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DISCURSO JAIME GARZÓN.

IDEAS EXPUESTAS POR JAIME GARZÓN.

1. No existe ciudadano del mundo más cómodo que los colombianos. Somos comodísimos. La ley del menor esfuerzo.
2. El colombiano es pesimista.
3. NO hemos asumido nuestra propia identidad.
4. Lo que nos enseñan a los colombianos no tienen que ver con las necesidades que tenemos los colombianos.
5. Nosotros no sabemos si somos mestizos, si somos españoles, y sin embargo seguimos rindiendo un tributo y un respeto
a esa clase alta dueña del poder.
6. Funcionario público es para que el funcione al público, y terminamos haciéndole venias, es decir, todos sirviéndole a ellos.
7. El país es una gran finca en la cual habitamos TODOS, y por constitución tenemos derecho a un nombre a una nacionalidad
y somos dueños de la soberanía.
8. Nosotros decidimos que hacer con este territorio, elegimos a un mayordomo.
9. No hay una cultura de la propiedad.
10. ¿Ustedes que están esperando, que vengan a solucionarnos el problema que somos nosotros mismos?
11. Si ustedes jóvenes no asumen la dirección del país, nadie va a venir a salvárselo, nadie.
12. El problema de los colombianos, es que no tenemos una CONCIENCIA COLECTIVA. Tenemos una posición cómoda e
individual ante la vida.
13. Empiece a ser cívico, mínimamente cívico.
14. La actitud política es un compromiso de todos. El bienestar general es un compromiso de todos.
15. Somos más de 30 millones contra esa franja pequeña.
16. No hay SOCIEDAD CIVIL porque no nos hemos organizado.
17. Cómo no sabemos quiénes somos, nos comemos las ideas de los medios, sin saber en el fondo cual es la campaña de cada
uno.
18. Este país entiende que el desarrollo es cemento.
19. En este país nos venden todo, a uno le venden por la boca, por el estómago, por el televisor, por la valla.
20. ¿Para qué queremos 8 vías si nos agredimos?
21. Deberíamos entonces los colombianos emprender una labor de decirnos a nosotros mismos, qué es lo que necesitamos.
22. Si nos seguimos enfrascando en las discusiones que nos propone la clase esa, mientras nosotros estemos quietos respecto
a la reacción de esa clase, pues van a seguir allá, haciendo lo que quieren, distribuyendo la plata como quieren,
distribuyendo los contratos como quieren, distribuyendo nuestro bienestar como ellos quieren, y nosotros de brazos
cruzados sin hacer ninguna propuesta.
23. Si no reaccionamos y asumimos el control de nuestro propio país, con los elementos que nos da la constitución, por
ejemplo, el voto… Entonces apague y vámonos.
24. Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona, aunque piense y diga diferente.

TEXTO ARGUMENTATIVO.

El discurso de Jaime Garzón presente en el vídeo PALABRAS PARA NO OLVIDAR, pertenece a un grupo de conferencias dadas
por el difunto personaje en varias universidades del país, a mediados de los 90 del siglo pasado... Específicamente la
exposición del vídeo fue en la Universidad Nacional.

Jaime Garzón arma un discurso en donde lanza una veintena de ideas, pero al final del discurso hace énfasis en solo dos de
ellas. Quiero dar mi punto de vista a favor y en contra de cada uno de los postulados que Garzón expuso, primero, porque
comparto muchas de las ideas, pero no todas, y segundo, porque varias de esas ideas tienen su frontera en el contexto de la
época en la que fueron dichas, y hoy año 2019 ya no aplican tanto.

1. No existe ciudadano del mundo más cómodo que los colombianos. Somos comodísimos. La ley del menor esfuerzo.

No estoy de acuerdo. Es verdad que el país tiene generalizada una cultura de QUIERO SER MILLONARIO LO MÁS RÁPIDO
POSIBLE, pero esa imagen de perezosos o displicentes presente en la oración no es cierta, contrario a lo que parece, somos
un país muy madrugador, mientras en otros países las clases escolares empiezan a las 8 AM, como en EEUU, en Colombia
empiezan a las 6: 30 AM. El grueso de la población del país es gente obrera que trabaja mucho más que las 48 horas semanales
que estipula la ley, tan solo los vigilantes privados trabajan en ocasiones turno de 12 horas con un día de descanso cada 15
días. La gente se ingenia formas de trabajo que exigen desgastes físicos y consumo de mucho tiempo: la abuela que vende
helados de sol a sol, la chica que pasea un carrito con tintos 10 horas diarias, el joven que madruga a las 4 AM para cargar
bultos en una central de abastos, la familia que vende sopas en una esquina en horas de la madrugada, y la lista sería un
enorme etc. Así que no, no es cierto, en general el colombiano NO APLICA la ley del menor esfuerzo, al contrario, muchas
veces se esfuerza más de lo que le debiera o de lo que le corresponde.

2. El colombiano es pesimista.

Tampoco estoy de acuerdo. Existen unas características emocionales COLECTIVAS, que dependen del entorno social y no del
individuo. Todo país que enfrenta crisis, guerras, catástrofes y demás, cae en un COLECTIVO EMOCIONAL pesimista, ¿quién
puede culpar a una nación de estar sumida en la tristeza cuando está en medio de una guerra con medio millón de muertos
como en Siria?, o ¿Quién puede culpar a una nación de mostrar una constante amargura, cuando está sumida en la pobreza
y en una sola catástrofe pierde 360 mil vidas, como le paso a Haití en el terremoto del 2010?... Colombia es un país sumido
en la violencia desde hace más de un siglo, matanzas, desapariciones forzadas, pobreza, con catástrofes naturales cada nada,
etc., etc., etc. El país suma todas las características para mostrar una sociedad con emociones colectivas fuertemente
pesimistas, y aun así, cada nada un ranking internacional situá a Colombia como uno de los países más felices del mundo tal
como lo hizo una encuesta Gallump en el 2018. Si hablamos de Política, lo que el colombiano tiene es un CONFORMISMO más
que un PESIMISMO, se nota en frases como “todos los políticos suben a robar”, pero el POSITIVISMO del colombiano sale a
relucir inmediatamente en frases como “el que trabaja no como paja”, “morrocoy con candela asoma la cabeza”, “el muerto
al hoyo y el vivo al baile”, “hágale que pa´elante es pa´ya”, “rápido que para ayer es tarde”, “ni un paso atrás ni para coger
impulso”, “muerto pero no descolorido”, y muchas otras más que dejan claro, que el colombiano podrá haber perdido la fe
en la clase política, pero no la fe en que puede cambiar su realidad.

3. NO hemos asumido nuestra propia identidad.

Cierto. Y quizás eso se deba a que no tenemos una sola identidad de colombianos… sino muchas. De puertas para dentro los
regionalismos son abismales, el costeño se burla de las medias del cachaco, el bogotano ve al paisa como un fanfarrón, el
paisa ve al bogotano como un desabrido, llamamos bobo al pastuso, inculto al boyacense, perezoso al tolimense, peleón al
santandereano… Y así. Unos bailan champeta y reggaetón, otros salsa y vallenato y otros baladas, pop y rock. Todavía se
contratan mariachis a lo mexicano para que amenicen los cumpleaños en donde previamente se cantó un Happy Birthday en
espaninglish. Medio país pone un árbol de navidad con nieve de icopor al lado de un pesebre, y los colegios no hablan de
fiesta de grado sino imitando el muy estilo estadounidense, del PROM. Colombia es un país sin identidad, no es culpa nuestra,
la historia del país es la historia de los contrastes y las invasiones culturales, lo único que por el momento ha logrado hacer
una unión nacional constante y casi monolítica, son los partidos de la selección Colombia de fútbol, de resto, lo otro que nos
hace colombianos son una centena de palabras que solo se dicen aquí como bacano, chimba, parce, ñero, chumbimba o
chancuco. Pero lo bueno, es que el país está en CONSTRUCCIÓN de una identidad, y en esa construcción podemos hacer un
imaginario de nación que nos haga sentir orgullosos frente al resto del mundo, por ejemplo, no nos inventamos el acordeón,
pero sí el FESTIVAL VALLENATO.

4. Lo que nos enseñan a los colombianos no tienen que ver con las necesidades que tenemos los colombianos.

Cierto. Pero el problema no es LOCAL sino mundial. El sistema educativo está en crisis en todos los países del mundo, hasta
en los más desarrollados, el principal problema es que la educación básica apenas si ha evolucionado desde la revolución
industrial, mientras que las sociedades han cambiado a pasos agigantados. En todas las naciones y épocas siempre se voltea
a ver al sistema educativo, y la conclusión suele ser la misma: “lo que se enseña a los niños casi siempre está por debajo del
conjunto de habilidades y conocimientos necesarios para que esos niños triunfen en su vida adulta”, en el caso de la sociedad
colombiana, la educación pública busca obreros obedientes, y como resultado, el grueso de la población del país son obreros
obedientes.

5. Funcionario público es para que le funcione al público, y terminamos haciéndole venias, es decir, todos sirviéndole a
ellos.
Es una verdad a medias. La sociedad colombiana le hace venias a ciertos empleados públicos (presidentes, senadores, jueces,
magistrados, alcaldes,…), pero a otros los trata como si fueran residuos sociales (profesores, policías, obreros de vías,…). Hay
una cultura arraigada de sobrevalorar el “estatus quo” de una persona con relación al nivel de influencia de su cargo, o del
dinero que posea en el banco, es una herencia europea salpicada de mucho ARRIBISMO, que viene desde la conquista y que
se refleja cuando llamamos doctor a cualquier leguleyo, su santidad a un párroco, honorable a un senador o presidente eterno
a un expresidente.

6. El país es una gran finca en la cual habitamos TODOS, y por constitución tenemos derecho a un nombre a una
nacionalidad y somos dueños de la soberanía.

Cierto. Solo hay que acotar, que todos vivimos en la finca, pero solo unos pocos duermen en la casona… Todos los demás
dormimos en las barracas.

7. Nosotros decidimos que hacer con este territorio, elegimos a un mayordomo.

FALSO. Colombia se enmarca como una democracia, pero es una democracia en donde las opciones a elegir provienen de una
elite arraigada, así que más que una democracia, Colombia es en realidad una PLUTOCRACIA (el gobierno de los más ricos),
pues raya casi que en lo imposible el que un ciudadano sin recursos económicos pueda escalar en las altas esferas del Estado.
Siendo así las cosas, la realidad es que no elegimos al mayordomo de la finca ni decidimos nada sobre el territorio, sino que
elegimos entre las opciones que los acaparadores del territorio ponen a disposición. Es bello pensar que algún día la sociedad
escogerá a sus líderes entre sus mejores hombres, pero esa meta implica una madurez política en el conjunto de la sociedad
que se tiene que construir, y, que desde mi humilde opinión, no se consigue en una generación y aún no hemos logrado… el
que exista tantas personas dispuestas a cambiar su voto por un almuerzo envuelto en hojas de plátano, deja más que claro,
que no poseemos esa madurez política y que estamos muy lejos de alcanzarla.

8. No hay una cultura de la propiedad.

Es cierto. NO existe un sentimiento de propiedad porque la sociedad colombiana se mueve para asesinar ese sentimiento,
antes que para alimentarlo. Mientras que en un país como Japón, los niños tienen como primera tarea del día hacer aseo en
toda la escuela, en Colombia una madre demandaría a la escuela que pusiera a su hijo a lavar un baño. El carro de la basura
pasa un martes, pero no faltará el colombiano que saque su basura un lunes, porque no le importará el que la basura sea
desperdigada por la calle, para esa persona hay sentimiento de PROPIEDAD dentro de la casa, pero no lo hay para con la calle
frente a su casa (o no la llenaría de basura). El sentimiento de decir “este objeto es mío”, nace cuando podemos tomar
decisiones sobre el objeto, pero las élites del país llevan más de dos siglos haciendo bien su tarea, no permiten que el grueso
de la población decida sobre nada, y el resultado final es que vemos como en el país se explota cualquier recurso natural,
pero son muy pocos los que se dan por enterados… muchos colombianos morirán sin conocer el mar en un país con dos
mares, muchos colombianos morirán sin conocer la selva en un país en donde más del 50% del territorio es selva, y muchos
colombianos morirán sin saber que el país era un exportador de petróleo, porque nunca pensaran que mar, selvas o petróleo
les pertenecía.

9. ¿Ustedes que están esperando, que vengan a solucionarnos el problema que somos nosotros mismos?

Comparto en que eso es lo que muchos esperan (que venga un salvador, un iluminado) y comparto en que no debería ser así.
Pero al decir “el problema somos nosotros”, no se está dejando a nadie por fuera, y no creo que TODA la sociedad tenga el
mismo grado de responsabilidad frente al curso que toma un país. Que todos podemos hacer pequeños cambios que en suma
harán un mejor país, eso es cierto, pero que todos somos igual de culpables por el atraso del país, eso es falso, porque no
todos tenemos el mismo grado de influencia y poder de decisión sobre el país, aunque quisiéramos.

10. Si ustedes jóvenes no asumen la dirección del país, nadie va a venir a salvárselo, nadie.

Totalmente cierto, pero el asunto nunca ha sido que los jóvenes no quieran tomar el control de la situación, sino el que los
viejos rara vez quieren soltar el control que ya tienen… Los jóvenes siempre se estrellarán con un muro de personas con
poder, que les llevarán dos, tres, cuatro y hasta cinco décadas encima, personas con ideas cerradas que usarán todo su poder
para que las cosas NO CAMBIEN… Es debido a esa dinámica, que la esclavitud en Colombia tardo más de medio siglo para
acabarse completamente, que las mujeres tardaron más de un siglo para poder votar, que el país duró más de siglo y medio
para despenalizar el aborto, o que el país durará quien sabe cuántos años para aprobar un proyecto de ley que castigue la
corrupción, y no será por la inacción de los jóvenes, será por la tozudez de los más viejos que harán todo lo que puedan para
mantenerse en el poder.

11. El problema de los colombianos, es que no tenemos una CONCIENCIA COLECTIVA. Tenemos una posición cómoda e
individual ante la vida.

Cierto. Pero el asunto va más allá de ser colombiano. El SISTEMA ECONÓMICO que se impone en el mundo es individualista,
y mientras Colombia sirva a ese sistema, el individualismo es una tendencia a crecer, no a disminuir, no solo somos
individualistas, sino que adoramos serlo y lo vemos como bueno. Cuando los cursos empresariales le enseñan a sus inscritos
que lo mejor es que cada cual sea su propio jefe, ser la cabeza del ratón y no la cola del león, lo que se está enseñando es una
actitud individualista, y en una sociedad donde primero, segundo y tercero soy yo, es difícil que haya CONCIENCIA COLECTIVA.

12. Empiece a ser cívico, mínimamente cívico.

Totalmente de acuerdo. La vida es un constante aprendizaje, y la vida en sociedad es una constante adaptación, APRENDER
A SER CÍVICOS es la consecuencia de una buena adaptación… Hace unos años la gente dejaba a sus perros en la calle, nunca
los vacunaban, los alimentaban con sobras y nadie se preocupaba por recoger el excremento del animal, hoy es cada vez más
frecuente ver personas paseando a sus perros con collares, recogiendo las heces en bolsitas, alimentándolos con
concentrados especializados y cuidando a los animales como un miembro más de la familia… Lo anterior es un ejemplo de
cómo, al menos en el tema de las mascotas, somos cada vez más cívicos… Pero aún nos falta mucho, y la educación debe
dirigirse hacia llenar los vacíos de civismo que aun padecemos.

13. La actitud política es un compromiso de todos. El bienestar general es un compromiso de todos.

De nuevo totalmente de acuerdo. No importa si se es capitán o marinero, si todos estamos en el barco, todos tenemos un
trabajo que hacer. Aun cuando el sistema político del país es deficiente y tremendamente desigual, mantenerse al margen de
la política es un terrible error, es caer en la inacción y resignarse a que definitivamente sean otros los que tomen el 100% de
las decisiones. No solamente sería no tener responsabilidad sobre el rumbo de la nación, sino es el no querer tenerla.

14. Somos más de 30 millones contra esa franja pequeña.

Es verdad, es una franja pequeña, pero es la franja que gobierna, y el grupo de los que gobierna siempre ha sido de números
pequeños. La historia siempre dice que la norma es “un rey y muchos vasallos”, “un capitán y muchos soldados”, “un jefe y
muchos obreros”… Pareciera que es fácil que el grueso de la población unida pudiera enfrentar a la franja dominante, pero
rara vez eso se da, y rara vez se da, porque la masa poblacional nunca está unida, siempre se decanta a favor de alguno de
los que están en la élite. Parafraseando a una escena de la película “pandillas de New York”: "siempre se puede contratar
pobres para que maten a otros pobres".

15. No hay SOCIEDAD CIVIL porque no nos hemos organizado.

Otra gran verdad, pero las ORGANIZACIONES necesitan de individuos que lleven la iniciativa y tengan fuerte influencia
(LÍDERES), cuando una elite busca DESORGANIZAR a una sociedad, ataca a estos líderes. Colombia es un país con
desplazamientos forzados, con asesinato de líderes sociales, con asesinato de periodistas, y con la desintegración constante
de formas de organización social. Solo por dar un ejemplo, el Estado promueve la contratación docente por prestación de
servicios mientras limita la contratación de planta, porque el docente por prestación de servicios no se puede sindicalizar
como si lo puede el de planta, y en esa forma el Estado mantiene a raya las protestas docentes… Mientras en el siglo pasado
los sindicatos jugaron un papel importante en la adquisición de derechos laborales, hoy prácticamente son inservibles, pues
las modalidades de contratación no permiten que los empleados se sindicalicen y los sindicatos están fuertemente
manipulados por los grupos empresariales o el Estado. Conclusión: Es cierto que no hay SOCIEDAD CIVIL porque no nos hemos
organizado, pero no nos hemos organizado porque hay grupos que trabajan para que esa organización no se dé.
16. Cómo no sabemos quiénes somos, nos comemos las ideas de los medios, sin saber en el fondo cual es la campaña de
cada uno.

No es tan cierto. La manipulación que los medios de comunicación hacen sobre la sociedad es tema de estudio desde hace
décadas, pero no se da porque un colectivo no se sienta con identidad, incluso sociedades con niveles educativos altos como
los países de la unión europea, sucumben ante el manejo de la noticia que hacen los medios de comunicación dominantes. El
poder de los medios de comunicación es impresionante en todo el mundo, pero se vuelve un poder obsceno cuando como
en el caso de Colombia, los dueños de los medios de comunicación son los mismos que gobiernan, o los que financia a los que
gobiernan. Solo existe un arma para defenderse contra la manipulación de los medios de comunicación, y se llama
DIVERSIFICACIÓN, consiste en no quedarse con la lectura de un solo medio, sino revisar medios alternativos y contrastar la
información, pero eso implica una labor intelectual que no todo el mundo está dispuesto a hacer…, preferimos pasar una
tarde de domingo viendo películas en televisión por cable, que contrastar las noticias de la semana en diferentes medios.
Pero en fin, conclusión, CONTRARRESTAR la influencia de los medios de comunicación es un trabajo individual, que depende
más del deseo de sentirse bien informado, que de la identidad como colombiano.

17. Este país entiende que el desarrollo es cemento.

Y el desarrollo es cemento. Se llama INFRAESTRUCTURA, y una mala influye negativa y fuertemente en la psiquis de una
sociedad. Así que no concuerdo con Garzón en despreciar o minimizar el valor de la INFRAESTRUCTURA. Carreteras significa
transporte, comunicación, comercio, fuentes de trabajo, desarrollo, etc… Hospitales, bibliotecas, centros de salud son
cemento, puertos son cemento, estaciones de policía son cemento, escuelas son cemento, parques son cemento. Por
supuesto que el cemento es desarrollo, ahora que si el punto es que no es más importante que el desarrollo de los valores de
una sociedad, es cierto, no es más importante, pero una buena infraestructura ayuda a mejorar esos valores como sociedad,
y no pelea con ellos.

18. En este país nos venden todo, a uno le venden por la boca, por el estómago, por el televisor, por la valla.

No solo en este país, eso es en todos los países y se llama PUBLICIDAD. Hay sociedades donde la publicidad influye más que
en otras, pero en general la publicidad es un factor de coerción muy fuerte, sino fuera así, un comercial en televisión en
Colombia no valdría los 15, 20 o más millones de pesos que vale por emitirse una sola vez por 30 segundos en “prime time”.
El poder de la TV es tan fuerte, que un comercial emitido todos los días durante un mes cuesta el valor de lo que a una familia
pobre le costaría una vivienda pagada a 15 años.

19. ¿Para qué queremos 8 vías si nos agredimos?

Para que el transporte se mueva 8 veces más rápido que por una vía. La infraestructura no es la responsable de la cultura del
país, y no veo porque un país tuviera que sacrificar su infraestructura en POST de la cultura, siendo que la infraestructura no
es la culpable de la perdida de valores en la sociedad. La cuestión no es dejar de tener vías, la cuestión es dejar de agredirnos.

20. Deberíamos entonces los colombianos emprender una labor de decirnos a nosotros mismos, qué es lo que
necesitamos.

Lo hacemos todo el tiempo, siempre estamos diciendo qué necesitamos, creo que los problemas del país los tenemos
clarísimos, lo que no es claro, es como salir de ellos. Entonces lo que deberíamos estarnos diciendo no es lo que necesitamos,
sino el cómo conseguimos lo que necesitamos.

21. Si nos seguimos enfrascando en las discusiones que nos propone la clase esa, mientras nosotros estemos quietos
respecto a la reacción de esa clase, pues van a seguir allá, haciendo lo que quieren, distribuyendo la plata como quieren,
distribuyendo los contratos como quieren, distribuyendo nuestro bienestar como ellos quieren, y nosotros de brazos
cruzados sin hacer ninguna propuesta.

La descripción anterior no dice nada que no se sepa, evidentemente si solo se atiende a la agenda que la élite pone, pues
solamente se cumplen los objetivos que la elite busca. No es que la gente no quisiera hacer algo diferente al respecto, es que
la gente no sabe qué hacer al respecto y eso es diferente… Cuando la circunstancia llega al extremo, la gente lo único que
conoce es la “reacción con violencia”, y la violencia solo sirve para que los medios de comunicación se regocijen en el
amarillismo, pero rara vez suma para que la élite modifique una agenda. Un buen ejemplo es el cuatro por mil, el Estado
presentó ese impuesto como algo temporal y empezó como un uno por mil, prácticamente todo colombiano detestas ese
impuesto y quisiera que terminara de una buena vez, pero nadie sabe cómo exigirle al Estado que retire esa carga, y ninguna
protesta o paro le ha hecho mella al Estado, con lo que han pasado más de 20 años y el impuesto sigue ahí.

22. Si no reaccionamos y asumimos el control de nuestro propio país, con los elementos que nos da la constitución, por
ejemplo, el voto… Entonces apague y vámonos.

No hay nada que agregar, es la verdad pura y dura. Se resume así: “Si no hacemos nada con las herramientas que tenemos a
la mano, no esperemos ningún cambio”.

23. Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona, aunque piense y diga diferente.

Frase muy bonita, aunque no es original ni exclusivamente actual… Es el mismo “No hagas a los demás lo que no quieres que
te hagan a ti” de Lao Tse, es el mismo “Mi libertad termina donde empieza la tuya” de Jean Paul Sartre, es el mismo Amarás
a tu prójimo como a ti mismo de Mateo 20:39. Y es el mismo “que cada cual haga de su culo un candelero” de la sabiduría
popular.

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