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Tema N·1.
Las fuentes del derecho y su relación con el derecho penal objetivo y sus tipos. El derecho
penal del derecho constitucional consagrado en la Constitución. El derecho penal y su
ubicación en las ramas del derecho. Principios del derecho penal. La ley penal y su
interpretación.
Objetivo general:
Estudiar las fuentes del derecho penal y sus características. Identificar la naturaleza y
relación del derecho penal con las ramas y áreas fundamentales del derecho. Identificar y
distinguir la ley penal y sus tipos en el ordenamiento jurídico-social y sus bases
constitucionales.
1.- Fuentes del Derecho. Según los doctrinarios, las fuentes del derecho tienen dos
sentidos:
En sentido amplio, las fuentes generales del derecho son: la Ley, dictada por el órgano
legislativo competente (con jurisdicción y legalidad o legitimidad para ello); la
Jurisprudencia o decisiones judiciales vinculantes; la Costumbre Social, entendida como
las prácticas sociales hecha normas en el marco de una determinada cultura humana y, la
Doctrina como fuente de conocimiento venida del acerbo cultural o jurisprudencial de los
juristas.
El académico venezolano, Hernando Grisanti Avelado, divide las fuentes del derecho penal
de la siguiente manera:
Fuentes de producción del derecho penal: para referirse a la autoridad o voluntad que dicta
las normas jurídicas, en este sentido, se indica al órgano o autoridad competente que dicta
las normas penales a regir para toda la sociedad.
a) Secundum legem: significa “de acuerdo con la ley”. Es decir, que su cumplimiento
y aplicación son idénticos a lo establecido en la ley, esto es, que debe ser en directa
concordancia con la norma jurídica penal establecida. Se reduce a resolver un
comportamiento idéntico a lo establecido por la ley, y, por lo tanto, no puede ser
fuente de derecho en general, ni de derecho penal en particular.
b) Contra legem: significa “contra la ley”. Esto quiere decir que es aquella según la
cual se crean normas contrarias a las establecidas por la propia ley, la que actúa
como derogatoria de la misma. En los países de derecho escrito como el nuestro,
está esencialmente descartada como fuente de producción de norma jurídica, porque
sería un contrasentido lesivo de la seguridad jurídica, permitir que una norma
formalmente válida pudiera ser derogada por una práctica contraria que llegase
adquirir carácter de costumbre jurídica. En la legislación civil venezolana se le resta
toda validez a la costumbre contra legem, cuando el Artículo 7 del Código Civil
expresa: “Las leyes no pueden derogarse sino por otras leyes; y no vale alegar
contra su observancia el desuso, ni la costumbre o práctica en contrario, por
antiguos o universales que sean”. En materia penal la costumbre contra legem
equivale a un hecho punible y por ende sancionable, porque la única forma de
comportarse contra la ley penal es cometiendo un hecho punible, es decir, un delito
o falta según lo determinado por el Código Penal venezolano.
c) Praeter legem: significa “supletoria de la ley”. mencionada también como
costumbre supletoria, es decir, las normas jurídicas penales que regulan situaciones
en la vida social no contempladas en las normas legislativas preestablecidas. Esta
costumbre tampoco es importante o significativa en materia penal porque todas las
situaciones de la vida social están previstas y reguladas por la ley penal. ya sea para
indicar cuáles son los actos delictivos y sus respectivas sanciones penales o, para
indicar qué actos no son delitos, y por lo tanto no acarrean sanciones ni
responsabilidad penal.
No hay que confundir la expresión de Ley penal, que tiene un sentido más general, con la
expresión Código Penal que tiene un sentido más limitado. Porque hay otras leyes penales
especiales como sucede por ejemplo, en los gobiernos de facto con algunos decretos leyes o
las normas penales que buscan regular y sancionar materia especial como sucede en el caso
de la violencia contra las mujeres; la Ley Contra la Corrupción y la Delincuencia
Organizada, etc. En éste sentido la Ley penal venezolana comprende: el Código Penal y las
demás leyes especiales complementarias o supletoria como las ya mencionadas.
Según lo establecido en el artículo 202 constitucional, la ley penal debe ser el acto
sancionado por la Asamblea Nacional como cuerpo legislador. Y expresa además, que las
leyes que reúnan sistemáticamente las normas relativas a determinada materia se podrán
denominar códigos. De lo que se desprende que el Código Penal venezolano es un
instrumento normativo en materia penal que regula variadas materia relacionadas, no solo,
con los tipos de delitos, sino también, con las sanciones y las materias de que traten estos
delitos, como por ejemplo, los relacionados con las faltas, etc.
También hay que tener en consideración que en la legislación venezolana existen normas o
leyes que contemplan sanciones penales para determinados actos reputados de punibles no
contemplados o tipificados propiamente en el Código Penal venezolano.
En virtud del principio de legalidad de los delitos y de las penas, la ley penal es la única
fuente directa e inmediata del derecho penal. En este sentido la ley penal es la expresión y
manifestación de la voluntad colectiva por los órganos competentes, constitucionales,
mediante la cual se tipifican ciertos actos como delitos y sus correspondientes sanciones
penales aplicables a los responsables. En éste sentido la ley penal es advertencia porque
busca persuadir a los sujetos de no cometer los hechos tenidos como delitos o faltas por el
ordenamiento, y es garantía para absolver a las personas que no han violentado la misma.
En virtud del principio de legalidad de los delitos y de las penas, tenemos que la Ley penal
se comporta en la sociedad de varios sentidos: es de advertencia, porque avisa a los sujetos
en la sociedad de un posible castigo prevista en la Ley para determinada conductas tenidas
como delitos o faltas contra el ordenamiento; es de garantía, porque absuelve a los sujetos
que son procesados y se demuestra que no han cometido delito o falta contra el
ordenamiento; es prohibitiva, porque busca impedir el uso o ejecución de cosas o conductas
tenidas como delitos o faltas en la Ley penal. Es de mandamiento, porque da indicaciones,
ordenes que se traducen en conductas de no hacer que se encuentran como preceptos
establecidos previamente en la Ley y es descriptiva, porque describe los actos delictivos y
establece su respectiva sanción. Es decir, señala, explica y define las conductas rechazadas
por el ordenamiento y la pena correspondiente a cada conducta.
En Venezuela, según el Código Penal, los tipos penales o conductas penalizables se definen
como delitos y faltas.
En un sentido general, el derecho se divide en: Derecho objetivo y Derecho subjetivo, con
el primero se busca definir a todo el ordenamiento jurídico social de una comunidad
humana nacional en particular. El derecho objetivo busca regular las acciones y relaciones
entre los distintos sujetos de la sociedad en el marco de una ley general o fundamental:
Constitución. Esto quiere decir; normar la vida, las actividades y relaciones de las personas,
naturales o jurídicas, en el marco de una determinada sociedad humana o comunidad
nacional. Por ello cuando se habla del Derecho Objetivo, en el caso venezolano, se está
hablando del ordenamiento jurídico, político y social que tiene como fuente la Ley
Constitucional.
La ley o normas en el derecho objetivo tienen carácter impero atributiva porque sus
disposiciones (normas) son imperativas en la sociedad, es decir, de cumplimiento
obligatorio, son impositivas, y además, atribuyen a las personas derechos y prerrogativas
dentro de los límites prescritos por la misma. En éste sentido se podría afirmar que del
derecho objetivo recogido en la Constitución se pasa al derecho subjetivo en cuanto o para
referir a las facultades y atribuciones que la misma le atribuye a las personas o ciudadanos,
pues la Constitución, sirve de base tanto para el derecho objetivo como para el derecho
subjetivo.
Desde el punto de vista del derecho objetivo, se entiende al derecho penal objetivo como
una rama de éste, ya que forma parte del ordenamiento jurídico social del Estado, integrado
por las normas jurídicas reguladoras del poder punitivo (castigo) del Estado, es decir, el
poder sancionador del Estado y que se expresa como derecho subjetivo del mismo en
cuanto a su potestad exclusiva y excluyente de sancionar.
En éste sentido, y para no engendrar confusión, hay que diferenciar que el Derecho Penal
Objetivo se refiere al ordenamiento jurídico penal vigente y sancionado por el órgano
legislativo competente. Esto es al ius poenale (derecho de penalizar), es decir, al derecho o
facultad del Estado en su conjunto y al órgano legislativo en particular para establecer
normas jurídicas penales haciéndolas parte del ordenamiento social. En este sentido,
cuando se habla del ius poenale se esta hablando también del conjunto de normas
sancionadas por la instancia legislativa legitimada por la Constitución para formar la Ley
Panal, en sentido fundamental (Código Penal) y especial (Ley Contra la Delincuencia
Organizada, Ley Contra la Corrupción, etc). Donde se tipifican y se describen los delitos
castigables y se establecen las penas aplicables.
En cuanto al Derecho Penal Subjetivo, éste se debe entender como el derecho propio o
subjetivo del Estado en sancionar o castigar los delitos establecidos por la Ley penal. esto
es el ius puniendi (derecho de castigar), es decir, el derecho del Estado (como persona) o
un órgano de éste de castigar las conductas tenidas como delitos por el derecho objetivo
penal; por el ordenamiento jurídico penal.
El derecho penal subjetivo se define como la facultad exclusiva y excluyente que la ley
constitucional le da al Estado en sentido general y en sentido particular a los órganos
judiciales para que pueda castigar o imponer sanciones a las personas que violenten el
ordenamiento y no cumplan con la conducta exigible por la sociedad en la Ley penal. Ius
puniendi significa el derecho punitivo del Estado, es decir, el derecho subjetivo del Estado
de castigar, es una potestad sancionatoria del Estado que ejerce mediante los órganos de
administración de justicia en el derecho penal y que consiste en castigar a quienes infrinjan
la Ley y el orden social.
El ius puniendi del Estado o derecho punitivo de éste, actúa como potestad o poder
exclusivo en el orden social porque tiene como fin supremo, garantizar la tutela
(protección) efectiva de los bienes jurídicos de las personas en el marco del ordenamiento
jurídico social. En este sentido, es la potestad subjetiva del Estado de castigar a los
infractores. Igualmente puede entenderse como la facultad de enjuiciar por medio de los
tribunales facultados por la Ley.
Desde el punto de vista lingüístico el sustantivo es lo que designa, menciona o nombra a los
seres u objetos sobre los que se afirman, niegan o atribuyen algo. Mientras que el adjetivo
es el elemento lingüístico que usa el idioma para calificar al sustantivo, concordando con él.
El adjetivo es lo que se usa para limitar o completar el significado o naturaleza del
sustantivo. En este sentido, el Derecho Penal Sustantivo o Material es el conformado por
todas las leyes penales de origen estadal y tienen como fin enunciar y definir todos los actos
o conductas tenidas como faltas o delitos por el ordenamiento y las sanciones o penas
aplicables a las mismas. Se habla de derecho penal sustantivo porque el concepto hace
mención de los criterios conceptuales que son los delitos y los hechos punibles, y la pena o
la sanción penal dirigida a los seres u objetos.
Las normas sustantivas del derecho penal no pueden ser aplicadas a los casos de manera
arbitraria, sino, que necesitan otro conjunto de normas necesarias para su aplicación,
denominada adjetivas. El Derecho Penal Adjetivo, también conformado por normas de
origen estadal, regula la forma de aplicación del derecho penal sustantivo o material de allí
su nombre de Derecho Procesal Penal o Adjetivo.
Según todo lo antes expuesto, definiremos ahora qué se puede entender como Derecho
Penal: es la rama del Derecho o la ciencia jurídica que se refiere a las conductas tenidas
como delitos en el marco cultural de una sociedad y a las consecuencias que el mismo
(delito) acarrea a los responsables o perpetradores de tales actos. La consecuencia más
frecuente derivada de los actos delictivos es la pena.
El delito. Se refiere o se tiene como tal a todos los actos antijurídicos, es decir, a todas las
violaciones contra el orden jurídico social previsto por la Ley penal vigente. No todos los
actos antijurídicos son delitos, sino, los considerados así por la ley, es decir, previstos y
definidos por ésta como delitos. Los delitos ofenden los intereses de la colectividad.
Leyes orgánicas. Según lo establecido por la Constitución en su artículo 203, son leyes
orgánicas las denominadas así por la Constitución (ejemplo). Las que dicte el órgano
competente para la organización de los poderes públicos. Las que por mandato
constitucional se dicten por el órgano legislativo para desarrollar y garantizar los derechos
y garantías constitucionales y las que sirven de marco normativo para la formación de otras
leyes. En éste sentido existen leyes orgánicas que por su naturaleza y objeto regulan
materia penal como es el caso de la LOPNNA, etc.
Las sancionadas por la Asamblea Nacional y que establecen las directrices, propósitos y los
límites de las materias que se pretenden delegar al Presidente de la República. Es una ley
que habilita y faculta al Presidente de la República a dictar por un tiempo determinado
normas mediante decretos con fuerza de ley que de otra manera son de competencia
exclusiva del órgano legislativo.
Leyes especiales. Las que por vía legislativa o habilitante buscan regular situaciones
particulares en determinada materia de orden público y en las que se establezcan hechos
punibles y sancionables por el ordenamiento penal venezolano, como es el caso de la Ley
Contra la Corrupción.
Marco legal del Derecho Penal venezolano. En función de lo visto anteriormente, es claro
y notorio que, el marco legal del derecho penal venezolano está compuesto de: en un
sentido genérico, la Constitución de 1999 y el Código Penal vigente y por las demás
normas o leyes especiales que regulan áreas o materia penal particular como son los casos
de violencia de géneros, corrupción administrativa funcionarial, etc.