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EL ORIGEN DE LA MALDICION
OBJETIVOS:
Entender que es una maldición, su origen y las señales de que está operando.
“Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del
árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu
causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te
producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el
pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres,
y al polvo volverás” (Génesis 3:17-19)
Cuando la Biblia habla del “fuego ardiente” de Dios, se refiere a la pasión por hacer Su
voluntad. Esta es una fuerza interna que proviene de Dios y nos impulsa a conocerlo más y
caminar en Su amor y poder.
La pasión de Jesús por cumplir Su propósito en la tierra fue la fuerza interna que lo empujo
a vencer el sufrimiento. La pasión de Jesús era la misma pasión del Padre por ver un mundo
salvo, sano y liberado.
Los remplazos del fuego de Dios.
El fuego por Dios puede apagarse, Jesús lo llamó: perder el primer amor. Cuando una
persona pierde la pasión por Dios y por hacer las cosas que Dios le mando hacer, es porque
no supo mantener el fuego encendido en su altar personal.
El espíritu de esta edad – que niega la pasión por Dios y le llama fanatismo - ha querido
traer remplazos a la pasión genuina por Dios. Entre esos reemplazos están: el entusiasmo, el
pensamiento positivo, los mensajes motivacionales, la inspiración y el optimismo. Sin
embargo, el optimista no espera nada, mientras que quien vive por fe siempre está a la
expectativa de lo nuevo que Dios hará en su vida. No confunda la pasión con el entusiasmo
o el optimismo pues los dos últimos no producen cambios. Donde no hay presencia de
Dios, no hay fuego para purificar, ni pasión para cumplir el propósito de Dios.
Hay tres tipos de pasión por Dios.
1. La que viene de la presencia de Dios. Es el resultado de ofrecer sacrificios espirituales
a Dios. Cuando oramos, ayunamos, ofrendamos y nos presentamos ante El de continuo,
también de continuo Su presencia está en nosotros.
2. La que viene por asociación. Esta resulta de asociarse con gente enamorada de Dios,
porque la pasión de Dios es contagiosa. Un mentor apasionado contagiará a sus discípulos a
caminar en un nivel mayor de disciplina. Cuando la gente ve como es usado por Dios,
anhelan se usados de igual manera.
3. La que viene del llamado de Dios en nosotros. A Jeremías la pasión le consumía por
dentro, y era más fuerte que su propia voluntad. Todos necesitamos: fuego para adorar,
orar, servir, evangelizar y cumplir nuestro propósito. Una pasión que nos queme los huesos.
¿Qué produce el fuego en nosotros?
El apasionado se levanta cada mañana con el deseo ardiente de ver a la gente salva, el
endemoniado libre y muchas vidas transformadas. El fuego de Dios le impulsa a vivir con
expectativa por lo que Dios hará cada día. El fuego de Dios produce en nosotros:
CAMINANDO EN LA DIMENSION DE
SEÑALES
OBJETIVOS:
Conocer la diferencia entre milagros y señales.
Enseñar a los discípulos a caminar en la dimensión de señales.
“Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que
acabe su obra. ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la
siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están
blancos para la siega. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida
eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega” (Juan 4: 34-
36)
Todo creyente debe ganar almas para el reino de Dios. Muchos toman la predica del
evangelio como algo reservado para pastores y evangelistas, pero el Señor nos ha escogido
para Su gran comisión. Cristo regresará cuando el evangelio haya sido predicado a todas
partes del mundo y es nuestra responsabilidad y honor ser parte de este movimiento global.
Razones por las que predicamos.
Hay tres grandes razones que deben movernos a predicar las buenas noticias.
* Por el temor de Dios. El hecho de que una persona vaya al infierno debe producir en
nosotros temor santo, si hemos tenido la oportunidad de hablarle y no lo hicimos. Es triste
ver cuantos creyentes nunca le predican a sus amigos ni a su familia. Su corazón no está en
las almas. Pero, ¿a qué vino Jesús y por qué estamos aquí, si no es por el perdido?
* Porque la voluntad de Dios es ganar almas. Mientras vamos por la vida podemos
alcanzar almas para Cristo: en las calles, en un ascensor, cuando entra una llamada
equivocada, en el supermercado, en una estación de gasolina, el hospital, el bus, el
aeropuerto, la escuela, la universidad, el barrio, etc. Asimismo hoy tenemos la tecnología
para que miles reciban a Cristo a través de las redes sociales y medios de comunicación.
* Por el amor de Dios. Pidámosle a Dios que cada día nos dé más amor por las personas y
más amor por aquel que no tiene a Jesús en su corazón. Cuando usted esté lleno de amor,
no le molestará predicar el evangelio, sino que lo hará con ánimo. Es tiempo que camine en
amor, que perdone a quien lo ha ofendido y cuando tenga un encuentro con Dios no llegue
amargado, sino lleno de amor para la gente.
Crea por la salvación de sus amigos y familiares, persista y ore; siga invitándolos a la
iglesia, así lo rechacen o maldigan, siga amándolos. No desmaye en amar a quien quizás
pueda ser un futuro pastor, adorador o evangelista.
La sangre de Jesús fue derramada por la salvación de la humanidad y no hay dinero en el
mundo que pueda igualar su valor. Debemos despertar, alzar los ojos y mirar que la cosecha
de almas está lista, solo se requiere que alguien vaya a recogerla. Dediquemos nuestros
dones, tiempo, energía y recursos a cumplir con la gran comisión.
El amor se demuestra en la calle.
Demuestre el amor de Dios en la calle, cuando va al médico, a la peluquería. Salude, abrace
a la gente y diga: “Señor dame una palabra de ciencia para esta persona”. Verá que el Señor
le revelará si están pasando por una situación específica, para que ore por ellos. Si va a un
restaurante dele una buena propina al mesero y después pídale que le permita orar por él o
ella. El amor de Dios nos mueve a evangelizar.
Lamentablemente la iglesia de Cristo tiene endurecido el corazón. Juzgamos a las personas,
aun a nuestra propia familia. Hoy, vamos a amarlos y así querrán lo que nosotros tenemos.
Ganemos almas porque es la voluntad de Dios, por temor de Dios y por Su precioso amor
que nos motiva a hacerlo.
Preguntas:
¿Cuáles son las tres grandes razones que deben motivarnos a ganar almas?
¿Dónde se demuestra el amor de Dios?
Oración:
El líder hará el llamado a los nuevos (si los hay) para hacer la oración de
fe.
Invitará al grupo a salir a evangelizar antes de la casa de reino de la próxima
semana.
Orará pidiendo al Espíritu Santo que durante el evangelismo les revele los rostros de
personas a quienes les hablaran de Jesús.
“Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay
ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en
tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como
él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su
Hijo nos limpia de todo pecado.” (1 Juan 1: 5 - 7)
Nada hay más importante en la vida de un cristiano que su relación con Cristo. Cuando
tenemos una buena relación con Dios, también mantenemos una buena relación, paz y
comunión con los demás. No podemos decir que amamos a Dios y tener falta de perdón o
resentimiento hacia otras personas; no saludar a nuestros hermanos o hablar mal de ellos,
porque ante los ojos de Dios eso equivale a hipocresía y caminar en tinieblas.
Como iglesia, debemos quitarnos la máscara de religiosidad y aprender a confrontar con
sabiduría. No con la intensión de ganar el argumento, sino de restaurar lo que está roto.
Solo de esta forma aprenderemos a perdonar a quienes nos han herido y la sangre de Jesús
nos redimirá de todo pecado.
¿Qué hace nuestra relación con Dios?
De la condición de nuestra relación con Dios dependerá la relación que tengamos con
nuestro prójimo. ¿Qué resulta de nuestra buena relación con El?
* Tratamos y servimos mejor a la gente. Estar llenos del amor de Dios produce
compasión, paciencia y amor en nosotros, para con los demás. Si servimos a los demás con
la motivación o la actitud incorrecta, lo mismo haremos con Dios y pronto perderemos la
pasión por servir.
* Recibimos bendición para ser de bendición. Cuando usted hace lo correcto y se pone
en posición de recibir la bendición de Dios, Él nos la imparte. Pero recuerde que las
bendiciones de Dios no solo son para nosotros, sino para compartirlas y crear un circulo de
Su amor y poder.
* Tenemos influencia en el mundo espiritual y en la gente. Cuando tenemos una buena
relación con Dios, las compuertas de bendición se abren sobre nuestra vida. Cierran
contratos que antes no se le daban, es beneficiado por otras personas, pero, además, Dios le
da influencia sobre los demás. Todo, como resultado de tener una buena relación con Dios,
de estar de rodillas, de sembrar y obedecer.
¿Cuáles son las bases para desarrollar nuestra relación con Dios?
* Un pacto de compromiso. No existe relación sin compromiso, Dios no se compromete
con usted, hasta que usted se comprometa con El.
* El amor a Dios. El motivo de toda relación debe ser el amor. Debemos buscar a Dios
porque le amamos por quien Él es, no por lo que hace o por lo que nos da.
* El temor de Dios. Toda relación está basada en el temor de Dios y en el respeto que le
tenemos.
* La obediencia a Dios. Nuestra relación con Él se basa en la obediencia a Su Palabra.
* La comunicación. Es la base para nuestra relación con Dios y con los demás. Nos
comunicamos con Él a través de la oración. Sin comunicación no hay relación.
¿Cómo desarrollamos nuestra relación con Dios?
Poniendo a Dios primero, sobre todas las cosas. En nuestra relación con Dios aprendemos a
arrepentirnos de todo pecado, trasgresión e iniquidad. El pecado fue el que rompió nuestra
relación con Dios. Donde hay pecado la relación con Dios está rota.
Nuestra relación con Dios se alimenta diariamente de oración, de Su Palabra, alabanza y
adoración. De esa forma le mostramos que estamos disponibles para Él y le damos tiempo
de calidad.
Es hora de caminar en luz, perdón, compañerismo y paz con los demás. Cuando hacemos
esto, removemos todas las cosas que obstaculizan nuestra relación con Dios o que quieren
tomar el lugar que le corresponde a Él.
Preguntas:
¿Cómo influye nuestra comunión con Dios en nuestra relación con los demás?
¿Cuáles son las bases para una buena relación con Dios y como se desarrolla esta
relación?
Oración:
El líder hará el llamado a los nuevos (si los hay) para hacer la oración de
fe.
Guiará en oración a quienes necesiten perdonar a otros o restaurar relaciones rotas.
Orará por los que ya tienen una relación con Dios, para que sepan llevar ese amor y
paz a sus relaciones con otros.
“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué
habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más
que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no
siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las
alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá,
por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? (…) Porque los gentiles
buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad
de todas estas cosas. Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6: 25-27; 32-33)
La Palabra de Dios nos enseña que Dios provee para todas nuestras necesidades, pero las
riquezas del cielo son para aquellos que no se conforman a su situación y para quienes han
renovado su mente en Cristo. En la cita bíblica anterior, Jesús mismo nos dice cómo
hacerlo. Analicemos la Escritura:
* “No os afanéis”. Jesús nos dice aquí que no debemos dar lugar al estrés. El estrés es una
señal de falta de fe, porque le demostramos a Dios que Él no va a solucionar nuestros
problemas. El estrés aparece cuando, en nuestras fuerzas, queremos cambiar las cosas que
solo Dios puede cambiar. Por eso, cuando dudamos, herimos el corazón de Dios.
* “Los gentiles buscan todas estas cosas”. Los gentiles representan a aquellos que no
tienen pacto con Dios. Son esas personas que trabajan y trabajan, pero no disfrutan el fruto
de su labor. Tristemente, muchos creyentes viven igual, trabajando y persiguiendo con afán
el dinero. Sin embargo, quienes viven bajo el pacto de Dios, trabajan, pero confían en Él
cómo su fuente de toda provisión.
*”Vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”. Dios no es un Padre
irresponsable; Él sabe que tenemos necesidades, pero tocamos Su corazón cuando
confiamos que Él nos dará todo lo que necesitamos. Pero por favor, no pongan la necesidad
primero.
*”Mas buscad primeramente el reino de Dios y Su justicia, y toda estas cosas os serán
añadidas”. Dios mismo establece las prioridades y Él debe ser nuestra primera prioridad.
Techo, comida, vestido y otras necesidades, cuéntelas entre las añadiduras. Busque primero
a Dios, adórelo, hónrelo, obedézcalo y vera como Dios se revela en su vida.
Necesidad vs. Relación
Dios sabe que usted tiene necesidad de una casa, un carro, un trabajo, un esposo(a), pero Él
nos pide buscar primero Su reino, establecer una relación con El y todas las otras cosas
serán añadidas. La casa llegará, el carro también, el trabajo y hasta la pareja que buscas;
pero Dios tiene que ser primero.
Las necesidades comienzan cuando se daña o se rompe la relación con Dios. Hay muchos
ahogándose en su necesidad, pero no tiene una relación de padre a hijo con Dios. Quien
busca a Dios solo en la necesidad, una vez que se le suple no lo busca más. Dios no es una
maquina dispensadora de bendiciones, Tampoco es un bombero que sale ante las
emergencias. Él es nuestro Padre; Él quiere oír su voz, y que usted le oiga; quiere que usted
levante un altar en su casa y le adore, quiere que le dé el primer lugar en su vida.
Su meta debe ser siempre fortalecer su relación con Dios, porque hay una impartición de
poder, de provisión y de bendición que se desata en el curso de esa relación. Búsquelo
primero con la intención correcta en su corazón y todo será añadido.
Preguntas:
¿Qué es el afán y el estrés?
¿Qué son las añadiduras?
Oración:
El líder hará el llamado a los nuevos (si los hay) para hacer la oración de
fe.
El líder llevara al grupo a pedir perdón por poner las necesidades por encima de la
relación con Dios y a hacer el compromiso de buscarle porque le ama y no por lo
que pueda darle.
LA LLENURA CONTINUA
OBJETIVOS:
Estudiar el objetivo bíblico de la llenura continua.
“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios,
el alma mía.2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me
presentaré delante de Dios?” (Salmo 42:1-2)
Cuando usted tiene sed, no le importa lo que tenga que hacer para saciarse. Dios anda
buscando hombres y mujeres con hambre y sed de Su poder sobrenatural. Él quiere oír el
clamor de Su pueblo.
Clame a Dios de todo corazón.
Muchos han estado pasando desiertos, crisis, problemas y están secos a causa de las
pruebas. Nunca se avergüence de clamar a Dios. Dígale: “Señor, no puedo vivir sin Ti,
necesito que avives mi vida”.
“El que cree en mi, como dice la Escritura, de su interior correrán riso de agua
viva”. (Juan 7:38)
Un vaso seco y vacío es propenso a la opresión e influencia demoniaca. Pero el que tiene
sed continuamente, va a Cristo y continuamente será llenado.
Preguntas:
¿Por qué necesitamos la llenura continua del Espíritu Santo?
¿Qué necesitamos para ser llenos?
Oración:
El líder hará el llamado a los nuevos (si los hay) para hacer la oración de
fe.
Los guiará a clamar por más hambre y sed de Dios.
Orará para que una llenura fresca del Espíritu Santo venga sobre sus vidas.
OFRESCAMOS SACRIFICIOS
ESPIRITUALES
OBJETIVOS:
Conocer los sacrificios espirituales que debemos presentar continuamente a Dios.
Entender por qué presentamos estos sacrificios, y que producen cuando los
hacemos.
“Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más
para Dios escogida y preciosa,
5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y
sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por
medio de Jesucristo.” (1 Pedro 2: 4-5)
En el Antiguo Testamento se ofrecían animales como sacrificio a Dios. Sin embargo, en el
Nuevo Testamento, Jesús se da a Si mismo como supremo sacrificio, muriendo por
nosotros en la cruz. Tristemente el mensaje de la cruz ha sido tergiversado. Se ha llevado al
extremo de creer que ya no tenemos que ofrecer sacrificio alguno a Dios; que no tenemos
que ayunar, que Cristo ya lo hizo todo; pero esa es una verdad a medias. Sí, es verdad que
Cristo lo hizo todo; no obstante, la Biblia nos enseña que Jesús nos hizo reyes y sacerdotes.
“y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por
los siglos de los siglos. Amén”. (Apocalipsis 1:6)
“y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la
tierra.” (Apocalipsis 5:10)
¿Por qué debemos presentar sacrificios espirituales a Dios?
Porque somos sacerdotes. La función de un sacerdote es ofrecer, por medio de
Cristo sacrificios espirituales a Dios. ¿Cuántas veces nos hemos acercado al altar
con las manos vacías; sin ayuno, ofrenda ni adoración? Nuestra vida solo será
fortalecida en la medida que ofrezcamos a Dios sacrificios espirituales y
mantengamos encendido en el altar el fuego de Dios continuamente.
Por gratitud. Cuando ponemos sobre el altar alabanzas y ofrendas, no lo hacemos
para comprar el favor de Dios; eso sería un insulto a la sangre de Jesús por la cual la
obra ya está terminada. Si ayunamos, oramos, presentamos sacrificios espirituales,
servimos y adoramos a Dios es por gratitud.
Porque queremos acercarnos a Él. Dice Romanos 12:1 “Así que hermanos, os
ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. En
el Nuevo Testamento la palabra “sacrificio” representa la muerte de Cristo, ofrecida
voluntariamente para el perdón de nuestros pecados, pero también significa
acercarnos a Dios, ofrendando nuestra vida. (Filipenses 2:17)
Sacrificios espirituales en el Nuevo Testamento.
Como sacerdotes del Dios Altísimo es imposible que vivamos alejados de un altar, porque
es ahí donde nos encontramos con Dios. Quienes se apartan de Dios, antes habían dejado de
presentar sacrificios espirituales, como: oración e intercesión, ayuno, muerte al yo,
alabanza adoración, ofrendas, servicio y presentar el cuerpo como sacrificio.
¿Qué hacen los sacrificios?
Producen cielos abiertos. Crean una atmosfera de lo sobrenatural en la tierra, bajo la
cual las bendiciones de Dios se hacen más accesibles a Sus hijos.
Producen fuego de Dios. Donde quiera que haya sacrificio continuo, el fuego de
Dios descenderá como una señal de aprobación.
Producen poder. A mayor sacrificio, mayor poder. En 2 de Reyes 3:16-20 Dios le
habla a Su pueblo antes de enfrentarse guerra contra otro ejército y les pide un
sacrificio. Y dice la Palabra que en la mañana, cuando ofrecieron el sacrificio, Dios
cumplió Su promesa. Ahora, nuestros sacrificios como cristianos, ya no son de
animales, sino espirituales. Ofrecemos la sangre de Jesucristo que es el mayor
sacrificio de todos.
Al comenzar el año, deseamos que esta nueva temporada comience con sacrificios
espirituales a Dios. Presentemos nuestro cuerpo en sacrificio de alabanza, adoración e
intercesión. Ofrezcamos frutos de labios que confiesen el nombre de Jesús. Presentemos
ofrendas, hagamos lo bueno, sirvamos a Dios, a Su pueblo y Su fuego caerá sobre nuestro
sacrificio.
Preguntas:
¿Cuáles son los sacrificios espirituales que debemos presentar a Dios y por qué los
hacemos?
¿Qué producen los sacrificios espirituales a Dios?
Oración:
El líder hará el llamado a los nuevos (si los hay) para hacer la oración de
fe.
En oración guiará al grupo al arrepentimiento por haber descuidado la función
sacerdotal de presentar sacrificios espirituales.
Pedirá la ayuda del Espíritu Santo para empezar a hacerlo y perseverar en ello.
“Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el
que trilla, con esperanza de recibir del fruto.” (1 Corintios 9: 10)
La “esperanza” es una confianza favorable y la anticipación de que algo bueno viene. Es la
expectativa basada en la fe, que cree en las cosas que Dios ha prometido y está haciendo.
Esperanza no es lo mismo que optimismo. La esperanza es sobrenatural, es la ley que le
pone demanda a la fe, mientras que el optimismo es natural; es solo pensar positivamente.
Cuando caminamos en esperanza (expectativa sobrenatural) cada mañana nos levantamos
con la convicción de que el Señor hará lago poderoso en nosotros y a través de nosotros.
Como caminar en esperanza.
Debemos tener esperanza en el futuro. Cuando servimos a otros, debemos esperar que Dios
bendiga a nuestros hijos. Si sembramos una ofrenda, lo hacemos con la esperanza de que
Dios bendiga nuestras finanzas. Si usted ha sembrado en buena tierra, ¿por qué no ha de
esperar buen fruto?
Así como un sembrador en el campo no pone una semilla en la tierra y la riega sin esperar
cosecha, así mismo, en el espíritu no hay por qué sembrar tiempo, amor, esfuerzo, oración y
ofrenda, sin esperar el fruto correspondiente. Todo lo que usted siembra, siémbrelo con la
expectativa de que algo grande viene.
“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en
nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por
los siglos de los siglos. Amén.” (Efesios 3: 20-21)
La tradición y el espíritu religioso dice: “yo doy y le sirvo a Dios, sin esperar nada”. Pero
eso contradice la Palabra. Si usted ha sembrado semillas, ofrendas, oraciones, alabanzas,
adoración, servicio a Dios, ¿Cuál es la acción correspondiente? ¡Ponerle demanda a Dios
por sus oraciones, ofrendas y pactos! ¡Háblele al futuro para que el futuro se manifieste
ahora!
¿Qué esperamos?
1. Espere lo esperado. Si usted diezma ¿qué espera? Que Dios habrá la ventana de los
cielos. Si se ha esforzado y ha estudiado, ¿Qué espera? Sacar buenas notas. Si ha sido buen
empleado, ¿Qué espera? Un aumento o una promoción. Si usted ha hecho lo correcto una
bendición está por venir; no solo para el futuro ¡sino para ahora!
2. Espere lo inesperado. En la mañana declare: “Señor, Tú me bendices hoy, algo bueno
viene para mi hoy”. ¡Las sorpresas de Dios vendrán!
Cuando revise su correo, es posible que encuentre un mensaje de que su deuda ha sido
cancelada, que no debe nada por su casa, un familiar del cual hace tiempo no tenía noticias
le llama de repente para contarle que recibió a Jesús y está en su primer amor; de repente su
jefe le promueve o recibe un bono en su trabajo que no esperaba. No espere solo lo
esperado, espere lo inesperado.
3. Espere lo que está por encima y más allá. Cristo multiplicó los panes y los peces,
alimento quince mil personas y al final sobraron 12 canastas de pan. La provisión fue por
encima y más allá. Si usted le estaba creyendo a Dios para que su hijo mejorara sus notas
en la escuela, el muchacho no solo mejora, sino que se gradúa con honores, o recibe una
beca para una de las mejores universidades. Esperaba un carrito que lo llevara y lo trajera,
pero Dios lo bendice con un carro nuevo. Dios no solo cambia el corazón de su esposo(a),
sino también el de la suegra y el de su familia, porque Dios está por encima y más allá. Ese
es el Dios en el que usted debe creer.
Hoy, levántese en fe, viva por fe, camine por fe. Suelte el dolor y el quebranto del pasado,
haga las correcciones necesarias y prepárese a recibir, porque Dios le dará lo esperado, lo
necesario y lo que está por encía y más allá.
Preguntas:
¿Qué es la esperanza?
¿Qué debemos esperar?
Oración:
El líder hará el llamado a los nuevos (si los hay) para hacer la oración de
fe.
Orará para que cada uno de los asistentes tenga expectativas del futuro.
Desatara la unción de rompimiento para que vengan las respuestas esperadas,
inesperadas y las que están por encima y más allá.
MANTENGASE A LA EXPECTATIVA
OBJETIVOS:
Entender que significa mantenerse a la expectativa y que debemos hacer cuando
recibimos una revelación de Dios.
A veces nuestras expectativas del futuro son obstáculos por nuestras acciones pasadas. El
apóstol Pablo vivió muchas cosas buenas: milagros extraordinarios y gran revelación de la
Palabra, pero también cosas malas: desvelos, persecuciones, naufragios; pero no se detuvo.
Él tomó la decisión de no conformarse ni enorgullecerse por sus logros y de no detenerse
por los fracasos. Él decidió dejar a tras lo bueno y lo malo y proseguir expectante en su
caminar con Dios.
No se conforme. ¡Hay algo mejor y más grande que Dios tiene preparado para su visa!
Gócese y de testimonio de los milagros pasados, pero crea por más, vaya por más, siga
caminando por fe, manténgase en el reto de creer a Dios por algo mayor. Y si no le fue
bien, no se rinda, no se quede inmóvil, lamentándose o resentido por el sufrimiento que
pasó. Reconozca si quizás su propio pecado fue el que causó los problemas. Y si fueron
otros los que le hirieron, entienda que los seres humanos pueden fallar, pero Dios no.
Ponga sus ojos en Jesús. Pida a Dios la gracia para dejar el pasado atrás y camine con
expectativa. Si empieza a tomar acción en fe tendrá buenos resultados. Pare de usar
métodos naturales para asuntos que requieren soluciones sobrenaturales. Ríndase a Dios y
va a tener ese rompimiento que ha estado esperando. Este es el tiempo para ver la
manifestación de la gloria de Dios.
Preguntas:
¿Qué expectativas ofrece Dios?
¿Qué debemos hacer cuando recibimos una revelación de Dios?
Oración:
El líder hará el llamado a los nuevos (si los hay) para hacer la oración de
fe.
Guiará al grupo en oración, rompiendo ataduras del pasado (falta de perdón, abusos,
desilusiones, etc.)
Declare rompimiento y guie al grupo a comprometerse a estar a la expectativa de lo
que Dios tiene para el nuevo año.