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el ACOMPAñamiento
espiritual
Durante los primeros días de Pascua he- llamado Emaús”); ahora vuelven a Jerusalén
mos leído en la liturgia dos veces el texto de con un destino definido y sabiendo lo que tie-
los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35): en la nen que encontrar. Ahora vuelven como pere-
semana pascual y en el 3º domingo. Este texto grinos, con un horizonte que ilumina el cami-
(entre muchas otras cosas) nos muestra cómo no (“En ese mismo momento se pusieron en
desde el principio los testigos y discípulos del camino y regresaron a Jerusalén”).
Señor son acompañados por Él para recono- La experiencia de compartir comunita-
cerlo en el camino de la vida. riamente el encuentro con Jesús resucitado
Los discípulos recuperan el “entusiasmo al llegar a Jerusalén, confirma la experiencia
pastoral” al descubrir a Jesús como compañe- propia y la enriquece. No son ellos los que
ro de camino (“no ardía acaso nuestro cora- contarán algo nuevo a los demás, que no se-
zón, mientras nos hablaba en el camino…?”). pan. Ellos reciben un anuncio (“Es verdad, el
Jesús, al hablarles mientras caminan, llega al Señor ha resucitado y se apareció a Simón”)
interior del corazón devolviendo el sentido a y así confirman y enriquecen su propia expe-
los acontecimientos al comienzo incompren- riencia (“Ellos por su parte contaron lo que
didos (“Hombres duros de entendimiento”). les había pasado en el camino…”). El acom-
Jesús, desde las Escrituras, desde la Palabra, pañamiento comunitario sostiene y fortalece
va iluminando los sucesos vividos para que en la experiencia de encuentro con Jesús y de la
ellos, los discípulos, puedan reconocerlo (“… misión encomendada por Él. Ser acompañado
les interpretó en todas las Escrituras lo que se por otro/os fortalece la fe y la enriquece.
refería a Él”).
La Palabra que interpreta la vida lleva a Los sacerdotes somos discípulos que ne-
abrir los ojos en el gesto eucarístico, para que, cesitamos ser acompañados para no perder
recuperado el ardor, el encuentro con Jesús el ardor que nos impulsa a la misión. Nece-
resucitado se experimente como algo vivo y sitamos también escuchar una Palabra que
lleno de sentido (“entonces se les abrieron los ayude a interpretar los acontecimientos de la
ojos y lo reconocieron”). Lo reconocieron en vida cotidiana para que sean oportunidad de
la vida (iluminada por la Palabra explicada encuentro con Jesús. Necesitamos que alguien
por Jesús) y en la Eucaristía (como presencia nos acompañe para sostener y afianzar nuestra
cercana: “quédate con nosotros”). vida espiritual vinculada con el ejercicio del
La vida de estos discípulos cambia radi- ministerio. Y lo somos de verdad de tantas ma-
calmente: si se estaban alejando de Jerusalén neras, a través de sacerdotes amigos, familias,
hacia una ciudad pequeña, casi sin rumbo y comunidad parroquial y amigos en general.
como errantes (“iban a un pequeño pueblo Pero hay un ámbito en particular en el que
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editorial
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Aco
pañam
Espirit
acompañamiento
espiritual
[ P. Bernard Pitaud
P. S. S ]
pastoral sacerdotal
[ P. H u g o N a z a r e n o M a s s i m i n o ]
Cooperador Parroquial de Cristo Rey
La Dirección Espiritual de
sacerdotes como proceso
de discernimiento
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adelante agrega atinadamente: “Es fundamen- tido, transitan el camino del desencanto, de la
tal centrarse en la experiencia espiritual de la huída, de la fe perdida, de la desesperanza y de
persona (experiencia de Dios) y, por tanto, en la amargura, abandonando la comunidad.
la vida de oración. Y seguir con constancia un
acompañamiento prolongado con entrevistas
periódicas para ir discerniendo y dilucidando 3. Los tres momentos del
por dónde lo lleva el Espíritu. Tendrá que ir discernimiento
aprendiendo y aplicando las normativas para
realizar el “discernimiento”, a fin de ir discer- 3.1. Primer momento: “Sentir”.
niendo prolongadamente la vida interior acti-
va que lleve, e ir practicando una dinámica de ¿Qué hace el Acompañante por excelencia
elecciones y decisiones aplicando los diversos ante esta situación? No se impone, se acerca a
“tiempos oportunos”1. Finalmente, acota: “Y los dos, camina con ellos y los escucha, más
esta clase de dirección espiritual es la que vie- aún les hace unas preguntas abiertas: “¿Qué
ne necesitando, a la larga, toda persona que comentaban por el camino?... ¿Qué cosas?”
lleve un compromiso cercano con Dios, como (Lc 24, 17 y 19); seguramente que el Señor
serían los/las religiosos/sas especialmente los/ Resucitado sabía lo que les pasaba pero quie-
las jóvenes que están en etapa de formación, re saber cómo ellos lo están viviendo, quiere
seminaristas mayores, o los jóvenes laicos que hacerles tomar conciencia de la situación que
buscan un compromiso vocacional verdadera- viven y que manifiestan a nivel emocional
mente auténtico”2. Yo no dudaría de agregar y afectivo con expresiones espontáneas, les
en esta lista, desde mi experiencia, a mis her- ayuda a “hacer memoria” de lo doloroso que
manos presbíteros. viven; les está ayudando a dar el primer paso
1
Ib., 356. 3
Las palabras en negrita son mías para destacar los
2
Ib., 357. tres niveles o fases para discernir.
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Sentir, precisamente, significa advertir lo que Espiritual debe dar pautas para que también
está pasando dentro. el dirigido diferencie, interprete, su situación
Esta es una tarea propia del acompañante con la inteligencia iluminada, auxiliada por la
espiritual: ayudar a que caigan en la cuenta, fe, con el ejercicio posible de los dones del Es-
presten atención psicológica de las mocio- píritu Santo, y si el Señor lo ha dado, también
nes, es decir del movimiento interior4; éstas se con el carisma de discreción de espíritus. Este
sienten, hasta se localizan en el cuerpo a lo lar- es el segundo paso o fase del discernimiento,
go del día, en los momentos de oración y fuera que hay que facilitar al dirigido, quien fre-
de los mismos, a veces con mucha fuerza, la cuentemente tarda mucho en clarificar el con-
mayoría de las veces, como una brisa suave. tenido, ya que no siempre aparece el mensaje
Es tarea del Director educar a percibirlas y no claramente.
pasar en esto como “gatos sobre brasas”, sino Para esto, como lo hizo Jesús que les
que las detecten y se percaten que les puede ayudó a sus discípulos hasta que “los ojos
sugerir insistentemente un comportamiento, se abrieron y lo reconocieron” (Lc 23, 31),
una línea de acción. Por eso, hay que ayudar a hay que dar criterios para diferenciar, según
detenerse y a examinar. el principio de la paz espiritual o del Espíritu
No hay que ahogar los sentimientos, sino Santo, ya que el fruto del Espíritu según nos
provocamos una especie de mutilación; más dice San Pablo en la carta a los Gálatas 5, 22
aún, a los jóvenes hay que favorecerles este es: “amor, alegría y paz, magnanimidad, afa-
sentir, pero sin descuidar los niveles siguientes bilidad, bondad y confianza, mansedumbre y
que expondremos. Avivarse, entonces, ya que temperancia”. ¿No será por esto la exclama-
“la procesión va por dentro”. ción de los discípulos de Emaús: “No ardía
acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba
3.2. Segundo momento: “Conocer” en el camino y nos explicaba las Escrituras?”
(Lc 23, 32).
Siguiendo con el episodio de Emaús, ve- Conviene aclarar que la verdadera alegría
mos cómo Jesús “les interpretó” (Lc 24, 27) y gozo en el Espíritu siempre viene de y lle-
seguidamente lo sucedido; les brindó la clave va a una relación interpersonal con Dios, es
de interpretación. Y precisamente el Director obra de Dios y lleva a la comunión con Él. No
es, como propone la New Age (Nueva Era),
buscar tener paz y bienestar, aunque no haya
alteridad con Dios ante quien crecer en un
4
La moción interna contiene tres elementos: a) es un
estado afectivo; b) tiene un contenido mental-represen- encuentro y relación plenificadora o teniendo
tativo y c) posee un movimiento: un impulso o invitación una existencia inmoral, en una compra y
que dirige hacia algo.
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venta de paz interior a través de prácticas de obstáculo”.3 Cooperar a detectar las mociones
relajación y otros materiales. Esta vivencia fá- que provienen del amor al Señor porque llevan
cilmente llevará a un egoísmo espiritual en un el signo del verdadero consuelo, lleva a una
gran relativismo moral. relación más estrecha con Dios.
n Discernir por el sentido religioso: mi-
3.2.1. Criterios para discernir. rando a largo plazo la moción para diferenciar
si me abre a Dios, a los demás, a aceptar y
El P. Randle1 ha sintetizado magnífica- cumplir la voluntad de Dios o no. Auxiliar
mente estos tres criterios: para que el dirigido se pregunte: ¿hacia dónde
me lleva esta moción?, ¿me ayuda o no?
n Discernir por los efectos o consecuen- Como criterios para evaluar las mociones
cias: si el celíaco come algo con harina, rápi- todavía podemos enseñar a detectar:
damente su organismo lo detecta y reacciona n lo sorpresivo y novedoso: Según el
drásticamente, también podemos percibir en santo de Loyola en el [330] de los Ejercicios
nosotros consecuencias ante opciones, proyec- cuando tiene la consolación esta característica
tos, deseos, etc.: dejan paz o no; hay entonces, es inconfundiblemente de Dios y no hay enga-
que preguntarse: ¿cómo quedé, cómo me dejó ño ya que no tiene causa precedente, inmedia-
la moción que tuve o sigo teniendo? tamente anterior; es decir, no se sigue de una
n Discernir por contraste: el hábito de actividad o deseo nuestro.
comer un buen, tierno y sabroso asado, me lle- n Unida a los criterios anteriores hay que
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discernir, poner nombre y vivir mejor; cuan- Ejercitar este ministerio valorizando el dis-
do perdemos la sinceridad y la transparencia cernimiento, ayuda a que el presbítero acom-
nos vamos volviendo más opacos con noso- pañado, haga sus descubrimientos personales,
tros mismos y con Dios. Dios, lo sé por expe- pueda desenterrar el auténtico tesoro, quizás
riencia, bendice la claridad de conciencia con en sí mismo insignificante pero fundamental
el guía. El simple hecho de narrar, de contar, y pueda ver con claridad sus lados débiles. El
ayuda a objetivar y a clarificarse a sí mismo. fruto es el descubrimiento que facilita el escla-
El ministerio de la Dirección Espiritual a recimiento y la degustación del misterio. De-
los presbíteros es un servicio delicado, frater- trás del misterio se realiza el nuevo misterio
no, caritativo, para ayudar a abrir los ojos, a del encuentro del hombre con Dios.
que se den cuenta, a que emerja lo que sienten El ministerio de acompañamiento encuen-
y puedan diferenciar si es gracia o tentación; tra totalmente su significado si abre al presbí-
para que puedan recuperar la vista y lleguen a tero a Dios, es decir, a la percepción de que lo
tener una mirada nueva sobre los motivos para que él vive lo supera; si adquiere el gusto de
seguir andando, recuperando de esta manera el vivir y de rehvivir (saborear, agradecer, con-
sentido de la vida y haciendo que los mismos tar, celebrar...) el paso de Dios con sus dones
dirigidos presbíteros se comprometan. por su vida. w
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testimonio
[ P b r o . M a r i o L u d u e ñ a ]
diócesis de san francisco
1° Taller sobre
Acompañamiento Espiritual
1
Cf. Aparecida 192.
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testimonio
Sin embargo, también fue clara la po- Estas palabras de la V° Conferencia Ge-
sición de no esperar más sobre el tema en neral de Episcopado Latinoamericano y del
cuestión. La posibilidad de profundizar en el Caribe, confirman la intencionalidad de este
acompañamiento es una gracia que debe me- 1° Taller.
dirse en toda su dimensión.1 Con este breve comentario queremos
¿Qué servicio más esperado de los sacer- agradecer al P. Hugo Massimino y a toda la
dotes que ser quienes enseñan a reconocer el Casa de Fátima, siempre tan servicial y frater-
paso de Dios por la vida de las personas? na y alentar a seguir el camino emprendido. La
Iglesia lo reclama. w
Al referirse el documento de Aparecida,
en el contexto de una cultura relativista reinan-
te, comenta lo siguiente: “El Pueblo de Dios El arte del discernimiento del
siente la necesidad de presbíteros-discípulos:
que tenga una profunda experiencia de Dios paso del Espíritu en nuestras
(…), dóciles a las mociones del Espíritu (…)” propias vidas y en las de los de-
(199) y, en el número siguiente se refiere a una
pastoral presbiteral “…que privilegie la espiri- más, nos obligaron a mirar con
tualidad específica y la formación permanente sincera crudeza, la enorme ca-
e integral de los sacerdotes…” (200).
rencia que sobre el tema existe
1
Ibidem 22. Son elocuentes las siguientes palabras del de veníamos los participantes
Papa en su Discurso inaugural en Aparecida:”…Si
del taller.
no conocemos a Dios en Cristo y con Cristo, toda
la realidad se convierte en un enigma indescifrable;
no hay camino y, al no haber camino, no hay vida
ni verdad”
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[ P . B e r n a r d P i t a u d P . S . S . ] 1
Acompañamiento
espiritual de sacerdotes 2
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para la práctica personal del acompañamiento entonces consiste en saber si hay que reducir
son, en general, de tres tipos. el acompañamiento espiritual a un medio para
la crisis.
n Una primera dificultad es de orden to-
talmente práctico: no siempre es fácil, en algu- n Otro obstáculo puede presentarse, de
nas regiones, encontrar a distancia geográfica manera más difusa, bajo la forma de cierta la-
razonable, un “acompañante” o “director” –se- situd espiritual: se experimenta el sentimien-
gún el vocabulario que se prefiera-. Se puede, to de que un progreso espiritual ya casi no es
con bastante facilidad encontrar un confesor posible. Se ha hecho el balance de los propios
entre los sacerdotes vecinos. La elección de un recursos y de las propias limitaciones. ¿Para
“acompañante” es más delicada: implica una qué, entonces, empeñarse en un combate que,
real libertad en la relación, la certeza de una a largo plazo estimamos estéril? Y si no tene-
competencia en aquél a quien nos dirigimos. mos muchas ganas de entrar en tal combate,
Si no estamos verdaderamente motivados, ¿para qué recurrir a medios que nos pondrían
corremos el riesgo de abandonar demasiado en riesgo de desestabilizar el equilibrio alcan-
pronto la búsqueda, o de no admitir un despla- zado sin conducirnos, en cambio, mucho más
zamiento que juzgamos excesivo. lejos? Hay, más bien, en esta actitud una falta
de esperanza y de vitalidad espiritual.
n Una segunda dificultad se vincula con
la idea que algunos pueden hacerse del acom- n Son estos tres obstáculos, bien diferen-
pañamiento espiritual: a veces se lo percibe tes entre si, los que pueden estorbar el recurso
como una consulta “puntual” en caso de pro- al acompañamiento espiritual. No son, por su-
blema grave. El “acompañante” es sobre todo puesto, los únicos y corresponde naturalmente
un consejero que nos puede permitir superar a cada uno el interrogarse sobre las propias
sin daños un momento de crisis; pero, cuando reticencias.
“todo va bien” se vuelve inútil. El problema
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1
N. de la R.: “… encontrar el sentido de lo que está vi-
viendo, escuchar los llamados que Dios le dirige...”, es a
lo que ayuda, según S. Ignacio, el acompañante -que es
quien da los Ejercicios- “de quien es -como dice en su
Directorio autógrafo, n.19- ayudar a discernir los efec-
tos del bueno y del mal espíritu”, a través de los cuales
se discierne la voluntad sobre el acompañado.
2
N. de la. R.: uno de los problemas de la vida de los
presbíteros que el Concilio se ha planteado explícita-
mente es el de cómo “reducir a unidad su vida interior
con el tráfago de la acción externa” (PO n.14); y dice al
respecto que “esa unidad de vida no puede lograrla ni
la mera ordenación exterior de las obras del ministe-
rio, ni -por mucho que contribuya a fomentarla- la sola
práctica de los ejercicios de piedad. Pueden, empero
-continúa diciendo-, construirla los presbíteros, si, en el
cumplimiento de su ministerio, siguieren el ejemplo de
Cristo, cuya comida era hacer la voluntad de Aquel que
lo envió para que llevara a cabo su obra (cfr. Jn 4,34)”.
Y dice luego que “los presbíteros conseguirán la unidad
de su vida uniéndose a Cristo en el conocimiento de su
voluntad...”. Y termina diciendo que “para que puedan
verificar... concretamente la unidad de su vida, conside-
ren todas sus empresas, examinando cuál sea la volun-
Esta libertad nos ayuda a ser más recep- tad de Dios”. Ahora bien, esta búsqueda constante de
la voluntad de Dios es lo que se llama discernimiento,
tivos a los llamados de Dios en nuestro mi-
fuente -como se ve- de la unidad de vida interior y de
nisterio, a convertirnos en instrumentos más trabajo exterior.
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virlo en comunidad (o “equipo de trabajo” pas- pastoral. Alertados y atentos en nuestra vida
toral). La experiencia muestra hasta qué punto personal, podemos más fácilmente hacer este
es delicada esta tarea. Exige mucha libertad discernimiento colectivo.
personal1 ya que, de lo contrario, pronto pue-
de verse trabada por los conflictos interiores [2. 3] Una tercera reflexión puede formu-
y los conflictos de poder. El acompañamien- larse en torno a la unidad de vida. La impor-
to espiritual nos ayuda a analizar y a purifi- tancia de este tema resalta en el decreto conci-
car nuestras motivaciones, a tomar una sana liar ya citado. Es en la caridad pastoral donde
distancia respecto de nuestras convicciones. el Concilio ve realizarse la unidad de vida de
Favorece esa búsqueda de la voluntad de Dios los sacerdotes. El texto describe la dispersión
que transforma una mera reunión de trabajo a que estamos sometidos en razón de la mul-
en un verdadero esfuerzo de discernimiento tiplicidad de nuestras tareas; pero al mismo
tiempo nos conduce hacia su centro unifica
dor: la comunión con Cristo-Pastor. Comul-
1
N. de la R.: y exige también lo que es fuente de esta gando en el amor de Cristo por los hombres,
libertad que es la práctica personal del discernimien- encontramos la unidad de nuestro ministerio y
to. Como dice A. Baruffo, en el Nuevo Diccionario de de nuestra vida.2
Espiritualidad, Paulinas, Madrid, 1983 (edición 2da.), El diálogo con un acompañante espiritual
pp. 371-372 (art. Discernimiento), distinguiendo entre permite justamente dejarnos poco a poco con-
el discernimiento personal y el comunitario, “los dos
aspectos, personal y comunitario, son distintos, pero no
ducir al “centro”. Al hablar de todas nuestras
están separados. El segundo supone el primero, porque
una comunidad o grupo puede ponerse en situación de
discernimiento en la medida que sus miembros hayan 2
N. de la R.: Es verdad que la comunión -o unión- con
hecho o hagan en su vida una experiencia profunda de Cristo es la manera de “reducir a unidad la vida interior
la búsqueda de Dios, y se dejen guiar por el Espíritu en con el tráfago de la acción externa”; pero el Concilio
sus mociones. También el primero supone el segundo, indica, además, que esa comunión -o unión- se ha de
al menos en forma embrionaria, en cuanto que la escu- dar “en el conocimiento de su voluntad”; y a esto ayuda
cha de Dios en la vida personal pasa necesariamente a precisamente el discernimiento -como indicamos en la
través de la mediación de la Iglesia... La expresión mí- nota 3- que, a su vez, es ayudado por el acompañante
nima de esta mediación está constituida por el diálogo espiritual.
con el consejero o director espiritual”.
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Espiritualidad
Dirección espiritual
entre sacerdotes
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Dentro de la Formación
Permanente
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Espiritualidad
[ JESUS SASTRE ]
Profesor de la Universidad de Comillas-España
El ministerio del
acompañamiento espiritual
El arte de acompañar 1
¿Qué es y qué no es el acompañamiento espiritual?
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Espiritualidad
obras: “amor, alegría, paz, tolerancia, agra- hombre de Dios con los hijos de Dios, como
do, generosidad, lealtad, sencillez, dominio de hombre de fe con los creyentes, como experto
sí.”(Gál 5, 22). De esta manera el creyente se en ascética y en proyectos divinos con las per-
va configurando con Cristo; es una labor co- sonas que desean ser iluminadas, darse cuenta
munitaria y personal, pues hay que animar a de lo que Dios espera de ellos y valorar lo que
“cada uno” de muchas maneras para que viva realmente pueden llevar a cabo” (A. Mercate-
conforme a la dignidad y vocación a la que ha llo, a.c. 1443).
sido llamada. “Os tratamos con delicadeza,
como una madre que cría con mimo a sus hi- II. QUE ES EL ACOMPAÑAMIENTO
jos; sabéis perfectamente que tratamos con
cada uno de vosotros personalmente, como El acompañamiento espiritual consiste en
un padre con sus hijos, exhortando, con tono la relación interpersonal entre acompañante y
suave o enérgico, a vivir como se merece Dios, acompañado en la que el acompañante ayuda
que os ha llamado a su reino y gloria” (1Tes al acompañado a reconocer, acoger y respon-
2, 7.11-12). der a la acción de Dios que pasa como salva-
Este mismo tono emplea el apóstol cuan- dor y señor por su vida.
do se dirige a los ancianos (responsables) de El objetivo fundamental de la madura-
la comunidad de Efeso: “por eso estad aler- ción de la fe es que los bautizados “se formen
ta: recordad que durante tres años, de día y para vivir según el hombre nuevo en justicia
de noche, no he cesado de aconsejar con lá- y santidad de verdad, y así lleguen al hombre
grimas en los ojos a cada uno en particular” perfecto, en la edad de la plenitud de Cristo”
(Hch 20, 31). En definitiva, se trata de ayudar (GE 2); la madurez cristiana se manifiesta en
a otros a rastrear el paso de Dios por su vida “la estabilidad de espíritu, la capacidad para
para que vean cómo seguir avanzando en el se- tomar decisiones y la rectitud en el modo de
guimiento de Cristo. “Como ejercicio de ‘leer’ juzgar sobre los acontecimientos y los hom-
en el secreto de los corazones y como posibili- bres” (OT 11).
dad de dar consejos adecuados a las peculiares La madurez cristiana es un proceso que
condiciones del individuo, la dirección espiri- exige orientación, cultivo personal, esfuerzo y
tual tiene en cierto sentido su origen en las ‘es- aprendizaje de los modos con los que el Espí
cuelas’ de pensadores, en las primitivas comu- ritu Santo actúa en el secreto de los corazones.
nidades ascéticas, en la vida de los primeros Las características de una fe inmadura son: el
cristianos, en la enseñanza de los apóstoles, vivir según la carne, la lectura reduccionista
hasta nuestro tiempo en que destacó, junto con del Evangelio, el estancamiento en la vida de
la práctica sacramental y con la oración, casi oración, la confianza en las propias fuerzas más
como una condición necesaria para seguir un que en la gracia de Dios, el discernimiento in-
camino determinado en la vida de perfección teresado, la falta de fundamento, la inmadurez
(o como hoy suele decirse, de santidad)” (M. afectivo-sexual y la utilización de lo religioso
Mercatelli, NDE, San Pablo 1991, 146). al servicio de la vanidad o el poder.
El Concilio Vaticano II resaltó y relacio- Por el contrario, la madurez cristiana tiene
nó adecuadamente en la vida cristiana los si- los siguientes rasgos: la distinción clara entre
guientes aspectos: la responsabilidad personal, el bien y el mal, dejar a Dios tomar la inicia-
el respeto a la conciencia y la docilidad a la ac- tiva en la vida, dejarse convertir por el Evan-
ción del Espíritu Santo (cf. LG 12; 31; 41; GS gelio, vivencia de la fe como algo que afecta a
14; 16). Pablo VI en EN invita a los sacerdotes, la totalidad de la persona, afectividad oblativa,
a través del sacramento de la reconciliación y pertenencia-referencia eclesial, compromiso
del diálogo pastoral, a “guiar (a los fieles) por con los pobres y disponibilidad vocacional.
los caminos del Evangelio, confirmarles en su “En el plano ontológico, la madurez afectiva
esfuerzo, levantarles y atenderles con discer- es la plenitud de la afectividad espiritual y su
nimiento y responsabilidad” (n 6). integración en la afectividad sensible. Si falta
La persona que ejerce el acompañamien- esta integración, es decir, esta capacidad de la
to espiritual está llamada a sentirse “como afectividad espiritual de asumir en su propio
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Espiritualidad
nivel a lo sensible, entonces el hombre se verá ritu Santo. Ahora nos preguntamos ¿qué no es
arrastrado por las pasiones o quedará dividido el acompañamiento espiritual?
en sí mismo” (R. Zavalloni, Madurez espiri-
tual, NDE, 1128). La persona madura es capaz No es:
de cooperar con otros, de asumir causas y pro- n La entrevista puntual, cuando hay algún
yectos, de adaptarse y de intentar resolver las problema, con alguien que me puede ayudar.
dificultades que se vayan planteando. Es necesaria la ayuda en esta situación, pero a
El paso de la inmadurez a la madurez co- esto solo no se puede llamar acompañamiento
mienza por el control de las afecciones des- espiritual aunque pueda ser asumido dentro
ordenadas y así poder abrirse a la acción del de él.
Espíritu Santo, de la gracia que nos encamina n La entrevista de vez en cuando para ha-
hacia el ideal de vivir la vida humana desde blar de generalidades referentes a lo cotidiano
Dios. El resultado final es una persona mucho tales como los estudios, el trabajo, el tono vi-
más integrada y centrada en lo fundamental, la tal general, la oración, los problemas, etc. Esto
fe. Entonces comienza la “carrera” que Pablo debe hacerlo el animador de grupo con cada
describe en Flp 3, 9-17 a partir del “sentirse uno de los componentes de su grupo, pero ni
alcanzado por Cristo Jesús”. es ni suple al acompañamiento espiritual.
n El tratamiento de problemas psicológi-
cipulado, es decir, en el seguimiento de Cristo, mador sobre los aspectos externos de la vida
en contexto eclesial y bajo la acción del Espí- del grupo o comunidad referidos a la convi
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Espiritualidad
5. Nivel de comunicación
... el acompañamiento corres-
John Powel habla de cinco niveles de co- ponde a otro nivel de relación y
municación: comunicación tópica (saludos y
preguntas genéricas y estereotipadas), hablar busca otros fines, que inexora-
de otros (“cotilleo”), comunicación de ideas
blemente pasan porque la per-
y opiniones personales, expresión de emocio-
nes y sentimientos (“se habla con las tripas”) sona orientada clarifique, asu
y comunicación plena (matrimonios o amigos
ma y decida sobre su situación,
íntimos). Lo propio del acompañamiento es la
comunicación de lo sentido y vivido; por eso pues solo ella es la que puede
las emociones y sentimientos son muy impor-
dar una respuesta positiva.
tantes en la relación de ayuda, tanto para ver
lo que pasa realmente, como para entender el
lenguaje con el que Dios habla y para detec- La competencia experiencial es como el
tar las resistencias al cambio. Nuestro cono- pozo de “sabiduría” que la vida va dejando
cimiento personal está condicionado en gran cuando esta se vive con verdad y con pasión,
medida por lo que sepamos comunicar a los en disponibilidad a la acción del Espíritu Santo
demás siguiendo estos pasos: qué siento y por y en compromiso con los más desfavorecidos.
qué (caer en la cuenta), identificar la emoción, La apertura a la acción de la gracia supone en
ver de dónde viene esta emoción, comunicarla el acompañante una psicología sana tejida por
y precisar la actuación consiguiente. Llegar el conocimiento personal, la buena relación
a una comunicación de este tipo no es fácil y con uno mismo y la comunicación sincera y
requiere un aprendizaje en el que el acompa- profunda con los demás. La formación que
ñante es decisivo para crear un clima y unos necesita el acompañante para ejercer bien su
cauces que propicien la comunicación inter ministerio bebe en la teología espiritual, la psi-
personal. cología y la pedagogía personalizadora.
El ejercicio del ministerio ayuda a refor-
V. LA ESPECIFICIDAD DEL mular lo aprendido que se enriquece constan-
MINISTERIO DEL ACOMPAÑANTE temente en el intercambio de experiencias con
otros acompañantes. La habilidad pedagógica
“El papel del padre espiritual supone la capacita al acompañante para poder clarificar
fe en los medios sobrenaturales, una doctrina, al acompañado el camino que está recorrien-
una misión pastoral que no siempre puede es do, ayudarle a unificar su vida desde el nuevo
tar prisionera de una “benévola neutralidad”, centro que es la persona de Jesucristo y darle
y su función va dirigida, más que a personas pistas para mantener en lo cotidiano lo que
que se encuentran en una situación especial gozosamente va descubriendo. Los elementos
de desorientación o de perturbación, a las que formativos se sostienen en la coherencia per-
buscan ayuda para desarrollar plenamente su sonal que unifica el mundo interior y exterior
personalidad cristiana” (A. Mercatelli, Padre del acompañante, y le posibilita la aceptación
espiritual, NDE, 1446). La condición nece- incondicional de la persona acompañada y a
saria, por básica, para que uno pueda acom- ponerse en su lugar (empatía) para ayudarle
pañar es que haya sido acompañado. Además desde la situación que vive. w
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[ O b i s p o s d e B é l g i c a ]
enero 2007
«Dios ha querido
darnos un gran ánimo»
(Heb. 6,18)
Carta de estímulo a los sacerdotes
Primera Parte
“La esperanza no quedará
defraudada” (Rom. 5,5)
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llevamos en vasijas de barro” (2 Cor 4,7). En marles y agradecerles. Que el Dios de Nuestro
efecto, el verdadero eje de nuestro sufrimien- Señor Jesucristo... ilumine sus corazones, para
to (como sacerdotes) se halla en lo profundo que ustedes puedan valorar la esperanza a la
de cada cual, es decir, en nuestra alma. Y éste que han sido llamados, los tesoros de gloria
lleva un nombre: desánimo. Desánimo frente que encierra su herencia entre los santos (Ef.
a la situación actual, y a lo que puede toda- 1, 17ss). Con Jesús, vuestros obispos les dicen
vía venir... Todos estos sentimientos existen a cada uno de ustedes: “ustedes son los que
igualmente en el corazón de vuestros Obispos, han permanecido siempre conmigo en medio
quienes toman en serio la palabra de Jesús a de mis pruebas” (Lc. 22, 28).
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“si el Reino de Dios viene gracias a nosotros, el Reino de Dios, no se rige por la ley de la
entonces, no hay mucho que esperar”. proporcionalidad entre los que se invierte y el
Jesús subraya las modalidades propias producto que se saca: “Se parece a un grano de
del Reino, las cuales se diferencian de las que mostaza. Cuando se la siembra, es la más pe-
rigen el mundo, tanto sea en economía, en el queña de todas las semillas de la tierra, pero,
universo financiero, como en las previsiones una vez sembrada, crece y llega a ser la más
y los cálculos humanos. En el mundo de hoy grande de todas las hortalizas, y extiende tanto
cuentan, más que nunca, para la obtención del sus ramas que los pájaros del cielo cobijan a su
éxito, la eficiencia, la racionalidad, la produc- sombra” (Mc. 4,30-32). También dijo Jesús a
tividad, y el uso de los medios, no dejando es- sus discípulos, que quien comienza a trabajar
pacio para la gratuidad, la prodigalidad y el en el Reino hace bien en continuar: “¿Acaso se
“derroche” generoso. trae una lámpara para ponerla debajo de un ca-
“Vean al sembrador”, dice Jesús, él cono- jón o debajo de la cama? ¿No es más bien para
ce los problemas de su campo: las piedras, los colocarla sobre el candelero?” (Mc. 4,21)
senderos pisoteados, las espinas y los cardos, Nosotros, sacerdotes, ¿no debemos apren-
pero sabe que la buena tierra, existe siempre der a ver lo que vive y crece en las comuni-
en alguna parte: en toda circunstancia, en toda dades? Miles de pequeñas plantas, frágiles,
época, y en cada corazón humano (Mc. 4, 1-9). apenas visibles, crecen en silencio y no las
La inquietud exagerada (Mc. 4, 26-29) tiene percibimos.
algo de perverso, ya que la cosecha –indepen-
dientemente de que sembremos la semilla– no Radicalidad evangélica
depende de nuestro esfuerzo “vean el labrador,
siembra, luego se va a dormir”. Siembra y se Todo verdadero estímulo comienza, en
ocupa de otra cosa y la cosecha viene auto- nuestro corazón de sacerdote, con la oración.
máticamente. “La tierra por sí misma produce Frecuentemente la oración es presentada como
primero un tallo, luego una espiga, y al fin el un medio en la vida del sacerdote para poder rea-
grano abundante en la espiga” (Mc. 4, 28). En lizar una fecunda obra pastoral, pero no es así.
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concluyen que se trata de un estilo de vida sino aquellos a quienes se les ha concedido”
imposible y le reprochan a la Iglesia imponer- (Mt. 19,11).
lo a sus sacerdotes. No mencionemos ahora Es verdad que la Iglesia puede modificar
la incidencia que tiene el hiper-erotismo del la ley del celibato, ya que se trata de una ley
ambiente que nos traen los medios masivos de eclesiástica, y de hecho esto se verifica en al-
comunicación. gunas “Iglesias Católicas”. De modo que es
La crisis del celibato está siempre ligada a posible que esto suceda. Pero, actuar de este
otra cosa: al hecho de que se debilita cada vez modo sería lo mismo que pedirle a sus sacer-
más la fe en la vida después de la muerte. ¿Qué dotes que dejen de imitar a Cristo radicalmen-
sentido tiene vivir el celibato si después de la te, de tomar radicalmente su palabra: “El que
muerte no queda nada de mi? Pablo lo expre- ama a su padre o a su madre, más que a mi, no
saba así: “Si los muertos no resucitan ‘coma- es digno de mi” (Mt. 10,37).
mos y bebamos, porque mañana moriremos” No cabe duda que la vivencia del celiba-
(1 Cor. 15,32), y también: “Si nosotros hemos to es difícil, y que incluso en nuestro tiempo
puesto nuestra esperanza en Cristo solamente sea más difícil que antes. En efecto, los sacer-
para esta vida, seríamos los hombres más dig- dotes hoy día, están menos acompañados por
nos de lástima” (1 Cor. 15,19). El juicio sobre parte de una comunidad que los comprenda y
el celibato del sacerdote depende totalmente proteja. Además, tanto la gran promiscuidad,
de la fe en la resurrección. Agustín definía el como los medios, la publicidad, tienen una
celibato sin hacer la menor alusión a la sexua- orientación que va en otro sentido. En suma, la
lidad “Virginitas est: in carne corruptibili per- sociedad no protege la salud moral. Por esto,
petua inmortalitatis meditatio” (“la virginidad además de una intensa vida de oración y de
es meditar continuamente, en esta carne mor- un amor personal a Cristo, la vida en común
tal, que somos inmortales”). La valoración del con los colegas, o al menos su proximidad y
celibato por parte de nuestra sociedad, es pro- su apoyo, son indispensables. Vivir el celibato
porcional a la fe en la resurrección de los cuer- requiere en efecto un intenso amor.
pos. Monjes y religiosos, y también nosotros,
sacerdotes, lo atestiguamos. Este testimonio
constituye un sostén para muchos otros, tanto El que ama a su padre o a su ma-
para los que sin quererlo no pueden casarse,
como para aquellos que estando casados han dre, más que a mi, no es digno de
de permanecer en la fidelidad conyugal. mi. (Mt. 10,37).
Desde hace muchos siglos la Iglesia La-
tina pide a los sacerdotes la vivencia del celi-
bato. Esta exigencia no concierne a la esencia
del sacerdocio, pero sí hace a su bienestar, Agreguemos, además, que la pureza evan-
como un valor agregado. ¿Cómo? El celibato gélica es una pequeña planta que no puede
es la respuesta colectiva de la Iglesia a una crecer aislada en el jardín de Dios, necesita
exigencia de imitar a Jesús radicalmente, en su vecindad de otras plantas. Sin una cierta
desde muy cerca. “Cualquiera que venga a pobreza-sobriedad y sin obediencia, se debili-
mí y no me ame más que a su padre y a su ta. Nunca pueden separarse del todo estas tres
madre, a su mujer y a sus hijos, a sus herma- hermanitas pequeñas.
nos y hermanas, y hasta su propia vida, no En nuestra época, vivir la radicalidad
puede ser mi discípulo” (Lc. 14,26). Para el evangélica en cuanto a la pobreza, signifi-
sacerdote, el celibato es también una indica- ca renunciar a la propia voluntad, a las pro-
ción válida de que el sacerdocio no es para él pias preferencias, cultivando la obediencia y
una simple función, sino una vocación. No de- la disponibilidad. El contexto pastoral actual
bemos extrañarnos de que no todos lo entien- reclama, hoy en día, una gran movilidad: se
dan. Sólo puede comprenderse desde la lógica requiere atender varias parroquias; cambiar
del amor. Semejante cosa solo puede aceptarla de puesto; renunciar a lo hogareño. Todo lo
quien ama: “No todos entienden éste lenguaje, cual, puede ser crucificante en una época que
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se caracteriza por poseer una baja capacidad por ustedes, y completo en mi carne lo que
de resistencia al sufrimiento; una época en la falta a los padecimientos de Cristo para bien
que cada uno busca su propia estabilidad, se- de su Cuerpo, que es la Iglesia” (Col. 1,24).
guridad y confort. Quizás la obediencia es de En nosotros se cumple el misterio de la pasión
todos los consejos evangélicos, el más difícil de Cristo mismo. No somos nosotros los que
para seguir. sufrimos, es Él quien sufre en nosotros para la
Comunidad. Eso debería llenarnos de alegría,
El sufrimiento apostólico más que de pesar. Era lo que Pedro y Juan sin-
tieron cuando apaleados dejaron el Sanedrín:
Ser sacerdote implica sufrimiento, pues el “Dichosos de haber sido considerados dignos
trabajo sacerdotal conoce fracasos. El hecho de padecer por el nombre de Jesús” (Hech.
de ser discípulo de Jesús conlleva una carga de 5,41). Los conflictos con las potencias de éste
sufrimiento: “El que no carga con su cruz y me mundo no deberían inquietarnos porque: “les
sigue, no puede ser mi discípulo” (Lc. 14,27). entregarán a los tribunales, y los azotarán en
Esto es plenamente así para quien quiere ser las sinagogas... Cuando los entreguen, no se
radicalmente su discípulo y seguir muy de preocupen de cómo van a hablar o qué van a
cerca al Maestro. Pero el sufrimiento está en decir: lo que deban decir se les dará a conocer
flagrante contradicción con la sensibilidad de en ese momento” (Mt. 10, 17.19).
nuestra cultura. A veces estamos tentados de
creer que nuestros fracasos son debidos a una Creer en nuestro sacerdocio
falla de competencia de nuestra parte, a nues-
tra torpeza, o a una falta de ardor y de gene- Debemos elaborar en nuestro interior otro
rosidad. O también lo imputamos a la falta de gran trabajo. Necesitamos fortalecer nuestra
los cristianos, o a la de la Iglesia. Todo esto propia conciencia en cuanto sacerdotes. De-
es en cierta medida verdad, pero si estas fal- bemos instalarnos con serena confianza en
tas y estos defectos no existieran, e incluso si nuestra identidad sacerdotal. La valorización
en la Iglesia la gente fuera perfecta, los fra- del sacerdocio bautismal de todos los fieles,
casos existirían igual. El sufrimiento es parte en el Concilio Vaticano II conlleva hermosos
integrante del apostolado. Cuando quisieron frutos en la Iglesia. Cada día tenemos pruebas
linchar a Pablo, éste escribía: “Queremos her- de ello. Pero también puede ocurrir que, en
manos, que ustedes conozcan la tribulación ocasiones, los límites se confundan y se pierda
que debimos sufrir en la provincia de Asia: la lo específico sacerdotal. El sacerdote no pue-
carga fue tan grande que no podíamos sobre- de vivir en una especie de neblina alrededor
llevarla, al extremo de pensar que estábamos de su identidad y de su obligación específica.
a punto de perder la vida. Soportábamos en Ni tampoco la comunidad. En ese Concilio,
nuestra propia carne una sentencia de muer- la Iglesia confirmó claramente que los dos
te, y así aprendimos a no poner nuestra con- sacerdocios son sustancialmente distintos, di-
fianza en nosotros mismos, sino en Dios que ferentes por su naturaleza y no solo de grado,
resucita a los muertos” (2 Cor. 1, 8-9). Aún si aunque complementarios en la construcción
actuáramos perfectamente, igualmente habría de la Iglesia.
resistencia y oposición: “Me han odiado sin En nuestra época, existe la tendencia a
motivo” (Jn. 15, 25). relacionar la identidad de alguien con lo que
Más que antes, para la gente de hoy, el hace. Pero la identidad del sacerdote viene so-
límite de sensibilidad al sufrimiento es bajo. bre todo por lo que es, antes de que por lo que
Y para nosotros sacerdotes, también lo es. Te- haga. Los sacerdotes son quienes hacen pre-
nemos que defendernos del sufrimiento, pero sente a Cristo en la Iglesia. Con los fieles son
si se trata del sufrimiento pastoral lo que esta miembros del Cuerpo de Cristo, pero para los
en juego es mucho más serio. El sentido más fieles, y frente a ellos, representan a Cristo Ca-
profundo del sufrimiento apostólico es un beza. Y, si bien la cabeza no esta separada del
misterio entre el apóstol y su Señor. Pablo lo cuerpo, aquella no coincide con él. Este estar
expresa así: “Ahora me alegro de poder sufrir relacionado determina el obrar del sacerdote.
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Cuando habla en cuanto sacerdote, lo hace meros en ser confrontados ante los múltiples
con la autoridad de Cristo: es evangelizador problemas que se plantean.
y predicador más que orador o conferencista.
Cuando celebra puede hacer suya la palabra La parroquia
de Cristo y pronunciarla: no solamente habla
en nombre de Cristo, sino que es Cristo quien Sobre la parroquia se tiene la tendencia a
habla a través de él: “esto es Mi Cuerpo”. Es creer que ha existido siempre, de hecho ella es
el celebrante y no el animador. Cuando es ca- muy antigua. Sin embargo, los primeros cris-
beza de la comunidad, lo hace con la autoridad tianos no conocían éste principio territorial.
pastoral que Cristo le confiere: es Pastor y no Ellos, tal como nos describe, de manera casi
simplemente líder. idílica, el Libro de los Hechos de los Apósto-
El sacerdote por lo tanto está revestido de les, se contentaban con formar pequeñas co-
Cristo, es portador de su Espíritu. No está aje- munidades. Pero, ni bien el cristianismo em-
no a la debilidad, a la ignorancia y al error, ni pezó a organizarse, la liturgia domestica fue
tampoco al pecado. Por eso, su sacerdocio no abandonada, y nació la parroquia. Esto ocurrió
es en primer lugar un título honorífico, o una sobre todo cuando la fe empezó a expandirse
postura de dominio que puede revindicar a su fuera de las ciudades. Allí surgió la necesidad
favor, sino una carga pesada que lleva sobre indispensable de organizarse territorialmente.
las espaldas. Tendiendo en cuenta las dificultades en lo que
Es indispensable para ser feliz, una pro- se refiere a los medios de comunicación y de
funda fe en lo específico de su ser y de su obrar. movilidad, los cristianos estaban obligados a
Los fieles lo saben: “Obedezcan con docilidad reunirse alrededor de iglesias parroquiales.
a quienes los dirigen, porque ellos se desvelan Toda la vida cultural, incluida la que se refie-
por ustedes, como quien tiene que dar cuenta. re a la fe, se volvió sedentaria. Debido a las
Así ellos podrán cumplir su deber con alegría distancias entre las diversas comunidades te-
y no penosamente, lo cual no les reportaría a rritoriales, éstas tuvieron, en la medida de lo
ustedes ningún provecho” (Hech. 13,17). posible, que ofrecer todos los servicios: predi-
cación, celebración y diaconía.
¿La parroquia es eterna? Durante los úl-
Segunda Parte timos decenios, las condiciones de vida han
Saber interpretar los signos sido seriamente modificadas. No se vive ya
de los tiempos (Mt. 16, 3-4) de manera sedentaria, desarrollando todas las
actividades en un mismo territorio. Por tanto,
Para ser sacerdote en nuestra época ne- la proximidad física no es ya un factor deter-
cesitamos mucha esperanza y confianza. En minante para la formación de una comunidad.
primer lugar necesitamos de la esperanza teo- Uno se puede desplazar y elegir. Es probable
logal. La cual, no anula la necesidad de pensar, que el principio territorial no sea nunca aban-
o de responder a un contexto pastoral constan- donado totalmente, porque la gente vive siem-
temente nuevo; tampoco impide que nos ejer- pre en alguna parte. Pero la forma concreta de
citemos en técnicas pastorales actualizadas, las parroquias va a cambiar. Se impondrá, tan-
por aquello que: “Los hijos de éste mundo son to la ampliación territorial de las comunida-
más astutos en su trato con los demás que los des, como la colaboración entre ellas, aunque
hijos de la luz” ( Lc. 16,8). más no sea por el escaso número de sacerdotes
La semilla del Evangelio es la misma, el (y de laicos comprometidos). De modo que las
que la entrega también, pero los sembradores comunidades devendrán complementarias y
no dejan de renovarse y, en cada época, el trabajarán de modo subsidiario. Pero, ¿vamos
campo a sembrar está siempre rediseñándose. hacia un sistema que supone parroquias “cen-
Esto supone que en el trabajo pastoral siempre trales” que poseen “filiales”, como ocurre en
se vuelva a analizar la “política” de la siembra los países de misión? Puede ser. Pero, además
–en el tiempo adecuado– en medio de tiempos de esto, hemos de determinar una jerarquía, un
que cambian. Los Pastores han de ser los pri- orden en lo que se refiere a los servicios que
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proveemos: en primer lugar hemos de ofrecer los sacerdotes que se encontraban en las diaco-
la predicación y la celebración, luego la dia- nías alrededor del Papa en Roma; en los presb-
conía. ¡No es posible asegurar todos los ser- yteria alrededor de los Obispos en los primero
vicios, inmediatamente y siempre! Añadamos siglos; en los Monjes sacerdotes de las Aba-
finalmente que el fenómeno de la parroquia días de la Edad Media; en los misioneros del
“de elección” va a extenderse. ¿Todo esto es nuevo mundo; en los predicadores populares
tan inquietante, tan desmoralizante? Es cierto itinerantes como Luis M. Grignon de Monfort;
que ya no podemos sentarnos en el conforta- en los sacerdotes dedicados al servicio de los
ble sillón de la tradición y de las costumbres pobres y los enfermos como Vicente de Paul;
establecidas, Pablo aún pudiendo escribía: en los sacerdotes de parroquias “clásicas” tales
“Me hice débil con los débiles, para ganar a como el Cura de Ars; en los sacerdotes educa-
los débiles. Me hice todo para todos, para ga- dores y en los modernos capellanes de movi-
nar por lo menos a algunos, a cualquier pre- mientos y asociaciones... Cada época, puede
cio” (1 Cor. 9,22). decirse que ha “modelado” a sus sacerdotes
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tenta y dos, y los envió de dos en dos para que trabajo pastoral. Desacuerdos y tensiones no
lo precedieran en todas las ciudades y sitios hacen más que paralizar: “Un hermano ofen-
adonde él debía ir” (Lc. 10,1). Más tarde Pe- dido es más inaccesible que una plaza fuerte,
dro se unirá a Marcos, y Pablo trabajará con y los litigios son como cerrojo de ciudadela”
Lucas, Timoteo, Tito y muchos otros. (Proverbios 18,19). A medida que el número
Cada vez menos, el sacerdote en activi- de sacerdotes disminuye, “el presbyterium”
dad, es capaz de vivir solo. En efecto, muchas toma un aspecto más concreto. En efecto, re-
veces, éste debe prescindir del apoyo de una unirse alrededor del Obispo –por ejemplo para
comunidad local que lo tome a su cargo. Hijo la Misa Crismal y otras reuniones de oración–
de su época, cada vez más se siente afectiva- es más viable que antes.
mente solo. Se ha podido decir que un cristia-
no aislado es un cristiano en peligro de muerte. La pastoral de los sacramentos
Esto es cierto también para el sacerdote. Una
vida sacerdotal comunitaria puede presentar La pastoral de los sacramentos es a la vez
un sin número de modos: puede ir desde la la alegría y el tormento de muchos sacerdotes.
reflexión en común sobre del trabajo, comer Ellos saben cómo éste ministerio es precioso
y rezar juntos, o realizar pequeños retiros co- en la Iglesia: los sacramentos son los canales
munitarios, hasta llegar incluso a compartir la de la gracia confiados a sus manos. Pero al
vida comunitariamente. mismo tiempo, a menudo, ellos son superados
por el desnivel entre lo que ellos quieren ofre-
cer y lo que demandan los fieles. Así se ven
obligados a elegir entre laxismo y rigorismo,
El sacerdote del futuro será como entre Caribdes y Scila. Una y otra acti-
tud testimonian indudablemente una preocu-
sin duda más itinerante que pación pastoral legítima: la de la seriedad de
la práctica sacramental, o la de saber que el
sedentario. Sin duda también
sacramento está allí, para la gente.
deberá a menudo prescindir de El problema es tan viejo como la Iglesia:
consiste en navegar, por un lado, entre una
la seguridad de una comunidad
gran exigencia de seriedad y por otro lado con
local cálida, y a medida humana. una plena comprensión misericordiosa. La
historia del sacramento de la reconciliación es
Sin dejar de ser Pastor, deberá
una ilustración de lo más clara: la diferencia es
dejarse ayudar. flagrante entre la penitencia canónica antigua
(única después de un largo y riguroso tiempo
de expiación) y la práctica actual de la confe-
sión. Una cosa es segura: la Iglesia siempre se
La comprensión ente nosotros, sacerdo- sintió menos cómoda del lado de los rigoristas,
tes, es esencial a la construcción futura de la que del de los misericordiosos y los mansos.
Iglesia. En cada época en la cual se puede ha- En todo caso, la persona que pide un sa-
blar de una cierta “refundación de la Iglesia”, cramento ha de ser recibida tal como ella es,
el punto de partida siempre ha estado en las tratando de llevarla lo más lejos posible en
Comunidades. Así, por ejemplo, en Occiden- la comprensión y profundidad del sacramen-
te, desde las Abadías, como por ejemplo aque- to que solicita. De todos modos junto a estos
lla de San Norberto, es desde donde se funda acercamientos individuales, hay que efectuar
la Orden Premonstratense abriendo nuevos un trabajo de iniciación sacramental que su-
caminos para la Iglesia. Agreguemos que el ponga al conjunto de la comunidad, en espe-
amor y la aceptación mutua en el interior del cial a los padres, particularmente cuando se
“presbyterium”, reunido alrededor del Obispo, trata de los tres sacramentos de iniciación:
constituyen, tanto un fuerte testimonio para el Bautismo, Confirmación y Eucaristía.
exterior, como una fuente de eficacia para el
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impacto de su palabra proviene del Espíritu nos dirige al corazón: “El mismo Espíritu se
que le da fuerza, y no de su propia elocuen- une a nuestro espíritu para dar testimonio de
cia: “Por mi parte, hermanos, cuando los visité que somos hijos de Dios” (Rom. 8, 16), de que
para anunciarles el misterio de Dios, no llegué somos llamados. El primer signo que apare-
con el prestigio de la elocuencia o de la sabi- ce en nuestro corazón cuando descubrimos
duría... me presenté a ustedes débil, temeroso nuestra vocación es la constatación de que no
y vacilante. Mi palabra y mi predicación no la hicimos nosotros mismos, sino que hemos
tenían nada de la argumentación persuasiva de chocado con ella, la encontramos en nosotros.
la sabiduría humana, sino que era demostra- Es verdad que la hemos seguido, que hemos
ción del poder del Espíritu” (1Cor. 2, 1.3-4). dicho sí, pero, la vocación en sí misma preside
Muchas veces es el primer anuncio el que a ese sí. Podemos preguntarnos, ¿éramos me-
se encuentra con a la resistencia más activa y jores que otros, más competentes, más perfec-
pone a prueba el Apóstol. ¿No dijo el Señor en tos? Evidentemente no, aunque ¡sí diferentes!
relación a Pablo: “Yo le haré ver cuánto tendrá En el fondo de nuestro ser hemos descu-
que padecer por mi Nombre” (Hech. 9, 16)? bierto al mismo tiempo un gran amor por Cris-
Pero después de su primer testimonio frente al to. Entre Él y nosotros hay algo. El nos “hirió”
Sanedrín, Pedro y Juan “salieron del Sanedrín en lo más intimo de nuestra alma y de esta heri-
dichosos de haber sido considerados dignos de da jamás nos hemos sanado. Todo en nosotros
padecer por el nombre de Jesús” (Hech. 5, 41). habla de Él, este es el motivo por el cual sus
Ciertamente, además del kerygma, es ne- amigos, los pobres, los pequeños y los peca-
cesario justificar la propia fe, particularmente dores nos cautivan. Todo esto nos puede hacer
en estos tiempos, en los cuales, el nivel de es- pasar un mal rato, varias veces nos dicen que
tudios de nuestros contemporáneos, al ser su- somos tontos, inadaptados, que no sabemos
perior a otros tiempos, hace que los mismos se nada del mundo. Pero nuestras convicciones
planteen justamente, cuestiones más críticas son más fuertes que nosotros mismos. En cada
que antes. En catequesis y en teología, la deta- uno existe el deseo de entregar la vida a tra-
llada explicación del contenido de la fe es hoy vés de palabras y de los gestos; a través de esta
más exigente que en el pasado. Pero, también fuente de vida que son los sacramentos. Cada
es cierto que contamos con la ventaja de po- sacerdote quiere ser padre, dar la vida: “Porque
seer, desde hace un tiempo, en ciertos rubros, aunque tengan diez mil preceptores en Cristo,
más experiencia. no tienen muchos padres, soy yo el que los ha
engendrado en Cristo Jesús” (1 Cor. 4, 15).
La alegría del sacerdote El que ama a Cristo siempre tiene un gran
amor por la Iglesia. Quien ama la Cabeza, ama
Numerosos son los problemas que se pre- también los miembros. En ocasiones nos toca
sentan hoy en día a los sacerdotes. Pero, te- sufrir por nuestra Iglesia, por su debilidad, por
nemos un motivo que nos llena de esperanza su tibieza y falta de compromiso, pero aún así
y confianza: nuestra vocación. La misma tie- la amamos, y más aún cuando envejecemos.
ne dos facetas: una objetiva, y otra subjetiva. A veces la criticamos, pero sabemos cuán-
Ambas parten de hechos manifiestos en cuan- to le debemos, sobre todo por nuestro sacer-
to signos visibles y audibles de Dios sobre los docio. En efecto, tanta gente viene a nosotros
que podemos edificar. La vocación objetiva, para ser escuchada y recibida, que somos cons-
está constituida, tanto por nuestra elección cientes que no merecemos semejante crédito.
por la Iglesia, como por la imposición de las Conocemos también la alegría interior,
manos y la oración del obispo. Como pode- porque nuestra alegría es sobre todo interior.
mos apreciar, es un hecho en el tiempo que Alegría de orar, del servicio discreto y devo-
no puede ser puesto en duda: ocurrió. Cuando to, alegría de que tanta gente nos confía sus
la Iglesia nos llama y nos ordena no hay más dificultades. También conocemos la alegría de
dudas: Dios nos quiere como sacerdotes. En la intercesión, tal como la que poseía Moisés
relación a la vocación subjetiva hemos de de- cuando en la montaña intercedía por los de-
cir que la constituye todos los signos que Dios más. (cf. Ex. 32, 7-14).
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Por último está la alegría de la libertad sus Obispos en estos tiempos difíciles, decía
evangélica, del desprendimiento con respec- Jesús a los Apóstoles la víspera de su muerte:
to a la riqueza, a la familia y a la propia vo- “Ustedes son los que han permanecido siem-
luntad. Ésta es fuente discreta de felicidad. pre conmigo en medio de mis pruebas” (Lc.
Ser pobres nos hace libre; ser célibes para 22,18). Cada uno de nosotros lo dice con agra-
el Reino hace que nuestro corazón no tenga decimiento.
división. En cuanto a la obediencia, ésta no Hay esperanza para el futuro por eso les
disminuye la iniciativa, sino que aumenta las rogamos: “no se desanimen en la esperanza”.
fuerzas, porque se apoya en la poderosa vo- Hasta Dios mismo puede asombrarse “la fe
luntad de Dios: “El que a causa de mi Nombre que amo más, dice Dios, es la esperanza. La
deje casa, hermanos o hermanas, padre, ma- fe no me asombra, no es asombrosa... pero la
dre, hijos o campos, recibirá cien veces más esperanza, dice el Señor, esa sí que me asom-
y obtendrá como herencia Vida Eterna (Mt. bra.” (Ch. Péguy, Le porche de la deuxiéme
19,29): quien renuncia será feliz, dice Jesús, vertu). “Que el Dios de la esperanza los llene
y ya en esta vida. de alegría y de paz en la fe, para que la es-
Queridos hermanos sacerdotes, queremos peranza sobreabunde en ustedes por obra del
agradecerles haber sido fieles colaboradores de Espíritu Santo” (Rm. 15,12). w
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Ap
hacia u
lo misio
aparecida,
hacia un
renovado
estilo misionero
[ P b r o . V í c t o r M a n u e l F e r n á n d e z]
Diócesis de Río Cuarto Vice decano de la Fac. de Teología de la UCA
Claves de interpretación y
aplicación del Documento
de Aparecida1
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TEOLOGIA PASTORAL
algunos consensos fundamentales que nos sino que nos ayuda a desarrollarnos plenamen-
unan a todos los que queremos evangelizar en te y a disfrutar más de la existencia. Así queda
América Latina y el Caribe. Por eso, lo que claro que la fe católica no pretende hacer sufrir
interesan aquí son las grandes líneas, los nú- a las personas o limitar su felicidad legítima.
cleos de fondo que estructuran el conjunto y La propuesta de Jesús siempre debería dar ga-
que permiten comprender el sentido que se nas de vivir, llenar de ilusión y de esperanza:
quiere dar a las distintas frases y a los diversos “Su amistad no nos exige que renuncie-
párrafos. mos a todos nuestros anhelos de intensidad vi-
Este mismo presupuesto hermenéutico es tal, porque él ama nuestra felicidad también
el que invita a no otorgar demasiada impor- en esta tierra. Dice el Señor que Él creó todo
tancia a los cambios que se realizaron al texto ‘para que lo disfrutemos’ (1 Tim 6, 17). La
después de su votación, precisamente porque vida nueva de Jesucristo toca al ser humano
esos cambios no modifican los grandes con- entero y desarrolla en plenitud la existencia
sensos y los núcleos básicos del Documento, y humana... Sólo así se hará posible percibir
se refieren a cuestiones particulares sobre las que Jesucristo es nuestro salvador en todos
que podrían haber diferentes opiniones. Por los sentidos de la palabra. Sólo así manifesta-
ejemplo, para las CEBs, más importante que
remos que la vida en Cristo sana, fortalece y
leer lo que se dice sobre ellas mismas, es reco-
humaniza” (DA 355-356).
nocer el acento del documento sobre la opción
Esto tiene expresiones muy concretas.
preferencial por los pobres, puesto que dice
Vale la pena detenerse a leerlas:
que “debe atravesar todas nuestras estructuras
“La vida en Cristo incluye la alegría de
y prioridades” (DA 396), e insiste en la nece-
comer juntos, el entusiasmo por progresar, el
sidad de una mayor cercanía real a los pobres
gusto de trabajar y de aprender, el gozo de
(cf. DA 397).
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han sido los menos atendidos pastoralmente. lugar en la vida pública, aunque no se asuman
En esta misma línea, se quiere asumir un nuevo las ideologías de género.
estilo, más evangélico, que se caracterice por También, aun con los cambios que sufrió
la cercanía a la gente, compartiendo su vida. el texto, adquieren un espacio novedoso las
Se advierte también el interés por pro- Comunidades eclesiales de base. Se advierte
mover un mayor contacto de los fieles con la una inédita preocupación por la ecología y
Biblia, por lo cual se quiere evitar hablar de la defensa de la Amazonia, por los ancianos
la pastoral bíblica como de un sector de la ac-
y por los medios de comunicación (incluyen-
tividad pastoral, y se prefiere concretar la ani-
do una valoración positiva de Internet). Una
mación bíblica de toda la pastoral (DA 248).
relevancia nueva se dio a la pastoral especí-
Esto despertaba un gran interés dentro de la V
Conferencia, cosa que no sucedía con esa in- ficamente urbana (ciudad/urbano aparece 87
tensidad en las Conferencias anteriores. veces). Además se retoma la preocupación por
Se reafirma que la misión propia y espe- la integración regional.
cífica de los laicos “se realiza en el mundo, de
tal modo que con su testimonio y su actividad Estos son ciertamente nuevos signos de
contribuyan a la transformación de las reali- los tiempos que dan a la V Conferencia un
dades y la creación de estructuras justas” (DA rostro bien actual.
210). Las palabras “política/os” (66 veces) y
“economía/económico” (75 veces) tienen una Lo que no se nombra
llamativa frecuencia. Hay palabras ausentes o que se repiten
muy poco. Algunas tienen una historia. Por
La irrupción de nuevas palabras ejemplo, veamos que la palabra “sectas”
Hay palabras que expresan nuevas pre- aparece sólo una vez. Aunque se decía en
ocupaciones, que no tienen un desarrollo tan
los medios de comunicación que la principal
amplio, pero recogen inquietudes que han to-
preocupación de la Iglesia en América Latina
mado mucha fuerza en los últimos años, y que
era el éxodo de católicos hacia las sectas, eso
tenían menos relevancia en las Conferencias
anteriores. no se ve reflejado en el Documento. En los
Ciertamente el fenómeno de la globaliza- primeros debates e intervenciones, la palabra
ción y el cambio de época, que se analiza en “sectas” aparecía mucho, pero algunos obis-
sus diversas manifestaciones, como el desem- pos hicieron notar que a veces, dentro de esa
pleo, el subjetivismo, etc., pero sin dejar de re- expresión, se incluían despectivamente las
conocer algunos aspectos positivos. comunidades eclesiales que están en diálogo
Entre las cuestiones más particulares, apa- ecuménico con la Iglesia Católica. Se pidió
rece la situación de los migrantes, que angustia disculpas a los evangélicos presentes y se
sobre todo a los obispos de América Central, prefirió cuidar más el lenguaje al respecto.
de México y del Caribe. Si bien “bioética” y “aborto” aparecen 7
Otra es la de los indígenas, a quienes se veces cada una, no aparecen jamás “anticon-
presenta como los “otros diferentes” y con cepción, preservativos, control de la natali-
quienes se quiere tener espacios de diálogo, dad”. Se evidencia así que, a la hora de hablar
respetando sus culturas y su modo de vivir, y
de esos temas se prefirió poner el acento en
no sólo acercándose a ellos con actitudes pa-
los que tienen mayor importancia.
ternalistas.
Junto con ellos se destacan los afroame-
ricanos, con quienes también se quiere desa- Sólo me permito advertir que, además de
rrollar un diálogo que respete su identidad, sus las repeticiones, es importante ver los adje-
proyectos propios, su memoria cultural, etc. tivos y el tenor de muchas frases donde apa-
En esta misma línea de respeto y valora- recen estas palabras, porque también ocurre
ción de las diferencias, se dedica un espacio a que una expresión no tenga tanta frecuencia
las mujeres (78 veces), pero reconociendo no pero que sea remarcada de otras maneras. Por
sólo el valor de la maternidad sino también su ejemplo, si bien la Palabra de Dios aparece
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mucho más1 que la Eucaristía –lo cual es no- que nos da el Documento de Aparecida, ya nos
vedoso y renovador– el modo de referirse a la aportan orientaciones prácticas que permiten
Eucaristía y a los Sacramentos es muy signi- concretar la Misión. Creo que las mediaciones
ficativo. que permitirían que este acento misionero sea
Igualmente, si bien la expresión “neolibe- un verdadero hito en la historia, serían ante
ral” aparece sólo una vez, cuando uno lee el todo tres:
diagnóstico de la realidad del capítulo 2, pue- [1] Organizar en cada Diócesis una misión
de reconocer que todo lo que hoy se critica al en las periferias más pobres, alejadas y aban-
neoliberalismo está bien presente. Basta leer donadas, dotándola generosamente de perso-
los puntos 61-69. nas y de recursos.
Si bien no aparece jamás la “teología de la [2] Pero no debería reducirse a una misión
liberación”, como reflexión característica de- en los hogares, cosa que no todos podrían ha-
sarrollada en América Latina, sí se dice que la cer. Aquí aparece entonces un segundo cauce
opción preferencial por los pobres “es uno de para la misión: Crear espacios de acompaña-
los rasgos que marca la fisonomía de la Iglesia miento y de formación de los laicos que cum-
latinoamericana y caribeña” (DA 391), y se in- plen su misión específica en la vida pública.
vita a “valorar la rica reflexión posconciliar de [3] Incorporar constantemente en la predi-
la Iglesia presente en América Latina y el Ca- cación las motivaciones que alienten el com-
ribe, así como la reflexión teológica, filosófica promiso misionero de todos los cristianos.
y pastoral de nuestras Iglesias” (DA 345). Dentro de este marco, hay dos cuestiones
muy resaltadas en el Documento que podrían
4. Sentido y cauces de la Misión integrarse en esta misión: la animación bíblica
Continental de toda la pastoral (misión con la Biblia en la
mano) y la preocupación por llevar a todos al
A la hora de aplicar el Documento de banquete dominical de la Eucaristía, aunque no
Aparecida, el tema crucial es el de la concre- siempre pueda celebrarse la Misa (DA 253).
ción de la Misión Continental. La V Confe- Si se quiere incorporar un signo de comu-
rencia no quiere sobreponerse a los planes y nión que permita advertir, recordar y celebrar
líneas pastorales de las distintas Conferencias el espíritu latinoamericano de esta Misión,
Episcopales y de las Diócesis. Sólo pretende podría establecerse un domingo anual en el
promover un estado permanente de misión que todas las Diócesis de América Latina y el
que comunique la alegría de ser discípulos y Caribe celebren simultáneamente, en un acto
ayude a experimentar una vida digna y plena masivo o en cada parroquia, el día de la Mi-
en Cristo. Ahora se espera que “las Confe- sión Continental y reaviven así el ardor y el
rencias Episcopales y otros organismos loca- compromiso.2
les avancen en consideraciones más amplias, En un próximo artículo veremos cual
concretas, y adaptadas a las necesidades del sería el perfil sacerdotal que resulta de la
propio territorio” (DA 431). En general no se transformación misionera que propone
piensa en nuevas superestructuras continenta- Aparecida y de qué maneras concretas el
les. Se pone el acento en la creatividad de cada llamado a la misión interpela también a
Diócesis y en todo caso de cada Conferencia los sacerdotes diocesanos. Es decir, cómo
Episcopal. Por eso se prefiere no hablar de una la renovación “extática” y “kerygmática”
misión “del” Continente sino de iniciar una pueden transfigurar la vida y la misión de los
misión permanente “en” el Continente. presbíteros que se quedan en su Diócesis.w
Pero los fuertes planteos del Papa en su
visita a Brasil, insistiendo en llegar a las peri-
ferias con todas las fuerzas vivas, y las líneas
2
Para la lectura y aplicación del Documento en nuestras
comunidades, ofrezco un aporte más completo en mi
1
Comparemos la frecuencia de “Biblia,bíblica,Palabra, libro: Aparecida. Guía para leer el documento y cró-
Escritura” (105 veces) con la frecuencia de “Eucaristía, nica diaria, San Pablo (Buenos Aires) – Dabar (México),
Misa, eucarístico/a” (56 veces). 2007.
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[ M o n s e ñ o r L u i s H . V i l l a l b a ]
Arzobispo de Tucumán
La segunda parte propone una forma con- 1. Tanto Aparecida como NMA tienencomo
creta de realizar la MISIÓN que nos pide Apa- objetivo el impulsar la misión evangeliza-
recida. dora de la Iglesia.
Esta MISIÓN debe ser asumida por la
Diócesis, presidida por el Obispo, y con la [A] Aparecida
colaboración de los presbíteros, diáconos,
consagrados, consagradas y laicos, que deben “Nos reunimos en Aparecida... como pas-
ser los protagonistas de la MISIÓN. Todas las tores que queremos seguir impulsando la ac-
comunidades eclesiales deben asumir la MI- ción evangelizadora de la Iglesia” (DA1)1.
SIÓN como propia: parroquias, escuelas cató- “La Iglesia está llamada a repensar pro-
licas, movimientos, instituciones, grupos. fundamente y relanzar con fidelidad y audacia
La Conferencia Episcopal deberá animar su misión en las nuevas circunstancias latinoa-
y apoyar la tarea de las diócesis. mericanas y mundiales. No puede replegarse
Esta MISIÓN debe ser permanente como frente a quienes sólo ven confusión, peligros y
proponen NMA y Aparecida. amenazas…” (DA11).
Por eso no se debe hablar de la Misión al “Esto requiere… una evangelización mu-
Pueblo de Dios sino “Del Pueblo de Dios en cho más misionera, en diálogo con todos los
misión”. cristianos y al servicio de todos los hombres”
(DA13).
La MISIÓN debe encarar la “pastoral de
la fe” y está centrada en torno a tres ejes:
la predicación
la catequesis 1
El subrayado en los documentados citados no es del
la piedad popular. original; es usado par remarcar lo que se quiere seña-
lar.
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“Los pastores quieren dar ahora un nuevo “Al terminar la Conferencia de Apareci-
impulso a la evangelización, a fin de que estos da, en el vigor del Espíritu Santo, convocamos
pueblos sigan creciendo y madurando en su a todos nuestros hermanos y hermanas, para
fe...” (DA16). que, unidos, con entusiasmo realicemos la
“Hoy, toda la Iglesia en América Latina y Gran Misión Continental. Será un nuevo Pen-
El Caribe quiere ponerse en estado de misión” tecostés que nos impulse a ir, de manera espe-
(DA 213). cial, en búsqueda de los católicos alejados y de
“Esta firme decisión misionera debe im- los que poco o nada conocen a Jesucristo, para
pregnar todas las estructuras eclesiales y todos que formemos con alegría la comunidad de
los planes pastorales de diócesis, parroquias, amor de nuestro Padre Dios. Misión que debe
comunidades religiosas, movimientos y de llegar a todos, ser permanente y profunda”
cualquier institución de la Iglesia” (DA 365). (Mensaje de la V Conferencia a los pueblos de
“La conversión pastoral de nuestras co- América Latina y El Caribe, 5).
munidades exige que se pase de una pastoral
de mera conservación a una pastoral decidida- [B] Navega Mar Adentro
mente misionera” (DA 370).
“Esta V Conferencia... desea despertar la Hemos dicho que permaneciendo vigen-
Iglesia... para un gran impulso misionero. No te el contenido de Líneas Pastorales para
podemos desaprovechar esta hora de gracia. la Nueva Evangelización, con Navega Mar
¡Necesitamos un nuevo Pentecostés! ¡Nece- Adentro “perseguimos idéntico objetivo: alen-
sitamos salir al encuentro de las personas, las tar y sostener una más orgánica y vigorosa
familias, las comunidades y los pueblos para acción evangelizadora...Entregamos Navega
comunicarles y compartir el don del encuentro mar adentro deseando que cada agente pasto-
con Cristo... No podemos quedarnos tranquilos ral se sienta orientado e impulsado a provocar
en espera pasiva en nuestros templos, sino urge el protagonismo de todos los bautizados para
acudir en todas las direcciones...” (DA 548). evangelizar más hondamente a nuestro pue-
“Para convertirnos en una Iglesia llena de blo” (NMA 1).
ímpetu y audacia evangelizadora, tenemos que “Navega Mar Adentro, en cuanto actuali-
ser de nuevo evangelizados y fieles discípu- zación de las Líneas Pastorales para la Nueva
los...” (DA 549). Evangelización, habrá de orientar una nueva
“Es el mismo Papa Benedicto XVI quien etapa en la evangelización de la Argentina me-
nos ha invitado a «una misión evangelizadora diante una acción pastoral más orgánica, reno-
que convoque todas las fuerzas vivas de este vada y eficaz, procurando que todo miembro
inmenso rebaño…: sacerdotes, religiosos, re- del pueblo de Dios, toda comunidad cristiana,
ligiosas y laicos». Es un afán y anuncio misio- todo decanato, parroquia, asociación o movi-
neros que tiene que pasar de persona a persona, miento, se inserten activamente en la pastoral
de casa en casa, de comunidad a comunidad. orgánica de cada diócesis” (NMA 2).
«En este esfuerzo evangelizador, -prosigue el “Somos misioneros porque hemos reci-
Santo Padre-, la comunidad eclesial se destaca bido un bien que no queremos retener en la
por las iniciativas pastorales, al enviar, sobre intimidad... Lo que hemos visto y oído recla-
todo, entre las casas de las periferias urbanas y ma que lo trasmitamos a quienes quieran es-
del interior, sus misioneros»” (DA 550). cucharnos. La Iglesia existe para evangelizar.
“Este despertar misionero, en forma de una Tiene como centro de su misión convocar a
Misión Continental...Buscará poner a la Iglesia todos los hombres al encuentro con Jesucris-
en estado permanente de misión” (DA 551). to” (NMA 15).
“Desde el cenáculo de Aparecida nos “Nada en la Iglesia tiene sentido si no se
disponemos a emprender una nueva etapa de orienta a esta ardiente audacia misionera, ya
nuestro caminar pastoral declarándonos en que ella es evangelizadora por naturaleza”
misión permanente” (Mensaje de la V Confe- (NMA 16).
rencia a los pueblos de América Latina y El “Reconocemos un firme llamado del Es-
Caribe, 4). píritu a través del Papa Juan Pablo II, que nos
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impulsa a inaugurar con firmeza y perseve- un camino de variada participación, hace posi-
rancia una nueva etapa de la evangelización ble la pastoral orgánica, capaz de dar respuesta
de nuestro pueblo. El mandato misionero nos a los nuevos desafíos. Porque un proyecto sólo
introduce en el tercer milenio invitándonos a es eficiente si cada comunidad cristiana, cada
tener el mismo entusiasmo que los cristianos parroquia, cada comunidad educativa, cada
de los primeros siglos” (NMA 98). comunidad de vida consagrada, cada asocia-
“La Iglesia en la Argentina quiere asumir ción o movimiento y cada pequeña comunidad
un nuevo dinamismo pastoral y recrear un in- se insertan activamente en la pastoral orgáni-
tenso ardor evangelizador” (NMA 99). ca de cada diócesis. Cada uno está llamado a
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agentes y la búsqueda de los medios necesa- del pueblo de Dios, toda comunidad cristiana,
rios, que permiten que el anuncio de Cristo lle- todo decanato, parroquia, asociación o movi-
gue a las personas, modele las comunidades e miento, se inserten activamente en la pastoral
incida profundamente mediante el testimonio orgánica de cada diócesis” (NMA 2).
de los valores evangélicos en la sociedad y en “Es tarea urgente de cada diócesis, pre-
la cultura» (NMI 29). Los laicos deben partici- sidida por el obispo como pastor, lograr que
par del discernimiento, la toma de decisiones, la fuerza viva de Jesucristo y de su Evangelio
la planificación y la ejecución (cf. ChL 51). llegue hasta el último rincón del territorio y
Este proyecto diocesano exige un seguimiento a todos sus sectores y ambientes evangelizan-
constante de parte del obispo, los sacerdotes y do la cultura. Pero esto sólo es posible con la
los agentes pastorales, con una actitud flexi- colaboración del presbiterio, la ayuda de los
ble que les permita mantenerse atentos a los diáconos, la integración de las comunidades
reclamos de la realidad siempre cambiante” de la vida consagrada con sus carismas, y la
(DA 371). participación activa de todos los fieles laicos...
Tenemos por delante la apasionante tarea de
hacer renacer el celo evangelizador, en el hori-
Jesús invita a todos a participar zonte exigente y comprometido de la pastoral
de su misión. ¡Que nadie se quede ordinaria. Pero este acento, no significa que
cada uno realice sus tareas al margen del resto,
de brazos cruzados! (Mensaje de
sino que desarrolle su misión de un modo ar-
la V Conferencia a los pueblos de mónico e integrado en el proyecto pastoral de
América Latina y El Caribe, 4) la diócesis, que surja en un camino de variada
participación: es la llamada pastoral orgánica”
(NMA 70).
“Para que los habitantes de los centros ur- “Invitamos a todas las fuerzas apostólicas:
banos y sus periferias... puedan encontrar en parroquias, comunidades religiosas, colegios
Cristo la plenitud de vida, sentimos la urgen- y universidades, instituciones, asociaciones,
cia de que los agentes de pastoral en cuanto movimientos, grupos y organizaciones laica-
discípulos y misioneros se esfuercen en desa- les, a sentirse llamadas a hacer su aporte inte-
rrollar: grándose activamente en la pastoral orgánica
n Un plan de pastoral orgánico y articu- de la diócesis, desde su identidad y función
lado que integre en un proyecto común a las específica” (NMA 71).
parroquias, comunidades de vida consagrada, “Cada parroquia ha de renovarse en or-
pequeñas comunidades, movimientos e ins- den a aprovechar la totalidad de sus potencia-
tituciones que inciden en la ciudad y que su lidades pastorales para llegar efectivamente
objetivo sea llegar al conjunto de la ciudad” a cuantos les están encomendados. Con sus
(DA 518). organismos e instituciones han de asumir de-
“Jesús invita a todos a participar de su mi- cididamente un estado permanente de misión,
sión. ¡Que nadie se quede de brazos cruzados! en primer lugar dentro de su propio territorio,
(Mensaje de la V Conferencia a los pueblos de dado que la parroquia es para todos los que
América Latina y El Caribe, 4). integran su jurisdicción, tanto para los ya bau-
tizados como para los que todavía ignoran a
[B] Navega Mar Adentro Jesucristo, lo rechazan o prescinden de Él en
sus vidas” (NMA 72).
“Navega Mar Adentro, en cuanto actuali- “Es imprescindible una sabia planifica-
zación de las Líneas Pastorales para la Nueva ción y programación pastoral que sume, inte-
Evangelización, habrá de orientar una nueva gre y brinde orientación a tantos esfuerzos que
etapa en la evangelización de la Argentina me- se vienen realizando en las diócesis del país”
diante una acción pastoral más orgánica, reno- (NMA 87).
vada y eficaz, procurando que todo miembro
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caristía. Con suave pero firme persuasión pas- cialmente, a los católicos alejados.
toral, hemos de invitar a participar de una vida Ahora bien, ¿Cuál es la finalidad de esta
cristiana que se distinga por el arte de la ora- misión?
ción, y ponga su mirada en alcanzar la pleni- Aparecida lo expresa así: “Para que nues-
tud de la participación eucarística, sobre todo tros pueblos tengan vida en Él”, en Jesucristo
en la celebración dominical. En tal sentido, las (DA 1).
familias, parroquias, colegios, movimientos y Entonces, la finalidad de la misión evan-
otros organismos eclesiales, han de ofrecer los gelizadora de la Iglesia es comunicar la vida
ámbitos concretos donde los bautizados pue- nueva en Cristo
dan nutrirse de la Palabra de Dios y descubrir
fácilmente la atrayente belleza del seguimien- ¿Qué debe hacer la Iglesia para comunicar
to de Cristo… Todos los esfuerzos, mediante vida?
la implementación del itinerario catequístico Para comunicar la vida, la Iglesia debe
permanente y el asiduo recurso al Catecismo conducir a los hombres y mujeres hacia el en-
de la Iglesia Católica, ha de dirigirse a una cuentro con Jesucristo.
renovación de la catequesis para que cada uno Para comunicar la vida la Iglesia debe po-
de los bautizados experimente cada vez más ner a los hombres en contacto, en comunión
la presencia y la cercanía de Cristo vivo en su con Jesucristo, que es la Vida: “Yo soy la Resu-
Iglesia en la participación en el Sacrificio eu- rrección y la Vida” (Jn. 11, 25).
carístico” (NMA 92). Aparecida dice que la Iglesia anuncia “que
“En esta acción destacada queremos indi- Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, la
car dos acentos complementarios: Palabra y la Vida, vino al mundo a hacernos
«partícipes de la naturaleza divina» (2 Ped.
a) Acoger cordialmente a quienes se acer- 1,4), a participarnos de su propia vida. Es la
can a nuestras comunidades… vida trinitaria del Padre, del Hijo y del Espíritu
b) No podemos contentarnos con esperar Santo, la vida eterna. Su misión es manifestar
a los que vienen… una comunidad evangeliza- el inmenso amor del Padre, que quiere que sea-
dora se siente movida continuamente a expan- mos hijos suyos” (DA 348).
dir su presencia misionera en todo el territorio Entonces el hombre está llamado a encon-
confiado a su cuidado pastoral… Para ello, cabe trarse con Jesucristo y participar de su Vida.
destacar la importancia de…” (NMA 94): Pero este encuentro con Jesús es un en-
cuentro de fe. El ser discípulo de Jesucristo
n Misiones populares es, por tanto, encontrarse personalmente con el
n Misioneros de manzana Señor, reconocerlo en la fe y seguirlo en la
n Comunidades de base vida.
n Grupos de oración en las casas Como afirma Aparecida “El encuentro con
n Movimientos eclesiales Cristo… se realiza en la fe recibida y vivida en
n Pastoral sectorial la Iglesia” (DA 246).
n Multiplicación de capillas, centros La finalidad última de la misión de la
de culto y de catequesis Iglesia es llevar a los hombres al encuentro
personal con Jesucristo en la fe.
4. Tanto en Aparecida como en Navega Este es el punto central: la fe es el tema
Mar Adentro la misión evangelizadora de fundamental de nuestro discipulado en Cristo
la Iglesia tiene la finalidad de comunicar la y de la misión que Él nos encomienda. Y, por
vida plena a nuestros pueblos mediante el tanto, también de la renovación de la acción
encuentro con Cristo en la fe. pastoral de nuestra Iglesia
Hace alrededor de un año el Papa decía:
Dijimos que tanto Aparecida como Nave- “En la difícil situación de nuestro tiempo, la fe
ga Mar Adentro impulsan una misión evange- debe tener realmente prioridad” (L´ Osservato-
lizadora que debe ser permanente y profunda. re Romano, 17/11/2006).
Esta misión tiene como destinatarios, espe- Mediante la evangelización, por la que se
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trasmite la Palabra revelada por Dios, la Buena co siglos...En la actualidad, esa misma fe ha
Nueva, se busca sembrar en el corazón de los de afrontar serios retos...A este respecto, la V
hombres la semilla de esa Palabra revelada y Conferencia general va a reflexionar sobre esta
suscitar la fe, suscitar el creyente. El objeti- situación para ayudar a los fieles cristianos a
vo de la evangelización es suscitar la fe (y vivir su fe con alegría y coherencia” (DI 1)
consecuentemente la esperanza y la caridad). “Ante la nueva encrucijada, los fieles es-
El objetivo es suscitar hombres creyentes, peran de esta V Conferencia una renovación y
esperanzados, que tengan amor: es suscitar la revitalización de su fe en Cristo” (DI 2).
vida nueva de la gracia. “...«Los pastores quieren dar ahora un
Por lo mismo, en la evangelización, así nuevo impulso a la evangelización, a fin de
como corresponde al evangelizador el anuncio que estos pueblos sigan creciendo y maduran-
de la Buena Nueva, corresponde en el evan- do en su fe» (Benedicto XVI)” (DA 16).
gelizado el acto de prestar fe. “La misión no se limita a un programa o
La fe es la actitud con que el oyente de la proyecto, sino que es compartir la experiencia
Palabra revelada acoge la Buena Nueva. La del acontecimiento del encuentro con Cristo,
escucha no sólo con sus oídos sino abriendo testimoniarlo y anunciarlo de persona a perso-
las puertas de su corazón y de su inteligencia. na, de comunidad a comunidad” (DA 145)
Por la fe “el hombre libremente se entrega to- “«No se comienza a ser cristiano por una
talmente a Dios, le ofrece el pleno homenaje de decisión ética o una gran idea, sino por el en-
su entendimiento y de su voluntad, asintiendo cuentro con un acontecimiento, con una Per-
voluntariamente a lo que Él revela” (DV 5). sona, que da un nuevo horizonte a la vida y,
Evangelizar es anunciar a Jesucristo para con ello, una orientación decisiva» (Benedicto
que éste sea recibido por los hombres median- XVI)... Un encuentro de fe con la persona de
te la fe. Jesús” (DA 243).
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Aparecida dijo: “Estos pueblos anhelan, sobre debemos alimentar la fe de los católicos no
todo, la plenitud de vida que Cristo nos ha traí- practicantes.
do: «Yo he venido para que tengan vida y la Entonces deberíamos encarar la MISIÓN
tengan en abundancia» (Jn. 10,10). Con esta como la Pastoral de la fe: fortalecer la fe, tanto
vida divina se desarrolla también en plenitud de los agentes de pastoral como de los fieles
la existencia humana, en su dimensión perso- alejados.
nal, familiar, social y cultural” (DI 4).
En este sentido la fe tiene una proyección 2. La predicación, la catequesis y la piedad
social. La fe debe mostrar toda su eficacia en popular.
la transformación de nuestra vida social. Nues-
tra fe cristiana tiene que ordenar las realidades La MISIÓN debe, entonces, encarar la
temporales conforme al Evangelio. pastoral de la fe en torno a estos tres ejes: la
El objetivo de la evangelización es anun- predicación, la catequesis y la piedad popular
ciar o proponer a Jesucristo como Salvador del En este sentido, me parece que, la Con-
mundo, para que sea recibido mediante la fe y ferencia Episcopal debería ayudar trazando
el bautismo y para que la fe se despliegue en líneas pastorales en esta dirección.
una vida cristiana regida por el mandamiento
nuevo del amor. [A] La predicación
Así la tarea de la Iglesia es, ante todo, Muchas veces Mons. Giaquinta habló de
comunicar la fe cristiana: suscitarla, ali- la necesidad de que los obispos abordásemos
mentarla, consolidarla, madurarla. Pedro le el tema de la predicación.
dijo al paralítico que pedía limosna a la entra- Las Líneas Pastorales para la Nueva
da del Templo: “No tengo plata ni oro, pero te Evangelización planteaban esta preocupa-
doy lo que tengo: en el nombre de Jesucristo ción diciendo: “Las respuestas a la Consulta
de Nazaret, levántate y camina” (Hech. 3,6). al Pueblo de Dios reflejan, con alto índice, la
La Iglesia como Pedro debe ofrecer la fe, existencia de homilías superficiales y poco
invitar a la fe, proponer la fe, sostener la fe. preparadas, como también alejadas de la vida
Me parece que esta debe ser la finalidad real”. Y agregaba: “Exhortamos a los forma-
de la MISIÓN que nos encomienda el Docu- dores de nuestros seminarios mayores a prepa-
mento de Aparecida y que está en consonancia rar especialmente a los seminaristas para este
con Navega Mar Adentro. ministerio. Invitamos a la vez a los diáconos y
Como Iglesia debemos evangelizar, es de- sacerdotes a realizar un cambio muy serio en
cir suscitar y madurar la fe de nuestros fieles, este aspecto,. Se trata de ser profundos, claros
simultáneamente, en el ámbito de la pastoral y breves, recurriendo a un lenguaje compren-
ordinaria y en el ámbito de la Nueva Evange- sible y sencillo en el ejercicio del ministerio
lización. de la Palabra viva y eficaz” (LPNE 51).
En el ámbito de la Pastoral Ordinaria de- Me parece que el tema de la predicación
bemos fortalecer la fe de los cristianos practi- sigue siendo una deuda pendiente.
cantes, de los agentes de pastoral: sacerdotes, La fe brota sólo en presencia del kerigma
consagrados y laicos. o del anuncio: “¿Cómo creer, -escribe San
En el ámbito de la Nueva Evangelización Pablo hablando de la fe en Cristo- sin haber
oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él,
si nadie lo predica?” (Rom. 10,14). Y conclu-
ye: “La fe, por lo tanto, nace de la predica-
ción y la predicación se realiza en virtud de
la Palabra de Cristo” (Rom. 10,17).
Hoy es necesaria una predicación kerigmática
para suscitar la fe donde todavía no está, o está
muerta.
La fe viene, por tanto, de la escucha de
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[ C o m i s i ó n E s p e c i a l pa r a l a M i s i ó n C o n t i n e n ta l ]
CELAM. Colombia
LA MISIÓN CONTINENTAL
PARA UNA IGLESIA MISIONERA
Después de reunirse los días 28 y 29 del mes de noviembre de 2007 en la sede del CELAM en
Bogotá, Colombia, la Comisión Especial para la Misión Continental elaboró un plan que servirá
de base para la planificación y proyección de la Misión Continental que, como ha sugerido Apa-
recida, tendrá carácter de permanente y se desarrollará tomando en cuenta los distintos niveles
de Iglesia.
La Comisión Especial está conformada por arzobispos y obispos coordinados por Mons.
Víctor Sánchez, Secretario General del CELAM y lo completan 6 teólogos pastoralistas expertos
en misión. La conformación del equipo fue hecha por la Presidencia del CELAM después de
oídas las sugerencias de las Conferencias Episcopales y manteniendo representatividad de las 4
regiones o zonas pastorales del Continente.
Así mismo la Comisión Especial para la Misión Continental señaló lo que pueden ser los
roles a desenvolver por el CELAM, las Conferencias Episcopales y las diócesis para la concre-
tización de la misión.
El plan en sus detalles fue presentado a la Presidencia del CELAM y en reuniones con los
Presidentes y los Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales realizadas entre el 3 y 7
de marzo de 2008 en las cuales se hicieron aportes y correcciones al mismo.
Teniendo en cuenta los dos movimientos simultáneos que componen la invitación a un nuevo
estilo misionero en América Latina (conversión pastoral – acciones misioneras), el documento
consta de dos partes bien diferenciadas.
La primera tiene que ver más con la conversión pastoral donde se busca renovar las acciones
y estructuras ordinarias de pastoral desde una actitud misionera y de modo permanente. La segun-
da parte da orientaciones y sugerencias para implementar acciones y gestos concretos de misión.
Un estilo renovado misionero debe ir acompañado de gestos y acciones concretas de misión.
I. UNA IGLESIA MISIONERA del Señor de “ir y hacer discípulos entre todos
EN EL CONTINENTE los pueblos”1, desea despertar un gran impulso
misionero en la Iglesia en América Latina y
1. El espíritu nos impulsa a la El Caribe. Esta es, sin duda alguna, una de las
Misión principales conclusiones de ese gran encuen-
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tro eclesial. Este impulso misionero se puede cuentro de las personas, las familias, las co-
desglosar en cuatro consecuencias prácticas: munidades y los pueblos para comunicarles y
compartir el don del encuentro con Cristo, que
n aprovechar intensamente esta hora de ha llenado nuestras vidas de “sentido”, de ver-
gracia; dad y amor, de alegría y de esperanza!”4.
n implorar y vivir un nuevo Pentecostés Así, la misión nos lleva a vivir el encuen-
en todas las comunidades cristianas; tro con Jesús como un dinamismo de con-
n despertar la vocación y la acción misio- versión personal, pastoral y eclesial capaz de
nera de los bautizados, y alentar todas las vo- impulsar hacia la santidad y el apostolado a
caciones y ministerios que el Espíritu da a los los bautizados, y de atraer a quienes han aban-
discípulos de Jesucristo en la comunión viva donado la Iglesia, a quienes están alejados del
de la Iglesia. influjo del evangelio y a quienes aún no han
n salir al encuentro de las personas, las experimentado el don de la fe.
familias, las comunidades y los pueblos para Esta experiencia misionera abre un nuevo
comunicarles y compartir el don del encuentro horizonte para la Iglesia de todo el continente
con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de que quiere “recomenzar desde Cristo” reco-
“sentido”, de verdad y amor, de alegría y de rriendo junto a El un camino de maduración
esperanza2. que nos capacite para ir al encuentro de toda
El Espíritu Santo nos precede en este ca- persona, hablando el lenguaje cercano del tes-
mino misionero. Por eso confiamos que este timonio, de la fraternidad, de la solidaridad.
testimonio de Buena Nueva constituya, a la
vez, un impulso de renovación eclesial y de 3. LA IGLESIA EN MISIÓN
transformación de la sociedad. PERMANENTE
4
DA, 548.
5
DA 213 y 551.
2
Documento de Aparecida-DAp 567. 6
DI 3
3
GSp 40 7
DA, 551.
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a ese encuentro y seguimiento, que se convier- cada vez más en ella “la perla preciosa” que
te en familiaridad y comunión, por desborde es Jesucristo, y sea siempre nuevamente evan-
de gratitud y alegría, somos rescatados de gelizada en la fe de la Iglesia y por su vida
nuestra conciencia aislada y salimos a comu- sacramental”11.
nicar a todos la vida verdadera, la felicidad y n La presentación de la vida de los santos,
esperanza que nos ha sido dado experimentar en especial de la Virgen María, como páginas
y gozar”7. encarnadas del evangelio que tocan el corazón
y motivan el camino del discípulo hacia Jesús
[B] Medios para la Misión. y del misionero hacia la gente.
“Por esto, hay que educar al pueblo en
a. Beber de la Palabra, lugar de encuen- la lectura y la meditación de la Palabra: que
tro con Jesucristo ella se convierta en su alimento para que, por
Si el objetivo central de la Misión es lle- propia experiencia, vea que las palabras de
var a las personas a un verdadero encuentro Jesús son espíritu y vida (cf. Jn 6,63). De lo
con Jesucristo, el primer espacio de encuentro contrario, ¿cómo van a anunciar un mensaje
con El será el conocimiento profundo y viven- cuyo contenido y espíritu no conocen a fondo?
cial de la Palabra de Dios, de Jesucristo vivo, Hemos de fundamentar nuestro compromiso
en la Iglesia, que es nuestra casa.8. misionero y toda nuestra vida en la roca de la
La proclamación alegre de Jesucristo Palabra de Dios”12.
muerto y resucitado, a quien buscamos, y al
“que Dios ha constituido Señor y Mesías” b. Alimentarse de la Eucaristía
(Hech 2,36), ya es encuentro con la Palabra Un segundo medio para la misión es la Sa-
Viva, con Jesús mismo, la Palabra que salva. grada Liturgia, en especial, los sacramentos de
Para entrar y permanecer en este lugar de la Iniciación Cristiana, signos que expresan y
encuentro con Cristo que es la Palabra, instru- realizan la vocación de discípulos de Jesús a
mento privilegiado de la misión, hay que des- cuyo seguimiento somos llamados. De forma
tacar cinco metas particulares: significativa, la Eucaristía es lugar privilegia-
n el fomento de la “pastoral bíblica”, do del encuentro del discípulo con Jesucristo.
entendida como “animación bíblica de la Y es, a la vez, fuente inagotable de la voca-
pastoral, que sea escuela de interpretación o ción cristiana y del impulso misionero; “allí,
conocimiento de la Palabra, de comunión con el Espíritu Santo fortalece la identidad del dis-
Jesús u oración con la Palabra, y de evange- cípulo y despierta en él la decidida voluntad
lización inculturada o de proclamación de la de anunciar con audacia a los demás lo que ha
Palabra”9; escuchado y vivido”13.
n la formación en la Lectio divina, o ejer- Dentro de este segundo medio misionero,
cicio de lectura orante de la Sagrada Escritu- hay que destacar cuatro metas particulares:
ra10, y su amplia divulgación y promoción;
la predicación de la Palabra, de manera n Conducir, mediante la iniciación cris-
que realmente conduzca al discípulo al en- tiana, a la incorporación viva en la comuni-
cuentro vivo, lleno de asombro, con Cristo, y dad, cuya fuente y cumbre es la celebración
a su seguimiento en el hoy de la vida y de la eucarística, y dedicar tiempo y atención al
historia; seguimiento de quienes son incorporados a la
n el fortalecimiento, a la luz de la Pala- comunidad;
bra de Dios, del tesoro de la piedad popular n Cultivar en la celebración eucarística su
7
DA 549
8
Cf. DA 246 11
DA 549
9
DA 247 12
DI 3
10
DA 248 13
DA 251
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santos y entre los hermanos, de ofrecimiento nivel parroquial, para que la parroquia sea en
de la vida del discípulo, cargando con su cruz, verdad una comunidad de comunidades6;
a la vez que de envío misionero. n animar a las comunidades de Vida Con-
n fomentar el estilo eucarístico de la vida sagrada para que busquen compartir su tes-
cristiana, y recrear y promover la “pastoral timonio de comunión misionera con la gran
del domingo”1, dándole “prioridad en los pro- comunidad eclesial;
gramas pastorales”2, para un nuevo impulso a
la evangelización del pueblo de Dios3; Donde están dos o tres reuni-
n en los lugares donde no sea posible la
c. Construir la Iglesia como casa y es- las estructuras pastorales, a fin de impulsar
cuela de comunión una nueva forma de ser Iglesia: más fraterna,
Un tercer espacio de encuentro con Jesu- expresión de comunión, más participativa y
cristo es la vida comunitaria. “Jesús está pre- más misionera7.
sente en medio de una comunidad viva en la fe
y en el amor fraterno. Allí Él cumple su pro- d. Servir a la sociedad, en especial, a los
mesa: “Donde están dos o tres reunidos en mi pobres
nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt Un cuarto medio de encuentro con Jesu-
18, 20)”5. Formar comunidad implica abrazar cristo y de acción misionera es el servicio a
el estilo de vida de Jesús, asumir su destino la sociedad para que nuestros pueblos tengan
pascual con todas sus exigencias, participar la vida de Cristo y, de un modo especial, el
en su misión, estar en actitud de permanente servicio a los pobres, enfermos y afligidos8
conversión y mantener la alegría del discípulo “que reclaman nuestro compromiso y nos dan
misionero en el servicio al Reino. testimonio de fe, paciencia en el sufrimiento y
Dentro de este tercer medio para la misión, constante lucha para seguir viviendo”9.
hay que destacar cinco metas particulares: Dentro de este cuarto medio para la misión,
n fomentar la conciencia de comunión a hay que destacar cuatro metas particulares:
nivel familiar para que cada hogar se convierta n la fraternidad con los más pobre y
en una iglesia doméstica, en un santuario de afligidos, hermanos nuestros en quienes nos
la vida, donde se le valora como don de Dios encontramos y servimos al Señor, y la de-
y se forma en ese sentido a las personas, una fensa de los derechos de los excluidos10, ya
verdadera escuela en la fe, un espacio en que que allí se juega la fidelidad de la Iglesia a
crecen misioneros de la esperanza y de la paz; Jesucristo11;
n formar pequeñas comunidades cris- n la renovación y fortalecimiento de la
tianas, abiertas y disponibles, en sus diversas pastoral social, a fin de que exprese en sig-
formas y expresiones. Cultivar en ellas la pas- nos concretos la opción preferencial por los
toral de la acogida para que las personas expe- pobres y excluidos, especialmente con las
rimenten su pertenencia a la Iglesia de modo personas que viven en la calle, con los mi-
personal y familiar; grantes, los enfermos, los adictos dependien-
n profundizar la dimensión comunitaria a
6
Cf RMi 20
1
Cf Sacranentum Caritatis 7
DA 379
2
DI 4 8
Cf. Mt 25, 37-40
3
DA 252 9
DA 257
4
DA 253 10
DA 257
5
DA 256 11
NMI 49
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gran meta: impulsar la realización de la Mi- n y la decisión de seguir los pasos de Jesús,
sión Continental de tal forma que las Iglesias n para que, viviendo en común-unión con
del continente se pongan en estado de misión. Cristo, como con-vocados por Él15, dentro de
Esto significa que la acción misionera intensi- la comunión de la Iglesia, crezca y sea vivo un
va sea tan motivadora, que asuman la misión fuerte sentido de pertenencia eclesial,
permanente como plan pastoral. n y un proceso de formación integral,
kerigmática, permanente, procesual, diversifi-
e. Simultaneidad y signos compartidos cada y comunitaria, que contemple el acompa-
Para ser “continental” se requiere la visi- ñamiento espiritual,
bilización latinoamericana y caribeña de cier- n los bautizados asuman su compromiso
34
cf. DA 278
12
Cf DA 399-430 15
cf. DA 154 y 156
13
DA 256 16
cf. DA 244, 245, 276, 278
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n Los discípulos, que quieren encontrarse comunidad… que sale al encuentro de los
con Cristo, le preguntan: “Maestro, ¿dónde alejados, se interesa por su situación, a fin de
vives?” (Jn 1. 38). Jesucristo los invita a vivir reencantarlos con la Iglesia e invitarlos a vol-
una experiencia: “Vengan y lo verán” (Jn 1, ver a ella”1.
39), “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” Hay que ser concientes que sólo surgirán
(Jn 14, 6). (Encuentro) discípulos misioneros si en el proceso enun-
n Encontrado a Felipe le dijo: “Sígueme”, ciado, nuestras comunidades se comprometen
y más tarde, junto al lago de Galilea, asom- con la evangelización de los bautizados que no
brados por la enseñanza del Maestro y por la tienen conciencia de ser discípulos, acompa-
pesca milagrosa, también Pedro, Andrés, San- ñándolos para que puedan vivir una madura-
tiago y Juan, “dejándolo todo, le siguieron”. ción paulatina hacia la voluntad de servicio y,
(Conversión y Discipulado) así, respondan al envío que el Señor les da por
n Los llamó “para que estuvieran con él” medio de la Iglesia.
(Mc 3, 14) y “permanecieran en su amor”, En esta vivencia, la renovación de la con-
formando una comunidad de discípulos, que versión personal y pastoral de los pastores y
más tarde fue conocida por su solidaridad, y de todos los consagrados es un elemento indis-
por su unidad en la oración, en la fracción del pensable para que el testimonio coherente de
pan y en la enseñanza de los apóstoles. (Co- vida sea el cimiento pedagógico fundamental.
munión)
n Pero la llamada de Jesús al discipulado [5.2] Caminos hacia el encuentro con
es inseparable de la vocación misionera. Ya en Cristo
el encuentro a orillas del lago les manifiesta su Una auténtica propuesta de encuentro con
propósito: “Os haré pescadores de hombres”, Jesucristo debe tener en cuenta los siguientes
y cuando llama a los doce les dice explícita- elementos:
mente que los llama para “enviarlos a predi- n Una experiencia de la presencia de Je-
car” (Mc 3, 14). Y antes de ascender a los cie- sucristo en la vida personal y comunitaria del
los, los envía “a hacer discípulos a todos los creyente: en la lectura meditada y eclesial de la
pueblos, bautizándolos ...”. (Misión) Sagrada Escritura; en la celebración eucarísti-
ca, fuente inagotable de la vocación cristiana y
Para lograr este proceso, y recuperar a fuente inextinguible del compromiso misione-
personas que se han alejado “hemos de refor- ro; en el dinamismo de una vida comunitaria,
zar en nuestra Iglesia cuatro ejes”: participativa y fraterna; y en el servicio a los
n “un encuentro personal con Jesucristo, pobres y excluidos;
una experiencia religiosa profunda e intensa, n Una revalorización de la piedad popu-
un anuncio kerigmático y el testimonio per- lar, la cual es una “manera legítima de vivir
sonal de los evangelizadores, que lleve a una la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia
conversión personal y a un cambio de vida in- y una forma de ser misioneros, donde se reco-
tegral”; gen las más hondas vibraciones de la América
n “la vivencia comunitaria [pues] nues- profunda”2.
tros fieles buscan comunidades donde sean n Un fortalecimiento de la presencia cer-
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4
cf. DA 267, 270
5
cf DA 275 8
Redemptoris missio 64
6
DA 550 9
DA 551.
7
Benedicto XVI. Homilía a los Obispos de Brasil, 3. Mayo 10
Benedicto XVI. Homilía a los Obispos de Brasil, 3.
11 de 2007. Mayo 11 de 2007.
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“Esta firme decisión misionera debe im- En otras palabras, es necesario que el laico sea
pregnar todas las estructuras eclesiales y todos tenido muy en cuenta con un espíritu de comu-
los planes pastorales de diócesis, parroquias, nión y participación”3.
comunidades religiosas, movimientos y de La Misión Continental debe tener especial
cualquier institución de la Iglesia. Ninguna penetración en los sectores culturales, políti-
comunidad debe excusarse de entrar decidi- cos y de dirigentes sociales y económicos que
damente, con todas sus fuerzas, en los proce- identifican a nuestra sociedad globalizada.
sos constantes de renovación misionera, y de Para que esto sea posible, debemos reafirmar
abandonar las estructuras caducas que ya no vigorosamente la misión peculiar y específica
favorezcan la transmisión de la fe”1. del laico en el mundo secular4, evitando la ten-
Para los Ministros Ordenados es un gran tación de motivar a los laicos más comprome-
momento de gracia que les pide renovar la co- tidos con su fe, tan sólo a involucrarse en los
munión de los Presbíteros y Diáconos con el servicios que necesita la comunidad eclesial
Obispo y de ellos entre sí. Así como el entu- para formarse, sostenerse y crecer.
siasmo y la entrega al servicio del evangelio.
Ellos son los portadores primeros de todo este c. La misión inestimable de la Vida
impulso misionero y habría que sensibilizarlos Consagrada
especialmente en el espíritu y conversión pas- Para los miembros de los Institutos de
toral de Aparecida. Vida Consagrada, varones y mujeres que es-
“La renovación de la parroquia exige ac- tán llamados a dar un testimonio convincente
titudes nuevas en los párrocos y en los sacer- de la alegría de ser pertenencia de Dios como
dotes que están al servicio de ella. La primera discípulos y misioneros de Cristo, y de pro-
exigencia es que el párroco sea un auténtico digarse generosamente al servicio de sus hi-
discípulo de Jesucristo, porque sólo un sacer- jos, especialmente de los más marginados, y
dote enamorado del Señor puede renovar una de manifestar en la Iglesia la multiplicidad de
parroquia. Pero, al mismo tiempo, debe ser un los dones carismáticos del Espíritu Santo, su
ardoroso misionero que vive el constante an- participación en la Misión Continental, como
helo de buscar a los alejados y no se contenta grandes colaboradores de los Pastores, contri-
con la simple administración” (DA 201). buirá fuertemente al despertar misionero de
América Latina y del Caribe.
b. El papel privilegiado de los laicos
Cualquier esfuerzo misionero exige, de d. Interlocutores y destinatarios
manera particular, la participación activa y Los destinatarios (o “interlocutores”) de
comprometida de los fieles laicos en todas la misión somos todos, comenzando por los
las etapas del proceso. “Hoy, toda la Iglesia discípulos misioneros que animan el proceso
en América Latina y El Caribe quiere poner- evangelizador, pero especialmente debe diri-
se en estado de misión. La evangelización del girse a los pobres, a los que sufren y a los ale-
Continente, nos decía el papa Juan Pablo II, jados5, e impulsar a los constructores de la so-
no puede realizarse hoy sin la colaboración de ciedad a su misión cristiana de transformarla.
los fieles laicos2. Ellos han de ser parte acti- Llegar hasta los más alejados debe ser
va y creativa en la elaboración y ejecución de siempre uno de los objetivos de la dimen-
proyectos pastorales a favor de la comunidad. sión misionera de la Iglesia, utilizando los
Esto exige, de parte de los pastores, una ma- medios adecuados a cada situación. “No po-
yor apertura de mentalidad para que entiendan demos quedarnos tranquilos en espera pasiva
y acojan el “ser” y el “hacer” del laico en la en nuestros templos, sino urge acudir en todas
Iglesia, quien, por su bautismo y su confirma- las direcciones para proclamar que el mal y
ción, es discípulo y misionero de Jesucristo.
3
DA 213
1
DA 365 4
cf. DA capítulo 10.
2
cf. EAm 44 5
DA 550
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6
DA 567
7
DA 386 9
DA 276
8
DA 391 10
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tradas están en una situación de pobreza – nos conversión pastoral de nuestras comunidades
dice aún el Papa–, es necesario ayudarlas, exige que se pase de una pastoral de mera
como hacían las primeras comunidades cris- conservación a una pastoral decididamente
tianas, practicando la solidaridad, para que se misionera. Así será posible que “el único pro-
sientan amadas de verdad. El pueblo pobre de grama del Evangelio siga introduciéndose en
las periferias urbanas o del campo necesita la historia de cada comunidad eclesial”2 con
sentir la proximidad de la Iglesia, sea en el so- nuevo ardor misionero, haciendo que la Igle-
corro de sus necesidades más urgentes, como sia se manifieste como una madre que sale al
también en la defensa de sus derechos y en la encuentro, una casa acogedora, una escuela
promoción común de una sociedad fundamen- permanente de comunión misionera”3.
tada en la justicia y en la paz. Los pobres son b. Atención a los signos culturales: incul-
los destinatarios privilegiados del Evangelio turación y presencia en nuevos aerópagos.
y un Obispo, modelado según la imagen del Hay que tener en cuenta la compleja y
Buen Pastor, debe estar particularmente atento variada realidad de nuestro continente, como
en ofrecer el divino bálsamo de la fe, sin des- es el caso de las megápolis, los ambientes
cuidar el ‘pan material’”1. suburbanos y de las grandes periferias, como
La evangelización, como acción privi- asimismo de los ambientes campesinos, mine-
legiada hacia los pobres, debemos vivirla ros y marítimos, sin olvidar los hospitales, los
teniendo presente que los más humildes nos centros de rehabilitación y las cárceles, lo mis-
evangelizan. mo que las peculiaridades de las Iglesias en
las diversas regiones. La misión, siendo única,
7. CRITERIOS PARA LA MISION deberá ser al mismo tiempo diversa. Por eso,
es necesario estar atentos a los signos cultura-
a. Conversión personal y pastoral les de la época, de tal manera que las nuevas
La misión exige una indispensable con- expresiones y valores se enriquezcan con las
versión pastoral, tanto de las personas como buenas noticias del Evangelio de Jesucristo,
de las mismas estructuras de la Iglesia. Se de- logrando, “unir más la fe con la vida y contri-
ben reconocer las estructuras caducas y buscar buyendo así a una catolicidad más plena, no
las nuevas formas que exigen los cambios. “La
2
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1
DA 550 3
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solo geográfica, sino también cultural”4. esta misma fe deberá engendrar modelos cul-
turales alternativos para la sociedad actual”7.
c. En el contexto de la acción pastoral Esto ayudará a “comunicar los valores evan-
normal gélicos de manera positiva y propositiva. Son
La realización de una misión continental muchos los que se dicen descontentos, no tan-
debe darle dinamismo a los planes pastorales to con el contenido de la doctrina de la Iglesia,
vigentes, renovando las estructuras que sean sino con la forma como ésta es presentada”8
necesarias. “Esta firme decisión misionera y vivida.
debe impregnar todas las estructuras eclesiales En la misión hay que “optimizar el uso de
y todos los planes pastorales de diócesis, pa- los medios de comunicación católicos, hacién-
rroquias, comunidades religiosas, movimien- dolos más actuantes y eficaces, sea para la co-
tos, y de cualquier institución de la Iglesia. municación de la fe, sea para el diálogo entre
Ninguna comunidad debe excusarse de entrar la Iglesia y la sociedad”9.
decididamente, con todas sus fuerzas, en los Será muy importante hacer presente el
procesos constantes de renovación misionera, anuncio misionero en los medios de comuni-
de abandonar las estructuras caducas que ya cación en general, así como en los espacios
no favorezcan la transmisión de la fe”5. virtuales, cada vez más frecuentados por las
“No resistiría a los embates del tiempo nuevas generaciones. Así como en radio y te-
una fe católica reducida a bagaje, a elenco de levisión ya existen experiencias de programas
algunas normas y prohibiciones, a prácticas educativos en la fe, también un portal interac-
de devoción fragmentadas, a adhesiones se- tivo puede ser una opción útil en el desarrollo
lectivas y parciales de las verdades de la fe, a de la misión.
una participación ocasional en algunos sacra-
mentos, a la repetición de principios doctrina- 8. LUGARES DE COMUNION
les, a moralismos blandos o crispados que no
convierten la vida de los bautizados. Nuestra Las Conferencias Episcopales como es-
mayor amenaza “es el gris pragmatismo de la pacios de comunión entre las Iglesias locales
vida cotidiana de la Iglesia en el cual aparen- necesitan reavivar su identidad y misión, para
temente todo procede con normalidad, pero en apoyar especialmente a las Iglesias con me-
realidad la fe se va desgastando y degeneran- nores recursos, motivando la generosidad y
do en mezquindad”. apertura.
A todos nos toca recomenzar desde Cristo, Cada Diócesis necesita robustecer su con-
reconociendo que no se comienza a ser cris- ciencia misionera, saliendo al encuentro de
tiano por una decisión ética o una gran idea, quienes aún no creen en Cristo en el ámbito de
sino por el encuentro con un acontecimiento, su propio territorio y responder adecuadamen-
con una Persona, que da un nuevo horizonte a te a los grandes problemas de la sociedad en
la vida y, con ello, una orientación decisiva”6. la cual está inserta. Pero también, con espíritu
materno, está llamada a salir en búsqueda de
d. Con nuevos lenguajes: comunicación todos los bautizados que no participan en la
En la misión es necesario tener muy en vida de las comunidades cristianas10.
cuenta la cultura actual, la cual “debe ser co- En la diócesis, el eje central deberá ser un
nocida, evaluada y en cierto sentido asumida proyecto orgánico de formación, aprobado por
por la Iglesia, con un lenguaje comprendido el Obispo y elaborado con los organismos dio-
por nuestros contemporáneos. Solamente así cesanos competentes, teniendo en cuenta todas
la fe cristiana podrá aparecer como realidad las fuerzas vivas de la Iglesia particular…
pertinente y significativa de salvación. Pero,
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Se requieren, también, equipos de formación ñas comunidades, también se podría llegar a los
convenientemente preparados que aseguren la alejados, a los indiferentes y a los que alimentan
eficacia del proceso mismo y que acompañen descontento o resentimientos frente a la Iglesia6.
a las personas con pedagogías dinámicas, ac- En la vida y la acción evangelizadora de la
tivas y abiertas1. Iglesia, constatamos que, en el mundo moder-
La parroquia ha de ser el lugar donde se no, debemos responder a nuevas situaciones y
asegure la iniciación cristiana y tendrá como necesidades. La parroquia no llega a muchos
tareas irrenunciables: iniciar en la vida cris- ambientes en las megápolis. En este contexto,
tiana a los adultos bautizados y no suficien- los movimientos y nuevas comunidades son
temente evangelizados; educar en la fe a los un don de Dios para nuestro tiempo, acogen
niños bautizados en un proceso que los lleve a muchas personas alejadas para que puedan
a completar su iniciación cristiana; iniciar a tener una experiencia de encuentro vital con
los no bautizados que, habiendo escuchado el Jesucristo y, así, recuperen su identidad bau-
kerygma, quieren abrazar la fe. En esta tarea, tismal y su activa participación en la vida de la
el estudio y la asimilación del Ritual de Ini- Iglesia. En ellos, “podemos ver la multiforme
ciación Cristiana de Adultos es una referencia presencia y acción santificadora del Espíritu”7.
necesaria y un apoyo seguro2. La opción por la Misión Continental y su
Los mejores esfuerzos de las parroquias, finalidad de impulsar la misión permanente,
en este inicio del tercer milenio, deben estar otorga a los organismos e institutos misio-
en la convocatoria y en la formación de laicos neros una responsabilidad particularmente
misioneros3. importante para dinamizar su labor habitual y
La renovación de las parroquias, al inicio ofrecer apoyo subsidiario a los diferentes ni-
del tercer milenio, exige reformular sus estruc- veles eclesiales.
turas, para que sea una red de comunidades y
grupos, capaces de articularse logrando que sus Invocación final
miembros se sientan y sean realmente discípu- Ponemos este proyecto en manos de Nues-
los y misioneros de Jesucristo en comunión4. tra Señora, bajo sus advocaciones de Apareci-
La renovación misionera de las parro- da y de Guadalupe, conscientes de que quien
quias se impone tanto en la evangelización de le abrió el camino al Evangelio en nuestro
las grandes ciudades como del mundo rural Continente será quien inspire, ayude y proteja
de nuestro continente, que nos está exigien- nuestro proyecto misionero. Ella no es sólo la
do imaginación y creatividad para llegar a las primera discípula y misionera del Evangelio
multitudes que anhelan el Evangelio de Jesu- sino aquella que, con un corazón inmensa-
cristo. Particularmente, en el mundo urbano, mente materno, goza más que nadie cuando su
se plantea la creación de nuevas estructuras Hijo es conocido y amado, y le va traspasando
pastorales, puesto que muchas de ellas nacie- a sus nuevos hijos con el “he aquí a tu hijo”
ron en otras épocas para responder a las nece- característico de su Hora pascual.
sidades del ámbito rural5.
Señalamos que es preciso reanimar los pro- II. SUGERENCIAS PASTORALES PARA
cesos de formación de pequeñas comunidades LA MISIÓN CONTINENTAL
en el Continente, pues en ellas tenemos una
fuente segura de vocaciones al sacerdocio, a 1. Objetivos
la vida religiosa, y a la vida laical con especial
dedicación al apostolado. A través de las peque- [1.1] Objetivo general:
Abrirse al impulso del Espíritu Santo para
promover la conciencia y la acción misionera
permanente de los discípulos mediante la Mi-
1
DA 281
2
DA 293
3
DA 174
4
DA 172 6
DA 310
5
DA 173 7
DA 312
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tos con un profundo sentido de humanidad. Exige una conversión personal y pastoral
de los miembros de grupos, movimientos y
2. Itinerario de la Misión asociaciones para que pasen luego a evangeli-
zar a los diversos sectores de la comunidad.
La misión se realizará en cuatro etapas, Dirigido a grupos pastorales prioritarios: a
siguiendo los criterios de simultaneidad (pue- manera de ejemplo nombramos algunos:
den sobreponerse), la flexibilidad (según cir- Misión en espacios virtuales - Colegios y
cunstancias locales) e irradiación (se sustentan Universidades Católicas - Educadores, Catequis-
unas a otras). tas - Diversas áreas pastorales – Organizaciones
Habrá un tiempo introductorio de sensibi- de profesionales católicos - Grupos de Pastoral
lización y conversión pastoral de la Iglesia, de indígena y afrodescendiente - Cofradías, Her-
profundización de Aparecida a fin de que su mandades, Movimientos y Comunidades.
contenido sea estudiado, reflexionado y asimi- n Etapa 3: Misión sectorial
2 son los agentes evangelizadores para la Mi- Dirigido a la pastoral territorial: Parro-
sión sectorial (Etapa 3) y territorial (Etapa 4). quias – Familias - Comunidades eclesiales de
base - Pequeñas comunidades - Organizacio-
3. Destinatarios de la Misión nes comunitarias civiles: juntas de vecinos,
clubes deportivos, ONGs.
Todos los cristianos son a la vez destinata- En esta etapa es necesario tener en cuenta
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a los alejados, indiferentes y no creyentes. n Preparar equipos a nivel nacional para di-
especialmente a modo de un “altar familiar” recida a fin de darle una gran renovación mi-
para cada hogar. sionera que contemple, como signo de madu-
[4.3] Oración para la Misión continental rez, la misión ad gentes. La misión continental
[4.4] Logotipo (de Aparecida) debe abrir a las personas para ir más allá de
[4.5] Elenco de canciones misioneras y toda frontera.
eventualmente un Himno basado en la oración n Crear una comisión central que se en-
oficial, que se puede hacer a través de concur- cargue de animar la misión diocesana.
sos nacionales. Elaborar los subsidios que crea pertinen-
[4.6] Algunas celebraciones de grandes tes para la formación de los agentes pastorales
fiestas litúrgicas con sentido misionero: y evangelizadores para la realización del pro-
n Epifanía yecto misionero.
n Pascua n Ofrecer una propuesta de cursos de pre-
misión continental (sintonía y sincronía) para invitado por las Conferencias Episcopales para
que todas las circunscripciones eclesiásticas la difusión de los contenidos de Aparecida.
se pongan en estado de misión permanente. Difundir subsidios existentes y elaborar
n Crear una comisión central para animar otros dirigidos a cada uno de los sectores de
la misión a nivel nacional. agentes pastorales y evangelizadores.
n Elaborar los subsidios que crea perti- Ofrecer información sobre las experien-
nentes para la formación de los agentes pasto- cias misioneras que se hayan llevado a cabo o
rales y evangelizadores para la realización del se estén realizando en el Continente, contando
proyecto misionero. con el apoyo del Observatorio Pastoral.
n Revisar o elaborar las Líneas o Directri- Elaborar los materiales catequísticos y li-
ces Pastorales Generales a la luz de Aparecida túrgicos para la misión que sean comunes a la
en orden a la formación y acción de discípulos Iglesia de América Latina y El Caribe. w
misioneros.
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