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En 1974 ganó el National Book Award (Premio Nacional del Libro) por
“Diving into the Wreck”, un libro de poemas que explora temas como
el lenguaje, los mitos y la historia de las mujeres. En 1951 se graduó
en la Universidad de Radcliffe y recibió el Yale Younger Poets Award
(Premio Yale de poesía joven) por su primer libro de poemas, “Un
cambio de mundo”. Otros libros son “Instantáneas de una nuera”
(1963),” Nacida de mujer” (1976), “El sueño de un lenguaje común”
(1978), “Tu país nativo, tu vida” (1986) y “Atlas de un mundo difíci”
(1992).
Estaba en peligro de
verbalizar mis impulsos éticos
hasta hacerlos desaparecer.
{°1-Daniel Berrigan},
en el juicio, en Baltimore.
1.
Mi vecino, un científico coleccionista de arte, me llama por teléfono
en
un estado de violenta emoción. Me dice que mi hijo y el suyo, de
once y
doce años, han quemado el último día de clase un libro de
matemáticas en
patio trasero. Le ha prohibido a mi hijo ir a su casa durante una
semana,
le ha prohibido al suyo salir durante ese tiempo. «Quemar un libro
dice- me produce sensaciones terribles, recuerdos de Hitler; hay
pocas
cosas que me disgusten más que la idea de quemar un libro».
y se llevan el libro
porque suefio con ella con demasiada frecuencia
2.
Imaginar un tiempo de silencio
o pocas palabras
un tiempo de química y música
alivio
4.
Yacemos bajo la sábana
después de hacer el amor, hablando
de la soledad
mitigada en un libro
revivida en un libro
así, en esa página
su coágulo y su fisura
aparecen
palabras de un hombre
que sufre
una palabra desnuda
penetra el coágulo
una mano que agarra
a través de los barrotes:
liberación
todavía sucede
celos sexuales
mano que se lanza
a golpear el lecho
sequedad de boca
después de jadear
1
Tú, antaño una beldad en Shreveport,
con cabellos teñidos de henna,
la piel como un capullo de melocotón,
aún te haces vestidos copiados de aquella época,
y tocas un preludio de Chopin
del que Cortot dijo: «Deliciosos recuerdos
fluyen como perfume a través de la memoria.»
Tu mente ahora,
desmoronándose como una tarta nupcial,
cargada de experiencias inútiles, rica
en sospechas, rumores, fantasías,
rompiéndose bajo el filo del cuchillo
de la realidad. En la plenitud de tu vida.
3.
Una mujer que piensa duerme con monstruos.
Se convierte en el pico que la agarra. Y la Naturaleza,
ese arcón de tempora y mores,
con tapas alabeadas, todavía útil,
se atiborra con todo ello: las mohosas flores de naranjo,
las píldoras femeninas, los tremendos senos
de Boadicea bajo lisas cabezas de zorro y orquídeas.
5.
Dulce ridens, dulce loquens,
se depila las piernas hasta que relucen
Como colmillo de mamut petrificado.
6.
Cuando con su laúd canta {Corina °1}
ni las palabras ni la música son suyas;
sólo el largo pelo que le roza
la mejilla, sólo la canción
de seda en sus rodillas
y éstas
se acomodan en un parpadeo.
7.
«Contar en este mundo incierto con algún refugio
que no pueda ser destruido, es
de primordial importancia.» {°1}
Así escribió
una mujer, en parte valiente y en parte buena,
que luchó contra lo que apenas comprendía.
Pocos hombres en su entorno harían o podrían hacer más,
de ahí que la llamaran arpía, fiera y puta.
8.
«Todas morís a los quince», dijo Diderot,
y se convirtió en parte en leyenda y convenci6n.
Sin embargo, ojos sueñan de manera imprecisa
tras cerradas ventanas brumosas por el vapor.
Deliciosamente, todo lo que podríamos haber sido,
todo lo que fuimos -fuego, lágrimas,
ingenio, gusto, ambición martirizada-
agita como el recuerdo de un adulterio no consumado
el exhausto y fláccido pecho de nuestra madurez.
9.
¿No que se hagan bien las cosas, sino
que se hagan siquiera? °3 Cierto, ¡piensa
en la posibilidad! U olvídala para siempre.
Este lujo de la criatura precoz,
preciada inválida cr6nica del Tiempo-
¿renunciaríamos a él, queridas, si pudiéramos?
Nuestra ruina ha sido nuestra ventaja:
el simple ingenio nos bastaba-
brillo en fragmentos y borradores.
10.
Bien,
le ha llevado mucho tiempo llegar, a ella que debe ser
más despiadada consigo misma que la historia.
Mente al viento, la veo zambullirse
desafiante, moviéndose por las corrientes,
bañada por la luz
Can bella, al menos, como cualquier muchacho
o helicóptero,
firme, acercándose todavía,
sus finas hélices estremeciendo el aire
pero su carga
no será una promesa entonces:
entregada
palpable
nuestra.
1987
1988
1990-91
Un ojo
«viril, exacto y absolutamente seguro»
desde las confusas telarañas de Uranusbor
encuentra la NOVA
El impulso de radio
que fluye desde Taurus
1968
Versión de Myriam Díaz-Diocaretz
ÁRBOLES
1963
1974-76
1999
La luna
no es romántica. No. Es
un hecho de la vida y aún
no estamos acostumbrados. Pensarías, refleja
las olas no las atrae. Así
yo te regiría igual que
he sido regida por ti. En la carretera de la Costa
entre rachas de niebla
I
Cuando mis tiempos dieron signos
de volverse
políticamente correctos
no imágenes indómitas
que escapan de los límites
cuando al caminar por la calle vi
que se elegían temas por mí
supe de qué cosas no hablaría
por miedo del uso que les dieran los enemigos
entonces empecé a hacerme preguntas
II
Todo lo que escribamos
será usado contra nosotros
o contra quienes amamos.
Estas son las condiciones,
las tomas o las dejas.
La poesía nunca tuvo ocasión
de estar lejos de la historia.
Un verso mecanografiado hace veinte años
puede ser una pintada que brilla en una pared
para exaltar el arte distanciado
o tortura de quienes
no amábamos pero tampoco
queríamos matar.
Cambiamos pero nuestras palabras permanecen
se hacen responsables
de más de lo que pretendíamos
y esto es privilegio verbal.
III
Intentar sentarse a la máquina de escribir
una cálida tarde de verano
en una mesa junto a una ventana
en el campo, intentar fingir
que tu tiempo no existe
que tú eres simplemente tú
que la imaginación se extravía simplemente
como una gran polilla, sin intención
intentar decirte a ti misma
que no tienes compromiso
con la vida de tu tribu
el aliento de tu planeta.
IV
No importa lo que piensas.
Las palabras serán consideradas responsables
cuanto puedes hacer es elegirlas
o elegir
seguir en silencio. O nunca tuviste elección,
que es por lo que las palabras que perduran
son responsables
y esto es privilegio verbal.
V
Imagina que quieres escribir
sobre una mujer que entreteje
el pelo de otra mujer-
dejando que cuelgue, o con cuentas y conchas
en trenzas de tres cabos o como filas de granos-
mejor sería que supieras el grosor
la largura el modelo
por qué decide trenzarse el pelo
cómo se lo hacen
en qué país sucede
qué más sucede en ese país
Tienes que saber estas cosas
VI
Poeta: hermana: palabras-
nos guste o no-
perduran en un tiempo propio.
No sirve lamentarse Lo escribí
antes de que Kollontai fuese exiliada
Rosa Luxemburg, Malcolm,
Anna Mae Aquash, asesinados,
antes de Treblinka, Birkenau,
Hiroshima, antes de Sharpeville,
Biafra, Bangladesh, Boston,
Atlanta, Soweto, Beirut, Assam
-esos rostros, nombres de lugares
cercenados del calendario
del tiempo norteamericano
VII
Pienso esto en un país
donde las palabras se quitan de las bocas
como el pan se quita de las bocas
donde los poetas no van a la cárcel
por ser poetas, sino por ser
de piel oscura, mujeres, pobres.
Escribo esto en un tiempo
en el cual lo que escribimos
puede usarse contra quienes amamos
en el que no se da nunca el contexto
aunque intentemos explicarlo, una y otra vez.
Por el bien de la poesía al menos
tengo que saber estas cosas.
VIII
A veces, planeando de noche
en un avión sobre la ciudad de Nueva Yorkb
me he sentido como una mensajera
llamada a entrar, destinada a unirse
a este campo de luz y oscuridad.
Una ambiciosa idea, surgida de volar.
Pero bajo esta ambiciosa idea
se halla la reflexión de que a lo que debo unirme
después de que el avión haya rugido en la pista
después de subir mis viejas escaleras, sentarme
ante mi vieja ventana
va a romperme el corazón y reducirme al silencio.
IX
En Norteamérica el tiempo tropieza
sin avanzar, liberando sólo
un cierto dolor norteamericano.
Julia de Burgos escribió:
Que mi padre fuera esclavo
es mi dolor; que hubiera sido amo
habría sido mi vergüenza.
Palabras de una poeta, colgadas de una puerta
en Norteamérica, en el año
mil novecientos ochenta y tres.
La luna casi llena se levanta
hablando eternamente de cambio
por encima del Bronx, el río Harlem
las ciudades sumergidas de Quabbin
los túmulos funerarios saqueados
las ciénagas tóxicas, los campos de pruebas
y empiezo a hablar otra vez.
Trasversales
XII
XII
1990-1991
1963
Estaba en peligro de
verbalizar mis impulsos éticos
hasta hacerlos desaparecer.
°1-Daniel Berrigan,
en el juicio, en Baltimore.
1.
Mi vecino, un científico coleccionista de arte, me llama por teléfono
en
un estado de violenta emoción. Me dice que mi hijo y el suyo, de
once y
doce años, han quemado el último día de clase un libro de
matemáticas en
patio trasero. Le ha prohibido a mi hijo ir a su casa durante una
semana,
le ha prohibido al suyo salir durante ese tiempo. «Quemar un libro
dice- me produce sensaciones terribles, recuerdos de Hitler; hay
pocas
cosas que me disgusten más que la idea de quemar un libro».
y se llevan el libro
porque suefio con ella con demasiada frecuencia
2.
Imaginar un tiempo de silencio
o pocas palabras
un tiempo de química y música
alivio
°2 3
La gente sufre mucho cuando es pobre y hay que tener dignidad e
inteligencia para superar este sufrimiento. Algunos de los
sufrimientos son: una criatura no cenó anoche: un niño roba porque
no tenía dinero para comprarla: oír a una madre decir que no tiene
dinero para comprar comida para sus hijos y ver a una criatura sin
ropa te hace brotar lágrimas de los ojos.
4.
Yacemos bajo la sábana
después de hacer el amor, hablando
de la soledad
mitigada en un libro
revivida en un libro
así, en esa página
su coágulo y su fisura
aparecen
palabras de un hombre
que sufre
una palabra desnuda
penetra el coágulo
una mano que agarra
a través de los barrotes:
liberación
todavía sucede
celos sexuales
mano que se lanza
a golpear el lecho
sequedad de boca
después de jadear
DELTA
1987
1
Tú, antaño una beldad en Shreveport,
con cabellos teñidos de henna,
la piel como un capullo de melocotón,
aún te haces vestidos copiados de aquella época,
y tocas un preludio de Chopin
del que Cortot dijo: «Deliciosos recuerdos
fluyen como perfume a través de la memoria.»
Tu mente ahora,
desmoronándose como una tarta nupcial,
cargada de experiencias inútiles, rica
en sospechas, rumores, fantasías,
rompiéndose bajo el filo del cuchillo
de la realidad. En la plenitud de tu vida.
2
Golpeando la cafetera en el fregadero
oye a los ángeles recriminándola, y mira hacia fuera
más allá de los jardines rastrillados, al sucio cielo.
Hace sólo una semana le dijeron: No seas paciente.
3.
Una mujer que piensa duerme con monstruos.
Se convierte en el pico que la agarra. Y la Naturaleza,
ese arcón de tempora y mores,
con tapas alabeadas, todavía útil,
se atiborra con todo ello: las mohosas flores de naranjo,
las píldoras femeninas, los tremendos senos
de Boadicea bajo lisas cabezas de zorro y orquídeas.
4.
Reconociéndose demasiado bien la una en la otra:
sus cualidades no sólo deleite, sino una espina,
la punzada afilada contra el menor signo de desprecio...
Leyendo, mientras espera
que la plancha se caliente,
escribiendo, My Life had stood -a Loaded Gun- °
en esa despensa de Amherst mientras las confituras hierven y se
pudren,
o más a menudo,
con ojos férreos y pico y resuelta como un pájaro,
limpiándolo todo en el trastero cotidiano de la vida.
5.
Dulce ridens, dulce loquens,
se depila las piernas hasta que relucen
Como colmillo de mamut petrificado.
6.
Cuando con su laúd canta Corina °1
ni las palabras ni la música son suyas;
sólo el largo pelo que le roza
la mejilla, sólo la canción
de seda en sus rodillas
y éstas
se acomodan en un parpadeo.
7.
«Contar en este mundo incierto con algún refugio
que no pueda ser destruido, es
de primordial importancia.» °1
Así escribió
una mujer, en parte valiente y en parte buena,
que luchó contra lo que apenas comprendía.
Pocos hombres en su entorno harían o podrían hacer más,
de ahí que la llamaran arpía, fiera y puta.
8.
«Todas morís a los quince», dijo Diderot,
y se convirtió en parte en leyenda y convenci6n.
Sin embargo, ojos sueñan de manera imprecisa
tras cerradas ventanas brumosas por el vapor.
Deliciosamente, todo lo que podríamos haber sido,
todo lo que fuimos -fuego, lágrimas,
ingenio, gusto, ambición martirizada-
agita como el recuerdo de un adulterio no consumado
el exhausto y fláccido pecho de nuestra madurez.
9.
¿No que se hagan bien las cosas, sino
que se hagan siquiera? °3 Cierto, ¡piensa
en la posibilidad! U olvídala para siempre.
Este lujo de la criatura precoz,
preciada inválida cr6nica del Tiempo-
¿renunciaríamos a él, queridas, si pudiéramos?
Nuestra ruina ha sido nuestra ventaja:
10.
Bien,
le ha llevado mucho tiempo llegar, a ella que debe ser
más despiadada consigo misma que la historia.
Mente al viento, la veo zambullirse
desafiante, moviéndose por las corrientes,
bañada por la luz
Can bella, al menos, como cualquier muchacho
o helicóptero,
firme, acercándose todavía,
sus finas hélices estremeciendo el aire
pero su carga
no será una promesa entonces:
entregada
palpable
nuestra.
La luna
no es romántica. No. Es
un hecho de la vida y aún
no estamos acostumbrados. Pensarías, refleja
las olas no las atrae. Así
yo te regiría igual que
he sido regida por ti. En la carretera de la Costa
entre rachas de niebla
Un ojo
«viril, exacto y absolutamente seguro»
desde las confusas telarañas de Uranusbor
encuentra la NOVA
El impulso de radio
que fluye desde Taurus
1968
1988
1990-91
1974-76
Veintiún poemas de Amor
III
Mi envidia no es sencilla
cuando pienso en los amantes, en su ciega fe,
en sus crucifixiones experimentadas. He soñado con irme
a dormir como si entrase en límpidas aguas rodeadas
por un nevoso bosque, tan blanco como unas sábanas frías,
pensando, ahí dentro me congelaré.
XII