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PRUEBA INDICIARIA

La prueba indiciaria es la técnica del razonamiento judicial que permite la existencia del elemento
acreditador del hecho y la responsabilidad criminal, su objeto no es directamente el hecho
constitutivo del delito, tal y como está regulado en la ley penal, sino otro hecho intermedio que
permite llegar al primero por medio de un razonamiento basado en el nexo causal y lógico
existente entre los hechos aprobados y los que se tratan de probar.

La doctrina procesal ha reconocido que es uno de los tópicos más complejos dentro de la teoría de
la prueba en el proceso penal, ya se construye sobre la base de una inferencia lógica, donde
determinados hechos indirectos que se dan probados se enlazan a una conclusión univoca y
necesaria que acredita algún aspecto del objeto material del proceso penal en ciernes. Así, aunque
es considerada una prueba indirecta de los hechos centrales a probarse en un proceso penal, no es
por eso carece de fuerza probatoria capaz de sustentar una sentencia condenatoria y es, en ese
sentido, una herramienta importante para el juzgador cuando los hechos juzgados no pueden ser
probados por elementos de prueba directos o por pruebas sustentadas en los conocimientos
técnicos o científicos. Ello, dentro del esquema de los principios de la libre valoración probatoria y
la sana critica que informan el sistema de pruebas de nuestro proceso penal, que otorgan al
juzgador un amplio margen para la construcción de una teoría que explique la existencia del delito
y la participación del imputado en el mismo.

Sin embargo como se sabe este amplio margen de apreciación de la prueba no puede ser
arbitrario, ya que, la Constitución Política impone al juez la obligación de explicar el razonamiento
lógico, factico y jurídico en el que sustenta su decisión final condenando o absolviendo al
imputado, respetando en todo momento al derecho de presunción de inocencia y el derecho a la
contraprueba que le asiste al imputado.

Como precisa el doctor César San Martin Castro, “indicio es todo hecho cierto y probado con
virtualidad para acreditar otro hecho con el que está relacionado. El indicio debe estar plenamente
acreditado”. Es el hecho base de la presunción, es un dato factico o elemento que debe quedar
acreditado a través de los medios de prueba previstos por la ley. La conclusión a la que se arriba a
partir de una prueba indiciaria debe someterse a ciertos requisitos para su validez. Así la
afirmación o enlace entre el hecho base y el hecho consecuencia debe ajustarse a las reglas de la
lógica y a las máximas de la experiencia.

Debe primar la racionalidad y coherencia del proceso mental asumido en cada caso por el órgano
jurisdiccional, siendo de rechazar por tanto la irrazonabilidad, la arbitrariedad, la incoherencia y el
capricho del juzgador, que en todo caso constituyen un límite y todo de admisibilidad de la
presunción como prueba. Dos datos son, pues, imprescindibles:

a. Racionalidad de la inducción o inferencia, es decir, que no solamente sea arbitraria,


absurda o infundada.
b. Que corresponda plenamente a las reglas de la lógica y la experiencia; todo ello, en aras
de afirmar un enlace preciso y directo según las reglas del criterio humano.
De igual modo el extinto profesor Don Florencio Mixán Mass, sustenta que al diferencia entre
indicio y prueba indiciaria es ineludible, En efecto, prueba indiciaria (o prueba por indicios) es un
concepto jurídico- procesal compuesto y, como tal, incluye como componentes varios
subconceptos: indicio (dato indiciario), inferencia aplicable (llamada, aun por muchos, presunción
del juez o presunción del hombre), que conducen al descubrimiento razonado de aquello es es
indicado por el indicio (el cono cimiento que se adquiere sobre lo que tradicionalmente se conoce
como hecho indicado o dato indicado).

La clasificación mas utilizada de los indicios es aquella que toma en cuenta, el momento de la
producción de los indicios, en cuya virtud los indicios pueden ser antecedentes, comitantes y
subsiguientes, esto es, según se trate de circunstancias anteriores, coetáneas o posteriores al
delito.

Como anota el doctor César San Martin Castro de la Corte Suprema de Justicia del Perú ha
utilizado esta última clasificación de modo recurrente. Igualmente el profesor san marquino Don
Fernando de Trazegnies Granda, en su artículo “La Teoría de la prueba indiciaria ha expresado que:
“Un indicio no es simplemente un hecho debidamente probado, sino un hecho probado que es
además vinculada racionalmente con un dibujo general que se pretende demostrar: si en el
ejemplo del rompecabezas encontramos una pieza que contiene parte de la cola de un conejo,
podemos decir con mucha probabilidad el dibujo incluye un conejo, aunque ni siquiera esta
inferencia es concluyente porque podemos adoptar una hipótesis distinta sobre lo que representa
el rompecabezas en su integridad y optar no por una visión campestre y bucólica sino por una
hipótesis supersticiosa: esa cola puede estar en la mano de un hombre que pasea por una ciudad
de rascacielos y que cree que la pata de conejo es un amuleto de la buena suerte y cree que la
pata de conejo es un ambuleto de la buena suerte, por lo que ,a usa de llavero, por consiguiente,
desde otro punto de vista, no hay ningún conejo completo en la escena final del rompecabezas ni
nada que la idea de conejo nos evocaba: la granja, el granjero con su sombreo de paja, quizás unas
vacas y unos patos. Esto significa que los indicios no son hechos por si solos sino que son tomados
en cuenta en tanto que partes revelan o parecen revelar un todo necesariamente mayor: son
señales que sugieren la conformidad de una hipótesis y que se definen como señales por su
referencia a la hipótesis señalada. El indicio no es, entonces, cualquier hecho, no es el hecho puro,
sino el hecho que se ha logrado integrar dentro de un razonamiento para iniciar algo.

Consecuentemente, el hecho bruto en su estado inicial no es todavía un indicio. Algunos lo llaman


“hecho indicador” para contraponerlo a la presunción. Pero indicador es lingüísticamente lo
mismo que indicio; y ese hecho no indica nada mientras no se lo dirija a una hipótesis en virtud de
la presunción. Es la presunción en su primera acepción, por ejemplo, el razonamiento, lo que le
otorga el carácter de indicio al simple hecho. Antes de que haya sido integrado en el razonamiento
y que este sea suficientemente convincente, el hecho no es todavía un indicio.

En ese sentido es correcto decir que los hechos transforman en indicadores (indicios) solo por el
mérito de un razonamiento lógico exitoso. Antes de eso no significan cosa alguna. Por ello la
prueba por indicios es una construcción argumentativa con base fáctica incontestable cierta.
Esta transformación del hecho bruto en hecho indicado (indicio) que se produce cuando puede ser
entendido como una señal de un hecho indicador, da como resultado distintos de grados de fuerza
vinculatoria entre el hecho indicador y el hecho indicado

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