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GESTIÓN CULTURAL
¿Descentralización o
desterritorialización cultural?
Miradas: Claudio Celis Bueno, Gabriel Matthey Correa
Perspectivas: Mauricio Castro Rivas, Carla Redlich Herrera, Soledad García Saavedra,
Carolina Rojas Flores
SECCIÓN INTERNACIONAL
Las dinámicas del hormiguero. Cultura y acuerdo de paz en Colombia: Germán Rey
TERRITORIOS CULTURALES
EMERGENCIA CULTURAL
#10 2017
ISSN 0719-6369
EQUIPO
Director
Gabriel Matthey Correa | Compositor e Ingeniero Civil. Coordinador Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes, Universidad de Chile.
Subdirector
Tomás Peters Núñez | Sociólogo, Magíster en Teoría e Historia del Arte. Doctor en Estudios Culturales, Birkbeck College, University
of London.
Comité Editorial
Andrea Jösch Krotki | Fotógrafa, Licenciada en Comunicación y Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes, Universidad de Chile.
Soledad Hernández Tocol | Periodista, Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes, Universidad de Chile, y Master in Arts
Administration and Cultural Policy Goldsmiths, University of London.
Fabián Retamal González | Licenciado en Educación, Profesor de Historia y Ciencias Sociales, Diplomado en Pedagogía Teatral y
Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes, Universidad de Chile.
Edición
Loreto Contreras Cifuentes | Licenciada en Letras y en Estética, Diplomada de Estudios en Cine y Magíster en Gestión Cultural, Facultad
de Artes, Universidad de Chile.
Gestión de Contenidos
Carolina Adaros Román | Socióloga y estudiante Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes, Universidad de Chile.
Paulina Cruchett Pastrana | Ingeniera Comercial, Licenciada en Ciencias en la Administración de Empresas, Administradora en Turismo y
Cultura, Licenciada en Turismo y Cultura, y estudiante Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes, Universidad de Chile.
Jocelyn Gómez Ávalos | Antropóloga Social, Diplomada en Agroecología y Desarrollo Territorial con Identidad Cultural de la Universidad
Nacional de Colombia y estudiante Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes, Universidad de Chile.
Mauricio Ortiz Rojas | Profesor de Educación Musical, Licenciado en Educación, Magíster en Comunicación y Marketing Estratégico,
y estudiante Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes, Universidad de Chile.
Karla Sandoval Maza | Gestora Cultural y Actriz, Diplomada en Emprendimiento y Administración de Empresas, Diplomada en Co-
municación Estratégica, Liderazgo y Gestión de Proyectos Culturales y estudiante Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes,
Universidad de Chile.
Constanza Segovia Chamorro | Actriz, Licenciada en Arte Escénico y estudiante Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes,
Universidad de Chile.
Manuel Tapia Marín | Trabajador Social, Licenciado en Trabajo Social, Diplomado en Gestión Cultural mención Administración de
Organizaciones Culturales y estudiante Magíster en Gestión Cultural, Facultad de Artes, Universidad de Chile.
Diseño y Diagramación
Isabel Sanhueza Urra | Diseñadora con mención en Gráfica y Comunicación Visual, y Magíster © en Gestión Cultural, Facultad de Artes,
Universidad de Chile.
Fotografías
Maule Films | www.maulefilms.cl/
Jaime Tapia | www.flickr.com/photos/jaimetapiafotos/
Mónica Drouilly y Archivo Museo de la Solidaridad Salvador Allende
4 Editorial
8 Miradas
18 Perspectivas
34 Sección Internacional
38 Territorios Culturales
56 Emergencia Cultural
Revista MGC. Revista de Gestión Cultural del Magíster en Gestión Cultural, Escuela de Postgrado, Facultad de
Artes, Universidad de Chile.
Esta revista se distribuye a través de una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0
Internacional.
2-3
EDITORIAL
Por de pronto, no cabe duda de que el centralismo santiaguino es uno de los principales
problemas del Chile histórico y actual. Se trata de una falla estructural, endémica, instalada
desde los albores de la Colonia, que hoy impide que nos insertemos genuinamente en el
siglo XXI. Ya con la llegada de Pedro de Valdivia se desterritorializó al Chillimapu y se rete-
rritorializó acorde a la perspectiva eurocéntrica de la época. Consecuentemente, Santiago
de la Nueva Extremadura se protegió con muros para controlar la irrupción mapuche, se
encerró en sí mismo y forjó una cultura oficial centralizada que predomina hasta hoy en
día. Así, en su comienzo la capital se conectó directamente con el Virreinato del Perú y la
Corona Española, pero no con el territorio chileno, a menos que se tratara de la extracción
de materias primas o de nuevas conquistas territoriales. Desde su origen, Santiago apren-
dió a mirar más hacia afuera que hacia adentro del país, haciéndole sombra a las provincias
de la época. Por ello se llegó a decir que “Santiago es Chile”: los poderes políticos y econó-
micos se concentraron históricamente en la capital.
En ese contexto, los esfuerzos realizados no han dado los frutos esperados, toda vez que
el fondo del problema es mental y no meramente geográfico. De allí que primero sea
necesario una desterritorialización del país, lo cual implica cambios profundos, desde la
conciencia ciudadana y rural hasta las bases y prácticas geopolíticas. La clave surge a
partir de lo cultural y lo político; a partir de aquello que articula y marca los pensamientos,
sentimientos y construcciones colectivas asociadas a cada territorio. No obstante, para
ello es necesario reconocer y asumir la diversidad y riquezas culturales que coexisten
en nuestro país, considerando las regiones, provincias y comunas como legítimas otras,
igualmente valiosas como culturas propias, con todo el derecho a coexistir y a poder ser
ellas mismas.
Claro está que reconocer a Chile como un país diverso −por siglos oculto− en realidad no
es ninguna novedad. Ya lo advirtió Benjamín Subercaseaux a mitad del siglo pasado, con su
libro Chile o una loca geografía. También lo hizo Mariano Latorre con Chile, país de rincones.
Sin embargo, a pesar ello –y de haber transcurrido más de 60 años−, a Santiago le ha cos-
tado demasiado tomar consciencia, junto con aprender a reconocer, valorar y respetar a
esos “otros Chile”, quedándose atrapado en las viejas estructuras del pasado. Más allá de
los discursos y de las falsas promesas, el poder centralizado ha operado como una tenaz
fuerza geopolítica, uniformadora, resistente a los cambios, impidiendo la libre expresión
y despliegue de los diversos territorios que nos conforman y, por lo tanto, inhibiendo e in-
visibilizando la riqueza cultural de cada lugar. Con todo, ha quedado en evidencia que el
centralismo no es puramente físico, sino mental y político. Y ya no solo se refiere a Santiago
respecto a Chile, sino que a cada capital regional respecto a su propia región.
Dicho lo anterior, la tarea sigue pendiente como parte de un desafío mayor que exige supe-
rar omisiones, abusos y errores históricos. Ello implica desterritorializar a ese “Chile este-
reotipado”, que autoritariamente se ha construido desde Santiago, para reterritorializarlo
ahora desde y para cada lugar, localmente, a partir del trabajo y compromiso mancomuna-
do de sus propios habitantes. Implica redescubrir las culturas locales desde sus orígenes,
creando las condiciones geopolíticas para que los diferentes territorios puedan ejercer su
“originalidad” y desarrollarse como tales, libremente, a lo largo y ancho del país. La solu-
ción no consiste en salir de Santiago y llevar paternalistamente “la cultura” a las regiones,
provincias y comunas, como suelen proclamarlo algunos políticos y autoridades de turno.
Seguir creyendo que la capital es la dueña de “la cultura chilena” resulta totalmente
anacrónico, actitud de suyo miope y arrogante, como una clara demostración de que
Santiago ignora a Chile, y lo lleva a actuar en forma impertinente y descontextualizada
−neocolonizante−, generando nuevas formas de subdesarrollo y dependencias.
Frente a ello, la gestión cultural tiene mucho que pensar, decir y hacer, respetando las
diferentes dimensiones de cada territorio: sus ámbitos geográfico, humano, simbólico
e identitario. Es ponerse al servicio de la desterritorialización y reterritorialización de
lugar en lugar, para dejar aflorar las riquezas culturales más genuinas, identidades y par-
ticularidades que nutren el repertorio chileno (ver Revista MGC #5, sobre “Territorios
e identidades”). Más que mapas físicos, se trata de mapas mentales, humanos, ricos en
diversidad, con sus contrastes e historias de vida.
No obstante, esta realidad es bastante más compleja y no solo chilena, pues el planeta
completo está mutando: se está reordenando, desterritorializando y reterritorializando
–resignificando y revalorizando−, donde los medios de comunicación y transporte, junto
a las migraciones, están generando nuevos flujos y reflujos culturales e identitarios (reper-
torios simbólicos), que complejizan los procesos. Producto de ello, comienza a predominar
el multiculturalismo y/o el interculturalismo, las fronteras físicas se siguen haciendo cada
día más difusas, así como el antiguo concepto de Estado-Nación está desapareciendo.
4-5
¿DESCENTRALIZACIÓN O
DESTERRITORIALIZACIÓN CULTURAL?
6-7
MIRADAS
¿Descentralización o
desterritorialización cultural?
Algunas tentativas desde Valdivia
Claudio Celis Bueno
12 - 13
1
Dinámica política del siglo XXI, a modo de equilibrada, enriquecida por la diversidad.
Observatorio de Políticas Culturales introducción Consecuentemente, son las culturas loca-
en Chile, Departamento de Gobierno A partir de la caída del muro de Berlín y de la les las que, desde sus propias coordenadas
y Empresa, Universidad de Los Lagos. revolución de los medios de comunicación y geohumanas, están trabajando por la de-
(2002). Santiago de Chile: autores. transporte, internet incluido, el mundo em- mocratización territorial.
2 pezó a reordenarse como parte de un pro-
Ver Theotônio Dos Santos (2002). ceso irreversible, que define la dinámica del La descentralización desde Santiago: un
“Teoría de la Dependencia”. siglo XXI. La antigua forma de hacer política proyecto anacrónico
–polarizada en blanco y negro, regida por el La descentralización es una antigua ne-
3 verticalismo y control cupular del poder−, cesidad de Chile −estructural−, producto
Un indicador claro es el coeficiente ha ido derivando en una redistribución del del excesivo poder que históricamente ha
de Gini, que en Chile toma uno de los poder, horizontalizando el conocimiento, ejercido Santiago sobre “el resto del país”,
valores más altos del mundo (sobre los debates, los discursos y la toma de de- cuyos primeros resabios datan de la Co-
el 50%), lo cual da cuenta de la mala cisiones. Esta revolución está ayudando a lonia: “desde el período de la dominación
distribución que se hace de nuestra superar las diferentes alternativas de auto- española se ha asentado una fuerte y eficaz
riqueza material. ritarismo, hoy anacrónicas, aunque todavía concentración del poder en la metrópoli”
existan dictaduras en el mundo. (p. 135)1. No obstante, la preocupación real
solo surgió después de la Independencia,
Dicho lo anterior, los centralismos son cuando Juan Egaña, como parte del primer
formas de autoritarismo y concentración proyecto de Constitución en 1811, pro-
de poder –dictaduras geopolíticas−, que puso dividir el país en 3 departamentos:
invalidan cualquier proyecto democrático. Coquimbo, Santiago y Concepción. Desde
Son prácticas de la vieja política –neocolo- entonces se han intentado diversos pro-
nialistas−, que generan un profundo rechazo yectos descentralizadores, pero ninguno
de las personas. Hoy más importa la parti- ha dado buenos resultados.
cipación, la inclusión social y la libertad de
expresión −el respeto y valoración del otro−, Proyectos más proyectos menos, ac-
dentro de un mundo y un Chile cada vez más tualmente Chile sigue siendo un país
diversificados e interculturales. Actualmente centralizado, lo cual conlleva un sistema
se necesita autenticidad y rigor político: co- autoritario –una “dictadura territorial”,
herencia y consecuencia entre el pensar, el geopolítica, solapada− que niega toda
decir y el hacer −desde y para cada lugar−, sin posibilidad de democracia real. Mientras
un centro único, sino con múltiples centros, esto no cambie, hablar de democracia
como polos de desarrollo humano (no solo chilena seguirá siendo un eufemismo: un
económico y/o tecnológico). Cada persona, simple ejercicio retórico-demagógico,
cada comunidad y cada lugar están invitados pues más allá de las fronteras capitalinas,
a potenciarse e interactuar participativa y los pueblos y ciudades “de la periferia” se
sistémicamente con los demás, dentro de siguen ninguneando e invisibilizando. Esto
dinámicas horizontales, de diálogos, reci- es una prolongación de la cultura colonial
procidades y respetos mutuos, incluido el todavía vigente que, a pesar de una apa-
medio ambiente. rente modernidad, permite que Santiago
continúe operando como una sucursal de
No obstante, la participación colectiva se los poderes fácticos del hemisferio norte2,
basa, ante todo, en el lenguaje y la comuni- como “una mera estación de transferencia
cación. Y si el lenguaje crea realidades, la de materias primas” (Matthey, 2015, p. 18).
realidad también crea lenguajes y, por lo
tanto, políticas. Asimismo, la comunicación Por lo mismo, hoy resulta ingenuo y ana-
crea cohesión social, imprescindible para le- crónico continuar esperando que Santiago
gitimar la participación territorial, urbana y −la causa del problema− sea quien entre-
rural. De esta manera, dentro de la antigua gue la solución. Un proceso de descentra-
lógica vertical del poder, la vieja política creó lización realizado desde el centro es, por
y/o impuso sistemas a la medida –modelos, decir lo menos, una trampa: una contra-
economías, mentalidades y sometimientos−. dicción vital, un dirigismo controlado por
Sin embargo, en el siglo XXI esa dinámica se los propios interesados. De hecho, durante
está revirtiendo, toda vez que son el peso de el siglo XX Santiago solo consiguió pos-
la realidad y de los medios de comunicación tergar y/o evitar los cambios requeridos,
los que están reordenando el mundo, influ- reivindicando el pensamiento colonial a
yendo y empezando a construir las nuevas través de una economía y política centra-
políticas, democráticamente, desde las ba- lizadoras, neocolonizantes3. Así entonces,
ses sociales. Son las voces de las personas en pleno siglo XXI, es hora de cambiar el
articuladas en colectivos y/o comunidades rumbo, repensando y modificando las
las que están asumiendo la arquitectura de estrategias. En efecto, una descentraliza-
su destino, en busca de una vida más justa y ción genuina solo puede surgir desde las
mismas regiones, provincias y comunas, en cidad creadora y potenciales de desarrollo. 4
forma proactiva, organizada y sistémica; es Ver “Teoría de la dependencia”, citada
decir, el proceso –físico y mental− debe Hurgando en nuestra psicología, si se trata anteriormente.
ser descentralizado y articulado por los de mentalidad, el problema es profundo. En 5
propios afectados e interesados. Esto por efecto, si se asume el mal que por siglos ha No por casualidad la revista Qué
simple coherencia, consistencia y realismo: sufrido el país en relación a Santiago, tam- Pasa, a propósito del cambio de siglo,
se trata de una tarea urgente e imposter- bién hay que asumir que el propio Santiago en diciembre de 1999 publicó un
gable, pues “Chile no es viable en el siglo lo ha sufrido respecto a los principales paí- número especial titulado “Chile Siglo
XXI si no pasa por una efectiva descentra- ses del hemisferio norte. Se trata de una ca- XX: historias y personajes de un país
lización” (Ibíd, p. 134). dena de dependencias, donde finalmente el adolescente”.
control del poder viene desde afuera4. 6
La solución se puede comprender mejor “Chile Siglo XX: historias y personajes de
a partir de la desterritorialización (De- En este sentido, es interesante recordar a un país adolescente”. (1999). Qué Pasa,
leuze y Guattari, 1997), entendida aquí Daniel Barros Grez, dramaturgo chileno del Edición especial, pp. 170-171.
como el retiro del sistema centralista siglo XIX, quien en 1875 publicó Como en
existente, lo cual conlleva la superación Santiago, comedia costumbrista que ironiza
de los dirigismos, controles y estereo- acerca de la enorme influencia que ejercía
tipos impuestos desde Santiago. Por la capital sobre el país. En su relato cuen-
cierto que ello también incluye el retiro ta que, indistintamente de donde se vivía,
de las “identidades locales” diseñadas e todo se hacía “como en Santiago”: se pen-
impuestas desde el mismo Santiago. En saba “como en Santiago”, se sentía, habla-
el fondo se trata de una suerte de des- ba y procedía “como en Santiago”, actitud
colonización que reivindique a cada te- que, en muchos casos, se mantiene hasta
rritorio según su propia historia y gente. hoy día. No obstante, en el fondo se daba
Se trata de asumir nuestro mestizaje, cuenta de la causa primera del problema:
poderosa síntesis desde la cual se puede nuestra histórica dependencia de los países
construir una genuina reterritorializa- del hemisferio norte. De hecho, el poder de
ción, aquella que permita a cada lugar Santiago era y es relativo, toda vez que −en
reencontrarse consigo mismo, con lo gran medida− nuestra capital en su momen-
más propio y auténtico de su ser −desde to operó “como en París” y luego “como en
su origen−, accediendo a su originalidad Londres”, o “como en Nueva York o Tokio”,
y trayectoria de vida, acorde a su ethos aunque ahora Beijing y Shanghái empiecen
particular. a tomar el relevo. De esta manera, la depen-
dencia que afecta a las regiones en relación
Talca, París y Londres a la capital, es una réplica de la antigua de-
La excesiva e injusta concentración de po- pendencia colonial que afecta a Santiago en
der en Santiago ha causado enormes da- relación al hemisferio norte.
ños al país, tanto desde el punto de vista
cultural, como social, económico, político y Pero en pleno siglo XXI esta realidad re-
estratégico. El viejo dicho “no hay que po- sulta inexcusable, más propia de un país
ner todos los huevos en la misma canasta” adolescente. Conlleva una actitud de clara
es suficientemente claro para comprender inseguridad y falta de confianza en sí mis-
el problema. Y la solución no es fácil. Pro- mo, complejo de inferioridad −o de supe-
bablemente hayan sido los propios pode- rioridad− que se manifiesta de diferentes
res fácticos los que se han encargado de formas en Santiago y, de rebote, en regio-
impedirla. Pero ¿por qué Santiago nunca nes. En el fondo, se trata de una sobreesti-
pudo ceder poder y distribuirlo mejor en mación de los países líderes del hemisferio
el país? Una respuesta posible es que la ca- norte y de una subestimación del hemis-
pital desde un comienzo se acostumbró a ferio sur, “como en la Colonia”. Acaso nos
nutrir de la riqueza y trabajo de las provin- hemos acostumbrado a vivir en base a una
cias −“la periferia”−, siguiendo el modelo “(in)feliz copia de otros edenes”, descono-
colonial al servicio del hemisferio norte, ciendo todas las riquezas que tenemos.
basado en la extracción y exportación de
materias primas, dentro de una lógica de Psicológicamente, desconfiar de sí mismo
autoritarismo y esclavitud. Incluso hoy y vivir en función de otros referentes re-
el modelo no ha cambiado mucho, pues cuerda la edad adolescente y, en tal sentido,
−aunque camufladamente− mantiene es- metafóricamente hablando, Chile todavía
tructuras y correlaciones de poder muy es un “país adolescente”5. Y esta condición
similares. Siendo así, existe un problema se puede sintetizar en un “complejo de ca-
endémico, de mentalidad, causa funda- rencia”, tal cual lo expresó Carlos Dittborn
mental de nuestro subdesarrollo. Con ello cuando gestionó la sede del mundial de
se niega y reprime la libertad del “poder fútbol de 1962 y dijo: “porque nada tene-
ser” de cada lugar y, por lo tanto, su capa- mos, lo haremos todo”6. Claro, con ello se
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“la democratización territorial de nuestro país ya no sólo tiene que ver con
el clásico concepto de descentralización, sino con la desterritorialización/
reterritorialización que conlleva el fenómeno de la interculturalidad interna/
externa, cada una con sus propias posibilidades, oportunidades, derechos y
deberes”.
7 desconoce todo lo que tenemos y/o poten- El “nuevo Chile”: un país glocalizado, in-
Originario de Japón, pero difundido por cialmente podemos llegar a ser como país. clusivo e intercultural
el sociólogo Roland Robertson. Continuar (sobre)viviendo en base a la lógi- Recientemente se ha empezado a hablar de
ca de “copiar y pegar” nos impedirá superar un “nuevo Chile”, a propósito de las fuertes
nuestras carencias; nos impedirá ser un país migraciones que el país ha experimentado
creativo y desarrollado, capaz de construir en las últimas décadas. Esto está cambiado
nuestras propias culturas, tanto para nues- completamente nuestra realidad sociocul-
tras regiones, provincias y comunas, como tural y contexto relacional, tanto a nivel
para Santiago. nacional como internacional. Las nuevas
demandas son tan altas, que la cuestión se
La glocalización como camino de solución ha tornado urgente, reclamando una nueva
El mundo globalizado es una realidad propia matriz política, legal y económica, además
del siglo XXI, que marca la dinámica interna de energética y productiva.
de cada país, a través de una incesante dialéc-
tica entre lo local y lo global. Se trata de ten- Lo anterior, sin embargo, no solo obedece
siones y síntesis −complejidades− que cada a demandas internas, sino simultánea-
territorio debe saber resolver cotidiana- mente a presiones externas −políticas y
mente, lo cual define y actualiza sus culturas económicas−, que paradójicamente están
internas. En respuesta a ello, en la década de dejando en un segundo plano el tema de la
los 80 surgió el concepto de “glocalización”7, descentralización. Por de pronto, el fenó-
neologismo que da cuenta de esta dinámica meno migratorio ha generado reacciones
bidimensional local-global. políticas mucho más visibles, aceleradas y
apremiantes. Pero frente a ello no hay que
Así las cosas, si bien en un principio se dejarse engañar, pues la interculturalidad
pensó que el fenómeno de la globalización no solo implica a las migraciones externas,
arrasaría con las culturas locales, a cambio sino que, ante todo, a las diferentes cul-
surgió una reacción en cadena que permi- turas que coexisten al interior de nuestro
tió fortalecerlas, llegando a la síntesis “glo- país. De hecho, vergonzosamente, nuestra
cal”. Entonces nuestro proceso de descen- diversidad cultural interna da cuenta de
tralización cambió de giro, toda vez que una suerte de interculturalidad ningunea-
hoy se está nutriendo de las fuerzas e iden- da y postergada durante siglos −aquella
tidades propias de cada lugar, sobrepasan- del Chile profundo−, la cual no puede se-
do los proyectos descentralizadores tradi- guir invisibilizándose producto de la aho-
cionales. Una vez más, la realidad se está ra interculturalidad visible, aquella que
anticipando a la política. Es el fenómeno de deviene desde afuera y que internacio-
la globalización el que está desterritoriali- nalmente presiona por ser atendida. La
zando al Chile pretérito y lo está reterrito- preocupación vale, pues el oportunismo
rializando acorde a las nuevas dinámicas político bien podría priorizar a la intercul-
del siglo XXI. Las redes sociales y medios turalidad externa y continuar olvidando a
de comunicación han ido horizontalizando la interculturalidad interna.
las correlaciones de poder, dejando fuera
las dinámicas verticales y estructuras pi- Si cada lugar tiene su propia cultura, la
ramidales. Gracias a ello, hoy cada lugar interculturalidad es intrínseca a cada
puede comunicarse directamente con el país. Por ello hoy los países se configu-
mundo, sin tener que recurrir a la capital ran como sistemas de polos geohumanos
como intermediaria. Tan solo esta nueva que conviven dentro de una misma juris-
dinámica tiene el suficiente ímpetu para dicción, sin ser Chile una excepción. Por
generar el proceso de desterritorializa- esta razón, la democratización territorial
ción/reterritorialización antes referido. de nuestro país ya no sólo tiene que ver
Son las nuevas prácticas comunicacionales con el clásico concepto de descentrali-
las que están horizontalizando y descen- zación, sino con la desterritorialización/
tralizando al planeta completo. Y ya no se reterritorialización que conlleva el fe-
trata de una tendencia puramente chilena, nómeno de la interculturalidad interna/
sino mundial, irreversible, propia del siglo externa, cada una con sus propias po-
XXI: la “glocalización”. sibilidades, oportunidades, derechos y
deberes. Sería una gran contradicción Bibliografía
adelantar soluciones y atenciones es- Deleuze, G. y Guattari, F. (1997). Mil Me-
peciales para las culturas migratorias setas. Capitalismo y esquizofrenia. Valencia:
externas, si no se hace lo propio con Pre-Textos.
nuestras culturas internas, incluidos los
pueblos originarios. Dos Santos, T. (2002). Teoría de la depen-
dencia: balance y perspectivas. México: Plaza
Hoy vivimos en la era de las interdepen- & Janes.
dencias, en un contexto relacional hori-
zontal, de suyo complejo. El mapa de Chi- Matthey, G. (2015). ¿Cuál es tu Sur? Valdivia/
le y del mundo cambiaron para siempre; Santiago de Chile: Serifa Editores SpA.
nuestro mapa mental también. La ecuación
local-global es la que diariamente tenemos Reyes, M. (2011). La desterritorialización
que saber resolver, en base a la construc- como forma de abordar el concepto de fronte-
ción de culturas e identidades glocales, ra y la identidad en la migración. Costa Rica:
donde lo “propio-local” se tensiona y/o Revista Geográfica de América Central,
converge con lo “propio-global”, dentro de Número Especial EGAL, II Semestre 2011,
una constante dialéctica de desterritoriali- pp. 1-13.
zación y reterritorialización. Actualmente
no es fácil diferenciar a las culturas que
son de adentro con las que son de afuera,
pues los límites ya no son físicos, sino men-
tales, emocionales y simbólicos. Se trata de
“fronteras móviles” que se redefinen cada
día. Es la dinámica de la interculturalidad
interna-externa el verdadero desafío del
siglo XXI. Se trata de un nuevo proceso
que supera al tradicional concepto de
descentralización, toda vez que la glocali-
zación tiene fuerza propia. Gracias a ello,
nuestra descolonización está en pleno de
desarrollo y, consecuentemente, nuestra
postcolonialidad.
16 - 17
PERSPECTIVAS
www.concepcioncultural.cl
20 - 21
PERSPECTIVAS
Descentralizar el conocimiento
Carla Redlich HERRERA Interpelando a la teoría crítica eurocéntrica y a todo el sistema de conocimiento occi-
dental, el reconocido sociólogo e intelectual Boaventura de Sousa Santos expresa la
Gestora Cultural. Magíster necesidad de des-pensar para poder pensar, atendiendo a que para captar la dimensión
en Estudios Culturales de la
Universidad Arcis, Diplomada en
completa de lo que está aconteciendo –en relación al surgimiento de los movimientos
Gestión Cultural y Cooperación sociales, el malestar social y la crisis del modelo económico imperante– se requiere un
Cultural de la Universidad de enorme “esfuerzo de descentramiento” (2006, p. 41). Para efectos de la reflexión de este
Barcelona. Ex directora del texto, haré una aproximación a algunas definiciones de esta teoría, extrapolando la críti-
CNCA, región de Antofagasta. ca que De Sousa Santos hace a la exclusión del saber del “sur global”, con respecto al co-
Directora del área de Patrimonio nocimiento opresivo del “norte global”, para referirme a la problemática de la centralidad
del GORE Antofagasta.
del conocimiento en la creación y producción artística, que no necesariamente responde
a aspectos geográficos (centro/periferia), sino más bien a una relación saber/poder en la
producción de arte.
1
Como primer término, recurro a lo que este autor denomina “sociología de las ausencias”,
concepto que entendería como “la investigación que tiene como objetivo mostrar que lo De Sousa Santos, B. (2010). Descolonizar el saber,
que no existe es, de hecho, activamente producido como no existente, o sea, como una reinventar el poder. Montevideo: Trilce.
alternativa creíble a lo que existe. Su objeto empírico es imposible desde el punto de vista
de las ciencias sociales convencionales. Se trata de transformar objetos imposibles en 2
objetos posibles, objetos ausentes en objetos presentes. La no existencia es producida Ibíd.
siempre que una cierta entidad es descalificada y considerada invisible, no inteligible o
desechable. No hay por eso una sola manera de producir ausencia, sino varias. Lo que las
une es una misma racionalidad monocultural”1 (p. 24). El autor distingue cinco modos de
producción de ausencia o no existencia: el ignorante, el retrasado, el inferior, el local o
particular y el improductivo o estéril.
Para efectos de este análisis, nos quedaremos con el primer modo de producción de au-
sencias: el ignorante. Esta lógica, explica el autor, “deriva de la monocultura del saber y
del rigor del saber. Es el modo de producción de no existencia más poderoso”2. Es decir,
todo lo que el canon, la ciencia moderna o la alta cultura deslegitimen como válido en
ámbitos de conocimiento o creación artística, es o será producido como no existente.
Es decir, podrá existir al otro lado de la línea de pensamiento que nos enmarca, pero no
podrá ser realmente visto o comprendido por quienes se encuentran dentro de los pará-
metros de validación que impone el canon dominante.
¿Hay alguna tarea encomendada a la gestión cultural que pueda trabajar sobre este hecho?
La pretendida estandarización de las prácticas, con el afán de hacer aprehensible lo di-
verso, podría avanzar hacia la lectura y valoración de lo que acontece en espacios subal-
ternos, atendiendo también a los afanes de inclusión de las mismas. Lo anterior, aun en
lugares en donde cohabitan prácticas validadas con otras que son desarrolladas instru-
mentalmente para pretender valorar lo otro. Acudo aquí a un ejemplo: en el marco del
festival de arte urbano “Hecho en Casa Entel 2017”, se realizó un mural hiperrealista
de 300 m2, en la esquina de las calles Lastarria con Rosal, Barrio Lastarria; en él, cinco
artistas –dirigidos por el pintor Luis Núñez– arribaron desde Antofagasta para pintar la
fachada de un edificio patrimonial de cuatro pisos. El mural buscaba plasmar la cotidia-
nidad del Barrio Lastarria en el 1900, retratando a personajes como Benjamín Vicuña
Mackenna, Irene Morales y José Victorino Lastarria. A poco andar, las críticas desde la
academia se dejaron caer con fuerza sobre la estética y la técnica de la obra. Se señaló
que esta correspondía a una “forma tradicional de entender el arte”, criticando también
la técnica del trampantojo utilizada en su confección.
Varios aspectos se pueden analizar en este caso: la condición autodidacta del autor –que
nunca cursó estudios de pintura, siendo su origen social bastante humilde– violenta el
círculo facultado de la autoría establecida por la academia. Su condición de artista de
región apunta otro aspecto complejo para la escena. Y, por otra parte, la condición de
retaguardia de la creación –distante de la apetecida vanguardia en el arte– lo dispone
como un arte menor, incluso pintoresco, que bien podría emplazarse sin reparos en cual-
quier espacio público de una ciudad pequeña, pero no en uno de los barrios de moda de
la gran capital.
Ante esto nos preguntamos: ¿la obra descrita, existió? Podríamos decir que obviamente
existió, pues hay registros, testimonios, archivos y la misma obra emplazada, que dan
cuenta de ello. Entonces, ¿por qué decimos que una acción como esta se produce como
inexistente si hubo, indudablemente, testigos de su existencia? Lo decimos porque su
existencia fue posible únicamente a partir de un aparato institucional (festival “Hecho
en Casa Entel”) que la hizo aparecer como una obra destinada a generar vínculos, teji-
do social y disfrute en las personas participantes, tanto ejecutores como espectadores y
habitantes del barrio. Esta experiencia se realizó y hay archivos para comprobar su exis-
tencia. Sin embargo, lo que fue producido como inexistente, por encontrarse fuera del
22 - 23
“Es decir, todo lo que el canon, la ciencia moderna o la alta cultura
deslegitimen como válido en ámbitos de conocimiento o creación artística,
es o será producido como no existente”.
canon, es la creación del mural como obra lización, en donde da lo mismo lo que se
de arte contemporáneo. produzca como arte si este logra objeti-
vos sociales o económicos trazados por
Creo, ante este escenario, que uno de los agentes movilizadores.
ámbitos de trabajo de la gestión cultural
en torno a la descentralización del conoci- Para finalizar, un aspecto a considerar: la
miento, apela a abordar las prácticas pro- invisibilización de las prácticas sucede en
piciando una posición de testigo implicado espacios territoriales comunes, con cen-
ante una postura clarividente, acompañan- tros y periferias móviles y diversas, que
do y visibilizando lo que acontece en los muchas veces no obedecen a segmen-
territorios, incluso aquello que ha sido si- taciones geográficas, sino meramente
lenciado pero que aun así está, aportando a simbólicas, referidas a relaciones de sa-
posicionar estas acciones y los sujetos que ber-poder, que pueden desarrollarse por
las desarrollan dentro de la sociedad. las condiciones antes señaladas. Por tan-
to, si bien es cierto que la producción de
Podríamos apostar, por tanto, a una ope- arte reconocida suele estar situada geo-
ración de artesanía y retaguardia, que no gráficamente en el centro del país, existen
desacredite uno u otro conocimiento, sino acciones que son producidas como inexis-
que permita acortar la línea abismal que tentes o no válidas por sujetos próximos
los separa, es decir, nuevas relaciones entre que no necesariamente se sitúan en ex-
diferentes tipos de conocimiento y produc- tremos geográficos.
ción de arte. Vuelvo entonces al concepto de
justicia cognitiva, desarrollado por el citado Por último, a modo de ofrecer una mira-
autor, que no implica un acto de borradura da sistémica del problema, el objetivo su-
sobre lo que acontece desde el conocimien- perior de poner en el tapete el concepto
to autorizado, sino la acción de situar en un de justicia cognitiva como fundamental
espacio de horizontalidad aquello que sur- para el desarrollo de diversos ámbitos
ge como expresión artística desde un lugar de conocimiento –en este caso, la pro-
otro, no codificado, no estandarizado ni va- ducción y apreciación artística–, se re-
lidado como fuente de conocimiento oficial, laciona con el agotamiento del saber im-
que sin embargo es capaz de dialogar –en perante y la necesidad de descolonizar,
tanto se hace visible– con el saber que se democratizar y desmercantilizar nuestra
precia como validado. sociedad, a modo de una estrategia real
de justicia social.
Para poder abrir la mirada y realizar otras
aprehensiones del mundo, es imperativo
dejar atrás la visión monolítica que se ex-
presa en la invisibilización de las prácticas Bibliografía
que, como señalaba anteriormente, no im- De Sousa Santos, B. (2010). Descolonizar
plica solo no observar los saberes que se el saber, reinventar el poder. Montevideo:
presentan en lo que es considerado mar- Trilce.
ginal o de borde, sino también considerar
ese conocimiento como menor. Esto no le ---. (2016). Para descolonizar Occidente:
permite situarse en igualdad de apreciación más allá del pensamiento abismal. Buenos
con otras expresiones, aun cuando adquie- Aires: UBA Sociales Publicaciones/Pro-
ra importancia en espacios de instrumenta- meteo/CLACSO.
24 - 25
PERSPECTIVAS
1
Historiadora del arte de la Universidad
de Chile, diplomada en Administración
Cultural de la UC y curadora, MFA in
Curating, Goldsmiths College.
2
“Los barrios son enredaderas, tú te involucras y ya estás abrazado de una rama”
(Vecino del Barrio República). Comité Internacional de Solidaridad
Artística por Chile. (1971). Declaración
¿Cómo se comprende un museo en su barrio? ¿Cómo un museo modifica su gestión y Necesaria. En Zaldívar, C. (Ed.). (2013).
saber al vincularse con su territorio? Estas son algunas de las preguntas que motivan este Museo de la Solidaridad Chile 1971-
texto, a partir de la gestión realizada durante un año por el área de Programas Públicos 1973. Donación de los artistas al gobierno
del Museo de la Solidaridad Salvador Allende sobre la investigación-acción en el Barrio popular. Santiago: MSSA.
República, sector donde se ubica el museo. Considerando la construcción de un puente
simbólico y físico que realiza el museo en el barrio, se busca repasar la primera etapa de
la investigación-acción, los fundamentos que la sustentan, las dificultades para el museo
en su desplazamiento hacia el barrio y las principales acciones llevadas a cabo en esta
primera fase del proyecto.
El museo, inaugurado en el gobierno de Salvador Allende, tiene como misión facilitar y ac-
tivar el acceso, la difusión, conservación e investigación del patrimonio artístico moderno
y contemporáneo, a través de una programación de exposiciones y programas públicos.
Cuenta con una colección de 2.700 obras, de trascendencia internacional, heterogé-
neas en sus técnicas, las que han sido donadas por distintos artistas en los últimos 40
años, con la función social de acercar el arte a las personas.
La investigación surge de uno de los desafíos y principios fundamentales del museo: “es-
tar al servicio de su pueblo”2. Esta consigna, declarada en la etapa inicial de su fundación
(1971), ha resonado en la gestión y reflexión interna del equipo del museo en estos últimos
años, gatillando preguntas sobre cómo abrir el patrimonio del museo (sus colecciones),
cómo conectar las experiencias y conocimientos de las obras y cómo interactuar fluida-
mente con su entorno y pertenecer a la vida de los habitantes en la ciudad de Santiago.
Considerando el repliegue hacia adentro característico de los museos y, la llegada y re-or-
ganización interna y reciente del MSSA en el barrio República hace diez años, nos pro-
pusimos responder estas preguntas saliendo hacia fuera de la cápsula museal, iniciando
acciones de acercamiento y contacto con los vecinos; aquellos residentes y transeúntes
más “cercanos” al entorno del museo. Además, busca(ba)mos derribar las sensaciones de
extrañeza y distancia que causa(ba) el museo para poder ir lentamente construyendo un
puente de acceso y forjar un sentido de familiaridad y pertenencia. Junto con enfrentar
nuestra separación barrial y el desconocimiento externo hacia el museo, nos propusi-
mos una interacción más profunda y con una propuesta clara: hacer junto con los vecinos
y vecinas una exposición sobre el Barrio República. Sin embargo, otra pregunta que nos
inquieta(ba) es ¿por qué realizar una exposición de barrio? Algunas de las respuestas que
nos hacen sentido, pero que aún quedan por contestar, son: para poder crear y transformar
en conjunto nuestras condiciones de existencia museal y barrial; conocernos, compartir y
coimplicarnos (Garcés, 2013) en un territorio común de interés para encarnar aquel nom-
bre y propósito que define al museo: la solidaridad.
Autoidentificados por un lugar común, pero segregados por razones ajenas, el gran reto
es cómo llevar a la acción estos ideales éticos por parte del museo y lograr la acogida por
parte de los vecinos. Para dimensionar una primera dificultad de entrada (desconocida por
nosotros en sus inicios), recurrimos a una imagen metafórica compartida por un vecino en
uno de los primeros encuentros llevados a cabo por el museo. Señalando al barrio como
una “enredadera” y a los vecinos involucrados, “abrazados de sus ramas”, la imagen proyec-
tada de esta planta es útil para identificar la situación en que se encuentra actualmente
el Barrio República: un territorio que crece rápido, sin una dirección clara, confuso en sus
tramas y nudos, abundante en sus enlaces y cruces, sin saber exactamente dónde parte
y termina. En otras palabras, esta analogía nos ayuda a sostener que no existe un relato
coherente y nítido del barrio, más bien nos encontramos con un universo fragmentado,
cuya primera tarea es desenredar y observar sus capas y particularidades para encontrar
un relato comprensivo. También, nos sugiere que más allá de los límites topográficos que
26 - 27
3
ubican los límites del Barrio República (Ala- través de las presentaciones que realizamos
Márquez, F. (agosto, 2008). Historias meda, Avenida España, Blanco Encalada y para introducirnos, sino que indirectamente
e identidades barriales del Gran José Miguel Carrera) nos falta(ba) situarnos a través de cada una de las actividades que
Santiago: 1950-2000. IX Congreso y recorrer el interior de esa “enredadera” preparamos. Aplicamos estrategias pe-
Argentino de Antropología Social, para poder comprenderla. Como sugiere la dagógicas del “aprender haciendo” (John
Misiones, Argentina. antropóloga Francisca Márquez, “el barrio se Dewey) y metodologías de mediación con
construye desde la experiencia y la costum- énfasis en la creación experimental, por
4
bre, por una manera de hacer, de pasear, de medio de las activaciones del cuerpo (el
El equipo interdisciplinario de recorrer, a través de la cual el habitante y el habla, la voz, la escucha, los movimientos,
investigación-acción quedó transeúnte le toman el pulso a la intensidad y la expresión corporal, la imaginería, la es-
conformado por los sociólogos Luis densidad de este pequeño territorio”3 (p. 6). critura, el dibujo). Estas metodologías que
Campos y Tomás Peters; el diseñador En ese sentido, sabíamos que era vital salir partieron con un primer encuentro en el
Rodrigo Dueñas; el artista Rafael a la calle, sacudir nuestros saberes teóricos, museo, donde tanto el equipo del pro-
Guendelman, a cargo del documental cambiar nuestros horarios y recorridos para yecto como los vecinos se presentaron y
del proyecto; y del área de Programas hacer vida de barrio. ubicaron sus lugares de residencia sobre
Públicos del MSSA, Soledad García un mapa barrial, finalizaron con un último
(coordinadora), Scarlette Sánchez Sin un conocimiento previo de las caracterís- encuentro en sus propios hogares para
(productora), Ignacia Biskupovic y ticas del barrio y de las percepciones de los producir un documental donde la voz, los
Jessica Figueroa (mediadoras). vecinos sobre el museo, nos propusimos rea- relatos, los recorridos, las imágenes y los
lizar una encuesta barrial y seis encuentros sonidos logren dar un hilo conductor sobre
durante el año dentro y fuera del museo. Este el barrio. La transición de conocernos, para
programa logró además una mayor fuerza y que los vecinos nos abrieran las puertas de
respaldo gracias al financiamiento de la in- sus hogares sin dificultades, significó un
vestigación por medio de la adjudicación de avance en las confianzas, la colaboración y
un fondo de cultura (Fondart)4. La primera el entusiasmo por el proyecto.
acción fue diseñar y realizar una encuesta
con el fin de identificar la percepción de los Aun con las satisfacciones que logramos
vecinos sobre el barrio y el museo. Con una en el proceso, el primer encuentro contó
muestra final de 318 encuestados, realiza- con una baja convocatoria, y nos hizo mo-
da entre el 22 y 29 de abril por el equipo del vilizar nuestro trabajo inmediatamente
proyecto, además de la colaboración de es- hacia fuera del museo, ubicándonos en la
tudiantes voluntarios, los resultados arroja- Plaza Manuel Rodríguez, única área verde
ron que los vecinos perciben positivamente y de alta afluencia de vecinos, para difundir
su barrio (más del 90%), aunque observan y gestionar nuestro segundo encuentro en
cambios y conflictos emergentes como la uno de los cafés del barrio, “Divinas Tenta-
delincuencia, los ruidos, la suciedad y la in- ciones”. Este encuentro, en el que partici-
migración. En relación al museo, la encuesta paron 15 vecinos en promedio y el equipo
arrojó desconocimiento por parte de los ve- del museo, abrió los primeros relatos ora-
cinos de la misión y trabajo del MSSA, y una les, dando luces sobre la importancia de
asociación más ligada a un museo histórico las edificaciones y las relaciones familiares
(70%) que a uno de arte (28,5%). Esto po- y afectivas de quienes habitaron las casas;
dría explicarse por el nombre del museo, su los recuerdos de las antiguas casonas se-
fuerte relación a la figura de Salvador Allen- ñoriales y las caballerizas cercanas al Club
de y la inexistencia del apelativo arte. Estas Hípico; las memorias oscuras durante la
impresiones confusas de los vecinos eviden- ocupación de los militares de las casonas
ciaron hacia nosotros la tarea de comunicar, en la dictadura; los desastres de sus ho-
verbal (en cada puerta a puerta y en los en- gares y casas por efectos de terremotos
cuentros) y gráficamente (invitaciones, fron- (1985 y 2010); los abandonos, supersti-
tis del museo y pendones), la necesidad de ciones y silencios en torno a las casas; los
explicitar gradualmente la colección de arte recuerdos de infancia, juegos, fiestas y el
internacional, el énfasis en la creación y en la teatro cerca de la Plaza Manuel Rodríguez,
experimentación artística contemporánea. donde proyectaban maratones de pelícu-
Además, nos hizo reconocer que la casona las (hoy convertido en un templo evangé-
de inicios del siglo XX que alberga al museo, lico); la feria del barrio en la vereda sur de
constituye una barrera simbólica que impi- Blanco Encalada (desaparecida a partir de
de el acceso fluido e inmediato, ya sea por la década del 2000), entre otros.
su protección (rejas y guardia), solemnidad
arquitectónica o por los recuerdos recientes Estos relatos fueron grabados, transcri-
del pasado (dictadura). tos y compilados por el equipo, identifi-
cando cuatro ideas fuerza que nos dieron
La tarea de dar a conocer la misión, coleccio- una guía para continuar profundizando
nes y exposiciones en el museo fue reforzada con los vecinos y un guión preliminar para
en cada uno de los seis encuentros, no solo a trabajar en conjunto la exposición. Así, so-
bresaliendo estos cuatros ejes: memoria, de los vecinos con respecto al proyecto o el
disputas, lugares de encuentro y sonidos, barrio, y el permanente cuestionamiento in-
propusimos en el tercer encuentro dividir terno sobre cómo abordar las distintas com-
a los vecinos en distintos grupos según sus plejidades, los resultados habrían sido insufi-
afinidades a los tópicos, para generar talle- cientes. Con varias preguntas irresueltas en
res de conversación específicos dirigidos el horizonte sobre cómo tomar decisiones
por las mediadoras del MSSA. Este tercer más transversales, sobre cómo modificar la
encuentro fue clave para reunir un conjun- representación de un barrio por co-crear-
to de relatos y contenidos más específicos, lo y corporalizarlo en conjunto, sobre cómo
los que fueron compartidos al cierre y nos integrarnos mutuamente en los espacios
encauzaron hacia el siguiente encuentro, barriales para generar cambios en nuestras
para así conocer in situ las salas de exhibi- convivencias sociales y, por sobre todo, cómo
ción del MSSA en pleno proceso de mon- lograr una identidad barrial reconocible por
taje e imaginar cómo los relatos, objetos todos y mantener a largo plazo. Más allá de
y cosas podrían exhibirse. Este cuarto una exposición, los lazos vecinales son la
encuentro, nutrido y abundante de ideas, abundancia de desafíos de esta gran enreda-
deseos y propuestas, repercutió en la ne- dera; una ruta de flujos que nos acompañarán
cesidad de hacer un giro en la metodología este año en la vida del Barrio República.
del encuentro basado en la conversación,
por una parte, para salir hacia otros ámbi- Bibliografía
tos más íntimos y educacionales del barrio Corporación Santiago Innova. (2014). El Ba-
(hogares y Liceo Darío Salas, respectiva- rrio Yungay: Historia, Identidad, Patrimonio
mente), y por otra parte realizar talleres y Vida de Barrio. Lecciones para un Turismo
en conjunto con los vecinos, con el fin de Cultural en Barrios Patrimoniales. Santiago:
materializar las complejidades de los rela- Corporación.
tos. Estos talleres, sus procesos y elabora-
ciones colectivas de textil, escritura y foto- Garcés, M. (2013). Un mundo común. Bar-
grafía, entre otros, serán los insumos para celona: Bellaterra.
la exposición del segundo semestre 2018.
Mörsch, C., Sachs, A. y Sieber, T. (Eds.).
Aun cuando han sido varios los giros de (2017). Contemporary curating and museum
dirección sobre el plan de trabajo que education. Blielefeld, Alemania: Transcript.
nos propusimos en un inicio, quisiéramos
destacar que, sin la naturaleza flexible Zaldívar, C. (Ed.). (2013). Museo de la Solidari-
del MSSA de sumarse a los esfuerzos por dad Chile 1971-1973. Donación de los artistas
atender a las ideas, exigencias o molestias al gobierno popular. Santiago: MSSA.
28 - 29
PERSPECTIVAS
32 - 33
SECCIÓN INTERNACIONAL
Las Dinámicas del Hormiguero.
Cultura y Acuerdo de Paz en Colombia
Germán Rey
Si la cultura tiene que ver con la afirmación de los lazos, la pertenencia, el arraigo o las
identidades, todos ellos se vieron fracturados durante este más de medio siglo, de una
manera pertinaz y sin tregua. Y si se relaciona con las memorias individuales y colectivas,
las identidades, la comunicación, las creencias y el mundo simbólico, todos ellos fueron
socavados constantemente por las diferentes formas de violencia.
“No hay documento de cultura que no lo sea al mismo tiempo de barbarie” (p. 309)1 escri-
bió Walter Benjamin. En sentido aparentemente contrario, la barbarie suele expresarse
también en rituales, ceremonias y gestos culturales, “de una procedencia en la que no
puede pensar sin horror” (p. 309)2. Pero mientras se rompían todas estas dimensiones
de la cultura, surgía –con dificultades, pero persistencia– un movimiento cultural de re-
sistencia; afloraban prácticas que buscaban enfrentar a las estrategias de sometimiento
y silencio; se fortalecían formas expresivas a través de las cuales los pobladores se opo-
nían a las versiones construidas por los guerreros. Es decir, que si el conflicto interno co-
lombiano mostraba indudables comprobaciones del desastre cultural ocasionado en las
comunidades, también generaba a la par unas conmociones simbólicas que trazaban sus
propios recorridos reconocidos por los habitantes de las zonas asoladas por la guerra.
Este balance o desbalance, si se le quiere ver asimétrico, fue una característica de la vio-
lencia surgida durante estas décadas. Lo curioso es que el proceso de negociación no
alcanzó a reconocer plenamente el significado y la amplitud de esta fractura profunda
que vivió la sociedad colombiana. Y quizás no lo pudo hacer ni el Estado ni la guerrilla de
las FARC, porque ambos continuaban una tradición colombiana de aplazamiento de lo
cultural, de reducción de los problemas culturales en la agenda general del país, fuerte-
mente marcada y sesgada por lo político.
La cultura desperdigada
Al leer las más de 300 páginas de los Acuerdos de La Habana/Teatro Colón, se puede
reconstruir pacientemente la visión cultural de la negociación. Es una labor “paciente”
porque no existe un capítulo específico sobre el tema, sino que la reflexión cultural está
desperdigada por el texto a través de algunas categorías que son relativamente fáciles
de percibir. Una de ellas es la de los derechos culturales, que se agrega al conjunto de
los derechos políticos, sociales y económicos que tienen muchas más concreciones en el
texto y con los cuales a veces se intentan algunas relaciones interesantes y necesarias,
aunque no suficientes. Una segunda categoría es la que conecta cultura con territorio.
El territorio es habitado, pero también imaginado, sentido, cantado o representado, y es
una de las interiorizaciones más fundamentales de la cultura en el ser humano.
36 - 37
TERRITORIOS CULTURALES
LOS SENDEROS DE NUESTRA GEOGRAFÍA CULTURAL
El concepto de territorio se relaciona con las nociones de superficie, terreno o lugar que se
domina o controla. Es, por ende, un espacio físico que se defiende y/o se organiza. Visto así, la
noción de territorio puede comprenderse tanto geográfica como políticamente. En el primer
caso, los territorios se pueden establecer por nociones geológicas, climáticas, morfológicas,
naturales y/o de superficies. En el segundo, el territorio es una delimitación política. Ella (la
política) puede definir administrativamente la actividad estatal en las regiones, provincias y
comunas y, al mismo tiempo, determinar identidades y también cuestionarlas. El territorio
implica un constante trabajo de (re)apropiación, el que debe ser producido permanentemente
por medio de la generación de marcas y simbolizaciones. Pero también puede establecer
lógicas “otras”, diferencias o interrupciones en esas identidades territoriales. La política puede
distribuir poder (descentralizar) o gatillar preguntas incómodas al territorio (desterritorializar).
FUNDACIÓN ALTIPLANO
ATACAMA CREATIVA
TEATROPUERTO
LA MANDRÁGORA
CENTRO CULTURAL ANFITEATRO CORTIJANO
FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE RENGO
EL CAHUÍN DE MOLINA
ÑEQUE TEATRAL
PICHIKECHE
CODARTE CHILOÉ
38 - 39
REGIÓN DE ARICA Y PARINACOTA
Fundación Altiplano:
¿para qué conservar?
Texto y fotografía, gentileza de: Lograr un mundo más alegre y sostenible por medio de la conservación patrimonial en
comunidad es el propósito de la Fundación Altiplano. ¿Por qué? Porque en su origen
Cristian Heinsen está el aprendizaje y el enamoramiento logrado junto a comunidades andinas de Arica
Director Ejecutivo de Fundación Altiplano y Parinacota, que buscaban apoyo para restaurar sus templos ancestrales de piedras,
adobes y paja brava, como una herencia sagrada de los antepasados y como una alter-
Más información:
nativa de futuro para las nuevas generaciones.
www.fundacionaltiplano.cl
El camino recorrido desde los primeros trabajos voluntarios en 1996, ha dado forma a una
organización sin fines de lucro que apuesta por la conservación en comunidad como alter-
nativa de desarrollo sostenible para el planeta. Restaurando conjuntos patrimoniales con
empleo y aprendizaje en comunidades andinas, y promoviendo Arica y Parinacota como
Paisaje Cultural de América, el esfuerzo es hoy una referencia de conservación sostenible,
gracias al compromiso de las propias comunidades, el Gobierno de Chile –por medio de
Subdere, Gobierno Regional, CNCA y Corfo–, World Monuments Fund, Fundación Gabriel
& Mary Mustakis, Decanato Andino y empresas y personas donantes.
Iniciativa reciente, La Escuela del Vino de Codpa o Pintatani, propone aplicar el modelo de
conservación y desarrollo sostenible al patrimonio alimentario de los territorios/paisajes/
comunidades, recuperando el valor de un vino patrimonial del Sur Andino de Americano.
Somos una organización sin fines de lucro y nos agrupamos porque queremos que se Texto y fotografía, gentileza de:
reconozca en la región de Tarapacá, y a nivel nacional, nuestra identidad quechua, con
Ornaldo Bacian
la misma importancia y oportunidades que tiene la identidad aymara. En este momento Encargado de la Comisión de Cultura
tenemos el problema que en el norte se cree que sólo hay aymaras, por eso buscamos dar del Pueblo Quechua en Chile
a conocer nuestra cultura, nuestras costumbres. Hemos viajado a Santiago para que se
nos considere en las leyes y nos hemos reunido con las autoridades allá. Acá en la ciudad Más información:
de Iquique nos reunimos gente de cinco pueblos: Huatacondo, Pica, Matilla, Iquiuca y
Quipisca, más la participación de los hermanos quechuas de Arica y Parinacota, y con bacian.ornaldo@gmail.com
ellos formamos este Consejo. Ahora, estamos trabajando en un proyecto de historias de
vida de los quechuas de la región de Tarapacá. La idea es difundir nuestra identidad en la
región y compartir entre nosotros, la gente de los mismos pueblos, cómo ha sido reco-
nocerse como quechua, los problemas que hemos tenido con Conadi para que nos den
nuestra calidad indígena como quechua y no aymara: tener el derecho a cambiar nuestra
identidad si hoy ya nos dimos cuenta de que no somos aymaras.
También nos hemos preocupado de aprender nuestra lengua, volver a hablarla y ense-
ñarle a nuestros hijos y a nuestros nietos. Hemos hecho cursos de lengua quechua, ha
venido una persona de Perú a enseñarnos y ya estamos comenzando a familiarizarnos
con nuestra lengua. Nuestra cultura viene de nuestros ancestros; nuestros pueblos viven
de la agricultura, somos de la precordillera, con climas cálidos y templados; nuestra pro-
ducción agrícola en forma de terrazas, riegos por inundación con dirección de las aguas
por un sistema de gravedad; nuestra gastronomía, nuestros bailes y cantos tradicionales
de un pueblo vallestero (de los valles templados), sedentario, dedicados a la agricultura,
nos hacen marcar la diferencia con el pueblo nómade que habita y vive en las alturas, en
la cordillera y altiplano, y son estas tradiciones las que queremos destacar, que otras per-
sonas las puedan conocer. Huatacondo y Quipisca formaron parte de un proyecto que se
llamaba “En el camino del Inca” y eso les sirvió para trabajar el turismo comunitario. Ellos
están más avanzados, los otros pueblos están comenzando a activarse con su comuni-
dad indígena y organizarse para trabajar por nuestra identidad. Hoy en día, con apoyo de
nuestro alcalde de la comuna de Pozo Almonte, hemos reunido a nuestras comunidades
para expresar nuestra cultura viva, y a trabajar en pos de un turismo vivencial, sustenta-
ble en el tiempo, en favor de nuestros hermanos quechuas de esta región.
40 - 41
REGIÓN DE ANTOFAGASTA
Mejillones:
¿Los monumentos matan
el turismo?
Texto y fotografía, gentileza de: En 1841 Chile llegaba objetivamente hasta Caldera. Desde ese puerto hasta Cobija la
costa estaba “despoblada”. En 1880 Arica fue integrada al territorio chileno y hasta la
Wilfredo Santoro Cerda actualidad –137 años después– es nuestra frontera norte. Desde 1841 a 1880 transcu-
Presidente rren 39 años. ¿Cómo en ese tiempo Chile avanzaría más de 900 km en su frontera norte?
Consejo Patrimonial de Mejillones
En primer lugar, en 1842 el Presidente Bulnes promulga la “Ley del Guano”, que fija Meji-
Más información: llones como su frontera norte. Esto debido al descubrimiento de guano blanco en Punta
Angamos. En 1862 Juan López descubre guano rojo, lo que otorga valor al desierto. En
www.facebook.com/people/Consejo- 1870, desde Mejillones sale el “Cangalla” Méndez y descubre el fabuloso mineral de plata
Patrimonial-Mejillones de Caracoles, lo que acrecienta los problemas limítrofes.
Último elemento: la zona integrada –el desierto de Atacama– desde el siglo XIX hasta la
actualidad, ha sido la principal fuente de divisas para Chile. Primero el guano, la plata, el
salitre, luego el cobre. Ad portas: el litio.
Ahora, ¿me pueden creer ustedes que Mejillones no tiene ni un solo Monumento Nacional?
Somos el Consejo Patrimonial de Mejillones. Para corregir tamaña injusticia solicitamos
la declaración como Monumento Nacional a las Guaneras de Mejillones. Somos una or-
ganización comunitaria sin fines de lucro y con integrantes sin nada de lucro.
Atacama Creativa
Esta corporación nace al alero de un programa Nodo de Corfo, ejecutado por la agencia Texto y fotografía, gentileza de:
de innovación Esspiral, con el apoyo de Minera Candelaria, en la región de Atacama. Este
proyecto busca instalar el concepto de economía naranja y de visibilizar a la creatividad Cristián Cortés
como un motor económico en la región. Vicepresidente
Corporación Atacama Creativa
Así, en base a un diagnóstico trabajado durante un año con diversos expertos regionales,
se inicia el trabajo con un equipo de 10 profesionales de diversas disciplinas, buscando Más información:
fortalecer la industria mediante la asociatividad, visibilización y fortalecimiento del sec-
tor y de actores para proyectarlo en el tiempo. Asimismo, buscando disminuir las brechas Las Canteras 385, Copiapó
existentes, gracias al fortalecimiento de la gestión empresarial, sus modelos de negocios +56 52 236 3026
(innovadores), implementación de redes y difusión de la oferta, además de fortalecer el www.facebook.com/AtacamaCreativa/
trabajo con audiencias locales.
En esta era basada en el conocimiento, cada vez hace más sentido que el talento y la crea-
tividad de hombres y mujeres contribuyan al crecimiento económico y a la creación de
nuevos empleos. De la misma manera, al desafío de contar con ciudades más integrales,
con una oferta cultural cada vez más amplia y, por otra parte, se hace imperioso aportar
a la retención de nuestros talentos, sobre todo en regiones, y poder ser capaces de “vivir”
de la creatividad.
Creemos que hoy es vital apostar con energía en potenciar una industria llena de talen-
tos e historias, rol que asumimos desde la corporación y que debemos construir entre
todos; desde la ciudadanía, asistiendo, dinamizando audiencia, apoyando a gestores,
artistas y creativos, así como también exigiendo más espacios para la cultura; desde el
Estado y sus diversos organismos, contribuyendo en una política sólida que busque di-
versificar la economía de la región; desde los emprendedores y las empresas, apoyando
y creyendo en talentos locales, potenciando lo ya existente y abriendo nuevos espacios a
generaciones inquietas; y, por último, desde la misma industria, a través de la experiencia
de los principales actores que la constituyen, aportando desde su conocimiento, expe-
riencia, trayectoria e ideas. Y en eso estamos, generando espacio de diálogos, seminarios
e investigación, y llevando arte a diversas comunas de la región.
42 - 43
REGIÓN DE COQUIMBO
TeatroPuerto
Texto y fotografía, gentileza de: TeatroPuerto es una organización civil, conformada el año 2013, que pretende generar,
proponer y defender políticas públicas que promuevan la participación ciudadana en
TeatroPuerto cultura (desde las artes escénicas en una primera instancia).
Más información:
Para ello, nos propusimos objetivos fundamentales que apuntan a la organización, visi-
Av. Balmaceda 124, La Serena
bilización y vinculación para así fortalecer el movimiento de los artistas escénicos de la
www.facebook.com/teatropuerto/ provincia de Elqui. Estos objetivos son: velar por el desarrollo cultural y de las artes a ni-
www.teatropuerto.cl/ vel local, regional y nacional; promover condiciones laborales seguras para el desarrollo
de la gestión cultural y proyectos artísticos; entregar formación en habilidades artísti-
cas, técnicas y de gestión a participantes del quehacer escénico, con y/o sin experiencia;
fomentar la participación de la comunidad como espectadores activos de los procesos
escénicos.
La Mandrágora
Nuestro Manifiesto Mandrágora señala que como grupo apuntamos a volver a nuestros
orígenes sociales, en donde el arte es parte de la sociedad y no un producto mercantil al
servicio de los mercenarios. Queremos devolver el arte al desarrollo del pueblo, como un
canal de expresión del espíritu, que engrandece a los seres en su conjunto con los demás,
que fortalece los valores básicos de una sociedad como el empoderamiento territorial, el
respeto intergeneracional y el valor del ser humano en su integralidad.
44 - 45
REGIÓN METROPOLITANA
Centro Cultural
Anfiteatro Cortijano
Texto y fotografía, gentileza de: El año 2005, producto de la construcción de la Autopista Vespucio Norte y la destrucción
de varios metros del Parque de las Rosas, se consigue –mediante la negociación entre
Centro Cultural Anfiteatro Cortijano la Autopista Vespucio Norte Express y varias agrupaciones sociales de la población El
Cortijo, junto a la Junta de Vecinos Unidad n° 30– la construcción del Centro Cultural
Más información:
Anfiteatro Cortijano, en la comuna de Conchalí. Desde entonces, quienes formamos parte
www.facebook.com/Anfiteatro-
de este espacio estamos avanzando en una senda común, donde la apertura social del
Cortijano-1650755038480535/ centro cultural, las decisiones democráticas y el respeto mutuo se transforman en la filo-
sofía principal que cimienta las bases para hacer de este proyecto un verdadero aporte a
la cultura y a la ciudadanía.
A lo largo de este periodo, varias agrupaciones han sido parte de nuestro Centro Cultural,
constituyéndose así la Agrupación Social y Cultural “Asamblea Popular Cortijana”. La admi-
nistración, por tanto, recae sobre el conjunto de todas estas agrupaciones y se sustenta en
principios como la democracia, el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la horizontalidad, la
autogestión, entre otros. Algunas de las agrupaciones que han sido parte son: Bío Circus,
Circunloquio, Pulso Urbano, Agrupación social, cultural y deportiva Chetor, Junta de Ve-
cinos Unidad nº 30, entre otros. Sin embargo, nuestras puertas siempre están abiertas
para todos quienes quieran llevar a cabo algún proyecto social y/o cultural.
Nuestro espacio nace de la necesidad de tener un lugar físico donde reunirse, organizarse
y entregar arte, cultura y educación popular. Gran parte de los miembros de la Asam-
blea Cortijana son nacidos y criados en la población El Cortijo, conociendo su historia e
identidad. Nuestro quehacer cotidiano se cimienta en base a valores diferentes a otros
centros culturales, gracias al voluntariado de sus integrantes. Asimismo, no llegamos a
intervenir un territorio ajeno y desconocido, sino que lo construimos como vecinos, con
nuestra gente. Además, los beneficiarios de nuestros talleres gratuitos y actividades no
son considerados usuarios ni clientes, sino agentes activos de sus procesos de crecimiento
y aprendizaje.
Nuestro trabajo en Conchalí es altamente valorado por la comunidad, así como por insti-
tuciones educacionales del sector, ya que durante nuestros 11 años de existencia hemos
llegado a ser uno de los pocos centros culturales activos en la zona norte, colaborando
día a día con el mejoramiento de la calidad de vida de nuestros vecinos, así como en el
fortalecimiento de la comunidad y su identidad local.
Festival Internacional
de Cine de Rengo
El Festival de Cine de Rengo nace el año 2004, cuando el entonces estudiante de cine Texto y fotografía, gentileza de:
Guillermo Pérez Gálvez propone a las autoridades comunales su realización. Su primera
versión en el mes de febrero de 2005 consistió en tres días de muestras y competencia Festival Internacional de Cine de Rengo
con una sola categoría: Cortometrajes Nacionales. Con el ánimo de promover el cine y
comenzar a formar y cautivar público, se proyectaron tres películas en 35mm, formato Más información:
que ya comenzaba a desaparecer, y que causó un gran impacto en el público, beneficiando
a más de dos mil personas. +56989837653
contacto@fecir.cl
Luego de ser realizado continuamente hasta la quinta versión, sumando distintas cate- www.facebook.com/fecir13/
gorías de competencias, seis días de muestras y otras actividades, en el año 2010, para www.fecir.cl
su sexta versión, el evento realizó su primera expansión al abrir la convocatoria a nivel
internacional, denominándose hasta la fecha “Festival Internacional de Cine de Rengo”.
Para integrar a los estudiantes, el certamen hizo otro gran cambio y desafío: pasó de rea-
lizarse durante once años en el mes de febrero al mes de septiembre, logrando de esta
manera traer al Teatro Municipal de Rengo, la sala principal del evento, a más de mil qui-
nientos estudiantes de educación básica y media, además de lograr mantener al público
de las competencias y de las muestras prime en la misma sala. Esto se suma a la sala en
el Centro Cultural de Rosario, a muestras especiales en sectores rurales y poblaciones,
logrando convocar cada año a más de ocho mil espectadores.
El recién pasado XIII Festival Internacional de Cine de Rengo 2017 se realizó en el mes
de noviembre y contó con seis categorías: Largometraje Internacional de Ficción, Corto-
metraje Internacional de Ficción, Animación Infantil Internacional, Documental Nacional,
Escuelas de Cine de Chile, MicroCortos Regionales. Además, se exhibieron cintas como
Una Mujer Fantástica, Palomita Blanca, Princesita, Sueño de Amor, entre otras. También para
esta versión se concretó alianza con el reconocido Festival de Cine de Viña del Mar, quie-
nes participaron con programación, conversatorio y jurados. Por otro lado, se concretó la
colaboración del destacado animador norteamericano Bill Plympton, nominado dos veces
a los premios Oscar, quien diseñó el afiche para la versión 2017, integrando a uno de sus
personajes icónicos, el perro Plucky.
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REGIÓN DEL MAULE
El Cahuín de Molina
Texto y fotografía, gentileza de: Organización e iniciativa cultural comunitaria, caracterizada por ser un ente vinculante de
arte y cultura, dedicada a la gestión, promoción, programación y desarrollo sociocultural
Centro Cultural y Artístico El Cahuín a través del arte, la cultura y la educación. Asimismo, desarrollando proyectos (Fondart,
Conace, Fondo Audiovisual, del Libro, de Innovación, Infraestructura, FNDR) y buscando
Más información:
generar acceso y participación local con la habilitación del espacio cultural.
Calle Independencia 1846, Molina
elcahuin@gmail.com Molina, comuna eminentemente rural, de trabajos agrícolas y de temporada, soñando
www.facebook.com/elcahuinmolina/ el arte como transformador social; un trabajo arduo y lleno de compromiso con el te-
rritorio de acción, contemplando sectores rurales y poblaciones. Realizamos un trabajo
colaborativo y asociativo con establecimientos educacionales, organizaciones sociales y
culturales de la comuna, la región y de otras sectores del país desde 2006, con algunos
altibajos, donde resultados y lo que se provoca no son medibles en cómo se aprecia y vive
la alegría, la magia y el contagiar las ganas de hacer un mundo mejor entre todos. Cahuín
es reconocido como organización con capacidad creativa e innovación desde lo simple,
referente valorado por la comunidad, que moviliza el entramado social a través del arte.
El motor principal es el teatro; los actores-profesores parten de una compañía y son quie-
nes aún lideran el equipo: Manuela, Eliel y Gaby. A ellos se suman “los amigos del Cahuín”,
compañeros artistas y gente del barrio. Las actividades van desde formación de elencos,
talleres, diversas disciplinas y manifestaciones artísticas culturales. En Espacio Cahuín
se realizan exposiciones permanentes, funciones de teatro, Feria de Artes Escénicas del
Maule, reuniones, ensayos, encuentros, conversatorios, recitales poéticos. Y los “Cahuines
Musicales”, donde una vez al mes se presenta una banda local, en concierto íntimo.
Aunque en proceso permanente, hemos logrado algunos sueños, como provocar reunio-
nes. El significado de la palabra cahuín en mapudungun es ‘reunión de comunidades’. Por
eso buscamos provocar a la comunidad y a otros a ponerse en marcha, con artistas com-
prometidos, siendo parte convocante. Se realizó una residencia comunitaria cogestionada
en Rapa Nui, para formación teatral y creación de montaje histórico; el Carnaval, donde
se articuló a l6 organizaciones locales, 5 regionales, escuelas y comunidad. También con-
tamos con herramientas como el Domo Itinerante, que propone extensión territorial para
compartir con artistas e iniciativas. Tenemos una micro para itinerancias, lo que ha costado
demasiado sacar adelante, y una pequeña biblioteca comunitaria.
Activa tu Presente
con Memoria
El programa de educación artística con enfoque de derechos “Activa tu Presente con Texto gentileza de:
Memoria” es una iniciativa sin fines de lucro que nació en Concepción en 2016, con tres
propósitos: activar la participación significativa de las personas en la vida cultural de su Activa tu Presente con Memoria
entorno, sensibilizar en Derechos Humanos y propiciar ejercicios de memoria colectiva.
Fotografía gentileza de:
En solo dos años ha logrado reunir a 51 artistas invitados y convocar a más de 2 mil per-
sonas a sus talleres, testimoniales y espectáculos de entrada liberada, actividades que
Paula Leonor
emanan del estudio de públicos que realiza en cada versión.
Más información:
Teniendo como principal territorio de impacto a la región del Biobío, y bajo la consigna
La Cultura es un Derecho, ejércelo participando, el programa inició su despliegue con los +56990171859
talleres de reflexión creativa y autoedición de libros cartoneros “Mi Memoria Cuenta” y activatupresente@gmail.com
“La Historia de mi Foto”, nutriendo espacios culturales y educativos de las intercomunas www.facebook.com/
del Gran Concepción. Esto permite poner en valor el relato individual e intercambio de his- activatupresenteconmemoria/
https://activatupresente.wordpress.com/
torias para construir identidades comunes, problematizando la noción de patrimonio en la
caleta de Lirquén, el enfoque de género en Chiguayante y el derecho a la educación en
Talcahuano. El resultado de cada taller fue una exposición de libros con historias vividas
y escritas por quienes participaron.
Dada su autonomía, una característica del programa creado por Alejandra Villarroel
Sánchez, periodista especializada en Pedagogía de la Memoria y DDHH, es su gestión
colaborativa. Eso permite generar redes de apoyo con el mundo público y privado, ade-
más de medios de comunicación social tradicionales y comunitarios. Entre las principales
alianzas se cuenta la Dirección de Extensión y Pinacoteca UdeC, el CNCA-Biobío, Flor de
Calabaza, Hostal Plaza Suite, Radio Biobío, diario electrónico El Desconcierto y Radio Hu-
medales. Por otra parte, para abrir espacio a nuevos modelos de colaboración y apren-
dizaje, se convocó a estudiantes de Ciencias Sociales, para conformar las Brigadas de
Audiencias y de Difusión.
48 - 49
REGIÓN DE LA ARAUCANÍA
Ñeque Teatral
Texto y fotografía, gentileza de: Ñeque nace el año 2012 como resultado del encuentro de personas con deseos de desa-
rrollar lenguajes teatrales y musicales creativos, a partir de temáticas que combinen el
Ñeque Teatral arte, la pedagogía, la ciencia y lo ancestral. Distintas disciplinas componen este grupo de
actores-músicos, cada uno con larga experiencia artística profesional en grupos musicales
Más información: y compañías de teatro. Radicados en Caburgua, sur de Chile, contamos con un espacio de
ensayo construido en medio del bosque, entorno privilegiado para la creación y experi-
Camino Pucón, mentación artística, descentralizando así la cultura e itinerando en lugares alejados.
Caburga sector Quetroleufu.
+5685976627 / +5693650457 Nuestro primer espectáculo “Ningún Pájaro Canta por Cantar”, financiado por Fondart
nequeteatral@gmail.com Nacional convocatoria 2013 y por el Programa Explora de CONICYT, cuenta con tres
www.facebook.com/nequeteatral actores-músicos en escena, destacando la participación de Lorenzo Aillapán (Hombre
Pájaro Mapuche, reconocido como Tesoro Humano vivo por la Unesco 2012), en la cual
se abordan temas sobre el rescate del bosque nativo y la valoración de la cultura mapuche
como parte de nuestros ancestros. También contamos con dos espectáculos dirigidos a la
primera infancia: “Concierto de Colores” y “Concierto de Lectura”, que mezclan la música,
el teatro y la pintura, en donde diferentes atmósferas envuelven al espectador estimulan-
do sus sentidos y potenciando su capacidad lúdica. Actualmente estamos itinerando nues-
tro nuevo espectáculo “Acercando el Universo: Charla TEDatral”, proyecto financiado por
el Programa Explora de CONICYT, que en formato de charla TED nos cuenta de manera
creativa el origen el universo y cómo el ser humano se ha relacionado con él.
REGIÓN DE LOS RÍOS
Pichikeche
Pichikeche significa en mapudungun ‘niños y niñas’. Se trata de uno de los proyectos de Texto y fotografía, gentileza de:
la Organización Comunitaria Funcional Mundo Libre, que consiste en el desarrollo de
Campamentos Cinematográficos y Festival de Cine para niños, niñas y jóvenes. Pichikeche
Nuestra organización inició sus proyectos en 2011 en Esmeraldas, Ecuador, donde recibió Más información:
importantes premios y luego de eso se estableció en Chile.
+56963105769
Entre varios proyectos realizados, como talleres en escuelas, talleres en comunidades, direccion@pichikeche.com
entre otros, llegamos a crear Pichikeche, como un concepto integral que propende a in- www.facebook.com/festivalpichikeche/
tegrar el lenguaje audiovisual en las escuelas públicas del país. www.pichikeche.com
www.organizacionmundolibre.cl
El objetivo de esta iniciativa en particular es que los participantes tengan la oportunidad
de experimentar la creación, producción y montaje de un cortometraje, con sentido crítico
a partir del trabajo en equipo.
Pichikeche cuenta con una gran potencial cultural debido al territorio donde se ejecuta
el proyecto. Además, como organización potenciamos otras áreas de los niños, niñas y
jóvenes, principalmente entendiendo que somos seres integrales y que la educación con-
vencional no lo es todo. Además de las actividades relacionadas con la creación de cine,
dentro de la programación diaria del campamento se realizan actividades artísticas y re-
creativas que permiten fortalecer otras áreas, actividades como danza, música, juegos
mapuche y clown. Creemos que los niños, niñas y jóvenes, al tener estas experiencias, lo-
gran explorar su lado artístico y les entrega herramientas útiles para la vida en sociedad.
El equipo de Pichikeche está formado por Rolando Carileo, director; Francia Rosales,
productora general; Berta Leyva, programadora; José Matamala, productor ejecutivo;
Alison Obreque, investigación y análisis; y Héctor Ibáñez, productor en terreno.
50 - 51
REGIÓN DE LOS LAGOS
CodarteChiloé,
la Travesía Insular
Texto y fotografía, gentileza de: En el año 2012 nace CodarteChiloé, organización sin fines de lucro que busca fomentar
la actividad artística-cultural en el territorio del archipiélago de Chiloé, desde una mira-
Corporación Cultural CodarteChiloé da reflexiva, buscando el fortalecimiento de las identidades locales y teniendo a la músi-
ca como principal recurso, en tanto manifestación simbólica de pertenencia y agente de
Más información: transformación social.
codartechiloe@gmail.com
www.codartechiloe.cl Nuestro público son niños, jóvenes y adultos, tanto del campo como de la ciudad, así
como turistas que se encuentren en la zona.
El año 2018 desarrollaremos en el mes de noviembre el 10º Festival Musical Chiloé, se-
leccionado por el Fondo de la Música en su convocatoria 2018, en la línea de actividades
presenciales de fomento a la música nacional, modalidad Festivales de Trayectoria, y que
es complementado por la Academia Musical Chiloé, donde los músicos invitados realizan
clases y talleres a los jóvenes asistentes.
Nuestros siguientes pasos son establecer alianzas con los diferentes municipios del ar-
chipiélago, para poder llegar con nuestras actividades a lugares más apartados. Además,
postular nuestros proyectos a la Ley de Donaciones Culturales y, de esta manera, poder
acercarnos a las empresas de la zona para solicitar su colaboración y seguir postulando a
los fondos concursables en el ámbito de la cultura, tanto nacionales como internacionales.
Otras de las actividades de CodarteChiloé que podemos destacar son el taller de diseño de
proyectos culturales; el seminario “Nuevos Medios, Territorialidad y Creación” en Chiloé y
“Diálogos del Sur”, que se realizó en Chiloé y Valparaíso; y las Travesías Musicales Insulares.
Nuestro equipo está compuesto por Paola Moraga Rojas, directora de proyectos; Alejan-
dro Lavanderos Gallardo, director de programación; Rodrigo “Geno” Muñoz, fotógrafo;
Alexandra Saval, diseñadora gráfica; y Scarlett Barra, encargada de comunicaciones.
REGIÓN DE AYSÉN
Escuela de Formación
Artística Poblarte
Poblarte es un proyecto educativo con enfoque artístico multidisciplinario y cultural, Texto y fotografía, gentileza de:
creado para los niños, niñas y jóvenes de la región de Aysén. Nace el año 2012 en la
ciudad de Coyhaique, con talleres de arte circense, fotografía, técnicas de dibujo, danza Escuela de Formación Artística Poblarte
africana, serigrafía, escalada deportiva, permacultura y yoga, en dependencias de la
Escuela Municipal República Argentina. Más información:
Esta escuela nace por la necesidad de otorgar espacios de desarrollo artístico-cultural y por Pdte. Errázuriz 760, Coyhaique
sobre todo humanos, apuntando siempre a sectores de la población donde habitualmente +56956796769
no llegan este tipo de iniciativas, debido muchas veces a la aislación geográfica en la que se escuelitapoblarte@gmail.com
encuentran y que no les permite tener acceso a vivenciar y participar en este tipo de espa- www.escuelitapoblarte.cl
cios de formación.
52 - 53
REGIÓN DE MAGALLANES
Texto y fotografía, gentileza de: El Espacio Cultural La Idea es un proyecto comunitario que nace en marzo de 2014, como
una alternativa real ante la falta de espacios e infraestructura pública habilitada en la re-
Centro Cultural La Idea gión de Magallanes, para el adecuado desarrollo de actividades artísticas, culturales, de-
portivas, educativas y sociales. Esta necesidad llevó al entonces recién electo diputado por
Más información:
Magallanes, Gabriel Boric Font, a disponer de su propia oficina parlamentaria para tales
efectos.
Mejicana 252, Punta Arenas
+56998727878
laideacultural@gmail.com Desde entonces, “La Idea” como se le conoce popularmente –y a modo de rescatar ciertos
www.facebook.com/espacioculturallaidea/ principios claves de la corriente anarquista, como la liberación, solidaridad, equidad, au-
tonomía, el apoyo mutuo y la responsabilidad–, ha cumplido con el objetivo propuesto ini-
cialmente, posicionándose actualmente como un articulador válido ante la comunidad y
reconocido como tal por los organismos y autoridades relacionadas, de una u otra forma,
al inmenso y transversal mundo de la cultura. Es esa transversalidad la que a su vez ha ido
generando un público objetivo diverso, dotado de una notable capacidad para plasmar el
producto de su imaginación y creatividad en los pasillos y galerías que ofrece el espacio,
apoderándose del mismo y logrando a partir de entonces la construcción de una comuni-
dad organizada, empoderada y activa, que convive a diario en sus instalaciones, las mismas
que en paralelo son testigos del trabajo y atención a los magallánicos que cordialmente
brinda el equipo laboral que desde Punta Arenas se desempeña.
Los territorios son espacios que generan tensiones culturales: son apropiados y re-construidos
por alguien o por algunos. No hay territorios sin prácticas y acciones humanas que no le den
forma o deformen. Los territorios se construyen en base a múltiples órdenes simbólicos, puesto
que –justamente – intervienen los modos de pensar la identidad, las diferencias y la historia. Gracias
a los procesos de desterritorialización es posible alentar nuevas preguntas sobre el sí mismo. Es ahí
cuando en los territorios emergen las resistencias y las voluntades de cambio. Gracias a esos procesos
de insistencia y re-construcción en el territorio, se logran nuevas formas culturales. El territorio es
investido de una representación simbólica otra, que ofrece nuevos ritos, diversas lógicas de acción
y diversas formas de vida. Así, la noción de territorios culturales está cruzada por tensiones de
flujos y demarcaciones, de fronteras y aperturas cognitivas. Territorio y cultura es transformación
y re-construcción identitaria. Frente a este problema, ¿cómo re-apropiarse del espacio público/
territorio desde la gestión cultural? ¿Cómo pensar nuevas formas identitarias desde la descentra-
lización/desterritorialización cultural?
Memorias en red
Marcela Fernández
Descentralización de la memoria, estrategias de colaboración en torno a la recuperación
de espacios públicos como Sitios de Memoria –que funcionen como aglutinadores de las Corporación Memoria & Patrimonio,
historias, memorias y saberes de los territorios en regiones– es un desafío del que es ne- Gestión Cultural Patrimonial,
cesario hacerse cargo. Es así que, de la importancia del ejercicio continuo de la memoria, San Fernando
emerge insurgentemente un sentido de comunidad donde el rito y sus diversas derivas
asociadas de reparación y no repetición nos permiten aliviar dicho pesar. En aquel proceso
de autoanálisis psicosocial y de profunda vinculación política se nos permite desarrollar Alberto Barraza
la mirada en torno al “otro” y, más específicamente, a detectar esos espacios “comunes”
desarticulados por el modelo neoliberal. Casa de la Memoria, Coquimbo
Hoy son los Sitios de Memoria los que disputan espacios, ya sea públicos abandonados en
busca de una protección, o privados con la posibilidad de pasar a manos de agrupaciones
y/o colectivos de base.
Por su parte, la Casa de la Memoria de Coquimbo surge como una necesidad de contar con
un espacio de memoria en la ciudad. Para esto, los ex presos políticos de la zona deciden
iniciar las presiones al Estado con el propósito de conseguir una propiedad para crear un
espacio público dedicado a la memoria en Derechos Humanos. Ante la falta de esos espa-
cios que fueran del Estado, se logra un hecho único a nivel nacional que es la compra de la
propiedad a privados, transformando así lo privado en espacio público nuevo en la ciudad,
para así realizar el proyecto de instalación de la Casa de la Memoria de Coquimbo.
56 - 57
Gestión cultural y descentralización
en la región de Aysén: el caso de Balmaceda
MARÍA IGNACIA GUTIÉRREZ Si bien Balmaceda y sus habitantes parecieran ocupar un “pueblo fantasma”, hay hom-
bres y sobre todo mujeres peleando para no quedar en el olvido de las autoridades y
Productora Audiovisual y Gestora
sus generaciones más jóvenes. Balmaceda es un lugar imponente para quien consigue
Cultural-Profesional Servicio País mirarlo con atención. Llegar acá puede resultar inicialmente desconcertante, en relación
2017 al imaginario que existe sobre la región de Aysén. Sin embargo, la permanencia en este
lugar permite descubrir su belleza y especiales características.
Ubicada en la zona oriente de la región, y con poco más de 300 habitantes, esta localidad
fue un lugar de confluencia por su condición fronteriza y puerta de entrada a la región, lo
que significó la radicación de comerciantes y grandes estancias ganaderas. Es aquí don-
de, a principios del año pasado, fui convocada a realizar una intervención en el ámbito de
la cultura por el Programa Servicio País de la Fundación para la Superación de la Pobreza.
Desde el 2014 hemos podido implementar estrategias enfocadas a fomentar y potenciar
una gestión cultural con base comunitaria. Esto ha implicado acompañar a las personas
de esta localidad para que visibilicen, activen y conecten sus recursos, a través de dos lí-
neas de acción: favorecer la integración e inclusión social, junto con promover el rescate
y valoración del patrimonio local.
En la década del ‘40 la construcción del aeródromo de la Fuerza Aérea de Chile implicó
la expropiación del casco histórico del poblado. Balmaceda sufrió la destrucción de una
parte sustancial de su patrimonio urbano, una de las primeras heridas del pueblo y pode-
rosa razón de desarraigo. De ahí la importancia de gestar iniciativas en cuya base estu-
vieran presentes sus biografías, tradiciones y prácticas socio-culturales, ya que son estas
las que representan la idiosincrasia local, el valor de un modo de vida antiguo, donde aún
es posible ver las huellas de la colonización histórica de la región.
El espacio público, en su devenir de territorio común, transita al ritmo de sus contextos Poeta y Fundador de la
Universidad Popular de las Artes
locales, de mayor o menor movilidad, desde un entendimiento o no del haber comunitario.
Es aquí donde nos detenemos, o mejor dicho nos agitamos, para entender esa reclamación,
donde toda planificación/acción debe ser realizada con las comunidades, en sus tiempos,
con los vecinos y vecinas, todo con ellos, nada sin ellos (como diría Toni Puig).
Los Planes Municipales de Cultura (PMC), que el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
ha financiado y los gobiernos locales implementado, con una clara y buena intención, en in-
numerables casos han sido elaborados con una fuerte sub-representación, sin considerar
incluso en ocasiones a los propios gestores culturales y artistas del territorio local donde
se ejecutan. ¿Existe una autocrítica de la institucionalidad cultural, de las municipalidades,
de las organizaciones de base, gremiales, sindicatos? ¿Existe una autocrítica del rol que cada
cual debe aportar? Por otra parte, la debilidad o falta en muchos casos de una “orgánica real
y participativa” es tendencia permanente y preocupante; crear organizaciones para ganar
proyectos se convirtió en pasatiempo constante, y no es el camino.
La invitación es volver a los procesos culturales que, aunque sean largos, difíciles y utópicos,
fortalecen. Debemos reclamar el espacio público como eje principal del bien cultural co-
mún, abrirnos al diálogo sincero entre todos, a la solidaridad, desprendernos de la rigidez
de roles, construir desde nuestras legítimas diferencias, colectivamente, a la hora de pla-
nificar la gestión cultural pública de nuestras comunas, nunca más piramidalmente. Como
Universidad Popular de las Artes proponemos la reformulación de los PMC, una vez que
cumplan su primer periodo, hacia Planes de Gobernanza Cultural Comunitaria. Poner en
el centro a las organizaciones y a las personas no será fácil: es una oportunidad histórica
que la gobernanza sea el corazón y principal lineamiento estratégico del nuevo Ministerio
de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Las organizaciones vivas alzarán esta bandera y
la institucionalidad debe acompañarlas, una y otra vez, abandonando las mediciones de
indicadores culturales históricos. No es necesario un nuevo ejército de consultoras que
nos digan lo mismo de hace 30 años: “falta capacitación en elaboración de proyectos y for-
talecimiento organizacional”, el eterno conveniente diagnóstico. El problema son los con-
tenidos, no que la metodología sea más entretenida. La reapropiación como reclamación
del espacio público desde la gestión cultural es ahora, ¡de todos y entre todos! 58 - 59
REVISTA DE
GESTIÓN CULTURAL
#10 2018