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EXPEDIENTE : 00200-2013-0-1501-JR-FC-03
MATERIA : NULIDAD DE PARTIDA
JUEZ : RODRIGUEZ ALIAGA CIRO ALBERTO MARTIN
ESPECIALISTA : ARAUCO ROJAS AMPARO CONSUELO
DEMANDADO : MINISTERIO PUBLICO ,
CARIGA RICSE, ELIZABETH
CORZO CARIGA, CRISTHIAN HUMBERTO
DEMANDANTE : CORZO MARTICORENA, ALEX
Tal como se ve de su escrito de fojas cuarenta y nueve a cincuenta y tres; esta parte
procesal absuelve el traslado de la demanda la cual niega y contradice en todas sus partes la pretensión
del demandante, conforme a los siguientes fundamentos que en forma resumida se detallan:
1). Que, respecto a la prohibición de revocar el reconocimiento de un hijo niega la
posibilidad de peticionar la ineficacia funcional o extrínseca sobre este caso, y de la petición de
anulabilidad de ser un acto jurídico tendría sustento en la ineficacia funcional o extrínseca en
consecuencia si bien el reconocimiento no puede dejar unilateralmente sin efecto el
reconocimiento practicado ello no impide que pueda ejercer las acciones pertinentes para
demandar y que para poder ampararla necesariamente debe de estar acreditada con pruebas
idóneas que no existen en autos.
2). Que, conforme establece múltiples jurisprudencia para solicitar la anulación del
acto de reconocimiento como el caso planteado existen dos requisitos copulativos la primera que
el sujeto que reconoce demuestre mediante una prueba de ADN y la segunda que el sujeto que
reconoce haya efectuado reconocimiento en la creencia de que el reconocido era realmente su
hijo si faltase alguno de estos requisitos no sería factible pedir su anulación del acto de
reconocimiento de ello no se ha probado fehacientemente la existencia de estos requisitos.
3). Que respecto al primer requisito, indica que el presente caso la parte
demandante no ha probado que Cristhian Humberto Cariga Ricse no sea su hijo porque no ha
acreditado con prueba fehaciente de ADN y que solo ha presentado un expediente de Prueba
Anticipada donde no existe la prueba de ADN que demuestre que no existe vinculo sanguíneo,
que como se aprecia del expediente de Prueba Anticipada no tiene validez legal por cuanto se
puede apreciar de la prueba anticipada que esta prueba lo piden con el objeto de solicitar o
interponer demanda de impugnación de paternidad y exclusión de nombre y apellido y no la
nulidad solicitada por cuya razón la demandada no ha concurrido a que se le tome la muestra de
ADN, toda vez que el actor a reconocido, al menor no procede demandar la impugnación de
paternidad cuya pretensión lo interponen las personas casadas personas que no han intervenido
en el reconocimiento y la exclusión de nombre se da cuando el padre no reconoció al menor ya
que en el presente caso el menor está reconocido lo cual no procede, entonces no puede ofrecer
como prueba del expediente de Prueba Anticipada, peor aun si tiene en cuenta que lo
establecido en el artículo 392 del Código civil no podría ofrecerse como prueba el expediente por
cuanto esta prueba ha sido solicitada para interponer otras pretensiones. Respecto a la prueba
de ADN, solicitada por el demandante, indica que estarán presentes para dicha prueba y probar
que es el hijo del demandante y que se aclare esta situación.
4). Respecto, al segundo requisito en ningún momento se ha engañado presionando
o coaccionado al actor por parte de la demandada y sus familiares para el reconocimiento del
menor ya que lo ha reconocido por su propia voluntad manifiesta también que quien solicita la
anulabilidad en la madre del actor, menciona también que es irreal que se pueda engañar a una
persona mayor de edad y universitaria haciéndole creer que el menor era su hijo cuando no lo
era hecho que no se encuentra acreditado con prueba alguna ya que el demandante sabia a
cabalidad que el menor era su hijo por cuanto habían mantenido relaciones sexuales con la
demandada y producto de ello procrearon al menor ya que el demandante en ningún momento
ha creído que no era su hijo y que la demandada le haya inducido a error y por tal razón el
demandante ene la creencia que realmente era su hijo lo reconoció requisito que el demandante
no ha probado, toda vez que no reconoció al menor sin que exista coacción alguna o engaño,
por cuya razón es que ha venido proporcionando los alimentos al menor.
5). Solicita tener en cuenta las casaciones presentadas por la parte demandante las
mismas que obran en autos toda vez que dichas jurisprudencias aclaran la pretensión planteada.
PRIMERO. Que, nuestra Constitución Política consagra que una de las garantías
de la Administración de Justicia constituye la Tutela Jurisdiccional Efectiva con sujeción al
Debido Proceso, el cual comprende, entre otros principios, la observancia de la legalidad.
En ese sentido, por ningún motivo las partes, tanto justiciables, auxiliares
jurisdiccionales y juez, deben perder de vista que el proceso es un instrumento jurídico para
satisfacer los intereses sociales con prescindencia de los intereses de los particulares. Se busca
mantener el orden público como prioridad, por ello el proceso se encuentra bajo el dominio y
control de los representantes del Estado y se debe velar por el cumplimiento del Debido Proceso
y; en tanto en nuestro derecho prime el proceso público, el Juez en aplicación del artículo I del
Título Preliminar del Código Procesal Civil que prescribe el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva con sujeción a un debido proceso y el artículo IX del mismo Título Preliminar que
prescribe los principios de vinculación y formalidad, deberá velar por el cumplimiento de la norma
procesal en cuanto esta sea de orden público y de cumplimiento ineludible.
Entonces, “El debido proceso es un conjunto de garantías que protegen a los
ciudadanos sometidos a cualquier cuestión litigiosa con el fin de asegurarles una cumplida y
recta administración de justicia, en orden de procurarles seguridad jurídica y al hecho de que las
decisiones se pronuncien conforme a derecho” 1. En ese orden de ideas debemos de entender
que El Debido Proceso, al mismo tiempo de tener una esfera individualista, también posee una
esfera social, la cual está destinada a mantener la seguridad jurídica, a poder mantener una
predictibilidad del derecho, de las garantías dadas y de la forma de resolver en concordancia con
las normas que regulan la forma en que se desenvuelve el ente jurisdiccional, por lo cual al
apartarse de estos principios ello conllevaría a la inestabilidad de esta seguridad y por lo tanto
del sistema, del mismo modo que vulneraría uno de los derechos tan importantes contenidos en
la Constitución que es el de la igualdad.
1
Casación No. 1491-1999 – Ica, El Peruano 02 de Mayo del 2,002, p. 8680.
2
Enrique VARSI ROSPIGLIOSI, TRATADO DE DERECHO DE FAMILIA, Tomo I; Editorial
Gaceta Jurídica, Primera Edición, Octubre 2,011, p. 218.
siempre teniendo en cuenta el Principio Universal del Interés Superior del Niño consagrado en el
artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes 3, concordante con el
artículo III de la Convención de los Derechos del Niño 4; que es un principio que garantiza la
satisfacción de los derechos del menor y como estándar jurídico implica que dicho interés deberá
estar presente en el primer lugar en toda decisión que afecte al niño o adolescente.
VI. DECISIÓN: