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FICHA 1615955
2019
La fábula cuenta la historia de una fábrica que se ha sostenido durante mucho
tiempo en el mercado compitiendo con empresas que
finalmente desaparecen, pero ahora se aparece una nueva competencia que
lleva 6 trimestres en los indicadores como el segundo después de Puntuación
S.A el titulo da una implicación de consecuencia de pérdida de clientes por no
hacer un control de calidad a los productos que en este caso con signos de
puntuación.
Todo lo que se describe en el libro a pesar de ser una fábula, narra cómo una
persona llamada Rufo Punto, descubre la puntuación, porque un día se
preguntó "por qué era tan difícil expresar emociones y sentimientos. Y así es
como descubre la puntuación, que es necesario para darle significado al
idioma.
Es de esta manera que nace la fábrica PUNTUACIÓN, SA la que fue fundada
por esta misma persona. puntuación SA, era una empresa fabulosamente
exitosa, ofreciendo una amplia gama de productos tales como como comas,
apóstrofes, puntos, signos de interrogación y admiración, guiones, paréntesis,
corchetes, punto y coma, dos puntos e incluso puntos suspensivos. Todos eran
signos de puntuación para los que había una amplia gama de mercados. La
compañía vendía sus productos a: Escritores, abogados, doctores, artistas,
hombres y mujeres de negocios, Tenía muchos competidores que ofrecían el
mismo tipo de productos, pero todos nacieron gracias a puntuación S.A, pero
se suponía que ninguno Tenía el poder, el genio y la innovación comercial de
esta empresa. El personal de puntuación S. A. se consideraba influyente,
admirable e invencible. (Gran error) La superioridad de puntuación S.A, se
manifestó durante mucho tiempo, a pesar de la gran cantidad de
competidores que nacieron y desaparecieron. Es así como un evento completo
de no saber cuál era la calidad casi termina destruyendo la empresa para
siempre.
Según el jefe mencionado en esta fábula, los errores son inevitables. La clave
para mejorar la calidad es encontrar las faltas en el momento que se
presentan, es más fácil prevenir un error que tener que corregirlo después de
haberlo cometido. Por lo tanto, es necesario dedicarse a la prevención,
dejando de lado la supervisión. Al fin y al cabo, las personas más capaces de
descubrir cómo prevenir los errores son las personas que están en la
elaboración diaria de los productos.