Sei sulla pagina 1di 2

ELEMENTOS Y CARACTERÍSTICAS DEL EMPLEO PÚBLICO

Tomando como base el art. 125 superior, para el empleo público en Colombia está
estipulado el sistema de carrera como vinculación del personal de los órganos y
entidades del Estado, exceptuándose los de libre nombramiento y remoción,
trabajadores oficiales y los de elección popular, tambien es así que el art. 122
ibídem establece que no habrá empleo público que no tenga funciones detalladas
en ley o reglamento y para proveer los de carácter remunerado deben estar
contemplados en la respectiva planta y previstos sus emolumentos en el
presupuesto correspondiente.

Vemos como el concurso de mérito se establece como forma de vinculación de


funcionarios con el Estado, salvo aquellos casos en que el nombramiento este
regulado por la Constitución o la Ley. Todo aquel que quiera vincularse al Estado
debe cumplir ciertos requisitos de educación y experiencia.

Existen 3 criterios de carácter legislativo, el primero, se estructura a partir de la


naturaleza general de las funciones del cargo, los requisitos exigidos para su
desempeño y la índole de las responsabilidades exigibles a sus titulares. El
resultado, la clasificación de empleos por niveles jerárquicos y Ley 909 de 2004,
aporta dos nuevos criterios de clasificación de empleos: uno, según la ordenación
de la jornada laboral, que los tipifica en empleos de tiempo completo, de medio
tiempo y de tiempo parcial; y otro, que, según la permanencia prevista para ellos,
los agrupa en empleos de carácter indefinido y empleos de carácter temporal.

Los empleos de medio tiempo y de tiempo parcial constituyen la excepción a la


regla general, es decir a los empleos de tiempo completo, y sólo serán admisibles
si consultan las necesidades específicas de cada entidad.

El Gobierno, en ejercicio de la potestad reglamentaria, podrá tomar


determinaciones en materia de clasificación de empleos, mediante la expedición
de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de
las leyes.

Las autoridades de las entidades territoriales, en especial las asambleas y


concejos, podrán adoptar sus propias clasificaciones de empleos. Esta apreciación
podría apoyarse en los artículos 1º y 287 de la Constitución, los cuales constituyen
los pilares de la autonomía de las entidades territoriales, y en razón de la cual, uno
de sus derechos es el de “ejercer las competencias que les correspondan”.

Sólo la Constitución y la ley podrán adoptar criterios de clasificación de los


empleos públicos, tanto del orden nacional como del nivel territorial. En
consecuencia, será inconstitucional o ilegal el decreto reglamentario, la ordenanza
departamental o el acuerdo municipal que introduzca nuevas formas de
clasificación de los cargos en sus plantas de personal.

En la actualidad, la clasificación de empleos por niveles jerárquicos está prevista,


para los empleos que se rigen por la Ley 443/98 (derogado), en los Decretos-ley
1569 y 2503 de 1998, expedidos en ejercicio de las facultades extraordinarias
conferidas por la Ley 443. El primer decreto alude a cargos de las entidades
territoriales y de las entidades públicas del orden territorial que conformas el
Sistema de Seguridad Social en Salud, y el segundo a empleos del nivel nacional.

Con fundamento en el manejo práctico de las plantas de personal en el país, los


niveles de los empleos sean cinco (5), a saber: Directivo, Asesor, Profesional,
Técnico y Administrativo.

La nomenclatura consiste en el conjunto de vocablos y dígitos que la autoridad


competente asigna para identificar un empleo público y así distinguirlo de otros de
la misma especie. Por su parte, el “sistema de nomenclatura” corresponde al
conjunto de nomenclaturas de empleos.

La nomenclatura está conformada por la denominación del empleo y por un código


numérico.

Según el Decreto-ley 1569/98, la remuneración no hace parte de nomenclatura y


clasificación de los empleos, como sí ocurría, por ejemplo, con el Decreto 1042 de
1978. Ello tiene sustento en la distinción constitucional de las competencias para
tomar ambos tipos de decisiones.

La denominación y el código son, entonces, los dos elementos que conforman la


nomenclatura de un empleo, asunto que compete determinar al legislador. Las
autoridades del orden territorial no disponen de competencia para incorporar
nuevos tipos de cargos a los ya señalados por la ley, lo cual, como se verá, es un
asunto diferente de la competencia para crear, fusionar o suprimir empleos
públicos.

Potrebbero piacerti anche