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Gestión Cultural: Concepto, Objetivos y Clasificación

Definir la gestión cultural resulta complejo. En principio, y partiendo del significado de las
palabras que la forman “gestión” y “cultura” se trataría de administrar determinados
recursos, en este caso bien o servicio cultural, con unos objetivos determinados. De
manera general, la gestión cultural se relaciona con promover, incentivar, diseñar y
realizar proyectos culturales desde cualquier ámbito.

Sin embargo, la complejidad de la definición de gestión cultural es obvia ya que por ejemplo,
y respecto al término cultura, resulta difícil ponerse de acuerdo, teniendo connotaciones
diferentes dependiendo del país en que nos encontremos y de acuerdo a su evolución
conceptual a lo largo del tiempo.

Así, en los países de habla inglesa se suele hablar de arts management y no de cultural
management equiparándose la gestión cultural con gestión artística o de las artes y sería una
acepción constreñida de gestión cultural donde cultura aparece como cualquier manifestación
o práctica activa o pasiva de las artes: música, danza, pintura, escultura, literatura, teatro,
cine, fotografía, cómic y nuevos lenguajes artísticos. En los países latinos la gestión
cultural es mucho más amplia que la gestión de las artes incluyéndose una acepción
de cultura más amplia.

Definición de Gestión Cultural (vertiente


profesional)
Teniendo en cuenta la vertiente profesional, la Gestión Cultural puede ser definida como:

La administración de los recursos de una organización, acontecimiento o


infraestructura cultural, con el objetivo de ofrecer un producto o servicio que llegue
al mayor número de público o consumidores, procurándoles la máxima satisfacción,
en donde los distintos componentes tienen implicaciones específicas para los
profesionales de la gestión cultural.

De esta definición podemos subrayar los siguientes conceptos:

 Administración, aunque de manera general hace referencia a dirigir la economía de


una persona o entidad, la acepción más aplicada a la gestión cultural (sobre todo a la
gestión cultural pública) es cuidar los intereses de una comunidad.
 Recursos, que hacen referencia tanto a recursos financieros, tecnológicos,
comerciales, materiales e inmateriales (por ejemplo una marca) como a personas:
artistas, técnicos, colaboradores,…
 Organizaciones, acontecimientos o infraestructuras culturales.
En función de la finalidad, una clasificación de las organizaciones
culturales, puede ser:

 Entidades de representación o management, si la finalidad es administrar la carrera


de un creador cultural.
 Si la finalidad de la organización se encuentra relacionada con la asignación de los
recursos para la producción de un determinado evento cultural se trataría
de Productoras culturales.
 Si la finalidad es la distribución de bienes o servicios culturales se trataría
de Empresas distribuidoras.
 Igualmente la finalidad puede ser una combinación de todas (o parte) de las
anteriores como por ejemplo una sala de espectáculos con compañía propia.
Clasificación de los Productos Culturales
Producto cultural. Cuando hablamos de productos culturales nos referimos a cualquier
actividad cultural, ya sea un bien o un servicio.

Bien cultural
Un bien cultural es toda actividad artística de creación individual y producción en
serie materializada en un soporte tangible, cuyo consumo es potencialmente masivo
ante la posibilidad de una elevada difusión si bien el mismo supone una experiencia
estética individual. Todo bien cultural es duradero y su propiedad de quien lo adquiere.
Además, las empresas que lo fabrican y comercializan persiguen generalmente un fin
lucrativo. Ejemplos de bienes culturales son los libros, los videos, los discos compactos,…
las obras de arte como pinturas o esculturas que sean susceptibles de comercialización y,
aunque no suelen producirse en serie y por tanto no tienen condición industrial son también
considerados como bienes culturales.

Servicio cultural
Un servicio cultural es una actividad artística que se contempla o consume en el
momento de su exhibición o ejecución.Se trata de actividades que, en cierta medida,
son perecederas y con reducido grado de reproducción lo que permite afirmar que son de
naturaleza única. Las entidades que prestan servicios culturales tienen principalmente una
finalidad no lucrativa. Ejemplos de servicios culturales son todos aquellos que conllevan la
asistencia de un espectador o visitante para recrearse en espectáculos tales como teatro,
conciertos de música, visita a museos, cine,…
Objetivos de la Gestión Cultural
Aun siendo importante acotar que la gestión cultural tiene que ver con el fomento y reconocimiento
de las prácticas culturales, la creación artística, la generación de nuevos productos, la divulgación
y promoción de los significados y valores culturales, la preservación de la memoria colectiva y la
conservación de los bienes culturales, en general, los objetivos varían en función de la naturaleza
jurídica (pública/privada) de la organización de que se trate.

 Objetivos de la gestión cultural en el sector


privado.
En el sector privado el objetivo predominante será en principio la rentabilidad, aunque esto
no siempre es así, puesto que a veces la gestión cultural forma parte de una estrategia más
amplia, por ejemplo las fundaciones de las entidades financieras o fines sociales como el
caso de organizaciones no gubernamentales.
 Objetivos de la gestión cultural para las
administraciones públicas.
Para las administraciones públicas el objetivo prioritario pasa por fines sociales
relacionados con los derechos y deberes culturales, es decir, garantizar la calidad y la
accesibilidad del bien o servicio cultural que ofrece.

Existen también organizaciones con objetivos mixtos que aúnan rentabilidad y accesibilidad
social, por ejemplo un espacio de titularidad pública gestionado por una sociedad privada.
Definición de Gestión Cultural (vertiente
aplicada)
Teniendo en cuenta una vertiente más aplicada, la gestión cultural se define como:

Conjunto de reglas, procedimientos y métodos operativos para llevar con eficacia una
actividad empresarial tendente a alcanzar objetivos concretos.
Así, a partir de esta acepción, la gestión de la cultura debiera ser igual que la de cualquier otro bien
de la economía pero sin embargo, y precisamente por las características definitorias de cultura, la
gestión cultural aparece como una técnica de gestión con personalidad propia.

Concepto de Cultura en Gestión Cultural


¿De qué concepto de Cultura se parte en la Gestión Cultural? y, ¿qué diferencia la Gestión
de la Cultura de la Gestión de otros Bienes y Servicios?
El concepto de cultura se ha ampliado tanto que puede correr el riesgo de abarcarlo todo y, por lo
tanto, no tiene ningún sentido. Sin embargo, y con el objetivo de establecer un marco de
referencia para la gestión cultural es necesario delimitar conceptualmente la cultura.

La cultura ha sido materia de estudio de numerosos autores desde campos tan diversos como la
sociología, la política cultural, las ciencias de la educación,…

Para evitar la complejidad del término, algunos autores han tratado de acotar su significado
destacando las principales características. Así por ejemplo, Chris Jenks (1993) establece cuatro
dimensiones en el concepto cultura:

 Dimensión cognitiva. Cultura como mentalidad individual.


 Dimensión colectiva. Cultura como desarrollo social. Civilización.
 Dimensión social. Cultura como modo de vida.
 Dimensión específica o descriptiva. Cultura como obra artístico-intelectual.
Concepciones Prioritarias de la Cultura
Las dos Concepciones Prioritarias de la Cultura en función de su Uso Actual son:

1. Visión antropológica-sociológica. La cultura como forma de vida.


2. Visión clásico-humanista. Cultura como producto de actividades artísticas e intelectuales.
Desde el punto de vista de la gestión cultural (a diferencia de otras ámbitos de intervención
cultural como la animación sociocultural o el desarrollo cultural), se considera el enfoque clásico-
humanista de la cultura y se concibe a ésta como el conjunto de actividades artísticas e
intelectuales: música, teatro, danza, pintura, escritura, escultura, cine,…

La especificación de las actividades culturales y modalidades que deben componer la cultura


resulta también compleja.

Por ejemplo, y basándonos en los gastos en cultura asociados a los diferentes niveles políticos, la
idea de cultura a nivel estatal y comunitario se refiere habitualmente a manifestaciones tales
como artes plásticas, libros, artes escénicas,… y en cambio para las entidades locales la cultura se
atribuye más a manifestaciones como las fiestas populares, folklore,…

Igualmente, la tradicional consideración elitista de determinadas actividades, diferenciándose


entre artes mayores (teatro, música, pintura,…) y artes menores (cultura popular y de masas),
contribuye aún más a dificultar la delimitación de las actividades culturales apareciendo
actividades culturales gestionadas desde una perspectiva idealista y alejadas de principios
económicos (coincidentes normalmente con las denominadas artes mayores) y otras actividades
culturales gestionadas con un planteamiento mercantilista.

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