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das como Ja de Jorge Basadre. Pero solo una ignorancia muy grande pue- de desconocer el hecho fundamen- tal que la profundizacién en los nive- es de andlisis, asi como la expan- sidn de las fronteras del conocimien- to historico son las caracteristicas mas significativas de Ia historiografia peruana de la dltima década. Para que este cambio haya sido posible han intervenido diversos factores. En primer lugar, el propio desarrollo de la conciencia politica de las masas populares. La movilizacion. politica que animaran obligé a los cientificos sociales no sélo a explorar las posi- bilidades de construccién de un futu- ro distinto, sino también a interrogar- se sobre el sentido de un proceso y a partir en pos de la recuperacién de un pasado tempranamente arrebata- do. En segundo lugar, la inspiracién y las enseflanzas de un marxismo de- purado de sus interpretaciones dog- miticas, porque exigié a los historia dores interesarse por el estudio de los resortes fundamentales del cam- bio social. Finalmente, el impacto de Jas ciencias sociales ‘convencionales como la Economia y la Antropologia, porque obligaron a los historiadores 4 sustituir la ingenuidad por el rigor y el pensamiento. El acceso a los logros de Ia nueva investigacién histérica desafortuna- damente esta ain limitada a un “cir- culo de iniciados”. Nadie ignora la enorme brecha que existe en el Pert entre el nivel alcanzado por la inves- tigacién histrica y el contenido de las pedestres “historias” que circu. Jan a nivel popular, escolar e incluso universitario, Cerrar esta brecha, es decir contribuir a forjar una concien- cia historica distinta, es seguramente otra de las tareas, tal vez la funda. ‘mental, en el combate cotidiano de la inquierda peruana. 18 NOTAS Gregorio Condori Mamani 0 la bancarrota del sistema cognitivo “Para uno que conoce el sufrimiento que hay en las calles, ver a estos pai- sanos que no conocen la mafia del sufrimiento, en Ia ciudad, duele en el corazén”. Gregorio Condori Mamani, cargador en el mercado cusquefio, si conoce Ja “mafia”, sabe inclusive © mo sera su. fin: “Cuando muere un cargador que no tiene a nadie en algtin rincén de alguna calle 0 casa, alguien que le ve da parte a la Comisaria, Van los guardias para hacerlo evar a la morgue. Si tiene familiares, ellos re- claman y Jo hacen enterrar. Pero cuando no hay ningiin reclamante, esa alma esté tirada sobre una pie- dra fria, dos o tres dias, en Ia mor- gue. De ahi la evan para botarla 2 la fosa comtin, la tapan con po- quita tierra, con su misma ropa, no hay habito ni cajén; Ia botan como a perro callejero”. Para entender bien a Gregorio Con- dori Mamani hay que acordarse de que su vida transcurre en una época en la cual los conocimientos sobre 1a sociedad, la economfa, la naturaleza y las. técnologias se revolucionan varias veces. Una época en la cual memorias electrénicas, computadoras y microprocesadoras hacen que una parte considerable de los conoci- mientos acumulados por Ja humani dad resultan disponibles instantinea- mente para los sectores que saben utilizarlos. Una época en 1a cual existen centros de produccién casi completamente automatizados, y en la Gregorio Condori Mamani, Autobio- grafia, organizada por Ricardo Valde- rama y Carmen’ Escalante, Biblio toca de Ta Tradicion Oral Andina det Centro de Estudios Rurales “Andinos Bartolomé de las Casas, Cusco, 1978, andino ° cual la ingenieria bioldgica empieza a transformar las condiciones de Ia naturaleza misma a pasos agiganta- dos. Gregorio ha escuchado de algunas de las proezas técnicas, “de que los gringos caminando una semana en avin, habfan Hegado a la Mama Killa. Pero yo creo que eso es habladuria”. Todavia de joven, presencia la lega- da del primer avién a la sierra: “..dleg6 este animal grande con el nombre de aeroplano. Cuando Ilegé el aeroplano la gente decia: jAy se- flor, qué animal nos ha egadol Y con el orin que se hace fermentar para la- varse los cabellos, hacian aspersio- nes al aire y con el ajo masticado es- cupian: —jPhufh, phuth, mal agiiero! iQue cristiano es éste! diciendo’ La explicacién de Ia dicotomia en conocimientos y recursos técnicos y materiales para Gregorio es la si- guiente: “Nuestro Dios habia _preguntado, caminando de pueblo en pueblo: {Qué trabajo quieren que les dé? A Jo que Inkarrey habia contesta- do: Nosotros no queremos ninguno de tus trabajos. Esta en nuestras manos todo trabajo si queremos trabajar. Asi habian contestado: Nosotros hacemos caminar las piedras; con un solo hondazo construimos montafias y valles. No necesitamos nada, sabemos todo. Bueno, este Dios habia sido de dos caras y habla ido donde el enémi- go de nuestro antiguo abuelo Inka, Espaiia, también a caminar de pueblo en pueblo. Y les habia di- cho: —ZQué quieren? Les voy a dar tra- bajo. Pidanme lo que quieran. Mientras el Inka le habia despre- ciado, aqui, en el pueblo de Es- ala, todos eran ambiciosos y le habian pedido de todo: —Queremos esto, aquello—, dicien- do. Por eso ahora, nosotros los runas, no sabemos hacer caminar las ma. quinas, los carros, esos aparatos que caminan por Io alto, como pi- jaros: helicépteros, aviones. No Sabemos hacer ninguno de esos aparatos, pero esos espaiias son Practicos, saben de todo’ En un acto de perfidia maxima, nos podemos deleitar con este tipo de ra- zonamiento que pervade la vida de Gregorio Condori Mamani. Podemos clasificarlo como mesiénico, mitico, metafisico, y gustar de su ingenuidad, Inclusive, con un desprecio humano total, podemos invocar a un relativis- mo cultural, postular una “cultura an- dina” frente a una “cultura occiden- tal", y defender el derecho de la gen- te para mantener su cultura y desa- nrollarla por sus propios cauces. La ilusién de las burguesias ilus- tradas del capitalismo temprano de que no solamente hubiera una posi- bilidad de entendimiento racional del mundo, sino que la sociedad estaria encaminada hacia una agrupacién de personas que se relacionarfan en base a su racionalidad, cada una pu- diendo disponer de la totalidad de los conocimientos, no se cumplié. Ella correspondia tendencialmente a una éoca_en Ia cual la elaboracién del conocimiento era todavia cuasi arte- sanal y en la cual el répido avance podia crear la idea de una totalidad a disposicién de cada individuo, Re sulté que el avance del conocimien- fo era un proceso social y que la to- talidad podia ser encarada solamen- te como utopia social y no individual Hoy los avances —vertiginosos por cierto— en el conocimiento, son re- sultados de procesos que surgen de una especializacién casi infinita, La necesidad de interrelacionar la infini- tud de avances particulares, aunque sea solamente en funcién de proble- mas parciales, ha surgido como tarea central. Como ella es la base de Ia ampliacién de la produccién material, su manejo ha devenido en base del oder. La utopia de los individuos in- terrelacionados racionalmente a par- tir de su conocimiento racional de la totalidad ha sido barrida por una rea: lidad en Ja cual Jos individuos resul- tan partes de sistemas sociales que si amplian las fronteras del conoci miento, pero en los cuales 1a direc- cin del avance depende de jerar- quias de poder, que se mantienen precisamente gracias a su. posi clave en los flujos de informacién, su aplicacién, y porque queda bloquea- da atin la solucién de un control so- cial y racional de ellos. Gregorio Condori Mamani no ha st do socializado para participar en es- te proceso. Su educacién inicial la recibié en una aldea de agricultores, cuyos métodos de produccién resul- tan sumamente rudimentarios. Los conocimientos de los campesinos en cuanto a las bases materiales de su existencia son muy limitados y ade- més encapsulados en concepciones metafisicas de 1a naturaleza y de la existencia humana. Histéricamente se encuentran lejos del siglo de las Allpanchis LA AGRICULTURA ANDINA (I VOLUMEN Xill, N° 14, 1979 J.-M, CABALLERO la situacién del campesinado andi. no y las decisiones de politica eco- némica, ‘A. FIGUEROA Politica de precios agropecuarios & ingresos rurales en el Per. G. PORTOCARRERO M, URIBE Notas sobre el precio relativo de la Papa. M. LA JO Agricultura, agroindustria y depen. dencia alimentaria. J. OSTERLING D. CHAVEZ Desarrollo agricola y procesos so- ciales en la comunidad campesina de Huayopampa. J. EARLS. Astronomia y ecologia: la sineront- zacién allmenticia del maiz LA AGRICULTURA ANDINA (1) VOLUMEN XIV, N° 15, 1980 . TROLL Las culturas superiores andinas y el medio geogréfico. 4, GOLTE Notas sobre la agricultura de riego fen la costa peruana, R. RAVINES F, SOLAR LA CRUZ Hidréulica agricola. prehispénica.. 4. SILVA la actividad agropecuaria durante el periodo formativo en los Andes cen- trales, R. MATOS: LM. GLAVE a agricultura prehispénica en las unas de Junfn, M. 1. REMY La produccién de maiz en Ollantay- tambo durante el siglo XVII M. MORNER F, MARTINEZ Medidas como precios y. como ins- trumentos para la. explotacion, Un expediente cusquofio del siglo XVII INSTITUTO DE PASTORAL ANDINA APARTADO 1018, CUSCO © PERU 19 Iuces. Pero si Jes llega el aeroplane y sf estén en relacién supeditada al ‘otro mundo en el cual la dominacién de las condiciones naturales avanza. Son supeditados y forman parte de la reproduccién material del sistema social mundial, pero su sistema de co- nocimientos ha sido desacoplado, ha quedado a la zaga, Gregorio, al ser huérfano, tiene una posicién de marginal en la vida de Jos marginados, en 1a cual el poder, Ja produccién y la transmisin de las bases materiales se gesta en formas de organizacién parental. Se ve ex pulsado, fuera del dmbito en el cual el sistema de conocimientos, del cual participa, permite una reproduccién aunque endeble. Arrojado a un espa- cio social més amplio, semiurbano, més claramente determinado por st supeditacién al mercado mundial, Gregorio resulta victima. El manejo de la ideologia aldeana, su condicién de monolingtie quechua, no le permi- ten sino ofrecer su fuerza de trabajo no calificada a cambio de su manu- tencién precaria. Marginado por la comunidad parental, queda marginal al sistema social urbano y sus reglas de interaccién. Frecuenta’ a perso- nas que participan en su desamparo social y cognitivo. Resulta significati- vo que las tres personas con las cua- les logra relaciones sociales y perso- nales de cierta estabilidad sean vi- vanderas que conoce cuando se va al mercado a comer. Relaciones so- ciales desarrolladas en el trabajo eventual no apareceh en su discurso. Con todo, Ios nueve meses que pasa en la cércel de Urcos, parecen ser la Spoca de mas comunicacién y solida- ridad en su vida, La situacién de ais- lamiento, el hecho de ser un objeto continuamente descartable y descar- tado, hace que Gregorio Condori Ma- mani siga percibiendo el mundo con categorias que son obsoletas. Aun- que contengan el reto de querer ex- plicar el mundo y su historia en su ‘otalidad, ni permiten manejar la vida de la aldea. El mito que referimos més arriba sobre el reparto divino de os conocimientos que gobiernan al mundo no es otra cosa que la decla- racién de bancarrota de un sistema de conocimientos. Ya no hay amparo. La vida es sufrimiento, asi a secas. Con su trasfondo cultural, lo que le queda a Gregorio es aprender la “mafia del sufrimiento”. 20 Podria repetirse ac el gesto det culturalista y podria hablarse sobre Jos valores profundos de la cultura andina, el reiativismo cultural, y la vo- racidad de la cultura occidental capi- talista, que se trata de imponer en una lucha darwiniana. De hecho, algo ya se ha impuesto al sistema cognitivo andino, Este al- go tiene una historia muy larga: es la historia humana, Esta historia no es lineal, ni univoca, Vista desde el si- glo XIX y del XX, es una historia que lleva inherentes ‘ciertas tendencias, por ejemplo la tendencia hacia un mayor grado de dominacién de la na- turaleza, una elaboracién de siste- mas cognitivos cada vez mas amplios, una division de trabajo cada vez mas avanzada, y de acuerdo a estos pro- cesos, sistemas sociales creciente- ‘mente complejos, que abarcan espa- cios fisicos cada vez més amplios. Parcialmente en funcién del avance general, vemos desarrollos de siste- mas jerdrquicos en las relaciones hu- ‘manas, en el ordenamiento de las so- ciedades, observamos el surgimiento de clases y también su aniquilacién historica por las mismas leyes que habfan conducido en un momento da- do a su origen. Si bien esta cs la ten- dencia general, ella no se cumple en todos los casos. Hay civilizaciones que han desaparecido, imperios que han sido aniquilados. Y més: el avan- ce de un sistema trunca necesaria- mente otros desarrollos cuando los supedita y los hace funcionales a las leyes de su desarrollo. Hoy en dfa existe un sistema cog- nitivo hegeménico, cuyo avance en los dos tltimos siglos ha desclasado otros que se mantienen més a nivel de ideologias populares, en suma, funcionales a las estructuras de po- der sustentadas en el acceso prefe- rencial de algunas clases y de algu- nas naciones a los conocimientos y su aplicacién en la transformacién de Ja naturaleza y en el manejo de las re- laciones de poder. Referido al espacio andino, esto significa que aquella lucha darwinia- na por la supremacia de un sistema cognitive “occidental” sobre el siste- ma cognitive andino ya se decidié irreversiblemente, La discusin en- tonces solamente puede versar so- bre la forma de supeditacién y no el hecho en sf. La consigna no deberia ser compartimentalizacién de siste- ‘mas cognitivos, sino universalizacién fn el acceso a los conocimientos hu- manos y en su uso para desarrollar las condiciones materiales de la exis- tencia humana, La compartamentali- zacién winicamente puede significar restriccin y uso resiringido significa poder. Eliminar la restriccién en la universalizacién del conocimiento sig- nifica dar acceso general a la ela- boracién del proceso social de domi- nacién de la naturaleza y humaniza- cin de este proceso, también a par- tir de los conocimientos adquiridos en miles de aios de historia andina, enfrascados hoy en conocimientos y ‘comportamientos localistas, que de- vienen cada vez mas en discurso de bancarrota, que es tnicamente con- traparte del discurso del poder. La inadecuacién de los conoci mientos y de la capacidad de autode- terminacién de Gregorio Condori Mi mani se repite en el Peri a escalas diversas. Es un pais supeditado en su ordenamiento interno, en el desa- rrollo de la produccién, en sus imple- mentos de transformacin de la natu- raleza a los centros del desarrollo ca- pitalista, pero sus pobladores estén desacoplados del sistema de crea cin de conocimientos. Han queda- do a la zaga en cuanto no tienen ac- ceso y no son partes del sistema so- cial de creacién de conocimientos, ni tienen en su ordenamiento interno la base social y material para desaco- plarse. El aldeano, como proviene de un sistema de conocimiento que tra ta de abarcar la totalidad, todavia tie- ne la capacidad de percibir y formu. lar la derrota de su_ sistema cogniti- vo € incorporarla a su discurso. Co mo no existe, a nivel nacional, algo que pueda equipararse a la coheren cia del discurso aldeano, la proble mética, vagamente percibida, resulta en un avance desarraigado en las dit receiones mas diversas: el discurso del tecnécrata que quiere incorporar el pais eficientemente al sistema de produccién mundial y capacitar a la poblacién para que pueda cumplir con esta tarea, el de las izquierdas que apuntan ante todo hacia las for mas de subsuncién material y_ sus consecuencias para el pais, y final mente el de la masa de la poblaciéa que se abalanza sobre las institucio nes educacionales, en un vano inten: to de renunciar a’su pasado material ¥ cognitivo. janie a

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