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SAN MARCOS
FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS
Curso: Epistemología
Profesor: Alvarado de Piérola, Carlos
Alumno: Yucra Zamalloa, Leonardo
“El filósofo contemporáneo de mentalidad arcaica se da el lujo de emplear productos de
la tecnología, desconociendo por entero su composición y funcionamiento, así como su
importancia social y cultural. Sin curiosidad por la naturaleza ni por la actividad
transfiguradora del hombre, ni por las ideas acerca de la fisis y de la artifisis, ese
homínido diplomado vive en un mundo que desconoce y saca provecho de las
conquistas científicas y tecnológicas al modo en que el sacerdote usufructúa del tributo
de sus fieles: sin participar del goce de producirlos, sin entenderlos, sin apreciarlos más
que en su materialidad.”
Mario Bunge, Filosofía de la tecnología y otros ensayos.
1
Contenido
Introducción: ¿Qué es técnica y tecnología? ............................................................... 3
Técnica y tecnología. ................................................................................................... 4
De la técnica a la tecnología. ....................................................................................... 5
Relación entre ciencia, técnica y tecnología. ............................................................... 7
Filosofía de la técnica y la tecnología: un nuevo camino, nuevos problemas. ............ 8
Dos tradiciones de la filosofía de la técnica y la tecnología........................................ 9
La filosofía de la tecnología ingenieril: ................................................................... 9
La filosofía de la tecnología de las humanidades: ................................................. 10
El sentido de las teorías filosóficas, la filosofía analítica. ......................................... 11
Evaluación de tecnologías. ........................................................................................ 12
La “lógica” del diseño. .............................................................................................. 12
Epistemología y filosofía de la técnica y tecnología. ................................................ 13
Conclusiones .............................................................................................................. 15
Bibliografía ................................................................................................................ 16
2
Introducción: ¿Qué es técnica y tecnología?
La palabra “técnica y tecnología” deriva del sustantivo griego τέχνη (tekné), que
significa arte1 o destreza. Esta derivación nos dice que la tecnología es
esencialmente una actividad práctica, la de alterar el mundo más que comprenderlo.
Podríamos decir que en donde la ciencia busca la verdad, la tecnología está en
búsqueda de la eficacia. En tanto que la ciencia busca formular las leyes que
obedece la naturaleza, la tecnología utiliza estas formulaciones para crear
implementos y aparatos que harán que la naturaleza obedezca al hombre. Sin
embargo, como la ciencia, la tecnología es una entidad que consiste de varios
fenómenos que participan de él: instituciones, agentes, productos, conocimiento,
técnicas, etc.
El objetivo principal de la tecnología es aumentar la eficiencia de la actividad
humana en todas las esferas, incluyendo la de producción. La tecnología produce
objetos más variados con el fin de satisfacer más plenamente necesidades
particulares. La tecnología mejora objetos al hacerlos.
El trabajo tecnológico se hace deliberadamente y es racional. El tecnólogo imagina
una finalidad, traza un plan para alcanzarla y emplea herramientas, materiales y
técnicas para ejecutar dicho plan. Su meta inmediata es hacer algo o lograr que pase
algo; su meta a largo plazo es realizar algún estado ulterior de cosa por medio de lo
cual ha hecho algo o logrado que pase algo. Por ejemplo, un ingeniero construye un
puente, se forma una idea de la clase de puente que se adaptará y ejecutará en un
lugar en especial. Después convierte su idea en un plan o diseño detallado, y
finalmente supervisa la construcción del puente de acuerdo con el plan trazado. Su
meta inmediata es construir un puente. Su meta de largo plazo es hacer posible una
cierta corriente de tráfico a través del puente.
En todos los casos complejos, la acción tecnológica supone un razonamiento teórico
así como práctico, el conocimiento es sistemático. Aristóteles reconoce la
importancia de la Techné y su relación con la razón, menciona, “el arte, pues, como
queda dicho, es un modo de ser productivo acompañado de razón verdadera”2. En la
época medieval, Hugo de Saint Víctor, llama tecnología a “una forma de
conocimiento que debe abarca los métodos de producción de todas las cosas”3. En la
edad moderna el pensador más ilustre, Francis Bacon, expresa que “el eje de la
verdadera filosofía se encuentra en relación con la ciencia y la técnica” 4. Sin
embargo, desde el siglo XIX, muchas tecnologías han basado buena parte de sus
conocimientos en las teorías y hallazgos de la ciencia.
1
Aclarar que este término no indica al arte del artista como se pueda entender ahora, si no a una aptitud
para producir, una “disposición productiva”, como nos dice el propio Aristóteles, “acompañada de la
razón verdadera”.
2
Aristóteles. Ética a Nicómaco, Libro VI.
3
Citado por Friedrich Klem. Una historia de la tecnología occidental.
4
Mencionado en la conferencia “filosofía de la técnica y la tecnología” expuesto por César Augusto
Hernández Gualdrón para VertiSub Group AEditores.
3
El arte y el razonamiento práctico están manifiestos tanto en los diseños de un
producto como el trabajo ya terminado. Un diseño no solo es una representación de
la estructura de algo por crearse, es también un plan de acción para crearlo. El
producto final tiene una función práctica, pero también es potencialmente una obra
de arte, pues es hechura del hombre, que tiene una cierta forma y en ocasiones un
acabado estético. Los automóviles y las computadoras, los teléfonos y las máquinas
de escribir no fueron hechos solamente para aliviar al hombre del trabajo físico y
mental, sino también para agradar al ojo.5
Técnica y tecnología.
En un sentido amplio entenderemos por “técnica” a todo conjunto coherente de
prácticas o reglas de procedimiento conducentes a un fin determinado. Puesto que
toda técnica es un medio, para caracterizar las técnicas debemos considerar los fines
a que sirven. Y, puesto que la técnica es un conocimiento o involucra un
conocimiento, también debemos tener en cuenta el fundamento del conocimiento.
Respecto de los fines las técnicas, estas pueden dividirse en prácticas y científicas.
Si la finalidad es utilitaria, se le denominara pragmatécnica. Si, por el contrario, la
finalidad es puramente cognoscitiva, se le mencionará como gnoseotécnica6.
Las técnicas científicas son todas fundadas, en mayor o menor medida, en el sentido
que se basan sobre conocimientos científicos. Así, por ejemplo, un físico puede
explicar por qué emplea una termocupla para medir temperaturas. En cambio, el
psicólogo no sabe dar razón de su eventual empleo del test de Rorschach, a lo sumo
dirá que da resultado, lo que ni es cierto ni es argumento suficiente para justificar el
empleo de una técnica en la ciencia7.
El científico desconfía de las técnicas infundadas, propias de la técnica pre-científica
(podemos decir que justifica de manera empírica la técnica, en contraposición de las
fundadas que explican las causas o las leyes que intervienen). Las técnicas prácticas
pueden, pues, ser infundadas o fundadas; es decir, pueden ser sistemas de reglas
empíricas o pueden ser sistemas de reglas justificadas por una disciplina científica.
Llamaremos “tecnología” a todo sistema de técnicas practicas fundadas o al estudio
de las mismas, distinguiéndola así de la técnica a secas o técnica pre-científica.
Vemos que la técnica del zapatero es infundada, debido a que consiste en un sistema
de reglas elaboradas y puestas a prueba en milenios de práctica, en cambio, la
técnica de la moderna industria del calzado es en parte una tecnología que emplea
conocimiento de física y de química. El tecnólogo aplica el método científico a
problemas de interés práctico. El técnico que usa la tecnología aplica al trabajo las
técnicas elaboradas por él8. De igual manera, el ama de casa que prepara los
5
Cyril Stanley Smith. Arte, tecnología y ciencia, p. 36.
6
Sin embargo no nos ocuparemos de las técnicas científicas, objeto de la metodología de la ciencia, sino
de las técnicas prácticas, es decir, de los sistemas de reglas de procedimiento que se propone modificar la
naturaleza, el individuo o la sociedad, con fines útiles.
7
Mario Bunge. Filosofía de la tecnología y otros ensayos.
8
Ibíd.
4
alimentos y transforma los ingredientes obtenidos en un mercado, en potajes
agradables, no necesita saber los procesos físicos, químicos o de naturaleza similar
que se producen durante el desarrollo de su actividad. Esto es, lisa y llanamente,
técnica. En cambio, quien desee construir un televisor, o generar una industria
alimenticia, sí necesita de los conocimientos especializados que le brinda la ciencia.
A esto último se le denomina tecnología, o sea, ciencia aplicada9.
De la técnica a la tecnología.
Sabemos por ayuda de la antropología e historia que los seres humanos han hecho
uso de herramientas, máquinas y planes racionales de acción desde hace miles de
años. Esto sirve muchas veces de criterio para la identificación de restos humanos y
poder catalogarlos en la lista de homo según su capacidad de fabricación y uso de
instrumentos. La historia de las civilizaciones es la historia de sus técnicas, y en las
más antiguas encontramos la presencia de grandes realizaciones técnicas
relacionadas con las actividades económicas (agricultura, caza, ganadería,
transporte, etc.) y sociales (guerra, arte, etc.). Los periodos de la prehistoria se
identifican por las grandes transformaciones técnicas relacionadas con la fundición y
aleación de los metales, y la aparición de las técnicas de escritura se usa
convencionalmente para señalar el comienzo de la historia propiamente dicha. Desde
épocas muy antiguas han existido máquinas en el sentido que hoy damos a este
término, como dispositivos capaces de transformar una fuerza de determinada
naturaleza para realizar un trabajo útil de carácter mecánico10.
Sin embargo, lo que hoy entendemos por tecnología, y el papel que la técnica
desempeña en las sociedades de nuestros días, es algo radicalmente diferente a lo
que supuso en épocas anteriores. El origen de la tecnología actual hay que buscarla
en la Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX. En su origen el trabajo en las
manufacturas inglesas era del mismo tipo que el trabajo artesanal que desde hacía
centenares de años se había ido desarrollando en pequeños talleres o en unidades de
producción de carácter familiar.
9
Carlos Alvarado de Piérola. Epistemología.
10
Usaremos la el concepto de Franz Reuleaux, que define maquina como “una combinación de partes
sólidas dispuestas de tal forma que por medio de ellas se puede hacer que las fuerzas naturales produzcan
movimientos de un tipo determinado”.
11
Miguel Ángel Quintanilla. Tecnología: un enfoque filosófico y otros ensayos de la filosofía de la
tecnología.
5
maximización del beneficio en un mercado competitivo. En el sistema de
producción industrial capitalista, la tecnología como factor de producción es asunto
del capital y éste se rige por la ley del máximo beneficio. De manera que el aumento
en la eficiencia de una máquina se traduce inmediatamente en aumento de
productividad, y con ello lo que antes podía considerarse tan sólo como un logro
esporádico, una curiosidad intelectual o un instrumento específico que daba ventaja
a su poseedor en una coyuntura determinada, se transforma ahora en un factor
decisivo para la dinamización de todo el sistema productivo y con ello de toda la
vida social.
Con ello entramos en una nueva era de la civilización y con ello aparece una
dimensión esencial de la tecnología que, a pesar de las líneas de continuidad y las
analogías, supone una fuerte ruptura con la actividad técnica preindustrial12.
12
Las ideas con respecto a la función de las máquinas y, en general de la ciencia y la tecnología, en la
producción industrial y sus efectos sobre las relaciones sociales, están expresadas con mayor rigurosidad
en la obra de Karl Marx El Capital, Vol. II.
13
Cf. Miguel Ángel Quintanilla. Tecnología: un enfoque filosófico y otros ensayos de la filosofía de la
tecnología.
14
“El termino artificial alude, precisamente, a las cosas que no son producto natural sino del arte, o sea,
de la habilidad y destreza humanas, y por eso son artificio”, en: C.f. Carlos Alvarado de Piérola,
Epistemología.
6
Relación entre ciencia, técnica y tecnología.
Entre las tecnologías contemporáneas se distinguen: tecnologías físicas, tecnologías
biológicas y tecnologías sociales. Cada una de estas ramas de la tecnología se funda
sobre un grupo de ciencias especiales, además de emplear las ciencias comunes a
todas las ciencias (la lógica y la matemática). La tecnología moderna no solo
produce máquinas y herramientas físicas, si no también organiza y sistematiza
actividades. La tecnología “dura” (física) se apoya en las ciencias naturales, la
tecnología “suave” (no física) en las ciencias del comportamiento 15. La tecnología
automotriz, por ejemplo, incluye no solo la maquinaria utilizada en la línea de
ensamblado sino también la organización de la factoría y la industria.
Que cada ciencia aplicada presuponga lógicamente un conjunto de ciencias puras no
significa que las tecnologías no den origen a desarrollos científicos. En efecto, la
técnica ha sido con frecuencia históricamente previa a la tecnología. En cambio, la
tecnología no puede venir sin ciencia, pues no es sino ciencia aplicada a finalidades
prácticas. No nacieron ni habrían podido nacer si no existieran antes ciertos
conocimientos teóricos y ciertos métodos de investigación, porque el técnico pre-
científico puede manipular únicamente lo que ve, en tanto que el tecnólogo controla
en medida creciente, lo que no se ve.
Pero si la ciencia pura engendra tecnologías, estas a su vez plantean problemas
científicos que promueven el adelanto de la ciencia. Una de las características de la
cultura contemporánea es, precisamente, la malla de interacciones entre la técnica, la
tecnología y la ciencia pura.
Las acciones recíprocas entre la técnica, la tecnología y la ciencia pueden analizarse
Técnica->Ciencia pura-> Ciencia pura -> Tecnología Tecnología -> Ciencia pura
Tecnología
15
George F. Kmeller. La ciencia en cuanto esfuerzo humano.
7
de esta forma:16
Cabe recordar todas las ciencias de laboratorio requieren instrumentos de medición,
registro y control, que son productos de la tecnología y estos a su vez producidos
bajo la tutela de tecnólogos. A su vez todo experimento y toda observación exacta
requieren equipos compuestos de aparatos e instrumentos: los aparatos, para
controlar o producir fenómenos, los instrumentos, para registrarlos y hacer
mediciones de las variables. Las interacciones entre la tecnología y la ciencia son
fuente de permanente renovación de ambos campos.
16
Cf. Mario Bunge. Filosofía de la tecnología y otros ensayos.
17
Mario Bunge. La riqueza filosófica de la tecnología.
18
Cf. Miguel Ángel Quintanilla. Tecnología: un enfoque filosófico y otros ensayos de la filosofía de la
tecnología.
8
más pujantes en las últimas décadas. En los últimos años, además, se opera un gran
trasvase el intercambio de enfoques entre lo que podríamos llamar, por una parte, el
ámbito anglosajón de la filosofía contemporánea, heredera de la tradición analítica y,
en cierto modo, del empirismo lógico, y por otra, el ámbito continental, más
vinculado a tradiciones filosóficas como la fenomenología, la hermenéutica, la
dialéctica, el existencialismo, en el que los problemas antropológicos, sociales,
políticos y éticos han producido también aproximaciones al fenómeno de la técnica
y tecnología contemporánea.
9
democráticamente disponible el género de libertad disfrutado por unos cuantos en
una sociedad basada en la esclavitud20.
Dos años más tarde, el ingeniero químico escocés Andrew Ure acuñó el nombre de
“filosofía de los manufactureros” para designar su “exposición sobre los principios
generales que fundamentarían la conducción de la industria productiva por máquinas
automáticas y que se opone a la filosofía de las bellas artes”21. La exposición de Ure
incluye un conjunto de principios conceptuales que continúan siendo parte de la
filosofía de la tecnología: distinciones entre la artesanía y la producción industrial,
los procesos mecánicos y químicos, la clasificación de las máquinas, la posibilidad
de reglas para la investigación y las implicaciones socioeconómicas de la
“maquinaria automática”. Como esta discusión está unida a una entusiasta defensa
del sistema fabril (Marx se refiere a él como “el Píndaro de la fábrica automática”22)
su lado más analítico es usualmente pasado por alto.
La filosofía de la tecnología de las humanidades:
La filosofía de la tecnología ingenieril (o el análisis de la tecnología desde dentro y
la comprensión de la forma tecnológica de existir en el mundo como paradigma para
comprender otros tipos de acción y pensamiento humanos) puede pretender ser el
primogénito en el orden cronológico. Sin embargo, lo que podría ser llamado
filosofía de la tecnología de las humanidades (o el intento de la religión, la poesía y
la filosofía -o sea, las ramas de las humanidades- por buscar una perspectiva no
tecnológica o “trans-tecnológica” para dar origen a una interpretación del
significado de la tecnología) puede, sin embargo, pretender la prioridad en el orden
de su surgimiento. Desde los orígenes de la historia humana, las ideas sobre el
significado de las actividades productivas humanas han encontrado expresión en los
mitos sagrados, la poesía y el discurso filosófico. Francis Bacon por razones
retóricas y filosóficas, hizo el intento por volcar la atención y la energía humana
hacia la tecnología, con preferencia frente a la política y la filosofía, por no
mencionar la religión y la poesía23. Podríamos decir que fueron las humanidades las
que concibieron a la tecnología y no la tecnología la que concibió a las
humanidades.
Aunque este principio (la primacía de las humanidades sobre lo tecnológico) es la
base sobre la que descansa la filosofía de la tecnología de las humanidades, no es
por sí mismo evidente e indiscutible, especialmente en una cultura altamente
tecnológica. Para Aristóteles fue obvio que la producción no era un fin en sí mismo
y que estaba subordinado a varias posibles concepciones del bien, como con los
sistemas políticos con los cuales estas concepciones están vinculadas24. A la luz del
éxito del desafío de Bacon a esta concepción tradicional y la consecuente aparición
de la sociedad tecnológica, la filosofía de la tecnología de las humanidades se puede
20
Carl Mitchman. ¿Qué es la filosofía de la tecnología?
21
Citado Ibíd.
22
Cf. Karl Marx, El Capital, Vol. I.
23
Cf. Mencionado en la conferencia “filosofía de la técnica y la tecnología” expuesto por César Augusto
Hernández Gualdrón para VertiSub Group AEditores.
24
Cf. Aristóteles. Ética a Nicómaco, Libro I.
10
ver como una serie de intentos por discutir o defender, precisamente, esta idea
fundamental de la primacía de lo “no-técnico”.
La posterior crítica romántica de la tecnología moderna como oscurecedora y
encubridora, de los elementos esenciales de la vida es una tradición rica y variada.
En la primera mitad del siglo xx, filósofos como Henri Bergson25, hacen uso de un
marco “Lebensphilosophie”26 para enfocar los aspectos problemáticos de la sociedad
tecnológica. Incluso, se puede decir que los sociólogos desde Marx hasta Marcuse
tienen, a pesar de sus aventuradas críticas “ultra-técnicas” a la tecnología, una
afinidad con este enfoque. Sin embargo, es importante mencionar aquellos filósofos
que también brindaron un análisis con relación a la tecnología y la técnica, aunque
no sean comúnmente reconocidos como tales, pero que formulan los argumentos
más sólidos en favor de una filosofía de la tecnología de las humanidades. Se trata
de José Ortega y Gasset27 y Martin Heidegger28.
11
o las del sentido común, sino reflexiones teóricas, aclaraciones conceptuales o
propuestas interpretativas en continuidad con las de la ciencia, las teorías
humanísticas o las ideas del sentido común.
Evaluación de tecnologías.
Generalmente el cambio técnico se produce por modificación y composición de
técnicas previamente disponibles o de nuevos inventos y descubrimientos técnicos.
Éstos pueden ser resultados de ensayos y tanteos no sistemáticos o de programas
sistemáticos de investigación y desarrollo tecnológico. En cualquier caso, en los
procesos de descubrimiento técnico se dan dos tipos de operaciones intelectuales:
operaciones de diseño y operaciones de evaluación. Ambas se pueden llevar a cabo
de forma racional, sistemática y científica o de forma empírica e intuitiva (aunque
no necesariamente irracional).
Se observa, pues, que se mueve por el ámbito de la epistemología y la axiología de
la técnica y tecnología, la creación de un nuevo sistema técnico o tecnológico
supone dos momentos diferenciados: la concepción del sistema y su implementación
o ejecución. Sin embargo lo que interesa a la filosofía de la tecnología, es de
naturaleza conceptual o intelectual, semejante, en esa medida, a otras tareas
intelectuales como el descubrimiento y evaluación de una teoría científica o de un
nuevo fenómeno natural.
Precisamente la analogía entre las operaciones conceptuales involucradas en el
cambio tecnológico y las que intervienen en el cambio científico será una guía útil
para su propósito. La base de la analogía reside en que en ambos casos se trata de
operaciones intelectuales que nos llevan a descubrimientos de cosas nuevas, y de
evaluar tales descubrimientos de forma racional. Las diferencias estriban en que en
el caso del descubrimiento científico lo que se busca son teorías y hechos; en el caso
del descubrimiento técnico o tecnológico, artefactos y/o sistemas. Las teorías y los
hechos científicos los contrastamos de acuerdo con criterios que esperamos se
permita avanzar en el conocimiento de la realidad, mientras que los diseños
tecnológicos se valora de acuerdo a criterios que se espera puedan permitir avanzar
en el control de la realidad. Esto nos indica que, además de las analogías entre las
operaciones conceptuales presentes en el desarrollo científico y en el tecnológico,
existen entre ellos relaciones de interdependencia30.
30
Cf. Miguel Ángel Quintanilla. Tecnología: un enfoque filosófico y otros ensayos de la filosofía de la
tecnología.
31
De manera semejante a como se usa la expresión “lógica del descubrimiento científico”.
12
diseño32. La “lógica del diseño” se sitúa en una zona previa de análisis de estructuras
conceptuales por métodos formales.
Según el teórico de la ciencia Herbert Alexander Simon (uno de los principales
impulsores del análisis formal y el estudio científico de las operaciones de diseño),
diseñar es lo mismo que “concebir un conjunto de acciones capaces de transformar
una situación dada en otra más satisfactoria”33. Diseñar es, pues, lo mismo que
concebir un plan de acción. El diseño de un objeto restringe naturalmente el
conjunto de las acciones que es posible y necesario ejecutar para construirlo a partir
de una situación dada, pero no de forma unívoca. Por otra parte, un plan de acción es
siempre una sucesión de acciones intencionales, mientras que el diseño de un
artefacto tiene en cuenta también las acciones no intencionales del subsistema
material. De manera que sería más apropiado definir la operación de diseño en estos
términos: diseñar es concebir un sistema intencional de acciones capaces de
transformar objetos concretos de forma eficiente para conseguir un objetivo que se
considera valioso34. Es decir, diseñar es precisamente concebir un sistema técnico35.
El diseño requiere, por lo tanto, llevar a cabo las siguientes operaciones: determinar
el objetivo del sistema, los componentes y la estructura. En éste, aunque existen
restricciones obvias todas ellas son en principio objeto de reconsideración a lo largo
del proceso de diseño: los objetivos pueden sufrir modificaciones como resultado
del descubrimiento de nuevas posibilidades interesantes, los materiales pueden
variar si se descubre que hay otros más apropiados para el objetivo propuesto, e
incluso las restricciones de coste económico pueden cambiar como resultado del
propio proceso de innovación técnica36.
32
Podría igualmente utilizarse la expresión “teoría del diseño”, pero con ello podría suponerse que nos
referimos a una teoría empírica que estudiara los procesos psicológicos que se producen en el cerebro o la
mente del diseñador.
33
H.A. Simon, La ciencia de lo artificial.
34
Cf. Miguel Ángel Quintanilla. Tecnología: un enfoque filosófico y otros ensayos de la filosofía de la
tecnología.
35
Sin embargo hay otros sentidos de la palabra “diseño”. El diseño artístico, por ejemplo, consiste en la
concepción de un objeto concreto con valor estético, y lo que hoy se entiende por “diseño industrial” es la
aplicación de los criterios del diseño artístico a productos industriales.
36
Por ejemplo, los agentes y/o la composición de las acciones e interacciones que conducirán al objetivo
deseado.
13
Podemos ver, que la filosofía de la ciencia nos puede servir como paradigma: el
supuesto básico del que parte es que la ciencia es valiosa en su función de
conocimiento racional de la realidad. Con otras palabras: la ciencia puede ser objeto
de interés económico, cultural, estético, psicológico, etc. Para la filosofía es un
objeto de interés epistémico, es decir, como forma de conocimiento objetivo de la
realidad. La idea de conocimiento objetivo, de teoría verdadera, de capacidad
explicativa de una teoría, de progreso científico en el conocimiento de la realidad,
son ideas filosóficas, son ideas centrales para la filosofía de la ciencia. Y todas ellas
conllevan una carga valorativa: al adoptar un concepto de explicación científica el
filósofo no sólo describe o interpreta las explicaciones de fenómenos naturales que
proporcionan las teorías científicas, sino que además les asigna un valor epistémico.
De hecho las tareas de la filosofía de la ciencia se podrían resumir así: análisis y
evaluación de las teorías y métodos científicos desde el punto de vista de su función
y su valor cognoscitivos.37
Ahora por parte de la filosofía de la técnica y la tecnología la pregunta respectiva
sería ¿Cuál es la perspectiva equivalente en el caso de la filosofía de la técnica y la
tecnología? A diferencia de las ciencias, que son sistemas de conocimientos, las
técnicas (fundadas) y más aún las tecnologías, son sistemas de acciones de
determinado tipo que se caracterizan, desde luego, por estar basadas en el
conocimiento, pero también en otros criterios, como el ejercerse sobre objetos y
procesos concretos y el guiarse por criterios pragmáticos de eficiencia, utilidad, etc.
En este sentido la filosofía de la técnica es una reflexión sobre una clase de acciones
humanas, y su problemática está relacionada con la filosofía práctica y la teórica38.
El supuesto básico de la filosofía de la técnica y la tecnología es que las acciones
técnicas y tecnológicas son la forma más valiosa de intervenir o modificar la
realidad para adaptarla a los deseos o necesidades humanas. La dilucidación de las
nociones de transformación de la realidad, eficiencia, racionalidad, etc., implica
compromisos valorativos respecto a lo que consideramos una buena técnica o una
buena tecnología, de forma semejante a como en filosofía de la ciencia nos
obligamos a definir una buena teoría científica. De manera que podríamos decir que
el objeto de la filosofía de la técnica es el análisis y la evaluación de los sistemas
técnicos y de las operaciones involucradas en su desarrollo desde el punto de vista
de su función y su valor prácticos, es decir, de su función y su valor para controlar
la realidad de acuerdo con los deseos humanos39.
37
Miguel Ángel Quintanilla, Temas y problemas de la filosofía de la ciencia.
38
Podemos volver a recalcar lo anteriormente señalado con respecto a los problemas que conllevan la
filosofía de la técnica y la tecnología, como por ejemplo, en lo moral, lo axiológico, lo epistémico y lo
ontológico.
39
Cf. Miguel Ángel Quintanilla. Tecnología: un enfoque filosófico y otros ensayos de la filosofía de la
tecnología.
14
Conclusiones
15
Bibliografía
Agazzi, E. (1992). El bien, el mal y la ciencia . Madrid: Tecnos.
16