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Adrienne Rich

Revista Trasversales número 2, primavera 2006

ADRIENNE RICH (1929, Baltimore) es poeta y destacada teórica del


feminismo y, en particular, del feminismo lesbiano, autora de ensayos
tan influyentes como Compulsory Heterosexuality and Lesbian
Existence. Este poema ha sido extraído del libro Poemas (1963-
2000), editorial Renacimiento, 2002, con autorización de María
Soledad Sánchez Gómez, autora del prólogo, la traducción y las
notas, de quien publicamos en esta misma revistal una breve
introducción a la figura de Adrienne Rich escrita especialmente para
este número de Trasversales. © Adrienne Rich © 2002. Editorial
Renacimiento. © de la edición María Soledad Sánchez Gómez.

En 1974 ganó el National Book Award (Premio Nacional del Libro) por
“Diving into the Wreck”, un libro de poemas que explora temas como
el lenguaje, los mitos y la historia de las mujeres. En 1951 se graduó
en la Universidad de Radcliffe y recibió el Yale Younger Poets Award
(Premio Yale de poesía joven) por su primer libro de poemas, “Un
cambio de mundo”. Otros libros son “Instantáneas de una nuera”
(1963),” Nacida de mujer” (1976), “El sueño de un lenguaje común”
(1978), “Tu país nativo, tu vida” (1986) y “Atlas de un mundo difíci”
(1992).

Feminista activa, luchadora por los derechos civiles y por la paz, ha


plasmado estas inquietudes en su poesía. Ha impulsado a la gente a
cuestionarse sus creencias, y en muchos de sus poemas se analiza a
sí misma, reflexionando sobre temas como su herencia hebrea, la
homosexualidad y las políticas de opresión.

En 1997 Adrienne Rich rechazó uno de los mayores reconocimientos


para los creadores en Estados Unidos: el National Medal for the Arts,
que le sería entregado junto a otros once artistas en la Casa Blanca
de manos del entonces Presidente Bill Clinton "El significado del arte,
como yo lo entiendo, es incompatible con la cínica política de esta
administración", escribió en una carta renunciando al premio.

También ha escrito una serie de ensayos, resultado de su férrea


defensa de los derechos de las minorías y una activa participación en
el movimiento de mujeres.

Destacan: “Sobre mentiras, secretos y silencios” (1979), “Sangre,


pan y poesía” (1986), Nacemos de mujer” (1986).
ARDEN PAPELES EN VEZ DE NIÑOS

Estaba en peligro de
verbalizar mis impulsos éticos
hasta hacerlos desaparecer.
{°1-Daniel Berrigan},
en el juicio, en Baltimore.

1.
Mi vecino, un científico coleccionista de arte, me llama por teléfono
en
un estado de violenta emoción. Me dice que mi hijo y el suyo, de
once y
doce años, han quemado el último día de clase un libro de
matemáticas en
patio trasero. Le ha prohibido a mi hijo ir a su casa durante una
semana,
le ha prohibido al suyo salir durante ese tiempo. «Quemar un libro
dice- me produce sensaciones terribles, recuerdos de Hitler; hay
pocas
cosas que me disgusten más que la idea de quemar un libro».

Allí otra vez: la biblioteca, amurallada


con Britannicas verdes
Buscando otra vez
en las Obras Completas de Dürer
MELANCOLÍA, la mujer desconcertada

los cocodrilos de Herodoto


el Libro de los Muertos
el Juicio de Jeanne d'Arc, tan azul
Es su color, pienso

y se llevan el libro
porque suefio con ella con demasiada frecuencia

amor y miedo en una casa


conocimiento del opresor
sé que duele quemar

2.
Imaginar un tiempo de silencio
o pocas palabras
un tiempo de química y música

los hoyuelos por encima de tus nalgas


que mi mano recorre
o el pelo es como la piel, dijiste

una época de largo silencio

alivio

procedente de esta lengua el bloque de caliza


un hormigón reforzado
fanáticos y mercaderes
arrojados a esta costa de verdor salvaje de arcilla roja
que respiro una vez
en señales de humo,
soplo de viento

el conocimiento del opresor


éste es el lenguaje del opresor

y sin embargo lo necesito para hablarte


{°2 3}
La gente sufre mucho cuando es pobre y hay que tener dignidad e
inteligencia para superar este sufrimiento. Algunos de los
sufrimientos son: una criatura no cenó anoche: un niño roba porque
no tenía dinero para comprarla: oír a una madre decir que no tiene
dinero para comprar comida para sus hijos y ver a una criatura sin
ropa te hace brotar lágrimas de los ojos.

(la fractura del orden


el remiendo del discurso
para superar este sufrimiento)

4.
Yacemos bajo la sábana
después de hacer el amor, hablando
de la soledad
mitigada en un libro
revivida en un libro
así, en esa página
su coágulo y su fisura
aparecen
palabras de un hombre
que sufre
una palabra desnuda
penetra el coágulo
una mano que agarra
a través de los barrotes:
liberación

Lo que sucede entre nosotros


ha sucedido durante siglos
lo sabemos por la literatura

todavía sucede

celos sexuales
mano que se lanza
a golpear el lecho

sequedad de boca
después de jadear

hay libros que describen todo esto


y no sirven

Te internas en los bosques detrás de la casa


alli, en ese territorio
hallas un templo
construido hace mil ochocientos años
entras sin saber
qué es donde entras

así pasa con nosotros

nadie sabe lo que puede suceder


aunque los libros lo digan todo

quema los textos dijo Artaud

5. Escribo a máquina por la noche, tarde, pensando en hoy. Qué bien


hablábamos todos. Una lengua es un mapa de nuestros fracasos.
Frederick
Douglass escribía un inglés más puro que el de Milton. La gente sufre
mucho cuando es pobre. Hay métodos pero no los usamos. Joan, que
no
sabía leer, hablaba una variante campesina del francés. Algunos de
los sufrimientos son: es difícil decir la verdad; esto es América; no
puedo tocarte ahora. En América sólo tenemos el tiempo presente.
Estoy en peligro. Estás en peligro. Quemar libros no provoca
sensación alguna en mí. Sé que duele quemar. Hay llamas de napalm
en Catonsville, Maryland. Sé que duele quemar. La máquina de
escribir está recalentada, mi boca arde, no puedo tocarte y éste es el
lenguaje del opresor.
1968

°1: Daniel Berrigan, jesuita, pacifista y escritor, en 1968 quemó junto


con otros 8 implicados, archivos de la oficina donde se reclutaba a los
jóvenes soldados, en Catonsville, Maryland, como protesta ante la
guerra de Vietnam. Fue juzgado y acabó en prisión.

°2: 3. El texto en prosa lo escribió un alumno de Adrienne Rich


perteneciente al Programa de Admisiones Abiertas, para clases
desfavorecidas, del City College de Nueva York en el que ella daba
clases entonces.

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


SUEÑO QUE SOY LA MUERTE DE ORFEO

Camino rápidamente a través de las estrías de luz y sombra


que arroja una arcada

Soy una mujer en la plenitud de la vida, con ciertos poderes


y estos poderes limitados severamente
por autoridades a las que pocas veces veo el rostro.
Soy una mujer en la plenitud de la vida
que conduce a su poeta muerto en un Rolls-Royce negro
por un paisaje de crepúsculo y espinas.
Una mujer con una cierta misión
que la dejará intacta si se obedece al pie de la letra.
Una mujer con los nervios de una pantera
una mujer con contactos entre los Ángeles del Infierno
una mujer que siente la grandeza de sus poderes
cn el preciso momento en que no debe usarlos
una mujer comprometida con la lucidez
que ve, a través de la confusión, los fuegos humeantes
de estas calles subterráneas
a su poeta muerto aprendiendo a caminar hacia atrás, contra el
viento,
por el lado equivocado del espejo

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


INSTANTÁNEAS DE UNA NUERA

1
Tú, antaño una beldad en Shreveport,
con cabellos teñidos de henna,
la piel como un capullo de melocotón,
aún te haces vestidos copiados de aquella época,
y tocas un preludio de Chopin
del que Cortot dijo: «Deliciosos recuerdos
fluyen como perfume a través de la memoria.»

Tu mente ahora,
desmoronándose como una tarta nupcial,
cargada de experiencias inútiles, rica
en sospechas, rumores, fantasías,
rompiéndose bajo el filo del cuchillo
de la realidad. En la plenitud de tu vida.

Excitada, colérica, tu hija


seca las cucharas, crece de otra forma.
2
Golpeando la cafetera en el fregadero
oye a los ángeles recriminándola, y mira hacia fuera
más allá de los jardines rastrillados, al sucio cielo.
Hace sólo una semana le dijeron: No seas paciente.

La vez siguiente fue: Sé insaciable.


Luego: Sálvate a ti misma; no puedes salvar a otros.
A veces deja que el agua del grifo le escalde el brazo
que una cerilla arda hasta quemarle la uña del pulgar,
o mantiene la mano sobre el escape de la tetera
justo sobre el denso vapor. Son ángeles probablemente,
ya que a ella ya nada le duele, excepto
la arenilla que cada mañana se le mete en los ojos.

3.
Una mujer que piensa duerme con monstruos.
Se convierte en el pico que la agarra. Y la Naturaleza,
ese arcón de tempora y mores,
con tapas alabeadas, todavía útil,
se atiborra con todo ello: las mohosas flores de naranjo,
las píldoras femeninas, los tremendos senos
de Boadicea bajo lisas cabezas de zorro y orquídeas.

A través del cristal tallado y la mayólica


oigo gritar a dos atractivas mujeres, enzarzadas en una discusi6n,
las dos orgullosas, agudas, sutiles,
como Furias arrinconadas lejos de su presa:
el discurso ad feminam, te clavo
todos los viejos cuchillos que se han oxidado en mi espalda,
ma semblable, ma soeur! °

° Irónicamente Rich varía el célebre apóstrofe que aparece en el


poema «Au Lecteur» de Charles Baudelaire: «Hypocrite lecteur!-mon
semblable,
-mon frère»!
4.
Reconociéndose demasiado bien la una en la otra:
sus cualidades no sólo deleite, sino una espina,
la punzada afilada contra el menor signo de desprecio...
Leyendo, mientras espera
que la plancha se caliente,
escribiendo, My Life had stood -a Loaded Gun- °
en esa despensa de Amherst mientras las confituras hierven y se
pudren,
o más a menudo,
con ojos férreos y pico y resuelta como un pájaro,
limpiándolo todo en el trastero cotidiano de la vida.

°Poema número 754 de Emily Dickinson.

5.
Dulce ridens, dulce loquens,
se depila las piernas hasta que relucen
Como colmillo de mamut petrificado.

6.
Cuando con su laúd canta {Corina °1}
ni las palabras ni la música son suyas;
sólo el largo pelo que le roza
la mejilla, sólo la canción
de seda en sus rodillas
y éstas
se acomodan en un parpadeo.

Suspendida, temblando e insatisfecha, frente


a.una puerta abierta, esa jaula de jaulas,
dinos, tú, pájaro, tú, trágica máquina-
¿es éste un fertilisante douleur? Inmovilizada
por el amor, para ti el único acto natural,
¿están tus filos más preparados
para penetrar los secretos de la cripta? ¿Te ha enseñado la
Naturaleza
sus libros de cuenta a ti, nuera,
que sus hijos nunca vieron?

{Corina °1} Primer verso de un poema de Thomas Campio

7.
«Contar en este mundo incierto con algún refugio
que no pueda ser destruido, es
de primordial importancia.» {°1}

Así escribió
una mujer, en parte valiente y en parte buena,
que luchó contra lo que apenas comprendía.
Pocos hombres en su entorno harían o podrían hacer más,
de ahí que la llamaran arpía, fiera y puta.

°1 Frase de Mary Wollstonecraft (1759-1797), escritora inglesa y


apasionada defensora de la igualdad social y educativa para las
mujeres. La cita se ha tomado de "Thoughts on the Education of
Daughters".

8.
«Todas morís a los quince», dijo Diderot,
y se convirtió en parte en leyenda y convenci6n.
Sin embargo, ojos sueñan de manera imprecisa
tras cerradas ventanas brumosas por el vapor.
Deliciosamente, todo lo que podríamos haber sido,
todo lo que fuimos -fuego, lágrimas,
ingenio, gusto, ambición martirizada-
agita como el recuerdo de un adulterio no consumado
el exhausto y fláccido pecho de nuestra madurez.

9.
¿No que se hagan bien las cosas, sino
que se hagan siquiera? °3 Cierto, ¡piensa
en la posibilidad! U olvídala para siempre.
Este lujo de la criatura precoz,
preciada inválida cr6nica del Tiempo-
¿renunciaríamos a él, queridas, si pudiéramos?
Nuestra ruina ha sido nuestra ventaja:
el simple ingenio nos bastaba-
brillo en fragmentos y borradores.

No suspiréis más, señoras.


El tiempo es hombre
y en sus copas brinda por la belleza.
Desconcertadas por las galanterías, oímos
alabar nuestras mediocridades,
considerar abnegación la indolencia,
elegante intuición el pensamiento desordenado,
cada desliz se perdona, nuestro crimen
es sólo hacer marcada sombra
o romper el molde sin vacilar.

Para eso, celdas de aislamiento,


gases lacrimógenos, bombardeos de dolor.
Pocas son las aspirantes a tal honor.

°3 Frase misógena atribuida a Samuel Johnson: «Una mujer que


predica es como un perro que camina sobre sus patas traseras: no es
que lo haga bien, lo que te sorprende es que lo haga siquiera».

10.
Bien,
le ha llevado mucho tiempo llegar, a ella que debe ser
más despiadada consigo misma que la historia.
Mente al viento, la veo zambullirse
desafiante, moviéndose por las corrientes,
bañada por la luz
Can bella, al menos, como cualquier muchacho
o helicóptero,
firme, acercándose todavía,
sus finas hélices estremeciendo el aire
pero su carga
no será una promesa entonces:
entregada
palpable
nuestra.

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


DELTA

Si has creído que este escombro es mi pasado


hurgando en él para vender fragmentos
entérate de que ya hace tiempo me mudé
más hondo al centro de la cuestión

Si crees que puedes agarrarme, piensa otra vez:


mi historia fluye en más de una dirección
un delta que surge del cauce
con sus cinco dedos extendidos

1987

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


REPARTO DE TAREAS

Las revoluciones dan vueltas, pactan, hacen declaraciones:


una revista nueva aparece, viejos nombres en su cabecera,
una revista antigua abrillanta su obra
con deconstrucciones de la prosa de Malcolm X
Las mujeres en las filas traseras de la política
todavía lamen hilo para pasarlo por el ojo
de la aguja, truecan huesos por plástico, rajan vainas
para venderlas como collares en los cruceros
hacen inmaculados vestidos de Primera Comunión
con planchas y vacilante agua caliente
todavía ajustan los microscópicos hilos dorados
en los chips de silicio
todavía dan clase, vigilan a los niños
esaparecidos en las callejuelas de fuego cruzado, los barrancos de
repentinas inundaciones
los repentinos incendios de queroseno
-mujeres cuyo trabajo reconstruye el mundo
todas y cada una de la mañanas
He visto a una mujer sentada
entre la estufa y las estrellas
sus dedos chamuscados de apagar las velas
de la pura teoría Indice y pulgar: los dos quemados:
he sentido esa cera sagrada levantarme ampollas en la mano

1988

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


UN ATLAS DEL MUNDO DIFÍCIL, II

He aquí un mapa de nuestro país:


aquí está el Mar de la Indiferencia, barnizado de sal
Este es el río maléfico que fluye de la frente a la ingle
agua que no nos atrevemos a probar
Este es el desierto en el que se han plantado misiles como bulbos
Este es el granero de las granjas hipotecadas
Este es el lugar donde nació el chico rockero
Este es el cementerio de los pobres
que murieron por la democracia Este es el campo de batalla
de una guerra del siglo diecinueve el sepulcro es famoso:
Esta es la ciudad marina de mito e historia cuando las flotas
pesqueras se arruinaron aquí es donde había trabajo
en el muelle
congelando pescado en trozos paga por horas sin dividendos
Estos son otros campos de batalla Centralia Detroit
aquí están los bosques primitivos los filones de cobre de
plata
Estos son los suburbios del consentimiento el silencio se eleva
como el
humo de las calles
Esta es la capital del dinero y del dolor; sus pináculos
estallan en el aire caliente, sus puentes se desmoronan
sus hijos van a la deriva por ciegos callejones confinados
entre alambres de espinas enrollados
Prometí mostrarte un mapa y dices pero esto es un mural
entonces bien, déjalo estar son pequeñas diferencias
la cuestión es desde dónde lo miramos

1990-91

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


PLANETARIUM

Inspirado en Caroline Herschel (1750-1848),


astrónoma, hermana de William, y en otras...

Una mujer con forma de monstruo


un monstruo con forma de mujer
abundan en los cielos

una mujer «en la nieve


entre los Relojes e instrumentos
o midiendo el suelo con pértigas»

capaz de descubrir a sus 98 años


8 cometas

aquella sobre quien la luna gobernó


como en nosotras
levita hacia el nocturno cielo
surca distancias en los lentes pulidos

Galaxias de mujeres, cumpliendo ahí


penitencia por impulsivas
congelados nervios
en aquellos espacios de la mente

Un ojo
«viril, exacto y absolutamente seguro»
desde las confusas telarañas de Uranusbor

encuentra la NOVA

cada impulso de luz estalla


desde el centro
como se descarga nuestra vida

Tycho susurra al fin


«Que no parezca que he vivido en vano»

Lo que vemos, lo vemos


y ver es cambiar

la luz que marchita una montaña


y le permite a un hombre vivir
Los latidos del pulsar
el corazón exudando por mi cuerpo

El impulso de radio
que fluye desde Taurus

Estoy bombardeada aun así me yergo

Me he mantenido de pie toda la vida en medio


del curso directo de una batería de señales
el más fielmente transmitido el más
intraducible lenguaje en el universo
Soy una nube galáctea tan profunda tan intrincada
que una onda de luz demoraría 15
años viajando por mí Y ha ocurrido
Soy un instrumento con forma
de mujer intentando traducir pulsaciones
a imágenes para aliviar el cuerpo
y reconstruir la mente.

1968
Versión de Myriam Díaz-Diocaretz
ÁRBOLES

Desde el interior, los árboles avanzan hacia el bosque,


el bosque que estuvo vacío todos aquellos días,
donde ningún pájaro podía posarse,
ningún insecto esconderse,
y ningún sol podía enterrar su pies en la sombra;
en el bosque vacío de esas noches,
los árboles abundarán por la mañana.

Las raíces se esfuerzan toda la noche


por desprenderse de las grietas
en el suelo de la terraza.
Las hojas se retuercen hacia los vidrios,
pequeños vástagos endurecidos por el esfuerzo
largas y torcidas ramas que se desprenden con dificultad
bajo el techo, como pacientes recién dados de alta,
medio-aturdidos, dirigiéndose
hacia las puertas de la clínica.
Aquí me acomodo. Las puertas se abren hacia la terraza,
escribo extensas cartas
donde apenas menciono el bosque
y su partida de la casa.
La noche está fresca, la luna entera brilla
en un cielo aún abierto.
El aroma de hojas y liquen
llega como una voz a las habitaciones.
Mi mente está plena de susurros
que permanecerán en silencio mañana.
Escucha. Los vidrios se quiebran,
se tambalean los árboles
Hacia la noche. El viento
se apresura a recibirlos.
Como un espejo la luna se ha quebrado
y en la copa del roble más alto
relampaguean ahora sus fragmentos.

1963

Versión de Myriam Díaz-Diocaretz


VEINTIÚN POEMAS DE AMOR III

Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar


por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva
del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.
¿Caminé yo acaso por las calles en la madrugada, a los veinte,
con la piernas temblándome y los brazos en éxtasis más pleno?
¿Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad
atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?
Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mí.
Son eternos tus ojos, verde destello
de hierba salvaje refrescada por la vertiente.
Sí. A los veinte creíamos ser eternas.
A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.
Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,
y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,
y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir.

1974-76
1999

Antes del intenso


momento de la ruptura
yo quería ver en el espejo
biselado y con charnelas de mi siglo
limpio de humo
ojos de carbón y rubí
aturdido cuello portador de ladrillos y diamantes
cumbre de conchas de ostra iluminadas por la luna
encaje de alambre de espino ultrajando
el famoso monumento

Tras él se extiende el viejo


mapa indígena paisaje
anterior a los conquistadores horizonte sin dueño.

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


LA LUNA...

(volviendo a casa en coche de una lectura de Robin Blaser)

La luna
no es romántica. No. Es
un hecho de la vida y aún
no estamos acostumbrados. Pensarías, refleja
las olas no las atrae. Así
yo te regiría igual que
he sido regida por ti. En la carretera de la Costa
entre rachas de niebla

ese rostro (sí, tiene


expresión) que aparece y desaparece
nos habla
como hizo él en su galantería
y operístico misterio.

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


EN UN CONCIERTO DE BACH

Atravesando la ciudad en una noche de invierno


Dijimos que el arte y la vida son polos opuestos.
Aquí nos acercamos a un amor que no conoce la lástima.

Esta anciana disciplina, severamente tierna,


Renueva la creencia en el amor y sin embargo controla el
sentimiento,
Convirtiendo lo que soportamos en una bendición.

La forma es la ofrenda más grande que el amor puede ofrecer -


La unión vital de la necesidad
Con todo lo que deseamos, todo lo que sufrimos.

Un arte demasiado compasivo es apenas un arte a medias.


Sólo tan altiva y comedida pureza
Restaura el demasiado traicionado corazón humano.

Versión de Jaime Manrique Ardila


TIEMPO NORTEAMERICANO

I
Cuando mis tiempos dieron signos
de volverse
políticamente correctos
no imágenes indómitas
que escapan de los límites
cuando al caminar por la calle vi
que se elegían temas por mí
supe de qué cosas no hablaría
por miedo del uso que les dieran los enemigos
entonces empecé a hacerme preguntas

II
Todo lo que escribamos
será usado contra nosotros
o contra quienes amamos.
Estas son las condiciones,
las tomas o las dejas.
La poesía nunca tuvo ocasión
de estar lejos de la historia.
Un verso mecanografiado hace veinte años
puede ser una pintada que brilla en una pared
para exaltar el arte distanciado
o tortura de quienes
no amábamos pero tampoco
queríamos matar.
Cambiamos pero nuestras palabras permanecen
se hacen responsables
de más de lo que pretendíamos
y esto es privilegio verbal.

III
Intentar sentarse a la máquina de escribir
una cálida tarde de verano
en una mesa junto a una ventana
en el campo, intentar fingir
que tu tiempo no existe
que tú eres simplemente tú
que la imaginación se extravía simplemente
como una gran polilla, sin intención
intentar decirte a ti misma
que no tienes compromiso
con la vida de tu tribu
el aliento de tu planeta.
IV
No importa lo que piensas.
Las palabras serán consideradas responsables
cuanto puedes hacer es elegirlas
o elegir
seguir en silencio. O nunca tuviste elección,
que es por lo que las palabras que perduran
son responsables
y esto es privilegio verbal.

V
Imagina que quieres escribir
sobre una mujer que entreteje
el pelo de otra mujer-
dejando que cuelgue, o con cuentas y conchas
en trenzas de tres cabos o como filas de granos-
mejor sería que supieras el grosor
la largura el modelo
por qué decide trenzarse el pelo
cómo se lo hacen
en qué país sucede
qué más sucede en ese país
Tienes que saber estas cosas

VI
Poeta: hermana: palabras-
nos guste o no-
perduran en un tiempo propio.
No sirve lamentarse Lo escribí
antes de que Kollontai fuese exiliada
Rosa Luxemburg, Malcolm,
Anna Mae Aquash, asesinados,
antes de Treblinka, Birkenau,
Hiroshima, antes de Sharpeville,
Biafra, Bangladesh, Boston,
Atlanta, Soweto, Beirut, Assam
-esos rostros, nombres de lugares
cercenados del calendario
del tiempo norteamericano

VII
Pienso esto en un país
donde las palabras se quitan de las bocas
como el pan se quita de las bocas
donde los poetas no van a la cárcel
por ser poetas, sino por ser
de piel oscura, mujeres, pobres.
Escribo esto en un tiempo
en el cual lo que escribimos
puede usarse contra quienes amamos
en el que no se da nunca el contexto
aunque intentemos explicarlo, una y otra vez.
Por el bien de la poesía al menos
tengo que saber estas cosas.

VIII
A veces, planeando de noche
en un avión sobre la ciudad de Nueva Yorkb
me he sentido como una mensajera
llamada a entrar, destinada a unirse
a este campo de luz y oscuridad.
Una ambiciosa idea, surgida de volar.
Pero bajo esta ambiciosa idea
se halla la reflexión de que a lo que debo unirme
después de que el avión haya rugido en la pista
después de subir mis viejas escaleras, sentarme
ante mi vieja ventana
va a romperme el corazón y reducirme al silencio.

IX
En Norteamérica el tiempo tropieza
sin avanzar, liberando sólo
un cierto dolor norteamericano.
Julia de Burgos escribió:
Que mi padre fuera esclavo
es mi dolor; que hubiera sido amo
habría sido mi vergüenza.
Palabras de una poeta, colgadas de una puerta
en Norteamérica, en el año
mil novecientos ochenta y tres.
La luna casi llena se levanta
hablando eternamente de cambio
por encima del Bronx, el río Harlem
las ciudades sumergidas de Quabbin
los túmulos funerarios saqueados
las ciénagas tóxicas, los campos de pruebas
y empiezo a hablar otra vez.

Trasversales
XII

Durmiendo, girando incesantes como planetas


en sus praderas nocturnas:
un roce es suficiente para hacernos saber
que no estamos solas en el universo, aún dormidas
los fantasmas del sueño de dos mundos
cruzan sus pueblos fantasmas, casi hablándose entre sí.
Despierto al susurro de tus palabras
dichas a años luz o años sombra
como si mi propia voz hablara.
Pero tenemos voces diferentes, aún en sueños,
y nuestros cuerpos, tan parecidos, son sin embargo diferentes
y resuena el pasado a través de nuestras venas
cargado con lenguajes diferentes, sentidos diferentes,
pero cualquier crónica del mundo compartida
podría ser escrita con un sentido nuevo:
éramos dos amantes del mismo género,
éramos dos mujeres de la misma generación.

del libro "Twenty-One Love Poems"


traduccion de Diana Bellessi
AN ATLAS OF THE DIFFICULT WORLD

XII

¿Qué homenaje se rendirá a una belleza construida para durar


desde adentro hacia afuera, construida según planos de resistencia y
misericordia
dibujados en la infancia, en esa nenita, de cara redonda con puños
cerrados,
conocedora ya del luto
en la ajada fotografía que me diste? ¿Qué homenaje se rendirá a la
belleza
que insiste en decir la verdad, sabiendo que ambas no son siempre lo
mismo,
belleza que no negará, es en sí misma un ojo, no descansará siendo
contemplada?
Esas largas nubes bajo las que íbamos en auto hace un mes en New
Mexico, nubes
al alcance de la mano
eran hermosas y hablamos de eso pero yo no hablé entonces
de tu belleza al volante a mi lado, la oscura cabeza firme, ojos
bebiendo los espacios
de carmesí, índigo, distancia india, presencia india,
la mirada de tu espíritu moldeando tu cuerpo, impaciente por marcar
lo que
es posible, impaciente por marcar
lo que se ha perdido, deliberadamente destruido, no puede nunca
más ser retornado,
tu espalda arqueada contra todo ícono, simulación, letra muerta
tus manos de mujer girando el volante o trabajando con tijeras de
podar, llave de
torsión, cuchillos, con cerdo salado, cebollas, tinta y fuego
tus sensatas manos proveedoras, tus manos de roble y seda, de jugo
de moras
y tambores
---de eso hablo ahora.
(PARA M.)

traducción para safo_piensa: Gabriela Adelstein, 2001 (para V.)


XIII (DEDICATORIAS)

Sé que estás leyendo este poema


tarde, antes de dejar tu oficina
de la única lámpara amarillo intenso y la ventana que se va
oscureciendo
en la lasitud de un edificio fundido al silencio
mucho después de la hora pico. Sé que estás leyendo este poema
parada en una librería lejos del océano
en un día gris del principio de la primavera, débiles copos arrastrados
por los enormes espacios de las planicies a tu alrededor.
Sé que estás leyendo este poema
en una habitación donde demasiado ha sucedido como para que lo
soportes
donde las sábanas se enroscan estancadas en la cama
y la valija abierta habla de huida
pero todavía no podés irte. Sé que estás leyendo este poema
mientras el subterráneo pierde velocidad y antes de subir corriendo
las escaleras
hacia una nueva clase de amor
que tu vida nunca permitió.
Sé que estás leyendo este poema a la luz
de la pantalla del televisor donde imágenes sin sonido se sacuden y
deslizan
mientras esperás el noticiero de la intifada.
Sé que estás leyendo este poema en una sala de espera
de ojos encontrados y que no se encuentran, de identidad con
extraños.
Sé que estás leyendo este poema con luz fluorescente
en el aburrimiento y la fatiga de jóvenes contados,
que se descuentan a sí mismos, a una edad demasiado temprana. Sé
que estás leyendo este poema con tu vista debilitada, los gruesos
lentes agrandando estas letras más allá de todo significado y sin
embargo seguís leyendo
porque hasta el alfabeto es precioso.
Sé que estás leyendo este poema caminando por la cocina
calentando leche, un bebé llorando sobre tu hombro, un libro en tu
mano
porque la vida es corta y vos también tenés sed.
Sé que estás leyendo este poema que no está en tu idioma
adivinando algunas palabras mientras otras te hacen seguir leyendo
y quiero saber cuáles son esas palabras.
Sé que estás leyendo este poema escuchando, desgarrada entre la
amargura y la esperanza
volviendo una vez más a la tarea que no podés rehuir.
Sé que estás leyendo este poema porque ya no queda otra cosa que
leer
ahí donde aterrizaste, desnuda como estás.

1990-1991

traducción para safo_piensa: G.Adelstein, 2001


Tú, antaño una beldad en Shreveport,
con cabellos teñidos de henna,
la piel como un capullo de melocotón,
aún te haces vestidos copiados de aquella época,
y tocas un preludio de Chopin
del que Cortot dijo: «Deliciosos recuerdos
fluyen como perfume a través de la memoria.»
Tu mente ahora,
desmoronándose como una tarta nupcial,
cargada de experiencias inútiles, rica
en sospechas, rumores, fantasías,
rompiéndose bajo el filo del cuchillo
de la realidad. En la plenitud de tu vida.

Excitada, colérica, tu hija


seca las cucharas, crece de otra forma.
ÁRBOLES

Desde el interior, los árboles avanzan hacia el bosque,


el bosque que estuvo vacío todos aquellos días,
donde ningún pájaro podía posarse,
ningún insecto esconderse,
y ningún sol podía enterrar su pies en la sombra;
en el bosque vacío de esas noches,
los árboles abundarán por la mañana.

Las raíces se esfuerzan toda la noche


por desprenderse de las grietas
en el suelo de la terraza.
Las hojas se retuercen hacia los vidrios,
pequeños vástagos endurecidos por el esfuerzo
largas y torcidas ramas que se desprenden con dificultad
bajo el techo, como pacientes recién dados de alta,
medio-aturdidos, dirigiéndose
hacia las puertas de la clínica.
Aquí me acomodo. Las puertas se abren hacia la terraza,
escribo extensas cartas
donde apenas menciono el bosque
y su partida de la casa.
La noche está fresca, la luna entera brilla
en un cielo aún abierto.
El aroma de hojas y liquen
llega como una voz a las habitaciones.
Mi mente está plena de susurros
que permanecerán en silencio mañana.
Escucha. Los vidrios se quiebran,
se tambalean los árboles
Hacia la noche. El viento
se apresura a recibirlos.
Como un espejo la luna se ha quebrado
y en la copa del roble más alto
relampaguean ahora sus fragmentos.

1963

Versión de Myriam Díaz-Diocaretz


ARDEN PAPELES EN VEZ DE NIÑOS

Estaba en peligro de
verbalizar mis impulsos éticos
hasta hacerlos desaparecer.
°1-Daniel Berrigan,
en el juicio, en Baltimore.

1.
Mi vecino, un científico coleccionista de arte, me llama por teléfono
en
un estado de violenta emoción. Me dice que mi hijo y el suyo, de
once y
doce años, han quemado el último día de clase un libro de
matemáticas en
patio trasero. Le ha prohibido a mi hijo ir a su casa durante una
semana,
le ha prohibido al suyo salir durante ese tiempo. «Quemar un libro
dice- me produce sensaciones terribles, recuerdos de Hitler; hay
pocas
cosas que me disgusten más que la idea de quemar un libro».

Allí otra vez: la biblioteca, amurallada


con Britannicas verdes
Buscando otra vez
en las Obras Completas de Dürer
MELANCOLÍA, la mujer desconcertada

los cocodrilos de Herodoto


el Libro de los Muertos
el Juicio de Jeanne d'Arc, tan azul
Es su color, pienso

y se llevan el libro
porque suefio con ella con demasiada frecuencia

amor y miedo en una casa


conocimiento del opresor
sé que duele quemar

2.
Imaginar un tiempo de silencio
o pocas palabras
un tiempo de química y música

los hoyuelos por encima de tus nalgas


que mi mano recorre
o el pelo es como la piel, dijiste

una época de largo silencio

alivio

procedente de esta lengua el bloque de caliza


un hormigón reforzado
fanáticos y mercaderes
arrojados a esta costa de verdor salvaje de arcilla roja
que respiro una vez
en señales de humo,
soplo de viento

el conocimiento del opresor


éste es el lenguaje del opresor

y sin embargo lo necesito para hablarte

°2 3
La gente sufre mucho cuando es pobre y hay que tener dignidad e
inteligencia para superar este sufrimiento. Algunos de los
sufrimientos son: una criatura no cenó anoche: un niño roba porque
no tenía dinero para comprarla: oír a una madre decir que no tiene
dinero para comprar comida para sus hijos y ver a una criatura sin
ropa te hace brotar lágrimas de los ojos.

(la fractura del orden


el remiendo del discurso
para superar este sufrimiento)

4.
Yacemos bajo la sábana
después de hacer el amor, hablando
de la soledad
mitigada en un libro
revivida en un libro
así, en esa página
su coágulo y su fisura
aparecen
palabras de un hombre
que sufre
una palabra desnuda
penetra el coágulo
una mano que agarra
a través de los barrotes:
liberación

Lo que sucede entre nosotros


ha sucedido durante siglos
lo sabemos por la literatura

todavía sucede

celos sexuales
mano que se lanza
a golpear el lecho

sequedad de boca
después de jadear

hay libros que describen todo esto


y no sirven

Te internas en los bosques detrás de la casa


alli, en ese territorio
hallas un templo
construido hace mil ochocientos años
entras sin saber
qué es donde entras

así pasa con nosotros

nadie sabe lo que puede suceder


aunque los libros lo digan todo

quema los textos dijo Artaud

5. Escribo a máquina por la noche, tarde, pensando en hoy. Qué bien


hablábamos todos. Una lengua es un mapa de nuestros fracasos.
Frederick
Douglass escribía un inglés más puro que el de Milton. La gente sufre
mucho cuando es pobre. Hay métodos pero no los usamos. Joan, que
no
sabía leer, hablaba una variante campesina del francés. Algunos de
los sufrimientos son: es difícil decir la verdad; esto es América; no
puedo tocarte ahora. En América sólo tenemos el tiempo presente.
Estoy en peligro. Estás en peligro. Quemar libros no provoca
sensación alguna en mí. Sé que duele quemar. Hay llamas de napalm
en Catonsville, Maryland. Sé que duele quemar. La máquina de
escribir está recalentada, mi boca arde, no puedo tocarte y éste es el
lenguaje del opresor.
1968

°1: Daniel Berrigan, jesuita, pacifista y escritor, en 1968 quemó junto


con otros 8 implicados, archivos de la oficina donde se reclutaba a los
jóvenes soldados, en Catonsville, Maryland, como protesta ante la
guerra de Vietnam. Fue juzgado y acabó en prisión.

°2: 3. El texto en prosa lo escribió un alumno de Adrienne Rich


perteneciente al Programa de Admisiones Abiertas, para clases
desfavorecidas, del City College de Nueva York en el que ella daba
clases entonces.

Versión de María Soledad Sánchez Gómez

DELTA

Si has creído que este escombro es mi pasado


hurgando en él para vender fragmentos
entérate de que ya hace tiempo me mudé
más hondo al centro de la cuestión

Si crees que puedes agarrarme, piensa otra vez:


mi historia fluye en más de una dirección
un delta que surge del cauce
con sus cinco dedos extendidos

1987

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


EN UN CONCIERTO DE BACH

Atravesando la ciudad en una noche de invierno


Dijimos que el arte y la vida son polos opuestos.
Aquí nos acercamos a un amor que no conoce la lástima.

Esta anciana disciplina, severamente tierna,


Renueva la creencia en el amor y sin embargo controla el
sentimiento,
Convirtiendo lo que soportamos en una bendición.

La forma es la ofrenda más grande que el amor puede ofrecer -


La unión vital de la necesidad
Con todo lo que deseamos, todo lo que sufrimos.

Un arte demasiado compasivo es apenas un arte a medias.


Sólo tan altiva y comedida pureza
Restaura el demasiado traicionado corazón humano.

Versión de Jaime Manrique Ardila


INSTANTÁNEAS DE UNA NUERA

1
Tú, antaño una beldad en Shreveport,
con cabellos teñidos de henna,
la piel como un capullo de melocotón,
aún te haces vestidos copiados de aquella época,
y tocas un preludio de Chopin
del que Cortot dijo: «Deliciosos recuerdos
fluyen como perfume a través de la memoria.»

Tu mente ahora,
desmoronándose como una tarta nupcial,
cargada de experiencias inútiles, rica
en sospechas, rumores, fantasías,
rompiéndose bajo el filo del cuchillo
de la realidad. En la plenitud de tu vida.

Excitada, colérica, tu hija


seca las cucharas, crece de otra forma.

2
Golpeando la cafetera en el fregadero
oye a los ángeles recriminándola, y mira hacia fuera
más allá de los jardines rastrillados, al sucio cielo.
Hace sólo una semana le dijeron: No seas paciente.

La vez siguiente fue: Sé insaciable.


Luego: Sálvate a ti misma; no puedes salvar a otros.
A veces deja que el agua del grifo le escalde el brazo
que una cerilla arda hasta quemarle la uña del pulgar,
o mantiene la mano sobre el escape de la tetera
justo sobre el denso vapor. Son ángeles probablemente,
ya que a ella ya nada le duele, excepto
la arenilla que cada mañana se le mete en los ojos.

3.
Una mujer que piensa duerme con monstruos.
Se convierte en el pico que la agarra. Y la Naturaleza,
ese arcón de tempora y mores,
con tapas alabeadas, todavía útil,
se atiborra con todo ello: las mohosas flores de naranjo,
las píldoras femeninas, los tremendos senos
de Boadicea bajo lisas cabezas de zorro y orquídeas.

A través del cristal tallado y la mayólica


oigo gritar a dos atractivas mujeres, enzarzadas en una discusi6n,
las dos orgullosas, agudas, sutiles,
como Furias arrinconadas lejos de su presa:
el discurso ad feminam, te clavo
todos los viejos cuchillos que se han oxidado en mi espalda,
ma semblable, ma soeur! °

° Irónicamente Rich varía el célebre apóstrofe que aparece en el


poema «Au Lecteur» de Charles Baudelaire: «Hypocrite lecteur!-mon
semblable,
-mon frère»!

4.
Reconociéndose demasiado bien la una en la otra:
sus cualidades no sólo deleite, sino una espina,
la punzada afilada contra el menor signo de desprecio...
Leyendo, mientras espera
que la plancha se caliente,
escribiendo, My Life had stood -a Loaded Gun- °
en esa despensa de Amherst mientras las confituras hierven y se
pudren,
o más a menudo,
con ojos férreos y pico y resuelta como un pájaro,
limpiándolo todo en el trastero cotidiano de la vida.

°Poema número 754 de Emily Dickinson.

5.
Dulce ridens, dulce loquens,
se depila las piernas hasta que relucen
Como colmillo de mamut petrificado.

6.
Cuando con su laúd canta Corina °1
ni las palabras ni la música son suyas;
sólo el largo pelo que le roza
la mejilla, sólo la canción
de seda en sus rodillas
y éstas
se acomodan en un parpadeo.

Suspendida, temblando e insatisfecha, frente


a.una puerta abierta, esa jaula de jaulas,
dinos, tú, pájaro, tú, trágica máquina-
¿es éste un fertilisante douleur? Inmovilizada
por el amor, para ti el único acto natural,
¿están tus filos más preparados
para penetrar los secretos de la cripta? ¿Te ha enseñado la
Naturaleza
sus libros de cuenta a ti, nuera,
que sus hijos nunca vieron?

Corina °1 Primer verso de un poema de Thomas Campio

7.
«Contar en este mundo incierto con algún refugio
que no pueda ser destruido, es
de primordial importancia.» °1

Así escribió
una mujer, en parte valiente y en parte buena,
que luchó contra lo que apenas comprendía.
Pocos hombres en su entorno harían o podrían hacer más,
de ahí que la llamaran arpía, fiera y puta.

°1 Frase de Mary Wollstonecraft (1759-1797), escritora inglesa y


apasionada defensora de la igualdad social y educativa para las
mujeres. La cita se ha tomado de "Thoughts on the Education of
Daughters".

8.
«Todas morís a los quince», dijo Diderot,
y se convirtió en parte en leyenda y convenci6n.
Sin embargo, ojos sueñan de manera imprecisa
tras cerradas ventanas brumosas por el vapor.
Deliciosamente, todo lo que podríamos haber sido,
todo lo que fuimos -fuego, lágrimas,
ingenio, gusto, ambición martirizada-
agita como el recuerdo de un adulterio no consumado
el exhausto y fláccido pecho de nuestra madurez.

9.
¿No que se hagan bien las cosas, sino
que se hagan siquiera? °3 Cierto, ¡piensa
en la posibilidad! U olvídala para siempre.
Este lujo de la criatura precoz,
preciada inválida cr6nica del Tiempo-
¿renunciaríamos a él, queridas, si pudiéramos?
Nuestra ruina ha sido nuestra ventaja:

el simple ingenio nos bastaba-


brillo en fragmentos y borradores.

No suspiréis más, señoras.


El tiempo es hombre
y en sus copas brinda por la belleza.
Desconcertadas por las galanterías, oímos
alabar nuestras mediocridades,
considerar abnegación la indolencia,
elegante intuición el pensamiento desordenado,
cada desliz se perdona, nuestro crimen
es sólo hacer marcada sombra
o romper el molde sin vacilar.

Para eso, celdas de aislamiento,


gases lacrimógenos, bombardeos de dolor.
Pocas son las aspirantes a tal honor.

°3 Frase misógena atribuida a Samuel Johnson: «Una mujer que


predica es como un perro que camina sobre sus patas traseras: no es
que lo haga bien, lo que te sorprende es que lo haga siquiera».

10.
Bien,
le ha llevado mucho tiempo llegar, a ella que debe ser
más despiadada consigo misma que la historia.
Mente al viento, la veo zambullirse
desafiante, moviéndose por las corrientes,
bañada por la luz
Can bella, al menos, como cualquier muchacho
o helicóptero,
firme, acercándose todavía,
sus finas hélices estremeciendo el aire
pero su carga
no será una promesa entonces:
entregada
palpable
nuestra.

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


LA LUNA...

(volviendo a casa en coche de una lectura de Robin Blaser)

La luna
no es romántica. No. Es
un hecho de la vida y aún
no estamos acostumbrados. Pensarías, refleja
las olas no las atrae. Así
yo te regiría igual que
he sido regida por ti. En la carretera de la Costa
entre rachas de niebla

ese rostro (sí, tiene


expresión) que aparece y desaparece
nos habla
como hizo él en su galantería
y operístico misterio.

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


PLANETARIUM

Inspirado en Caroline Herschel (1750-1848),


astrónoma, hermana de William, y en otras...

Una mujer con forma de monstruo


un monstruo con forma de mujer
abundan en los cielos

una mujer «en la nieve


entre los Relojes e instrumentos
o midiendo el suelo con pértigas»

capaz de descubrir a sus 98 años


8 cometas

aquella sobre quien la luna gobernó


como en nosotras
levita hacia el nocturno cielo
surca distancias en los lentes pulidos

Galaxias de mujeres, cumpliendo ahí


penitencia por impulsivas
congelados nervios
en aquellos espacios de la mente

Un ojo
«viril, exacto y absolutamente seguro»
desde las confusas telarañas de Uranusbor

encuentra la NOVA

cada impulso de luz estalla


desde el centro
como se descarga nuestra vida

Tycho susurra al fin


«Que no parezca que he vivido en vano»

Lo que vemos, lo vemos


y ver es cambiar

la luz que marchita una montaña


y le permite a un hombre vivir

Los latidos del pulsar


el corazón exudando por mi cuerpo

El impulso de radio
que fluye desde Taurus

Estoy bombardeada aun así me yergo

Me he mantenido de pie toda la vida en medio


del curso directo de una batería de señales
el más fielmente transmitido el más
intraducible lenguaje en el universo
Soy una nube galáctea tan profunda tan intrincada
que una onda de luz demoraría 15
años viajando por mí Y ha ocurrido
Soy un instrumento con forma
de mujer intentando traducir pulsaciones
a imágenes para aliviar el cuerpo
y reconstruir la mente.

1968

Versión de Myriam Díaz-Diocaretz


REPARTO DE TAREAS

Las revoluciones dan vueltas, pactan, hacen declaraciones:


una revista nueva aparece, viejos nombres en su cabecera,
una revista antigua abrillanta su obra
con deconstrucciones de la prosa de Malcolm X
Las mujeres en las filas traseras de la política
todavía lamen hilo para pasarlo por el ojo
de la aguja, truecan huesos por plástico, rajan vainas
para venderlas como collares en los cruceros
hacen inmaculados vestidos de Primera Comunión
con planchas y vacilante agua caliente
todavía ajustan los microscópicos hilos dorados
en los chips de silicio
todavía dan clase, vigilan a los niños
esaparecidos en las callejuelas de fuego cruzado, los barrancos de
repentinas inundaciones
los repentinos incendios de queroseno
-mujeres cuyo trabajo reconstruye el mundo
todas y cada una de la mañanas
He visto a una mujer sentada
entre la estufa y las estrellas
sus dedos chamuscados de apagar las velas
de la pura teoría Indice y pulgar: los dos quemados:
he sentido esa cera sagrada levantarme ampollas en la mano

1988

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


SUEÑO QUE SOY LA MUERTE DE ORFEO

Camino rápidamente a través de las estrías de luz y sombra


que arroja una arcada

Soy una mujer en la plenitud de la vida, con ciertos poderes


y estos poderes limitados severamente
por autoridades a las que pocas veces veo el rostro.
Soy una mujer en la plenitud de la vida
que conduce a su poeta muerto en un Rolls-Royce negro
por un paisaje de crepúsculo y espinas.
Una mujer con una cierta misión
que la dejará intacta si se obedece al pie de la letra.
Una mujer con los nervios de una pantera
una mujer con contactos entre los Ángeles del Infierno
una mujer que siente la grandeza de sus poderes
cn el preciso momento en que no debe usarlos
una mujer comprometida con la lucidez
que ve, a través de la confusión, los fuegos humeantes
de estas calles subterráneas
a su poeta muerto aprendiendo a caminar hacia atrás, contra el
viento,
por el lado equivocado del espejo

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


UN ATLAS DEL MUNDO DIFÍCIL, II

He aquí un mapa de nuestro país:


aquí está el Mar de la Indiferencia, barnizado de sal
Este es el río maléfico que fluye de la frente a la ingle
agua que no nos atrevemos a probar
Este es el desierto en el que se han plantado misiles como bulbos
Este es el granero de las granjas hipotecadas
Este es el lugar donde nació el chico rockero
Este es el cementerio de los pobres
que murieron por la democracia Este es el campo de batalla
de una guerra del siglo diecinueve el sepulcro es famoso:
Esta es la ciudad marina de mito e historia cuando las flotas
pesqueras se arruinaron aquí es donde había trabajo
en el muelle
congelando pescado en trozos paga por horas sin dividendos
Estos son otros campos de batalla Centralia Detroit
aquí están los bosques primitivos los filones de cobre de
plata
Estos son los suburbios del consentimiento el silencio se eleva
como el
humo de las calles
Esta es la capital del dinero y del dolor; sus pináculos
estallan en el aire caliente, sus puentes se desmoronan
sus hijos van a la deriva por ciegos callejones confinados
entre alambres de espinas enrollados
Prometí mostrarte un mapa y dices pero esto es un mural
entonces bien, déjalo estar son pequeñas diferencias
la cuestión es desde dónde lo miramos

1990-91

Versión de María Soledad Sánchez Gómez


VEINTIÚN POEMAS DE AMOR III

Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar


por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva
del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.
¿Caminé yo acaso por las calles en la madrugada, a los veinte,
con la piernas temblándome y los brazos en éxtasis más pleno?
¿Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad
atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?
Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mí.
Son eternos tus ojos, verde destello
de hierba salvaje refrescada por la vertiente.
Sí. A los veinte creíamos ser eternas.
A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.
Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,
y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,
y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir.

1974-76
Veintiún poemas de Amor

III

Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar

por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva

del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.

Caminé acaso yo por las calles en la madrugada, a los veinte

con las piernas temblándome y los brazos en éxtasis más pleno?

Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad

atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?

Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mí.

Son eternos tus ojos, verde destello

de hierba salvaje refrescada por la vertiente

Sí. A los veinte creíamos ser eternas.

A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.

Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,

y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,

y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir.

Poema emergente, sin número

Pase lo que pase, vivirá en mí

tu cuerpo. El ondeante ejercicio de tu amor,

sensible, frágil como la fronda apenas enroscada

del helecho en espiral en los bosques

recién dorados por el sol.


Amplios, tus muslos, viajeros nobles y generosos

donde mi rostro entero se hunde una y otra vez...

La sabiduría honda y la inocencia de esa morada

descubierta para mi lengua...En mis labios, el ritmo

tembloroso e insaciable de tus pechos...

Sentir tu mano en mí, firme, protectora,

descubriéndome, con la fuerza de tu lengua

y tus dedos finos llegando allí, donde te esperé siempre,

en mi fondo húmedo y rosa. Pase lo que pase,

ahí estarás tú.


Sueño que soy la muerte de Orfeo

Camino rápidamente a través de las estrías de luz y sombra


que arroja una arcada

Soy una mujer en la plenitud de la vida, con ciertos poderes


y estos poderes limitados severamente
por autoridades a las que pocas veces veo el rostro.
Soy una mujer en la plenitud de la vida
que conduce a su poeta muerto en un Rolls-Royce negro
por un paisaje de crepúsculo y espinas.
Una mujer con una cierta misión
que la dejará intacta si se obedece al pie de la letra.
Una mujer con los nervios de una pantera
una mujer con contactos entre los Ángeles del Infierno
una mujer que siente la grandeza de sus poderes
cn el preciso momento en que no debe usarlos
una mujer comprometida con la lucidez
que ve, a través de la confusión, los fuegos humeantes
de estas calles subterráneas
a su poeta muerto aprendiendo a caminar hacia atrás, contra el
viento,
por el lado equivocado del espejo.

Traducción de María Soledad Sánchez Gómez


Orígenes e historia de la conciencia

Vida nocturna. Cartas, periódicos, whisky


vertido de golpe en el vaso. Poemas crucificados
en la pared, disecados, con sus alas cortadas
como si fuesen trofeos. Nadie habita este cuarto
sin sentir algún tipo de crisis.

Nadie habita este cuarto


sin enfrentarse a la desnudez de las paredes
detrás de los poemas, de los estantes de libros,
de las fotografías de heroínas muertas,
sin reflexionar, por primera y última vez
sobre la verdadera naturaleza de la poesía.
Esa urgencia de poner mundos
en relación. El sueño de un lenguaje común.

Mi envidia no es sencilla
cuando pienso en los amantes, en su ciega fe,
en sus crucifixiones experimentadas. He soñado con irme
a dormir como si entrase en límpidas aguas rodeadas
por un nevoso bosque, tan blanco como unas sábanas frías,
pensando, ahí dentro me congelaré.

Mis descalzos pies ya se han entumecido por la nieve,


pero está apacible el agua,
me sumerjo y floto
como un animal anfibio ardiente
que ha roto la red, que ha corrido
por los campos nevados sin dejar trazo;
estas aguas borran las huellas
Ahora estás libre
del cazador, del trampero
de los carceleros de la mente

pero el animal ardiente continúa soñando


con otro animal
que nada bajo la superficie vareteada de nieve
y despierta y vuelve a dormir.

Nadie duerme en este cuarto sin


el sueño de un lenguaje común
Porque ya no somos jóvenes

Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar


por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva
del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.

¿Caminé yo acaso por las calles en la madrugada, a los veinte,


con las piernas tembládome y los brzos en éxtasis más pleno?
¿Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad
atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?
Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mi.

Son eternos tus ojos, verde destello


de hierba salvaje refrescada por la vertiente.

Sí. A los veinte creíamos ser eternas.


A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.
Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,
y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,
y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir.
Poema emergente, sin número

Pase lo que pase, vivirá en mí


tu cuerpo. El ondeante ejercicio de tu amor,
sensible, frágil como la fronda apenas enroscada
del helecho en espiral en los bosques
recién dorados por el sol.
Amplios, tus muslos, viajeros nobles y generosos
donde mi rostro entero se hunde una y otra vez...
La sabiduría honda y la inocencia de esa morada
descubierta para mi lengua...En mis labios, el ritmo
tembloroso e insaciable de tus pechos...
Sentir tu mano en mí, firme, protectora,
descubriéndome, con la fuerza de tu lengua
y tus dedos finos llegando allí, donde te esperé siempre,
en mi fondo húmedo y rosa.
Pase lo que pase, ahí estarás tú.
XII

Durmiendo, girando incesantes como planetas en sus praderas


nocturnas:
un roce es suficiente para hacernos saber que no estamos solas en el
universo,
aún dormidas los fantasmas del sueño de dos mundos cruzan sus
pueblos fantasmas,
casi hablándose entre sí.
Despierto al susurro de tus palabras dichas a años luz o años sombra
como si mi propia voz hablara.
Pero tenemos voces diferentes, aún en sueños,
y nuestros cuerpos, tan parecidos, son sin embargo diferentes
y resuena el pasado a través de nuestras venas cargado con
lenguajes diferentes, sentidos diferentes,
pero cualquier crónica del mundo compartida podría ser escrita con
un sentido nuevo:
éramos dos amantes de un género,
éramos dos mujeres de una generación.

(de "Veintiún Poemas de Amor")


Poema de Adrienne Rich

XII

Durmiendo, girando incesantes como planetas


en sus praderas nocturnas:
un roce es suficiente para hacernos saber
que no estamos solas en el universo, aún dormidas
los fantasmas del sueño de dos mundos
cruzan sus pueblos fantasmas, casi hablándose entre sí.
Despierto al susurro de tus palabras
dichas a años luz o años sombra
como si mi propia voz hablara.
Pero tenemos voces diferentes, aún en sueños,
y nuestros cuerpos, tan parecidos, son sin embargo diferentes
y resuena el pasado a través de nuestras venas
cargado con lenguajes diferentes, sentidos diferentes,
pero cualquier crónica del mundo compartida
podría ser escrita con un sentido nuevo:
éramos dos amantes del mismo género,
éramos dos mujeres de la misma generación.

del libro "Twenty-One Love Poems"


traduccion de Diana Bellessi

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