Así que comenzó a pedir un escritorio, una silla y una bicicleta,
estas cosas eran las que en ese momento el más necesitaba para
hacer la obra de Dios, poder estudiar la Palabra y poder
transportarse a compartirla.
Comenzó a pedir fervientemente pero pasados 6 meses de
constante oración todavía seguía esperando. Un día desesperado
comenzó a lamentarse y a preguntarle al Señor porque no había
recibido respuesta a su oración. El Señor comenzó a mostrarle que
él había escuchado su oración hecha largo tiempo atrás pero el
problema se encontraba en que su petición la había hecho en
términos vagos, no había pedido algo bien específico.
El Señor le guío a recordar Hebreos 11:1 “Es, pues la fe la certeza
de lo que se espera –cosas bien específicas– la convicción de lo
que no se ve”.
Así que el Pastor Cho se arrodilló de nuevo y oro reconociendo
que había cometido un grave error, pues no había comprendido
esto, así que canceló todas sus oraciones anteriores, y ahora pidió
específicamente, le dijo al Señor el tamaño del escritorio que
necesitaba, y que lo quería de caoba de las Filipinas, le pidió la
mejor clase de silla para escritorio, una que tuviera rueditas en las
patas, y le hablo también de la bicicleta que la quería fuerte,
maciza, con cambio de velocidades, fue tan preciso que seguro
estaba que el Señor no podía tener dificultad en saber lo que él
quería.
CONSERVAR LA FE (Romanos 4:17)
Existe un problema común en los cristianos, puede ser que
escuchen un rato una excelente predica y tener toda la fe del
mundo mientras lo están oyendo, pero de regreso a sus casas se
dan cuenta que la fe se les ha ido le salieron alas y se les ha
volado.
El Señor dice en Su Palabra que llama las cosas
que no son como si fueran. Aquí está la clave
para no perder la fe aferrase a esta escritura y así
poder conservar el entusiasmo en lo que está
pidiendo mientras las cosas llegan, llamar las
cosas que no son como si ya fueran, y como si
las tuviera ya.
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Un ejemplo lo podríamos tomar cuando una
mujer se encuentra embarazada, aunque no
vemos al bebe sabemos que se está formando,
y no dudamos que nacerá a su tiempo.
Durante esos nueve meses en el vientre de su
madre estamos seguros que se está gestando
un ser humano aunque nadie pueda verlo, ese
bebe es un verdadero bebe tanto en el vientre
como lo es al nacer.
Cuando nosotros estamos pidiendo y creyendo por algo, es igual,
aun no lo vemos pero debemos estar seguros que ya es, que se esta
gestando formando y que sin duda el día llegará de ver por lo que
estamos pidiendo tal como el alumbramiento de un bebe. Es
embarazarse de lo que estamos pidiendo, y saber que llegará.
El Pastor Cho cuenta que se mantuvo alabando al Señor
constantemente y a su debido tiempo recibió las tres cosas por las
que creyó tal y como las había pedido.
ORACIONES ESPECIFICAS
TRAEN RESULTADOS ESPECIFICOS
Oremos en términos específicos que sean claros y precisos, ya no
en términos vagos, sino lo hacemos de esta manera corremos el
peligro de no darnos cuenta como el Señor está contestando.
Marcos 10: 46-52. El ciego Bartimeo recibe la vista.
Cuando Bartimeo el ciego hijo de Timeo, corrió detrás de Jesús lo
hizo gritando: “Jesús hijo de David, ten misericordia de mí”
Aunque todo el mundo sabía que era lo que el necesitaba o
deseaba que era la sanidad de sus ojos, con todo eso Jesús le
preguntó, “¿Qué quieres que te haga?”
Cristo deseaba una respuesta bien específica y
Bartimeo le dijo: “Maestro que recobre la vista”.
Jesús le dijo: “Vete tu fe te ha salvado” Entonces
Bartimeo abrió los ojos. La sanidad vino después
de que el hombre habló específicamente. Cuando
usted traiga sus pedidos al Señor venga con un
requerimiento específico, un objetivo bien claro y
una meta bien nítida.
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