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ISBN 978-987-46578-1-7
1. Arqueología. 2. Patagonia. I. Gómez Otero, Julieta, comp. II. Svoboda, Ariadna, comp. III. Banegas, Anahí,
comp.
CDD 930.1
Diagramación
Beatriz Bellelli
Juana Aigo
María Celina Álvarez Soncini
Marcelo Cardillo
Laura Caruso Fermé
María Laura Casanueva
Analía Castro Esnal
Nicolás Ciarlo
Manuel E. Cueto
Judith Charlin
Hernán D. de Angelis
Nora Franco
Ariel Frank
Marcelo Gavirati
Raúl E. González Dubox
María Soledad Goye
Mónica Grosso
Guillermo Gutiérrez
Darío Hermo
Carina Llano
Francisco Mena Larrain
A. Gabriela Millán
J. Eduardo Moreno
Rafael S. Paunero
Santiago Peralta González
Fabiana Skarbun
Enrique Terranova
Catalina Valiza Davis
LISTADO DE EVALUADORAS Y EVALUADORES
Jimena Alberti, Verónica Aldazabal, Pablo Ambrústolo, Amaru Argüeso, Vanesa N. Bagaloni, Anahí Banegas,
Ramiro Barberena, Cristina Bayón, Juan Bautista Belardi, Cristina Bellelli, Carolina Belmar, Marcia Bianchi
Villelli, José Francisco Blanco, Rocío V. Blanco, Mariano Bonomo, Karen Borrazzo, Luis Alberto Borrero,
Damián Bozzuto, Valerio Buffa Invernizzi, Susana Burry, Silvana Buscaglia, Aylén Capparelli, María Soledad
Caracotche, Mariana Carballido Calatayud, Flavia Carballo Marina, Natalia M. Carden, Laura Caruso Fermé,
Gisela Cassiodoro, Analía Castro Esnal, Nicolás Ciarlo, María Teresa Civalero, Cristian M. Crespo, Isabel
Cruz, Rafael Curtoni, Hernán De Angelis, Cristina Dejean, Constanza de la Fuente Castro, Tom D. Dillehay,
Patricia S. Escola, Silvana L. Espinosa, Pablo M. Fernández, Gonzalo Figueiro, María José Figuerero Torres,
Gustavo A. Flensborg, Josefina Flores Coni, María Luz Funes, Rocío García Mancuso, Brenda Gilio, María
Luisa Gómez, Julieta Gómez Otero, Raúl E. González Dubox, Rafael A. Goñi, Florencia Gordón, Mónica
Grosso, Anee Gustavsson, Heidi Hammond, Darío Hermo, Luis Rubén Horta, Cristian Kaufmann, Ana Ladio,
Carlos Landa, Marcela Leipus, Gabriela Lorena L´Heureux, Nicolás Lira, Carina Llano, Lucía Magnin, Liliana
M. Manzi, Hernán Marani, Laura Marchionni, Gustavo Martínez, Gabriela I. Massaferro, Mauricio Massone
Mezzano, Francisco Mena Larrain, César Méndez, Guillermo Mengoni Goñalons, Laura Miotti, J. Eduardo
Moreno, Bruno Mosquera, Doina Munita, A. Sebastián Muñoz, Cristian Murray, Amalia Nuevo Delauney,
Nélida Pal, Cecilia Pérez de Micou, Mercedes Podestá, Luciano Prates, Anahí Re, Omar Reyes, Verónica A.
Reyes Álvarez, Diego D. Rindel, Guadalupe Romero Villanueva, María José Saletta, Fernando Santiago, Vivian
Scheinsohn, Verónica Schuster, Fabiana Skarbun, Gonzalo Sottile, Jimena Torres, Martín Vázquez, Rodrigo
Vecchi, Nilda Weiler, Marcelo Weissel, Miguel Ángel Zubimendi.
INSTITUCIONES ORGANIZADORAS
AUSPICIOS
DECLARACIONES DE INTERÉS
Juan Bautista Belardi, Cristina Bellelli, Luis A. Borrero, Alicia Castro, María Teresa Civalero, Dolores Elkin,
Adolfo Gil, Rafael Agustín Goñi, Dominique Legoupil, Francisco Mena Larrain, Flavia Morello, Laura Miotti,
Mercedes Podestá, Mónica Salemme.
José Martínez (Coordinador Unidad Administrativa Territorial), Ema Vidal y María Elena Ljeschak
(Tesorería y Contaduría), María Elena Lizurume (Oficina de Vinculación Tecnológica), María Lorena Zonza
(Secretaría IDEAus-CONICET), Cecilia Soulages (Secretaría de Dirección), Juan Saavedra y Jorge Briguglio
(Ceremonial, protocolo y gestión de salones), Pablo Fernández Parrado y Karina Amaya (Mesa de entradas),
Diego Núñez de la Rosa y Alejandro Cannizzaro (Comunicación institucional y divulgación científica), Yanina
González (Servicio centralizado de información), Mariana Muñoz y Helena Paulic (Compras) y Julio Franco
(Patrimonio).
Comunidades mapuche-tehuelches “Pu Fotum Mapu” y “Pu Tahiel Ñuke Cuyen” de Puerto Madryn; Comunidad
Ceferino-Namuncurá-Valentín Saihueque de Gaiman.
ÍNDICE
Prólogo 15
Palabras de bienvenida 17
SIMPOSIOS
Diseños sobre soportes móviles y comunicación en el centro-oeste de Santa Cruz durante el Holoceno
tardío
Gisela Cassiodoro, Francisco Guichón y Anahí Re 29
¿Qué hay de nuevo con lo más antiguo? Ocupaciones iniciales de los diferentes
sectores de Patagonia
Coordinadores: Enrique Terranova y Darío Hermo
Relator: Luciano Prates
Aportes a la cronología y contexto de las escenas de caza tempranas en Cueva de las Manos (ca. 9400-
7700 años AP), Alto Río Pinturas, Santa Cruz
Carlos A. Aschero, María Victoria Isasmendi, Rosa Valeria Ucedo y Ana M. Aguerre 41
Las puntas de obsidiana “atigrada” como bien de prestigio en poblaciones del “Complejo El Vergel” en
Isla Mocha, Región del Bío Bío (1100-1700 DC)
M. Ángela Peñaloza, Roberto Campbell y Charles Stern 53
Disponibilidad de materias primas en el sector “La María Bajo” de la localidad arqueológica La María,
Santa Cruz, Argentina
Fabiana Skarbun, Manuel E. Cueto, Andrés Iparraguirre, Juan Baridón, Delfina Del Piccolo, Lucía De
Andreotti y Martina Loyola Laborde 67
Las bolas y el viento: análisis de la distribución de bolas en las cuencas de los lagos Cardiel y Strobel,
Santa Cruz
Agustín Agnolin, Josefina Flores Coni y Rafael Goñi 81
La delgada línea entre lo conocido y lo incorporado. Arqueología Patagónica entre
el siglo XVI y el XX. Cambios y continuidades entre los grupos en contacto
Coordinadoras: María Laura Casanueva y Analía Castro Esnal
Relatora: Cecilia Pérez De Micou
Indígenas, colonos y colonos indígenas. Arqueología de tiempos históricos y su abordaje: una experiencia
en el SO de Chubut, Patagonia Argentina
M. Laura Casanueva, Analía Castro Esnal y Cecilia Pérez de Micou 93
La Patagonia Rebelde en el noreste de Santa Cruz: estudios prospectivos para la ubicación del
campamento del cañadón Del Carro
Miguel Á. Zubimendi 117
Hacia una mirada comprehensiva de las interacciones humanas con los espacios
acuáticos en la Patagonia
Coordinadores: Mónica Grosso y Nicolás Ciarlo
Relatora: Dolores Elkin
El paisaje cultural marítimo del norte del golfo San Jorge: investigación arqueológica y gestión en el
Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral (PIMCPA), provincia de Chubut
M. Soledad Caracotche y Mónica Grosso 131
Sitio Bahía Galenses (Puerto Madryn, Chubut): nuevos aportes al estudio de las prácticas de
construcción naval en el siglo XIX
Cristian Murray 155
Cronología absoluta en los canales septentrionales, el mar interior y la costa Pacífica austral
Simón Sierralta, Ayelén Delgado, Patricia Kelly y Sandra Rebolledo 167
Distribución del registro arqueológico en la costa norte de Península Mitre, Tierra del Fuego
Martín Vázquez 181
Relaciones científicas argentino-rusas a principios del siglo XX: las colecciones arqueológicas de
Patagonia en el museo Kunstkamera de San Petersburgo
Liubov Dmitrenko y Julieta Gómez Otero 193
Potencialidad del patrimonio náutico del Estrecho de Magallanes como base para el desarrollo en la
región del turismo de intereses especiales
Pedro Pujante y Christophe Pollet 215
Reflexiones sobre la patrimonialización: prácticas y narrativas sobre el pasado humano en Puerto San
Julián, Santa Cruz
Catalina Valiza Davis, Raúl González Dubox, Ariel D. Frank y Rafael Paunero 227
CO M U N I CAC I O N ES
Disponibilidad de campos de invernada e intensidad de uso del espacio en cuencas lacustres del sur de
Patagonia (Santa Cruz)
Juan B. Belardi, Flavia Carballo Marina, Luis A. Borrero y Daniel Grima 251
Re-evaluación cronológica de la secuencia arqueológica del curso medio del río Chubut (Área Piedra
Parada)
Cristina Bellelli y A. Gabriela Guráieb 259
El potencial del estudio de anclas en contextos secundarios: aportes a la arqueología marítima patagónica
Guillermo Gutiérrez, Julieta Frère y Agustina Papú 283
Prospecciones arqueológicas en la cuenca del Zanjón del Pescado (Macizo del Deseado, Santa Cruz):
los casos de Los Toldos, la Huella y Laguna Sierras Blancas
Darío Hermo, Laura Marchionni y Bruno Mosquera 293
Persistencia y hiatos en el área de Los Antiguos, Monte Zeballos y Paso Roballos, NO de Santa
Cruz, Patagonia: nuevas dataciones para la cronología regional
Guillermo Mengoni Goñalons, María J. Figuerero Torres, M. Victoria Fernández, Mercedes Rocco y
Wendy Dekmak 327
El registro arqueológico de espacios al aire libre y bajo roca en el extremo meridional del Macizo del
Deseado: la integración de información de superficie y estratigráfica
Lucas Vetrisano y Nora V. Franco 339
Problemática de sitios
Punta del Lago 1: implicaciones para la arqueología de la margen norte del Lago Viedma (Santa Cruz)
Juan B. Belardi, Flavia Carballo Marina, Gustavo Barrientos y Patricia Campan 351
¿Estructuras de caza o campamentos temporales? Registro arqueológico de parapetos del sitio Cerro
Pampa 6 (Santa Cruz)
Juan Dellepiane y Gisela Cassiodoro 361
Arqueología histórica del litoral atlántico fueguino: el cargamento de vajilla de Playa Donata 3
Dolores Elkin 373
Múltiples evidencias, un solo lugar: el sitio K127-Vega del Flaco (Meseta del lago Strobel, Santa Cruz)
Josefina Flores Coni, Anahí Re, Amalia Nuevo Delaunay, Victoria Lange y Francisco Guichón 385
Una aguja en un pajar. Resultados del sondeo en el sitio El Péndulo (Parque Nacional Bosques
Petrificados de Jaramillo, Santa Cruz)
Lucía Magnin, Franca Griffiths, Laura Marchionni y Rocío Blanco 397
Resolución temporal y espacial en el sitio arqueológico Yowen Ko, Laguna Amalia (Tierra del Fuego)
Jimena Oría y Florencia Mari 409
Cuenca inferior del río Deseado: investigaciones arqueológicas en el sitio Cueva Marsicano, Argentina
Rafael S. Paunero, Pablo Ambrústolo y Catalina Valiza Davis 421
Estructuración intrasitio, registro arqueofaunístico e historia tafonómica del sitio Boliche de Jerez 3
(Lago Colhué Huapi, Chubut)
Santiago Peralta González y Eduardo Moreno 433
Estudio del Parapeto 3 de Laguna Azul, Meseta de Somuncurá (Río Negro, Argentina)
Josefina Vargas Gariglio, Enrique Terranova y Virginia Lynch 443
Bioantropología y bioarqueología
Primeras secuencias mitocondriales de la región control completa en muestras humanas del Holoceno
tardío de la costa norte y centro de Patagonia, Argentina
M. Laura Parolin, Jacqueline Galimany, Julieta Gómez Otero, Silvia L. Dahinten, A. Gabriela Millán y
Mauricio Moraga 469
Análisis bioarqueológico de individuos subadultos en la costa norte del golfo San Matías (Río Negro):
explorando la preservación y la integridad anatómica
Rocío Guichón Fernández 481
Análisis de ADN mitocondrial en restos humanos del Holoceno tardío del sur de Santa Cruz
Josefina M.B. Motti, A. Sebastián Muñoz, Isabel Cruz, Manuel D. D´Angelo del Campo, Luis A. Borrero,
Claudio M. Bravi y Ricardo A. Guichón 493
Arqueobotánica y zooarqueología
El sitio Río Bote 1: nuevos datos sobre el aprovechamiento del guanaco (Lama guanicoe) en el Holoceno
medio (Patagonia, Argentina)
M. Victoria Fiel 517
Tafonomía polínica en sitios arqueológicos: relación con los factores ambientales y con el uso de los
sitios por los grupos cazadores-recolectores
M. Alejandra Marcos, Florencia P. Bamonte, Marcos E. Echeverría y M. Virginia Mancini 529
Nuevos aportes al registro arqueobotánico del sitio Cerro Casa de Piedra Cueva 7 (Santa Cruz,
Argentina)
Ana C. Martínez Tosto y Lidia S. Burry 543
Análisis arqueofaunístico en Punta Pórfido 1: nuevos aportes a la subsistencia durante el Holoceno
tardío en la costa oeste del golfo San Matías (Río Negro)
Mailín R. Campos, G. Lorena L’Heureux, Florencia Borella y Federico L. Scartascini 551
Primer estudio zooarqueológico para la costa norte del golfo San Jorge: el sitio Pingüinera 1 (Cabo
Dos Bahías, Chubut)
Ariadna Svoboda 561
Tecnología
Análisis de los conjuntos líticos recuperados en concheros y depósitos enterrados de la costa del golfo
San Matías (Río Negro, Argentina)
Jimena Alberti 573
Base regional de recursos líticos y selección de materias primas en Bahía Camarones (costa norte del
golfo San Jorge, Prov. de Chubut)
Anahí Banegas y E. Yolanda Aguilera 585
Análisis del material lítico del sitio La Cocina, Estancia La María, Meseta Central de Santa Cruz
Delfina del Piccollo y Lucía De Andreotti 597
Potencial fuente de aprovisionamiento de pigmentos rojos y ocres en la costa norte del Chubut
(Patagonia Argentina)
Verónica Schuster 623
Arte
Tecnología y representaciones rupestres en la cuenca del Lago Cardiel: el caso de la meseta Cascajosa
(centro oeste de Santa Cruz)
Agustín Agnolin y Francisco Guichón 647
PRÓLOGO
PALABRAS DE BIENVENIDA
Estimados colegas, amigos, invitados: rios de nosotros, en especial los más jóvenes, son muy
difíciles.
Bienvenidos a las X Jornadas de Arqueología de Cuando pensaba cómo organizar esta presenta-
la Patagonia. Es un enorme privilegio recibirlos por ción me pareció importante compartir con ustedes
segunda vez en Puerto Madryn para compartir una parte de la historia de las jornadas. Para ello selec-
nueva edición de la reunión científica más importan- cioné cuatro palabras que considero claves para com-
te para los arqueólogos que trabajamos en la región prender su espíritu: democracia, dos países, procesos
patagónica. Estas jornadas, de carácter binacional y resistencia.
argentino-chileno, tuvieron su primer encuentro en La primera palabra clave es democracia. ¿Por qué?
1984 en la ciudad de Trelew, organizadas por la Sub- Porque la primera reunión se inició al año siguiente de
secretaría de Cultura del Chubut con la colaboración la recuperación de la democracia en Argentina. Antes
de docentes y estudiantes de la Universidad Nacional no podría haberse dado porque durante la dictadura
de la Patagonia “San Juan Bosco”. Desde 1993 tienen varios de los arqueólogos que trabajaban en Patagonia
periodicidad trianual y se realizaron en distintas ciu- fueron proscriptos, expulsados de sus espacios labora-
dades de Argentina y de Chile. les de investigación y docencia o considerados ideoló-
En esta oportunidad, la organización local estuvo gicamente peligrosos. Y ni hablemos de la interacción
a cargo del Grupo de Arqueología y Antropología Bio- entre científicos chilenos y argentinos, muy mal vista
lógica del Instituto de Diversidad y Evolución Aus- y censurada en aquellos tiempos. No obstante, en el
tral del CCT CONICET-CENPAT junto con las extremo sur hubo una excepción a fines de 1970: el
instituciones que integran la comisión permanente: contacto epistolar y la colaboración de trabajo entre
la Sociedad Argentina de Antropología, el Instituto Mauricio Massone, Omar Ortiz Troncoso y algu-
Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoa- nos arqueólogos argentinos, entre ellos Luis Borrero
mericano y la Representación por Patagonia en los y quien les habla. Eso se lo debemos a Don Mateo
Congresos Nacionales de Arqueología. Martinic Beros, en aquel entonces director del Insti-
Antes de pasar a la presentación formal, quiero tuto de la Patagonia de Punta Arenas, quien siempre
transmitir mi agradecimiento a todos aquellos que alentó la relación académica entre nosotros. Para él
trabajaron arduamente para que podamos concretar pido un caluroso aplauso.
las jornadas. En primer lugar, a los integrantes del La segunda palabra clave es dos países, ya que la
comité organizador local, este equipo de fierro que Patagonia es compartida por Argentina y Chile. Y si
desde hace un año se puso al hombro las jornadas, bien el término “binacional” no figura en el nombre
trabajando tanto en las buenas como en las malas con de las jornadas, los arqueólogos patagónicos sostene-
responsabilidad, creatividad, compañerismo y buen mos que es un espacio de integración y de comple-
humor. Muchas pero muchas gracias queridos cole- mentación mutua y no de separación ni de rivalidad,
gas. También al personal administrativo y técnico del tal como las dictaduras de ambos países pretendieron
CCT CENPAT y del IDEAus, sin cuya colaboración instalar para justificar una guerra que hubiera abierto
y buena voluntad no habríamos alcanzado varios ob- heridas de muy difícil sino imposible reparación. Por
jetivos. Por último, agradezco a todos ustedes, colegas otra parte, nuestras propias investigaciones prueban
y amigos, por estar presentes y seguir apostando a este que muchos milenios antes de la conformación de
encuentro, sobre todo en los momentos actuales en Argentina y Chile como estados-nación, los grupos
que las circunstancias económicas y laborales de va- que vivían a ambos lados de la cordillera la cruzaban
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para comunicarse a través de materias primas, objetos, algo en nuestro pasado; por qué en la Patagonia y… la
ideas, rituales y también genes. respuesta, amigos, está “Soplando en el Viento”.
La tercera palabra clave es procesos, y con ella re-
mitimos a la historia de las jornadas y a sus cambios a Cuartas Jornadas, Río Gallegos, 1998 (Libro: “Des-
través del tiempo. Para ilustrar esta parte recurrí a los de el País de los Gigantes. Perspectivas arqueológicas en
prólogos de los nueve libros de las jornadas y seleccio- Patagonia”). Entre otros temas, el prólogo destaca la
né algunas frases representativas de estos procesos y apertura y participación de la comunidad local y el
de las circunstancias políticas, económicas y sociales desarrollo de talleres para escolares en el marco del
que enmarcaron las distintas ediciones. evento. En sus palabras de cierre expresa: “En noviem-
bre de 1998 nos reunimos en el extremo austral del “País
Primeras Jornadas-Trelew 1984 (Libro: “Comu- de los Gigantes”, el resultado de las jornadas está ahora
nicaciones de las Primeras Jornadas de Arqueología en sus manos. Los trabajos aquí presentados cubren una
de la Patagonia”). El prólogo, escrito por el Lic. Raúl amplia diversidad de temas que invitan a la lectura y a la
Scandroglio, Director de Cultura del Chubut, remar- discusión. Si seguimos a Jorge Luis Borges… ojalá seas el
caba que “El Congreso Nacional de Arqueología de San arqueólogo que este libro aguardaba”.
Luis (1982) nos dio la pauta precisa de la necesidad de
sacar en algún momento la temática patagónica del gran Quintas Jornadas-Buenos Aires, 2002 (Libro:
marco de la problemática arqueológica nacional, reducida “Contra viento y marea. Arqueología de la Patago-
por razones de tiempo, en aquel tipo de congresos. Sirvió nia”). A fines de 2001 Argentina se vio conmocio-
para poner de manifiesto que los arqueólogos del sur argen- nada por graves problemas económicos y sociales que
tino querían comunicarse y que tenían mucho para decir”. hicieron temer por la realización de las jornadas. “Sin
Aprovecho para recordar con afecto y agradecimiento embargo, gracias a la buena voluntad y el arduo trabajo
a Raúl Scandroglio, cuya familia está aquí presente. de mucha gente pudieron llevarse a cabo en Buenos Ai-
res. Organizarlas en Buenos Aires significó interrumpir
Segundas Jornadas-Puerto Madryn, 1993 (Libro: aquella disfrutada costumbre de discurrir sobre arqueo-
“Arqueología: sólo Patagonia”). Nueve años después logía en alguna ciudad de la región. No obstante, aunque
del primer evento, los organizadores destacaban que nos faltara el paisaje y el viento, frío y lluvia no faltaron
“Diversos factores, entre ellos el contexto económico del en ese mayo porteño”. El título refleja la pasión que ha
país, pero también cierta negligencia de nuestra parte, suplido en alguna medida el desinterés de quienes
fueron retrasando este proyecto, que sólo se invocaba como deberían tener a la cultura y a todas sus expresiones
mera expresión de deseos o nostalgia. Pero, en mayo de como política de estado.
1993, sin recursos financieros, pero con enorme entusias-
mo y una voluntad casi cercana a la obstinación, nos di- Sextas Jornadas- Punta Arenas 2005 (Libro: “Ar-
mos la oportunidad de reencontrarnos, ahora en Puerto queología de Fuego-Patagonia. Levantando piedras,
Madryn". También en este encuentro se definieron los desenterrando huesos... y develando arcanos”). Orga-
límites de Patagonia a uno y otro lado de Los Andes, nizado por el Instituto de la Patagonia y con un gran
así como las instituciones que formarían parte de la éxito de convocatoria, este fue el primer encuentro en
Comisión Permanente. A propósito, quiero destacar Chile. El libro resultante no tiene prólogo, pero sí la
que gran parte de esta obstinación se la debemos a un transcripción de las actas del plenario donde se ponen
querido colega -Rafael Goñi- quien tanto hizo por las en evidencia dos problemas: uno, el aumento notable
jornadas, pero, lamentablemente, no pudo participar de presentaciones; dos, el escaso uso de la modalidad
de éstas. póster en las mesas de comunicaciones. En conse-
cuencia, se vota que los autores que deseen exponer
Terceras Jornadas-Bariloche, 1996 (Libro “So- dos ponencias deberán presentar una en formato oral
plando en el Viento…Actas de las Terceras Jornadas de y otra en modalidad póster.
Arqueología de la Patagonia”). El prólogo resalta que
para ese entonces estas reuniones se habían converti- Séptimas Jornadas-Ushuaia, 2008 (Libro: “Ar-
do en un ámbito real de discusión pluralista, donde no queología de Patagonia: una mirada desde el último
sólo participaban reconocidos profesionales de nues- confín”). El prólogo de este libro se destaca porque no
tro país y de Chile, sino también jóvenes investigado- se expresa ningún reclamo o queja por falta de apoyo;
res y miembros de la comunidad local. El párrafo final sólo agradecimiento. Además, resalta que “Un 90% de
propone una reflexión: “Nos preguntamos muchas veces los autores dijo presente en el libro (…). Estos fríos núme-
por qué estamos orgullosos de nuestras jornadas, por qué, a ros representan un cálido viento patagónico de crecimien-
pesar de todo, se siguen haciendo; por qué seguir buscando to de nuestra disciplina, en cantidad y en productividad”.
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Octavas Jornadas-Malargüe, 2011 (Libro: “Ten- Décimas Jornadas (Puerto Madryn 2017). Si bien
dencias teórico-metodológicas y casos de estudio en la estamos por inaugurarlas, algunos datos puedo men-
arqueología de la Patagonia”). Además del buen nivel cionar: el Libro de Resúmenes está integrado por 198
científico y la amplia participación, estas jornadas se ponencias que representan 341 autores comprometi-
distinguieron porque, simultáneamente y en el mis- dos con la investigación y resguardo del patrimonio
mo Centro de Convenciones donde se desarrollaron, cultural material del pasado de Patagonia. Esto augu-
hubo un encuentro de Pueblos Originarios que plan- ra un encuentro rico, pleno de aprendizajes.
teó situaciones no exentas de tensión, pero sumamen- La última palabra clave es resistencia. ¿Por qué
te enriquecedoras. Fue así que el último día se con- esta palabra? Porque en estos 33 años de vida de las
formó una “Mesa de Diálogo Intercultural” y se firmó jornadas los arqueólogos de Patagonia hemos demos-
una declaración conjunta en la que ambos colectivos trado que no le tememos ni al clima rudo, ni al aisla-
se comprometieron a propiciar ámbitos de escucha, miento, ni a las enormes distancias ni a las menores
diálogo y participación en un marco de respeto con oportunidades respecto de otras regiones. No nos han
todos los sectores involucrados en temas de interés paralizado ni las persecuciones políticas, ni la carencia
común. También se recomendó que todo emprendi- de recursos financieros, ni la falta de apoyo de dis-
miento científico que involucre a los pueblos origina- tintas instituciones. Nada. Porque somos como esta
rios y a su patrimonio histórico cultural se rija por el hermosa tierra: resistentes y luchadores. Y… porque
“Consentimiento Libre Previo e Informado”. En sus bien sabemos que lo que hacemos es fundamental
palabras de cierre el prólogo resalta que “esos días de para el desarrollo cultural, social, filosófico y políti-
debates, discusiones e intercambios se materializan en este co de nuestra sociedad. Prueba de ello es el éxito de
libro que esperamos sirva para avanzar en el entendi- nuestras convocatorias, el acompañamiento cada vez
miento del pasado humano”. más importante de la comunidad. Por ello, continua-
remos trabajando y luchando para que los científicos
Novenas Jornadas-Coyhaique, 2014 (Libro: Ar- sociales no perdamos espacios laborales, sino que los
queología de la Patagonia: de mar a mar). No me ex- ampliemos y multipliquemos en distintos ámbitos y
playaré respecto de este libro porque se presentará consolidemos un camino que las nuevas generaciones
oficialmente mañana, antes de la conferencia de Luis seguramente enriquecerán. Porque vale la pena lo que
Borrero sobre “Rangos de Acción y Poblamiento de hacemos. Porque estamos vivos y lo seguiremos estan-
Patagonia”. Sí quiero señalar el esfuerzo gigantesco do. ¡Muchas gracias!
de nuestro colega chileno Francisco Mena, del Cen-
tro de Investigaciones en Ecosistemas de Patagonia
de Aysén y de toda la comunidad de Coyhaique para Julieta Gómez Otero
que las jornadas pudieran concretarse. A pesar de las Puerto Madryn, 31 de julio de 2017
dificultades y costos de traslado para acceder a esta re-
gión desde Argentina, se presentaron 135 ponencias.
También hubo talleres compartidos entre pobladores
de Aysén y arqueólogos.
[21-23] ARQUEOLOGÍA DE LA PATAGONIA: EL PASADO EN LAS ARENAS
con quienes se dedicaron a enseñarle y con quienes un hallazgo sin precedentes y lloraron”. Lágrimas que
le dieron oportunidades de formación y trabajo, De nunca terminamos de aceptar públicamente, pero que
Nigris también fue muy generosa. Compartió ideas, formaron parte de esas grandes emociones que ate-
datos, muestras y su entera experiencia. Y así, desde soramos como arqueólogas. También con humor su-
esta apertura se relacionó cordial y productivamen- peramos situaciones variopintas que, más de una vez,
te con distintas generaciones de investigadores en el nos pusieron serias. Llevar adelante un proyecto con
ámbito nacional e internacional. Contribuyó a orga- De Nigris implicó, sin duda, madurar, construir codo
nizar encuentros científicos, entre ellos, las Jornadas a codo, aprender a flexibilizar sin perder el rumbo y
de Arqueología de la Patagonia, participó en comités reflexionar profundamente sobre la trascendencia de
editoriales, fue evaluadora puntillosa pero construc- nuestra labor como investigadoras.
tiva de artículos, proyectos y de tesis. En fin, con sus Con pasión Mariana se entregaba a cada uno de
acciones transmitió buenas prácticas y ética en la la- los momentos y desafíos de la investigación. Disfruta-
bor profesional y docente. Sin proponérselo, nos en- ba preguntar, pero principalmente responder. El labo-
señó mucho con sus modos de hacer. Honesta en su ratorio era su espacio de perseverancia y las bases de
desempeño profesional, Mariana fue definitivamente datos, su talento. Pero De Nigris era feliz en el campo
muy exigente con ella misma y su entorno. Nunca y particularmente en la excavación. Su entusiasmo era
ocultó su fuerte temperamento, pero optaba por con- contagioso. Era una verdadera maestra del cucharín y
ciliar, con humor y una gran sabiduría. En el ámbito de la estratigrafía. Tenía una experiencia excepcional.
de la arqueología, se ganó rápidamente la admiración Su entrega se expresaba con tierra hasta en las orejas.
y el cariño de quienes la fueron conociendo. Era un motor incansable: de la cuadrícula a la zaran-
El aporte de las investigaciones de De Nigris a da, con los baldes indisputablemente más pesados y
la arqueología de Patagonia abarcó un gran espectro, cargados de la excavación. Fuerte, inagotable, disfru-
desde las ocupaciones tempranas hasta los tiempos taba la arqueología más pura y dura, fiel exponente de
históricos. Con su “cabeza” de zooarqueóloga neta, la escuela que respira el encanto de la Patagonia más
desplegó su creatividad para plantear líneas de aná- hostil y remota. Inteligente y culta, lectora incansable,
lisis interesantes vinculadas a problemáticas diversas, con ella sobraban temas interesantes de conversación.
trazar comparaciones, entender la significación de las Campechana, con un refrán a mano o un “viejazo”
diferencias. Su espíritu de exploración, y tal vez el no para ilustrar su perspectiva. Absolutamente espontá-
conformarse con lo ya logrado, la llevó a plantear o nea, cantaba sin timidez y sin entonación, para alegrar
sumarse a nuevos proyectos; así, su forma de pensar algún momento y concluirlo a carcajadas. Mariana
la arqueología alcanzó otras regiones, marcos tempo- era alegre y divertida. Su sentido del humor tan par-
rales y escalas. Con el estímulo de enfrentar nuevos ticular fue su forma de comunicación esencial. Las
desafíos, asumí con ella la responsabilidad de llevar campañas fueron fuentes inagotables de anécdotas,
adelante el proyecto centrado en la ciudad españo- especialmente de las que hacían reír: reía siempre que
la de “Nombre de Jesús” establecida en el estrecho tenía oportunidad, con disimulo, o claudicando ante
de Magallanes a fines del siglo XVI. En ese marco, la risa explosiva e incontenible, con dolor de panza
co-dirigimos proyectos de la UBA y de la Universidad y lágrimas, tan típica suya y tan contagiosa. Muchos
Nacional de la Patagonia Austral (UNPA) que nos coincidirán conmigo en que compartir una campaña
permitieron organizar nuestras primeras campañas a con De Nigris era un gran privilegio.
Cabo Vírgenes en la provincia de Santa Cruz. Maria- Su dedicación a la arqueología fue sostenida y su
na sintió un fuerte compromiso no sólo con la labor de entusiasmo firme en distintos momentos de su vida.
investigar, sino con la historia de los colonos del estre- Supo defender sus principios y convicciones, marcó
cho que, hay que reconocer, nos caló profundamente. sus prioridades y fue absolutamente coherente al se-
Las preguntas específicas que abordó y los resultados guirlas. Así concilió su carrera y su vida familiar. Una
que obtuvo fueron determinantes para conocer las tarea nada fácil, pero De Nigris siempre fue al frente.
decisiones tomadas por los que habitaron la efíme- Y enseguida coincidimos en otras experiencias vitales,
ra ciudad y comprender su relación con los recursos otros aprendizajes, como los tiempos de conformar
que encontraron en Patagonia. El detalle de su mira- nuestras respectivas familias y de la maternidad. Así,
da original y la agudeza de sus estudios se plasmaron más felices y acompañadas, continuamos andando los
en todas sus publicaciones sobre “Nombre de Jesús”. caminos de la vida, rearmando prioridades y aceptan-
Por su forma de vivir la arqueología, el proyecto tuvo do la idea de que “todo cambia”, como Mercedes Sosa
momentos ciertamente inolvidables. Recuerdo unas cantaba: "Cambia lo superficial, cambia también lo
palabras que una periodista escribió en el diario La profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en
Nación sobre nosotras “… supieron que estaban ante este mundo". A lo largo de su vida, supo tomar deci-
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siones, elegir, disfrutar y construir. Mariana no solía hombre leal y valiente, su incansable compañero en
dudar, actuaba con seguridad, miraba con claridad y las buenas y en las malas, caminó con ella cada paso.
transparencia. Sabía dar. Y daba de forma desinteresa- Su hijo Guido representa lo más suyo, con sus gestos
da. Muchos valoramos la sagacidad de sus opiniones y y su sonrisa. De Nigris fue feliz. Y tan rápido, y a la
la lucidez de sus consejos. Y estamos, claro está, muy vez paulatinamente, nuestras charlas se tornaron más
agradecidos. Hace pocos años me animó a cambiar mi frecuentes, profundas, sus miradas aún más sabias y
lugar de trabajo y desde entonces, compartimos, ade- sinceras. Una mañana llegó el momento de despedir-
más, instituto y oficina. Me llevó a su lugar, el INA- nos, como hermanas, sin miedo, con poesía, con una
PL, donde se fue rodeando de un nutrido cariño a lo profunda emoción, que me dejó sin aire y sin palabras.
largo de mucho tiempo. Allí estaban, y están hoy, sus Todavía me cuesta creer. Fue mucho tiempo el que
amigos, colegas, sus compañeros de oficina, su equipo caminamos juntas y, sin embargo, sabe a poco. Desde
del Parque Perito Moreno, en un ambiente generali- ese lugar, y con una enorme tristeza, me sumo al sen-
zado de gran compañerismo y buena gente. timiento de queridos amigos y colegas cuando dicen
Pero tristemente, y de a poco, se fueron alejando que fuimos afortunados por haber tenido el placer de
las posibilidades de Mariana de regresar a Patagonia, compartir la vida con ella. Y con esa idea en mente,
de nuevas campañas, de proyectos a largo plazo, de celebro el recuerdo de una excelente arqueóloga, una
planes de futuro. Y a pesar de eso, en ningún momen- hermosa y gran persona. De Nigris fue además una
to abandonó su estirpe de arqueóloga, su trabajo, ni agradecida de la vida y yo le agradezco a la vida por su
a su gente. Nunca optó por el camino más fácil, ni entrañable amistad.
eligió siquiera un atajo para evitar esfuerzos o sacri-
ficios. Enfrentó su destino con gran coraje. Fue rea- María Ximena Senatore
lista y mantuvo los pies sobre la tierra. Miró a la vida Alicante, 4 de febrero de 2019
con optimismo. No estuvo sola. Guillermo, su marido,
FE DE ERRATAS
Pablo Ambrústolo, Vanesa N. Bagaloni, Marcia Bianchi Villelli, Damián Bozzuto, María Luz Funes, María
Luisa Gómez, Rafael A. Goñi, Darío Hermo, Carlos Landa, Marcela Leipus, Hernán Marani, Cesar Méndez,
Laura Miotti, Amalia Nuevo Delauney, Mercedes Podestá, Omar Reyes, María José Saletta, Rodrigo
Vecchi.
RESUMEN
Investigaciones previas mostraron que existía una correlación positiva entre la intensidad de uso del espacio
y la productividad ambiental en el campo volcánico Pali Aike (Santa Cruz, Argentina), ubicado entre el valle
del río Coyle al norte y el estrecho de Magallanes al sur. Así, se pudo determinar una señal arqueológica más
intensa al sur del río Chico respecto del sector septentrional, correspondiente al interfluvio Río Gallegos-Río
Chico. Sobre esta base se propuso que el interfluvio de los ríos Gallegos y Chico (IGCh) habría sido un espacio
utilizado de modo discontinuo y no sistemático. En el marco del proyecto PICT 2014-2061 se relevó el sector
central del IGCh (O69°54’-O70°27’). La prospección de diferentes rasgos del paisaje (lagunas, bajos, lomadas,
afloramientos y valles) muestra, en contraste con hipótesis previas, una utilización intensa y recurrente del
interfluvio durante el Holoceno tardío, con modalidades de uso semejantes a otros sectores del CVPA.
Palabras clave: uso humano del espacio - interfluvio Gallegos-Chico - Campo Volcánico Pali Aike -
Patagonia meridional
ABSTRACT
Previous research has shown a positive correlation between the intensity of hunter-gatherer land use and
environmental productivity between Coyle River Valley to the north and the Strait of Magellan, to the south
within the Pali Aike Volcanic Field (PAVF, Santa Cruz, Argentina). Hence, it was proposed that due to the
lower environmental productivity of the northern portions of the PAVF such as the interfluve of the Gallegos
and Chico Rivers (IGCh), the human use of those areas was discontinuous, unstable and less intense. Here we
present results obtained from the survey of the central IGCh (O69°54’-O70°27’) which included the sampling
* Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas. Facultad de
Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. E-mail: kborrazzo@yahoo.com.ar
** Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas. Facultad de
Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario. E-mail: lorenalheureux@gmail.com
*** Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas. E-mail:
naticirigliano@hotmail.com
**** Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas. Facultad de Filosofía
y Letras, Universidad de Buenos Aires. E-mail: ceciliapallo@gmail.com
***** Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Instituto de Geociencias Básicas, Aplicadas y Ambientales de Buenos
Aires, Departamento de Ciencias Geológicas, Universidad de Buenos Aires. E-mail: ivanal.ozan@gmail.com
****** Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas. Facultad de
Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. E-mail: lm_manzi@yahoo.com.ar
******* Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas. Facultad
de Filosofía y Letras, Universidadde Buenos Aires. E-mail:judith.charlin@gmail.com
272 Karen B. Borrazzo et al.
of different landscape features (permanent, temporary, and dry lakes; depressed areas, low hills, outcrops, and
valleys). Data suggest that human groups occupied the IGCh intensively during the Late Holocene, with land
use patterns similar to those recorded to the south of Chico River Valley.
Keywords: human land use - Gallegos-Chico interfluve - Pali Aike Volcanic Field - Southern Patagonia
origen en eventos más antiguos y se encuentran más a) Franja central del interfluvio
erosionados que los del sector sur, correspondientes
al Holoceno (Barberena 2008; Manzi et al. 2012). Con el objetivo de evaluar variaciones en la señal
Otros rasgos geomorfológicos importantes son las arqueológica del IGCh respecto de la distancia a los
depresiones lagunares de origen volcánico (como crá- cursos fluviales, los muestreos se alinearon formando
teres y maares) o eólico, localizadas principalmente una transecta con rumbo general norte-sur. De este
en el IGCh y que, junto con los dos principales va- modo, el muestreo más septentrional (Ea. 1° de Mayo,
lles fluviales del CVPA (los ríos Gallegos y Chico), figura 1) se localizó a tres kilómetros del río Gallegos
conforman fuentes potenciales para el abastecimiento y el más meridional (laguna Pali Aike, figura 1), a sie-
de variados recursos bióticos y abióticos (figura 1). El te kilómetros del río Chico.
paisaje de bajos y lomadas es, a su vez, consecuencia de Se aplicó el mismo esquema en el relevamiento de
la mencionada irregularidad topográfica de las coladas rasgos del paisaje similares. Para las lomadas se uti-
basálticas, cubiertas por un suelo pobremente desarro- lizaron transectas lineales (N= 11) de 20.000 m2 (20
llado a partir de sedimentos finos de origen eólico y m de ancho por 1.000 m de largo; cuatro operado-
gravas producto de la meteorización de la roca. res) con recolección total de materiales. En el caso de
km el NO (Stern y Franco 2000) y las obsidianas de cios registraron materias primas en abundancia (Ea.
color verde, del área de Otway–Skyring, a unos 150 Otern Aike), otros ofrecieron una baja oferta (Ea.
km al SO de la región de estudio (Morello et al. 2004). Tres Lagunas) o incluso ausencia de ellas (Ea. Don
Rocas silicificadas y variedades de calcedonia, ópalos Raúl). El rendimiento entendido como el total de ro-
y sílices de muy buena calidad completan la muestra. cas aptas para la talla, también es variable. Además, se
En márgenes de lagunas (figura 2) se registraron recuperaron núcleos en varios sectores muestreados,
puntas de proyectil (tipo Bird IV y V), bolas líticas lo que evidencia el uso antrópico de parte de las fuen-
(con surco) y también artefactos multipropósito (yun- tes relevadas.
que + molienda + percutor) de gran peso y tamaño,
enteros y fragmentados. Por último, evidencias de to-
dos los estadios de talla -extracción de formas base, Los conjuntos arqueofaunísticos
formatización y reactivación de instrumentos- en
RGFO PKA fueron identificados en bajos y lagunas. El conjunto óseo está compuesto por 828
El empleo de la técnica bipolar en la explotación especímenes que proceden de seis cuadrículas de 100
de rodados de RGFO PKA está profusamente repre- m2 en Laguna Ea. Tres Lagunas, una de 9 m2 en el
sentado en la franja central del interfluvio. Además, manantial de Ea. 1° de Mayo, diferentes transectas
como informara Nami (1995, 1997), se recuperaron lineales en Otern Aike, laguna Pali Aike y Potrok
instrumentos sobre lascas angulares extraídas de nú- Aike, y un sondeo en Potrok Aike (tabla 1). La
cleos preparados. Se observó también la presencia de composición taxonómica está dominada por una
hojas. La bifacialidad está registrada especialmente única especie, dado que más del 83% del conjunto
sobre RGFO PKA (núcleos, preformas e instrumen- óseo corresponde a Lama guanicoe. Con menor
tos terminados). representación se identificaron especímenes de
Figura 2. Artefactos líticos recuperados en las prospecciones del IGCh: (a-j) Laguna Otern Aike 2;
(k-o y r) Laguna Otern Aike 1; (p) Meseta Bella Vista y (q) Potrok Aike.
Disponibilidad regional de recursos líticos Mammalia (9,18%), Ovis aries (3,38%) y Pterocnemia
pennata (1,21%). En muy baja proporción se
Se realizaron doce muestreos de materias primas registraron Equus caballus (0,24%), Rodentia (0,48%),
líticas. Las rocas de mejores calidades para la talla son Lycalopex culpaeus (0,12%), Phalacrocorax sp. (0,12%),
las RGFO PKA, presentes en el 50% de las localida- Chloephaga sp. (0,12%) y otras aves indeterminadas
des muestreadas. Los análisis indican variabilidad en (0,72%). Se destaca la presencia de moluscos marinos:
la disponibilidad de nódulos: mientras algunos espa- un Adelomelon ferussacii en MBV (figura 3a), dos
276 Karen B. Borrazzo et al.
Nacella (Patinigera) sp., dos Mytilus sp. en Laguna Ea. una olla de forma cerrada y borde evertido, cuya su-
Tres Lagunas y un Mytilus sp. en laguna Pali Aike. perficie se encuentra pulida y decorada con incisio-
Al provenir sobre todo de contextos de superficie, nes. La pasta es oscura, lo que podría vincularse, entre
los huesos presentan mayormente un perfil de meteo- otros factores, con una baja circulación de oxígeno
rización moderado a alto (sensu Behrensmeyer 1978), durante la cocción (Orton et al. 1997).
con predominio de estadios 3 y 2 (38,38% y 28,57%
respectivamente) y una notoria representación de ele-
mentos con avanzadas alteraciones compatibles con DISCUSIÓN
estadios 4 y 5 (11,38% y 1,45%, respectivamente).
Los especímenes registran elevada exfoliación corti- Las dataciones radiocarbónicas aun en curso ofre-
cal, tinción con manganeso y abundante actividad de cerán un marco temporal más preciso a las ocupacio-
raíces. A pesar de ello y de la mezcla con materiales nes de la franja central del interfluvio y de la meseta
modernos, se observaron huellas y/o fracturas de na- Bella Vista. No obstante, las características del regis-
turaleza antrópica en 155 especímenes (figuras 3b y tro lítico, en especial las puntas de proyectil (Bird IV y
3c). Más del 98% de la evidencia de procesamiento se V) y cerámico sugieren una señal ocupacional intensa
relevó sobre elementos de guanaco. durante el Holoceno tardío. Cabe destacar que la pre-
sencia de tiestos en la Patagonia meridional sólo fue
determinada para momentos históricos (Bird 1988;
Los materiales cerámicos Martinic y Prieto 1998; Massone 1984). En conjun-
to, la cerámica, los artefactos de distintas variedades
Se recuperaron once tiestos en MBV (figura 4). de obsidiana y el Adelomelon ponen de manifiesto la
Las tareas de remontaje sugieren que los fragmentos existencia de conexiones extrarregionales con pobla-
habrían pertenecido a una misma pieza. Se trata de ciones y espacios localizados al norte del río Gallegos
Tabla 1. Materiales líticos y especímenes óseos recolectados en los muestreos sistemáticos del IGCh
D%= frecuencia relativa de desechos; I%= freuencia relativa de instrumentos o artefactos formatizados;
N%= frecuencia relativa de núcleos; NISP= número de especímenes óseos identificados por taxa.
(tecnología cerámica), al noroeste y sudoeste (obsi- de materias primas líticas que muestran variabili-
dianas), y al este y sur como la costas del Atlántico dad en la disponibilidad de rocas. Se reconocieron
y del estrecho de Magallanes respectivamente (valvas instrumentos utilizados en las actividades de caza
de moluscos marinos). (puntas de proyectil y bolas líticas) y artefactos
A escala regional, la comparación de los conjun- multipropósito difíciles de transportar, que habrían
tos líticos de superficie del CVPA y zonas aledañas servido de equipamiento del espacio. A ellos se suman
278 Karen B. Borrazzo et al.
lascas grandes de materias primas no-RGFO PKA e Por lo tanto, la integración regional de la infor-
instrumentos enteros con filos activos o reactivables, mación disponible sugiere que el sector al sur del río
algunos con evidencias de reclamación. Esto, sumado Chico sigue ofreciendo la señal arqueológica más
a las altas densidades artefactuales registradas, sugiere intensa, coherente con su mayor productividad am-
el uso planificado y recurrente de algunos de los espa- biental (figura 5). Sin embargo, los nuevos datos aquí
cios investigados, en este caso las lagunas. presentados permiten advertir que el grado de inten-
La intensidad de uso de la fauna fue evaluada sidad de uso y la variabilidad artefactual registrados
considerando la densidad de especímenes óseos, la en el interfluvio Gallegos-Chico son más compara-
fragmentación y las tasas de descarte de diferentes bles al sector sur del CVPA que a otros espacios (e.g.
sitios estratificados localizados en sectores del paisaje cuenca del río Gallegos, costa atlántica, ecotono bos-
con cuevas y aleros del CVPA (Campan et al. 2007; que-estepa). Estos datos, junto con la alta diversidad
L’Heureux 2008; L’Heureux y Barberena 2008). No de recursos presentes en el IGCh apuntan a sostener
hay información distribucional previa de restos óseos un amplio patrón conductual, probablemente logís-
de superficie que puedan compararse con los datos tico (Charlin 2009). En particular, la composición y
del IGCh. Aun así, los antecedentes han mostrado densidad determinada en algunos sectores del inter-
que la intensidad de uso de la fauna fue mayor en el fluvio (Tres Lagunas o Meseta Bella Vista, figura 1)
sector meridional del CPVA, tanto en el Holoceno sugieren un uso intenso y recurrente de localizacio-
tardío inicial (Cueva Orejas de Burro 1; L’Heureux nes discretas (bajos, lagunas y reparos rocosos), con
2008) como en el Holoceno tardío final (Cueva modalidades de utilización diferentes, planificadas y
Cóndor 1; Barberena 2008), mientras que en el posiblemente estables a través del tiempo.
sector septentrional fue menor (Cueva La Carlota;
Campan et al. 2007). Asimismo, la diversidad de taxa
representados y explotados en el sector meridional PERSPECTIVAS
del CVPA es superior, fundamentalmente en el sitio
enterratorio Orejas de Burro 1. Independientemente Este trabajo ha provisto nueva información
de la funcionalidad de dicho sitio, la fauna procedente arqueológica sobre sectores del CVPA para los que no
de reparos excavados en el CVPA y los muestreos se contaba con relevamientos sistemáticos. Los resul-
de superficie realizados en el IGCh exhiben un tados muestran que estos espacios fueron recurrente-
predominio de la explotación de guanaco. Por otra mente utilizados y con grados de intensidad compa-
parte, la presencia de moluscos y determinados valores rables a los registrados en la cuenca de los ríos Chico
de isótopos estables en restos humanos (Barberena (Charlin y Pallo 2013) y Gallegos (Carballo Marina
2008; L’Heureux y Barberena 2008) indican una et al. 2008). En el futuro, la ampliación progresiva de
vinculación con las costas del estrecho de Magallanes la cobertura arqueológica junto con la necesaria eva-
y del océano Atlántico. luación tafonómica del registro, proveerán de bases
Figura 5. Densidad artefactual del IGCh y regiones vecinas localizadas al oeste y sur del IGCh.
Prospecciones en el interfluvio Gallegos-Chico (Santa Cruz, Argentina): nuevos datos arqueológicos 279
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