Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Cristianos
Capítulo Oriente
Auto-estima
“La gloria de Dios es el hombre plenamente vivo.” San Ireneo
Contenido:
I. Definición de auto-estima
I. Definición de auto-estima:
Objetivo: Comprender a cabalidad la perspectiva bíblica de la auto-estima y su
importancia para el cristiano.
Auto-estima no bíblica
2° Como creyente, soy redimido, no por plata ni por oro, sino por la preciosa
sangre del mismo Hijo de Dios encarnado, y por tanto soy precioso para el
Señor Jesucristo, quien pagó por mí;
5° Como creyente, he sido adoptado por Dios y, por lo tanto, soy hijo del Dios
de los cielos y de la tierra y heredero de todas las cosas; no soy hijo del
maligno;
6° Como creyente, soy santo, y de hecho soy bueno con la bondad pura y sin
mancha del Espíritu Santo. Y mi caminar y mi vida, como lo declara
ampliamente el apóstol Pedro en los primeros dos capítulos de su primera
carta, son un excelente, noble caminar y vida en el mundo;
7° Como creyente, estoy destinado para la gloria, no sólo del alma, sino
también del cuerpo.
8° Juntamente con esto, como creyente, sé que Dios en Su soberanía ha
ordenado mi vida y todas sus circunstancias, de manera que todo lo que soy
y todo lo que pertenece a mi lugar y circunstancias ha sido determinado en
ese gran amor de Dios por mí, por lo que no debo tener descontento acerca
de cualquier aspecto de mis circunstancias.
1. Pregúntate a ti mismo “¿Quién soy?”. Haz una lista con las primeras diez
palabras que vengan a tu mente:
1. _____________________________________
2. _____________________________________
3. _____________________________________
4. _____________________________________
5. _____________________________________
6. _____________________________________
7. _____________________________________
8. _____________________________________
9. _____________________________________
10. _____________________________________
1. _____________________________________
2. _____________________________________
3. _____________________________________
4. _____________________________________
5. _____________________________________
6. _____________________________________
7. _____________________________________
8. _____________________________________
9. _____________________________________
10. _____________________________________
3. Principiando con tu última respuesta, tacha cada una de las respuestas hasta
que llegues a una que te afecte desde una perspectiva eterna. Es decir,
¿quién seré en el cielo?
_____________________________________
Mi vida y ______________.
Nadie puede comportarse constantemente
de la manera en que se percibe a sí mismo.
Mi _____________ en Cristo.
Lo que haces no determina quién eres.
Quien eres determina lo que haces.
Soy _______
Un hijo
de Dios
Basada en el carácter y la obra de
Dios
Ecuaciones falsas en la búsqueda de identidad y significado
4. No debemos vernos a nosotros mismos con los ojos del mundo, sino con los
ojos de Dios (2 Corintios 5:16).
5. La única ecuación de identidad que funciona en el reino de Dios es:
USTED + CRISTO = UN SER COMPLETO
Nuestra herencia positiva de la creación
1. Vida física (bios). Nuestra alma/espíritu está en unión con nuestro cuerpo.
Morir físicamente significa separación del alma/espíritu del cuerpo. Génesis
2:7
2. Vida espiritual (zoe). Nuestra alma/espíritu está en unión con Dios. Estar
espiritualmente muerto significa estar separado de Dios, Efesios 2:1. Para el
cristiano estar espiritualmente vivo significa estar “en Cristo” o “ser nacido de
nuevo”, Juan 3:3.
Adán y Eva se paseaban en el huerto, al aire del día, con Dios,
Génesis 3:8. Vida física (bios)
Creación original: cuerpo unido con el
alma/espíritu
ESPIRITU
VIVO
2. Pérdida del conocimiento de Dios. Estar con Dios era conocer a Dios.
Cuando Adán y Eva pecaron su íntima relación con Dios fue terminada. Dado
que llegamos al mundo espiritualmente muertos, empezamos a vivir sin el
verdadero conocimiento de Dios. A causa de esto sabemos algo sobre Dios,
pero realmente no conocemos a Dios hasta que establecemos una relación
con Él en Cristo.
4. Demasiadas opciones. Era sólo una la mala elección que podían tomar
Adán y Eva en el Jardín del Edén. Después de su desobediencia, nosotros
enfrentamos a diario miles de decisiones buenas y malas.
Dominan las emociones
Pérdida del conocimiento
negativas
de Dios
ESPIRITU
Muerte espiritual
Demasiadas opciones
1. Sólo había uno que tenía “vida” desde su nacimiento y a través de toda su
existencia física. La necesidad del nacimiento virginal es mostrada en el
hecho de que Jesucristo nació física y espiritualmente vivo. La esencia de Su
vida estaba en todo lo que Él hizo: Su Palabra, Sus obras, Su vida toda. Él
vino del Padre y Su vida fue una vida totalmente dependiente:
“En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” Juan 1:4
“Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el
Padre que mora en mí, él hace las obras.” Juan 14:10
“Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti.”
Juan 17:7
2. La vida eterna no es algo que Ud. obtiene al morir. La vida eterna es algo que
Ud. posee ahora, porque Ud. está en Cristo, 1 Juan 5:11-13.
4. Ser cristiano no significa sólo obtener algo; significa ser alguien. Nacer de
nuevo significa llegar a ser alguien que no existía antes. No se trata de lo que
recibimos como cristianos, sino de quiénes somos. La forma en que nos
percibimos a nosotros mismos determina lo que hacemos, Gálatas 5:1.
a. Sí, éramos pecadores, y sí, fuimos salvados por gracia, pero esto no
dice nada sobre nuestra identidad en Cristo.
b. Dios no nos llama pecadores, sino santos, una que es sagrado,
apartado para Dios.
c. Si te miras como pecador, ¿sabes lo que harás?
d. Si te miras como santo, ¿sabes lo que harás?
3. No estamos hablando aquí de la lucha con nuestra carne que detalla Pablo
en Romanos 7 y 8. La mayoría de estas áreas que nos cargan y agobian
vienen de lugares quebrantados de nuestros corazones que claman por ser
sanados.
3. Pero Jesús no sólo sana el cuerpo, sino lo más importante, Él sana nuestra
alma. Él puede sanar nuestros corazones. Él puede restaurar nuestras
almas: Salmo 23:1-3; Salmo 147:3; Jeremías 17:14; Malaquías 4:2; Lucas
9:11.
4. Como nos muestran las Escrituras, Jesús no sólo vino a perdonarnos, sino
también a sanarnos. Él quiere que Su gloria en nosotros sea restaurada.
4. Estar caminando con Dios lleva a recibir Su consejo íntimo, y ese consejo
lleva a la restauración profunda. Para ello, Dios puede usar a una persona
que sepa escuchar y que ore con nosotros, o puede tratar con nosotros
solos, Salmo 23:1-3
Hacia la restauración
2. Pedimos a Dios que nos rodee con Su presencia, nos rendimos ante Él, nos
ponemos bajo Su autoridad, Colosenses 2:19, declaramos Su autoridad
sobre nuestros corazones, Salmo 33:15 y Romanos 2:29.
3. Es normal que haya varias áreas que deban ser tratadas, pero debemos
tratar una a la vez. Pedimos a Jesús que traiga Su luz a esa área, 2 Corintios
4:6. Le pedimos que nos la haga ver con claridad. ¿Qué me pasa aquí,
Señor? ¿De qué se trata esto? Resplandece Tu luz en mi corazón.
4. Puede ser que el Señor traiga un recuerdo, un tiempo, un lugar. Otras veces
puede hacernos conscientes de algo que ignorábamos. Entonces le pedimos
que nos hable a esa parte de nosotros. Usualmente Jesús traerá palabras de
amor y de bondad, de confortación, específicamente para ese lugar de
nuestros corazones, Juan 6:68.
5. Otras veces, el Señor nos hará una pregunta: ¿Por qué temes? o ¿Me
permitirás sanarte? Él sacará ese lugar de las sombras, de su escondrijo;
traerá ese quebrantamiento a un lugar de seguridad.
* Jesús, ven y guíame en la sanidad de mi corazón. Háblame aquí, Señor.
¿Qué me estás diciendo? Dame oídos para oír y ojos para ver lo que me
estás revelando. Que no me hable ninguna otra voz, sino la Tuya, mi Señor
Jesús, y sólo la Tuya.
Ahora rompo todo acuerdo que haya hecho con Satanás y sus
mentiras. (Sea específico: qué creyó o aceptó). Renuncio a cualquier
derecho que yo le haya dado al enemigo y en el nombre de Jesús le
ordeno que huya de mí.
8. Finalmente, le pedimos a Jesús que haga lo que Él vino a hacer: que sane
nuestro quebrantamiento, que restaure nuestro corazón. Nuestra parte es oír
y seguirle a donde Él nos guíe y darle a esa parte de nuestro corazón la
bienvenida a casa.
* Jesús, ven ahora y has lo que prometiste, sana mi corazón y libértame.
(Oiga lo que Jesús tenga que decirle). Señor, trae este lugar dentro de Tu
amor y sanidad, trae este lugar de vuelta a casa. Le doy la bienvenida a Tu
sanidad y a esta parte de mi corazón. Ven, restáurame y hazme completo.
Continuando el viaje
Definición de auto-estima
ENGELSMA, David J.
“Perspectives in Covenant Education”
1990
Restauración profunda
ELDREDGE, John
“Waking the Dead”
2003