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Capítulo 15
La Biblia habla de otro lugar de tormentos luego del juicio final de toda la humanidad.
Es llamado “El Lago de Fuego.” En el Juicio del Gran Trono Blanco, las almas del Hades
serán unidas a sus cuerpos, los cuales serán resucitados de sus tumbas. Cristo
entonces pronunciará la sentencia final de juicio sobre los muertos impíos, y serán
arrojados al Lago de Fuego, el eterno lugar de los perdidos (Apocalipsis 20:11-15).
Podemos relacionar al Hades como una cárcel local donde el prisionero temporalmente
aguarda su sentencia. Luego son tomados de esa cárcel para comparecer ante el Juez
para la sentencia final. Apocalipsis 20:9-15 es el registro de aquel Juicio del Gran
Trono Blanco, de Satanás y todos aquellos que hayan rechazado a Cristo. El Lago de
Fuego puede ser ilustrado por una prisión a la cual son recluidos aquellos bajo
sentencia convictos por su eternal existencia. Describiendo el infierno, nuestro Señor
habló acerca del gusano que no muere y del fuego que nunca se apaga (Marcos 9:43-
48). Es un lugar de sufrimiento conciente. Es un lugar de fuego literal. Es castigo por
pecado eternamente.
En el libro de Apocalipsis, la frase "por los siglos de los siglos" es usada para describir
la miseria de los perdidos (Apocalipsis 14:11). ¿Puede un Dios de amor arrojar
personas al infierno?
A. Dios no quiere que ningún hombre perezca. Cielo o infierno son decisiones
personales que cada individuo toma mientras está aquí en el planeta Tierra. Dios
proveyó la obra de Su Hijo sobre la cruz del Calvario para la salvación del hombre
(Romanos 5:6-8). Si el hombre rechaza al Salvador, irá al infierno por su propia
elección. Alguien ha dicho que Dios ama de tal manera al pecador que si elige ir al
infierno en vez de ir al cielo Él le dejará ir. Recuerda que todo el que va al infierno lo
hará por su propia elección.
B. Dios es un Dios de amor, I Juan 4:8, pero Él también es santo (I Pedro 1:16) y debe
juzgar el pecado. Si permitiera entrar el pecado en el cielo, destruiría todo lo que Dios
ha hecho en rescate de la humanidad. Satanás hizo su elección en el jardín del Edén.
El hombre hace su elección durante el tiempo de su vida. Al momento de la muerte el
hombre ha determinado su destino eterno. No hay purgatorio o lugar intermedio. La
Biblia claramente enseña que hay sólo dos lugares. “E irán éstos al castigo eterno, y
los justos a la vida eterna” (Mateo 25:46).
http://www.bbnradio.org/wcm4/spanishbbnmedia/HowtogettoHeaven/Readtheanswer/tabid/19
21/Default.aspx
Por causa de nuestro pecado, estamos separados de Dios. Esto se aplica a toda la raza
humana.
Apocalipsis 21:8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los
fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el
lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”
No hay ninguna buena obra que podamos hacer para salvarnos a nosotros mismos.
Efesios 2:8-9 dice, "Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe, y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe"
Si desea estar separado de Dios para siempre, simplemente no haga nada. El único
pecado que lo puede privar del cielo es rechazar o ignorar al Hijo de Dios. La otra
opción es el tormento eterno en el infierno. Apoc.20:15, 2ª.Tesalonicenses 1:7-9
Juan 3:18 “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”.