Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
INTRODUCCIÓN.
1. PICASSO.
LOS PRIMEROS AÑOS.
Primera etapa de formación (1890-1897).
Segunda etapa de formación (1897-1899).
Tercera etapa de formación (1899-1900).
ETAPAS AZUL Y ROSA.
Cuarta y última etapa de formación (1900-1904). Época azul.
Época rosa (1904-1907).
EL CAMINO HACIA EL CUBISMO.
La clasificación del cubismo.
EL CUBISMO PRIMITIVO.
EL CUBISMO ANALÍTICO Y EL SINTÉTICO.
LAS PINTURAS NEOCLÁSICAS.
LA INFLUENCIA SURREALISTA.
EL EXPRESIONISMO Y EL GUERNICA.
LOS ÚLTIMOS AÑOS.
2. DALÍ.
LOS PRIMEROS AÑOS.
PERIODO PRESURREALISTA.
CONTACTO CON EL SURREALISMO.
PERIODO SURREALISTA.
PERIODO MÍSTICO.
LOS ÚLTIMOS AÑOS.
3. MIRÓ.
LOS PRIMEROS AÑOS.
ETAPA DETALLISTA.
EL SURREALISMO MIRONIANO.
EL ESTILO SALVAJE.
LAS CONSTELACIONES.
LOS ÚLTIMOS AÑOS.
INTRODUCCIÓN.
Picasso, Dalí y Miró son los tres grandes maestros del arte español del siglo XX,
los más conocidos y mejor estudiados. Sobre el primero, incluso, hay un gran consenso
en que es el artista contemporáneo más representativo y revolucionario. Por ello, se
legitima su estudio particular, aunque situándolos en su contexto artístico.
Resumen.
Las vanguardias artísticas de principios del siglo XX son una ruptura esencial en
la Historia del Arte. Un deseo de renovación se extiende por Europa y España. Se
cuestiona todo sobre la obra de arte y se dan respuestas muy variadas. España será un
país atrasado en los nuevos lenguajes artísticos, pero en cambio proporcionará algunos
de los artistas esenciales del siglo, creando un contexto enormemente rico.
En la escultura destacan los artistas Pablo Gargallo (1881-1934), con su obra
abstracta en hierro (El profeta), que prefigura la obra de Julio González (La Montserrat)
y de Alberto Sánchez (El pueblo español tiene un camino que le conduce a una
estrella).
En la pintura destacan los cubistas Picasso y Gris, y los surrealistas Miró y Dalí,
que desarrollaron buena parte de su vida artística en el extranjero, en París, la capital del
arte de vanguardia.
Si Picasso origina el cubismo, Dalí y Miró son los campeones del surrealismo, el
primero de su corriente figurativa y el segundo de su corriente más abstracta. Tienen los
tres un rasgo común: la búsqueda de un lenguaje expresivo propio, con un enorme
ímpetu creativo e innovador. Miró, además, asumirá un reto distinto: será el creador de
un mundo imaginativo completamente nuevo, un universo sígnico que representa y
trasciende el mundo real.
1. PICASSO.
Picasso en acción. 5 minutos.
Es el mayor genio del arte del siglo XX, al que revolucionó radicalmente,
iniciando caminos nuevos, como testimonio del hombre y de la historia de su época. Él
dice: ‹‹El artista no trabaja con hipótesis. Trabaja consigo mismo y su tiempo. Trabaja
para dar claridad, delante de su consciencia y sus contemporáneos, de sí mismo y de su
tiempo››. Sus obras (tiene miles) responden a casi todos los estilos del siglo XX, de los
que será creador o primera figura, a lo largo de sus tres grandes etapas: figurativa,
cubista y expresionista.
Su fuerza creativa fue enorme. Picasso dirá: «El que es joven siempre es joven,
siempre se mantiene en la misma edad».
EL CUBISMO PRIMITIVO.
Hay una tendencia geometrizante en esta corta “época negra” o de cubismo
primitivo (1907-1910), influida por una exposición parisina de máscaras y otras obras
del arte africano, que Picasso observa en el nuevo Museo del Hombre, en el Trocadero
de París, e incluso colecciona con fruición, como otros muchos artistas hicieron
entonces. Se considera que este arte primitivo es más puro, más esencial.
Picasso recibe además la influencia de Cézanne y, como este, elabora el cuadro a
partir de sus elementos propios, inspirándose sólo vagamente en el modelo natural.
Algunos autores incluso llaman a este periodo cubismo “cezanniano”, pues se abandona
la perspectiva y la ilusión de profundidad, y construye formas con el color. Es una
influencia perdurable: no es irrelevante que Picasso, en su madurez, comprase la
posesión de Saint-Victoire para poder contemplar el mismo paisaje que pintó Cézanne.
Este periodo comienza con Autorretrato del pintor con paleta (1907, Museo de
Praga) y el Retrato de Gertrude Stein. Son obras geométricas, de experimentación.
Picasso. Las señoritas de la calle Avinyó (1907).
PINTURAS NEOCLÁSICAS.
La I Guerra Mundial interrumpe su evolución. La muerte de Eva por
tuberculosis, a finales de 1915, le sume en una crisis de soledad. Viaja a Roma y es
influido por el clasicismo.
El encuentro con Jean Cocteau precipita un cambio de orientación en su obra:
vuelve a la figuración y colabora con los Ballets Rusos de Diaguilev, para los que hace
figurines y escenografías para la escandalosa Parade (18-5-1917) y Tricorne (1919).
Mujer con mantilla (1917) es un dibujo muy clásico, como los retratos de Apollinaire y
Stravinski. En 1918 se casa con la bailarina rusa Olga Koklova y en 1921 nace su
primer hijo, Paul. Recupera la alegría de vivir. Sus telas se llenan de bailarines. El
cubismo vuelve y se une ahora a la figuración. Las figuras son pesadas y voluminosas,
casi normales, pero el cubismo está siempre presente, como en el resto de su obra
posterior. Pinta a Koklova, Mujer en mecedora (1920), con un eclecticismo evidente
entre el cubismo y el neoclasicismo.
El proceso de recuperación del cubismo, ahora sintético, iniciado en 1919, se
manifiesta por completo en las grandes naturalezas muertas de 1924 y 1925, pasando
por Los tres músicos (1921).
Su pensamiento estético ha madurado. En una entrevista en 1923, concedida a
Marius de Zayas, explica que no racionaliza demasiado su obra: ‹‹En arte la intención
no basta y, como decimos en español, el amor se prueba con actos y no con
intenciones.››
No evoluciona, sino que cambia: ‹‹Me preguntan a menudo cómo ha
evolucionado mi trabajo. Para mí no existe ni pasado ni futuro en arte. Cambio no
significa evolución. Cuando un artista cambia de modo de expresión quiere decir que ha
cambiado de manera de pensar sin que sepamos si es para bien o para mal.››
La idea de “búsqueda” o “investigación” es absurda, pues la experimentación en
busca de lo nuevo o lo imposible, es un camino estéril: ‹‹Mi objetivo no es mostrar lo
que busco, sino lo que encuentro. La noción de búsqueda ha conducido a menudo la
pintura hacia falsas vías, y perdido al artista en elucubraciones mentales. Es el principal
defecto del arte moderno.››
LA INFLUENCIA SURREALISTA.
A partir de 1926 la línea curva tiende a reimplantar su soberanía. La aparición en
su vida de una joven amante, Marie-Thérèse, de formas rotundas y suaves, es un factor
decisivo en esta transformación.
Por esta época proliferaron en la producción de Picasso técnicas y estilos
divergentes, de los que destaca el surrealismo: es influenciado en los años 20 por la
pintura del subconsciente, liberando este para adentrarse en las profundidades del ser
humano. Pinta la distorsión de la materia. Un retrato surrealista de este periodo es
Seated bather (1930), inspirado en Koklova, construido a base de piezas angulares,
sólidas e inconexas. También lo es Retrato de Jaime Sabartés con gorguera y sombrero
(1930).
Pero Picasso también cultiva la pintura del “curvismo”, la escultura abstracta y
figurativa, de la que es un innovador anterior a Brancusi. Trabaja con sus amigos
catalanes Gargallo y Julio González en la escultura en hierro. Su primera exposición de
esculturas es en 1932. Hasta el final de su vida, realizará unas 600 esculturas. Nunca
estableció unas fronteras precisas entre pintura y escultura, de modo que muchos de sus
collages participan de ambas.
EL EXPRESIONISMO Y EL GUERNICA.
Hacia 1930 Picasso descubre un mundo nuevo, el de la gran crisis económica y
política, que se refleja en el pesimismo existencia de las ideas y el arte. Inventa nuevas
anatomías (es el periodo llamado de las metamorfosis), mediante ángulos y elipses.
Cultiva sobre todo el grabado, con las series Las metamorfosis (1930), Suite Vollard
(1931) y Minotauromaquia (1935).
Su influjo fue inmenso en todo el arte del siglo XX. El artista más
cotizado en vida y tras su muerte, el más admirado por el público, los
coleccionistas, la crítica, los historiadores de arte, los artistas... El más imitado
y estudiado. Su importancia le ha convertido en el gran icono del siglo.
2. DALÍ.
Todo lo que quise saber sobre Dalí. 10 minutos.
PERIODO PRESURREALISTA.
En Madrid vivió en Residencia de Estudiantes y vive el ambiente de la
Institución Libre de Enseñanza, haciéndose amigo de García Lorca y Buñuel y muchos
otros intelectuales y artistas vanguardistas. Recibe varias influencias: el cubismo de
Picasso y Braque, la pintura noucentista y descriptiva de paisajes bucólicos del catalán
Joaquim Sunyer, el futurismo de Carrà, la pintura metafísica de Chirico, el modernismo
orgánico del arquitecto Gaudí. La influencia de Chirico es evidente en una de sus
mejores obras tempranas, Muchacha de espaldas mirando por la ventana (1925,
MNCARS de Madrid), tomando como modelo a su hermana, en la que resaltan el
realismo, el misterio, la solidez de las formas y la precisión del dibujo. Su punto fuerte
siempre será el dibujo, en el que es un maestro.
En 1925-1927 expuso repetidamente en Madrid y Barcelona (Galeries Dalmau
en 1925 y 1927) e intervino en las actividades de vanguardia de Cataluña, con
conferencias y artículos, que le dieron una merecida celebridad como ensayista de arte.
PERIODO SURREALISTA.
A partir de 1928 se establece habitualmente en París. Se integra hacia 1929 en el
grupo surrealista gracias a Miró, que le presenta a Breton, aunque su independencia le
hace siempre conflictivo, hasta su posterior expulsión (1934), por unas declaraciones en
las que parecía favorable a Hitler (fue sólo una provocación, pues poco después atacaba
al nazismo).
Hace su primera exposición individual en 1929, con gran éxito comercial y
colabora en este mismo 1929 y en 1931 con Buñuel en las películas Un chien andalou y
L'âge d'or y en las sucesivas ediciones de la revista “Le surréalisme au service de la
révolution”, de orientación comunista.
Dalí es desde entonces el adalid del surrealismo figurativo, manteniendo la
perspectiva tradicional, pero representado objetos sometidos a relaciones absurdas, con
el fin de impactar al espectador, por lo que, junto con Magritte, representa la vía onírica
del surrealismo.
Sigue un método propio, el paranoico-crítico, con el que recrea un mundo
obsesivo y fantasmagórico. El método consiste en asociar imágenes de variada
procedencia psíquica, onírica y subjetivista procurando reflejar lo inconsciente y
subconsciente. Así, se juntan imágenes arbitrarias (sin el menor sentido lógico) con
otras que surgen obsesivamente en su trayectoria (como El Angelus de Millet o el
Guillermo Tell). Su método se aplica asimismo a los objetos que diseñaba, con un
funcionamiento simbólico lleno de ironía.
Su estilo, que ya no variará en lo esencial en el resto de su vida, es de una
técnica minuciosa, con fondos desnudos o rocosos (desde 1956 los parajes de Port
Lligat). Toma una gran variedad de elementos plásticos (algunos obsesivamente
repetidos), malea y deforma los objetos sólidos, hace múltiples alusiones sexuales,
yuxtaposiciones de objetos y seres (a veces con excesos barroquistas, otras veces con
crudo realismo fotográfico), metamorfosis de personas en muebles, etc.
PERIODO MÍSTICO.
Vuelve a España después de 1945 en estancias que aumentarán después de 1956,
alternando sus estancias en EE UU con otras en Port Lligat (Cadaqués, Gerona), un
rincón de la costa catalana. Vuelve al catolicismo hacia 1950 y políticamente al
franquismo, que le galardonará con la Gran Cruz de Isabel la Católica, en atención a que
el artista acepta ser utilizado por el régimen, aunque no sería justo considerarle un
franquista. Por ese motivo, entre otros, fue un artista menospreciado por los críticos y
los artistas más progresistas (su enfrentamiento con Miró es muy conocido).
Dalí. Las tentaciones de San Antonio (1946).
3. MIRÓ.
Joan Miró. [Foto por Man Ray, hacia 1929]
ETAPA DETALLISTA.
En marzo de 1920, tras largos preparativos, viajó a París, donde contactó con el
grupo Dadá y conoció a Picasso, Raynal, Max Jacob, Reverdy, Tzara. Fue madurando
su estilo. Desde 1921 marcha cada invierno a París, en la que realizó ese año su segunda
exposición individual (otro rotundo fracaso de ventas), organizada por el marchante
Dalmau y presentada por Maurice Raynal. Su combinación del análisis cubista con la
encendida coloración fauve produjo en ese periodo obras complejas y sabias, en un
arabesco compacto, como La mesa (1920), la Bailarina española (1920), el
simplificado Desnudo (1921), La masovera (1922) y La espiga de trigo (1922).
EL SURREALISMO MIRONIANO.
En París, hacia 1920-1923, durante sus ya largas estancias (alternadas con sus
veranos en Mont-roig) comenzó a relacionarse con los grupos vanguardistas, aunque no
entra en el grupo surrealista de Breton hasta principios de 1925.
En el verano de 1923, en Mont-roig, se operó la gran transformación de Miró,
cuya pintura asumió la concepción que ya guardaría en lo esencial para siempre. Su
pintura en esta época evolucionó hacia la creación de un lenguaje propio, el llamado
“onirismo esquemático”, con tintas planas y signos esquemáticos y poéticos. Es un
surrealismo abstracto, opuesto al surrealismo figurativo de Dalí.
Se basaba en el método del automatismo psíquico (la anulación de la consciencia
para que brote la inconsciencia). Quería un arte tan directo y puro como la poesía
surrealista (1924 es el año del primer manifiesto surrealista). No contempla el paisaje
con ideas preconcebidas (para encontrarlas en él), sino que deja que el paisaje llegue al
pintor y le transforme. Crea ahora un universo pictórico nuevo, con símbolos que
repetirá siempre (estrellas, palomas, sexos abiertos), de formas y colores en
movimiento, rezumando libertad y alegría. Miró arranca de la memoria, de la fantasía y
de lo irracional para crear obras que son transposiciones visuales de la poesía
surrealista. Abundan los cuadros-poema, con una asociación literaria a poetas
surrealistas (la poesía será siempre una de sus grandes pasiones).
Sus obras maestras del periodo fueron Tierra labrada (1923), El carnaval de
Arlequín (1924-1925, Galería Albright-Knox, Buffalo), El campesino catalán (1925),
otro El campesino catalán de la guitarra (1925, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid),
y la lírica El perro que ladra a la luna (1926). Estas visiones oníricas a menudo
comportan una visión humorística o fantástica, conteniendo imágenes distorsionadas de
animales jugando, formas orgánicas retorcidas o extrañas construcciones geométricas.
Las composiciones de estas obras se organizan sobre neutros fondos planos y están
pintadas con una gama limitada de colores brillantes, especialmente azul, rojo, amarillo,
verde y negro. En ellas se disponen sobre el lienzo, como de modo arbitrario, siluetas de
amebas amorfas alternando con líneas bastante acentuadas, puntos, rizos o plumas.
Posteriormente, Miró produjo obras más etéreas en las que las formas y figuras
orgánicas se reducen a puntos, líneas y explosiones de colorido abstractos.
La exposición individual de Miró 1925 en París, en la Galería Pierre, apoyada
por los surrealistas, constituyó, por fin, un sonoro éxito y Miró adquirió una rápida fama
internacional. Más tarde será considerado como el mayor pintor surrealista, por encima
de Dalí, André Masson o Max Ernst, basándose en una interpretación sesgada de unas
palabras de Breton: ‹‹Miró es probablemente el más surrealista de nosotros››. En
realidad, Breton criticaba que Miró era demasiado racional, que estudiaba demasiado la
composición de sus obras. Es cierto que hay miles de dibujos preparatorios y que Miró
siempre vivió dos pulsiones: una pintura de impulso irracional e inmediato en la
inspiración, y una ejecución muy elaborada y meditada, que podía durar muchos años.
Pasó al grafismo de los temas de circo reducidos a leves esquemas en 1927, para
volver a la gozosa acumulación de objetos en la serie de tres Interiores holandeses
(1928), del que destaca Interior holandés I (1928, Museo de Arte Moderno, Nueva
York).
De las numerosas exposiciones celebradas en París hay que destacar la de 1928,
organizada por Pierre Loeb, su marchante durante muchos años, que le introduce en los
mercados internacionales: el MOMA le compra en 1929 dos cuadros.
Se casó con la mallorquina Pilar Juncosa (1929), con la que tuvo una hija,
Dolores (1930) y vivió en esos años en París (1920-1933) hasta su vuelta a Barcelona
(1933-1936) aunque siguió exponiendo en las galerías parisinas Blenheim y Pierre, y en
la neoyorquina de Pierre Matisse. En 1930 había abierto el camino de EE UU con su
primera exposición en Nueva York (Galería Valentine).
En esa época tuvo varias experiencias en el mundo del teatro. Primero, los
decorados con Max Ernst de Romeo y Julieta (1926), para los Ballets Rusos, una
colaboración que le ganó el rechazo del grupo surrealista. Luego, destacan los
decorados y los figurines de Juegos de Niños (1932), para los Ballets Rusos de
Montecarlo.
En 1931 expuso en la Galerie Pierre sus esculturas-objetos, Construcciones,
antecedentes de una actividad escultórica que reprenderá en los años 70 con gran fuerza.
Estas esculturas son importantes en la comprensión de su evolución porque reflejan una
profunda crisis del artista, en la que cultiva el expresionismo y nuevas técnicas (collage,
dibujo, escultura). En estos años de crisis (1930-1931), Miró hablaba a menudo del
‹‹asesinato de la pintura›› (ya un concepto anterior, de 1927 al menos) que es realmente
una interrogación sobre el sentido de los materiales y de las fórmulas del arte. Miró,
nunca bastante satisfecho de lo que ha logrado, intentó siempre nuevos caminos
artísticos. Se decantaba generalmente por el juego y la poesía, pero todavía sufrirá
varias crisis que penetran en su obra, alternándose con sus periodos de optimismo.
EL ESTILO SALVAJE.
Miró. Bodegón del zapato viejo (1937).
LAS CONSTELACIONES.
Aunque identificado con la causa republicana, tras el inicio de la II Guerra
Mundial volvió a España en 1940 huyendo de la invasión alemana y llevó una vida
retirada durante la dictadura franquista. Primero se refugió en Palma de Mallorca (1940-
1942), para residir más tarde, entre 1942 y 1956, en Barcelona, salvo durante algunos
viajes al extranjero y Mallorca.
Con el paso del tiempo su lenguaje se radicalizó y asentó, como se advierte en la
serie Las Constelaciones (1940-1941). En esta serie de gouaches hay un evidente escape
imaginativo, nacido en la paz de Varengeville y reanudado en Mallorca, ante el horror
de la guerra. Son obras en las que contemplamos un microcosmos de nocturnos
imposibles lleno de figuras indefinibles, que corresponden a su mitología particular:
luna, sol, estrellas, pie, mujer, elementos fálicos y femeninos.
En 1941 realiza su primera gran retrospectiva en el MOMA de Nueva York. Pero
son años de oscurantismo, de exilio interior. Vuelve al mercado internacional desde
1945, con la exposición de sus Constelaciones en la galería Pierre Matisse de Nueva
York y en 1947, con su exposición en la galería de Aimé Maeght, su marchante desde
entonces en París.
Miró también experimentó con otros medios artísticos, como grabados y
litografías. También realizó acuarelas, pasteles, collages, pintura sobre cobre, escultura,
escenografías teatrales y cartones para tapices.
En 1944 acaba su primera gran obra maestra como grabador (sus primeras
experiencias son de 1928), con las litografías de la serie Barcelona, otra obra de clara
evocación antibelicista. El grabado es un género que siguió cultivando toda su vida con
gran acierto, como prueba el que en 1954 obtuvo el Premio Internacional de Grabado de
la Bienal de Venecia.
En 1944 también comienza a cultivar la cerámica (con Llorens Artigas), primero
con pequeños objetos, como la serie de 1953-1955, que expone en 1956 en París y
Nueva York y que se engarzan con el muralismo cerámico, en el que destacan grandes
conjuntos murales, en los que, con su universo simbólico, trasciende el muralismo
mexicano (este era realista). Sus máximas obras en esta faceta son la pareja Muro del
Sol y Muro de la Luna para la sede de la UNESCO de París (1958), por la que en 1959
recibió de manos del presidente estadounidense Eisenhower el premio Guggenheim.
PICASSO.
Exposiciones.
<Pablo Picasso: retrospectiva>. Nueva York. MOMA (22 mayo-30
septiembre 1980). Texto de William S. Rubin. Polígrafa. Barcelona. 1980. 463
pp.
<Picasso y Barcelona. 1881-1981>. Barcelona. Saló del Tinell (octubre
1981-enero 1982). Madrid. MEAC (febrero-marzo 1982). 274 pp.
Libros.
Bonet Correa, Antonio; et al. Picasso 1881-1981. Taurus. Madrid.
1981. 201 pp.
Cabanne, Pierre. El Siglo de Picasso. Ministerio de Cultura. Madrid.
1982. 2 vols. I. El nacimiento del cubismo. Las metamorfosis (1881-1937). II.
La Guerra. Gloria y soledad (1937-1973). 484 pp.
Combalía Dexeus, Victoria (ed.). Estudios sobre Picasso. Gustavo Gili.
Barcelona. 1981. 284 pp.
Daix, Pierre. Picasso. Daimon. Barcelona. 1969. 272 pp.
Hilton, Timothy. Picasso. Thames & Hudson. Londres. 1985 (1975).
288 pp.
Richardson, John. Picasso. Vol. I. 1881-1906. Alianza. Madrid. 1995.
547 pp.
Richardson, John. Picasso. Vol. II. 1907-1917. Alianza. Madrid. 1995.
502 pp.
DALÍ.
Libros.
Ades, Dawn. Dalí. Folio. Barcelona. 1984. 217 pp.
Brihuega, Jaime. Miró y Dalí: los grandes surrealistas. Anaya. Madrid.
1993. 95 pp.
Dalí, Salvador. Vida secreta de Salvador Dalí por Salvador Dalí.
Empúries. Barcelona. 1993 (1981). 431 pp.
Descharnes, Robert; Néret, Gilles. Salvador Dalí: 1904-1989. Taschen.
Colonia. 1989. 224 pp.
Gibson, Ian. La vida desaforada de Salvador Dalí. Anagrama.
Barcelona. 1998. 958 pp. La biografía de referencia.
Gómez de Liaño, Ignacio. Dalí. Polígrafa. Barcelona. 1982. 33 pp.
MIRÓ.
Internet.
Boix Pons, Antonio. Joan Miró: El compromiso de un artista, 1968-
1983. Tesis doctoral. Universitat de les Illes Balears (UIB). Palma de
Mallorca. Leída 12-XI-2010. 2 vs. 2.028 pp. [http://www.tdx.cat/TDX-0208111-121936]
Exposiciones.
<Joan Miró 1893-1993>. Barcelona. Fundación Joan Miró (1993). Cat.
531 pp.
Libros.
Brihuega, Jaime. Miró y Dalí: los grandes surrealistas. Anaya. Madrid.
1993. 95 pp.
Dupin, Jacques. Miró. Polígrafa. Barcelona. 1993 (rev. ed. 1961). 480
pp.
Gimferrer, Pere. Miró y su mundo. Polígrafa. Barcelona. 1978. 235 pp.
Malet, Rosa Maria. Joan Miró. Polígrafa. Barcelona. 1983. 128 pp. En
español. Joan Miró. Col. Pere Vergés de Biografies. Edicions 62. Barcelona.
1992. 152 pp. En catalán, con mucho más texto.
PROGRAMACIÓN.
PICASSO, DALÍ Y MIRÓ EN SU CONTEXTO ARTÍSTICO.
UBICACIÓN Y SECUENCIACIÓN.
En Bachillerato, en las modalidades de Artes y Humanidades y
Ciencias Sociales, en 2º curso, como optativa, así como para otras
modalidades.
Bachillerato, 2º curso. Historia del Arte. Apartado 4. Pervivencias y
cambios en el arte contemporáneo.
La aportación y significación de los artistas españoles.
RELACIÓN CON TEMAS TRANSVERSALES.
Relación con los temas de la Educación Moral y Cívica.
TEMPORALIZACIÓN.
En 7 sesiones, dos para cada artista, y una de examen:
1ª Documental sobre Picasso. Diálogo para evaluación previa.
Exposición del profesor.
2ª Exposición del profesor. Diálogo con cuestiones. Actividades.
3ª Documental sobre Miró. Diálogo, para evaluación previa.
Exposición del profesor.
4ª Exposición del profesor. Diálogo con cuestiones. Actividades.
5ª Documental sobre Dalí. Diálogo, para evaluación previa. Exposición
del profesor.
6ª Exposición del profesor. Diálogo con cuestiones. Actividades.
7ª Examen.
OBJETIVOS.
Comprender el arte en relación a la época.
Estudio de vida, obra, etapas de los tres artistas y de sus relaciones
mutuas.
Análisis de obras de los tres artistas.
CONTENIDOS.
A) CONCEPTUALES.
Picasso, Miró y Dalí: vida y obra.
Contexto histórico y artístico.
B) PROCEDIMENTALES.
Hacer esquemas y resúmenes.
Participar en explicaciones de clase.
Estudiar los contenidos.
Comentar obras de arte.
C) ACTITUDINALES.
Estimular interés por estudio de arte.
Estimular el estudio de la vida y obra de artistas.
Participación en actividades.
Valorar, comprender, analizar y situar cronológicamente las obras.
METODOLOGÍA.
Expositiva y participativa.
ACTIVIDADES.
A) CON EL GRAN GRUPO.
Exposición por el profesor del tema, con proyección de presentación
digital.
En Madrid, Barcelona, Málaga, Palma de Mallorca, Valencia… se
pueden visitar los museos más cercanos con colecciones de estos artistas: FJM
de Barcelona, MNCARS de Madrid, Museo Picasso de Málaga, FPJM de
Palma de Mallorca, IVAM de Valencia…
B) EN EQUIPOS DE TRABAJO.
Realización de unas líneas de tiempo.
Elaboración de un mural con un esquema de cada artista.
Realización de esquemas sobre los apartados de la UD.
Comentarios de obras principales.
Comentario de textos.
C) INDIVIDUALES.
Realización de apuntes esquemáticos sobre la UD.
Participación en las actividades grupales.
Búsqueda individual de datos en la bibliografía, en deberes fuera de
clase.
Contestar cuestiones, con diálogo en grupo, pero respuesta individual
en el cuaderno.
RECURSOS.
Presentación digital.
Libros de texto, manuales.
Fotocopias de textos para comentarios.
Cuadernos de apuntes, esquemas...
Documentales.
EVALUACIÓN.
Evaluación continua. Se hará hincapié en la participación en las
actividades de grupo, la calidad de los comentarios de las diapositivas, el
debate de los contenidos, el dominio de los términos y el análisis de las
características de los movimientos.
Examen final con tres partes (más breves de lo normal), una para cada
artista, con una pregunta de conceptos, una general sobre las características y
un comentario de una obra de arte. Se valorará la identificación del autor, de
la obra, la época y las características principales.
RECUPERACIÓN.
Trabajo personalizado guiado por profesor, con bibliografía guiada y
atención de dudas. Deben realizarse esquemas, comentarios de obras y una
entrevista personal.