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Universidad de Concepción 1

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Departamento de Derecho Penal
Prof. Nelson Villena C. y Juana Sanhueza R.
Año Académico 2014

CIRCUNSTANCIAS MODIFICATORIAS DE RESPONSABILIDAD PENAL.

Concepto:

“Son ciertos hechos descritos por la ley que no forman parte del tipo y que
tienen la virtud de aumentar o disminuir la responsabilidad penal y en consecuencia
la pena.”

Precisión de la terminología del Código:

Si se cotejan los artículos 10, 11 y 12 del Código Penal, se puede constatar


que se utiliza la expresión “circunstancias” tanto para referirse a las eximentes de
responsabilidad penal, cuanto para indicar las atenuantes y agravantes.

Para una mayor comprensión, reservaremos la expresión circunstancias sólo


para las atenuantes y agravantes. De tal manera que a las eximentes las
denominaremos causales y cuando ellas concurren hacen que no exista delito.

Las atenuantes y agravantes no constituyen lo esencial del delito en el sentido


que ellas no determinan su existencia o no, sino que sólo modifican la
responsabilidad penal.

Sistema adoptado por el Código en su regulación.

El Código Penal Chileno, adopta el criterio de números clausus, es decir, es la


ley la que señala taxativamente cuales son las circunstancias modificatorias.

En doctrina existen otros criterios como el de números apertus en el cual se


entrega amplias facultades a los jueces para que, en el caso concreto, determinen
las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal. Existe también un
sistema mixto en el cual se le entregan al juez sólo pautas generales que lo orienten
en su determinación.

La tendencia moderna es establecer formulas más flexibles sin que ello


signifique abrir las puertas a la arbitrariedad.

Clasificación de las circunstancias modificatorias.-


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Existen numerosas clasificaciones, según el aspecto al cual se atienda, siendo


las más importantes las siguientes:

1.- Atendiendo a sus efectos o consecuencias

Atenuantes, agravantes y mixtas.

Atenuantes: Son aquellas que tienen la virtud de aminorar la responsabilidad


penal y por ende reducir la pena.

Agravantes: Son aquellas que producen el efecto de aumentar la sanción


penal

Mixtas: Son aquellas que pueden agravar o disminuir la sanción, según las
particularidades del caso.

2.- Atendiendo a la extensión o amplitud de su aplicación.

Genéricas y específicas.

Genéricas: Son aquellas que se aplican a todos los delitos o al menos a un


grupo importante de ellos. A ellas se refieren los artículos 11 y 12 del Código Penal.

Específicas: Son aquellas que están destinadas a ser aplicadas a algunos


delitos o grupo de delitos. Ej.: las del N° 1 y 5 del artículo 12, (delitos contra las
personas) Art. 456 bis del C. Penal, (agravantes comunes a los delitos de hurto y
robo). Otro ejemplo que se puede señalar es el artículo 6º letra c) de la ley 20393,
sobre responsabilidad penal de las personas jurídicas: “La adopción por parte de la
persona jurídica, antes del comienzo del juicio, de medidas eficaces para prevenir la
reiteración de la misma clase de delitos objeto de la investigación”.

3.- Según la calidad o naturaleza de las circunstancias.

Materiales u objetivas y personales o subjetivas.

Esta clasificación emana de lo dispuesto en el artículo 64 del Código Penal,


disposición que regula la comunicabilidad de las circunstancias agravantes y
atenuantes.

Materiales.-. Según el art. 64 son “las que consisten en la ejecución material


del hecho o en los medios empleados para realizarlo”.
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Personales.- “las que consisten en la disposición moral del delincuente, en sus


relaciones particulares con el ofendido o en otra causa personal”.

4.- Atendiendo a si tienen o no un efecto privilegiado

Comunes o especiales

Comunes.- Aquellas cuyos efectos son simples y se regulan por lo prescrito en


los artículos 65 a 68 del C. Penal

Especiales o privilegiadas.- son aquellas que tienen un efecto más


significativo. Ej.: art. 73 del C. Penal

CIRCUNSTANCIAS ATENUANTES

Concepto: Son ciertos hechos accesorios al delito que no forman parte del
tipo y que tienen la virtud de aminorar la responsabilidad penal, y por lo mismo
reducen la pena.

Estas atenuantes pueden ser generales o especiales.

Generales: Las que están establecidas en el Libro I del C. Penal


particularmente en el art. 11, y que, por regla general, pueden concurrir en toda clase
de delitos.

Especiales: Las que se encuentran reglamentadas en la parte especial del


C. Penal fundamentalmente en el Libro II, o en leyes especiales, y su aplicación
queda restringida al delito respecto del cual fueron creadas ej.: Cooperación eficaz
en ley 20.000. (sobre tráfico de drogas y estupefacientes)

Clasificación de las circunstancias atenuantes generales reglamentadas en el


artículo 11 del C. Penal.-

1. - Eximentes incompletas art. 11 N° 1;

2. - Atenuantes relativas a los móviles.- N° 3, 4, 5 y 1 0;

Dentro de ellas las de los N° 3, 4 y 5, se les denomina “estados pasionales”.

3.- Atenuantes relativas a la personalidad del delincuente: N° 6 del art. 11;


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4.- Atenuantes relativas a la conducta posterior del delincuente: N° 7, 8 y 9


del art. 11.

EXIMENTES INCOMPLETAS. Art. 11 N° 1.

La redacción utilizada por el legislador pareciera dar a entender que la


atenuante opera en relación con cualquiera de las eximentes del art. 10. Es decir,
que todas serían susceptibles de transformarse en atenuante.

Por su parte la Comisión Redactora, en la sesión N°7, consignó que “Este


número se refiere a los casos en que haya circunstancias copulativas”. Lo que
contribuye a aumentar las dudas sobre el ámbito de aplicación.

El Problema es, entonces, determinar si esta norma es aplicable a todas las


eximentes del art. 10, o sólo a algunas de ellas, y en este último caso, a cuáles.

Criterios utilizados para delimitar la aplicación de las eximentes


incompletas.-

1.- Existen casos que por su naturaleza jamás se pueden transformar


en una eximente incompleta por ser indivisibles tanto material e
intelectualmente.

Así sucede en el 10 Nº 12 primera parte, referido a la omisión por


causa legítima, en la cual no es posible imaginar una situación intermedia.-

En esta materia hay que tener presente que a partir de la ley 20.084.- son
absolutamente inimputables los menores de 14 años. El Código en el número 2 del
art. 10 no ha sido feliz en su redacción porque indica que están exentos de
responsabilidad criminal los menores de 18 años y respecto de los mayores de 14 y
menores de 18 años se les aplica la ley sobre responsabilidad penal juvenil. En
realidad el Código debió señalar expresamente a los menores de 14 años y -en ese
caso - estaríamos en la imposibilidad de transformarla en eximente incompleta por
ser indivisible tanto material e intelectualmente, pues se tiene o no dicha edad.

Antes de la modificación legal este numeral contemplaba a los menores de


16 años y ese era el planteamiento doctrinario.
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El actual número 2 del art. 10 se rige por la regla siguiente.

2.- Hay otros casos en que si falta alguno de los requisitos no se


transforma en eximente incompleta por cuanto el legislador les ha otorgado en
tal evento una regulación especial. Esto es lo que sucede en las siguientes
situaciones:

2.1- Eximente del art. 10 N° 8, referida al caso fortuito, en que de acuerdo a


lo dispuesto en el art. 71, cuando no concurren todos los requisitos para eximir de
responsabilidad, se observará lo dispuesto en el artículo 490 del C. Penal.

2.2.- Tampoco se transforma en eximente incompleta el N° 2 del art. 10,


pues los mayores de 14 años y menores de 18 años que infringen la ley penal se les
sanciona en conformidad a la ley 20.084 (sobre responsabilidad penal juvenil)

2.3.- Finalmente, no se transforma en eximente incompleta la causal prevista


en el N° 13 del art. 10, relativo a los delitos culposos, que, como se sabe, se castigan
sólo por excepción, caso en el cual deberá estarse a lo que disponga el respectivo
tipo penal que establece el delito culposo.

Que pasa con las otras eximentes del art. 10 ¿Se transforman o no en
eximentes incompletas?

Para responder dicha interrogante, es necesario distinguir:

a.-) Eximentes materialmente divisibles. Son aquellas en que al


reglamentarlas la ley les indica requisitos determinados: Así sucede con la legítima
defensa y el estado de necesidad justificante, regulados en el art. 10 Nº 4 a 7 del CP,
como también con la eximente del artículo 10 Nº 11 del C. Penal, introducida en el
derecho positivo por la ley 20.480, publicada en el Diario Oficial de 18 de diciembre
de 2010.

b.)- Eximentes moral o intelectualmente divisibles. Son aquellas que si


bien el legislador no les señala dos o más requisitos, es posible graduarlas en forma
intelectual. Aquí se examinan las eximentes del Art. 10 N°1, 9; 10 y 12, segunda
parte. (Omisión por causa insuperable)

Atenuantes ( eximentes) materialmente divisibles:


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Cuando no concurren todos los requisitos que enumeran estas normas, se


transforman en la atenuante del art. 11 Nº 1. Para ello, es indispensable que concurra
el requisito básico o esencial de ellas: La AGRESIÓN ILEGITIMA en el caso de la
legítima defensa; LA SITUACIÓN DE NECESIDAD o realidad o peligro inminente del
mal que se trata de evitar en el caso del estado de necesidad justificante, y la
actualidad o inminencia del mal que se trata de evitar, en el caso de la causal de
inexigibilidad del art. 10 Nº 11.

Si no concurre tal exigencia básica de la eximente, jamás podrá


transformarse en atenuante.

Para determinar el efecto atenuatorio cuando falta alguno de sus


requisitos, hay que distinguir las siguientes situaciones:

1.-) Faltan requisitos, pero concurre la mayoría de ellos, por ejemplo dos de
tres. En este caso, se transforma en una atenuante privilegiada y se aplica el art. 73.

2.-) Concurren menos de la mayoría. Aquí se rige por las reglas generales en
materia de atenuantes, arts. 65 al 68-bis. No tiene privilegio en cuanto a la
atenuación.-

Atenuantes ( eximentes) moralmente divisibles:

Tal situación concurre en relación con las eximentes del Art. 10 N° 1, 9, 10 y


12, segunda parte.

La regla es que las eximentes que son moralmente divisibles también


pueden transformarse en atenuantes en el caso que no llegue a concurrir con toda su
intensidad la condición que determina la exención, pero siempre que concurra la
base de la causal.

1.- En el caso del art. 10 N° 1, concurrirá la atenuante en todas aquellas


situaciones en que estemos en presencia de lo que la doctrina llama IMPUTABLIDAD
DISMINUIDA, ya analizada al estudiar la locura o demencia. Así, podrían quedar
incluidas la debilidad mental o ciertas formas de neurosis.

En general se comprende las situaciones en que existiendo privación de


razón, esta no sea total.
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2.- Tratándose de la eximente del art. 10 N° 9,.- En lo que dice relación a


la “fuerza irresistible”, para los que sostienen que se refiere a la fuerza física, en los
casos de vis absoluta, no es divisible porque no podría existir una acción a medias.
Las demás situaciones son moralmente divisibles, siempre que concurra la base de
la causal que en este caso es la fuerza.

Por su parte el miedo insuperable se puede transformar en atenuante


cuando siendo poderoso no llegue a ser insuperable, pero debe existir la base de la
causal, que en este caso es el miedo.

3.- Respecto del art. 10 N° 10. En cuanto al “cumplimiento del deber,” se


puede transformar en atenuante cuando existe un exceso de celo, aun cuando en
alguna situaciones podría transformarse en otra atenuante, el haber obrado por celo
de la justicia, art. 11 N° 10, pero siempre debe existir el deber.

Tratándose del “ejercicio legítimo de un derecho,” debe existir el derecho. La


ilegitimidad en su ejercicio podría transformarlo en atenuante.

4.- Art. 10 N° 12 segunda parte, es decir, la omisión por causa insuperable.

Se puede transformar en atenuante cuando existiendo la causa, no llega a la


insuperabilidad.

Se sostiene mayoritariamente que las eximentes incompletas pueden


configurarse en los delitos culposos. Así opinan Cury y Garrido, entre otros.

ATENUANTES RELATIVAS A LOS MOVILES. Art 11 N° 3, 4, 5 y 10

Las tres primeras fueron tomadas del C.P. español. La indicada en el N° 10


fue introducida por la Comisión Redactora.

La doctrina a las tres primeras las denomina “pasionales o emocionales”.

La N°10 se estudia separadamente, por que sí bien se funda en


particularidades relativas a la motivación del individuo, no son propiamente
pasionales.
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Todas estas circunstancias representan situaciones de exigibilidad


disminuida que tienen su origen en imperfecciones en el proceso de formación de la
voluntad.

La mayoría de los autores, refiriéndose a los N° 3, 4 y 5, dicen que habría


bastado con la fórmula general del N° 5. Sin embargo, el prof. Cury señala que tienen
diferencias de orden práctico, pues mientras la de los N°s, 3 y 4, operan con sólo la
prueba de que se han dado en el caso las circunstancias fácticas determinantes de
su eficacia, la del N°5 requiere, además, que se acredite la conmoción anímica del
sujeto. Para este autor en las dos primeras no se exige acreditar que efectivamente
se produjo tal conmoción, en cambio en la del N°5, sí debe acreditarse.

Por otra parte, las circunstancias pasionales son incompatibles entre si, es
decir, un mismo hecho no podría dar lugar a dos o más. Sólo puede fundar una
atenuante.

1.- Atenuante del artículo 11 N°3.-

De acuerdo al texto legal es necesario que concurran los siguientes


requisitos copulativos:

a)- Provocación o amenaza.

b) Que ella provenga del afectado.

c).- Que sea proporcionada al delito que comete el sujeto activo.

d)- Que la provocación o amenaza haya precedido inmediatamente al delito.

La Provocación significa estimular a otro de palabra o de obra, para que


se enoje ej.: desaires, gestos que causan molestias, etc.

La provocación es menos que una agresión, porque si se está en presencia


de una agresión no se aplicaría esta norma, sino que la legítima defensa (siempre
que concurran los demás requisitos).

La provocación no es necesario que constituya un delito.

La Amenaza: significa una acción humana que puede consistir en palabra


o acto que impliquen un propósito de causar un mal a otro. La amenaza constituye
un delito, art. 296 a 298 C.P.
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Tanto Cury como Etcheberry, opinan que la amenaza puede haberse


formulado a una persona distinta del sujeto activo, pero que se encuentra vinculado a
él. La ley no es restrictiva, pero se deberá considerar en relación con la alteración
emocional que la amenaza haya causado en el sujeto activo.

La amenaza o provocación debe provenir del ofendido, deben ser


proporcionadas al delito que comete el sujeto activo, lo que se verá en el caso
concreto. Además, deben preceder inmediatamente al delito, es decir, la
conducta delictuosa debe suceder inmediatamente a la provocación o amenaza.

2.- Atenuante del artículo 11 N °4

La vindicación es la venganza que se toma el que ha sido objeto de un


agravio, es decir, la devolución de un mal con otro mal. De lo anterior se desprende
que para que haya vindicación es necesario que anteriormente exista una ofensa,
que según la doctrina debe ser interpretada en un sentido amplio, es decir, como
cualquier daño, mal o agravio que se infiera a otro.

La vindicación debe ser próxima (no inmediatamente como el caso anterior),


sino que entre la ofensa y la vindicación debe, transcurrir poco tiempo.

La ofensa debe ser grave, lo calificará el tribunal en cada caso. Aquí la ley
señala expresamente que la víctima de la ofensa grave puede ser no sólo el sujeto
activo, sino también ciertos parientes.

3.- Atenuante del artículo 11 N°5.-

Esta es la circunstancia más general, dentro de las pasionales, por lo mismo,


su aplicación es subsidiaria. En otros términos, sólo será aplicable cuando el hecho
no encuadre en alguna de las dos circunstancias que le preceden. En este punto
Enrique Cury si bien acepta que se aplique subsidiariamente, sostiene al mismo
tiempo que ésta atenuante a diferencia de las dos anteriores es la única que
descansa en la existencia real- procesalmente acreditada- de una perturbación
anímica del sujeto. Luego, para recibir aplicación debe concurrir también este
requisito.

El arrebato es un estado emocional que se caracteriza por una perturbación


intensa en la capacidad de autocontrol de una persona que tiene su origen
particularmente en la ira o en la indignación.
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La obcecación es una ofuscación persistente de la razón, que impide al


individuo el normal discernimiento de la conducta que va a seguir.

El Código Penal habla de arrebato "y" obcecación, es decir, copulativo. No


obstante ello, es fácil advertir que ambos términos son distintos. La mayoría de los
autores sostiene que debe emplearse la disyuntiva “o “

Este arrebato u obcecación deben haber sido causados por estímulos


poderosos que naturalmente lo hayan provocado.

Al exigir la ley estímulos poderosos descarta la posibilidad de que una


excitación emocional cualquiera sea suficiente para que exista esta atenuante.

Por otra parte, la ley no exige que los estímulos sean inmediatos o próximos,
sólo que deben existir al momento de cometer el delito. Esto es importante porque
hay arrebatos y obcecaciones que en algunas personas duran largo tiempo.

La doctrina señala que las atenuantes pasionales son perfectamente


compatibles con los delitos culposos. El prof. Cury, indica como ejemplo el sujeto que
realiza una conducta imprudente a causa de un estado de arrebato u obsecación.

4.- Atenuante del artículo 11 N°10

Esta atenuante fue incorporada por la Comisión Redactora a proposición del


señor Fabres, sesión 122, sosteniéndose que en muchos casos puede un celo
exagerado arrastrar a la ejecución de actos que constituyen delitos, proponiéndose
no obstante el hechor el mejor servicio de un puesto público.

Basados en este antecedente hay autores que piensan que esta atenuante
sólo es aplicable al funcionario público o al ejecutor de la justicia.

Otros autores, como Cury y Novoa, piensan que la ley no tiene esa limitación
y es aplicable a otros casos en que no ha intervenido un funcionario público. Por
ejemplo, el que sustrae un niño de la casa de sus padres para mejorar su situación
porque sabe que éstos lo descuidan o maltratan.

Esta atenuante tiene su fundamento en la naturaleza especial del móvil, que


aquí es valioso, ya que el sujeto activo llega hasta la comisión de un delito por amor
a la justicia.
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Este debe ser el único móvil. La expresión justicia está tomada en un


sentido amplio, como dar a cada uno lo suyo.

ATENUANTE RELATIVA A LA PERSONALIDAD DEL DELINCUENTE.


Art.11 N°6

La "irreprochable conducta anterior"

Esta disposición fue tomada del C.P. austríaco y ha recibido numerosas


críticas tanto respecto de su fundamento como de la aplicación que se le ha dado en
la práctica.

La doctrina ha criticado la excesiva liberalidad con que los tribunales


aceptan esta minorante. Para acreditarla bastan la declaración de dos testigos y
ausencia de anotaciones prontuariales. Incluso más, al amparo del actual sistema
procesal penal, basta únicamente que el extracto de filiación y antecedentes del
sujeto no registre anotaciones para que el Ministerio Público y los Tribunales
reconozcan y concedan la atenuante en comento.

La ley no dice que debe entenderse por conducta irreprochable. Ha sido la


doctrina la que ha intentado precisar su alcance.

El profesor Etcheberry estima que el aspecto positivo de la expresión


irreprochable se proyecta en el ámbito de la moral y de las buenas costumbres, pero
siempre en un sentido social, porque la ley no puede introducirse en la moralidad
privada de la persona, mientras ella no tenga repercusión en su vida social.

Por su parte Eduardo Novoa, sostiene que la conducta haya sido


irreprochable quiere decir que no puede encontrarse en ella nada reprensible ni
desde el punto de vista jurídico ni desde el punto de vista moral.

La irreprochable conducta debe ser anterior al delito, pero no se indica plazo,


por eso se dice que debe haber existido durante toda la vida del sujeto.

Parece razonable la observación de Etcheberry, en el sentido que sería


discutible que pueda rechazarse esta atenuante por un comportamiento vicioso en
una época juvenil cuando después ha enmendado su conducta por varios años.

Es importante tener en cuenta que esta circunstancia puede ser calificada y


en tal caso debe acreditarse que el sujeto ha desarrollado actos en beneficio del
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grupo social en una dimensión superior al hombre común, por ej.: haber pertenecido
a Instituciones de Beneficencia, ser integrante del Cuerpo de Bomberos y en general
haber tenido un comportamiento social relevante en beneficio de terceros.

Si el Tribunal concede la calificación se aplicará lo dispuesto en el artículo 68


bis del C. Penal lo que permitiría obtener la rebaja de la pena en un grado, desde el
mínimo de los señalados por la ley al delito.

ATENUANTES RELATIVAS A LA CONDUCTA POSTERIOR DEL


DELINCUENTE

Art. 11 N° 7, 8 y 9

1.- Atenuante del art. 11 N°7.-

Esta minorante revela un cierto arrepentimiento de parte del individuo, pero


que no es eficaz o idóneo para extinguir la responsabilidad penal.

Por otra parte es claro que el legislador quiso con su consagración alentar
todo aquello que signifique impedir o reparar en alguna medida la lesión del bien
jurídico que fue atacado. Así, quien lo realice recibe un tratamiento más atenuado

Esta atenuante tiene dos alternativas. Se puede dar una de ellas o las dos:

1.1.- Procurar, con celo, reparar el mal causado.

Aquí va a depender de si el mal puede o no ser eliminado o reparado. Si es


irreversible, se hará por la vía de la sustitución, esencialmente indemnización de
perjuicios.

Puede que el daño no se pueda reparar, por ello la ley habla de procurar.
Todo de acuerdo a las facultades del procesado.

Novoa sostiene que el procesado debe procurar reparar por si mismo el mal
causado, y no a través de un tercero.

Etcheberry, no comparte esta posición y acepta que pueda ser un tercero,


siempre que la intervención de los terceros se deba a esfuerzos del imputado.

1.2 Impedir, con celo, las ulteriores perniciosas consecuencias.


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Se da normalmente cuando el mal causado tiende a producir otros efectos.


Por ej.: alguien hiere a otro y lo lleva al hospital, prestándole toda clase de auxilio
para que no muera.

Basta que se procure impedir las consecuencias, aunque posteriormente no


se logre.

Como se puede advertir en ambas alternativas el procesado debe obrar


con “celo”

A este respecto, Novoa, sostiene que ello significa que lo mueva el impulso
último, sincero y decidido de conseguir la mayor reparación posible.

Es decir, el imputado debe desplegar todo su esfuerzo y sacrificio para


procurar reparar el mal e impedir sus consecuencias.

La ley nada exige en cuanto al móvil, podría ser que alguien lo haga por un
arrepentimiento moral, o por el simple deseo de contar con una atenuante, o
cualquier cosa. Por ej.: alguien atropella a otro, lo lleva al hospital, le compra
remedios, contrata médicos particulares, igual muere el atropellado, compra la urna,
paga el funeral, ayuda a la familia, etc.

En esta materia es importante tener presente lo dispuesto en el art. 450 bis


del C. Penal que dispone que esta atenuante no procederá en el delito de robo con
violencia o intimidación en las personas.

Cabe, por último, hacer presente que el artículo 6º Nº 1 de la ley 20393,


señala que esta atenuante también resulta aplicable en los casos de responsabilidad
penal de las personas jurídicas.

2.- Atenuante del Artículo 11 N°8.-

La doctrina afirma que tiene un fundamento utilitario, pues se premia al


individuo que, no obstante haber cometido un delito, y pudiendo substraerse a las
respectivas sanciones, decide someterse al orden jurídico y soportar las
consecuencias de su acción.

Para que estemos en presencia de esta atenuante, es necesario que


concurran los siguientes requisitos;
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2.1.- Que el inculpado pueda eludir la acción de la justicia por medio de la


fuga u ocultándose.

2.2.-Que se presente voluntariamente.

2.3.- Que confiese el delito.-

Estos requisitos son copulativos, pero sin duda lo básico es que el sujeto se
denuncie y confiese el delito.

La expresión denuncia, no está tomada en un sentido técnico, como el que


se le asigna tanto en el Código de Procedimiento Penal, como en el Código Procesal
Penal, sino en un sentido natural, como es el de comparecer ante la justicia;
entregarse voluntariamente a la autoridad correspondiente.

Confesar el delito, es reconocer su participación en él.

Para que pueda existir esta atenuante, además de que se denuncie y


confiese el delito, esto debe realizarse en condiciones de que el individuo haya
podido eludir la acción de la justicia ocultándose o fugándose. Por lo mismo será un
hecho objeto de investigación.

La ley aquí no exige que exista certeza de que iba a eludir la acción de la
justicia, sino que como dice Cury, es suficiente una probabilidad razonable de
hacerlo.

Por su parte Etcheberry, agrega, que no se exige que el sujeto hubiera


podido mantenerse oculto o substraído a la acción de la justicia para siempre, pues
ello jamás podría probarse, sino que basta que se acredite la perspectiva razonable
de que tal cosa hubiera ocurrido por un lapso no determinado con certeza en el
futuro.

3.- Atenuante del artículo 11 N°9.-

Esta circunstancia fue modificada por la Ley 19.806 de 31 de Mayo de 2002


conocida como ley adecuatoria de la reforma procesal penal.

Se trata de una circunstancia de reciente creación, que ha sido aplicada


fundamentalmente para lograr una adecuación de pena que permita una salida
alternativa.
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La rigidez del sistema de penas de nuestro Código Penal, obstaculizaba la


posibilidad de que se pudiera recurrir a salidas diferentes al juicio oral. A través de
esta atenuante se logra una mayor flexibilidad.-

En esta atenuante existen ciertos aspectos que deben ser dilucidados.

1°.- Qué se entiende por colaboración sustancial.

2°.- Oportunidad en que se debe prestar esa colaboración.

3° Que se debe entender por “esclarecimiento de los hechos"

Respecto de la colaboración sustancial.-

Don Enrique Cury, sostiene, que en este aspecto no debe limitarse a


proporcionar detalles intrascendentes, sino constituir un aporte efectivo y serio al
éxito de la investigación, pero a diferencia de lo que requieren algunas disposiciones
especiales como las de la cooperación eficaz, en la ley de drogas, no se exige que
se traduzca efectivamente en resultados concretos.

Por otra parte, se ha sostenido por fallos de Tribunales de Garantía y


Orales que debe tratarse de una colaboración, a través de la declaración del
imputado, renunciando a su derecho a guardar silencio, de carácter esencial,
importante, relevante, y ella debe analizarse tanto respecto de los efectos que tenga
en relación con el propio imputado como al esclarecimiento total de la investigación
fiscal

Otro punto importante es ¿Ante quien se presta esta colaboración?

Cury, señala que aunque el texto, habla de colaborar con la justicia, la


contribución puede efectuarse no sólo ante el tribunal sino, además, ante otras
autoridades encargadas de la investigación (Ministerio Público, Policías). En estos
últimos casos, no obstante, la colaboración debe ratificarse ante el órgano
jurisdiccional correspondiente.

En cuanto a la oportunidad en que se debe prestar la colaboración. Según


el 'Diario de sesiones del Senado", ella debería prestarse en cualquier etapa del
procedimiento aunque se sostiene que la colaboración debe prestarse con
preferencia en la etapa de investigación, aun cuando dicha circunstancia debe
apreciarse en cada caso y desde un punto de vista global de la investigación. Los
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Tribunales la han aceptado cuando se ha prestado en la misma audiencia del Juicio


Oral, confesando el sujeto.

Respecto a que se debe entender por esclarecimiento de los hechos.

Esto significa que permita dar por establecido la naturaleza de ellos y la


manera como ocurrieron. No se exige el esclarecimiento del delito sino sólo el
esclarecimiento de los hechos investigados. En todo caso se ha estimado que si con
esa colaboración se permite, además, esclarecer el delito, con mayor razón debe ser
aplicada.

Cury, señala que la colaboración puede estar dirigida tanto al


esclarecimiento del hecho punible propiamente tal, como a la intervención que en él
ha tenido el sujeto u otras personas cuya participación en él era ignorada hasta ese
momento.

Esta es una circunstancia de carácter personal, por la misma razón sólo se


aplica en quien concurra, no se comunica a otros partícipes del delito. Ello de
acuerdo a lo prescrito en el artículo 64 del C. Penal.

Debe tenerse presente que el artículo 6º Nº 2 de la ley 20.393, señala que


esta minorante también se aplica a la responsabilidad penal de las personas
jurídicas, estableciendo expresamente que: ”Se entenderá especialmente que la
persona jurídica colabora sustancialmente cuando, en cualquier estado de la
investigación o del procedimiento judicial, sus representantes legales hayan puesto,
antes de conocer que el procedimiento judicial se dirige contra ella, el hecho punible
en conocimiento de las autoridades o aportado antecedentes para establecer los
hechos investigados”.

Finalmente, es necesario dejar consignado que el artículo 407 del Código


Procesal Penal señala que, en caso de recibir aplicación la normativa de un
procedimiento abreviado, la aceptación de los hechos de la acusación puede ser
considerada por el fiscal como suficiente para estimar que concurre la atenuante del
art. 11 Nº 9, norma ésta que ha tenido gran aplicación práctica, extendiendo el ámbito
de aplicación de esta circunstancia.

CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES DE RESPONSABIILIDAD CRIMINAL

Concepto: Son ciertos hechos accidentales al delito que producen el efecto


de agravar la responsabilidad criminal, y por lo mismo, aumentar la pena.
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Nuestro Código Penal las enumera en forma casuística y utilizando el


sistema de numerus clausus.

El art. 12 contempla las circunstancias agravantes generales, pero además


existe como agravante genérica la del art. 72. Las especiales están en diversas
disposiciones del código y leyes especiales.

La ley 20609 D. O. de 24 de julio de 2012, agregó el numeral 21 al Art. 12


del C. Penal, estableciendo una nueva agravante. “21ª. Cometer el delito o participar
en él motivado por la ideología, opinión política, religión o creencias de la víctima; la
nación, raza, etnia o grupo social a que pertenezca; su sexo, orientación sexual,
identidad de género, edad, filiación, apariencia personal o la enfermedad o
discapacidad que padezca.”.

El Código Penal no hace ninguna distinción de las agravantes, las


reglamenta de forma desordenada, de modo que ha sido la doctrina la que ha
intentado el estudio de ellas, agrupándolas o clasificándolas.

Tomando como base lo prescrito en el artículo 64 del Código Penal, se


pueden clasificar en personales; materiales y mixtas.

Circunstancias agravantes personales.-

Pertenecen a esta categoría las siguientes:

1.- La premeditación conocida. Art.12 N°5, primera parte.

2.- Prevalerse del carácter público del culpable, Art 12 N°8

3.- Abusando de confianza. Art.12 N°7.-

4.- La reincidencia Art. 12 N°14, 15 y 16

5.- Agravante antidiscriminación Art. 12 Nª21

La premeditación conocida, art. 12 N°5, primera parte.

Es una agravante que ha originado una gran discusión en la doctrina, tanto


respecto a su concepto, naturaleza y fundamentos.
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El Código Penal no da una definición de premeditación. Pacheco indicaba


que el significado que había que darle era el ordinario y vulgar.

Etimológicamente; premeditar viene de meditar o reflexionar de antemano.


EI diccionario le otorga el significado de “pensar reflexivamente una cosa antes de
ejecutarla”.

Criterios para determinar la premeditación.

Siempre ha sido una materia controvertida, pero a través del tiempo se han
elaborado diversos criterios, siendo los más conocidos los siguientes:

1.-Criterio Cronológico.-

Es el más antiguo. Considera como elemento esencial de la premeditación


el transcurso de un cierto tiempo entre la resolución delictiva y la ejecución del delito.
No obstante el espacio temporal que existe entre ambos extremos el sujeto no se
detiene.

2.- Criterio psicológico (o ánimo)

La esencia de la premeditación está en el ánimo frío y tranquilo de matar,


formado anticipadamente, es decir, lo que caracteriza esta agravante es la actitud
anímica que presenta y mantiene el individuo entre el momento que resuelve ejecutar
el delito hasta que lo ejecuta. No importa el tiempo que haya transcurrido entre la
resolución y la ejecución.

3.- Criterio ideológico.

Aquí se exige una deliberación interna, a favor de la comisión del delito que
persista hasta la ejecución de la misma.-

Elementos esenciales de la premeditación .

De lo expuesto precedentemente, se indica que los elementos esenciales de


la premeditación serían los siguientes:

1.- La resolución de cometer un delito.-

2.- Un intervalo de tiempo entre tal resolución y la ejecución del hecho.


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3.-Persistencia durante dicho intervalo de la voluntad de delinquir, y

4.- Frialdad y tranquilidad del ánimo

A este respecto, no toda la doctrina sigue estos criterios para determinar la


premeditación. Autores como Mario Garrido, tratan como criterios el cronológico el
psicológico y le agrega el sintomático, conforme al cual la premeditación debe
vincularse con la motivación del agente. Será agravante cuando revele una
personalidad peligrosa, maligna, no así en los otros casos; puede concurrir en el
homicidio por piedad, hipótesis en la cual no debería agravar la responsabilidad.
Los autores coinciden en que la expresión "conocida" significa que la
premeditación debe resultar de signos externos que la revelen en forma inequívoca,
de modo que para acreditarla no basta la confesión del delincuente.

Cury, a este respecto sostiene que el legislador en este caso ha querido


subrayar que no puede presumírsela por el hecho de que haya transcurrido un cierto
lapso entre la ideación y la ejecución del delito. Es necesario que en el proceso se
encuentren acreditados actos del imputado en los cuales aparezca de manifiesto la
reflexión preliminar y la efectiva permanencia de la decisión.

Por expresa disposición legal, esta agravante está limitada a los delitos
contra las personas.

Hay autores que estiman que se podría aplicar a otros delitos, que tienen
otros bienes jurídicos protegidos, pero de los cuales resulta un daño a las personas.

Parece acertado lo que señala Etcheberry, se podría aceptar este criterio


respecto de algunos delitos complejos que contempla el Código Penal, por ejemplo,
art. 433. Robo con homicidio.

Cuando concurre esta agravante en el delito de homicidio lo califica. Art. 391


N°1, circunstancia quinta.

Además, como es una circunstancia personal, considerando el art. 64, no se


comunica a los copartícipes en quienes no concurre.

Es importante tener en cuenta que existen autores que propugnan la


eliminación de esta agravante o bien sustituirla por una relativa a los móviles
reprobables del sujeto (Cury, es partidario de sustituirla)
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Prevalerse del carácter público del culpable art. 12 N°8

Para los efectos de esta disposición, Novoa, sostiene que tiene carácter
público toda persona que desempeñe un cargo al cual el Estado asigna o reconoce
autoridad o atribuciones especiales. Puede tratarse de funciones militares o civiles,
administrativas o judiciales.

Por su parte Enrique Cury, dice que en nuestro sistema debe aplicarse el
art. 260 del C.P., definición que atiende a las funciones que se desempeñan, que es
mucho más amplia que la que establece el Estatuto Administrativo.

Esta agravante sólo es aplicable a los casos en que el funcionario público,


aprovechándose de esa calidad comete delitos. No es aplicable a los casos en que
la calidad de funcionario público es un elemento integrante del tipo, por lo que
dispone el art. 63. De lo contrario, se infringiría el principio Non bis in idem.

Tampoco se aplica a los casos en que el funcionario público delinque en


actuaciones de carácter privado que no guarden relación con el cargo que
desempeñan.

Prevalerse del carácter público, significa aprovechar la influencia, prestigio y


oportunidades que le da dicha situación para cometer el delito. Por Ej.: Juez que en
un allanamiento hurta las joyas.

Abuso de confianza. Art. 12 N° 7.

Aquí el delincuente infringe la obligación de lealtad y se aprovecha de


circunstancias favorables para cometer el delito, es decir, abusa de un vínculo o
relación especial que debieran conducirlo a responder a la confianza que se ha
depositado en él.

Esta confianza puede emanar de una relación familiar, de amistad.

Para que opere esta agravante es necesario que el quebrantamiento de la


confianza haya contribuido de alguna manera a la realización del hecho, ya sea
facilitándolo, o procurando su mejor provecho, o para lograr la impunidad.

Al igual que en el caso anterior, esta agravante no tiene aplicación cuando el


abuso de confianza es inherente al delito. Ej.: En el delito de apropiación indebida,
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tipificado en el art. 470 N°1, del Código Penal, es un delito de fraude por abuso de
confianza. Prohibe su aplicación el art. 63 del C. Penal

Reincidencia art. 12 N°14, 15 y 16 .-

Estas materias fueron objeto de modificación por Ley 20.253 publicada en el


Diario oficial de 14 de marzo de 2008.

En términos generales existe reincidencia “cuando el sujeto que ha sido


condenado por uno o más delitos incurre, después de ello, en otra u otras conductas
punibles.” ( Cury)

Lo que caracteriza la reincidencia es el hecho que "debe existir una


sentencia condenatoria firme”, entre el o los delitos cometidos anteriormente. Esto
es, precisamente, lo que la distingue de la reiteración de delitos, ya que en este
último caso, si bien un individuo ha cometido varios delitos independientes unos de
otros, entre ellos no ha mediado una condena. Esta reiteración es una especie de
concurso de delitos (concurso material).

Clasificación de la reincidencia.

1.- Reincidencia verdadera o propia y reincidencia ficta o impropia.-

Verdadera o propia. Tiene lugar cuando la condena por el o los delitos


anteriores se ha cumplido y por lo mismo el individuo ha sufrido todos sus efectos.

Ficta o impropia.- Consiste en que la condena por el o los delitos anteriores


no ha sido cumplida y el individuo vuelve a delinquir.

2.- Reincidencia específica y genérica.-

Específica. Se caracteriza porque los delitos cometidos antes y los


cometidos después de la condena son de la misma especie.

Genérica Consiste en la comisión de un delito de distinta especie del o los


otros que ya fueron juzgados.

La mayoría de la doctrina opina que es más grave la reincidencia específica,


ya que ella revela una clara tendencia del sujeto a la comisión de algunos delitos.

Sin embargo, algunos estiman que la reincidencia genérica demuestra una


mayor variedad de aptitudes para delinquir.
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Doctrinariamente ambas clasificaciones pueden combinarse. Nuestro C.


Penal, distingue la reincidencia propia, en genérica y específica. En cambio si bien
contempla la reincidencia ficta o impropia, no hace distinción en ella.

Reincidencia impropia o ficta. Art. 12 N°14.-

Este numeral no estaba en el C.P. español. Fue introducido por la Comisión


Redactora, sesión N°138.-

Esta agravante debe estudiarse en relación a lo dispuesto en los arts. 90 y


91, del Código Penal lo que ha planteado confusiones y discusiones en doctrina.

De acuerdo a Etcheberry y Cury, la segunda hipótesis que contempla el N°


14 no recibe aplicación en la práctica, ya que de acuerdo a lo dispuesto por el art. 90
del C.P., el que quebranta una condena comete un delito especial, sancionado
específicamente en esa norma, y que por lo mismo, de acuerdo a lo dispuesto en el
art. 63, no se puede considerar como una agravante, pues ello significaría infringir el
principio non bis in idem.

Etcheberry, dice que esta agravante sólo tendría aplicación cuando se


delinquiera durante el cumplimiento de una condena sin haberla quebrantado.

Por su parte Cury, sostiene que esta circunstancia agravante sólo se aplica
a los casos en que quien comete el nuevo delito está cumpliendo la condena anterior
y aún en este caso sólo en las situaciones a que se refieren los incisos primero y
último del art. 91. En los otros casos no tendría aplicación por que no se refieren al
orden en que deben cumplirse las penas, sino que establecen una sanción especial.

Novoa, tiene otro criterio. Sostiene que el art. 90 no está señalando penas
para los casos de quebrantamiento, sino que establece medidas para asegurar el
mejor cumplimiento de la condena quebrantada.

Quebrantar una condena. Significa substraerse en cualquier forma de los


efectos de la pena que se está cumpliendo.

En cuanto al nuevo delito que se comete, este puede ser de cualquier


naturaleza y de cualquier gravedad.

Respecto del tiempo en que puede ser castigado el quebrantamiento, se


aplican los arts. 97 y 98 del Código Penal.
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Reincidencia propia genérica.- Art.12 N°15.-

Para que este número pueda tener aplicación se requiere:

1.-Que el individuo haya sido condenado anteriormente por dos o más


delitos.

2.- Que los dos o más delitos anteriores tuvieran fijada en la ley una pena
mayor o igual a la del nuevo delito que comete.

En cuanto al primer requisito.-

El art. 12 N°15, emplea la expresión delitos , es decir, plural, lo que debe


complementarse con lo dispuesto en el artículo 92 N°2, que habla de dos o más
delitos. Luego si anteriormente había sido condenado por uno solo, no se cumple con
este requisito.

El art. 12 N°15, antes de la ley 20.253 empleaba la expresión “castigado” Tal


expresión fue sustituida por “condenado”.

En cuanto al segundo requisito.

Aquí lo que se exige es que los delitos anteriores tengan asignada por la ley
una pena mayor o igual a la del nuevo delito, aun cuando en el hecho por las
circunstancias que hayan concurrido se le haya impuesto una menor.

Los delitos anteriores, pueden haber sido de diversa naturaleza, por ello es
una reincidencia genérica.

Reincidencia propia específica art. 12 N°16 C. Penal

Este numeral fue reemplazado íntegramente por la ley 20.253 y actualmente


dispone “Haber sido condenado el culpable anteriormente por delito de la misma
especie”.

Requisitos
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1.- Haber sido "condenado" anteriormente por la comisión de un delito.

Aquí tampoco se exige que la condena se haya cumplido efectivamente.

2.- Que ese delito anterior sea de la "misma especie" que el nuevo delito que
se comete.

¿Qué debe entenderse por delito de la misma especie?

Esto ha sido un punto de discusión en doctrina y la jurisprudencia, es


abundante y a veces contradictoria

Algunos creen que es necesaria la identidad de los dos delitos ej.: dos
robos con fuerza, dos falsificaciones de instrumento público, etc.

Otros piensan que debe entenderse como de la misma naturaleza, por ej.:
homicidio-lesiones, robo-hurto. Etc.

Etcheberry, sostiene que son de la misma especie los que están


sancionados en el mismo título del C.P. o ley que lo sanciona. Le da aplicación a lo
que dispone el art. 509 del C.P.P. que regula la punibilidad de la reiteración de
crímenes o simples delitos de la misma especie.

Es importante tener en cuenta que el Código Procesal Penal, abandona el


criterio utilizado por el art. 509 y lo reemplaza por aquel que indica que son de la
misma especie, los que afectan un mismo bien jurídico, art. 351.- Código Procesal
Penal.

Novoa, dice que como la ley no especifica los caracteres comunes que han
de presentar los delitos, ellos no pueden ser otros que los que los diferencia, que
son fundamentalmente el bien jurídico protegido, el ánimo perseguido por el
delincuente y, dentro de ciertos límites, la forma de ejecución. También tiene valor
para considerarlos de la misma especie que el legislador dicte reglas comunes para
ellos.

Este N° 16 es específico, por lo mismo, en caso de concurrir los requisitos,


prima sobre el N° 15, que es general.

Como se puede apreciar en nuestro C. Penal, la reincidencia específica es


más grave, por cuanto los requisitos que establece son menos exigentes. Basta que
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anteriormente haya sido castigado por un solo delito, sin atender a la gravedad, sólo
que sea de la misma especie, que el nuevo delito cometido.

Cabe destacar que el artículo 7º de la ley 20393, ya citada, señala que es


circunstancia agravante de la responsabilidad penal de la persona jurídica, el haber
sido condenada, dentro de los cinco años anteriores, por el mismo delito, lo que
constituye un caso especial de reincidencia específica.

Prescripción de la reincidencia. Art. 104 C. Penal

Esta norma es aplicable únicamente para los N° 15 y 16 del art. 12, es decir,
para la reincidencia propia, genérica o específica. Es lógico que así sea, por que el
N° 14 habla de "mientras se cumple la condena” y "dentro del plazo en que puede
ser castigado por el quebrantamiento" En dicho caso se aplica el art. 97

En cuanto al plazo, hay que distinguir. Si se trata de crímenes, 10 años. Para


los simples delitos, 5 años.

Se cuenta a contar del momento en que se cometió el delito.

Admisibilidad de la reincidencia en los delitos culposos.-

Novoa, sustenta la doctrina de la mayoría de los autores extranjeros en el


sentido que estima improcedente la aplicación de la reincidencia cuando los hechos
punibles que se suceden corresponden a expresiones distintas de la culpabilidad, es
decir, delitos y cuasidelitos o viceversa.

En cambio aceptan su procedencia cuando la relación se produce entre dos


o más delitos culposos o cuasidelitos ya que en este caso habría un manifiesto
desprecio por las normas de convivencia social.

Etcheberry estima que la condena por cuasidelito no seria suficiente para dar
origen a la reincidencia, y se funda en el sentido restrictivo que el art, 2° del C.P. da a
la voz delito, como opuesto a los cuasidelitos.

Cury dice que es aplicable la reincidencia y ello porque el art. 1 del C.P.
contiene el concepto de delito en general, concepto que es válido tanto para el delito
doloso como para el culposo y el art. 2 sólo se limita a fijar la distinción que existe
entre ambos. Agrega que una institución no es aplicable al cuasidelito sólo cuando la
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ley lo disponga expresamente, o bien cuando es inconciliable con su naturaleza y


nada de ello aquí ocurre (por ejemplo la tentativa es incompatible con los
cuasidelitos).

Sin embargo, el prof. Cury, es de opinión de eliminar la reincidencia como


agravante tanto respecto de los delitos dolosos como culposos.

Admisibilidad de la reincidencia en las faltas.

Los N° 14, 15 y 16 hablan de delitos y de acuerdo al art. 3 en la expresión


delitos quedan comprendidos los crímenes, simples delitos y faltas. De ahí que la
mayoría dice que es aplicable la reincidencia en las faltas.

Comunicabilidad de la reincidencia

Por el carácter personal que la reincidencia tiene, no se comunica a los


copartícipes en quienes no concurre. Art. 64, inciso 1°.

Otros efectos de la reincidencia.

Además de ser agravante la reincidencia produce otros efectos, consistentes


principalmente en limitaciones para obtener ciertos beneficios, tales como la libertad
provisional la imposibilidad de obtener salidas alternativas.

Agravante antidiscriminación. Art. 12 Nª21.

Como ya se ha indicado esta es una nueva agravante incorporada por la ley


20609, que establece medidas antidiscriminación. Dicho texto legal es conocido
como Ley Zamudio o Ley antidiscriminación.

Del precepto se puede advertir la amplitud con que ha sido concebida. Su


aplicación se extiende tanto a los autores como a los partícipes que cometan o
intervengan en la comisión del delito con la motivación que en ella se indica. Sin
duda que es una agravante de carácter personal y su aplicación presentará más de
alguna dificultad.

Circunstancias agravantes materiales.-


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En este grupo se ubican las siguientes agravantes:

1.- Cometer el delito mediante precio, recompensa o promesa. Art.12 N°2.-

2.- Ejecutar el delito por medio de inundación, incendio, veneno u otro


artificio que pueda ocasionar grandes estragos o dañar a otras personas.- Art. 12
N°3.-

3.- En los delitos contra las personas emplear astucia, fraude o disfraz.- Art.
12 N°5, segunda parte.

4.-Abusar el delincuente de la superioridad de su sexo, de sus fuerzas o de


las armas, en términos que el ofendido no pudiera defenderse con probabilidades de
repeler la ofensa. Art. 12 N°6.-

5.- Emplear medios o hacer que concurran circunstancias que añadan la


ignominia a los efectos propios del hecho. Art. 12 N°9.-

6.- Cometer el delito con ocasión de incendio, naufragio, sedición, tumulto o


conmoción popular u otra calamidad o desgracia. Art. 12 N°10.-

7.- Ejecutarlo con auxilio de gente armada o de personas que aseguren o


proporcionen la impunidad. Art. 12 N°11.-

8.- Ejecutarlo de noche o en despoblado. Art. 12 N°12.-

9.- Ejecutarlo en desprecio o con ofensa de la autoridad pública o en el lugar


en que se halle ejerciendo sus funciones. Art. 12 N°13.-

10.- Cometer el delito en lugar destinado al ejercicio de un culto permitido


en la República. Art. 12 N°17.-

11.- Ejecutar el hecho con ofensa o desprecio del respeto que por la
dignidad, autoridad, edad o sexo mereciere el ofendido, o en su morada, cuando él
no haya provocado el suceso. Art. 12 N°18.-

12.- Ejecutarlo por medio de fractura o escalamiento de lugar cerrado. Art. 12


N°19.-

Dado la reglamentación detallada del Código, en este apunte sólo se


analizará algunas de ellas, dejando las restantes al estudio del alumno utilizando la
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bibliografía entregada y de manera especial en este aspecto las obras de los


profesores Etcheberry y Cury.

Análisis particular de algunas circunstancias agravantes materiales.

I.- Cometer el delito mediante precio, recompensa o promesa. Art. 12 N°2.-

Aquí siempre habrá dos sujetos involucrados,

Precio. Implica el pago de una remuneración avaluable en dinero para que


se cometa el delito.

Recompensa. Significa otras retribuciones, ventajas, como por ejemplo


honores, dignidades, empleos, etc.

Promesa. Ofrecimiento de un precio o recompensa futuros (que se hagan


efectivamente)

Como en este caso hay dos personas, uno el que paga, promete u otorga y
el otro que la recibe o acepta para cometer el delito. Se ha planteado el problema de
si esta agravante afectará a ambas personas, o si sólo se aplicará respecto del
ejecutor. La doctrina se encuentra dividida.

Etcheberry , dice que se aplica a ambos porque el texto legal es claramente


objetivo y exige solo que medie precio, recompensa o promesa, por ello mismo es
una circunstancia material.

Novoa, sostiene que sólo debe aplicarse al ejecutor material, ya que sólo en
este último concurre el móvil económico para delinquir.

Evidentemente lo anterior no significa que el que otorga el precio no vaya a


ser castigado. Lo va a ser como co-autor (instigador) del delito que se comete.

Entre estas dos personas tiene que existir un convenio o pacto anterior al
delito.

Esta agravante no es incompatible con la premeditación, ya que ambas


tienen distinto fundamento.
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Cuando esta agravante concurre en el delito de homicidio, lo califica. Art. 391


N° 1.

Se debe tener presente que la redacción de ambas disposiciones no es


igual, por ello pueden presentarse algunas discusiones, como por ej. Si en el
homicidio calificado, se aplica tanto al mandante como al ejecutor. En esta materia
don Alfredo Etcheberry, no tiene la misma opinión que cuando se trata de la
agravante, pues el art. 391 N°1, habla de “por”premio o promesa remuneratoria”
con lo que se aplica sólo al ejecutor, porque sólo él lo hace “por”. De manera que en
tal caso al mandante se le sancionará por homicidio simple, más la agravante. En
cambio, el ejecutor será sancionado por homicidio calificado. Sobre esta materia se
volverá cuando se estudie la parte especial.

II.- Ejecutar el delito por medio de inundación, incendio, veneno u otro


artificio que pueda ocasionar grandes estragos o dañar a otras personas.- Art. 12
N°3.-

En doctrina se le denomina "medios catastróficos".

Lo que se tiene en cuenta aquí es el medio, y por lo mismo ello implica un


peligro para la seguridad general.

En la expresión artificios que emplea la ley podemos citar por ejemplo, el


empleo de sustancias químicas.

No debe confundirse con la agravante del N° 10, ya que en esta última el


individuo no provoca los daños o estragos, sino que se aprovecha de ellos para
delinquir.

Hay muchos casos en que esta agravante no tendría aplicación, por que el
delito de daño está sancionado en el C.P., art. 480 y el incendio en los artículos 474 y
siguientes de modo que puede darse un problema de concurso que se resolverá de
conformidad con los artículos 74 y 75 del Código Penal. En consecuencia no podría
aplicarse esta agravante, porque con ello se infringiría el art. 63 del C.P.

El artículo 391 N°1 circunstancia tercera, tipifica el homicidio con la


calificante de “por medio de veneno”. En este caso el veneno no se concibe como un
medio catastrófico, sino que como un medio insidioso que se estudiará en su
oportunidad.
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Circunstancias agravantes mixtas.-

En este grupo se encuentran la alevosía y el ensañamiento.

I.- La alevosía Art. 12 N°1

La ley define la alevosía.

“Cometer el delito contra las personas con alevosía, entendiéndose que la


hay cuando se obra a traición o sobre seguro”.

Obrar a traición, según Novoa, es obrar faltando a la lealtad, con doblez y de


improviso, sin permitir que la víctima se aperciba del ataque que se le va a hacer
objeto.

Obrar sobre seguro, Abarca hasta el poner asechanzas o preparar celadas,


como el aprovechar circunstancias que hagan inevitable y cierto el mal que ha de
sufrir el afectado.

Todas estas condiciones de aseguramiento deben haber sido buscadas,


procuradas o aprovechadas por el sujeto. No bastaría sólo con que la víctima se
encuentre en una situación real de indefensión, es decir, tiene además que existir un
aspecto subjetivo constituido por el propósito de aprovechar la indefensión en que la
víctima se encuentra o se ha colocado. En razón al componente subjetivo que tiene
que existir esta agravante sólo es concebible en delitos ejecutados con dolo directo.

En otros términos existirá aseguramiento del golpe e indefensión de la


víctima.

Un punto discutido en doctrina es qué debe entenderse por “delitos contra


las personas”. Ambito de aplicación al cual la ley circunscribe la alevosía y también la
agravante del art. 12 N°5.-

Existen fundamentalmente dos posiciones.-

1.- Algunos sostienen que se aplica sólo en aquellos delitos que se


encuentran previstos y sancionados en el Título VII, del Libro II, del Código Penal,
bajo el epígrafe “Crímenes y simples delitos contra las personas.”
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2.- Otros afirman que debe aplicarse a todas aquellas infracciones complejas
en que uno de los bienes jurídicos que la ley tutela es la persona. Más aún, debe
aplicarse a todo hecho punible constituido por un atentado que llegue a afectar la
vida o la integridad corporal del hombre, cualquiera sea su denominación.

La última posición es la mayoritaria.

Cuando la alevosía concurre en el delito de homicidio, lo califica, art. 391


N°1, circunstancia primera.

Finalmente es importante tener presente que el Código establece en el art.


456 bis , que las circunstancias de los números 1 y 5 del art. 12, serán aplicables en
los casos que se ejerciere violencia sobre las personas. Con esto se puso término a
la discusión que existía acerca de si estas agravantes eran o no aplicables al delito
robo con violencia, pues esta clase de delitos no se encuentra ubicado bajo el
epígrafe “delitos contra las personas” , sino que dentro de los delitos contra la
propiedad.

II.- Aumentar deliberadamente el mal del delito causando otros males


innecesarios para su ejecución. (ensañamiento) Art. 12 N°4.-

La doctrina denomina a esta agravante ensañamiento, aun cuando el


Código aquí no utiliza ese nombre, pero si se lo asigna expresamente en el delito de
homicidio calificado, art. 391 N°1, circunstancia cuarta. En todo caso la calificante no
es exactamente igual que la agravante.

En esta agravante deben concurrir dos requisitos.

1.- Requisito de carácter objetivo, que está constituido por el hecho de que
el delincuente ocasione males que van más allá de los necesarios para que el delito
se consume, es decir, aquí el mal que se causa supera totalmente a aquel que es
propio del delito atendido la naturaleza del delito. A ello le llamaba Pacheco lujo de
males, es decir, exceso de males.

2.- Requisito de carácter subjetivo o síquico, significa que el delincuente


ocasione esos males innecesarios y excesivos con el deliberado propósito de
aumentar el mal. Ahí demuestra su crueldad.

Por esta razón se dice que no se cumple este requisito si ese mal excesivo
se causó para ocultar el delito o borrar sus huellas.
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Cury, precisa que no son males susceptibles de apreciación para los efectos
de esta agravante aquellos de que la víctima no puede percatarse, por ej.: el
descuartizamiento del cadáver, o dar golpes al lesionado que se encuentra
inconsciente.

Por otra parte si los otros males que se ocasionan constituyen delitos
diferentes no se aplica esta agravante, sino que se está en presencia de un concurso
de delitos.

Prevalerse de menores de 18 años. Art. 72

Esta es una agravante genérica, aun cuando no se encuentra regulada en el


art. 12 del C. Penal, sino que en el artículo 72, es genérica porque se aplica
cualquiera sea el delito cometido, pero en cuanto a sus efectos es especial, ya que
primero se aplica la pena de acuerdo a las reglas generales y después se eleva en
un grado.

Los mayores que concurren con los menores en la comisión del delito, no
sólo tienen que haber tenido conocimiento de la minoridad, sino que tienen que
haberse “prevalido de ellos”, es decir, debe haberse aprovechado de él.

El parentesco art. 13, ( atenuante y agravante)

Se dice que es una causal mixta, ya que puede atenuar o agravar la


responsabilidad penal según la naturaleza o accidentes del delito.

Tradicionalmente se ha seguido como regla el criterio de Pacheco, conforme


al cual se acepta que en los delitos contra las personas el parentesco se estima
como agravante y en los delitos que se ejecutan sobre las cosas ej.: hurtos, daños
etc. se le considera como atenuante.

En todo caso el punto no es claro y en general es el Tribunal el que debe


determinarlo en cada caso.

Etcheberry, señala que el parentesco normalmente será agravante en los


delitos contra la vida y la salud, contra la honestidad, como en los restantes si se
emplea violencia. En los delitos contra la propiedad que se perpetren sin violencia,
incluidos los fraudes, generalmente el vínculo familiar constituirá una atenuante. En
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los delitos contra la libertad y contra el honor no tendría trascendencia la relación


parental.

Es importante tener presente que el legislador ha considerado el parentesco


para muchos otros efectos de carácter penal. Así por ej.: excluye la responsabilidad
penal, en el art. 17 inciso final; elimina la pena en el art. 489, elemento del tipo en el
parricidio art. 390. Etc.

El parentesco es una circunstancia de carácter personal, y de conformidad a


lo que dispone el art. 64, no se comunica a los demás intervinientes.

Reglas básicas aplicables a las circunstancias modificatorias.

1- No existen otras circunstancias modificatorias que las que la ley señala,


sea en el Código Penal, o en otros textos especiales.

2.- Por regla general se aplican a toda clase de delitos, excepcionalmente la


ley limita su ámbito de aplicación.

3.- Un mismo hecho sólo puede fundar una circunstancia modificatoria.

. Agravantes que no producen el efecto de aumentar la pena.

(Art. 63 C. Penal (Consagración principio non bis in idem)

Esta disposición contempla tres situaciones.-

1.- Agravantes que por sí mismas constituyan un delito.

Se sostiene que no existen agravantes que constituyen por sí misma delitos


y por esa razón esta parte sería innecesaria.

Pero hay casos que algunos autores citan que podrían presentarse por
ejemplo art. 12 N° 3. Podría existir incendio (474) o estrago (484). Si ello ocurre, no
se aplica la agravante, sino que los delitos que resultaren.

2.-Agravantes que la ley ha expresado al describir y penar el delito.-


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Como por ej., art. 440, robo con fuerza en las cosas, en que una de las
modalidades es el escalamiento. El homicidio calificado, art. 391 N°1, indica las
circunstancias que deben concurrir.

3.-Agravantes que son inherentes al delito, de manera que no pueden existir


sin la concurrencia de ellas.

Aquí la ley no señala expresamente estas agravantes al describir el delito,


sino que integran la esencia misma de él. Por ejemplo art. 394, infanticidio, sobre el
recién nacido se ejerce superioridad del sujeto activo, pero esta circunstancia es
inherente al infanticidio, por lo que no podría aplicarse el 12 N° 6.

También el hurto calificado, 447, no podría aplicarse como agravante, el


abuso de confianza, pues ello es lo que autoriza al juez, para aplicarle mayor pena.

Todas estas situaciones son manifestaciones del principio Non bis in Idem,
que significa que cuando un hecho ha sido tomado en cuenta para fundar la
incriminación, no puede volver a considerarse para agravarla.

Comunicabilidad de las circunstancias modificatorias.- Art. 64 .

Esta disposición resuelve el problema de cuando un delito es cometido por


dos o más personas y en alguno de los partícipes concurre una circunstancia
modificatoria y entonces surgirá la interrogante si esta afectará o no a los demás.

El art. 64, resuelve el problema cuando se trata de circunstancias


modificatorias que concurren de manera independiente al delito y no cuando se trata
de elementos del tipo en donde el punto es objeto de discusión y que se verá cuando
se estudie la participación criminal.

La ley distingue entre circunstancias personales y circunstancias materiales

Dentro de las personales o subjetivas existen tres grupos distintos:

1.- Las que consisten en la "disposición moral" del delincuente.

Se podrían comprender las atenuantes N° 3, 4, 5, 7 y 10 del art. 11;


agravantes, N° 2 y 5 del art. 12.

2.- Las que consisten en las relaciones particulares del reo con el ofendido,
parentesco, art. 13.
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3. - Las que consisten en otra causal personal, art. 11 N° 6, 8 y 9; art. 12 N°


7, 14, 15 16 y 21

Dentro de las objetivas o materiales se distingue entre:

1.- Las que consisten en la ejecución material del hecho, art. 12 N° 4, 10, 12,
13, 17 y 18.

2.- Las que consisten en los medios empleados para realizarlos. Art. 12 N°
3, 6, 9, 11 y 19.

La regla es que las circunstancias modificatorias personales no se


comunican jamás a los copartícipes en quienes no concurran y las materiales se
comunican sólo respecto de los que tenían conocimiento de ellas antes o en el
momento de la acción o de la cooperación al delito.

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