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Texto de reflexión
Mis fortalezas en el proceso de escritura son, sobre todo, la ortografía. Evidencia de esto es que,
en los talleres de tildes, mi nota mínima fue un 4,5; además de que rara vez encontraba alguna
anotación sobre la falta del acento gráfico. Del mismo modo, tengo facilidad en construir oraciones
gramaticalmente correctas y con su debida puntuación, tal como la siguiente frase presente en la
reseña del tercer texto: «El conflicto armado en Colombia, que desde mediados del siglo XX ha
sido una constante en el país, se ha caracterizado por la existencia de innumerables violaciones a
los derechos humanos, las cuales, han quedado (en su mayoría) en el completo olvido por parte del
colectivo colombiano.». Como se puede ver, la oración está formada por dos partes fácilmente
diferenciables (sujeto, «El conflicto armado en Colombia»; predicado, lo demás); subordinaciones
correctamente separadas por comas; e incisos determinados por los paréntesis. Así pues, puedo
decir que la gramática simple (identificar sujetos y predicados) y la puntuación (en general) son
mis fuertes al momento de escribir, por lo que mis textos se hacen más entendibles en este sentido.
Por otro lado, un aspecto en el que debo mejorar es en la puntuación en cuanto a cuándo
usar el punto y coma (;) en vez de la coma (,). Desde el inicio se nos dijo que el punto y coma era
el signo de puntuación más difícil de utilizar, lo que queda demostrado, en mi caso, en gran parte
de los ejercicios de puntuación en los que mi mayor error fue confundir el uso de este signo de
puntuación; y en el siguiente ejemplo, correspondiente al resumen de la primera lectura: «…hechos
violentos, que se intensificaron con el asesinato de Gaitán en 1948, con el cierre del parlamento
(controlado por los liberales) en 1949, con la elección del conservador Laureano Gómez como
presidente en 1950, y con la creación de guerrillas liberales y grupos conservadores que se
enfrentaron entre sí.». Fácilmente se puede observar que es una enumeración cuyos componentes
son tan largos que para separarlos requieren de un punto y coma (;) en vez de una coma. La cuestión
es que, en ese momento, no lo tuve en cuenta, por lo que, en la corrección, la profesora reemplazó
los signos erróneos por los que correspondían. De este modo, queda en claro mi debilidad en el uso
del punto y coma (;).
. Otro aspecto para mejorar que encontré en los trabajos es que suelo alargarme en los
párrafos, haciéndolos muy largos o usando expresiones que fácilmente podrían reducirse a unas
pocas palabras. Por ejemplo, en la reseña basada en la segunda lectura, para indicar que sus
divisiones trataban varias temáticas estructuralmente no diferenciadas, escribí lo siguiente: «...que,
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Ahora bien, ¿puede decirse que las habilidades desarrolladas en el curso de Español han
contribuido a mi desarrollo personal y profesional? En efecto, considero que son muy útiles para
desenvolverse personal y profesionalmente, puesto que la escritura, como método para expresar
ideas, es un proceso formativo y necesario para cualquier carrera, profesión o vivencia personal
(en el caso de que la requiera) en la medida en que hace parte de la cotidianidad de estos. Así pues,
mientras mejores sean las habilidades de redacción y ortografía de la persona, su vida profesional
y laboral será más fructífera y llevadera.
En primer lugar, hay que entender a la escritura como una habilidad no innata, es decir, no
adquirida desde el momento en el que nacemos. Así pues, es comprensible que se aprende y
desarrolla progresivamente con el paso de los años; lo que hace de la escritura un método de error
y corrección en el que se va mejorando conforme se adquieren mayores capacidades para esta tarea.
Dicho esto, las coevaluaciones y revisiones del profesor adquieren importancia en la medida en la
que yo, como escritor, puedo darme cuenta de los errores que cometo al redactar un texto de
cualquier tipo para corregirlos y aprender de ellos. De este modo, una de las cosas que ha entrado
en mi cabeza que para quien lea mis textos los puedan comprender es necesario recurrir a un
lenguaje que, además de apropiado y formal, sea sencillo y fluido; por lo que se tienen que evitar
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el uso de palabras rebuscadas, complejas y/o desconocidas. Por ejemplo, en una reseña que escribí
con base en las tres primeras partes del informe del CNMH1, ¡Basta ya!, para decir que en una de
estas divisiones se señalaba que los actores del conflicto armado en Colombia recurrieron
mayormente a determinadas modalidades de violencia utilicé la siguiente frase: «…en el que se
sigue una lógica de entablar quiénes recurrieron más a estas prácticas…», la cual, la profesora me
corrigió de esta forma: «para dilucidar quiénes recurrieron…». Como se puede ver, la segunda
oración es una manera mucho más simple para expresar lo mismo, lo que me lleva a pensar sobre
la naturalidad del lenguaje escrito y, por lo tanto, me invita a tener en cuenta este aspecto para mis
textos posteriores.
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Siglas de Centro Nacional de Memoria Histórica.
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sinónimos y antónimos (y la búsqueda de un vocabulario más variado por medio de la lectura) son
buenos elementos para el cumplimiento de este aspecto.
Ahora bien, ¿qué se puede resaltar de los ejemplos anteriormente expuestos? Ya se dijo
anteriormente: puede que las ideas que se manejan en un texto sean entendibles en cuanto a su fin;
pero si la forma en las que son redactadas no es la más apropiada, entonces la comprensión del
lector de estas se verá afectada. Así pues, en el proceso de escritura, la estructura es igual de
importante que el contenido, por lo que recurrir a falencias en el primer aspecto (ya sea usando un
lenguaje complicado, repitiendo palabras, etc.) tendrá sus consecuencias negativas para lo segundo.
Dicho esto, solo es pensar, a modo de otro ejemplo, en una tesis de grado en la que se cometan
todos estos errores de escritura y que, en consecuencia, sea rechazada al no entenderse lo que quería
decir. Igualmente, se puede imaginar un proyecto laboral que, aunque exponga muy buenas ideas,
no sea tenido en cuenta debido a la forma confusa y mal estructurada como se presentan. De este
modo, tener buenas habilidades de escritura es fundamental para cualquier persona que recurra al
medio escrito como método de expresión, puesto que un mensaje correctamente estructurado en
cuanto a su forma hace más llevadera su recepción.
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actualmente rigen al país.»; lo que llevó a que mi coevaluador comentara que era confusa. Así pues,
queda establecido que el empleo restringido o exagerado de los signos de puntuación influyen en
la comprensión de las ideas escritas, por lo que es necesario saber cuándo recurrir a determinado
signo. De ahí que en el curso se nos haya explicado detalladamente lo anterior: comas, puntos,
punto y comas, dos puntos, etc., tienen sus usos preestablecidos, los cuales, son necesarios tener
en cuenta para que todo texto que escribamos sea entendible.