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HISTORIA LOCAL DE LA HACIENDA SARRAPIAL

Hablar de la hacienda Sarriapial es hablar de un de patrimonio histórico


de la ciudad de Maturín y del estado Monagas, pues se trata de una casa colonial
que data del año 1823, y está rodeada por un ambiente natural, cruzada por la
quebrada Las Piñas. Los terrenos alcanzaban unas 530 ha y comprende lo que
es hoy la Escuela Básica Simón Bolívar de Boquerón y la actual construcción del
Palacio de Justicia.

En esa hacienda se cultivaba maíz, fríjol, caraotas, caña, tabaco, piña, se


criaba el ganado y se fabricaban coronas. Sus primeros dueños fueron
Epaminondas Salazar Serrano y Leovigilda Rebollo de Salazar, pareja con
familias de renombre en la zona que convirtieron el espacio en un próspero
centro de trabajo para unas 1500 personas. Estas se organizaban en diversas
cuadrillas: de aserradero (elaboraban mobiliario doméstico y urnas), de
sembradíos de caña (hacían el ron Las Pilas, añejado y exportado a Europa), de
trapiche (que producían la melaza para elaborar el papelón), de siembra y cultivo
de tabaco, de fabricación de tejas y ladrillos (usados en la construcción y
ampliación de la hacienda y para la venta), de selección y siembra de cereales
(mujeres y niños recolectaban los granos), de saque (en los terrenos de la
hacienda existían saques de arena, granza y piedra picada, materiales utilizados
en la construcción de la misma), de fabricación de arreglos florales y coronas
(bajo la dirección de Doña Leovigilda), y la cuadrilla de apicultura (que producía
una excelente miel).

Actualmente es la sede de PDVSA LA ESTANCIA, que como brazo


cultural de PETROLEOS DE VENEZUELA se encarga de promover dentro y
fuera de sus espacios la difusión de manifestaciones típicas de la región y de
nuestro país.

La Hacienda Sarrapial tiene por centro social una vieja casona típica de
fachada colonial. Se dice que la estructura actual “es la réplica de la casa colonial
del Simón Bolívar”, en Santa Marta, Colombia. Sus predios se extienden a 530
hectáreas de tierras que limitaban al norte con el poblado de Tipuro, al con el río
Guarapiche, al este con la vía Santa Elena, Caripito y al oeste con la parroquia
Boquerón. Se trata de un ingenio agrícola donde se cultivaba la sarrapia, fruto
ovalado aromático y medicinal que se exportaba a Europa para la producción de
perfumes y cosméticos. En sus predios se puede observar, como reliquias, la
maquinaria relativa al trapiche en el que se elaboraba papelón y licores derivados
de la caña de azúcar, vasijas y utensilios propios del rubro, así como la
infraestructura que sostenía las múltiples actividades económicas que se daban
en la hacienda.

Esta hacienda es un hito en la configuración urbanística del poblado de


Boquerón, como centro generador de empleo de los trabajadores de esa
comunidad de Maturín de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, donde
tuvo su mayor auge. La hacienda, de una gran belleza paisajística, guarda el
fértil ecosistema de la zona de Boquerón con numerosas especies de árboles
entre los que se encuentran, además de la protagónica sarrapia, bucares,
cedros, tecas, taparas, lechosas, yagrumos, ceibas, samanes, palma africana,
cambur, araguaneyes y otras especies. Arboleda que sostiene además una
numerosa fauna autóctona.

El Instituto del Patrimonio Cultural registra la Hacienda Sarrapial


como bien de interés cultural en su primer censo patrimonial y la asienta bajo la
categoría de Lo construido en su Catálogo del patrimonio cultural venezolano
2004 – 2006. Estado Monagas, municipio Maturín.

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