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FICHA ANALÍTICA Nº 3

PROYECTO: Ciencias Sociales Escolares

AUTOR(A): José David Morales Beltrán

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA:

Pineau, Pablo. ¿Porqué triunfó la escuela? O la modernidad dijo: “Esto es educación”, y la escuela
respondió: “Yo me ocupo”. Historia de la educación en debate. Revista Modernidad y educación.
1993.

DESCRIPCIÓN DEL DOCUMENTO:

El texto presenta una visión sobre la escuela y sostiene que ésta no es un fenómeno que resulta
de la evolución “lógica” y “natural” de la educación, sino de una serie de rupturas y
acomodaciones en su devenir. Pero, a su vez, la escuela puede considerarse el punto de
culminación de la educación entendida como empresa moderna, en tanto proceso sobre el que se
apoya su naturalización.

PALABRAS CLAVES:

Escuela: Innegable símbolo de los tiempos, metáfora del progreso, una de las mayores
construcciones de la modernidad. “Epifenómeno de la escritura”, conquista social y un aparato de
inculcación ideológica de las clases dominantes.

Sentido escolar: Aplicación de la lógica esencia/apariencia o texto/contexto. La significación del


texto escolar está dada por el contexto en que se inscribe.

Fenómeno colectivo: la construcción del poder moderno implicó la construcción de saberes que
permitieran coaccionar sobre el colectivo sin anular la actuación sobre cada uno de los individuos
en particular.

Cuerpo de especialistas: Tenencia monopólica de los saberes específicos para comprender,


controlar y disciplinar a los alumnos que otorgó identidad a los maestros y les permitió
diferenciarse de otras figuras sociales.

Dichos sujetos deben ser moldeados en instituciones específicas -escuelas normales, formación
institucional de los pedagogos- fundadas dentro de los sistemas educativos.

Infancia: Se construyó como un sujeto no adulto a partir de su incompletitud, hombre primitivo,


“buen salvaje”.

Alumno: Sujeto pedagógico, infante normal al cual toda su vida fue escolarizada.

Currículo: Espacio de lucha y negociación de tendencias contradictorias que toma formas sociales
particulares e incorpora ciertos intereses que son a su vez el producto de oposiciones y
negociaciones continuas entre los distintos grupos intervinientes (movimientos y grupos sociales,
académicos, políticos, institucionales, etc.)
Educar: Fue completar al niño para volverlo adulto, lo que llevó a una infantilización de todo aquel
que en cualquier circunstancia ocupara el lugar del alumno -adulto analfabeto-.

Dispositivos de disciplinamiento: La escuela fue muy efectiva en la construcción de dispositivos de


producción de los “cuerpos dóciles” en los sujetos que se le encomendaban.

Saber escolar: El saber científico puro es moldeado por la forma en que es presentado, por las
condiciones en las que se enseña y se aprende, y por los mecanismos de sanción y evaluación de
su adquisición.

Prácticas de transmisión de saberes íntimamente articuladas al funcionamiento disciplinario.

Escolarización: La construcción del poder moderno, el poder que actúa por producción y no por
represión, que genera y cercena sujetos. El poder actúa a la vez sobre todos y cada uno de los
sujetos

TESIS O HIPOTESIS

La consolidación de la escuela como forma educativa hegemónica se debe a que esta fue capaz de
hacerse cargo de la definición moderna de educación.

La escolarización es el punto cumbre de condensación de la educación como fenómeno típico de


la modernidad.

El triunfo de la escuela implicó la adopción de pautas de escolarización por ciertas prácticas


pedagógicas previas o contemporáneas y la desaparición de otras. Así, la escuela se volvió sinónimo
de educación y subordinó el resto de las prácticas educativas.

La escuela hereda del monasterio la condición de espacio educativo total, es decir, donde la
totalidad de hechos que se desarrollan dentro son potencialmente educativos.

Cada escuela es un nudo de una red medianamente organizada denominada sistema educativo.

En el siglo XX, y sobre todo en la segunda mitad, lo escolar fue a su vez limitado a lo curricular. La
lógica de reducción y subordinación corrió por la cadena pedagogía-escuela-currículum e implicó
el triunfo de la racionalidad técnica moderna aplicada en su forma más elaborada a la problemática
educativa.

Docente y alumno son las únicas posiciones de sujeto posibles en la pedagogía moderna. El docente
es portador de lo que no posee el alumno y el alumno -construido sobre el infante- no es
comprendido nunca en el proceso pedagógico como un “igual” o “futuro igual” del docente sino
como alguien que siempre será menor respecto del otro miembro de la díada.

La desigualdad es la única relación posible entre los sujetos, negándose la existencia de planos de
igualdad o de diferencia.

La escuela obligatoria se institucionalizó como mecanismo de control social. En sus años de


establecimiento, la obligatoriedad sólo debe ser aplicada a las clases bajas, ya que las altas no
dudarían en instruir a sus hijos, y la escuela se convertiría en la única vía de acceso a la civilización.
La escuela genera su currículo descontextualizando los saberes de su universo de producción y
aplicación. Éste saber escolar inevitablemente descontextualizado implica la creación de un nuevo
saber, el saber escolar, que responde a ciertas pautas como gradualidad, adaptación al alumno,
ordenado, etc.

El acceso a los contenidos se utiliza como estimulación de la competencia y el orden y el silencio


son condiciones o fines de la terea pedagógica.

El sistema escolar establece un nuevo tipo de capital cultural: el capital institucionalizado, que
acredita la tenencia de un cúmulo de conocimientos por medio de un diploma o título de egresado
y permite el funcionamiento del mercado laboral de acuerdo con las prácticas liberales.

El otorgamiento del capital cultural institucionalizado es monopolizado por el sistema escolar, lo


que lo convierte en un tamiz de clasificación social. Clasificación que también se da al interior del
sistema.

La escuela implicó la creación de nuevos materiales escritos, adaptados a características especiales,


según su grado de didactismo, de claridad o adaptación al alumno, al currículum, o los fines
propuestos.

La educación se ubica en el sujeto moderno auto centrado, se enuncia desde este punto, se origina
allí, y también allí tiene sus límites, es el proceso por el cual el hombre sale de la naturaleza y entra
en la cultura (Kant), la clasificación interna de lo educativo -cuidados, disciplina e instrucción-
establece los límites entre un interior y un exterior, con una frontera muy clara.

La relación instrucción/disciplina, como binomio relación negativo/positivo, de


represión/producción, establece las fronteras precisas de lo educativo. El hombre educado es un
hombre cultivado/disciplinado. Es posible comprender este fenómeno dentro de lo que Foucault
llamó la gubernamentalidad, en tanto forma de disciplina y gobierno no ya dirigida a un territorio,
o a la familia, sino a la población.

La construcción del poder moderno, el poder que actúa por producción y no por represión, que
genera y cercena sujetos, (recordar la definición Weberiana de dominación), implicó la
construcción de esta estrategia por la que el poder actúa a la vez sobre todos y cada uno de los
sujetos.

Kant reforzó una de las operaciones centrales de la educación moderna: la constitución de la


infancia como sujeto educativo por excelencia.

El ilustrado siglo XVII comprendió a la educación como fenómeno esencialmente humano “piedra
de toque” del cambio social y de los procesos de superación o progreso individual y colectivo, y
reafirmó a la infancia como el periodo etario educativo por antonomasia.

Conclusiones

Para finalizar el autor muestra las tres corrientes dominantes en la escuela moderna, a saber, la
liberal, la positivista y la escuela tradicional. Sobre la liberal dice: “el liberalismo marcó el camino
de construcción de las naciones y el sentimiento de adscripción a ellas en el siglo XIX, campo en el
que la escuela se volvió importante y creó (más bien reforzó) el sentimiento de ciudadanía,
necesaria para las sociedades modernas-industriales.

Sobre el positivismo dice: “En primer lugar, el positivismo comprendió a la escuela como la
institución evolutivamente superior de difusión de la única cultura válida (la de burguesía
masculina europea para algunos, la cultura científica o la cultura nacional para otros) como
instancia de disciplinamiento social que permitiera el desarrollo y el progreso ordenado de la
humanidad”.

En segundo lugar: “el positivismo estableció la cientificidad como el único criterio de validación
pedagógica.”

Finalmente, al referirse al aula tradicional recalca: “ordenó las prácticas cotidianas sobre todo a
partir del triunfo final del método simultáneo, gradual o frontal sobre otras posibilidades a lo
largo del siglo XIX. La organización del tiempo, espacio y el control de los cuerpos siguió el
método de organización propuesto por este último”.

Comentario analítico

El presente texto deja visualizar la idea que la escuela moderna tiene de sujeto (alumno encarnado
en el infante) y es que hay una transposición de la idea de un sujeto constituyente y universal por
la de uno constituido en un espacio y tiempo concretos. Lejos de portar una esencia, de resistir a
los cambios del tiempo, el sujeto es resultado de un conjunto de prácticas que intervienen en él, lo
atraviesan y en definitiva lo constituyen. El sujeto es, por ello, producto histórico, moldeado desde
el sistema escolar. Retomando a Foucault sobre el tema del régimen tecnológico, que nos sirve
para aclarar el punto de la disciplina o más bien la relación instrucción/disciplina que señala Kant,
este tuvo sus orígenes en los siglos XVII y XVIII y perdura hasta el siglo XX (tiempos importantes de
constitución de la escuela), tal régimen tecnológico, resultado de una relación saber-poder
determinada, es lo que este pensador denomina disciplina. La disciplina es tecnología que genera
individuos, haciendo de ellos su objeto e instrumento de ejercicio del poder.

Al ser la disciplina tecnología, cuyo blanco de poder es el individuo, su horizonte discursivo se


encontrará en las ciencias humanas. En el campo de la educación, la pedagogía será aquella
productora de un saber-poder en lo referente al sujeto. Al respecto, Larrosa señala “la ocultación
de la pedagogía misma como una operación constitutiva, en rigor, productora de personas”,
denunciando la pretensión de la pedagogía como “mera mediadora” para el desarrollo de los
sujetos.

Finalmente, señala Foucault (1981): “El sujeto moderno es, tal vez, la mayor víctima de las
contestaciones, y es aquí, probablemente, en donde el proyecto educacional moderno sufre su
mayor conmoción. Al final, la posibilidad de la educación y de la pedagogía reposa precisamente
en el presupuesto de la existencia de un sujeto unitario, y está centrado en la finalidad de la
educación, entendida como la construcción de su autonomía, independencia, y emancipación”.

Observaciones

El texto se vuelve pertinente y muy necesario para la formación de los futuros docentes, ya que
permite el análisis crítico e histórico de la escuela moderna. Permite comprender que sobrevivió a
todos los cambios políticos y económicos del mundo capitalista avanzado, así como a las grandes
guerras del siglo XIX.

Además, amplía la visión marxista de la dominación, ya que la escuela no solo es un sistema


ideológico de dominación que necesita de la represión para mantenerse, sino que es
primordialmente un dispositivo o en términos de Foucault una tecnología de dominación que no
solo reprime sino produce sujetos que no necesitan ya de la autoridad directa sino de la autoridad
anónima para mantenerse. Como señala Fromm: “nuestro sistema necesita hombres que se
sientan libres e independientes, pero que hagan lo que se espera de ellos, que puedan ser
guiados sin recurrir a la fuerza, conducidos sin líderes (…), “La autoridad evidente de fuerza se
convirtió en autoridad anónima de persuasión y sugestión (…)” Fromm, Erich. (1978) Prólogo a
Summerhill.

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