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EL SER, EL SABER Y EL QUEHACER

DEL CATEQUISTA

“El ser catequista no es enseñar catequesis,


sino es, desde tu pecado, dejarte mirar por Jesús que te salva,
y llevar esa alegría de la salvación a todos los demás
explicándoles como es el Señor”.
Francisco

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EL SER, EL SABER, EL QUEHACER DEL CATEQUISTA

I. EL SER DEL CATEQUISTA


En la formación del catequista acecha siempre la tentación de la eficiencia:
1º suministrar al catequista una serie de nociones teológicas y de contenidos para transmitirlos a los
catequizandos (el saber)
2º darle los instrumentos indispensables para transmitir los contenidos y mantener la disciplina
durante la lección de catequesis o de catecismo (el saber hacer).
Pero la Iglesia siempre ha enseñado, que lo primero de la formación corresponde al SER cristiano del
catequista. El saber y el saber hacer son estructuras infecundas si falta el ser cristiano del catequista.

 ¿Quién es el catequista?
 Es un profeta
Y como profeta debe disponerse a la escucha de la Palabra de Dios. En su formación, la Palabra de
Dios, ocupa un lugar central. El catequista está llamado a conocer cada vez más profundamente y
vitalmente la Palabra de Dios y a caminar siguiendo a Jesucristo por un camino de conversión
permanente junto a toda la comunidad eclesial.
También como profeta debe anunciar la Palabra de Dios presente en la Biblia, en la experiencia de fe
de la Iglesia y en los acontecimientos de la historia.

 Es un educador
El servicio profético del catequista va dirigido a promover un cambio de postura y de conducta, o sea,
renunciar a los proyectos humanos personales y dejarse guiar por la sabiduría de Dios para encarnar
el estilo de vida de Jesús.
Por eso el catequista debe primero crecer humana y cristianamente para hacer creíble y eficaz su
compromiso educativo. Será un educador eficaz entre más maduro esté humana y cristianamente.
Como educador, el catequista debe “hacer brotar la vida de oración y el compromiso de las demás
virtudes”: la justicia, el valor, la verdad, el dominio de sí, el servicio a los demás, la fidelidad, la
alegría.
El catequista debe estimular el crecimiento de la comunidad, promover una nueva vitalidad en toda la
comunidad: en lo litúrgico, en el servicio, en la promoción humana.

 Es un testigo
El catequista está llamado a ser un signo visible, a ser un modelo creíble y significativo de vida
cristiana.
Para ello hace falta que el catequista acepte a Cristo como criterio último de juicio y que por lo mismo
desempeñe su ministerio profético con coherencia y disponibilidad. Es necesario que el catequista
tenga el valor de testimoniar.

Después de este tema, no se te olvide…


1. ¿Qué es más importante para un catequista ser auténtico cristiano o saber hacer muchas cosas sin
dar testimonio de vida cristiana? ¿Por qué?
2. ¿Menciona tres características que todo catequista debe tener?
3. ¿Por qué debe ser profeta?
4. ¿Qué debe hacer como educador?
5. ¿Crees que un catequista debe dar testimonio de vida cristiana? ¿Por qué?

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 Cualidades del catequista

 Cualidades religiosas
 Buena conducta
Los niños leen más en el catequista que en el catecismo, se impregnan más de la conducta que
de las palabras, se les graba más con los ojos que con los oídos. Tienen una antena finísima
para captar todo lo que el catequista es interiormente.
 Piedad
El catequista es un instrumento del cual Dios se sirve. Si permanece unido a Dios, viviendo en
estado de gracia hará bien a sus catequizandos; separado de Dios por el pecado, su trabajo será
estéril para la vida eterna.
No se concibe un catequista sin verdadera piedad. ¿Cómo podrá hacer amar al Señor, si
primero no lo ama? ¿Cómo enseñará a orar, a frecuentar los sacramentos, si no tiene el gusto
por la oración, si no hace bien, por ejemplo, la señal de la cruz?
 Convicción profunda
El catequista debe ser un entusiasta, un convencido. Convencido de que su misión es una cosa
grande; que las cosas que enseña son verdaderas; que está colaborando en la salvación del
mundo. Así pues, no basta que enseñe, sino que enseñando entusiasme a los otros, los apasione
y los arrastre.

 Cualidades morales
 Amar a los niños
Si los niños no se sienten amados desconfían, obran por fuerza y sin convicción.
El catequista mismo, si no ama de veras a los niños, no hallará jamás la fuerza para superar el
tedio, la ingratitud inherente a su oficio, y será incapaz de tener confianza en sí mismo y en
ellos, de compadecerlos y de tenerles paciencia.
 Paciencia
Decía san Francisco de Sales: “Hay que tener un vaso de ciencia, un barril de prudencia y un
océano de paciencia”.
 Sentido de justicia
El niño no soporta la imparcialidad y la injusticia y cuando la ve o cree verla, sufre, se aleja y se
encierra en sí mismo. Hay que tratar a todos de la misma manera, guardándose de la simpatía
hacia los más listos, los mejor económicamente, los mejor vestidos… etc. si hay alguna
preferencia debe ser hacia los más pobres, los más difíciles, los más deficientes.
 Respeto de la verdad
Los niños son muy sensibles a la verdad, tienen una gran confianza en el catequista. Por lo
tanto, jamás debe permitirse por lo que sea, el decir cosas no ciertas o hablar con reticencias o
con doble sentido.

Para que no se te olvide el tema:


1. Según tu experiencia ¿Para qué sirven las cualidades morales?
2. ¿Qué quiere decir que un catequista tenga cualidades religiosas?
3. ¿Por qué será necesario que el catequista tenga amor por lo que hace?

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 Cualidades profesionales

 Saber
Para enseñar es necesario saber lo que se enseña. El que sabe muy bien, enseña bien; el que sabe bien,
enseña pasablemente; quien sabe apenas pasablemente, enseña mal.
Se dice: ¡Se trata de enseñar a niños! Con más razón es necesario saber tener ideas claras y precisas.
Hablar con lenguaje fácil y sencillo, es difícil.
Cuando un catequista sabe poco, en las inteligencias de los niños entran errores, dudas y confusiones;
el catequista habla y adelanta la materia sin seguridad, sin brío y sin confianza en sí, y los alumnos se
dan cuenta de su poca ciencia y entonces: adiós el prestigio del maestro.

 Saber enseñar
Un catequista no solo debe saber o tener paciencia, sino debe tener la habilidad de comunicarla a los
pequeños con la didáctica catequística.
Para llegar a poseer esta habilidad, son utilísimos:
 El sentido de la adaptación. Es decir, saber proporcionar lo que se dice a quien lo recibe. Decir
de manera fácil las cosas difíciles. Se deben siempre presentar las cosas bajo un aspecto
simpático que agrade a los niños y les haga amar lo enseñado.
 La claridad. Poco y bien, que mucho y confuso. Palabras fáciles que los niños ya conozcan y
entiendan, concretas y si es posible acompañadas de imágenes.
 El saber contar. Es uno de los mejores recursos para lograr la atención de los niños.

 Otras cualidades
 Atento a la expresión del rostro. No muestre miradas crueles, ni tristeza exagerada. Si tenemos
desdichas no las hagamos ver a los niños; el aspecto de nuestro rostro debe ser sereno,
tranquilo, de modo que los niños digan: “El catequista está contento de estar con nosotros, es
bueno, nos quiere”.
 Vigile las miradas. Un ojo vigilante, penetrante, agudo, impresiona y domina a los niños.
 Merece cuidado especial la voz. Lo menos que se puede pedir es que se articulen bien las
palabras, sin precipitación, sin comerse sílabas, sin tratarse. No gritar, ni tampoco hablar
demasiado bajo o entre dientes, de modo que los niños no entiendan o les dé trabajo entender.
En este punto es también muy importante vigilar los adverbios que se usan.
 La presentación externa. La elegancia exagerada, los perfumes, los polvos, el colorete; distraen
lo mismo que el descuido.
Ir a la clase de catecismo es ir a hacer una cosa grande: el vestido debe ser conveniente, el
cabello arreglado, no falte la limpieza y el decoro. Lo merecen tanto el catecismo como los
alumnos. Y finalmente si el catequista posee alguna habilidad que pueda impresionar
favorablemente al niño, no la esconda, sino úsela a favor de la enseñanza.
Para llegar a ser un excelente catequista es indispensable cierta aptitud natural para ser
educador, buena voluntad, perseverancia, ejercicio y disposición natural.
Para adquirir las dotes religiosas y morales sirven la oración, la frecuencia de los sacramentos,
la meditación, el esfuerzo por adquirir un carácter suave, paciente, leal, optimista. Además
ayuda mucho la práctica del examen de conciencia y del retiro espiritual.
Para poseer la ciencia suficiente se requiere el estudio asiduo. Tener a la mano ejemplos,
historietas, pinturas.
El catequista es un cristiano inserto en un proceso de maduración humano-cristiana.
El catequista debe tener capacidad de discernimiento, para distinguir lo esencial de lo
periférico; debe tener capacidad creativa que le permita adaptar el mensaje cristiano a las
diferentes edades y psicologías de sus oyentes. Y desde luego, ha de conocer el mensaje
cristiano que ha de comunicar a sus oyentes.
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Para que no se te olvide lo que aprendiste:
1.- ¿Por qué crees importante que el catequista conozca lo que va a enseñar?
2.- Un catequista no solo debe saber o tener paciencia, sino debe tener la habilidad de comunicarla a
los pequeños con la didáctica catequística. ¿Qué elementos son útiles para utilizar ésta didáctica? Y
¿por qué?
3.- ¿Qué otras cualidades son importantes?
4.- Completa el siguiente párrafo:
Para llegar a ser un excelente _______________________ es indispensable cierta aptitud natural
para ser _____________________, ________________ voluntad, perseverancia, ejercicio y
_____________________________________________.
5.- ¿Qué se necesita para adquirir las dotes religiosas y morales?
6.- En pocas palabras y con pocas letras, esfuérzate por escribir el acontecimiento de la creación del
mundo. Recuerda que es bueno ejercitar tu mente para adaptar el mensaje de la salvación a los
pequeños. Puedes valerte de dibujos, letras, etc.

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II. EL SABER DEL CATEQUISTA

Para ser buen catequista no es suficiente, aunque sea fundamental y primario el testimonio de la fe
cristiana vivida. Es indispensable que el catequista tenga conocimientos de Biblia, liturgia,
sacramentos, moral, historia de la Iglesia, psicología, pedagogía, problemática cultural del mundo.
Pero, ya en el campo de la catequesis es necesario que conozca las dimensiones de la catequesis:

 Saber

 Antropológica
La catequesis ha tenido siempre un interés antropológico, pero a lo largo de la historia ha manejado
diversas antropologías generando con ello distintos tipos de cristianos.
El documento de Puebla, señala que para ser fiel y completa la catequesis necesita “una visión integral
del hombre” … “porque es la persona del hombre la que hay que salvar”.
Las antropologías dualistas, reduccionistas, exclusivistas incapacitan para la vivencia plena del
evangelio.

La catequesis antropológica necesita pues:


 Partir de la situación real del sujeto (lugar, tiempo, circunstancias, anhelos, esclavitudes). La
situación también es contenido, porque también Dios habla a través de los hechos, de los
acontecimientos, de la historia. Es mucho más importante conocer al sujeto que conocer el
material que se quiera dar.
 Ir a la misma cultura.
 Vivir la ley de la Encarnación. Así como Cristo se encarnó en un hombre, lugar, tiempo; así
debe ser la catequesis.
 Llevar al sujeto a la perfección.

 Histórica
La catequesis siempre ha buscado asegurar el florecimiento y el futuro de la fe, así como el vigor
evangélico de la comunidad cristiana.
La catequesis debe manifestar la profunda unidad existente entre la historia de la salvación y la
historia humana. La historia es el lugar de la presencia manifestativa de Dios, que opera la salvación
desde dentro de ella misma.
El catequista debe hacer de la catequesis el lugar donde se eduquen hombres y mujeres capaces de
hacer historia, para impulsar eficazmente con Cristo la historia de nuestros pueblos hacia el Reino de
Dios.
La catequesis no puede ignorar:
*Los anhelos de vivencia comunitaria.
*La secularización como clima, convicción, experiencia, práctica.
*El sedimento religioso del continente. *El pluralismo social.
*Los anhelos de liberación y el compromiso preferencial con los pobres.

 Liberadora
La catequesis debe formar conciencia crítica, si no educa, debe quitar el conformismo, denunciar
injusticias, condenar los ataques a la libertad y a los derechos humanos.
Pero también debe defender y promover los derechos humanos y principalmente los derechos de los
pobres, liberar al ser humano de las estructuras que torturan y matan la imagen divina en el hombre.

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 Bíblica
Elemento esencial de la catequesis es la Palabra de Dios. Ella es corazón, fuente y espina dorsal de la
catequesis.
Son tan profundas sus relaciones que una no subsiste sin la otra.

La finalidad, el contenido y la pedagogía de la Escritura convergen y se identifican con los de la


catequesis:
 Finalidad: La catequesis participa del acto revelador del Dios vivo que invita a ingresar en un
proceso de fe.
 Pedagogía: La pedagogía de la catequesis es la misma de Dios que se empeña por rescatar al
hombre de su maldad.
 Contenido: Es una Persona a revelar, una vida que se quiere participar.

 Cristocéntrica
El catequista no se predica a sí mismo sino a Jesucristo y su mensaje. Busca formar hombres y
mujeres comprometidos personalmente con Jesucristo.
Imperativos para la catequesis:
 Perfilar en el corazón del hombre un Cristo integral, hacer crecer la persona de Jesús en el
corazón del hombre.
 Revelar la opción de Dios por el hombre.
 Acompañar pedagógicamente en el encuentro vital con Jesucristo. ¿Cuáles son los modos de su
presencia hoy? Comunidad, historia, cosmos, liturgia, hombres, Sagrada Escritura, conciencia,
magisterio de la Iglesia, Tradición.
 Exigencia ética de la conversión: el seguimiento de Cristo.
 La catequesis es un acompañar al creyente al pleno conocimiento del Hijo de Dios, hasta
formar al hombre y la mujer perfectos.

 Eclesial
La fe cristiana es esencialmente comunitaria; o se vive comunitariamente, solidariamente,
fraternalmente o no es la fe cristiana.
Imperativos:
 La catequesis debe ser orgánica y pluralista.
 Debe presentar un modelo de Iglesia integral (comunión y servicio).
 Participar en los distintos niveles de la comunidad.
 Se vive sobre todo en la familia y en las comunidades eclesiales de base.
 Debe llegar a todos los grupos humanos y formar apóstoles.
El índice de madurez cristiana de una comunidad es la formación de apóstoles.

Para que no se te olvide lo que has aprendido:


1. ¿Qué es indispensable para ser buen catequista?
2. ¿Qué dimensiones estudiamos en esta lección?
3. ¿Qué necesita la catequesis para ser fiel y completa?
4. ¿En qué sentido convergen la catequesis y la dimensión bíblica?
5. ¿Por qué crees que se importante la dimensión cristocéntrica?

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 Dimensiones de la catequesis:

 Moral
El drama de nuestro tiempo es el divorcio entre fe y vida. Urge que la catequesis las una.
El catequista no ha de comunicar una moral de leyes, prohibiciones sino fomentar una moral de
valores, actitudes bíblicas de seguimiento de Cristo y de humanización de la persona.
La respuesta no es a un código, sino a una persona.

 Doctrinal
Todavía hoy no se supera el tipo de catequesis tridentina (Concilio de Trento): Dogmática, De
defensa, Moral.

El acentuar el aspecto intelectual tuvo sus consecuencias:


*La catequesis se concibe como transmisión de verdades.
*El catecismo es un resumen de la teología dogmática.
*El contenido lo constituyen las verdades de la fe.
*El método es fundamentalmente una enseñanza magistral.
*El catequista es ante todo un maestro.
*La fe es un asentimiento racional.
* La Iglesia es la depositaria de la verdad revelada.
*La moral se expresa en el cumplimiento de los mandamientos.
*La salvación se obtiene por mérito de las buenas obras.
*La liturgia se convierte en ceremonial y ritos.

El documento de Puebla propone una catequesis integral:


*Un conocimiento del hombre en su situación histórica.
*Un conocimiento de la Palabra de Dios, leída en la Iglesia.
*La celebración de la fe en los sacramentos.
*La confesión de la fe en la vida cotidiana.

Entonces, ¿qué se debe acentuar: ¿la catequesis sistemática y doctrinal o, la catequesis vivencial y
situacional?
No deben contraponerse, sino que son sucesivas. Para que las certezas de fe sean significativas deben
partir de la adhesión personal a Jesucristo. De otro modo, la catequesis se convierte en cultura y el
cristianismo en erudición. Se necesita que las afirmaciones partan de una experiencia viva de fe.

 Testimonial
Es el primer medio de evangelización. El testimonio se enseña con la vida, no tanto con las ideas. El
testimonio se da con la vida y con las palabras.

 Litúrgica
La reforma litúrgica (del Concilio Vaticano II, 1962-1965) ha favorecido una mayor compresión y
participación de los fieles. Pero falta adaptar los signos a las diversas culturas, falta formación
litúrgica.
La catequesis es inseparable de la liturgia. Necesita asumir la cultura de los pueblos. Está llamada a
descubrir el potencial educador de los signos litúrgicos. Todo catequista introduce en el misterio de
Dios a través de la modestia de los signos litúrgicos.

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 Eclesiológica

Jesucristo es el que ha venido en la carne para revelar el plan de Dios, pero también el que viene y el
que ha de venir.
Consecuencias para la catequesis:
*La catequesis es transmisión de certezas, pero además también de búsqueda abierta.
*La catequesis debe estar abierta al diálogo y a la confrontación.
*La catequesis es profundización continua de la fe.

 Espiritual
La función del Espíritu Santo en relación a la revelación es de primerísimo orden. Él inspira las
Escrituras, habla por los profetas, obra la Encarnación, llena la Iglesia de dones.
Consecuencias para la catequesis:
*Acoger y ser dóciles al Don del Espíritu (Invocarlo).
*Exige un clima de oración y contemplación, no en el sentido de renuncia a la discusión pública o al
compromiso público, sino que ella debe dar un impulso vital a esas actividades.
* La Palabra debe ser dicha con autoridad, libre, valiente, creativa, superar miedo a la novedad y el
apego al tradicionalismo.
Esto se logra con el desapego a los intereses particulares y en la entrega al Señor Jesús.

 Pedagógica
La catequesis es educación ordenada y progresiva de la fe, dinámica, gradual y permanente.
La pedagogía es la ciencia y arte de ayudar a crecer en la vida. Por eso san Pablo llama a los
evangelizadores: “pedagogos” o padres en Cristo. Su tarea primordial es comunicar la vida de Dios a
los hombres, propiciando su crecimiento hasta la edad adulta de Cristo. Este crecimiento en la fe debe
traducirse en madurez, liberación de la persona y liberación del pueblo u de la cultura.
Si la fe es gracia ¿se puede educar? La fe no se educa, lo que se educa son las disposiciones del sujeto.

Para recordarlo:
1. Qué dimensiones de la catequesis hemos repasado en este tema?
2. Completa la siguiente frase: El catequista no ha de comunicar una moral de leyes, prohibiciones
sino fomentar: una________________________________,
actitudes bíblicas de________________________________ y de
humanización_________________________.
3. Menciona una consecuencia de acentuar el aspecto intelectual:
4. ¿Por qué crees que sea importante el testimonio?
5. Completa la siguiente frase:
La función del Espíritu Santo en relación a la revelación____________________________.
Él _________________las Escrituras, habla por los______________, obra la Encarnación,
llena la Iglesia de dones.
6. ¿Qué es la pedagogía?
7. La fe ¿se puede educar?

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III. EL SABER HACER DEL CATEQUISTA

La profunda convicción de fe (el ser cristiano del catequista) y sus conocimientos adecuados (el saber)
pueden frustrarse radicalmente en la práctica catequística si faltan la capacidad de comunicar, de
animar un grupo, de organizar didácticamente la materia que deben enseñar y ayudar a asimilar.
Es digno de atención que aún los principios fundamentales de la metodología catequística se asimilen
de modo que se puedan aplicar en contextos diversos y cambiantes.
La capacidad práctica del catequista exige también capacidad para participar inteligentemente y
constructivamente en la programación catequística en el ámbito de la parroquia.

 ¿Cómo debo preparar la sesión?


Aprendo lo que voy a decir, reflexiono, medito con fe sobre el mensaje que voy a transmitir.
Reflexionando el mensaje me hará precisar lo que voy a decir y me dispondrá interiormente para la
sesión de catecismo.
Una lección no preparada será confusa, aburrida, insípida, sin resultado. Solo la lección preparada
con amor y diligencia, con sus partes bien claras, con sus ejemplos apropiados, tiene éxito.
No basta dar una ojeada al libro. Hay catequistas que pasan toda la semana en la preparación
cuidadosa de la lección, meditando con amor la materia que se va a explicar, llenándose de esos
pensamientos la mente y el corazón. De este modo, además de las ideas claras, llevan a la lección un
alma que vibra y hace vibrar.
La sesión deberá centrarse en una idea principal para evitar la dispersión y lograr una verdadera
comprensión. Implica no decirlo todo en una sola sesión porque irá en detrimento de la asimilación,
en cambio, si todo está centrado hacia la idea principal se desprenderá más fácilmente la actitud
espiritual. El mensaje que se transmite debe suscitar en el niño-niña una postura, una respuesta hacia
la alabanza, el arrepentimiento, la acción de gracias, la conducta…
Si la enseñanza no suscita una respuesta personal de fe, comprometiendo la vida, no pasará de ser la
sola transmisión de un saber.
Además, es importante, llevar ordenadas las ideas que voy a decir, ver cómo se relaciona la lección del
día con la anterior, para no presentar conocimientos autónomos.
Es necesario buscar hechos, ejemplos, comparaciones, que esclarezcan la lección: hacer repetir las
palabras clave; la frase más importante; utilizar medios audiovisuales; imágenes; cantos…
Será correcto, tener preparado en cada lección algo nuevo que guste a los catequizandos. Es
importante no iniciar de la misma manera, preguntar siempre con el mismo estilo. Al menos tener
algunas explicaciones brillantes y en cada lección tener algún punto atrayente.
La sesión será buena en la medida en que contenga cierto movimiento que conduzca al niño-niña, de
la experiencia de vida a la Palabra de Dios y a la contemplación del misterio. Hay que elegir un hecho
de la vida para prepararlos a recibir el mensaje de salvación, ese hecho hay que acompañarlo de
actitudes corporales. La experiencia deberá llevar siempre al contacto, a entrar en comunicación con
los valores fundamentales (bondad, belleza, relación, salvación).

Para recordar:
¿Qué sucede si falta la capacidad de comunicar y de animar un grupo en la catequesis?
¿Qué hay que hacer para que una lección tenga éxito?
¿En qué debe centrarse la lección?

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 En la sesión
*Tiempo de la sesión: máximo 30 minutos; pues la atención del niño-niña, no puede sostenerse por
largo tiempo. Después vendrán las actividades que cubrirán el tiempo que falta.
*Vocabulario: no muy elevado, sino adecuado a su edad, para que vaya aprendiendo un vocabulario
que no está acostumbrado a emplear…
*Estilo: siempre directo y con frases sencillas.
*Tono de voz: ha de ser suave, nada de estallidos de voz, ni de gestos exagerados. Hay que hablar
lentamente y repetir con frecuencia. Cuando se lee la Biblia siempre ha de ser en tono respetuoso.
Toda nuestra actitud debe convencer al niño de que transmitimos una Buena Nueva. El catequista es
más que un profesor, es un testigo.
Es necesario crear un clima favorable desde la entrada. Mostrarse seguros y animados. Usar la
firmeza.
Al preguntarles a los niños, que no sean preguntas demasiado simples a las que no haya que
responder más que SI o NO. Que no sean demasiado complicadas. No preguntar al niño que más sabe,
o siempre a los mismos. No burlarse de las respuestas ridículas. Cuando nuestra pregunta no obtiene
respuesta, tengamos paciencia, algunas veces, sabe, pero no haya como expresarse o también
revisemos si nuestra pregunta está mal formulada o demasiado difícil. Que nuestras preguntas estén
orientadas hacia la idea esencial de la lección. Las preguntas han de ser formuladas en forma
personal.
Entonces para progresar en la forma de dar las lecciones hay que: prepararse con anterioridad y
criticarse después de la lección.

Para que no se te olvide…


¿Cuánto es lo recomendable que dure una sesión? ¿Por qué?
¿Cómo debe ser el vocabulario para hablar a los niños?
¿Por qué es importante el tono de voz?
¿Se debe preguntar a los niños?
¿Por qué crees importante preparar con tiempo la sesión?

*Actividades:
Una enseñanza cualquiera implica ejercicios. El ejercicio permite al alumno tomar posesión de lo que
el profesor ha enseñado. El catecismo es una enseñanza: exige ejercicios que suscitan la actividad de
los catequizandos y les permita una asimilación personal del mensaje (dibujos, copias de textos…).
La actividad debe poner en juego todas las facultades del niño-niña: la inteligencia, la imaginación, la
sensibilidad, el movimiento.
La actividad no es repetir sino un profundizar, un afianzar. La actividad es para el niño-niña, lo que la
meditación para el adulto.
Las actividades hay que presentarlas en forma clara y exacta. Que no queden dudas sobre el trabajo
que deben. Si tiene que buscar en su libro, hay que indicar la página; si el texto presenta una palabra
difícil, explicarla brevemente; si se da a cada niño una ficha de trabajo, leerla lentamente, después de
hecha la distribución. Repetir las indicaciones. Si necesitan material que todo esté en el momento que
se necesita.
El silencio será la condición necesaria para una actividad, ese silencio consistirá en crear el
recogimiento. Habrá silencio si la actividad a realizar se presentó en forma clara. Sostener su silencio
con una mirada, con una seña…
Es necesario ayudar al niño-niña a profundizar para que su dibujo no degenere en distracción o su
cuestionario en frases huecas. A nosotros nos corresponde conducirlo hacia lo esencial, que él sienta
que cuenta con nosotros.

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Trabajos escritos
*Cuestionaros;
*escribir oraciones;
*mirar una imagen o foto significativa;
*leer un artículo del periódico;
*buscar qué relación tiene con la lección;
*investigar en la Biblia algún mensaje;
*hacer dibujos (los más pequeños);

También el trabajo puede ser en equipos: hacer un periódico mural, visita al Santísimo, a la sacristía,
cantos con movimientos…
*Memorización
En toda enseñanza hay que memorizar: fechas históricas, nombres, lugares, reglas de ortografía…
Nuestra fe exige conocimientos exactos, por eso estamos obligados a aprender las verdades de la fe de
memoria.

Tres maneras diferentes de memorizar:


*Aprender al pie de la letra: Padre Nuestro, Ave María, Credo, Rosario, Sacramentos, Mandamientos,
Bienaventuranzas, lugares, nombres. El único medio de retener tales textos es repetirlo hasta que la
memoria lo hay registrado íntegramente.
*Reteniendo el sentido general, como son: relatos del AT y NT, vida de Cristo, para que con ello el
catequizando pueda ser capaz de relatar sin ver el libro.
*Reteniendo lo fundamental, es decir: ciertas convicciones religiosas fundamentales que deben
arraigar en lo más profundo del corazón.

¿Cómo memorizar?
Recordemos que la sesión de catecismo no toma como punto de partida la explicación de una fórmula,
sino que se ordena hacia una fórmula. Se memoriza mejor cuando las palabras van acompañadas de
movimientos corporales.
En cada lección es indispensable comprobar si los niños han aprendido. Un descuido durante las
primeras semanas sobre este punto, acarreará mil dificultades para el resto del año. Por eso es
necesario llevar calificaciones y que las vea el niño y sus padres, para que vean ambos la importancia
que damos a lo aprendido. En este punto, hay que exigirles a los perezosos y ser indulgentes con los
retardados.

Descubre el mensaje central del siguiente texto bíblico:


1 Re 3, 6-9
_________________________________________________

*La oración en la catequesis


Es importante hacer ver a los niños que la oración es una exigencia del amor, de la unión de dos
personas que se aman y reclaman momentos de intimidad.
Entonces, la oración no es recitación de palabras, sino un entrar en relación dos personas.
La oración es la respuesta a la Palabra de Dios.

Tiene importancia para la oración:


*El salón: Arreglado con sobriedad; un crucifijo, alguna imagen…
*El silencio: Motivarles para que aprecien el silencio exterior y el interior.

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El catequista, debe crear un ambiente de calma, sagrado, favorable a la oración. Tratará siempre con
respeto el crucifijo, la Biblia, una imagen…
El catequista también debe orar no sólo vigilarlos. La piedad del niño está hecha de admiración,
veneración, temor y confianza. La actitud que el niño tome ante el adulto, la toma también delante de
Dios.
A los niños les gusta un catequista que cree lo que enseña. Cuando lo que ven en los adultos es el
formalismo, irán a buscar a Dios en otra parte cuando sean mayores. Adoptarán otras religiones o las
atacarán o se convertirán en ateos desilusionados.
La calidad de nuestras enseñanzas es muy importante para la vida de oración de nuestros niños. La
enseñanza presentará a un Dios personal, a fin de que el niño se sitúe delante de un Dios vivo y no
delante de una idea. La enseñanza iniciará al niño en el lenguaje de la oración de la Iglesia: alabar,
adorar, dar gracias, suplicar…
¿Qué momento del catecismo es el mejor para la oración?
Al principio, es muy difícil, por lo que el momento de la oración se reservaría para cuando el
catequista ha creado un clima religioso.
Habrá alguna vez en que una circunstancia particular (enfermo en la familia, un nacimiento, un
difunto) pueden dar motivo a una oración.
También se puede orar al final de la lección, pero lo mejor es orar en medio de la lección.
Se acogerá la oración en función del tiempo litúrgico, del contenido de la lección o algún
acontecimiento. La oración puede ser de alabanza, petición, acción de gracias, perdón… En el
momento de la oración se pueden usar las distintas posturas: rodillas, sentados, de pie. También la
oración puede expresarse por medio de un canto.

Para repasar es tema:


¿Por qué la oración es un entrar en relación dos personas?
¿De verdad crees que para la oración tenga que ver el salón y el silencio? ¿Por qué?
Completa:
La ______________ presentará a un Dios _____________________, a fin de que el niño se
sitúe delante de _____ _____ ________ vivo y no delante de _______ __________.
Según tu experiencia, ¿Cuál es el mejor momento para orar en la catequesis?
Completa:
La _____________ puede ser de ___________, ________________,
____________________, __________________…

*La disciplina en la catequesis


En toda sesión tiene gran importancia la disciplina. El catequista, como todo educador, al ejercer la
autoridad, debe buscar que los niños adquieran conciencia de aquello que se les exige.
Es preciso que el catequista sepa crear ese ambiente favorable en el que haya respeto, admiración,
confianza, alegría, que le permitan al niño-niña escuchar a Dios y darle una respuesta personal.
Lo más importante es que el catequista tenga conciencia de su misión, que no se reduzca a la simple
tarea de enseñar, sino que animado de Fe y Amor sea el instrumento para conducir a los niños hacia
Dios.
Por esta mirada de fe con que el catequista ve a su misión de “enviado de Dios” se animará a vencer
las dificultades y llevar con alegría la Buena Nueva.
Otro punto importante para crear el ambiente religioso es la serenidad del catequista; el dominio de sí
mismo que se manifestará en toda su actitud:
*Su respeto hacia la Palabra de Dios y a las cosas sagradas.
*Su voz apacible y un tono convencido.
*La preparación cuidadosa de la lección.
*Que sea justo y respetuoso con todos, sin manifestaciones del malhumor, ni autoritarismo.

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*Que se conozca mejor a sí mismo para desempeñar mejor su misión.
*Quienes tienen facilidad para ganarse a los niños, cuidarán de conducirlos hacia Dios y no a sí
mismos.
*Quien sea desorganizado debe prever que no haya desorden.
El catequista cumplirá su misión de educador si conoce a cada niño personalmente y le pide lo que él
puede dar.

Conviene tener en cuenta:


*Dar pocas órdenes y precisas.
*Firmeza: presentarse ante los niños como una autoridad, pero amable. Los niños prefieren un
catequista que sabe imponerse sin dureza.
*Sostenerse en lo que ha prometido o decidido, en los premios y/o castigos.
*Organizar el grupo y las actividades de manera que todos estén ocupados.
*Conservar la calma. Gritando nunca lograremos el silencio.
La disciplina de que hablamos presupone en el catequista ciertas cualidades indispensables:
*El prestigio: lo tendrá cuando el niño experimente hacia él, cierto sentido de reverencia y de estima,
por su bondad, su ciencia, su capacidad de trabajo.
*La bondad: pero que no sea demasiada. Los niños deben ver que el catequista es bueno y los quiere,
pero al mismo tiempo deben mostrar una cierta docilidad a él, de otro modo lo toman todo en broma
y se acaba el prestigio.
*La confianza en sí mismo: los niños deben tener la impresión que el catequista es seguro, capaz,
digno y que se siente dueño de sí mismo, con el tono de voz, el semblante, los movimientos. ¡Ay del
catequista! si lo ven tímido, inseguro, impaciente.
*Hacerse interesante: la mayor parte de las veces los niños son indisciplinados, porque no se hace
interesante, se dicen cosas que no les interesan o en modo inadaptado o sin la suficiente preparación.
El más fácil de los premios es la alabanza: dada con prudencia, en tiempo oportuno… En cuanto a los
otros premios, sean grandes o pequeños, no es el darlos lo que mejor efecto produce sino el modo
como se dan, las palabras, los miramientos que los acompañan.
La calificación si se sabe usar, da óptimos resultados para la disciplina.
El catequista debe continuamente dar a sus alumnos afecto y cuidado, a veces recomendaciones y
exhortaciones, raramente intervendrá con represiones y castigos.
No castigar si no se está seguro de la falta, dejar al niño que se defienda y alegrarse si fue hallado
inocente.
No castigar mientras se está disgustado. Corregir en cuanto se pueda en privado.
Es conveniente usar bien los ojos, para hacer sentir al niño que lo observan y que se le conocen sus
movimientos. Procurar que entren a la clase en orden y silencio. No comenzar jamás la clase
amenazando a los que hacen bulla, porque se lanza un aspecto desagradable a toda la clase.
Alabar a los que ya se han colocado en sus puestos. Ser un poco astutos para presentar la disciplina
bajo un aspecto discreto y simpático.
Si se muestra la disciplina bajo un aspecto duro y áspero, los niños comenzarán a jugársela y a
burlarse. Los niños son siempre niños, son inquietos, indisciplinados, pero no malo.
Pero, sobre todo, el catequista, con su actitud, debe siempre dar idea de la bondad de Dios, de su
justicia, de su amor. En los castigos se trata de pedirles un esfuerzo, no de hacerlos sufrir.
De cualquier manera, lo más valioso para lograr la disciplina es creer en la gracia de Dios que trabaja
en cada uno de los niños bautizados, a pesar de todas las circunstancias desfavorables.

Algunos elementos:
*La imagen: es recomendable utilizar; foto palabra, franelógrafo, diapositivas, mapas, pero no abusar
de ellas, porque si se abusa se convierte en medio anti-educativo. La imagen en la catequesis debe
tener tres condiciones: que sea bella, verdadera y que inspire devoción.

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Encuentra las palabras subrayadas en el texto en la siguiente sopa de letras y al terminar escribe
¿Cuáles pueden entorpecer la educación en la?
El catequista debe elaborar en modelo de sopa de letras.

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 Nociones de psicología religiosa

 3-6 años
La formación cristiana del hombre debe empezar desde que nace y seguir durante toda su vida de
manera adaptada a su edad y situaciones especiales en que se encuentre.
Los primeros años son de suma importancia porque durante ellos se forman los primeros hábitos de
la vida; por eso todas las impresiones y ejemplos que recibe, positivos o negativos, se graban en el
niño de manera decisiva. Por lo mismo es muy grave la responsabilidad de los padres y educadores en
general.
Características:
*Es capaz de admirar y contemplar el mundo que le rodea.
*Tiene una gran imaginación.
*Es muy afectivo y desea sentirse especialmente amado, porque el amor le da seguridad.
*Aprende actuando, por eso nunca está quieto.
*Le gusta imitar todo lo que ve que hacen y dicen los que viven a su alrededor.
Educación en la fe
Hay que aprovechar su sentido de admiración para llevarlo a contemplar la grandeza de Dios Padre,
por ejemplo, ante una flor o cuando salen al campo o al mar…
Como tiene un gran sentido de imitación, el ejemplo de los adultos lo hará vivir como cristiano;
aprenderá a rezar viendo a los papás y catequistas que lo hacen.
Hay que hacerles sentir que Dios los quiere, para que esta seguridad de sentirse amados los lleve al
deseo de agradarlo.
Esta edad no es la oportuna para memorizar oraciones o fórmulas doctrinales, ni tampoco para
presentar los milagros de Jesús, ya que están desarrollando su imaginación y viven en un mundo de
fantasía; se correría el peligro de que tomen a Cristo al mismo nivel que un mago o un hada.

 7-8 años
El niño la pasa de contemplativo a activo. Pasa de la admiración a la crítica. Pasa de un mundo donde
él era el centro, a un mundo social.
Características:
*Aparece la razón, la libertad, la responsabilidad; su inteligencia se desarrolla más con la experiencia
escolar; empieza a descubrir las leyes de la naturaleza; quiere saberlo todo.
Educación en la fe
Se le ayudará a descubrir la acción de Dios en el mundo y la relación íntima que él, como bautizado
tiene con cada una de las Personas Divinas.
Al tratar de formar la conciencia del niño, debemos hacer descubrir lo que Dios quiere de él, cómo
Dios habla por nuestra conciencia y exige de cada quien una respuesta.
La Iglesia desea que el niño de esta edad se inicie a prepararse para la primera comunión, por eso se le
presentan los sacramentos como un encuentro con Cristo. El niño-niña debe desarrollar el sentido de
un Dios personal a quine tenemos que responder libremente.

 9-12 años
En esta edad ya son capaces de un esfuerzo mayor, de sostener la atención por más tiempo y de un
trabajo escolar más intenso.
Características:
*Les gusta estar entre compañeros; es la edad de los amigos.
*Se interesan mucho por lo que ven e investigan cómo está hecho todo.
*Observan y exigen leyes en los juegos.
*Les interesa observar el trabajo de los adultos, admiran a los que construyen cualquier cosa.
*Su inteligencia es práctica; su memoria está en plena actividad.

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*Es una etapa objetiva; predomina la inteligencia sobre la afectividad.

Educación en la fe
Como tiende al compañerismo y la solidaridad con el grupo, es importante que se afiance el sentido de
la Iglesia, de la asamblea litúrgica.
Hemos de presentarles la ley del Reino y habilitarlos a un examen de conciencia preciso y conforme a
su vida. Esta ley será presentada como ley de amor que exige un progreso en el don de sí mismo.

Orientaciones prácticas para organizar la catequesis


Es importante planear el trabajo con todas las personas comprometidas en él: buscar el objetivo,
metas, medios concretos. En cuanto sea posible se buscarán personas que tengan vocación de
catequistas para que les sea más fácil comprometerse y dar testimonio cristiano.

 Organigrama:
1. Promotor y asesor: el párroco o quien él delegue.
2. Coordinador de catequesis: fomentará el diálogo y la eficacia de las reuniones; buscará la armonía y
superación de los miembros y tendrá al tanto de todo al asesor.
3. Secretario: llevará el registro de los catequizandos; estará al pendiente de la elaboración del
material necesario para la catequesis. Tomará nota de los acuerdos del grupo, llevando una libreta de
actas.
4. Tesorero: se encargará de conseguir local y lo necesario para los grupos. Buscará la manera de
conseguir ingresos para los que se ofrezca en este apostolado. Llevará con exactitud los libros de
cuentas y tendrá al corriente al asesor y coordinador de lo existente y de las necesidades y
compromisos.
5. Catequistas responsables de grupo: este cargo se dará a quien haya hecho de menos un curso básico
y que tenga aptitudes necesarias, que sea responsable y constante.
6. Auxiliares que ayuden en la preparación del material, tomar lista, ayudar durante la actividad en la
catequesis, para eso es necesario que asista y participe en la preparación de clase ya que eso le
ayudará a su propia formación como catequista.
7. Los padres de familia tienen un papel importante e irreemplazable, desde la iniciación cristiana de
sus hijos en el hogar, y en la etapa de catequesis de sus hijos deben colaborar con los catequistas en la
educación en la fe. Conviene que se interesen y dialoguen sobre lo que sus hijos van descubriendo en
la catequesis.
Que les ayuden también a repasar oraciones o fórmulas que deben aprender, y sobre todo que den
testimonio de vida cristiana. De aquí se deduce la necesidad de que se reúnan con los catequistas de
forma periódica.
Es necesario que el catequista conozca al catequizando, su familia y su ambiente, estableciendo lazos
de amistad y confianza mutuos. Esto les ayudará para adaptar mejor el mensaje a cada uno de ellos.
Archivo: se llevará un libro de registro al ir haciendo las inscripciones.
Cuaderno del catequista: en él debe anotar el esquema de preparación de su clase y el análisis
personal que se hizo. Esto favorece su autoformación y le ayuda a constatar sus progresos y defectos
como catequista.
Es conveniente que después los catequistas revisen o analicen la clase, preparen la siguiente y tomen
acuerdos necesarios.
Sugerencias: donde es posible, es bueno ir haciendo una biblioteca para que los catequistas puedan
documentarse e instruirse. Hacer desde el principio del año el calendario de clases de acuerdo con el
año escolar, fiestas principales, vacaciones…
Organizar paseos y días de convivencia y profundización entre los que forman el grupo de educadores
en la fe, que favorezcan las relaciones humanas y la seriedad y el entusiasmo en el trabajo.

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Preguntas que nos ayudan a mejorar nuestro centro de catecismo
1. ¿Qué hacemos para que nuestros niños vengan con gusto al catecismo?
2. ¿Cómo le hacemos para conocer a cada uno de ellos?
3. ¿Qué hacemos para que sientan que los queremos?
4. ¿Cómo los hacemos participar en nuestro centro de catequesis?

ORACIÓN DEL CATEQUISTA, San Juan Pablo II

Señor, haz que yo sea tu testigo,


para comunicar tu enseñanza y tu amor.
Concédeme poder cumplir
la misión de catequista,
con humilde y profunda confianza.

Que mi catequesis sea un servicio a los demás,


una entrega generosa y viva de tu Evangelio.
Recuérdame continuamente
que la fe que deseo irradiar,
la he recibido de Ti como don gratuito.
Ayúdame a vivirla con responsabilidad.
para conducir a Ti a los que me confías.

Hazme verdadero educador de la fe,


atento a la voz de tu Palabra,
amigo sincero y leal de los demás,
especialmente de mis compañeros catequistas.
Que sea el Espíritu Santo quien conduzca mi vida
para que no deje de buscarte y quererte;
para que no me venza la pereza y el egoísmo,
para combatir la tristeza.

Señor, te sirvo a Ti y a la Iglesia


unido a tu Madre María;
que como ella yo sepa guardar tu Palabra
y ponerla al servicio del mundo.
Amén.

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