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TEMA 5.

COMUNICACIÓN EN EL CENTRO ESCOLAR

1. EL PROCESO SOCIO-COMUNICATIVO EN EL CENTRO EDUCATIVO. LOS


PROCESOS INTERACTIVOS. CONCEPCIONES E INTERPRETACIONES.
El centro de educación secundaria es una organización caracterizada por un conjunto de
redes formales e informales, que configuran su propio estilo de trabajo y cuya
construcción depende de las múltiples interacciones entre todos sus miembros. Entre los
elementos básicos que configuran su organización, destacan: a) el contexto marco
(aspectos ideológico y socio-cultural); b) los objetivos o finalidades que persiguen; c) las
estructuras o división de tareas, las funciones y jerarquización; d) los procesos
interactivos (externos e internos) que configuran las redes del tejido socio-relacional; e)
los agentes educativos y el perfil profesional de las personas o grupos que la configuran;
f) la infraestructura y los recursos de la institución.

El concepto de comunicación en el ámbito de la institución educativa es entendido como


un tejido de relaciones, mensajes y procesos que se desarrollan entre los participantes en
la misma y que hace posible que se lleve a cabo la tarea educativa. La comunicación es la
acción de intercambio de mensajes y contenidos formativos entre todos los integrantes del
centro, que estimula las nuevas formas de desarrollo integral del conocimiento al
promover las relaciones y facilitar la comprensión entre los diversos grupos, líderes y
actores implicados en el centro.

La realidad socio-relacional se va construyendo como intercambio y avance entre los


implicados; así, las acciones que lleva a cabo cada miembro de la institución inciden en
las reacciones de los demás y hemos de plantear un proceso de interacciones favorables,
empleando el discurso y los códigos más apropiados. El tejido socio-relacional emerge y
se configura en el centro, construyéndose con las interacciones de los implicados; las
acciones de cada miembro inciden en las de los demás, por lo que hemos de plantear un
proceso de interacciones favorables, empleando el discurso y los códigos más
apropiados.

→ Redes y estructuras de los procesos interactivos


El centro es un entramado de micro-grupos y equipos que se forman según las
responsabilidades de la institución y las tareas que se asignan. Así, el profesorado

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forma parte del equipo de docentes de un curso, del departamento al que está adscrito y
desarrolla sus tareas con más intensidad en un curso, en el que adquiere la
responsabilidad de la acción tutorial. Esta realidad y situación estructural de los centros ha
de facilitar un mayor conocimiento de la institución, de los colegas y de los estudiantes,
con la cual el docente ha de aprender a relacionarse, asumiendo las cotas de liderazgo
que se le asignen.

La comunicación y el discurso a asumir en diversas micro-redes ha de tener una


continuidad apoyada en la coherencia personal y profesional, en la que la empatía, la
colaboración, la confianza, la reciprocidad…, sean las formas predominantes de
actuación entre todos los participantes; e impulsar un discurso coherente con estos
sistemas de relaciones a promover en la red.

→ Diferentes concepciones en la estructura y redes de comunicación educativas


 Una perspectiva formalista y rígida: sitúa el énfasis en las normas y en la visión de
la praxis docente, excesivamente centrada en un discurso de acciones y formas de
comunicación de carácter administrativa, verticales y poco coherentes. Los decretos y
reglamentos de desarrollo suelen definir tales tareas y funciones, pero no consideran
los discursos, métodos y estilos de relación, que en cada órgano de la institución
hemos de desarrollar.
 Una perspectiva tecnicista: se caracteriza por establecer con excesiva rigidez las
funciones y papeles que se espera realicen los miembros de la institución en los
diversos órganos del centro, y predomina la rigidez de la norma a la creatividad y
responsabilidad de los miembros de la institución.
 La perspectiva interaccionista-simbólica: pretende identificar las diferentes micro-
culturas generadas en cada órgano de la institución y qué términos son los más
valiosos para entender las acciones y responsabilidades que atañen a los participantes,
así como llenar de vida, percepciones, valores e ideas relevantes la implicación que se
espera de los actores del proceso educativo.
 Una concepción más crítico-política o sociocrítica: se centra en denunciar la
imposición del discurso por los órganos consolidados y reclama un sistema más
horizontal e igualitario y un protagonismo más crítico y reflexivo del profesorado.
 La visión colaborativa-profesional: considera el discurso como un metalenguaje que
se genera de acuerdo con un hábeas científico y que se fundamenta en procesos de
trabajo y mejora continua de los centros, los docentes y la comunidad educativa en

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general. Se caracteriza por la mejora de las prácticas educativas mediante el discurso,
proyectos y formas de continua implicación en la transformación permanente de
la educación. Esta visión colaborativa se apoya en un discurso más cercano a la
cooperación y participación de todos los miembros de la organización, en la solución de
los nuevos problemas del proceso de enseñanza-aprendizaje. Esta tarea se concreta
en el autoanálisis del discurso generado al desempeñar las múltiples acciones en
consonancia con el resto de docentes del centro, al diseñar el proyecto institucional y
educativo, mediante la participación en las múltiples acciones del curso, el
departamento, etc.

2. El clima: concepto, dimensiones y su incidencia en los procesos socioeducativos


El clima de la institución es la síntesis de las relaciones, percepciones y estilos de vida
que configuran el entorno y el conjunto de actuaciones de los miembros de la institución. El
eje del clima de la institución educativa lo constituyen las percepciones de la realidad
escolar que configuran sus miembros y de las interrelaciones que entre ellos se generan,
al desempeñar la tarea formativa y llevar a cabo la cultura profesional.

Este complejo sistema de relaciones y estilos implicados en cada proceso formativo va


tejiendo una síntesis ambiental, de empatía, colaboración, acercamientos, compromiso,
etc., o interacciones de rechazo, competitividad, cerrazón, distanciamiento, etc.

Elementos en el análisis del clima:

Principios Indicadores Dimensiones


- Identidad y comunidad de
intereses. - Percepcion positiva. - Estructura: normas y
- Autoridad/coordinación. - Atmosfera ordenada. reglas.
- Delimitación/objetivos - Ambiente colaborador. -Responsabilidad
- Creación interna. - Confianza y respeto. - Autonomía.
- Graduación. - Reconocimiento del trabajo. - Riesgo.
- Delimitación de funciones. - Comunicación fluida. - Recompensas.
- Correlacion funcional. - Participación en las decisiones. - Soporte (buen ambiente).
- División de tareas -Interés en las relaciones informales. - Conflicto (afrontar el
(consultivas y gerenciales). - Estimulación de los participantes. conflicto)
- Participación.

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Por su parte, Zabalda ha propuesto las dimensiones (variables) del clima de las
organizaciones y propone un programa abierto del estudio y valoración del clima de las
instituciones educativas y de sus componentes:

- Comportamentales: Individuales (actividades y capacidades).


- Grupales (Estructura, cohesión y normas).
- Estructura: Dimensión de la organización, medidas, niveles, programa, departamentos, etc.
- Procesos: Liderazgo, comunicación, resolución de conflictos, coordinación, recompensas.
- Efectos:
- Resultados individuales: Satisfacción, rendimiento y calidad de vida.
- Resultados de grupo: Cohesión, moral y resultado.
- Resultados de la organización: Rendimiento escolar, eficacia, adaptación y evolución.

3. El conflicto escolar. Su prevención en las instituciones escolares


En la actualidad, tanto en la sociedad en general, como en la organización escolar en
particular, predomina la concepción tradicional del conflicto entendido como algo negativo
que es necesario corregir y, sobre todo, evitar. Esta visión negativa ha suscitado una
actitud de rechazo, huida e, incluso, de temor ante la posibilidad de estar involucrado en
situaciones conflictivas, hasta tal punto que, en muchas ocasiones, las estrategias que
desarrollan algunos docentes en los centros, individual o colectivamente, son las de evitar
encontrarse con el conflicto. Junto a esta situación, nos encontramos con la escasa
consideración que tradicionalmente ha tenido y tiene el conflicto como objeto de estudio
de la Pedagogía, en general, y de la organización escolar, en particular. Esta situación,
lejos de ser casual o neutral, está directamente ligada a la expresión dominante de un tipo
de ideología tecnocrática-positivista que niega y estigmatiza la existencia del conflicto.

Sin embargo, bajo la aparente imagen de no-conflictividad, la cotidianidad de los conflictos


es un proceso y una de las características centrales definitorias de los centros educativos.
Conflictos entre el profesorado, entre profesorado y alumnado, entre profesorado y
dirección del centro, entre asociaciones de padres y madres y el centro educativo como
tal, son una evidencia.

Para corroborar la naturaleza conflictiva de las escuelas, nada mejor que presentar y
explorar la diversidad de conflictos, sus causas y manifestaciones que habitualmente se
producen en las instituciones escolares. Después habrá que analizar si esa variedad de
conflictos obedece a cuestiones coyunturales y más o menos puntuales del
funcionamiento organizativo, o más bien se trata de conflicto inherentes a la propia

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naturaleza de la institución escolar. Asimismo, es necesario desarrollar una visión
alternativa del conflicto fundamentada en valores públicos, democrático y colectivos que
sitúe la existencia del conflicto como elemento consustancial e insoslayable del fenómeno
organizacional, necesario para la vida, en general, y para el desarrollo organizativo del
centro, en particular. No obstante, hay que señalar que, si bien el conflicto puede ser un
elemento positivo dentro de la organización, si se hace crónico y no se resuelve, deja de
tener sus propiedades vitalizantes y democráticas para el grupo pudiendo ser un elemento
desestabilizador del mismo.

La naturaleza conflictiva de las escuelas está determinada tanto por el nivel macro-
estructural en el que se sitúa el sistema educativo (relación que se establece entre los
centros educativos y las metas educativas de la sociedad a través de las políticas
educativas y los currículos establecidos; por la reproducción de muchos de los conflictos
que se producen en la esfera social y política, etc.), como por el nivel micro-estructural o
características propias de una organización con una determinada naturaleza y relaciones
micro-políticas (el conflicto está siempre presente en cualquier organización, por las
relaciones micro-políticas que se establecen en su seno). Por consiguiente, el conflicto y
el control son parte esencial y definitoria de la naturaleza de los centros educativos.

4. El proceso de toma de decisiones en los centros educativos


Un referente básico para entender cualquier organización está en los procesos que se
siguen para tomar decisiones. La toma de decisiones organizacional constituye un
proceso complejo que guarda estrechas relaciones con otras dimensiones fundamentales
como son la estructura, los procesos de interacción y comunicación, el liderazgo o la
cultura organizativa.

La perspectiva interpretativa y política han puesto al descubierto el carácter técnicamente


ambiguo y socialmente condicionado de los procesos de toma de decisiones que se
desarrollan en cualquier tipo de organización, lo cual ha supuesto un cuestionamiento de
los modelos racionales que alcanza a sus versiones de toma de decisiones más
descentralizadas o de control participativo. Un análisis de los procesos decisorios en el
contexto real de las diferencias ideológicas y de poder de los distintos participantes y
grupos, puede devolvernos una imagen más auténtica del funcionamiento de las

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organizaciones educativas, a la vez que facilitar la búsqueda de modelos de gestión
inspirados en una nueva ética.

Un modelo de gestión educativa demanda un liderazgo educativo, no un liderazgo de


técnicas de gestión al servicio de la autoridad formal para controlar la organización
informal. Un punto de vista educativo y crítico del liderazgo considera que el modelo de
división jerárquica del trabajo, donde un grupo ejerce su poder sobre otro grupo, es
antieducativo.

Los procesos participativos de toma de decisiones son poco creíbles si no van


acompañados de:
 Cambios en las relaciones de autoridad existentes en los centros y en el sistema
educativo en su conjunto, el cual debe incorporar un modelo de toma de decisiones
participativo.
 Una formación de todos los participantes, que incluya un mejor conocimiento de la
organización, las normas, los sistemas de comunicación.
 Un mayor protagonismo de docentes, padres y alumnos en la planificación de la
enseñanza, tal como reconoce la propia Constitución.
 Un clima abierto de comunicación y orientado al aprendizaje.

Los beneficios de la toma de decisiones participativa se obtienen cuando los sujetos


comparten información relevante y tienen poder para ejercer influencia en el resultado
final, lo que presupone la inexistencia de grandes diferencias de poder entre los
participantes. En cambio, la implicación superficial de los participantes y la manipulación
de los procesos decisorios contribuyen a disminuir las posibilidades de colaboración. Es
absurdo, educativamente hablando, la existencia de centros dotados de órganos de
gestión democráticos en los que se desconoce el trabajo en equipo y la colaboración
profesional; si los centros van a asumir mayores responsabilidades y competencias en
relación a la propia organización y desarrollo de la oferta educativa, los procesos de toma
de decisiones cooperativos tendrán cada vez una mayor importancia.

Se ha de tener en cuenta que la participación, por si sola, no iguala diferencias de


intereses y valores entre individuos y grupos, ni resuelve automáticamente la compleja
tarea de decidir. La participación es “sólo” una condición, el requisito para que la toma de
decisiones se mueva dentro de unos márgenes éticos, de una base ética a los procesos

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de decisión: garantiza el derecho a intervenir en las decisiones que nos afectan y nos
hace más conscientes de nuestras acciones.

5. Definición de líder y liderazgo


El liderazgo es el acto de voluntad de una persona para construir el mundo social para los
demás. Un líder trata de comprometer a los otros con los valores en los que ellos mismos
creen, y construye la organización sobre la unión de las personas en torno a dichos
valores.

Rasgos que caracterizan a los líderes efectivos: sentido de la responsabilidad;


preocupación por la realización de los trabajos; energía; persistencia; capacidad de tomar
decisiones arriesgadas; originalidad; seguridad en sí mismos; tolerancia al estrés;
capacidad de influencia; capacidad para coordinar los esfuerzos ajenos para la
consecución de propósitos; integridad personal; madurez; amplitud de miras; cooperación
solidaria; generosidad.

Como funciones básicas que le corresponde desempeñar (diferentes de las tareas


implícitas en las mismas) o modos de comportamiento acordes con una trayectoria
conductual en una determinada dirección, caben destacar: dirigir eficazmente; distribuir
adecuadamente a las personas; decidir sobre la acción planificar y diseñar de forma
constante; generar un esfuerzo alejado de intereses materiales; controlar las situaciones y
las variables inherentes en las mismas; motivar de forma permanente a todo el grupo;
trabajar sin renuncia; formar, informar y entrenar; establecer un tratamiento individual y
operativo a cada uno de los componentes del grupo.

En el ámbito educativo, el ejercicio de liderazgo puede considerarse a diferentes niveles:


los matices de actuación pueden variar notablemente desde el papel que debe
desempeñar el máximo responsable de la educación de un país o Estado, hasta llegar al
que corresponde al docente encargado de un grupo-aula. En nuestro caso, de una forma
más contextualizada, al realizar el estudio del liderazgo (educativo) como predictor-
indicador de calidad en instituciones educativas, debe abordarse de una forma interna en
el desarrollo funcional de dichas instituciones, desde el grupo-aula a la totalidad del centro
escolar, con especial relevancia en esta última dimensión.

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Los equipos directivos de los centros educativos deben actuar de forma colegiada, bajo la
supervisión y dirección del director/a, ejerciendo éste un liderazgo paralelo en las
dimensiones administrativa y pedagógica, que contribuirá al desarrollo armónico y global
de la institución.

Liderazgo ADMINISTRATIVO Liderazgo PEDAGÓGICO


- Organización de los recursos humanos para el desarrollo - Liderazgo carismático
de la actividad docente – discente. - Liderazgo afectivo
- Gestión económica. - Liderazgo anticipador
- Tratamiento y desarrollo administrativo a nivel interno y - Liderazgo profesional
externo. - Liderazgo participativo
- Máxima eficiencia y eficacia en la obtención de resultados - Liderazgo cultural
educativos. - Liderazgo formativo
- Liderazgo gerencial

PREGUNTAS DE EXAMEN:
TEMA
- La prevención y gestión de los conflictos en los centros escolares desde las propias
instituciones: agentes internos y externos. SEP12
- La comunicación en el centro escolar: rasgos definitorios de la misma. El proceso
socio-comunicativo en los centros escolares. FEB12R
- El proceso socio-comunicativo en el centro educativo: los procesos interactivos.
Concepciones e interpretaciones. SEPT10R/JUNIO10

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