Profesor: Angelo Ríos asociaciones gremiales, organizaciones no gubernamentales cuerpo de
Espinosa bomberos, la casa de la mujer, etc. Se entiende que los que están directamente
Filosofía
LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA.
Hemos visto que Platón y Aristóteles distinguen distintos tipos de Estado
y manifiestan sus preferencias por unos u otros. También, a través de la historia,
conocemos diferentes maneras de organizar este Estado y de entender y ejercer
el poder que tiene. En la Época Moderna se ha desarrollado el Estado
democrático, representativo y participativo.
Democracia viene de demos: pueblo, y kratos: poder, autoridad,
soberanía. El poder en un Estado democrático es del pueblo, es decir, de todos
los ciudadanos. Aunque este todos se ha entendido a través del tiempo con
muchas exclusiones: a veces han sido raciales, como es el caso de los negros en
estados Unidos y Sudáfrica; culturales, por ejemplo, las personas que no saben
leer ni escribir; de género: las mujeres, hasta bien entrado el siglo XX. Pero, en
general, las democracias han ido progresando en esta inclusión de los grupos
marginados y cada vez son más los que tienen el derecho, por lo menos teórico,
de participar en ellas.
Los Estados democráticos modernos, que generalmente son grandes y de
una población numerosa, no suelen tener espacio para que participen
directamente todos sus ciudadanos, pero todos tienen el derecho y el deber,
desde una cierta edad, de participar al menos en las elecciones, escogiendo a
sus representantes que gobernarán por ellos. Por eso denominamos a esta forma
de gobierno democracia representativa.
Aunque el poder de un Estado -incluso aquel ejercido por el gobierno
democrático, elegido por los ciudadanos- es siempre fuerte y tiene los medios
para hacerse obedecer, existen procedimientos de control de este poder por
parte de los individuos: pueden manifestar su rechazo, a través del voto, a un
gobierno o al partido o coalición de partidos que lo sustentan, y también pueden
reclamar, por si mismos o a través de determinadas instituciones, ante casos de
abuso de poder o de soluciones consideradas injustas.
La participación que se da solamente a través de la elección de sus
representantes pareciera insuficiente para un ciudadano; ella es muy pasiva, por
lo cual éste no se siente verdaderamente involucrado en los problemas que tiene
que enfrentar un gobierno democrático. Tiende a exigir soluciones, sin aportar
de sí mismo; muchas veces, al verse frustrado en estas soluciones esperadas se
le produce un desencanto de la política y aún el renunciar a participar en ella
eligiendo a sus representantes.
Una democracia sana es aquella en que todos sus ciudadanos y
ciudadanas tienen una actitud activa, participativa, en que se comprometen en la
medida de sus fuerzas y de sus intereses en la marcha de su país. Generalmente
esto es posible a través de instituciones intermedias como sindicatos,
involucrados en un aparte de la sociedad estén más capacitados y más
interesados en la buena marcha de ella y su participación puede ser muy
valiosa. Además ellos se sienten más dignos en esta sociedad.
Los gobiernos democráticos tienen una manera de limitar el poder de sus
gobernantes a través de la división de poderes: Ejecutivo, Legislativo y
Judicial, los que en otro tipo de gobiernos estaban en poder de una sola
persona, generalmente el rey.
Otra manera de controlar el modo de ejercer el poder de un gobierno es
la prensa. Ella puede manifestar críticas a la gestión gubernamental o revelar
actuaciones irregulares de un gobierno.
Profesor: Angelo Ríos
Espinosa
Filosofía
LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA.
Hemos visto que Platón y Aristóteles distinguen distintos tipos de Estado
y manifiestan sus preferencias por unos u otros. También, a través de la historia,
conocemos diferentes maneras de organizar este Estado y de entender y ejercer
el poder que tiene. En la Época Moderna se ha desarrollado el Estado
democrático, representativo y participativo.
Democracia viene de demos: pueblo, y kratos: poder, autoridad,
soberanía. El poder en un Estado democrático es del pueblo, es decir, de todos
los ciudadanos. Aunque este todos se ha entendido a través del tiempo con
muchas exclusiones: a veces han sido raciales, como es el caso de los negros en
estados Unidos y Sudáfrica; culturales, por ejemplo, las personas que no saben
leer ni escribir; de género: las mujeres, hasta bien entrado el siglo XX. Pero, en
general, las democracias han ido progresando en esta inclusión de los grupos
marginados y cada vez son más los que tienen el derecho, por lo menos teórico,
de participar en ellas.
Los Estados democráticos modernos, que generalmente son grandes y de
una población numerosa, no suelen tener espacio para que participen
directamente todos sus ciudadanos, pero todos tienen el derecho y el deber,
desde una cierta edad, de participar al menos en las elecciones, escogiendo a
sus representantes que gobernarán por ellos. Por eso denominamos a esta forma
de gobierno democracia representativa.
Aunque el poder de un Estado -incluso aquel ejercido por el gobierno
democrático, elegido por los ciudadanos- es siempre fuerte y tiene los medios
para hacerse obedecer, existen procedimientos de control de este poder por
parte de los individuos: pueden manifestar su rechazo, a través del voto, a un
gobierno o al partido o coalición de partidos que lo sustentan, y también pueden
reclamar, por si mismos o a través de determinadas instituciones, ante casos de
abuso de poder o de soluciones consideradas injustas.
La participación que se da solamente a través de la elección de sus
representantes pareciera insuficiente para un ciudadano; ella es muy pasiva, por
lo cual éste no se siente verdaderamente involucrado en los problemas que tiene
que enfrentar un gobierno democrático. Tiende a exigir soluciones, sin aportar
de sí mismo; muchas veces, al verse frustrado en estas soluciones esperadas se
le produce un desencanto de la política y aún el renunciar a participar en ella
eligiendo a sus representantes.
Una democracia sana es aquella en que todos sus ciudadanos y
ciudadanas tienen una actitud activa, participativa, en que se comprometen en la
medida de sus fuerzas y de sus intereses en la marcha de su país. Generalmente
esto es posible a través de instituciones intermedias como sindicatos,
asociaciones gremiales, organizaciones no gubernamentales cuerpo de
bomberos, la casa de la mujer, etc. Se entiende que los que están directamente
involucrados en un aparte de la sociedad estén más capacitados y más
interesados en la buena marcha de ella y su participación puede ser muy
valiosa. Además ellos se sienten más dignos en esta sociedad.
Los gobiernos democráticos tienen una manera de limitar el poder de sus
gobernantes a través de la división de poderes: Ejecutivo, Legislativo y
Judicial, los que en otro tipo de gobiernos estaban en poder de una sola
persona, generalmente el rey.
Otra manera de controlar el modo de ejercer el poder de un gobierno es
la prensa. Ella puede manifestar críticas a la gestión gubernamental o revelar
actuaciones irregulares de un gobierno.