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MONOGRAFÍA I
Alessandra de Sá Barassi
Materia:
Producto:
Monografía 1
Título:
Paradigma, Epistemología y Pedagogía del Ambiente y la Sustentabilidad:
El Ambiente está intrínseco en nosotros y la Sustentabilidad necesita ser un valor.
Fecha:
29 julio 2018
1. Introducción.………………………………………....……………………………...02
4 Los rasgos de una pedagogía nueva, hacia una conciencia ambiental global………..09
7. Últimas Consideraciones……………………………………………………………15
8. Referencias…………………………………………………………….....................17
Hace mucho que la humanidad dejó de percibirse como parte del tema ambiental.
El Ambiente viene siendo tratado como una “entidad”, a parte de los sucesos económicos,
destacado de los acontecimientos sociopolíticos y, lo peor de todo, desarticulado de los
saberes históricos culturales de los pueblos ancestrales de quienes descendemos.
No hay como cambiar esta cultura del Hombre apartado a la Naturaleza, sin que
haya una búsqueda por redefinir los valores de la sociedad actual. En el término
medioambiente, la palabra “medio”, que debiera significar el entorno, el locus en donde
estamos inseridos, ahora más bien toma sentido de “mitad”, ya que el ambiente no está
entendido como una totalidad de la cual una serie de componentes hacen parte.
Muchas culturas lidiaron mejor con el concepto de una integralidad ambiental, de
la cual todo lo que está entre cielo y tierra es parte. Pero no la sociedad contemporánea.
Esta estuvo mucho tiempo dedicada exclusivamente a la producción y al crecimiento
económico y ahora lucha por resolver el gran reto de la escasez de recursos naturales y
del exceso de impactos de la presencia humana en la Tierra.
El desafío es grande. Será necesario usar todo el potencial adaptativo de la especie
humana, con creatividad y obstinación rumbo a una nueva cultura ambiental capaz de
promover el tan deseado desarrollo sustentable.
Con tanta desigualdad social y con la cultura del consumo desenfrenado, es cierto
que implementar una cultura de sustentabilidad por veces pueda parecer algo utópico, o
simplemente una meta imposible de ser alcanzada. Pero a la vez, la historia de la
evolución humana ya nos mostró hechos impensables, con mucho menos tecnología y
saber científico de lo que tenemos ahora. De manera que para eso sirven las utopías, para
movernos hacia lo inimaginable.
Ya estamos conscientes de que todo lo que pasa en el norte, tiene reflejo en el sur.
En tiempos de mundo globalizado y de muchas injusticias socio-ambientales hay que
tener muy claro cuál es el concepto de desarrollo que queremos adoptar. De manera que
la epistemología del ambiente y la sustentabilidad necesitan estar en constante evolución.
Y este es el debate que se propone a seguir, esperando proporcionar una lectura fácil, pero
que a la vez contribuya para una reflexión crítica del lector.
Para empezar, una pregunta simple: ¿Somos todos parte del medio ambiente?
Sí. La respuesta parece obvia. De hecho muchas culturas indígenas y precolombinas
supieron mantener una relación harmónica con el ambiente del cual eran parte, en un ciclo
cerrado de producción y recuperación de recursos de la naturaleza. Pero lamentablemente
no todas las civilizaciones se han comportado con esta consciencia.
A lo largo de la Historia las percepciones del hombre hacia su entorno fueron
cambiando y prácticas y conocimientos ancestrales se perdieron. Hoy, con los modelos
económicos vigentes, son pocas las culturas que no tratan el tema ambiental como un
asunto exógeno. Y solo se pueden comprender estos cambios de comportamiento de la
sociedad contemporánea, en donde el hombre pasó a vivir destacado de su contexto
natural, conociendo un poco la trayectoria del ambientalismo.
En la perspectiva del mundo occidental, un buen recorte cronológico sería
empezar por la era Medieval, que en sus más de diez siglos de vigencia se configuró como
la última manifestación de sociedad intuitiva, previa a la sociedad cientificista. Cuando
aún no se conocía el cartesianismo, el conocimiento más bien se originaba en la
observación del cosmos y en una mística empírica. Y pese el hecho de estar apoyado en
conceptos intangibles, el conocer tenía un carácter holístico, bastante más cercano a la
comprensión de integralidad que el tema ambiental requiere. (PESCI et al, 2002).
Había en este entonces una inconsciencia consciente de la relación entre lo
material y lo espiritual. Había una contradictoria libertad en el pensamiento y una rara
comprensión de la conectividad de las cosas, aún que por una creencia descomprometida
en la omnipresencia de la intervención divina. La curiosidad del conocer era más vivida
que la necesidad del saber. Y como lo resume lindamente Rubén Pesci: “Los pájaros
podían ser dioses y los dioses pájaros. El agua bendecir, así como curar la sed.”
Con el salto a la era del saber y los avances tecnológicos vino también el olvido a
todo lo que no es tangible. Ya en el siglo XIX, emerge una organización social
esencialmente productivista. Y en respuesta a la industrialización, surgen los primeros
estudios sobre como mitigar impactos ambientales. Sin embargo, aquí cabe un primer
paréntesis (la motivación primaria de tales estudios era más que nada controlar la polución
industrial y garantizar la oferta de recursos naturales para mantener un alto volumen de
producción).
Muy bien. ¡Así que somos partes del ambiente, deseamos el desarrollo sustentable
y estamos conscientes de que es necesario investir en tecnologías limpias, controlar
emisiones de gases invernaderos y proteger la naturaleza con toda su biodiversidad!
Pareciera que por fin el discurso está robusto y bien consistente, si no fuera por
un pequeño detalle: todavía no se pudo concretarlo. Y la pregunta ahora es: ¿Cómo?
Para esto no hay respuesta definitiva, o consolidada. ¡El gran reto es como
implementar la mudanza! Y aquí no se está hablando de un cambio modesto, sino que de
un cambio monumental de comportamientos y de valores individuales y colectivos.
Además, no se puede dejar de mencionar la necesidad urgente de una distribución más
justa de los recursos naturales y financieros, de manera compatible con la capacidad
productiva y de conservación de cada localidad.
¿Estamos dispuestos a cambiar de modelos económicos? ¿Queremos eliminar el
mito de que la calidad de vida está vinculada a la acumulación de riquezas? Mientras la
distribución de recursos sea desigual en el mundo y la ética sea siempre flexibilizada en
favor de los intereses de las grandes naciones, de las gigantes multinacionales y de
industrias poderosas, la respuesta a estas preguntas es un sonoro: ¡No!
Como lo define muy bien José Eli da Veiga, sustentabilidad es la legitimación de
un nuevo valor en donde el quiebre de paradigma está en desvincular la calidad de vida
del materialismo del siglo XX (Veiga, 2010). Por lo tanto sí, es necesario construir un
nuevo modelo de economía más humano. Ya que fomentar eternamente el aumento de
las relaciones de producción y consumo, como sinónimo de progreso, es totalmente
insustentable. Así como estimular el crecimiento económico como fuerza motriz de la
humanidad nos llevará a la decadencia como especie.
Existen diferentes corrientes de definición para la palabra “sustentabilidad” y en
los países de lengua hispana está además el conflicto semántico con el término
“sostenibilidad” (que en teoría es divergente del primero, ya que supone la existencia de
una fuerza sostenedora). Sin embargo, no pretendo dedicar mucha discusión a estas
diferencias conceptuales, una vez que creo más importante destacar el carácter de futuro
que todas las teorías le parecen atribuir a lo “sustentable”.
Lo “sustentable” pura y simplemente tendría un carácter de permanencia, de
garantía de continuidad hacia un futuro con potencialidades iguales, o mejores, para las
CASASOLA, P.M. & SADA, S.G. Prólogo. In: PESCI, R et al. Proyectar La
Sustentabilidad. Enfoque y Metodología de FLACAM para Proyectos de Sustentabilidad.
Colección Sustentable. Vol. 2. 1a ed. - La Plata: Editorial CEPA, 2007. Prólogo, p. 9-11.
FREIRE, P. Pedagogia do Oprimido. 1a ed. – Rio de Janeiro, Ed. Paz e Terra, 1974.
JACKSON, T. Reality Doses for the Economy. TED TALK Online. 2010. Acceso en
26/07/18. Disponible en:
https://www.ted.com/talks/tim_jackson_s_economic_reality_check?language=pt-br
MANZONI, R.J. A desigualdade nossa de cada dia. In: Revista Isto é Dinheiro. Online.
Acceso en en 20/07/18. Disponible en:
https://www.istoedinheiro.com.br/a-desigualdade-nossa-de-cada-dia/
VEIGA, J. E. da. Sustentabilidade: a legitimação de um novo valor. São Paulo, SP. Ed.
SENAC, 2010.