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Construcción de los

conceptos psicoanalíticos
Osvaldo L. Delgado
(compilador)

Con la Conferenda de Marie~Hélene Brousse


.,..El superyó en el siglo XXI"

Autores
Osvaldo L. Delgado, Kuky Mildiner, Silvia Pino,
Marisa Moretto, María de los Ángeles Córdoba,
Adriana Lafogiannis, Damasia Amadeo de Freda,
Mercedes Simonovich, Abigail losovich,
Griselda Enrico, Federico Giachetti,
Leticia Scharager y Natalia L. Contarbio

La edición de este título se realiza en cumplimiento del


Convenio suscripto entre la Facultad de Psicología UBA
y JCE cf. Resolución Nº 1533/04.

Comité Editorial
Constituido conforme la citada Resolución

Profesor Lic. Virgilio Enzo Carriolo


Profesora Lic. Alicia Noelia Cayssials
Profesor Dr. Gustavo Eduardo González
Profesor Dr. David Alberto Laznik
Profesor Lic. Rodolfo Uribarri
Delgado, Osvaldo
Construcción de los conceptos psicoanalíticos: con la conferencia de Marie-Héléne
Brousse. El superyó en el siglo XXI / Osvaldo Delgado ; Kuky Mildiner ; Silvia Pino ;
compilado por Osvaldo Delgado; edición a cargo de Juan Ventura Esquive! ; ilustrado
por Héctor O. Pérez; con prólogo de Gerardo L. L. Maeso. - 1ª ed. - Buenos Aires
: JCE Ediciones, 2012.
144 p.; 23x16 cm. (Convenio Facultad de Psicología UBA JCE Ediciones I Juan Car-
los Esquive!)
ISBN 978-987-1660-14-8 I~
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.•

1. Psicoanálisis. l. Mildiner, Kuky 11. Pino, Silvia 111. Delgado, Osvaldo, comp. IV.
Esquive!, Juan Ventura, ed. V. Pérez, Héctor O., ilus. VI. Maese, Gerardo L.L.,
prolog. VII. Título.
150.195

A Javier Aramburu,
por una transferencia de trabajo que perdura.
Realización del interior y tapas Héctor Osvaltlo P'érez
Corrección Vanina Muram
Establecimiento de los textos Silvia Pino
Revisión técnica general Juan Ventura Esquive!

© 2012
JCE Ediciones
Juan Carlos Esquive! - Editor
Av. Oliv~ra 1059, "B"
( 1416) Bu e nos Aires
Teléfono: 15-5247-8819
e-mail: jc_esquivel@yahoo.com

Primera edición: agosto de 2012.


ISBN 978-987-1660-l4-8

Impreso en la Argentina.
Hecho el depósito que marca la ley 11.723.

LA FOTocop ~
~'"'"AL 1.m~ii
ESUN_bELllD
1odas los derechos reservados.
lr'l ·¡--¡,¡ Prnhihirl:i In n~nrnrl11cción. total o narcial.
Índice

Prólogo
Gerardo L. L. Maeso ..............................................
· .............. 11
~r~
1. El superyó en el siglo XXI
Marie-Hélene Brousse ........................................................... 13
2. Construcción de los conceptos psicoanalíticos
Osvaldo Delgado .................................................................... 25
3. Síntoma-fantasía: la función de la palabra en
los comienzos
Silvia Pino y María de los Ángeles Córdoba ....................... 4 5
4. Síntoma-Castración: autoerotismo ampliado y
extraterritorialidad
Silvia Pino .............................................................................. 53
5. La agudeza del síntoma
Marisa Moretto ...................................................................... 61
6. El programa de la materia: un plan de trabajo.
Enfocado desde la perspectiva del síntoma como
funcionamiento
Kuky Mildiner ....................................................................... 65
7. La praxis lacaniana en el debate con los posfreudianos
María de los Ángeles Córdoba .............................................. 77
8. La construcción del caso clínico
Federico Giachetti ................................................................. 8 7
9. De la fantasía al síntoma: soldadura y heterogeneidad
Abigail Iosovich ..................................................................... 95
10. Síntoma, pulsión y fantasía
Adriana Lafogiannis ........................................................... 105
ll. Síntoma y entrada en análisis
Natalia Lorena Contarbio .................................................. l ll
Prólogo
12. El Edipo: Un pasaje del ser al tener
Mercedes Simonovich ....................................................... 11 7
Gerardo L. L. Maeso
13. Juanito: un caso ejemplar
Damasia Amadeo de Freda ............................................... 127
14. El Hombre de las Ratas: la satisfacción como obstáculo
Griselda Enrico y Leticia Scharager .................................. 133
on la conferencia "El superyó en el siglo XXI" se a·,~na publica-
Índice alfabético de los Autores ............................................... 141
C ción polémica que ubica en aquél una exigencia cf~g~~e, fuera del
sentido, que toma cuerpo en el ser hablante y exige "todos los saberes" y .
"un todo sobre el saber", que si se encarnan en los institutos de ense-
üanza convierten a estos en nombres del superyó.
En el primer trabajo de este texto se seüala que el psicoanálisis es
riguroso en el uso de sus conceptos, deviniendo sin embargo una disci-
plina abierta, que da respuesta al malestar en la cultura, creciente en
la Eurppa Central de fines del siglo XIX.
Se afirma a partir de Freud una vía pragmática que aleja a aquella
de todo sistema especulativo, haciendo del psicoanálisis el procesamien-
to de una experiencia que se vale de la observación, generando nociones
y conceptos que surgen a partir de las dificultades y fracasos, cuando
experimentamos la importancia de un saber no sabido y resistido con el
cual convivimos los seres hablantes, desentraüando algo de nuestra
naturaleza que oscurece las razones de nuestro discurso conciente.
Se destaca el papel decisivo que la aceptación del inconsciente tiene
en el desarrollo de la ciencia en tanto la intuición creadora se impone a
epistemólogos y filósofos que intentan a su pesar sostener un saber sin
sujeto. Desde este marco se pueden leer los trabajos que despliegan de
una manera clara y precisa la actualidad de un debate sobre la práctica
del psicoanálisis de orientación lacaniana.
Es así que, desde distintos recorridos, se retoman y discuten el sín-
toma como enigma a descifrar tal cual se presentó a Freud y que dio
origen al nacimiento del Sin embargo se intenta esclare-
cer al "sinthome" noción Jacaniana ligada al goce, que actualiza el
tro de lo real, verdadero invento de Lacan que le permitió responder a la
elucubración freudiana del concepto de inconsciente que mantenía aisla-
dos a lo imaginario y lo simbólico, registros enteramente diferentes sin
puntos comunes, que lo real anuda en el llamado nudo borromeo.
No menos importante es el trabajo sobre el fantasma fórmula de
goce donde se articulan el sujeto del significante y el objeto a verdade-
ra defensa frente a la inconsistencia del Otro que hace desfallecer su
1 2 Gerardo L. L. Maeso

·1. El superyó en el siglo XXI


existencia. El atravesamiento del fantasma se vuelve entonces nece-
sario para el fin del análisis que no encuentra en la sublimación freu-
diana su vía de resolución.
La publicación incluye trabajos que dan cuenta de la construc- Marie-Hélene Brousse
ción de conceptos para una praxis definida como el tratamiento de
lo real por lo simbólico, siendo el goce perfectamente situable a
partir de este registro. Conferencia dictada por la autora en la Facultad
Es desde esta perspectiva que se aborda la construcción del caso de Psicología de la Universidad de Buenos Aires
clínico afirmando con Lacan que la misma estructura no genera el el 9 de mayo de 2011.
mismo sentido, ya que en la neurosis no hay sentido común y el tipo
clínico carece de utilidad para los demás casos del mismo tipo. Esto nos
recuerda la intervención de Lacan en la Universidad de Yale cuando
puso en reserva su célebre enunciado, el inconsciente está estructurado
como en lenguaje, afirmando que "... lo que crea la estructura es la Os1valdo Delgado: La cátedra "Psicoanálisis Freud I" ha organizado
manera en que el lenguaje emerge en el inicio en el ser humano, siendo esta actividad especial con una invitada a la que respetamos y quere-
esto, en último análisis, lo que nos permite hablar de estructura". mos mucho, Marie-Hélene Brousse. Seguramente será para todos un
Cuando el nifio aprende a hablar se deja sugerir montones de cosas aporte muy importante, tanto para los que estudiantes que están cur-
lo que muestra que las llamadas fases oral, anal y fálica están profun- sando como para los que inician su formación en psicoanálisis.
damente ligadas a la adquisición del Le paso la palabra a Silvia Píno, Jefa de Trabajos Prácticos de
Desde aquí quedan esbozados en textos el intento de dar cuenta las Cátedras "Psicoanálisis Freud l" y "Construcción de los concep-
de la necesidad de otra esc:ritura c¡u0 no provenga de la palabra habla- tos psicoanalíticos" y responsable de las áreas "Psicoanálisis y cul-
da, y que sostiene aquel tardío enunciado de Lacan: "el psicoanálisis es tura" y "Ateneos clínicos", quien presentará a Marie-Hélene Brous-
un sesgo práctico para sentirse se y coordinará la mesa.
Silvia Pino: Esta conferencia "El superyó en el siglo XXI" se inscribe
en el marco de una serie de conferencias organizadas por las Cátedras
"Psicoanálisis Freud I" y "Construcción de los conceptos psicoanalíti-
cos". Es una actividad que se inició en el 2006 y que tiene el espíritu de
acercar a la Universidad pública a los referentes actuales del psicoaná-
lisis mundial. Agradecemos el auspicio de las Secretarías de Extensión,
de Cultura y Bienestar Universitario y ele Orientación al Estudiante,
de la Facultad de Psicología de la UBAy le agradecemos a Marie-Hélene
Brousse su excelente disposición al aceptar nuestra invitación.
Marie-Hélenc residente en Doctora
en en el de Psicoanálisis de la
UniV(órsidad de VUI, Miembro de la Asociación l\1undíal de Psi-
coanálisis, Analista Miembro de la Escuela dP la Causa Freudiana y de
la Escuela de la Orientación Lacaníana.
Nosotros contarnos en espafiol con numerosos textos suyos y con
una publicación que se llama Posición sexual y fin de análisis, que
muchos de ustedes han leído porque es parte de la bibliografía de una de
nuestras cátedras y del curso de Maestría.
J..'+ \..-'Vt1,,)1,f t,f.\,~,/,\Jft- Ct-t;; t-V.:> (,UJ/,l,,Cf.J/,{)<) }Ji'::>/,l,VU,fH.. r//,/,i1.,u,-.,
. -- ·-·-·--------·~------·----- -------·--
Marie-Hélene Brousse: l. El superyó en el siglo XXI

Quienes tenernos el gusto d¡' conocer la producción de Marie-Hélene


y haber sido causados por su transmisión, destacamos en su enseüanza es generalmente el trabajo que se hace, pero aquí no. Voy a hablar de
un estilo que resulta de enorme valor, no sólo para los practicantes del lo que Jacques Lacan hizo con el concepto, cómo y qué encontró al
psicoanálisis sino también para el ámbito universitario; esto es lo que comienzo de su enseiianza y al final, como ejemplo del trabajo de lec-
me interesa subrayar hoy. El estilo al que me refiero es que se trata de tura e interpretación y, si se puede decir, ele un ir más allá de la
una transmisión en acto, en la cual la elaboración más rigurosa es doctrina freudiana, lo que permite al psicoanálisis no volverse una
solidaria y se potencia desde un decir que reconoce y aprovecha la expe- religión sino un saber que cambia, que se desarrolla, que se autocríti-
riencia singular, elaborada desde el recorrido ele un análisis en articu- ca y que permanece vivo. Pero, también, responde a algunas normas
lación con la formación universitaria recibida. de reflexión y de trabajo intelectual, que por no ser exactamente cien-
Una frase ele uno de sus textos destaca con claridad algo que nos tíficas, al menos son lógicas.
interesa a quienes sostenemos la paradoja de la transmisión del psi- El superyó en Freud-lo voy a decir de manera rápid'~e"lnjusta- es
coanálisis en la Universidad, tanto docentes como alumnos, en rela- una instancia en principio psíquica y luego es una instancia no muy
ción con la episteme. Ella hace una pregunta respecto de la filosofía clara, es decir, una instancia un poco contradictoria. Por un lado, se
en la Universidad: "¿cómo se puede matar a un muerto?" y responde: presenta en Freud la idea de que es la instancia del juicio moral en el
"separando sus enunciados de su enunciación. Enunciación, única sujeto como una de las consecuencias del complejo de Edipo. Por otro, se
huella del deseo en su obra". presenta en algunos textos freudianos como la instancia de la demanda
Para nosotros, Marie-Hélene testimonia de una transmisión viva para la satisfacción, "un poquito más de satisfacción". Se presenta como
del psicoanálisis y consideramos que es solicbria de la apuesta que sos- la instancia del más, más, más ...
tenemos en estas cátedras en la Universidad de Buenos Aires. Por eso Esto lo seüaló J acques-Alain Miller en un trabajo de investigación
es una enorme alegría tenerla hoy con nosotros. que hizo en Nueva York, hace veinte años. Había leído de esta manera
Marie-Hélene Brousse: Es un honor hablar en la Universidad de precisa el texto de Freud encontrando el adjetivo con el cual Freud
Buenos Aires porque el psicoanálisis tiene en la Argentina, en muchos mismo define al superyó: "sádico". Entonces, por un lado, es una ins-
ámbitos pero especialmente en la Universidad, un lugar que jamás ha tancia que se presenta como lo que nos hace morales, porque nos permi-
tenido en Europa, ni siquiera en Francia. te decidir si está bien o si está mal. Y por otro lado, es la misma instan-
Enseño el psicoanálisis en un Departamento que es el único que hay cia que se define por una cierta relación con la perversión por medio del
en Francia dedicado a la enseiianza del psicoanálisis, Departamento sadismo y del masoquismo. Más allá del hecho de que el superyó es uno
que fue fundado por Lacan a finales de los aüos 60 a partir de los acon- de los conceptos freudianos que se volvieron parte de la lengua común,
tecimientos de mayo del 68. que se utiliza más allá del marco de la doctrina psicoanalítica y que
Así, por un lado, es un honor y, por otro, tengo mucha curiosidad de cada uno en la calle puede decir "¡oh, tu superyó!", más allá de esto
saber qué pasa con el psicoanálisis europeo en una materia dictada en encontramos en Freud la observación clínica de la relación del superyó
la Universidad. Como Osvaldo Delgado me ha invitado en el marco de con la perversión. Hay una paradoja en este binario porque general-
su Cátedra, me he fijado en su materia que trata acerca de cóm,) se mente no se define el campo de la moral como igual al campo de la
construyen los perversión. Y, quizá, nos equivocamos. Vamos a salir de este enigma.
Mi tiene que n3r con el que el tema Se puede utilizar un término que Lacan utilizaba para caracterizar el
de de 2010-2011 en la Universí- complejo de en decía que era "heteróclito".
dad de París VJIL Lo he elegido porque prepararme para el Es dificil diferenciar entre ideal del yo y En algunos textos,
futuro Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisís que vil a Freud utiliza el superyó como sinónimo de ideal del yo y en otros, no.
tener lugar en Buenos Aires en el 2012 y que se cm1trará en los cambios Todo el esfuerzo de Lacan, durante aüos -se puede decir que hasta El
en el orden simbólico en el siglo XXI. Para mí, este trabajo sobre el Seminario 10-, será diferenciar, junto con su elaboración del complejo
superyó se explica en ese marco. de Edipo en términos de metáfora paterna, entre ideal del yo y superyó.
No voy a hablar de la construcción del concepto de superyó en la obra Un lugar en el que se encuentra el término "superyó" en Lacan,
de Freud, incluso sabiendo que por su nivel en la carrera universitaria antes de El Seminario 1 que es de 1953, es en un texto maravilloso de
1946, inmeiliatamente después de la Segunda Guerra Mundial, titulado
6 Construcción lus L El el ,;iglo XXI

"La psiquiatría inglesa y la guerra", que tiene que ver justamente con prehistoria y que, si los niños hoy en día tienen como animal fóbico, por
el superyó. Alí utiliza el término en el penúltimo párrafo que aparece ejemplo, al lobo, es porque son de la especie humana que en tiempos
como punto de capitón del texto entero bajo la fórmula "los poderes prehistóricos sí tenía miedo a los lobos y a los animales feroces, quedan-
oscuros del superyó", y analiza qué pasó durante la Segunda Guerra do en los genes algo del lobo inquietante de aquel período. Es una de-
con esta brújula: "el ascenso del superyó en relación con la moderni- mostración improbable.
dad". En especial, la Shoá manifiesta precisamente el desarrollo inten- La demostración de Lacan es a la vez, lógica y simple: el lobo quedó
so del superyó en la cultura. presente, ¿dónde?, en el lenguaje y en los discursos desde él siglo XV o
Les aconsejo este texto que sigue siendo muy interesante, especial- XIV, en los cuentos que se leen a los niños, en las que hacen
mente porque termina con una profecía. Lacan dice que todo lo que los padres. Entonces, esto sí es una demostración De este
hemos visto durante la Segunda Guerra .Mumlíal va a desarrollarse modo, Lac11n anuda el concepto de superyó con lo
aún más y que estos "poderes uscuros" van a crecer. La observación fundamental que Lacan hace en El Semi-
E;ntonces, cuando vudve €·n El Seminario l sobn· el superyó es a nario J propósito del superyó (;S la siguientl': vez,
propósito de una observación clínica muy famosa en la historia del laca- instancia de la y Pl d(o destruirla. una conjuncíón contra-
nismo, un texto clínico de Rosine Leforl, psicoanalista lacaniana muy dictoria entre enuncíar la de inmediato destruirla. Eso es lo fun-
conocidR que lR enseñanza d0 Lac¡¡n toda su vida. En ese damental su demostración para eso, utiliza un caso suyo. flay
momento era una joven practicante que hizo, en el seminario que dicta- casos de Lacan en los Seminarios. uno de estos estú aquL
ba la lectura clínica de un caso de un niño Les voy a resumir el caso: se trata ele un LacCln
autismo o pero si un nil1o muy ha hiendo hecho analíl ico que
debate clínico entre los asistentes con rElación intocado. el síntoma en
hace un desarrollo sobre el mano: dificultad de moverla ~Lacan no dice pero
problemas con la mano que le impedían muchas cosas. Lacan seüala
por este niüo está relacionada con el afocto de que le había llamado la atención un del cual el
modo rápido: el nuedo es un afecto que humamza. La primera marca de quejaba. Todo lo siendo de cultura
culturnlización y humamzación de este niño, llamado Robt:rto, es el habiendo vivido en un ambiente musulmana clásico no tenía ningún
miedo y viene con un único significante: "el lobo''. Es claro que este interés de saber acerca de su cultura musulmana estando totalmente
significante se ubica en el marco simbólico porque, como lo nota Lacan integrado a ella. Lacan menciona que tal iw!iferencia era para notar
en su comentario, "el lobo" no es para nada un animal que se pueda porque no era un rechazo ni se cCJmo rebelión.
encontrar en las afueras de París en el siglo Es como una de ba como un "(:So no tiene nada que ver conmigo".
que el entorno, el medio ambiente de un niño, no es el medio ambiente Al hacerle hablar sobre su infancia aparece un trauma. En su
en el sentido geográfico, sociológico, sino que es en lo simbólico donde historia de niño había ocurrido algo <cn su familia: su padre, alto
claram<mte "el lobo" tiene existencia. Lacan, demuestra así que es el funcionario, había sido rechazado de su puesto en ocasiones muy
orden simbólíco el mundo en el cual surge y se define el del in- dolorosas v él de nifio había escuchado conwntarios de los familiares
consciente. Después pregunta,. este lobo'!" y ,, d la hubiera
Aclaro que Lacan cambiará su definición lo simbólico tenido que
Seminarios lG 17, diferenciando emre simbolismo tar la nwno n i:;íúm1cn.
distinción que no aparece aún en El Seminario 1 De todos A de aquí, La can ddine el como un enunciado discor-
demostración sobre "el lobo" funciona muy porque dante decir. · es el enunciado discordante')
esclarece algo que había permanecido como un misterio para los "Tendrás la mano cortada", ul enuncú1do d,; Este enunciado
nalistas freudianos y, especialmente, para uno que se cle1licó trabajar relacionado con un traumatismo, con el vínculo de este niño coll su
sobre la fobia, John Baldwin, quien intenta explicar el miedo al lobo por padre en el final del Edipo, viene censurado.
el medio geográfico cambiante. Eso lo obliga a adoptar la hipótesis de De este modo, Lacan relaciona la escísión deutru del orden simbólico
que en la psicogénesis hay algo que continúa desde los tiempos ele la de lo que queda elaborado, dialectizado y lo que queda
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Construcción de los psicoanalíticos
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objetos lacanianos que están en la misma lista siendo distintos de los


afuera, desconectado, discordante, sin dialectización posible y hace, de dos objetos freudianos -el seno y la mierda.,--, que están relacionados con
este último, el núcleo, la definición del superyó. Es decir, a la ley que la demanda del Otro y con la neurosis. Los dos objetos lacanianos, la
queda in tocada y aislada la une a un síntoma corporal e ideacional-único mirada y la voz, están relacionados con la psicosis, donde la alucinación
modo que tiene el inconsciente de surgir: por la vía del síntoma-. es la demostración de lo que es la voz. Podríamos decir que el superyó,
Relaciona el superyó a una escisión interna del orden simbólico que siendo la voz, funciona como la alucinación verbal para el psicótico, y
impone al funcionamiento fálico, dialectizado, una limitación. Esto es eso tiene que ver con el caso de Lacan de El Seminario l, al que le
lo que permite definir al superyó como una escisión para el sujeto ep cortan la mano, porque funciona fuera de sentido. Así funciona la voz,
su relación con la Tenemos algunos elementos en claro: escisión, e:l mandato de h~ voz en la psicosis. tal co~10 ,tambié~<l'¡mirada, que
discorda y trnuma. Hace del superyó una escisión dentro del ideal tiene su enorme importancia en la paranoia:' soy mir~·.
del yo, aquello que de la queda discordante con el discurso, con el Me voy a concentrar en E'l Seminario 16, porque en ese Seminario
mundo simbólico del sujeto. Lacan formula dos o tres cuestiones importantes.
importante: hace del superyó un imperativo, un im- En la primera cuestión encontramos a un "Lacan en contra ele La-
perativo del estilo del que le cortirn la mano o que le cortan la cabeza. can". tsta una orientación de lf'ctura que propuso Jacques-Alain
como en Alicia en el país de la El que define a la Millar quien la eleva a la dignidad ele un método de investigación. La-
Reina de Corazones: cortar la cabeza. como un capricho. ¿De can sostiene en El Seminario 16, que el lobo feroz, el cocodrilo voraz o la
este matiz de Viene prPcisamente del corte, de arafia (una escultura de Louise Bourgeois es una arafia titula-
del lado irnnosihle de dialectizar. de iustificar. de lP;::ritimar. no da ya sea del lado del --el lobo feroz- o del lado de la
mamá --araíla o no tienen nada que Esas
con un mandato fuera son boberías y La can hace una crítica de los que escri-
fuera del discurso del d<-:fini.r como aquello bPn tonterías y de los intelectuales que aceptan estas tonterías como
fuera del discurso y fuera del sentido para el interesantes. El no tiene nada que ver con eso, no trata para
el ideal del todo lo que de la y nada de trata de otra cosa. No es una instancia
función por el Nombre del Padre. El super- psíquica y mistificarlo en imaginarias como el lobo, la arafia o
yó es, aquello que queda fuera <lcl funcionamiento en el cocodrilo, produce !a ilusión de que hay una instancia psíquica lla-
términos de Nombre del Padre, pero qne teniendo el mismo ca- mada superyó encarnada en estas formas imaginarias. Entonces, pri-
rácter que el poder hunianizado del ideal del yo. mer punto: el superyó deja de ser una instancia psíquica. Eso es no
La reflexión de Lacan sobre el continuar. Si bien no solamente ir más allá de Freud sino que es un paso hacía otra vertiente
hubo ningún seminario dictado por Lacan i:'Obre esta instancia quedan de la teoría psicoanalítica.
distintas observaciones a travt'S de elaboración conceptual. Segundo punto: Lacan vuelve sobre el tema del superyó a partir de
He buscado otro momento de capitón fundamental en la ensefianza la crítica, a la vez irónica y a la vez elogiosa, de un artículo ele Berkeley,
de Lacan sobre el y, rcco11ociendo que es una elección mía, me "El superyó subestimado", apreciando que Berkeley se dio cuenta de
parece que un momento importa u te se encuentra en El SP1ninario lG. que en todos los textos en donde Freud mencionaba al como
al Huhiern nosible también elefiir El éste en relación con la que había
sido traducido al ele la mala manera, como
en el elaboración". Considerando que hubiera siclo mejor traducirlo por "aso-
ciertos puntos teóricos importantf~S que ciación libre'': es lo que se produce en el análisis por el mando de la
cambian la definición del es la primera vez que Lacan separa asociación libre; es decir, hablar, el movimiento de hablar sin censura
-no lo había hecho en El Seminario 1- la forma de la orden y sin control. De tal manera que, como dice Lacan en un francés muy
y del imperativo, de la voz que la sostiene. el enunciado, en su familiar, "el analizante siempre vuelve sobre la misma cosa" y sin que-
forma gramatical de imperativo, ele la voz que la pronuncia. Hace sur- rerlo. El movimiento de su palabra lo lleva siempre a hablar de la mis-
gir la relación entre el superyó y la voz -como tf .-A Míller recuerda en ma cosa. Este lado cansador, insoportable, pero a la vez necesario, eso
una charla que dio en Buenos Aires-- y, junto con la mirada, son los dos
Construcción los p.srcounalitic(;S 1 El el 2 1
o

es el superyó. Entonces, define al superyó no como una instancia sino un superyó que no está organizado exactamente como el superyó neuró-
como un fenómeno de estructura del dispositivo analítico Y de la pala- tico, pero lo tiene. No es que el perverso goza sin superyó, más bien se
bra, como aquello que vuelve y vuelve y vuelve, siempre, al mismo dedica al superyó. Aparece a esta altura de la enseñanza de Lacan una
lugar de manera necesaria. Eso no es una instancia, es un fenómeno puntuación fundamental sobre el superyó: clínicamente no es una ins-
de es~ructura de la palabra relacionado con lo que se perdió al hablar, tancia psíquica, no es algo que tiene que ver únicamente con la ley, sino
con el objeto, con el modo fundamental de goce del sujeto. Aquí encon- que es algo que tiene que ver con la exigencia de goce de un ser hablan-
tramos de nuevo el hecho de que, incluso si el superyó parece del lado de te, del hecho de que habla.
lo simbólico una instancia de interdicción -la ley que interdicta-, la Se podría también ir un poquito más allá, hablar de la relación
otra cara es precisamente la repetición del modo fundamental de goce del s;1peryó actual coi: el más all,á del Padre, es deo.~,e la desco-
del sujeto. El tipo de funcionamiento que presenta, en acto, el modo de nex10n entre el superyo y la func10n Nombre ya que e1 superyó no es
goce privilegiado y a la vez insoportable al sujeto, eso es el supc,ryó. una función nombre.
Tercer punto fundamental: la relación del superyó con la perver- Voy a terminar de manera un poquito más personal.
sión. Con mucha frecuencia aparecen intervenc10nes de Lacan sobre El superyó se encarna, a mi parecer, bastante bien en la Universi-
el superyó en el debate sobre la Recordemos que, inicial- dad. Les propongo, entonces, la Universidad como uno de los nombnes
mente, las dos formas de la perversión son el masoquismo y el sadis- del superyó, en tanto, primero: un "todos los saberes" v "todo
mo. Les recuerdo que el sadismo ya está presente en la definición de sobre el saber", Se ubica como un meta-saber, es decir, un sabé:.r sobre
Freud que caracteriza al los al contrario del inconsciente que un saber no que
¿Cuál la relación del no un saber expuesto sino un saber acto.
el El punto que el discurso del cual participa discurso
universitario es un discurso organizado por el deber, no solamente los
una voz que la deberes que tenemos que rendir los profesores, sino que se manifiesta
perversión como , "tenemos No sólo del lado de lo ideal sino del de
la voz que le del otro para una acumulación sin sentido. Los saberes univernitarios son
gozar. Por eso, dice La can que no una seria. No es una dos, racionales, interesantes pero son sin sentido para un analista, para
perversión seria porque el masoquista pone en lugar de la voz, de la.voz quien el único sentido que puede tener el saber en un análisis viene de
suprema, sí se puede decir, la voz que incluso quisiera quitarle la vida, la división subjetiva, de los efeetos de verdad que se producen durante
pone en este lugar a una persona que, a nivel no tiene poder. la experiencia analítica. El saber de un análisis es un saber que nos
Es el caso, por ejemplo, del jefe de policía que va al burdel para elegir a toca, no simplemente que nos interesa. Un saber cuya consecuencia
la pobre pl!Ül como la voz que manda. Eso es un el masoquista será introducir en mí un deseo o cambiar algo en mi deseo.
jamás va a elegir, como portador de la voz, a alguien que sí tenga una El saber universitario como el que se encuentra en un buen artículo
verdadera posición de poder, el 1\linistro de por e.iemplo. En- académico sería, por ejemplo, un catálogo de todo lo que fue dicho sobre
tonces, I ,acan dice que es una lo que no es el el superyó o todo lo que dijo Lacan sobre el
mucho más serio porque l Ie intentado poner de manifiesto tipo de movimiento había en
todos los perversos el asegurar al Otro con el este recorrido. Un movimiento de la haciR el allí donde Lacan
en él la posibilidad de que en su clínica se dio cuenta de la de lo que fun-
Es imposible entender la función del si uno no entiende lo para un hablante. Eso un efecto de verdad en
que es la función del objeto a, realizada por la voz. de la articu- tanto nos toca. Generalmente en un artículo académico no así
lación significante, pero voz pura en tanto que instalada en el lugar clel además, en Francia -no sé si aquí en la Argentina--- uno tiene que to-
Otro de una manera perversa o no, diferencia clínica estructural entre mar partido de manera muy prudente_
el superyó en la neurosis y el superyó en la perversión. Esto también Es por eso que el saber universitario jamás mventa nada, todos los
implica un dato dínico fundamental: el perverso no es como lo piensa la inventos acumulados fueron hechos fuera de todo dispositivo institucional
opinión pública un tipo sin superyó, todo lo contrario. El perverso tiene académico. Einstein no encontró en ninguna Universidad la posibilidad
2 Con strucrT(Jn en n ('f'}J tos

superyó en el siglo XY.I

ele pensar su teoría ele la relatividad. Está muy bien que la U ni versiclacl
venga luego a recoger, archivar, y es fundamental en tanto su lado agradables que hacer". Decían: "¡Pero está prohibido! ¡Usted tiene que
Babel, biblioteca inmensa, pero lo que está muy mal es que después con hacer los cursos!". No, dije, para nada y me fui, y nunca más regresé a
todos esos sabes iguales no tomamos parte. ese lugar. La respuesta que me dieron: "¡Pero usted tiene que ... ! ¡Ha-
La experiencia analítica está absolutamente del otro lado. No es una ble! ¡No importa que la escuchemos o no! ¡Hable!".
experiencia superyoica sino que es una experiencia de deseo, en tanto Hay un montón de profesores que viven la enseñanza con esta exi-
conecta el objeto no con un Otro completo sino con la división propia del gencia. El sistema escolar y la Universidad manifiestan el lado super-
sujeto. Es esa la conexión entre los dos siempre, cada vez que se anima yoico de la relación con el saber, eso tenemos que saberlo, tenemos que
esta división hay deseo. funcionar de otra manera en este ámbito. Del superyó r~~-
Entonces, el ejemplo adecuado para hoy ele supi:ryó es precisamen-
~r~
te el lugar donde me encuentro hablándoles. Me pasó, tengo que reco- Intervención del público: Agradezco tu toma de posición dentro de
nocerlo. Antes de pensarlo no me animaba para nada a hablar de la Universidad: salir de la neutralidad, la objetividad y la exactitud.
psicoanálisis aquí. Es importante porque es una contradicción mía, si Desde ese lugar le pregunto, ¿cómo habitar la tensión entre lo que todos
se puede decir así, contradicción que he vivido toda mi carrera. Por los días los analistas sabemos desde la experiencia analizante y el dis-
un lado, totalmente comprometida con el psicoanálisis y, por otro, curso universitario en el XXI? Una de las formas del superyó del
docente no título de complemento sino docente; funcionaria de Esta- siglo XXI es más acumulación de saber, más títulos, más ... Hay un
do. Contradicción que he vivido elaborado: puede más que no necesariamente quiere decir saber, sin embargo, estamos
habitando esta tensión.
transmitir del en ln Universidad nu
mitir? ¿Qué fuera? Sabiendo. Ma
Brousse: No me trnbíern quedado como docente
que no había cierta dignidad en la transmisión de
con8truida como una que Hnplica el
que recordar que el curso de
de del como lo decidieron Freud
alumnos. en los años 20. , está dentro del marco
En este momento, estoy armando una revista académica de psicoaná-
__ hasta hoy, permite un cierto tipo de rela-
lisis con colegas de América del Norte y hemos pensado mucho qué tipo ción con el saber que no es la relación psicoanalítica pero que puede
de artículos podemos poner de manera decente y lógicamente adecuada auspiciar, acoger un trabajo sobre los textos que tiene su tradición y
en una revista académica de psicoanálisis. ¿qué se puede poner? Se pue- que nos conviene. Nos convie1w porque el inconsciente es un saber tex-
de poner el eje del psicoanálisis aplicado, el psicoanálisis aplicado a la tual, es un los métodos de textualidad contribuyen a la forma-
salud mental, a la cultura, a la economía, pero quizás un poquito más. ción de los analistas.
Venir a dar un curso de psicoanálisis es siempre algo que me movi- El problema es que la institución universitaria da diplomas y diplo-
liza el superyó, es decir, moviliza en mí el imperativo. Más teniendo en mas profesionales y, en nuestro caso, para nada la enseñanza del psi-
cuenta una experiencia interc>sante que les voy a contar. Además de mi coanálisis en In Universidad puede dar la autorización de funcionar
de funcionaria docente la Universidad. me habían como analista. lo que la puede dar la personal.
desde otra un Era dinero. y es una confr¡c¡rfj"',¡,;n bien "
a hablar a los estudiantes no les ínteresnlw nada: hablaban En o]
sin parar. Intenté y finalmente me a los
que no van a salir con el título de psicoanalista, van sa !ir
"¿Qué <estoy haciendo aquí?''. con un título de investigación en el campo del pero no un
No me gustaba, no tenía el deseo de transmitirles nada y a ellos no título profesional que se obtiene, a la vez, a partir de una formación
les interesa para nada, para ellos era sólo una materin. Decido: "¡Bue- teórica seria de lectura de textos ele trabajo de investigación clínica -
no, me voy!". Cierro todo y me fui sin decir una palabra. Los estudian- que sí se puede dar en la Universidad-. y de su análisis personal. Eso
tes asustados me impedían salir diciéndome: "Pero ... "; les dije: "No les va a ser lo que los va a movilizar como analistas en su acto.
interesa, entonces cuando es así prefiero irme, ya que teng·o cosas más Es un límite, un límite no es una contradicción pero hay que respe-
tarlo y, además, hay que promoverlo.
2 4 Construcción de los conceptos p~ir:_~analit~co_s _____ _

Osvaldo Delgado: Tenemos cuestiones muy importantes planteadas


por Marie-Hélene que serán muy valiosas como un programa de inves- Construcción de los conceptos psicoanalíticos
tigación para las cátedras. . . , .
He situado cuatro. Primero: el superyó no como mstancia ps1qmca.
Segundo: el superyó en relación con la perversión. Tercero: el superyó,
en la actualidad, más allá del nombre. Y, por último, la relación del Osvaldo L. Delgado
superyó y el discurso universitario. Cuatro cuestion_es fu~damental;s Y
centrales para trabajar como programa ele mvestlgac10n de las cate-
dras en relación con el superyó.
Respecto a los contenidos que están cursando los alumnos, en los
primeros textos ele Freud ustedes se van a encontra.r c~n que la moral
oda la historia del ~si~oanálisis da c~ienta .~e q~e la producción
se asienta en la fuente independiente de desprendrnuento de displa-
cer, esto va a ser un antecedente fundamental de este lugar paradoja]
T conceptual no esta disyunta de la d1mens10n smgular de cada
tratamiento. A la vez hay que considerar que el trabajo conceptual y
que situaba Marie-Hélene respecto del superyó. Y sería importante riguroso en el seno del psicoanálisis no excluye la cuestión de que no es
comenzar con esta investigación para llegar a abordar la mesa que una disciplina cerrada, y de que sus conceptos no están formados de
vamos a realizar en el segundo cuatrimestre desde el Área de Psicoa- una vez y para siempre.
nálisis y cultura, bajo el título: "Los efectos subjetivos del terrorismo El psicoanálisis surge en el contexto cultural y científico de fines del
de Estado en la Argentina". siglo XIX, en la Europa Central de habla germana. Fue una do las tres
respuestas al malestar en la cultura surgidas en un mismo ámbito
geográfico y social: las otras dos fueron el fascismo y el marxismo.
(Establecimiento del texto: Silvia Pino) Pero es a partir de la falla en la cultura occidental el surgimiento
(Versión definitiva autorizada por la autora) de la ciencia moderna en el siglo XVII, en el desgarramiento entre
cultura humanista y cultura científica, donde el psicoanálisis va a
realizar su operación de elevar lo "singular al paradigma, y la "oca·
sión a la estructura".
Como lo formula Freud, en la sexta de sus conferencias que inte-
gran las Lecciones de Introducción al Psicoanálisis (1915-1916): "... con
el supuesto de que existen procesos anímicos inconscientes se ha inicia-
do una reorientación decisiva en el mundo y en la ciencia". 1
Tal es la justeza de esta afirmación, que para los psicoanalistas el
saber inconsciente marca el límite de toda posibilidad de lectura, ya
que ésta sólo es posible a partir del propio análisis.
La "Carta 69" a Flieso> del 21 de septiembre de 1897, nos brinda una
de las más valiosas enst:ñanzas respecto a la producción de saber en
psicoanálisis: nos revela el paso capital de la primera teoría del trau-
ma, a la concepción de la fantasía, bajo la fórmula "ya no creo más en
mi 'neurótica'". 2 Pero para ello, ha habido en Freud un cambio funda-
mental en su posición respecto al padre. En la carta citada escribe:

1
Freud, S. (1916-17), "Conferencia Nº 6. Premisas y técnica de la interpreta-
ción". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. XV, p. 19, Buenos Aires, 1991.
2 Freud. S. (1897). "Carta 69". En Ohrrrn CnmnlP.tn.~ Amnrrort.11 Vnl T n :iíll
2 6 Construcción de los conceptos psicoanalíticos
------·---···----·--"·-----------------------~-~- ----- Osvaldo L. Delgado: 2. Construcción de los conceptos psicoanalíticos 2 7

"Después, la sorpresa de que en todos los casos el padre hubiera de ser


inculpado como perverso sin excluir a mi propio padre". 3 Este cambio, Lacan da cuenta en "La ciencia y la verdad", de cómo Freucl no se
de la posición de víctima a la responsabilidad, da cuenta de la dimen- desprendió nunca de los ideales del cientificismo. Ciertamente Freud
sión ética del psicoanálisis: Freud no sólo se enorgullece de ser capaz de parte de la búsqueda de la causa, ya que se basa en las ciencias de la
tal autocrítica, sino que además formula: "¿Y si estas dudas no fuesen naturaleza, pero como lo formula J .-A. Miller en su texto Introducción
sino un episodio en el progreso hacia un conocimiento ulterior?".
4 a la Clínica Lacaniana, 8 en psicoanálisis la ca usa es doble. Más preci-
Por su parte, Jacques Lacan en "La ciencia y la verdad" (1978, 5 va a samente, entre la causa y el efecto hallamos la defensa;~
dar cuenta ele la relación singular que tiene lo que denomina "división Freud parte de ubicar un "hecho" como traumati~~', luego un
del sujeto" y la "vocación" científica del psicoanálisis. Dice Lacan: dicho que da un sentido, finalmente el síntoma que es un sentido.
"Recordemos dónde lo desanuda Freucl: en esa falta de pene ele la Es este el ordenamiento del que nos habla Lacan cuando enuncia
madre donde se revela la naturaleza del falo. El sujeto se divide aquí, que lo propio del sujeto psicoanalítico, aquel que es excluido por la
nos dice Freucl, para con la realidad, viendo a la vez abrirse en ella el ciencia, es la división entre verdad y saber, división que Freud ex-
abismo contra el cual se amurallará con una fobia, y por otra parte presa en su fórmula "Wo es war, soll !ch werden". Fórmula que
recubriéndolo con esa superficie donde erigirá el fetiche, es decir la exis- ubica a la verdad como causa.
tencia del pene como mantenida. aunque desplazada. Karl R. Popper, en Lógica de la investigación científica, 9 propo-
Por un lado extrnigamos el (paso-de) (pas-de) del (paso-del-pene) niéndose analizar la lógica ele la investigación científica, realiza un
(pas-de-penis). que debe ponerse entre paréntesis, para transferirlo cuestionamiento riguroso del método inductivo, ya que éste lleva a
al paso-del-saber (pas-dl!-sauoir), que es el paso vacilante (pas- incoherencias e incompatibilidades lógicas, también a regresiones
infinitas con mero carácter de inferencias probables. Afirma que el
hésitation) de la neurosis". G
Lacan en este texto realiza un ordenamiento ele los artículos ele Freud método inductivo se sostiene en una doctrina del apriorismo, y que
en la misma perspectiva dd trabajo que realizamos: centra primero la confunde los problemas psicológicos con los epistemológicos. Popper
cuestión en "La escisión del yo en el proceso defensivo", escrito en 1938; contrasta este método con el deductivo, pero señala que no existe
toma el texto "El fetichismo" de 1927; luego "La pérdida de la realidad ningún' método lógico para poder tener ideas nuevas, ya que todo
en las neurosis y en las psicosis" de 1924 y a partir de ahí aborda el descubrimiento contiene un "elemento irracional", también llamado
"intuición creadora". Esta "intuición" sólo puede alcanzarse por una
ordenamiento de la segunda tópica.
Lacan va a situar al nacimiento de la ciencia moderna a partir ele la introyección (Einfühlung) de los objetos de la experiencia.
física, pero sienta las condiciones ele posibilidad del psicoanálisis en el En el texto citado propone cuatro procedimientos para la contrasta-
ción ele una teoría:
cogito cartesiano:
" ... es impensable que el psicoanálisis como práctica, que el l. Comparación lógica entre las diversas conclusiones.
Inconsciente, el de Freud, como descubrimiento, hubiesen te- 2. Distinción ele cuál es la forma lógica de la teoría (empírica, tautoló-
nido lugar antes del nacimiento, en el siglo que ha sido llama- gica, etcétera).
do el siglo del genio, el XVII, de la ciencía ... ". 7
3. Comparación con otras teorías.
4. Contrastación por la aplicación empírica.
ª Ibíd., p. 301.
1 Ibíd., p. 302. Estos procedimientos valen temporalmente, ya que la nueva idea
5 Lacan, J., "La ciencia y la verdad'', En Escritos 1, Siglo XXI, Buenos Aires,
puede quedar corroborada o desacreditada. Popper formula también que
1978.
6 lbíd. El traductor aclara los dos sentidos de la palabra "pas" en francés: en toda investigación científica nos encontramos con el "problema de
como adverbio de negación y como "paso"; por lo tanto nombra "un paso en demarcación" entre las ciencias empíricas y los sistemas metafísicos.
fa!... ta", p. 361. Pero ¿cómo se establece el criterio de demarcación que propone?
7 Lacan, J., "La ciencia y la verdad", En Escritos 1, Siglo XXI, p. 342, Buenos
En la página 37 del texto citado, Popper va a decir que se trata de
Usvaldo L1. ue.1gac10: ;¿. t,onsu·uccwn ae ws conce¡ho0 psu;uunuuiicus ¿_ '7

"Y si miramos el asunto desde un ángulo psicológico, me sien- positivista de las ciencias: no se trata de una acumulación lineal de los
to inclinado a pensar que la investigación científica es imposi- hechos, experimentos, generalizaciones empíricas y teóricas.
ble sin fe en algunas ideas de una índole puramente especula· De acuerdo a lo postulado por Kuhn, la ciencia normal se asient::i
tiva (y a veces sumamente brumosas): fe desprovista entera- en el supuesto de que la comunidad científica sabe cómo es el mundo.
mente de garantías desde el punto ele vista de la ciencia y que Así, por ejemplo, es frecuente que la ciencia normal suprima noveda
en esta misma medida, es metafísica" 1º. des fundamentales porque necesariamente son subversivas en lo qus
resp0cta a los compromisos básicos. Así la ciencia nornrnl se extravfo
Pero inmediatanwnl pasa a que alcanza en Freud,
una y otra vez. y cuando ello ocurre y ya no pueden obviarse por má~'
como lo vert>mof' ('ll el punto V de Pste un extremado rigor. Se tiempo las anomalías, comienzan las investigaciones extraordinarias
trnt a de la "verificabilidad" la "falsahilidiHf' de las cnnstrncciones teó- que llevan a ctencm un nuevo conjunto de compromisos, una
ricas: cada enunciado científico debe SPr nueva base sobre la cual practicar la ciencia. Los extrrtordi·
no u psicológica. rmrios en los que cambios de
prnpmwr una diferenciaci('m t¡lll' tiene un gran valor para las revoluciones cien! ífícas.
nuestro campo de los emmcindos universales los Las nuevas teorías entraiian cambios en las rPglRs que rigen In
tenciales. A los enunciados que prPSlc!Üan E·n exclu"ivídml nombrPS uni- Nunca se de un aííadido lo que ya se conocí.a: su asimi
versales los llama "estrictos o a los que nombrnn un lación la reconstrucción ele la teoría y la reevaluación dr
una existencia, "existonciales" F;stos dos Pnuncindos tienen unn los hechos anteriores. un pniceso rc\'oluciunario que rara vez lleva'\
que la do un enunciado Pstrictamentc universal cabo una sola persona. dP un dí;ci ¡mm el otro.
a un en1mci11.do estrictanwnte l'xistf•nc:ial vicevec~n. 1 t Kuhn en su libro La 1'8/ruc!ura rle lus reuolucíones dR
En la elabornciém la introducción dPl conceptrJ cl0 pulsión cuenta de la funci{in qw.' en la investigación cifmtífica lo que
de muerte rmlícal fundamentnks dio Pn llamar
de todo lo construido lrnsín ese momento. pensar como un Un moclP!o qur· debe tenPr hi p'1rticularidrtd de
verdadero cambio ele paradigma. interno a su elaboración. Las conse- poder r;rticularse en condiciones nuevas o más riguro ·
cuencias teóricas y clínicns se expresaron en grandes debates en la sas. No se trata dP un modelo o patrón en la mera repetición. La carac
época de Freud. y las hallamos en el como fundamento terística esencial de los es que inducen diferentes taxono·
de diversas orientaciones. La de una taxonomía científica es establecer una par-
En el cont.rapunto que aquí rea ]izamos. entre la investignción en psi- tición del campo en clases naturales que sean proyectables. es decir.
coanúlisis y la producción del conocimien!o ha sido menester con cuya se puedan formular leyes, siendo capaz asimismo de
incluir en este punto el aporte de Kuhn respecto al concPpto de paradigma. soportar inducciones. Por consiguiente. un sistema taxonómico es una
La primera ruptura de Kuhn prc>dujo en HM 7 al descubrir las propuesta ontológica r¡u" aspira a dividir las entidades en categorías
con muchas caracterÍE'ticas comimes -unas conocidas otras por avori
que ef' inducida mediante la de
no de definicirmes. l'or lo t>into. es una cuestión
abierta que tal propuesta segmente el campo en ·~··"'k'""
entidades con vacíos entre ellos.
La de los mismos paradigmas induce no sólo un modo
8
común de seleccionar y afrontar los problemas, sino también el u~o
Miller, ,J. A. (2007), "Introducción a la Clínica Lacaniana. Conferencias en
común do un léxico:-· una taxonomía ontológica. cuyas relaciones ínter·
Espaiia", ELP.H.BA. cap. VI, Barcelona. 2007.
"Popper. K. R.: Ló¡óca de la invC'stigación científica, Madrid, 'l'ecnos, 2004. nas constituyen vercladoros conocimientos sintéticos a priori, que debe
10 Jb{d., p. 38. satisfacer el mundo p;ira que tal sistema pueda funcionar.
u IbüL, pp. füJ.90. Un paradigma ef' lo que comparten los miembros de una comunidad
'"Kuhn. T .. La estmrtu.m de las reno/ucíonrs cirntifícns. México D. F .. Fondo de científica, y a la invPrsa. unn comunidad científica está constituida por
Cultura 1;;comímíca. 200H. personas un
30 L:onstruccwn ae tos conceptos psicoanoniicos

Jaime Nubiola en su artículo publicado en "Investigar la subjetivi-


Cuando para los científicos el paradigma deja de funcionar de mane-
dad", 16 trabaja sobre las relaciones entre Ludwig Wittgenstein y Char-
ra efectiva, también cambia la naturaleza de los problemas que investi-
les S. Peirce, y ubica a la abducción como la contribución más significa-
gan. Sin embargo, durante el período en que el paradigma tiene éxito,
tiva de este último. La abducción, que implica generar hipótesis para
la profesión resuelve problemas que sus miembros difícilmente se ha-
hechos que nos sorprenden, la empleamos no sólo en la actividad cientí-
brían imaginado, y que nunca se hubieran planteado sin el compromiso
fica, sino en todas las actividades humanas. Para este autor la deduc-
con el paradigma. Y al final, una parte de los logros resulta siempre
ción es analítica o explicativa, la inducción sintética o ampliativa; pero
permanente. El trabajo no se puede llevar a cabo de otra manera más lo que caracteriza abdu\~ción como tipo de inforencia es su probabi-
un paradigma, y la vez abandonar un paradigma es lidad. Alcanza siempre una conclusión conjetural.
de practicar la cíeneía que define: tales deserciones son los goznes Para Nubiola, la cuestión que imoresiona Peirce es el fenómeno ele
sobre los que las revoluciones científicas. la creatividad científica en la que
La ciencia normal no pret<~nde encontrar novedades de hechos oteo- inducción. La introduce ídeas nuevas, la extrae las
cua nclo tiene encuentra. 8in la investiga- consecuencias necesarias venficables y la tercera confirma experÍnJPn-
ción científica descubre fenómenos nuevos e inesperados y a partir de talmente las La abducción trata la cuestión de la creatividad.
allí surgen nuevas teorías. Lo que se expresa en el texto que en la comprensión ele la
a pesar de no referirse creatividad se encierra una de las claves para poder ir más allá del mate-
asiduamente llamándola que nuestro cri- rialismo cíentificista todavía dominante en nuestra cultura, que
terio tiene el valor de lo que Popper formula como el "elemento írracio- Rl ámbito de lo a-científico aquellas dimensiones de la actividad humana
nal" en toda intuición creadora de Popper, se trata de no reducibles un fisicalista o un matemático.
una "fe desprovista de toda En esta perspectiva que estarnos comentando, el fenómeno de la sor-
Es Charles Samlers desarrolla los fundamentos del un punto filosóficamente muy ya que produce cier-
método abductivo. En Lecciones sobre afirma que mien- a la vez que demanda una demanda una abduc-
tras que la deducción prueba que algo tiene que ser, la inducción mues- ción que normal, aquel fenómeno sorprendente. For-
tra lo efectivamente operatorio que algo puede ser; por su parte, la ab- mulación que está en sintonía con lo planteado por Peirce en la séptima
ducción sugiere que algo puede ser. de sus Lecciones sobre pragmatismo.
Se trata de una intuición (insight) que sobreviene como un relám- cluan Samaja va a radicalizar esta cuestión, ya que para él no se
pago (flash) y se orienta en relación con un saber conjetural. Para trata sólo de lo que sorprende, sino de lo que deja perplejo. 17 Se diferen-
Peirce, es la única operación lógica que puede introducir una idea cia de Nubiola sin embargo, al afirmar que en la abducción la regla
nueva, e implica investigar científicamente en el plano de la acción siempre figura como un elemento fundamental.
sobre el mundo exterior. Siguiendo la perspectiva de Hegel en el segundo tomo de la Ciencia
En El hombre, un signo, H afirma que este discernimiento (el ab- de la lógica que más adelante comentaremos, Samaja destaca otro
ductívo) refiere a las a las que pertenecen los juicios percep· métoclo: ya no la abducción, corno tampoco la deducción o la inducción,
ti vos y supera en medida a los de la así a la analogía, que habla de un caso concreto no de universales:
los instintos de los animales. Esta misma consideración es la que desa-
" ... caso concreto que tiene la virtud de haber
rrolla en el punto 4 del capítulo llamado "Instinto y abducción" de las
sido traído por la mente por una resonancia, por la .semejanza
f,eccíunes sobre pragmatismo. Pero en el punto 3 del capítulo llamado
que resuena en el elemento que Je presentan los rasgos que
"Pragmatismo: lógica de la abducción", 15 afirma que cualquier hipóte-
nos dejan perplejos". 18
sis puede ser admisible sólo en la medida en que sea verificable de for-
ma experimental, si es que no hay razones especiales para lo contrario. 16
Nuhiola, J., "La investigación de las relaciones entre Ludwig Wittgenstein y
Charles S. Peirce". En bwestigar la Letra Viva, Buenos Aires, 2007.
17 Samaja, J., Nubiola, ,J., Pulice O. Gabriel, Zelis, O., "Abducción, analogía y
'" Peirce, Ch. S., Leccio11es sobre pragmaúsmo, Aguilar, Buenos Aires, 1978. creatividad". En Ini·estigar la subjetiuidacl, Letra Viva, Buenos Aires, 2007,
11
Peirce, Ch. S., El hombre, un signo, Grijalbo, Barcelona, 1988. 18 Ibíd., p. 213.
15
Peirce, Ch. S., Lecciones sobre pragmatismo, op. cit.
Osvaldo L. Delgado: 2. Constmcción de los conceptos psicoanalíticos 3 3
3 2 Constracción de los conceptos ps'icoanalíticos

Se trata ciertamente de una concepción instrumentalista (o prag ..


En todo proceso creativo contaríamos entonces con dos unidades de aná- mática) del lenguaje.
lisis argumentales: la analogía y la abducción. El proceso sería el siguiente:
"El lenguaje es un instrumento. Sus conceptos son instru-
"... en el comienzo (... ) está la analogía, tras ella la abducción mentos".21
(... ) nos hace posible una predicción hipotética, y la inducción
permitiría una ratificación, o una corrección, eventual- Pero aquí debemos destacar que para el Wittgenstein del Tractatus
mente".19 ol problema cardinal de la filosofía es lo que no puede d .irse, sino sólo
mostrarse. Para Fann,
Lo que Nubiola afirma siguiendo a Peirce, Samaja lo abre como
pregunta: ¿podemos destacar que "... todo el sentido del Tractatus es precisamente mostrar lo
inexpresable exhibiendo claramente lo expresable". 25 Lo inex-
"en el proceso inferencial, el salto creativo se produce esen- presable, lo que sólo puede mostrarse, es la metafísica, la éti-
cialmente en el momento de la abducción?" 2 º ca, la religión y el arte.

En el prólogo a las Lecciones sobre pragamatismo, 21 Peirce afirma Por su parte, H.ichard Iforty en su artículo de "Deconstrucción y
que, en cuanto actitud filosófica, el método del pragmatismo es la lógica pragmatismo" 2G va a afirmar que el pragmatismo comienza a partir del
de la abducción ~o lógica de la conjetura-- que dirige la acción intelec- naturalismo darwiniano, ya que los seres humanos son sólo seres for-
tual. La abducción se trata de un proceso para formar hipótesis explica- tuitos de la evolución. En este punto comparten las sospechas nietzs-
tivas, y es la única operación lógica que introduce una idea nueva. cheanas sobre la mundanidad platónica y
Estas consideraciones las va a desplegar especialmente en el punto 3 de
la lección 7, llamado "Pragmatismo: lógica du abducción". ".. .la convicción de nietzscheana de que distinciones tales como
Para Peirc:e, la máxima del pragmatismo abarca la lógica entera cuerpo us. mente, y objetivo us. subjetivo deben refornrnlarse
del proceso abductivo. Radicalmente, el pragmatismo es la cuestión para limpiarlas de las presuposiciones platónicas y darles un
sustento naturalista". 27
de la abducción. El pragmatismo puede permitir toda clase de vuelo
de la imaginación, siempre y cuando ésta descienda sobre un efecto En otro texto del mismo libro Simon Critchley28 se pregunta si es
práctico posible. Pero a su vez, el pragmatismo como tal, implica la deconstructivo el pragmatismo, y si es pragmática la deconstrucción.
radicalidad del "efecto práctico". Se va a responder que el pragmático deconstruye la concepción episte-
En el capítulo VII del texto El concepto de filosofía en Wittgens- mológica de la verdad, y la reemplaza por el planteo que dice que la
tein, 22 K. T. Fann va a plantear que no se trata de preguntar por el verdad es lo que es bueno creer. A su vez la deconstrucción es pragmá-
significado sino por el uso que hacemos de él. Destaca que para el pri- tica en dos sentidos: primero, la deconstrucción de textos para detectar
mer Wittgenstein la función que tenía el lenguaje era representar he- lo que Derrida llama "la metafísica de la presencia"; segundo, en rela-
chos: de este modo, las palabras tienen referencias y las oraciones po- ción con la reducción del significado al uso.
S(3en sentido. Pero para el último el du una En este punto se hace necesario las diferencias entre Witt-
palabra es su uso en el lenguaje: genstein y Freud, en lugar y luego, entre el primero y Austin.
"Comprender una oración es estar preparado para uno de sus
usos. Si no podemos pensar ningún uso para ella, entonces no
21
la entendemos en absoluto". 23 Ibícl., p. 92.
25
Ibícl., p. 46.
26
19
Ibícl., p. 215. Rorty, R., "Notas sobre desconstrucción y pragmatismo". En Deconstrucción
20
Ibícl., p. 220. y pragmatismo, AA.VV., Paidós, Buenos Aires, 1998.
27
:lí Peirce, Ch. S., "Prólogo". En Lecciones sobre pragmatismo, op. cit. Ibícl., p. 40.
22 Fann. K. T., "El significado". En El concepto de filosofía en Wittgenstein,
28
Critchley, S., "Desconstrucción y pragmatismo. ¿Es Derrida un ironista
fl'.--,...~,..,..,.,..., 1\lf.....,..1 .... ~rl 1000 privado o un liberal público?". En Deconstrucción y pragmatismo, op. cit.
34 Construcción de los conceptos psicoanalíticos Osvaldo L. 2. Const.n1cción de los conceptos psicoanalíticos 3 5

Según lo planteado por Paul-Laurent Assoun en Freud y Wiltgenstein, 29 Austin estudia el lenguaje ordinario en sí mismo, con la perspectiva
ambos tomaron lo que constituye el síntoma en relación con el saber: de que ese estudio puede tener como consecuencia no buscada delibera-
Freud por la vía del inconsciente, mientras que Wittgenstein se ocupó damente, colaborar en la resolución de probk~mas filosóficos.
del lenguaje. Los dos rechazaron las tendencias a la síntesis, y reivindi .. Probablemente lo más original que aportó Austin es lo que llamó
caron el análisis incluso hasta ubicarse en analogía con la química. "expresiones realizativas" (perfonnative utterances). "Realizativo", es
Recordemos en este punto muy brevemente lo que nos dice Hegel un neologismo que deriva de "realizar", así como en la lengua inglesa
respecto al conocer analítico y el sintético en su Ciencia de la lógica: "performative" proviene del verbo to perform. Estas expresiones no des-
criben, no registran, no son ni verdaderas ni falsas, si.l!Je indican
"El conocer analítico es la primera premisa de todo el silogis-
precisamente que la emisión de una expresión realiza uria acción.
mo, es la referencia inmediata del concepto al objeto: por con-
El ejemplo paradigmático de esto en psicoanálisis es la comunica-
siguiente la identidad es la determinación que él reconoce
ción de la regla fundamental, ya que ésta es un dicho que implica un
como suya, y él es sólo el acto de recoger lo que existe.
acto, que funda una escena, y que implica la suposición del inconscien-
El conocer sintético procede hacia la comprensión de lo que
existe, es decir, procede a captar la multiplicidad de las deter .. te como dimensión ética.
minaciones en su unidad. Por consiguiente es la segunda pre- En Cómo se hace una tesis 33 Umberto Eco dice que la investigación
misa del silogismo, donde lo diferente como tal se halla rela- no necesariamente tiene que ser en torno a las ciencias naturales y
cionado. Por lo tanto, su meta es la necesidad en general". 3 º sobre bases cuantificativas exclusivamente, y plantea cuatro requisitos
para una investigación con vocación científica:
Para Freud, la cuestión de la síntesis atenta contra una clínica que
es del detalle no generalizable. Por eso, según Laurent-Assoun, el psi- 1. "La investigación versa sobre un objeto reconocible y definido de tal
coanálisis reivindica la descomposición (Zerlegung) y la desagregación modo que también sea reconocible por los demás". 34
(Zersetzung) y Wittgenstein representa: 2. "La investigación tiene que decir sobre este objeto cosas que todavía
no han sido dichas o bien revisar con óptica diferente las cosas que
"... un magnífico desafío a la racionalidad psicoanalítica, diri-
ya han sido dichas". 35
gida tanto a Freud, como al psicoanálisis, no por un filósofo
como cualquier otro, sino por un contemporáneo que él mismo 3. "La investigación tiene que ser útil a los demás". 36
se había entregado a una crítica del lenguaje al abordar la
4. "La investigación debe suministrar elementos para la verificación
filosofía como síntoma".ª 1
de las hipótesis que presenta, y por tanto tiene que suministrar los
Pero le reconoce a Freud una particularidad precisa que está en el elementos necesarios para su seguimiento público". 37
hueso mismo de la praxis psicoanalítica; precisamente que el tipo de
saber que produce el psicoanálisis es un saber con efectos. Hallamos en Freud la presencia de estos cuatro requisitos que plan-
Por otra parte, tal como lo hemos dicho. Wittgenstein se ocupa del tea Eco con la más absoluta rigurosidad. La peculiaridad de Freud es
lenguaje pero con como lo hace Austin. Mien- que se orienta siempre en relación con lÓ que Derrida llamará
tras opera sobre el un medio para alcanzar "un secreto coextensivo con la experiencia de la singularidad", 38 aque-
su objetivo, que --sintéticamente- es demostrar que los llo que permanece inaccesible y heterogéneo a todo totalitarismo.

" ... problemas filosóficos nacen de confusiones e incomprensio- 33


· Eco, H., Cómo se hace u.na tesis - Técnicas y procedimientos de investigación,
nes en el uso del mismo [el lenguaje]", 32 estu.dio y escritnra., Gedisa, Barcelona, 1999.
31
Ibíd., p. 48.
35
29
Assoun, P.-L., Freud y Wittgenstein, Nueva Visión, Buenos Aires, 1992. Ibíd., p. 49.
30
Hegel, G. W., "Ciencia de la lógica". En La doctrina del concepto, Segunda :l6 Ibíd., p. 50.
37
Parte, Libro III, Ediciones Solar, Buenos Aires, 1993. pp. 520, 521. Ibíd., p. 51.
38
31
Assoun, P.-L., Freudy Wittgenste1:n, op. cit., pp. 17, 18. Derrida, J., "Notas sobre deconstrucción y pragmatismo". En Deconstruc-
' Austin, J. L., Cómo hacer cosoB con palabras, Paidós, Buenos Aires, 2003, p. 24.
12 ción y pragmatismo. op. cit., p. 157.
3 Ccmstrucción de /oc; conceptos psicounulíticos Osvaldu L. Delgado: 2. Construcción de los conceptos

La precisión en la investigación y en la práctica clínica de Freud es Al mismo tiempo, Freud siempre da cuenta de las reglas que se
solidaria con su referencia a los detalles. Práctica clínica que no es una deducen tanto de la experiencia como de la investigación: incursiona
experiencia en bruto, sino efecto de un acto que produce un sitio (en el tanto en diversos problemas clínicos como en otros campos del saber,
sentido de Alain Badiou) apto para que se precipite el acontecimiento de establece nexos y análisis comparativos, sitúa las coincidencias y es
la experiencia del inconsciente. exhaustivo en las diferencias. Freud induce, deduce, utiliza asiduamente
Freud observa y ordena con precisión los problemas clínicos, formu- tanto la analogía como la abducción (que se presenta clanrnwnte en los
la los problemas con total rigurosidad, y los va reformulando a partir de h;
quiebres, saltos y especulaciorn,s), y se ocupa de legitimar utili~a.ción
la mencionada del detalle. de cada referencia conceptual que no provenga de los . s clm1cos,
Su construcción toma posición en el límite mismo del saber neuro- antes de avanzar en una nueva elucubración. D:sto lo orienta perma-
lógico-psiquiátrico, toma de posición que llama su "osada intromisión" nentemente en una interlocucíón con la cultura y la ciencia de su épo-
en la famosa carta a Homain Holland conocida como "Una perturba- ca. Ante ellas, a veces inventando un interlocutor da prue-
ción del recuerdo en . :J~J Pero siendo intrínseca la investi- ba de sus responde a las objeciones y valida sus argumentos.
gac10n la analítica, Freud llega a afirmar en su "Presen- Construye un método y da cuenta de todas sus fuentes medios.
tación autobiográfica"· En "Fragmentos de análisis de un caso de histeria" dice:

científica volvió convertirse en el interés "En vista de carácter incompleto de mis re:stiltados analític:os, no
otrn el du
dores que,
En los inicios de su y ele la construcción doctrinaria lo luz los
hallamos queriendo la naturaleza ele los síntomas con una He completado lo
orientación causa lista. Éste el camino que le que me eran familiares por otros análísis, pero, tal como lo
car la etiología y producir una nueva Adriana Ru- haría un concienzudo, (;n omitido
bistein en ''Freud y la investigación". Aunqlw Freud parte del hecho señalar dónde mi cC1nstrucción se yuxtapone a lo auténtico":'~'
clínico, no es un empirista:
En la misma perspectiva, en La interpretación de los sueños, va a
"Partiendo de ideas todavía imprecisas 'nos concentramos so- referirse a la cuestión de las necesarias investigaciones parciales, in-
bre su significación por medio de repetidas referencias al ma- vestigaciones de detalles. En la Segunda de las Conferencias ele Intro-
terial del que parecen derivadas, pero que en realidad les es ducción al Psicoanálisis nos dice:
subordinado'". 41
"En el trabajo científico es más promisorio el abordaje de lo
Esto lo lleva a producir conceptos que, a partir del real clínico, va que se tiene directamente frente a sí y ofrece un camino para
modificando, ampliando o sustituyendo. No se trata de un proceso li- su investigación. Si se Jo hace bien en profundidad, sin su-
neal sino que su camino que: ni s1 tiene suerte, es
ble, a consecuencia de la concatenación une todo todo
hipótesis edifica construcciones auxilíares que (. .. )que incluso un tan falto de dó acceso
retira si no se confirman"
al estudio de los

39
Freud, S. (1936), "'Carta a Romain Rolland (Una pc,1turbación del recuerdo en
la Acrópolis)". En Obras Amorrnrtu, Vol. XXII, Bw.:no8 Aires. 1991.
10
' Freud. S. (1825), "Presentación autobiográfica''. En Obms Completos, Amo-
rrortu, Vol. XX, p. 18, Buenos Aires, UJ9(J. 1:1Freud, S. (1905), ·'Fragmento ele análisis de un caso de histeria". En Obras
11
R~1bistein. A. ''Freud y la investigación"', En El Caldero de la Escuela, Nº 50, Completa~, Amorrortu, Vol. VII, p. 11, Buenos Aires, 1991.
EOL-Talleres Edigraf, p. 19, Buenm; Aires, H197. 11 Freud, S. (1915-17), ''Conforfl1cía Nº 2. Los actos fallidos". En Obras Coni-

' Ibíd., p. 20.


12
oletas, Amorrortu, Vol. XV, pp. 24, 25, Buenos Aires, 1991.
Osvnldo l .. Dolgndo: Constru.cción de los conceptos psicoanalíticos 9
CortRlrucció?i los eonccplos /)SicounJ1líticos

"La función del que se presta al más-uno (... ), es hacer de tal


Pero esto no lo exime, síno todo lo contrario, de la permanente ten- modo que cada miembro del cartel tenga su propio rasgo (... )
sión entre el detalle de la singularidad y su elevación a la dimensión de Es la condición para tener un trabajo que produzca saber (... )
la estructura, corno así tampoco ele la particularidad del psicoanálisis Dar entonces su justo lugar al objeto en el cartel exige que el
donde el paciente mismo toma parte en la investigación, como lo formu- más uno no se apropie el efecto de atracción sino que lo refiera
la en "La etiología de la hisLeria".'15 Con extn·ma cautPla Freucl nos a otra parte -entre nosotros-- a Freud y a Lacan". 49
advierte que cuando nos alejamo:~ del material básico podemos embo-
Miller, pone en correlación la abducción y el deseo de saber desarro-
rracharnos con nuestras propias opiniones, cue;;:tión que estú en el
llado en el serninari:J "Introducóón al post:analitico:'/'º y ~do. a P('.!rce
núcleo ele esta c¡ue tal "bornwbern" una rnanifustación del 51
lo llama the powenng of guessing nght, 'la capacidad ele ad1vmar .
saldo lamentable de ciertos ele los analistas. Por eso en la Nº 16
Existen entonces cuatro modos de producción de conocimientos: la
ele las citadas conferencias nN diu<
deducción, la inducción, la y la abducción. Los tres primeros
" ... ni por un instante deben creer que esto que les presento (... ) son reconocitlos como tales por d diferencia del cuarto que
sea un sistema Es más bien . lo desestabiliza. En nuestros tórmiuos. los tres
directa de la observación o resultado de su procE~samiento". 16 tía del Otro, mientras que el euarto refiere al
rrado y lo corn,idcramos solidario con la caída del horror al saber.
Su vía es A su vez. la abducción lo que sostiene la conversación. Y
Hasta cierto punto existe coincidencia entre
miento, pero los dos también diferencian. que no '"s lo mismo la con\'ersación lo que ínstalamos nosotros en el lu-
dirigir una cura que el momento de la elaboración de un clínico. de] Nombre dí•l PadrP"
Ciertamente el discurso clr-1 n:ili el d la ciencia. del Otrn que no existe, según
a diferencia de ciencia, la
pero ·-
Laurent.
con una radícal Retornemos
La abducción como capacidad de adivinar funciona en el límite de lo
con anterioridad, aquella en que dice qtw con la aceptación ele lo
sabido, que es hábito, fuente ele la inducción en Peirce. Salto, a su vez,
inconsciente
de la deducción, que es una forma aclaratoria. Por eso, según Ruiz-
" ... se ha iniciado una reorientación decisiva en el mundo y en Wenwr-traductor y autor del prólogo de la versión castellana del libro
la ciencia". 47 de Peirce Deducción, mcillcción e hipótesis- la abducción es la fuente
de donde proceden todas las premisas que posibilitan el avance de la cien-
En contrapunto con esta referencia freudiarw, recordamos la afir- cia. 53 Esta "capacidad de adivinar'' la podemos rastrear claramente en
mación de Lacan en te!euisión. respecto a la cuestión de si Freud, quien el 25 de mayo de 1895 dice que todas las noches mientras
la noción de inconsciente subvierte el campo del conocimiento. Su res- escribe no hace más que imaginar. transponer y adivinar, y sólo se detie-
es que no, por el hecho de que le es ne frente a absurdidad, o cuando del cansancio no puede más.
la altura de "El malestar la cultura" refiriéndose a la introduc·
de ción del concento de vulsión de muerte, afirma:
blema de la "transferencia de
'"Miller. ,J.-A. (H)91), "Cinco variaciones el tema ele la elaboración pro-
45
Freud, S. (1896). "La de la histeria'". En Obms Completas, Amo- vocada". ilrchirns de Psícoaná/ísis, Nº 2, p. 15, Eolia, Buenos Aires, 1991.
rrortu. Vol. III. Buenos AirPs, 1991. 50 Miller, J .-A. (1999), Seminario de investigación "Introducción al post-ana-
16
' Freüd, S. (1916-17), "Conferencif1 Nº Hi. Psicoan(disis y psiquiatría''. En lítico". En El peso de los idealrs, Paidós, Buenos Aires, HJ99.
Obras Completas, Amorrortu, Vol. XVI. p. 22,J. Buenos AirAs. 1991. 51 Ibíd., 16.
17
' Freud, S. (1916-17), "Conferencia Nº 6. Premisas y técnica ele la interpre- 52 Ibíd., 22.

tación''. En Obras Completas. Amorrortu. Vol. XVI. p. rn. Buenos Aires, 1991. 5" Ruiz, W. /1970), "Prólogo". En Ch. S. Peirce, Deducción, inducción e lúpótesis,
48
Lacan. J. (1974), Rmlío/onfo.y Teleuisión, p. 5·L Barcelona, Hl77. Aguilar, Buenos Aires, 1970.
Ti8e8n .T (1 q7J) r?nrliofrndrt "' t::.;1 f~_,-vo,.,..,l,..v-.,-. 10'7'7
C(jnstrucción de los concepto:s psicoanalíticos Osvaldo L. Delg;;do: '.!. Cunstntcciún fos rnnaptos psicoanalíticos 4 1
40

"Al comienzo yo había sustentado sólo de manera tentativa las abducción, en la medida en que sobre esa regla (la mayor par-
concepciones aquí desarrolladas, pero en el curso del tiempo han te ele las veces implícita, debido a que procede del trasfondo
adquirido tal poder sobre mí que ya no puedo pensar de otro modo". 54 experiencial y perceptual) se comienza a diseñar concepttwl-
mente la nueva Regla hipotética. Es decir, la regla (3) implíci-
Solamente en 1920, Freud dudó, retrocedió, vaciló respecto a su "bruja ta en el caso análogo (al que conocemos muy bien, precisa-
adivinante" que lo visitaba por las noches, vacilación que se produjo mente, porque se trata de un caso familiar), opera como em-
sólo con la introducción de la pulsión de muerte. brión o protohipótesis de la futura abducción explicativa (Paso
Esto no es evidente en Peirce: más bien pareciera que el proceso 2). Esta regla (3) del caso análogo nos acota el cam~c~c bús-
abductivo implica en sí la causa en tanto oculta. Peirce reconoce tanto queda de la regla que buscamos (R) y quu tíeneri-:llf"tnayor
regularidades dü la naturaleza, como ley o determinación, como una probabilidad de ser una buena hipótesis (Rh) (Paso 3).
causalidad sostenida en el azar o como un principio esencial en el En esta interprPtación, la abducción que pone la
fondo del universo. ción al alcance de:: nue8tra mente ha sído posiblP
La abcluccíón se orienta hacia la c:ontingH1cia causal. Milk,r, en la analogfa ha reducido drásticamen el campo
"Cómo sP inventan nuevos conceptos en se refiere al da y lP confiere la probabilidad que aporta la
concepto de causa en el la causa que funciona como tal en propia hwnana". fl?
tanto ésta permanece oculta. El desarrollo que J\Iiller hace ese texto es el siguiente:
El ejemplo que nos brinda
es una síntesis de su consentimiento".
Síguiendo Miller, podemos decir que, hay una Paso 1: (familiar)'! presunto
relación discontinua entre causa y efecto: entre una el otro está la del caso análogo'! caso presunto
Paso +
represión. La fijación no alcanza como antece:dtcnte causal, la repre·
sión nombra la elección que el citado está puesto Proto-hipótesis
en relación con "la elección forzada" "la insondable decisión del ser" de
"'!
Lacan. Se trata del objeto, y del sentido, en tanto este es privativo del
consentir del sujeto. Paso 3: Rasgo regla hipotética'! caso identificado= abducción
Decíamos que la abducción es una de las cuatro modalidades de
producción del conocimiento científico y fue descripta por primera vez Hemos dicho que en el surgimiento de la llamada ciencia moderna
por Aristóteles en los Primeros Analíticos. se produce un desgarramiento entre cultura humanista y cultura cien-
Sin embargo debemos destacar el gran aporte del Profesor Juan tífica. Es en ese desgarramiento donde se asentará el psicoanálisis.
Samaja, en lo que hace a la relación entre la analogía y la abducción. La relación entre la causa y el efecto no es simple, sino compleja,
Precisamente porque en el gran salto de Freud en 1920, la dimensión ya que el concepto de defensa nombra una elección. Esta elección ho-
abductiva no es sin la referencia analógica permanente. rada el determinismo.
famosa "Carta 69", es donde vemos unn operación radical que
''Siendo el caso la la un saber
trañada en su El concepto de abducción tal como está formulado
por el situar los "saltos" que Freud ahí
donde no deduce. no mduce y hace uso de la donde es visitado
51
' Freud, S. (1927-1931), ''El malestar en la cultura, y otras obras". En Obras por la "bruja adivinante" ··Saltos" que no implican excluir los modos
Cornpletas, Amorrortu, Vol. XXI. p. 115, Buenos Aires, 1991. precisos y rigurosos con los que Freud da cuenta de sus investigacio-
65
Miller, J .-A. (1987), "Cómo se inventan nuevos conceptos en psicoanálisis". nes y producción de saber.
En Introducción a la clínica lacaniana, Escuela Lacaniana de Psicoanálisis
Barcelona, 2007. '
56 Samaja, J., (2003), "Semiótica de la Ciencia. Los l\1étodos; las inferencias
57
Aristóteles, "Analíticos Primeros". En fratados ele lógica (Organon) II,
y los datos a la luz de la semiótica como lógica ampliada", p. 25. Inédito.
Gredos, Madrid, 2006.
Osva ldo L. Del¡:ado: Con stntccíón de los conre¡;tos 43
42 ------
Constrncción de lo.s conceptos psinHL?u! litir'os
___ .. -·-----
" -------- ---·" ---·------~----~---

La frase clave de todo lo desarrollado a la Nº Gde


las Conferencias de Introducción al Psimanólisis:

"Pero la aceptación del inconsciente (... ) inicia en la ciencia


Assoun, P.-L., Freu.dy Wittgenstein, Nueva Visión, Buenos Aires, 1992.
una orientación decisiva".fi 8
---Cómo hacer cosas con palabras, Paidós, Buenos Aires, 2003.
Esta orientación implica ocuparse de lo que la ciencia forcluye, Aristóteles, "Analíticos Primeros". En Tratados de lógica (organon) II.
esto es, el sujeto -en la perspectiva de La can--, de un sujeto escindido, Madrid, Gredas, 2006. ·
nombre temprano de lo incurable. Incurable que los mecanismos de Critchley, "Desconstrucción y pragmatismo. ¿Es Derffr~·un ironista
defensa rechazan. privado o un liberal público?". En Deconstrucción y pragmatismo,
puede• producirse Paidós, Buenos Aires, 1998.
de la ciencia" . Derrida, J., Notas sobre deconstrucción y pragmatismo, Paidós, Bue-
. llamado también "intui- nos Aires. 1998.
ción creadora", nos permite avanzar sobn• Pi modo en que PPirce Eco, H. (Hl99). Cómo se hace una tesis. Técnicas y procedimientos de
aborda la cuestión de la abducción y poner este concepto en tc·nsión investigación, cstudzo y escritura. Gedisa, Barr:elona, 1999.
en varios autores, destacándose d de W n y C'] Fann K. T. (1992), El concepto de filosofía en Wittgenstein, Tecnos,
debate actual de Madrid, 1992.
En este En Obras
macla por Freud "la
la invención sin Otro. Amorrortu, Vol. I, Bue-
Si la del
vemos FrNid ha Lfl.can respecto al gmento de de un histeria". En Obra.s
analista cuando dice que éste es dos: el que sostiene el acto analítico, y Completa.s, Amorrortu, Vol. VII. Buenos Aires, imn.
el que construye conceptualmente en relación con esa práctica clínica. --(1915), "Pulsiones y destinos de pulsión". En Obras Completas,
En todo momento Freud se nos pres·er1ta deduciendo, inducien- Amorrortu, Vol. XIV, Buenos Aires, 1991.
do, haciendo analogías y produciendo el salto abductivo, salto que --(1915-16), "Conferencia Nº 6. Premisas y técnica de la interpreta-
implica una operación respecto a la defensa, aunque ese salto se ción'' En Obras Completas, Amorrortu, Vol. Buenos Aires, 1989.
"apoye" en la analogía. --(1915-16), "Conferencia Nº 2. Los actos fallidos". En Obras Com-
pletas, Amorrortu, Vol. XV, Buenos Aires, 1989.
--(1916-17), "Conferencia Nº Hi. Psicoanálisis y psiquiati"ía". En Obras
Completas, Amorrortu. Vol. XVI, Buenos Aires, 1989.
--(1923), "Conferencia Nº 35. En torno de una cosmovisión". En Obras
Vol. Amorrortu, Buenos 1989.
"La pérdida de la realidad en las neurosis y en las psicosis".
En Obra.s Completas, Vol. Amorrortu, Buenos 1989.
--(1925), "Presentación autobiográfica". En Obra.s Completas, Vol.
XX, Amorrortu, Buenos Aires, 1989.
--(1927), "El fetichismo". En Obras Completas, Vol. XXI, Amorror-
tu, Buenos Aires, 1988.
--(1936), "Carta a Romain Rolland (Una perturbación del recuerdo
en la Acrópolis)". En Obras Completas, Vol. XXII, Amorrortu, Bue-
58
Freud, S. (1915-1916), "Conferencias de introducci6n al psicoanálisis. 6ª nos Aires, 1989.
conferencia". op. cit.. p. 19.
--(1940 [1938]), "La escisión del yo en el proceso defensivo". En Obras 3. Síntoma-fantasía: la función de la
Completas, Vol. XXIII, Amorrortu, Buenos Aires, 1989. palabra en los comienzos
Hegel, G. W., "Ciencia de la lógica". En La doctrina del concepto, Se-
gunda Parte, Libro III, Ediciones Solar, Buenos Aires, 1993.
Kuhn, T., "Prefacio", "Capítulo. 1: Introducción", "Capítulo 3: La natu- Silvia Pino y
raleza de la ciencia normal". En La estructura de las reuoluciones
María de los Ángeles Córdoba
científicas, Fondo de Cultura económica, México D. F., 2006.
Lacan, J., "La ciencia y la verdad". En Escritos 1, Siglo XXI, México D.
F., 1978.
--"Radiofonía .Y teleuisión ", Anagrama, Buenos Aires, 1977.
Miller, J.-A., Introducción a la Clínica Lacaniana. Conferencias en
España. ELP-RBA, capítulo VI, Barcelona, 2007.
--(1987), "Cómo se inventan nuevos conceptos en psicoanálisis (1987)".
En Introducción a la clínica lacaniana, Escuela Lacaniana de Psi-
En el inicio de la investigación freudiana el síntoma encuentra su
fundamento en la defensa. recae sobre del recuerdo de una
vivencia que vale como traumática por ser sexual y prematura. Para
coanálisis, Barcelona, 2007. Freud, en ese momento, enlazar el afecto del síntoma a la representa-
·--"Cinco variaciones sobrr: el tema de la elaboración provocada". Eolia, ción reprimida provocaba la curación, ya que el síntoma era el efecto de
Archivos de Psicoanálisis, Nº2. Buenos Aires, 1991. un "falso enlace" entre el afecto que se disociaba del recuerdo de la
--"Seminario de inve,.;tigación 'Introducción al post-analítico"'. En El vivencia y una representación del cuerpo -en el caso del síntoma con-
peso de los ideales, Paidós, Buenos Aires, 1999. versivo-y de una representación nimia -en el caso de los pensamientos
Nubiola, J. (2007), Investigar la subjetiuidad, Letra Viva, Buenos Ai- obsesivos-. Freud va a sumar a esta formulación la hipótesis auxiliar,
res, 2007. necesaria para sostener su ü:oría acerca de la fuente independiente de
Peirce, Ch. S., El hombre, un signo, Grijalbo, Barcelona, 1988. desprendimiento de uuov1au::1
--Lecciones sobre pragmatismo, Aguilar, Buenos Aires, 1978.
Popper, K., Lógica de la Investigación científica, Tecnos, Madrid, 2004. "No creo que el desprendimiento a raíz de vivencias sexuales
Horty, R., "Notas sobre desconstrucción y pragmatismo". En Decons- subsiga a la injerencia casual de ciertos factores de displacer
trucción .Y pragmatismo, autores varios, Paidós, Buenos Aires, 1998. (... )Mi opinión es que dentro de la vida sexual tiene que existir
una fuente independiente de desprendimiento de displacer ... ". 1
Rubistein, A. (1997), "Freud y la investigación", En El Caldero de la
Escuela, Nº 50, EOL, Talleres Edigraf, Buenos Aires, 1997. Entre el trauma y el síntoma lo que media es la referencia simbóli-
T{uiz, W., "Prólogo". En Deducción, inducción e hipótesis, Aguilar ca; la palabra es el puente entre ambos y esto es el sostén de toda la
Buenos Aires, 1970. '
terapéutica freudiana de ese momento.
Samaja, J. (2003), "Semiótica de la Ciencia. Los métodos; las inferencias Lo que está en juego es un conflicto de inconciliabilidad entre un
Ylos datos a la luz de la semiótica como lógica ampliada". Inédito. "pensamiento otro" 2 y el resto de los pensamientos. Freud ubica la dimen-
.--(2007), Inuestigar la subjetiuidcul, Letra Buenos Aires, 2007. sión de lo para el sobre el que recae la defensa
respecto de la síntesis yoica. El grupo psíquico separado, cuyo núcleo es la
representación reprimida, será el antecedente del inconsciente y tanto

1
Freud, S. (1896), "Manuscrito K. Las neuropsicosis de defensa", p. 262. En
Obras Completas, Amorrortu, Vol. I, Buenos Aíres, 1991.
2
Freud, S. (1893-1895), Estudios sobre la /ústeria. Cap. IL Historiales clíni-
cos, Punto 5: "Señorita Elizabeth Van R.". En Obras Completas, Amorrortu,
Vol. II, Buenos Aires, 1991.
46 Conslrncción de los conceptos psicoanalíticos S. Pino y M. A. Córdoba: 3. Síntoma-fantasía: la (nnción de la palabra... 4 7
-- -------------------------------~- -·----·---------------------------------------

el afecto, susceptible de falso enlace, como la fuente independiente cuando formula su nueva teoría en donde la fantasía va al mismo lugar
de desprendimiento de displacer, serán los antecedentes del con· lógico que tenía, en la elaboración previa, la vivencia sexual. El movi-
cepto de pulsión. miento conceptual va del trauma sexual infantil en el lugar de la cau-
Ya no hay relación directa entre causa y efecto. Entre la causa y el sa, a las fantasías como intentos de defenderse de la propia práctica
efecto Freud va a ubicar la defensa que denominará empeño voluntario, sexual, la masturbación infantil, para culminar en la fantasía como
ligada a la responsabilidad del sujeto. El no querer saber nada de ese soldadura. Las fantasías ensamblan dos campos heterógenos, el de la
pensamiento heterogéneo respecto del resto de los pensamientos, va a satisfacción autoerótica y el del deseo sexual dirigido a un objeto. En
estar ubicado entre causa y efecto. realidad la pulsión sexual es al inicio independiente de ~):!jeto y se
Freud avanza en su pregunta por la causa y en la carta del 21 de necesita de una soldadura entre ambos que está posibilita~'tr la fun-
septiembre de 1897, que le dirige a Fliess, va a decir "ya no creo más en ción de la fantasía en la vida anímica.
mi neurótica". 3 ¿Qué consecuencias se desprenden ele esto? Una nove- Freud hace un pasaje de la vivencia sexual infantil a la sexuali-
dosa producción de saber respecto de la causa del síntoma que formali- dad infantil. Se define por lo infantil en la causa del síntoma y le da
zará en "Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las valor universal; la práctica sexual infantil, la actividad autoerótica
neurosis", ocho aüos después. Su increencia en el relato de la histeria mecánica, se liga en la fantasía con un deseo edípico determinando
como un cambio de posición respecto del padre en el lugar de la causa. la vida sexual adulta.
Esta operación permite que la seducción patm·na como vivencia
traumática para encontrar ::u nn la teoría. tanto. al padre "Hemos pasado inadvertidamente del problema de la causación
de la psiconeurosis al ele su naturaleza, pero no debe olvidarse
con el desprendimiento sexual como acontc>cimient o de cuerpo. Esta
que en las neurosis el problema etiológico no es menos compli-
teoría la escuchaba de boca de las histéricas. pero mkm{rn estaba en el
cado que en el caso de cualquier otra causación patógena". 6
centro de su conceptualización era también su creencia en el padre
como causa. Freud deja caer aq1wllo que daba ctwnta de su posición Freud va a decir que el síntoma es la práctica sexual del neurótico:
respecto de su propio padre, y es enlonces que la carta a Fliess clel 15
de octubre de 1897~ formula por primera vez su teoría del Edipo. No "Si uno se sirve de este insustituible método de indagación, se
sólo deja de creer en la eficacia de lo acontecido sino que esta increencia entera que los síntomas figuran la práctica sexual de los en-
nombra el atravesamiento de algo de su propio complejo paterno, en el fermos. No sólo una buena parte de la sintomatología histéri-
marco de lo que se llamó su autoanálisis. ca brota directamente de las exteriorizaciones de un estado de
Esta afectación es lo que lo lleva a formular que excitación sexual; no sólo de una serie de zonas erógenas se
eleva la neurosis, por refuerzo de propiedades infantiles, has-
"... en· lo Inconsciente no existe un signo de realidad de suerte que ta significaciones genitales: aun los síntomas más complejos
no se puede distinguir la verdad de la ficción poblada con afecto". 5 se revelan como figuraciones convertidas de fantasías que tie-
nen por contenido una situación sexual. La neurosis no trata
Esta formulación de la realidad en tanto realidad psíquica reordena sino de la sexualidad reprimida de los enfermos". 7
la concentualización de la causa del síntoma. "l\lis
didad en la de ( J HOfí· La defensa. entonces, ya no opera sobre el recuerdo de la vivencia
1906), encontramos las consecuencias epistémicas de esta operación prematura sexual y traumática sino ante la sexualidad infantil en la
que la fantasía tiene un doble valor: por un lado, encubre la práctica
sexual masturbatoria y, por otro, revela un deseo.
3
Freud, S. (1897), "Carta 69". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. I, p. 301,
Buenos Aires, 2003.
' Freud, S. (1897), "Carta 71". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. I, Bue-
1 6 Freud, S. (1905-1906), "Mis tesis sobre el papel ele la sexualidad en la
nos Aires, 2003. etiología de las neurosis". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. VII, p. 270,
5
Freucl, S. (1897), "Carta 69". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. I, p. 302, Buenos Aires, 1996.
Buenos Aires, 2003. 7
Ídem, p. 269.
4 8 Construcción de los conceptos psicoanalíticos
~------------------~·--··----~~~---·~~-----~-.----·-----··---~~-----

Al entrar en contradicción con los ideales, las fantasías se repri-


"El análisis debe apuntar al paso de una verdadera palabra,
men Y se expresan mediante el retorno en síntomas: el síntoma como
que reúna al sujeto con otro sujeto, del otro lado del muro del
retorno de lo reprimido es, a nivel de la pulsión, la expresión ele un
lenguaje. Es la relación con Otro verdadero que da la respues-
modo ele satisfacción y, a nivel del deseo, la expresión desfigurada de
ta que no se espera" 9
una' fantasía inconsciente.
Este paradigma síntoma-fantasía se corresponde con lo que Lacan La palabra verdadera es la que apunta más allá de la intención de
consideró el comienzo de su enseíianza. Para tal momento y en el deba- comunicar algo, primerísimo despegue entre enunciado y enunciación.
te con los posfreudianos se define por otorgar valor esencial a la función El análisis permite reescribir la historia, se trata ele pl tuar ele otra
simbólica de la palabra en el campo del lenguaje. Se sirve ele la lingüís- manera, reordenar las contingencias ele la vida a part lo que se
tica para formalizar en su primer retorno a Freud, lo que hace a Ja produce como efecto de verdad.
estructura del inconsciente: el inconsciente estructurado como un len- En relación a la historia y el lenguaje, nos situamos en la otra
guaje. El texto que da cuenta de este inicio es "Función y campo de la vertiente del campo simbólico, que corresponde a la diacronía de la
palabra y d lenguaje en psicoanálisis" de 1953. Toma prevalencia la estructura lingüística. Los elementos de una sintaxis adquieren valor
categoría de lo simbólico en sus dos vertientes, la palabra y el lenguaje, unos respecto de los otros. Es lo que Freucl introdujo como pérdida del
como la dimensión esencial de la experiencia analítica. Sostiene una referente, cada elemento separado, cada significante por si solo no
disyunción radical entre lo imaginario y lcJ simbólico, estableciendo un llama al sentido sino al sin-sentido. Es en su conjugación, articula-
primer ordenamiento que orienta la clínica. ción y combinación que decide el sentido que ha de producirse, no
En esta vertíenrn el síntoma consecuencia ele un defecto en la está escrito de antemano.
simbolización, algo que no pudo ser verbalizado, que ha quedado sin El sentido no ("S preexistente, sí la estructura del lenguaje. La es-
pasar por la palabra. La cura analítica implica la posibilidad ele simbo- tructura del lenguaje preexiste a la entrada del sujeto en ella, el sujeto
lizar eso que ha quedado interrumpido de la h i,;toria del sujeto. debe somet<:rse a esa estructura simbólica, pero se trata ele una estruc-
tura hecha de sin-sentido.
"El inconsciente es ese capítulo ele mi historia que está mar-
Miller 10 nos advierte el problema que surge ele pensar estos dos
cado por un blanco u ocupado por un embuste: es el capítulo
aspectos ele lo simbólico: la palabra es significación y el lenguaje es
censurado. Pero la verdad puede volverse a encontrar ... ". 8
sin-sentido. Lacan sale de esta paradoja elaborando la dimensión co-
La cura por simbolización es lo que permite dar significación retro- mún de lo simbólico.
activa a lo que quedó censurado para el sujeto y que por eso mismo En primer lugar invierte la relación significado-significante, es
tiene valor traumático. el significante el que crea el significado, no hay una relación prede-
Al igual que Freud, Lacan resalta el valor ele la palabra como medio terminada entre ambos sino que es a partir del sin-sentido que se
de tramitar la impresión psíquica. No hay palabra sin respuesta aun- decide la significación.
que éste sea el silencio. La clave está en que tenga un oyente, éste es el En segundo lugar, sostenido en la idea freucliana ele la asociación
meollo de su función en el análisis. libre y la sobrecleterminación del inconsciente, introduce el concepto
Entre el analista y el analizante está la Es necesario distin- de cadena significante como condición necesaria para toda forma-
guir la vacía en el campo de la palabra plena en el ción del inconsciente.
campo simbólico. La palabra plena apunta a la verdad del sujeto. La En tercer lugar, Lacan hace funcionar a lo simbólico como un único
palabra vacía sólo circula en el eje del narcisismo, sobre ésta hay que término que se opone y distingue de lo imaginario. Es en este punto que
provocar en el análisis un vaciamiento. introduce su gran invención ele esta época, el Otro con mayúscula (A).

8
Lacan, J. (1953), "Función y campo de la palabra y del lenguaje en Psicoaná- "Lacan, J. (1954-1955), El Seminario 2. El Yo en la Teoría de Freud y en la
lisis". Punto 1 "Palabra vacía y palabra plena en la realización psicoanalítci- Técnica psicoanalítica, capítulo 19 "La introducción del Gran Otro", p. 368.
ca del sujeto", p. 249. En Escritos I, Siglo XXI, Buenos Aires, 1991. Paidós, Buenos Aires, 1992.
10
Miller, J.-A., Recorrido de La.can, Manantial, Buenos Aires 1991.
S. Pino y M. A. Córdoba: 3. Síntoma-fantasía: la función de la palabra... 5 1
50 Construcción de los conceptos psicoanalíticos ----·-----··----~-·----~---·-·-···------------------~---

-----·· ---------·-- ·-·------------ ---------·----------··-------·- ----~---------·---··----·-·-

El sujeto, no es en su totalidad sino en su abertura, el que no sabe


"Hay que distinguir, por lo menos, dos otros: uno con una A lo que dice. Se trata del sujeto dividido, no existe por fuera del lazo
mayúscula, y otro con una a minúscula que es el yo. En la
11 analítico. Para diferenciarlo del yo del narcisismo, Lacan utiliza la
función de la palabra de quien se trata es del Otro".
doble escritura del yo en francés: je y moi. Dejando el je como modo
Este concepto del Otro, es heterónomo en la teoría lacaniana. Es el de ubicar quien habla, el sujeto de la enunciación. El moi es el que
Otro como batería de significante, lugar del código y del lenguaje que queda en lugar de objeto de la frase, del enunciado. El plano imagi-
antecede al sujeto; es el Otro del discurso. Es también el lugar de la nario, es el campo del narcisismo, de las relaciones de yo a yo. En el
verdad, que aparece como tercero respecto de un diálogo cualquiera, plano del espejo, .nº. se va a jugar ninguna verdad, si~,ue se va a
dando perspectiva al descubrimiento freudiano del inconsciente y Jugar el desconocimiento. ·-
abriendo para el sujeto los destinos del efecto de sentido. Es al mismo La verdad va a estar jugada en el plano simbólico, los síntomas
tiempo el Otro de la palabra que como "alocutario" 12 marca la direc- siguen la estructura del lenguaje, y por eso son susceptibles de desci-
ción del discurso más allá de aquel a quien aparentemente se dirige. frar. En un síntoma se juega una verdad inconsciente que es descifra-
La can lo introduce a título de un verdadero sujeto, como el sujeto de la ble, hay que buscarla en la relación de sentido sujeto-Otro($ A).
intersubjetividad, ubicando con esta palabra la dimensión transindi- En el análisis se trata de la prevalencia del eje simbólico, que el
vidual del inconsciente. Es el inconsciente que tiene que ver con la sujeto pueda reconocer al Otro con mayúscula a quien se dirige mas
verdad de ese sujeto, el lugar duscle donde se encuenLra determinado, allá del otro imaginario. Cuando en la cura aparece el plano imaginario
pero que le es exterior, extraüo, extranjero. Es por un lado lo m{rn estamos frente a la resistencia, el obstáculo. Por el lugar del analis-
íntimo, pero a la vez lo más extraño" Es desde donde se es hablado. ta en la experiencia de la cura será el del A, ya que su función principal
Está afuera del yo porque no se le rpconoce corno propio, y además no es no permitir que la relación imaginaria domine la situación, para
tiene existencia previa, sino quu SP produce en acto. Con el Otro con esto debe sustraerse en tanto yo (nwi).
no hay ele idn1tidad ni reflexividad, se trata de una La relación entre e! y el Otro implica una dialéctica. El sujeto
alteridml radical, eso es el orden simbólico. se constituye en el Otro que le preexiste, la estructura del lenguaje
captura al viviente que habla, y esto tiene consecuencias incluso en su
"El lenguaje sirve tanto pilra fundarnos en el Otro como para cuerpo; el significante mortifica el cuerpo y abre el campo del deseo. Por
impedirnos radicalmente comprenderlo. Y de eso precisamen- eso la cura se puede leer como una experiencia dialéctica, donde se va a
te se trata en la experiencia analítica" .13 jugar la verdad subjetiva a partir de la puntuación del analista desde el
lugar del Otro, como tercero en el discurso, es condición que el analista
Para dar cuenta de la escena analítica, Lacan introduce un primer
esté advertido que no se trata de una situación dual.
grafo que conocemos como Lambda o Z, lo utiliza para ilustrar los pro-
En esta primera parte de la enseñanza lacaniana, la prevalencia de
blemas suscitados por el yo y el otro, el lenguaje y la palabra. En el eje
lo simbólico deja por fuera lo que en Freud se conceptualizó como la
simbólico sitúa las relaciones del sujeto (S) con el Otro (A) y en el eje
dimensión económica. El síntoma es únicamente metáfora y la libido
imaginario las relaciones del yo (a) con el semejante (a').
queda del lado del narcisismo en la relación del yo con sus
excluida del simbólico y en la práctica analítica como obstá-
culo imaginario. Miller lo ubica como el obstáculo epistemológico de
este momento: la oposición de lo libidinal y lo simbólico. Será en el
11Lacan, J. (1954-195[1), El Seminari.o 2. El Yo en la Tcuría de Frcud y en la
Técnica. psicoanalítica, capítulo 19 "La introducción cld Gran Otro'", p. 355, siguiente paradigma donde libido y sentido se reúnen en la fórmula del
Paiclós, Buenos Aires, 1992. síntoma como significación inconsciente investida de afecto.
12 Lacan, J. (1953), "Función y campo de la palabra y del lenguaje en Psicoa-

nálisis", Punto 1 "Palabra vacía y palabra plena en la realización psicoana-


lítica del sujeto", p. 248, En Escritos I, Siglo XXI, Buenos Aires. 1991.
13 Lacan, J. (1954-1955), El Seminario 2. El Yo en la Teoría de Freud y en la

Técnica psicoanalít.ica, capítulo 19 "La introducción del Gran Otro", p. 367,


Paidós, Buenos Aires, 1992.
4. Síntoma~Castración: autoerotismo
Bibliografía ampliado y extraterritorialidad

Freud, S. (1896), "Manuscrito K. Las neuropsicosis de defensa". En


Obras Completas, Amorrortu, Vol. I, Buenos Aires, 1991. Silvia Pino
----(1893-1895), Estudios sobre la histeria. En Obras Completas, Amo-
rrortu, Vol. II, Buenos Aires, 1991.
---(1897), "Carta 69." Fragmento de correspondencia con Fliess. En
Obras Completas, Amorrortu, Vol. I, Buenos Aires, 1991.
--(1905-1906), "Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiolo-
gía de las neurosis". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. VII, Introducción
Buenos Aires, 1996.
----(1898), "Fantasías Histéricas y su relación con la bisexualidad".
n Freud ~ncon~r~mos dos mome.~t~; d,e su.enseñanza para situar
En Obras Completas, Amorrortu, Vol. IX, Buenos Aires, 1991.
---(1905), "Fragmento de análisis de un caso de histeria". En Obras
E :J el paradigma smtoma-castrac10n . J<,l primero, cuando el sínto-
ma neurótico está pensado desde los conceptos de deseo inconsciente y
Completas, Amorrortu, Vol. VII, Buenos Aires, 1991.
satisfacción libidinal, en el marco de un aparato psíquico regulado por
Lacan, J. (1978), "Intervención sobre la transferencia", En Escritos 1,
el principio placer-displacer. El segundo, cuando el síntoma es consi-
Ed. Siglo XXI, Buenos Aires, 1987. derado desde la perturbación económica producida por la "exigencia
--(1953), "Función y campo de la palabra y del lenguaje en Psicoaná-
pulsional, núcleo genuino del peligro'', según lo plantea en "Inhibi-
lisis". Punto 1 "Palabra vacía y palabra plena en la realización psi-
ción, síntoma y angustia".
coanalítica del sujeto", En Escritos I, Siglo XXI, Buenos Aires, 1991.
En Lacan encontramos también dos momentos que se presentan
en discontinuidad pero se soportan en este paradigma. El primero,
cuando el síntoma neurótico es elucidado desde el predominio que
Lacan le otorga a lo simbólico. Una de las consecuencias de tal orien-
tación es que, de la pulsión, sólo queda acentuada su equivalencia a
la cadena significante. El síntoma será, en este momento de la ense-
ñanza de Lacan, un efecto especial de significado del Otro, en co-
nexión con la pulsión y el fantasma. Y el segundo, cuando el acento
está puesto en el goce, mientras que la castración es reformulada.
Lacan recupera "la exigencia pulsional" freudiana como el real irre-
ductible que insiste en la clínica -tal como será desarrollado en el
paradigma "síntoma-funcionamiento".

Síntmna: "autoerotismo ampliado"

La expresión "autoerotismo ampliado" es usada por Freud en la "23ª


Conferencia. Los caminos de la formación de síntoma", cuando explica
la "modalidad de satisfacción que el síntoma aporta" y cuán íntima-
mente aparecen ligados en ésta, la libido y el inconsciente.
Este punto de llegada nos permite ubicar el recorrido lógico sobre el
síntoma en este momento de su elaboración -"1 ?3 Conferencia. El sentido
Construcción de los conceptos psicoanalíticos
54 ---·-·--· ----
----
Silvia Pino: 4. Síntoma-Castración: autoerotismo ampliado y extraterritorialidad 5 5
-----------------------~-~--------------------"'-----··-----------------------·--------

de los síntomas" y "23ª Conferencia. Los caminos de la formación de


p. 240). Concluye: " ... sólo hemos dado un primer paso hacia la
síntoma", dictadas por Freud en la Universidad de Viena en 1917. comprensión del significado del síntoma" (Freud, S., 1917
Tal como si fuera el trayecto de una experiencia de análisis, estas [1916-1917], p. 248).
conferencias nos llevan desde el elligma operando en el campo del senti-
do a la fijación como fuera de sentido. Situemos este movimiento en la Ese plus de satisfacción, que se aloja en el lugar de la insatisfacción
particularidad de los párrafos con que se inicia cada una de ellas: es lo que ocupa a Freud en la "23ª Conferencia. Los caminos de la for-
mación de síntoma". Lo interroga un resto, más allá del sentido, aun-
"El síntoma es rico en sentido y se entrama con el vivenciar que anudado a él. Los dos conceptos necesarios que se i~zen entre
del enfermo" (Freud, S., 1917 [1916-1917], p. 235). una conferencia y otra son trauma y fijación, íntimament?l°Tgados a la
"Tras eliminarlos [a los síntomas], lo único aprehensiblo que
castración. Los caminos de la formación de síntoma son los caminos de
resta de la enfermedad es la capacidad para formar nuevos
la libido en la búsqueda de la satisfacción.
síntomas" (Freud, S., 1917 [1916-1917], p. 32G).
Recordemos, ante todo, que el concepto mismo de libido da cuenta en
En la "17ª Conferencia. El sentido ele los síntomas", Freud parte Freud del obstáculo interno del ser humano para el pleno desarrollo
ele ubicar al síntoma como una más de las formaciones del incons- sexual ya que la libido se funda en un desencuentro. Es la consecuencia
ciente en tanto porta un sentido al igual que las operaciones fallidas de que para la pulsión no hay satisfacción plena.
y los sueños. Sirven a la realización del deseo y ésa es la clave del A la altura de estas conferencias sus conceptualizaciones sobre la
sentido inconsciente. represión y la libido se corresponden con sus dos doctrinas -la de la
Freud se apoya en dos situaciones clínicas. La primera, donde el interpretación de los suefí.os y la de las pulsiones- que parecerían ir
síntoma aparece como la figuración de la escena de la noche ele bodas, en paralelo. El síntoma liga el circuito semántico con el circuito libidi-
en la que el marido se había mostrado impotente. En este caso, además, nal para dar cuenta de ese plus que no está en las otras formaciones
Freud nos deja una clave: justificada por su síntoma ella y su marido del inconsciente que para Freud sirve siempre al mismo propósito:
viven en lugares sPparados. Esto, a la satisfacción sexual.
El síntoma se produce como sustituto de una satisfacción intercep-
"le posibilita una cómoda vida solitaria" (Freud, S., 1917 [1916- tada. Freud lo formula del siguiente modo:
1917], p. 204).
" .. .la escapatoria de la libido bajo las condiciones del conflicto
Y en la segunda, el síntoma de emparejar objetos da forma a la no- es posibilitada por la preexistencia de fijaciones. La investidu-
relación sexual: su síntoma sirve para ra regresiva de éstas lleva a sortear la represión y a una des-
carga --o satisfacción- de la libido en la que deben respetarne
" ... mantener separados hombre y mujer, vale decir, separar a las condiciones del compromiso. Por el rodeo a través del in-
sus padres, no dejarlos que llegaran al comercio conyugal" consciente y de las antiguas fijaciones, la libido ha logrado por
(Freud, S., 1917 [1916-1917], p. 240). fin abrirse paso hasta una satisfacción real, aunque extraor-
Los dos casos presentan a la castración como un desarreglo, como dinariamente restringid;1 y apenas reconocible ya" (Freud, S.,
1917 [1916-1917], p.
un menos de satisfacción, en la causa del síntoma. La castración, en-
tonces, se presenta en su versión imaginaria a lo que el sujeto responde Cada vez que la libido en su intento de satisfacción se topa con una
con su síntoma. Donde la relación sexual falla surge la formación sus- frustración externa, regresa buscando un nuevo modo de satisfacción.
titutiva como un conjunto de significantes que la representan y, al mis- Para entender este mecanismo tenemos que diferenciar dos estatu-
mo tiempo, presentan una satisfacción compulsiva. tos de la frustración: el primero, la frustración externa que entra en
Freud lo dice del siguiente modo: conexión con la realidad -tomando en cuenta que para Freud la reali-
" ... como lo haría un sueño, figura este deseo como cumplido, dad es siempre realidad psíquica- y, el segundo, la frustración inter-
dentro de una acción presente" (Freud, S., 1917 [1916-1917), na que es la condición misma del funcionamiento de la libido como
pulsión sexual. En este circuito, la libido queda vinculada tanto a las
representaciones del inconsciente como a las huellas de la satisfac- porque hay padre como operador que genera el espacio simbólico regu
ción infantil. La libido es afectada por la regresión en sus dos modos: lado por la lógica falo/castración. El síntoma, en esta perspectiva, es
la introversión a la fantasía y la regresión a los puntos de fijación. planteado por Lacan como equivalente a una metáfora, y se lee como
La libido vuelve al pasado fantasmático porque algo ejerce atrac- un efecto de significado proveniente del campo del Otro -s(A)-.
ción, .Freud nombra "vivencia infantil" al plus que da cuenta de la Avanzando en su ensefianza, Lacan considerará al E<Íntoma no sólo
fijación como una marca de la satisfacción real más allá de la trama en su vertiente semántica, metafórica, expresión sólo de un.sentido
argumental en la que habita. inconsciente sino que será también un modo de satisfacción libidinal.
La recuperación del término "vivencia infantil" nos orienta para si- Al recuperar el conc(•pto freudiano de "invei'tidura libidinal", con la
tuar la conjugación en el trauma de dos elementos: la fijación, como complejidad que el mismo tiene en Freud, Lacan relíeve que
saldo <IP lo realmente acontecido, y las fantasías primordialei-'. La arti- la libido viene a investir un efecto de la articulación al
culación entre castración y pulsión en Freud está dada por el complejo efecto de significado. Lacan inventará PI objeto a para nombrar la parte
de Edipo como argumento necesario en tanto inscribe en una trama del goce: que se tramita Pn una articulada al fantasma -
simbóÚca pulsimws y el de Extrañamiento aquello que Freud en1Pndín corno investí dura
de la realidad Y retrocern al principio cid placer dan clave ch•l síntoma Podemos afirnrnr, entonces, que construcción def concPpto de
como realización del despo pero Freud dice: "hay to(lavía algo más'· objeto a fue posiblP para Lacan sobre la huella freudí::ina del "auto-
erotismo ampliado"
todavía mús que hace que lo~ síntoma" nos parez-
El nombre que finalmente LacRn le da A estR dimensión del sínto-
como nwd de la sat isfac-
cuando lo con8ídera al mismo tiempo metáfora e investidura lihí
nos recuerdan nada de lo
, enternliendo que "sentido'' ubica la artícu-
de una Ca'-'Í
indica la investidura libídinal. El sínto-
por tanto, el vínculo
que es la parte del goce atraída hacia rl
cuencia del d0termi no
principio dP placer. no suincrci::i.
retroceso una suNte de autoerotismo ampliado, como el que "Autoerotismo ampliado" y "sentido-gozado·' son dos nombres de
ofreció las primeras satisfacciones a la pulsión sexual" (Freud, la conexión entre el inconsciente y la libido, entre el significante y el
s., 1917 [1916-1917], p. 334). goce. Son dos modos de decir que, con el síntoma, se goza del fantas-
con la f:atisfacción autoeróticn que esto implica. Un grice que
Lacnn en El Seminario 20. Aún terminará nombrando como "no-
El detalle que conviene destacar reside en la expresión: "... un retro- sexual", ya que no refiere al Otro sexo sino que es en continuidad con
ceso a una suerte ele autoerotismo ampliado". ¿Cómo conviene com- la sexualidad infantil.
prender esta frase'1 Como una clave en el núcleo del síntoma, que se
presenta como infractora al principio económico regulador del aparato. Síntoma: extraterritorialidad
1)e todos obtener consecuencias
dP que Lacan
Ordenaremos la lectura do momento del
Su en.c:eílanza, hasta El Snninarío 20. Aún, estuvo marcada por el
síntoma-castración a partir de la referencia que Freud hace a la "extra-
valor predominante que le adjudicó a lo simbólico, por sobre lo imagi-
territorialidad del síntoma'·, en "Inhibición, síntoma , domk
nario lo rea l. esta la Pstructura lleva la
resitúa la problemática del síntoma desde de la pulsión y el yo.
tración al goce, o sea, quo el goce queda afectado, mortificado por lo
La extraterritorialidad es el elemento que la homeostasis no reab-
simbólico. En la neurosi8. la condición ele posibilidad ele la cadena
sorbe y que se manifiesta en el síntoma como exigencia de satisfacción,
significante os la operación del Nornbn' del Padre solidaria dE'
por fuera de la organización del yo e independiente de ella.
la castración que produce acotamiento de goce, punto de basta y, por
Esto elemento irreductible nos permite ubicar dos dimensiones de la
consiguiente, significación fálica retroactiva. Hay cadenR significante
pulsión en el síntoma: la dimensión dinámica, en la que el síntoma se
8 Co11.strucción de los conceptos po1coana.líticos Silvia Pino: tí. Sínt01na-Castn1ci(n1: autoerotisrnn ;:-nnphado exmnerritorialidad 5 9
---------~ - - --- --··"---·~------- - --~- --------------

ofrece a la pulsión como otra satisfacción, y el carácter no influible de la satisface sus necesidades sin dilación. Entonces, la situación
moción singular del ello, la exigencia de satisfacción. que valora como 'peligro' y de la cual quiere resguardarse es
Freud presenta en este texto al síntoma como un sustituto, una la de la insatisfacción, el aumento de la tensión de necesidad,
satisfacción en lugar de otra, por la oposición del yo-defensa a la satis·· frente al cual es impotente" (Freud, S., 1926 [1925], p. 130).
facción pulsional. Para dar cuenta de esta sustitución parte de descri-
Freud sostiene a continuación que:
bir el mecanismo de la formación de síntoma; éste tiene por condición a
la represión primaria y, en un segundo tiempo lógico, el conflicto psí- " .. .la perturbación económica por el incremento de las magni-
quico entre la pulsión y el yo como la parte organizada del ello. La tudes de estímulo en espera de tramitación; este factor consti-
angustia do castración es señal de este conflicto y funciona como motor tuye, pues, el núcleo genuino del 'peligro'." (Freud, S., 192G
de la défonsa referente del síntoma. [1925], p. 130).
La iclea que Freud tiene del mecanismo psíquico va en la dirección
impresa por su teoría del conflicto peru, en paralelo a la descripción de La exigencia pulsional no es en sí misma un peligro. La idea de ''peli-
ubica el fundamento del síntoma en la de satisfacción, gro" el tratamif"rito qne produce la neurosis do la anulación de la
moción tmlsional del ello. De allí que afirme que: satisfacción por presentarse como l!nheimlich. La rnstración un con-
tenido psíquico que sostiene la teoría del confücto on Froud. La angustia
automática es que se opone a la síntesis y podemos hacer. apoya-
dos el texto la secuencia:
gustia traumática-extraterritorialidad del
p. 1 ~if"i). La de satisfacción de Ja moción pulswnal continúa en la
extraterritorialidad del síntoma es la nresencia no-ínfluíblü do la
Para clave la moción La lucha secundaria contra el síntoma es una conti-
en las neurosis traumáticas y la lucha
díciones económicas de una situación para la cual En la Addenda de síntonrn y angustia'" encontramos
contenido psíquico. Presenta al desvalimiento psíquico como un nom- un fragmento dedicado a la contrainvestidura desde el que interpreta
bre de lo imposible de representar. en distinto sentido el trabajo de la síntesis La reelaboración de
Freud debe construir en "Inhibición, síntoma angustia" los argu- "Recordar, repetir, reelaborar" (Durcharbeiten) deja de tener su funda-
mentos que hacen de la exigencia pubional un peligro y que justifican mento en el intento de tramitar lo perturbador para pasar a ser un
la puesta en marcha de la defensa. El argumento para la angustia- modo de satisfacción anudado a la fijación. La pulsión es un "peligro"
señal. es la separación de la madre en un primer momento y en la fase para el yo empujado a la compulsión a la síntesis.
fálica la angustia de castración con valor retroactivo. Lacan en su retorno a "Inhibición, síntoma y angustia" sostiene
"Así, la angustia se presenta como una neacción frente a la ausencia que la castración produce la anulación del goce a la vez que la reali-
del objeto; en este punto se nos imponen unas analogías: en efecto, tam- zación como otra satisfacción, el síntoma anudado al fantasma como
bién la angustia de castración tiene por contenido la separación rospec-
estimado erado la Freud un hilo que de
del 1915 hasta el final de su obra:
ración de la madre" (.Freud,
Es aquí donde podemos situar dos una, sin contenido a) "Los fragmentos de vida que fueron penosos" en "Recordar
psíquico y otra, que tiene por contenido la separación de la madre. Es repetir, reelaborar" (1915).
por eso que resulta revelador el párrafo siguiente: b) "La extraterritorialidad" del síntoma, en "Inhibición, síntoma y an-
gustia" (1925).
"La reflexión más somera nos lleva más allá de esa insisten-
cia en la pérdida de objeto. Cuando el niño añora la percepción c) El "fragmento de agresión libre", en "Análisis terminable e intermi-
de la madre, es sólo porque ya sabe, por experiencia, que ella nable" (1936).
6 l) Construcción de los conceptos p'3icuano.líticos

5. La agudeza del síntoma


Conclusiones

Esta moción no influible aparece en la obra freudiana de diferentes


modos: "moción penosa" (1915), "peligrosa" (1925) y deriva en los con- Marisa Moretto
ceptos de "reacción terapéutica negativa", "masoquismo erógeno", "re-
sistencia estructural".
En "Análisis terminable e interminable" Fn:ud la despoja de las
interpretaciones a las que la teoría la reducía y la como '-frag-
mento de agresión libre", del que Lacan extrae todas sus consecuencias
l síntoma conlleva t:na :er~iente de satisfacción come~ obstáculo.
y será el hm:so del último paradigma síntoma-funcionamiento.
E Voy a partir del J"scnto 'De nuestros antecedentes' de Lacan
mencionado por MiUer en La enrnltu ra formal del síntoma, Allí
trata la necesidad por la que Lacan se vio conducido Freucl,
desde donde hizo su entrada para abordar al síntoma analíticamente,
no sin recordar antecedentes psiquiátricos de la mano de su maes-
tro lo a al síntoma
mente de su contenido Tomando entonces corno ''la vercla-
dera huella clínica" a la "fidelidad de la envoltura formal del síntoma
que lo condujo "ese límíte en que
Lacan para retomar el camino
poema al poeta, aquel que comienza con la del síntoma
histérico, concibiendo a 1sujeto como efecto de significación, hasta to-
parse en su praxis con los obst.áculos que aluden a la satisfacción, in-
cluyendo a la cura misma como satisfacción que deviene obstáculo para
Bibliografía la terminación de un análisis.
Para Lacan, (lestaca Miller (1989), se trata de un camino similar al
Freud, S. (1915-191 7), Conferencias de introducción al psicoanálisis. freudiano, el camino que va desde su escrito "Función y campo df' la
En Obr~s Completas, Vol. XV-XVI, Buenos Aires, 1991. palabra" (Lacan 1953), donde Lacan mismo funda el comienzo de su en-
--(l92G), "Inhibición, síntoma y angustia". En Obras Completas, Amo- señanza, eje del síntoma como mensaje a descifrar, a concebir el sínto-
rrortu, Vol. Buenos Aires, 1D91 ma con el acento localizado en el goce, en tanto el síntoma es una mane-
1 "Análisis terminable interminable". En Obras de gozar, así como lo enuncia en "El Seminario 22. HSI" (1975).
tas, Amorrortu, VoL Buenos 1H91 En términos de Osvaldo " .. .la llamada del escándalo
Lacan. ,J _(] 957 1 El Seminario Las Formaciones del Incons- de la de muerte" (200fí, p. lG4). Piedra atravesar desde una
ciente, Paidós, Buenos Aires, 200G. trama hasta lo no ligado, entonces el obstáculo puede revelar una nue-
--(19()0), "La subversión del y dialéctica del deseo en el incons- va forma que no estaba ya en d Otro que tiene la función de indicar
ciente freudinno". En Escritos 2. Buenos 2001 un goce, una satisfacción singular y fuera de sentido. Poeta entonces,
-----(1975- 7G), El Seminario 2:3_ El Sin Buenos inventor de una nueva forma, estado que Freud llama de neocreación
en "Análisis terminabfo e interminable" (1937) y que diferencia alana-
2006.
Millcr, ,J.-A. (2007), "Seminario sobre las vías de formación del sínto- lizado del no analizado.
ma". En Introducción a la Clínica Lacaniana, ELP, Barcelona, 2007. Es el viraje del 20, con la introducción de "Más allá del principio del
--(1993-1994), Done. La lógica de la cura, Paiclós, Buenos Aires, 2011. placer" (1920) y la segunda tópica lo que lleva a Freud a ubicar diferentes
6 2 Construcci1Sn de los conceptos psicoonnli!1c(,'' Marisa Moretto: La agnde:::a del síntoma 6

momentos de la conceptualización de la cura y a su vez los impases en Freud escribe inmediatamente después que "Análisis terminable e in-
la lógica de una cura que lo instan a interrogarse por lo asemántico. Ya terminable" (Freud, 1937), que ubica que ante lo imposible de recordar,
no se trata del arte de la interpretación, ni del vencimiento de la resis· aquello que nunca fue conciente, aquello que obedece a lo reprimido
tencia, sino de la resistencia al levantamiento de las resistencias, com· primordial, la convicción ele la construcción rinde lo mismo que el re-
pulsión a la repetición. cuerdo recuperado; es decir suple entonces una ausencia vía una fic-
Al tercer momento enunciado por Freud lo podemos pensar como ción. Pero algo muy importante es que si la construcción es aportada
aquel que alude a que el trauma es inherente a la estructura, es
pulsional: i;ero que aunque el analizante lo sospeche nada quiere
saber de esto y es respecto a este obstáculo que Freucl ubica modos
eso Lacan dirá que la construcción
posibilidad de que cuando el
.;¡,
por el analista su efecto puede ser la reacción terapéutica ~atíva. Por
del analizante, 1o
halle en comliciones de
íudica la
poeta
de resistencia como satisfacción del síntoma, en "Análisis termina· podrá atrás al partenai re analista como a una manifostación rPsi-
ble e interminable" ( J ~);)7¡, dual última de un anrilisis.
resistencias del ello parn Freud lo quP que, desde un planteo económico. ubica al
elaboración. Definidas l)ll "lnhíhíciún. síntoma trata del aforramümto a la necesidad de
derivadas ele la compulsión a la y clínicamente se manifiesta como reacción terapéutica
sión sino por la atracción que los dura al lazo alpartcnaire analista qup Fwucl define corno ese rwrsona_íe
ción entunces del extraño que al analizante crueles.
do como PÍ Dice Freud "Análisis tcnnínable P
rante el t analítico no
cias que las de una ftwrza que
la curación y a toda costa
cimiento. Aquí ubica Freud
devienen un pe11.gro nnsmo pnrn de las pulsiones de vida muerte como las respousableE> de imposibili-
IRmcmtable rle algunos anáfü;is, que amenazan al tar el principio del placer.
la situación analítica. La reacción terapéutica negativa es el modo clínico en el que ha-
Freud ubica a la viscosidad de la libido en "Análisis terminable e cia el fin del análisis se manifiestan estas resistencias como aferra-
interminable'' (1937). La refiere a aqtwllos análisis donde la cura es miento al padecer, último intento de ligarse partenaire analista,
lenta ya que los pacientes no pueden desasirse, no pw:den decidirse a justo cuando ya estaba por partir, el paciente empeora enfermando.
desasir investiduras libidinales de un objeto. FrPud ubica una fidelidad Conscientemente no se siente culpable sino Pnformo. se trata dPl
a las investiduras, fijeza que sná retomada justamente por Lacan al empeoramiento que acontece justo cuando ya estaba listo para arrn·
enfatizar "la fidelidad a la envoltura formal del sintoma", goce entonces glárselas sin el análisis.
Al incurable nivel de la estructura un análisis da la posibilidad al
de
de ser un obstáculo? Cuando se
que ratificación del proceso primario, ratificación en
para hallar los análisis cierto de rectificación. del sentido que afecta a la satisfacción como
que cuando efectivamente el analítico ha abú:rtcJ caminos nue- obstáculo. Un análisis no cura al sujeto de la pulsión, eso es imposi-
vos a la moción se obsen·a quP no se los empren· ble, y tampoco sería sostiene Freud, pero afecta al
de sin uirn nítida V>lcilación. der del factor cuantitativo de la intensidad pulsional. satisfacción neu-
algo inmutable, fijo petrificado, "'una suerte de . Si se rótica que intenta ligar, dar sentido, a lo imposible de ligar. A ese
trata de las resistencias del ello que son, como decíamos fantasmáticas, imposible de ligar Freud lo llama: fragmento de agresión libre, fuera
la herramienta para la elaboración será ya no la interpretación sino la de sentido e ineliminable. Delgado lo define a ese fragmento no ligado.
construcción. Es en "Construcciones en nsicoanálisis" (1937) texto que como lo incurable mismo.
6 Construcción de los conceptos psicoanalíticos

6. la materia: un plan trabajo.


De la satisfacción como obstáculo, intento neurótico de no querer
Enfocado desde la perspectiva del síntoma como funcionamiento
saber que en la infancia no pasó nada, a la satisfacción como modo de
reconciliación con la pulsión. Miller destaca que más que reconciliación
se trata de una relación diferente con la pulsión. Poeta, neocreación,
diferencia entre el analizado y el no analizado, síntoma funcionamien-
to, nombre de la actividad pulsional que no renuncia a su constancia. Kuky Mildiner
No es detención, sino nuevo encuentro con la no-relación. Nuevo en-
cuentro aliviado de la carga mortífera que actúa en la repetición.
Lacan en su abordaje del síntoma, pasó por la enseñanza de Cléram-
bault quien describió el fenómeno sutil del automatismo mental, aso-
ciado al vacío de pensamiento, destacando entonces la insensatez, el
disparate, volviendo así a la huella freudiana. se lee detenidamente el programa de la cátedra --programa que
implica un plan, un proyecto de trabajo- se encontrará el enfoque
que le otorgamos: la imbricación particular que existe entre la produc-
ción conceptual y la clínica en psicoanálisis. Clínica que para el psicoa-
nálisis de orientación lacaniana, es clínica ck lo singular. Lo singular,
es su norte fundamental. Desde confección del programa hay un
trabajo que destaca que no se trata de una discipli-
na cerrndn y que sus conceptos no están formados de una vez y para
siempre. Es una posición
Tomn mos clara oríentación Freud al respecto quien en su texto
"Pulsiones y dnstinos cfo pulsión" 5) escribe lo siguiente:
Bibliografía
''I-femos oído expresar más de una vez la opinión de que una
ciencia debe hallarse edificada sobre conceptos fundamenta-
Delgado, O. (2005), "Pulsión y necesidad de castigo". En La Subversión les, claros y precisamente definidos. En realidad, ninguna cien-
freudiana y sus consecuencias, JVE, Buenos Aires, 2005. cia, ni aun la más exacta comienza por tales definiciones. El
--(2010), "Dar el paso interminablemente", Inédito. verdadero principio de la actividad científica consiste más bien
Fre'ud, S. (1920), "Más allá del principio de placer". En Obras Comple- en la descripción de fenómenos, que luego son agrupados, or-
tas, Amorrortu, Vol. XVIII, Buenos Aires, 1976. denados y relacionados entre sí (... ) Sólo después de una más
---(1926 [1925]), "Inhibición, síntoma y angustia". En Obras Comple- profunda investigación del campo de fenómenos de que se tra-
tas, Amorrortu, Vol. XX, Buenos Aires, 1991. te resulta posiblt; precisar más sus conceptos fundamentales
---(19B7), "Análisis terminable e interminable". En Obras Comple- científicos y ele manera de
tas, Amorrortu, Vol. XXIII, Buenos Aires, 1991. tender en gran medida su esfera de haciéndolos
--(19B7), "Construcciones en el análisis". En Obras Completas, Amo- irrebatíbles. ser d momcmtu de eoncretarlos en
rrortu, Vol. XXIII, Buenos Aires, 1991. definieíorws. Pero el progreso del conocimiento no tolera tam-
Lacan, J. (1966), "De nuestros antecedentes". En Escritos I, Siglo XXI, poco la malterab1lidad de las definiciones. Como nos lo evid(·n-
BuenosAires, 1991. cia d ejemplu de la Física, también lus 'conceptos fundamen-
--(1974), "El Seminario 22. R. S. I.". Inédito. tales' fijados en definiciones experimentan una perpetua mo-
Miller, J.-A. (1989), La envoltura formal del síntoma, Manantial, Bue- dificación del contenido". 1
nos Aires.
1
--(l99B), "Marginalia de Milán sobre análisis terminable e intermi- Freud, S. (1915), "Pulsiones y destinos de pulsión". En Obras Completas,
1rn hlA". En Revista Uno vor Uno Nº 36. Eolia, Buenos Aires. Amorrortu, Vol. XIV, P. 113, Buenos Aires, 1979.
66 Construcción de los conceptos psicoanalíticos Kuky Mildiner: 6. El programa de la materia: u.n plan de trabajo 6 7
---- ·--·-·-·· ·---·----·--·---·--

Decimos que el psicoanálisis sólo pudo surgir después del surgimiento traumatiza, agujerea el discurso universal y da lugar a otra noción de
de las ciencias. Y así es. la causa- hasta el psicoanálisis de Lacan.
Se trata, entonces, del síntoma a lo largo de los desarrollos del psi-
"Freud permitió retomar las aporías de la Razón, pero soste-
niendo que la razón es una razón libidinal, criticando todo coanálisis. Desde su caracterización como cuerpo extraño, como prácti-
universal del Bien". 2 ca sexual del neurótico, como resolución curativa, en el caso Juanito
hasta llegar finalmente a:
Y entonces se tratará de las causas y del inconsciente.
"Para darse la cabeza contra la pared no hay que conocer los pla- "... el síntoma es indicio y sustituto de una satisfacci.µlsio-
nal interceptada, es un resultado del proceso represi~'r~'3
nos de la casa". Esta expresión, tan obvia, tomada de J. C. Milner
apunta de un modo claro a lo que nos concierne: ¿qué es lo que hace que Incluso con la segunda tópica -yo, ello y superyó- Freud dirá que
un muchacho joven, frente a un fracaso amoroso, llegue a su casa, se el núcleo del síntoma es la necesidad de castigo, la satisfacción ele la
dirija a su habitación y se dé la cabeza contra la pared y luego pase a necesidad de castigo.
repetir ese acto? ¿qué es lo que hace que Elizabeth Von R. padezca de El desarrollo del concepto se ha ido encontrando con obstáculos y
esa fatiga y dolores a[ andar? diferencias en la clínica. Es fundamental tomar en cuenta el valor ele la
Disfonía en la voz, hacerse dafio golpeándose, no poder caminar, transferencia y por lo tanto del lugar del analista en la clínica, para ir
dejar de conrnr hasta el límite de lo puor, quedar detenido frente a la situando dichos obstáculos. Freud nos habla de un síntoma neoformado
mirada de los otros. no podPr concentrarse en la beber has1a en relación a la persona del analista.
quedar inconsciente una y otra vez; inhibiciones, síntomas y angustias Lacan, en El Seminario 11. Los Cuatro Conceptos Fundamentales
que desde la época de Freud y en nuestros días ··con las Yariantes que del Psicoanálisis, explica el interés por el inconsciente que aparece
las épocas implican-- mueven a la pregunta acerca ele la causa y con- "en la experiencia". Así se puede entender muy bien su proposición del
ciernen al psicoanálisis de un modo particular. estatuto ético del inconsciente: el inconsciente no es, hay que produ-
Síntoma, goce y cuerpo arman nn nudo en la teoría psicoanalítica. cirlo y el analista forma parte, él mismo, de la producción del incons-
El sufrimiento que aparece indica la satisfacción libidinal en juego. ciente en cada paciente.
¿Cómo abordarlo? Pero no sólo los obstáculos transferenciales enriquecen y modifican
El psicoanálisis trabaja con la palabra. Las palabras hacen algo el concepto de síntoma, hay también un cambio de perspectiva en la
muy distinto que demostrar, las palabras perforan, las palabras emo- clínica de Lacan que está marcado por su trabajo a partir de la psicosis.
cionan, las palabras conmocionan, las palabras se inscriben y son inol- Es sabido que Freud no recomendaba trabajar con las psicosis. Mien-
vidables, y eso es porque la función de la palabra no está sólo ligada a la tras que la experiencia de las psicosis le ha permitido descubrir a La-
estructura del lenguaje, sino a la sustancia del goce. can que el síntoma es en sí mismo un modo de tratamiento, respecto de
Entonces surge la pregunta que debemos elucidar: ¿cómo es posible lo que no hay, y esto es lo que desarrolla en la segunda parte de su
intervenir con la palabra sobre lo real de un cuerpo? Dicho de otra enseñanza, cuando encuentra un síntoma nuevo, distinto del síntoma
forma, ¿de la nnalítica capaz de tener un efecto freudiano: el sinthoma joyceano, desarrollo que ubicamos en El Semi-
real? ¿un efecto nario 23. El Sinthome. Lacan se deja enseñar por las psicosis.
Real y goce son conceptos que no aparecen definidos en Freud. Por A partir de "un caso de locura" Lacan resalta como
eso el programa. lleva un recorrido que va desde la subversión freudia-
na y su teoría acerca del inconsciente, -lo qlw hace que podamos ubicar ".. .lo que llamamos un enfermo llega a veces más lejos que
la creación del psicoanálisis como un cambio de paradigma, aquel que lo que llamamos un hombre con buena salud. Se trata más
bien de saber por qué un hombre normal, llamado normal,

2
Laurent, E. (2007), Conferencia. de cla.u.sura de las VI Jornadas de la. ELP "La.
Experiencia. del Objeto en la Clínica Psicoana.lítica.. Cue1po y Causa'', celebra- 'Freud, S. (1926), «Inhibición, síntoma y angustia)). En Obras Completas,
3

das en Madrid el 10 y 11 de noviembre de 2007. Amorrortu, Vol. XX, p. 87, Buenos Aires, 1991.
no percibe que la palabra es un parásito, que la palabra es Lacan retomará de esta manera lo formulado respecto del síntoma
un revestimiento, que la palabra es la forma de cáncer que por Freud en "Inhibición, síntoma y angustia". Se tratará entonces de
aqueja al ser humano (... ) ciertamente Joyce nos permite ubicar el goce yendo más allá del sentido. Entonces, esta última tesis de
conjeturar algo ... "·1 Lacan subraya la necesidad de ir más allá de la función de la palabra
En la medida en que el fenómeno elemental, en tanto que manifiesta en el campo del lenguaje: el síntoma le obliga a introducir en el campo
el estado originario del sujeto en la lengua, es puesto al desnudo en la del lenguaje la instancia de la escritura, de la letra. Caracterizando al
psicosis, es pertinente pensar la neurosis a partir de la psicosis. Es sinthome, correlativo de una inscripción.
¿Por qué? En el lenguaje, se trata de un signiJicantE· ét~~:siempre
allí que Miller encuentra una plataforma para invitarnos a tomar el
remite a otro por la vía de la significación. El sinthome, remite a un
sinthoma como punto de partida para orientarnos en la cura de los
significante letra que indica una coalescencia, una conexión real entre
sujetos neuróticos. En su texto "La interpretación al revés" (1987)
significante y cuerpo.
ubica un nuevo régimen de la interpretación, formulado así:
La palabra es primera respecto de la escritura y lo que la escritura
"Una práctica que en el sujeto apunta al sinthoma no inter- escribe no es otra cosa que lo que del goce se fija. Dicho en otros términos
preta a la manera del inconsciente". 5 el goce se fija al escribirse. Producir la letra de goce del síntoma, lo más
singular de un sujeto, eso es un trabajo que se realiza en el análisis.
En el mismo texto dirá que se trata de Lenguaje, la lengua y letra son conceptos que en su diferencia defi-
nen fuertemente esta clínica.
"... acompañar al sujeto neurótico hasta los significantes ver-
Ubicar el síntoma como funcionamiento entonces poder ubicar lo
daderamente elementales, a contracorriente de la interpreta-
más singular del su modo de g·oce, sinsentido que señala su lazo
ción que de ellos ha hecho el inconsciente".
al mundo y es fundamental para que la cura a su finalización.
Es entonces que la dirección de la cura implica una reformulación: Al10ra, pasaremos el texto del último módulo módulo que
"El sujeto ubica el síntoma como disfunción, el análisis permite encon- ubica al síntoma corno funcionamiento- titulado a una pre-
trarle una función a ese síntoma".G gunta de Marcel Ritter". Es un texto de Lacan y se trata de un extracto
Nos encontramos así con el último módulo de nuestro programa que importante de lo que aportó en una reunión en Estrasburgo el 26 de
habla del sinthoma como funcionamiento. enero de 1975 en respuesta a una pregunta del psicoanalista Marcel Ritter.
Ubicar esta nueva perspectiva, como decíamos, tomando el aporte Primero situemos la pregunta. Ésta se orienta a partir del concepto
ele la psicosis -la palabra pasa a ser parásito·- implica una nueva refor- "Unerhannte", ubicado especialmente en la Trawndeutung y que Ritter
traduce del alemán como lo no-reconocido. Este Unerhannte está arti-
mulación de varios términos, de donde resulta que el lenguaje se define
culado a la cuestión del ombligo del sueño.
com.o una elucubración de saber sobre lalengua y sirve a la comunica-
El ombligo es ese punto en el que el sueño es insondable, es decir, el
ción, mientras que lo que llamará ]alengua sirve a otras cosas que a la
punto en el que el sueño se encuentra lo mús cerca posible de lo
comunicación, tiene una finalidad de goce.
U nerkannte, de lo no reconocido. Ritter dice que:
Lalengua es anterior al ordenamiento grama Al
hablar de lalengua, ya no se trata del sentido, .cino dd goce. " .... parece ser un punto ligado por un único hilo al contenido
manifiesto, un punto dt" falla en la red"

y entonces formula su pregunta:

'Lacan, J. (1975-76), El Seminario 23. El Sinthome, Cap. VI, p. 93, Paidós, "¿en este Unerkannte podemos ver lo real?, ¿un real no sim-
Buenos Aires, 2006. bolizado? ¿Algo ante lo que el sueño en tanto que red se detie-
'' Miller, J.-A. (1996), «La interpretación al revés)). [,;n Entonces, shh, Eolia, ne, no puede avanzar?"
Buenos Aires, 1996.
" Miller, J.-A. (1998), El part:enaire síntoma, Cap. 1, p. 26, Paidós, Buenos Y agrega otra pregunta: ¿de que real se trata?, ¿es lo real pulsional?
Aires. Nos detendremos aauí.
Mildiner: 6. El de la materia: un 7 1
70 Construcción de los conceptos psicocmulíticos
-·-~---~- --~-~------------ ··-·----------- ·---··------------ ·-----·-----------

a través del corsé y dice: 'Tiene una matidez abajo a la iz-


Sabemos que este tema del ombligo del sum1o, viene de la mano del
quierda', y también señala una parte de Ia piel infiltrada en el
sueño de Freud, titulado por él mismo como "Sueilo de la inyección de
hombro izquierdo (lo que yo siento como él, a pesar del vesti-
lrma". Es un sueño que está integrado en el progreso de su descubri- do) ... M. dice: 'No hay duda, es una infección, pero no es nada;
miento en los años en que elaboró su Traumdeutung. La importancia sobrevendrá todavía una disentería y se eliminará el vene-
que Freud le otorga se trasluce en sus palabras a Fliess en las que no'. .. Inmediatamente nosotros sabemos de dónde viene la in-
sugiere que este sueño sea conmemorado con una placa, colocada en la fección. No hace mucho mi amigo Otto, en una ocasión en que
puerta de su casa que diga: "En esta casa, el 24 deju.lio de 18.95, le [u.e ella se sentía mal, le dio una inyección con un pre~do de
revelado al doctor Sigmund Freu.d el secreto de los sueños". Subraya propilo, propileno ... ácido propiónico ... trimetilami.-"'(cuya
esto la capital importancia que Freud le ha otorgado y que Lacan resal- fórmula veo ante mí escrita con caracteres gruesos) ... No se
ta en El Seminario 2 como un "momento eminente de la capacidad dan esas inyecciones tan a la ligera ... Es probable también
creadora de Freud", un gran creador. que la jeringa no estuviera limpia".

En El Seminario 2, El Yo en la Teoría de Freud y en la Técnica


El sueño psicoanalítica, en la primera de las clases dedicadas a este sueño,
Lacan dice:
Contamos con 1a lectura atPnt dPl texto freudinno, cito <'11 el volu- "En el suefío de la inyección de Irma. en el instante en que el
nrnn lV de Amorrortu, en clonck Í''reucl relata el sue11o y lo analiza mi- mundo del soñante se sume en el mayor caos imaginario en-
nuciosamente. También con la ler:tura ele las claroes Xlll y XIV ele El tra en juego el discurso, el discurso como tal, independiente-
Seminario 2, dedicadas a este sueño. mente de su sentido, puesto que es un discurso insensato. Se
Transcribiremos aquí, para facilitar la lectura, E·l del sueño y ve entonces al sujeto descomponerse y Este sue-
un párrafo de El Seminario luego clesarroiinr respuesta de ño implica el reconocimiento del carácter fundamentalmente
Lacan a Ritter. acéfalo del sujeto, pasado un determinado límite. Este punto
es designado por el AZ de la formula de trimetilamina. Ahí
"Un gran vestíbulo -muchos invitados; a quienes nosotros re- está, en ese momento el yo (je) del sujeto. Y no sin humor, ni
cibimos-. Entre ellos lrma, a quien enseguida llevo aparte sin vacilación, pues esto es casi un Witz, les propuse ver en
como para responder a su carta, y para reprocharle que toda- ello la última palabra del sueño. En el punto en que la hidra
vía no acepte la 'solución'. Le digo: '--Si todavía tienes dolo- ha perdido sus cabezas, una voz que ya no es sino la voz de
res, es realmente por tu exclusiva culpa'. Ella responde: ·-'Si nadie hace surgir la fórmula de la trimetilamina como la últi-
supieses los dolores que tengo ahora en el cuello, el estómago ma palabra de lo que esta en juego, la palabra de todo. Y esa
y el vientre; me siento oprimida'. Yo me aterro y la miro. Ella palabra no quiere decir nada a no ser que es una palabra".
se ve púlida y abotagada; pienso que de todo he dt?s-
cuidado sin duda al!!o or¡z;~nirn T,,, liPvn h la Subraya acorde la conceptualización de la de este semi-
un poco rPnuen- nario, la función del sistema simbólico en su empleo más radical.
te, como las mujeres que llPvan dentadura postiza. Pien::;o
entre mí que en modo alguno fa•ne necesidad de Pilo. Después
la boca se abre bien, y hallo a la derecha una gran mancha La respuesta a M. Ritter
blanca, y en otras partes veo extrañas formaciones rugosas,
que manifiestamente están modeladas como los cornetes En principio Lacan cuestiona lo expresado como real pulsional. Aho-
nasales, extensas escaras blanco-grisáceas. Aprisa llamo al
ra bien, ¿qué es este real pulsíonal? es lo que se reduce a la función de
doctor M., quien repite el examen y lo confirma ... El doctor M.
agujero en la pulsión. Esto es, lo que hace que la pulsión esté ligada a
se ve enteramente distinto que de ordinario; está muy pálido,
los orificios corporales. Y ubica en Freud una constancia en lo que
cojea, está sin barba en el mentón ... Ahora también está de
niP- Íuntn R P:ll::i mi }:'.lm-iun ntt,, u YY'l~ 0'YV'l~rrn T ""~--..,....L-1 1,..... ....,,,..,.,. ...... .t..~ pasa por esos orificios, que Lacan representa matemáticamente como
'72
73

la constante rotacional, algo que se caracteriza por el borde ele un agu-


Jero, en el movimiento de los sistemas que rotan, un ejemplo de esto troumatisme, tomando el trou (agujero en francér::), lo que hace agujero, lo
puede ser un trompo, se verifica una constante que aquí Lacan comen- que de la palabra penetra en el cuerpo agujereándolo. Allí La can dice que:
ta que es caracterizada como el borde de una agujero. "La audacia de Freud consiste (... ) en decir que la marca está
Lacan dice que hay que distinguir esto que ocurre a nivel del orificio en el lugar del sueño mismo".
corporal (lo pulsional freudiano) de lo que funciona en el inconsciente.
P ero ·agrega: "E'ne¡ mconsc1ente
· . a 1go enteramente análogo es significa .. Hay cosas que en el inconsciente están cerradas para siempre, lo
ble". Si lo análogo es algo parecido, similar, equivalente, en lo que se cual no impide que sin embargo, se lo designe corno un agujero, no-
concluye a partir ele la comparación entre elementos o conjuntos dife- reconociclo, Unerhannt. '.~~~
rentes, leeremos ele este modo la relación que establece entre el agujero Lo que le da consistencia al inconsciente, lo que propiamente ha-
"real pulsional" y lo Unerlwnnt del ombligo del sueño que ahora desa- blando constituye su real es un punto de opacidad, un punto infran-
rrol.lará. A eso que, es denominado por Freud como ombligo en el sueño, queable, un punto de imposible.
designado como lo Unerkannt, lo no-reconocido, Lacan agregará: que Va a subrayar entonces Lacan en su respuesta a Ritter algo que
"de lo que se trata es de lo reprimido primordial". O sea, en ese punto de viene sosteniendo en esos años -estamos hablando de 1975-: que la
detenimíento, de ombligo, ubica lo Uruerdrangt. noción de imposible debe ubicarse de un modo central, ubica al
Entonces pondrá en relación lo Uner!wnnt con lo Uruerdrangt. "... hablanteser como el <tl"i(:nto de una Unerhennung especial,
"Un" del Uncrlwnnt lo refiere a lo imposible, lo que no puede decirse una ele conocu· lo que concierne al sexo".
ni escribirse, no cesa de no escribirse y lo reprimido primordial va
ser caracterizado: Lo imposible en lo que concierne al sexo, lo que ya ha llamado "no-
hay relación sexual". l~se es el tema que lo ocupa por esa época. Efecti .
-por no poder ser dicho en ningún caso.
vanwnte.. afio estaba dictando "El Seminario 22. RRI".
--por estar en la raíz del lenguaje. Enero del momento en qiw :>e realiza la reunión en Estrasburgo,
entre la tercera y la cuarta clase de "El Seminario 22. HSI". Corno
No cesa de no escribirse: ahí ubica el sentido de lo Unerhannt en
tanto que Uruerdrangt. siempre, contextualizamos los conceptos en la época. ¿De qué tratan
esas clases? ¿Qué es lo que mantiene ocupado a Lacan en ese momento,
"Nada más se puede sacar de ahí". "No hay manera de tirar más de
desde la perspectiva de su transmisión?
la cuerda, salvo que se la rompa" -va a responder Lacan-·. Y es así,
Helevaremos los temas centrales:
en,tonces qu~ designa una analogía "enteramente análoga" a lo que lla-
mo real puls10nal. U na analogía que ubica dos agujeros, el de lo pulsio- -Lacan se encuentra en ese momento ocupado con el nudo, con los
nal Y el de lo reprimido primordial apuntado por el ombligo del sueño. redondeles de cuerda. Así como no hay tela que no esté hecha de
Eso es un límite del análisis, el ombligo del sueüo, es un agujero, y tejido, no hay aparato que no implique el nudo en sus consistencias
agruga, que "no por nada pone en la función del ombligo" R, S e l. Y es desde allí qlw formula una pregunta ¿qué es lo que
La . ahora será con la anatomhl, .... comparar este implica que el psicoanálrnis . La respuesta la realiza por vía
cerramiento a un agujero es ante lo cual el pensarníento se del nudo horromeo, que no tierw cm d que un
detiene''. Efectivamente, el de una vía agujereada nálisis opere implica que los registros del nudo simplemente se
por donde por nueve meses todo lo que vida, qulc se anuden de otro modo.
corta Y se anuda. Es por haber nacido d0 ese vientre particular de --Ubica lo Uruerdrangt en relación al nudo:" ... aconsejo en que se ejerci-
haber nací do ele un ser que lo ha deseado o no, ésa es la única ra~ón ten en manipularlo. Manipular el pequefio nudo, eso no les dará nada
que l~ sitúa al hablanteser determinado por el lenguaje a la vez que de lo reprimido, que lo Urverdrangt, lo reprimido originario, primor-
exclmdo de su propio origen. dial puesto que este reprimido es el AGUJERO, jamás lo tendrán.
Podríamos ubicarlo a nivel del trauma, corno lo definirá Lacan en Pero en el camino ustedes se familiarizaran -al menos sus rnanos-
"El Seminario 21. Los incautos no yerran" (los nombres del padre), con eso en lo que de todas maneras no pueden comprender nada ... ".
74 Construcóón de los conceptos psicoanalíticos
"-----------·---------··-------·-------·"----~-·-~·---·- ----------- _____ ]S1:11'y_~ildiner:_~ El ¡~rogra_nia~}!:__'!wteri~1:J.!ian_r!r0:!_a_bajo_ _ _7Ji

-Trabaja también en estas clases la relación entre los partenaires se- Conclusiones
xuados especialmente a partir de la afirmación: "la mujer es un sín-
toma para el hombre".
Se podría decir que hay un primer eje que se declina a partir de la
-Dice también que "Freud no tenía de lo imaginario, de lo simbólico y
articulación S 1-S 2 -que corresponde al cifrado y desciframiento del in-
de lo real la noción que yo tengo( ... ) Sin embargo tenía a pesar de
consciente, así como se desarrolla en la interpretación del sueño.
todo una sospecha. Ya que lo que ha hecho no deja de relacionarse El ombligo del sueño indica un punto en donde el orden del sentido
con la ex-sistencia, y por lo tanto, de aproximarse al nudo".
encuentra un límite. Eso no indica que se termine la cadena significan-
te. Tampoco el fin del análisis implica un fin a la cadena 1~~ificante.
-Dirá que si bien Freud no era lacaniano "... nada impide suponerle
Hay un segundo momento en el que se inscribe algo qu'Ert~ del orden
mis tres HSI, para ver cómo ha salido del apuro. En el discurso de
del envés de la articulación 8 1 -8 2 , en el sentido de una disyunción, de
Freud el nudo se sostiene desde una cuarta consistencia que es la
'realidad psíquica', el complejo de Edipo''. una ruptura de conexión 8 111 8 2.
Ubicarlo en relación a lo Urverdrangt, con el desarrollo realizado,
-En la cuarta clase también pronuncia la frase que marca una nueva es un intento de ubicar el nudo bono meo allí y nos lleva a subrayar que
vuelta al tema de la función paterna y que dice: "Un padre no tiene el nombre de la represión primordial como "no hay relación sexual",
derecho al respeto, sino al amor, más que si el dicho respeto, el dicho esto es, que el goce no está programado en la especie humana. Hay allí
amor esta -no van a creerle a sus orejas- pere-versement orientado, una ausencia, un vacío. Por lo tanto, el deseo no sigue una norma uni-
es decir, hace de una mujer, el objeto a que causa su deseo''. versal. Implica una desviación de entrada.
Este punto ubicado como límite en el sueño de la inyección de Irma,
Hasta aquí el punteo que habrá que leer detenidamente de las clases su ombligo, marca un límite a la interpretación, esto indica que nos
de "El Seminario 22". acercamos a lo desarrollado del síntoma como funcionamiento, a lo que
deviene signo y resulta irreductible de cada uno.

Bibliografía

Lacan, J. (1954-1955), El Seminario 2. El Yo en la Teoría de Freud y


en la Técnica psicoanalítica, Paidós, Buenos Aires, 1992.
Lacan, J. (1974), "El Seminario 22. R S. I.". Inédito.
Lacan, J. (1975), "Hespuesta a Marcel fütter". En Estudios de Psicoso-
mática, Vol. II., Ed. Atuel, 1994.
Freud, S. (1900), La interpretación de los sueños, "El método de la
interpretación de los sueños. Análisis de un sueño paradigmático".
En Obras Completas, Amorrortu, Vol. IV, Buenos Aires, 2003.
Miller, J.-A., "Cosas de finura del psicoanálisis". Inédito.
La praxis
con los

María de los Ángeles Córdoba

E
de
l recorrido propuesto en este artículo se centra en el contexto clíni-
co, epistémico y político df'l lacaniano a la altura
clas¡, dt: El Seminurio 1 l. Los Cllatro conceptos fun-
dumentales del psicoanálisis, clase que conocemos como La excomu-
nión (Lacan, 1964).

de Lacan

encuentros con la clínica fueron en el


a partir de la presentación del caso
que freudiano. La feno-
menológica exhaustiva de un caso, su dirá lo condujo
al psicoanálisis.
Bajo la consigna de un retorno a Freud, replanteó conceptos psicoa-
nalíticos a través del estructuralismo la lingüística, lo que marca la
influencia de Saussure y de la antropología de Lévi-Strauss en su obra.
También fueron muy importantes las lecturas de Husserl, Nietzche,
Hegel y Heidegger para las conceptualizaciones teóricas que desarrolló.

Algo del contexto histórico-político-institucional del


""~v""''ª''"'''"' en el recorrido de su enseñanza

En 1953 se separa de la Sociedad Psicoanalítica de París y funda


junto con Doltó, La planche la Sociedad Francesa de Psicoa-
nálisis (SFP). Es allí donde comienza a dictar en el Hospital Sainte
Anne sus seminarios públicos bajo la consigna del retorno a Freud.
Dicta en este contexto un seminario anual, que comprende desde El
Seminario l. Los Escritos Técnicos de Freud en 1953-54 a El Semina-
rio 10. La Angustia en 1962-6:3.
In~' crtos /J.-,'ir·oo 1-ulit1cos
1

M. A. Córdoba:

En este retorno a Freud, l Alean vn tomando los conceptos freudianos


"Mi enseñanza (... ) ha sido sometida (... ) a una censura nada
de modo de darles una coherencia lógica. f<~n este trayecto va cuestio-
ordinaria, puesto que se trata (... ) de proscribir esta enseñan-
nando el origen mismo del psicoanálisis. Sitúa abiertamente ese origen
za, que ha de ser considerada como nula en lo tocante a la
en relación a la subjetividad y el deseo de Freud.
habilitación de un psicoanalista, y de convertir esta proscrip-
En El Seminario 10. La.Angustia introduce lo que, su decir, fue
ción en condición para la afiliación internacional de la socie-
su único invento: el objeto a, y el operador de la cura: el deseo del analista.
dad psicoanalítica a la cual pertenezco. (... ) esta afiliación solo
Es en este punto que no puede continuar con el dictado de sus semi- será aceptada si se dan las garantías de que mi enseñanza
narios dentro de la SD'P; Lacan tenía pensado se¡::uir con el SPminario nunca podrá (... ) entrar de nuevo en actividad para la forma-
"Los nombres el('¡ pluraliz¡rndo lo qtw él mismo ción de analistas. Condición de imposibilidad de regr.MLa-
corno "d nombre' dC'l padre". Sólo pudo dictar una única clase en las can, J. 1964, p. 11). ·
escalinatas del SaintAnne. (Laom, J. 19El3, "El Seminario 10 his. Los
nombres del Padre/Clase única. 20 de noviembre de 1963". [nédito). Su posición en los años que precedieron a la excomunión fue la de
ser objeto de La planche, Pontalis y Lagache negociaban
con la IPA Internacional de Psicoanálisis) el reconocimien·
La excomunión
to de la SFP a cambio de la exclusión de Lacan.
Lacan ubica allí la verdadera dimensión de lo cómico:

" .la nosición en que estuve durante dos afios, la de saber que
respecto a mi estaban como
hasta de alumnos analizados y analizados aún
en análisis" (Lacan. J. 1964, p. 12).

París Podemos leer aquí una anticipación del discurso del amo, como dis-
Po(fomos decir que este acto el que <la comienzo a lo que será para curso del inconsciente:
gran parte ele la comunidad psicoanalítica "la i:·nseñanza de Lacan".
" .. .la verdad del sujeto en un objeto velado por naturaleza,
Se autoriza en los diez aüos que dictó sú seminario psicoana-
hacer surgir ese objeto es el elemento de lo cómico" (Lacan,
listas, abriendo una nueva napa y en un nuevo en la École
Normale Sup1hieure. J. 1964, p. 13).
La lectura que hace de contexto político de su lugar allí es el de
una exconninión mayor. De Pste modo se identifica con Baruch de -----~------------~---

1 excomunión: Por la decis1:ón de los ángeles, y el juicio de los santos, excornulga-


Espinoza, quien fue expulsado sin posibilidad de retorno de la comuni- nws, expulsamos, execramos y maldecimos a 13arnch de Spinoza, con la apro-
dad religiosa a la que pertenecía: bación del Santo Dios y de toda esta Santa comunidad, ante los Santos Libros
de la Lry con sus 61.J prescripciones, con la excomunión con que Josué exconwl-
a .!ericó, la maldición con que Elíseo a sus hijos y con todas las
execraciones escritas en la Mahhto de día maldito sea de
R (1656:104). "Decrt'to En del l;fol, maldito cuando se acuesta maldito sea cuondo se let•anta; maldi.to sea
Editorial Caja "Los de lo com1111idnd ponen rn su conoci· cnando sale y maldito sea cuando rrgresa. Que el Seiior no lo pPnlone. Que la
miento r¡u.e desde hace mucho ten ián noticia de los er¡u.irncados opiniones cólera y el del Se!'ior se desaten contra este hombre ;y arrojen sobre él todas
errónea conduela de DanLch de y por dil•e¡·sos medios y mhertencios las mald1:áones escritas en el Libro de la Ley. El Se1ior borrará sn nombre bajo
han tratado de apartarlo del mal camino. Como no obtlll·ieran ningún resulta- los lo expulsará de todas las tribus de Israel abandonándolo al Maligno
do y como, por el contrario, las horriblrs con todas las maldiciones del cielo escritos en el Libro de la Ley. Pero vosotros,
mismo que su inaudita en aumento, resolcieron de (]Cuerdo con que sois al Seiior uuestro D1:os, viuid en paz. Ordenamos que nadie man-
el rab1:no, en presencia de testigos frhacientrs y del 1wmbra.do Spinoza, que éste tenga con él conmnicación oral o escrita, que nadie le preste ningún favor, qu.e
fuera. excomu.lgado y expulsado del p1trblo de Israel, según rl signiente decreto de nad1:c permanezca con él baJo el mismo techo o a menos de cuatro yardas, que
nad1:e lea nada escrito o trascripto por rl".
() Constnü:ción M A. Córdoba: 7

Su lugar, tal como él mismo lo señala, ya no es nn Jugar que está del En tanto entiende el psicoanálisis como una praxis, para él, al igual
todo dentro, y no se sabe si está fuera. Es muy interesante, cuando que para Freud, los conceptos tienen valor operatorio, son conceptos
seguimos la lectura de la clase, el modo en que Lacan se nombra a sí para la clínica, se trata del uso, del quehacer del analista.
mismo en un lugar topológica mente novedoso, podríamos decir en la Pero hay algo ele esta definición de la praxis, tratar lo real mediante
torsión misma de la banda de Moebius. lo simbólico, que no le alcanza para dar cuenta de la clínica, ya que lo
real desborda el ordenamiento conceptual.
Los fundamentos del psicoanálisis. La enseñanza de Lacan Habrá un movimiento en la enseñanza lacaniana que va ele tratar lo
real mNliante lo simbólico, u l nudo Borromeo donde cada ~:stro tiene
Como ,;eüalamus, Lacan va mas allá de lo institucional, un lugar topológico y una importancia intrínseca a la relación con el
entramamfo esos acontecimientos con pregunta por el psicoanálisis y otro sin primacía ele uno sobre los demús.
sus fundamentots: En su última lacaniana implicará un pasaje ele
la realiclacl ! inscribir la con-
z¡Uté en en relación con su
lweota militar de la modo de goce para detener la maquinaria infernal anclada en la rela-
ahora el asunto: lots furnlamento::o del ción síntoma-fantasma.

Psicoanálisis

la hermenéutica como el arte


r con ía inter-
En
en
1:a, enseñanza enmarc11da en Semirrnrius.
tica, un dogma qUt: cierre ul sentido, ese sería un canal de comunica-
llecortamos estos tres ténninus: Seminario- Praxis-Formación de
ción -no deseado- entre el psicoanálisis y el registro religioso.
psicoanalistas.
Advierte sobre el mantenimiento de los términos freudia·
Lacan produce un giro con esta definición cuasi tautológica e iróni-
nos como modo de estructurar la experiencia analítica. Interrogando a
ca, pasa de pregunta por el psicoanálisis a preguntarse por el psicoa-
la comunidad de psicoanalistas de la época, el hecho de que Freucl sería
nalista. É~ste, parece ser el verdadero punto de la disputa con la IP A.
el único en haber introducido conceptos fundamentales, y cuál sería el
Pone en eL tapete de las cuestiones ele la práctica los fundamentos,
estatuto de esos conceptos.
los orígenes, lo que queda velado pero produce efectos. En el fundamen-
No dice que el una religión y la comunidad analíti-
ío del psicoanálisis: ul deseo de Freud como analista sostenido en su
ca una pero sí advierte que determinada psicoanalítica
creencia en las lo que el mismo Freud llamó en
dv para la de
orno consecuencia un enunciado falso (1
Lacan le darú el nombre de
sostiene en el amor al modo intrnduce los fünda- En este sentido íowir el sus melas,
1 nentos mismos del psicoanálisis como lo no analizado en FremL sus límites, sus lcctos. Lo ctwstiona en tanto está sostenido por un
Interroga la psicoanalítica: ideal al que lo soportado en la consistencia identificato-
ria con el analista llitlacta. Por eso en esta clase dirá que
"¿Cuáles son los fundamentos( ... ) del (... )¿Qué
lo funda como (... ) ¿Qué es unu (... ) ucción "Se trata de saber quó que debe esperarse del psicuaná·
concertada por el hom que Le da la posibilidad de tratar lo !il"is, y qtll' de ratificarse como freno y aún como fracaso"
real mediante lo simbólico'' (Lac:an, ,J. 1964, p. 14). (Lacan, ,!. UH)'L p.
Consltuc·ríón de los conceplns psicoanuliticos M. Córdoba Lo pm.xis lncanúnw en- el debate mn los posíreudianos,,
~-----~-- ··--·~--~ 83

Lacan de este modo comienza a darle lugar a lo que en su última teórica de Lacan en su última enseüanza. Disyunción entre lo real del
enseifanza llamará su herejía, palabra que resuena en la topología de goce y la verdad como argumento.
Jos nudos HSI. En El Seminario 23. El Sínthome, dirá que ser hereje de
la buena manera es reconocer y hacer uso de lo más singular del modo La problemática de la construcción de los conceptos y la
de gozar de cada uno, la naturaleza del sinthome, dejando de lado el praxis lacaniana
para todos de las ortodoxias.
Los conceptos en psicoanálisis no son cerrados, Laca~e pregunta
p5,icoanálisis y ciencia si hay conceptos analíticos formados de una vez por todas';lf.~Gs concep-
tos freudianos sou fijos o en evolución.
Tal como dejamos dicho má,; arriba, los conceptos en la práctica ana-
Frcud conmueve; el estatuto de saber de la ciencia, postulando con la
lítica tienen valor operatorio, no se trata del concepto cerrado teórica-
existencia dPl incon.sciente p] saber no c;abido, un saber "a producirse"
mente fino de otra coc;a, de la clínica, del uso, del que-hacer del analista.
en la analítica.
Lacan lo dice de en El Seminario 4. La relación de
Desde el comienzo el psicoanálisic; no entra en continuidad con la objeto, Pn relación al caso ,Ju anito:
produce una ruptura, la subvierte. trabaja con lo que la cien-
como resto, como desecho: el " ... para nosotros en d análisis se trata
Lacan en introduce la nar de permitirle al niño
que remiten a que sea una investi- mficacíones de lac; este sistema está prPñado, no quedarse
dice en la solución provisional consistpnte para él Pn ser un pequeño
fóbico temeroso de los cahalloc;. Pero esta ecuación sólo puede
que io espec1!1co un resolvcrse según sus propias las de dctermi-
do, pero que Pste cambia con el curso de evolución de una ciencia: dtt una dial6ctica precisa no Je otra. No se puede
el ejemplo paradigmático de ec;to ps la física moderna. Entonces, es la empezar sin tener en cuenta el orden simbólico que cstn ecua-
praxis, la experiencia la que delimita un campo, pero esto no basta para ción está hecha para sostener." (Lacan, J. 1956-1957, p. 404).
definir una ciencia. Para Lacan lo decisivo será
En El Seminario 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psi-
"... la pureza de alma del operador (... ) En las ciencias (... ) coanálisis, hace alusión a la novela de Moliere Las mujeres sabias,
nadie se pregunta nada por el deseo del físico. Por ejemplo, tomando el síntoma de mudez de uno de los personajes, sosteniendo que
Oppcnheirner" (Lacan, J. 1964, pp. 17-8). no se trata de encontrar el rasgo diferencial de la teoría que explique el
síntoma, sino que debe dejarse que hable el síntoma.
La ciÉ>ncia intenta escribir lo real mediante lo simbólico, suponien-
el deseo del científico en los efectos "El análisis consiste justarnPnte en hacerla hablar. El sínto-
ma, es en el mutismo en el que se supone
t¡ue habla" (Lacan. J. 19G4. p. 19).

Siendo el rasgo diferencial el de una histeria. La histeria como tipo


clínico señala la relación del deseo con el lenguaje. Esa es la puerta de
Ec;a formación tiPne una dimensión de formalización, que podemos
entrada de Freud al psicoanálisis, la particular relación de la histérica
pensarla con el trípode freudüi no: análisis, control y forrn ación teórico- con su deseo inconsciente.
clínica. la formalización no basta, no la ya que,
en términos de esta la verdad la del en la relación con "Es una muestra de 81l genio que esta relación del deseo con
ese objeto que le es oculto, tal como lo sitúa en el discurso del amo. el lenguaje como tal no haya permanecido oculta a sus ojos,
Hesta lo real, el goce en la dirección de la cura como lo más singular pero ello no quiere decir que haya quedado enteramente di-
ele cada uno. Se sitúa una dicotomía que sostendrá toda la construcción lucidada ... " (Lacan, ,J. 1964, p. 20).
Construcción de los conceptos psicoanalíticos ------~---------
M. A. Córdoba: 7. La praxis lacaníana en el debate con los posfreudianos ... 8

De este modo Lacan sitúa que hay una disyunción esencial entre
l;eoría y práctica. Hiancia siempre abierta, no hay complementariedad Bibliografía
entre una y otra. Lo real de la clínica desborda el ordenamiento concep-
Lual, nuestra concepción del concepto entraña que este se establece
Freud, S. (1895), "Proyecto ele una psicología para neurólogos". En Obras
siempre por aproximación al modo del cálculo infinitesimal, sólo me-
Completas, Amorrortu, Vol. I, Buenos Aires, 1996.
cliante un salto, un paso al límite, ese límite siempre es el saber incons-
Lacan, J. (1956-1957), El Seminario 4. La Relación ele Objeto Paidós
ciente, lo que está en juego en la producción conceptual es la relación Buenos Aires, 2008. ' '
que el que teoriza tiene con su propio inconsciente. Esto es lo que Lacan
pone a cuenta del deseo original, la invención del psicoanálisis en rela- ----(1962-1963), El Seminarw 10. La Angustia, Paiclós, ~.l·,1· os Aires,
ción a Freud como sujeto del inconsciente.
2006. ~•"-'
El psicoanálisis como tratamiento del padecimiento, del malestar --(1964-1965), El Seminario 11. Los Cuatro Conceptos F'unclamen-
tales del Psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 2005.
por la palabra, en su origen deja afuera el campo del goce, podemos
--(1971), "El Seminario 22. R. S. l.". Inédito.
situar de este modo lo que Lacan llama "el pecado original". Algo no
--(1975-76), El Seminario 23. El Sinthome, Paidós, Buenos Aires
analizado en Freud, creía verdadera la interpretación de la marca, de 2006. ,
este modo queda fuera el goce de la letra.
La disyunción esencial entre significante y goce, exige diferen-· Miller,,J.-~.' y otros (1~96-1997), Los inclasificables de la clínica psi-
ciar la marca como contingencia del goce. en el cuerpo, de la inter-
coanalitica. Colecc10n del Instituto Clínico de Buenos Aires Paidós
Buenos Aires, 1995. ' '
pretación de esa marca.
Miller, señala la orientación de la praxis lacaniana, poder orientar-
se por el goce en el proceso simbólico:

" .. .la lógica misma de nuestro abordaje nos conduce (... ) a


oponer (... ) el registro del significante con su séquito de efec-
tos significados y, del otro lado, el goce. Cuando esto empiew
a moverse en el cuerpo, cuando aparec(é)n placas, cuando caen
pedazos, cuando el cuerpo parcelado se encarna, sacamos la
tarjeta, goce. Y después, cuando hay cierto número de fenó-
menos interpretables, entonces sacamos la tarjeta el incons-
ciente- estructurado como un lenguaje (... ) yo propondría que,
cuando tratamos con lo que llamamos en nuestra vulgata fe-
nómenos de goce, siempre se piense en articularlos con su
lugar en el proceso simbólico, porque esa sigue siendo la lec-
ción fundamental de Lacan (... ) la libidinal es un
momento perfectamente :oituablE, 0n_ el proceso simbólico."
(Miller, ,J.-A., 1996-1997, p. 388-390).
8. la construcción del caso clínico

Federico Giachetti

E l presente trabajo se propone establecer algunos pune&f"'ifñ lo que a


la construcción de un caso clínico respecta, tomando como refe-
rencia el artículo de Eric Laurent "Del malestar a la mentira" (2007).
El autor comienza planteando la dificultad de querer pensar y ubi-
car el caso clínico desde el discurso de la ciencia, lo que genera profundo
malestar, por lo que este discurso forcluye. En palabras de Laurent:

"El prestigio de la ciencia y de la serie estadística deteriora


en las ciencias humanas, el brillo del caso clínico" (p. 5).

Sabemos que hay tipos clínicos, hay estruetura, pero esto no nos
dice nada de lo singular de cada caso.
En "Introducción a la edición alemana de un primer volumen de los
Escritos" Lacan, en relación al término estructura y sentido, plantea
que a una misma estructura no corresponde un sentido único en tanto
este último nos habla de lo particular (debe leerse singular) y de que no
hay sentido común, por ejemplo en la histeria; una histeria no nos dice
nada de otra histeria:

"Por lo cual indico que lo que responde a la misma estructura no


tiene forzosamente el mismo sentido. Por eso mismo no hay aná-
lisis sino de lo particular: no es en absoluto de un sentido único
que una misma estructura procede, menos aún cuando esa es-
tructura alcanza el discurso( ... ) No hay sentido común del his-
térico (... ) Los sujetos de un tipo clínico no tienen pues utilidad
para los demás del mismo tipo" (Lacan, J., 1995, p. 13).

Entonces, la estructura, el tipo clínico no nos dice nada de lo singu-


lar. ¿Cómo abordar esto? ¿Cómo escribir un caso? Laurent sostiene:

"La cuestión más delicada es inscribir en la necesidad la con-


tingencia del caso" (Laurent, E., 2007, p. 5).

Cada caso en su contingencia se inscribe en las clases que lo esperan.


En este punto recurrimos a la lógica modal que se rige por las cate-
gorías de lo imposible, lo necesario, lo contingente y lo posible, para
seguir un poco mejor al autor en su planteo.
88 Construcción de los conceptos psicoanalíticos 8

"-"""--"-----------""---"~--"-----""-----~"----------

Imposible Necesario Contingente Los casos se ordenan a partir de la dirección ele la cura orientada por
el deseo del analista, ele lo particular (el tipo clínico, lo formalizable) a lo
es posible qu,~ sea -No es posíble que no - Es posible que no singular (lo que excede la formalización, lo real del goce).
sea posible. sea posible.
A continuación Laurent se propone hacer un recorrido sobre cómo
se pai·te).
-No cesa ele escribirse. - Cesa de no
fue variando la manera de pensar el caso clínico y construirlo a lo largo
lnsiste en escribir escribirse. -Cesa de escribirse. de la historia del psicoanálisis a partir ele cómo se pensaba la clínica en
aquello que resiste a cada momento. Tenemos con Freud, el relato ele caso, que~,_ª seguir el
ser escrito. -Implica produccíón -Psicoanálisis. modelo ele la novela goethiana. En el modo de armar stlFistoriales
de una escritura de observamos claramente que Freud estaba muy influido por la época,
-Hespuesta diferente
-El fantasma, ¿se una marca, por la literatura del romanticismo. Un claro ejemplo es la novela Las
a la respuesta
puede hacer una encuentro. desventuras del Joven Werther ele Goethe. Se puede apreciar como la
necesaria del
lecturn que no sea acontecimiento. Algo
fantasma.
estructura de sus historiales respondía a este movimiento. Todo el rela-
necesada? se escribe.
to ele Werther sobre su sufrimiento en relación a un amor no correspon-
-Hay neurosis, -Escena contíngente dido se asemeja a la expresión de los sentimientos de Dora.
repetición. que se vuelve
necesaria parn la "¿No soy aquel hombre que otras veces deleita-
-El sí1ltorna es la vida satisfacción. ba con los más puros una sensibilidad
sexuül del neurótico, que a cada paso creía descubrir un y cuyo corazón
satisfacción -Algo se fijo a nivel de abierto a un amor sin límites, era capaz de abrazar el mun-
sustituttva qut' la pulsión.
do entero? Este corazón (está ahora muerto, cerrado a to-
contingentemente.
SUStltdyt:-
das las mis ojos están y mis acerbos
su::,tirnc1ón c.k un no
dolores, que no tienen desahogo, llenan dL: prematuras arru-
hay" gas mi frente. ¡Cuánto sufro! He perdido ese don del cielo,
que por sí solo embellece mi vida, esa fuerza vivificante
que hacía crear mundos a mi dolor". Goethe, ,Johann Wolf-
Volvamos entonces a la frase del autor "Inscribir en la necesidad la gang von, 177 4, p. 90.
contingencia del caso", donde por contingencia entendemos lo más sin-
gular de cada sujeto, su modalidad ele goce, mientras que del lado nece- Esta era la época de hacer conciente lo inconsciente, ele las asociacio-
sario nos quedaría el tipo clínico, lo particular. Parafraseando a Miller nes, de la interpretación de los sueños.
en su último curso "Sutilezas analíticas" (2011), el goce no está progra- En los años 20, con la crisis de la interpretación, tenemos un sínto-
mado, no es genérico, va a depender de ese encuentro contingente. ma que resiste al develamiento del inconsciente en relación a la pulsión
de muerte, al masoquismo, a las resistencias estructurales, al más allá
En la construcción del apuntar hacia
eso, hacia lo más singular del su modalidad de goce, lo real y su del principio del "Hay que resiste a la Pode"
cambio de posición con respecto a un camino que va de lo necesario mos tomar como referente freudiano para ubicar este movimiento el tex-
de la neurosis a lo contingente del encuentro para cada to "El yo, y el ello", de Ul23, donde Freucl va a plantear la idea de que todo
Cabe tomar la distinción entre dos reales que hace Lacan en 1974 lo reprimido es inconsciente pero que no todo lo inconsciente es reprimido
en "El Seminario 21": un real que funciona y que permite un aborda- (secundariamente) sino que hay algo reprimido primordialmente que
je vía la lógica como ciencia ele lo real y sobre el cual se puede esta- nunca fue conciente. Paralelamente, ya no alcanza con la interpretación
blecer leyes y el real del psicoanálisis que no funciona, que escapa a como herramienta para la intervención, sino que se va a requerir de la
la ciencia, el real de la no relación sexual. Nos estamos refiriendo a construcción. Estamos en el marco de la primera Guerra Mundial.
Este giro teórico viene acompañado de un cambio en la manera de
este segundo real.
construir el caso clínico. Melanie Klein es pionera, con el modelo de
9 o Construcción de los conceptos psicoanalíticos Federico Giachetti: 8. La construcción del caso clínico

"El registro de experiencias", sesión por sesión. Interés en "epifanía" En "Reflexiones sobre la envoltura formal del síntoma" Miller va a
propia ele cada sesión, manifestación del inconsciente en su materiali- decir, refiriéndose a las dos caras del síntoma, la cara del sentido y el
dad y demostración del "saber hacer" del psicoanalista. Importa la "Uni- goce que porta, que:
dad ele la sección clínica".
Lacan reemplazará lo exhaustivo (del relato del caso freudiano) por la "... el término envoltura plantea la cuestión de lo envuelto: el
síntoma no es todo significante, y lo negativo evocado por esa
coherencia del nivel formal donde se establece el síntoma. Vaciamiento
envoltura formal del síntoma es que él envuelve goce, materia
ele lo literario, mayor formalización, logificación del inconsciente.
gozante" (1992, p. 15). ~,¡;,
V a a realizar una relectura de los historiales freuclianos elevándolos ~~,r,

al paradigma -un ejemplo que muestra las propiedades formales de la Entonces en la construcción del caso clínico de lo que se tiene
manifestación del inconsciente. que dar cuenta es justamente de cómo se trabajó el síntoma tenien-
Dicho trabajo podemos encontrarlo por ejemplo en el "Esquema R" do en cuenta que no sólo, el síntoma porta un significado a inter-
donde Lacan reduce el caso Schreber a un esquema, o en "InterYencio- pretar sino que porta goce; con el síntoma se goza y justamente se
nes sobre la transferencia" (Hl51) donde reduce el caso Dora a una trata de poder hacer algo con esto. Sino, como diría Lacan, el psi-
serie de inversiones dialécticas y desarrollos ele verdad, así como tam- coanálisis sería una estafa.
bién trabaja la neurosis obsesiva y ubica su en "La dinécción de Laurent enumera las condiciones para que haya caso clínico:
la cura y los de su comenta sobrC> un pacien-
te, en el cual el no ttn-o que ver con el análisis de "Un caso es un caso si testimonia acerca de la incidencia lógica
de un decir en el dispositivo de la cura y de su orientación hacia
dad sino con sobre su propio deseo. Ahí Lacan trabaja la
tratamiento de un problema real, de un problema libidinal, de
"combinatoria general" que podemos encontrar en la neurosis obsesi-
un problema de goce(. .. ) es preciso además que el sujeto reconoz-
va y sus laberintos.
ca la posición que ha tomado allí en esta partida jugada lógica-
Entonces decir Laurent: mente, como en todos los grande juego (Laurent, E., 2007, p. 9).
"El paradigma hace surgir la estructura e indica tanto el lu- ¿Cómo tocar este goce? ¿Cómo tocar algo de lo Real por medio de lo
gar del síntoma en una clase, como los elementos sustancia-
Simbólico? ¿De qué nos está hablando Laurent cuando se refiere a la
les en la vida de un sujeto que se repiten y que permutan, o
incidencia de un decir en la cura? Para pensar estos interrogantes tra-
incluso los modos de declinación en la repetición de lo mismo"
bajaremos a partir del apartado del texto de Laurent "Del malestar a la
(Laurent, E., 2007, p. 8).
mentira del caso", pensando a la mentira como punto de simbólico en lo
Se trata entonces de armar una coherencia lógica del síntoma y real, a diferencia de la angustia que podemos pensarla como punto de
ubicarlo en una clase de síntomas para luego efectuar una deconstruc- real en lo simbólico. Se trata de una operación de lectura sobre el senti-
ción, no para fijar nada. do. Todos padecemos de la significación -cadena de representantes psí-
Este movimiento implica la vpz pasa de la envoltura formal quicos-, como seres parlantes, ése es el modo en que el lenguaje habita
al problema del goce. gn este punto se el cuerpo. que se decir sobre lo real vamos a estar en el
nes de Freud en de análisis de n caso de histeria" terreno de la no hay correspondencia entre palabra y Real. El
padecimiento por las significaciones que portamos, ésa es la verdad
(1905) para dar cuenta de lo inalterable y de lo que cambia en rela-
mentirosa de cada uno.
ción al síntoma:
El malestar como punto real-tal como lo trabaja Freud en "El ma-
"... el síntoma se asemeja según la expresión del Evangelio a lestar en la cultura"- es irreductible, es lo incurable, lo que no se puede
un odre viejo que es llenado con vino nuevo" (p. 48), "... debajo reducir más. Se trata en la dirección de la cura del quiebre de un senti-
de todo en la estratificación cabe suponer un estímulo de tos do existente para el sujeto, siendo el paradigma de la intervención que
real, orgánicamente condicionado, vale decir, el grano de are- va en este sentido, el chiste, sobre todo el chiste disparate que recupera
na en torno al cual el molusco forma la perla" (p. 73). el valor de lo contingente como modo de encuentro con lo real. Interven-
ciones que no van por la vía del sentido sino del sinsentido. v aue nroducen
2 Construcción de los conceptos psicoanalíticos Federico Gíachetti: 8. La construcción del caso clínico

un efecto de sorpresa. Intervenciones al modo de la alucinación verbal, La construcción del caso implicaría dar cuenta de la decons-
como un S 1 que no hace cadena. trucción que se ha hecho en un análisis en el camino que va de la
¿Cómo pensar al lugar del analista? verdad mentirosa al malestar como punto irreductible donde la
Lacan se refiere a lo "poco que sabemos en materia de lo real", sin mentira hace signo.
embargo eso no deja sin recursos a un analista. El analista no se iden-
tifica al saber de la experiencia dejando operar de una manera adecua-
da al Sujeto supuesto al Saber para que pueda surgir la contingencia,
para que haya encuentro. El analista no interviene desde su saber sino
desde su propia posición, dejando operar el deseo del analista. Laurent
afirma que el analista parte del fuera del sentido. El inconsciente del
sujeto será el que se tendrá que poner a trabajar y el que comandará
el juego de asociaciones. El analista deberá poder escuchar esto, no
desde su propio inconsciente e intervenir desde otro lugar. Luego ten-
drá que teorizar sobre los efectos de su práctica; por eso Lacan en "El
Seminario 22" va a decirnos:
"El analista es al menos dos, el analista para tener efectos es
el analista que a esos 0fec:tos los teoriza" (1974, p. 7).

Es en la medida en que el analista se vaya encontrando con nuevos


obstáculos en su clínica que podrá revisar la teoría. En relación a esto
Miller en "Sutilezas analíticas" sostiene que
Bibliografía
".. .la virtud del caso es, tal como lo entiendo no parecerse a
nada y este es pese a todo el camino ciue eligió Freud, el menos
una vez, cuando destacó por lo menos un aspecto de un caso Freud, S. (1905), "Fragmento de análisis de un caso de histeria". En
que desmiente la teoría psicoanalítica" (pp. 103-104). Obras Completas, Amorrortu, Vol. VII, Buenos Aires, 1991.
Goethe, Johann Wolfgangvon (1774), Las desventuras deljoven Wer-
Vemos cómo los conceptos psicoanalíticos no están dados de en- ther, Editoral Cátedra.
trada y para siempre sino que están en constante construcción clialé- Lacan, J. (1973), "Introducción a la edición alemana de un primer volu-
ctica con la clínica. men de los Escritos". En Revista Uno por Uno Nº 42, Ediciones
El momento en que un analista hace de la historia un caso es a Eolia, Barcelona y Buenos Aires, 1973.
partir de una ocasión, de un acontecimiento en la cura. A partir de ahí -(1973-1974), "El Seminario 21. Los no incautos yerran". Inédito.
se ordena el relato de las determinaciones <tue tejen al sujeto. --(1971), "El Seminario :2:2. R. S. l.". Inédito.
El relato no se ordena alrededor de un saber, se ordena alrededor de Laurent, E. (2007), "El caso, del malestar a la mentira". En Revista
un encuentro. Punto de encuentro, fuera de sentido al que se apunta en Lacaniana Nº 4, Editorial Grama, Buenos Aires, 2007.
la transferencia. Lo simbólico en lo real, la mentira. El encuentro: fue- Miller, J.-A. (1992), "La envoltura formal del síntoma". En La envoltu-
ra de sentido en el que la mentira hace signo para un sujeto. De la ra formal del síntoma, Manantial, Buenos Aires, 2007.
verdad mentirosa, de la multitud de significaciones, al malestar, al -(2011), "¿Hacia dónde va el psicoanálisis?". En Sutilezas analíticas,
punto donde la mentira hace signo. Contingencia, punto de real, fuera Paidós, Buenos Aires, 2011.
de sentido, no se trata de explicarlo todo. Apuntar al fuera de sentido, -(2011), "Singularidad". En Sutilezas analíticas, Paidós, Buenos Ai-
eso que hace que no vuelva a aparecer otro. res, 2011.
9. De la fantasía al síntoma:
soldadura y heterogeneidad

Abigail Iosovich

'~''·
~~r~&;'c-

E n este trabajo se relacionan los conceptos síntoma, fantasía y pul -


sión en su articulación con el historial de Dora.
En principio Freud toma a las fantasías como defensa. En la "carta
61" y su anexo "Manuscrito L" (1897) las nombra como "edíficios pro-
tectores", "poetizaciones protectoras", relacionadas con vivencias del pa -
sado y cosas que se han visto y oído. Refiere que son "parapetos psíquicos"
construidos para bloquear el acceso al recuerdo dP las escenas primordia -
les. En esta línea, las fantasías aparecen como defensa fr(~nte recuerdo
de vivencias acontecidas y entendidas con posterioridad. En la "Carta mt
(1897) Freud expone sus dudas acerca de la etiología traumática de las
neurosis como hecho acontecido, señalando que en lo inconsciente no es
posible "distinguir la verdad de la ficción" y señala que es la fantasía
la que se adueña del tema de los padres. De esta manera, quita al
padre del campo de la perversión y lo ubica en el centro de la neurosis.
¿Por qué la necesidad de crear estas fantasías? ¿Ante qué son defen-
sa? Cuando Freud construye su teoría sexual infantil, en "Tres ensayos
de teoría sexual" (1905), señala que ésta es perversa polimorfa, se trata
de la práctica de una serie de pulsiones parciales que aspiran cada una
por su cuenta, anárquicamente, a obtener un placer de órgano. Ya no
se requiere de la seducción para despertar la vida sexual del niño, pues-
to que ésta puede producirse por causas internas. A partir de este mo-
mento conceptualiza a la fantasía como defensa, no ante hechos trau-
máticos acontecidos sino ante la propia práctica sexual infantil (Freud,
HJ06, p. 266). Sustituye los traumas sexuales infantiles por el infanti-
lismo de la sexualidad.
Hasta aquí podemos ubicar que la fantasía es defensa frente a la
propia práctica sexual infantil, frente a la satisfacción pulsional. En
este sentido, Miller dice en el "Seminario sobre las vías de la forma-
ción de los síntomas":

" ... el fantasma es más bien como un velo fundamental antes


de lo que es verdaderamente lo real, es decir, la fijación"
(Miller, J.-A., 1996, p. 466).
Entonces, la fantasía es defensa, barrera, velo. Ahora bien, la fanta- tironcitos al lóbulo de la oreja de su hermano, que estaba ahí
sía además de ser defensa frente a la satisfacción, tiene una íntima quieto, ahí sentado" (p. 46).
relación con ella, que consiste en una soldadura. En "Las fantasías
histéricas y su relación con la sexualidad" Freud dice: Ya en esta escena encontramos la soldadura. Lacan retoma esta esce-
na en el texto "Intervención sobre la transferencia" diciendo que es la
".. .la fantasía inconsciente mantiene un vínculo muy impor- "matriz imaginaria" que determina todas las situaciones que ella ha de-
tante con la vida sexual de la persona; en efecto, es idéntica a sarrollado en su vida. Y deduce a partir de esta imagen que para Dora:
la fantasía que le sirvió para su satisfacción sexual durante
un período de masturbación. El acto masturbatorio (en el sen- "La mujer es el objeto imposible de desprender de un primiti-
tido más lato: onanista) se componía en esa época de dos frag- vo deseo oral..." (Lacan, J., 1951, p. 210).
mentos: la convocación de la fantasía y la operación activa de
autosatisfacción en la cima de ella. Como es sabido esta com- Ubicamos aquí su satisfacción oral, parcial, vinculada al campo del
posición consiste en una soldadura. Originariamente la ac- otro, su hermano, objeto total, conformando la matriz imaginaria que
ción era una empresa autoerótica pura destinada a ganar pla- determiirn todas sus relnciones de objeto,
cer de un determinado lugar del cuerpo, que llamamos eróge- En "Las fantasías histéricas su relación con la bisexualidad" (1908)
no. Más tarde esa acción se fusionó con una representación- Freud sefíala que existen fantasías inconscientes que pueden haberlo
de;:mo tomada del círculo dd amor de objeto y sirvió para rea- sido desde siempre, concluyendo en la "Conferencia 23. Los caminos de
lizar de una ni;uwra parcial la situación en que aquella fanta- la formación de síntoma" (1n16 - 191 7) con la postulación de fantasías
50Ía culminaba'' HJ08, pp. 142-JA:3). originarias que se tra ns mi ten filogcnéticamcnte.
Para Lacan esto tiene que ver con la relación con el Otro del signifi-
La fantasía dos campos que son heterogéneos. Por un cante que es algo previo a todo sujeto de la palabra, lo que Freud llama
lado tenpmos una empresa autoerútica pura, satisfacción destinada a filogenético es para él la preexistencia de los significantes, se trata de
de de·! cuerpo qup valE; como zona erógena, borde hechos de estructura, y no se va a referir a la fantasías originarias sino
del cuerpo en relación con los objetos de la pulsión parcial: oral, anal, al fantasma fundamental, que vamos atrabajar con el texto de Miller
escópica, inYocmite. Por otro, tenemos el campo de las representaciones- "Dos dimensiones clínicas: Síntoma y Fantasma" (Miller, J.-A., 1983).
deseo tomadas del círculo del amor de objeto, que ya no es parcial sino
total, padres o subrogados que van constituyendo la trama edípica. Es-
tos dos campo.e: soldados en la fantasía que reúne en su trama El fantasma con10 axi01na
una satisfacción pulsional con un deseo prohibido.
En el texto "Fragmento de análisis de un caso de histeria" (1905)
A la altura del texto "Intervención sobre la transferencia" Lacan con-
Freud deduce la fo.ntnsía oral de Dora, podemos situar en ella la solda-
sidera al fantasma como imaginario, como fantasías imaginarias que se
dura enunciada. Dora pret'E'l1ta una satisfacción oral fijada a tempra-
despliegan de manera especular. En el punto "El axioma del fantasma"
na edad, "en su infancia había sido una chupetendora", empresa auto-
(1983, p. 103) Miller retoma este tema pero en relación a la operación
erótiea pura, que enmarcada y soldada al campo
que va a hacer Lacan cuando introduzca su objeto a como real, dice:
d(• rcp1cl'entnci01wé'·clf'.QPO por medio de fantasía ornl de
Pn relación a su y la sei'íora K, que arma la trama. Así quedan "Lo nuevo, lo escandaloso de esa fórmula (... ) lo que tiene ver-
articulados en sn font asía dos campos lwterogéneos, la satisfacción daderamente de paradójica, es implicar en el fantasma al suje-
pulsional y el prohibido. to como sujeto del significante, o sea que en el fantasma queda
En Psta misma lüwa podemos tomar la imagen que relata Dora con implicado un elemento que viene del nivel simbólico (... ) Se
su hermano: articulan así dos elementos que son heterogéneos" (p. 110).

"... estaba sentada en el suelo, en un rincón, chupándose el Es decir que mediante el fantasma se articulan dos elementos hete-
pulgar de la mano izquierda, mientras con la derecha daba rogéneos, la dimensión simbólica y la dimensión real, y agrega: "Hay
una alusión velada de esto en el texto de Freud cuando dice que se
9 8 Construcción de los conceptos psicoanalíticos
"----- ----------··-·----~-----·-~ ·-----.. ----·--·-------------------
__ Ajiigai!"l9sov_i~h:9~_e_l_a_L':z11,!_cisía :i_Ls_!ntoma: ~()ldadu1~a y het!'.~'()_gene_~~d,__2__2

requiere de dos cosas para hacer un fantasma: primero un goce, un placer,


"... El fantasma permanece aparte del resto del contenido de
proveniente de una zona erógena; y segundo lo que llama representación
una neurosis" (Miller, ,J.-A., p. 112).
del deseo. En cierto modo, ambas cosas pueden encontrarse en la fórmu-
la $<>a. En a, el goce, vinculado con A, el sujeto del deseo" (p. 110). ¿A qué lugar viene esta significación fija? Dijimos con Freud que la
La unión de la práctica autoerótica y la representación deseo consti- fantasía es defensa, velo. Veremos ahora, que el fantasma como axioma
tuye lo que es para Freud la fantasía, dijimos que se trata de una zona hace de tapón al sin sentido del Otro. Se va a relacionar con lo que
erógena, un borde del cuerpo y a la vez una representación-deseo. Arti- Lacan denomina S(A), que podemos entender como castración estruc-
cular la representación y el borde del cuerpo presenta esta heterogenei- tural. S(A) se puede traducir como el deseo del Otro, en la medida que
dad que menciona Miller respecto del fantasma. Se confronta algo que es necesario que algo le falte al Otro para que pueda tener un deseo y,
es del orden del significante con algo que es del orden de lo real, del además, una falta en el campo del significante. En este sentido, Freud
orden del goce. Por un lado, la dimensión simbólica: el sujeto dividido dice que no existe representación del órgano genital femenino, sólo
por el significante, el sujeto del deseo; por otro lado, la dimensión real: hay inscripción de un órgano genital, que inscribe una lógica de pre-
la vinculación fuerte y resistente con el obje1 o; el objeto que ha quedado sencia y ausencia en relación al falo.
fijado, esta relací(m se obtiene por el fantasma. Desde Lacan esta afirmación se traduce en no hay significante que
Asimismo, el fantasma se presenta como una resistencia fundamental diga de La Mujer o, hacia el final de su enseñanza, en el axioma "No
al análisis, como una inercia Miller dice: hay relación sexual".
Cuando decimos que la relación sexual es imposible no es que no
"... si el sujeto es, por un lado, efocto de la cadena significante, no
haya relación entre hombres y mujeres sino que no hay significan-
se debe olvidar que, por otro, SEl presenta en la experiencia analí-
tes que representen a unos u otros. Hay un significante falico pero
tica con una inercia, con una resistencia proveniente ele su estre-
cha vinculación, mediante el fantasma, con el objeto" (p. 111). no hay significante hombre o significante mujer. El Otro es incon-
sistente, incompleto, por lo tanto no puede responder, no puede dar
¿Por qué presenta como una resistencía» tipo de resisten- una identidad al sujeto.
cia se trata? En este texto encontramos que el fantasma un axioma, Freud ubicó que las fantasías aparecen como defensa frente a lo
no sólo para el sujeto, también se presenta así en la práctica analítica. traumático, se trata de escenas conformadas para taponar o reprimir
Los axiomas son aquellos principios fundamentales e indemostra- que el Otro no tiene respuesta, que no es garante de una verdad absolu-
bles sobre los que se construye una teoría. Son una proposición tan ta. El sujeto no encuentra respuesta cuando se pregunta sobre el deseo
clara y evidente que se admite sin necesidad de demostración. Si pensa- que lo desea, ni cuando pregunta quién es él para ese deseo. Una de las
mos en un sistema lógico, en el caso que nos ocupa el sistema signifi- formas de suplir esa respuesta es mediante la identificación con el obje-
cante, hay en él ciertas fórmulas que son inmodificables: sus axiomas. to en el fantasma. Donde no se puede escribir la relación sexual aparece
Ellos están en el fundamento de ese sistema lógico y no se dejan modi- la escritura del fantasma, es en el punto de inconsistencia del Otro, en
ficar por las leyes de transformación del resto del sistema. una falta de saber, donde se aloja como tapón este resto simbólico resis-
El fantasma como axioma es una creación significante pura ligada tente que es el axiotna fantasmático. Por E:ste motivo el fantasma se
a una absoluta separada·de un punto de partida; no presenta en la analítica como un tope y corno una resisten-
tiene una motivación anterior, es un comienzo como una cia a la intervención del analista.
significación de verdad lógica. No es una frase que se pone en co- Vimos que el fantasma además de ser tapón, es un modo de
nexión con otra en el trabajo de interpretación, sino que es una frase satisfacción, se trata de un lugar de inercia que da cuenta de la fijación
que tiene una significación, pero fija, inamovible, una fórmula signi- a un objeto pulsional. Se produce una fijación pulsional y ésta se articu-
ficante, del estilo "pegan a un niüo", que no obedece a la dinámica del la a una trama edípica, por ejemplo, ''Pegan a un niüo". Se trata de una
significante, por lo tanto no va a ser interpretable sino que va a ser trama, argumento, escena, que en su núcleo tiene el objeto parcial al
una construcción en análisis. En esta línea, basándose en un párrafo que quedó fijado -oral, anal, escópico, invocante- y al mismo tiempo
del texto "Pegan a un niüo" Miller dice: hace de tapón al lugar de inconsistencia del Otro con un modo de satis-
facción. Podemos trazar una analogía entre este punto de inercia y la
segunda fase de "Pegan a un niño", la que se construye en un análisis.
dentro de la economía psíquica, pero muy a menudo lo obtiene
En la construcción "soy golpeado por el padre", señalamos el "soy" como
secundariamente; una corriente psíquica cualquiera halla có-
identificación del sujeto con esa posición de objeto, con la posición de modo servirse del síntoma y entonces este alcanza una función
"hacerse pegar". Dicha posición está en voz reflexiva. Si dijésemos "pe- secundaria y queda como anclado en la vida anímica (p. 39).
gar", estaría en voz activa, mientras que en voz pasiva, decimos: "ser
pegado". Aquí se trata de "hacerse" pegar, se tapona esa falta en S (A) Una corriente psíquica le otorga al síntoma una función secunda-
con un modo de satisfacción. ria, ganancia secundaria que se obtiene al aportársele utilidad al sínto-
ma vía un sentido que se agrega. No obstante, hay también una ganan-
cia primaria, en la nobi a pie de página número 32 Freud dice que el
Síntoma motivo para enfermar es en todos los casos el propósito de obtener una
ganancia (secundaria) pero en toda contracción de neurosis debe reco-
nocerse una primaria que es interna psicológica y constante.
¿Qué nos dice Freud respecto del síntoma en el historial de Dora?
En estas característiras podemos leer la dimensión pulsional del sínto-
En principio se pregunta si los síntomas en la histeria son de origen
ma, en principio un "huésped mal recibido".
psíquico o somático y responde: La causa del síntoma es este rPal pulsional, satisfacción pulsional
" ... todo síntoma histérico requiere de la contribución de dos del síntoma que se constituy(' corno su núcleo. Luego es recubierto por
parUos. No puede producirse sin cierta solicitación (transac- el sentido que se le suelda. envoltura formal quü se le agrega secunda-
ción) somática brindada por un proceso nonrnil o patológico riamente una significación, una utilidad que no tenía, una
en el interior de un órgano del cuerpo C.. ) Pero no produce trama mediante la cual el síi1toma se satisface, lo que Lacan denomina
más que una sola vez -y está en el carácter del síntoma histé- goce sentido o sentido
rico la capacidad de repetirse- no posee un significado (va- Situemos esta satisfacciún pulsional en Dora. Como vimos, dice que
lor. intencionalidad) un sentido. El síntoma histéri- en su infancia eni. una chupeteadora basándose en el recuerdo de l::i
Pste sentido. sino que le prestado, es imagen con su hermano. Freud se refiere a esta escena como la manera
por así decir (p. 37). completa de autosatisfacción por el chupeteo, como una zona erógena
primaria en relación a la mucosa de los labios y la boca, y ubica que la
Todo síntoma histérico necesita bases somáticas; Freud dice que intensa activación de esta zona erógena a temprana edad es condición
éstas son orgánico-constitucionales. El síntoma de la tos de Dora se para la solicitación somática. Tenemos la precondición somática, zona
inicia con un catarro común y luego responde a un estímulo de cosqui- erógena fijada a temprana edad en relación a la oralidad y condición
lleo en la garganta, que ubica como solicitación somática. Pero, señala para la posterior solicitación somática, luego se agregará un sentido
que no basta esta causa orgánica para que se constituya un síntoma que constituirá finalmente el síntoma psíquico.
psíquico, sino que es necesario que se le agregue un sentido que no trae Al respecto podemos recurrir a dos metáforas que utiliza Freud en
consigo, que le es prestado, soldado, y que le va a dar la posibilidad de este historial: "Mucho más fácil que crear una nueva conversión parece
repetirse, característica del síntoma histérico. producir vínculos asociativos entre un pensamiento nuevo urgido de
Ya en el historial de Elisabeth Von R refiere: descarga el antiguo. que ha esa Por la vía así faci-
litada fluye la excitación desde su nueva fuente hacia el anterior
"... ese dolor somático no fue creado por la neurosis, sino sólo de la descarga, y el síntoma se según la expresiún del Evange-
aprovechado por ella, aumentado y conservado" (p. 187). lio, a un odre viejo que es llenado con vino nuevo" (p. 48).
Esta frase nos permite ubicar lo viejo como aquello inalterable, fija-
Nos anticipa con estas palabras que no es la neurosis la que crea el
do, la pulsión, y el vino nuevo como lo variable del síntoma, el sentido
síntoma, sino que él ya está allí y ella se sirve de él. Retomando el
historial de Dora, Freud dice: que se agrega, la trama. En el mismo sentido la otra metáfora:

"Debajo de todo en la estratificación cabe suponer un estímulo


"El síntoma es primero en la vida psíquica un huésped mal
de tos real, orgánicamente condicionado, vale decir, el grano
recibido (... ) Al comienzo no cumple ningún cometido útil
de arena en torno del cual el molusco forma la perla" (p. 73).
1o2 Construcción de los conceptos psicoanalíticos
-.~_lij¡;:~il Iosovich:9._ De_l_cijant!:l.~Ía~'.~.f!!.11}(.J_fl:_Cl.:_!old__adura :>'.J.:eterogeneida"1:__ 1 O]
·---------~---·~·------·-~~-----~------~---·-

Nuevamente, lo fijado inalterable, el grano de arena, más su envol-


tura formal, el sentido, que conforma finalmente la perla. Para concluir, podemos tomar la frase de Freud: "Los síntomas son
Tenemos dos caras del síntoma. Por un lado, aquello que tiene que la práctica sexual de los enfermos" (Freud, S., 1905; pp. 100 y 148).
ver con lo fijado inalterable, satisfacción pulsional que constituye su Al no existir posibilidad de satisfacción plena de la pulsión en el
núcleo, carente de sentido, "huésped mal recibido". Por otro, aquello objeto, la única posibilidad de satisfacernos es mediante el síntoma que
que constituye su envoltura formal, el sentido que se le agrega, la tra· está conformado por estos dos goces heterogéneos. Al existir un No hay
ma para esta satisfacción pulsional que le otorga utilidad al síntoma. estructural podemos decir que en su lugar Hay el síntoma, dando cuen-
¿Cómo se agrega este sentido del qi~e venimos hablando? Freud dice ta de que no hay práctica sexual que no sea sintomática.
que un síntoma significa la figuración, realización, de una fantasía de
contenido sexual, y aclara que al menos uno de los significados tiene
Bibliografía
que ser sexual. Entonces, el contenido se agrega vía la fantasía que al
menos en uno de sus sentidos es sexual. En el historial dice que este
sentido se agrega por la vía de una soldadura, y vimos que ésta es Delgado, O. (2006), "Teórico 8". En www.psicoanalisisfreudl.com.ar
aportada por la fantasía, que constituye en sí misma una soldadura. --(2007), "Teórico 23". En www.psicoanalisisfreudJ.com.ar
El síntoma es un "huésped mal recibido" hasta que se le suelda el Freud, S. (1893-1895), Estudios sobre la histeria. En Obras Comple-
sentido vía la fantasía que le aporta una utilidad, una trama. En este tas, Amorrortu, Vol. II, Buenos Aires, 1991.
sentido, el fantasma es "una máquina para transformar el goce en -·--(1896), "Carta 61". En Obras Completas, Vol. I, Amorrortu, Bue-
placer" (Lacan, citado por Miller, p. 77) limita la satisfacción 1998
pulsional, que se presenta más allá del principio de placer, al introdu· --(1 "Manuscrito L". En Obras Completas, Vol. I, Amorrortu,
Buenos Aires, 1998.
cirla en una trama deseante, acotada, regulada, de acuerdo a la lógica
del principio de placer. --(1897), "Carta 69". En Obras Completas, Vol. I, Amorrortu, Bue-
nos 1998.
En "Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad" (1908)
Freud detalla el camino de la formación del síntoma en la histeria, dice "Fragmento de análisis de un caso de histeria". En Obras
que con la renuncia a la satisfacción ma9turbatoria y fantaseada, la Completas, Amorrortu, Vol. VII, Buenos Aires, 1991.
fantasía conciente deviene inconsciente, y si no se introduce otra satis- --(1905), "Tres ensayos de teoría sexual". En Obras Completas, Amo-
facción sexual la fantasía inconsciente se abre paso como síntoma neu- rrortu, Vol. VII, Buenos Aires, 1996.
rótico. Si seguimos esta línea, vemos que el síntoma viene al lugar de la --(1906), "Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de
fantasía reprimida y hereda lo que proviene de ella, la soldadura de la las neurosis". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. VII, Buenos
Aires, 1996.
satisfacción pulsional autoerótica con la fantasía. Por lo tanto van a
quedar implicadas en el síntoma ambas satisfacciones, la que proviene --(1908), "Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad".
del goce pulsional, empresa autoerótica pura, fijación pulsional que conuti· En Obras Completas, Amorrortu, Vol. IX, Buenos Aires, 1996.
tuye su núcleo, y aquella que proviene de la fantasía, en este caso satis· --(1919) "'Pegan a un niño'. Contribución al conocimiento de la géne-
enmarcnda, articulada a las deseo. sis de las perversiones sexuales". En Obras Completas, Amorrortu,
En el síntoma una satísfacción y una realización de deseo desfigura- Vol. XVII, Buenos 1991.
do; un síntoma implica un texto a ser descifrado, la verdad de un deseo Lacan, J. (1951), "Intervención sobre la transferencia". En Escritos I,
incestuoso que se expresa desfiguradamente, y una satisfacción. Siglo Buenos 1991.
Respecto del síntoma de la tos de Dora podemos decir que por un --(1983), "Dos dimensiones clínicas: Síntoma y Fantasma". En Con-
lado la fantasía oral de Dora aporta un sentido a su síntoma, la ferencias Porteñas, Tomo I, Paidós, Buenos Aires, 1983.
trama mediante la cual se satisface, pero también recibe la inci· --(1992), "Reflexiones sobre La envoltura formal del síntoma". En La
dencia de lo pulsional, la fijación oral a temprana edad. Así su envoltura formal del Síntoma, Manantial, Buenos Aires, 1992.
síntoma queda conformado por estos dos goces heterogéneos, ei pul- --(1996) "Seminario sobre las vías de formación de los síntomas". En
sional y el fantasmático. Introducción a la Clínica Lacaniana. Conferencias en España, Es-
cuela Lacaniana de Psicoanálisis-RBA. BarcelonH.
1 O, Síntoma, pulsión y fantasía

Adriana Lafogiannis

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fWJ-'~,~,

L a idea de este artículo es trazar el recorrido que implica la articula-


ción del síntoma con las fantasías. Para ello será necesario dete-
nernos en la elaboración freudiana del pasaje del trauma como aconte-
cimiento vivido al trauma como estructural. Es allí donde Freud intu-
ye, gracias a lo que llama las "mentiras" de "sus histéricas", que los
síntomas no están ligados a lo acontecido sino al relato de las fantasías
ubicando allí el concepto de realidad psíquica.
El trauma adquiere otro significados. Cuando en la carta a Fliess,
Freud escríhe no creo más en mi ·neurótica"' lfül7, p. 301 ),
transmite que lo relatado adquiere un valor diferente al que tenía Es
interesante ubicar allí a Freud como tornado por el discur::;o histé-
rico, y sosteniendo que lo traumático no tiEme por qué ser la escena acon-
tecida, sino que ya puedé ker lo traumático en el mismo.
A partir de aquí tenemos síntoma::; por acontecimientos de
que afectan. Allí se puede pensar el cuerpo: un cuerpo afectado por el
lenguaje haciéndolo existir. Las palabras no sólo tienen un significado
sino que además de producir significaciones inconscientes, tienen como
efecto un cuerpo afectado. A esto se lo puede llamar trauma: una pala-
bra hace existir un modo de satisfacción. Las palabras nos dan cuerpo,
por eso mismo el pensamiento falla.
La fuerza constante de la pulsión busca satisfacerse y los síntomas,
como dice Freud en "Mi tesis sobre el papel de la sexualidad en la etio-
logía de las neurosis" (Freud, 1906-1905), son la práctica sexüal de los
neuróticos, que satisfacen sintomáticamente.
Entonces, en la hipótesis auxiliar y la capacidad para formar
se puede ubicar un resto económico, antecedente del concepto de pulsión.
Es a partir de estas conceptualizaciones que Freud le dará un lugar
privilegiado a la fantasía y a su articulación con la pulsión.
¿Qué estatuto tienen las fantasías? ¿A qué lugar vienen las fantasías
para Freud? Tenemos, síntoma, fantasía y pulsión, como una tríada para
pensar la realidad psíquica que encubre la práctica masturbatoria.
Freud toma para dar cuenta de esto el caso de Elizabeth von R.
(Freud, 1893-1895), de 24 años.
1o 6
-·------·
Constmcción de los conceptos psicoanalíticos
-·~~ ... "~--·----

_______ Adriana~afogían11i8_:__1().__01ito~~a, pulsión_J_j_a1itasí(],______1_o_Z

Elizabeth tenía un síntoma que consistía en dolores en sus piernas:


caminaba mal. Freud conocía fragmentos de su historia: había muerto zona donde se aloja el síntoma, Freud la llama zona histerógena.
el padre, la madre había tenido una seria operación de ojos y una her- Lo importante es destacar ese placer que Freud ya en esa época
mana había muerto tras un parto; situaciones ém las que Elizabeth puede vislumbrar en el síntoma. El síntoma es algo más, en el
había participado mucho. síntoma se realiza "algo".
Freud comienza ubicando en la paciente un secreto en vez de un Con Elizabeth aparece una nueva dimensión del síntoma, que es
cuerpo extraño. Llama a esa representación aislada del conjunto, una satisfacción que se va a jugar en él. Freud ubica el placer en el
cuerpo extraiio, pero va a aclarar que esto es un error, que nadie dolor, y la conexión del cuerpo con el síntoma porque, podemos decir,
enferma por un secreto. que aparece otro modo de pensar el cuerpo. ..•. ,
Hacía unos años, en un momento en que el padre enferma, ella Jo Por lo tanto el cuerpo ele la histérica es una confronta~f'í· constante
cuida noche y día y sitúa que coincidentemente había comenzado a entre la autoconservación y la satisfacción pulsional fragmentada, hay
tener esos dolores en la pierna derecha, que luego ceden. Dos años satisfacción en la conversión, la histérica dice que no a la unificación,
después de la muerte del padre reaparecen y ahí sí, Elizabeth se muestra un cuerpo fragmentado. Por terier un cuerpo podemos tener
siente Pnferma. síntomas y no organismo, es decir, "tener" un cuerpo.
Freud cuenta la larga historia dn padecimiPn1 os y La fantasía es la soldadura entre deseo prohibido (avatares del com-
la familia, rwro justo cuando las cosas conu•nz;1 han plejo de Edipo) y la satisfacción pulsional fijada a un objeto. El complejo
llegaba el momPnto PXPnto (k P"lHl de disfrut de Eclipo, le dará un sentido para no enterarse de la satisfacción pulsio-
l los nal, este objeto es desconocido para el sujeto.
dificultad parn caminar. A allí. d Ante una frustración en la vida real, la libido busca otro camino
la enferma milia. para la satisfacción. En la neurosis el retorno será a la fantasía. El
El primer tiempo del tratamiento Elizabeth emp1.'ora sus síntomas conflicto reside en que las fantasías tienen un entramado con el comple-
se lo reprocha lo desafiaba, podemos decir. ofrecit'n- jo Edipo, por lo tanto, entran en conflicto con el Se reprimen las
dole todo tipo de resístencü1 fantasías, retorno de lo reprimido y formación de compromiso: el sínto-
Había salido en una oportunidad con un muchacho por el que sentía ma determinado por las fantasías.
simpatía. Cuando regresa a su casa (su padre estaba ya enfermo), dirá Por otro lado, "Pegan a un niño" (Freud, 1919) es un texto que arti-
que: "Nunca había sentido tanta calidez" (Freud, 1893-1895, p. 161), cula la gramática con el masoquismo, a pesar de que aún Freud no
"caliente'', ya introduce algo de la sexualidad. contaba con el concepto de masoquismo como estructural.
De todos modos a Freud le rnsultan imprecisos los relatos del Allí desarrolla la fantasía de flagelación y relata que es confesada
carácter del dolor que hacía la paciente, las palabras no le alcan- con frecuencia en personas que acuden al tratamiento analítico, aun-
zan para definirlo. que nunca se confiesa sin titubeos y su aparición temporal es insegura.
Otro dato que a Freud le llama la atención es que si alguien sufre de Freud va describir tres fases lógicas de su desarrollo.
un dolor orgánico, el gesto de la cara acomprtfia es<' dolor. Sin embargo, La más importante de estas fases y de mayores consecuencias para
en el caso de Elizabeth, cuando Freud le tocaba u pellizcaba la zona las indagaciones, va a ser la segunda. Pero habrá que tener en cuenta
afectada de la que se trata de una construcción, ya que es una fase que permanece
inconsciente, no es ni será recordada.
"... su rostro cobraba una peculiar expresión, más de placer El pasaje de la primera a la segunda fase -"El padre pega" a "Soy
que de dolor" (Freud, 1893-1895, p. 153).
azotado por mi padre"- se produce porque la primera fantasía está ubi-
El gesto no coincide con el dolor, más bien, piensa Freud, debe cada en la época del amor incestuoso. La conciencia de culpa que trae
coincidir con el contenido de los pensamientos que seguramente ha- aparejada dicha fantasía se invierte deviniendo masoquista. Al conteni-
bía tras ese dolor. do de "ser azotado por el padre", se adhiere la carga libidinosa de lo
El fuerte hallazgo de Freud es la satisfacción en juego en la neuro- incestuoso y la conciencia de culpa, e implicará la articulación del ma-
sis; resulta paradoja] porque está definiendo un placer en el dolor. A la soquismo femenino y el masoquismo moral. Originariamente tuvo sig-
nificado sexual, es una conjunción de conciencia de culpa y erotismo.
108 Construcción de los conceptos psicoanalíticos Adriana Lafogiannis: 10. Síntoma, pulsión Y fantasíc:_____l O2
---

En esta segunda fase hay presencia de placer; Freud dirá que el Bibliografía
niño se satisface justo en el tiempo donde no hay representación,
porque ésta fase nunca será conciente. En esta línea se puede pensar
lo que subraya Lacan acerca de que el fantasma, que a diferencia del Freud, S. (1893-1895), Estudios sobre la histeria. En Obras Comple-
síntoma, no se interpreta. tas, Amorrortu, Vol. II, Buenos Aires, 1991.
--(1950), "Fragmentos de la correspondencia con Fliess". En Obras
Completas, Amorrortu, Vol. I, Buenos Aires, 1989.
De la gramática freudiana al axioma lacaniano --(1906-1905), "Mi tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología
de las neurosis". En Obras Completas, Amorrortu, Vol. VII, Buenos
¿Qué es un axioma? Es lo que ordena un campo epistémico. Lacan Aires, 1996.
--(1919) '"Pegan a un niño'. Contribución al conocimiento de la géne-
intenta darle una lógica a la gramática freudiana de "Pegan a un niño",
sis de las perversiones sexuales". En Obras Completas, Amorrortu,
proponiendo el axioma del fantasma. Es necesario hacer una reducción
Vol. XVII, Buenos Aires, 1991.
de la gramática y esta operación está en relación con la compulsión.
Lacan, J. (1966-1967), "El Seminario 14. La lógica del fantasma". In-
Se puede pensar el fantasma como la máquina que transforma el
goce en placer. El fantasma fundamental no es objeto de interpretación; édito.
Miller, J.-A., (2009), "El axioma del fantasma". En Conferencias porte-
a diferencia de las formaciones del inconsciente que si son interpreta-
ñas, Tomo l, Paidós, Buenos Aires, 2009.
bles. Lacan no puso el acento en la sino en la es decir
en su valor de axioma, allí la importancia del fantasma para el
nálisís. El fantasma como no es válido sólo para el sujeto sino
que se presenta así en la práctica analítica, es decir que implica un
sistema lógico. Para Lacan el fantasma fundamental, está ligado a una
significación absoluta, una de todo.
Al final de su seminario "La lógica del fantasma" (Lacan, 1966-1967),
Lacan dice que tiene una significación de verdad que no hay que enten-
der como la verdad del sufrimiento sintomático sino como una signifi-
cación de verdad lógica. Verdad para el sujeto que no envía a otra signi-
ficación, por eso no es interpretable.
Miller (Mjller, 2009) dice con respecto al texto de Freud que se nece-
sitan dos cosas para hacer un fantasma: primero, un goce, es decir un
placer proveniente de una zona erógena y, segundo, lo que llama la
representación del deseo. Ambas se pueden encontrar en la fórmula $a
a. ¿Cómo puede ser que dos elementos heterogéneos se vinculen entre
sí? La respuesta es que no es suficiente pensar a la práctica analítica
en el campo del significante, sino también en el campo del objeto o, para
decirlo freudianamente, en el campo de lo pulsiona L
Entonces, así como para Freud la fantasía es la soldadura del deseo
inconsciente con una satisfacción pulsional, produciendo un tejido a
partir del cual el neurótico no se entera de la castración estructural;
para Lacan el fantasma, que también determina el síntoma, viene a
funcionar como tapón del deseo del Otro, de la falta en el Otro, algo de lo
que el neurótico no quiere saber.
11. Síntoma y entraCla en ana11s1s

Natalia Lorena Contarbio

S abemos desde Freud que el malestar en la cultura es inherente a la


condición del hombre, lo cual equivale a decir que la felicidad,
entendida como un estadó absoluto y perdurable, no está incluida en el
programa de la civilización. Sin embargo, hay una felicidad que devie .
ne como consecuencia de la renuncia pulsional exigida a partir de la
inserción del hombre en el lenguaje, esta felicidad es la que Lacan.deli-
mita al decir que el sujeto es feliz cuando se trata del goce, es decir en
té:rminos freudianos, dE: la satisfacción pulsional. A diferencia del de ..
seo, la pulsión SP satisfacp y es en el síntoma en tanto hay en él un goce
quP no se al Otro, decir que es autista, en donde queda cernida
felicidad l¡ue es resultante de aquello que se repite.
El síntoma una solución que tiene una función en la economía
libidínal del en la economía de goce. En lo paradojal del
síntoma se el displacer y la satisfacción de la pulsión. De allí
que en este sentido decir que hay una diferencia entre el sufri-
miento concernido en el síntoma y el pathos. Sin embargo, a veces
sucede que en la vida de alguien, algo se desacomoda, hace ruido y se
dirige a una consulta.
La práctica del psicoanálisis no se reduce al ámbito del consultorio
del analista. En nuestra sociedad el psicoanálisis tiene una extensa
historia en la cual es bien conocida su inclusión en espacios e institucio-
nes tanto públicas como privadas. Esta inserción del psicoanálisis en
los distintos estratos de nuestra plataforma social exige al psicoanalis-
ta reinventar y repensar la praxis por qué no decir, permanentemente.
Javier Aramburu al situar la relación entre el psicoanalista y la
época dirá al respecto en "La época y la pulsión":

"Los analistas (... ) nos a la pero. no estamos


identificados con ella, estamos un poco más allá de la norma, del
modelo común. identificados con el síntomil y no con la época
pero en la esta distancia es la que nos permite hacer legibles
los síntomas de la época sin ser idénticos a ellos" (2004, p. 303).

Esta distancia a la cual hace mención Aramburu es consecuen-


cia del proceso de duelo y de desidentificación que implica la expe-
riencia analítica.
Estar en la época sin estar identificado con la época, supone un modo
11 2 Construcción de los conceptos psicoanalíticos Natalia Lorena Contarbio: 11. Síntoma entrada en análisis 113
.
·----------~:-:=:::.--:_::::::.-~=: .-::..::=::===·--···--·--------··---"-·------ -------·-·--

de estar sin quedar ni abolido, ni excluido, tal cual el discurso capitalis- del analista: la de avalar o no una demanda de tratamiento. El acento
ta, al rechazar la castración, empuja al sujeto hacia el goce. Esta dis- está puesto en la decisión del analista, ni los patrones ni el universal que
tancia que también es un margen más bien permite "hacer legibles los contiene la estandarización de las prácticas globales de la subjetividad
síntomas de la época" (Aramburu, J., 2004, p. 303), como así también guían esa decisión, sino los principios que fundan su ética. Hay en esta
los efectos que el discurso capitalista imprime en cada subjetividad. decisión una posibilidad que se asienta en un "no" que el analista puede
Sostener los interrogantes que se nos abren sin que la prisa nos realizar, aunque este "no" tome la forma de un "no por ahora".
tiente a comprenderlos y al mismo tiempo sin renunciar a alojarlos y a Como Freud nos dice "tomar conocimiento del caso" (HH3, p. 126),
trabajarlos, no sólo significa no retroceder ante las que lo además de obedecer a una motivación diagnóstica, per , el aloja-
actual presentifica; también permite que el psicoanálisis continúe sien- miento del pedido inicial y la apertura del dispositivo an tico. En la
do actual. Ya que además de constituirse como una del apertura y cierre que conlleva cada entrevista así como en los interva-
síntoma, su eficacia radica precisamente en Lorno a la posibilidad de los que las dividen, en cada cita la palabra del paciente es citada, ya que
incidir sobre el goce por medio de la palaLra. A esta que la palabra es el único medio para la realización de la experiencia.
porta la palabra en potencia respecto de incidir sobre el goce, Eric Lau- En este tiempo inaugural hay un pedido o una demanda de parte de
rent la rescata en su texto "El caso, del malestar a la mentira". Para aquel que se dirige al analista; esta direccionalidad del pedido supone
referirse a la lógica de la construcción de un caso, dice allí: por un lado la constatación previa de una cierta falla de saber acerca
del sufrimiento y por otro lado, la adjudicación de saber al analista.
"Un caso no reduce exhibir la Pnvoltura formal Un caso También una decisión llevada cabo en el momento de la consulta;
es un caso si testimonia acerca de la incidencia de un decisión que involucra una acción en -el es una
decir en el dispositivo de la cura, y de su orientación hacia el praxis que de la del cuerpo-- en especial a las
tratamiento de un problema real, de un problema libídinal, de palabras, ya que no hay inicio sin sean dichas actuadas.
un problema de Hay también una por de aquel que se propone
como paciente respecto de sus síntomas y del sufrimiento concernido en
Un decir que designa precisamente la enunciación desde la cual los ellos, a pesar de esperar del analista que provenga la restitución de ese
dichos se modulan. Sabemos que para llegar o no a esa incidencia, los saber faltante y constatado anteriormente. Sin tratarse de la operato-
dichos tienen que hacerse presentes y desplegarse en cada encuentro ria del Sujeto supuesto al Saber, tenemos los tres términos que lo cons-
entre aquel que se dirige a pedir un tratamiento y el analista. El inicio tituyen: Sujeto-supuesto-Saber.
de un tratamiento analítico se desprende del pedido que alguien realiza En "Introducción al método psicoanalítico", Miller dice:
respecto de aquello que no funciona, que se desacomodó. El inicio se
desprende en el punto en que hay un umbral que delimita la entrada en " .. .la práctica de las entrevistas preliminares es consecuen-
análisis y en este sesgo no es el tiempo cronológico el que lo determina cia directa de cómo damos una estructura a las bienveni-
sino más bien el tiempo lógico que conlleva cada experiencia analítica. das" (1998, p. 18).
Freud, en unos de sus escritos técnicos, más precisamente, en
Desde el inicio, dar una estructura a las bienvenidas implica que el
"Sobre la iniciación del tratamiento", respecto de un
analista pedido inicial y oferte una estructura a la particular
de tratamiento, realizar entrevistas previas a modo de ensayo, reco-
bienvenida. La oferta reconoce la particularidad de cada demanda. Hay
nociendo allí un fin:
una particular bienvenida según cada demanda. El reconocer Y el ope-
"... tomar conocimiento del caso y decidir si es apto para el rar con la particularidad de cada quien, puesto que es desde "el caso por
psicoanálisis" (1913, p. 126). caso" que se plantea la intervención del psicoanálisis; es una evidencia
que merece desnaturalizarse. En nuestra actualidad, el avance de las
En este tiempo de ensayo ubica el comienzo del psicoanálisis y el prácticas universalizantes y estandarizadas como tratamientos al pa-
requerimiento que obedezca a las reglas del mismo. En este tiempo decer subjetivo, operan rechazando la particularidad, es decir, descono-
previo, preliminar, en el cual el inicio queda aplazado y al cual Lacan ha cen al semejante como aquel que es radicalmente diferente a uno. De
dado en llamar entrevistas preliminares, se halla en juego una decisión esta manera, no sólo callan al padecimiento sino que además lo fijan, lo
11 Construcción de los conceptos psicoanalíticos ______ --~ at¡¡_l ia Lo_i:~l_l.f\__ Contarbío_:__l: l. Sínto,::i<:_i:_J en1:7.~oda. en _a.nálisi¡;__ 11
-·-----·-·-~----·-----··-----~~-

anclan. Es un modo de petrificar la subjetividad y de reproducir una al entramado discursivo que el yo intenta mantener en su síntesis. Es
misma demanda que demanda asistencia, que es también decir: consu- un ~;a ber que se ha articulado de otra manera a la verdad, la cual
me asistencia, circuito garantido concomitante a la lógica dn 1 mercado. sic~mpre es verdad-mentirosa y medio dicha, pero principalmente es
Ahora bien, ¿qué es lo que implica darle una cita a la palabra? ¿Cómo un saber que se ha cernido en torno al sinsentido. Este saber es solida-
pensar el síntoma en la entrada en análisis? rio de la introducción del inconsciente en la experiencia, en términos
En una entrevista realizada a Lacan en 197[), en ocasión del dictado freudianos: la otra escena.
de una conferencia en la Universidad de Yale, en los Estados Unidos, Darle cita a la palabra supone que los dichos se hagan presentes, se
dice al respecto de las entrevistas preliminares: desplieguen precisarrwnte porque ellos son funcionales a~¡,sumento,
es decir: al sentí do. la posición del sujeto respecto de ~r&'Ue dice lo
"A los analizantes, se trnta de hacerlos entrar por la puerta, que delimita el lugar de la enunciación, entonces, equivocar los dichos,
que el análisis, sea un umbral, que haya para ellos una ver- (en el sentido de introducir el equívoco que supone la lógica significan-
dadera demanda. Esta demanda, ¿qué es de lo que quieren te), según cuán consistentes ellos se entramen en el discurso del pa-
desembarazarse? Un síntoma (... ) Trato que esta demanda ciente, es de la intervención del analista. Como así también di-
los obligue a hacer un esfuerzo ... Yo pongo el acento en la de-
mensionar su lugar en la transferencia ya que el lugar del analista
manda. Es necesario que algo empuje" (1975, p. 2).
evoca al Otro del analizante. Es precisamente por no serlo que esta
diferencia le permite hacer uso del lugar de supuesto al saber para
Me Íl1t0n,só este comentario qiw ! . nl propiciar, en palabrns de Freud: "un trabajo psíquico" (1912, p. 103).
costado de la porquP él delímitn la.e: condicione:" dé• pro- El en el inicio del análisis delimita un cierto franqueamien-
ducción del E'Íntoma analítico. en un tiempo anterior que este se to de lR posición del sujeto. Un franqueamiento que deviene en un cam-
produzca, es decir: antes de la entrada en análisis. Decir síntoma ana- bio o rectificación de la posición subjetiva.
lítico es t111n bién ubicar ese aspecto del síntoma que pone forma El paso o atravesamiento de ese umbral que ocasiona la entrada
en la transferencia, tal cual Freud descubr0 en torno a la neurosis en análisis, también conlleva una caída, una cesión del sentido abro·
artificial -de transferencia-. chado en el síntoma y por ende una cesión de goce en la economía
En este comentario Lacan aísla la deínanda dEd síntoma, la verdad libidinal del sujeto.
del saber y la posición del analista del analizante. Hay en primer lugar La puesta en forma del síntoma en transferencia, en lo que en él hay
una verdadera demanda (demanda analítica) que no queda subsumida de incipiente respecto de la envoltura formal del síntoma, es viabilizada
en la demanda inicial, es decir, requiere de cierta construcción. Puede porque también el síntoma es una formación de compromiso y su arti-
o no llegar·a producirse tras ese encuentro entre paciente y analista. culación al significante lo convierte en interpretable. De allí que el sín-
En segundo lugar, Lacan reconoce una ligadura existente entre la toma habla y la pulsión se satisface, muda.
demarida inicial y el padecimiento ubicado en el síntoma que es posi- Quedará en la cuenta del analizante subjetivizar el lugar que en
ble de ser tratado. al mismo tiempo in- tanto sujeto franqueó en ese momento de apertura al análisis. Será la
función del deseo del analista la que separe la transferencia de la repe-
º"º
de lo que
tición, cada vez, a lo largo de la travesía.
del anab-
li1 causa d0 l vacante al Sin demanda no hay síntoma, ni posibilidad que devenga lo singular
saber. El analista debe renunciar saber y al la transfe- que hay en cada quien que demanda. Sin apertura no hay cierre, como
rencia le Al quedar vacante el saber, esta pregunta es a su vez así también sin entrada no hay salida, ni cura que incluya lo incurable.
una incógnita que introduce en acto, cada vez que el saber es a produ-
cir del lado del paciente-analizante.
Este saber reprimido que el paciente ignora, ya que el sujeto por
estructura ignora la causa que lo divide, puede o no producirse. Es
importante aclarar que lejos de tratarse de un saber que se adiciona o
se acumula, es un saber que una vez producido. resta v desccomnlet.11
116 Con,·tntcción

Bibliografía 12. El ipo: Un ser tener

Aramburu, J. (2004), "El deseo del analista", Tres Haches, Buenos Aires.
Delgado, O. (1999), Los bordes en la Clínica, JVE Editores, Buenos Mercedes Sim.onovich
Aires.
Freud, S. (1912), "Sobre la dinámica de la transferencia". En Obras
Completas, Amorrortu, VoL Buenos Aires, Hl79.
"Sobre la iniciación tratamiento". En Obras Completas, de y
Amorrortu, Vol. XII, Buenos 1991. bibliografía: "] nhíbíción,
J. "Entrevista ,Jacques Lacan en la Universidad de , 1 "Los tres del Edipo", Lecturas del Se-
Yale". En Scilicet Nº 6/7 del 24 de noviembre de de! Edípo", "Dos notas sobre el niño",
de Yale. el y por último ''Análisis de la
Laurent, E., "El caso, del malestar a la mentira". Texto publicado en la como referente clínico.
Revue de la Ecole de La Cause Freuclienne Nº 50, París En el capítulo IV de "Inhibición, síntoma y , 7 Freud traba-
J.-A. "Introducción al método con el caso ,Juanito para la lucha defensiva contra el
Buenos 1998. síntoma. Ubica en el caso una moción su sustituto-síntoma
y el motivo de la
Juanito no quiere andar por la calle porque siente fren-
te a los caballos. Lo que como una indeterminada
se transforma en

"una determínada angustiada: el caballo lo


morderá".

Entonces podemos decir que la indeterminación aparecía como


un velo.

1
Freud, S. (1926 [1925]), "Inhibición, síntoma y angustia". En Obras Comple-
tas, Amorrortu, Cap. IV, Vol. XX, Buenos Aires, 1991.
"Lacan, J. (1957-1958), El Seminario 5. Las Formaciones del Inconsciente,
Paidós, Cap. X, Buenos Aires, 2006.
3
Miller, ,J.-A. (2000), "El tercer tiempo del Edipo". En Lecturas del Seminario
5, pp. 57-65,Colección del Instituto Clínico de Buenos Aires, Paidós, Buenos
Aíres. 2000.
·• Lacan, J. (1969), "Dos notas sobre el niüo". En Intervenciones y textos, Ma-
nantial, Buenos Aires, 1988.
5
Lacan, ,J., (1975), "Conferencia en Ginebra sobre el síntoma". En Interven-
ciones .Y textos 2, Manantial, 1975.
6
Freud, S. (1909), ''Análisis de la fobia de un niüo de cinco aüos". En Obras
Completas, Amorrortu, Puntos I, lI y Ill, Vol. X, Buenos Aires, 1991.
7
Ídem, op. cit., p. l.
5
Ídem, op. cit.,.l, p. 199.
psicoa1v1Jit1.cos del 11

Freud da un paso más y enmarca el caso Pn el Edipo, lo dice en estos Este segundo caso le sirve para sostener su hipótesis de que la
términos: celos y hostilidad hacia el padre a quien el niño también representación d(c: ser devorado por el padre, es una expresión regresi-
ama, conflicto por ambivalencia. vamente rebajada de ser amado por el padre, eq el sentido del erotis-
La hipótesis freudiana es que la fobia intenta resolver este conflicto. mo genital. Aparece entonces la regresión como otro modo de defensa
Queda ubicada la moción pulsional reprimida: un impulso hostil del que dispone el yo.
hacia el padre. Impulso insoportable debido al conflicto por ambivalen- Lo que Freud ubica como impulso reprimido, tanto ep el caso Juani-
cia, material que Freud extrae del análisis. to como en el del Hombre de los Lobos, es un impulso hostil hacia el
Ante la por el caballo mordedor, Hans relata cómo vio padre que queda reprimido por transformación en lo cont-8: se teme
rodar un caballo un con había su venganza y por esto se transforma en el miecrt'f~ ser devo-
jugado los caballos. B~stas nrn nifestaciones sumadas a su anhelo de rado por ser mordido en los respectivamente; la formación
que el padre no regresara de un estaría entonces al servicio de la Pero Freud agrega que es-
Hans una moción dre rfosreo: ''Oiril:~ el nAtlre lastimase a la vez son manifestación regresiva de "ser amado
como el caballo el no habría solamente sino también una
asesina del complejo de Edipo. satísfacción pu lsional en juego.
llegamos dE~ la moción nsesína a la fobia? Recordemos el otro Una vez situado esto, señala otro impulso reprimido: el amoroso
componente del Edipo: el incesto. Este último acarrea el temor a la hacia el padre (igualmente castrador que el hostil, en un caso por
del adversario el estado de en el otro por nos dice el proceso
En este Freud diferencia recae sobre todos los componentes del Edipo, se reprime así
solamente seüala lo que Freud llama en "La disolución del comoleío de Edino" una "in-
clinación sin !O
mer paso de la articulación antes situada la retaliación la angus-
tia temor provoca. Freud dice que hasta todo parece cla- los dos principales del Edipo
ro, pero señala que hicieron falta dos sustituciones: padre por caballo el amor a la madre y el odio al padre. En consecuencia, Juanito se
y hostilidad por temor. aparta de la madre.
El Hombre de los Lobos reprime en cambio la disposición amorosa
"Por lo tanto hay algo que no está en orden, ya sea en nues- hacia el padre, el apartamento del Edipo es por premisa: si fuera objeto
tro modo de concebir la represión o en nuestra definición de amor del padre, debería estar castrado.
del síntoma''. 9 Las dos formas del Edipo (positivo y negativo) naufragan ante el
complejo de castración. Así, la idea que fue reprimida es la de el peli-
Se pregunta por la mutación del afecto, además de la del objeto y en
gro de ser castrado por el padre como castigo por una satisfacción
este punto necesita recurrir a otros casos.
prohibida en ambos casos. Leemos en esta prohibición un modo neu-
Se refiere al caso del Hombre de los Lobos. cuyo miedo era ser devo-
rótico de velar lo imposible.
rado por un lobo, y al de un joven norteamericano que no desarrolló
Freud agrega que la del yo y no del proceso repre-
zoofobia pero sí la fantasía masturbatoria de ser devorado por
sivo como había sostenido hasta entonces. Este viraje en el texto da a
un claro sustituto del padre, por un cuento escuchado en la
la par que ubica al miedo a la castración como un miedo real: la angus-
infancia. Ubica entonces que en el Hombre de los Lobos hay sustitución
tia causa la represión y no al revés.
del objeto (padre por lobo) y modificación a nivel de la pulsión (ser ama-
Hay angustia de castración y por ende hay represión: ésta es la
do por/ser devorado por) y que en el joven norteamericano no encontra-
nueva afirmación de Freud. Esto queda así ubicado luego de que Freud
mos sustituciones: allí donde no hay sustituciones la fantasía es mas-
-recurriendo a la agorafobia- pone en relación la tentación sexual
turb¡i.toria, algo de lo sexual no quedó inscrito como prohibido.
localizada en el Edipo y el miedo a la castración.

10
Freud, S. (1924). "La disolución del Complejo de Edipo". En Obras Comple-
9
Ídem, op. cit., 1, p. 97. tas, Amorrortu, Vol. XIX. Buenos Aires, 2003.
1 o CONCt_']JtúS del

Es la segunda tópica freudiana la que implica el abandono de esa donde el niño pone al en de la madn:. para no quedar
hipótesis, que era sostenida desde la primera nosología, donde las neu- sometido al caprícho de última. Ante la suposición de que lo que
rosis de angustia junto con la neurastenia formaban parte del concento la madre desea es el falo, el niño se identifica a ese lugar, entrando
de neurosis. La afirmación frnudiana estaba basada en la 'de así en la significación fálica.
que la interrupción de la c1rnsada por la represión, produ- Lacan dice que en ese primer tiempo, es la existencia del orden
cía Si bien esto varía concepción metapsico- simbólico del cual la madre depende, lo que permito al niño cierto
l~gica q~e hay detrás. Freud advierte una contradicción: en ía ;epre- acceso al objeto de su deseo. Este objt•to el falo. La significación que
swn forma ck libido de la pulsión surg(' de la sustitución de Dl\1 por NP, E's aquélla que pr íbe al niño
del instaura como r ado d(· la
trata de cierto
fa lo) de un objeto

escrito como traumático y""'"'"''~'"· .J Podríamos relacionar


abrochado a fantasía edípica. (ple el viene a historizar
deseo del nirfo de
ble

Vira entonces de una "'inclinación sin


satisfacción (J¡. real, estará expuesto a

la "tentación sexual" localizada en el Edipc, el miedo a la c:astración. un mayor soborno


Lacan nos dice que Juanito nombra wiwímacher a sus primeras Lacan dice que en un entra en función
erecciones, esto es una muestra de heterosexualidad. ,Juanito encarna como privador de la madre. La función del aquí privar a la
eso en el caballo qm' piafa, corcovea, cae al suelo ... el caballo representa madre del niño. Agrega que, si el niño no conHiente a ello, resulta
aquello que tiene que enfrentar y sobre lo cual no entiende nada: "El una determinada identificación del niño con dicho objeto, y ubica
goce que resulta de ese wiwimacher le es ajeno hasta el punto de estar esto como un punto nodal que el nifro debe franquear para convertir-
en el principio de su fobia( ... ) está amedrentado por él".12 se en hombre o en mujer; ambos, la niña y el niño, deberán atrave-
sar el complejo de castración:

Los tres tiempos del Edipo " . .la posibilidad de estar castrado es esencial en la asunción
del hecho de tener el falo". 15

Lacan dice del niño que "su deseo es deseo clel deseo de la Para esto dd)erá intervenir el para que eficaz-
pero a la vez desc_ubre que "hay en ella deseo ele Otra cosa distinta que mente, dice Lacan que antes debe estar fuera del sujeto, constituido
satisfacer m1 prop10 deseo". Según Lacan es allí, en ése descubrimiento, como símbolo. Lacan agrega que, para prohibir las primeras manifes-
taci<mes del instinto sexnal en el con la madre es suficiente. Sin

1
Delgado, O., "Pulsión de muerte, angustia y síntoma", Cap. VII. Inédito.
.'.
H Lacarl, J. (19G9), "Dos notas sobre el niii.o". En Interuenciones y textos, Ma-
1
-.Lacan, J., (Hl75), '"Conferencia en Ginebra sobre el síntoma". Bn Interuen- nantial, p. 56, Buenos Aires, 1988.
cio_nes .Y textos 2, P. 127, Manantial, 1975. 15
11 Iclem op. cit. 2, Miller, J.-A. (19%-96), "l<;l Inconsciente Intérprete". En
Idem, op. cit. 2.
Frend1:01w Nº 1 p. 170, Paidós, Hl95.
Construcción dr Eí

embargo, el entra en juego como portador de 121 de la inter- En el caso de la niüa es diferente, no tendrá los títulos, pero sabrá
dicción del incesto, ya que prohíbe a la madre como objeto. Podría- dónde ir a buscarlos.
mos pensar que al prohibirla la señala como objeto de ese instinto
sexual que despierta en el niüo. Esto, según Lacan, es la entrada en Del ser al tener
el mundo de la palabra
A partir este desarrollo podría armar la secuencia:
" ... que somdP al deseo de cada cual al deseo del Otro". 16 deseo imposible de satísfecho. prohibición paterna que recae sobre
Esta prirnNa simholiznción, constituye a la nrnrlre como sujeto de- ese se!'íala un ()bjeto y fi
seante hacl? a la metáfora erna. nalmente identificación al Identificación que, al
Entonces. en d mer tiempo. el nífio se identifica al falo en ser al Ideal del yo, tiene el de u.na demanda de amor-y
tanto que de deseo ele la madre. Así introduce su demanda,

Lacan prvgunta esto Ld1po. lntentarernos


Lacan afirma en El Seminario 5 que en un momento, cuan-
do "el niüo a valerse de su instrumento", no es necesario un
padre que que
resultantes" 17
la para al niño hasta punto
En esta etaoa fálica nrimíti\'n. nH~táfora actúa por lo que le ofrC'ce es insuficiente". 20
del falo: el níílo capta que para
su madre debe ser r,,¡ falo. Sin embargo, en un momento posterior a el padre entra en
En el camíno la
esto lo instala Pn el
"interd1ctor del que la madre''.
padre que a la madre. Esto al nifio de identificación
al falo y lo liga a la ley. Entonces, conmovido del lugar del falo pasa a Lo que el niño ofrece a la madre es insuficiente pero así y todo es
identificarse con aquel que lo tiene. De esto se trata en el tercer tiempo necesario, en un segundo tiempo. un padre que prohíba.
y de él la salida cld de Edipo: ., .. en este tiempo el Según Miller, Lacan habla de una manera poco simpática de este
padre interviene como el que tiene el falo y no como aquel que lo es". J8 segundo tiempo y
El falo queda reinstaurado como objeto de deseo de la madre, tras
haber pasado por el segundo tiempo, donde la rnstración por ", .. toda su simpatía apunta al tercer tiempo, el momento don-
el padre, era la privación en la madre del niño que m1carnaba al falo. de se podrá tener lo que uno quiere, no de forma inmediata,
pero está prometido obtenerlo", 22
La castración es aquí la en ración del Otro. fórmula igualmente
al deseo. Lo del es, el hecho de que
La madre desea porque lo tiene. De habilita el establecimiento del tercer tiempo. En dicho tiempo, dice Mi-
Psto surge una identificación llama l de al del ller, que el sujeto se convierte en otra cosa gracias a una identificación
yo. El nit'io entra en la que "le promete" que tendrá aquello que el padre tiene.
"en reserva todos los títulos para usarlos en el futuro''.19

16
fdem, op. cit., 2. p. 194.
20
17
fdem, op. cit., 2, p. 194. fdem, op. cit., 2, p. 197.
21
18
Íd1?1n, op. cit:., 2, p. 19,1. Ídem, op. dt., 2, p. 193.
19
fde111, op. cit., p. 199. fdem, op. cit., 2, p. 193.
12 Construcción de los conceptos psicoanalíticos Mercedes Simonovich: 12. El del ser al tener 12

Desde esta perspectiva, la privación de la madre en el segundo Si Lacan se ve empujado a crear el concepto de metáfora paterna,
tiempo, conmueve al niño del lugar de ser el falo y lo conduce al allí dónde llega a la conclusión de que hay un momento en que el niño
tercer tiempo, aquel tiempo en el que tendrá cierto acceso a la posi- debe reconocer que no tiene aquello que en realidad tiene para acceder a
bilidad de tener el falo. una identificación sexuada; podemos decir que es precisamente en el
¿Por qué se hace necesaria una prohibición para transitar el camino paso del ser al tener, donde Lacan introduce este concepto. Lo que el
del ser al tener el falo? niño acepta es no ser el falo; ésta es la imposibilidad que, desde el Edipo,
Siguiendo a Lacan, podríamos encontrar una respuesta a esta pre- se lee como prohibición del incesto y del parricidio bajo amenaza de
gunta en la fobia de Juanito. Podemos suponer que, frente a la destitu- castración. Así la prohibición del incesto aparece justo ~lí donde hay
ción de Juanito del lugar de falo por el goce que aparece en su propio una imposibilidad estructural: ser el falo de la madre. ·;~;T;
cuerpo, él necesita una prohibición ya que:

"El goce que resulta de ese wiwimacher le es ajeno hasta el Conclusión


punto de estar al principio de su fobia. Fobia quiere decir que
está amedrentado por él". 23
Para concluir podemos decir que el Edipo permite al sujeto inscribir
Se vuelve necesario, entonces, algo que señale como prohibido a lo real de la imposibilidad como una prohibición. Es decir que cumpliría
ese goce ajeno en el cuerpo que destituye al niño del lugar de falo. la función de hist.orizar dicha imposibilidad: ser el objeto de deseo de la
Parece que lo que Lacan afirma, es que se sanciona la imposibilidad madre y a la vez tener cierto acceso al falo.
1~Üsma, evidenciada por un goce hétero en el propio cuerpo de Juanito. Así la articulación entre complejo de Edipo y de castración
Este es un punto de articulación posible entre lo real del cuerpo y el la producción en el campo del Otro de una significación que prohíbe la
segundo tiempo del Edipo. Lo que conmueve al niño del lugar de falo o satisfacción nombrándola como sexual -ser el falo no tiene significación
más bien, lo que evidencia que ese lugar imposible por estructura, pero es el incesto lo que el padre prohíbe en el Edipo y esta
sería entonces el goce que aparece en su cuerpo, hecho que luego es prohibición historíza la destitución del niño del lugar de falo-, o sea
recubierto por el mito del Edipo. regulándola desde la problemática fálica.
Lacan dice que Juanito se pavoneabaJrente a su madre mostrán- Esta misma operación, que interpreta el deseo del sujeto como sexual,
dole su nueva adquisición y lo que recibí~ de ella eran comentarios es la que Lacan llama "metáfora paterna".
de rechazo, con las decepciones resultantes. Ya no tendrá posibilida- Podemos concluir que el mito freudiano del Edipo es factible de
des de ser el falo de su madre. En otras palabras, eso mismo que ser leído en Lacan como la metáfora paterna y que este mito esta-
,Juanito presenta para responder al falo, es lo que lo destituye del ría en lugar de velar la castración estructural que Freud llama
lugar de ser el falo. una imposibilidad interna.
La fobia de Juanito hace de interdicción. Frente a la presencia de un
padre que Lacan describe como permisivo, el niño necesita inventar
una prohibición. Es la fobia lo que allí cumple la función de corte nece-
saria. Allí donde Juanito se ve destituido del lugar de falo, se vuelve
necesaria una prohibición que le dé acceso a una identificación.
Con Lacan, podemos afirmar que lo real del cuerpo viene a pertur-
bar la relación madre falo niño. Consecuentemente, podríamos ubicar
lo real en el cuerpo como aquella imposibilidad interna que lleva a la
disolución del complejo de Edipo mencionada por Freud.

23
Idem, op. cit., 3, p. 61.
13. Juanito: un caso ejemplar

Damasia Amadeo de Freda

apari~ ;de
1

E n el caso Juanito, en 1909, 1 Freud plantea la la fobia


en el niño en los términos siguientes: Juanito, con tres años y
medio, está muy interesado por el falo. Tiene un interés teórico del
mismo. Es decir. clasifica el universo, los objetos, dividiéndolos en los
que tienen falo y los que no. Paralelamente, está muy ligado asuma-
dre y comienza a jugar con su pene. La excitación sexual tiene sede en
ese órgano y ya hay en ese momento amenaza de castración por parte
de la madre que no es vivida, sin embargo, con angustia por parte del
niño. Juaníto reconoce el enunciado de la castración pero éste aún no
tiene efecto, podríamos decir.
El desencadenamiento de la fobia en Juanito: en primer lugar, apa-
rece la angustia y ésta es indeterminada. Rápidamente surge el mie-
do a los caballos y la de no estar cerca de ellos. Freud
interpreta la fobia como la transformación de la libido que luego de la
represión queda libre, expresándose primero como desarrollo de an-
gustia hasta que puede transferirse a un objeto, en este caso al caba-
llo. Es decir, la libido sexual, por la represión, se transforma en an-
gustia y finalmente en miedo al caballo.
Los motivos de la represión de la libido Freud los deduce del comple-
jo de Edipo positivo. El cariño intensificado hacia la madre, concentra-
do en la excitación del pene, supera de por sí a la capacidad de subjeti-
vación del niño. Por otra parte, el cariño hacia la madre tiene en el
padre un rival en el cual se manifiesta la hostilidad por presentarse
como obstáculo al acceso a la madre.
Freud ubicará el momento en que Juanito observa la caída del caba-
llo como el episodio que posibilita la transferencia de la hostilidad al
padre en el miedo al caballo. Es decir, el hecho de haber deseado el niño
la muerte del padre encuentra en la caída del caballo su expresión. El
miedo se presenta como la retaliación de dicho deseo hostil.

1
Freud, S. (1909), "Análisis de la fobia de un niüo de cinco aüos". En Obras
Completas, Amorrortu, Vol. X, Buenos Aires, 1991.
128 Construcción de los conceptos psicoanalíticos

A esta altura, Freud va a interpretar todo el desarrollo y la solución de 1909. A esta altura, y gracias a su estudio de otras fobias (ver el
de la fobia como la manera que tiene el niño de procesar y superar el Hombre de los lobos), Freud llega a la conclusión de que es la angustia
complejo de Edipo y la amenaza de castración, producto ele sus propios de castración -que surge en el yo-, lo que llama a la represión. La
deseos amorosos a la madre y hostiles hacia el padre. La fantasía del angustia pasa a ser la señal ante un peligro real que es la castración y
fontanero al final ele la fobia le confirma a Freucl el logro de la solución es esta angustia la que produce la represión.
ele dicho problema. Freud y el padre ele Juanito ven en esta fantasía la ¿Cómo piensa Lacan el caso Juanito? En El Seminario 4. La rela-
superación ele la amenaza de castración ya que ésta representaría la ción de objeto, de 1956-19673 , Lacan trabaja la fobia de Juanito respec-
obtención ele otro falo que sería utilizado en el futuro. to de los tres tiempos del Edipo. Considera que antes de ,Juani-
En "Inhibición, síntoma y angustia", u,xJo ele Hl:'.5, Freud ubica la to está en el primer tíempo del Edipo. Es decir, la se
aparición ele la fobia como la respuesta frente a un conflicto ele ambiva- sitúa para el niño respecto del falo imaginario que se es o no para la
lencia centrado en el padre. Sostiene en este texto que lo que se reprime madre. De ahí el interés de Juanito por el falo y su falta en todos los
es la hostilidad hacia el padre. Se pn,gunta, en prinrnr lugar, sobre la objetos. El hecho de que empiece de pronto a tener erecciones comple-
formacíón de la fobia en el de dicho impulso hostil. Freud dice allí jiza ya ese plano entre la el niño y el falo como
que siJuanito mostrara miedo o angustia frente al padre sería normal, objeto de deseo de la madre. lc~l acontecimiento del nacimiento de la
dado que es el objeto rival del niño respecto de la madre. Agrega ense- hermana contribuye a sacar a Ju anito de este circuito, ya que otm
guida que lo que hace que sea una neurosis es la sustitución del padre puede ocupar ese lugar de falo imaginario para la madre. El desprecio
por el caballo. Que al caballo corno sustituto para la formación de la madre por el falo real de ,J que él le ofrece cuando lo
del Freud lo por el retorno al totemismo: en la heren- toca, es también un factor de desplazamiento del niño de esta situa-
cia filogenétíca del hombre el animal representa al totémico. Luego ción de deseo respecto de la madre.
Freud dice que si es sólo el objeto el que se que Frente estos tres acontecimientos, t~rección del pene, nacimien-
Juanito tuviera una inclinación a maltratar a los caballos, con lo cual to de la hermana y del falo del niño es que se la
tampoco trataría de una neurosis. Lo que pensar a fobia aparición de la
como un sustituto de la hostilidad hacia el padre es entonces para Fnmcl Juanito, que debe reubicarse respecto de ser el falo imaginario de
la sustitución del objeto y la transformación del afocto. Freud agrega en la madre para pasar a tenerlo en el futuro para ofrecerlo a una mu-
este texto que en la fobia no sólo existe el·mecanismo de la represión, jer, debe pasar por el complejo de castración. Es decir, debe produ-
sino que también hay regresión. En el temor a que un caballo lo muer- cirse la intervención del padre, tanto para privar a la madre de ese
da se ve la regresión de la libido del estadio genital al estadio oral. objeto (el niño como falo), como para permitir la identificación del
Por otra parte, en esta transformación por el síntoma se suprime niño en tanto portador del falo. Es el paso al segundo y tercer tiempo
también la·tendencia cariñosa tanto al padre, cuyo cariño contribu- del Edipo lo que se ve afectado en ,Juanito y es por ello que la fobia
yó a la represión de la hostilidad, así como también la tendencia viene en su auxilio, dice Lacan.
cariñosa hacia la madre. En El Seminario 4. La relación de objeto, Lacan dice que el sínto-
Freud va a decir que el motivo de la represión hay que buscarlo ma de la fobia es el que permite desarrollar los fantasmas
en la elección del niño de la preservación de los genitales. Freud para atravesar el complejo de Edipo y el de castración, debido
dirá que por miedo a la castración reprime tfuanito la hostilidad al a que el padre no interviene ahí satisfactoríanrnnte. A esta altura de la
padre. Ser mordido por el caballo es finalmente la sustitución de enseñanza de Lacan la fobia tiene la función del mito, es decir, permite
ser castrado por el padre. desplegar los fantasmas inconscientes, es decir, subjetívar los proble-
Por otra parte, en este texto Freud rectifica su antigua concepción mas que se le plantean tempranamente al niño. Mediante la fobia el
de la angustia como transformación de la libido, presente en el historial niño interroga el problema del nacimiento (fantasía de la cigüeña), el la

2
Freud, S. (1926), "Inhibición, síntoma y angustia". En Obras Completas, ,¡ Lacan, J. (1956-1957), El Seminario 4. La relación de objeto, Paidós, Buenos
Amorrortu, Vol. XX, Buenos Aires, 1991. Aires, 2008.
1 ~o Construcción de los conceptos psicoanalíticos Damasia Amadeo de Freda: 13. Juanito: un caso e1e11wlar l'.H

castración de la madre (el tema de las bragas de la madre) y la castra- ya que en algún lugar ambos saben que no llegan a saturar con esa
ción en el nifio (fantasía del fontanero). presencia la castración de la madre. La madre desea el falo porque sabe
En esta época Lacan dice que el caballo de la fobia es el padre, pero que no lo tiene y el nifio ocupa durante un tiempo ese lugar de objeto
que es también la madre, el niño y el falo. Es decir, 17 realidad para el fálico de la madre, pero siempre en un movimiento que es de ausencia y
nifio queda punteada por este objeto cuyas distintas funciones van a de presencia, lo que facilita la salida de ese lugar. Cuando el nifio ocupa
permitirle a ,Juanito atravesar el complejo de Edipo y el complejo de el lugar de objeto del fantasma de la madre, ocupa un lugar que cierra
castración allí donde la intervención paterna no bastó por sí misma. en la madre la posibilidad de interrogarse respecto del deseo. Sabemos
Lacan centra la problemática, por un lado, en que la palabra del padre que el fantasma es una significación absoluta que tapo~l problema
no tiene valor para la madre de Juanito y, por otro, en que el de la castración, castrnción que es también lo que da lugt1Fal deseo. El
padre es demasiado contemplativo con el niño. En la observación vemos nifio, ubicado en este lugar, verá limitada su capacidad de movimiento
que ,Juanito no expresa en ningún momento temor al padre y más bien frente al deseo de la madre que se presentará también saturado por ese
parece demandarle esta función de interdicción. "Tienes que estar celo- objeto. Al mismo tiempo, ubicado en este lugar, el niño cierra todo acce-
so", le el en del proceso. so en la madre su verdad y por este hecho él estará expuesto a
En el final de la fobia. Lacan no ve, como sí Freud y el oadrn de un mayor soborno en su fantasma.
Juanito. un tlesenlace amr:nte satisfactorio del tercer tiem- En este sentido, podríamos pensar que Juanito no a ocupar del
po del es decir. el del en el que. una vez atravesado el todo ese lugar de objeto en el fantasma materno, sino más bien un lugar
identifica más flexible que el síntoma de la fobia ilustra. Él tiene la posibilidad de
que tiene el falo junto con la promesa que le hace al atravesar. por medio del síntoma, lo fallido de la intervención del
ner de él en el futuro. que, lo deja un poco a merced del capricho de la madre, con
Para Lacan. y la observación. en el fantasma del fontanero no el riesgo constante que muestra la observación de quedar atrapado en
es seguro al otro falo el del que le esa El síntoma de la fobia tiene una ya una
(,Juanito no dice que se lo cciloc21 de y Ja rdación de Juaníto con solución por sí pero también otra salida, ya que su inter-
"sus hijos para Lacan un enigma respecto de su futu- pretación en el análisis permite revelar la verdad que éste encubre.
ra posición en la SE'xualidad. En la "Conferencia en Ginebra sobre el síntoma'', 5 Lacan centra el
En "Dos notas sobre d nifío". 4 Lacan habla del síntoma del nifio tema de la fobia de Juanito, ya no en el complejo de Edipo, sino en el
como pudi0·ndoselo pensar dE'sÜe dos ángulos: bien como respuesta a lo goce hétero que produce la erección del pene para el nifio. A esta altura
que hay de sintomático en la parental, y entonces el síntoma del Lacan rectifica completamente la noción freudiana del autoerotismo
niño representaría la verdad del síntoma de los padres, lo que facilita- infantil para decir que el nifio se ve amenazado, atemorizado por este
ría, por otra parte, el trabajo analítico con el nifio: o bien el síntoma del goce que no puede subjetivar como propio y que vive como ajeno. Lacan
nifio püede dominar la subjetividad ele la madre, ;;olviendo muy dificul- va a decir que el caballo
toso el trabajo analítico con el nifio. En este s0gundo caso, Pl nifio viene
a ocupar Pl del dt>l de Es decir. el niño "... que cae, que corcovea, que piafa, que va y viene, que tiene
cierto modo de deslizarse en los andenes"
vendrfo. a taponar ser la castrnción de madre.
esta altura de la enseílan7.n de Lacan. p<'nsiu entonces que el representa muy bien aquello que el niño tiene que enfrentar y sobre lo
síntonrn es una respuesta la castración del Otro no ya una alterna- cual no entiende nada. Es decir, el caballo ya no representa a los perso-
tiva a la amenaza de castración en el sujeto. najes del Edipo, sino la autonomía de los movimientos del pene que deja
Hay que pensar que el niño como falo de la. madre participa siempre perplejo a Juanito. Lacan dice allí que
de una dimensión de coartada, tanto para el nifio como para la madre,

5
1
Lacan, J. (1969), "Dos notas sobre el nifio". En Intervenciones y lextos, Ma- Lacan, J., (1975), "Conferencia en Ginebra sobre el síntoma". En Interven-
nantial, Buei1os Aires. ciones y textos 2, Manantial, 1975.
1 2 Construcción de los conceptos psicoanalíticos

"... el goce le es ajeno hasta el punto de estar en el principio de


14. El Hombre de las Ratas:
la fobia". la satisfacción como obstáculo
A esta altura de su enseñanza, el "miedo" de la fobia es la expresión
de ese "estar amedrentado por el goce". En este sentido, el síntoma es lo
que permite procesar el goce extranjero al sujeto, y el complejo de Edipo Griselda Enrico y Leticia Scharager
y el de castración forman parte de las "artimañas" a las que echa mano
la neurosis para elaborar el carácter de extranjeridad que tiene para
todo" sujeto el goce en el cuerpo.

P ara trabajar en torno a la satisfacción como obstáculo, se vuelve


necesario situar algunos puntos que Freud encontró en la clínica
y que lo modificaciones su teoría sobre el funcio-
namiento del aparato psíquico como guardián de la vida anímica y del
principio del placer. Ese avance va desde el ''hacer conciente lo incons-
ciente" al análisis de las resistencias.
El punto de podemos situarlo con el de 1920, en su
escrito "Más allá del del en el cual destrona su
idea de que el aparato estaba por el principio del placer, ubi-
cando un más allá. da cuenta de esto')
Se pueden ubicar tres clínicos que llevan a Freud a modifi-
car su teoría acerca de la del
En primer lugar ubicamos a los sueiios trcmmáticos. Freud observa
que estos sueños se repetían debido a intentos de elaboración. Sin em-
bargo esta idea no le alcanza y va a interrogarse sobre la existencia de
alguna tendencia masoquista en el yo que hace al sujeto volver una y
otra vez sobre aquello que le causa tanto padecer.
Por otro lado, ubica la repetición. Freud observa que los pacien-
tes repiten en transferencia fragmentos penosos de la vida. No en el
sentido de la repetición de los representantes a través de formacio-
Bibliografía nes del inconsciente, no nos referimos a la repetición significante,
sino a la repetición en acto. Se trata de aquello que sostenía Freud
Freud, S. (1909), "Análisis de la fobia de un niño de cinco años". En (1914) en "Recordar, repetir reelaborar": lo que no podía ser recor-
Obras Completas, Amorrortu, Vol. X, Buenos Aires, 1991. dado, se actuaba. Es la repetición de fragmentos no reprimidos, in-
---(1926), "Inhibición, síntoma angustia". En Obras Completas, Amo- tentos de ligar lo imposible.
rrortu, Vol. XX, Buenos Aires, 1991. Por último, el Fort-Da, en el cual el niño repite una y otra vez
Lacan, J. (1956-1957), El Seminario 4. La relación de objeto, Paidós, la pérdida.
Buenos Aires, 2008. Es a partir de estos encuentros con la clínica que Freud va configu-
--(1969), "Dos notas sobre el niño". En Intervenciones y textos, Ma- rando un nuevo dualismo pulsional que plantea como pulsión de vida y
nantial, Buenos Aires. pulsión de muerte, demostrando que hay una pulsión más originaria
--(1975), "Conferencia en Ginebra sobre el síntoma". En Intervencio- que la pulsión de vida (unión de pulsiones del yo y sexuales), que el
nes y textos 2, Manantial, 1975. aparato no está gobernado por el principio del placer, sino que hay un
1 Construcción de los conceptos psicoanalíticos

--··-~ª~cJ.a~nrico ,)'_Letic:i¡¡_.'lc_liara_~~~I Hon_ilJ!!_~'!J.~~-··_ _11_~


más allá que lo gobierna: por eso se explica que los sujetos vuelvan
una y otra vez sobre el trauma, es por eso que se repiten en transfe- Masoqu.isrno moral: en el cual se observa que el víneulo con la sexua-
rencia los sucesos penosos y por eso, ya lo veremos, la reacción tera- lidad se ha debilitado (el hacerse, ya no requiere que lo realice la
péutica negativa (RTN). persona amada, puede ser cualquiera que ocupe cierto lugar. El pa-
Es así que interroga el funcionamiento del aparato psíquico de acuerdo decer corno tal es lo que importa). El masoquismo moral se da gra-
a los dos principios: principio de placer y principio de realidad, y dice al cias a una instancia moral que nace ele la clesexualización del com-
inicio de "El problema económico del masoquismo": plejo ele Edipo: Superyó-no en su vertiente normativizante, sino en
su cara más cruel, aquella que empuja a gozar. . ··"
" ... desde el punto de vista económico, la existencia de la aspi-
ración masoquista (m la vida pulsional de los seres humanos Las mociones hacia las figuras parentales son ahora !':~yectadas
es enigmática" (Freud, S., 1924, p. 165). en el yo dando lugar al superyó, que luego de la desexualización, provo-
ca una desmezcla pulsional en la cual se le quitan los componentes
Hasta ese momento para FrPud los os buscaban el placer y
eróticos a esas mociones quedando mayor cantidad de pulsión de muer-
evitaban el con (•l de de muerte que intro- te -la cual proviene del Ello.
duce un cambio en la vida pulsíonal misma.
El superyó se impone sádicamente al yo por medio ele la necesidad de
Así experimentamos en acto (con Frnud) ln construcción de los
castigo (resistencia del superyó) la cual se observa en la clínica como
conceptos: se con un concPpto mwvo. el "Más allá" de 1920).
reacción terapéutica negativa (RTN), en aquellos sujetos que cercanos
a la cu r~wifin desmejoran. El paciente prefiere su sufrimiento a curar-
a partir de encuentros
teoría, dando cuenta que
mal un bien de su propiedad.
nálisis va respondiendo con
parece escaparse a la ante laque queda desarmado, fuerza que se defiende con
de de todos los medios posibles contra la curación, y que se halla completa-
Freud introduce entonces el de como prima- mente resuelta a la enfermedad y el sufrimiento, es la que
se impone como ía cura.
rio, ya no secundario al sadismo, y esto es fundamental.
En "El problema económico del masoquismo", Freud (1924) supone De esto se desprende que el concepto de pulsión de muerte no es sin el
en el origen grandes cantidades de pulsión de muerte que son arroja- desarrollo de la segunda tópica freudiana -yo, ello y superyó-. Freud llama
das al exterior a fin de evitar la destrucción, pero una parte ele ella es a la pulsión de muerte, pulsión de destrucción, de dominio y de apodera-
conservada en el interior, la cual será ligada a pulsión de vida dando miento. Es el soporte de esa satisfacción en el dolor, propio y ajeno.
origen al masoquismo erógeno o primario: ligadura que se expresa en La existencia de una pulsión más originaria que la pulsión de vida,
la satisfacción en el dolor. fundamenta que el aparato psíquico no está gobernado por el principio
Esta introducción es central para poder entender la satisfacción como de placer, sino que -es el título del texto-. hay un más allá del principio
obstáculo en la cura; decimos en la cura, ya que para la pulsión no hay de placer que gobierna el aparato psíquico. Por eso, el síntoma neuróti-
obstáculos su acceso R la satisfacción. Estamos pensando en los obs- co puede llamarse satisfacción de la necesidad de castigo; por eso es que
táculos para el levantamiento de los Hay ahí satisfacción y el masoquismo es primario; por eso es que los vuelven una y
es esa satisfacción puesta en juego Pn el padecer de los síntomas la que otra vez a la escena del trauma; por eso es que repiten en transferencia
los fragmpntos penosos.
hace tan difícil el levantamiento.
Retomando el concepto de masoquismo. Distinguimos al masoquis- r;_;n una entrevista realizada a Freud 1 seis aiios después de escribir
"Más allá del principio del placer" dice:
mo erógeno o primario: el placer de recibir dolor, resultado de la unión
de pulsión de vida y pulsión de muerte, el cual va a ser la base de otras
dos modalidades de masoquismo. 1

"El valor de la vida", entrevista concedida al periodista George Sylvester


Masoquismo femenino: que nada tiene que ver con la femineidad, sino Viereck en 1926 en la casa de Freud en los Alpes suizos; fue publicada en
que hace referencia a la meta pasiva -hacerse pegar-. Ubicamos el volumen de 'Psychoanalysis and the Fut', en Nueva York en 1957, tra-
nnuí las resistencias del Ello. ducida del inglés al portugués por Paulo César Souza y al castellano por
Miguel Ángel Arce.
l 6

"... 70 ai1os me enseñaron a aceptar la vida con serena habilidad".


A del hemos visto que a mayor renuncia mayor
Habla de la pulsión de muerte, de actualidad-pensemos que vivió por lo tanto mayor masoquismo del yo. Ambos van juntos.
las dos guerras-·, de cómo la muerte se transformó en un acontecimien- Paul-el Hombre de las Hatas-· renunciaba a todo, no gozaba de nada:
to, un real nada fácil de bordear. ni de su sexualidad, tampoco estaba con su amada; a cambio de ello,
Entonces, cuando encuentra con la ¡.misión de muerte, por el con- observamos un
trario a lo que pensamos, de que es la muerte que pone un tope la un
vida, él dice que lo discontinuo es la virla lo continuo la muerte, la constituido por la
tendencia lo inanimado. que la motivaba un acto de
dato
"La muerte
puso fin al onanismo infantil y
de del
encontraba puesto en la mirada
Ahora

retoma la cita donde dice que sí la no se


satisfacción hacia el mundo vuelve hacia atrás con la forma de
la autodestrucción. El hacia fuera esas tendencias es un modo
te de ponerse de las mismas.
no muerte porque
un aliado de nosotros. En este sentido --aüadió Freud con una ... siempre sati,;facción Sí niño no
sonrisa- puede ser justificado decit que toda muerte un su por su fijación de amor a los padres,
suicidio disfrazado. El análisis nos enseiia lo que so· verdadera causa de la severidad del como continua-
portar, pero tambíén lo que . el análisis nos ción de la conciencia moral en el inconsciente en tanto toda la
díce lo que debe ser "'""'.''""' desde el exterior mayormente
de manera alguna cornlario del conocimiento". por el vuelve así contra el yo. Esta renuncia a la
satisfacción pulsional, por temor a la pérdida del amor de los
Fíjense las advertencias de FreucL en "El malestar en la cultura" tiene una doble consecuencia:
(1919) cuando habla del amor al prójimo, dice "no hay aquí nada de a) el deseo como insatisfactorio.
natural", lo que que lo que necesitamos es la b) la ele renuncia como una satisfacción en sí misma".
porque si hubiese no que
birlo. La prohibición muestra lJLW allí no nada de natural, en donde La escena de la ira en el Hombre de las nos ubicar
el otro puede ser tomado allí como del cual go· de esta satisfacción en juego en su "Más allá". La misma se desen-
, del cual hacer uso, eso que ubica en cadena por la reprimenda del padre, el encuentro que se produce con su
masoquismo primordial, esas tendencias respuesta, su propia ira que Freud, pasa a formar parte de
rasgos de carácter por la formación reactiva:

Hombre de las Ratas " ... el no es simplemente un residuo de las primeras


elecciones de objeto del ello, sino que tiene también la signifi·
Healizaremos una serie de puntuaciones sobre el historial clínico a catividad (valor direccional) de una enérg·ica formación reac·
fin de poder ubicar algunos de estos conceptos en el historial freudiano. tiva frente a ellas" (Freud, S., "El yo y el ello", p. 36).
Construccíón los r-onrepioP Lcticia l 9

Hay algo 11llí que sucede para el rüfm en una dimPnsión desconocida, el dinero él". Una afirmación solemne anudada a una condición
interdícción dPl padn-, ¡{t;jando como resto la prohi- absurda, incumplible (en el lenguaje del pensar obsesivo la absurdi-
'~'""'H",, satisfacci<íu (placer) que ril sujeto abandona. Aho- dad significa ironía).
ra bien. puntuación fk Osvahlci "siempre hay
"Ahora bien. así. se había cometido el crimen, la blasfemia de él
una satisfacción pulsional", entonces de la renuncia trae aparejado contra las dos personas que le eran más caras, amada;
una satisfacción en misirni. Fn.ud esto un y la punición consistió en imponerse un
renuncia rnás intenso el pcllkr del jurnmPnto imposible de cumpliL. (Freud, pp.

per-
mite los ue,.,µ10"'" que

que estaba Yisítando la tumba de su había


que tuvo por una rata, correteando
de la tumba de su
su -
rata que ella roe
afilados dientes; ahora bien, la rata no es morcieaorn, voraz
como él lo había visto a menudo
cruelmente por los hombres, y aplas-
Freeuentemente hahfa sentido
un así de asqueroso
roüoso, que en la ira podía morder a los demás y ser por eso
azotado terriblemente. Heal efectivamente podía hallar en
la rata 'la vivct imagen de sí mismo' (Goethe - Fausto). En el
sentido'> cuento del el destino le hRbía convocado. por de-
tenwnte nn un Pn cir, una palabra estímulo de complejo y él no dejó de reaccio-
que cede al deseo -- nar frente a ella con su idea obsesiva" (Freud, p. 169).
una tnrn;::nrisión en la interdicci(,n
La orientación clínica de Freud, la construcción que hace en el tra-
instaur::i a su el rampo de lo esta dial6-
bajo con El Hombre de las Ratas (1909), ante las resistencias que se
ct ica en la neurosis del Jiombn- de las [{atas? !~s dec.ir. entre lo que
presentan, las podemos ubicar del siguiente modo:

"El por los dichos dPl el


cuento sobre las ratas y su reclamación de devolver el dinero
al teniente primero A,, le provocan tanta emoción y reac<eiones
tan violentas." (Freud, S., p. 164).
insume sus
Mientras se pregunta, Freud. señala en una nota al pie que el Hom-
las :3.80 coronas. se le bre de las Ratas por todo un tiempo se reservó algo que no le contó (Nota
impone eomo mandato de que la deuda era con la 41, "algo que sabía y no dije").
empleada del correo.
"El castigo de las ratas despabiló sobre todo al erotismo anal,
"Sí devolveré el dinero a A, si mi padre y mi amada tienen hijos", o
que en su infancia había desempeüado considerable papel y se
"Tan cierto como que mi padre la dama pueden tener hiíos. devolveré
Cunstrucción de l00

había mantenido durante años por un estímulo constante debi-


do a los gusanos (lombrices intestinales) ... " (Freud, S., p. 167).

De ahí el deslizamiento de las ratas al significado del dinero: ratas


(ratten) - cuotas (raten). Es decir, que son los dichos, algo de lo oído que
toca el cuerpo; dice Freud "despabiló el erotismo anal". Pero lo despabi-
la entrampándolo en esa escena de tortura que luego reaparece en sus
pensamientos de que esto podría ocurrirle a una persona querida por él.
Sirve este recorte, para mantener la modalidad la voz reflexiva ele la
pulsión en hacer-hacerse-hacerse hacer, teniendo en cuPnta c¡uP nunca
se satisface y la vez nunca de Amadeo de Freda, Damasia .................................................... 127
entonces, una puntuación entorno a la vía
más allá de la que Marie-Hélene .......................................................... 13
miento que lleva a un sl que localiza al Contarbio, Natalia Lorena ....................................................... 111
Decimos, esa dimensión que toca
su goce y cómo eso puede ser activado por un por una voz. Córdoba, María de los ........................................ 45, 77
Tal vez esto últímo nos la pregunta que nos hici-
Osvaido 25
mos al de este trabajo: · leer el Hombre de las Ratas
desde la satisfacción como obstáculo') Enrie o, Griselda. .. ................................................................ 13 3
Giachetti, Federico ....... ..
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