Vulnerabilidad de los derechos fundamentales en una situación de la vida cotidiana

Debido al conflicto armado que ha tenido Colombia en los últimos 60 años y sumado

los múltiples casos de población civil que ha cometido hechos deplorables, son innegables e

innumerables los casos de vulneración de derechos fundamentales, estos casos van desde el

derecho a la vida, a la libertad como el derecho a la educación, a la intimidad, muchos de

estos casos quedan en impunidad y en el olvido.

Hoy traemos el caso de la niña Yuliana Samboní, niña de tan solo 7 años de edad, hija

de familia humilde, niña indefensa, inocente, una verdadera víctima que fue secuestrada,

violada y asesinada por un tipo que por su posición social, pensó que no iba a ser relevante

cometer estos los actos.

El hecho ocurrió el 4 de diciembre de 2016, Rafael Noguera, quien es miembro de una

familia adinerada de la ciudad de Bogotá, con profesión arquitecto, con una vida tal vez

normal, sale de su apartamento, en una camioneta, se dirige hacia el bosque Calderón tejada,

barrio ubicado en el oriente de Bogotá, entre los cerros y la avenida circunvalar, caracteriza

por ser un lugar de invasión, la mayoría de población que ha llegado allí, desplazada por el

conflicto armado. Allí residía yuliana quien se encontraba jugando con su primo, en el

momento de la llegada Rafael noguera en su vehículo, siguiente a ello este entabla alguna

conversación y posteriormente toma a la niña a la fuerza, la sube contra su voluntad en la

camioneta y huye del lugar a gran velocidad.

 Al momento que fue raptada la niña, los familiares contactan a la policía y denuncian

el caso, hecho que fue acogido con gran importancia por la policía, los cuales emprenden la

búsqueda, el despliegue fue en corto tiempo y en barrios aledaños de donde ocurren los

hechos. Tras la indagación de los habitantes de bosques calderón que testificaron los hechos,

sumado a la revisión de todas las cámaras de seguridad del sector, pudieron orientaron e

identificar el carro que había raptado a la niña.

Toda la evidencia recolectada, las filmaciones hechas por la cámaras de seguridad,

llevaron a la policía nacional, hacia un edificio del barrio de chapinero alto, llamado Equus

66, allí Rafael noguera es dueño de un apartamento.

En este apartamento vacío, que se encontraba en etapa de arriendo, hallaron el cuerpo

sin vida de Yuliana Samboní. Después de la autopsia realizada al cuerpo sin vida de la niña,

las autoridades revelan, la crueldad a la que habían sometido a la niña, donde señalan que la

pequeña había sido violada, torturada y asfixiada hasta la muerte.

Cuando la niña fue encontró en el apartamento, Rafael Noguera no estaba en la escena

del crimen, según las autoridades, Rafael noguera sale del edificio después de cometer el

hecho y se va en compañía de uno de sus hermanos quien es un conocido abogado, hacia una

clínica privada por sufrir una aparente sobredosis de drogas.

 Todo esto fue para confundir a las autoridades y desviar la investigación, aun así, al

lugar llegaron las autoridades donde le describen los delitos, que son, secuestro simple, acceso

carnal violento, tortura y feminicidio agravado.

Las pruebas que encontraron las autoridades, fueron contundentes, las grabaciones de

las cámaras del carro donde llevo la niña, dicho vehículo después de hacer una inspección,

encontraron prendas de la niña. Cuando avanzaba la investigación, se revelo que dos

hermanos de Rafael Noguera, intervinieron en la escena del crimen, tratando alterar y

eliminar pruebas.

Este caso deja un gran repudio y enseñanza de vulneración de los derechos

fundamentales, a Dios gracias este caso no quedo impune, pero muchos casos más que a la luz

pública no salen y quedan sin responsables.

A Rafael Noguera lo condenan a casi 52 años tras las rejas y que su única defensa o

excusa es que estaba drogado y que no supo el error que cometía, pero con las pruebas no

tuvo otro camino que declarase culpable, los hermanos están a la espera de condena pues

también intervinieron en este caso. La familia de Yuliana, se regresó a su lugar de origen, y

esperan la compensación económica.