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SANTIAGO

Lección 6: La vida justa que Dios quiere


Santiago 1: 19-21

Introducción
La semana pasada aprendimos algo muy importante; aprendimos
que todo lo bueno viene de Dios, que si hemos llegado a ser parte
de su familia ha sido sólo porque Él así lo ha querido y, lo mejor de
todo es que, esto nunca va a cambiar, porque Dios nunca cambia,
Él es perfecto y completo en Él mismo. ¡Qué gran paz y seguridad es
esta que tenemos!

1.- Listos para escuchar, lentos para hablar y


para enojarse
[Pide a un niño que lea Santiago 1: 19]
“Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar
listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse”
Santiago sigue hablando en esta carta a los judíos que están en
diferentes lugares del mundo. Son hermanos queridos para él, por
esto, él les dice que deben recordar estas cosas. Les dice que deben
estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse.
Recordemos que, anteriormente, Santiago les estuvo diciendo que la
tentación nacía directamente de los corazones y no provenía de
fuera de ellos. Tal vez, esto no es algo que todos quieran oír.
Generalmente, no nos gusta que nos digan que nosotros somos los
responsables de lo malo que hacemos, ¿estás de acuerdo? ¡Escuchar
eso podría hacernos enojar mucho! Santiago dice que debemos estar
listos para escuchar, pero ¿qué debemos escuchar? Debemos
escuchar la palabra de Dios. Y la palabra de Dios, muchas veces nos
incomoda, porque nos recuerda que somos pecadores. Por eso,
Santiago les advierte a los judíos, y también a nosotros, que debemos
ser lentos para hablar y para enojarnos, pero estar listos para escuchar
la palabra de Dios.

2.- La ira humana


[Pídele a un niño que lea Santiago 1:20]
“pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere”

Cuando entendemos que somos pecadores y que no hay manera


de que podamos hacer las cosas perfectas, también
comprendemos que sólo podemos llegar a Dios por medio de Jesús,
entonces, al creer en Él, Dios nos ve como justos, porque no nos ve a
nosotros, sino que ve a Jesús, porque nosotros estamos escondidos
en él, ¿recuerdan que hemos hablado de esto en otras series?

Pero, en cambio, si en vez de entender que somos pecadores, nos


ofendemos, defendemos y enojamos porque nos dicen que
pecamos, eso no va a producir en nosotros lo que Dios quiere y no
podremos ser parte de su familia.

3.- Echando el pecado y recibiendo


humildemente el evangelio
[Pídele a un niño que lea Santiago 1:21]

“Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto


abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra
sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.”

Santiago les dice que deben quitar de sus vidas el pecado y la


maldad y ser humildes para recibir la palabra que ya habían
escuchado y que fue sembrada en sus corazones, porque esa
palabra tenía, y tiene, el poder de salvar sus vidas.

En conclusión, Santiago nos dice que debemos ser rápidos para


escuchar la palabra de Dios, aceptar que somos pecadores y ser
lentos para hablar y para enojarnos, porque nuestro enojo no nos va
a hacer justos delante de Dios, sino que, con humildad debemos
recibir el evangelio que fue sembrado en nosotros, para poder
cosechar la salvación de nuestras vidas, que sólo es posible por
medio de la fe en Jesús.

[Resumen] Hasta ahora, Santiago ha dicho a los judíos que:

1- Se enfrentarán con diversas pruebas


2- Deben enfrentar las pruebas con gozo
3- Las pruebas sirven para ser perfeccionados
4- Deben pedir sabiduría de Dios
5- Dios es generoso al dar sabiduría a quien pide con fe
6- Quien duda no recibirá nada de parte de Dios
7- El pobre debe sentir satisfacción en el alto valor que Dios le ha
dado
8- El rico debe sentir satisfacción en el alto valor que Dios le ha
dado y no en sus posesiones terrenales, porque estas son
pasajeras
9- El que resista la tentación recibirá la vida eterna de Dios
10- Dios no tienta a nadie y Él tampoco puede ser tentado por el
mal
11- La tentación proviene de los malos deseos y pensamientos
que existen en nuestro propio corazón
12- Todo lo bueno proviene de Dios
13- Por voluntad de Dios hemos nacido por el evangelio de Jesús
14- Debemos ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y
enojarnos
15- Nuestra ira no produce la justicia de Dios
16- Debemos desechar el pecado y recibir con humildad la
palabra de Dios

OREMOS PARA SER, CADA VEZ, MÁS RÁPIDOS EN OIR EL EVANGELIO


DE JESÚS, MÁS LENTOS PARA HABLAR DEFENDIÉNDONOS CUANDO
HEMOS PECADO Y AÚN MÁS LENTOS PARA ENOJARNOS. PIDAMOS A
DIOS HUMILDAD PARA PODER RECIBIR SU PALABRA Y CADA VEZ IR
MOSTRANDO MÁS FRUTOS QUE DEMUESTREN QUE EL PECADO NO NOS
DOMINA.

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