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Fecha: 08/06/2012
LA TEORIA DE LA CULPABILIDAD.
Esquema:
1) Concepto.
a) Antecedentes Históricos.
c) La imposición de la pena presupone la realización culpable del hecho típico pero esto
encuentra sus límites en los casos de accesoriedad.
1) Concepto:
Por lo tanto, significa que el desvalor del acto injusto se extiende también a la
persona del agente, porque puede serle atribuido como obra suya.
a) Antecedentes históricos.
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Podemos indicar que la evolución histórica del derecho penal objetivo, al derecho
penal de culpabilidad ha sido descrito con muyas imprecisiones. Por ello esta
evolución histórica la debemos tomar con cautela, porque el desarrollo histórico ha
experimentado numerosas vicisitudes. Por ejemplo:
En los pueblos primitivos aquí en chile, se indica que los fueguinos conocían el
concepto de culpabilidad, o esta posición subjetiva del autor contra el delito, mientras
que otros más evolucionados, como los mapuches, lo ignoraban por completo.
Pero esta evolución, no puede considerarse como acabada o concluida toda vez
que existe aún en nuestra legislación casos de responsabilidad objetiva:
1.- Un primer ejemplo de esta responsabilidad objetiva son los delitos calificados
por el resultado, en el cual observamos una violación clara al principio no hay pena sin
culpabilidad. Al autor no le podemos formular un reproche por la concurrencia de una
circunstancia objetiva, porque él ni siquiera previo esa circunstancia. Pero no obstante
ello, en estos delitos existe una agravación de la culpa. Por ejemplo: en el incendio va
el agente será responsable del delito de estrago, situación que debe estar señalado en
el tipo.
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b.- De MEZGER menciona que en tales presunciones se vulneraría tal principio
porque en este caso se aplicaría una pena en el caso de no poder demostrar la
inocencia de una persona.
Todo esto sin duda son principios generales del derecho penal, en nuestro sistema
no debieran existir. Debido al existir una presunción de inocencia y de duda razonable.
Para los defensores de este punto de vista, en la configuración del dolo eventual
es suficiente que el sujeto se haya representado el hecho típico, como probable, lo
independizan del elemento del querer y por consiguiente la reprochabilidad de la
conducta no tiene cabida.
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Así, por ejemplo: puede ser punible la conducta del inductor de un enfermo
mental, que sin lugar a duda es inimputable, o puede ser punible la conducta del
cómplice que a conciencia de la antijuricidad de la conducta del actor principal coopera
con él, pese a que el sujeto es inimputable y por consiguiente exculpado.
En los casos anteriores el hecho principal, que solo es ilícito, sirve, sin embargo,
para argumentar la punibilidad del participe.
Debemos señalar que este principio de que no hay pena sin culpabilidad, se debe
interpretar restrictivamente. Por lo que solo se va a imponer una pena, cuando
concurra la reprochabilidad o culpabilidad. En cambio podemos imponer una medida
de corrección o seguridad cuando tengamos un acto típico y antijurídico. ¿En qué
casos se puede imponer una medida o pena existiendo un injusto? Por ejemplo: un
sujeto mata a otro, pero es declarado loco o demente. En ese caso se le puede
imponer una medida de seguridad (centro médico psiquiátrico).
Este principio está sujeto a críticas. Se destaca en especial que esta medida no
puede ser independiente a la magnitud del injusto. Por ejemplo:
- Un homicidio no puede tener una pena menor que a la de un delito de daño, por
mucho que concurran en el autor circunstancias atenuantes, o muchas agravantes en
el de daño.
- Lo mismo en la pena del cómplice en relación a la pena del autor o la pena del
delito consumado al de la tentativa o delito frustrado.
Cury señala que estas aseveraciones no son tan acertadas, el punto de partida
para imponer la pena lo proporciona la gravedad del injusto, pero a su vez, esta
afirmación cobra sentido al ser asumida conscientemente por el autor, pudiendo
formular personalmente un juicio de reproche. Por ejemplo: si un sujeto decide
voluntariamente cometer un homicidio en lugar de lesiones graves.
Por otro lado se señala que con arreglo a la naturaleza y fin de la pena, el
principio en discusión tiene un valor relativo, pues la magnitud de la culpabilidad, sólo
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establece el límite máximo a la medida de la sanción. Ya que se pueden dar casos que
por objeto de prevención general o especial, se imponga una pena de magnitud
inferior a la culpabilidad, o que por disposición de la ley exista pena menor para el
caso de tentativa, delito frustrado o culposo.
Se puede situar históricamente en los finales del siglo XIX y principios del siglo
XX. En esta teoría se concibe la culpabilidad como “un vínculo psicológico que une al
autor con su acto”.
Las críticas apuntan a que si bien esta teoría es bastante comprensible, sencilla y
clara, estaba destinada a fracasar, porque en ciertas situaciones resulta inútil en la
práctica.
Las críticas son fundamentalmente recopiladas en la obra del autor Frank, quien
es el fundador o creador de la teoría normativa compleja y también estas críticas son
compartidas por sus seguidores Goldschmidt y Freudenthal.
A) Primera crítica: Dice relación con el hecho de que si la culpabilidad es tan sólo
el vínculo psicológico que enlaza al actor con su acto, esto es, dolo o culpa, ello
significa la imposibilidad de medirla.
Para esta teoría, el dolo y la culpa son especies de culpabilidad y dentro del dolo,
por ejemplo, está el dolo eventual y el directo, y según la crítica se señala que esta
teoría no puede medir los grados del dolo y la culpa como elementos intelectuales del
delito, cosa que lógicamente es así, pues en el dolo directo, por ejemplo, la persona
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obra sabiendo o queriendo la conducta típica que está realizando o no la realiza pero
no admite graduaciones, lo cual es semejante en las conductas culposas, el sujeto
obra faltando a los deberes objetivos de cuidado o no.
Sin embargo, se ha señalado que la culpabilidad debe ser medida más allá del
dolo y la culpa y para reconocer estas graduaciones en la culpabilidad no es necesario
ser abogado o jurista, sino que es una apreciación de acuerdo al sentido común.
Frank señala que usando este ejemplo se demuestra que hechos que son
semejantes, desde el punto de vista psicológico, pueden ser enjuiciados de modo
diferente del punto de vista de la culpabilidad.
B) Segunda crítica: Dice relación con que la teoría es insuficiente para explicar la
“culpa inconsciente”, donde no se verifica un vínculo psicológico entre el autor y su
acto y quienes sostienen esta postura son aquellos que comparten que la culpa es un
defecto de la inteligencia.
Según Frank actúa culpablemente “aquel a quien pueda reprochársele por haber
obrado de manera contraria a derecho, en circunstancias que podía adecuar su
conducta conforme a derecho”.
Esta teoría postula que la culpabilidad está formada por determinados elementos:
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2.- El vínculo psicológico: Esto es, el dolo o la culpa que constituye la
“culpabilidad sustancial” pues el dolo y la culpa no constituyen, según esta teoría, toda
la culpabilidad y tampoco son especies de ellas sino que asumen la característica de
ser elementos integrantes de la culpabilidad o reprochabilidad.
B) Segunda crítica: Dice relación con el hecho que se objetó que la normalidad
de las circunstancias concomitantes no puede formar parte del contenido de la
culpabilidad. La atribución del acto al autor o al delincuente, no puede depender de
circunstancias que por su definición, le son ajenas tanto al delincuente como al acto.
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Frank asume estas críticas en un momento y modifica su pensamiento, señalando
que lo decisivo en la culpabilidad es la forma como esta circunstancia se refleja
subjetivamente en el autor, motivando su conducta y sustituye este elemento de la
culpabilidad o reprochabilidad con uno que él denomina “motivación normal”. Con el
correr del tiempo, él incorpora otro elemento a este concepto de reprochabilidad que
sería la “motivación incorrecta” constituido por el dolo y la culpa. Conjuntamente
incorpora un cuarto elemento que es la “libertad o el dominio del hecho” y, según
este criterio, el sujeto va a ser más responsable cuanto mayor sea su “libertad” o
“dominio del hecho” para adoptar una decisión de acuerdo a las exigencias del
derecho y esa libertad, a contra sentido, será mayor cuando más normales sean las
circunstancias que rodean al hecho.