en todo observador imparcial.

-No sabemos a fondo sino lo que no nos sentimos capaces de enseñar.