Sei sulla pagina 1di 2

HISPANIA ROMANA

A la llegada de los romanos la Península Ibérica estaba habitada por los pueblos celtas e íberos.
La presencia romana en Hispania se inició a finales del siglo III a.C. (218 a.C.) y duró hasta el siglo V d.C. al producirse la
Introducción: entrada de los pueblos bárbaros.
Durante este tiempo, Hispania se convierte en provincia romana y de ella obtenían productos agrícolas (vid y olivo) y minerales. En
ella se construyeron ciudades y calzadas y se extendió el uso de la moneda y del latín.

En el I milenio a.C. llegaron a la Península Ibérica algunos pueblos indoeuropeos (procedentes del centro de Europa), que se
instalaron en el Centro y Norte peninsular. También llegaron al Este y Sur peninsular pueblos mediterráneos: fenicios, griegos
y cartagineses, que fundan colonias y establecen relaciones comerciales y culturales con los pueblos indígenas (por eso se les
llama pueblos colonizadores).
Invasiones y Los fenicios crearon colonias en el Sur, como Gadir (Cádiz) y Malaca (Málaga).
colonizaciones: Los griegos se instalan principalmente en el Este, fundando colonias como Rhode, Emporion y Hemeroskopeion.
Los cartagineses sustituyeron a los fenicios y se convirtieron en la potencia dominante en el Mediterráneo Occidental, lo que le supuso
el enfrentamiento con Roma (Guerras Púnicas). En la Península fundan colonias como Ebussus (Ibiza) y Cartago Nova (Cartagena).
En las actuales provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz se hallaba el reino de Tartessos, cuya principal riqueza eran los metales.

En la Península Ibérica se formaron dos grandes áreas culturales: la celta y la íbera.


Los íberos ocupaban el Este y el Sur peninsular. Recibieron la influencia de los pueblos colonizadores del Mediterráneo. Habitaban
en poblados amurallados; vivían de la agricultura y de la ganadería; conocían la metalurgia, elaboraban cerámicas y tejidos, acuñaban
Los pueblos
moneda y tenían una escritura propia.
prerromanos:
Los celtas habitaban el Norte, el oeste y el centro de la Península. Eran pueblos autóctonos (de aquí) mezclados con pueblos
íberos y celtas:
centroeuropeos (indoeuropeos). Vivían en poblados amurallados (castros); se dedicaban a la ganadería y a la agricultura. Elaboraban
cerámicas y tejidos, conocían la metalurgia, pero no usaban moneda ni tenían escritura.
Romanos y cartagineses se enfrentaron por el dominio del Mediterráneo (Guerras Púnicas).
Los cartagineses conquistaron el sureste peninsular y planearon la conquista de Roma. En su avance atacaron Sagunto, ciudad aliada de los
romanos. Para frenar el poder cartaginés, los romanos desembarcaron en Ampurias en el 218 a.C., expulsaron a los cartagineses e iniciaron su
La conquista.
conquista La conquista de Hispania se extendió entre el 218 a.C. y el 19 a.C., y tuvo lugar en cuatro fases:
romana de  En la primera, hasta el 202 a.C., Roma dominó el litoral mediterráneo.
Hispania:  En la segunda, del 202 al 154 a.C., dominó la zona oriental de la Península.
 Entre el 154 y el 133 a.C., se hizo con la Meseta. Aquí encontraron una importante resistencia por parte de los lusitanos, dirigidos por
Viriato, y de la ciudad de Numancia, capital de los celtíberos.
 Finalmente, entre el 29 y el 19 a.C. se sometieron las belicosas (guerreras) tribus del Norte peninsular (cántabros, astures…).
Para administrar los territorios conquistados, los romanos dividieron la Península Ibérica en provincias, gobernadas por un
gobernador.
Hispania se dividió en varias provincias: Baetica, Lusitania y Tarraconensis (que posteriormente se dividió en varias provincias más).
Hispania se integró en el circuito económico romano:
Hispania,  La producción artesanal creció y las minas se explotaron con nuevas técnicas de extracción.
Provincia  La producción agrícola aumentó considerablemente con la introducción del arado, el uso del abono y el barbecho.
romana: Muchos productos se exportaban a lejanos lugares del Imperio gracias a la extensa red de calzadas, construidas para facilitar el
comercio.
Entre las calzadas más importantes se encontraban la Vía Augusta, que iba desde Cádiz a Roma por todo el este peninsular, y la Vía
de la Plata que unía Emérita Augusta (Mérida) con Astúrica Augusta (Astorga).
Se produjo un gran desarrollo urbano (de las ciudades) puesto que ellas eran los centros de gobierno y centros económicos (donde se
producían manufacturas y eran focos comerciales).

La integración de Hispania en el mundo romano supuso la adopción de la lengua (latín), el derecho (leyes), las instituciones, la religión
(culto al emperador) y el arte propios de esta civilización.
Este proceso de asimilación por parte de los pueblos que vivían en la Península fue largo y se conoce como romanización.
El legado Como ejemplo de esta inclusión en la cultura romana en nuestro país se conservan edificios como: Acueductos (P. ej. Segovia), Teatros (P. ej.
de Roma: Mérida), Anfiteatros (P. ej. Mérida), Murallas (P. ej. Lugo), Puentes (P. ej. Alcántara y Mérida), Termas (P.ej. Alange), Arcos de triunfo (P. ej.
Cáparra -en Cáceres-), Templos (como el de Diana en Mérida). También dejaron otras muestras artísticas como mosaicos, esculturas... (que se
pueden contemplar en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida).
Hispania también aportó al mundo romano grandes escritores (Séneca, Marcial, Quintiliano) y emperadores como Trajano, Adriano
y Teodosio.

Los romanos impulsaron la vida urbana (las ciudades) en Hispania. Potenciaron el desarrollo de las antiguas ciudades y fundaron
nuevas colonias.
Las familias adineradas habitaban en casas unifamiliares llamadas “domus”, que se organizaban alrededor de un patio central o atrio.
Los más humildes vivían en viviendas colectivas de tres o cuatro pisos llamados “ínsulas”, con comercios en la planta baja.
La vida cotidiana Las diversiones preferidas de los romanos eran el teatro, las carreras del circo, las luchas de gladiadores en el anfiteatro y las
en las ciudades: termas.
La alimentación se basaba en pan, cereales, tocino, queso, fruta, verdura, pescado seco y vino. No usaban tenedores; la comida se
cogía con las manos o ayudándose con un poco de pan.
Los ciudadanos vestían la toga y las mujeres casadas, la estola, que se cubría con una túnica (“palla”). Todos calzaban sandalias.
La familia romana estaba formada por todos aquellos que vivían bajo la autoridad del padre (“pater familias”).

Potrebbero piacerti anche