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¿Cuál es el papel de la inclusión en las perspectivas curriculares empleadas en la actualidad?

Presentado por: Juliana Gómez Estupiñán.

La inclusión se ha convertido en un tema de suma importancia en todos los aspectos sociales, por
lo tanto, en la educación, el termino también ha tomado fuerza. Para entender la inclusión a nivel
educativo es necesario saber de qué se trata, según la Unesco (Unesco, 2005), la inclusión es un
enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales,
entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de
la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y
en general en todos los procesos sociales, culturales y en las comunidades. Por lo tanto, todas las
personas tendrán derecho a acceder al sistema educativo, sin importar, su raza, religión, género o
capacidades intelectuales y físicas. Las perspectivas curriculares pueden poseer distintos aspectos
que contribuyan con una educación inclusiva para ser empleadas por el maestro en la actualidad.

¿Cuál es el papel de la inclusión en las perspectivas curriculares empleadas en la actualidad? La


educación en la antigüedad era excluyente, por ejemplo, en la antigua Grecia, Aristóteles decía que
las mujeres no debían ser educadas ya que su mayor fortaleza era el silencio y la sumisión, por lo
tanto, solo los hombres recibían educación. En la edad media, la iglesia ejercía gran control a la
educación y por esto era ella quien decidía que hombre se educaba, esto excluía a las clases sociales
bajas y a cualquier mujer. En el siglo XVIII, Rusia propuso un sistema escolar sistematizado y
estructurado formalmente, a través del método monitorial, en el cual se enseñaba a grandes grupos
con un maestro y varios monitores (Valbuena, 2017), lo que produjo una educación masiva, sin
embargo, excluía a mujeres, niñas y personas de clases sociales bajas; Rousseau desarrollo una
teoría en la que el niño no debía ingresar a un sistema educativo a una edad temprana, dicha teoría
se acogió pero únicamente para niños, ya que las niñas recibían educación en casa.

En el siglo XIX, se dudaba que las personas con capacidades diversas pudiesen educarse, sin
embargo, con la revolución francesa se realizaron grandes avances educativos con personas
sordomudas y ciegas; Vygotsky concluyo que los niños aprendían fácilmente a través del juego,
esto contribuyó a la inclusión de la mujer en la escuela para aprender conocimientos básicos.
Aparece el caso de Víctor “el niño salvaje” y se ve el primer avance inclusivo en educación, teniendo
en cuenta que él proviene de una situación distinta a la “común”; en 1801, Dominique Esquirol
impulsó la diferenciación entre enfermos mentales y deficientes mentales, ayudó a diferenciar la
amnesia de la demencia y creó varios niveles de esta última (Valbuena, 2017). Años después María
Montessori defiende la deficiencia mental en el congreso de Turín, lo cual abre una discusión de la
educación a personas con capacidades diversas. Finalizando el siglo XIX, el médico y pedagogo
Bomeville, construyó la primera institución médico-pedagógica, la cual dio importancia a la
educación y la atención médica para los excluidos (Valbuena, 2017). La guerra tuvo un gran impacto
en la educación, teniendo en cuenta que las mujeres pasaron a ser las responsables del hogar se les
abrió una puerta para educarse y educar, además las personas con capacidades diversas empiezan a
formar parte de la de la educación.

La declaración mundial de la educación para todos de la Unesco (Unesco, 1990), busca la


universalización de la educación sin importar las diferencias entre individuos, ya sea de carácter
físico, psicológico o social; además se deben crear estrategias que garanticen el aprendizaje
significativo de las personas. A partir de esto los diferentes países del mundo han desarrollado
diferentes políticas de inclusión, las cuales tienen la obligación de asegurar que los derechos
fundamentales se cumplan y protejan.

Según Tomaz Tadeu da Silva, las perspectivas curriculares pos-críticas atienden las necesidades
educativas en cuanto a inclusión, por ejemplo, en la teoría del currículo multiculturalista, (…) está
la base de aquello que se podría llamar “multiculturalismo liberal” o “humanista”. Es en nombre de
esa humanidad común que ese tipo de multiculturalismo apela al respeto, la tolerancia y la
convivencia pacífica entre las diferentes culturas. Se debe tolerar y respetar la diferencia porque
bajo la aparente diferencia hay una misma humanidad (Da Silva, 1999, p.44). La inclusión juega un
papel importante en esta perspectiva ya que teniendo en cuenta que las diversas culturas hacen parte
de una de las comunidades que han sido excluidas a lo largo de la historia de la humanidad en la
educación, esta teoría da un aporte curricular importante en la educación ya que invita al maestro a
profundizar sus conocimientos en cuanto a las culturas diversas, para así atender las necesidades del
estudiante por medio de estrategias pedagógicas y didácticas que posibiliten el aprendizaje colectivo
e individual en el aula y por fuera de ella.

(…) Al ampliar y radicalizar la pregunta crítica fundamental relativa al currículo (¿qué es lo que
cuenta como conocimiento?), el multiculturalismo aumentó nuestra comprensión sobre las bases
sociales de la epistemología (Da Silva, 1999, p.46). (…) El multiculturalismo muestra que el grado
de desigualdad en materia de educación y currículo es función de otras dinámicas, como las de
género, raza y sexualidad, por ejemplo, que no pueden ser reducidas a dinámica de clase. Además,
el multiculturalismo nos hace pensar que la igualdad no puede obtenerse simplemente a través de la
igualdad de acceso al currículo hegemónico existente, como en las reivindicaciones educacionales
progresistas anteriores (Da Silva, 1999, p.46). La multiculturalidad a nivel curricular hace que el
maestro tenga en cuenta los distintos de conceptos que poseen las culturas acerca del conocimiento,
esto ayuda a que el currículo sea versátil en cuanto a lo que, se enseña y se aprende, además ayuda
a que los maestros indague acerca de las diferentes ramas enseñadas en las diversas culturas y por
medio de dicha indagación el maestro creará un concepto propio de currículo inclusivo y
multicultural que permita tanto al maestro como al niño comprender la historia de sus antepasados,
al igual que motiva a crear proyectos de investigación que permitan ahondar en el campo
multicultural.

Sin embargo, es necesario entender que las diferencias culturales no son estrictamente étnicas, las
diferencias culturales se refieren a las costumbres que poseemos, ya sea debido a que el lugar de
origen de una persona varíe al que se encuentra en el momento, o por razones sociales o económicas,
dichas diferencias pueden producir “choques culturales” (Hormazábal, 2004, p.9) y uno de los
ambientes en los que se generan dichos “choques” es en la escuela, esto hace que el maestro busque
tener una comprensión completa a cerca de las diferencias culturales, teniendo en cuenta que no es
necesario saber acerca de todas las culturas, también es posible adaptarse y aprender de acuerdo a
las situaciones que se presenten en el aula de clase.

El currículo es, sin duda, entre otras cosas, un texto racial. La cuestión de raza y de etnia no es
simplemente un “tema transversal”: es una cuestión central de conocimiento, poder e identidad. El
conocimiento sobre raza y etnia incorporado al currículo no puede ser separado de aquello que los
niños y los jóvenes se volverán como seres sociales. La cuestión se vuelve a, entonces: ¿cómo
deconstruir el texto racial del currículo? ¿cómo cuestionar las narrativas hegemónicas de identidad
que constituyen el currículo? (Da Silva, 1999, p.52). (…) Una perspectiva crítica buscaría
incorporar al currículo, debidamente adaptadas, aquellas estrategias de deconstrucción de las
narrativas y de las identidades nacionales, étnicas y raciales que han sido desarrolladas en los
campos teóricos del posestructuralismo, de los Estudios Culturales y de los Estudios Poscoloniales.
No procedería por simples operaciones de adición, a través de la cual el currículo se volvería
“multicultural” por el simple incremento de informaciones superficiales sobre otras culturas e
identidades (Da Silva, 1999, p.52). A pesar de que las perspectivas curriculares empleadas en la
actualidad puedan tener en cuenta algunos aspectos que comprendan la inclusión, en varios casos
dichos aspectos no se ejecutan por lo tanto en varias instituciones es posible observar que a pesar
de las políticas establecidas para que las personas desarrollen su identidad de manera libre y sin
problema, dichas políticas no siempre se cumplen; el currículo establece parámetros que en algunos
casos no aseguran que el derecho a la libre expresión se cumpla, ya que se tienen en cuenta los
conceptos que la sociedad occidental considera como buenos, inclusive la iglesia también tiene
influencia en ciertos aspectos del desarrollo del pensamiento individual, y teniendo en cuenta que
la educación no se da únicamente en la escuela, el ser humano se ve influenciado por los estándares
dados por la sociedad. La inclusión no es únicamente adherir al currículo teorías que especifiquen
su importancia en la educación actual, es implementar dichas teorías y tenerlas en cuenta en el
proceso de formación del estudiante.

La pedagogía queer no tiene como objetivo simplemente incluir en el currículo informaciones


correctas sobre la sexualidad; quiere cuestionar los procesos institucionales y discursivos, las
estructuras de significación que definen, antes que nada, lo que es correcto y lo que es incorrecto,
lo que es moral y lo que es inmoral, lo que es normal y lo que es anormal. El énfasis de la pedagogía
queer también pretende extender su comprensión y su análisis de la identidad sexual y de la
sexualidad para la cuestión más amplia del conocimiento (Da Silva, 1999, p.56). Dicha teoría pone
en tela de juicio ciertos temas que son necesarios abordar pero que, en realidad, no se les da dicha
importancia, teniendo en cuenta diferentes estigmas que se han dado en la sociedad y las
definiciones propias de moralidad. La educación enfrenta un reto importante con dicho tema, ya que
el maestro debe comprender las diferencias entre sexo y género y una de sus obligaciones es permitir
y crear ambientes de aprendizaje que estimulen al niño desarrollar su identidad de manera libre.

Sin embargo, la inclusión no se refiere únicamente a la incorporación de diversas comunidades,


también busca reconocer que cada ser humano es único y que por esto, aprende de diversas maneras,
es decir, a pesar de que la educación sea para todos, no quiere decir que solo se enseñe de una
manera única, al contrario, se busca que a pesar de las diferencias individuales la educación sea de
calidad y que todos tengan acceso a ella. Esto quiere decir que los maestros deben ampliar su
conocimiento, y abandonar algunas posturas de las perspectivas curriculares tradicionales, esto no
quiere decir que dicha perspectiva curricular no posea ningún aspecto que contribuya a la
construcción de una perspectiva curricular que tenga en cuenta la inclusión.

A manera de conclusión, el papel de la inclusión en las perspectivas curriculares actuales es


importante, ya que teniendo en cuenta los avances históricos, a nivel educativo el termino inclusión
a tomado más poder y firmeza, teniendo en cuenta que los seres humanos tenemos derechos
inalienables, y uno de ellos es la educación y la igualdad, por lo tanto, en las reformas educativas la
inclusión, en todas sus variantes cumple un papel de suma importancia, en la creación de teorías
que comprendan los cambios requeridos por la educación, sin embargo, para los maestros continua
siendo un reto ya que el educar es cada vez una tarea más compleja y con una importancia que
incrementa día a día, teniendo en cuenta que el maestro es un guía en la formación humana del
estudiante y que con la guía del maestro, la educación podrá lograr un cambio significativo en la
cultura.
REFERENCIAS

 UNESCO (2005) Inclúyeme.com. Recuperado de https://www.incluyeme.com/que-es-


la-inclusion-2/
 Valbuena, W (2017) La inclusión: una historia de exclusión en el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Cuadernos de Lingüística Hispánica. Recuperado de
https://revistas.uptc.edu.co/index.php/linguistica_hispanica/article/view/6195/6312
 UNESCO (1990) Declaración Mundial sobre Educación para Todos y Marco de Acción
para Satisfacer las Necesidades Básicas de Aprendizaje. Recuperado de
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000127583_spa
 Da Silva, T (1999) Documentos de Identidad Una introducción a las teorías del currículo.
Recuperado de
file:///C:/Users/JULIANA%20GOMEZ/Downloads/Documentos_de_identidades._Tomaz
_Tadeu_D.pdf
 Hormazábal (2004) ¿Qué son las diferencias culturales? “EL HISPANO”. Recuperado de
http://filoantropologia.webcindario.com/diferencies.PDF

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