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Las Señales de los Tiemjibs

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••iiiiiniiiiiiiiMiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiititiiiiiii' 1 tiiiiiiiiiiiiiiiiiiMiiiiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiitiniiuiiiiiMiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiitiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiii^

Sobra dinero en los Bancos, pero a:l mismo tiempo les falta
pan a las multitudes.

Precio: 3 O céntimos.
í E s t a m o s en u n callejón sin salida? lias. He aquí algunas palabras de Ahora, de Ma
drid, del 2 2 de enero de este a ñ o : " U n erudito ha
E n reciente artículo de La Vanguardia, de Bar- estudiado el p r o b l e m a de la alimentación en e'
celona, decía J o s é B e t a n c o r t : "Parece que las na- m u n d o : de mil ochocientos millones de habitantes
ciones se h a l l a n en u n callejón sin salida." que viven sobre la tierra, se puede calcular que seis-
Luis A r a q u i s t a i n opina lo m i s m o en u n artículo cientos millones n o satisfacen su h a m b r e . Otro
del n ú m e r o especial de El Socialista, de M a d r i d , tercio de seres h u m a n o s trabaja y come lo suficien-
contra la guerra. Dice que si n o se siguen resuelta- te para n o morirse de inanición. E l tercio restante
mente los caminos de la p a z , " t o d o lo demás es dispone de trabajo, de riqueza, de a h o r r o s : tiene
callejón sin salida; es decir, con u n a sola salida: qué vivir y de qué hacer vivir."
la guerra." E l h a m b r e es m a l consejero, y c u a n d o falta el
M u c h o s se p r e g u n t a r á n sin d u d a si tal o p i n i ó n pan necesario e indispensable, se abre de par en pa^
es verdaderamente justificada: creemos que sí, por- la puerta a la violencia y la revolución. Y es ver-
que al considerar la situación actual en el m u n d o dad lo que se leía en La Libertad, de M a d r i d , del
en t o d o s sus aspectos o casi, tenemos delante de 2 2 de septiembre de 1 9 3 2 : " E n los días nefastos
nosotros el triste cuadro de u n p r o f u n d o desaliento de este año de desgracia de 1 9 3 2 el m u n d o interna-
y nos h a l l a m o s en u n ambiente de desesperación. cional está completamente dislocado, en régimen de
T a l es la fisonomía del m u n d o en lo que se re- violencia y en los comienzos de u n a anarquía sin
fiere al p r o b l e m a de la guerra. Se esperaba que la precedentes en la historia m o d e r n a . "
G r a n Guerra de 1 9 1 4 - 1 9 1 8 p o n d r í a fin a la guerra P o d r í a m o s mencionar otros callejones sin salida
para siempre. P e r o n o ha sido así, y el artículo de en los cuales se encuentra actualmente la h u m a n i -
L u i s A r a q u i s t a i n antes m e n c i o n a d o lleva el t í t u l o : dad. P e r o lo dicho basta pata presentar la seriedad
"Catorce años p e r d i d o s " , refiriéndose a la com- de la situación.
pleta inutilidad de lo hecho desde 1 9 1 8 hasta ahora A l g u n o s lectores se p r e g u n t a r á n sin d u d a por
para mejorar la situación. V a m o s más bien de mal q u é decimos que el m u n d o se encuentra h o y en
en peor, y para emplear el lenguaje de Araquistain, estos callejones sin salida. A q u í va nuestra respues-
tenemos ahora " u n a E u r o p a más desunida que an- t a : es sencillamente p o r q u e la situación ya n o tiene
tes € infinitamente más exasperadas unas naciones remedio h u m a n o . Hace bastantes años que la So-
contra otras, p o r obra de la miseria general, de que ciedad de Naciones, los Gobiernos y m u c h a gente
cada país hace responsable al vecino, y también por de buena v o l u n t a d procuran curar este m u n d o en-
falta de u n espíritu verdaderamente europeo, su- f e r m o ; pero la situación actual es peor que nunca,
pernacional, t a n t o en la liquidación definitiva de y es u n a prueba de que a los h o m b r e s ya n o les es
la guerra como en los proyectos de desarme, que, posible mejorar las cosas.
en ú l t i m o t é r m i n o , se reducen a que desarmen los
d e m á s ; u n a guerra de tarifas y de divisas, que aspi- ¿Cuál es la causa de t o d o ello? E s únicamente
ra a o r g a n i z a r los pueblos en economías a u t á r q u i - el egoísmo h u m a n o . E n las Sagradas Escrituras lee-
c a s — n o c o m p r a r nada, o lo menos posible, al ex- mos las siguientes p a l a b r a s : " ¿ D e dónde vienen laS
t r a n j e r o — , y que sólo puede concluir con otra guerras y los pleitos entre vosotros? ¿ N o son de
guerra de a r m a m e n t o s . E n lo esencial, desde el vuestras concupiscencias, las cuales c o m b a t e n en
p u n t o de vista de la unificación de E u r o p a , la gue- vuestros m i e m b r o s ? " (Santiago 4 : 1 . ) Estas con-
r r a de 1 9 1 4 - 1 9 1 8 h a sido u n a pérdida absoluta cupiscencias son las codicias egoístas de cada cual
para la H i s t o r i a " . para satisfacer sus pasiones. Las codicias colectivas
de las naciones son la causa de las guerras. Estas
P o r t a n t o , n o h a y p a z en el m u n d o h o y y en mismas codicias de los u n o s p r o v o c a n el h a m b r e
esto nos e n c o n t r a m o s verdaderamente en u n calle- y la miseria de m u c h o s .
j ó n sin salida, p o r q u e n o se encuentran ya medios ¿Existe u n remedio a esta situación? Sí, y con-
eficaces para i m p l a n t a r u n a p a z real y duradera. siste en remover la causa. E s preciso cambiar los,|
L o s apóstoles del pacifismo Barbusse, R o m a i n R o - corazones de los h o m b r e s , quitar sus egoísmos, sus j
lland, Einstein, etc., ven en el t i e m p o actual u n a codicias. Y esto n o lo pueden hacer los h o m b r e s
seria amenaza de guerra. Barbusse dice: " A f i r m o mismos. Sólo el E v a n g e l i o de Jesucristo puede q u i -
la realidad y la gravedad de los peligros de guerra, tar este egoísmo del corazón h u m a n o y poner en su
que asimilan los días que atravesamos a los que lugar el a m o r verdadero para con todos, a m o r que
precedieron i n m e d i a t a m e n t e al a ñ o 1 9 1 4 . " desterraría para siempre del m u n d o la guerra, el
D e b i d o a esta situación, h a y m u c h o miedo en- h a m b r e y todas las actuales miserias.
tre las naciones, y el miedo n o inspira generalmente ¿Aceptarán los h o m b r e s este p l a n ? N o quieren,
m u y buenas soluciones. H a s t a puede constituir y así las cosas irán de mal en peor en este m u n d o
también u n peligro de guerra. El doctor César hasta que venga Jesucristo a establecer su reino. La
J u a r r o s dice: "Sobre el paisaje e u r o p e o — i n q u i e t u d situación actual está predicha p o r las Sagradas Esr
y h a m b r e — e x t i e n d e n manchones negros las alas crituras como señal de la p r ó x i m a venida del Re-
trémulas del buitre antipático de la guerra." dentor. Así, alégrense de ello los verdaderos hijo»
O t r o callejpn sin salida es el de la espantosa cri- de D i o s , p o r q u e su redención está cerca. Escuchen
sis que h a y actualmente en casi t o d o el m u n d o . los demás las advertencias de D i o s , y que se prepa-
H a y u n o s treinta millones de h o m b r e s sin t r a b a - ren también para el G r a n D í a final.
j o , y esto los expone al h a m b r e , ellos y sus fami- R. G. ..

PÁGINA DOS
Redactar:
R- GERBER
LAS S E Ñ A L E N PRBCIOS
Aá«i,Utr«cié«: PtM.
COVARRUBIA», 2 8 ITAM SNNI . . I,»
Teléfono 34155 D E IOS T I E M P O S SWRIPCIII MIL N
ESPIFI . . 3.»
MADRID REVISTA M E N S U A L
II IL IITIIÍIM . . 4 IN

A-SO 1 9 3 3
MADRID NÚM 2

LAS LECCIONES

DE LA

ABUNDANCIA

por- Julio Miñáiv.

H a y p a n para todos, pero el e^jismo impide que Ileáue a m a n o s de l o s


necesitados..

n u e s t r o siglo, el siglo XX, es l l a m a d o p o r algu- pués de las inundaciones en C h i n a , veinte millones


|*°s el siglo de las luces, otros le a p o d a n el siglo de fueron condenados a m o r i r de h a m b r e y, p r o b a b l e -
electricidad; y o , c o n permiso del lector, le lla- mente, muchos d e ellos h a b r á n s u c u m b i d o a su
GARÉ el siglo de las "señales del FIN". Si queremos triste suerte,, antes que el lector vea este artículo.
ecir la verdad, nos p o n d r e m o s de acuerdo que n i n - E s t o es verdad también para con las demás necesi-
GUNA otra generación enfrentó al m i s m o t i e m p o dades, de la vida. La superproducción h a a m o n t o -
antos peligros como la nuestra. E l espectro de la n a d o de t o d o , pero el egoísmo impide que esos p r o -
esconfianza se presenta a m e n a z a d o r por todas p a r - ductos lleguen a las m a n o s de los necesitados, t a n
a u m e n t a n d o de día en día las olas del o d i o i n - sólo p o r n o venderlos u n poco más baratos.
^ r n a c i o n a l ; odio que ya está a p u n t o de romper Después de esta introducción entraremos en el co-
pS débiles diques del convencionalismo h u m a n o . m e n t a r i o de las lecciones que n o s enseña la a b u n -
se espectro, auxiliado p o r la depresión monetaria, dancia q u e presenciamos. L a primera lección la en-
^plasta u n a s naciones después de haber estrangula- c o n t r a m o s en el sermón que Jesús dio a sus discí-
do a otras. p u l o s sobre las condiciones que reinarían eni el
La m a y o r prueba que al lector p o d e m o s ofre- m u n d o j u s t a m e n t e antes de su venida. " M a s c o m o
cer de que vivimos en los ú l t i m o s días de la h i s t o - los días de N o é , así será la venida del H i j o del
'^'A de este m u n d o , reside en el hecho de que pre- h o m b r e . P o r q u e como en los días antes del dilu-
senciamos tiempos peligrosos, tiempos que n o s obli- vio estaban c o m i e n d o .y bebiendo . hasta el día
P N a enfrentar las más p r o f u n d a s paradojas. E l en que N o é entró en el arca." ( M a t . 2 4 : 3 7 , 3 8 ) .
ector perspicaz, p o d r á ver p o r t o d a buena estadís- C l a r a m e n t e se ve que Jesús quiso decir a sus discí-
''l^^a, que nunca en la historia de la h u m a n i d a d la p u l o s que c u a n d o la tierra gozase u n t i e m p o d e
^'^rra m a n e j ó t a n t o o r o , y, al m i s m o tiempo, u p - acumulación de t o d o s los p r o d u c t o s necesarios a
ará que nunca su falta se h i z o sentir t a n a m e n a z a - la vida, y hubiese u n o s pocos privilegiados b a n -
°ra como en nuestros días. A c t u a l m e n t e el m u n - q u e t e a n d o constantemente, entonces sería ocasión
° tiene almacenados en sus países productores, de "mirar a lo a l t o , p o r q u e su redención estaba
rjgo con el cual p o d r í a m o s comer p a n d u r a n t e d o s próxima".
^^os sin necesidad de sembrar. Sin embargo, des-
E l Sr. J u a n O r t s G o n z á l e z , en su magnífico li-

PÁGINA TRES
b r o El Destino de los Pueblos Ibéricos, página 18, L a tercera lección es de t o d a s la m á s i m p o r t a n t e
dice: " E n t r e n o s o t r o s y el h o m b r e prehistórico ape- porque ella envuelve, n o el que suframos el mal de
nas h a y diferencia. Este carecía de medio de p r o - nuestro pecado de acumulación, n o que p o r ese pe-
ducción y su poca experiencia previsora hacía cado y por la rebelión de él resultante nos haga-
que comiera con exceso c u a n d o poseía abundancia, m o s dignos de los juicios divinos, pero sí nuestra
para morirse de h a m b r e después; pero nosotros he- felicidad presente y eterna. E n el libro ya citado,
mos m u l t i p l i c a d o los medios de producción, sabe- página 17, leemos: "Si u n visitante de o t r o planeta
mos producir las cosas en cantidades enormes, las nos preguntara acerca de nuestras condiciones ma-
sabemos almacenar; pero por falta de buena distri- teriales, y averiguara que h o y posee la h u m a n i d a d
bución esta abundancia viene a ser nuestra propia más oro y plata que en n i n g u n a o t r a época, más
ruina. E n el f o n d o , el mal se origina p o r q u e hemos fábricas, más vías férreas, más Bancos y medios de
o l v i d a d o estas palabras sublimes del divino M a e s t r o : intercambio, probablemente creería que éramos
" L a vida n o consiste en la abundancia de las cosas m u y felices y que g o z á b a m o s de más intenso bien-
que el h o m b r e posee", y esta abundancia nos ahoga. estar que en otras épocas y tiempos. P e r o si a la vez
Esta es u n a verdad m a y o r que el sol. " L a a b u n - le dijéramos que millones de personas en la China,
dancia nos a h o g a " , y nos ahoga p o r q u e n o sabe- en la I n d ia y en el África perecen de h a m b r e todos
mos distribuirla, o mejor dicho, p o r q u e n o quere- los años, y que en la misma E u r o p a , en la actua-
m o s participar con los que carecen de ella. lidad, h a y p o r lo menos veinte millones de per-
L a segunda lección la vemos en la abundancia sonas sin trabajo, que ellos y sus familias deoenden
misma. Así como en los días de N o é los h o m b r e s del salario que su trabajo les da, y que, p o r lo mis-
eran soberbios, ateos, egoístas, i n h u m a n o s y per- m o , se hallan en peligro de perecer p o r h a m b r e , o
vertidos sexualmente, así sería la h u m a n i d a d en los por lo menos de llevar u n a vida de escasez y miseria
días de nuestra generación, días que precederían a insoportables, y que t o d o esto ocurre p o r q u e h a y
la gloriosa venida de Cristo. C o n la n a t u r a l incli- excesiva plétora de artefactos y de p r o d u c t o s qne
nación de sólo pensar en u n o m i s m o , está claro que el mercado n o puede consumir, y que p o r eso h a y
esta a b u n d a n c i a es u n a terrible maldición. D i o s , que suspender el trabajo en las fábricas, en las mi-
que en su a m o r "hace a los m o n t e s p r o d u c i r " , n o nas, en la agricultura, etc., es posible que nos mi-
lo permite para que u n o s millares de Sus criaturas rara estupefacto y que nos llamara locos."
vivan en la orgía desenfrenada, mientras millones Esta es la realidad. Nuestra generación está re-
perecen de necesidad. Su p r o p ó s i t o es que todos m a t a d a m e n t e loca, p o r q u e brisca su felicidad en las
' como Sus hijos, gocen de los bienes que El nos per- cosas terrenales perecederas, consiguiendo única-
mite acumular. T o d o s , con m u c h a r a z ó n , nos cree- mente ver defraudados sus deseos egoístas, que sólo
m o s con derecho a la vida, y lo tenemos; p o r eso, se c o n f o r m a n con las cosas mientras n o las consi-
los que sufren necesidad ven esto como u n sarcas- guen, y que a u m e n t a n de u n a manera espantosa
m o , y p o r n o tener lo indispensable a su subsisten- c u a n d o se h a n alcanzado los primeros propósitos.
cia se llenan de ira y levantan los p u ñ o s cerrados Hace casi tres mil años u n rey rico, pero creyente,
contra los acaparadores que dejan pudrirse los ali- descubrió esta misma verdad y él dice: " L a bendi-
m e n t o s p o r n o venderlos a u n precio razonable. ción de J e h o v á es la que enriquece, y n o añade tris-
A m b o s , privilegiados y h a m b r i e n t o s , u n o s creyén- teza con ella." P r o v . 1 0 : 2 2 .
dose eternamente señores, otros sabiéndose eterna- San J u d a s , al h a b l a r de S o d o m a y G o m o r r a .
mente despreciados en sus justísimos derechos, se dice que "fueron puestas para ejemplo" Í J u d . ver-
m a n c o m u n a n contra D i o s en rebelión, y en ésto re- sículo 7 ) , c o r r o b o r a n d o lo ya citado de Jesús, que
side la lección que debemos aprender. P o r ésto, p o r c u a n d o en nuestro m u n d o la a b u n d a n c i a y ociosi- '
la falta de a m o r , p o r la soberbia fanfarrona y p o r dad p o r ella m o t i v a d a pervirtiese las inclinaciones
la impía rebelión contra aquel que nos da t o d o h u m a n i t a r i a s y religiosas de los pueblos. E l ven-
y t o d o podría remediar, nuestra generación está dría a buscar a los que saben qué "el bien n o con-
siendo llamada a juicio. C u a n d o los juicios divinos siste en la abundancia de lo que el h o m b r e posee"
cayeron sobre "las ciudades de la planicie", en ellas ("Luc. 1 2 : 1 5 ) , mas sí en "buscar antes el reino de
reinaban las mismas cosas que nos o p r i m e n . Dice los cielos", d o n d e al lado de Jesús gozaráse la ver-
el profeta: " H e aquí que ésta fué la m a l d a d de So- dadera felicidad. ¿ N o deseas tú, a m a d o lector, par-
d o m a , t u h e r m a n a : soberbia, h a r t u r a de o a n y ticipar de ella? Este m u n d o , a semejanza de S o d o -
abundancia de ociosidad, t u v o ella y sus hijas, y ma y G o m o r r a , está n a d a n d o en la a b u n d a n c i a , y
n o c o r r o b o r ó la m a n o del menesteroso. Y ensober- c o m o esas dos ciudades n o se ocupa del meneste-
beciéronse e hicieron a b o m i n a c i ó n delante de m í y r o s o ; p o r esto, nuestra generación verá brillar la •
quítelas como v i b u e n o . " (Ezeq. 1 6 : 4 9 , 5 0 ) . Bien "Estrella de la m a ñ a n a " , que cansado de la mal-
haremos en t o m a r en serio las p a l a b r a s de Jesús a d a d de los h o m b r e s vendrá a buscar a los que h a n
los apóstoles y p r e p a r a r n o s para el gran aconteci- p e r m i t i d o que brille en su corazón p o r u n a vida
m i e n t o que d e n t r o de poco veremos, acontecimien- de pureza. ¿ N o vale la pena, lector, aprender las
t o que fué p o r Jesús predicho con u n a c o m p a r a - lecciones que nos enseña nuestra terrible a b u n d a n -
ción entre S o d o m a y nuestros días. L u c . 1 7 : 2 8 - 3 0 , cia que como u n p u l p o nos a h o g a ?

PÁGINA CUATRO
L a E t e r n i d a d de la Ley de D IOS
po3~ L u c a s A . R e e d .

¿Qué pensaríais de u n G o b i e r n o que n o tuviese


'ey ni código de conducta para sus ciudadanos? ¿Os
gustaría vivir en u n país tal? ¿Os agradaría vivir
onde todos pudieran hacer lo que les pluguiese, sin
«abas ni molestias?
¡ O h ! , decís, este estado anárquico n o p o d r í a lla-
carácter que produciría en los que la pusiesen en
marse Gobierno, pues reinando la a n a r q u í a , n o h a -
práctica.
lendo ley, imperaría la licencia de u n a manera su-
Ptema. N o p o d e m o s concebir semejante estado. N o H a n transcurrido m u c h o s siglos desde que la ley
ay lugar d o n d e los h o m b r e s p u e d a n m a t a r , robar fué p r o m u l g a d a en el Sinaí. L o s h o m b r e s h a n p e n -
y entregarse a la corrupción sin restricción. Si lo sado y s o ñ a d o ; los filósofos y los h o m b r e s de cien-
ubiese, sus habitantes tendrían p r o n t o que esta- cia h a n cavilado y m e d i t a d o ; el conocimiento, la
ecer u n gobierno para defenderse, o perecer en su inteligencia, la sabiduría y la prudencia se h a n m u l -
Pi^opia a n a r q u í a . tiplicado; pero nunca ha h a b i d o u n a revelación de
labios h u m a n o s o de la p l u m a de los h o m b r e s que
La necesidad de la ley en el gobierno de los h o m - pudiese rivalizar con la gloria inmaculada de la ley
res es obvia y la reconoce cualquier persona de in- perfecta entregada al h o m b r e en el Sinaí.
e igencia c o m ú n . Sin e m b a r g o , h a y quienes dicen
nUe no hay ley en el gobierno divino. Les gusta
E L CARÁCTER D E LA LEY ES UN PRODIGIO
yantar en sus h i m n o s religiosos que están libres de
í^icen que desde que v i n o Jesús la ley h a
abolida. Aseveran que p o r q u e los cristianos El verdadero p r o d i g i o que a c o m p a ñ ó a la p r o -
'Ven bajo la gracia, ciertas leyes originalmente i m - mulgación de la ley fué el carácter de ella. E l terre-
puestas a la especie h u m a n a n o necesitan ser acata- m o t o , la t r o m p e t a , la v o z , las tinieblas, los relám-
as. Es cierto que c u a n d o D i o s nos perdona nues- pagos, n o constituyeron los grandes milagros que
°s pecados pasados, y p o r los méritos de Cristo a c o m p a ñ a r o n a dicha p r o m u l g a c i ó n . E l verdadero
l^^s tiene p o r justos, q u e d a m o s libres de la conde- m i l a g r o es el carácter de la ley misma. Presenta en
acion de la ley; pero si volvemos a pecar, la ley diez breves declaraciones la santidad ilimitada de
os vuelve a condenar como pecadores, y volve- la D i v i n i d a d , redactada en u n lenguaje comprensi-
, ° 1 ? necesitar t a n t o c o m o nunca antes el p e r d ó n ble para la h u m a n i d a d . Y la flaqueza, humana
e Dios y la gracia justificadora de Cristo. nunca había soñado una santidad inefable. "Si la
santidad hubiese p o d i d o medirse, podría haber si-
d o u n o de los pobres milagros de la imaginación
¿ES CRISTO MINISTRO D E INIQUIDAD? h u m a n a ; pero es inefable, inexplicable, infinita y
fuera del alcance de las facultades limitadas. Sobre
estamos realmente libres de la ley, entonces ese carácter tenemos derecho a f u n d a r u n argu-
Podemos robar i m p u n e m e n t e , m e n t i r como vaga- mento."
undos y m a t a r c o m o b a n d i d o s . ¿ N o s permite la E l a r g u m e n t o es esta ley perfecta revelada a la
Stacia de Cristo hacer tales cosas, sin que suframos
h u m a n i d a d . Es algo cuya existencia n o puede ser
Por nuestros hechos? ¿ H a llegado C r i s t o a ser esta
rechazada tan fácilmente como la de los relámpa-
ase de ministro del crimen y la iniquidad? Segu- gos y el t r u e n o , o el terremoto y la voz. N o puede
•^amente que sí, si es que nos h a librado de la obli- disolverse en u n a leyenda ni en u n m i t o . Existe
gación de la ley. todavía. Se n o t a en las páginas de cada ejemplar
. T o d o s los gobiernos que h a n sentido la influen- de los millones de Biblias que h a y en el m u n d o
z a del cristianismo reconocen la u n i d a d , integridad cristiano h o y día. Existe t a m b i é n en m u c h o s co-
y ^^piemada de los diez m a n d a m i e n t o s , según se razones h u m a n o s , inscrito allí p o r el E s p í r i t u del
•registran en el c a p í t u l o 2 0 de É x o d o . Este código D i o s viviente.
''^oral ha ejercido su influencia sobre las leyes de
L o s críticos h a n pasado p o r alto el verdadero
odos los gobiernos civilizados, y ahora está ex- milagro. La ley es divina. Si el evolucionista dispu-
•^endiendo su d o m i n i o a T u r q u í a , J a p ó n y C h i n a . ta el hecho, si niega el origen milagroso de la ley,
.Este reconocimiento, de parte de los legisladores le queda u n m a y o r m i l a g r o que explicar; la cues-;
í^ismos, del carácter obligatorio y los principios tión de saber cómo p u d o la h u m a n i d a d dar nací-i
'^alterables del gran código m o r a l d a d o u n a vez a m i e n t o a la divinidad. La santidad perfecta no^
Os hebreos, es t a m b i é n la prueba más clara de' ca- puede ser f o r m u l a d a p o r la h u m a n i d a d pecaminosa.
rácter maravilloso de la ley y de su i n m u t a b i l i d a d , N i n g ú n h o m b r e conoce la s a n t i d a d , a m e n o s que le
y pensemos en lo que sería la tierra si esta ley se llegue como u n a revelación de lo alto. La ley dada
observase perfectamente. N o habría guerras, ni to- en el Sinaí, en toda su perfección de deber y obli-
"ps, ni homicidios, ni delitos, ni desórdenes. Esta- gaciones, ha sido siempre superior a la c o m p r e n -
rían seguras las propiedades y las vidas. Sería el sión h u m a n a , y continuará siéndolo. L o s abrojos
eielo en la tierra. T a l es el carácter de esa ley, y el n o pueden producir uvas. Cristo h a d e m o s t r a d o

PÁGINA CINCO
que la ley es espiritual y divina, y que llega hasta L A GRAN NORMA D E L JUICIO
"los pensamientos y las intenciones del c o r a z ó n " .
El h o m b r e n o puede sondear la p r o f u n d i d a d de la Sería manifiestamente injusto pedir a los h o m -
ley que abarca los deberes y obligaciones morales; bres que viviesen conforme a u n a ley y luego j u z -
¿cómo p o d r í a , pues, darle origen? garlos p o r otra. Y a que la ley de D i o s es eterna e
E n los cuatro primeros m a n d a m i e n t o s de la ley inalterable, debe ser la que constituirá la n o r m a en
se revela la relación que debiera existir entre el el d í a del juicio. E s t o es precisamente lo que las
h o m b r e y su D i o s ; en los seis ú l t i m o s se presenta Escrituras dicen.
la relación del h o m b r e con sus semejantes. "Así hablad, y así o b r a d , c o m o los que habéis
C u a n d o los h o m b r e s t r a t a n de demostrar el ori- de ser j u z g a d o s por la ley de libertad." (Santia-
gen de la ley p o r el proceso evolutivo, t r a t a n de go 2 : 1 2 . ) "El fin de t o d o el discurso o í d o es éste:
aplicar a D i o s los deficientes métodos de la h u m a - T e m e a D i o s , y guarda sus m a n d a m i e n t o s ; p o r q u e
n i d a d . T r a t a n de limitar a D i o s con la ley del esto es el t o d o del h o m b r e . P o r q u e D i o s traerá toda
crecimiento y desarrollo. L o s seres h u m a n o s están o b r a a juicio, el cual se h a r á sobre toda cosa oculta,
a c o s t u m b r a d o s a progresar p o r la experiencia, p o r - buena o m a l a . " (Edesiastés 1 2 : 1 3 , 1 4 . )
que el h o m b r e n o puede alcanzar de u n salto la Bajo la antigua dispensación, la ley estaba guar-
perfección en n i n g ú n trabajo. Sería n a t u r a l hallar dada en el arca bajo el propiciatorio, para demostrar
en el Decálogo etapas de progreso si fuese de origen que era el f u n d a m e n t o del gobierno de D i o s ; y en
terrenal, pero ellas n o pueden hallarse en él p o r el lugar santísimo, para demostrar su carácter sa-
ser d o n del cielo. g r a d o y d i v i n o . Bajo la nueva dispensación, está
N o h a y en la mente infinita de D i o s cambio de escrita en el corazón h u m a n o , para m o s t r a r que el
o p i n i ó n causado p o r la reflexión. El A l t í s i m o ve h o m b r e acepta la regla de conducta impuesta por
el fin desde el principio. L o que él p r o m u l g a n o D i o s ; y la inscribe el Espíritu S a n t o , para demos-
necesita ser revisado y cambiado más tarde para trar su carácter sagrado y divino. (Ezequiel 3 6 : 2 6 ,
adaptarse a las condiciones reinantes. L o s princi- 2 7 ; Hebreos 8 : 1 0 , 11.)
pios de la ley s o n eternos; nunca h a n p o d i d o ser L a ley de D i o s tiene como gran o p o n e n t e al áni-
superados p o r las circunstancias ni lo serán jamás. m o carnal, que estando en enemistad con la ley de
D i o s , n o se somete a ella, ni puede hacerlo t a m p o -
ESCRITOS POR DIOS SOBRE UNA PIEDRA IMPERE- co. ( R o m a n o s 8 : 7 . ) El h i j o de D i o s se deleita en
CEDERA obedecer esa ley. ( R o m a n o s 7 : 2 2 ; S a l m o 1 1 9 : 1 6 ,
2 4 , 3 5 , 4 7 , 7 0 , 7 7 , 9 2 , 1 4 3 , 1 7 4 . ) ¿ H a b r e m o s de
P o r ser perfecta y, p o r t a n t o , inalterable y eter- h a l l a r n o s n o s o t r o s entre aquellos que aborrecen la
na, la ley fué escrita sobre piedra imperecedera. L o ley de D i o s p o r q u e p r o h i b e el pecado? ¿ O tendre-
que ha sido escrito sobre piedra n o se presta a cam- m o s el m i s m o sentir que Cristo y nos deleitaremos
bios. en obedecer la ley?
N o fué dejada a otros la tarea de presentar la
ley. D i o s m i s m o la p r o m u l g ó con su propia v o z . L A L E Y E S U N I V E R S A L E N SU A P L I C A C I Ó N
Es en u n sentido especial la palabra de J e h o v á ; y
a u n q u e la hierba se seca y las flores se marchitan, A u n q u e fué dada a los hebreos, la ley era para
"la palabra del Señor permanece p e r p e t u a m e n t e " . t o d o el m u n d o . Aquella antigua nación la conservó
1 Pedro 1:25. como cometido sagrado para todas las naciones de
La ley ordena al h o m b r e que haga el bien; y los la tierra. C u a n d o Cristo v i n o , d e m o s t r ó esta apli-
principios de hacer el bien n o pueden cambiar con cación universal de la ley a t o d a la h u m a n i d a d .
las estaciones. " T u justicia es justicia eterna, y tu D e m o s t r ó que la ley n o tenía elementos judaicos en
ley la v e r d a d . " S a l m o 1 1 9 : 1 4 2 . Y la verdad es ella, sino que se aplica a t o d o el m u n d o . Cristo de-
inalterable. claró que los diez m a n d a m i e n t o s se basan en los
U n precepto m o r a l n o puede cambiar en ocasión dos principios del a m o r a D i o s y el a m o r al p r ó j i -
de u n cambio de dispensación. D e ahí que, c u a n d o m o . El primer gran m a n d a m i e n t o de la ley nos or-
Cristo v i n o deleitándose en hacer la v o l u n t a d de dena a m a r a D i o s de t o d o corazón, alma, entendi-
Dios, con la ley d e n t r o de su corazón (Salmo 4 0 : 8 ) , m i e n t o y fuerza; y el segundo, amar a nuestros
p r o c l a m ó la índole inalterable de la ley de su P a - p r ó j i m o s c o m o a nosotros mismos. Si a m a m o s a
dre. D i o s de t o d o nuestro ser y a nuestros p r ó j i m o s co-
" N o penséis que he venido para abrogar la ley m o a nosotros mismos, los diez m a n d a m i e n t o s ex-
o los p r o f e t a s — d i j o C r i s t o — ; n o he venido para presarán la conducta y el sentimiento de nuestra
abrogar, sino a cumplir. P o r q u e de cierto os digo, vida. D e estos dos m a n d a m i e n t o s de a m o r , dijo
que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni u n a j o t a Cristo, depende toda la ley y los profetas. ( M a -
ni u n tilde perecerá de la ley, hasta que t o d a s las teo 2 2 : 3 7 - 4 0 . )
cosas sean hechas." M a t e o 5 : 1 7 , 1 8 . L a vida de C r i s t o en la tierra n o fué sino la ex-
L o s principios morales son eternos, y, p o r t a n t o , presión viviente y personal de esa ley. E l nos dice
n o los puede cambiar la fe del creyente en C r i s t o . que al g u a r d a r los m a n d a m i e n t o s de su P a d r e ,
" ¿ L u e g o deshacemos la ley p o r la fe? E n n i n g u n a permanecía en su a m o r . N o s pide que h a g a m o s lo
m a n e r a ; antes establecemos la ley." (Roma- m i s m o , que le sigamos para que seamos semejantes
nos 3 : 3 1 . ) a E l . T o d o lo que E l fué en esta tierra c o m o ejem-

PÁGINA SEIS
pío nuestro, n o era sino la ley de D i o s puesta en va inscripción es a ú n más milagrosa, sobrena-
práctica en su vida admirable y misericordiosa. tural y divina que la primera. Aquélla fué hecha
(Juan 1 5 : 1 0 . ) E n su vida, la ley aparece t r a z a d a sobre la p e ñ a ; pero la ú l t i m a se verifica sobre co-
en caracteres vivos. razones u n a vez más duros que la peña, y menos
E n la v i d a de Cristo, la ley de D i o s fué plena y impresionables. P o r su omnipotencia, D i o s puede
perfectamente presentada al m u n d o . T a l debe ser escribir sobre la roca; pero D i o s n o quiere escribir
también nuestra vida, si queremos ser reconocidos en u n corazón h u m a n o la magnífica transcripción
por El. L o s que quieren ser semejantes a Cristo, de su carácter santo, a menos que ese corazón esté
que desean ser siempre impulsados por los grandes dispuesto a ello. M á s fuerte que la omnipotencia de
principios del a m o r hacia D i o s y hacia el p r ó j i m o , Dios es su ley de libertad para cada alma. " T o d o
observarán, p o r la gracia de Cristo, los cuatro aquel que quiera" es la barrera que separa a m u -
mandamientos que se relacionan con Dios, y los seis chos de la poderosa gracia de J e h o v á . La v o l u n t a d
que se relacionan con el h o m b r e . de ello se opone a la del Legislador; y como E l n o
La única conducta diferente que nos quedaría es u n déspota arbitrario, les concede, con tristeza
por seguir sería la de n o obedecer n i n g u n a ley; y les permite, que sigan el camino elegido.
por ella llegaríamos a ser anarquistas morales, seres Deberían los escépticos apartar los ojos de las
sin ley, que n o tendrían n o r m a de lo j u s t o . P e r o maravillas relatadas en É x o d o 19 en conexión con
los que estén sin ley, a u n q u e aseveren ser cristia- la p r o m u l g a c i ó n de la ley, y fijarlos en la m a r a -
uos, enseñen en el n o m b r e de Cristo, y a u n h a g a n villa que constituye la acción de D i o s al escribir la
"iilagros en su n o m b r e , serán, sin embargo, des- ley en los corazones h u m a n o s en los días en que
cerrados de su presencia c o m o obreros de i n i q u i d a d . vivimos. El que duda puede burlarse del milagro
(Mateo 7 : 2 1 - 2 3 . ) de u n código g r a b a d o divinamente sobre la piedra,
Dios es c o m o su ley, p o r q u e la ley es u n tra- pero nunca p o d r á destruir el m i l a g r o de la ley es-
sunto de su carácter. C o m o E l es p o r naturaleza crita en los corazones h u m a n o s y manifestada en
'«mutable, la ley, p a r t i c i p a n d o de su naturaleza, es las vidas h u m a n a s .
también i n m u t a b l e . E l obedecer la ley de D i o s es L o perfecto n o se p r o d u j o n u n c a p o r evolución;
obrar como obraría
oV,^-,^;. D r»;-.-
i o s si fuese Ih o m b1 r- e- . Cada
' ^ - ^ ^ "u"n-o
^ y esta ley perfecta puede llegar a ser la regla de
de 1 m a n d a m i e n t o s es moral y espiritual en su nuestra vida, n o p o r u n penoso y largo proceso de
_. ,Uraleza. N o t e m o s cómo los tres primeros nos años o siglos, sino en seguida, al ser i m p l a n t a d o
P'den que conozcamos al verdadero D i o s y le. tri- Cristo en la mente p o r el E s p í r i t u d i v i n o .
^ temos el respeto, h o n o r y reverencia que se deben Si n o h a y ley de D i o s , cada h o m b r e está libre
Un ser tan b u e n o , elevado y grande como El. El para erigir su p r o p i a n o r m a . P e r o así c o m o es ne-
^Uarto nos pide que imitemos a D i o s en nuestro cesario tener u n a n o r m a de pesas y medidas en el
escanso y nuestro trabajo, que descansemos en el comercio, t a m b i é n es necesario tener u n a n o r m a en
'smo día de la semana en que El descansó, y que los asuntos espirituales. T e n e m o s el m e t r o , el k i l o
abajemos c o m o lo h i z o El los seis primeros días y el litro m o d e l o s ; ¿y n o h a b r í a n o r m a fija en el
la semana. Así le tendremos siempre presente gobierno de Dios? ¿ N o tiene El n o r m a de conduc-
mo Creador nuestro, y seremos siempre c o m o E l en ta, regla de acción, para sus criaturas? ¿Es cada
?stro trabajo diario y en nuestro descanso semanal. u n a de ellas ley para sí m i s m a ? ¿ H e m o s de ser m á s
^ Nadie puede poner en d u d a la obligación m o r a l descuidados en las cosas divinas que en los asuntos
e los seis m a n d a m i e n t o s restantes, p o r q u e hasta los comerciales? D e n i n g u n a manera.
eblos n o civilizados siguen i n s t i n t i v a m e n t e los Si las n o r m a s de pesas y medidas, de m o n e d a s
P'^mcipios que i m p o n e n . N o h a y en esta ley nada y valores son esenciales en los negocios, en la mis-
condenar o criticar, sino que en ella t o d o es ma p r o p o r c i ó n en que el alma y el gobierno de D i o s
gno de reverencia y obediencia. superan a los novillos y el trigo, es imprescindible
que h a y a u n a n o r m a fija de vida, u n a ley de la con-
ducta, u n abarcante código de la m o r a l , u n a ley
GRABADA E N LOS CORAZONES HUMANOS perfecta de D i o s para el h o m b r e . El consenso de
la r a z ó n y experiencia h u m a n a s , los anales de la
¡Majestad de la ley y majestad de su p r o m u l g a - historia y el manifiesto destino de la raza h u m a -
o n ! ¡Grandeza de poder manifestado en el Sinaí, na, t o d o proclama y declara con v o z de t r o m p e t a
y grandeza del poder m o r a l encerrado en el código que los diez m a n d a m i e n t o s son la n o r m a de la vi-
P r o m u l g a d o ! ¡Dios en la v o z , pero D i o s también da, la ley de D i o s .
^ esente en las palabras que p o d e m o s leer aun h o y Esta ley es tan válida h o y como en los djas dej
u el L i b r o A n t i g u o ! ¡El dedo de D i o s escribió, pero A d á n , A b r a h a m , Moisés y Cristo. L a justicia no,
j ^ n a h o r a las señales de su divinidad n o t a d a s en cambia con las estaciones o con las m o d a s del díz.\
^ s palabras escritas u n a vez en la roca, están inscri- L a ley está basada en los principios del a m o r ; y
s en las tablas de carne de los corazones h u m a - como éstos son eternos, ni el m e n o r cambio puede
, os. L o s evolucionistas y los escépticos pueden sobrevenir a la ley. Jesús dijo que ni una j o t a ni
jt^rlarse del trabajo de escultura de D i o s , según u n tilde de ella pasarán. ( M a t e o 5 : 1 8 . ) Sobrevivirá
aman a aquella antigua inscripción, pero la n u e - al naufragio de las naciones y la muerte del m u n d o .

PÁGINA SIETE
La tierra restaurada será más kermosa aue la de ahora.

LA R E S T A U R A C I Ó N D E TODAS LAS COSAS


por- José Boix.

I m a n d ó que cubriese su desnudez "hierba verde,


"En lugar de la zarza hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fru-
crecerá baya, y en lugar t o según su género, que su simiente esté en él sobre
de la ortiga crecerá arra- la tierra; y fué así". (Gen. 1:11.) C o n las plantas,
yán..." (Isa. 55:13.) árboles, animales y hombres, toda la tierra quedó
Si es cierto que en esta vida todas las cosas tie- engalanada de gloria y de magnificencia. A d á n y
nen su tiempo: " T i e m p o de nacer, y tiempo^ de Eva, corona de la creación, se sentían perfectamen-
m o r i r " ; "tiempo de llorar, y tiempo de. r e í r " ; te felices en su bello hogar o "huerto de E d é n " , d o n -
"tiempo de callar, y tiempo de h a b l a r " ; "tiempo de D i o s los puso. E l testimonio de la infalible P a -
de amar, y tiempo de aborrecer"; "tiempo de gue- labra de D i o s nos asegura que t o d o l o que D i o s
rra, y tiempo de p a z " (Ecc. 3 : 1 - 8 ) , es también había hecho "era bueno en gran m a n e r a " . A d á n y
cierto, ciertísimo, que llegarán "los tiempos de la Eva desconocían por completo los intensos fríos,
restauración de todas las cosas, que habló Dios p o r los calores, las tempestades, los sismos, etc., lo
boca de sus santos profetas que h a n sido desde el mismo que las enfermedades, los dolores y la muer-
siglo", o "desde la a n t i g ü e d a d " , como dice la Ver- te. P o r todas partes se respiraba la m á x i m a belleza,
sión M . (Hech. 3 : 2 1 . ) Y cuando estos tiempos lle- armonía, felicidad y vida. La señora W h i t e , autora
guen, que a j u z g a r por "las señales de los tiempos" de Patriarcas y Profetas, dice en la página 3 2 que,
"cuando la tierra salió de las m a n o s de su Crea-
están ya m u y cercanos, entonces, "la restauración
dor, era sumamente hermosa. E n su superficie al-
de todas las cosas" será u n hecho, u n a palpable rea-
ternaban m o n t a ñ a s , colinas y llanuras; entre ellas ,
lidad, y "en lugar de la zarza crecerá haya, y en lu-
se divisaban bellos ríos y lindos lagos; pero las
gar de la ortiga crecerá arrayán..." Esta restaura-
colinas y los montes n o eran escarpados ni tenían
ción de todas las cosas comprende:
pendientes terribles ni abismos- formidables como
LA RESTAURACIÓN DE LA TIERRA a h o r a ; las cimas agudas y las rocas desnudas esta-
AI principio, la tierra sobre la cual h a b i t a m o s ban cubiertas de suelo fértil que producía p o r t o -
era de perfecta hermosura. El Creador del Universo das partes una vegetación a b u n d a n t e . N o había ni

PÁGINA OCHO
pantanos asquerosos ni yermos desiertos. M a g n í - por la m a l d a d de sus moradores, está llamada a
ficos matorrales y tiernas flores encontraba la m i - desaparecer por el fuego purificador "del día del
rada adonde quiera que se dirigiese. Las alturas es- juicio, y de la perdición de los h o m b r e s i m p í o s . "
aban coronadas de árboles más majestuosos que (2 Ped. 3 : 7 . ) Entonces será restaurada a su origi-
los que existen ahora. El aire, n o infectado por nal estado de gloria y hermosura.
miasmas, era p u r o y sano. T o d o el paisaje aventajó Esta restauración de la tierra n o será gradual,
por su hermosura a los más s u n t u o s o s parques. Los esto es, p o r vía de evolución, p o r q u e está escrito
ejércitos de los ángeles m i r a b a n la escena con en- que "los cielos pasarán con grande estruendo, y
Q^*^",,^ se alegraban de las obras maravillosas de los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra
y las obras que en ella están serán q u e m a d a s " . (2
Pero, a u n q u e "Dios h i z o al h o m b r e recto—dice Ped. 3 : 1 0 . ) D e cuyo fuego la tierra saldrá regene-
e Libro i n s p i r a d o — , ellos buscaron muchas cuen- rada, hermosa, como nueva, esto es, completamen-
as (Ecc. 7 : 2 9 ) ; es decir, ellos se dejaron seducir te restaurada p o r m a n d a t o imperativo de Dios, el
alagados p o r la astucia de "la serpiente antigua, cual dice: "He aquí que y o crío nuevos cielos y
^tie se llama D i a b l o y Satanás, el cual engaña a t o - nueva tierra: y de lo primero n o h a b r á memoria,
el m u n d o " . (Apoc. 1 2 : 9 . ) H a b i e n d o sido en- ni más vendrá al p e n s a m i e n t o . " (Isa. 6 5 : 1 7 . ) E s
ueltos "en transgresión", los desastrosos efectos del esta "nueva tierra" restaurada, la que Cristo p r o -
pecado p r o n t o se dejaron sentir, afectando al h o m - metió a los mansos que recibirían " p o r h e r e d a d " .
t)- "ISí"^! y físicamente, lo m i s m o que a la tierra. ( M a t . 5 : 5 . ) Es esta tierra restaurada a su belleza
„ ijo Dios al h o m b r e después de haber pecado éste: edénica, la que el ángel del Señor le m o s t r ó a J u a n
maldita será la tierra p o r a m o r a ti. . E s p i n o s en la solitaria isla de P a t m o s . " Y vi—testifica el
y cardos te producirá ." (Gen. 3 : 1 7 , 18.) E n el fiel servidor de D i o s — u n cielo nuevo, y u n a tierra
ranscurso de los siglos, la tierra se ha estado i n ñ - nueva..." (Apoc. 2 1 : 1 . ) E l apóstol P e d r o , pensan-
lonando "bajo sus m o r a d o r e s " y la r a z ó n que se d o en "los tiempos de la restauración de todas las
^°s da de esta infección general es esta: " p o r q u e cosas", según las promesas de Dios, y c o m p r e n -
^raspasaron las leyes, falsearon el derecho, rompie- diendo que ésto e n t r a ñ a b a también la restauración
ron el pacto s e m p i t e r n o " . (Isa. 2 4 : 5 . ) Y como re- de toda la tierra, e x c l a m ó : "Bien que esperamos
^^Itado n a t u r a l los espinos, cardos, abrojos, zar- cielos nuevos y tierra nueva, según sus promesas,
y ortigas h a n ido a u m e n t a n d o literal y figura- en los cuales m o r a la justicia." (2 Ped. 3 : 1 3 . )
q^^mente, y h a n a u m e n t a d o ya hasta tal extremo, O t r o profeta exclama: "Alegrarse h a n el desierto y
tT^i tierra con sus desiertos yermos e infer- la soledad: el y e r m o se gozará y ñorecerá como la
rosa. Florecerá profusamente, y t a m b i é n se alegra-
'dad general se asemeja más a u n v a s t o zarzal que
rá y cantará con j ú b i l o : la gloria del L í b a n o le será
primitivo y glorioso E d é n . El pecado ha desfi-
dada, la h e r m o s u r a de C a r m e l y de Sarón. Ellos
g rado la obra de D i o s en la naturaleza. A medida
(los salvados) verán la gloria de J e h o v á , la h e r m o -
la ^ v a y a m o s acercando hacia "el fin de todas
sura del D i o s n u e s t r o . " (Isa. 3 5 : 1 , 2.) Y como
pS cosas", iremos c o m p r o b a n d o la veracidad de la
p u e b l o del A l t í s i m o " h a b i t a r á en m o r a d a de p a z ,
a abra de Dios. D o n d e se siembra trigo nacerán
y en habitaciones seguras, y en recreos de reposo."
C l r O l O S "ir o c r ^ i ' n o t . ir^-,, ^ „ . - o l , - , ^ - , " fn^t-.'l,'
'JOS y espinas en Klugar de cebada". La T -
fertili- (Isa. 3 2 : 1 8 . ) Entonces d i r á n t o d o s los redimidos
dad
'!^,^ y esterilidad de la tierra, g u a r d a n í n t i m a rela- del Señor: "La tierra que estaba desolada (durante
pOn con la justicia e impiedad de sus moradores. el juicio milenario) ha venido a ser c o m o el j a r d í n
pecado del primer h o m b r e la h i z o producir "es- de E d é n ; y las ciudades antes arruinadas y desola-
Pinos y cardos" ; poco más tarde a C a í n el homici- das y destruidas, están ya fortificadas y h a b i t a -
le fué d i c h o : " C u a n d o labrares la tierra n o te das." (Eze. 3 6 : 3 5 . V . M . )
polvera a dar su fuerza. " (Gen. 4 : 1 2 . ) C o m o la
j aldad irá en a u m e n t o , según los oráculos de D i o s , Grandes son las bendiciones que D i o s desea im-
a tierra, que hasta la fecha ha estado p r o d u c i e n d o p a r t i r n o s por medio del E v a n g e l i o de nuestro Se-
Os cereales, frutos y hierbas que sirven para nues- ñ o r Jesucristo, p o r t a n t o : "Si oyereis hoy su voz—
j o sostén, acabará p o r declararse en huelga contra dice la divina P a l a b r a — , no endurezcáis vuestros
J^s Que p o r tantos siglos la h a n estado amancillan- corazones..." (Heb. 3 : 1 5 . ) " P o r q u e los m a l i g n o s
o con t a n t o s crímenes, robos, idolatrías y otras serán talados, mas los que esperan en J e h o v á , ellos
ominaciones semejantes. L a gangrena de nues- heredarán la tierra. Pues de aquí a poco n o será ^1
rps pecados ha penetrado hasta en las e n t r a ñ a s m a l o : y contemplarás sobre su lugar, y n o pare-
rrias profundas de la tierra, y la maldición que sobre cerá. Pero los mansos heredarán la tierra, y se re-
.',a pesa va c o n s u m i e n d o poco a poco, en progrc- crearán con abundancia de paz." (Sal. 3 7 : 9 - 1 1 . )
'on incesante, su original fertilidad y fecundidad C u a n d o lleguen estos tiempos, veremos literalmen-
HUe le resta, y n o está m u y lejano el día c u a n d o te que, "en lugar de la z a r z a crecerá haya, y en
toda la tierra será espinos y cardos." (Isa. 2 4 : 6 lugar de la ortiga crecerá a r r a y á n . . . " T o m a n d o
y ' : 2 4 . ) E n o t r o lugar de las Escrituras se nos dice esta declaración inspirada en su sentido literal, aca-
"'^e la tierra "que produce espinas y abrojos es re- b a m o s de ver que e n t r a ñ a la restauración de la tie-
Probada y cercana de maldición, cuyo fin será el r r a ; pero t o m á n d o l a en su sentido figurado implica
'^er abrasada." (Heb. 6 : 8 . ) P o r estas declaraciones igualmente la restauración del h o m b r e , física y
^rispiradas, p o d e m o s fácilmente deducir que la tie- m o r a l m e n t e ; pero este será el tema de mis p r ó x i -
""a. en su condición actual, envejecida y alterada m o s artículos.

PÁGINA N U E V E
EL COMERCIO DE ESCLAVOS des, pero sabemos que p r o n t o D i o s p o n d r á fin
esta situación para establecer su reino.
Parece q u j hay. todavía unos cinco millcnss de
esclavos en el m i m d o . E! r;pi3sen.3nie áz Liberia E L FIN D E LAS CIUDADES
en la Scrisdad de Nacicnss declara que exists, aun
ahora, un ílcrzcisntc com:rcio ó¿ e5.ja\os en m u - R. R. Coudenhove-Kalergi escribe en la Neue
chos lua^r^s. Es vcrdad;rrim:nt:- irise? que la actual Frce P¿esse que el i i s m p o \ e n a i á cuaucio los h o m -
civilización n o baya p e d i d o acabar todavía con tan bres ya n o comprenderán cómo ha sido p o s i b h a
vil tráfico. seres h u m a n o s vivii en las grandes ciudades. Piensa
que la dcsiiucción inminente de la ciudad grande
CRISIS M I N I S T E R I A L E S por la técnica es del t o d o necesaria, y está a la base
de la verdadera civilización. E n esto tiene razón-
¿Ha n o i a d o el h . s o r !a insrabilidr.d óz los G o - Las grandes ciudades nunca h a n c o n t r i b u i d o a la
biernes.^ Casi cada semana se- h s n noticias áz la salud física, moral y espiritual de la h u m a n i d a d .
caída de algún Gobierno- E n octubre de 1 9 3 2 h u - H a n sido siempre los centros en d o n d e se prepara-
b o crisis ministerial en Bélgica, R u m a n i a , Checo- ban crímenes y revoluciones. E n ellas están los
eslovaquia, Grecia, Estonia, F i n l a n d i a , Bolivia y antros de la i n m o r a l i d a d . E l p r o p ó s i t o de D i o s
nunca fué que los h o m b r e s edificasen grandes ciu-
Australia. P o c o antes había h a b i d o crisis en I n -
dades. Es la perversidad h u m a n a que es responsa-
glaterra y H u n g r í a . E n noviembre, dimitió el G o -
ble de su existencia.
bierno de A l e m a n i a y en diciembre el de Francia.
E n el ú l t i m o mes del a ñ o h a y t a m b i é n caída de Creemos, sin e m b a r g o , que la profecía de C o u -
G o b i e r n o en Bulgaria y A l b a n i a , y nueva crisis m i - denhove es utópica. Hace años que vemos la gente
nisterial en F i n l a n d i a . ¿ P o r qué t a n t a instabilidad? del campo a b a n d o n a r su tierra p a r a ir a vivir en
Refleja m u y bien la confusión que reina en el m u n - las ciudades. Es posible que, debido a la crisis ac-
d o h o y . H a y i n q u i e t u d y agitación, y los Gobier- tual, se inicie u n m o v i m i e n t o de regreso al campo
n o s n o llegan a resolver d e b i d a m e n t e los i m p o r - p o r parte de muchos. P e r o el c o r r o m p i d o corazón
tantes problemas que preocupan a la h u m a n i d a d . h u m a n o seguirá prefiriendo vivir en las ciudades
Esto crea desconfianza y provoca la caída de los con su lujo, sus distracciones, sus vicios, a u n q u e al
Gobiernos. P a r a salir de este b a r u l l o es necesario m i s m o tiempo tenga que adaptarse a la vida en
que los h o m b r e s se aparten de sus pecados y obe- calles estrechas, viviendas con poca higiene. Y así,
dezcan a los principios espirituales y morales de hasta el fin del m u n d o , seguirán p r o b a b l e m e n t e las
la Ley de D i o s . ciudades como ahora las tenemos. L a única dife-
rencia que h a b r á tal vez será que, aun más que
ahora, conservarán su reputación de ser los centros
DESARME Y PREPARATIVOS DE GUERRA
de la m a l d a d h u m a n a .
U n a revista francesa dice: " P o r u n a singular
coincidencia que parece u n a contradicción, los es-
fuerzos efectuados en Ginebra desde el mes de fe- (Sigue de la pá¿ma 11.)
brero ( 1 9 3 2 ) para establecer u n convenio que cons-
t i t u y a u n a primera etapa de la limitación general CENA
de a r m a m e n t o s , h a n sido a c o m p a ñ a d o s de m a n i -
obras navales, aéreas y militares de u n a i m p o r t a n c i a D o s feculosos livianos, o p a t a t a s o pastas ali-
excepcional en la m a y o r í a de los E s t a d o s . " menticias, sémola, castañas, arroz, etc. T o r t a s ca-
¿ N o indica esto la poca sinceridad de las nacio- seras, queso, chocolate, fruta seca, confituras.
nes en lo que pretenden hacer en p r o de la paz? A este régimen alimenticio, que se variará según
M i e n t r a s se h a b l a de p a z en Ginebra, las naciones el apetito del n i ñ o , será b u e n o añadir u n a cura de
m i e m b r o s de la Liga se preparan activamente para descanso: que se levante tarde, a las diez. Descanso
la guerra. La Biblia dice precisamente que c u a n d o completo d u r a n t e la m a ñ a n a . Después del almuer-
se h a b l a r á más de p a z , es entonces que h a b r á m á s z o , u n a siesta p r o l o n g a d a . P o r la tarde, u n paseo
a r m a m e n t o s y espíritu de guerra. E s t o se aplica a de tres cuartos de h o r a . Hágase llevar al n i ñ o u n a
nuestros tiempos. V a m o s hacia nuevas calamida- faja de franela. Suprímase t o d o medicamento.

P Á a N A DIEZ
n a afección i n f a n t i l común
L a incontinencia de orina
por el Dr. Juan Nussbaum

La expresión "incontinencia de o r i n a " n o debiera h a l l a r i n m e d i a t a m e n t e su origen en u n a falta ali-


aplicarse en rigor a los niños que m o j a n la cama. menticia o higiénica.
°rque, en realidad, n o se trata de u n a eliminación E n la Revue Natudste, el D r . C a r t ó n refiere el
continua, gota a gota, sino de u n a micción i n v o - caso de u n n i ñ o de dcKe años q u e empezó a tener
luntaria, en chorro. L o s niños afectados o r i n a n d u - incontinencia n o c t u r n a de orina a l o s cinco años.
rante su s u e ñ o en vez de hacerlo despiertos. Desde hacía siete años orinaba en la cama t o d a s las
C u a n d o se h a inculcado a los n i ñ o s buenas cos- noches, a pesar de c u a n t o se i n t e n t ó : despertarlo,
nmbres apenas empiezan a caminar, e n t r e , l o s trece darle d r o g a s múltiples, fricciones, etc.
r l^iince meses, ellos piden que se los ponga a satis- D i c h o n i ñ o se cansaba m u y fácilmente, y el e x -
facer sus necesidades d u r a n t e el d í a . P e r o , d u r a n t e ceso de desgaste nervioso le p o n í a en estado subfe-
noche, es necesario esperar a ú n algunos meses a n - bril continuo'. Su régimen era h i p e r t ó x i c o y ácido:
es de que estén bien acostumbrados. Sin e m b a r g o , el régimen c o m ú n de " t o d o el m u n d o " , es decir, de
gunos n i ñ o s c o n t i n ú a n orinándose en la cama, y los adultos que i g n o r a n las reglas elementales de u n
e estos ú l t i m o s se puede contar u n a p r o p o r c i ó n cic- régimen s a n o , o q u e prosiguen a ú n las reglas de la
ada, para gran desesperación de los padres y de los medicina clásica:
"'nos mismos. P o r la m a ñ a n a se le daba té o café con u n poco
esta i n c o m o d i d a d resiste a casi t o d o s los trata- de leche, p a n , manteca y m u c h a s veces fruta acida.
j 'entos utilizados de costumbre. Sucede a veces q u e A las doce: j a m ó n u otra carne de cerdo, carne de
j^^^Parece espontáneamente, con los progresos de vaca, de oveja o bacalao u otros mariscos. L u e g o ,
^^edad, a u n q u e puede d u r a r hasta la edad de veinte legumbres cocidas: puerros, espárragos, acelga, j u -
días, guisantes o lentejas, queso y u n a taza de café.
j ^ e r o , aparte de los casos e x t r a o r d i n a r i o s de p e r - A la noche: u n a sopa a base de caldo de carne o
. rbaciones psíquicas graves, es difícil explicar esta de legumbres, carne, u n a legumbre cocida, queso,
y *'°'Jtinencia n o c t u r n a , y p a r a remediarla se ensa- v i n o mezclado con agua, u n a naranja, u n té de m a n -
n h a b i t u a l m e n t e t o d a clase de t r a t a m i e n t o s : cal- zanilla.
ptes, fortificantes, vermífugos, eléctricos, h i d r o - Se s u p r i m i e r o n los p r o d u c t o s demasiado tóxicos
j '•^P'cos, etc. Y c o m o nada tiene resultado, se culpa (carne de cerdo, j a m ó n , pescado, caldo, c a r n e ) , así
la f'^^^^ al estado nervioso de los n i ñ o s , e interviene c o m o las sopas y los excitantes (vino, té y café).
famosa psicoterapia: sugestión, promesas, a m e - Gracias a u n régimen alimenticio mejor o r d e n a -
V p ^ ^ - ' llamadas a los s e n t i m i e n t o s de o r g u l l o o de
d o , la incontinencia de orina cesó a los cinco días,
^^rguenza. L o s padres se exasperan y los niños, ate- y n o v o l v i ó a presentarse sino tres veces en tres años,
rrizados, ven oscurecer sus días, debido a que. se cometieron i m p r u d e n c i a s : b a ñ o s
to ^ estremece ante estos yerros y sufrimien- fríos, etc.
j f~~~clice el D r . C a r t ó n — , c u a n d o u n o sabe q u e en ¿Qué régimen h a y que ensayar p a r a obtener u n
p.'Os casos se trata sencillamente de n i ñ o s agitados, resultado t a n maravilloso? H e a q u í el q u e aconse-
ctiinas de u n a mala organización del régimen ali- jamos:
'^enticio." DESAYUNO
s i e ^ " efecto, la incontinencia de orina se declara
5gJ'^.Pre en pequeñuelos nerviosos, artríticos, hiper- Gachas diversas con leche: avena aplastada, h a -
"^ibles, afectados de irritabilidad nerviosa y m u - riña de m a í z , sémola, h a r i n a s , p a n , diversas frutas. •
^.,a. p o r desmineralización, es decir, p o r acidifica- ALMUERZO '
j^°n de los h u m o r e s y las secreciones. Estas p e r t u r -
^ Clones pueden, p o r consiguiente, corregirse m e - L e g u m b r e s verdes, cocidas o ensaladas crudas. U n
^j^^'^'^e u n a alimentación mejor. N o se trata ya, para h u e v o , d o s veces p o r semana. Feculosos dulces: p a -
t^'^^g'r la acidez, sino de prescribir u n régimen a n - tatas, arroz, pastas alimenticias, sémola, castañas,
lo*^ • ' ' ^ ^ reducción de los líquidos y refuerzo de avena aplastada, guisantes, queso de Gruyere, H o -
gjj^.^llrnentos feculosos, n i t r o g e n a d o s y azucarados, landa, etc., ciruelas pasas, p l á t a n o s y frutas d e es-
la cena, para concentrar la sangre, los h u m o r e s y tación.
O r i n a p a r a la d u r a c i ó n de la noche, NADA D E MERIENDAS
lo ^ ^ prescripciones se añade la supresión de E s necesario dejar entre las comidas u n p e r í o d o
lon '^^^^'^'°s, de l o s juegos y m a r c h a s d e m a s i a d o p r o - de descanso, d u r a n t e el cual las células de la mucosa
^ g ^ a d o s , se obtiene la detención, a veces repentina, estomacal p u e d a n recuperar la fuerza de segregar u n
( j a incontinencia. P u e d e producirse u n a recaída j u g o gástrico de buena calidad.
pues de algunas semanas o meses, p e r o es fácil
( C o n t i n ú a en l a pááúxa. 1 0 . )

PÁGINA ONCE
^ f Debemo/ evitar^ lo/ accidente/ f ^
El n ú m e r o de accidentes ocurridos en las calles tres q u i n t a s partes de las muertes ocasionadas por
de las ciudades y en los caminos en general, desde culpa de los conductores, y el 69 por 100 del total
que el a u t o m ó v i l h a llegado a la difusión que co- de heridos p o r la misma causa.
nocemos, es algo que preocupa seriamente a las au- Y n o fueron los conductores noveles o inexper-
toridades de casi t o d o s los paises civilizados. D e tos los que causaron todos estos accidentes. LaS
algunos años a esta parte, los accidentes a u t o m o v i - estadísticas d e m u e s t r a n , que el 9 0 p o r 1 0 0 de las
lísticos producen, en los E s t a d o s U n i d o s , alrededor 3 2 . 5 0 0 personas muertas en 1 9 3 0 fueron víctimas
de 3 0 . 0 0 0 muertes y centenares de miles de heridos de accidentes ocurridos a conductores de más
a n u a l m e n t e . El a ñ o pasado los accidentes de a u t o - u n a ñ o de experiencia. Sólo el 2 p o r 1 0 0 de los
móvil causaron, en los E s t a d o s U n i d o s , 3 2 . 5 0 0 accidentes, fatales y n o fatales, se debía a conducto-
muertes y 9 6 2 . 3 2 5 heridos. Y en Inglaterra, h u b o res de menos de tres meses de experiencia. E n casi
más de 6 . 0 0 0 muertes p o r la m i s m a causa. P o r 89 p o r 1 0 0 de los casos, el vehículo se encontraba
supuesto, se trata de los dos países d o n d e circulan en buenas condiciones mecánicas y en 8 0 por lOO
más vehículos a u t o m o t o r e s . P e r o el p r o b l e m a n o de los casos el accidente se p r o d u j o en b u e n ca-
se limita a ellos. E n todas nuestras ciudades, y a u n mino.
en los campos, se p r o d u c e n accidentes y se pierden La negligencia y el exceso de confianza resultan
vidas h u m a n a s . L o que se ha c o m p r o b a d o en el es- ser las principales causas de accidentes, muertes Y
t u d i o del a s u n t o , y los remedios que se trata de heridas. N ó se trata, pues, de accidentes debidos a
aplicar en otras partes nos interesan, por t a n t o , a ignorancia de los principios elementales del código
nosotros también. de la carretera. P e r o t o d o s h a b r á n observado cómo
u n h o m b r e , y a veces t a m b i é n u n a mujer, u n a veZ
LA MAYOR RESPONSABILIDAD
instalados tras el volante de u n auto, parecen cam-
E n 1 9 3 0 se p r o d u j e r o n , en los E s t a d o s U n i - biar radicalmente de carácter y pierden la cortesía
dos, 8 3 5 . 2 5 0 accidentes automovilísticos. E n ellos y consideración de los demás que los distinguen
la culpa pertenecía, en las tres cuartas partes de los cuando no manejan un automóvil.
casos, a los conductores, y en u n a cuarta parte, a N o vemos generalmente a los caballeros em-
los peatones. Y esa culpa de los conductores causó pujarse y atropellarse en las aceras, en los corredo-
dos veces más fallecimientos y cuatro veces más res de los teatros u otros lugares, para ver quién
heridos que la de los peatones. pasará p r i m e r o . N o cruzan m i r a d a s f u r i b u n d a s m
El 68 p o r 1 0 0 de t o d o s los accidentes se debía expresiones groseras. N o es general que los h o m -
a la violación de tres reglamentos de tráfico, a sa- bres que a n d a n a pie se embistan o cometan los m ^
ber: p o r n o reconocer la primacía de las calles, o y u n actos r u d o s que realizan mientras manejan-
carreteras de tráfico ligero, 31 p o r 1 0 0 ; p o r velo- Sin e m b a r g o , u n a conducta desconsiderada de parte
cidad excesiva, 21 p o r 1 0 0 , y p o r ir de c o n t r a m a - de los peatones, si bien desagradable, n o sería peli-
n o , 16 p o r 1 0 0 . Estas tres violaciones causaron las grosa, en t a n t o que observada por la gente mientras

PÁGINA DOCE
conduce sus coches resulta a n u a l m e n t e en miles de tes a los peatones era 13 p o r 100 m e n o r que el de
muertes y centenares de heridos. los que se debían a choques entre vehículos, los fa-
Y ahora, p a s a n d o a la velocidad excesiva, vemos llecimientos de peatones superaron en 122 p o r 100
ÍUe ocasiona dos veces más fallecimientos que el a los de los ocupantes de los autos involucrados en
jio reconocer la primacía de las calles principales. los choques.
a velocidad puede ser m u y grata, pero es positi- Los peatones deben, pues, ejercer prudencia. Si
vamente peligrosa, y puede practicarse tan sólo los automóviles deben detenerse en las bocacalles
onde y c u a n d o las circunstancias lo p e r m i t a n . El para dejar pasar el tráfico transversal, esas mismas
ombre que lanza u n coche de poder a gran velo- bocacalles son el lugar donde los peatones deben
cidad sin tener los frenos en buenas condiciones, cruzar la calle.
por ejemplo, es poco menos que u n criminal o in- LOS N I Ñ O S E N L A CALLE
consciente.
En cuanto a los accidentes ocasionados por con- Las estadísticas demuestran que otra m u y i m -
uctores que estaban a c o n t r a m a n o , se puede decir p o r t a n t e causa de accidentes fatales y n o fatales es
^Ue son imperdonables, pues ¿quién, de entre los el juego de los niños en la calle. T a m p o c o en este
?tie e m p u ñ a n u n volante, n o sabe discernir entre su caso puede echarse la culpa principal al motorista.
'zquierda y su derecha? La calle n o es terreno de juegos para los niños. Está
^ n fin, u n a s pocas reglas, que pueden resumirse destinada al tránsito de vehículos. C u a n d o los n i ñ o s
en Una sola: la regla de o r o , consistente, como se están j u g a n d o , n o piensan en el peligro. Pu-^de su-
e, en tratar a los demás c o m o queremos ser tra- ceder que se precipiten delante de u n a u t o , y sean
ados, evitaría la m a y o r parte de los accidentes. He heridos por él a pesar de t o d o lo que pueda hacer
.^qu^ algunas de ellas: el conductor. El motorista que mate a u n n i ñ o j u -
Conservar siempre su m a n o . gando, n o lo olvidará tal vez nunca. L a madre
Observar las indicaciones de los agentes o de los podrá tal vez llorar siempre la pérdida de sus pe-
aparatos reguladores del tráfico. queñuelos, pero los pesares n o devuelven la vida al
N o adelantarse a o t r o coche en una curva o en ser que la perdió. U n poco de precaución evitará,
na subida, p o r q u e , invisible para nosotros, puede pues, mucha tristeza.
cercarse, en sentido contrario, o t r o coche que, n o DETÉNGASE, MIRE, ESCUCHE
eniendo lugar, chocará con el nuestro,
g ~ ° n d e q u i e r a que h a y a niños en la calle, o aun A u n al cruzar la bocacalle es necesaria la p r u -
.la acera, ir con s u m o cuidado, p o r q u e en cual- dencia. Puede haber u n mecanismo que señale, o
^'^ler instante a l g u n o de ellos puede precipitarse ante u n agente que dirija el tráfico, pero n i n g u n a de es-
'^'lestro coche. tas cosas puede evitar a u t o m á t i c a m e n t e que la gente
1 ener los frenos siempre en buenas condiciones, sufra perjuicios.
cb ^'^^ fuerza capaz de i n m o v i l i z a r nuestro co- M u c h o s accidentes se deben también a los pea-
e en pocos metros, aun c u a n d o tuviese u n m o t o r tones que surgen detrás de u n coche p a r a d o . P o r
^as potente del que tiene. distracción, olvido, preocupación o negligencia,
. O b s e r v a r donde exista el reglamento que p r o - una persona sale de detrás de u n coche p a r a d o y se
y b e adelantarse a un tranvía u ó m n i b u s parado, encuentra de repente frente a u n coche que viene a
donde ello no sea reglamento oficial, si se pasa toda velocidad. D e b e m o s recordar que la calle es el
ro vehículo p a r a d o , hacerlo con cuidado. lugar donde corren los automóviles, y que allí pa-
^ . C o n c e n t r a r su atención en la conducción del co- san constantemente. El que va a salir de detrás de
"e, dejando para m o m e n t o s más o p o r t u n o s la in- un coche p a r a d o , debe detenerse para ver si viene
ensa conversación o la contemplación de las esce- otro automóvil.
nas callejeras. M u c h a s personas son muertas o heridas mien-
En dos p a l a b r a s : seamos prudentes, tengamos tras trabajan o caminan en la carretera. Aquellos
^'empre cuidado. que tienen que trabajar en los caminos deben apren-
der a ser especialmente cuidadosos, puesto que se re-
LA PARTE DEL PEATÓN quiere precaución de parte del m o t o r i s t a y del t r a n -
Pero el peatón también tiene su parte de culpa seúnte para evitar u n accidente.
f^T, accidentes que le suceden. Las mismas es- U n a tarea particularmente peligrosa es la de
adísticas que estamos considerando demuestran cambiar u n neumático al lado de u n coche p a r a d o ,
^tie, si bien 2 . 3 0 0 peatones m u r i e r o n en los Esta- donde h a y m u c h o tráfico. Es difícil dedicar la aten-
da U n i d o s p o r culpa de los conductores de a u t o - ción a lo que u n o está haciendo y al m i s m o t i e m p o
móviles, fueron más de 7 . 0 0 0 los que perecieron protegerse contra los muchos coches que pasan rá-
Por su propia culpa. E n la muerte de otros 5 . 0 0 0 p i d a m e n t e . El conductor de u n coche que se acerca
Peatones, la responsabilidad i n c u m b í a a ambas par- puede tener la visión defectuosa, estar preocupado,
^s- Y en c u a n t o a los heridos, 1 5 0 . 0 0 0 lo fueron o n o estar m i r a n d o y n o alcanzar a ver a la persona
Por entera culpa suya, u n o s 4 5 . 0 0 0 oor el descui- que está agachada al lado de u n coche p a r a d o . L o
do de los m o t o r i s t a s y en más de 1 1 0 . 0 0 0 casos la mejor es apartarse a u n lugar d o n d e u n o pueda tra-
culpa era de a m b a s partes. bajar, teniendo el coche entre u n o m i s m o y el trá-
El peatón atropellado p o r un a u m ó v i l lo pasa fico.
generalmente mal. A u n q u e el n ú m e r o de acciden- C u a n d o u n o camina p o r u n a carretera que n o

PÁGINA TRECE
tiene aceras, debe elegir el l a d o que va contra el n o s olvidemos nunca de fijarnos si vienen desde
tráfico. Entonces ve el coche que viene hacia él y atrás o en sentido contrario, automóviles, motoci-
puede apartarse; este es el m é t o d o reconocido. cletas, carros, etc. M i e n t r a s esperamos el tranvía o
Siempre que u n o tenga que cruzar u n a calle de el ó m n i b u s , m a n t e n g á m o n o s en la " z o n a de segu-
doble tráfico, n o debe mirar solamente delante de r i d a d " . Es cierto que algunas personas resultan
sí, sino p r i m e r o a u n lado, de d o n d e viene el tráfi- muertas allí, pero es el lugar más seguro.
co, y al llegar al centro, mirar al o t r o lado, de Si por casualidad nos e n c o n t r a m o s en la calle
d o n d e viene el tráfico en sentido contrario. Mien- y vienen automóviles, n o corramos de acá para
tras estamos c r u z a n d o la calle, n o debemos leer pe- allá, sino que permanezcamos quietos; entonces los
riódicos o participar en u n a conversación demasia- conductores sabrán cómo evitar el herirnos. C o m o
d o a n i m a d a . T a m p o c o debemos obstruir nuestra en la m a y o r parte de los accidentes donde el peatón
visión con u n paraguas abierto o con grandes pa- es atropellado p o r los automóviles ello resulta en
quetes. su muerte, nos incumbe hacer t o d o lo posible para
C u a n d o u n o pasa detrás de u n t r a n v í a o vehícu- evitar los accidentes; así que, sea que manejemos
lo grande, debe fijarse siempre si viene algún coche u n a u t o m ó v i l o que andemos a pie, hagámoslo
o carro en la dirección opuesta. A l bajarse de u n siempre con prudencia. .
t r a n v í a u ó m n i b u s , o cualquiera o t r o vehículo, n o

H A C I A LA L U Z esos hallazgos. Se e x a m i n a r o n en u n o s Congresos


de sabios, y llegaron a ser el tema de largas confe-
rencias, e hicieron escribir largos artículos. P e r o al
n fin, la o p i n i ó n de los expertos presentaban tales di-
vergencias que n o se i m p o n í a conclusión alguna, o.
Donde nos encaña la ciencia. si se quiere, se i m p o n í a n todas p o r igual. U n o
Descansaron media h o r a y h a b l a r o n con algunos atribuía el cráneo a u n m o n o , o t r o a u n idiota, otro
antiguos conocidos, y luego el doctor V a n den a u n a especie intermediaria. M u c h o s pretendían
Berche y los h e r m a n o s C l a u w a e r t s emprendieron el que h a b í a pertenecido a u n ser h u m a n o . P e r o , los
c a m i n o de regreso. sabios n o se dieron por vencidos. Ese viejo cráneo
G u s t a v o esperaba impaciente que el médico diese tenía que servirles de c o l u m n a para construir su
la señal de salida, feliz de aquel imprevisto encuen- teoría. D a n d o libre curso a su imaginación, y se-
t r o con su a n t i g u o c o m p a ñ e r o del colegio, quien le cundados por una fuerte dosis de ingenio plástico,
p r o p o r c i o n a b a u n a p o y o inesperado y m u y apre- supieron fabricar el h o m b r e de J a v a dándole el
ciable contra su h e r m a n o , en c u a n t o a su fe. E n sabio n o m b r e de "erectus". L o m i s m o hubiesen
realidad, a m b o s estaban contentos de poder h a b l a r p o d i d o hacerlo u n gantes o u n m o n o . P e r o los sa-
con el a n t i g u o condiscípulo, y a la vez les halagaba bios tuvieron la osadía de pretender que aquel ja-
el poder conversar con u n h o m b r e más instruido vanés debía de haber vivido hace más de quinien-
que ellos, y que parecía u n cristiano convencido. tos mil años.
Deseaban, pues, coger otra vez el hilo de su con- Sin embargo, existía u n a d u d a en c u a n t o a estos
versación. descubrimientos. E n seguida después de la c o m p o -
U n a vez fuera, a d m i r a r o n u n instante la her- sición de los moldes, el doctor D u b o i s encerró los
niosa naturaleza, y luego el doctor reasumió el huesos originales y n o permitió que n i n g ú n sabio
tema i n t e r r u m p i d o en estos t é r m i n o s : los viera p o r espacio de u n o s treinta y cinco años.
P o r fin, hace u n o s años, el privilegio de contem-
EL HOMBRE D E JAVA plarlos fué concedido al doctor Herdlicka, del
S m i t h s o n i a n Institute, del N o r t e de América. Des-
- V o l v a m o s a nuestra conversación de hace u n pués de examinarlos, éste declaró que los moldes
instante. Les dije que Darw^in h o y ya n o tiene sobre los cuales los evolucionistas h a b í a n edificado
adeptos entre los sabios; pero este hecho t o d a v í a sus hipótesis, eran un fraude, y que el ser a quien
lo desconocen los p r o f a n o s . Hace c o m o veinte o h a b í a n pertenecido aquellos huesos era ciertamente
treinta años, los sabios creían poder afirmar la p r o - u n h o m b r e . A los evolucionistas n o les gusta con-
gresiva transformación del m o n o en h o m b r e , pero tar esa aventura, p o r q u e pone demasiado netamente
era preciso encontrar restos de las especies interme- su credulidad en la picota.
diarias. Así, pues, se pusieron a buscar, excavando L o s ojos de G u s t a v o brillaron de satisfacción-
en diversos sitios la corteza de la tierra, con la es- T o d a s las incrédulas teorías de su h e r m a n o se des-
peranza del éxito. E n 1 8 9 1 , u n o de ellos, el doctor hacían c o m o h u m o . Aquiles, p o r su parte, se d a b a
D u b o i s , holandés, descubrió el deseado fósil, en la cuenta de que ya n o tenía a su inculto h e r m a n o
isla de J a v a . P e r o , n o v a y a n a creer que encontró por adversario, sino que tenía que habérselas con
u n esqueleto completo. P r i m e r o u n a muela, des- u n o que sabría contestarle y que n o se dejaría fá-
pués u n cráneo; al cabo del a ñ o u n fémur, y más cilmente desconcertar.
tarde u n diente. Estos diferentes despojos se encon-
t r a r o n a veces a 4 5 pies de distancia los u n o s de los OTROS HALLAZGOS
otros. El doctor D u b o i s m a n d ó hacer moldes de — Y ahora, el h o m b r e de Heidelberg, prosiguió j

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el doctor. E n 1 9 0 7 , en u n p o z o de arena en Mauer, atribuyeron unos cincuenta mil años. E n t o d o caso,
cerca de Heidelberg, descubrieron una m a n d í b u l a representaba, según ellos, u n indígena de tiempo
inferior en la que h a b l a n unas muelas; nada más. m u y a n t i g u o . Poco después surgió cierto señor A r -
¡Gran j ú b i l o en el ejército evolucionista! Del exa- chibald Meston, quien declaró sentirse obligado a
men de esa m a n d í b u l a creyeron poder deducir que cumplir el triste deber de sustraer el cráneo de T a l -
^abía pertenecido a u n h o m b r e que habia vivido gai del d o m i n i o romántico. Según él sabía, u n ne-
riace cincuenta mil años. Y modelaron también una gro había sido fusilado por la policía indígena y
'Cabeza. A los evolucionistas les gusta burlarse del enterrado en ese billahong; el foso se llenó luego
relato de la creación de Eva, sacada de u n a costilla de arcilla basáltica roja, la misma en la cual se des-
°e A d á n ; ¡pero ellos mismos son capaces de re- cubrió aquel cráneo. Desde luego, los sabios n o p u -
eonstruir un h o m b r e con u n a m a n d í b u l a inferior! blicaron esa revelación. U n o podría suponer, pues,
quién, pues, toca reir? que aquello fué el fin del cráneo de T a l g a i . P e r o n o .
E x a m i n e m o s la procedencia de algunos otros Bastante tiempo después, el profesor Elliot S m i t h ,
cráneos con los cuales se h a n compuesto cabezas h e r m a n o del que había a p a d r i n a d o el cráneo, men-
euyos moldes pueden verse en los museos. E n 1 9 1 3 , cionó el descubrimiento, del cual h a b l ó como de
en Un arenal de Pllrdovi^n, Inglaterra, se encontra- algo extremadamente a n t i g u o . De esta manera se
•^on cuatro pedazos de u n cráneo: u n hueso nasal, p r o p a g a n estas leyendas. P o d r í a contarles muchas
Un diente y u n pedazo de m a n d í b u l a . De esto tarn- otras chanzas de este género; pero me contentaré
.°'en supieron formar a u n h o m b r e de u n a especie con citarles algunas historias jocosas que ponen en
intermediaria. Le l l a m a n - e l señor " E o a n t h r o p u s la picota la locura de la craneología.
^ a w s o n i " . T i e n e entre cien mil y trescientos mil
anos de edad. ¡Los sabios lo saben t o d o ! ¡A cuánto BURLARSE DE LOS SABIOS
Puede llegarse con el ingenio plástico! El doctor Moens, o t r o sabio holandés, trabaja
En 1 8 5 7 , en N e a n d e r t h a l , Alemania, se encon- especialmente en las excavaciones prehistóricas. E s -
íraron partes de u n esqueleto; entre ellas u n cráneo, t a n d o u n a vez en el P a n a m á en ocasión de u n C o n -
^ u x l e y declaró que éste se parecía al de u n m o n o , greso, encontró en las calles de la capital a u n h o m -
ero V i r c h o w dijo que a m e n u d o había encontra- bre del pueblo cuya cabeza presentaba gran ana-
personas por la calle que tenían exactamente la logía con aquellas de los llamados h o m b r e s prehis-
Uiisma forma de cráneo. ¡Sin embargo, los sabios tóricos, tal como los sabios se los representan. D u -
e__han a t r i b u i d o la respetable edad de treinta mil rante el Congreso, en el cual asistían muchos sa-
anos! V e n ustedes, la teoría de los cráneos descansa bios americanos, les m o s t r ó una radiofotografía de
Sobre t o d o lo que se quiere. H e aquí lo que leí en la cabeza de aquel h o m b r e , y pidió a sus colegas
^u libro de la Biblioteca de la U n i v e r s i d a d : "Cier- que le indicasen el origen del m i s m o . La mayoría
"•^s personas célebres h a n tenido cráneos m u y pare- decían que aquel cráneo debía ser de algún chim-
cidos al de N e a n d e r t h a l . San M a n s u í , obispo de pancé, o de u n fósil de u n h o m b r e prehistórico.
oul en el cuarto siglo, según los cuadros que lo C u a n d o el doctor M o e n s h u b o oído las decla-
Representan, tenía u n a frente aún más saliente y raciones de sus colegas, h i z o entrar al pretendido
lana que el tipo de N e a n d e r t h a l . Así, también el h o m b r e prehistórico, el que había e n c o n t r a d o en
eraneo del héroe escocés Bruce, puede a primera las calles de la capital. U n o puede imagirnarse la
^'sta colocarse en esa categoría." Así que, diga us- estupefacción de los sabios c u a n d o comprendieron
^ed, G u s t a v o , ¿cree usted que el h o n o r a b l e obispo que su colega se había b u r l a d o de ellos.
"^e T o u l , San M a n s u í , sea el eslabón que falta en- Estos señores evolucionistas se llenaron a u n de
're el h o m b r e y el m o n o ? ridículo con su "muela de u n m i l l ó n de dólares".
G u s t a v o abrió sus ojos desmesuradamente y con- E n 1 9 2 2 , u n geólogo h i z o excavaciones en el Es-
testó i n d i g n a d o : t a d o de N e b r a s k a , América del N o r t e , y e n c o n t r ó
~—¡Bien me guardaré de ello! u n a muela m u y usada. Fué enviada al M u s e o A m e -
ricano de Antigüedades, en N u e v a Y o r k . El doctor
EL CRÁNEO DE TALGAI
O s b o r n e y sus colegas declararon que aquello era
, Déjenme contar aún algunas otras historias de u n a muela de u n h o m b r e - m o n o . D i s t i n g u i d o s h o m -
eráneos. El que engaña, es a m e n u d o e n g a ñ a d o a bres de ciencia de Inglaterra se expresaron de la
su Vez. El que n o quiere aceptar la verdad, n o tarda misma manera. Esa muela pareció tan i m p o r t a n t e
en ser víctima de la i m p o s t u r a . L o s sabios, con sus c o m o prueba de la evolución, que el doctor
teorías de m o n o s y cráneos, h a n sido a veces bien W . K. Gregory le dio el n o m b r e de "muela de u n
°Urlados. Hace algunos años se descubrió en A u s - millón de dólares". P e r o excavaciones posteriores
tralia el cráneo de T a l g a i , e x h u m a d o , según he hechas en el m i s m o lugar trajeron a la l u z otras
eido, de u n billahong. T e n g o que confesar que yo muelas, y en relación con esas muelas u n a e x t i n -
rnismo n o sé m u y bien lo que es u n billahong. Pe- guida especie de puerco salvaje. El doctor Gregory,
•"o. n o i m p o r t a . Ese cráneo perteneció, sin d u d a , a que dio a la primera muela u n n o m b r e tan b r i l l a n -
alguien que tenía el cerebro pequeño. De repente, te, declara ahora abiertamente q u e era la muela de
todos los sabios acordaron, de u n m o d o pasmoso, u n jabalí.
reconocer que era m u y viejo, y u n o de ellos'áfiirmó M á s trágica aún fué la historia de P a b l o K a m -
en u n a conferencia que bien debía de tener u n m i - merer, que e n g a ñ ó a los crédulos sabios. Célebre
llón de años. O t r o s , algo más modestamente, le d u r a n t e u n corto lapso de t i e m p o , apreciado de las

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eminencias científicas de E u r o p a y América como bas de la evolución tienen su engaño y proviene
u n "segundo D a r w i n " , como el h o m b r e que quizá de la firma evolucionista y compañía. P o r esf-
había hecho el más i m p o r t a n t e descubrimiento bio- tienen todas el m i s m o valor. Mientras t a n t o el re-
lógico del presente siglo, su reputación en E u r o p a lato de la creación hecho por Moisés queda ver'-
era t a n grande, que fué i n v i t a d o a dar u n a serie de dico, y Kammerer, el "segundo D a r w i n " , el q"^
conferencias en América, l o cual aceptó. desvió al m u n d o con sus teorías falsas, duerme el
H a y que decir que K a m m e r e r había p a s m a d o al sueño del suicida. El doctor M o e n s se divierte Y
m u n d o unos años antes declarando poder p r o b a r los señores evolucionistas h a n de soportar que los
la herencia de las propiedades específicas adquiri- chiquillos y los vendedores a m b u l a n t e s (pues aun
das. A n i q u i l a b a así la ley p o r t a n t o tiempo acata- éstos están al corriente de los célebres hallazgos) se
d a : las propiedades específicas adquiridas n o se burlen de la craneología, y n o quieran ser conside-
heredan. L a evolución estaría, pues, verdadera- rados como m o n o s o como imbéciles.
mente basada en la ciencia. Kammerer decía que G u s t a v o n o p u d o reprimir u n a carcajada. ¡Nun^
en el p u l g a r de la rana terrestre había desarrollado ca había d a d o a su h e r m a n o t a n buena lección-
lo que se llama "pelota n u p c i a l " , que hasta e n t o n - ¡Los papeles estaban trocados! A n t e s Aquiles le
ces n o se encontraba más que en la rana acuática. tenía a m e n u d o lástima, p o r causa de su fe, y ^
A t o d o el que visitaba su l a b o r a t o r i o , en Viena, le veces le había ridiculizado. ¡ A h o r a tocaba a Gus-
enseñaba la rana terrestre con u n a pelota sobre el tavo reírse! ¡ O h , cuan c o n t e n t o estaba que Aquiles
pulgar. quedase con la boca cerrada y que la fe suya triun-
P e r o t o d o resultó u n a i m p o s t u r a . Ú l t i m a m e n t e fase!
u n sabio americano que tenía ciertas dudas en cuan- — E s lástima, d o c t o r — d i j o Aquiles, quien no
to al descubrimiento de K a m m e r e r , fué a Viena y se consideraba vencido-—, que h a y a m o s llegado ya
p i d i ó que le enseñasen la rana. Después de u n m i - a la vía férrea d o n d e nos e n c o n t r a m o s esta ma-
nucioso examen vio que el p u ñ o del a n i m a l i t o pre- ñana. Nuestros caminos se separan. D e buena gana
sentaba u n a pequeña incisión p o r la cual le pareció hubiese seguido h a b l a n d o u n rato m á s con usted-
que se había hecho u n a inyección para formar la T e n g o otras bolas que echar todavía.
pelota, la llamada "pelota n u p c i a l " . A p o y ó su de- — M e gustaría estudiar todas las preguntas qu^
d o sobre la pelota e h i z o salir t i n t a china. Acusado usted quisiera hacerme; pero ahora tengo que irme-
de engaño, K a m m e r e r cogió u n revólver y se dio M i h e r m a n a n o sabrá lo que h a y a sido de m í . Pero,
la muerte. vengan a verme los dos el d o m i n g o p o r la tarde eO
— V e usted, Aquiles, esas viejas m a n d í b u l a s , casa de m i h e r m a n a , pues estoy de visita en su casa-
esos cráneos de negros salvajes, de orangutanes, de Iremos a sentarnos al j a r d í n y p o d r e m o s hablar-
simios o de h o m b r e s de la antigüedad o del porve- — C o n m u c h o gusto, d o c t o r — d i j e r o n ambos
n i r : h a n recibido toda suerte de bellos y grandes hermanos.
n o m b r e s sabios, c o m o " p i t h e c a n t h r o p u s erectus", o — E n t o n c e s , hasta el d o m i n g o si D i o s quiere.
" e o a n t h r o p u s d a w s o n i " , incluso las ranas viene- - M u y bien, doctor. Hasta el d o m i n g o . N o fal-
sas con tinta china en sus patas, las muelas de jaba- taremos.
líes, etc., etc.: todas esas grandes y hermosas prue- (Continuará.)

Paisaje de invierno. Fotografía tomada a media noche c o n l u z de luna.

PÁGINA DIECISÉIS
Imp. de A. Marzo.—San Hermenegildo, 32.—Madrid-

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