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21 de la LPLA como la principal (y práctica- cepcionales en que por razones de interés ge-
mente única) disposición legal relevante para neral la ley autoriza a prescindir de ese con-
resolver los conflictos planteados en torno al sentimiento3.
derecho de imagen2. De todas formas, debe quedar claro que la
Esta observación no puede sorprender. No aceptación generalizada del art 21 LPLA como
solamente se trata de la primera disposición disposición general sobre el tema del derecho
legal que se refirió al derecho de imagen, sino de imagen fue una creación de la doctrina y la
que a ello debe agregarse que la práctica con- jurisprudencia. Para dicho emprendimiento,
tinuada a lo largo de los años demostró que debieron superarse dos debilidades que afec-
los términos en que se expresó el legislador en tan al texto de esta disposición y que pudieron
dicha disposición resultaron lo suficientemente llegar a comprometer seriamente toda la ar-
completos como para atrapar (con ciertos ajus- gumentación. Primero: el inc. 1 del art. 21 úni-
tes interpretativos a los que nos referiremos camente se refiere a la actividad “poner en el
en un momento) la mayoría de los supuestos comercio el retrato”, de donde podría argu-
que se presentaron ante nuestros tribunales mentarse que no existe ninguna disposición
hasta la fecha. legal que establezca la necesidad de obtener el
En esencia, el art. 21 LPLA es una disposi- consentimiento como principio general o para
ción que define en qué casos se debe pedir otros posibles usos que no sean considerados
permiso para utilizar el retrato ajeno y en qué “poner en el comercio” el retrato, lo que deja
casos ese permiso no resulta necesario, y para afuera (sin ir más lejos) la captación de la ima-
ello divide los posibles escenarios de la siguien- gen en un retrato. Esta debilidad del texto fue
te manera: (i) si la persona retratada ha brin- trabajada por la doctrina y la jurisprudencia
dado su consentimiento expreso (tanto para la nacional procurando ensanchar o expandir los
captación, como para los posteriores usos), la contornos del concepto de “poner en el comer-
utilización es lícita; (ii) si la persona retratada cio el retrato”, para incluir a cualquier tipo de
no ha brindado su consentimiento expreso, utilización de la imagen ajena4 . Segundo: el inc.
pero la utilización queda amparada en alguna 3 se expresa en términos sumamente amplios
de las situaciones definidas legalmente como en cuanto a habilitar a cualquiera la posibili-
de “publicación libre”, y que involucran la pre- dad de “publicar” el retrato ajeno, siempre que
sencia de un interés general que ampara su dicha publicación “se relacione” con ciertos
publicación, la utilización es lícita, y (iii) si la fines o circunstancias vagamente mencionados
utilización no ha sido consentida ni fundada (“fines científicos, didácticos y, en general, cultu-
en un interés general, es ilícita (intromisión ile- rales o con hechos o acontecimientos de interés pú-
gítima en el derecho de imagen). La pregunta blico o que se hubieren realizado en público”). De
clave pasa a ser entonces: en qué casos debe ahí que existiera un riesgo serio de que, utili-
entenderse que es necesario obtener el consen- zando una interpretación demasiado genero-
timiento expreso. En resumen, y luego de va- sa del inc. 3, se llegara a postular una suerte
rias operaciones interpretativas que no vamos de permiso legal para utilizar el retrato ajeno
a plantear en detalle, se entiende que el con-
sentimiento expreso es necesario en todo caso 3
En tal sentido, el planteamiento que viene de
en que la utilización del retrato no pueda am- hacerse en el texto es un resumen esquemático de la
pararse en un supuesto de publicación libre. visión planteada por GAMARRA en 1983 y a la que se
De manera que el principio general es que todo ha adherido la enorme mayoría de la doctrina y la ju-
uso de la imagen ajena requiere el consenti- risprudencia nacional. Ver más ampliamente en
BERDAGUER MOSCA, “Utilización de la imagen…”,
miento del retratado, pero que hay casos ex- ob. cit.
4
En este sentido pueden citarse las monografías
2
Cabe destacar en este punto que GAMARRA era de BALSA, María: “Algunas cuestiones sobre el Dere-
contrario a erigir al art. 21 LPLA en la norma base para cho a la propia imagen”, 2001, FCU, Montevideo, págs.
la regulación del derecho de imagen, y en cambio la 85 y 86; y LAMAS, Mario: “Derechos de la personali-
veía como una disposición que se limita a regular el dad y explotación de la apariencia humana. Estudio
derecho de autor sobre el retrato, mostrándose parti- sobre el nombre, la imagen, la intimidad, la identidad,
dario por construir sobre la base del art. 72 CN. En el honor y la reputación como derechos personales y
esta tesitura el Maestro no ha sido acompañado por la como derechos patrimoniales”, 2004, Cikato Aboga-
mayoría de la doctrina y jurisprudencia nacional. dos, Montevideo, pág. 206.
DOCTRINA 3
dría haberlo hecho sin mayores inconvenien- va y conceptual vigente en ese país. Por esta
tes y no lo hizo. razón, todo parece indicar que será necesario
llegar a una respuesta propia y específica para
5. ESTRATEGIA PARA ABORDAR LA el derecho uruguayo. En las líneas que siguen
CUESTIÓN. TESIS PRELIMINAR queremos tan solo dejar apuntadas algunas
notas sobre una posible estrategia de armoni-
Es casi innecesario mencionar que las pre-
zación, las cuales serán retomadas y desarro-
guntas que estamos formulando no son priva-
lladas en una instancia próxima.
tivas del derecho uruguayo. Antes bien, se pue-
Nuestra primera impresión es que la LPDP
den plantear en cualquier ordenamiento jurí-
es un instrumento que trae consigo varias in-
dico, pues la protección de los datos persona-
novaciones que tienen impacto en materia de
les es un fenómeno cuya regulación en occiden-
la regulación del derecho de imagen, pudien-
te comienza a desarrollarse con vigor en torno
do incluso convenirse en que se trata de una
a las décadas 1980 y 199022, mientras que el de-
pieza que contiene un parte importante de la
recho de imagen se viene desarrollando desde
regulación actual del derecho de imagen, pero
fines del siglo XIX. Es por esto que en todos los
que por sí sola no resulta suficiente para brin-
ordenamientos se ha planteado, y se plantea,
dar una regulación completa del tema.
la necesidad de hacer lugar a este hambriento
Sin perjuicio de otros detalles de menor im-
recién llegado que amenaza con devorarse a
portancia, la normativa contenida en la LPDP
varios institutos que son prexistentes, entre los
tiene dos carencias de extremada relevancia, las
cuales se cuenta el derecho de imagen. Por tan-
cuales nos llevan a pensar, como tesis prelimi-
to, sin lugar a dudas que es conveniente mirar
nar, que la LPDP no puede ser considerada
para el costado e intentar comprender de qué
como la norma general que rige el derecho de
manera se ha operado esta armonización bajo
imagen, sino que en cualquier caso es solo una
otros ordenamientos jurídicos.
parte de una constelación más amplia.
Sobre este último respecto, y aún cuando
1. Regulación del mercado del derecho de ima-
todavía nos encontramos en plena fase de in-
gen. En efecto, y en primer lugar, la LPDP care-
vestigación de esta temática, no hemos encon-
ce de cualquier tipo de referencia normativa a
trado todavía respuestas que puedan trasladar-
la posibilidad de realizar negocios jurídicos de
se íntegramente al derecho uruguayo. Ello obe-
contenido patrimonial que recaigan sobre el
dece a que existe gran diversidad de solucio-
tratamiento de los datos personales, y en parti-
nes jurídicas que se han ensayado en el extran-
cular sobre el derecho de imagen. Si bien es cier-
jero para dar protección al derecho de ima-
to que tampoco se prohíbe a texto expreso esta
gen 23 , lo que significa que existen distintos
clase de negocios, resulta evidente que no se
modelos de respuesta para la pregunta dirigi-
trata de una normativa que haya sido diseña-
da a armonizar el derecho de imagen con la
da para regular el “mercado de los derechos de
protección de los datos personales, cada una
imagen”24. Sin ir más lejos, aunque se trata so-
de las cuales está atada a la realidad normati-
lamente de un ejemplo, alcanza con destacar la
enorme facilidad con que la normativa sobre
22
Para una evolución sobre la normativa sobre protección de los datos personales permite la
datos personales en el derecho comparado ver DU- revocación o incluso la modificación del con-
RAN MARTÍNEZ, ob. cit., págs. 34 y ss.
sentimiento prestado en materia de tratamien-
23
Así, por ejemplo, en algunos países el derecho de
imagen se estructura enfatizando su carácter de dere- to de datos personales, flexibilidad esta que cla-
cho de la personalidad, tal como ocurre en España. ramente es beneficiosa para el sujeto titular de
Naturalmente que el análisis relativo a la armonización los datos personales, pero que resulta incom-
de los dos sectores que realice la doctrina española no
es igual que la que se lleva a cabo en Italia o en Francia, 24
Tomamos la expresión “mercado de los dere-
pues estas últimas son jurisdicciones en las que la na- chos de imagen” de la magnífica obra dedicada al tema
turaleza jurídica del derecho de imagen aparece más de la explotación patrimonial del derecho de imagen
ambigua y susceptible a interpretaciones. Por último, y que fue publicada por VENDRELL CERVANTES,
hay también jurisdicciones en que se separan dos tipos Carles, “El mercado de los derechos de imagen. El con-
de derechos completamente separados: el derecho de sentimiento o la autorización para la intromisión en
imagen de carácter personal (que forma parte del right los derechos de la personalidad y la transmisión de
of privacy) y el derecho de imagen relativo a la explota- derechos de imagen”, Ed. Thompson Reuters –
ción comercial de la imagen (right of publicity). Aranzadi, Navarra, España, 2014.
8 DOCTRINA Y JURISPRUDENCIA DE DERECHO CIVIL
patible con la mínima seguridad jurídica que –en principio y sin perjuicio- del todo compa-
requieren los negocios que recaen sobre el de- tible con la posibilidad de realizar negocios ju-
recho de imagen25. Siendo un hecho empírica- rídicos patrimoniales que recaigan sobre el mis-
mente demostrable que ese mercado de los de- mo, y en todo caso no resulta pasible de ser
rechos de imagen existe y que goza de excelen- transferido. Asimismo, que se trata de una nor-
te salud, y ciertamente se trata de un fenóme- mativa que hunde sus raíces en el derecho a la
no que requiere de una regulación propia y privacidad o intimidad es algo prácticamente
ajustada a sus necesidades, el art 21 de la LPLA imposible de negar 26 , pues como afirma
subsiste como una herramienta mucho más idó- DURÁN MARTÍNEZ, no tiene ningún sentido
nea para dar respuesta a la regulación de ese la protección del dato en sí, sino que lo que se
mercado. Precisamente, no debe olvidarse que protege son otros bienes jurídicos, como la in-
el art 21 LPLA regula la actividad de “poner en timidad, la determinación informativa, etc.27.
el comercio” el retrato ajeno, y que se enmarca El sistema quedaría integrado por un sec-
dentro de una ley cuyo objeto principal es re- tor normativo que tutela la dimensión perso-
gular la existencia de derechos morales y dere- nal o moral del derecho de imagen, entendida
chos patrimoniales relativos a la explotación la imagen como dato personal, mientras que
comercial de las obras de espíritu. el otro sector regula un derecho de naturaleza
De ahí que una estrategia de armonización distinta, de carácter patrimonial. Si bien am-
que puede plantearse gira en torno a un doble bos derechos recaerían sobre un mismo objeto
eje: (i) por una parte, reinterpretando el con- (imagen personal) se trataría de derechos de
cepto de “poner en el comercio” el retrato uti- naturaleza y régimen distinto. En este senti-
lizado por el art. 21 LPLA, de manera de dejar do, debe tenerse presente que todos los ordena-
de lado el significado que lo acerca a “cualquier mientos jurídicos reconocen la existencia de
clase de utilización del retrato ajeno” y que dos dimensiones o facetas del derecho de ima-
como vimos fue postulado en el pasado para gen: una está relacionada con la protección de
convertir al art. 21 en el principio general apli- la personalidad de su titular, mientras que la
cable en materia de derechos de imagen y en otra se vincula con la explotación económica o
ausencia de cualquier otra que le salga al cru- comercial del derecho de imagen. En la primera
ce, para pasar ahora a una noción más estricta faceta, relativa a la dimensión personal del
y técnica: “poner en el comercio” como la rea- derecho de imagen, se protege el derecho de
lización de una explotación comercial del de- imagen como instrumento para preservar la
recho de imagen, una utilización con fines co- privacidad o la dignidad de la persona titular
merciales (concepto que es más amplio que uti- del mismo. En esta dimensión, se tiende a con-
lización “publicitaria”), en cuyo caso –de con- cebir el derecho de imagen como un derecho
formidad con el art 21 LPLA- supone obtener de la personalidad, o bien como parte integran-
el consentimiento expreso de la persona retra- te de un derecho de la personalidad mayor.
tada; (ii) por otro lado, debe construirse que la Junto con esta faceta personalista, se ha reco-
LPDP es una herramienta normativa que cons- nocido en forma bastante generalizada otra
tituye una derivación del derecho a la priva- faceta del derecho de imagen; esta segunda
cidad o intimidad de las personas (sin que esto faceta parte del supuesto de que el derecho de
implique negar su autonomía, claro está), y imagen también hace posible a su titular la
como tal está enfocada en la dimensión perso- explotación económica de su apariencia física
nal o moral, no así en la dimensión patrimo- mediante actos de autorización o disposición
nial. No parece que esta construcción vaya a con los terceros interesados (cesiones, licencias,
suponer demasiado esfuerzo, pues ya desde el etc.), quienes adquieren el derecho o la facul-
art. 1 de la LPDP el lector adquiere la noción
de que el legislador entiende estar regulando 26
A modo de ejemplo, DELPIAZZO, subtitulaba
un “derecho humano”, aspecto que no resulta uno de sus primeros trabajos sobre el tema como “el
nuevo rostro del derecho a la intimidad” (ver
25
En tal sentido, se establece expresamente en la DELPIAZZO, Protección de los datos personales en
LPDP el carácter revocable del consentimiento (Art. 17, tiempos de internet. El nuevo rostro del derecho a la
inc 2 LPDP), así como la potestad de solicitar el acceso, intimidad, en Revista de Derecho, UCUDAL, 2002, Nº
modificación amplia y supresión de los datos almace- III, pág. 253.
nados con consentimiento del titular (Art 15 LPDP). 27
DURÁN MARTÍNEZ, ob. cit., págs. 12 y 13
DOCTRINA 9
tad de explotar comercialmente el retrato aje- Esta construcción encajaría sin mayores
no, ya sea con exclusividad o sin ella, con fines problemas con los postulados de la dogmática
publicitarios, de mercadeo u otros fines comer- uruguaya. En este sentido, la dimensión patri-
ciales, muchas veces a cambio de un precio u monial del derecho de imagen ha sido recogi-
otra prestación onerosa. Aquí el derecho de da por nuestra doctrina, que la ha admitido en
imagen se manifiesta como un derecho exclu- su versión mínima desde 1983, y en términos
sivo de autorizar y disponer de la propia ima- m{as amplios (en cuanto a la existencia de un
gen, y supone -en alguna medida- reconocer a derecho a explotar comercialmente la imagen)
cada persona un monopolio de explotación desde el primer lustro del año 200031 . Por el
económica sobre su imagen. En su formulación mismo camino ha transitado nuestra jurispru-
más extrema, la imagen es concebida a estos dencia, aunque cabe puntualizar que son po-
efectos como un bien inmaterial que admite ser cos los casos en que ese reconocimiento ha sido
patrimonializado o comodificado, y como tal ob- explícito32.
jeto de toda clase de negocios jurídicos. 1. Conflicto con la libertad de expresión. La
Por ejemplo, en Italia, cierta doctrina bas- segunda carencia que a nuestro modo de ver
tante reciente ha puntualizado que para la tu- tiene la LPDP refiere a una falta de respuesta
tela de la esfera moral o personal del derecho clara para los no poco habituales conflictos
de imagen debe acudirse también al denomi- entre el titular del derecho de imagen y los
nado “Codice della privacy” (Codice in mate- medios de comunicación. En este sentido, si
ria di protezione dei dati personali” introduci- bien es cierto que la LPDP establece como uno
do por el Decreto Legislativo del 30 giugno de sus principios generales el principio del
2003, n. 196.), un verdadero texto ordenado en consentimiento previo e informado (Arts. 1, 8,
materia de protección de los datos personales28. 9 inc 1, 13, 17, 21 y 23 de la LPDP), la propia
En similar sentido, en España también existen
varias opiniones doctrinarias que incluyen den- redes sociales: la difusión no consentida de imágenes”,
tro de la dimensión personal del derecho de Revista Electrónica de Derecho (REDUR), Nº 14, Uni-
imagen la aplicación de las reglas relativas a la versidad de La Rioja, diciembre 2016, págs. 168 y ss.;
protección de datos personales29. También exis- MARTINEZ, Juan, “Derechos fundamentales y publi-
cación de imágenes ajenas en las redes sociales sin
ten intentos en similar sentido en Argentina30. consentimiento”, Revista Española de Derecho Cons-
titucional, R 106, enero-abril (2016), pp. 119–148.
28
Para un análisis detallado del punto ver ALPA, 30
Ver MASCIOTRA, Mario, La voz y la imagen y
Guido, RESTA, Giorgio, “Le Persone Fisiche e I Dirirri el ámbito de aplicación de la ley de datos personales,
Della Personalità”, Tratatto di Diritto Civile, diretto Jurisprudencia Argentina, 2004-II, abril 2004, dispo-
da Rodolfo Sacco, UTET, Torino, 2006, págs. 565 y ss; nible en portal infojus.
PROTO, Massimo, “Il diritto e l’immagine. Tutela 31
Nos referimos principalmente a las opiniones de
giuridica del riserbo e dell’icona personale”, Univ. varios autores nacionales que, aunque tengan matices
Roma-Studi di diritto civile, Giuffrè Editore, Milano, entre sí, coindicen en que el derecho de imagen tiene
2012, págs. 51 y ss; CARAPEZZA, Gabriele, La pro- dos dimensiones, una personal y otra patrimonial:
tección del derecho de imagen en el derecho italiano, YGLESIAS, Arturo: “Derecho a la Información”, Co-
Rev. boliv. de derecho nº 15, enero 2013, pág. 183; lección JUS, Nº 30, FCU, 1987, Montevideo, Uruguay,
MEZZASOMA, Lorenzo, Il Diritto all’immagine fra págs. 20 a 22; BALSA, ob cit, págs. 19, 20, 22, 27-29, 47;
códice civile e constituzione, en Revista Internacional LAMAS, ob cit, págs. 37-39, 46, 225 y ss. HOWARD,
de Doctrina y Jurisprudencia, Universidad de Almeria, Walter: “Derecho de la Persona”, Volumen 1, Univer-
Número 02, Abril 2013, pág. 9. Justamente, uno de los sidad de Montevideo, 1a Edición, Montevideo, 2008,
tantos aspectos relevantes de este Codice se encuen- págs. 91, 92, 107 y 108, 181, 184 -186. URIOSTE, Fernan-
tra en la incorporación de ciertas reglas relativas al do, “Libertad de Expresión y derechos humanos”, Ed.
tratamiento de los datos personales por parte de la B de F, Montevideo, Uruguay, 2008, págs. 196 y 197, y
prensa. Concretamente nos referimos al Título XII del ORDOQUI, ob cit, págs. págs. 324-328 y 331 - 332
Codice denominado “Giornalismo ed espressione 32
Antes bien, la esfera económica del derecho a la
letteraria ed artística” y al Anexo A.1 titulado “Codice imagen ha sido admitida la mayoría por nuestros tri-
di deontologia relativo al trattamento dei dati personali bunales de las veces en forma indirecta -aunque con-
nell’esercizio dell’attività giornalistica”. tundente-, al no poner reservas en cuanto a la posibi-
29
Ver REBOLLO, Lucrecio, “La imagen como lidad de condenar al infractor del derecho a la imagen
dato”, en Anuario de la Facultad de Derecho, Univer- a abonar al titular los daños patrimoniales causados
sidad de Alcalá, Nº. 2, 2009, págs. 177-201; REVUEL- (pérdida de ganancias) cuando se trata de la utiliza-
TA, ob. cit., págs. 370-374; GIL, Lucía, “Los derechos ción de la imagen con fines publicitarios, promo-
al honor, a la intimidad y a la propia imagen en las cionales, o en general comerciales.
10 DOCTRINA Y JURISPRUDENCIA DE DERECHO CIVIL
ley reconoce en el art. 9 un conjunto de excep- 21 LPLA y en el cual no tenemos más remedio
ciones al deber de obtener el consentimiento que concluir que, de acuerdo con los están-
del titular de los datos personales, entre las dares interpretativos vigentes, cada vez que
cuales se encuentra la siguiente: “cuando la una persona toma a otra una fotografía o cap-
misma provenga de fuentes públicas de informa- ta su imagen en un video con fines domésticos
ción, tales como registros o publicaciones en me- o familiares, está cometiendo una infracción
dios masivos de comunicación”. Adicionalmente, al derecho de imagen ajeno, a menos que cuen-
el art 9 bis LPDP puntualiza sobre este supues- te con el consentimiento expreso de todas las
to que se consideran como públicas o accesi- personas retratadas. Esto es un derivado de en-
bles al público, entre otras, las publicaciones tender que la captación del retrato ajeno cons-
en medios masivos de comunicación, enten- tituye “poner en el comercio” su retrato y por
diendo por tales los provenientes de la pren- tanto hace necesario obtener el consentimien-
sa, cualquiera sea el soporte en el que figuren to expreso. En cambio, esta situación está mu-
o el canal a través del cual se practique la co- cho mejor resuelta en la LPDP que exonera
municación y todo otro registro o publicación varios de estos casos del deber de obtener el
en el que prevalezca el interés general en cuan- previo consentimiento35 .
to a que los datos personales en ellos conteni- En esta estrategia de armonización que es-
dos puedan ser consultados, difundidos o uti- tamos ensayando, efectivamente se operaría un
lizados por parte de terceros. desplazamiento del art. 21 LPLA como norma
No desconocemos que, así como el régimen fundamental, quedando esta norma acotada a
de las publicaciones libres previsto en el inc. 3 su función original36 : sentar una regla que es
del artículo 21 LPLA fue desarrollándose a lo aplicable a todo acto de explotación comercial
largo de los años para crear un sistema relati- de la imagen y que no se extiende a otro tipo
vamente predecible para establecer en qué ca- de usos no comerciales, para los cuales regiría
sos un medio de comunicación realizó una uti- la normativa de protección de datos persona-
lización inadecuada de la imagen ajena y en qué les37 .
casos no, es perfectamente posible que las nor-
mas de la LPDP que venimos de mencionar den
lugar a una jurisprudencia y una doctrina que cuando utilizan imágenes a efectos de pixelar el ros-
provea de una adecuada solución a esos con- tro de los involucrados, en todos aquellos casos en que
flictos33 . Sin embargo, y a primera vista, no no existe un interés público que transforme en rele-
vante la identidad de una persona, o en aquellos ca-
parece algo razonable que por el mero hecho
sos en que develar la imagen de una persona pueda
de que la imagen de una persona aparezca en resultar lesivo, excesivo y no adecuado a la finalidad
la prensa, esa circunstancia opere, en base al que posee la noticia (ROMERO, ob. cit, pág. 257), aun-
art. 9 LPDP citado, como una suerte de permi- que acotamos que estos mismos conceptos ya podían
so para que los demás medios de comunica- extraerse de la aplicación del régimen de las publica-
ción, e incluso cualquier tercero, pueda utili- ciones libres previsto en el art. 21, inc. 3, de la LPLA.
Ver en tal sentido, BERDAGUER MOSCA, Utilización
zar esa imagen, y eso es lo que dicen las nor- de la imagen con fines informativos, ob. cit.
mas recién citadas (al menos en términos lite- 35
Ver en tal sentido el art. 9 Lit. E de la LPDP que
rales)34 . excluye del deber de obtener el consentimiento el tra-
Al mismo tiempo, esta estrategia nos per- tamiento de datos personales por parte de personas
mitiría al mismos tiempo salir del absurdo en físicas para su uso exclusivo personal, individual o
doméstico. El mismo concepto figura en el art 3 cuan-
que nos encontramos bajo el régimen del art
do excluye del ámbito de aplicación de la ley las bases
de datos creadas en el ejercicio de actividades exclusi-
33
En especial si se pone en un lugar de destaque vamente personales o domésticas (por ejemplo, un ál-
la disposición contenida en el literal D) del art. 9 bis, bum de fotos familiar).
con su referencia a que debe existir un “interés gene- 36
Ver en tal sentido, GOROSITO, Alejandro, “Exé-
ral en cuanto a que los datos personales en ellos con- gesis del derecho a la propia imagen”, en Lecciones y
tenidos puedan ser consultados, difundidos o utiliza- Ensayos (Revista de la Facultad de Derecho de la Uni-
dos por parte de terceros”, test que podemos aventu- versidad de Buenos Aires), Nº 83, 2007, pág. 265.
rar va a ser aplicado con cautela y recelo por parte de 37
Va de suyo que esta estrategia supone contar
la jurisprudencia uruguaya con algún criterio que nos permia discernir, con cierto
34
Estamos completamente de acuerdo con ROME- grado de razonable certeza y previsibilidad, en qué
RO cuando afirma que los medios de comunicación casos nos encontramos ante una utilización del retra-
deben aplicar mecanismos de disociación de datos to con fines comerciales.