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Pierce

La semiótica: teoría de la realidad a través de los signos. No podemos pensar sin signos. La semiótica
estudia la semiosis, la inferencia a partir de signos.

La semiosis es el instrumento de conocimiento de la realidad. Es un proceso triádico de inferencia


mediante el cual a un signo (representamen) se le atribuye un objeto a partir de otro signo
(interpretante) que remite al mismo objeto. Es una experiencia.

 El signo
También denominado representamen, es una cualidad material (una secuencia de letras, sonidos,
una forma, un color, un olor, etc.) que está en el lugar de otra cosa, su objeto, de modo que crea en
la mente de alguien un signo equivalente o más desarrollado al que denomina interpretante, que
aclara lo que significa el representamen y que a su vez representa al mismo objeto. El interpretante
establece el significado del representamen. El signo está en lugar de su objeto, no en todos los
aspectos sino en referencia a una idea o fundamento. Entendido idea en sentido platónico.

Condiciones para que algo sea un signo:

1. El signo debe tener cualidades que sirvan para distinguirlo. (una palabra debe tener sonido
diferente con respecto a otra)
2. El signo debe tener un objeto. Aunque esto no basta para hacer uno el signo del otro. Debe
haber un interpretante.
3. La relación semiótica debe ser triádica, tener un representamen que debe ser reconocido
como el signo de un objeto a través de un interpretante.

El interpretante

Pierce define al interpretante como otro signo que se refiere al mismo objeto que el representamen
y que puede tomar diversas formas. La interpretación de un signo es la traducción de un signo en
otro, el interpretante, que se corresponde con el significado del primer signo.

Pierce distingue 3 tipos de interpretantes de un signo: el interpretante inmediato, el dinámico y el


final.

 El interpretante inmediato es el concepto (o significado) que comporta todo signo independiente


de su contexto y de las circunstancias de su enunciación. El interpretante inmediato en tanto
concepto permite relacionar un signo con un objeto sin considerar una situación comunicativa
concreta en la que dicho signo aparezca. Por eso se trata de una abstracción y una posibilidad.

 El interpretante dinámico es el efecto particular que un signo provoca en la mente de un


intérprete en una situación concreta de enunciación, en un contexto determinado de utilización. Es
el efecto realmente producido por un signo en su intérprete. Es experimentado en cada acto de
interpretación y en cada uno de estos es diferente de cualquier otro. Es un evento singular y real
(frente a la abstracción y posibilidad del interpretante inmediato). Este efecto singular provocado
por el signo en un acto de comunicación específico puede ser desde un sentimiento, una emoción,
a una idea, una acción, un pensamiento, un razonamiento, etc.

 El interpretante final es un hábito que hace posible la interpretación recurrente y estable de un


signo. Hábito que consiste en atribuir a un representamen un objeto y que conlleva la unanimidad
de los expertos en el tema. El interpretante final permite que ante un singo cualquiera llegue a un
“único resultado interpretativo”. El interpretante final es el efecto que el signo produciría y que
pudiera ejercer su efecto pleno. Un hábito es una tendencia a actuar de manera similar en
circunstancias futuras similares. El interpretante final de un signo es este hábito como resultado.

Estos tres interpretantes son diferenciados teóricamente pero funcionan simultáneamente en el


acto de semiosis.

Pragmatismo.

La creencia en la verdad de un concepto determina hábitos de conducta. Ejemplo: la creencia en la


verdad del concepto estufa como objeto que calienta un ambiente desarrolla el hábito de conducta
que consiste en prenderla cuando hace frio. Afirma Pierce que el interpretante inmediato de todo
pensamiento propio es la conducta. La esencia de cada concepto conlleva posibles conductas. El
significado lógico de los conceptos conlleva hábitos generales de conducta.

El objeto

Pierce define objeto como aquello que debe ser representado por un signo para que este signo
tenga lugar. Para Pierce la noción de representar es estar en lugar de otro. Esto es, estar en tal
relación con el otro que para ciertos propósitos, sea tratado como si fuera ese otro. Un signo puede
tener más de un objeto pero un conjunto de objetos constituye un único objeto complejo. Pierce
distingue 2 tipos de objetos: el inmediato (interior a la semiosis) y el dinámico (exterior).

 El inmediato es el objeto tal como es representado por el signo mismo y cuyo ser es dependiente
de la representación de él en el signo. (2 denominaciones para perón)
 El dinámico es la realidad que arbitra la forma de determinar el signo a su representación. Este
tiene una existencia independiente respecto del signo que lo representa pero para que el signo
pueda representarlo y dar información suplementaria de él, este objeto debe ser algo conocido para
el intérprete, debe tener un conocimiento resultado de semiosis anteriores.

Un objeto es aquello acerca de lo cual el signo presupone un conocimiento para que sea posible
proveer alguna información adicional sobre el mismo. Todo signo debe relacionarse con un objeto
conocido.

Todo signo está puesto para un objeto independiente de él mismo, pero no puede ser signo de ese
objeto si no comparte su misma naturaleza (que el objeto sea signo).El objeto dinámico es el objeto
de una realidad que tiene una existencia independiente de la semiosis pero para que el signo pueda
decir algo de él, es necesario que ese objeto haya sido objeto de semiosis anteriores y así el
intérprete tiene un conocimiento de él. Por eso es un signo.

El fundamento

El signo representa a su objeto “no en todos los aspectos, sino sólo con referencia a una suerte de
idea” que es el fundamento del representamen. El fundamento es uno o más rasgos/atributos
distintivos de un objeto que permiten identificarlo y diferenciarlo de otros objetos. Es el
fundamento del representamen lo que construye al objeto inmediato (de ahí que venus tuviera 2
objetos inmediatos. Porque tenía dos fundamentos diferentes, donde el primer representamen
seleccionaba el rasgo “matutino”, y el segundo el rasgo “vespertino”). El signo instituye al objeto
inmediato por medio del fundamento. El argumento es un atributo del objeto seleccionado para la
construcción de su objeto inmediato.

El fundamento es un componente del significado del signo. Es la suma de rasgos semánticos que
caracterizan su contenido.

La semiosis infinita

Dado que el interpretante es también un signo, está en


lugar de un objeto y remite a su vez a un interpretante.
Este interpretante es a su vez un signo, que está en lugar
de un objeto y está ligado a un interpretante, y así de
modo ilimitado.

Un signo integra una cadena de semiosis. Un signo es para


Pierce, “cualquier cosa que determina a otra cosa (su
interpretante) a referirse a un objeto al cual ella también
se refiere (su objeto) de la misma manera, deviniendo el
interpretante a su vez en signo, y así infinitamente.

Como todo conocimiento es una relación entre signos, todo conocimiento está determinado por
otros conocimientos anteriores.

Si el objeto de todo signo debe ser algo conocido, es que también es signo.

Puesto que un interpretante es en general un signo más desarrollado que el representamen, la


cadena de semiosis infinita determina un paulatino aumento del conocimiento sobre un objeto.

 Categorías de la teoría de Pierce


Pierce basa su concepción tríadica del signo en 3 categorías derivadas de las “ideas” (o fanerones):
primeridad, segundidad y terceridad.

 La primeridad implica considerar a algo tal como es sin ninguna referencia a otra cosa. A su vez,
la primeridad se vincula con las ideas de libertad, posibilidad, indeterminación, comienzo, novedad.
Es la cualidad tomada independientemente de cualquier realización existencial. Es una posibilidad
indeterminada, como la dureza, lo áspero, o cualquier color antes de estar manifestado en un
objeto. En el signo, el representamen (cualidad) se corresponde con la categoría de primeridad.

 La segundidad implica considerar a algo tal como es pero en relación con otro caso. Establecer
una relación diádica que no involucre una tercera cosa. Se vincula con la idea de existencia y de
hecho (bruto). Si solo estuvieran consideradas estas dos categorías no habría ley ni regularidad. En
el signo, el objeto se corresponde a la categoría de segundidad, la de existencia. (Ejemplo: una serie).

 La terceridad es la que hace posible la ley y la regularidad. (En el ejemplo de la serie, introduce
una progresión regular no azarosa mediante una ley). En el signo, el interpretante se corresponde
con la categoría de terceridad. Conforma la ley que pone en relación el representamen con el objeto,
con el que el mismo interpretante está en relación. La terceridad es la relación tríadica que existe
entre un signo, su objeto y el pensamiento interpretador (que es un signo). Esta relación tríadica
establece: la relación del representamen con el objeto. La relación del interpretante con el objeto.
Y el hecho de que la relación entre el representamen con el objeto es la misma que la del objeto con
el interpretante.

Tipos de signos

Pierce, sobre la base de las tres categorías faneroscópicas, divide a los tres constituyentes de la
semiosis (el representamen, el objeto y el interpretante) y desarrolla 9 tipos de signos.

Representamen

Los tipos de signos en relación al representamen son el cualisigno, el sinsigno y el legisigno.

 El cualisigno corresponde a la primeridad porque es una cualidad (un color, forma, textura) que
es en sí misma una mera posibilidad hasta que se manifiesta un sinsigno (un signo existente). Es una
cualidad que es un signo pero no puede actuar como signo hasta que no esté formulado. Pero su
formulación no tiene relación con su carácter de signo.

 El sinsigno corresponde a la segundidad porque es cualquier cosa existente o evento real que es
un signo. Puede serlo únicamente a través de sus cualidades (varios cualisignos). Esos cualisignos
solo forman un signo cuando están formulados. El sinsigno es la materialización del cualisigno y
cobra significado gracias a un legisigno.

 El legisigno corresponde a la terceridad porque es una ley que es un signo general integrado en
un sistema organizado. Todo signo convencional es un legisigno. Cada legisigno significa por una
réplica de él. La réplica es un sinsigno. Todo legisigno requiere de sinsignos. La réplica no sería
significante si no fuera por la ley que la convierte en tal. El legisigno hace significante al sinsigno. El
legisigno constituye una ley que relaciona determinado representamen con determinado objeto.
Un singisno tiene significado porque es una réplica de un legisigno, un signo general del sistema.
Para que sea posible usar un legisigno, debe estar encarnado en un sinsigno, el cual será signo del
legisigno. Las palabras (ya sea legisigno o sinsigno) son símbolos para Pierce. Esto es, denotan a sus
objetos en virtud de la existencia de un hábito que asocia su significación con dichos objetos.

Objeto

Los tipos de signos en relación al objeto son el ícono, el índice y el símbolo

 Un ícono es un signo que entabla una relación de semejanza, de analogía con su objeto, como
una fotografía o un dibujo. Es un signo puramente por similitud con cualquier cosa a la cual sea
parecido. En tanto primeridad, un icono es un representamen que por su cualidad es similar a su
objeto, aquello a lo que sustituye.
De acuerdo al modo de primeridad que comparten con su objeto son imágenes, diagramas o
metáforas.
1. Las imágenes son íconos que compares cualidades simples del objeto, su color, su forma, su
tamaño, etc. Son iconos imágenes los cuadros, los dibujos, los grabados, las fotografías. En
el lenguaje natural, las onomatopeyas tienen naturaleza icónica, pues guardan analogía al
sonido que representan.
2. Los diagramas son íconos que comparten relaciones de las partes de su objeto por medio
de relaciones análogas entre sus propias partes. Esto es, existe en el ícono una analogía
entre las relaciones de las partes del representamen y las del objeto. Ejemplo: los cuadros
sinópticos.
3. Las metáforas son íconos que guardan un paralelismo con su objeto, una relación de
similitud. Una relación de semejanza hace posible la metáfora.

La única manera de comunicar una idea directamente es mediante un ícono. Su observación directa
permite revelar verdades no previstas por el objeto. (Uso en la función didáctica. Simplificación y
rapidez en las comunicaciones).

Un signo sigue siendo un ícono aun cuando el objeto al que representa no exista. (Un ícono puede
tener sentido (objeto inmediato) y no tener referencia (objeto dinámico)).

El ícono no tiene una conexión dinámica con el objeto al que representa, simplemente sus
cualidades se asemejan al objeto y crean en la mente una semejanza. Pero en la realidad, el ícono
está desconectado del objeto. Solo el índice está conectado físicamente con su objeto.

 Un índice, en tanto segundidad, es un signo que entabla con el objeto una relación existencial, de
modo que participan los dos de una misma experiencia. Un índice denota en virtud de ser afectado
por el objeto.
Los índices carecen, a diferencia de los íconos, de todo parecido significativo con su objeto. Se
refieren, a diferencia de los símbolos que designan clases de objetos, a entes individuales, unidades
individuales, etc. Dirigen la atención a sus objetos por una “pasión/atención” ciega.

La acción de los índices depende de asociaciones por contigüidad y no de asociaciones por parecido
(iconos) o de operaciones intelectuales (símbolos). Es difícil encontrar un signo que solo sea índice.
Cualquier cosa que atraiga la atención es un índice. Cualquier cosa que nos sobresalte lo es, en
cuanto masca la articulación entre dos partes de una experiencia. Si algo considerable ha sucedido
(un ruido), podemos conectarlo con otra experiencia del pasado.
Ej: Los pronombres demostrativos son índices. Promueven que el receptor establezca una conexión
real entre su mente y su objeto. Es un índice la presencia del síntoma de una enfermedad. Un
pronombre posesivo es doblemente un índice: primero indica al poseedor y luego, lleva la atención
a la palabra que denota la cosa poseída. Los nombres propios son índices, pues entablan una
conexión real con el objeto al que representan.

 El símbolo es un representamen que se refiere a su objeto dinámico por convención, hábito


(innato o adquirido) o ley. Todos los signos que integran un sistema convencional, que responden a
una ley que les asigna un interpretante y los relaciona con un objeto son símbolos: los signos de la
escritura, los sistemas de señalización, los signos utilizados en las diferentes disciplinas, los códigos
braille, morse, las insignias militares, los signos utilizados por las publicidades (isotipos y logotipos),
etc.
Un símbolo es un signo que se refiere al objeto que denota en virtud de una ley, usualmente una
asociación de ideas generales que operan de modo tal que son la causa de que el símbolo se
interprete como referido a dicho objeto.
Los símbolos se caracterizan porque denotan clases de objetos, a diferencia de los índices, que se
refieren a un existente particular. Un símbolo es aplicable a cualquier cosa que pueda realizar la idea
conectada con la palabra, pero en sí misma, no identifica esas cosas. Para eso debe valerse de un
índice.
Cuando usamos el lenguaje nos valemos de símbolos en tanto que las palabras se relacionan con el
objeto mediante una convención, hábito o ley, pero también utilizamos índices que son los que nos
permiten conectar nuestro enunciado con los objetos del mundo al que nos referimos y, finalmente,
también intervienen íconos, en tanto íconos mentales con los que asociamos las palabras.
El símbolo es una tipo general o ley, o sea, un legisigno. Por lo tanto actúa a través de una réplica.
El objeto al que se refiere es de naturaleza general. Y debe haber instancias existentes de lo que el
símbolo denota. La clase de objetos denotada por los símbolos “ogro” o “dragón, tendrán instancias
existentes en el universo delos cuentos de hadas.
Pensamos mediante signos mentales. La parte simbólica de nuestros pensamientos son los
conceptos.
“si un hombre elabora un símbolo nuevo, lo hace mediante pensamientos que involucran
conceptos. De modo que un símbolo sólo puede nacer a partir de otros símbolos. Un símbolo, una
vez difundido, su significado crece a través del uso y de la experiencia.
En la cadena de la semiosis infinita, los símbolos remiten a otros símbolos (semiosis histórica y
social). El significado de los símbolos se modifica con el uso y con el tiempo. El significado de los
símbolos depende de su uso (no de la razón o de una norma) .

Interpretante

La división faneroscópica del interpretante da 3 tipos de signos: rema, dicente y argumento.

 El rema, en tanto primeridad, es todo signo considerado aisladamente (sin relación a ninguna
cosa), que en sí mismo no es ni verdadero ni falso. Pierce relaciona la noción de rema con la de
término. (un término es un nombre correspondiente a una clase, o un nombre propiamente dicho).
Un rema es un signo de posibilidad cualitativa para su interpretante. Representa tal o cual clase de
objetos posible. El rema es significado por su interpretante en cuanto conjunto de cualidades de
naturaleza general que definen una clase de objetos.

 El signo dicente se ubica en la categoría de secundidad que es la de existencia. El dicente se


corresponde con una proposición. Un signo dicente es un signo de existencia real para su
interpretante. Es como si estuviera en una relación real con su objeto. No existe proposición que
pueda ser expresada sin índices (y remas). La proposición, que está en relación real con el objeto,
es el objeto del acto de juzgar: entonces la proposición será verdadera o falsa.

 El argumento se corresponde con el razonamiento. Un argumento es un proceso de pensamiento


que tiende a producir una creencia definida. Un argumento tiene la función de inducir al intérprete
a cambiar su pensamiento. Actúa sobre el intérprete. Un argumento debe involucrar a signos
dicentes o premisas, sobre la conclusión de un argumento. La conclusión representa al
interpretante. La conclusión, es esencial para la completa expresión del argumento. La conclusión
de un argumento es un interpretante. El cual lo representa como una instancia de una clase general
de argumentos que en su conjunto tenderá a la verdad.

 Conocimiento

La semiosis infinita no es solo una propiedad del conocimiento sino de lo real. Para Pierce, el mundo
no depende de nosotros y de nuestra intención de interpretarlo. Pierce distingue entre cogniciones
verdaderas y falsas. Las primeras se refieren a lo real y las segundas a lo irreal. Según Pierce, lo real
es el acuerdo, el consenso de una comunidad sobre lo que es públicamente considerado verdadero.
La comunidad es la fuente de legitimidad de la verdad y de lo real. Pierce piensa en una comunidad
ideal, que esta solo guiada por el razonamiento lógico y el método científico. La comunidad
homogénea tiende infinitamente a la verdad porque la ciencia es prospectiva y la cadena de
semiosis implica un aumento del conocimiento sobre el objeto representado.

 Tipos de inferencia

Pierce afirma que todo conocimiento surge de un proceso de inferencia, rechazando así que pueda
surgir a partir de la intuición. Hay 3 tipos de inferencia acorde a las categorías de primeridad,
segundidad y terceridad: abducción, inducción y deducción.

 La abducción consiste en elaborar una conjetura, en plantear una hipótesis explicativa como base
de un razonamiento. La abducción no brinda ninguna certeza. La abducción se corresponde con la
primeridad y también con la iconicidad puesto que la hipótesis está basada en la cualidad

 La inducción presupone que es verdad de todo un conjunto lo que es verdad de un número de


casos del mismo, tomado aleatoriamente. La inferencia inductiva se corresponde con la segundidad
y la indicialidad, pues las premisas manifiestan una correspondencia fáctica y la conclusión se
establece sobre la base de esa relación indicial.
 La deducción se corresponde con la terceridad y con el símbolo porque en este tipo de inferencia
el punto de partida es una ley general. Pueden constituir silogismos.

Todas las nuevas ideas de la ciencia nacen de la abducción, cuyo resultado es la postulación de una
ley.

Todo conocimiento es un proceso hipotético-deductivo-experimental compuesto de tres momentos


con distintos tipos de inferencias:
1- la abducción que plantea una hipótesis sin fuerza probatoria.
2- la deducción que extrae de la hipótesis diversas consecuencias.
3- la inducción que pone a prueba dichas consecuencias con lo que se verifica o no la hipótesis.

Saussure
La lingüística es una parte de la semiología cuyo objeto de estudio es la lengua, entendida como un
sistema de signos (lingüísticos) que expresan ideas. Las leyes de la semiología son aplicables a la
lingüística. Para descubrir la naturaleza de la lengua hay que tomar en consideración lo que tenga
en común con otros sistemas del mismo orden.

El pensamiento de Saussure es dicotómico y binario.

 El signo lingüístico.

Saussure se opone a la idea de signo lingüístico como entidad unitaria, como el nombre de una cosa,
a la lengua como nomenclatura y que las ideas preexistan a los signos lingüísticos. Para él el signo
lingüístico es una unidad hecha con la unión de dos términos. El signo une un concepto y una imagen
acústica (la imagen acústica no es sonido material, sino su huella psíquica. El carácter psíquico de
nuestras imágenes acústicas aparece cuando observamos nuestra lengua madre) El signo lingüístico
es pues una entidad psíquica. El concepto y la imagen acústica están íntimamente unidos y se
reclaman recíprocamente.

Concepto  significado

Imagen acústica  significante

El signo lingüístico es una entidad biplánica (significado y significante) y ninguno de los dos
aisladamente constituye un signo. Interdependencia entre ambos.

El signo lingüístico es pues una entidad psíquica porque ambos planos también lo son. El concepto
está archivado en la mente de los hablantes de una lengua y puede ser descripto como un haz de
elementos mínimos de significado. La imagen acústica asociada también es psíquica. No es el sonido
sino el recuerdo del sonido.

Principios

1- La arbitrariedad: el signo lingüístico es arbitrario, lo que significa que la unión entre el


significado y el significante es inmotivada. Es pura y exclusivamente convencional. (ej.: la
palabra “sur”). Sirven de prueba las diferencias entre las lenguas y la existencia de distintas
lenguas.
El concepto de arbitrario no significa que el significante depende de la libre elección del
hablante, sino que es inmotivado. Es arbitrario con relación al significado, con el cual o
guarda en realidad ningún lazo natural. El símbolo, a diferencia del signo lingüístico, tiene
por carácter el ser nunca completamente arbitrario. Siempre hay algo de motivación. (ej.:
símbolo de la justicia, una balanza).
Posibles objeciones a este principio: podría decirse que en las onomatopeyas como tic-tac
o glu-glu, hay un lazo natural entre el significante y el significado. Lo mismo podría decirse
de las interjecciones como ¡ay!, que parecen dictadas por la naturaleza. Saussure lo refuta
sosteniendo que las onomatopeyas y las interjecciones son escasa y de importancia
secundaria en la lengua. Luego, no son las mismas en las diferentes lenguas. Lo que vuelve
su origen simbólico y natural, dudoso. Y en el caso de las onomatopeyas, una vez introducida
s en la lengua, están sujetas a la evolución fonética, morfológica, etc. que sufren otras
palabras, por lo que ha perdido su carácter simbólico y se convierten en inmotivadas.
Hay distintos grados de motivación. Lo arbitrario es una cuestión de grados: arbitrario
absoluto y arbitrario relativo (diecinueve).
2- La arbitrariedad en los signos no lingüísticos: incorporación a la semiología de signos
enteramente naturales como la pantomima (mimos). Todo medio de expresión recibido de
una sociedad se apoya en la convención. Lo signos de cortesía por ejemplo, están dotados
de cierta expresividad natural o motivación pero están fijados por una regla que obliga a
usarlos. La arbitrariedad es indirectamente proporcional a la motivación: cuanto más
motivados son los signos menos arbitrarios son. El signo lingüístico puramente convencional
e inmotivado es arbitrario. Arbitrario es distinto que convencional para Eco. Lo arbitrario
es lo inmotivado. Pero para que haya un signo siempre debe haber una relación instituida
entre un significante y un significado sobre la base de una convención establecida por un
código. Todos los signos son convencionales, pero algunos serán arbitrarios y otros no.
3- Carácter lineal del significante: el significante del signo lingüístico, por ser de naturaleza
acústica, tiene y toma los caracteres del tiempo a) representa una extensión b) esa
extensión es mensurable en una sola dirección, un línea. Linealidad del significante: los
elementos del significante lingüístico se presentan uno tras otro, formando una cadena. Los
fonemas son los elementos que componen la imagen acústica. Son unidades mínimas y
autónomas del plano de la expresión cuyo contraste permite distinguir significados. Los
fonemas no posee en sí mismos un significado pero el contraste entre ellos permite
distinguirlos. Los fonemas tienen una naturaleza psíquica pues son un conjunto de rasgos
distintos que están archivados en la mente de los hablantes de una lengua, integrada por
un sistema fónico particular.

 La lengua y el habla

Es el punto de vista el que crea al objeto y no el objeto el que precede al punto de vista. La lengua
no es igual al lenguaje son solo una parte de él, esencial. El lenguaje no puede constituir un objeto
de estudio por ser multiforme y heteróclito.

Sausurre parte del circuito de las comunicaciones para hallar la esfera que corresponde a la lengua.
Este es un acto entre dos individuos. El punto de partida está en el cerebro. Los hechos de conciencia
o conceptos se hallan asociados con las imágenes acústicas que sirven a su expresión. Un concepto
dado desencadena en el cerebro una imagen acústica correspondiente: este es un fenómeno
enteramente psíquico, seguido a su vez de un proceso fisiológico: el cerebro transmite a los órganos
de la fonación un impulso correlativo a la imagen; luego las ondas sonoras se propagan de la boca
de A al oído de B; proceso puramente físico. El circuito sigue en B un orden inverso: del oído al
cerebro, transmisión fisiológica de la imagen acústica; en el cerebro, asociación psíquica de esta
imagen con el concepto correspondiente. Una facultad asociación y de coordinación permite
organizar la lengua como sistema. El hecho social: todos los individuos, ligados por el lenguaje,
reproducirán los mismos signos unidos a los mismos conceptos. ¿Cuál es el origen? La parte física
está descartada. Puesto que cuando oímos hablar una lengua desconocida, percibimos los sonidos
pero por nuestra incomprensión quedamos fuera del hecho social. La parte psíquica tampoco entra
en juego en su totalidad: el lado ejecutivo queda fuera porque la ejecución siempre es individual, y
siempre el individuo es su árbitro: El habla.

Lo que hace que se formen en los sujetos hablantes acuñaciones idénticas en todos es el
funcionamiento de las facultades receptivas y coordinativas. Las imágenes verbales almacenadas
son el lazo social que constituye la lengua por la práctica del habla en los sujetos que pertenecen a
la comunidad. La lengua no está completa en ninguno, no exista perfectamente más que en la masa.

Al separar la lengua del habla, se separa a la vez:

1. Lo que es social de lo que es individual


2. Lo que es esencial de lo que es accesorio y accidental.

La lengua no es una función del sujeto hablante, es el producto que el individuo registra
pasivamente.

El habla es un acto individual de voluntad y de inteligencia, en el cual hay que distinguir.

1. Las combinaciones por las que el sujeto hablante utiliza el código de la lengua con miras a
expresar su pensamiento personal
2. El mecanismo psicofísico que le permite exteriorizar esas combinaciones.
La lengua: objeto homogéneo, fenómeno psíquico, hecho social, el individuo lo registra
pasivamente, código.

Habla: objeto heterogéneo, fenómeno psíquico, físico y fisiológico, acto individual, acto de voluntad,
uso individual del código.

La lengua es la parte social del lenguaje y que solo existe en virtud de una especia de contrato
establecido en la comunidad. El individuo por sí solo no puede creerla ni modificarla y tiene
necesidad de un aprendizaje para conocer su funcionamiento. La lengua y el habla son objetos de
naturaleza concreta. Los signos lingüísticos por ser psíquicos no son abstracciones. Son realidades
que tienen lugar en el cerebro

Interdependencia entre la lengua y el habla. La lengua es necesaria para que el habla sea inteligible
y produzca todos sus efectos, pero el habla es a su vez necesaria para que la lengua se establezca.
Históricamente el hecho del habla precede a la lengua. El habla es la que hace evolucionar a la
lengua.

La lengua y el habla en otros sistemas semiológicos

Barthes aplicó los conceptos de lengua y habla al sistema de vestidos y a la comida. (pág 75 y 76).

En la lengua no se incorpora nada que antes no haya sido probado en el habla. El habla no es posible
si no está basada en la lengua. Para la mayoría de los demás sistemas semiológicos la lengua está
elaborada no por la masa hablante, sino por un grupo de decisión. En el lenguaje existe una gran
desproporción entre la lengua, un conjunto finito de reglas y las del habla que son infinitas. En otros
sistemas el habla es pobre por la falta de libertad de asociaciones y variaciones combinatorias.

 La inmutabilidad del signo

Con relación a la idea que representa, el significante aparece elegido libremente, pero que con
relación a la comunidad lingüística que lo usa no es libre, es impuesto. No solo un individuo, sino la
masa misma no puede ejercer su poder sobre una sola palabra: está atada a la lengua tal cual es. La
lengua es una ley admitida por una comunidad como una cosa que se sufre, no como una regla
libremente consentida.

La lengua siempre se nos aparece como una herencia de una época precedente. El problema del
origen de la lengua ni siquiera deba ser planteado. Desde el factor histórico, La transmisión de la
lengua excluye todo cambio lingüístico general y súbito.

Motivos:

a) El carácter arbitrario del signo. Para que algo sea cuestionado es necesario que se base en
una norma razonable, pero esto no sucede en la lengua porque es un sistema arbitrario de
signos
b) La multitud de signos necesarios para constituir cualquier lengua: un sistema de signos
compuestos de pocos elementos puede ser reemplazado por otro, pero los signos de una
lengua son innumerables.
c) El carácter complejo del sistema. Solo se puede comprender con la reflexión.
d) La resistencia de la inercia colectiva a toda innovación lingüística. La lengua es usada por los
individuos todo el día, está extendida en la masa, es manejada por ella. Esto hace que la
lengua sea la institución que menos se presta a iniciativa, pues la masa es percibida por
Saussure como un factor de conservación, como algo naturalmente inerte.

Un vínculo entre la convención arbitraria(es libre la elección que une un significante con un
significado) y el tiempo (gracias al cual la elección se haya ya fijada).

 La mutabilidad del signo

El tiempo, que asegura la continuidad de la lengua tiene otro efecto, en apariencia contradictorio
con el primero: el de alterar los signos lingüísticos.

El signo está en condiciones de alterarse porque se continúa en el tiempo. La continuidad del signo
en el tiempo, unida a la alteración en el tiempo, es un principio de la semiología general, que se
confirma, por ejemplo, en los sistemas de escritura, en el lenguaje de los sordomudos, etc. la
alteración conduce al desplazamiento de la relación entre el significado y el significante. Se modifica
tanto la imagen acústica como el concepto.
La incapacidad de la lengua en resistir ese desplazamiento es consecuencia de la arbitrariedad del
signo lingüístico. La lengua se diferencia en esto de todas las otras instituciones sociales (costumbre,
leyes), en las que está presenta la motivación.

Para que la lengua se altere son necesarios dos factores, el tiempo y la masa hablante. Si se tomara
la lengua en el tiempo, sin la masa hablante, probablemente no se registraría ninguna alteración;
inversamente, si se considerara la masa hablante sin e tiempo no se vería el efecto de las fuerzas
sociales que operan en la lengua.

La lengua no es libre porque el tiempo desarrolla sus efectos y llega al principio de continuidad que
anula la libertad. La continuidad implica alteración.

 El valor

La lengua como pensamiento organizado en la materia fónica

La lengua como un sistema de valore implicas que los elementos que la integran no poseen una
identidad en sí mismos, sino que solo pueden ser caracterizados a partir de las relaciones opositivas
con los otros elementos del sistema. El valor es la relación de oposición de un elemento de la legua
con los otros que lo rodean, de modo que ese elemento es lo que los otros no son. Lo que importa
de los elementos son sus diferencias con los otros, puesto que ellas permiten delimitarlos. La lengua
como un sistema de diferencias.

La lengua como un sistema de valores puros: ideas y sonidos. El pensamiento es una masa amorfa.
Y los sonidos están indiferenciados. La lengua sirve como intermediaria entre el pensamiento y el
sonido, deslindando unidades recíprocas. En el plano del pensamiento deslinda conceptos (ideas),
en el del sonido imágenes acústicas. Ambas constituyen un signo lingüístico. La combinación
produce una forma, no una sustancia. [La lengua sería una sustancia si sus elementos tuvieran una
identidad propia y autónoma respecto de los otros elementos que la integran].la lengua es una
forma porque las unidades que deslinda no pueden ser consideradas en sí mismas, como elementos
aislados, sino dentro del sistema que ella organiza.

La segmentación de unidades recíprocas, la elección que se decide por tal porción acústica para tal
idea es absolutamente arbitraria. Las nociones de arbitrariedad y de valor son correlativas.

El valor lingüístico considerado en su aspecto conceptual.

Los valores están siempre constituidos:

a) por una cosa desemejante susceptible de ser trocada por otra cuyo valor está por
determinar
b) por cosas similares que se pueden comprar con aquella cuyo valor está por ver.
(Ejemplo página 83)

Estos dos factores son necesario para la existencia de un valor. La palabra: Su contenido está
determinado por lo que existe fuera de ella. Como la palabra forma parte de un sistema está
revestida de una significación y de un valor.

Dentro de una misma lengua todas las palabras que expresan ideas vecinas se limitan
recíprocamente: sinónimos como recelar, temer, tener miedo, no tienen valor propio más que por
su proposición. Si recelar no existiera, todo su contenido iría a sus concurrentes. Cuando se dice que
los valores corresponde a concepto, se sobreentiende que son puramente diferenciales, definidos
no positivamente por su contenido, sino por sus relaciones con los otros términos del sistema. Su
más exacta característica es la de ser lo que los otros no son. (Ejemplo página 84).

Si las palabras estuvieran encargadas de representar conceptos dados de antemano, cada uno de
ellos tendría, de lengua a lengua, correspondencias exactas para el sentido pero no es así. Diferencia
de sistema de valores entre las lenguas.

Un concepto nada tiene de inicial, no es más que un valor determinado por relaciones con los otros
valores similares y que sin ellos la significación no existiría

El valor lingüístico considerado en su aspecto material.


Diferencias fónicas es lo que importa en las palabras. El significante lingüístico está así constituido
únicamente por las diferencias que separan su imagen acústica de las demás. La noción de valor en
tato relaciones diferenciales con la noción de arbitrariedad.

No coincidencia con el resto. Arbitrariedad y diferencial son cualidades correlativas.

Los fonemas también son entendidos como entidades positivas, negativas y relativas, puesto que lo
que las caracteriza es el hecho de que no sean confundidos unos con otros. Los fonemas no son
sonidos, sino que representan categorías abstractas de características de emisión.

La noción de valor desde el punto de vista material apelando a otro sistema semiótico, la escritura:

1) los signos de la escritura son arbitrario, ninguna conexión hay entre la letra T y el sonido
que designa
2) el valor de las letras es puramente negativo y diferencial. Así una misma persona puede
escribir distintas t y lo único esencial es que ese signo no se confunda en su escritura con
otras letras.
3) Los valores de la escritura no funcionan más que por su oposición reciproca en el seno de
un sistema definido, compuesto de un número determinado de letra. Siendo el signo gráfico
arbitrario, poco importa su forma, esta solo tiene importancia en los límites impuestos por
el sistema.
4) El medio de producción del signo es indiferente y no interesa al sistema.

En la lengua no hay más que diferencia. Una diferencia supone, en general, términos positivos entre
los cuales se establece, pero en la lengua solo hay diferencias sin términos positivos. La lengua no
comporta ni ideas ni sonidos preexistentes al sistema lingüístico, sino solamente diferencias
conceptuales y diferencias fónicas resultantes de ese sistema. La lengua es una forma y no una
sustancia.

 Sincronía y diacronía.

El eje de simultaneidades A-B concierne a la relaciones entre cosas coexistentes, con exclusión de
toda intervención del tiempo. En este eje se ubica la noción de sincronía, que designa un estado de
lengua.

El eje de sucesiones C-D. En este eje solo se puede considerar una cosa a la vez, pero en él están
todas las cosas del primer eje con sus cambios respectivos. Aquí se ubica la noción de diacronía, que
designa una fase de la evolución de la lengua.

La sincronía es lo que se corresponde con el plano sistemático. El de las conexiones en un punto del
tiempo

(Ejemplo del ajedrez. Pág. 90-91)

Las dos partes de la lingüística:

1. La lingüística sincrónica se ocupará de las relaciones lógicas y psicológicas que unen


términos coexistentes y forman un sistema tal como aparecen en la conciencia colectiva.
2. La lingüística diacrónica estudiara las relaciones que unen términos sucesivos no percibidos
por una misma conciencia colectiva y que se reemplazan unos a otros sin formar sistemas
entre sí.

La lingüística anterior: estaba absorbida por la diacrónica

La gramática tradicional: centrada en la sincronía

Relaciones sintagmáticas y reacciones asociativas.

Ambas son indispensables para el funcionamiento de la lengua y son parte de nuestra actividad
cerebral.

 Las relaciones sintagmáticas están fundadas en el carácter lineal de la lengua y son entablas por
elementos copresentes en el discurso, por eso se llaman relaciones en presencia. Los elementos se
alinean uno tras otro en la cadena hablada. Estas combinaciones que se apoyan en la extensión se
pueden llamar sintagmas. El sintagma se compone de dos o más unidades consecutivas. En un
sintagma, un término solo adquiere su valor porque se opone al que le precede o al que le sigue o
a ambos. El sintagma evoca la idea de un orden de sucesión y un número determinado de
elementos. En el sintagma no hay un límite definido entre el hecho de lengua, testimonio de la
tradición y del uso colectivo, y el hecho de habla que depende de la libertad individual. [Saussure
aclara que la oración es un hecho del habla] [son en presencia, de carácter lineal, de orden fijo, y
con un número definido de elementos]
 Las relaciones asociativas son relaciones en ausencia, pues las entablan elementos que no están
copresentes en el discurso sino que constituyen una serie mnemotécnica virtual. No se basan en la
extensión sino que su sede está en el cerebro formando la lengua de cada individuo. A partir de un
elemento presente en el discurso, asociamos en la mente otros elementos ausentes que tengan una
analogía en el significado o significante con aquel. (ejemplo página 94.)
En las relaciones asociativas los términos no se presentan ni en un orden fijo ni en un número
definido. [Son en ausencia, de serie mnemotécnica virtual, de orden no fijo y de número no definido
de elementos]

Un elemento dado de la lengua entabla al mismo tiempo relaciones sintagmáticas con aquellos
copresentes en el discurso y asociativas con los que están ausentes pero son evocados a partir de
una semejanza en el plano del significado o significante. Las relaciones asociativas se corresponden
con el eje de la selección de unidades lingüísticas mientras que las relaciones sintagmáticas se
corresponden con el eje de la combinación de ellas en el discurso.
Jakobson vinculó los dos ejes del lenguaje a dos tipos de afasia. El afásico que tiene perturbación en
el eje de la selección no consigue encontrar la palabra adecuada ante un objeto, pero logra combinar
correctamente el sintagma sustitutivo. El afásico que sufre perturbaciones en el eje de la
combinación, solo alcanzará a alinear las palabras sin encontrar el modo de articular en frases
dotadas de un sentido completo.

Barthes afirma que el eje sintagmático se corresponde con el habla (combinación elementos
seleccionados de la lengua), y el asociativo (o paradigmático) se corresponde con la lengua, con el
sistema, eje de selección, pues de él el hablante selecciona los elementos que combina en el
sintagma, el habla.

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