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Propuesto así, hay quien podría advertir una confusión, la misma que se ha puesto de
manifiesto en diversas sentencias emitidas por la Corte Suprema, que por un lado niegan que
un propietario, que no tiene alternativas para alcanzar la inscripción de su derecho en el
registro público, pueda demandar la PAD con esos fines; o por otro lado, consideran que
cuando se trata de bienes inmuebles no inscritos, el único mecanismo para llegar al registro es
el PTS.
Particularmente, pienso que, entendida debidamente la naturaleza y los fines de las referidas
instituciones, es posible entender que ambas sí resultan alternativas para regularizar la
propiedad alcanzando su anhelada inscripción.
Dicho esto, en las próximas breves líneas compartiré algunos aspectos de convergencia de
ambas instituciones.
Importantes diferencias
Nuestro Ordenamiento Civil, en teoría, es uno pro delimitación de derechos. Así, por ejemplo,
aunque no siempre se condiga con la realidad, se pretende que el titular de un derecho de
propiedad llegue a inscribirlo a fin de poder “completar su derecho”[1]. De esta manera, es el
propio ordenamiento el que brinda los utensilios necesarios para tal fin.
En nuestro Código Civil (CC), encontramos referencia al PTS en el artículo 2018°, el mismo que
ordena que para la primera inscripción de dominio se debe de exhibir títulos por un periodo
ininterrumpido de cinco años o, en su defecto, títulos supletorios.
Por otro lado, es el Código Procesal Civil (CPC) en el artículo 504° expresa:
A partir de lo citado, podemos extraer las características del PTS. Así, para poder solicitar la
formación del título supletorio, pues de este se carece, se requiere tener el estatus de
propietario del bien objeto de solicitud, pero a la vez no contar con el sustento ante el Registro
de que se es propietario, pues lógico, por eso se solicita la formación de un título que supla el
que debió haber tenido –y no tiene– para ser presentado al Registro y poder volver oponible el
derecho –esto es, “completarlo”– ante los demás.
Pero esto no es lo único requerido para poder acceder a un título que cumpla la función de
suplir el que, en formalidad, no se tiene. Además, se requerirá a la posesión en tiempo o plazo
semejante al de la prescripción extraordinaria, pues recordemos que “la posesión cumple una
función de legitimación, en virtud de la cual determinados comportamientos sobre las cosas
permiten que una persona sea considerada como titular de un derecho sobre ella […]”[2].
Correctamente, Gonzales Barrón señala que: “[e]l título supletorio aplica cuando el propietario
del predio no inscrito requiere completar la titulación, por lo cual recurre a la prueba posesoria
[…]. Siendo así se trata de un proceso de comprobación de una situación jurídica, sin que exista
conflicto con otro sujeto que se atribuya el dominio”[3].
En este sentido, no se comprende la razón para haberle dado una naturaleza contenciosa,
pues en un PTS no se busca controvertir el derecho de propiedad de ninguna otra persona ni
se busca el reconocimiento de una forma originaria de adquisición de la propiedad.
A diferencia del PTS, la PAD sí es una forma de adquirir la propiedad en tanto quien la
pretende apenas lo hará luego de haber ostentado solo la situación de poseedor y lo hará en
tanto a otro sujeto, anterior propietario, se le deje reconocer el derecho a favor del que
poseyó por un tiempo determinado.
En torno a los requisitos para lograr la adquisición de la propiedad por prescripción, tenemos
que se debe de ostentar una posesión que sea continua, pacífica, pública, como propietario y
durante un tiempo de diez años o de cinco (si se adicionan justo título y buena fe).
III. ¿Prescripción adquisitiva de dominio para bienes inscritos y título supletorio para bienes
no inscritos?
Como ya hemos señalado, el PTS es aquel por el cual el propietario va a buscar la formación de
un título con el fin de alcanzar la inscripción de su derecho en el registro público, de tal manera
que pueda volver oponible su derecho a los demás.
Por tanto, en caso de encontrarse en el proceso que el solicitante pretende alcanzar un título
supletorio respecto de un inmueble que ya se encuentra registrado, tendríamos que el
solicitante del título supletorio no ostenta la calidad de propietario.
En el mismo ejemplo, bien podría recurrirse a la figura de la PAD, pues lo que se debe dilucidar
es quién ostenta el derecho, es decir, establecer cuál de los dos sujetos (si el demandante,
solicitante de la PAD, o el propietario con derecho inscrito) resultarán vencedores. De ahí que
la PAD sea un proceso contencioso y el PTS no.
Hay que tener en consideración también qué si bien el PTS solo puede postularse en los casos
en que el bien no se encuentra registrado; eso no quiere decir que la PAD solo pueda
demandarse cuando el bien está registrado.
Así, de forma equivocada la Res. N.° 224-2009-SUNARP-TR-A, citada por Gonzales Barrón
señala lo siguiente: “tradicionalmente nuestro ordenamiento jurídico ha establecido la
distinción entre los títulos supletorios y adquisición por prescripción […] y han contemplado el
saneamiento de la titulación para los efectos de la regularización de un predio cuando el
mismo no está inscrito (título supletorio) y cuando el predio ya está inscrito (prescripción
adquisitiva)”.
A partir de ello, es necesario hacer hincapié en que la PAD es una forma de adquirir la
propiedad independientemente de si esta se encuentra o no inscrita, es por eso que podemos
hablar, por ejemplo, de la prescripción contra tabulascomo una de las formas de usucapir el
bien.
IV. Prescripción adquisitiva del propietario. click here Colofón
Si bien la usucapión es una forma de adquirir la propiedad, entonces, por simple deducción,
podríamos establecer que aquel que ya es propietario no tendría que buscar un mecanismo de
adquisición del derecho, sino tan solo su reconocimiento.
Pero a esto hay que agregar que la jurisprudencia ha sido caprichosa en el sentido de aceptar
la PAD del propietario o declararla como un imposible jurídico. Veamos.
“Quinto.- Que, el artículo novecientos cincuenta del Código Civil no contiene ninguna
limitación para adquirir por prescripción a quien se considere propietario del inmueble y
además de acuerdo con el artículo novecientos cincuenta y uno del mismo Código, la posesión
tiene que ser continua, pacífica, pública como propietario; Sexto.- Que, de acuerdo con el
criterio de la sentencia de vista de que resulta jurídicamente imposible solicitar la prescripción
adquisitiva si se afirma ser propietario al haber adquirido la propiedad por contrato de
compraventa, no se establecería en la parte final del artículo novecientos cincuenta al referirse
a la prescripción corta que se adquiere a los cinco años cuando media justo título y buena
fe” [4].(Subrayado nuestro)
¿Resulta jurídicamente posible que quien adquirió un bien inmueble mediante título privado
(incluso del titular registral), como la compraventa, pretenda también la declaración de la
propiedad mediante prescripción adquisitiva?:
El Pleno acordó por mayoría que “El propietario que adquirió un bien inmueble mediante título
privado traslativo de dominio, como la compra venta, no puede adquirirlo también mediante
prescripción adquisitiva, por cuanto, por un lado ya es propietario; y de otro lado no es
jurídicamente posible tener dos títulos de dominio”[6].
No obstante la referencia inmediata anterior, en mi opinión, no solo el PTS puede ser usado
como mecanismo para regularizar el título de propiedad, sino que jurisprudencialmente, la
PAD del propietario cumple la misma función. La Cas. N.° Casación N° 672-2001-Lima y la Cas.
N.° 2571-2009-Huánuco, en los considerandos subrayados, bien lo apuntan.
ARTICULOS / REGISTRAL
1. Prescripción administrativa
2. Prescripción judicial
En el tema judicial, que es el más relevante, podemos ver que se divide la prescripción
adquisitiva de dominio para bienes muebles e inmuebles, con buena fe o mala fe. Este tipo de
prescripción opera tanto para predios rurales (inscritos como tales pero que no forman parte
de zona agropecuaria o afin) como para predios urbanos. Ahora bien, cuando se refiere a
bienes muebles o inmuebles que sean de buena fe, este requiere justo título. ¿Y a qué se
refiere con eso? Pues a cualquier tipo de propietario que tenga un imperfecto. No es que la
usucapión esté dirigida a invasores solamente. Está también dirigida a las personas que tienen
un título de propiedad pero que no pueden perfeccionarlo, de conformidad con los artículos
486 y 504 C.P.C.
En ese sentido, es posible que tengas un bien bajo una compraventa pero el que te vendió
tiene un juicio, por ejemplo, están demandándolo. En esos casos, para no verte perjudicado
puedes ir por una prescripción adquisitiva de inmuebles de cinco años, o de dos años cuando
se trata de bienes muebles para que con el tiempo que te han dado sea suficiente y puedas
adquirir la propiedad. De esta manera, se sanea tu inmueble (propiedad) y puedes actuar
como propietario con todos los derechos disponibles que te brinda la norma.
3. Prescripción notarial
Esta vía es la adecuada para los predios urbanos con o sin edificación. Según la Ley 27157, art.
21, los Notarios se encuentran habilitados para tramitar solicitudes de prescripción adquisitiva
de inmuebles cuando existe posesión continua, pacífica y pública como propietario durante
diez años.
Requisitos:
Solicitud firmada por el interesado y los testigos propuestos, autorizada por abogado.
Copia literal del inmueble o certificado de búsqueda catastral, expedidos por los
Registros Públicos.
El Notario realiza una constatación del inmueble para verificar la posesión pública y pacífica del
solicitante y toma declaración a los testigos propuestos.
Transcurridos treinta días útiles luego de la última publicación sin que medie oposición el
Notario extiende la Escritura Pública respectiva y remite partes al Registro de Predios para su
inscripción.